BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCVIII Nº 204  
Enero–junio 2020  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Director  
Dr. Franklin Barriga Lopéz  
Dr. Cesar Alarcón Costta  
Subdirector  
Secretario  
Ac. Diego Moscoso Peñaherrera  
Dr. Eduardo Muñoz Borrero, H.C.  
Mtra. Jenny Londoño López  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
Dr. Claudio Creamer Guillén  
Tesorero  
Bibliotecaria archivera  
Jefa de Publicaciones  
Relacionador Institucional  
COMITÉ EDITORIAL  
Dr. Manuel Espinosa Apolo  
Dr. Kléver Bravo Calle  
Universidad Central del Ecuador  
Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE  
Universidad Laica Eloy Alfaro-Manabí  
Dra. Libertad Regalado Espinoza  
Dr. Rogelio de la Mora Valencia  
Dra. Maria Luisa Laviana Cuetos  
Dr. Jorge Ortiz Sotelo  
Universidad Veracruzana-México  
Consejo Superior Investigaciones Científicas-España  
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima-Perú  
EDITORA  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
Universidad Internacional del Ecuador  
COMITÉ CIENTÍFICO  
Dra. Katarzyna Dembicz  
Dr. Silvano Benito Moya  
Dra. Elissa Rashkin  
Universidad de Varsovia-Polonia  
Universidad Nacional de Córdoba/CONICET- Argentina  
Universidad Veracruzana-México  
Dr. Hugo Cancino  
Universidad de Aalborg-Dinamarca  
Dr. Ekkehart Keeding  
Humboldt-Universitat, Berlín-Alemania  
Instituto Cervantes, Berlín- Alemania  
Universidad Técnica Federico Santa María – Chile  
Université Paris Ouest - Francia  
Dra. Cristina Retta Sivolella  
Dr. Claudio Tapia Figueroa  
Dra. Emmanuelle Sinardet  
Dr. Roberto Pineda Camacho  
Dra. Maria Letícia Corrêa  
Universidad de los Andes-Colombia  
Universidade do Estado do Rio de Janeiro-Brasil  
BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCVIII  
Nº 204  
Julio–diciembre 2020  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN 2773-7381  
Portada  
Luis A. Martínez  
Diseño e impresión  
PPL Impresores 2529762  
Quito  
landazurifredi@gmail.com  
marzo2021  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DELꢀECUADOR  
SEDE QUITO  
Av. 6 de Diciembre 21-218 y Roca  
2
2556022/ 2 907433 / 2 558277  
ahistoriaecuador@hotmail.com  
publicacionesanh@hotmail.com  
BOLETÍN AC ADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DEL ECUADOR  
Nº 204–Vol XCVIII • julio–diciembre 2020  
BIENVENIDA A BLAS GARZÓN VERA  
COMO MIEMBRO DE NÚMERO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
En los Estatutos vigentes de nuestra centenaria entidad, en  
su Art. 59, se expresa que en las provincias del país, con excepción  
de Pichincha, podrán existir Capítulos de la Academia, integrados  
por todos los Miembros Eméritos, de Número, Correspondientes y  
Honoríficos que residan o sean nativos de los respectivas circuns-  
cripciones territoriales y que manifestaren su voluntad de integrar-  
los.  
Más adelante, se informa que su misión fundamental será la  
de promover las tareas propias de la Academia en su jurisdicción,  
coordinando las labores de investigación y difusión de sus Miem-  
bros, y estimulando el estudio de la historia local y regional, aunque  
siempre con sentido favorable a la unidad nacional.  
Al momento, nuestra institución tiene nueve capítulos: Gua-  
yaquil, Azuay, Manabí, El Oro, Imbabura-Carchi, Tungurahua, Bolí-  
var, Loja y Amazonía, además del Centro de Estudios Históricos de  
la Provincia de Cotopaxi, adscrito a la Academia.  
