BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCVIII Nº 204  
Enero–junio 2020  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Director  
Dr. Franklin Barriga Lopéz  
Dr. Cesar Alarcón Costta  
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BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCVIII  
Nº 204  
Julio–diciembre 2020  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN 2773-7381  
Portada  
Luis A. Martínez  
Diseño e impresión  
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Quito  
landazurifredi@gmail.com  
marzo2021  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DELꢀECUADOR  
SEDE QUITO  
Av. 6 de Diciembre 21-218 y Roca  
2
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BOLETÍN AC ADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DEL ECUADOR  
Nº 204–Vol XCVIII • julio–diciembre 2020  
EN LA SOMBRA DE LOS LABERINTOS  
DEL OLVIDO Y EL TIEMPO  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Susana Álvarez Galarza1  
Señor director de la Academia Nacional de Historia del  
Ecuador, Dr. Franklin Barriga López. Señor Director de la Academia  
Nacional del Ecuador Capitulo Loja, Dr. José Carlos Arias. Señores  
académicos. Distinguidas autoridades de la ciudad. Damas y caba-  
lleros.  
Ante la generosa invitación del señor Presidente de la Aca-  
demia Nacional de Historia del Ecuador, Dr. Franklin Barriga López  
y luego del señor Presidente del Capítulo de Loja, Dr. José Carlos  
Arias, con mis aptitudes muy escasas he cedido aceptar ser miembro  
de la Academia y comienzo haciendo camino al andar de la forma  
más placentera al entregar mi custodia intelectual a la sociedad lo-  
jana, con la disciplina que exige la investigación histórica, signos de  
perdurabilidad, lejos de lo superficial porque la historia es la “maes-  
tra de la vida”, que enseña valores éticos como la verdad a través de  
los archivos históricos.  
La sociedad de occidente tiene el compromiso de avanzar  
como aquellos orfebres de joyeles históricos cuando se inició la Aca-  
demia Nacional de Historia con Federico González Suárez hace 111  
1
Licenciada en Lengua y Literatura, Facultad de Filosofía y Letras de la U.C.E, ejerció la do-  
cencia universitaria y secundaria, Miembro de Número de la C.C.E-Núcleo Loja, del Consejo  
Hispanoamericano de Letras y Artes, de la Unión Hispano Mundial de Escritores y de la or-  
ganización Naciones Unidas de las Letras Uniletras en representación de Ecuador, además, es  
Miembro de Número de la Academia Latinoamericana de Literatura Moderna e Historia-Ca-  
pítulo Ecuador, autora de 20 libros sobre historia literaria y antropología social, como Buril de  
la memoria (en tres volúmenes- recopiló biografías de mujeres lojanas), Antología de la leyenda  
ecuatoriana o Loja y sus leyendas. Destaca el libro de ensayos literarios Ellos son y están aquí. En  
poesía ha escrito cuatro libros: Memoria de los días, Celosía del alba, Fiorella de agua y Travesía del  
viento en el jazmín. Actualmente es secretaría del capítulo Loja de la Academia Nacional de  
Historia del Ecuador.  
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En la sombra de los laberintos  
del olvido y el tiempo  
años, le siguieron preclaros hombres: Jacinto Jijón y Caamaño. Ce-  
liano Monje. Luis Felipe Borja (hijo). Carlos Manuel Larrea. Julio  
Tobar Donoso. Isac J. Barrera. Jorge Salvador Lara. Padre José María  
Lara. Plutarco Naranjo. Manuel de Guzmán Polanco. Juan Cordero  
Iñiguez. Jorge Núñez Sánchez y Franklin Barriga López. Presidentes  
de la Academia de patriarcal latido histórico, de huellas perdurables  
con las que tenemos el compromiso de ser las almenas de un vivo  
paradigma con el rigor que conlleva el estudio del pasado para cons-  
truir un presente fuerte en raíces que permitan a la sociedad local  
tener una identidad que genere seguridad.  
