BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCVIII Nº 204  
Enero–junio 2020  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
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BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCVIII  
Nº 204  
Julio–diciembre 2020  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN 2773-7381  
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BOLETÍN AC ADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DEL ECUADOR  
Nº 204–Vol XCVIII • julio–diciembre 2020  
CLASES SOCIALES  
Y PARTIDOS POLITICOS DEL ECUADOR  
1
Luis Galarza Izquierdo2  
Resumen3  
El ensayo que se presenta se articula a partir de la teoría mar-  
xista sobre la lucha ideológica de clases aplicada al uso de la defini-  
ción de clases sociales y fracción de clase en las interpretaciones de  
autores ecuatorianos y, concretar estos conceptos hacia la aproxima-  
ción de la conciencia social ecuatoriana mostrada en diversas facetas  
de la cotidianidad, para lo cual se establecen algunas variables del  
ser y las condiciones variables de existencia: 1) el mercado, el bus  
contrastando el mercado-pueblo y el supermercado del capital. 2)  
Tipos de vivienda según las clases sociales. 3) Productos principales  
del agro ecuatoriano. 4) Los rostros y facetas de la pobreza y la ri-  
queza. 5) La estructura étnica y variable del mestizaje. 6) El determi-  
nismo geográfico y la composición del paisaje. En otra parte se  
expone una visión socio-antropológica del ser en la conciencia polí-  
tica del indígena, del mestizo, del terrateniente, inmersos en la cul-  
tura religiosa católica, de donde aparece la clase media o pequeña  
burguesía entre las propuestas políticas de izquierda y derecha os-  
cilante entre los extremos de capitalismo y socialismo en cuyo centro  
político se articula la sociedad ecuatoriana. Revisa brevemente las  
clases sociales y los partidos políticos del último cuarto del siglo XX,  
desde un punto de vista crítico.  
1
2
Recibido: 05-02-2020 // Aceptado: 07-12-2020  
Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Historia, es Licenciado en Ciencias  
Públicas y Sociales; Doctor en Jurisprudencia, Abogado de los Tribunales de la República; Di-  
plomado, Especialista y Maestría en Derechos Humanos. Autor de 40 libros en los campos del  
derecho, filosofía, política, sociología, historia e investigación social. Méritos: Primer premio  
Universidad Central del Ecuador, 2.010; Premio José Peralta, Cuenca, 2016; Miembro Honorí-  
fico de la Casa de la Cultura, Núcleo de Manabí. Certificados al Mérito de la UCE, como in-  
vestigador social. e-mail: luis_galarza__i@yahoo.com  
3
Este artículo es la continuación del artículo publicado en el Boletín N°201 de la A.N.H.  
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39  
Luis Galarza Izquierdo  
Palabras claves: Conciencia social, clases sociales, partidos políticos,  
antropología social, cultura y regiones  
Abstract  
The essay that is presented is based on the Marxist theory on  
the ideological class struggle applied to the use of the definition of  
social classes and class fraction in the interpretations of Ecuadorian  
authors and, to specify these concepts towards the approach of social  
consciousness Ecuadorian woman shown in various facets of every-  
day life, for which some variables of being and the variable condi-  
tions of existence are established: 1) the market, the bus contrasting  
the market-town and the supermarket of the capital. 2) Types of  
housing according to social classes. 3) Main products of Ecuadorian  
agriculture. 4) The faces and facets of poverty and wealth. 5) The eth-  
nic and variable structure of miscegenation. 6) Geographic determin-  
ism and landscape composition. Elsewhere a socio-anthropological  
vision of being is exposed in the political consciousness of the in-  
digenous, the mestizo, the landowner, immersed in the Catholic re-  
ligious culture, from where the middle class or petty bourgeoisie  
appears among the political proposals of the left and the oscillating  
right between the extremes of capitalism and socialism in whose po-  
litical center the Ecuadorian society articulates. It briefly reviews the  
social classes and political parties of the last quarter of the 20th cen-  
tury, from a critical point of view.  
Keywords: Social conscience, social classes, political parties, social  
anthropology, culture and regions  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
Lucha ideológica sobre Clases Sociales  
La riqueza bibliográfica de este estudio comprende un debate  
ideológico del origen y evolución de las clases sociales. Así tenemos:  
Las clases sociales surgieron como resultado de la división del  
trabajo y junto con la aparición de la propiedad privada sobre los  
medios de producción, la propiedad privada dividió a la sociedad  
en ricos y pobres, explotadores y explotados reza un clásico manual  
4
de izquierda, como patrón ideológico de circulación nacional en co-  
legios, universidades, centros políticos y de excelencia intelectual.  
Por otro lado, muchos ideólogos de la burguesía consideran que la  
desigualdad de los hombres en pobres y ricos está vinculada a la na-  
turaleza humana, cuando no se atribuye dicha situación a designios  
divinos y hasta geográficos y étnicos. La primera posición (burgue-  
sía), regularmente habla de:  
la clase alta superior..., que se encuentra en la cúspide de la pirámide  
social, con posición fundada principalmente en la descendencia de fa-  
milias establecidas largamente en la comunidad y con bastantes medios  
de fortuna; de la clase alta inferior integrada por gente, a veces con más  
dinero que la precedente; pero que son de reciente data sus fortunas y  
sin linaje familiar acreditado (...) y una clase baja (...) de gente humilde  
por su falta de medios económicos propios y por remuneraciones ape-  
nas suficientes para cubrir las necesidades materiales, también la parte  
de la población de menos cultura -con estas variables- superior: com-  
puesta por los que viven de su trabajo y sin estrecharse y que tienen a  
gala la honradez, respetabilidad y limpieza; y la inferior: cuyos miem-  
bros pueblan los barrios bajos, llenos de maleantes y degenerados,  
tipos antisociales y que se consideran negativos para las demás clases.  
Y una clase media que socialmente se halla entre la nobleza y la plebe;  
5
y económicamente entre ricos y los pobres (...).  
En cambio, el proletariado hace suyo el conocido concepto  
de clase social que da Lenin, al que acudimos nosotros para organi-  
4
5
V. Konstantinov, Fundamentos de la filosofía marxista, Ciencias Sociales y económicas, editorial Gri-  
jalbo, México 1965,pp. 449,452.  
Carlos Marx y otros, Teoría Marxista de la Clases Sociales, clases en el capitalismo, Ediciones  
Pepe, s/f, p.7.  
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Luis Galarza Izquierdo  
zar las hipótesis de trabajo, armar el análisis y luego compararle con  
nuestra realidad social.  
Nuestra argumentación sobre el uso y definición de Clase Social  
y Fracción de Clase  
Para definir y luego determinar el uso de clase social y capa  
de clase, acudimos al pensamiento del sociólogo Agustín Cueva,  
nuestro más alto crédito en las Ciencias Sociales ecuatorianas. Agus-  
tín Cueva explica la formación económica social argumentando:  
que en las sociedades históricamente dadas, en las que ya no encon-  
tramos un solo modo de producción y en estado ‘puro’, sino por regla  
general una combinación específica de varios modos de producción...:  
a) En primer lugar los modos de producción se combinan siempre bajo  
la hegemonía de algunos de ellos, el dominante, que es el que imprime  
su carácter a la formación social (...) ; b) Junto a los modos de produc-  
ción fundamentales, que son capaces de imponer su hegemonía en una  
formación social (...) existen también modos de producción secunda-  
rios, que solo pueden aparecer en un plano subordinado, dependiente  
6
del modo de producción fundamental (...).  
Esta teoría sustenta nuestra posición, en base a la cual hemos  
organizado la lógica de las hipótesis, y subyacen también en todos  
nuestros razonamientos a saber:  
Que el Ecuador, es una formación económica social capitalista de-  
pendiente de complementación; que a su interior existen modos de produc-  
ción del pasado -semifeudal y hasta el primitivo-, que funcionan subordi  
nados a la lógica del modo de producción capitalista, que tiene el carácter  
de hegemónico, subordinante, en la formación social.  
Marx sostiene que “La existencia de las clases solo va unida a de-  
7
terminadas fases históricas del desarrollo de la producción y Agustín  
Cueva concluye respaldándose en esta idea “Las clases sociales ante  
todo son porciones estructurales que el sistema asigna objetivamente a in-  
8
dividuos determinados”. Por su parte Lenin siguiendo esta ruta del  
6
7
Agustín Cueva, La Teoría Marxista, Ed. Planeta, Quito, 1987: síntesis pp.10, 11, 12 y 14.  
Ibíd., p. 6.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
análisis definió a las clases “Por los lugares que grandes grupos de hom-  
9
bres ocupan en un sistema de producción históricamente determinado (...)”.  
Cuando Agustín Cueva estudia a las clases-estamentos y cas-  
tas hace una importante diferenciación. Para el Marxismo, entonces,  
las clases sociales son algo inherente no sólo al modo de producción  
capitalista, más también a otros, como el feudal, el esclavista (...) la  
división de la sociedad es común a las sociedades esclavistas, feudal  
y burguesa, pero en las dos primeras existían las clases-estamentos,  
mientras que en la última ya no son estamentos. Así mismo cuando  
Cueva estudia la estructura de clases en una formación social razona  
a) En primer lugar tenemos el problema del número de las clases que  
(
...) son fundamentales dos para cada modo de producción (...):  
10  
amos-esclavos, señores-siervos, burguesía-proletariado; ahora bien,  
basta pensar en el hecho de que en una formación social se articulan  
varios modos de producción para entender la razón por la cual el  
número de las clases pueden aumentarse visiblemente  
En la hipótesis fundamental sostenemos que: en el Ecuador  
hay varias clases sociales, por cuanto al interior de su formación so-  
cial capitalista, perviven varios modos de producción, y existen tan-  
tos partidos políticos, por cuanto las clases fundamentales están  
divididas en varias fracciones, cada una de las cuales, expresan inte-  
reses particulares, sin embargo, que a nivel general les une intereses  
comunes.  
Efectivamente, según estudios sobre la formación social ecua-  
toriana: Aguirre, Moncada, Moreano, Velasco, Báez lo definen como  
un mosaico de modos de producción, que se entrelazan y funcionan  
en la lógica del modo de producción capitalista, que es el que deter-  
mina su carácter, como capitalista dependiente de complementación;  
en tanto que las posiciones comunistas, sustentadoras de la tesis que  
América Latina es una formación semi feudal y semi capitalista, sos-  
tienen que el Ecuador es también una formación semi feudal y semi  
capitalista(...) Unos y otros plantean, por ejemplo, que en la zona  
8 Ibíd., p. 7.  
9 Ibíd., p. 8.  
10 Ibíd., p.25.  
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Luis Galarza Izquierdo  
Oriental del Ecuador hay rezagos evidentes del modo de producción  
primitivo –hombres que viven de la caza, la pesca y la recolección  
de los frutos: Shuar, Ashuar, Huaorani– (…) ; que en la zona austral  
de la Patria en especial, hay claros rezagos del modo de producción  
feudal, a tal punto que Jaime Galarza Zavala, lo escribió en su libro,  
“El Yugo Feudal”; siendo el hegemónico, el capitalismo, porque del  
Carchi al Macará, y del Oriente a Occidente, se expresa la economía  
11  
de mercado(...). Cuando Agustín Cueva analiza las fracciones y es-  
tratos de clases:  
Las clases como ya se indicó no son un conjunto absolutamente homo-  
géneos, sino que en su seno se presentan subdivisiones o disconti-  
nuidades importantes, que generan toda una gama de contradicciones  
secundarias -o sea, no antagónicas estructuralmente hablando-, que no  
obstante pueden convertirse en factores de primera importancia en de-  
terminadas coyunturas históricas, cuando se desencadena una crisis  
de hegemonía con la consiguiente exacerbación de aquellas contradic-  
12  
ciones en el seno de la burguesía.  
El problema de las fracciones de clase, sólo pueden resolver-  
se mediante el análisis concreto de la formación social a) Un primer  
factor determinante de la formación de fracciones de clase es, en lo  
que a burguesía se refiere, el de las distintas formas de existencia del  
capital. La ubicación de éste como capital productivo, capital mer-  
cancías o capital dinero, tiende a crear en la fase monopólica, sendas  
fracciones de clase que son la burguesía industrial, la burguesía co-  
mercial y la burguesía financiera.  