En lo que respecta al Capítulo de Azuay, me es grato relievar  
que fue el primero que se constituyó, haciendo honor a la tradición,  
longeva y honrosa por la cultura, que caracteriza a Cuenca, mereci-  
damente llamada Atenas del Ecuador, Ciudad Patrimonio Cultural  
de la Humanidad como le designó la Unesco, en 1999, entre otras  
distinciones que reconocen su esencia y nombradía.  
En este recuento, se vuelve preciso mencionar que, en 1915,  
en la capital de la provincia del Azuay se fundó el Centro de Estudios  
1
Director de la Academia Nacional de Historia. Autor de más de 120 obras publicadas en el  
país y en el exterior.  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 330–335  
330  
Bienvenida a Blas GarzónVera  
Históricos y Geográficos con la participación de estas personalida-  
des: Julio Matovelle, Remigio Crespo Toral, Honorato Vázquez, Eze-  
quiel Márquez, y Francisco Tálbod, a los que se integraron, poco más  
tarde, estos otros valores humanos de similar jerarquía: Rafael María  
Arízaga, Alberto Muñoz Vernaza, Octavio Cordero Palacios, Alfonso  
María Borrero, Remigio Romero León, Agustín Iglesias y Miguel  
Ángel Jaramillo.  
Según otro azuayo eminente, de quien recogemos sus pala-  
bras a continuación, el dominico Fray José María Vargas, que llegó a  
ser Director-Encargado por dos años de la Academia Nacional de  
Historia, mientras el titular, Jorge Salvador Lara, se encontraba en  
funciones como Embajador del Ecuador en el Vaticano, señala:  
La fundación de la Academia en Quito sirvió de estímulo y ejemplo  
para el establecimiento de instituciones similares en Cuenca y Guaya-  
quil. Aun antes de la muerte del Ilustrísimo Señor González Suárez y  
por jóvenes adheridos a su persona se fundó el Centro de Estudios His-  
tóricos y Geográficos del Azuay, con su revista como órgano de publi-  
cidad.2  
Este Centro fue el eje para el desarrollo de los estudios hu-  
manísticos en el sur del país, mediante contribuciones perdurables  
para la ciencia histórica, como los libros de Alfonso María Borrero,  
Octavio Cordero Palacios, Honorato Vásquez o Remigio Crespo  
Toral, además de valorar y afianzar las contribuciones arqueológicas  
que efectuaron Max Uhle y Jacinto Jijón y Caamaño en torno a las  
descubiertas ruinas de Tomebamba que, a la época, generaban debate.  
En Quito, el 24 de julio de 1909, por iniciativa y convocados  
sus socios por Federico González Suárez nació la Sociedad de Estu-  
dios Históricos Americanos que, en 1920, adquirió la alta categoría  
de Academia Nacional de Historia, en virtud del Decreto Legislativo  
cuyo ejecútese lo puso el Presidente de la República, José Luis Ta-  
mayo y publicado en el Registro Oficial N. 23, de martes 28 de sep-  
tiembre de 1920.  
2
José María Vargas, Fray O.P “Fundación de la Sociedad de Estudios Históricos Americanos”,  
Boletín ANH, Nrs. 143-144, Quito, 1993, p. 112.  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 330–335  
331  
Franklin Barriga López  
En el trabajo de nuestra Academia, cuya fructífera huella so-  
brepasa los 111 años de vigencia, no ha faltado el aporte de ilustres  
cuencanos y azuayos en general. Incluso dos de ellos presidieron la  
Academia Nacional de Historia, con reconocidas luces y patriotismo:  
me refiero a Fray José María Vargas, nativo de Chordeleg –en las con-  
diciones que indiqué, como interino regentó nuestra entidad- y el  
autor de ese asombroso libro, en doce tomos editados, Historia de  
Cuenca y su región, Juan Cordero Iñiguez, que fue Director titular,  
desde el año 2009 al 2013.  