El tema que trataré tiene un enfoque histórico–crítico que  
vincula a la mujer del siglo XIX desde la perspectiva literaria, he ti-  
tulado: “En la sombra de los laberintos del olvido y el tiempo”. Ro-  
sario Carrión Burneo, poeta 1843-1920  
El siglo XIX en el Ecuador en la primera mitad, estuvo mar-  
cado por importantes cambios sociales, políticos, y económicos que  
determinaron la Independencia de lo que hoy es Ecuador y luego la  
consolidación como República, procesos significativos de larga du-  
ración que alcanzaron la recompensa invalorable: La libertad indi-  
vidual y social de la opresión conquistadora.  
En esa época, la relevancia de la mujer ha sido ocultada, por  
los mecanismos que ha desarrollado históricamente el patriarcado  
que no solo afectó a la mujer, también llegó a personas de diferente  
raza, posición económica–social, a más de aquellas con diferentes  
orientaciones sexuales, no abarca un territorio determinado, englo-  
baba a todos los países.  
En Latinoamérica, Ecuador y Loja, el prototipo de mujer fue  
de la perfecta casada, piadosa, buena, madre y esposa, sujeta a roles  
fijos como los domésticos que sirven para ser agradables a su esposo  
y dedicada a la crianza de sus hijos. Una especie de fatalidad regía  
la percepción sobre la mujer que hasta los padres decidían con quien  
deberían contraer matrimonio, a más de que el escogido recibía la  
dote (dinero). Esta sumisión era contemplada desde la nobleza de  
las monarquías europeas hasta las otras clases sociales. Responde a  
un discurso ideológico de la iglesia católica que siempre ha sido su  
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Susana Álvarez Galarza  
agresiva portavoz. En Alemania, los ensayos filosóficos de Schopen-  
hauer 1788-1860 no aceptaba mujeres instruidas de las pocas que  
existían. Decía: “Las mujeres no tienen el sentimiento ni la inteligencia  
2
de la música, así como tampoco de la poesía y las artes plásticas”. Además  
en otro texto señala “la mujer, por naturaleza, está destinada a obedecer  
(
…) Ella necesita de un amo3  
Se difundió ampliamente el mensaje misógino propio de la  
época. No variaba en el Ecuador y por lo tanto en Loja. Se carecía de  
conciencia femenina para exigir sus derechos. Las relaciones patriar-  
cales, racistas y clasistas persistieron aún cuando del colonialismo  
se dio paso a la Independencia. Este proceso fue lento, el rol de la  
mujer llegaba a la obediencia simplemente. Un ejemplo de esto  
vemos al remitirnos a las fuentes primarias de los archivos de Loja  
folio 355 de 1825 quien poseía la casa más grande y la mejor de Loja  
era la señora Rosa Burneo, mujer rica que recibe órdenes de los ejér-  
citos de Colombia para que abandone su casa a fin de alojar a los ofi-  
ciales y su ejército.  
El valor de la mujer lojana ha sido impredecible. La historia  
relata que en las guerras de la Independencia el 21 de agosto de 1821  
se integraban al cuartel de Babahoyo tres jóvenes: Manuel Jurado,  
Manuel Jiménez y Manuel Esparza, juntos pelearon el 24 de mayo  
1
822 en la Batalla del Pichincha.  
Después del triunfo los heridos fueron atendidos, se identi-  
ficó a Manuel Jurado que era una mujer llamada Nicolasa Jurado,  
lojana. Conmovido el General Sucre le ascendió al grado de sargento.  
Manuel Jiménez y Manuel Esparza salieron bien librados y conti-  
nuaron hasta Ayacucho, solo después de la victoria se descubre la  
verdad, se trataba de Inés Jiménez, lojana y Gertrudis Esparza, am-  
bateña. Tres heroínas que peleaban en los ejércitos patriotas para al-  
canzar la libertad de la monarquía española. Sucre asciende a Inés  
al grado de capitán.  
