BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCV  
Nº 198  
Julio–diciembre 2017  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
DIRECTOR:  
Dr. Jorge Núñez Sánchez  
SUBDIRECTOR:  
SECRETARIO:  
TESORERO:  
Dr. Franklin Barriga López  
Ac. Diego Moscoso Peñaherrera  
Hno. Eduardo Muñoz Borrero  
Mtra. Jenny Londoño López  
BIBLIOTECARIA-ARCHIVERA:  
JEFA DE PUBLICACIONES:  
Dra. Rocío Rosero Jácome  
RELACIONADOR INSTITUCIONAL: Dr. Vladimir Serrano Pérez  
BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCV  
Nº 198  
Julio–diciembre 2017  
©
Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
e-ISSN Nº 2773-7381  
Portada  
Monumento a Vicente Rocafuerte  
en la ciudad de Guayaquil  
Diseño e impresión  
PPL Impresores 2529762  
Quito  
landazurifredi@gmail.com  
enero 2019  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. XCV – Nº. 198  
Julio–Diciembre 2017  
LOS NEXOS MASÓNICOS DEL SIGLO XIX  
EN LA POLÍTICA IBEROAMERICANA Y ECUATORIANA  
DEL PRIMER LIBERALISMO  
Rocío Rosero Jácome1  
Resumen  
Los masones han influido en los movimientos históricos a  
través de sus ideas, valores y objetivos en los periodos revoluciona-  
rios de la modernidad a través de las constituciones políticas de los  
Estados europeos y americanos, en el paso de Estados absolutistas a  
federalistas y republicanos, con impactos económicos y sociales.  
Estas ideas fueron aplicadas en la parte noroccidental de América  
del sur con Bolívar y San Martín y más tarde, en la política ecuato-  
riana con Olmedo, Flores y Rocafuerte.  
El tema de la masonería en el Ecuador, en diversas épocas,  
ha causado polémica. En los libros de historia nacional se encuentran  
referencias peyorativas acerca de su malignidad y nefasta influencia.  
Como investigadora de Historia me interesó este tema, busqué saber  
qué era esta entidad, nunca encontré la respuesta en las publicacio-  
nes nacionales; sin embargo, a través del estudio de José Joaquín Ol-  
medo, pude encontrar el hilo conductor para aportar y llenar un  
vacío en la visión de la historia del país, en la conformación del Es-  
tado.  
Este ensayo revisará los siguientes aspectos: 1) Antecedentes;  
) Los primeros años del siglo XIX; 3) La sociedad de las ideas en las  
2
Cortes de Cádiz: la libertad; 4) Los librepensadores de Cádiz en  
1
Miembro de Número de la Academia Nacional de Historia, Magister en Docencia para Insti-  
tuciones de Educación Superior, Doctora en Historia, Licenciada en Ciencias de la Educación,  
Historia y Geografía, Miembro de la Red de Historiadores Latinoamericanistas, AHILA, de la  
Asociación de Estudios Interamericanos IAS, Miembro Correspondiente de la Sección de An-  
tropología de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y de la Academia Nariñense de Historia. Do-  
cente de la Universidad Internacional del Ecuador, Escuela de la Diplomacia.  
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América y el Ecuador, 5) La formación de logias y proyectos consti-  
tucionales liberales; 6) Una logia de Guayaquil expande su influencia  
al país; 7) Bolívar en la escisión liberal y formación de tendencias; 8)  
Olmedo, fundador civil de la Republica; 9) Las influencias externas  
en la primera administración Floreana; 10) Las contradicciones re-  
gionales internas entre los grupos liberales; 11) Las crisis al interior  
de las logias e influencia de la iglesia; 12) Rocafuerte, aplicación de  
las ideas masónicas en la reforma eclesiástica y la educación; 13)Las  
influencias externas y las rupturas de las logias internas;14) Las am-  
biciones y el ocaso de Flores.  
Palabras clave: José Mejía Lequerica, José Joaquín Olmedo, Cortes  
de Cádiz, Vicente Rocafuerte, Simón Bolívar, San Martín, Juan José  
Flores, Liberalismo, Conservadurismo.  
Abstract  
Freemasons have influenced historical movements through  
their ideas, values and objectives in the modern revolutionary  
periods through the political constitutions of European and  
American states, in the transition from absolutist to federalist and  
republican states, with economic and social impacts. These ideas  
were applied in the northwestern part of South America with Bolívar  
and San Martín and later, in Ecuadorian politics with Olmedo, Flores  
and Rocafuerte.  
The issue of Freemasonry in Ecuador, at different times, has  
caused controversy. In the national history books are pejorative  
references about their malignancy and harmful influence. As a  
researcher in History I was interested in this topic, I sought to know  
what this entity was, I never found the answer in national  
publications; However, through the study of José Joaquín Olmedo, I  
was able to find the common thread to contribute and fill a gap in  
the vision of the history of the country, in the conformation of the  
State.  
This essay will review the following aspects: 1) Background;  
) The first years of the nineteenth century; 3) The society of ideas in  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
the Cortes of Cádiz: freedom; 4) The freethinkers of Cádiz in America  
and Ecuador, 5) The formation of lodges and liberal constitutional  
projects; 6) A lodge in Guayaquil expands its influence to the  
country; 7) Bolívar in the liberal split and trend formation; 8)  
Olmedo, civil founder of the Republic; 9) External influences in the  
first Floreana administration; 10) The internal regional contradictions  
between the liberal groups; 11) Crises within the lodges and  
influence of the church; 12) Rocafuerte, application of Masonic ideas  
in the ecclesiastical reform and education; 13) External influences  
and ruptures of the internal lodges, 14) The ambitions and the  
decline of Flores.  
Keywords: José Mejía Lequerica, José Joaquín Olmedo, Cortes of  
Cádiz, Vicente Rocafuerte, Simón Bolívar, San Martín, Juan José Flo-  
res, Liberalism, Conservatism.  
Antecedentes  
La Masonería aparece en Londres hacia 1717 en el día de San  
2
Juan , como una respuesta ilustrada a las luchas fratricidas hasta  
3
antes del gobierno republicano de Cromwell ; esta organización se  
encontraba imbuida de un espíritu racionalista y con una gran aver-  
2
3
Es uno de los importantes santos del cristianismo que es celebrado en dos fechas diferentes:  
una el 24 de junio, que es la más conocida; y otra, el 29 de agosto, fecha de su martirio, que  
acostumbra a celebrar la Iglesia, identificada la muerte como el nacimiento a la vida eterna.  
https://www.religionenlibertad.com/blog/37368/de-la-fiesta-de-san-juan-bautista-que-cel-  
ebramos-hoy.html (23-10-2018)  
El 7 de febrero de 1646, fue abolida la monarquía para dar paso al régimen político republicano  
denominado “Commonwealth of England” (o “Mancomunidad de Inglaterra”). Este cambio  
político se inició en 1642 con varias oleadas revolucionarias e inestabilidad social. Oliver Crom-  
well, principal artífice del “Commonwealth”, pasó a convertirse en el Lord Protector de In-  
glaterra entre 1653 a 1658. Rechazó la posibilidad de ocupar el trono y se opuso al régimen  
monárquico, Carlos I, fue derrocado y ejecutado. El Protectorado, bajo su mandato, defendía  
la “libertad de culto” https://descubrirlahistoria.es/2014/02/cromwell-y-la-commonwealth/  
(20-10-2018)  
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Rocío Rosero Jácome  
sión a la escolástica medieval. John Locke es el iniciador de la liber-  
4
tad de conciencia y defendía la tolerancia religiosa y política . Este  
pensamiento se desarrolla en el empirismo de William Ockhan, Fran-  
cis Bacon y Thomas Hobbes. El reverendo James Anderson fue el  
5
autor de la primera y fundamental constitución masónica. La socie-  
dad y fraternidad de Masones, tenía como principios fundamentales  
ser:  
filosófica, filantrópica, progresiva y progresista, destinada a trabajar  
por el advenimiento de la justicia la solidaridad y la paz de la huma-  
nidad mediante el perfeccionamiento individual a través del estudio,  
la ciencia, la cultura, la búsqueda de la verdad, la práctica de la virtud,  
a través de ejercer la solidaridad, para alcanzar el progreso moral, in-  
telectual, social y material, de la humanidad, sin imponer convicción  
religiosa determinada y su lema es la: Libertad, Igualdad y Fraterni-  
dad.6  
Esta sociedad no tuvo graves conflictos en Inglaterra debido  
a su anterior proceso transformador político-religioso en época de  
Enrique VIII, que reformó la iglesia, separándola de la tutela papal  
y, en 1531, se hizo reconocer por el parlamento como jefe supremo  
de la iglesia anglicana.7  
La masonería fue duramente combatida en Francia, Italia,  
Portugal, Alemania, España y en los países latinoamericanos, donde  
la iglesia católica tenía señorío espiritual, influencia y decisión polí-  
tica y administrativa, en síntesis, el poder. De allí que esta organiza-  
ción tenga el carácter de secreta para proteger a sus miembros.  
La persecución a la masonería fue encarnizada mediante en-  
cíclicas papales. En el período que nos interesa, fueron expedidas  
8
por Clemente XII en 1738, Benedicto XIV en 1751, Pío VII, en 1814 y  
4
El 24 de junio de 1717, se formó en Londres la Gran Logia de Inglaterra para compactar cuatro  
logias de miembros exclusivamente profanos. Dos pastores protestantes: James Anderson y  
Teofilo Desaguliers, redactaron las constituciones. En 1723 fue publicada la primera edición  
de las Constituciones de Anderson, y se convirtió en la carta magna de la masonería universal  
hasta nuestros días. https://masoneriabarcelona.com/historia/ (19-10-2018)  
Eugen Lennhoff, Los Masones ante la Historia, p.39.  
Ibídem., pp. 42-43.  
Enrique García: Historia Moderna y Contemporánea, p.36  
En 1751 apareció la encíclica Providas, de Benedicto XIV, condenatoria de la Masonería, En  
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en la política iberoamericana y ecuatoriana  
León XII en 1825 y Pío IX en 1845, donde se condenaba la masonería  
y prohibía a los católicos su asociación bajo la pena de excomunión  
9
con el agravante de no tener el beneficio de la absolución.  
La Masonería fue conocida también con el nombre de “Arte  
Real” porque a ella se asociaban reyes, príncipes, nobles, y burgueses  
de destacadas y brillantes capacidades, circunstancia que define la  
historia, coma la época del “Despotismo Ilustrado” - “Todo para el  
10  
pueblo pero sin el pueblo”.  
El siglo XIX, los primeros años  
En el Siglo XIX la masonería, por sus ideales racionalistas,  
cobra adeptos en Europa y América a pesar del riesgo, por las res-  
tricciones del poder Estado-Iglesia, sigue consolidándose y vigori-  
zándose mediante la constitución de redes de intercambio filosófico  
que, poco a poco, devinieron en frentes políticos que ofrecieron nue-  
vos modelos asociativos globales en torno a una estructura corpora-  
11  
tiva jerárquica dada por el conocimiento: Las logias . Estas  
sociedades de pensamiento llamadas clubes o logias estructuraban  
España prendió la Inquisición a los masones. Fernando VI desterró a todos los masones como  
culpables de alta traición. La Inquisición portuguesa escribió sangrientos capítulos de la his-  
toria de la Masonería. Alas Logias pertenecieron altos dignatarios eclesiásticos católicos. Hubo  
Logias compuestas casi exclusivamente por clérigos. http://www.granlogiaesco cista.org/an-  
timasoneria.htm (18-10-2018)  
9
1
Ángel Sánchez: Relatos: Misterios y Privilegios de la Masonería, pp.36-37.  
0 “Todo para el pueblo pero sin el pueblo“,alude a un poder casi absoluto del gobernante y  
que brinda a su pueblo aquello que necesita. El Despotismo Ilustrado fue la forma predilecta  
de gobierno en el siglo XVIII. Los monarcas establecían reformas legales, sociales y educati-  
vas inspiradas en “La Ilustración”. Destacan Federico II (el Grande), Pedro I (el Grande), Ca-  
talina II (la Grande), María Teresa, José II  
y Leopoldo II. Instituyeron reformas  
administrativas, tolerancia religiosa y desarrollo económico, pero no propusieron reformas  
que minaran su soberanía o interrumpieran el orden social. https://www.lifeder.com/todo-  
para-pueblo-sin-pueblo/ (19-10-2018)  
1 La logia es una sociabilidad pluriformal, posee un marco normativo, tiene una funcionalidad  
múltiple (es educativa, es espiritual, es cultural o política), también es un lugar en donde el  
simbolismo elabora una apropiación del espacio y al que sólo se accede por medio de unos  
rituales. En la logia se practica una fraternización, se llevan a cabo actividades más lúdicas  
1
—como los ágapes— después de cada «tenida» (nombre que designa las reuniones de una  
logia).  
Luis P. MARTÍN “Las logias masónicas. una sociabilidad pluriformal”, Université Biaise Pas-  
cal. Clermont-Ferrand II, Hispania LXIII/2, 2003, p.525 Disponible en: http://hispania.revis  
tas.csic.es/index.php/hispania/article/viewFile/223/226 (21-10-2018)  
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Rocío Rosero Jácome  
nuevas formas de organización de lo social, ya no centradas en im-  
perios, monarquías ni reinados, sino en el individuo, como actor po-  
lítico y social. Estas agrupaciones eran centros educativos especula-  
tivos de formación del individuo ciudadano, es decir, del ejercicio  
de la política moderna.  
Al decir del escritor Furet: “La sociedad de ideas está caracteri-  
zada por el hecho de que cada uno de sus miembros tiene una relación con  
las ideas, con los fines…estas sociedades anticipan el funcionamiento de la  
12  
democracia” y así se da la ruptura con el absolutismo para la crea-  
ción de Estados Unidos de norteamérica, la revolución francesa para  
la creación de república y de los estados americanos.  
Las crisis del Siglo XVIII sobrepasaron al Siglo XIX y entre  
ellas, la ocupación del territorio español por el expansionista Napo-  
león. España pierde libertad de acción en su política internacional.  
La España absolutista de comienzos del Siglo XIX era de base cam-  
13  
pesina con 90% de analfabetismo. A la España Ilustrada pertenecía  
un escasísimo porcentaje poblacional que formaba parte de las “So-  
ciedades Económicas de Amigos del País” su portavoz fue Don Gas-  
par Melchor de Jovellanos autor del informe sobre la Ley Agraria,  
que a partir de 1794 fue incluida en el índice romano de libros pro-  
hibidos.1  
4
Para 1808 Napoleón convoca a Bayona, a la nobleza espa-  
ñola, y a los nobles encargados de aprobar una Constitución que  
ligue España a Francia. Concurrieron los Consejos de Indias, de Cas-  
tilla, de la Inquisición, del Ejército y la Hacienda. La mayoría de los  
asistentes españoles eran partidarios de la Ilustración entre ellos Jo-  
vellanos que se negaron a colaborar con los franceses, a pesar de las  
similitudes ideológicas. España y todos los representantes de los te-  
rritorios ultramarinos hispanoparlantes se unen en Cádiz, en cortes  
ante el atropello francés.  
El Clero se dividió desde sus más altas estructuras y el 24 de  
Septiembre de 1810 Don Diego Muñoz Torrero eclesiástico liberal,  
1
2 François Furet, “Pensar la Revolución Francesa”, en: Protestantes, Liberales y Francmasones,  
p.3.  
