Historia de Zámbiza
Continuando con la documentación sobre la tenencia de la
tierra en la parroquia de Zámbiza, diremos lo siguiente:
En la hacienda Carretas, términos del pueblo de Cotocollao,
el 9 de octubre de 1801, en la casa de su hacienda, doña Ana de Agui-
rre, vecina de Quito, esposa del capitán don Pablo Martínez, dice
que, con expreso permiso de su marido, es albacea de la testamenta-
váez, una de cuyas bisnietas casó con el bisnieto de don Mariano Larrea, propietario de la
hacienda Llano Grande: En 1809, don Antonino Narváez remató la cobranza de Diezmos de
Guaca (Ibarra) en 700 pesos (AN, Notaría 1°, Juicios, caja 255, 1809-1810, exp.26). Don Anto-
nino Narváez, junto con Fray Manuel de Valdospinos, en 1818, fundaron La Paz, en la Pro-
vincia del Carchi -cuya gruta es un sitio turístico- por lo que una calle de La Paz lleva el
nombre de don Antonino Narváez, quien fue propietario de la hacienda Pisán, ubicada junto
a la hacienda Rumichaca. Fue su hija legítima: Visitación Narváez Recalde, casada con Santos
José Cevallos. Hijo: Juan Antonio Cevallos Narváez, nacido en San Antonio de Ibarra por
1867, fallecido en 1926, casado con Rosa Merino Chávez (hija de Juan Merino Miranda, Te-
niente Político de La Paz, y Matilde Chávez). Hija: Flora Clelia Cevallos Merino, nacida en
La Paz en 1907, casada en Riobamba en 1933 con don Ángel María Larrea Segovia (bisnieto
de don Mariano de Larrea). Hijo: Don César Augusto de Larrea Cevallos, nacido en Rio-
bamba en 1944, casado en Quito en 1967 con la Licenciada Zafiro Proaño Muriel. Hijo: Li-
cenciado Gregorio César De Larrea Proaño, nacido en Quito en 1968, autor de este escrito.
Don Mariano de Larrea Villarroel fue pariente próximo de don Pedro Lucas de Larrea León,
vecino de Riobamba y de Chambo, quien testó dos veces; la primera, en Quito, el 17 de Mayo
de 1799, ante Ramón de Maya. Como datos interesantes, en dicho testamento dice que don
Pedro Lucas de Larrea y León era propietario de la hacienda Chuglín, heredada de sus pa-
dres, que incluía la hacienda Titaicún; ambas haciendas tenían impuestos 5000 pesos, cuyos
réditos cobraba su sobrino don Juan de Larrea y Villavicencio, Prócer de la Independencia.
Además, don Pedro Lucas de Larrea y León poseía una hacienda en Colta, que estaba a
censo, siendo el capellán otro de sus sobrinos, el Doctor don Domingo de Larrea y Villavi-
cencio, quien gozaba de sus réditos.
Decía que sus hermanos, los Doctores don Ambrosio y don Joaquín de Larrea y León, ex je-
suitas expulsados de la Real Audiencia de Quito, heredaron de sus padres la hacienda Chu-
quipogio y el obraje de Santa Catalina del Gavico. Ambos jesuitas encargaron a su apoderado
y hermano, don Pedro Lucas de Larrea y León, que cuide de sus caudales en la Real Audien-
cia de Quito, por lo que manejó dichas haciendas, hasta que los dichos jesuitas ordenaron
que se las entregue a su hermano don Gregorio de Larrea y León (Padre del Marqués de San
José).
Declaraba que debía 315 pesos 2 reales a su sobrino don Juan de Larrea y Villavicencio.
Como compensación económica por una deuda con ellos, deja algún dinero a sus hermanos
don Ramón de Larrea y León, y don Gregorio de Larrea y león, y a los hijos y nietos de don
José de Larrea y León (+), su hermano. (AN, Protocolos, 1799, ante Ramón de Maya).
Por otra parte, en Quito, el 7 de Marzo de 1797, el Doctor don Domingo de Larrea y Villavi-
cencio, cura de Cayambe, otorga poder general a don Pedro Tobar, vecino de Guaranda, para
que se muestre como parte en el remate de la hacienda Casayche, que quedó por muerte de
don Ramón de la Puente, en la que pesan 6000 pesos de principal, de don Domingo de Larrea
y Villavicencio, impuestos por Sebastián Rodríguez de la Parra. Don Pedro Tobar debía cui-
dar que en el remate no se pierdan los 6000 pesos de la capellanía que pertenecía a don Do-
mingo de Larrea y Villavicencio.
BOLETÍN ANH Nº 204–Vol XCVIII • 467–496
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