La obra pía fundada por Diego de Escobar en 1600
Anexo 1
Un homónimo de Don Mariano Larrea Villarroel
En la segunda mitad del siglo XVIII, en Quito, existió un homónimo
de don Mariano Larrea Villarroel, contemporáneo suyo. Fue el mercader don
Mariano de Larrea. Al parecer, dicho mercader fue don Mariano Larrea Tinajero,
vecino de Guayaquil, donde fue criado por los familiares de sus tíos y propie-
tario de una hacienda en Naranjito, cerca de Guayaquil, y es antepasado del em-
bajador Galo Larrea Donoso. Respecto al mercader don Mariano de Larrea,
diremos lo siguiente:
Don Felipe Nicolás González, vecino de Quito, contrató en 1783 a don
Mariano de Larrea, igualmente vecino de Quito, para que lleve a vender en Bar-
bacoas 2149 pesos consistentes en 20 fardos de ropa de la tierra y otras cosas.
Don Mariano de Larrea viajó comerciando esas mercancías a Guayaquil, Barba-
coas y Pasto.41 El 2 de enero de 1788, don Mariano Larrea llevó a Barbacoas 6
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cargas de fardos de ropas de la tierra.
En Quito el 29 de diciembre de 1788, don Mariano Larrea, vecino de
Quito, otorga poder a Juan Hidalgo Riera, Procurador de Número de la Real
Audiencia, para que comparezca ante el Tribunal de la Real Audiencia por la
instancia que hace don Carlos Mazo para conferirle el plazo de seis meses que
le pide para satisfacerle la cantidad de pesos que le está debiendo. Don Mariano
Larrea debía 400 pesos a don Manuel Ruiz, vecino de Guayaquil. Don Mariano
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Larrea hacía carreras a Barbacoas y Latacunga.
En Quito, el 4 de julio de 1791, don Mariano de Larrea y su esposa doña
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Francisca Bastidas dan fianza a favor de don Carlos Antonio Mazo. En Quito,
el 22 de marzo de 1789, doña Paula Mora, como abonadora de don Mariano de
Larrea, hipoteca una casa en la Parroquia de San Roque, de Quito, avaluada en
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.100 pesos, para que don Mariano de Larrea entre a servir como Correo Super-
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numerario a Piura En Quito, el 7 de julio de 1790, existe una obligación de don
Mariano Larrea a favor de doña Josefa Soto, pues don Mariano Larrea, vecino
de Quito, compró a don Francisco Calderón y Piedra, alcalde de la Santa Her-
mandad de Quito, unos “baños llenos de caldos de teñir en azul” y un indio ofi-
cial tintorero, en 64 pesos. No nos extrañemos que, en aquel entonces, los indios
eran comprados y vendidos casi como mercancías, costumbre que subsistió aún
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en tiempos de la República.
41 AN, Notaría 1°, Juicios, caja 83, exp. 29 Noviembre 1783
42 Archivo Histórico Municipal de Quito, Alcabalas y Estancos, 1738-1837, libro 0001, fs. 304,
3
05, 463
4
4
4
4
3 AN, Notaría 1°, Protocolos, Francisco Xavier Bustamante, 1781-1789, f. 409
4 AN, Protocolos, Notaría 5°, caja 54, vol. 122, fs. 305v.-306v.
5 AN, Notaría 6°, Protocolos, 1787-1789, f. 510v-511v
6 AN, Notaría 1°, Protocolos, 1789-1795, f. 191
BOLETÍN ANH Nº 203 • 361–402
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