13 Historia Universal Contemporánea, Vol. I, p.538  
14 Considerada atentatoria a los privilegios terratenientes de la nobleza y alta burguesía. Marcos  
Gándara Enríquez, Espíritu y Obra de las Cortes de Cádiz, p.68.  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
Rector de la Universidad de Salamanca, portavoz del grupo liberal,  
había tomado la iniciativa política a nombre del Consejo de Regencia  
y del rey cautivo, de asumir la soberanía nacional y, como acción ini-  
cial, anuncia que la principal tarea de las Cortes de Cádiz será la rees-  
tructuración del Estado sobre la base de tres poderes independientes.  
Esta reunión tuvo la virtud de crear conciencia nacional en los ilustra-  
dos españoles que les llevaría a la promulgación de la más progre-  
15  
sista y completa Constitución Nacional, la de Cádiz.  
Sin embargo, otra parte de la nobleza pide la obediencia a  
Napoleón; la rebelión cunde, se proclama el honor e identidad espa-  
ñoles. La iglesia y el clero accionan durante la época de la Indepen-  
dencia del poder francés, cuando plazas y púlpitos y los mismos  
confesionarios servían para incitar al pueblo a la guerra sin cuartel  
16  
contra los franceses, por ilustrados y causantes de la invasión. Se  
fomenta un nacionalismo religioso y fanático desde el ala conserva-  
dora de la Iglesia.  
El grupo religioso conservador ve en ésta una oportunidad  
para atacar duramente las ideas de la Ilustración y, desde diferentes  
ángulos, a la masonería, calificando la organización de “Secta In-  
fame”. “Los masones estorban la paz del mundo y prepararon la opresión  
y aniquilamiento de los pueblos creyentes (…) Su liberalismo ha minado el  
17  
principio de autoridad conduce al caos”.  
Esta fase de España es expuesta por los puntos de vista de  
algunos estudiosos: Stanley Payne afirmó que: “No hubo una sola pro-  
vincia en todo el país que no produjera por lo menos una banda de guerri-  
lleros mandado por un cura o un fraile. No había ocurrido antes en ninguno  
18  
de los países ocupados por las fuerzas napoleónicas”  
15 Manuel Pérez Ledesma, “Las cortes de Cádiz y la sociedad española”, Ayer, nº 1, 1991, pp.  
167-206.; Antonio Moliner Prada, “El antiliberalismo eclesiástico en la primera restauración  
absolutista (1814-1820)”, Hispania Nova, nº 3, 2003, pp. 51-74; Juan F. Fuentes Aragonés, “Las  
Cortes de Cádiz: Nación, soberanía y territorio”, Cuadernos de Historia Contemporánea, nº 32,  
2010, pp.17-35. Miguel Artola, La España de Fernando VII. La Guerra de la independencia y los  
orígenes del constitucionalismo, H.E.R.M.P., t. XXXII, Espasa-Calpe, Madrid, 1996; Isabel Bur-  
diel y Mª. C.Romeo, “Los sujetos en el proceso revolucionario español del siglo XDC: el papel  
de la prosopografía histórica”, Historia contemporánea, nºs 13-14, 1996, pp. 159-165  
6 Marcos Gándara, Idem., p.73  
7 Eugen Lennhoff, Los Masones ante la Historia, p.240  
8 Stanley Payne, El Catolicismo Español, p.99  
1
1
1
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Rocío Rosero Jácome  
El historiador francés J.R. Aymes dice: “…transforman la cons-  
19  
piración contra el invasor en cruzada contra el ateísmo y la heterodoxia”.  
Carlos Marx puntualiza que el movimiento anti francés fue: “... su-  
persticioso y fanático al defender la Santa Religión contra lo que se llamaba  
20  
el ateísmo francés o la destrucción de los privilegios de la Iglesia Romana”.  
Todas estas opresiones al movimiento liberal explican por  
qué en España los masones nutrieron sus filas como defensores de  
la libertad y se convirtieron en los estandartes de la democracia y del  
21  
libre pensamiento . Esta circunstancia provoca reacciones dispares  
en los territorios ultramarinos donde las ideas liberales tenían ya sus  
centros de formación filosófica.  
Quito es un ejemplo a través del “Manifiesto” de la Junta Su-  
prema el 10 de Agosto de 1809, expone que la nación (España) está  
anarquizada por la prisión del rey, que había desaparecido la junta  
que le reemplazaba, por lo tanto, la soberanía había vuelto al pueblo.  
Para los quiteños, los gobernantes españoles habían perdido su au-  
22  
toridad. Quito es considerada desleal y conspiradora, sufre la dura  
represión española, el 2 de Agosto de 1810, mediante la masacre de  
sus más ilustres miembros.  
En las Cortes de Cádiz José Mejía defiende la actuación li-  
bertaria de Quito y rechaza el asesinato de los liberales revoluciona-  
rios, pide explicaciones a las autoridades de Quito, producto de sus  
2
3
elocuentes reclamos fue cambiado el presidente de la Audiencia  
Mejía era el ardoroso líder del grupo americano que apoyaba las re-  
24  
formas liberales . Pero más efectiva que la represión armada fue la  
campaña del clero contra la independencia que verá en los ideales  
25  
libertarios aquellas doctrinas “impías” , siendo la bandera de lucha  
1
2
2
9 J.R. Aymes, La Guerra de la Independencia en España, p.24  
0 Carlos Marx, Escritos sobre España, p.25  
1 Desde 1808 hasta 1814 se establecieron en la península 24 logias, de las cuales 14 eran de fran-  
ceses y 9 de españoles, estas últimas en 1809 fundaron el Gran Oriente español, en: José An-  
tonio Ferrer Benimeli , Masonería española contemporánea, Vol. I, Cfr. Felipe Santiago  
del Solar, “Masones y Sociedades Secretas: redes militares durante las guerras de indepen-  
dencia en América del Sur “, Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers  
2 Gabriel Cevallos García, Obras Completas; T.III, p.236.  
2
2
3 Ana Luz Borrero Vega, “José Mejía Lequerica y José Joaquín Olmedo”, en: Voces americanas  
en las Cortes de Cádiz: 1810-1814, pp. 215-216.  
24 Alfredo Flores y Caamaño, Don José Mejía Lequerica en las Cortes de Cádiz (o sea el principal de-  
fensor de los intereses de la América en la más grande asamblea de la Península) p. XVIII.  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
de los liberales europeos, que arremetieron contra el catolicismo os-  
curantista y feudalizante del Siglo XVIII. Los insurgentes quiteños y  
americanos evitaron denominarse liberales y se autocalificaron “pa-  
26  
triotas.” Guayaquil no participó en el pronunciamiento quiteño, lo  
rechazó vivamente; había obtenido buen trato en su comercio y flo-  
recía la exportación de cacao, gracias a la real ordenanza del 12 de  
27  
Enero de 1804. Su situación era boyante. Quito, sin embargo, pro-  
mulga la Constitución del Estado de Quito el 15 de febrero de 1812, un  
28  
mes antes que la Constitución española liberal de Cádiz . Celiano  
Monge, advierte que “Quito es el primer Estado independiente y so-  
29  
berano”. La autoría del texto se atribuye al presbítero y profesor de  
30  
Filosofía Miguel Antonio Rodríguez  
La sociedad de las ideas en las Cortes de Cádiz: la libertad  
La coyuntura internacional de las Españas, por la acción im-  
perialista de Napoleón, a partir de 1804, exige la presencia de los re-  
presentantes preclaros de la nación para su defensa. Las Cortes de  
Cádiz representaban la voluntad de resistencia del pueblo español  
al invasor francés y este organismo colegiado era el que puntualizaba  
las ideas de reforma. El interés de los ilustrados españoles era: la li-  
mitación del poder real, la participación en el proceso legislativo, los  
31  
derechos individuales, los cambios sociales. La soberanía nacional,  
32  
proclamada por las Cortes el 24 de Septiembre de 1810, constituye  
un hito fundamental en el proceso de toma del poder.  
25 Gracias al Patronato Real los clérigos formaban parte de la burocracia colonial dirigida y re-  
munerada por la corona.  
6 Enrique Ayala, Lucha Política y Origen de los Partidos en Ecuador, p.25  
7 Aurelio Espinosa Pólit, Epistolario, p.322  
8 Constitución del Estado de Quito o “Pacto solemne de sociedad y unión entre las provincias  
que forman el Estado de Quito” Asamblea Nacional, República del Ecuador, 2009-2013,  
Quito, 2012  
2
2
2
29 Ibídem., p. 2  
3
0 Ibídem., p. 77. Cfr. Ekkehart Keeding, Surge la Nación, la ilustración en la Audiencia de Quito,  
p.620 ss.; también Jorge Núñez Sánchez, De la colonia a la república. El patriotismo criollo,  
pp.101, 128-129  
31 Manuel Artola, La Burguesía Revolucionaria, p.31  
3
2 Decreto I, en C.O.D.C., 1811, tomo I. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/porta  
les/constitucion_1812/su_obra_decretos/ (28-10-2018)  
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Rocío Rosero Jácome  
El clero, por su parte, continuaba dividiendo filas. El histo-  
riador Ramón Solís dice: “... fueron en gran parte los hombres que vestían  
sotana los que defendieron con más ardor la postura del pueblo, los que en-  
tendieron con más claridad que la igualdad de derechos había de ser, de ahora  
en adelante, una norma necesaria”.33  
El norteamericano Stanley Payne afirma que la mayor parte  
de los miembros del Clero presente en las cortes estaba formado por:  
liberales salidos sobre todo de las filas medias y superiores y mejor educadas  
34  
del Clero . En sus escritos sobre España Marx y Engels se preguntan  
¿Cómo explicar que el curioso fenómeno de la Constitución de 1812, más  
tarde calificada por las testas coronadas de Europa como la invención más  
incendiaria de espíritu jacobino, surgiera del cerebro de la vieja España mo-  
nacal y absolutista y precisamente cuando aparecía entregada a una guerra  
Santa contra la revolución”. Contesta esta inquietud el pensamiento  
de Gransei, dice: “… era la expresión exacta de las necesidades históricas  
de la sociedad española y no una aplicación mecánica de los principios de la  
revolución francesa”.36  
35  
El intento de las Cortes de Cádiz fue reemplazar el Estado  
absolutista por un Estado liberal burgués estructurado de acuerdo a  
las corrientes ideológicas más avanzadas de la época, estuvo for-  
37  
mada de 246 representantes: 90 del clero, entre ellos, 6 obispos. Las  
38  
cortes se dividieron en serviles,-monárquicos- liberales y americanos .  
José Mejía Lequerica, no sólo fue destacado representante de Cádiz  
sino, que al decir de Fernández de Almagro, se constituyó en el alma  
reformista juntó a Arguelles, Toreno, y Muñoz Torrero, lo que es un  
orgullo para Quito y América.39  
En Cádiz, el 23 de enero de 1812, los diputados firmaron la  
Constitución y fue promulgada el 19 de marzo, popularmente cono-  
40  
cida como “la pepa” Se proclama la soberanía nacional, la división  
3
3
3
3
3
3
3 Ramón Solís, El Cádiz de las Cortes, p. 288  
4 Stanley Payne, El Catolicismo Español, p.100  
5 Marx y Engels, Escritos sobre España, p.57.  
6 Antonio Gransei en: “Marcos Gándara Enríquez”, Espíritu y Obra de las Cortes de Cádiz; p.84.  
7 Marcos Gándara Enríquez, Espíritu y Obra de las Cortes de Cádiz, p.77.  
8 María del Mar, Alarcón Alarcón, “Antiliberales en el escaño durante las Cortes de Cádiz  
(
1810-1813)”, Hispania, 77/256 (Madrid, 2017): 349-374. doi: 103989/hispania.2017.010, p.353  
3
9 Marcos Gándara, op., cit., p.79  
40 La Constitución de Cádiz, Una España reformada. http://www.unav.es/biblioteca/fondoan-  
tiguo/hufaexp27/01.html (23-10-2018)  
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176  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
de poderes: Las Cortes para legislar, el rey para ejecutar y los tribu-  
nales de justicia para aplicar. Se estableció la igualdad de los ciuda-  
danos ante la ley, quedaron abolidos los privilegios de origen o de  
estado. Se abolió el tributo de indios, los derechos exclusivos, privativos  
y prohibitivos por la incorporación a la Nación de los Señoríos juris-  
diccionales. Se abolió el impuesto del voto de Santiago, se abolieron  
41  
las mitas . Se abolió el Tribunal de la Inquisición. Se establecía, en  
cambio, la libertad de imprenta, el fomento de la agricultura y la ga-  
nadería, de la instrucción pública, la creación de escuelas de artes y  
42  
oficios, la reforma del régimen aduanero, del penitenciario, etc.  
Los diputados conservadores reaccionarios repudian la obra  
43  
legislativa liberal de Cádiz y piden la restauración del absolutismo.  
Era un grupo de 69 diputados realistas que acudieron a Valencia para  
entregar a Fernando VII, el Manifiesto de los Persas, pidiendo la anu-  
lación de la Constitución, y el 4 de mayo de 1814 el rey firmó el de-  
creto que anulaba toda la obra de las Cortes de Cádiz. Benito Pérez  
Galdós dice que Fernando VII: “… repart mitras y togas, para que no  
44  
quedara sin premio su lealtad”. Todos los extremistas pertenecían al clero.  
Se hace público en Madrid, el 4 Mayo de 1814, el Decreto Ma-  
nifiesto por el cual el rey se niega a firmar la Constitución y retiene el  
poder absoluto. Stanley Payne afirma: “... docenas y acaso centenares  
de clérigos liberales huyeron al exilio y el Santo Oficio se ocupó de la perse-  
cución de la masonería y demás sociedades secretas que se habían convertido  
45  
en soportes del liberalismo”. Las persecuciones a los afrancesados y  
liberales encabezadas por el rey y el clero conservador, no ilustrado,  
46  
sofocaron la vida política intelectual española.  
41 Propuesta de Florencio Castillo de Costa Rica, y José Joaquín Olmedo de Guayaquil cfr. Isabel  
M. Povea Moreno, “La mita minera a debate en el contexto de las cortes de Cádiz (1810-  
1
814). entre viejos esquemas y nuevas concepciones”, p.9  
4
2 Marcos Gándara, op., cit., p. 121.  
Terminadas las Cortes de Cádiz, se eligen nuevos representantes para las Cortes Ordinarias,  
que se reunirían en Madrid. (Vicente Rocafuerte fue acreditado como diputado el 1 de Abril  
de 1814.)  
3 José Luis Comellas, Los primeros pronunciamientos en España (1814-1820), Madrid, 1958. El rei-  
nado de Fernando VII (1814-1833) y la emancipación americana http://www.uchbud.es/  
temas/fernandoVII.pdf (5-10-2018)  
4
4
4
4
4 Benito Pérez Galdós, “Memorias de un Cortesano de 1815”, en: Obras Completas, p.1273.  
5 Stanley Payne, El Catolicismo Español, p.102  
6 Marcos Gándara Enríquez, op., cit., p. 87.  
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177  
Rocío Rosero Jácome  
Los librepensadores de Cádiz en América y el Ecuador  
Terminada la labor de Cádiz, los representantes de la Au-  
diencia de Quito, Olmedo y Rocafuerte, gestionaron en 1813 las pe-  
ticiones del Puerto. José Mejía Lequerica falleció en Cádiz víctima  
47  
de la fiebre amarilla el 27 de octubre de 1813. Jorge Núñez señala  
48  
que su deceso impidió la cárcel o la muerte.  
