BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCIX Nº 205  
Enero–junio 2021  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
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BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCIX  
Nº 205  
Enero–junio 2021  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN Nº 2773-7381  
Portada  
Eduardo Kingman Riofrío, pintor ecuatoriano, 1913–1997  
Fotografía, colección familia Kingman. Tomada de su fb.  
Diseño e impresión  
PPL Impresores 2529762  
Quito  
landazurifredi@gmail.com  
julio 2021  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DELꢀECUADOR  
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2
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. XCIX – Nº. 205  
Enero–junio 2021  
LA CONCHA SPONDYLUS O “MULLU”,  
SU IMPORTANCIA PARA LOS PUEBLOS ANCESTRALES  
DE AMÉRICA Y SU SITUACIÓN ACTUAL  
Estelina Quinatoa Cotacachi1  
Esta invitación a participar en la Academia Nacional de His-  
toria del Ecuador como Miembro Correspondiente siendo parte de  
un pueblo y una nacionalidad originaria del Ecuador es especial y  
trascendental para mí y para las comunidades a las que pertenece-  
mos los andinos; por lo que debo reconocer públicamente que la ins-  
titución posibilita al pueblo a expresar en primera voz nuestras  
percepciones, vivencias y conocimientos al considerarnos como su-  
jetos de la historia, superando la concepción generalizada de que  
éramos objeto de estudio de los “especialistas en indios”. Así pode-  
mos escribir y difundir desde la visión del otro lado de la historia,  
compartir nuestras tradiciones como pueblos de profundas raíces  
milenarias siendo también personas y a la vez poblaciones modernas  
y contemporáneas con capacidad de aportar para el desarrollo del  
país al ofrecer alternativas de vida, de solidaridad y reciprocidad  
para los ecuatorianos.  
Nuestros antepasados nacieron, se desarrollaron y convivie-  
ron en este territorio biodiverso y con abundancia de pisos climáticos  
desde tiempos inmemoriales; cada uno de estos pueblos con sus pro-  
pias experiencias, ciencias y tecnologías. En el pasado lograron con-  
formar altas civilizaciones con grandes conocimientos en astronomía,  
1
Magíster en Conservación y Administración de Bienes Culturales, Universidad SEK, Quito;  
licenciatura en Antropología Aplicada, Facultad de Ciencias Humanas y Educación, Univer-  
sidad Politécnica Salesiana, Quito; estudios de Leyes, Escuela de Derecho, Facultad de Juris-  
prudencia, Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Central del Ecuador, Quito; perito en  
Antropología, Universidad Abierta de Loja, Quito; diplomado en idioma francés, Facultad de  
Idiomas, Escuela Superior Politécnica del Chimborazo, Riobamba; estudios de idioma inglés,  
en el British Council, Quito; guía de turismo, MetropólitanTouring, Quito; diplomado en An-  
tropología Forense, Asociación de Estudios Sociales del Perú, Lima. A más del francés, se de-  
senvuelve en estos otros idiomas: quichua, primera lengua materna; español, segunda lengua  
materna; inglés, básico.  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
matemáticas, geometría, agricultura, medicina holística, metalurgia,  
entre otras varias; sus miembros nos dejaron principios andinos ne-  
cesarios para la pervivencia humana como el “randi-randi” o reci-  
procidad, el “ayni” o ayuda mutua, el respeto a las personas y a  
todos los seres de la naturaleza; una visión propia de la vida que le  
llaman cosmovisión, una forma de vida como hijos de la madre na-  
turaleza distinta a la del mundo occidental.  
Pertenezco a una familia de la provincia de Imbabura en la  
sierra norte del Ecuador; tierra de hombres y mujeres que descende-  
mos de la gran confederación Caranqui-Otavalo-Cayambi, pueblos  
que defendieron sus territorios y a su pueblos frente al ejército inca  
y resistieron la explotación de la conquista y la colonia española; la  
lucha se acentuó aún más en la república con el sistema de haciendas  
en la que se destacaron como hábiles textileros, abriéndose al comer-  
cio en los mercados nacionales y extranjeros.  
Con la bendición de los Apus y el permiso de los ancestros,  
siendo una mujer del pueblo Otavalo de la nacionalidad kichwa; soy  
nieta, soy hija soy madre y abuela, es mi deber y tradición el inicio  
de cada acto importante recordando a mis ancestros y hermanos,  
miembros de las comunidades de Agato y Quinchuquí en las faldas  
del taita Imbabura.  
