Los nexos masónicos del siglo XIX
en la política iberoamericana y ecuatoriana
dor. Rocafuerte dice. “La secularización del colegio Buena Ventura ha
sido una medida muy sabia”.153 Olmedo, en cambio dice: “El colegio se
ha hecho seminario; es decir se acabó la esperanza de tener una juventud
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ilustrada” . La posición anticlerical de Olmedo y Rocafuerte son
bien definidas, Flores empieza a tener ciertas preferencias por el en-
foque educativo religioso.
Como Gobernador de Guayaquil, Rocafuerte, se entrevistó
con la autoridad eclesiástica para informar y advertir acerca de los
decretos constitucionales de la reforma eclesiástica, dice: “El Obispo
se enardeció al oírme decir que era llegado el tiempo de cerrar los conventos
menores y de convertirlos, en mayor utilidad del público y dignidad de la
religión, en hospitales, hospicios, casas de huérfanos, y establecimientos de
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beneficencia...Y no tenga Ud. cuidado que yo ejecutaré lo que mande”.
Rocafuerte sugiere a Flores poner atención en la educación
del puerto, dice: “A Olmedo le toca ser el Director de Estudios de Guaya-
quil”.1 Además, Rocafuerte gestionaba la creación de un colegio
para Guayaquil: “Por fin se ha arreglado el modo de llevar a cabo el esta-
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blecimiento del Colegio que se abrirá el próximo febrero”.
Debido a los decretos sobre la reforma del clero, dados en su
gobierno, Flores tiene frecuentes contactos con las dignidades de la
iglesia que, poco a poco, variarán su criterio. En cambio, sus amigos
porteños muestran siempre aversión a su influencia en los asuntos
políticos, piensan que no deberían intervenir porque consideran ésta
una actividad poco digna de su oficio de tan alto nivel espiritual. Por
lo tanto, se oponen a las intrigas, a los sobornos y maquinaciones en
busca de un poder paralelo en lo material. Oponerse a la Institución
Eclesiástica y a lo que ella representaba era muy, muy difícil porque
en su molde estaban formadas todas las estructuras sociales.
En una carta dirigida a Flores, Rocafuerte se expresa así:
“Como los clérigos de Cuenca, de acuerdo con los de aquí y de Quito son
153 Olmedo a Flores, Guayaquil 13-III-1839, Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p. 274
154 Carlos Landázuri, op., cit. T.I, Doc. 212, 17-IV-1839, p. 415
155 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 10-V-1839; T.I, Doc.214, p.423
156 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 8-V-1839; T.I, Doc.215, p.426. Cfr. Rocío Rosero Já-
come, op., cit., p. 274.
157 Carlos Landázuri, Epistolario, Guayaquil, 19-I-1842; T.II, Doc.345, p.723. Cfr. Rocío Rosero
Jácome, op., cit., p. 275
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219
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