Hoy, por méritos propios, asciende a Miembro de Número  
Blas Garzón Vera, nacido en Gualaceo, provincia del Azuay, en 1977.  
Se convierte en el más joven Académico de Número de nuestra en-  
tidad, debido a su trayectoria que avala tal calidad y que puede re-  
sumirse en estos datos:  
Postgrados: Doctor Ph.D. por la Universidad Pablo de Ola-  
vide de Sevilla, España; Experto Universitario en Divulgación y Cul-  
tura Científica, Aprendizaje Cooperativo y Tecnología Educacional,  
en la misma universidad; Máster en Historia de América Latina.  
Mundos indígenas, en la Universidad de Oviedo, también de Es-  
paña; Magíster en Estudios de Cultura, Universidad de Brasilia.  
Previamente, sus estudios superiores los realizó en la Uni-  
versidad Politécnica Salesiana obteniendo los títulos de Guía de  
Museo, Promotor Cultural y Licenciado en Administración Cul-  
tural.  
En el año 2016, fue incorporado como Miembro Correspon-  
diente de la Academia Nacional de Historia del Ecuador. En el 2018,  
recibió la Mención Honorífica en el Campo Cultural otorgada por el  
Gobierno Autónomo del Cantón Gualaceo. Trabaja, desde el año  
2000, en la Universidad Politécnica Salesiana, en donde ha ocupado  
varios cargos, en la docencia, investigación y gestión universitaria.  
Profesor Principal Titular, desempeñándose actualmente como Di-  
rector de la Maestría en Gestión Cultural en el mismo centro de edu-  
cación superior.  
Ha efectuado publicaciones en revistas y periódicos, a más  
de haber participado en 58 encuentros pedagógicos, cursos, semina-  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 330–335  
332  
Bienvenida a Blas GarzónVera  
rios y jornadas académicas, como en el Congreso Nacional de His-  
toria 2004 “América Andina: espacios, Actores y Representaciones”,  
realizado por la Universidad del Azuay; en el II Congreso iberoame-  
ricano de Comunicación Organizacional “Cultura y gestión para el  
cambio”, desarrollado en el Centro Interamericano de Estudios Su-  
periores de Comunicación para América Latina (Ciespal), Quito,  
2
005; en el Taller “Nuevas Claves para la Comprensión de la Historia  
Colonial Andina, Cátedra de Historia de la Universidad de Cuenca,  
Ecuador, 2014 o en el IX Encuentro Provincial de Investigadores Lo-  
cales, organizado por la Diputación y la Universidad de Sevilla, la  
Escuela Universitaria de Osuna y la Asociación Provincial de Cro-  
nistas e Investigadores Locales, Sevilla, España, 2012.  
Hace pocos días, entró en circulación una nueva obra suya,  
realizada junto al antropólogo y catedrático, también Ph.D., José Jun-  
cosa Blasco, titulada Misiones, pueblos indígenas y la conformación de la  
Región Amazónica, actores, tensiones y debates actuales, que ingresó a  
Scielo, la Biblioteca Científica Electrónica de alcance internacional.  
Una vez que Blas Garzón ha cumplido los exigentes requisi-  
tos que determinan los Estatutos de nuestra entidad, asistimos a la  
incorporación de este nuevo Miembro de Número, dignidad que es  
de ascenso y valoración a sus méritos. El discurso de ingreso, a tan  
alta calidad a que ha llegado únicamente por sus méritos, tiene por  
título “Los Salesianos y la conformación de identidades regionales”,  
tema polémico, sin duda, por cuanto el concepto mismo de identidad  
e identidades entraña connotaciones divergentes en lo que concierne  
a esta categoría sociológica y antropológica, por cierto, sobre todo  
cuando nos referimos al influjo de otras formas culturales en el ám-  
bito de los pueblos originarios, en el marco del dinamismo de la so-  
ciedad a lo largo del tiempo.  