Soy hija de Mama Mercedes Cotacachi, hija de Mama Con-  
cepción Cachiguango y de Tayta José Manuel Cotacachi; soy hija de  
Tayta Alejandro Quinatoa, hijo de Mama Rosa Santillán y Tayta  
Tomás Quinatoa, hijo de Tayta Andrés Quinatoa y así hasta los  
ñawpa mamas y ñawpa taytas. Mis hermanos mayores con quienes  
compartí la vida desde mi nacimiento hasta su partida de este  
mundo: Segundo, Lucila y Antonio Quinatoa Cotacachi. Mi nieta Do-  
meniquita y todos aquellos maravillosos espíritus que no pudieron  
continuar con nosotros.  
Mi familia que continua: mis hijos Andrés, Tomás y Tamia  
Ayala Quinatoa, mis nietas: Danielita, Arianita, Chasquita y mi nieto  
Sayrito, quienes espero que seguirán en la cadena vital esforzándose  
por valorar mantener nuestra cultura e identidad desde su realida-  
des y tiempos en los que les tocará vivir en este aprendizaje del equi-  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
librio de la vida y la sabiduría que necesitamos para continuar en  
este mundo. Un reconocimiento a las hermosas personas, que están  
junto a mis hijos forjando nuestras familias.  
Soy quien soy gracias a todos y cada uno de ellos.  
Resumen  
De acuerdo a la cosmovisión propia de diferentes pueblos  
milenarios en las Américas, la concha Spondylus tuvo una gran im-  
portancia simbólica al cumplir un papel fundamental en la ritualidad  
ancestral; se la aprecia especialmente en el culto al agua, incluyén-  
dose su relación con las lluvias, fuentes, lagunas, la fertilidad agrí-  
cola, ganadera y humana.  
El “Mullu” ha sido presentada como ofrenda a los sitios sa-  
grados (nevados, huacas o centros ceremoniales); es tomada como  
alimento de los dioses al ser trituradas hasta el polvo o halladas en-  
teras dentro de contextos funerarios como ofrenda a personajes im-  
portantes. Materia prima para la elaboración de ornamentaciones  
corporales, así como elemento para la confección de instrumentos  
sacros usados en la ingesta de plantas de poder.  
Es la intención de este trabajo divulgar la presencia histórica,  
religiosa, social, simbólica, estética y económica que tuvo la concha  
Spondylus para millones de habitantes en nuestro continente; este  
trabajo abarca la descripción, clasificación, características, hábitat,  
obtención, fabricación en talleres especializados, comercio y la casi  
extinción de este importante molusco apreciado desde los inicios de  
los pueblos sedentarios, categoría de valor que continuará durante  
la etapa española y finalmente las nuevas aplicaciones artesanales  
que aparecen desde la segunda mitad el siglo XX.  
Palabras claves: Spondylus, mullu, simbología, fertilidad, tecnolo-  
gía, navegación, intercambio, ritualidad, ofrendas.  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
Agradecimiento  
Es mi deber como miembro de un pueblo originario iniciar  
cada acto solemne reconociendo a mis ancestros; es gracias a su es-  
fuerzo y sacrificio el que ahora podamos contar con los recursos cien-  
tíficos, técnicos, académicos, morales y económicos propios para  
presentar la siguiente investigación.  
Agradecimiento póstumo:  
A Presley Norton, por toda la información desinteresada que  
me trasmitió en los años 90 acerca de la concha Spondylus; especial-  
mente en lo referente a su recolección, material escrito y traducción  
personal del inglés al español. Reconocemos y valoramos su práctica  
ética en lo profesional, en sus investigaciones y publicaciones.  
A Constanza Di Capua por haberse desprendido generosa-  
mente de sus borradores sobre simbología religiosa de ofrendas de  
mullo en templos y tumbas además de trasmitirme sus conocimien-  
tos en relación a la Spondylus en la fase inicial de esta investigación  
en los mismos años de Norton; sin su motivación y exigencia, este  
trabajo no hubiera logrado la fuerza simbólica de la Spondylus para  
nuestros días.  
Introducción  
El presente trabajo sobre la concha Spondylus comenzó por  
los años noventapor iniciativa personal para conocer el origen de los  
adornos corporales relacionados con la vida y la fertilidad. Durante  
estos años hemos avanzado en la recopilación de datos sobre la  
Spondylus.  