Efectivamente, ya lo hemos dicho, que en nuestra práctica  
teórica militante, consideramos que la burguesía ecuatoriana está  
subdividida en fracciones; que cada una de estas fracciones tiene un  
interés particular, sin embargo de que a todas ellas les une la lógica  
de la defensa del capital; que ésta implicación de las fracciones hace  
que la burguesía no sea una clase homogénea sino heterogénea, y  
que finalmente, estos intereses concretos que generan las contradic-  
1
1
1 Agustín Cueva, Op. Cit., p.14  
2 Ibid., pp. 5-17.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
ciones no antagónicas en el seno de la clase, posibilitan el surgi-  
miento de sus expresiones políticas, los partidos políticos. Por ello  
reiteramos en esta etapa de la argumentación, que en la lógica in-  
terna de la hipótesis fundamental y en las hipótesis intermedias del  
proyecto, se parte del criterio que las clases fundamentales (B-P) se  
dividen en fracciones de clase; que cada fracción de clase (por ejem-  
plo la burguesía industrial, el proletariado industrial típico) tienen  
sus intereses concretos lo que determina en última instancia, el sur-  
gimiento de varios partidos en el Ecuador; o mejor dicho, que cada  
fracción de clase tanto de la burguesía como del proletariado (inclu-  
yendo las capas de la pequeña burguesía) pueden dar lugar a un par-  
tido. Puede suceder también, que más de una fracción social de la  
burguesía se fusionen, como sucedió con la oligarquía que formó el  
13  
Frente de Reconstrucción Nacional” en 1984, donde se integraron  
las fracciones de la burguesía terrateniente, burguesía agro-exporta-  
dora y burguesía financiera.  
Concretando los conceptos de Clase Social y Fracción de Clase  
Que la clase social está determinada por la estructura econó-  
mica; que la formación económico social ecuatoriana comprende va-  
rios modos de producción social, estando en calidad de hegemónico  
y dominante a 1990 el modo de producción capitalista dependiente,  
sin embargo de que existen supervivencias de modos de producción  
del pasado y gérmenes del modo de producción del futuro, que están  
supeditados o subordinados a la lógica del modo de producción do-  
minante; que del modo de producción capitalista surgen las dos cla-  
ses fundamentales; la burguesía como clase dominante y el proleta-  
riado como clase dominada, sin embargo que hay otras clases de las  
llamadas de transición; que la burguesía como clase fundamental no  
1
3 El partido político Frente de Reconstrucción Nacional estaba conformado por: Partido Con-  
servador Ecuatoriano, Partido Liberal Radical Ecuatoriano, Partido Nacionalista Revolucio-  
nario, Coalición Institucionalista Demócrata, Frente Nacional Velasquista, Partido Social  
Cristiano y un nutrido grupo de organizaciones autodenominadas independientes. En: Fran-  
cisco Sánchez, ¿Democracia no lograda o democracia malograda?. Un análisis del sistema político  
del Ecuador: 1979-2002, FLACSO, Quito, 2008, p. 45.  
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Luis Galarza Izquierdo  
es homogénea en absoluto, es por tanto heterogénea, porque en su  
seno surgen fracciones y/o capas, cada una de las cuales tienen inte-  
reses de grupo, y que cosa similar sucede en el proletariado como  
clase fundamental dominada, esto es, que a su interior emergen frac-  
ciones con intereses concretos, lo que hace de aquella y de esta clase,  
que sean heterogéneas; y que finalmente estas fracciones, tanto de la  
burguesía como del proletariado por sus intereses de grupos pueden  
dar lugar al surgimiento de expresiones políticas que defienden estos  
intereses, lo cual se refleja en la existencia de los partidos políticos,  
que en el Ecuador –1990– sobrepasan el número de 17. y finalmente  
definiendo a una clase social como abstracción diremos con Lenin:  
Que las clases sociales son grupos de hombres y mujeres que se dife-  
rencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción  
social e históricamente determinado; por las relaciones en que se en-  
cuentran con respecto a los medios de producción –relaciones que las  
leyes refrendan y formulan en su mayor parte– ; por el papel que de-  
sempeñan en la organización social del trabajo, y, consiguientemente,  
por el modo y la proporción en que percibe la parte de la riqueza social  
que dispone. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede  
apropiarse del trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un ré-  
14  
gimen determinado de economía social.  
Para nosotros la burguesía es la clase dominante fundamental  
del modo de producción capitalista ecuatoriano, propietaria de los  
medios de producción, que se sustenta en la explotación del prole-  
tariado al que le extrae plusvalía cuando le compra su fuerza de tra-  
bajo por un salario; en cambio el proletariado ecuatoriano es la otra  
clase fundamental dominada del modo de producción capitalista,  
que por carecer de medios de producción se ve compelida a vender  
su fuerza de trabajo por un salario.  
Como fracción de clase entendemos la parte que conforma la  
unidad o totalidad de la clase fundamental. Las fracciones de clase  
en la investigación son los sectores o grupo que se forman al interior  
de la clase fundamental, y como hemos visto a lo largo de esta expo-  
14 Carlos Marx y otros, Teoría Marxista de las clases sociales… cit. p. 8.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
sición, en la burguesía ecuatoriana encontramos integrando la tota-  
lidad las siguientes fracciones:  
Burguesía terrateniente, burguesía agroexportadora, burgue-  
sía financiera, burguesía industrial, burguesía comercial, burguesía  
de servicios. En el proletariado encontramos seis fracciones: obrero  
industrial típico, obrero agrícola, obrero de servicios, obrero de cor-  
bata, campesinado, subproletario, lumpen proletario; y en la peque-  
ña burguesía tres capas: alta, media y baja.  
Por otro lado, revisado varios libros de autores nacionales  
principalmente, y de extranjeros, nos encontramos con que existen  
una gran diversidad en la utilización de los siguientes conceptos:  
Fracción de clase, sector de clase, capas de clase, núcleo de clase, gru-  
pos sociales, extractos de clase, cuyos términos unos autores lo em-  
plean como sinónimo y otros las diferencian. Nosotros hemos  
manifestado que en la práctica teórica militante, encontramos en do-  
cumentos, libros, conferencias, mesas redondas, la utilización de  
capas de clase, sin embargo la experiencia de esta investigación nos  
ha hecho reflexionar en la legitimidad de utilizar el concepto fracción  
de clase para determinar a los sectores que integran la totalidad de  
las clases fundamentales del Ecuador, y seguir manteniendo el con-  
cepto de capa para determinar las subdivisiones que se dan en el seno  
de la Pequeña burguesía).  
Conciencia de clase y formas de la conciencia social  
Entre varios intelectuales que han estudiado la categoría “con-  
ciencia de clase” y sus derivaciones: “psicología e ideología de  
Clase”, “clase en sí y clase para sí”, “instinto de clase”, “origen de  
clase”, “posición y situación de clase”..., escogimos entre otros, al  
universalmente conocido George Lukács, del lado de la posición de  
izquierda proletaria, y a Cabanellas y Alcalá Zamora de las posicio-  
nes de derecha, alrededor de las cuales se insertaron posiciones di-  
vergentes y complementarias –como citas en el texto o al pie de  
página–, en donde se involucra la posición de la investigación. Vea-  
mos una muestra de este conjunto analítico.  
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Luis Galarza Izquierdo  
Para criticar la posición marxista, Cabanellas levanta una sín-  
tesis “El análisis marxista de la economía y la consecuente polarización de  
los grupos sociales en dos clases antagónicas, burguesía y proletariado, des-  
tacó que el sentimiento, en cada una de ellas, de la igualdad de su situación  
15  
y de comunes aspiraciones, representaba la conciencia de clase respectiva”.  
Luego viene la crítica a esta síntesis arreglada en los siguientes tér-  
minos:  
Si por conciencia de clase se trata de expresar que cada componente  
posee un concepto definido de su origen, contenido, modalidades, as-  
piraciones y fines, se está fuera de la realidad social... En la generalidad  
de los casos se advierte una igualdad de situación material con otros  
muchos, semejanza de posibilidades, similares conveniencias y más o  
menos inconscientemente, se comparten los complejos característicos  
de la clase frente a las otras.16  
Luego de esta crítica Cabanellas argumenta:  
La conciencia de clase trasciende, cuando se inculca por la práctica po-  
lítica o sindical, a los movimientos de una y otra índole reflejadas en  
medidas de fuerza, en la huelga, sobre todo, y en explosiones revolu-  
cionarias. Si la “conciencia se valora de otra forma, con mesura, la cla-  
sista de los estratos superiores consiste en mostrarse accesibles a las  
reivindicaciones de los de abajo, en la medida económica y factible; y  
en los que cuentan con menos en reclamar con justicia y sin desborda-  
miento que signifique, tras una efímera ventaja personal, la ruina ge-  
neral de la actividad del país.17  
Por su parte Luckacs,  
(
....) la conciencia de las clases fundamentales y las de transición a partir  
del conocimiento científico de sus seres respectivos con la particulari-  
dad que su análisis, parte de una visión de la totalidad, es decir, la con-  
15 Guillermo Cabanellas, Diccionario enciclopédico de Derecho Usual, Tomo II, 21° edición, editorial  
Heliasta, Buenos Aires, s/f, p.254. Ver en: http://libroesoterico.com/biblioteca/Cabala/Dic  
%
20Cabanellas%20Tomo%202%20C%20Ch.pdf (13-02-2020)  
1
1
6 Ibid., p. 255.  
7 Ibid., p. 260.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
ciencia se remite no solo a un sector de influencia sino a las diversas  
estructuras que informa la sociedad, bajo las determinaciones de la ins-  
tancia económica (...) La burguesía y el proletariado son las únicas cla-  
ses puras de la sociedad burguesa, esto es: ellas son las únicas cuya  
existencia y cuyo desarrollo se basan exclusivamente en el desarrollo  
del proceso de producción moderno, y solo partiendo de sus condicio-  
nes de existencia es imaginable incluso un plan para la organización  
de la sociedad entera. El carácter vacilante o estéril para el proceso, que  
se observa en actitud de las demás clases (pequeños burgueses, cam-  
pesinos), se debe a que su existencia no se funda exclusivamente en su  
posición en el proceso de producción capitalista, sino que está aun in-  
disolublemente enlazada con restos de la sociedad estamental. Por eso  
dichas clases no intentan promover el desarrollo capitalista y empujarlo  
más allá de sí mismo, sino que aspiran en el fondo a anularlo y retro-  
traerse a estados anteriores, o, por lo menos, a impedir que consiga un  
despliegue pleno. Su interés de clase se oriente pues sólo a síntomas  
del desarrollo no al desarrollo mismo: hacia fenómenos parciales de la  
sociedad, no a la estructura de la entera sociedad... Los pequeños pro-  
pietarios campesinos, dice Marx ‘forman una masa imponente cuyos  
miembros viven en la misma situación, pero sin entrar en relación es-  
trecha entre ellos. Su modo de producción los aísla... en vez de ponerlos  
en intercambio recíproco...’ Cada familia campesina se gana el material  
de su vida más en intercambio con la naturaleza que en práctica con la  
sociedad.18  
De nuestra parte: ¿cómo se explica? que el campesino, que  
en el Ecuador tiene un alto componente indígena (especialmente en  
el centro y norte de la república) viva en comunidades, es decir, esa  
es su forma ancestral de vida, la comuna, lo que implica una asocia-  
ción, o el caso de las mingas, que es otra forma de trabajo comunita-  
rio. Y finalmente de lo que se conoce, el modo de producción asiático  
que se dio en el Incario, pervivió en algunas comunas del Ecuador.  
Esto es, por un lado, la teoría que caracteriza al campesino como in-  
dividualista, con un universo estrecho de su parcela, reaccionario,  
etc.; por otro lado, la contradicción de las comunas, donde hay un  
trabajo solidario y relación permanente entre campesinos, porque  
según la teoría expuesta sobre el individualismo del estamento cam-  
18 Georg Lukács, Historia y conciencia de clase, Editorial Grijalbo, Barcelona 1976, síntesis, pp. 40,  
54 ,55 y 62.  
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Luis Galarza Izquierdo  
pesino, el movimiento indígena de 1990 en el Ecuador, estaría con-  
denado al fracaso, sin embargo, la unidad indígena en el paro per-  
turbó tanto a la burguesía, que tuvieron que acudir al ejército como  
vocero de la unidad nacional, para oponerse al proyecto indígena  
que intenta dividir a la nacionalidad única, en diversas etnias-pluri-  
nacional.  