2
3
Arthur Schopenhauer, El amor, las mujeres y la muerte, el Aleph.com, 2000, p.75  
Cfr. Arthur Schopenhauer en: Luciano Sáliche, “Schopenhauer y esa extraña voluntad que lla-  
mamos amor”, Infobae, 2018. Ver en: https://www.infobae.com/america/cultura-  
america/2018/02/22/schopenhauer-y-esa-extrana-voluntad-que-llamamos-amor/  
(17-01-2021)  
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En la sombra de los laberintos  
del olvido y el tiempo  
A partir de la segunda mitad del siglo XIX en Loja se nota  
un cambio hacia la prosperidad, la economía se ha consolidado en  
base a la ganadería y agricultura que se comercia con el Perú. Es im-  
portante el desarrollo cultural e institucional, se funda el Hospital  
de Loja, la Casa de Huérfanos, asoman benefactores de las activida-  
des culturales y educativas, entre otras.  
La provincia de Loja estaba habitada por 26 000 personas, de  
ellas vivían en la ciudad 9 000 sujetos, al esquema feudal 8 000. Loja  
tenía un aspecto señorial y recoleto, sus casas lucían con construccio-  
nes magníficas, residencias urbanas y rurales de arquitectura espa-  
ñola muy singular. La influencia ibérica fue notoria hasta en las ven-  
tanas enrejadas, patios con vistosas y alegres flores, traspatio para la  
caballeriza, el ambiente estaba dominado por la iglesia y los fanáticos  
del gobierno de García Moreno. En ese contexto llega la Revolución  
Liberal en 1895, a fines del siglo, lo que conlleva a algo de moderni-  
dad por las ideologías más abiertas que a la vez provocaron un en-  
frentamiento entre liberales y conservadores. Se organizó la policía.  
Las mujeres que por siglos estaban adormitadas entre la vida  
de las iglesias y las actividades domésticas sorprendieron con sus  
creaciones literarias aunque muy pocas. Las reformas alfaristas per-  
mitían una ruptura del sistema social arcaico a que salga, con luz  
propia, el pensamiento femenino a pesar de las grandes limitaciones  
que a veces no trascendían del hogar. La llegada de la primera im-  
prenta en 1885 traída por Juan José Peña motivó la actividad literaria  
y del periodismo. Asoma Hojitas Blanquecinas en 1892 fue la primera  
publicación femenina del país y la revista Nuevo Horizonte en 1895  
donde se publica la primera poesía de una mujer a la “Virgen de  
Lourdes” con el seudónimo de Elena, en medio de la religiosidad  
imperante de la época que solo permitía temas religiosos.  
En 1843 nace la poeta Rosario Carrión Burneo, hija de Manuel  
Carrión y Palacio y de Rosa Burneo, su padre tiene 47 años cuando  
nace Vicenta María del Rosario Carrión Burneo. Es dueño de la Ha-  
cienda “El Tablón” situada en Cariamanga, avaluada en 8.000 pesos,  
tiene 250 cabezas de ganado. El acta de nacimiento se obtiene de los  
archivos de El Sagrario, dice así:  
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Susana Álvarez Galarza  
En el año del Señor a los veinte y seis días del mes de abril del año 1843  
yo, el infrascripto cura rector de la iglesia La Matriz de esta ciudad de  
Loja, cumplí la ceremonia de la iglesia a una niña hija legítima de los  
señores Manuel Carrión y Palacio y Rosa Burneo. Bautizada en caso  
de necesidad por la señora Gertrudis Valdiviezo a quien puso por nom-  
bre Vicenta María del Rosario. Fue su madrina Doña Rosario Burneo  
que sabe sus obligaciones y parentesco. Testigos: Antonio Armijos y  
Juan María Valencia, lo certifico y firmo para su constancia.  