Hemos realizado un trabajo más completo sobre la existencia  
del patrimonio prehispánico elaborado en Spondylus presente en  
museos, reservas y colecciones privadas del país; se recolectó infor-  
mación proveniente de los resultados obtenidos de las investigacio-  
nes antropológicas y arqueológicas, así como las noticias sobre la  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
concha durante la colonia, finalmente de manera somera trataremos  
la sobreexplotación indiscriminada en las últimas décadas del siglo  
XX e inicios del siglo XXI.  
La principal motivación para esta investigación es la inten-  
ción de recuperar la memoria histórica religiosa como mujer inte-  
grante de un pueblo originario de encontrar el inicio y la simbología  
de los adornos corporales femeninos en las diversas nacionalidades  
y pueblos andinos;por ejemplo en las mujeres kichwas las walkas y  
makiwatanas (collares y brazaletes) de colores rojos en sus distintas  
gamas. Para nosotras, el conocer el origen de nuestros adornos cor-  
porales ha sido una necesidad cultural identitaria y las aplicaciones  
del mullu rojo en contextos de fertilidad y como elemento de pro-  
tección ante los peligros.  
En las Américas coexistimos desde la antigüedad, grupos  
humanos con características particulares que dan cuenta de su iden-  
tidad con su cosmovisión y cosmología propia; Para la población  
descendiente de estos pueblos originarios y demás lectores hay que  
precisar que la concha Spondylus prínceps y calcífer, trabajadas o  
2
no, desde la lejana antigüedad fueron conocidas como “MULLU”.  
El término mullu fue usado en el área andina hasta el siglo  
XVI acorde a lo descrito en los documentos coloniales. El vocablo  
perdura hasta nuestros días con un significado muy limitado desig-  
nando a toda cuenta de collar o de brazalete; con la intención de re-  
cuperar su pasado histórico y simbólico el presente trabajo tiene  
información no muy conocida sobre esta concha sagrada, con el fin  
de contextualizar la importancia de la Spondylus en la navegación,  
la capaccocha, los cementerios y los talleres donde se elaboraban los  
objetos; el término “chaquira” y la comercialización de la concha  
Spondylus en el Ecuador.  
2
En el presente trabajo consideramos femenina a la concha Spondylus; utilizaremos los térmi-  
nos: Spondylus y Mullu con la misma significación y en mayúsculas. El término Mullu es uni-  
sex por lo que para facilitar la lectura se usará el artículo “el” para refererirse al Mullu.  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
La concepción de la concha Spondylus o mullu en las sociedades  
ancestrales americanas  
Los milenarios pueblos de América poseedores de su propia  
percepción del mundo, la interpretación de su medio, con un acervo  
cultural que estaba ligado al universo que les rodeaba; garantizados  
por sus ciencias y tecnologías que unidas indisolublemente a su es-  
piritualidad y conceptos religiosos, se desarrollaron durante miles  
de años bajo una filosofía en la que todos los elementos de la natu-  
raleza están vivos y deben cumplir con su rol para el equilibrio y ar-  
monía del planeta; desde los astros como sol, luna y estrellas, hasta  
los diminutos insectos, pasando por los seres humanos, plantas y  
animales, montañas, lagunas, vertientes, cascadas y los demás ele-  
mentos que se entrelazan armónicamente . Este fue el contexto físico,  
temporal, social y religioso de América para la presencia de la concha  
Spondylus o Mulluen la ideología religiosa de estos pueblos.  
De nuestra primera historia (en el Ecuador precolombino y  
demás lugares de América), existe información sobre el Mullu y las  
actividades relacionadas con la misma tales como la obtención, redes  
de intercambio, usos ceremoniales y decorativos; tecnologías para la  
elaboración, procesos de transporte, etc. Evidencias que nos sirven  
para recuperar los valores milenarios;es la intención de este estudio  
el conocer cómo el mullu se fue insertando en las diversas sociedades  
primigenias; principalmente en los ritos propiciatorios de supervi-  
vencia y bienestar de los pueblos antiguos al relacionarlo con el agua  
del océano como originador de vida y el agua dulce indispensable  
para el desarrollo de la agricultura principal, fuente de hidratación  
para los seres vivos y elemento líquido sanador y purificador.  
El uso de las conchas de moluscos tropicales por los primeros  
pobladores de la región del Ecuador se remonta a la cultura Las  
Vegas. Posteriormente, hay evidencias del uso de moluscos como  
Spondylus prínceps, strombus peruvianus en ritos relacionado a la  
4
propiciación del agua en la cultura Valdivia hacia los 3.200 años a. C.  