Aproximación a la Conciencia Social de los ecuatorianos  
Los viajes por las provincias de la república, entre otros  
objetivos de interés, han estado motivados principalmente por co-  
nocer los variados aspectos geográficos, tipo de naturaleza, climas,  
infraestructura de las ciudades, composición étnica, formas de tra-  
bajo existencial, tipos de cultura, aspectos religiosos; en fin, hemos  
intentado palpar esta heterogeneidad en los niveles físico-naturales,  
económicos, sociales, antropológicos y más aspectos para llenarnos  
de conocimiento y luego caracterizar sectores, diferenciar comporta-  
mientos, ubicar especificidades que den razón de lo que con tanta  
insistencia se habla hoy de lo plurinacional, multiétnico, multicul-  
tural y nosotros agregaríamos, la heterogeneidad física y ambiental.  
En una oportunidad que tuvimos de salir fuera del país y  
conocer una realidad desarrollada, diversa a la nuestra, que deter-  
minó una reflexión de analogías con los impresionantes niveles de  
organización, desarrollo, confort, jerarquías, división del trabajo,  
esplendor –EEUU de N.A.– y más aspectos, sin embargo nos pareció  
una uniformidad, una regularidad, como un cuartel, con una lógica  
disciplinaria universal, con una forma de actuar esquemática con  
efectos conocidos por la presencia de causas constantes: todo en  
orden, cada cual en su andarivel y cada una de las piezas del engra-  
naje, cumpliendo su papel para el funcionamiento de esa inmensa  
maquinaria del desarrollo capitalista-imperialista. Todo nos pareció  
que transcurría según un orden preestablecido; nos daba la idea que  
una inteligencia superior, que un ser omnipresente, había dictado  
normas que, conocidas por todos, se cumplían fielmente, como el  
orden natural del universo, como la órbita de los satélites; así todo  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
era paz y armonía aparentemente. Si era necesaria una presentación  
por un espectáculo, espontáneamente, cada cual se perfilaba y cum-  
plía fielmente su papel de espera, de ubicación y disfrute del espec-  
táculo, luego la descongestión motorizada o personal se cumplía  
rigurosamente por órdenes intrínsecas que guiaban a los hombres  
hacia sus hogares. Todo parecía “perfecto”, coherente, intelec- tivo;  
nadie ponía una nota discordante, el mundo de la compra-venta es-  
taba presente en todas partes, la división del trabajo, la abundancia,  
el consumo y el confort, todo, parecía determinado por una organi-  
zación prevaleciente. ¡Parece que los gringos –exclamamos estupefac-  
tos– han construido un cielo en la tierra!, y por esta razón, una vez  
que han delimitado a la fuerza su extenso y real “paraíso”, defienden  
con todo ahínco, con la fuerza y la razón, con la violencia , las inter-  
venciones militares y la opresión, el orden establecido y la sociedad  
construida, el poderío impresionante que fija pautas en el mundo y  
quieren elevarlo a categoría universal, lo que llaman el “sueño ame-  
19  
ricano” “el destino manifiesto”, mientras millones de migrantes de  
todo el mundo intentan llegar y son rechazados inhumanamente por  
20  
la “supremacía blanca” en mil formas (septiembre 1989).  
Pero este no es el objetivo del análisis, es simplemente un re-  
ferente, un factor necesario para la relación analógica con nuestra re-  
alidad ecuatoriana, porque tan pronto nos despertamos de ese  
sueño-realidad de la sociedad desarrollada, exclamamos gozosos en  
retorno a la Patria ¡Oh Patria Tierra Sagrada! Lo más grande de nues-  
19 La doctrina del Destino Manifiesto expresa que los Estados Unidos están destinados a ex-  
pandirse. Creen que la expansión no solo es buena sino también obvia (manifiesta) y certera  
(
predestinada)…El historiador William E. Weeks ha afirmado la existencia de tres temas uti-  
lizados por los defensores del Destino Manifiesto: 1) Las virtudes “incomparables” de las  
instituciones y de los ciudadanos de Estados Unidos. 2) La misión para extender esas insti-  
tuciones, rehaciendo el mundo a imagen y semejanza de los Estados Unidos. 3) La decisión  
de Dios de encomendada a los Estados Unidos la consecución de esa misión. En: Adolfo Mi-  
randa Sáenz, Polémico testimonio, 2009, p.53. Ver en: https://books.google. com.ec/books?  
id=93k_wT-7vQQC&hl=es&source=gbs_book_other_versions (13-02-2020).  
2
0 El surgimiento del llamado “supremacismo blanco” se asocia con la caída de los Estados  
Confederados en la Unión Americana y la creación del ku klux klan en 1865…Busca mante-  
ner el dominio de la raza blanca en la sociedad, por considerarla superior genéticamente.  
En: Guillermo Ayala, “¿Cómo surge el supremacismo blanco?”, Once. Instituto Politécnico  
Nacional, México, 08-08-2019. Ver en: https://oncenoticias.tv/nota/como-surge-el-supre-  
macismo-blanco (13-02-2020).  
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Luis Galarza Izquierdo  
tro ser, porque la mejor experiencia que hemos tenido en el viaje, es  
regresar a su realidad para disfrutar de la heterogeneidad y de ahí  
el recuerdo del trabajo de campo del Carchi al Macará, que nos invi-  
taba a pensar en las diferencias climáticas a pocos kilómetros, la va-  
riada vegetación, lo accidentado de su geografía, la presencia de la  
bella cordillera de Los Andes presidiendo los paisajes, las variaciones  
impresionantes del mestizaje “variopinto” y la composición étnica,  
las culturas que se levantan diversas en la serranía del norte y la se-  
rranía del sur, la mítica Amazonía, la bella costa tropical, las mil for-  
mas artesanales, formas de vidas ingeniosas, mosaicos de culturas;  
en fin, en el Ecuador cada kilómetro cuadrado- hablando metafóri-  
camente- tiene una diferencia, tiene un clima, tiene un tipo de mes-  
tizaje; esto determina la variedad de comportamientos, la libertad  
para romper esquemas de ordenamiento pre establecidos, la anar-  
quía que circunda al ser como el aire, porque en el Ecuador -por su  
composición étnica, por su geografía, por sus formas de trabajo exis-  
tencial, las órdenes preestablecidas por el poder hegemónico que fija  
parámetros de comportamiento, salta en pedazos como cuando el  
honorable” Congreso Nacional se reúne cada 10 de agosto en perío-  
dos democráticos, entonces la Constitución es violada, la Ley es inob-  
servada, la violencia ronda las barras o “los honorables” por “quítame  
esta paja” se trenzan a trompones, se insultan a la madre, vociferan,  
calumnian, juran y perjuran en una expresión patética de caniba-  
lismo político.–Períodos de la década del 80 siglo XX–.  
Nuestra vida republicana –aunque nos pese– ha sido una  
composición de asonadas de gobiernos dictatoriales, de figuras pa-  
triarcales, de encargados del poder, de caudillos, de caciques, de inte-  
rinazgos, vicepresidentes “conspiradores a sueldo” “jefes supremos”  
etc. y presidentes constitucionales como en la mayoría de gobiernos  
hispanoamericanos.21  
Pero, no se piense que hemos entrado en una apología del  
caos y la anarquía, porque del caos y la anarquía no surge nada  
nuevo; es llana y sencillamente un intento de reflexionar el ser ecua-  
21 Me refiero a la descomposición social que vivimos en los regímenes de Bucaram, Alarcón,  
Mahuad, Noboa, Palacios, llamada “la década maldita”.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
toriano en su diversidad -por supuesto con las una y mil variables  
que conectan al orden, la organización, la inteligencia, porque reco-  
rrer el campo de nuestra complejidad es en cada momento, encontrar  
en la conducta de sus miembros, una constante de la liberalidad,  
oposición a reglas preestablecidas; ahí está una evidencia: las veinte  
constituciones que han sido negadas por caudillos, notables, y “polí-  
ticos profesionales”, o aquello de la agitada vida republicana la debacle  
del problema de límites, en fin, podríamos hacer descripciones inter-  
minables de desconocimiento de la ley, de agitación social, de pugnas  
intestinas, de política tropical, todo lo cual se refleja en su expresión  
más rica, los tortuosos períodos parlamentarios (1979-1990), que si  
bien en las “mejores familias” políticas del mundo también se dan –In-  
glaterra por ejemplo–, en el Ecuador el circo parlamentario es una  
constante, o regla general, y el trabajo legislativo es la excepción. Así,  
todo esto somos, esta es nuestra diversidad, nuestra heterogeneidad,  
y correspondiente a ese ser, surge un tipo especial de comportamien-  
tos sociales, políticos (cultura política), individuales, antropológicos,  
culturales que es precisamente lo que intentamos hacer en esta in-  
vestigación. Por supuesto, en todo esto hay excepciones que confir-  
man la regla; La belleza geográfica, la espiritualidad religiosa que  
lleva al arte genial de la Escuela Quiteña, la intelectualidad de sus  
poetas y escritores de la cultura nacional, entre otros valores.  
Entre los múltiples factores del ser y las condiciones materiales de  
existencia de las clases sociales en un muestreo tenemos:  
El bus y el mercado popular como micro mundo del pueblo llano  
Variable 1. En el bus se superan las clases, pues, existe una plena  
democracia”; el mestizo , el indio, el cholo, el negro, el mulato, el  
blanco, el estudiante, el de corbata, el de poncho etc., están codeán-  
dose en las montoneras y agrupamientos; el mismo aire que respiran  
los unos lo hacen los otros; los olores típicos lo comparten todos, los  
asientos lo ocupan quienes primero lo toman, no hay privilegios ni  
contemplaciones, porque aquello de, el caballero que cede el asiento a  
las damas, ha dejado de practicarse hace mucho tiempo. Claro, es im-  
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portante observar la conducta de las clases: por ejemplo, la pequeña  
burguesía –media para abajo– es despectiva y displicente; hace sus  
caras de fruncimiento del ceño a los obreros, indígenas, mendigos  
que aparecen en estado natural, sudorosos, desarreglados; buscan  
no contaminarse con su “suciedad” y nausean disimuladamente o  
abiertamente por los malos olores. El pequeño burgués en el bus es  
el mal humorado por lo general, que reniega los contactos con los  
que él cree “inferiores”; es el señorito prejuiciado del bus, que mira  
con recelo a los que él cree están por debajo suyo; resulta una ver-  
güenza que lo vean en el bus, porque su status pierde valor: “el pro-  
fesional debe tener un carro por lo general”; el pequeño burgués insulta  
al chofer y contesta al mismo sus malos tratos, piensa que en el bus  
por ser el mejor debe ser el primero. –Las observaciones se hicieron  
en la sierra, en especial Quito, Cuenca, Riobamba 1988–.  
–Dualidad entre el mercado-pueblo y el supermercado del capital  
Intentando un perfil de caracterización a partir de las obser-  
vaciones anotadas y de los gráficos y fotos de trabajo de campo,  
insertos en el informe diremos, que el mercado popular de víveres  
es un refugio existencial del hombre urbano pobre –obreros, sub-  
proletarios, lumpen, campesinos y sectores de la clase media-media  
para abajo–, de ahí la procedencia del parangón bus-pueblo y mer-  
cado-pueblo, con los mismos actores sociales de estos dos micro  
mundos que a la final, hacen uno, diferenciándose únicamente por  
las condiciones: Transporte-víveres, el mercado popular es entonces,  
aquella amalgama de hechos y actos reales determinados por la com-  
pra-venta de uno y mil víveres para la reproducción diaria de la exis-  
tencia, es el centro de muchas relaciones sociales y de un sinfín del  
comportamiento de sus actores.  
¿Qué se observa en la realidad del mercado popular? Una gran  
cantidad de productos agrícolas, muchos de ellos tirados en el suelo,  
en directo contacto con la tierra o expuestos en periódicos, en mo-  
destas mesas, en bancas; en total desorden, por aquí – por allá, junto  
a la basura en condiciones higiénicas muy deplorables; en ocasiones  
se adecuan casuchas con plásticos que cubren el canicular sol, y en  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
otras, cuando el nivel de presentación ha subido un poco en merca-  
dos municipales, se observa una relativa y primaria división de las  
ventas por especialidades. En todos ellos hay una constante: el desor-  
den, la anarquía en las ventas, el evidente desaseo, situación en la cual  
pululan por doquier una gama de sectores populares, siguiendo la  
lógica general del desorden, lo que lleva a la observación de una va-  
riada cantidad de animales domésticos: chanchos, perros de la calle,  
y ganado en general, que se entremezclan en el bullicio, en la agita-  
ción de la compra desordenada de uno y más productos. Serán en-  
tonces los amontonamientos de productos en el suelo en forma  
anárquica, la exhibición de baratas mercancías indistintamente y  
confundidas con los víveres, el ir y venir de las gentes, las casuchas  
improvisadas fuera del marco del mercado municipal, la variedad  
de indígenas, mestizos, sectores pobres de la clase media que se  
topan, que se abren paso para buscar los caminos entre desperdicios,  
el bullicio típico y la variedad de alimentos, ventas de comida, mo-  
vimiento de niños tirados en el suelo junto a sus madres que venden;  
es decir, el mercado es todo eso, es fundamentalmente anarquía, de-  
sorden, insalubridad, sectores populares que se cruzan, chanchos,  
ganado, perros que se observan revueltos y confundidos con los pro-  
ductos de ventas.  