Manuel José Jaramillo “firma y rúbrica”4  
Rosario Carrión Burneo a la edad de 17 años se traslada a  
vivir en Cuenca junto con su familia. A los 20 años contrae matrimo-  
nio con el caballero Vicente María Tamariz García quien nació en  
Cuenca en 1842, hijo del español Francisco Eugenio Tamariz (Sevilla  
1
784 muere en Cuenca 1879) amigo personal de Dolores Veintimilla,  
poeta quiteña que vive en Cuenca 1829-1851 iniciadora de la Escuela  
Romántica en el Ecuador, periodista que mantuvo una polémica con  
Fray Vicente Solano.  
Rosario Carrión Burneo en su matrimonio procrea un hijo,  
Manuel María Vicente Eugenio Segundo Alberto Tamariz Carrión,  
nacido en Cuenca en 1864. Se casa con Julia Victoria Toral Jaramillo,  
tiene 10 hijos. La primogénita María Julia Virginia del Rosario Ta-  
mariz Toral se casa con Manuel María Ortiz Ordóñez 1880-1976. Doc-  
tor en jurisprudencia, fundador de la Facultad de Ingeniería de la  
Universidad de Cuenca. Procrea 10 hijos. La hija menor Carmen Ro-  
salía Ortiz Tamariz 1929-2009 contrae nupcias con el escritor poeta  
del grupo literario ELAN de Cuenca, Magistrado de Justicia llamado  
Eugenio Moreno Heredia 1926-1997. Carmen Rosalía escribe el poe-  
mario Tardes Doradas, es bisnieta de Rosario Carrión Burneo de quien  
he mencionado su parentesco para llegar a la fuente primaria oral  
de la herencia familiar facilitada por la excelente poeta y escritora  
de literatura infantil Susana Moreno Ortiz, con su hermana Lucía,  
hijas de la bisnieta de Rosario Carrión quienes han motivado mi  
aproximación a la poética romántica de la lojana Rosario Carrión  
Burneo.  
4
Archivos de la Iglesia del Sagrario, Loja.  
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En la sombra de los laberintos  
del olvido y el tiempo  
Del poemario Rosas y Violetas obtenido en la Biblioteca Na-  
5
cional Eugenio Espejo de Quito considero el poema El campo para  
llegar a una aproximación a su poesía. Se manifiesta una pasión ple-  
namente identificada con el romanticismo, escuela literaria que nació  
en Alemania, asimiló Inglaterra, España, los países europeos y llegó  
a América un tanto tardío. En Cuenca y el Ecuador en aquella época  
tuvo muchos devotos. Proclama el amor a la naturaleza como fuente  
de sabiduría y fantasía. Una supremacía de la sensibilidad en la cons-  
trucción de la autonomía de su yo, es subjetivista, intimista, como se  
comprende en cada estrofa que comienza así:  
Luz y calor desde el cenit luciente  
Derrama por doquier el rey del día;  
Da a los campos verdor y poesía  
Y anima mi aterido corazón  
Está presente la metáfora simple “rey del día” en represen-  
tación del sol que cubre su estado anímico de nostalgia en el juego  
de la luz y el calor del bello campo.  
El viento mueve la florida hierba,  
Que cual océano en tempestad se agita,  
Mientras adentro de mi ser palpita,  
Otro océano en desecha tempestad.  
Versos de una prosopopeya en símil, del viento con el océa-  
no, multiplicador de su desconsuelo. En gradación ascendente, por  
su desdicha patética.  
Dulces las aves en el bosque umbroso,  
Trinan al son de bulliciosa fuente,  
Y esa música tierna y excelente,  
Es himno, el himno consagrado a Dios.  
5
Rosario Carrión Burneo, “En el campo de Rosas y Violetas” en Revista La Mujer. Revista Mensual  
de Literatura y Variedades, año 1, N° 3, Imprenta de la Sociedad Gutenberg, Quito, 1905, pp.91-93.  
