BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCV  
Nº 198  
Julio–diciembre 2017  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
DIRECTOR:  
Dr. Jorge Núñez Sánchez  
SUBDIRECTOR:  
SECRETARIO:  
TESORERO:  
Dr. Franklin Barriga López  
Ac. Diego Moscoso Peñaherrera  
Hno. Eduardo Muñoz Borrero  
Mtra. Jenny Londoño López  
BIBLIOTECARIA-ARCHIVERA:  
JEFA DE PUBLICACIONES:  
Dra. Rocío Rosero Jácome  
RELACIONADOR INSTITUCIONAL: Dr. Vladimir Serrano Pérez  
BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCV  
Nº 198  
Julio–diciembre 2017  
©
Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
e-ISSN Nº 2773-7381  
Portada  
Monumento a Vicente Rocafuerte  
en la ciudad de Guayaquil  
Diseño e impresión  
PPL Impresores 2529762  
Quito  
landazurifredi@gmail.com  
enero 2019  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. XCV – Nº. 198  
Julio–Diciembre 2017  
BIENVENIDA A JORGE ORTIZ MIRANDA  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
A LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Kléver Antonio Bravo1  
Si a Cuenca la recordamos como la “Atenas del Ecuador”,  
Ambato será, entonces, la Babilonia de estas tierras. Esta merecida  
apología viene a colación por las dos primicias de esta ciudad encla-  
vada en los Andes: la primera imprenta y el Himno Nacional. Efec-  
tivamente, en 1755 el sacerdote jesuita José María Maugeri instaló la  
primera imprenta en la que, décadas más tarde, se imprimieron las  
siete ediciones de Primicias de la Cultura de Quito, el primer periódico  
del Ecuador. Y nuestro himno patrio, tanto como su autor, que han  
dado el toque de unión e identidad de nuestro pueblo.  
Y es que cuando a esta ciudad le engrandecen las miradas,  
son las letras las que llenan de luz a esas miradas: los ensayos de  
nuestro Cervantes de América, Juan Montalvo; A la Costa, de Luis  
Alfredo Martínez, aquella novela de inicios del siglo XX donde se  
describe las diferencias culturales entre las dos regiones; Cuman,  
otra obra maravillosa de la literatura ecuatoriana de Juan León Mera;  
y no se diga las obras históricas y literarias de Pedro Fermín Ceva-  
llos.  
Pero la historia intelectual de Ambato no se detiene en esta  
parte del camino. A esta corriente intelectual también se suma la pin-  
tura de fines del siglo XIX, arte que logró romper ese dogma tradi-  
cional del arte colonial donde reinaba –de forma exclusiva– la  
imagen católica copiada de las obras pictóricas de ultramar. Fueron  
Luis A. Martínez y Juan León Mera, quienes, aparte de su pluma,  
dieron vida al pincel para incorporar en el arte ecuatoriano el género  
del paisajismo.  
Nos ha dado el altísimo honor de que nuestra centenaria  
Academia Nacional de Historia, haga su presencia en esta hermosa  
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Miembro de Número de la Academia Nacional de Historia del Ecuador.  
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Kléver Antonio Bravo  
ciudad. Y nada más grato, en esta ceremonia, que incorporar a otro  
intelectual ambateño, cuya vida entera la ha dedicado a la cátedra y  
a la investigación de esta ciencia, don Jorge Abelardo Ortiz Miranda,  
un dilecto amigo y colega cuya pista se perdió hace más de una dé-  
cada, y que ahora ha tocado las puertas de nuestra Academia. Es el  
amigo que aparece, el soldado que regresa de la guerra y el historia-  
dor que se incorpora a su hogar tan merecido. Pues el afecto de un  
amigo nunca salió del baúl de los recuerdos.  