Se debe resaltar el aporte de los Salesianos, particularmente  
al rescate de valores de las culturas primigenias de nuestro país:  
basta mencionar Ediciones Mundo Shuar, Museo Amazónico, Centro  
de Documentación Indígena, Centro Cultural, Biblioteca y Editorial  
Abya-Yala con centenares de publicaciones y de magnífica refulgen-  
cia no solo en nuestro medio, de los cuales fue fundador y director  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 330–335  
333  
Franklin Barriga López  
el padre Juan Bottasso, nacido en Peveragno, Piamonte, Italia, en  
1
936 y fallecido en Quito, el 24 de diciembre de 2019, quien ingresó  
a esta Academia, como Miembro Correspondiente, el jueves 27 de  
marzo del 2003, con su discurso “Los Salesianos y la lengua de los  
Shuar”, habiéndole dado la bienvenida Fray Agustín Moreno, de  
3
tan grata memoria en nuestra centenaria entidad.  
El Dr. Botasso fue, además, prorrector, vicerrector de la Sede  
Quito de la Universidad Politécnica Salesiana, en la cual también se  
desempeñó como decano de la Facultad de Ciencias Humanas y So-  
ciales, además de director de la Escuela de Antropología Aplicada,  
con modalidad virtual. Su legado es inolvidable, lo recordamos con  
distinción en nuestra corporación científica. Este valioso académico  
y misionero es uno de los referentes de la benéfica presencia sale-  
siana en Ecuador, en el campo de la educación y la cultura.  
La oportunidad es propicia para anunciar que dentro de pocos  
días, la Academia Nacional de Historia suscribirá con la Universidad  
Politécnica Salesiana un convenio de colaboración recíproca.  
Seguidamente, vamos a escuchar al Dr. Blas Garzón en el de-  
sarrollo de su mencionado discurso, antes le brindo la más cordial  
bienvenida a nuestra pluralista Academia, en condiciones de Miem-  
bro de Número, seguro de que su aporte a la ciencia histórica estará  
a la altura del galardón a que se ha hecho merecedor.  
Este acto se lleva a cabo en la capital de la provincia del Azuay,  
a la que me he privado de visitar en esta ocasión y en la que, siempre  
que llego, gozo de su hospitalidad y más virtualidades; hoy no me  
fue posible viajar debido a los riesgos generados por la pandemia  
del coronavirus, por este motivo he solicitado al ilustre Dr. Juan Cor-  
dero, exdirector y, por lo tanto, director honorario de nuestra insti-  
tución para que represente a la Academia en este acto, lo que aceptó  
gustoso y agradezco. Dentro de pocos momentos, el Dr. Cordero Iñi-  
guez impondrá las insignias institucionales al flamante Miembro de  
Número.  
3
Juan Botasso Boetti, Discurso de incorporación a la Academia Nacional de Historia del Ecuador, Aca-  
demia Nacional de Historia, Ediciones Abya-Yala, Quito, 2003.  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 330–335  
334  
Bienvenida a Blas GarzónVera  
Muchas gracias por vuestra atención, junto a mi saludo cordial  
y afectuoso para la entrañable y evocada Cuenca de los Andes.  
Quito, 11 de diciembre de 2020  
Bibliografía  
VARGAS, José María, “Fundación de la Sociedad de Estudios Históricos Ame-  
ricanos”, Boletín ANH, Nrs. 143-144, Quito, 1993.  
BOTASSO BOETTI, Juan, Discurso de incorporación a la Academia Nacional de His-  
toria del Ecuador, Academia Nacional de Historia, Ediciones Abya-Yala,  
Quito, 2003.  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 330–335  
335  
La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Barriga López, Franklin,  
Bienvenida a Blas Garzón Vera", Boletín de la Academia Nacional  
de Historia, vol. XCVIII, Nº. 204, julio diciembre 2020,  
Academia Nacional de Historia, Quito, 2021, pp.330-335  
"
-