3
4
Estela Quinatoa, “Las Musas o lo femenino desde el Mundo Andino Indígena”, Revista BG  
Magazine, Cuenca, 2007  
J. Marcos, “El Mullu y el Pututo: La articulación de la ideología y el tráfico a larga distancia  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Características físicas del Mullu  
La concha Spondylus es un crustáceo marino bivalvo perte-  
neciente a la familia de la Spondylus prínceps y calcífer. Como ca-  
racterísticas principales están sus púas y el color brillante de su  
concha en una amplia gama de tonalidades, variando del blanco al  
naranja, rojo o púrpura.  
El Mullu es un molusco que se caracteriza por poseer en la  
valva izquierda seis espinas acanaladas; tiene además cinco costillas  
intersticiales con espinas cortas. El color exterior varía en tonalidad  
desde el naranja claro al rojo oscuro e incluso morado, siendo el ex-  
tremo de su interior de los mismos colores.  
Boris Carrillo (s/f) explica que las Spondylus están unidas  
por una especie de bisagra en la parte inferior, llamada umbo con-  
formada por una pequeña esfera y un gancho que encaja en ella.  
Desde aquí se extienden una serie de seis cordones o costillas, en la  
zona conocida como charnelas; por sobre las cuales se colocan una  
serie de protuberancias, estas en su estado natural ayudan a defen-  
derse de los depredadores, se encuentran a un lado de sus conchas,  
siendo la segunda concha la que se adhiere a las roca gracias a un  
pegamento natural que produce y que permite que en algunos casos  
se encuentren grandes colonias de estos moluscos.  
Este pegamento es la combinación de varios químicos que  
se forman en el manto, que es una membrana replegable que en-  
vuelve el verdadero cuerpo del molusco, entre otras sustancias des-  
tila carbonato de cal, fosfato de cal en menor proporción y una  
materia orgánica llamada conquiolina, que son los componentes de  
las conchas.  
En términos anatómicos tanto la valva derecha como la iz-  
quierda cumplen funciones distintas; la derecha lo fija y la izquierda  
lo nutre; el animal pasa su vida adulta adherido al sustrato marino  
por la valva derecha y es a través del movimiento de la valva iz-  
en la formación del Estado Huanacavilca". Primer Encuentro de Investigadores de la Costa  
Ecuatoriana en Europa. Alvarez, Aurelio et al. Compiladores. Ediciones ABYA-YALA. Quito-  
Ecuador, 1995  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
quierda libre, son atraídos los microorganismos que los alimentan  
hacia el aparato filtro-alimentador. Estos microorganismos, tienen  
un dinoflagelado que contiene una sustancia compuesta de cinco di-  
5
ferentes toxinas, que son letales para el hombre. Esta característica  
indica que este molusco es utilizable como alimento humano en cier-  
6
tos períodos anuales y en otras produce la muerte.  
La concha Spondylus prínceps de la especie Borderip, es una  
de las más vistosas de las bivalvas de la América occidental. La con-  
cha puede ser grande hasta 100 a 150 milímetros de diámetro. Con  
las crestas de la bisagra tan entrelazada en muchas de ellas que no  
se puede separar las valvas sin romper los dientes. El espécimen epó-  
nimo pertenece al Ecuador y representa una subespecie meridional.  
Es de color rojo acoralado con espinas casi uniformes, abarrotadas y  
espigadas sin espacios intermedios.  
La Spondylus prínceps es mucho más difícil de localizar y  
cosechar que la Spondylus calcífer; la prínceps generalmente se en-  
cuentra a más distancia de la costa y a mayores profundidades en si-  
tios impredecibles, mientras que la calcífer siempre se encuentra  
donde hay rocas grandes y agua moderadamente profunda.  
La Spondylus calcífer se extiende al norte, hacia baja Califor-  
nia y al sur hasta Cabo Blanco en el Perú. La Spondylus calcífer joven,  
puede parecerse mucho a la Spondylus prínceps, tiene un color exte-  
rior y de labio que varía desde anaranjado pálido a un carmín obscuro  
y vive suelta sobre la arena en arrecifes bajos rocosos, hasta que llega  
a la madurez adhiriéndose entonces a la roca viva, a profundidades  
5
6
Cfr. Camilla y Hashinoto, en: “Miscelánea Antropológica Ecuatoriana”, El Señorío de Salan-  
gone y la Liga de Mercaderes: el Cartel Spondylus Balsa. Boletín de los Museos del Banco Central  
del Ecuador, Nro. 6, Quito, 1986.  