Esta es una característica de los mercados populares al aire  
libre de la serranía ecuatoriana, variando un tanto las condiciones  
descritas en los mercados municipales y nacionales. De entrevistas  
realizadas, los vendedores libres luchan por alcanzar un puesto de  
ventas al interior del mercado municipal y cuando lo logran cumplen  
una realización. En tanto que aquellos que mantienen sus prácticas  
habituales en el mercado municipal, así mismo tienen visiones de  
ascenso para ir logrando mejorar sus puestos de venta, de tal manera  
que permita la cadena de ascensos para llegar al éxito comercial que  
lo ubique en niveles superiores.  
Por otro lado, el mosaico de colores intensivos de los vesti-  
dos de vendedores y compradores, los gritos, amenazas y bochinches  
de las temerarias verduleras del mercado en disputa de clientes o en  
relación con los clientes; la prudencia de las clases medias que asisten  
a las compras en relación a la verdulera, solidaridad de las mismas,  
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las mil formas de consumo directo en la alimentación barata, que se  
ofrece en mesas improvisadas, las formas de desperezamiento; el  
descanso luego de la alimentación; los fuertes olores a comida, a ba-  
sura, a productos descompuestos, en fin, el movimiento febril alre-  
dedor de la existencia, hacen del mercado un micro mundo de los  
sectores populares. A esta realidad del mercado popular podríamos com-  
pararlo con todos los factores que informan el subdesarrollo.  
En otro orden de cosas, observamos realidades existenciales  
duales en los supermercados y centros comerciales de las ciudades  
de Quito, Ambato, Cuenca, Guayaquil de cuyo trabajo obtuvimos  
los siguientes criterios: el orden de los supermercados, la vistosidad  
de la exhibición de los productos, la selección de las ventas, la lim-  
pieza del piso, los atractivos para cazar al consumidor, son los fac-  
tores que caracterizan estos centros comerciales del capital, aquí  
encontramos cada cosa en su lugar, los precios caros, los productos  
exclusivos y una gran abundancia de víveres y mercancías que ha-  
blan de por sí, de las riquezas de la burguesía, de la pequeña burgue-  
sía alta entre otros propietarios. Rostros sonrientes, ambientes  
perfumados, gente bien ataviada, sectores de la pequeña burguesía  
que proliferan como compradores y vendedores, almacenes gigan-  
tescos, pisos alfombrados, atractivos para la vista, escaleras eléctri-  
cas, amplios pasillos para el tránsito y la satisfacción de las com-  
pras, atracciones por doquier, rostros soberbios o altivos de grandes  
propietarios, rostros juveniles alegres y refinados. Los supermer-  
cados y centros comerciales de la burguesía son, por tanto, variables  
del desarrollo y la riqueza, lunares del confort en el cuerpo social de  
la pobreza generalizada en el Ecuador.  
–Reflexiones que surgen de la visión de los mercados populares  
Siguiendo una línea positiva, esto es, se dan casos por relatos  
de sus propios protagonistas, que a partir de la pobreza como míse-  
ros vendedores de la periferia de los mercados al aire libre, logran a  
través de esfuerzos, el soñado puesto en el Mercado Municipal, en  
el Mercado Ipiales, u otros similares de la República, en donde la ini-  
ciativa, la movilidad mercantil, los anhelos de éxito van acumulando  
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y partidos politicos del Ecuador  
ganancias que luego pueden transformarse en capital para organizar  
un puesto más grande, o multiplicar los lugares de venta, y cuando  
el éxito asoma con evidencias, se va traspasando el umbral de lo po-  
pular para entrar en las capas medias y por los requerimiento del  
status, la necesidad del vehículo propio, y en el caso de Quito, cam-  
biar la casa popular del Sur por una moderna en el Norte.  
Desde posiciones de éxito en los negocios, puede surgir una  
serie de variables como aquellas de la ubicación de sus hijos en co-  
legios privados de la clase media, la presencia en las universidades  
privadas o nacionales; y en el caso que nos importa recalcar, la salida  
a la palestra política como: concejales, consejeros, diputados, etc.  
Pero no olvidemos las antiguas condiciones materiales de existencia,  
el caos y la anarquía que relatamos en los mercados populares, el  
bus... que son bases que formaron la conciencia del ejemplo de la  
evolución, así como vemos que se reproducían todas estas condicio-  
nes precarias en otros lugares de frecuencia: plazas públicas, teatros,  
universidades y en la política; esto es, en el quehacer del Congreso  
Nacional, en el quehacer de los Municipios, de los Consejos Provin-  
ciales, en todos ellos asoma también como factores reproductivos, la  
anarquía, el desorden y hasta la violencia; porque en el mercado el  
choloparafraseando a Jorge Icaza, es el macho, es el que se faja con  
cualquier pequeño burgués por ser el rey, porque manda en esa ló-  
gica. Entonces, ¿Por qué no conectar lo que ha sucedido y sucede en  
el Congreso, donde luego del advenimiento de Abdalá y Averroes  
Bucaram, la sociedad presenció una y mil formas del caos, anarquía  
y violencia que vincula a los orígenes de aquello que sucede en el  
mercado popular, en el bus, en las plazas públicas, etc.?  
El mercado popular Ipiales de Quito y la orgía mercantil de la  
fiesta de Navidad  
La observación se hizo en cuatro años consecutivos 1987-1990,  
comparando el movimiento comercial en el mercado Ipiales y los  
centros comerciales CCNU, CCI y el Bosque. Si en los centros comer-  
ciales hay como cien personas, a ojo de buen cubero, en el Ipiales hay  
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como mil. En tiempo de Navidad, prácticamente todo el casco colo-  
nial está copado de vendedores informales, a donde asisten los sec-  
tores populares y sectores medios para hacer sus economías, y el  
verdadero culto navideño ya no es la imagen del Niño Divino, que  
pasa a ser una forma de utilización para la orgía de ventas de todo  
tipo de mercancías.  
Tipos de vivienda de las Clases Sociales  
Variable 2. Únicamente describimos haciendo abstracción del análi-  
sis que consta en el informe. En la sierra tenemos la vivienda indí-  
gena, la casa chola, la casa grande del patrón, casa de sectores  
medios, casas de subproletarios y marginales; mansiones lujosas de  
la burguesía, casas campesinas, mansiones señoriales, todo lo cual  
22  
está ilustrado con gráficos y fotos a nivel nacional.  
Productos principales del agro-ecuatoriano  
Variable 3. El estudio comprende algunos aspectos de análisis sobre  
el tipo de alimentación de las clases, que por cuestiones de espacio  
hacemos abstracción de ellos.23  
Rostros y facetas de la pobreza y riqueza  
Variable 4. Aquí presentamos lacerantes gráficos y fotos de la ex-  
trema pobreza de sectores populares. En ellas apreciamos la pobreza  
de informales que se sustentan de desechos que arrojan las familias  
acomodadas a la calle, como comida sobrante o bienes inservibles; o  
aquella escena dantesca de los mismos informales, buscando en  
montones de basura, algún bien servible o alimentos en estado de  
descomposición, todo ello disputándose con depredadores: perros  
de la calle y otros animales hambrientos. Gente pobre buscando en  
la basura, desechos de cartones, papel periódico usado y otras cosas  
2
2 Ver fotos y gráficos de pp. 418 al 444 de los tomos IV, V del informe final al Consejo Nacional  
de Universidades y Escuelas Politécnicas CONUEP. Investigador responsable Luis Galarza  
Izquierdo, Clases Sociales y Partido Politicos del Ecuador, Quito, 1991.  
23 Ver pp. 445 a 454 ilustrado de informe final.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
que pueden servir para vender en las fábricas o lugares similares. La  
reflexión que huelga hacer, luego de esta presentación de muestras  
fotográficas es aquella: si el socialismo ha fracasado en el mundo-  
–1989– como lo dicen sus detractores, abandonando la solución de  
la pobreza generalizada en el mundo, ¿qué puede hacer el sistema  
neoliberal o “capitalismo salvaje” que condena a la pobreza a la ma-  
yoría de los miembros de la sociedad mundial? Si el Socialismo ha  
fracasado en la solución de la pobreza, ¿qué decir del capitalismo  
que universaliza la pobreza en el mundo y privilegia a sectores oli-  
gárquicos de la sociedad?24  
Estructura étnica y variable del mestizaje  
Variable 5. En esta muestra nos detendremos, porque la considera-  
mos de gran importancia para el objetivo central del análisis, la re-  
lación entre condiciones materiales del ser de las clases sociales y  
comportamientos políticos en especial.  
Aquello de lo pluriétnico y plurinacional, reivindicado por el  
movimiento indígena de estos últimos años, con motivo de la conme-  
moración de los 500 años de la Conquista Española de América, y  
agitada desde posiciones romántico-políticas de la izquierda peque-  
ño burguesa, para lograr bonos electorales, es efectivamente una rea-  
lidad incontrastable que fue evidenciada por nosotros en la venida  
del Papa Juan Pablo II al Ecuador, donde pudimos observar la his-  
tórica concentración en Latacunga de indígenas de la Sierra y del  
Oriente ecuatoriano; así mismo el paro indígena de 1990, otro hito  
histórico que llevó a un sacerdote vinculado al movimiento a plan-  
tear lo siguiente: “La Sociedad Ecuatoriana es una sociedad que no está  
vertebrada. Es una sociedad donde por un lado hay blancos y mestizos, y  
por otros indios. No es una sociedad de clases, no digo que no las haya, pero  
los fenómenos sociales no explotan como fenómenos de clase, sino como fe-  
nómenos de etnia”.25  
2
2
4 Ver impresionantes fotos pp. 458-463 del informe final al CONUEP.  
5 Cura Eduardo Delgado, de los Salesianos.  
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Pienso que es auténtico aquello de la marginación histórica  
que ha hecho el Estado del indígena al cual lo ha ignorado, excepto  
la importante gestión gubernamental de Alfaro por reivindicarlo,  
cuyo aporte es universalmente conocido por los ecuatorianos; es  
también auténtico la tragedia de la explotación que ha sido objeto  
durante siglos a partir de la conquista española; finalmente, es real  
aquello de lo multiétnico y pluricultural, como lo planteó autén-  
26  
ticamente Pío Jaramillo Alvarado en su libro “El Indio Ecuatoriano”  
en la década del 40, que luego lo toman románticamente desde una  
posición política, un partido de la pequeña burguesía radicalizada  
por la izquierda y lo difunden como descubrimiento teórico con fines  
electorales en la campaña de 1990.  
Sin embargo de lo legítimo de esta realidad, la objetividad  
no es unilateral, por lo que también es auténtico en el Ecuador, que  
el mestizaje forma la gran mayoría de ecuatorianos, de tal suerte que  
los indígenas, negros y blancos, que son las matrices étnicas, son mi-  
noría, han sido superados en número; es auténtico que al interior de  
la composición indígena hay asalariados, operarios dependientes,  
empresarios, maestros y comerciantes prósperos que pueden ser por  
supuesto minorías; es auténtico que en el conjunto de indígenas hay  
niveles, así tenemos una especie de aristocracia indígena -otavaleños,  
salasacas, saraguros y más en el oriente y quizá un sector de los in-  
dígenas que habitan la laguna de Colta– que con enorme valor han  
mantenido sus raíces a pesar de la dominación de 500 años, incur-  
sionando en el modernismo en calidad de propietarios y desde estas  
posiciones extraen plusvalía a sus congéneres y otros, mientras una  
gran cantidad de indígenas, especialmente del centro de la Repú-  
blica, realmente se debaten en condiciones de extrema pobreza, cuya  
tragedia relatada por Jorge Icaza en sus libros, es hoy una lacerante  
realidad; finalmente es auténtico que el mestizaje en nuestro caso  
ecuatoriano es una composición de diferentes etnias –indígena-  
blanca española europea y negra–, y es muy difícil en la realidad ig-  
norarlo o desconocerlo.  