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Susana Álvarez Galarza  
Bosque umbroso, bulliciosa fuente, música tierna. Sintag-  
más sustantivo adjetivales que enotan la secuencia del tono anímico  
que le conduce a la espiritualidad del encuentro con Dios. La pasión  
se desborda en reflexiones líricas profundas, y continúa:  
Naturaleza con sublime idioma,  
Publica del Señor la Omnipotencia,  
La Gloria, La Bondad, La Providencia,  
Derramadas en la amplia creación.  
Se afirma y agudiza sus versos que configuran la creación  
divina y la naturaleza con su alma habitada por Dios.  
Aquí en el saúz la soñolienta copa,  
Sobre la onda de cristal inclina,  
En donde su ala va la golondrina,  
Al paso inquieta y rápida a mojar.  
Avanza su visión romántica, intuye el paso fugaz de la go-  
londrina, delicadamente asoma un árbol dormido, agua para el ala  
de golondrina, una ambientación con raíz renacentista que viene de  
Fray Luis de León, el encuentro de la paz que brinda la naturaleza y  
el deleite espiritual.  
Más allá caen del rosal silvestre,  
Los pétalos desechos en la grama,  
Y los que penden de la verde rama,  
Semejan las antorchas de un altar.  
Para escribir versos la poeta intuye como vuelan los pájaros,  
sus movimientos, es el instante contemplativo, cómo los pétalos caen  
al abrirse en las mañanas, asoman en la grama como un acto de dolor  
y consumación de la belleza y la vida, así como es la ruta del amor  
no comprendido que se muere.  
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¡
Que concierto, el concierto de la selva!  
Son sus notas el himno de la calma,  
Y a su son llena de ternura el alma,  
Vuelve en la dicha que perdió a soñar.  
Acude al exotismo rural de la selva, pone su acento en la  
quietud, la visión se cristaliza en el mundo con el que se identifica  
Himno de la calma” que le da la ternura con la que vuelve a soñar,  
es la lírica que sus afanes fraguan su nostálgico lamento.  
Me contemplan las aves trinadoras,  
Moviendo esquivas las cabezas bellas,  
Y al mirar dulce de los ojos de ellas,  
Recuerdo de mi plácida niñez.  
En la retórica propuesta avanza la prosopopeya, siente que  
las aves de bella cabeza le contemplan es la añoranza de su infancia.  
Se idealiza esta etapa de la vida como la edad de oro en la que hay  
carencia de conflictos por la dulce protección de la madre.  
Siento el calor del maternal regazo,  
Do yacía, inocente, reclinada,  
Vuelvo a los sueños de la edad pasada,  
Y siento ardiente el corazón latir.  
Los versos están construidos sobre el amor maternal vivido  
y su imperecedero recuerdo, en la infinitud del afecto primero al que  
recurre en busca de serena seguridad.  
Tan pura como el último suspiro,  
Y fresca cual la palma de tu gloria, En el fondo de mi  
alma tu memoria,  
Conservo eterna ¡madre de mi amor!  
El sentimiento de pureza contempla en resonancias vitales de  
amor a su madre. La tristeza en el momento de éxtasis se refugia en  
su memoria con la certidumbre de su amor primero.  
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Tu tierno corazón en tu hija hallaba,  
La luz primaveral de sus delicias,  
Ya no puede ofrecerme sus caricias,  
Cayó augusta como en su tumba el sol  
El correlato poético avanza, es el desencanto que descubre  
el dolor de su madre muerta, versos de símil en hipérbole magni-  
fica su pasión perdurable bullendo en la vital querencia el dolor de  
su recuerdo.  
Nadie en el mundo como tú me quiere,  
Me ofrece su regazo a mi reposo,  
Víctima de un destino borrascoso,  
Ahogo en llanto mi dolor tenaz…  
La poeta configura su voz con la textura íntima del vacío, la  
nostalgia ha calado su espíritu, guarda planos actuales gobernados  
por el rigor de la vida que penetran sus secretos en los dos versos  
últimos.  
En mi funesto desamparo quise,  
Un alma que a la mía comprendiera…  
Creí ver despuntar la primavera y solo sombras en  
mi torno hallé.  