W. J. Dakin, “The Anatomy and Physiology of Spondylus with Particular Reference to the La-  
mellibranch nervons system”, Proccedings of the Royal Society of London, Series B. Biological  
103. 1928, p. 328.  
A.A. Olsson, “Mollusks of the Eastern Pacific, Particularly from the Southern Half of the Pa-  
camic-Pacific faunal Province” (Panamá to Perú), Paleontologycal Research Institution, Ithac,  
1961, p.150  
C.M. Yonge, “Functional Morphology with Particular Reference to Hinge and Ligament in  
Spondylus and Pliotula and a Discussión on Relations with the Super –family Pectinacea”,  
Philosophical Transactions of the Royal Society of London B. Biological Sciences 267 (883),  
1973, p. 174  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
desde 6 a 50 metros. En el transcurso del tiempo, la Spondylus calcífer  
adulta pierde sus espinas y puede llegar a pesar más de un kilo a tra-  
vés de una acumulación constante de concreciones cálcicas y los la-  
bios y superficie externa de las valvas generalmente se vuelven  
púrpuras. La carne de ambas especies, constituyen una excelente  
7
fuente alimenticia. De la Spondylus calcífer Carpenter dice:  
Es el más grande Spondylus americano, en su estado adulto, tosca-  
mente acanalado, muchas veces acribillado de huecos de esponjas, gu-  
sanos y pequeñas almejitas taladradoras. Una banda ancha de rojo  
púrpura marca el margen interno de la mayoría de los especímenes.  
Las conchas jóvenes pueden ser difíciles de distinguir de las Spondylus  
prínceps; generalmente las espinas son más numerosas y uniforme-  
mente distribuidas. Los especímenes grandes pueden tener un ancho  
de 150 milímetros y pesar tres libras o más. Su nombre proviene del  
uso extensivo en la época colonial en América Central, donde usaron  
8
la cal de estas conchas como fuente de cemento.  
Hábitat del Mullu o concha Spondylus  
El hábitat de esta concha es el océano Pacífico junto a la costa  
occidental del continente americano; desde el Golfo de California  
hasta el Golfo de Guayaquil. Esta área geográfica es afectada cíclica-  
mente por el fenómeno de “El Niño” que permite la presencia del  
Mullu, el fenómeno oceánico y atmosférico que afecta al Pacífico Tro-  
pical, las aguas del océano, adquieren altas temperaturas de hasta  
2
5 °C. Este fenómeno viene del norte causando salinidad, aumento  
de nutrientes, clorofila y la presencia de lluvias torrenciales que afec-  
tan al ecosistema continental e insular”.9  
Obtención (recolección) de las conchas Spondylus prínceps y calcífer  
Presley Norton después de 30 años de observación y buceo  
en la Península de Santa Elena, sur de Manabí, Isla de La Plata e Islas  
7
8
9
P. Norton, “Si la Spondylus Nadara…”, PonenciapresentadaenCuenca Ecuador, 1988  
Carpenter 1987. Cfr. en: P. Norton, Si la Spondylus Nadara… op. cit., 1988  
Black, 1982, pp.124-127. Cfr. en: P. Norton, Si la Spondylus Nadara… op. cit., 1988  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
Galápagos, publicó un artículo entre los años 1982-1986, donde des-  
cribe el hábitat, sus características y diferencias entre la Spondylus  
prínceps y la calcífer. A.A. Olsson, dice:  
Solo dos especies de Spondylus de la zona biótica del Pacífico pana-  
meño, Spondylus Prínceps Borderip y Spondylus Calcífer Carpenter  
se valoraron y comerciaron en el Nuevo Mundo, antes de la llegada de  
los europeos…a la Spondylus Prínceps, se los conoce también popu-  
larmente como la “ostra espinosa”, se la encuentra en las aguas adya-  
centes a la costa, desde el Golfo de Panamá hasta el Golfo de  
Guayaquil, vive por separado o en colonias en lechos arenosos a pro-  
fundidades que varían entre 30 metros a 70 metros …es difícil recono-  
cerlas en el fondo del mar, puesto que generalmente están cubiertas  
por algas marinas y parecen piedras. Sus espinas le dan estabilidad en  
el fondo, que algunos se incrementan adhiriendo su válvula derecha a  
una concha muerta o pequeño guijarro.10  
Las dos especies se recolectaban en forma totalmente dis-  
tinta; al respecto Norton explica lo siguiente:  
La Spondylus prínceps y la calcífer juvenil fueron recogidas por bu-  
ceadores, quienes trabajaban a una profundidad máxima de 35 metros  
lanzándose de piraguas o balsas con pesas de buceo de piedra en forma  
de torpedos, o posiblemente dragando el fondo con redes barrederas  
lastradas, tiradas de dos piraguas (Marcos y Norton, 1981)(…)Para re-  
coger la Spondylus calcífer hay que desprenderla de la superficie hués-  
ped con una roca (que no es nada fácil), o aproximarse furtivamente  
con una herramienta larga (10 cms. por lo menos) y filuda, la cual se  
introduce rápidamente entre las válvulas para tajar el ligamento central  
antes que se cierren firmemente encima del objeto intruso, luego de lo  
11  
cual es relativamente fácil desprender la válvula exterior con la carne.  