26 Pío Jaramillo Alvarado, El indio ecuatoriano, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito,  
1954.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
Quizá, románticamente, desde las posiciones político radica-  
lizadas de la pequeña burguesía que milita en la izquierda sea posi-  
ble, pero en la realidad pensamos que es imposible separar los genes,  
ni tampoco desarraigar toda la cultura que de ellos se deriva, para  
precautelar lo indígena–puro. ¿Cómo es posible separar del mestizaje  
todo lo que no es indígena?, y así entonces, tendríamos que desarrai-  
gar la religión Católica; pero, la religión es un fenómeno universal en  
el Ecuador, más del 90% son creyentes católicos y en ellos están invo-  
lucrados indios, blancos por supuesto, negros, mestizos, mulatos...  
etc.; desarraigar también el idioma castellano, las costumbres y más  
realidades existentes que a lo largo del proceso de constitución del  
mestizaje se fundió con la cultura indígena, absurdo. ¿Qué otra cosa  
es en el ámbito cultural, el pasacalle, el propio chulla quiteño, etc.,  
sino un producto mestizo?  
Así pues, el mestizo es una realidad viviente, que late con sus  
costumbres, que actúa en la sociedad ecuatoriana a la que lo dirige  
como élite de poder, o lo combate desde las posiciones populares; que  
sueña en modificarle, porque el mestizo está en la administración es-  
tatal, en el ejército, en la economía en calidad de propie- tarios o no  
propietario; y lo que nos interesa sobre manera está en la política, como  
líder de un partido, como militante de base, como concejal, como con-  
sejero, alcalde o diputado; está en las Universidades como autoridad,  
como profesor o como estudiante; está en la jerarquía religiosa desde  
cardenal hasta lego (...) entonces, ¿cómo ignorar esta mayoría social  
ecuatoriana que se fundió como resultado de la unión de las matrices  
étnicas, indígena, blanca y negra?; pero aún más, en el Congreso, ellos  
protagonizan los escándalos, son los “machos”, que idéntico que en  
el mercado se fajan con cualquiera, hacen las leyes y también dirigen  
la legislatura y llegan a la presidencia de la República, Pero hay más,  
desde el agro del indígena, tanto ha presionado el proceso de 500 años  
de convivencia con el blanco, que ha incorporado a su conciencia el  
gusto por las corridas de toros en sus infaltables festividades, porque  
los toros de pueblo es el número principal de diversión, lo cual está  
27  
magnificado en sus oleos como cosmovisión de la sociedad del lado  
27 Ver fotos de los tiguas en: Luis Galarza, Clases sociales y partido políticos del Ecuador, Quito, 1991  
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61  
Luis Galarza Izquierdo  
del español hay costumbres indígenas, aspectos culturales que por  
el proceso ha incorporado a su ser, y baila tan alegre una tonada in-  
dígena como se sirve con gusto un plato favorito; y así por el estilo,  
hay un entrecruce de influencias vivenciales culturales que ha gene-  
rado el proceso de 500 años, todo lo cual se funde en un nuevo ser:  
28  
la raza cósmica como lo llama el gran Benjamín Carrión y Vasconce-  
los en México.  
Si esto es así, más que un conflicto étnico -o como dice el “cura  
Eduardo Delgado”, lucha de etnias-, en el Ecuador hay una lucha de  
clases que proviene de las estructuras injustas del capitalismo, por-  
que tanto en los “blancos”, como en los indígenas y negros, hay in-  
distintamente propietarios que extraen plusvalía, o que venden su  
fuerzas de trabajo por un salario; y, retomando el análisis de los in-  
dígenas y en relación a la versión del conflicto étnico, de lo que  
hemos podido constatar, hay una variedad de indígenas que están  
en la educación privada -escuelas, colegios y universidades públi-  
cas-; están en la empresa privada y en cualquier ámbito social; en las  
bajas y altas relaciones sociales, familiares, etc., por tanto, llegando  
a una definición y dentro de la posición que en el Ecuador lo funda-  
mental es la lucha de clases entre el capital y el trabajo, considero  
adicionalmente que más que segregación racial hay prejuicios racia-  
les heredados, entre otras cosas, de los prejuicios que caracterizan al  
español; sin desconocer que éste a diferencia de los anglosajones, en-  
gendró en la mujer indígena, producto del cual son la mayoría de  
Ecuatorianos en la actualidad.29  
2
8 En La raza cósmica, publicada en el año 1925, el ideólogo y político mexicano José Vasconcelos  
1882-1959), seducido por la teoría de la evolución, aboga a favor del surgimiento de una  
(
nueva raza a partir de las tres raíces, india, europea y africana, que se van mezclando en el  
Nuevo Mundo. En: Jean-Pierre Tardieu, El negro y la “raza cósmica” de José Vasconcelos  
(
1925)”, Boletín Americanista, año LXV 2, N°71, Barcelona, 2015, p.156. Ver en: https:// dial-  
net.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5503120 (13-02-2020).  
2
9 Ver fotos de ilustres mestizos, de indígenas, negros y blancos pp. 476 a 491 del informe al  
CONUEP. En uno de estos gráficos de la composición étnica del Congreso Nacional, se ilustra  
con la siguiente inscripción: Muestra gráfica de la composición étnica y las variaciones del  
mestizaje a partir de las matrices: indígena, blanca, negra, asiática, expuestas preceden-  
temente en fotos, postales y otros de los actores de la Política.  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 39–84  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
El determinismo geográfico y la composición del paisaje ecuato-  
riano  
Variable 6. La tesis del determinismo geográfico-que es relativa por  
la modernidad- explica que el hombre es un producto de estas in-  
fluencias naturales, de tal suerte que son los climas, el tipo de natu-  
raleza, los que moldean al ser; así en el caso del Ecuador, el habitante  
serrano, por los factores del clima templado y frío, por su terreno ac-  
cidentado, por las cordilleras y más características, es introvertido,  
intelectivo reflexivo; en cambio el costeño, por el clima tropical, los  
amplios horizontes, el mar, la exuberancia de la vegetación, es extro-  
vertido alegre y bohemio; lo que llevó a un político de esta visión a  
considerar que en el Ecuador hay tres naciones: la sierra, la costa y  
el oriente, cada una con sus marcadas diferencias por las distintas  
naturalezas  
La otra posición que contrasta al determinismo geográfico en  
la que nos involucramos nosotros, es aquella que considera que re-  
almente la naturaleza (clima, geografía), teniendo una influencia  
sobre el ser biológico, sobre el hombre; éste por su inteligencia puede  
adecuar la naturaleza, de tal manera de servirse de ella a voluntad,  
modificando el paisaje, alterando las condiciones naturales y esta-  
bleciendo un sistema que preste ayuda a sus múltiples requeri-  
mientos.  
Nosotros consideramos que efectivamente los factores geográ-  
ficos ejercen una influencia relativa en la naturaleza y compor-  
tamientos del ser biológico, del hombre; a tal punto que en países  
subdesarrollados como el nuestro, y en las zonas más deprimidas  
del campesinado y de los sectores populares, el determinismo geo-  
gráfico puede condicionar y someter al individuo a su lógica natural,  
con breves reacciones e iniciativas de la inteligencia para presionar  
sobre estas condiciones naturales; eso serían los casos que se obser-  
van en las zonas del Oriente, de ciertas comunidades indígenas del  
Centro y Norte de la República, como también del Austro; por su-  
puesto, en sectores de la Costa. Sin embargo, en los polos del desa-  
rrollo de la formación social (Guayaquil, Quito, Cuenca...) realmente  
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Luis Galarza Izquierdo  
el determinismo geográfico puede ser alterado o modificado desde  
la técnica e inteligencia del hombre; desde las posiciones del desarro-  
llo para adecuar el ambiente, para contrarrestar los factores geográ-  
ficos y en esta forma controlar la naturaleza, como sucede en otros  
países, guardando las distancias del desarrollo y subdesarrollo.  
¿Cuáles son los resultados de las observaciones del trabajo  
de campo en la mayoría de las provincias del Ecuador?: Ciertamente  
la geografía de la Sierra es tan accidentada, y es válido el ejemplo de  
Gabriel García Moreno al decir que “nuestra geografía es como un papel  
30  
que el puño aprieta, donde se observan muchas arrugas”. Así, las cordi-  
lleras en su recorrido dejan una geografía sumamente accidentada,  
donde los horizontes se estrechan, la vista se limita, y el bello paisaje  
se restringe por las una y mil formas geométricas que se proyectan  
en las cumbres. Los ambientes bellos pero tristes, invitan al hombre  
a reproducir esa naturaleza; y es común considerar al hombre se-  
rrano como reflexivo, meditabundo, triste, intelectivo por aquellos  
factores materiales que siempre están en su conciencia; pues, la con-  
templación de la Cordillera, de sus bellos perfiles, de su inmensidad,  
parecería que invita a reflexionar en la eternidad, en lo sobrenatural,  
en lo inmortal, en Dios.  
Es impactante el espectáculo que surge cuando se arriba a la  
cima de una de las cordilleras y desde esa posición se contempla su  
grandeza; entonces, la conciencia sufre un impacto de éxtasis que  
necesariamente lo lleva a la reflexión. Los páramos, el frío penetrante  
y otros factores climáticos de la serranía como que compunge el es-  
píritu, lo introvierte al hombre serrano; y desde esas influencias de  
la naturaleza puede actuar, pensar, tener una cosmovisión y moldear  
un tipo de conciencia; sin embargo, de todo lo dicho, en nuestras ob-  
servaciones es evidente que hay un grado de influencia de la natu-  
raleza en el ser. Así pues, el hombre de la costa, por los amplios  
horizontes, el clima tropical y la exuberante vegetación, moldea un  
tipo de conciencia que luego se expresa en comportamientos sociales  
y así aparece consumiendo la vida en un instante, alegre, extrover-  
tido, sensual, libertino, salvando por supuesto las excepciones.  
30 Dichos populares de la Historia para ilustrar lo accidentado de la geografía ecuatoriana en  
Ël Santo del Patíbulo de Benjamín Carrión.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
El avance de la civilización, el desarrollo de los medios de  
producción, la tecnología contemporánea que en alguna forma se  
universaliza y llega también a los países subdesarrollados, genera a  
su vez una influencia sobre la naturaleza, pero por el desarrollo de-  
sigual y combinado, este es un privilegio de sectores minoritarios de  
la sociedad, mientras la gran masa, al no tener capacidad de utilizar-  
las, está sometidas a la naturaleza y a sus condicionamientos.  
Hay otros aspectos de influencia telúrica en la conciencia de  
los hombres y cuando estamos en el corazón de los Andes, en sus  
páramos fríos y tétricos, en la cima de la Cordillera, pensamos que  
la música triste, el Yaraví, el Pasillo, la Tonada…, son una respuesta  
de conciencia en forma de expresión artística; o cuando observamos  
la feria informal de pintura de los días sábado y domingo en Quito  
y constatamos la conciencia del artista serrano que pinta la lógica de  
la serranía; y desde esa misma posición de observación, llegamos a  
la exuberancia de la costa, a la placidez del clima que invita a la aper-  
tura y pensamos en aquello de la “política tropical”, del teatro, de la  
música y del arte costeño. Efectivamente, exclamamos que hay con-  
dicionamientos desde la naturaleza en el ser, de tal forma que la con-  
ciencia se alimenta de esas realidades y luego se traduce en arte,  
literatura, filosofía y política para hablar de unos pocos elementos  
de la conciencia  
Reflexionando sobre el caso, esto nos lleva a pensar que  
existe una política tipo, llamada tropical con sus características: po-  
pulismo, liberalidad de pasiones a extremos, violencia, anarquía,  
improvisación, escándalos, violencia; todo ello conectado con la in-  
fluencia de los factores naturales expuestos. La sabiduría popular ha  
motejado como política tropical a todo ese conjunto de incidencias a  
partir del Clavijazo, los cambios de camiseta, el megáfono, las barras  
asalariadas del régimen de turno, los trompones de los machos que  
brillan en el Congreso por su fuerza y no por su inteligencia, los cor-  
tes de cables de teléfono, los gases lacrimógenos, los Bucaram y más  
factores del canibalismo político.  
¿Cuáles son los protagonistas principales tomando la mues-  
tra del Congreso Nacional, porque a nivel de la Sociedad en los pro-  
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Luis Galarza Izquierdo  
cesos electorales se multiplican estos factores del canibalismo político  
y/o política tropical?  
¿Por qué el mote de política tropical?  