Tanto Olmedo como Rocafuerte y los otros representantes  
americanos de Cádiz pensaban en una nación grande, en una España  
Europea unida a otra Ultramarina, con los mismos o parecidos inte-  
reses derivados del uso de la misma lengua, la misma religión y si-  
milares costumbres; todo esto, plasmaron a través de la Constitución.  
Parecería entonces obvio, que el aspecto político, económico y social  
podría articularse mejor a través de macro proyectos sociales que be-  
neficiaran, más bien, a colectividades antes que a las personalidades.  
Los dos representantes, en diversas circunstancias, toman contacto  
con la masonería, Olmedo con la Española en 1812 y Rocafuerte con  
la inglesa en 1805.49  
En esta España convulsionada aparece la figura del General  
Francisco Miranda, caraqueño, librepensador, al parecer iniciado en  
50  
Londres, quien comienza a trabajar para que se haga realidad la in-  
dependencia de América. Gozaba de gran prestigio por su destaca-  
4
7 Las Cortes se instalaron en Cádiz el 1 de octubre, y en la sesión del 29 la asamblea conocía  
que el diputado Mejía había fallecido el 27 víctima de la fiebre amarilla. Para la bancada con-  
servadora significó un alivio; pero también para los liberales españoles, pues “Argüelles y  
su partido lo temían más que a todos los diputados juntos”. En sus tres años como diputado  
Mejía aportó con: Reglamento de Comercio, Ley Suprema, Ley sobre Audiencias y Juzgados,  
Código Civil y Penal, sujeción de la Regencia a la Ley, supresión de cargos inútiles, mejora  
de la administración de justicia y respeto a los derechos humanos. Sus ideas y propuestas  
en economía política, educación, administración y progreso en general fueron avanzadas,  
sensatísimas y sólidamente fundadas. Y fueron memorables sus alegatos en favor de la li-  
bertad de imprenta, en contra de tantos abusos y en defensa de los derechos de los ciudada-  
nos españoles de América. http://dbe.rah.es/biografias/12482/jose-mejia-lequerica  
(
18-10-2018)  
4
4
8 Jorge Núñez Sánchez, Las ideas políticas de un quiteño en España, José Mejía Lequerica 1775-1813,  
9 Jorge Núñez Sánchez, “Los Masones piden un Obispado” en: Diario Periódico Hoy, Temas,  
Sección C; 25-II-1993  
5
0 No hay registros certeros de su membresía, lugar y fechas de afiliación, algunos escritores  
señalan que fue en Estados Unidos, otros en Francia e Inglaterra. Se aduce pérdida de docu-  
mentación debido a las guerras.  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
178  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
daactuación militar, su nombre consta en el arco del triunfo de  
5
1
París. Su habilidad diplomática y amplia preparación le valieron  
52  
para ser Consejero de Catalina La Grande en Rusia. Hombre de bie-  
nes de fortuna y contactos con todos los gobiernos europeos. De su  
peculio compró, en Londres, una casa de 3 pisos que la adecuó para  
el funcionamiento de la logia llamada: Gran Reunión Americana y, al  
mismo tiempo, construyó en Cádiz otra logia que se llamó: Los Ca-  
balleros Racionales, o Logia Lautaro, en donde iniciaba como masones  
a los americanos que llegaban a la Metrópoli, previa selección de sus  
cualidades y con el debido sigilo.  
Bajo la dirección de Miranda se hicieron masones los que se-  
rían después los próceres y libertadores de América: Simón Bolívar,  
José de San Martín, Bernardo O’Higgins, José Villamil, José Ante-  
para, Antonio José de Sucre, Vicente Rocafuerte, José Mejía, José Joa-  
quín Olmedo, Simón Rodríguez, León Febres Cordero, Luis  
5
3
Urdaneta, Miguel Letamendi. Además se iniciaron masones Juan  
Pío Montúfar, Jacinto Bejarano, Francisco José de Caldas, Francisco  
54  
de Paula Santander, Antonio Nariño, Andrés Bello entre otros, quie-  
nes a su vez, se encargarían de formar núcleos en las diversas latitu-  
des geográficas americanas de su residencia, bajo el lema:  
Desaparecerá la presión afrentosa de tu cadena y el látigo no morderá más  
55  
tus carnes, serás dueño de tu voluntad y de tu Patria”.  
Formación de logias y proyectos constitucionales liberales  
En América, durante el proceso de la independencia y hasta  
51 Homenaje a Francisco de Miranda en el Arco del Triunfo de París. En:  
http://www.radiomundial.com.ve/article/francisco-de-miranda-fue-homenajeado-en-el-arco-  
de-triunfo-de-par%C3%ADs (27-10-2018)  
5
2 En 1787, Francisco Miranda llegó a San Petersburgo, fue presentado a su Majestad Imperial,  
Catalina II, quien se enamoró de él, llenándolo de halagos y condecoraciones. Miranda vistió  
el uniforme de oficial del ejército zarista, disfrutó del esplendor de la corte y recibió el grado  
de Coronel del Ejército de Coraceros de San Petersburgo. En: Christian Gadea Saguier “Fran-  
cisco Miranda, el padre de la masonería latinoamericana” Blog Los Arquitectos http://lo-  
sarquitectos.blogspot.com/2006/10/francisco-de-miranda-el-padre-de-la.html (21-10-2018)  
3 Ángel Sánchez Guevara, Relatos Misterios y Privilegios de la Masonería, p.86  
5
5
4 Abel Romeo Castillo, “Homenaje del Comité de Olmedo” Diario Periódico El Telégrafo, 20-II-  
1
947.  
5
5 Ángel Sánchez Guevara, op., cit., p.75.  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
179  
Rocío Rosero Jácome  
la primera mitad del siglo, la masonería desempeña un papel muy  
importante. “Estas asociaciones no fueron únicamente un frente antica-  
tólico, sino más bien redes pre-políticas portadoras de ilustración e ideología  
novedosamente moderna basada en la interrelación y cooperación que an-  
tagonizaba con el modelo aristotélico tomista de la sociedad patrimonial sos-  
5
6
tenida por el catolicismo”. Discrepamos parcialmente con el autor  
porque vemos que estas redes son eminentemente políticas.  
Los ideales del librepensamiento sobrepasaron las fronteras  
de los países hispanoamericanos que se crearon. El gran anhelo de  
Miranda fue establecer y consolidar una pan-América libre por sí  
misma, para su auto gestión y desarrollo en lo político, con libertad  
de pensamiento y de culto que lleve a la acción, que implique des-  
57  
hacerse de la dependencia a un poder político localizado en Roma.  
Rocafuerte como tantos otros ilustrados plantea que: “El estableci-  
miento de la federación presupone en las masas populares hábitos de mora-  
lidad que son el resultado de la libertad de cultos, conocimientos rurales o  
industriales aplicados al trabajo bien dirigido que es la fuente de riqueza  
pública y una difusión de ciertos principios liberales que son muy escasos  
entre nosotros”.5  
8
En la práctica, las ideas liberales y la influencia masónica  
chocan con las realidades sociales en toda la América pues el movi-  
miento librepensador tuvo tres diferentes instancias. a) En 1810 las  
ideas libertarias aún no adquirían el carácter de continental y las bur-  
guesías presionaban por su autonomía política. b) La segunda ins-  
tancia se da hasta 1820 en que interaccionan las logias españolas y  
americanas. c) Finalmente de 1820 a 1850 la burguesía retoma el in-  
terés económico autonomista y América se fracciona en repúblicas  
y en cada una aparecen bandos e intereses regionales.  
56 Jean Pierre Bastian, Protestantes., liberales y Francmasones, p.9.  
5
7 las relaciones Iglesia-Estado adquieren una extraordinaria importancia ya que ésta puede  
devenir como un auténtico Estado dentro del Estado o como mínimo, un contrapoder im-  
presionante, esto se manifestó, por ejemplo, en el proceso inquisitorial al liberal a Olavide  
en 1776 (o sea, en realidad, un proceso a la Ilustración, o en otras palabras a la política gu-  
bernamental. En: Marcelin Defourneaux, Pablo de Olavide ou l’Afrancesado » (1725-1803),  
quatrième partie: « La disgrâce et le procès inquisitorial », París, PUF, 1959, pp. 309-398.  
Cfr. https://books.openedition.org/cvz/2752?lang=es (29-10-2018)  
58 Carlos Landázuri, Vicente Rocafuerte, Epistolario, T.II, Doc.244, p.523  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
180  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
Hacia 1819 se hallaban acantonadas en Andalucía las tropas  
realistas en espera de ser embarcadas hacia América a fin de reprimir  
la insurrección de las colonias. Los conspiradores liberales de la élite  
ilustrada, en contacto con las sociedades secretas peninsulares y ex-  
tranjeras, prevén esta acción del rey como fatal para sus aspiraciones.  
Por lo tanto, prolifera la operación subversiva entre los oficiales y la  
tropa de tendencia liberal. “En estas condiciones se produce el 1° de  
Enero de 1820, en las Cabezas de San Juan, Cádiz, una sublevación…el  
protagonista principal fue Don Rafael de Riego y Núñez... liberal conven-  
59  
cido...”. Salvador de Madariaga recoge la opinión de Bolívar sobre  
los sucesos de las Cabezas de San Juan como un “golpe de fortuna loca”  
porque de ese modo se pudo evitar la llegada a América de 10.000  
60  
hombres para contener a las fuerzas patriotas.  
En México la revolución liberal tuvo sus líderes en los curas  
Hidalgo, Morelos y el político Mina entre 1810, 1815 y 1817 con  
hondo contenido social como: la supresión de la esclavitud, del tri-  
buto indio, de las desigualdades sociales y la reforma agraria. Estos  
líderes fueron duramente reprimidos y para escarmiento general se  
les aplicó la pena de muerte. En representación del criollismo se le-  
vanta Agustín de Itúrbide con la proclama del Plan de Iguala el 24 de  
febrero de 1821.61  
En América Central, que en calidad de Capitanía General de  
Guatemala exceptuaba Panamá, estaba gobernada, hasta 1817, por  
62  
el Brigadier Gabino Gainza, cuñado de Vicente Rocafuerte, y como  
él, hombre de las filas liberales, cedió ante la presión de los podero-  
sos criollos y el 15 de noviembre 1821 se independiza de España.  
5
6
6
9 Marcos Gándara, op., cit., p. 91  
0 Ibídem. p.92.  
1 Manuscrito del Plan de Independencia de la América Septentrional (Plan de Iguala), Centro  
de estudios de Historia de México. Disponible en: http://bdmx.mx/documento/plan-in-  
dependencia-plan-iguala (15-10-2018)  
62 Gabino Gaínza y Fernández de Medrano, casado con su hermana Gregoria –de Vicente Ro-  
cafuerte-. Gabino Gaínza fue militar y político guatemalteco-español. Nació en Guipúzcoa  
(1750), en el país vasco, y murió en México en 1829. Como muchos de los personajes de la  
época, primero se identifica como realista y luego pasa a ser el independentista de Guate-  
mala, aunque los datos dicen ser el “Proclamador de la Independencia de Centroamérica”.  
Los historiadores dicen que “siendo Jefe Político Superior de la Provincia de Guatemala, (le  
tocó) proclamar la independencia y convertirse en Presidente de una Junta Provisional Con-  
sultiva con delegados de Chiapas, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica” Pedro  
Reino Garcés. Disponible en: https://alsur.eltelegrafo.com.ec/noticias/regional/1/vicente-  
rocafuerte-y-sus-2-cunados-presidentes-en-ispanoamericawww.eltelegrafo.com. (17-10-2018)  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
181  
Rocío Rosero Jácome  
En América del Sur Simón Bolívar había consolidado su  
poder en Nueva Granada mediante la anexión de Venezuela y del  
actual Ecuador, a la República de Colombia, consignada en la Ley  
Fundamental de la República de Colombia el 17 de diciembre de  
819.6 En el Perú y Alto Perú, la clase dominante por temor de re-  
3
1
vueltas populares se unieron al Virrey Francisco de Abascal, luego  
al Virrey De la Pezuela; pero, el fermento revolucionario siguió. En  
febrero de 1819 Argentina y Chile celebraron la alianza para liberar  
64  
al Perú. San Martín debilita al Virrey Joaquín De la Pezuela, quien  
65  
es destituido en favor de La Serna. Debilitadas las fuerzas militares  
españolas el 6 de Julio de 1821 San Martín toma Lima, capital del Vi-  
rreynato y del poder español. Sólo se logrará consolidar la indepen-  
dencia con la ayuda de Bolívar y Sucre en Junín (6 de marzo de1824)  
y Ayacucho (8 de diciembre de 1824).66  
En 1820, inicia en España el trienio liberal al restaurarse la  
Constitución de Cádiz, su aplicación significaba la disminución de  
riquezas, atribuciones y privilegios para la Iglesia. También significó  
la abolición o disminución de poder, bienes y prevendas para las cla-  
ses adineradas y de la nobleza, que se habían beneficiado de formas  
esclavistas de trabajo impuestas a los indígenas. A esto se añadía la  
supresión de fueros especiales en lo tocante a la administración de  
67  
justicia. Su aplicación generalizada en América obedeció a una co-  
yuntura de conveniencia del criollismo para tener independencia de  
la Metrópoli y mantener sus privilegios. En consecuencia, los ideales  
liberales de una minoría culta que aspiraba al desarrollo de las co-  
6
3 Ley fundamental de Colombia (1819), Venezuela Congreso de Angostura (1819-1820) Biblio-  
teca Virtual Miguel de Cervantes, 2002. Disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/  
obra/ley-fundamental-de-colombia-1819—0/. (13-10-2018)  
6
4 Tratado para poner término a la dominación española en el Perú. 1819. Cfr. Tratados, Conve-  
nios y Acuerdos Internacionales, Colecciones documentales en texto completo. Historia de  
Chile. Disponible en: http://www.historia. uchile.cl/CDA/fh_article/0,1389,SCID%253  
D15648%2526ISID%253D563%2526PRT%253D15646%2526JNID%253D12,00.html (19-10-  
2018)  
6
5 Manifiesto en que el virrey del Perú don Joaquín de la Pezuela refiere el hecho y circunstan-  
cias de su separación del mando…, Madrid, MDCCCXXI. Biblioteca de la Universidad Cen-  
tral, Facultad de Filosofía. Disponible en: https:// books.google.com.ec/books?id=G8h1yiq  
U87EC (15-10-2018)  
6 Marcos Gándara, Espíritu y Obra de las Cortes de Cádiz, pp.106-107  
7 Trienio liberal 1820-1823. Disnoble en: http://pares.mcu.es/Bicentenarios/ portal/trienio-  
Liberal.html (9-10-2018)  
6
6
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182  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
lectividades, fueron apoyados por la mayoría aristocrática beneficia-  
ria.  
