Kléver Antonio Bravo
ciudad. Y nada más grato, en esta ceremonia, que incorporar a otro
intelectual ambateño, cuya vida entera la ha dedicado a la cátedra y
a la investigación de esta ciencia, don Jorge Abelardo Ortiz Miranda,
un dilecto amigo y colega cuya pista se perdió hace más de una dé-
cada, y que ahora ha tocado las puertas de nuestra Academia. Es el
amigo que aparece, el soldado que regresa de la guerra y el historia-
dor que se incorpora a su hogar tan merecido. Pues el afecto de un
amigo nunca salió del baúl de los recuerdos.
Don Jorge Ortiz Miranda, aparte de historiador y maestro,
nunca se dio cuenta que era un excelente libretista de grandes cere-
monias. Tuve el sano orgullo de compartir con este nuevo académico
el trabajo de libretos y voces con las que dirigíamos las grandes cere-
monias militares, retretas y otros eventos de multitudes. Pues ahora
ingresa a la Academia Nacional de Historia en calidad de Miembro
Correspondiente, en su tierra natal, y en este espacio tan sublime y
tan etéreo, donde sigue viva la pluma del más grande crítico que ha
tenido el Ecuador.
Nuestro recipiendario dejó su provincia para estudiar His-
toria y Geografía en la Pontificia Universidad Católica de Quito, allí
también estudió historia del arte y pedagogía, lo que le permitió con-
tinuar los estudios de maestría en Gerencia de la Educación Superior
en la Universidad Regional Autónoma de los Andes, y un doctorado
en Historia por la Universidad Central del Ecuador.
Esta formación académica le concedió la oportunidad de tra-
bajar en la docencia, actividad que lo ha desarrollado, y aún lo hace,
con toda la pasión y entusiasmo. Fue profesor de historia, cívica y
ciencias sociales en varios colegios de Quito. Destacan entre ellos el
colegio San Gabriel, Las Mercedarias, Alemán, el colegio nocturno
Salamanca y el glorioso Colegio Militar Eloy Alfaro, donde laboró
por más de veinte y cinco años.
De igual manera, ha sido profesor de varias universidades,
empezando por su alma máter, donde fue profesor de historia del
arte, geografía, realidad nacional y pedagogía; en la Escuela Politéc-
nica del Ejército, donde fue jefe de la sección de Bienestar Estudiantil
y Relaciones Públicas; en la universidad Equinoccial del Ecuador,
BOLETÍN ANH Nº 198 • 307–309
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