La libertad de opinión y de prensa
en las constituciones ecuatorianas del sigloXIX
nes en defensa de los Principios Católicos” y “En Defensa de los
Principios Republicanos”; fustigó la política anticlerical del dictador
y la ruptura del concordato suscrito el 26 de septiembre de 1862,
entre el Ecuador y la Santa Sede.
En las “Exposiciones en defensa de los principios católicos”,
González Suárez evidencia su ímpetu de agudo polemista, al mani-
festar:
El Ecuador es Nación enteramente católica; pues todos sus miembros
sin exclusión ni de uno solo, son hijos de la Iglesia: Es verdad, que
ahora unos pocos se manifiestan rebeldes a la autoridad de ella, al paso
que el pueblo entero permanece fiel y sumiso.
Los católicos profesamos como Dogma de Fe, la obediencia a las auto-
ridades establecidas, sean o no legitimas. Por lo tanto, la oposición ni
vendrá, ni podrá venir del Partido Católico contra vuestro poder: De-
béis tenerla del partido Liberal demagógico, que enseña y profesa el
principio terrible de la Insurrección. Los católicos os obedeceremos en
todo, en todo, menos en lo que se oponga a la Ley de Dios, enseñada
por Nuestro Señor Jesucristo y conservada por la Iglesia Católica, Ro-
mana. Mandad lo que queráis; y seréis obedecidos al punto, con tal que
vuestros decretos no sean contrarios ni a la Ley de Dios ni a las dispo-
siciones de la Iglesia.21
Como consecuencia de esta oposición dirigida desde las pá-
ginas de la prensa en contra del dictador, se fue creando un ambiente
propicio para dirigir la revolución en su contra, el cual vino a radi-
calizarse a partir del 26 de marzo de 1882, cuando debía culminar su
periodo de gobierno y en vez de dar paso a la sucesión presidencial,
Veintimilla se proclama otra vez dictador.
La prensa se radicalizó en contra de Veintimilla, una vez que
se proclamara nuevamente jefe supremo y consecuencia de ello, la
agitación revolucionaria en contra del régimen oprobioso, comenzó
espontáneamente a surgir, a pesar de la brutalidad con la que el dic-
tador reprimía a quienes ·consideraba sus enemigos políticos.
Para tener una idea de lo antes mencionado, basta leer el co-
mentario publicado en el periódico La Unión, el 1 de abril de 1882,
21 Federico González Suárez y la polémica sobre el Estado laico, ediciones B.C.E y la Corporación edi-
tora nacional, Biblioteca básica del pensamiento ecuatoriano, Quito, 1988, p. 114.
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 433–464
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