Las resonancias versales atienden a su visión y su sentir que  
en la creación estética alcanza fijar y comunicar “y solo sombras en  
mi torno hallé” una realidad representada ante la inexistencia del  
amor, no encontró un alma que le comprendiera, versos que son la  
condensación del sufrimiento con palabras repletas y saturadas de  
sinceridad como una alternancia de sus tensiones intimistas.  
Cuan ligeras pasasteis, ilusiones,  
Horas de dicha en las que fui querida,  
Dejando a mi alma mortalmente herida  
Y entregada al pesar mi juventud.  
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En la sombra de los laberintos  
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En la escuela romántica prevalece el individualismo el “yo”,  
así son estos versos llenos de introspección en los que se afirma la  
experiencia personalísima que guía al tormento y angustia como es  
el clamor de la herida.  
Del Zamora a la orilla deliciosa,  
Se abre una flor modesta como bella,  
La violeta predilecta de ella,  
Que aquí veo con honda conmoción.  
Evocación significativa que se traslada a los días felices de  
su juventud, cristaliza su ensueño en la imagen del río Zamora de  
Loja, en la violeta preciosa flor como recién nacida, es una gran carga  
afectiva hacia su tierra natal.  
¡
Oh recuerdos de un bien idolatrado,  
Dejadme sacudir hoy mi amargura,  
Como el joven corcel en la llanura,  
¡
Como las aves quiero libertad! ...  
La fuente originaria dolor y soledad, busca en su laberinto  
que le proporcione paz y esperanza. La figura (corcel) dinamiza la  
energía expresiva articulada en dos símiles que son las constantes  
de su poesía. Va encandilando su entono lírico hacia la libertad.  
Quiero subir a la gigante copa,  
Que alza a los cielos la gentil palmera,  
Cruzar el aire, recorrer la esfera,  
Posar mis plantas en la faz del sol.  
El sentido de evasión hace que la poeta se encumbre con in-  
sondable sentido de libertad, va tallando el perfil ideal de la misma  
la naturaleza y su rey sol que son los que le conceden la ilusión de  
felicidad.  
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Mas no: María ¡protectora sombra!  
Quiero a tu gloria consagrar mi vida  
Ser tuya, que tú el bálsamo en la herida  
Derrames do mi inmenso corazón.  
Recurre nuevamente a lo religioso bajo la tensión de la fic-  
ción literaria anterior, retoma sus miedos y conflictos al decir: Mas  
no: María busca su protección, los impulsos ideales solo encuentra  
asidero en la protección de María.  
Quiero más, que me des seguro albergue,  
De tu Hijo Sacrosanto en el costado,  
Do la vida dejar me sea dado,  
Reclinado en su seno paternal.  
Se corta el círculo del sufrimiento por el goce supremo que  
brinda el espíritu cristiano. La tensión anímica adquiere una celestial  
profundidad conectada la madre: María y un padre Cristo, los que  
se enlazan emotivamente con lo perdido al pedir una casa segura.  
La poeta está pidiendo la muerte y ser recibida en el seno paternal,  
un sentimiento noble de insatisfacción de su realidad. Albergan sus  
versos una notoria influencia de Dolores Veintimilla cuando decía:  
Te arrancaré del pecho corazón”, vivió experiencias similares a la  
poeta lojana.  
El poema de la escritora en lo que respecta a la construcción  
versal tiene las características de la métrica del tiempo, así en vez de  
donde anota do. El uso repetitivo de la símil como también de la Y  
polisíndeton de la retórica de la época, versos de rima asonantada  
en todas las estrofas del segundo con el tercer verso. El poema En el  
campo de Rosario Carrión Burneo ha sido tomado de la revista  
Mujer Quito julio 1905 dirigida por la periodista y poeta Zoila Ugarte  
de Landívar del archivo de la Biblioteca Nacional de Ecuador “Eu-  
genio Espejo”.  