Don Jorge Ortiz Miranda, aparte de historiador y maestro,  
nunca se dio cuenta que era un excelente libretista de grandes cere-  
monias. Tuve el sano orgullo de compartir con este nuevo académico  
el trabajo de libretos y voces con las que dirigíamos las grandes cere-  
monias militares, retretas y otros eventos de multitudes. Pues ahora  
ingresa a la Academia Nacional de Historia en calidad de Miembro  
Correspondiente, en su tierra natal, y en este espacio tan sublime y  
tan etéreo, donde sigue viva la pluma del más grande crítico que ha  
tenido el Ecuador.  
Nuestro recipiendario dejó su provincia para estudiar His-  
toria y Geografía en la Pontificia Universidad Católica de Quito, allí  
también estudió historia del arte y pedagogía, lo que le permitió con-  
tinuar los estudios de maestría en Gerencia de la Educación Superior  
en la Universidad Regional Autónoma de los Andes, y un doctorado  
en Historia por la Universidad Central del Ecuador.  
Esta formación académica le concedió la oportunidad de tra-  
bajar en la docencia, actividad que lo ha desarrollado, y aún lo hace,  
con toda la pasión y entusiasmo. Fue profesor de historia, cívica y  
ciencias sociales en varios colegios de Quito. Destacan entre ellos el  
colegio San Gabriel, Las Mercedarias, Alemán, el colegio nocturno  
Salamanca y el glorioso Colegio Militar Eloy Alfaro, donde laboró  
por más de veinte y cinco años.  
De igual manera, ha sido profesor de varias universidades,  
empezando por su alma máter, donde fue profesor de historia del  
arte, geografía, realidad nacional y pedagogía; en la Escuela Politéc-  
nica del Ejército, donde fue jefe de la sección de Bienestar Estudiantil  
y Relaciones Públicas; en la universidad Equinoccial del Ecuador,  
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Bienvenida a Jorge Ortiz Miranda  
como Miembro Correspondiente de la ANH  
Universidad Central del Ecuador y en la Escuela Superior Militar  
Eloy Alfaro, donde fue docente y asesor cultural.  
Después de trajinar por varias décadas en la capital, y como  
buen ambateño, retornó a su tierra natal. Aquí fue docente y director  
del Departamento de Historia, presidente de la Asociación de Pro-  
fesores y vicerrector de la Universidad Técnica de Ambato. Y desde  
un tiempo atrás, viene desempeñándose como profesor de posgra-  
dos en la Universidad Regional Autónoma de los Andes.  
Paralelo a esta trayectoria docente, luce también sus publi-  
caciones, de las que se destacan: Historia del Arte y Cultura en el Ecua-  
dor, Recursos históricos y hoteleros en el Ecuador e Historia Republicana,  
estas dos últimas obras en camino. Sumando sus obras y sus miles  
de horas clase, el Muy Ilustre Municipio de Ambato le ha otorgado  
el premio Juan Montalvo, Pluma de Oro.  
Para la Academia Nacional de Historia del Ecuador, y en mi  
calidad de representante, reitero mi felicitación al Dr. Jorge Ortiz Mi-  
randa por su tan aclamado ingreso a esta Institución. Bienvenido el  
historiador y amigo de toda una vida que regresó a su terruño para  
dar lo que aprendió y sintió en otros lares. Esto demuestra que lo  
mejor de la humanidad viene de provincia.  
Autoridades, señoras y señores  
Ambato, 29 de septiembre de 2017  
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La Academia Nacional de Historia es una  
institución intelectual científica,  
y
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros a  
historiadores  
profesionales,  
entendiéndose por tales a quienes  
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación histórica y hayan realizado  
aportes al mejor conocimiento de  
nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Antonio Bravo, Kléver,  
BIENVENIDA A JORGE ORTIZ MIRANDA COMO MIEMBRO  
CORRESPONDIENTE A LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA,  
boletín de la academia nacional de historia, vol. XCV, Nº. 198, julio  
3
diciembre 2018, Academia Nacional de Historia, Quito, 2017, pp.  
07-309.