Los masones americanos seguían la planificación de la Logia  
La Gran Reunión Americana y de las órdenes concretas que emanaron  
de la logia Los Caballeros Racionales que tenían sus filiales en todas  
las colonias españolas de América. “Las logias masónicas de este período  
son conocidas con el nombre de lautarinas… consiguen … información de  
manera que la Orden Masónica se encontraba en toda América al día, de  
los movimientos de las tropas españolas, de la existencia de armas, número  
68  
de soldados y de las órdenes dadas por sus autoridades”.  
Una logia de Guayaquil expande su influencia al país  
En Guayaquil funcionaba la Logia llamada Estrella de Octu-  
bre. Don José Villamil era el líder y prestó su casa para las reuniones  
sucesivas, algunas de carácter social a fin de evadir sospechas, cola-  
boraron en este sentido, de forma decidida, dos damas, Isabel Morlás  
hija de uno de los comprometidos y Doña Ana Garaicoa de Villamil,  
esposa del célebre revolucionario. Para efectuar el plan de Indepen-  
dencia se forma una logia de ocasión llamada Fragua Vulcano com-  
puesta por: “León de Febres Cordero, Miguel Letamendi, Luis Urda-  
neta, Gregorio Escobedo, José Ma. Peña Hilario Álvarez, Manuel de  
Jesús Farfán, previa la autorización de Francisco María Roca Rodrí-  
guez, jefe de la logia Estrella de Octubre.69  
Escogieron nombres y alternativas para designar al Jefe re-  
volucionario en las reuniones diarias de información, así, el día jue-  
ves 5 de octubre de 1820, acepta la Jefatura revolucionaria León de  
Febres Cordero, Villamil aconseja cautela porque aún no había noti-  
cias fundamentadas de las acciones de San Martín al Sur y de Bolívar  
al Norte. El historiador Sánchez señala que el ejército español cortaba  
con 22.000 hombres en el Sur y al Norte con 6.000. Febres Cordero  
expone que no tiene mérito la participación de Guayaquil después  
del triunfo de Bolívar y San Martín y que, al estar conjurados, es  
asunto de rápida determinación ya que el puerto de Guayaquil podía  
6
6
8 Ángel Sánchez, Relatos, Misterios y Privilegios de la Masonería, p.85  
9 Jorge Núñez Sáchez, Guayaquil una ciudad colonial del trópico, p.141 ss.  
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Rocío Rosero Jácome  
ser de gran ayuda para cualquiera de los dos comandantes: para San  
Martín porque contaría con un puerto amigo y para Bolívar porque  
70  
podría tener una nueva opción estratégica desde el Sur.  
Olmedo organizaba y dirigía la parte civil, mientras el Capi-  
tán Gregorio Escobedo fue electo Jefe Militar. Todo ocurrió de  
acuerdo planeado, fueron conquistados cuarteles, Guayaquil ama-  
neció independiente. Olmedo se comunica con Bolívar, San Martín  
y Cochrane en estos términos “Por primera vez pronunció libremente  
su voluntad el pueblo de Guayaquil y puso los cimientos de su libertad po-  
lítica. Nuestros puertos como nuestros brazos están abiertos a nuestros her-  
71  
manos que deben ayudarnos a mantener nuestra resolución”.  
72  
Bajo el lema: “Dios, Patria, Libertad y Victoria con la direc-  
ción de Urdaneta y Febres Cordero se encaminó el ejército patriota a  
la sierra y su objetivo máximo era libertar Quito; se adhirieron a este  
movimiento: Guaranda, Riobamba, Ambato y Latacunga. Los patrio-  
tas no alcanzan su objetivo debido a la derrota de Huachi y con ella  
la separación de los líderes Urdaneta y Febres Cordero, como medida  
para apaciguar el conflicto. Todo el accionar de Fragua Vulcano se de-  
sarticula por la inesperada mala actuación del jefe militar Gregorio  
Escobedo, que resultó ser un sujeto tirano y rapaz al que hubo que  
destituir y desterrar.73  
En tan apurado trance se elige un triunvirato formado por:  
Olmedo, Francisco Ma. Roca, y Rafael Jimena. Olmedo redactó la  
Constitución de Guayaquil independiente, reorganizó el ejército,  
buscó medios económicos, pidió y recibió auxilios militares externos  
y, tuvo suficiente habilidad y estrategia política para negociar en bue-  
nos términos.  
En lo político, él cuenta con las promesas de apoyos externos:  
de Bolívar y San Martín por el Norte y Sur respectivamente, y con  
Illingworth, en representación de Inglaterra, por mar. El triunvirato  
muestra sus tendencias políticas: Roca y Jimena son partidarios de  
la unión al Perú. La integración a Colombia tuvo ascendiente popu-  
7
7
7
7
0 Ángel Sánchez, op.,cit., pp.84-88  
1 Abel Romeo Castillo, Olmedo El Político, pp.14-15  
2 Aurelio Espinosa Pólit, Epistolario, Doc.231, p.333  
3 Aurelio Espinosa Pólit, Epistolario, Doc.232, pp. 335-336.  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
74  
lar, y la independencia lideró Olmedo. Olmedo mantuvo la inicia-  
tiva independentista con el anhelo de la asociación libre de Guaya-  
quil a uno de los bloques: Colombia o Perú de acuerdo a su  
7
5
conveniencia dentro del Sistema Federal. Bolívar le recuerda que  
76  
Guayaquil ha sido dependencia de la Presidencia de Quito. Los po-  
derosos estados Perú y Colombia se disputaron la posesión de Gua-  
yaquil como punto rico en recursos.  
La preocupación de Bolívar por Guayaquil fue grande ya que  
es territorio estratégico frente al conjunto americano y era un asunto  
de delicado manejo político por la posible desavenencia con su com-  
77  
pañero sureño de ideales, San Martín. La praxis política americana  
estaba por definirse entre el sistema republicano, el sistema federal  
o la asociación a una monarquía europea; en tal virtud, se propicia  
el encuentro de Bolívar y San Martín en Guayaquil, para definir esa  
forma política. El 25 de julio de 1822 se produce la célebre entrevista.  
Bolívar era partidario de la forma republicana, San Martín  
78  
de la asociación a una potencia europea de preferencia Inglaterra.  
La entrevista concluye con la decisión de San Martín de no mezclarse  
en los asuntos de Guayaquil, y, brindar su apoyo a Colombia y que,  
mancomunadamente, se tratarán los asuntos con España; además,  
se mantendrá una federación en Colombia y también otra en Buenos  
Aires, con el deseo de que exista la unión para que haya paz. San  
Marín no aspira a ser rey pero tampoco aprueba la democracia, se  
79  
retirará porque está cansado de sufrir a sus enemigos. Las acciones  
que tomará Bolívar hasta 1826, son de carácter federalista, en con-  
gruencia a las resoluciones de la entrevista.  
Volvamos a los sucesos de España que se ligan con América  
80  
a través de Iglesia y de los intereses en conflicto. Fernando VII ha  
7
7
7
7
7
4 Abel Romeo Castillo, Olmedo El Político, p.16 ss  
5 Aurelio Espinosa Pólit, Epistolario, Doc.314, pp.486-487.  
6 Vicente Lecuna, Obras Completas, T.I, Doc.550, pp. 18-19  
7 Vicente Lecuna, Simón Bolívar: Obras Completas, T.II, Doc.576, p.52.  
8 Roberto Harker Valdivieso, “La Entrevista de Guayaquil”, en: Museo Histórico No 43-44; p.213  
ss. San Martín estaba asociado a la Logia de “Los Caballeros del Sol” en ella militaban per-  
sonajes como Juan García del Río, Hipólito Unanue, Bernardo Monteagudo, El Marqués de  
la Torre Tagle, etc.  
79 Roberto Harker Valdivieso, op., cit., p.220  
80 El año 1820 comienza la última fase de los procesos de independencia en Iberoamérica. Tiene  
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185  
Rocío Rosero Jácome  
empezado a gestionar la intervención de las potencias de la Santa  
Alianza tanto en España como en las Colonias rebeldes de América.  
Como contrapartida de las Logias Masónicas Liberales, se fundan aso-  
ciaciones secretas para vigilar y perseguir a los liberales: “El Ángel Ex-  
terminador” y las “Bandas de la Fe” a los que se suman bandas de  
apaleadores como la: “Partida del Trueno” y la “Banda de la Porra”;  
esto sucedió en 1823, en menos de un mes se condenó a muerte a 112  
liberales... y 80.000 nombres fueron incluidos en la lista de sospe-  
chosos.8  
1
Europa y España se desangraban en la lucha por la monar-  
quía absoluta y la democracia, el rey y la nobleza no escatimaban es-  
fuerzos para evitar perder privilegios y el dominio total a través del  
vasallaje. En América, los criollos pugnaban, a cualquier costo, por  
mantener su hegemonía gracias a la toma del poder político. Son los  
extremos de una misma génesis que producirá respuestas distintas  
y, en el proceso, se entrelazan conforme las circunstancias. “La reali-  
dad latinoamericana obligaba a recrear, en la práctica, los postulados ma-  
sónicos, generando así conflictos internos y nuevos contenidos, afines a la  
82  
problemática de los estados nacionales en formación.”  
Bolívar en la escisión liberal y formación de tendencias  
Bolívar triunfante toma el poder de Colombia en calidad de  
Jefe Supremo, Flores como Comandante del Departamento del Sur  
brindó apoyo incondicional a sus proyectos. Las aspiraciones boli-  
lugar la independencia de la Nueva España y se configuran las nuevas repúblicas iberoa-  
mericanas. En 1824 tiene lugar la Batalla de Ayacucho que pone fin a las guerras de las in-  
dependencias iberoamericanas. En la Península esta década continúa siendo convulsa. A los  
tres años inestables de gobiernos liberales, que suceden al pronunciamiento del teniente co-  
ronel Rafael del Riego, siguen otros diez de poder absoluto de Fernando VII, que perfilan  
los bandos de las guerras carlistas. Fernando VII no renunciará al continente americano y,  
por consiguiente, se ejecutarán varias expediciones para recuperar el territorio perdido que  
fracasarán. Durante la regencia de su viuda María Cristina de Borbón, cuando España piensa  
en el reconocimiento de las nuevas repúblicas iberoamericanas. Disponible en:  
http://pares.mcu.es/Bicentenarios/portal/cuartaFase.html (8-10-2018)  
8
1 Marcos Gándara, op.,cit., pp.106-107  
82 Rosa del Carmen Bueno Joffre, “La Introducción del Sistema Lancasteriano en el Perú” en:  
Protestantes, Liberales y Francmasones, p.112  
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186  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
varianas se centraban en lograr apoyo general a la Constitución de  
1
826 que establecía: a) monocracia o ejecutivo estable, en contrapo-  
sición a la democracia, propugnaba el centralismo desplazando al  
federalismo; b) La formación de un imperio de los Andes o Confe-  
deración Andina desde Panamá hasta el Orinoco y Potosí. Conside-  
raba estos dos objetivos como el único medio para garantizar el  
porvenir, la consistencia y prosperidad de las naciones libertadas.  
De otro modo los desórdenes serán tantos, qué forzosamente pedirán un  
83  
imperio, pues el ejército, el clero y la Europa lo quieren absolutamente”.  
Años después, Velasco Ibarra comentó “Lo que Bolívar quería era algo  
84  
nuevo, algo adaptado a las particulares condiciones de América”. Sobre  
la propuesta bolivariana para hispanoamerica, Max Weber y Ko-  
netzke escriben:  
prevaleció el gobierno carismático o sea el convencimiento de que el  
gobernante, el rey, era la encarnación de la justicia y del benévolo pa-  
ternalismo consagrado por la unción divina, …o don de providente go-  
bierno en bien de sus súbditos, y en consecuencia debía ser respetado,  
amado y obedecido con exaltación. Así fue el inca para sus tribus y así  
continúo siendo el rey de España y de las Indias para ellos igual que  
los peninsulares y criollos.85  
En esta coyuntura se plantean varias inquietudes ¿Qué pasa  
con Bolívar? ¿Por qué su ideología muestra cambios radicales?,  
¿Tuvo problemas insalvables al interior de su grupo? ¿Tal vez porque  
la praxis masónica americana en este período de dura lucha no lle-  
gaba a acuerdos permanentes?, o ¿Fue quién mejor captó el interés  
y los deseos populares?.. ¿Tal vez porque esta separación potenciaría  
su poder personal en una sociedad inmersa en la estructura concep-  
tual española monárquica y religiosa?..: o, ¿América para esta época  
era inentendible e ingobernable? o como dice Konetzke ¿llegó a con-  
ceptualizar que la necesidad social era un gobierno paternalista, ca-  
rismático y por unción divina?  
83 Bolívar a Sucre 12-V-1826 en: Jorge Villalba, Correspondencia del Libertador, p.151  
84 Velasco Ibarra, Experiencias Jurídicas de América, T.VII, p.50 ss.  
85 Max Weber y Konetzke, “Distrito del Sur de Colombia” en: Correspondencia del Libertador,  
p.137.  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
187  
Rocío Rosero Jácome  
Sin embargo Bolívar a fines de 1826 se justifica con Santander  
en estos términos: “Las ideas del norte son demasiado turbulentas para  
8
6
este país. Los masones y la reforma de conventillos causan horror. En  
las élites intelectuales se lucha por tesis o concepciones, pero el pue-  
blo lucha por líderes carismáticos y paternalistas, sobre todo, apo-  
yados por la iglesia. El Libertador hacia 1826, dice Padilla:  
contribuyó al fortalecimiento de los conservadores del Distrito del Sur  
al instituir las siguientes medidas: prohibición de la enseñanza de Bent-  
ham en las Universidades; restablecimiento de los conventos menores;  
suspensión de la vigencia de la ley que prohibía la admisión de novi-  
cios menores de 25 años; reinstalación de los puestos de vicarios gene-  
rales y capellanes en el ejército; instauración de clases de apologética  
de la religión católica en las escuelas; prohibición de las sociedades se-  
cretas y finalmente, en 1828, la relación Estado-Iglesia: El gobierno sos-  
tendrá y protegerá la religión católica apostólica y romana como la  
religión de los colombianos.87  
Los decretos del Libertador del 8 de diciembre de 1828 con-  
denaban las sociedades secretas porque según sus opiniones toma-  
das por Luis Perú de Lacroix  
Sirven especialmente para preparar los trastornos políticos turbando  
la tranquilidad pública y el orden establecido… que a las logias habían  
llegado algunos hombres de mérito, bastantes fanáticos, muchos em-  
busteros y muchos más tontos burlados... y, ... que el Estado de civili-  
zación de Colombia, de fanatismo y de preocupaciones religiosas en  
que están sus pueblos, no era político valerse de la masonería, porque  
para hacerse algunos partidarios en las logias, se hubiera atraído el  
odio y la censura de toda la nación movida contra él por el clero…que  
por lo mismo poco podía hacerle ganar la masonería y mucho hacerle  
perder en la opinión pública.88  
Qué diverso fue el pensamiento de Bolívar al ingresar a la  
masonería en Francia, el 7 de enero de 1806 Bolívar hace su jura-  
86 Jorge Villalba, Correspondencia del Libertador, p.146.  
8
7 Washington Padilla, “La Actividad de las Sociedades Bíblicas en Ecuador durante el Período  
del Liberalismo” en: Protestantes, Liberales y Francmasones, p.112  
8 Luis Perú de Lacroix, Diario de Bucaramanga, p.73  
8
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188  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
mento ante los iniciadores de la masonería, términos filosóficos que  
sugiere “Arquitecto de una Moral Universal y Constructor del Templo Es-  
piritual Invisible.”89  
La francmasonería es una playa acogedora ¡Dichosos aquellos que pue-  
den alcanzarla! ¡Felices aquellos que pueden llegar hasta ella venciendo  
las tempestades del pensamiento!...Se adquieren grandes virtudes y se  
descubren grandes genios de la acción y del pensamiento… no duda  
en olvidarse, cuando es necesario, de sí mismo con tal de ofrecer a sus  
hermanos, un poco de dulzura en la existencia ¡Es una institución su-  
blime!9  
0
En la unión bolivariana empiezan a aparecer dos bandos: los  
conservadores, con Bolívar a la cabeza, defienden la propuesta vita-  
licia como forma de gobierno apoyados por el clero que ejercía poder  
espiritual y de pensamiento, en lo económico y político, era apoyado  
por la clase influyente. Los sacerdotes eran electos para el parla-  
mento y luchaban duramente para no perder su campo de acción y  
privilegios. El clero se rodeaba de creyentes de gran influjo socio-  
económico que apoyaran la causa de la Iglesia. El pueblo inculto y  
supersticioso, como buen redil, seguía temeroso las guías de la religión  
cuyo énfasis era la salvación eterna.  
