Rocío Rosero Jácome
se ampliaron las conferencias y la participación cultural a la sociedad
ecuatoriana. Los temas religiosos se manejaron siempre en el ámbito
estrictamente privado, así se evitó conflictos con la sociedad católica
circundante.
Al ser un grupo de emigrantes cultos, logran vincularse en
espacios de investigación científica en las universidades, de Quito,
Guayaquil, y Cuenca, irradiando su influencia a otras ciudades de
menor población. Fueron docentes de medicina, farmacia, bioquí-
mica, endocrinología, pediatría, cirugía, veterinaria, arquitectura,
economía, derecho internacional, psicología, artes, teatro, idiomas
en la Universidad Central del Ecuador, otros se vincularon a la Es-
cuela Politécnica Nacional en química, física, mecánica, geología, in-
geniería civil, construcción de puentes, hidráulica, ferrocarriles,
ingeniería eléctrica, ingeniería Química, algunos atendieron el re-
querimiento del país para formación académica y fueron contratados
desde Alemania. La Universidad de Guayaquil contrató a veterina-
rios y agrónomos. La Universidad de Cuenca contrató arquitectos.
La tercera parte se refiere al “Judaismo, Fascismo y Diás-
pora”. Daniel Kersfeld enfoca el capítulo a través de los siguientes
subtítulos: Presencia histórica del judaísmo en Italia; Los judíos bajo
el fascismo; Los refugiados italianos en el Ecuador; La reacción di-
plomática ecuatoriana. El autor en una sugestiva, interesante y bien
lograda pincelada, recorre dos mil años de historia de la comunidad
judía en Italia, plenamente integrada al espacio cultural italiano y
consustanciada con sus valores y orientaciones nacionales, que a par-
tir de 1938, cambiaría su estatus debido a la aprobación de las Leyes
Raciales del régimen fascista, intempestivamente, fueron considera-
dos enemigos de la nación italiana, por lo tanto, debían ser expulsa-
dos del país y/o eliminados físicamente.
Señala las comunicaciones entre Ecuador e Italia a través de
la Cancillería, sobre las condiciones migratorias para establecerse en
el país. Kersffeld narra varios casos de solicitud de asilo que a pesar
de cumplir con los requisitos eran negados porque algunos funcio-
narios recomendaban al Canciller ecuatoriano suspender el visado
de los pasaportes judíos, como el Embajador Peñaherrera. El autor
BOLETÍN ANH Nº 198 • 501–507
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