Si bien es cierto que “el Clavijazo” fue una actitud de tráns-  
fuga de un serrano y es una conducta popular muy generalizada, tal  
vez universal desde las posiciones de la clase media, arribista en todo  
el conjunto ecuatoriano, porque de la clase media surgen muchos lí-  
deres populares, tanto de la Izquierda, Derecha y Centro y buscan  
la vía del ascenso a través del acomodo en mil formas, siendo una  
de ellas la correcta ubicación política; la actitud de los tránsfugas  
también alcanza a dirigentes proletarios y ejemplos hay muchos ; y  
por supuesto, hay tránsfugas en la burguesía, pero en el caso de las  
dos clases fundamentales, la intensidad es menor de lo que sucede  
en los sectores medios, de gran capacidad para el cambio de cami-  
seta; de tal manera, que tanto en ambientes tropicales como en am-  
bientes serranos, por lo menos, la calidad de tránsfugas alcanza al  
universo de las clases sociales.  
En cuanto al populismo, si bien la Costa ha sido el terreno  
abonado para su encumbramiento y posterior desarrollo, también  
aparece en el espectro político de la Sierra, con menor fuerza por su-  
puesto, las manifestaciones populistas; y así, por ejemplo, el alcalde  
Piedra de Cuenca utilizó un método populista, cosa similar lo hizo  
el “Maestro Juanito” Herdoíza de Quito. El roldosismo de 1990, una  
alta expresión de la irracionalidad política, está abriéndose paso pe-  
ligrosamente en la sierra y más aún, líderes de izquierda y de centro  
de la serranía constatan y luego consideran, que el recurso populista  
del ofrecimiento fácil, de la teoría sin contenido, del discurso reivin-  
dicatorio sin organización, trae consigo mayores réditos políticos que  
la ideología, entonces, lo explotan en función personal; es decir,  
desde este factor político en el populismo hay variables, la una, que  
por la base popular sub proletaria, tienen una gran concentración  
sobre todo puede llegar a universalizarse como elemento de la cul-  
tura política.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
Lo que dice relación a la violencia, anarquía, escándalo con-  
sideramos que es un método táctico de impresionar a las grandes  
mayorías populares, en especial de la Costa, y el populismo lo toma  
como mecanismo de acumulación de fuerzas, protagonizada por  
personalidades del trópico y quizá marginalmente por actores de la  
Sierra.  
Bien, consideramos. no como tesis, sino como reflexión, que  
desde los factores de la naturaleza y la geografía, puede estar confi-  
gurándose un tipo de personalidad, de tal manera que el político se-  
rrano es menos violento, más reflexivo, asentado quizá con más  
fuerza en el campo de la ideología, en tanto que el político costeño  
puede ser más asequible al recurso del espectáculo político, de su va-  
riable la violencia, del método populista; existiendo en estas dos for-  
mas un conjunto de variables que pueden llevar al político serrano  
como excepción, a ser violento, anárquico y populista, o en el otro  
caso el costeño puede ser ideológico, tranquilo, sereno y organizado.  
Pruebas al canto; si tomamos como referencia personalida-  
des políticas que han llegado en estas últimas décadas a la cúspide  
del poder, tendríamos ciertas evidencias.  
Tomando personalidades políticas de la sierra a saber: Ca-  
milo Ponce Enríquez, pudo ejercer el poder con violencia como  
31  
cuando ordenó “tirar a matar” en Guayaquil, pero en su práctica  
política individual no se encuentran los factores del canibalismo po-  
lítico, por el contrario, fue un hombre profundamente reflexivo, con  
una gran inteligencia; Andrés F. Córdova, no fue un hombre violento  
que protagonizara espectaculares escándalos políticos como el que  
vivió el Congreso en 1990;32 Velasco Ibarra: demagogo, impulsivo,  
quizá violento desde el poder, que sepamos no se fajó como lo hacen  
los machos tropicales del Congreso, ni incurrió en sus vulgaridades  
al estilo del lumpen en la política; Osvaldo Hurtado Larrea: hombre  
cerebral de profundas meditaciones frente a la agresión irracional,  
al escándalo, al insulto toma la vía del análisis, de las causas que lo  
31 Benjamín Carrión, El cuento de la patria: breve historia del Ecuador, Editorial Casa de la Cultura  
Ecuatoriana, Quito, 1967, p. 213  
32 Los personajes citados de la política de la Sierra, no han protagonizado escándalos de vio-  
lencia como ha sucedido con ciertos políticos tropicales también citados  
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Luis Galarza Izquierdo  
generan y así enfrenta a sus adversarios; Rodrigo Borja Cevallos:  
hombre tenaz, con una personalidad intransigente ante la corrup-  
ción, antes que agredir, protagonizar escándalos o insultar a diestra  
y siniestra, enfrenta estas vicisitudes políticas y si tiene que repeler  
una agresión lo hace como algunas personalidades políticas de la  
Sierra, pero no utiliza el recurso del canibalismo político en la versión  
trompones, ceniceritos, etc.33  
En estos pocos casos citados, puede existir una variedad de  
factores con capacidad de maniobra, discurso fácil sin contenido,  
abuso de poder, ejercicio de la inteligencia para persuadir y engañar;  
es decir, una y mil trampas del arte de la política para llegar al poder;  
inclusive el componente de la violencia, el escándalo, la difamación,  
pero ello no es lo determinante, lo que sobresale en el político serrano  
como abstracción, consideramos, es la ideología, la meditación polí-  
tica, la reflexión filosófica  
Veamos que sucede en el caso de la Costa, al mismo nivel del  
poder presidencial: Carlos Julio Arosemena, un hombre de gran in-  
teligencia, fue destituido del poder entre otros aspectos por sus re-  
conocidos “vicios masculinos”; Otto Arosemena Gómez un eminente  
patriarca de la componenda”, le pegó un tiro en pleno Congreso al  
diputado conservador Pablo Dávalos Dillon; Jaime Roldós Aguilera,  
sereno y equilibrado, “pico de oro” de la política, es reconocido como  
“populista ilustrado”; León Febres Cordero el botón más rico de la  
violencia, la trampa, el escándalo, a tal punto de deducir de su prác-  
tica política de ayer como de hoy que “todo lo que proviene de León  
Febres Cordero es tramposo mientras no se pruebe lo contrario”;  
llegó a los más altos niveles del canibalismo político, de la política  
tropical.  
Por supuesto que son las estructuras de opresión, las rela-  
ciones sociales irracionales del capital las que generan como causa  
principal la violencia; pero tampoco podemos desconocer que aque-  
llo que influencia en el arte, en la personalidad y en otros aspectos  
“el determinismo geográfico” puede también influenciar en los com-  
33 Luis Galarza Izquierdo, Partidocracia y descomposición de la clase política ecuatoriana, Artes grá-  
ficas Silva, Quito 1992.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
portamientos políticos de la cultura ecuatoriana, no como factor de-  
terminante pero sí como componente del ser político.  
Determinación y sobre determinación del ser en la Conciencia Política  
El subdesarrollo de la política ecuatoriana refleja, a la vez  
que reproduce, una serie de factores de la realidad económica social  
dependiente y atrasada, a partir de la composición de nuestro mesti-  
zaje afro-indio-español europeo; de los tipos de reproducción de la  
vida como formas de trabajo, tipos de vivienda popular y de elite,  
los rostros y facetas de la pobreza y riqueza, con su lógica de lo co-  
munitario-popular-solidario y lo individual-privado exclusivo; el de-  
sarrollo desigual y combinado de las regiones del país: modernismo  
y subdesarrollo, y otras variables de las condiciones materiales de  
existencia de las clases de la formación social ecuatoriana, que hacen  
de esencia o contenidos del ser para sobredeterminar las formas de  
la conciencia social en general y de la cultura política en especial.  
Visión del indígena, del terrateniente o patrón y del mestizo desde  
la antropología social  
En este estudio se trabajó con un método y técnica similar al  
que sirvió para caracterizar el ser de la clase social a saber: una teoría  
base de Jorge Icaza, Pío Jaramillo Alvarado y otros indigenistas sobre  
los puntos: comportamientos antropológicos y sociales del indígena,  
mestizo y blanco; una teoría general extraída de las fotos, gráficos y  
recortes de prensa atinentes a la cultura nacional (religión, cultura  
popular, arte...); exposición de fotos y gráficos como instrumentos  
de prueba, donde incluimos la posición de la investigación. Las  
muestras que presentamos aquí son solo descriptivas. Las novelas  
“denuncia” de Jorge Icaza consultadas en el trabajo son: Cholos, Hua-  
sipungo, Hijos del viento (Huairapamushcas), En las Calles, El Chulla Ro-  
mero y Flores, Mama Pacha, Maravilloso Ecuador, Atrapados (tres tomos).  
En Hijos del viento, dentro de una trama interesante, se aborda  
el típico comportamiento del mestizo: un híbrido de clase que por  
igual odia al indio que le cree inferior, y al blanco que le cree superior  
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Luis Galarza Izquierdo  
en cuyo espejo se quiere mirar; En las Calles, trata de la migración  
campesina a la ciudad y la constitución del subproletario, de la cruel-  
dad e inhumanidad del terrateniente conservador y liberal, que  
arroja a los indígenas y “cholos” a la aventura de la ciudad, donde  
se hacen cargadores, peones, porteros, policías, prostitutas, lumpen,  
formando de esta manera parte del ejército de subproletarios y sec-  
tores populares. Relieva además la actitud del “cholo” que tiene el  
prejuicio de lo macho, siendo por lo regular carne de cañón en los  
enfrentamientos históricos de terratenientes, conservadores y libe-  
rales, en la lucha por la defensa de la Patria, la democracia, donde  
generalmente mueren. En estas novelas, Icaza maneja la realidad del  
Centro y Norte ecuatoriano como ningún otro escritor lo hace, al co-  
nocer su fenomenología social, la realidad del indio y de su cercano  
el cholo; dibuja el ser de su antípoda el patrón terrateniente en toda  
su crueldad y prejuicios.  
En el libro Maravilloso Ecuador, escribe un artículo interesante  
sobre la composición étnica del mestizaje, y en los tres tomos de Atra-  
pados, entre otras cosas, hace una impresionante caracterización de  
lo que él llama la “cholocracia”. Finalmente, en El chulla Romero y  
Flores, con su estilo magistral, analiza las superficialidades de la clase  
media-baja que lo llama “chulla”, equivalente al mestizo urbano, de-  
finiendo la realidad burocrática del quiteño, los prejuicios de la clase  
dirigente que desprecia a los sectores populares, y la prepotencia del  
conservador de viejo cuño ... Para enriquecer el conocimiento de  
estos sectores étnicos en sus comportamientos sociales, estudiamos  
así mismo con detenimiento a Pío Jaramillo Alvarado en su libro El  
indio ecuatoriano, a Luis Martínez en su novela A la Costa, a Benjamín  
Carrión en su novela Atahualpa, a Gustavo Jácome en su novela Los  
Puchos-Remaches entre otras obras nacionales. En ellas hemos inten-  
tado ver una variedad de comportamientos sociales en un trabajo  
minucioso y esforzado.34  
3
4 Lo presentamos en síntesis en el informe al CONUEP extrayendo comportamientos, tanto  
de las clases sociales como de las matrices étnicas. Así, por ejemplo: el mestizo, odia al indio  
porque lo cree inferior y no quisiera verse en sus condiciones económico sociales; pero tam-  
bién odia a blanco por creerle superior y quisiera reflejarse en su ser. De ahí, el arribismo del  
mestizo en la política.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
Visión del indígena: utilización religiosa, odio del indio al cholo  
cruel, opresión histórica del indio, servidumbre del indio, tristeza  
congénita del indio, comportamientos antropológicos y sociales del  
indio.  
Visión del terrateniente o patrón desde la antropología social: con-  
ciencia y comportamientos de clase, tradiciones jerárquicas, la muer-  
te y sus ceremoniales religiosos, prejuicios del terrateniente, espíritu  
conservador acendrado, prejuicios raciales, insolencia de clase, agre-  
sión sexual y comportamientos sociales, mestizaje del blanco español  
conquistador, sus comportamientos con el dominado indígena y los  
prejuicios ancestrales, además de su tesón, valor y tendencia a la  
aventura.  
Visión del mestizo desde la antropología social: conciencia y com-  
portamiento de clase, sobre el odio ancestral del cholo al indígena y  
al blanco, odios que agitan la conciencia del mestizo, transición del  
indio al mestizo en lo: cultural, racial, social; oportunismo, arribismo,  
incondicionalidad como factores esenciales de su conducta; transi-  
ción del indio al montubio y su actitud temeraria frente a la defensa  
de su honor y a la venganza; crueldad del mestizo con el que cree  
sus inferiores y servilismo con los superiores, “cholocracia” e “iz-  
quierda chola”.  