Los liberales estaban acaudillados por Santander apoyado  
en una Minoría clerical y reforzado por un selecto y escaso grupo en  
las esferas más influyentes de la sociedad, que defendían y propa-  
gaban la causa de la libertad de pensamiento, de la libertad política  
y eran auspiciadores de la educación e instrucción, así como del ejer-  
cicio de la razón y de la libertad de cultos, eran defensores de la de-  
mocracia alternativa.91 Sin embargo, los librepensadores no eran  
irreligiosos, eran más bien muy maduros y claros en esta concepción:  
Saber poner en práctica el amor  
Que a Dios y al hombre debes profesar;  
8
9
9
9 Bolívar, masón en: https://tedejo2.wordpress.com/bolivar-mason-2/ (29-10-2018)  
0 Luis Umbert Santos, ¿Por qué soy Masón?, p.27.  
1 Sebastián de Miñano y Bedoya, Sátiras y panfletos del Trienio constitucional (1820-1823). Selec-  
ción, presentación y notas de Claude Morange. .Cfr. Antonio Moliner Prada, “En torno a la Re-  
volución Liberal y la Iglesia española del siglo XIX” p. 11, nota 23  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
189  
Rocío Rosero Jácome  
A Dios como a tu fin último amar,  
Y al hombre como a imagen de su autor.  
92  
Como era de esperarse la lucha fue visceral. Desde los púl-  
pitos se arengaba en contra de las doctrinas opuestas a la religión y  
por ende, contrarias a la salvación personal. El temor a la condena-  
93  
ción, la superstición e ignorancia fueron útiles armas políticas.  
Guayaquil y Quito se unieron a Bolívar con sus respectivas  
Actas de independencia. Flores fue el líder de la monarquía boliva-  
riana, pero Bolívar no aprobaba la monarquía en sí misma, a cambio,  
94  
sostiene la Constitución boliviana basada en un ejecutivo vitalicio.  
Flores y los partidarios bolivarianos encuentran vaivenes, indecisión  
y falta de definición en el líder, porque no es monárquico, y toma al-  
gunos aspectos del liberalismo. Entonces surgen inquietudes ¿Se está  
generando una síntesis? y ¿esta es… el nacimiento del conservado-  
rismo ecuatoriano? ¿Bolívar lo entendió...? pero… ¿tuvo el tiempo y  
la oportunidad para tener la perspectiva necesaria en esa época de  
crisis? ¿Qué sucedía realmente con Bolívar?  
Al decir de Restrepo: “… si Bolívar se hubiera presentado con  
un carácter político bien firme y decidido hubiera sido capaz de variar nues-  
tra forma de gobierno … Empero obró a medias... Esta conducta versátil le  
95  
perdió finalmente en la opinión pública y nada estable dejó en pos de sí”.  
Bolívar venía a ser el único lazo que mantenía unidos los distritos  
colombianos, frágil atadura, porque a ojos vista su salud física y  
moral decrecían minadas por la enfermedad y los desengaños.  
Bolívar no acepta oficialmente la dictadura en 1826, gestiona  
la reunión en Ocaña para 1828 a fin de conseguir apoyo para la Cons-  
titución Boliviana, también esta reunión fracasa, al respecto Jorge Vi-  
llalba dice: “Bolívar adolecía de creciente irresolución: se avino a aceptar  
96  
la disolución de la Constitución de Ocaña y revestirse de la dictadura”.  
9
9
2 José Joaquín Olmedo en: “Juan León Mera”, Cartas sobre Olmedo al Señor Manuel Cañete, p.30.  
3 Manuel Gregorio de Tejada Teruel, Obispos liberales. La utopía de un proyecto (1820-1823), p.51  
Cfr. Antonio Moliner Prada, op., cit. Nota 22  
9
9
9
4 Jorge Villalba, Correspondencia del libertador, p.142.  
5 Jorge Villalba, op., cit., pp.142-143.  
6 Ibídem. pp.147-148  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
190  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
Bolívar sigue convencido de buena fe, que el futuro estable  
para Colombia residía en adoptar formas de gobierno en consonan-  
cia con la tradición de su historia anterior. A pesar de la situación de  
oposición hace otro intento para conseguir consenso y convoca al  
Congreso Admirable en 1830, Sucre no está de acuerdo. Lecuna re-  
coge este pensamiento: “Los pueblos lo que quieren es reposo y garantía;  
de resto, no creo que disputan por principios ni abstracciones políticas, que  
9
7
tanto daño les han hecho el derecho de propiedad y seguridad”. Flores  
opinó al unísono: “Sea usted, Dictador, organice la República... y ponga  
juicio a tantas locas cabezas…”.98  
La propuesta de la carta fundamental para el Congreso Admi-  
rable fue redactada por el jurista Juan García del Río, asociado a los  
Caballeros de la Orden del Sol que frente a los rechazos de cuatro años  
a la Constitución boliviana omite el ejecutivo vitalicio y se concreta  
así:  
El gobierno será popular y representativo, dividido en ejecutivo, legis-  
lativo y judicial. El Legislativo con dos cámaras. Los Diputados serán  
elegidos cada 5 años por los Colegios electorales. Los Senadores serán  
Vitalicios, la formarán hombres prominentes de la sociedad civil, mili-  
tar y eclesiástica. El poder ejecutivo lo ejercerá un presidente elegido  
99  
por 10 años, y será sucedido por el Vicepresidente.  
Luego de malograrse todos sus intentos, el Libertador, con  
conciencia de la álgida crisis, se lamenta por la suerte de los mili-  
tares que le apoyan desde el sur, dice “Flores se ha hecho odioso a los  
masones”.1 ¿Acaso Flores no era masón?... sí, contaba con el apoyo  
del Distrito del Sur, pero antagonizaba con los intereses santande-  
rianos por el apoyo a Bolívar en una distinta concepción republicana  
que se vinculaba con lo eclesiástico.  
00  
La República de Colombia entraba en su octavo año de exis-  
tencia legal. Pero debemos preguntarnos ¿Existía realmente Colom-  
bia en 1830? Hay que decir que más que una realidad era una  
9
9
9
1
7 Vicente Lecuna, Bolívar Obras Completas, T.IV, p.527  
8 Jorge Villalba, Epistolario, p.346.  
9 El Colombiano de Guayas, N°20.  
00 Jorge Villalba, op., cit., p.156 y p. 146  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
191  
Rocío Rosero Jácome  
abstracción. Nunca llegaron a formar unidad política y económica  
los tres distritos. La situación del Distrito del Sur se vuelve incierta.  
Olmedo escribe a Flores: “Quisiera estar con Ud. para que pensásemos  
101  
en nuestra suerte”.  
Al Distrito del Sur no le convenía seguir adherido a Colom-  
bia porque el sentir general era incontrastable. Se manifestaba un  
fuerte nacionalismo a pesar de que el presidente Mosquera daba por  
fenecida la antigua república y proponía la reunión de una asamblea  
granadina.1 Por otro lado, el conjunto social, a todo nivel, discre-  
paba de posiciones radicales.  
02  
Olmedo, fundador civil de la Republica  
Todos querían un Estado soberano y Olmedo fue un deci-  
dido promotor de la separación de Colombia para formar un Estado  
103  
independiente, decía: “No hay más remedio que la amputación”. Sus  
pensamientos a Flores son evidencia de la caótica situación de unión  
ficticia: “Estoy persuadido de que suceda lo que sucediere, diga lo que dijere  
el gran Mariscal, legisle lo que legislare el Congreso, esto no tiene remedio;  
y que la guerra apresurará la disolución general… Obra será toda de  
usted”.1 Esta es una advertencia y un pedido a Flores tome la deci-  
sión de ruptura. En esta coyuntura, Bogotá hará lo posible para obli-  
gar al Sur a unirse a su territorio. El gobierno limeño esperaba la  
misma oportunidad.  
04  
Olmedo y Flores gestionaron las ayudas necesarias para con-  
solidar este país y, así, Olmedo le invita a ir al puerto: “Usted aunque  
es Jefe del Sur, pero todavía no ha tomado posesión de este departamento  
después de su transformación. Por lo tanto yo soy el que puede prescribirle  
105  
las condiciones con que Ud. puede entrar en mi territorio”. Estas condi-  
1
01 Olmedo a Flores: Guayaquil 21-IV-1830. Archivo Flores. Cfr Rocío Rosero Jácome, Olmedo  
político, patriota o desertor…? Editorial Eskletra, Quito, 1994, p.120.  
02 José Manuel Restrepo, Historia de la Revolución de Colombia, T.IV, Cap. XVII  
03 Olmedo a Flores: Guayaquil 21-IV-1830. Archivo Flores. Cfr Rocío Rosero Jácome, Olmedo  
político, patriota o desertor…? Editorial Eskletra, Quito, 1994, p.126.  
04 Olmedo a Flores: Guayaquil 28-IV-1830. Archivo Flores. Cfr Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p.126  
1
1
1
1
05 Olmedo a Flores: Guayaquil 8-VI-1830. Archivo Flores. Cfr Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p.129  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
192  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
ciones eran manifestaciones populares de bienvenida como paso pre-  
vio a la elección de presidente de la república y para establecer acuer-  
dos que beneficien a las oligarquías costeñas, que veían su convenien-  
cia en la separación como: la libertad para la toma de decisiones y  
acciones para el comercio, es así que ellos solventarían los gastos ne-  
cesarios para tal objetivo.  
Olmedo es el ideólogo y fundador civil de la república, y el  
guía de Flores para la existencia del país. Gestionaba la reunión de  
una constituyente representada por 7 diputados por cada departa-  
mento para redactar la carta fundamental, poner nombre al país y  
elegir presidente.  
Los asambleístas reunidos en la Constituyente de Riobamba  
de 1830, pertenecían a los estamentos dirigentes. La mayoría de la  
población, en esa época, no tenía derechos civiles, y lo que es más,  
los ignoraba. Olmedo y sus colegas, sin embargo, se tenían por pro-  
tectores de todos los habitantes. Él propuso la continuación provi-  
sional de las autoridades del Estado hasta la aprobación de la carta  
constitucional. Para Flores era su primer mandato republicano, juró  
defender las libertades y someterse a las deliberaciones del Con-  
greso. Así mismo, se designó comisionados para la elaboración de  
la carta política estos fueron: Olmedo, Fernández Salvador, Matheu,  
Roca y Valdivieso.106  
La primera Constitución fue hija de las circunstancias, se re-  
dactó con un ojo puesto en Nueva Granada evitando irritar y pro-  
vocar confrontación con el partido liberal allí reinante. Esto  
aconsejaba Olmedo: “A nosotros nos conviene mantenernos pasivos re-  
107  
lativamente a los movimientos del resto de la República”. A pesar de la  
decisión y el interés de la separación subyace la idea de un Estado  
grande.  
En la formación de la república existían dos concepciones de  
Estado: para Quito, el Ecuador era una sola nación dividida en pro-  
vincias, con igualdad de representación. Para Guayaquil y Azuay la  
1
06 Francisco Ignacio Salazar, Actas de las Sesiones del Congreso de 1830, Quito 1893.p.26. Dispo-  
nible en: file:///C:/Users/User/Downloads/1905%20Actas %20de%20primerl%20Con-  
greso%20de%201830.pdf (17-10-2018)  
107 Olmedo a Flores: Guayaquil 14-XI-1830. Archivo Flores. Cfr Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p.139  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
193  
Rocío Rosero Jácome  
división era departamental y con representación de acuerdo al nú-  
mero de habitantes, es decir, consideraban a Ecuador como una es-  
pecie de Federación. Esta doble concepción se mantendrá y será una  
de las causas de la revolución de 1833. Además del favoritismo para  
militares colombianos y venezolanos, provocó el enfrentamiento del  
ecuatoriano Coronel Pedro Mena contra el venezolano General Juan  
José Flores y, Vicente Rocafuerte fue designado Jefe Supremo de Gua-  
108  
yaquil en la llamada Guerra de los Chihuhuas.  
Las influencias externas en la primera administración Floreana  
La formación del Estado ecuatoriano requirió de valor para  
mantener su ideal de libertad y fuerte cohesión interna, porque el  
General José María Obando propuso desde Bogotá la candidatura  
del General José María Sáenz para presidir el nuevo Estado, quien,  
a su vez, rechazó y escribió a Flores que declinaba en su favor, en  
109  
virtud de sus cualidades y circunstancias.  
De Bogotá también llegaban noticias inquietantes para la  
consolidación del país. El Presidente Mosquera pidió a Bolívar que  
abandonara Colombia como requisito exigido por Venezuela para  
consolidar la paz interna. El historiador Restrepo comenta que fue-  
ron pasos desacertados.110 El General Rafael Urdaneta dio un golpe  
de Estado con la promesa de llevar a Bolívar nuevamente al poder.  
Se manifiestan claramente la pugna de las dos tendencias  
ideológico-políticas: liberal y conservadora con sus respectivos cau-  
dillos enfrentados y las geografías en ciernes. Se solicita el apoyo de  
Flores, que se pronunció por la soberanía del Ecuador, porque había  
111  
jurado la Constitución de independencia. Olmedo comenta: “Me  
inquieta demasiado, porque no sabemos, ni nadie puede adivinar la influen-  
cia que tendrá sobre nuestro país.”112 Flores conocía sobradamente la in-  
clinación caudillista del pueblo.  