La escritora lojana Rosario Carrión Burneo se vinculaba con  
círculos poéticos del país, como las poetas Carolina Febres Cordero  
de Arévalo, Lucrecia Montalvo, Isabel D. Espinel, Dolores Sucre,  
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Delia C. de González, Mercedes G. de Moscoso, Ana María Albor-  
noz, María Natalia Vaca, Clorinda M. Chiriboga, distinguidas poetas  
y narradoras que se reunían para publicar sus obras. Estas activida-  
des constituían la vida intelectual de la mujer, eran ecuatorianas ad-  
mirables que llegaban a periódicos y revistas de la época de corta  
duración en un estado de religiosidad imperante que solo se permitía  
temas vinculados a la religión católica por ser considerados no aptos  
para la mujer.  
La investigación sobre la poeta Rosario Carrión Burneo ana-  
liza las estructuras sociales-ideológicas dentro del proceso de su ubi-  
cación temporo-espacial que corresponde a un grupo de mujeres  
que, por sus planteamientos generales se insertan en el panorama  
generacional romántico siendo su precursora Dolores Veintimilla de  
Galindo con su poesía altiva frente a la injusticia y el poder, bastó a  
su poesía ser sincera para ser grande. Rosario Carrión Burneo nace  
poco después de la muerte de Dolores y vive en Cuenca en la misma  
época de los escritores románticos Luis Cordero, César Borja, Pablo  
Hannibal Vela, Juan Abel Echeverría, Quintiliano Sánchez, Mercedes  
González Moscoso, Miguel Ángel Albornoz, Dolores Sucre, Félix Va-  
lencia, Julio Matovelle, José Modesto Espinoza, Luis Cordero Dávila,  
Antonio Toledo, para mencionar algunos en el contexto ecuatoriano  
de la lírica romántica.  
La poesía romántica de Rosario Carrión Burneo de corte in-  
timista se construye interactuando su intelecto y sentimiento como  
compensando la tristeza de los días que ignoran sus pesares, de  
pronto al crear imaginando mundos subjetivos con ansias de libertad  
provoca un escape del tiempo que le tocó vivir, en una sociedad pa-  
triarcal (obscura realidad). Ofrece un mundo que debe ser comuni-  
cado, responde a su imaginación, fantasía, ensueño. Pone en cuestión  
el pasado que ha coartado las invenciones poemáticas que han per-  
manecido quietas, en silencio sin ser valoradas a la espera de alguien  
con inquietudes sobre la teoría histórica desempolve su nombre y  
entregue a la ciudad que la vio nacer. Una mujer de palabra senci-  
llamente poética que recién comienza a gobernar el corazón de lec-  
tores, poetas, historiadores, terminando con sus antiguos sepultu-  
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Susana Álvarez Galarza  
reros, al ser restituido su nombre descubriendo a la mujer poeta que  
no ha sido vinculada a la poética lojana. Ahora lo hacemos como un  
homenaje a los cien años de su muerte.  
Bibliografía  
CARRIÓN BURNEO, Rosario, “En el campo de Rosas y Violetas” en Revista La  
Mujer, N°3, Imprenta de la Sociedad Gutenberg, Quito, 1905.  
SCHOPENHAUER, Arthur, El amor, las mujeres y la muerte, el Aleph.com, 2000.  
SCHOPENHAUER, Arthur en: Luciano Sáliche, “Schopenhauer y esa extraña  
voluntad que llamamos amor”, Infobae, 2018. Ver en: https://www.info-  
bae.com/america/cultura-america/2018/02/22/schopenhauer-y-esa-ex-  
trana-voluntad-que-llamamos-amor/(17-01-2021).  
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 418–430  
430  
La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Álvarez Galarza, Susana,  
En la sombra de los laberintos del olvido y el tiempo", Boletín de  
"
la Academia Nacional de Historia, vol. XCVIII, Nº. 204, julio -  
diciembre 2020, Academia Nacional de Historia, Quito, 2021,  
pp.418-430