En la actualidad hay el criterio que el aporte principal para la  
comprensión de la fenomenología político-social proviene más que  
de los políticos y analistas, de las profundidades reales de la novela,  
y efectivamente, en nuestra experiencia, el aporte de Jorge Icaza, de  
Pío Jaramillo Alvarado y otros son los que han posibilitado la com-  
prensión del ser antropológico ecuatoriano, sin embargo hemos bus-  
cado información en los actores de la política, encontrándonos con  
la ingrata sorpresa que poco o nada han hecho, a pesar de nuestro  
empeño por conocer su pensamiento, que no se encuentra inserto en  
libros, pues tal parece que por sus necesidades de ascenso, las dis-  
putas intestinas al interior de sus partidos, o los grandes escándalos  
y algazaras que protagonizan en las campañas electorales, en el Con-  
greso, no les deja tiempo para dedicarse al conocimiento de la reali-  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 39–84  
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Luis Galarza Izquierdo  
dad, peor hacer ciencia en pro de la sociedad ecuatoriana, salvo al-  
guna excepciones: Rodrigo Borja, Osvaldo Hurtado, Julio Cesar Tru-  
jillo, Luis Andrade Reimers y otros.  
Actores sociales de la cultura religiosa católica  
Con el objeto de evidenciar algunos aspectos de la argumen-  
tación inicial y la reflexión que sigue, tomaremos datos extraídos de  
un trabajo de campo en varios momentos: 1. Por ocasión de la visita  
de Juan Pablo II al Ecuador el 28 de enero de 1985; 2. Observaciones  
realizadas con ocasión de la Semana Santa en Cuenca en el año de  
1
986 y en Quito en los años 1987, 1988, 1989, 1990; 3. Evidencias de  
fotos y gráficos de la cultura religiosa en diferentes fechas; 4. Entre-  
vistas realizadas a nivel nacional; 5. Trabajo de campo (entrevistas,  
análisis de información de los medios de difusión con motivo de la  
aparición de la Virgen del Cajas-Azuay” y de la “venida de Jesús  
en persona en Manabí”-sic-).  
35  
Una muestra muy limitada, nos lleva a la evidencia... que  
la visita de Juan Pablo II fue el acontecimiento social y religioso que  
concentró el mayor número de personas, nunca antes registrados en  
los anales de la historia Patria. Más que la llegada de Bolívar al Ecua-  
dor, que la llegada de Velasco Ibarra en todos sus destierros, más que  
las concentraciones por la Patria amenazada de ser invadida en el  
tiempo de Eloy Alfaro, de Roldós, Sixto Duran, en fin, más que cual-  
quier acontecimiento político o revolucionario de todos los tiempos.  
Las mayores plazas de las ciudades que visitó resultaron es-  
trechas, las calles fueron repletas con fervientes cristianos de todos  
los confines. De aquí la evidencia irrefutable que la religión “católica,  
Apostólica y Romana”, tiene la mayor capacidad de concentración  
social, esto se lo ha probado antes de la visita del papa y después de  
ella, con la utilización que se hizo desde las posiciones de derecha,  
levantando apariciones, milagros; lo sucedido en el Cajas-Cuenca,  
en Portoviejo-Crucita y otros lugares de lo que hablamos en el aná-  
lisis. En esta apoteosis social junto a lo místico religioso, hubo la ges-  
35 Puesto que en el informe al CONUEP queda ampliamente detallado  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
tión económica, que según nuestras observaciones tuvo una gran  
trascendencia: nos referimos a la venta de especies religiosas como  
cruces, imágenes del papa, medallas y todo aquello que rodea a los  
recuerdos de su visita.  
En cuanto a las crucecitas las hubo de diferentes tipos y era  
común ver una cantidad de niños voceando informalmente la venta  
de este símbolo religioso. Entrevistados algunos niños informaron:  
que el valor de las cruces fluctuaba entre ocho, veinte y cincuenta  
sucres. Que el señor Jaime Velasco (carpintero), les entregaba y por  
la venta pagaba una comisión. Que estaban vendiendo desde el 22  
de enero. Lo interesante es que el pueblo de artesanos y pequeños  
comerciantes rompieron el monopolio de venta exclusiva de la Igle-  
sia, porque mientras ellos vendían a treinta y cincuenta sucres, la  
iglesia lo hacía en cien sucres. Un carro perifoneaba siguiendo la ruta  
del recorrido del papa, que los únicos autorizados para vender las  
cruces benditas era la Iglesia, y que las otras no estaban benditas, sin  
embargo, de esta insistente advertencia, la venta informal de cruces  
se multiplico por todas partes y digamos francamente, fue un gran  
negocio tanto para la Iglesia como para los informales, aprove-  
chando la visita del papa.  
Entre otros aspectos, el papa defendió posiciones de Derecha  
en política. Al respecto, en 1983, refiriéndonos a la posición política  
centrista del papa decíamos: “la invocación papal al buen corazón  
de los hombres para que en unión armoniosa trabajen empresarios  
y obreros, lanzada como consigna social en sus viajes políticos por  
el mundo- en proyección como lo hace hoy 2018 el presidente Mo-  
reno- ¿Ha tenido los efectos buscados?(...) ¿Se puede resolver el pro-  
blema de las estructuras económico-sociales irracionales a través de  
proclamas e invocaciones al corazón humano? (...) sí es cierto “que  
es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico  
entre en el reino de los cielos”, ¿Por qué el papa condena a la Iglesia  
Popular en Nicaragua y en cambio apoya a la Iglesia tradicional vin-  
culada a las riquezas de este mundo? Digamos con el poeta Euler  
Granda, “que aguja ni que camello, el rico mientras más gordo con  
mayor facilidad entra en el reino de los cielos”.  
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73  
Luis Galarza Izquierdo  
Clase media o pequeña burguesía  
Entre los comportamientos antropológicos de la clase media  
en la Escuela de Derecho de la Universidad Central del Ecuador, du-  
rante el periodo 1986-1990, se pueden señalar los siguientes, relacio-  
36  
nados a la forma como asiste al grado:  
La mayoría de los estudiantes que asisten a los grados de  
doctorado, licenciatura lo hacen solos, de los cuales a su vez la ma-  
yoría pertenecen a la clase media-media y una minoría a la clase  
media-baja; en cambio, quienes asisten con familiares (abuelos, pa-  
dres, hermanos, hijos y más familiares) , la mayoría, pertenecen a los  
sectores de la clase media-baja y sectores populares, con la variable  
de los que pertenecen a la clase media-media y también a la clase  
media-alta por excepción. Hay otros casos, que los estudiantes asis-  
ten solos al grado de licenciatura, pero, una vez terminado éste, apa-  
recen los familiares al veredicto y promesa de incorporación que  
hace el tribunal de grado. Los resultados en este campo son: de 44  
casos, 24 estudiantes asisten solos al grado; 16 asisten con familiares,  
1
con padrino docente y 3 solos en el grado, con los familiares fuera  
del aula.  
La clase media o pequeña burguesía en general, la clase  
media-media en especial (por que la clase media alta en la actuali-  
dad, generalmente está en otras universidades privadas) tiene un  
prejuicio arraigado que emerge de su naturaleza, “el qué dirán” si me  
levantan el grado, lo cual sería catastrófico para el alto concepto que  
tienen de su ego, su prestigio y su necesidad de ascenso; porque si  
sucede lo funesto, nadie lo sabrá y se puede continuar con los inten-  
tos dos o más veces. Se han dado casos de estudiantes que teniendo  
algunos intentos no se han podido graduar, otros llegan al trauma  
por la crisis de la primera experiencia y toman la opción de los se-  
minarios, donde creen que las cosas se facilitan para resolver el pro-  
blema.  
En el caso de los que asisten con familiares, una mayoría de  
3
6 Estos cuadros reflejan tendencias en un estudio de más de 180 casos individuales, por lo que  
consideramos en honor a la honestidad intelectual, que son aproximaciones, susceptibles de  
ser superadas en objetividad en un mayor tiempo de trabajo.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
ellos están colindando con los sectores populares, otros son de la  
clase media-baja y tienen características morfológicas de los mestizos  
indígenas, donde la relación familiar: la unidad, lo colectivo, es  
fuerza de gestión, es seguridad en el comportamiento social; aquí  
más que el ego funciona la solidaridad en el éxito o fracaso, y a dife-  
rencia de lo que sucede en el sector medio-medio (donde hay des-  
concierto, cataclismo emocional cuando se levanta el grado), el  
comportamiento es estoico, diríamos sereno, con las excepciones que  
surgen por la angustia de la frustración, por el pago del derecho de  
grado y por la esperanza fallida del anhelado título.  
Hay casos en este campo de los sectores populares en pro-  
ceso de cambio hacia la pequeña burguesía baja, de mestizos-indí-  
genas y más que todos ellos, de indígenas (por ejemplo: otavaleños),  
que asisten con el abuelo, los padres, hermanos menores y hasta  
niños de pecho para dar fuerza al postulante, y así expresar su or-  
gullo y realización familiar.  
Los que asisten solos, pero luego aparecen los familiares a la  
incorporación, que en su mayoría son de la pequeña burguesía  
media, evidencian los factores sobredimensionados del temor, la in-  
seguridad, la incertidumbre del éxito o del fracaso, que conecta di-  
rectamente con los factores esenciales del ser y conciencia de la clase  
media.  
Sin embargo y como lo definimos anteriormente, la pequeña  
burguesía que es el término medio entre los extremos, ingeniosa y  
limpia, ordenada y virtuosa; como la placidez de un clima templado  
o del agua atemperada... tiene otra cara de la medalla, ser esencial-  
mente maniobrera (que lo digan los diputados de la clase media), y  
desde estas posiciones del interés del grado, se ingenian una serie  
de recursos para sorprender, aplacar o distraer la “severidad” del tri-  
bunal: entonces las invitaciones al banquete previo al grado, los bom-  
bones finos puestos a disposición de los señores del tribunal, las  
cordialidades extremas antes del grado, las sonrisas comprometedo-  
ras del sexo opuesto, las caras confundidas y la gestión de amigos y  
parientes del profesor, la utilización de padrinos, la comparecencia  
con hijos tiernos del estudiante padre o madre (en especial ésta), para  
impresionar al tribunal; en fin los recursos femeninos; las genufle-  
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Luis Galarza Izquierdo  
xiones masculinas, y todo el conjunto de recursos que sacan a flote  
la clase, esforzada por el ascenso social, obsesionada por el éxito,  
atormentada por la inseguridad, aterrada por la proletarización al  
sufrir un descenso de status.  
Pero a pesar de todo ello, con fuerza para transitar el camino,  
hacia el desarrollo, hacia la profesionalización que podría pagar con  
creces sus ímprobos esfuerzos, objetivar sus anhelos y sobre todo,  
alcanzar el ascenso social cuando todo sale bien, y cuando las cosas  
se empeoran por la crisis y aparece el fantasma de la perdida de sta-  
tus social, entran en la proletarización, en la radicalización y desde  
esta orilla de clase; también buscan escalar peldaños: ¿Quizá una re-  
presentación popular?, ¿Quizá una concejalía, una consejería, una  
vocalía en el Tribunal Supremo Electoral, en el Tribunal de Garantías  
Constitucionales? El sueño dorado de una diputación, o una alcal-  
día y a la final un ministerio, una gobernación, porque a la Presi-  
dencia de la República es mucho pedir, a una sociedad dirigida  
históricamente por oligarquías.  
En todo caso, hay que entrarle fuerte a la oportunidad para  
arranchar una cuota de poder y lograr el disfrute que antes no se lo  
pudo hacer, poder que puede transformarse quizá en una casa en un  
buen barrio (al norte de Quito), quizá en un carro, quizá en un cam-  
bio de “compañerita” de las que florecen al medio o un poco más  
arriba de su nivel social. Y como toda regla tiene su excepción, para  
utilizar un dicho real o irreal en este mundo de la pequeña burguesía,  
trascendiendo los campos de la Universidad hay variables intere-  
santes, de hombres ilustres que han hecho valiosos aportes a la cien-  
cia, el arte, la cultura, y que en el Ecuador han florecido en todos los  
tiempos como Juan Montalvo, Pío Jaramillo Alvarado, Manuel Agus-  
tín Aguirre, Benjamín Carrión, Iván Egüés, Pedro Jorge Vera, José  
Peralta, Euler Granda, César Dávila Andrade, entre otros; es decir,  
la ciencia, el arte y la cultura en el Ecuador, tienen como soportes a  
una pléyade de personajes de la clase media.  