1
08 La Guerra de los Chihuahuas. Disponible en: http://www.armada.mil.ec/ wp-content/  
uploads/Books/HISTORIA%20RESUMIDA%20ARE/files/assets/downloads/page0103.  
pdf (12-10-2018)  
1
1
1
1
09 Sáenz a Flores 7-VI-1830, Archivo Flores, -Inédita-.  
10 José María Restrepo, Historia de la Revolución de Colombia, T.IV, Cap. XVIII.  
11 Simón O’Leary, Memorias del General O’Leary, Flores a Urdaneta, Quito 14-XI-1830, Vol. IV  
12 Olmedo a Flores: Guayaquil 14-XI-1830 Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero J., op., cit., p.156.  
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194  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
Guayaquil dio el primer cuartelazo encabezado por militares  
extranjeros. José María Sáenz se lo comunica a Flores como infiden-  
cia.1 Esta fue una muestra palpable de las gestiones de los santan-  
derianos. Es curioso comprobar, más adelante, que éstos mismos  
sublevados formaron parte de la revolución Chihuahua, contra Flo-  
res. Según el historiador Padilla, muchos de ellos tenían intereses ex-  
ternos de comercio.114 Y esta afirmación se corrobora pues el General  
Illingworth apoyó fervientemente a Urdaneta. Vencida esta revolu-  
ción se auto exilió por algunos años.115  
13  
Y es interesante conocer que la guarnición sublevada pone  
como razón para oponerse a la formación del nuevo Estado, que la  
separación de Colombia se hizo no por voluntad popular, sino por  
intrigas de la prefectura, y por lo tanto inculpan a Olmedo y a Flores  
116  
quien colaboró con él. Otra curiosidad histórica es un desacuerdo  
al interior de la logia guayaquileña, pues Villamil sustituyó a Ol-  
medo en el cargo de Prefecto con el apoyo de los padres de familia  
porteños1 y cuyo fin último era retornar a la unidad con Colombia.  
Abstrayéndose de los sucesos, hay coherencia en las estrategias, por-  
que responden a ideas. Cabe preguntarse ¿Acaso Olmedo no se atre-  
vió a pensar en grande…? o ¿pretendió sólo afianzar y priorizar la  
hegemonía de su patria chica aprovechando de la crisis…?  
17  
La muerte de Bolívar quitó apoyo popular al movimiento y  
Guayaquil tornó a integrarse a la república ecuatoriana el 13 de fe-  
brero de l831, Olmedo tomó el poder supremo hasta el 4 de abril de  
118  
1
831 debido a la Revolución de los Urdaneta. Durante su mandato  
se adhirió al duelo por la muerte de Bolívar, elogia su genio, su es-  
píritu y sus virtudes, sin embargo, denota que Colombia ya no existe  
119  
sino sólo como ideal. Ala sazón, Vicente Ramón Roca actuaba como  
Prefecto interino del Guayas, se encargó del recibimiento a Flores y,  
Olmedo, le restituye el poder a este último.  
1
1
13 Sáenz a Flores 4-XII-1830, Archivo Banco Central; Vol.00091, Folio 42.  
14 Washington Padilla, “La Actividad de las Sociedades Bíblicas en Ecuador durante el Primer  
Liberalismo”en: Protestantes, Liberales y Francmasones, p.116  
1
1
1
1
1
15 Jacinto Jijón y Caamaño, Documentos para la Historia, CCCLXX  
16 Jacinto Jijón y Caamaño, Documentos para la Historia, CCXXXVI  
17 Jacinto Jijón y Caamaño, Actas de los Habitantes de la Ciudad de Guayaquil, CCLXX.  
18 Rocío Rosero Jácome, op. cit., pp.159-160  
19 El Colombiano de Guayas, 10-III-1831, N°83.  
BOLETÍN ANH Nº 198 • 167–219  
195  
Rocío Rosero Jácome  
Las diferencias ideológicas liberales no cesaban y esta vez la  
causa fue la petición de anexión de Pasto.120 Olmedo opinó que era  
121  
conveniente y necesaria esa anexión, pero no la del Cauca. Inter-  
vino como negociador en Ibarra junto a José Manuel Restrepo como  
contraparte colombiana122 pero el 19 de septiembre de 1832 Pasto fue  
ocupado por Obando. Flores llegó a Túquerres con tropas frescas,  
pero, en lugar de combatir se abrazaron, firmaron un armisticio pos-  
teriormente perfeccionado con el Tratado de Pasto, el 8 de diciembre  
de 1832. Ecuador fijó como frontera límite con la Nueva Granada el  
río Carchi.1 ¿Hasta qué punto Flores se consideraba representante  
del gobierno ecuatoriano? ¿Cuáles eran sus límites en la concepción  
liberal y conservadora? Muchos historiadores han comentado este  
suceso como una traición.  
23  
Ésta, como otras fases incomprensibles de la Historia, pue-  
den entenderse cuando llegamos a la abstracción de la común pro-  
cedencia de la filiación política de los gestores de la independencia:  
124  
las Logias Lautarinas . En Quito se fundó la primera sociedad secreta  
del periodo republicano en 1824, (o 1825), en la que actuó Juan José  
Flores y fue respaldada por él cuando comandante general del Dis-  
trito de1 Sur.125 Surgen otras inquietudes ¿Pudo más la fraternidad  
masónica que los intereses del país? ¿Hasta qué punto se consideraba  
Flores colombiano?  
La estructuración del Ecuador corrió a cargo de una de las  
tendencias liberales, la acaudillada por Olmedo, que pone las bases  
para la organización de la Hacienda pública, amortizar la deuda in-  
terna solventada por los exportadores porteños para lo cual se funda  
el Banco de Amortización.126 Flores se traslada a Guayaquil para esta-  
blecer acuerdos con los acreedores, tuvo todo su apoyo, pero ellos, a  
la vez, eran los proveedores del ejército, de la marina, del hospital y  
1
1
20 Jose Ma.Le Gohuir, Historia de la República del Ecuador; T.II, Cap.3  
21 Olmedo a Flores, Guayaquil 21-VIII-1831, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p.165.  
1
1
1
22 José Manuel Restrepo, Historia Revolucionaria de Colombia, T.IV, Cap. XX  
23 Historia del Ecuador, Salvat, Vol.6, p.15.  
24 Antonio Las Heras, Sociedades Secretas: Masonería, Templarios, Rosacruces y otras ordenes eso-  
téricas”,  
125 Washington Padilla, op., cit., 103  
126 Primer Registro Auténtico Nacional, 10-VI-1831  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
no se contentaban con la lenta y magra amortización del flamante  
banco, reclamaban y amenazaban por el pago de sus créditos venci-  
dos, en monedas, no en papel. El prefecto Olmedo comenta a Flores  
se ha levantado un hormiguero de hormigas bravas intolerables…Todos,  
127  
todos no tienen más patria ni más Ecuador que su interés o su sueldo”.  
Sin embargo, Flores para satisfacer a los acreedores, hace  
concesiones de pagos indistintos, esto fue lo que más molestó a Ol-  
medo y dice: “Cualquiera concesión que se les hiciere debía ser, como dije  
al Ministro, sin ofender la igualdad, ni dañar a 1os derechos de otros que  
128  
tienen créditos más privilegiados”.  
Los arbitrios del gobierno floreano fueron de escaso resul-  
tado y no se concretó, en la práctica, la ley de contribución forzosa o  
impuesto a la renta, por falta de padrones, y Olmedo contesta a Flo-  
res: “Ud. me dice que reúna a mi lado los hombres que están dispuestos a  
hacer el bien y que tengan espíritu público; este espíritu es aquí e1 éter en  
129  
un frasco abierto y se lo ha disipado…”  
Los desacuerdos se van ahondando con el ministro de Ha-  
cienda García del Río y con Flores, esto precipita la renuncia de Ol-  
medo; pese a los incidentes, continuó colaborando con los dos, no  
fue un incondicional, sino siempre deliberante, mantuvo su punto  
de vista, fue buen consejero, y franco comentarista de aciertos y de-  
saciertos.  
Las contradicciones regionales internas entre los grupos liberales  
Para 1833 Rocafuerte regresa a Ecuador. Olmedo interpuso  
sus buenos oficios para que se establecieran los contactos con Flores,  
en su carta de presentación hace un retrato del recién llegado: “Ha  
venido de México mi amigo Rocafuerte, antiguo, fiel, exaltado patriota. Quí-  
tesele un quintal de exaltación, quedará un republicano completo. Desea  
mucho conocer a Ud. por las noticias que tiene del soldado filósofo del ciu-  
130  
dadano presidente”. Rocafuerte se entrevista con Flores en Quito con  
ocasión del Congreso Constituyente de 1833.  
1
1
27 Olmedo a Flores, 21-VII-1831, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p. 175  
28 Olmedo a Flores, 15-III-1833, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, Olmedo político, pa-  
triota o desertor…?, p.180  
1
1
29 Olmedo a Flores, 6-II-1832, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.178  
30 Olmedo a Flores, 15-III-1833, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.194  
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Rocío Rosero Jácome  
Para esa época el ambiente político de la capital estaba cal-  
deado en contra de Flores por el movimiento político encabezado  
por el Quiteño Libre que es otra agrupación de carácter liberal, (pre-  
suntamente masónico) pero más radical, que discordaba de las pro-  
puestas de Flores y de su ministro de Hacienda García del Río.  
Inclusive el mismo Rocafuerte pensaba, como quimera, que García  
hubiera abandonado sus ideales y formas monárquicas con los que  
131  
apoyó a Bolívar. En el congreso Rocafuerte se opone a las faculta-  
des extraordinarias solicitadas por Flores, esto le vale la destitución.  
Se establecieron acuerdos entre el Quiteño Libre y Rocafuerte.  
El 12 de octubre 1833 estalla la revolución Chihuahua en Guayaquil li-  
derada por Rocafuerte y el 20 de octubre de 1833 en Quito acaudi-  
llada por Valdivieso. Rocafuerte es prisionero y Olmedo intercede  
ante Flores: “Recomiendo a Ud. muy mucho a Rocafuerte, tanto como si  
yo mismo me hallara en tal desgracia. Él es mi amigo, y le amo casi tanto  
132  
como detesto sus desvaríos”. De esta mediación surge el Acuerdo de  
133  
Caballeros . La consecuencia son dos gobiernos, uno en Quito con  
Félix Valdivieso y otro en Guayaquil con Flores. La pugna surge  
entre el: Quiteño Libre y la Estrella de Octubre que son dos núcleos  
ideológicos liberales regionales.  
En 1834 Felix Valdivieso antiguo apoyo de Bolívar en la in-  
tegración de Colombia y luego ministro de Flores, por desacuerdos  
ideológicos, el 12 de junio de 1834, se sublevó en contra del régimen  
y se proclamó Jefe supremo de la sierra. Fue apoyado por la pobla-  
ción interiorana , por ello, convocó la Convención de Quito el 7 de  
enero de 1835. Flores estaba en Guayaquil, a consecuencia del Con-  
venio o acuerdo de paz celebrado en esa ciudad, proclamó a Vicente  
Rocafuerte Jefe Supremo y trasladó el ejército para tomar el control  
134  
de todo el país . Las negociaciones para formar un gobierno de con-  
centración nacional fracasan y la decisión se toma en los campos de  
135  
Miñarica en 18 de enero de 1835.  
131 Olmedo a Flores, 14-VII-1835, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.194  
132 Olmedo a Flores, 23-VI-1834, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.196  
133 Convenio celebrado entre Juan José Flores y Vicente Rocafuerte, 3 de julio de 1834 y 19 de  
julio de 1834. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit. pp. 477-479  
134 Alfredo Pareja Diezcanseco, Breve Historia del Ecuador, Tomo II,  
135 Corresponde al enfrentamiento del ejército Restaurador comandado por Felix Valdivieso,  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
Las crisis al interior de las logias e influencia de la iglesia  
Es muy ilustrativo leer un trozo de la exposición de motivos  
que hace Olmedo sobre Miñarica: “Bien sabéis que habiéndose consti-  
tuido el Ecuador en un país libre e independiente…poseía una constitución  
bastante ilustrada para formar la felicidad del ciudadano. Más el genio del  
mal deparó a un hombre funesto, al Coronel Hall, que con su club y perió-  
136  
dico de El Quiteño Libre, nos quitó la estabilidad y la paz.” Esta fue una  
guerra fratricida regional interna, una de tendencia inglesa y la otra  
de tendencia francesa.  
Se reunió la constituyente en Ambato, y el primer acto del  
presidente Olmedo fue, confirmar en el mando del país a Rocafuerte,  
con el título de Presidente Provisorio y, luego aprobar y gratificar la  
actuación de Flores en la perspectiva de Ecuador independiente. La  
carta política deslinda al Ecuador de Colombia. Olmedo recibe los  
137  
dos tercios de los votos pero rechaza la presidencia. Esta constitu-  
yente es la representación del espíritu nacional y la reafirmación de  
la separación política.  
Hubo tres candidatos Olmedo, Ignacio Torres y Rocafuerte.  
Torres fue excluido gracias a la aprobación de la nacionalidad ecua-  
toriana por nacimiento.138 Sólo quedaba Rocafuerte pero tenía mu-  
chas oposiciones a causa de su ambigüedad. Era considerado por los  
quiteños traidor, los guayaquileños le consideraban un tirano por las  
represiones realizadas en el puerto durante la jefatura suprema y, los  
cuencanos, le detestaban por el destierro de los religiosos Mariano  
Vintimilla y Vicente Solano. Olmedo y Flores son quienes allanan el  
camino a favor de Rocafuerte.139 Estas gestiones reafirman el interés  
de Olmedo por priorizar los intereses regionales.  
Posesionado de su cargo, Rocafuerte, propuso el proyecto de  
reforma económica que democratizaba el pago de tributos, no sólo  
líder de la sierra y del Convencional de Rocafuerte, líder costeño, comandado por Flores a  
quien sonrió la victoria.  
36 Luis Noboa Icaza, Estudios sobre Olmedo, pp.33-40.  
37 Olmedo a Flores, 30-VII-1835, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.216.  
38 Olmedo a Flores, 10-VII-1835, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.216  
39 Olmedo a Flores, 16,24 y30-VII-1835, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.218  
1
1
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1
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Rocío Rosero Jácome  
los indios debían pagar sino todos los ecuatorianos hombre o mujer,  
además, proponía impuestos sobre los fondos rústicos y el tributo a  
la industria. Para organizar las finanzas Rocafuerte y su Ministro Ta-  
140  
mariz dictaron los decretos del 10 de febrero de 1836. Dichos de-  
cretos causaron oposición general y, sobre todo, por parte de Flores  
y Olmedo que, para mantener el país –en la crisis inicial de su for-  
mación– tuvieron que solicitar empréstitos onerosos a los comercian-  
tes guayaquileños, puesto que la banca porteña sustentaba al nuevo  
Estado.  
Estas ideas impositivas fueron consideradas como fuera de  
contexto y atentatorias a los fundamentos del Estado, que por he-  
rencia histórica era estamental y mantenía privilegios coloniales, que  
no comprende, o no se decide, o no le conviene entrar a la órbita li-  
beral, democrática e igualitaria, y que prefiere mantener todas las  
garantías elitistas. Rocafuerte, con buena intención, quería disminuir  
las ganancias de los banqueros agiotistas, que por otro lado protes-  
taban por los impuestos a la industria nacional porque beneficiaría  
a los productos más baratos de los países vecinos. Flores pensó en  
abandonar el país y el apoyo al nuevo gobierno. Rocafuerte le pide  
en su carta se quede ya que él es necesario para conservar la inde-  
pendencia: “… ambos estamos igualmente comprometidos en sostener el  
orden legal, la paz interior y exterior y en dar un verdadero impulso a la ci-  
vilización.”1  
41  
Pero la oposición crece y Olmedo empieza a perder confianza  
en la habilidad de Rocafuerte frente a las opiniones de Guayaquil.  