Donald Shasky y Presley Norton, como producto de ocho  
meses de buceo en la isla de La Plata, rescataron 17 ejemplares de  
Spondylus vivas (único caso conocido entre los buzos investigadores  
1
0 A.A. Olsson, “Mollusks of the Eastern Pacific, Particularly from the Southern Half of the Pa-  
camic-Pacific faunal Province” (Panamá to Perú), Paleontologycal Research Institution, It-  
haca. 1961  
11 P. Norton, MisceláneaAntropológica… op. cit., 1986, pp.133-134  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
para los años 80). Lo que llega a las playas del continente es la oca-  
sional concha muerta.  
Los bivalvos enteros de Spondylus indican que este material  
fue recogido directamente bajo el mar cuando el animal aún se en-  
contraba con vida, pues solo de esta manerase encuentran las dos  
valvas juntas; también se debió complementar con una recolección  
en playa de la concha cuando el animal ha muerto, solo así es posible  
recuperar una valva, pues la otra queda sujeta al sustrato rocoso.  
La obtención del Mullu se realizaba en los períodos de abril-  
mayo y agosto-septiembre de cada año de acuerdo al patrón cíclico  
de gran movilidad; algunos cráneos encontrados en el Perú, presen-  
tan un callo en la zona de los oídos, característico de los buceadores  
que se exponen a la presión del agua, lo que demuestra la sacrificada  
labor de estos para proveer de Spondylus a la población.  
La obtención del Mullo en el Perú está representada por dos  
figuras que muestran la recolección de Spondylus desde un caballito  
de totora: una orejera del Museum of the American Indian en Nueva  
York, y la sección C del friso de los buceadores en Chan Chan. Estos  
dos casos excepcionales están mostrando recreaciones locales de re-  
colección de Spondylus hechas con tecnología propia de la región.  
En un fragmento textil perteneciente a la colección del  
Museo Larcode Lima se aprecia una secuencia de escenas que forma  
un segmento de una narración de la recolección de Spondylus y su  
posterior uso ritual en la costa norte del Perú; sobre una embarcación  
debase plana y vela, dos personajes sostienen mediante cuerdas a  
dos buzos que recolectan la conchadel fondo marino mediante cuer-  
das, similar a la representación de un plato de madera con incrusta-  
ciones de Spondylus de varios colores, Pinctada imbricata, Pinctada  
mazatlánica y piedra verde (crisocola), resguardado en el Museo Na-  
cional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en Lima.  
Para recolectar la Spondylus no sólo se viajaba a un lugar le-  
jano geográficamente (las costas ecuatorianas), también se ingresaba  
a un espacio en donde los humanos se encontraban en un lugar li-  
minar y necesitaban el apoyo de los dioses. En algunas escenas de  
recolección de Spondylus, las personas aparecen siendo asistidos por  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
figuras sobrenaturales, con sus extremidades superiores y/o inferio-  
res híbridos entre ofidio y felino.  