En estos últimos años, cuando la facultad abre las inscripcio-  
nes para la Escuela de Derecho,37 se ha producido las típicas aglo-  
37 Este estudio de perfil, se limita sólo a observaciones de la Escuela de Derecho de la Facultad  
de Jurisprudencia de la Universidad Central del Ecuador.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
meraciones de demanda popular, de tal magnitud, que los aspirantes  
con familiares hacen colas y permanecen en actitud de espera, como  
lo hacen los sectores populares: sentados unas veces en el suelo  
donde se proveen de alimentos, y otras, soportando una mala noche  
y todo ello con la esperanza de alcanzar el anhelado cupo de ingreso,  
dejando las conocidas huellas de los desperdicios alimenticios, ca-  
racterístico de las concentraciones populares, o aquello que ya esbo-  
zamos, del comportamiento en grados, al asistir en unidad familiar  
como practica social de los sectores populares en transición a la clase  
media baja. Por estas y otras razones, donde se incluyen aspectos po-  
líticos de las tiendas partidarias que funcionan al interior de la Es-  
cuela de Derecho, nos interesa el estudio étnico en relación a las  
clases sociales, para definir comportamientos antropológicos, socia-  
les, políticos de los que hacen la Escuela de Derecho. En una aproxi-  
mación tenemos algunos perfiles de esta composición del mestizaje  
38  
observado.  
El mestizo con rasgos indígenas determinantes es posible-  
mente el de mayor afluencia a la Escuela de Derecho, a la par quizá  
con el mestizo trigueño; también lo hay como minoría el mestizo  
blanco, el mestizo medio-blanco y el mestizo negroide, y en todo este  
cuerpo de gente trigueña, aparecen como lunares el indígena “puro”,  
el blanco y hasta el negro, matrices de nuestra composición étnica  
ecuatoriana  
En los cursos, este mosaico étnico asoma sonriente en los ros-  
tros juveniles de los estudiantes, que alegran el ambiente en los co-  
rrillos de la Escuela, en las concentraciones del paraninfo Che  
Guevara, pero en la militancia o simpatías políticas hay variaciones  
a saber: los sectores populares en tránsito a la clase media baja, son  
generalmente los simpatizantes novatos de la política de la fuerza  
hegemónica MPD, que año a año son motivo de las mayores aten-  
ciones “reivindicativas” (matrículas atrasadas, exámenes no rendi-  
dos, disminución de porcentajes de faltas, etc.), en función de su  
3
8 Estas observaciones se han hecho en 4 años consecutivos en algunos paralelos, en los referidos  
grados de licenciatura y doctoral, y en los corredores de la Facultad de Jurisprudencia, de la  
U.C.E. 1986-1990.  
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Luis Galarza Izquierdo  
proselitismo; ellos son, digamos, las bases que alimentan los movi-  
mientos políticos al interior de la escuela, y a su vez, ellos son los  
obreros de la militancia que hacen tarea de propaganda, de agitación  
y otros servicios.  
Ellos en fin, son los que recorren los cursos en compañía de  
jóvenes más experimentados, ellos los que salen a las calles a protes-  
tar y los que entran en mayor proporción a ser militantes de partidos  
de izquierda; a diferencia de los estudiantes de clase media-media  
en tránsito a la alta, que tienen intereses mayores en la profesionaliza-  
ción, en el ascenso social y en la oportunidad de realizaciones; opor-  
tunidad que al interior de la Escuela puede traducirse en calcular un  
buen contacto político a través del cual se puede lograr una direc-  
ción, una representación, quizá una cátedra luego de culminar los  
estudios, y hasta posibles contactos sociales importantes, donde  
puede aparecer un buen puesto, un buen matrimonio, etc.  
Por supuesto que hay variables donde un sector popular  
entra con fuerza al estudio de la profesionalización, o un sector  
medio bajo y medio puede motivarse por la radicalización política  
de la izquierda; aquí lo que tratamos de perfilar, son proyecciones.  
En los seminarios de licenciatura de 1990 a través del Ins-  
tituto de Investigaciones de la Facultad de Jurisprudencia, del cual  
soy su Director, presentamos entre otros temas, uno relacionado a la  
“Composición Social y étnica de los Profesores y Estudiantes de De-  
recho de la U.C.”, pero el tema fue ignorado, no sé por qué motivo,  
lo que nos ha animado a presentar esta muestra de un estudio preli-  
minar para romper cualquier sutileza que pudo haber causado in-  
voluntariamente de mi parte, pues, considero que conociendo el ser  
de la institución se puede planificar y proyectar su desarrollo, por-  
que la Escuela de Derecho de la U.C., digámoslo en términos socio-  
lógicos, por la afluencia masiva de estos últimos tiempos; ya no es la escuela  
de la década del 50 o 60: elitista, de la clase media alta para arriba. donde se  
involucraban sectores de la burguesía (Rodrigo Borja. Blasco Peñahe-  
rrera, Patricio Romero Barberis ex alumnos y botones de muestra de  
esta aseveración). Por la popularización de sus integrantes; ahora la es-  
cuela de derecho tiene; un componente social de mayorías de los sectores  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
medios-medios para abajo, esto es: medios bajos y sectores populares, y una  
minoría de sectores medios altos, cuya masa está en otras universidades pri-  
vadas, porque la burguesía no se la encuentra en la escuela ni buscándolo  
con palo de romero.  
Por supuesto que no es lo mismo clase social que etnia, y esto  
lo hemos probado a lo largo de la investigación Clases Sociales y Par-  
tidos Políticos del Ecuador; sin embargo, hay líneas sociales de contacto  
directo o indirecto entre ellas; así, en los sectores populares de mes-  
tizos indígenas y sectores medios hay una gran cantidad de obreros,  
campesinos, desocupados, burócratas que forman la base social de  
la Escuela y desde este ser (social-étnico), tienen un tipo de compor-  
tamiento, una forma de conciencia que considero hay que conocerlo  
para proyectar las políticas de desarrollo de la Facultad de Jurispru-  
39  
dencia como ya hemos dicho. Por tanto, esta es la principal causa  
del estudio en referencia que esperamos sea una realidad en el fu-  
turo, quizá dando funcionalidad al Instituto Superior de Investiga-  
ciones Jurídico Sociales para que emprenda esta y otras tareas de  
investigación, que beneficien a la facultad, pues, esa fue la razón de  
su creación del que nos honramos ser sus gestores.  
Conclusiones aplicadas  
Las posiciones políticas de derecha e izquierda y la trampa bur-  
guesa del “centro” entre los extremos: capitalismo y socialismo. Alrededor  
de la posición del centro político entre los extremos se trabajó un im-  
portante debate teórico tomando como referente la sociedad ecuato-  
riana con las siguientes variables doctrinarias internacionales:  
a. Posición oligárquica tradicional que desecha como falsos los  
esquemas ideológicos de Derecha, Izquierda y Centro  
(“Nunca he creído que los términos ‘derecha’, ‘centro’, ‘izquierda’,  
3
9 Desde las cátedras “Realidad Nacional”, “Problemas del Mundo Contemporáneo” y “Derecho  
Constitucional”, habitualmente hacemos trabajo de campo todos los años, con los estudiantes.  
Consultados los paralelos a través de una encuesta, sin mayores formalidades, sobre el lugar  
de trabajo y otros aspectos, tenemos el resultado que aseveramos líneas arriba.  
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Luis Galarza Izquierdo  
40  
respondan a una definición ideológica perfectamente expuesta -  
Francisco Salazar Alvarado);  
b. Posición de la burguesía modernizante centrista, que reivin-  
dica un término medio entre los extremos (Al respecto el co-  
4
1
nocido contemporizador Alejandro Carrión dice en un  
programa de radio “Democracia” abril 1984:  
No hay razón, sin embargo, para considerar ofensivo el ser considerado  
de ‘derecha’, la derecha, hoy es el sector político que reduce a un mí-  
nimo la intervención del Estado, concede factores preponderantes a la  
iniciativa ciudadana y prefiere un planteamiento aceptado por con-  
senso a uno impuesto por ley. Es decir, es una posición del todo hono-  
rable. La izquierda, a su vez, tiende a multiplicar la intervención del  
Estado, a promover formas de propiedad comunitaria y a realizar un  
proceso de rígido planeamiento impuesto desde arriba: posiciones  
igualmente honorables. El centro, lógicamente, aspira a tomar lo mejor  
42  
de ambas posiciones, otra posición igualmente honorable.  
c. Posición neo marxista-eurocomunista, que en alguna forma  
arriban al centro, pero lo que diríamos desde la izquierda,  
cuyos líderes son los eurocomunistas: Santiago Carrillo, es-  
pañol; George Marcháis, francés; Berlinguer, italiano(...) que  
refutan la ortodoxia teórica estalinista del Estado al que con-  
ciben como instancia de mediación y no como instrumento  
de dominación de clase, la democratización de las Fuerzas  
Armadas, el Socialismo Democrático, el pluripartidismo, la  
ruptura de la dictadura del proletariado, y la posibilidad que  
tiene la Iglesia de aportar a la transformación social (...)-opo-  
sición a la teoría del Estado de Lenin-  
d. Bendición papal -Juan Pablo II- a la trampa burguesa de la  
posición intermedia entre los totalitarismos: capitalismo-so-  
40 Declaración en Radio Democracia de Francisco Salazar Alvarado, abril, 1984.  
41Disidente de izquierda contemporizador al servicio de la burguesía  
42 Cfr. Alejandro Carrión en: Luis Galarza Izquierdo, Partidocracia y descomposición de la clase po-  
lítica ecuatoriana, CONEUP, Quito, 1992, p. 329.  
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Clases sociales  
y partidos politicos del Ecuador  
cialismo en sus viajes políticos de peregrinación por el  
mundo. Aquí evidenciamos criterios afines a la posición ter-  
cerista expuesto por el papa en sus viajes políticos, la con-  
dena papal al totalitarismo socialista en el mundo;  
e. Los marxólogos que devinieron en ideólogos de la burguesía  
modernizante ecuatoriana;  
f. Nuestra posición sobre el centro político al que consideramos  
una trampa burguesa para la alienación política. Al respecto  
sostenemos que la Perestroika y la Glasnost de Gorbachov,  
toman la mayor parte de sus principios (democratización del  
Estado, pluripartidismo, transparencia, impugnación a la  
dictadura del proletariado...etc.) del eurocomunismo y éste,  
a su vez, toma principios conocidos del reformismo y de los  
social- demócratas del pasado (Kautsky, Kerensky), haciendo  
objetivo aquel criterio reaccionario “que no hay nada nuevo  
bajo el sol”. Este estudio ha querido evidenciar esta conti-  
nuidad ideológica en el tiempo y ahora que la izquierda en  
el Ecuador está social democratizándose –2010–, lo que vale  
decir, reeditando el eurocomunismo, la perestroika y la glas-  
nost, que a la postre resulta un nuevo trasplante teórico o de-  
pendencia ideológica de la metrópolis del proletariado, como  
antes de 1990 se copió el estalinismo. Es decir, nuevamente  
trazando pautas teóricas para ser observadas por sus parti-  
dos “fraternos” de América Latina y Ecuador. ¿Cuándo ten-  
dremos posibilidades de extraer teoría y doctrina de nuestra  
realidad ecuatoriana? Es verdad que no hay como abstraerse  
a la influencia universal en un mundo abierto por la tecno-  
logía, la ciencia y la política, pero es posible conjugar esa in-  
fluencia con nuestra especificidad cultural, étnica, social, las  
que deben definir en última instancia, nuestros comporta-  
mientos políticos, sociales y antropológicos, como en alguna  
manera lo hemos intentado rescatar durante toda esta inves-  
tigación.  
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81  
Luis Galarza Izquierdo  
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84  
La Academia Nacional de Historia es una  
institución intelectual  
y
científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
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locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros a  
historiadores  
entendiéndose por tales  
profesionales,  
quienes  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación histórica y hayan realizado  
aportes al mejor conocimiento de  
nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Galarza Izquierdo, Luis,  
"
Clases sociales y partidos políticos del Ecuador", Boletín de la  
Academia Nacional de Historia, vol. XCVIII, Nº. 204, julio  
-
diciembre 2020, Academia Nacional de Historia, Quito, 2021,  
pp.39-84