Roca es quien lidera el descontento.142 Las cartas que se dirigieron a  
los pilares de Rocafuerte son variadísimas le llega a Flores una de  
Manuela Sáenz con la pregunta: “Y Ud., ¿porque no deja que se haga  
revolución contra Rocafuerte?143  
Durante este período, debido a la vehemencia de Rocafuerte  
surge otro episodio dificultoso y es la oposición de la Iglesia indig-  
1
1
40 Carlos Landázuri, op., cit., Doc.80, T.I, p.237.  
41 Carlos Landázuri, op., cit., Doc.88, T.I, p.248.  
142 Olmedo a Flores, 27-II-1837, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p.256  
143 Manuela Sáenz a Olmedo a Flores, 22-II-1837, Archivo Flores, Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,  
cit., p.256  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
144  
nada por los destierros de los clérigos azuayos , que, a su vez, se  
solidarizan con las persecuciones y destierros que Rocafuerte im-  
pone a sus opositores.145 Por ejemplo, niega la entrada de Manuela  
Sáenz al Ecuador, y con esto se cimenta la oposición de la mujer qui-  
teña encabezada por Catita Valdivieso, hermana del perseguido José  
146  
Félix Valdivieso, apoyada por Doña Rosa Gangotena. Son ellas las  
más atrevidas representantes del sentimiento quiteño de posterga-  
ción respecto de un gobierno que se iba haciendo regionalista.  
Y ante estas reacciones por los desenlaces de Miñarica, Ol-  
medo dice: “Con todo mi corazón quisiera borrar algunos versos de esa  
composición”.1 En este contexto, lamenta la actuación de Rocafuerte,  
dice: Que lástima que es que sus ideas, que sus sentimientos, su actividad  
no estén unidos a cierto reposo sistematizado, sin el cual nada puede haber  
de bueno en una administración”.148  
47  
En lo económico durante el período de Rocafuerte tuvo difi-  
cultades porque desde el inicio la república (época colombiana) se  
había comprometido el Distrito del Sur con la banca europea y ame-  
ricana. Los pagos se volvieron dificultosos Olmedo dice: “Por los pa-  
peles extranjeros sabrá Ud. la grande tempestad que amenazan las nubes  
1
49  
de Inglaterra y Norte América, Francia y Buenos Aires”. exacerbado  
por su experiencia ingrata en el cumplimiento de la Comisión dada  
por Bo1ivar en Londres, ante la banca extranjera. Esto modifica y  
alerta su criterio a propósito de la celebración del Tratado de Amistad,  
Comercio y Navegación con Inglaterra, a fines del mandato de Roca-  
fuerte, se expresó así: “Cada tratado con las grandes potencias es una  
150  
amenaza a la existencia o reposo de los Estados Americanos”.  
Advierte también que la entrada de extranjeros al territorio  
debe ser selectiva: “Cada marinero inglés, cada pastelero francés... lo  
1
44 Julio Tobar Donoso, Historia de la Iglesia Ecuatoriana en el siglo XIX, Editorial Ecuatoriana,  
Quito, 1934, p. 316  
1
1
45 Carlos Landázuri, Epistolario, 11-III-1835, T.I, pp.166-167  
46 Carlos Landázuri, op., cit.; 21-X; 13-V; 14-IX-1835, T.I, p.213 y Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
pp. 221-224  
147 Aurelio Espinosa Pólit, Epistolario, Doc.218, pp.293-294  
148 Olmedo a Flores, 30-X-1839, Archivo Flores, Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit., p.224  
149 Olmedo a Flores, Guayaquil 4-IV-1838, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p. 133  
150 Olmedo a Flores, Guayaquil 6-III-1839, Archivo Flores. Rocío Rosero Jácome, op.,cit., p. 279  
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201  
Rocío Rosero Jácome  
mismo que cada ebrio o facineroso extranjero, es un acta de reclamación ar-  
151  
mada que no se podrá castigar por temor a su gobierno”.  
Olmedo y Rocafuerte tienen posiciones contrarias en cuanto  
a las potencias extranjeras, Olmedo cree que el Ecuador puede so-  
brevivir sin préstamos, Rocafuerte piensa que, los acuerdos econó-  
micos son buenos para el país, además procura e insiste en la venida  
de los extranjeros ingleses o norteamericanos, porque cree que la ci-  
vilización anglosajona es la depositaria de todos los talentos del  
mundo. Olmedo por su parte, muestra férreo americanismo, nacio-  
nalismo y una profunda identidad criolla, que sin menospreciar a  
los europeos y norteamericanos se da su lugar de dignidad y se apre-  
cia en igualdad de condiciones, sin devaluarse, sin dejar de estimar  
la propia iniciativa, aunque escasa y pobre, pero nacional. Rocafuerte  
es más universal.  
En esta época los ideales protestantes liberales y francmaso-  
nes se entrelazan. Rocafuerte cree que la religión protestante es la so-  
lución al anhelo de libertad de conciencia. Olmedo es católico no  
practicante, se considera librepensador.  
Rocafuerte: aplicación de ideas masónicas en la reforma eclesiás-  
tica y la educación  
El período de Rocafuerte terminó el 31 de enero de 1839 y se  
inicia la segunda presidencia de Flores. El Congreso de 1839 dictó  
leyes y decretos sobre la “reforma de los regulares” o sistema para  
las secularizaciones y diezmos.  
La segunda administración de Flores es la consolidación en  
leyes de una parte del pensamiento liberal. Olmedo se expresa así  
dos meses antes de dicha aprobación: “La reforma de los regulares. ¡Oh  
gran pensamiento!. Pero ¿Será posible? ¿Podrá Ud., añadir esta rama a sus  
espesos laureles?, lo deseo, no lo espero”.152  
Los tres personajes son partidarios de la secularización y se  
puede decir, que son los pioneros del laicismo educativo en el Ecua-  
151 Olmedo a Flores, Guayaquil 6-III-1839, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p.134  
152 Olmedo a Flores, Guayaquil 27-II-1839, Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p. 273  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
dor. Rocafuerte dice. “La secularización del colegio Buena Ventura ha  
sido una medida muy sabia”.153 Olmedo, en cambio dice: “El colegio se  
ha hecho seminario; es decir se acabó la esperanza de tener una juventud  
1
54  
ilustrada” . La posición anticlerical de Olmedo y Rocafuerte son  
bien definidas, Flores empieza a tener ciertas preferencias por el en-  
foque educativo religioso.  
Como Gobernador de Guayaquil, Rocafuerte, se entrevistó  
con la autoridad eclesiástica para informar y advertir acerca de los  
decretos constitucionales de la reforma eclesiástica, dice: “El Obispo  
se enardeció al oírme decir que era llegado el tiempo de cerrar los conventos  
menores y de convertirlos, en mayor utilidad del público y dignidad de la  
religión, en hospitales, hospicios, casas de huérfanos, y establecimientos de  
155  
beneficencia...Y no tenga Ud. cuidado que yo ejecutaré lo que mande”.  
Rocafuerte sugiere a Flores poner atención en la educación  
del puerto, dice: “A Olmedo le toca ser el Director de Estudios de Guaya-  
quil”.1 Además, Rocafuerte gestionaba la creación de un colegio  
para Guayaquil: “Por fin se ha arreglado el modo de llevar a cabo el esta-  
56  
157  
blecimiento del Colegio que se abrirá el próximo febrero”.  
Debido a los decretos sobre la reforma del clero, dados en su  
gobierno, Flores tiene frecuentes contactos con las dignidades de la  
iglesia que, poco a poco, variarán su criterio. En cambio, sus amigos  
porteños muestran siempre aversión a su influencia en los asuntos  
políticos, piensan que no deberían intervenir porque consideran ésta  
una actividad poco digna de su oficio de tan alto nivel espiritual. Por  
lo tanto, se oponen a las intrigas, a los sobornos y maquinaciones en  
busca de un poder paralelo en lo material. Oponerse a la Institución  
Eclesiástica y a lo que ella representaba era muy, muy difícil porque  
en su molde estaban formadas todas las estructuras sociales.  
En una carta dirigida a Flores, Rocafuerte se expresa así:  
Como los clérigos de Cuenca, de acuerdo con los de aquí y de Quito son  
153 Olmedo a Flores, Guayaquil 13-III-1839, Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit., p. 274  
154 Carlos Landázuri, op., cit. T.I, Doc. 212, 17-IV-1839, p. 415  
155 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 10-V-1839; T.I, Doc.214, p.423  
156 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 8-V-1839; T.I, Doc.215, p.426. Cfr. Rocío Rosero Já-  
come, op., cit., p. 274.  
157 Carlos Landázuri, Epistolario, Guayaquil, 19-I-1842; T.II, Doc.345, p.723. Cfr. Rocío Rosero  
Jácome, op., cit., p. 275  
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203  
Rocío Rosero Jácome  
los que (…) más han intrigado en las elecciones, bien merecen que se les  
arranque la máscara de hipocresía que los cubre, y que reciban unos buenos  
latigazos por la imprenta...Olmedo es de la misma opinión que yo en este  
particular”.1  
58  
Olmedo se preocupó mucho por la preparación intelectual  
de sus hijas y de las de Flores para quienes escribió un tratado pe-  
dagógico de lógica; Flores decide publicarlo y Olmedo le contesta:  
Ud. sabe que esas leccioncitas fueron escritas para no salir del costurero  
159  
de nuestras hijas”.  
En 1831 funcionaba en Guayaquil un colegio normal para  
señoritas, que fue creado por Olmedo, en Agosto de 1822 como pri-  
160  
mer colegio público; él consideraba como prioritaria la formación  
y la capacitación intelectual de la mujer como organizadora y afian-  
zadora copartícipe de la sociedad liberal, cuya mayor influencia es-  
taba en su propio hogar, en la formación de su familia.  
También durante la segunda presidencia de Flores, Roca-  
fuerte se relaciona con The British and Foreing School, que promovía  
la alfabetización con el sistema Lancasteriano, encaminado también  
a la organización de un colegio de niñas. Los contenidos serian: “His-  
toria, Geografía, Música, Gramática Castellana, Principios de Literatura,  
161  
Francés, Inglés, Italiano, Pintura, y la buena educación de una señora”.  
Para difundir los conocimientos a través de publicaciones  
Olmedo trabajó constantemente y dice: “Tengo un acopio suficiente de  
apuntes y observaciones...para tres trabajos: de Lógica, Ideología y un com-  
pendio de Historia de la Filosofía”.162 Flores a su vez desea la capacita-  
ción de maestros nacionales en el exterior y presenta este proyecto  
para que el Estado los financie, Olmedo comenta: “El pensamiento no  
puede ser más patriótico; ojalá se verifique”.163  
158 Carlos Landázuri, Epistolario, Guayaquil, 23-X-1839; T.II, Doc.229, p.481  
159 Olmedo a Flores, Guayaquil 7-VIII-1839, Archivo Flores, Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.276  
1
1
1
60 Washington Padilla, op., cit., p.108.  
61 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 13-III-1839; T.I, Doc.206, p.404.  
62 Olmedo a Flores: Santa Elena, 31-III-1842, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p. 277  
1
63 Olmedo a Flores: Guayaquil, 13-III-1839, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.277  
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204  
Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
Las influencias externas y las rupturas de las logias internas  
A estos procesos internos de estructuración política e ideo-  
lógica se suceden otros de intervención internacional que devendrán  
en una definición limítrofe con la Nueva Granada.  
Por los decretos de la “Reforma de los Regulares” la lucha  
del clero a nivel interno y fuera de sus fronteras es encarnizada para  
no perder el papel protagónico de la Iglesia en la sociedad, y menos  
aún su influencia en las decisiones gubernamentales. Los librepen-  
sadores no están en contra de Dios ni de los principios religiosos,  
están contra las formas de la religión, esto es: fanatismo, atemoriza-  
miento, manipulación de la gente ignorante, de la no deliberante que  
acepta todo por autoridad.  
Curiosamente, con la misma fecha 12 de Febrero de 1840, Flo-  
res recibe cartas de sus amigos Olmedo y Rocafuerte; el primero le  
aconseja la no intervención en Pasto por la situación de crisis econó-  
mica y de consolidación general; el segundo le ínsita: “Los alborotos  
de Pasto y Popayán me tienen con mucho cuidado, la causa del fanatismo  
es muy peligrosa en pueblos tan atrasados como los nuestros… y el clero  
no tiene más Dios que su interés, y sabe cubrir su avaricia con el sagrado  
manto de la religión”.164  
Realmente la Iglesia toma como metodología el miedo y la  
ignorancia como estrategia, y, en Guaranda, se predicaba que: “…los  
165  
extranjeros son unos perversos y es pecado tratar con los ingleses”.  
Rocafuerte se lamenta que el Obispo haya hecho recoger las  
biblias y nuevos testamentos que circulaban en el puerto por consi-  
derarlos heréticos, dice: “...no serían tan viciosos, tan perjuros y ladrones  
como lo son el día, tendrán a lo menos algunas ideas exactas de la religión,  
que es muy diferente a la que enseñan los frailes y propagan los fanáticos y  
166  
todos los interesados, en la continuación de los abusos religiosos”.  
Los poderes, liberales y conservadores se distribuían entre  
Quito, Guayaquil y Cuenca, y en ellos se establecían escisiones con-  
ceptuales. La Masonería se hallaba dividida no solamente en el Ecua-  
164 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 26-II-1840, T.II, Doc.243, p.520  
165 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 19-VII-1840, T.II , Doc.272, p.597  
166 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 26-II-1840, T.II, Doc. 244, pp. 524-525  
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Rocío Rosero Jácome  
dor sino en el Perú y Colombia, en diferentes facciones y con pro-  
yecciones distintas, de allí, los conflictos internacionales con los paí-  
ses vecinos. El regionalismo nacional se marca. Rocafuerte al  
comenzar la segunda presidencia advierte a Flores:  
En muchas sociedades que se están formando en Quito, Cuenca, etc,  
etc, etc, yo no veo más que nuevos campos de intrigas abiertos a la am-  
bición y al desenfreno de las pasiones, una masonería sin secretos ni  
muecas, y nuevos clubs de nuestros modernos jacobinos más inmorales  
que los de Francia, pues a los vicios y a la ignorancia añaden la avaricia,  
y el más estúpido fanatismo.1  
67  
Olmedo, por su parte, alerta y reconviene a Flores sobre el  
estilo con que él está guiando a los nuevos jacobinos. No está de  
acuerdo con las formas porque, a su juicio, el estudio es un aspecto  
muy serio en la vida de las personas, algo que encamina y guía a la  
obtención de objetivos, y estos deben modelar el carácter, aguzar la  
razón, enriquecer los pensamientos, armonizar los sentimientos, fa-  
cilitar la expresión oral y escrita. En síntesis, el estudio, para Olmedo,  
debe ser una interiorización y un enriquecimiento personal y social.  