Simbología religiosa de la Spondylus  
A partir de las evidencias arqueológicas, antropológicas, ico-  
nográficas y etnohistóricas; es posible afirmar que muchos pueblos  
prehispánicos le otorgarona la Spondylus el carácter supremamente  
sagrado. En los Andes el Mullu era un elemento indispensable en  
los ritos con un “mensaje explícito en relación a la evolución del pensa-  
miento cósmico-mítico, el rasgo anatómico que conciernen al pensamiento  
12  
ritual y su correspondencia con la ideología andina…”  
Se categoriza a la Spondylus como “el alimento de los dio-  
ses”, que a menudo se complementa con la idea de que la parte  
blanda de la Spondylus no puede ser ingerida por los seres humanos  
en ciertas épocas del año, por lo que estaría reservada para los seres  
sobrenaturales. Las características físicas de este molusco probable-  
mente llevaron a incluirlo en los ritos vinculados a la fertilidad agrí-  
cola, su patrón cíclico de alimento y elemento tóxico refrenda esta  
teoría. La Spondylus era considerada el único alimento para los seres  
supremos, porque solo ellos podían tolerar su gran poder; actuaba  
como medio para conseguir el favor de los dioses que controlaban  
las fuerzas de la naturaleza y por esto era un bien preciado; su ad-  
quisición, distribución y uso era controlado por la nobleza.  
La importancia simbólica del Mullu se explica también por  
la profundidad de su hábitat en el que se requería mucha energía  
para la extracción, por la forma erizada de espinas que se entrelazan  
entre una y otra valva, en las conchas maduras ocasiona un entre-  
cierre que imposibilita su apertura sin romper las espinas de los bor-  
des y la banda labial encarnada hacen de la Spondylus prínceps una  
“valva mítica y vedada”.  
1
2 J. R., Davidson, “Iconographic Representations of Sponydlus Shells Indicators of social stra-  
tify within Chima Society”, Paper presented at the Southwestern AntrhropologicalAssocia-  
tion, Santa Barbara, marzo 31. 1979  
J. R., Davidson, The Spondylus Shell in Chimu Iconography, Masters Thesis, University, North-  
ridge, California State, 1979  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
338  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Fue un símbolo sagrado también por la diferencia de forma  
y función de sus valvas, los ojos y espinas, el color rojo y otras simi-  
litudes morfológicas con el órgano sexual femenino humano.Como  
también su dualidad presente en la estructura del mismo animal: la  
valva izquierda, o lado femenino, introduce en ambas valvas los nu-  
trientes del molusco, así como el organismo que contiene las toxinas  
que ocasionan el dolor humano. La valva derecha o lado fuerte mas-  
culino, lo adhiere al piso del océano.  
Los antepasados de nuestro continente observaron la imagen  
espectacular que presenta el animal y sus órganos sensoriales; los  
ojos de la Spondylus y de especie afines como la Pecten (bivalva  
13  
común) son los más sensitivos de todos los moluscos; estas son las  
únicas conchas capaces de captar imágenes, por lo que los pueblos  
lo asociaban con los “poderes de visión”.  
La visión holística de los seres humanos y la Spondylus  
En las sociedades, ciertas personas ostentaban capacidades  
especiales para ver la realidad cósmica y garantizar la permanencia  
de los seres humanos, su equilibrio y desarrollo; llamados ahora cha-  
manes, jefes, líderes, sanadores, sacerdotes, curanderos, médicos tra-  
dicionales, etc.  
Estas personas desarrollaron una práctica médica en las so-  
ciedades ancestrales, la concepción y el manejo de la enfermedad o  
la salud incluye al paciente como protagonista del proceso de cura-  
ción y por lo tanto los enfermos siguen los caminos del guía para en-  
tender su condición desde sus propias vivencias.  
Un dato nuevo e importante para nosotros, se sabe que este  
molusco puede llegar a contener una poderosa neurotoxina produ-  
cida por un microorganismo que se aloja dentro de la Spondylus  
(Shimada 1994, citado por algunos autores). Esta toxina dentro del  
cuerpo humano puede llegara producir una serie de efectos entre los  
que se incluyen las alucinaciones, es por esto que se considera la po-  
13 I. Shimada, “Cultura Sican, Dios, Riqueza y Poder en La Costa Norte del Perú”, La Cultura  
Sicán. Catálogo Inaugural del Museo Nacional, Sicán,1995  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
339  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
sibilidad de que solo haya sido consumida por los sacerdotes o ini-  
ciados en el culto en ritos sacrales y por los chamanes y pacientes en  
ritos de sanación.  
Esta toxina dentro del cuerpo humano puede llegara produ-  
cir una serie de efectos entre los que se incluyen las alucinaciones  
por lo que pudo ser consumida por los sacerdotes o iniciados en el  
culto en ritos sacros y por los chamanes y pacientes en ritos de sana-  
ción.  
