Clases sociales
y partidos politicos del Ecuador
Quizá, románticamente, desde las posiciones político radica-
lizadas de la pequeña burguesía que milita en la izquierda sea posi-
ble, pero en la realidad pensamos que es imposible separar los genes,
ni tampoco desarraigar toda la cultura que de ellos se deriva, para
precautelar lo indígena–puro. ¿Cómo es posible separar del mestizaje
todo lo que no es indígena?, y así entonces, tendríamos que desarrai-
gar la religión Católica; pero, la religión es un fenómeno universal en
el Ecuador, más del 90% son creyentes católicos y en ellos están invo-
lucrados indios, blancos por supuesto, negros, mestizos, mulatos...
etc.; desarraigar también el idioma castellano, las costumbres y más
realidades existentes que a lo largo del proceso de constitución del
mestizaje se fundió con la cultura indígena, absurdo. ¿Qué otra cosa
es en el ámbito cultural, el pasacalle, el propio chulla quiteño, etc.,
sino un producto mestizo?
Así pues, el mestizo es una realidad viviente, que late con sus
costumbres, que actúa en la sociedad ecuatoriana a la que lo dirige
como élite de poder, o lo combate desde las posiciones populares; que
sueña en modificarle, porque el mestizo está en la administración es-
tatal, en el ejército, en la economía en calidad de propie- tarios o no
propietario; y lo que nos interesa sobre manera está en la política, como
líder de un partido, como militante de base, como concejal, como con-
sejero, alcalde o diputado; está en las Universidades como autoridad,
como profesor o como estudiante; está en la jerarquía religiosa desde
cardenal hasta lego (...) entonces, ¿cómo ignorar esta mayoría social
ecuatoriana que se fundió como resultado de la unión de las matrices
étnicas, indígena, blanca y negra?; pero aún más, en el Congreso, ellos
protagonizan los escándalos, son los “machos”, que idéntico que en
el mercado se fajan con cualquiera, hacen las leyes y también dirigen
la legislatura y llegan a la presidencia de la República, Pero hay más,
desde el agro del indígena, tanto ha presionado el proceso de 500 años
de convivencia con el blanco, que ha incorporado a su conciencia el
gusto por las corridas de toros en sus infaltables festividades, porque
los toros de pueblo es el número principal de diversión, lo cual está
27
magnificado en sus oleos como cosmovisión de la sociedad del lado
27 Ver fotos de los tiguas en: Luis Galarza, Clases sociales y partido políticos del Ecuador, Quito, 1991
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 39–84
61