Se revela contra los nuevos “clubs” de Quito en los que el secreto, la  
moderación, y el manejo tinoso de la situación social no es impor-  
tante, y se dan a conocer los nombres de los miembros y los objetivos  
de la organización, no sólo de viva voz sino impresos. Esta aprecia-  
ción hace perder la serenidad y tolerante paciencia del maestro. Se  
expresa burlona y sarcásticamente de estos grupos masónicos que  
no toman en serio su misión de trabajadores intelectuales, dice:  
No crea que por esto yo repruebo absolutamente, tales asociaciones,  
No; porque conozco los beneficios que proporcionan a los pueblos  
cuando las dirige un celo prudente y cuando un desinteresado amor a  
la patria les anima. De lo contrario sucederá lo que me temo: uno o dos  
de los socios, entre los demás, sencillos e ignorantes, dispondrán las  
cosas de manera que cualquier ventaja o mejora redunde en provecho  
suyo, no del público; y mucho más prevalidos de la autorización del  
gobierno.1  
68  
167 Carlos Landázuri, op., cit., Guayaquil, 8-V-1839, T.I, Doc. 215, p.424  
168 Olmedo a Flores: Guayaquil, 12-VI-1839, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero J., op., cit., p.63  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
El tiempo les dio la razón a Rocafuerte y a Olmedo que dice:  
Ha resucitado el Quiteño Libre, por acá le escriben papeles sediciosos con  
169  
pretextos religiosos.” Pero no sólo en Quito hay cambios al interior  
de las logias, meses después corrobora Rocafuerte: “Los Clubs que se  
reúnen en Casa de Roca han redoblado la actividad, todos ellos son unos  
diablos, se han convertido en hipócritas, se fingen unos santos, para mejor  
170  
engañar a los mentecatos y al fanático obispo”.  
Las ambiciones y el ocaso de Flores  
Me atrevo a afirmar que, a partir de esta época, empieza la  
génesis del cambio operativo de Flores que culminará con el rompi-  
miento de los dos consejeros y el descalabro del país. Cerca de la con-  
clusión del segundo período presidencial en 1843, Flores vuelto de  
la campaña de Pasto empezó a idear la forma de continuar en el  
poder, más había mucho descontento. Se dieron irregularidades en  
las elecciones parlamentarias, no pudo reunirse el congreso, coyun-  
tura que le permitió proclamarse Jefe Supremo y convocar a una  
nueva constituyente.  
Flores se inspira en la Constitución Boliviana de un ejecutivo  
de mayor permanencia, 8 años en el poder, un senado con una du-  
ración de entre 8 a 12 años e inclusive con posibilidad de ser vitalicio;  
las elecciones más frecuentes se harían cada 4 años para diputados  
y permitiría la reelección después de un período. Se restablecía el  
principio de ecuatorianidad para los nativos de los países colombia-  
nos casados con ecuatorianas que tuvieran una propiedad raíz de  
3
0.000 pesos, que era el caso de Flores.171  
La justificación de Flores era evitar las luchas parlamentarias  
y los intereses por la política general y las elecciones, creía que lo  
mejor era espaciarlas, en contrapartida, procurar que la población se  
interesara en las artes, ciencias y la industria. Olmedo se opuso fron-  
talmente, dijo: “Estoy opuesto a todo lo que sea vitalismo, a la perpetuidad  
169 Olmedo a Flores: Guayaquil, 11-IX-1839, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p.63  
1
70 Carlos Landázuri, Epistolario, Guayaquil, 4-III-1840, T.II, Doc. 245, p.526  
71 Alfredo Pareja Diezcanseco, “Historia de la República” en: Nueva Historia del Ecuador, Vo1.  
1
7, p.177.  
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Rocío Rosero Jácome  
en los poderes”.172 Se convirtió en el paladín de la democracia, y dada  
situación, se expresa a Flores con enfado e indignación así: “Y cuando  
estos pueblos son pacíficos e imbéciles, inermes, entonces se trata de cons-  
tituciones fuertes y bien templadas;... sedición y tumulto es la murmuración  
secreta de 3 o 4 individuos que nunca pueden estar contentos con el  
orden”.1 Y es el pueblo ignorante, que, por serlo, aprobaba posicio-  
nes duras creyéndolas saludables, porque sus líderes, con habilidad,  
los habían convencido. “No he visto el tal proyecto pero oigo hablar  
73  
.
..nada de esto puedo aprobar”.174  
La constituyente hizo algunas modificaciones al proyecto y  
se aprobó la llamada “Carta de la Esclavitud” y Flores fue reelecto  
por unanimidad. Moncayo escribe a Flores: “Como consentirá V.E.  
comprometer su nombre histórico por 8 a 10 años de mando…V.E. es mucho  
175  
más grande en el retiro de la Elvira, que bajo los doseles de Palacio”. Ante  
estos resultados Rocafuerte se separó de la Convención; desconoció  
la validez de sus actos, calificó a los legisladores de egoístas, fanáti-  
cos y aventureros, emigró al Perú, pero antes pudo conseguir que la  
nueva constitución permitiera el culto privado de otras religiones y  
176  
prohibiera a los eclesiásticos el ejercicio de funciones legislativas.  
Todos los historiadores coinciden que la abrupta desave-  
nencia entre estos personajes se debe a que Rocafuerte no fue electo  
para la primera magistratura. Pero Rocafuerte nunca deseó ser  
electo. Antes de la convención viajó expresamente a Quito para re-  
comendar personalmente a Pedro Gual como sucesor a la presiden-  
cia, Flores lo aceptó. Esta iniciativa fue conocida y aprobada también  
por Olmedo que escribe lo siguiente: “También habló mucho Rocafuerte  
justificando la indicación que había hecho allá a favor del señor Gual para  
177  
la próxima presidencia… ¡Excelente Seria este hombre tan probado”. Y,  
más aún, el mismo Rocafuerte escribe a Flores antes de ir a La Con-  
1
1
72 Olmedo a Flores: El Morro, 8-IV-1842, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.314  
73 Olmedo a Flores: El Morro, 8-IV-1842, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.315  
1
1
1
1
74 Olmedo a Flores: El Morro, 8-IV-1842, Archivo Flores Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit., p.315  
75 Moncayo a Flores: Paita, 7-XII-1842, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit., p.316  
76 Enrique Ayala, Nueva Historia del Ecuador, Vol.7, p.177  
77 Olmedo a Flores: La Virginia, 15-IX-1842, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op., cit.,  
p. 356  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
vención recordando la recomendación a Gual como candidato. Dice:  
Gual es el hombre que nos conviene si Ud. logrará colocarlo en la presi-  
dencia, se cubriría Ud. de una gloria inmortal, y volviendo un nuevo campo  
de esperanzas, pondrán al Ecuador en el sendero de la liberalidad, del pro-  
greso y de la civilización”.178  
Flores perdió de vista el objetivo general y su compromiso  
con Olmedo y Rocafuerte. Estuvo auspiciado por sus nuevos jóvenes  
179  
seguidores, los miembros de la “Sociedad Politécnica”. El historia-  
dor Jean Pierre Bastian dice:  
La difusión de estas asociaciones modernas fue un arma de doble filo  
para las élites liberales, quienes conquistaron el poder y a la larga lo-  
graron mantenerse. Cierto es que cuando los liberales se encontraban  
fuera del poder político, estas sociedades sirvieron de apoyo para la  
conquista del estado y para asentar su legitimidad democrática… pero  
por influencia del positivismo se convierte en conservador autoritario  
y antidemocrático, sustituyendo al liberalismo gracias a una hábil po-  
lítica de conciliación con la iglesia.  
Frente a este estado liberal autoritario, que postergaba la práctica de la  
democracia, dando prioridad al desarrollo económico, a la paz social  
y al enriquecimiento de las oligarquías, las sociedades de ideas repre-  
sentaban siempre un contra-modelo.1  
80  
Olmedo continúa colaborando con Flores a distancia por  
unos meses más. Sobre la furibunda acción externa de Rocafuerte  
dice: “tendrá Ud. que sostener una polémica ingrata, fastidiosa, degra-  
dante”.1 Flores se siente solo, Olmedo no disculpa a Rocafuerte ni  
excusa a Flores porque cree que éste ha faltado a un precepto muy  
importante: “Moderación en nosotros, moderación en los gobiernos. Este  
es el verdadero principio fundamental”.182  
81  
178 Carlos Landázuri, Epistolario, Guayaquil, 4-I-1843, T.II, Doc.402, p.846.  
179 Olmedo a Flores: Guayaquil, 13-V-1839 y 12-VI-1839. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit., p.  
6
1-63  
1
80 Jean Pierre Bolchan, Protestantes, Liberales y Francmasones, p.13  
1
81 Olmedo a Flores: El Morro, 8-IV-1843, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.319  
1
82 Olmedo a Flores: El Morro, 24-I-1843, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.320  
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Rocío Rosero Jácome  
La oposición a Flores, se generaliza a causa de la tributación  
general de 3 pesos. Olmedo es buscado para que lidere un movi-  
miento de oposición que se concretó en un “Manifiesto”. Flores le  
reclama y él contesta “… pues debo advertir a Ud. que nunca se ha visto  
más generalizado el descontento…Los suscritores no han querido erigir un  
dictador”.1  
83  
Flores es advertido de la conspiración por Thomas Wright  
comandante de Guayaquil: “Repito hay personas aquí continuamente  
maquinando para trastornar el orden público y hablan descaradamente. El  
mayor apoyo con que ellos cuentan es el bondadoso corazón de Ud. que no  
es capaz de hacerles daño alguno”.184 Y Manuel Antonio Luzarraga con-  
firma esos temores: “Ud. sabe que las personas implicadas en la revolución  
185  
son las que se han considerado las más adictas a su persona”.  
El 6 de marzo de 1845 se desencadenó en Guayaquil la revo-  
lución encabezada por José Joaquín Olmedo, Vicente Ramón Roca y  
Diego Noboa para restablecer un gobierno constitucional, republi-  
cano, democrático, representativo, electivo y alternativo.  
Conclusiones  
1
. Se aprecia la Masonería como una organización anti-dogmática,  
laica. En tanto talleres de ilustración, sus miembros, estudian las  
nuevas tendencias teórico-políticas, sociológicas, filosóficas y po-  
lítico-sociales, en boga en Europa a fines del siglo XVIII e inicios  
del XIX. Los asociados masones, gracias a sus influencias sociales  
y preparación intelectual, cambian, a través de las leyes, las es-  
tructuras socio-político-económicas: de monarquía y absolutismo  
a democracia federal o republicana y parlamentarismo. En el pro-  
ceso histórico presentado, la masonería contrasta con la institución  
Iglesia y su relación religión-Estado regido por Roma de monar-  
quía absoluta centrada en el papa.  
1
1
1
83 Olmedo a Flores: La Virginia, 18-X-1843, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.322  
84 Thomas Wright a Flores: Guayaquil, 25-XII-1844, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome,  
op.,cit. p.332  
85 Luzarraga a Flores: Guayaquil, 25-II-1845, Archivo Flores. Cfr. Rocío Rosero Jácome, op.,cit.,  
p.332  
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Los nexos masónicos del siglo XIX  
en la política iberoamericana y ecuatoriana  
2
. Se observa, como una constante, la idea de soberanía e indepen-  
dencia territorial, política y económica para Ecuador, e igual-  
mente, es reiterativa la necesidad de una alianza hispanoame-  
ricana, que sea contrapeso de las potencias extractivas externas.  
En el proceso subyace el deseo de integración americana por con-  
senso, sin embargo, prevalece el desarrollo de una patria chica y,  
en el conjunto, son recíprocamente competitivas. En la transfor-  
mación estudiada se presentan contra-modelos.  
3
. El primer liberalismo contribuyó al desarrollo socio-cultural y edu-  
cativo público y laico, a través de la implementación inicial del  
método Lancasteriano para el trabajo productivo. Fue interés prio-  
ritario la instrucción femenina, demostrado en el periodo floreano  
por Olmedo y Rocafuerte. En lo político contribuye con la división  
del Estado en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, con  
aplicaciones políticas propias, tendientes a solucionar necesidades  
específicas, y no como una aplicación mecánica de los pronuncia-  
mientos político-liberales de Inglaterra, Estados Unidos y Francia.  
. La masonería influye para la separación entre la Iglesia y el Estado,  
la formación y afianzamiento de los Estados americanos y del  
Ecuador. En tanto centro filosófico y, el liberalismo como su resul-  
tante, presenta las más variadas gamas de concepciones, valores  
y objetivos, siendo la compatibilidad de las ideas lo que permite  
en estas asociaciones su desarrollo permanencia y evolución; em-  
pero, las diferencias ideológicas y de aplicación en el gobierno,  
fracturaron sus principios fundamentales como la moderación y  
la fraternidad. Desde esta perspectiva se vuelven comprensibles  
las tesis y antítesis de los asociados, que parecen, en el contexto  
histórico, no tener coherencia y carecen de un patrón determinado  
porque la organización es librepensadora. La unilateralidad de cri-  
terio la volvería estamental y dogmática.  
4
5
. Se aprecia que el sustento de las comunidades masónicas es la fra-  
ternidad basada en el respeto y valoración de las individualidades  
aportantes de ideas en igualdad de condiciones. Por lo tanto, la ar-  
monización y la confianza interpersonal permitirían encaminar,  
un colectivo, hacia un derrotero común; sin embargo, las circuns-  
tancias hicieron que muchos de sus miembros declinen situaciones  
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Rocío Rosero Jácome  
personales cuando está de por medio el bien de la colectividad y  
el cumplimiento de sus ideales. Pero no sucede en todos los casos.  
Bolívar, Flores y otros iniciados en la masonería alcanzan el poder  
a través de esta organización, pero, para mantenerse en él se reti-  
ran y se vinculan a la Iglesia.  
6
. Los masones frente a conflictos que impliquen decisiones de vida  
se retiran...!, evitan que se agranden. En esta ponencia se presen-  
tan muchos ejemplos, destacaremos 10 importantes: 1) Bolívar y  
San Martín en la entrevista de Guayaquil. 2) La retirada de San  
Martín luego del triunfo de Bolívar en el Perú. 3) El exilio de Ol-  
medo luego de la decisión popular guayaquileña de aceptar a Bo-  
lívar. 4) La no aceptación oficial de Bolívar para asumir la dicta-  
dura en 1826, se muestra en los intentos para conseguir apoyo a  
su Constitución en 1828 en la Convención de Ocaña y luego en el  
Congreso Admirable de 1830. 5) La primera constitución del Ecua-  
dor alude la pertenencia a Colombia. 6) El autoexilio de Illing-  
worth luego del apoyo a Urdaneta. 7) El abrazo de Túquerres. 8)  
el Acuerdo de Caballeros. 9) E1 retiro de Rocafuerte en 1843. 10)  
El distanciamiento de Olmedo.  
7
. Parafraseando a Olmedo, Si las sociedades de las ideas son un be-  
neficio personal y social cuando en ellas reina el celo, el desinterés,  
la prudencia, la madurez, en suma, el equilibrio de las situaciones  
sobrepasando la ignorancia y el fanatismo. Pregunto al unísono  
con Unamuno ¿Será posible en sociedades humanas de carne y  
hueso, emocionales, apasionadas, interesadas, paradógicas y con-  
tradictorias?  
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La Academia Nacional de Historia es una  
institución intelectual científica,  
y
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros a  
historiadores  
entendiéndose por tales  
profesionales,  
quienes  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación histórica y hayan realizado  
aportes al mejor conocimiento de  
nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Rosero Jácome, Rocío,  
LOS NEXOS MASÓNICOS DEL SIGLO XIX EN LA POLÍTICA  
IBEROAMERICANA ECUATORIANA DEL PRIMER  
Y
LIBERALISMO, boletín de la academia nacional de historia, vol.  
XCV, Nº. 198, julio  diciembre 2018, Academia Nacional de  
Historia, Quito, 2017, pp.167-219.