Oswaldo Páez Barrera
samiento contemporáneo, no solo porque no podemos escapar de
nuestra condición a riesgo de dar la espalda a nuestro tiempo y es-
pacio, sino que por razones prácticas, lo primero se queda en lo ar-
queológico y erudito con pocas posibilidades operativas para
transformar el presente como una de las grandes conquistas del pen-
samiento moderno.
En lo interpretativo urbano actual es bueno saber que en lo
relacionado con las ciudades andinas que están en donde están
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desde tiempos inmemoriales, existen ceques, alineamientos astro-
nómicos, sitios sagrados, o inclusive que parte de lo que se conoce
como sus centros históricos están encuadrados en las coordenadas
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de la Cruz de Palpa, la Cruz del Sur o la Constelación de Orión,
pero estas evidencias astrourbanas y etnourbanas que detectan con-
cepciones espaciales y territoriales del pasado precolonial, no pue-
den llevarnos a creer que el urbanismo mítico del Cusco, de Quito o
Tomebamba, al obedecer a tales determinaciones que venían desde
la condición agraria de las sociedades precoloniales, conferiría perti-
nencia a su crecimiento posterior y actual, capitalista, ni que su pla-
nificación urbanística contemporánea pueda darse en función de
aquellas nociones místico astrales, o zodiacales. El estudio y el ma-
nejo de las ciudades andinas de hoy no va por ese camino y el aná-
lisis de su situación espacial, así como su planificación, solo pueden
encontrar soluciones a sus problemas, causados por el urbanismo
capitalista tardío, basándose en la epistemología del pensamiento
urbano crítico moderno y las ciencias sociales contemporáneas. No
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1 Los ceques (en quechua siq’z) eran líneas imaginarias en el espacio que, partiendo del Cuzco,
más específicamente del Coricancha, se orientaban en dirección de los caminos que condu-
cían a los cuatro suyos del imperio, y a lo largo de las cuales se jalonaban, cada cierto trecho,
los adoratorios o huacas de las divinidades incaicas. En: Rodolfo Cerrón-Palomino, “La ono-
mástica de los ceques: cuestiones etimológicas”, Lexis, Vol.29, Núm. 2, pp. 285-303, 2005,
p.285. Ver en: http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/lexis/article/download/8392/8712/
(20-08-2020)
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2 La Estrella de San Javier o Cruz de Palpa: descubierta en 1984 por E. Herrán, un piloto de
Aerocondor. Es un diseño geométrico de 64 metros de diámetro, con unos doscientos orificios
y en el centro una cruz. Parece un mensaje matemático similar a los círculos de las cosechas
de Inglaterra en su forma, complejidad y misterio. Parece representar el calendario solar y
lunar de los Nazcas. En: Jesús Callejo, Grandes misterios de la Arqueología. Viajes al encuentro
de lugares sagrados, La Esfera de los Libros, Madrid, 2017, 439 pp.
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 201–227
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