La “visión” de los pacienteses una parte fundamental en la  
medicina integral ancestral que ha permanecido desde sus orígenes  
milenarios hasta el presente; el acceso a este estado de conciencia ex-  
pandida o alterada se realiza mediante el uso o la ingesta de sustan-  
cias “maestras” y en este caso el animal bivalvo;las “visiones” son  
parte fundamental en el entendimiento de su condición y los cam-  
bios necesarios para recuperar o mantener la salud.  
1
4
Eduardo Pareja Siñanis , propone el uso mágico religioso  
que las culturas prehispánicas hacían con la Spondylus en sus ritua-  
les y ofrendas y cómo se expandió esta tradición desde los grupos  
de la Costa ecuatoriana hasta las sociedades de toda el área andina.  
El conocer el papel de los “alucinógenos y los psicotrópicos” utili-  
zados por las elites religiosas de las culturas andinas, así como la ob-  
tención de estas sustancias cuya materia prima fueron vegetales o  
animales; es el resultado de la experiencia de miles de años que ac-  
tualmente está siendo abordada por la ciencia que ha identificado  
estas especies y que las ha denominado enteógenos y/o plantas  
maestras.  
Las valvas de la Spondylus han servido como materia prima  
para la elaboración de ofrendas donde se expresaban las creencias  
1
5
que intercomunicaban el mundo humano y el sobrehumano. El  
14 Eduardo Pareja, “Los Moluscos en el Mundo Andino”, en la revista Antrópolis, La Paz, Bolivia,  
Marzo, 2002  
15 F. de Ávila, Dioses y Hombres de Huarochiri, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, Perú, [1598]  
1966  
A. M. Hocquenghem, y M. Peña Ruiz, “La talla de material malacológico en Tumbes”, Bu-  
lletin de l’InstitutFrançaisd’EtudesAndines [Lima], 23(2), Lima, 1994  
Gorriti Manchego, M. M. "Moluscos marinos: Spondylus, Strombus y Conus. Su significado  
en las sociedades andinas". Boletín. Museo de Arqueología y Antropología. Publicación Mensual.  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
340  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Mullu rojo y anaranjado en las culturas indígenas andinas estaba  
16  
vinculado al poder de la sangre y a la vitalidad de las élites , Hoc-  
quenghem.17 Turner define el polo ideológico del Mullu y por la  
grandeza de este símbolo con la condensación de muchos usos sa-  
grados: ofrendas a las fuentes, alimento de los dioses, entre otros.  
En el artículo publicado por Julio Tonínen septiembre del  
2017, habla de la Spondylus que los antiguos consideraron mensajera  
de los dioses ante los hombres y más tarde correo o vehículo de co-  
municación en ambos sentidos al más allá. Los sacerdotes desde épo-  
cas tempranas tomaron conciencia de lo que contenía y simbolizaba  
el Mullu. Su control fue muy importante para planificar las activi-  
dades agrícolas.  
En la zona central y en el altiplano andino era considerado  
elemento indispensable para hacer llover: los agricultores necesita-  
ban grandes cantidades, ya que en forma de pedazos triturados o de  
polvo lo ofrecían a sus dioses para evitar la sequía que siempre ame-  
naza los cultivos alto-andinos.18  
La simbología del Mullu se ha asociado a los mitos, soporte  
ideológico y espiritual de los pueblos andinos y su asociación con  
los dioses: “un sustrato arcaico que forma las bases de la ideología de los  
indígenas americanos”.19  
El uso sagrado de las conchas marinas, se concentran en la leyenda de  
Naym-lap, recogida por Cabello Balboa (1586) que ofrece un detallado  
Museo de Arqueología y Antropología. Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor  
de San Marcos. Año 3, N° 11, 2000  
A. Jaramillo Arango, “Comunión e interexistencia. El Spondylus spp. en la Costa Norte del  
Perú durante el Intermedio Tardío (800-1450 d.C)”, Antípoda, 28, 2017  
6 F. de Ávila, op. cit.  
1
17 A. M. Hocquenghem, “Rutas de entrada del mullu en el Extremo Norte del Perú”, Bulletin  
de l’InstitutFrançaisd’EtudesAndines, Lima, 1993  
A. M. Hocquenghem, Iconografia Mochica”, Pontificia Universidad Católica. Lima, Perú,  
1987.  
A. M. Hocquenghem, “El Spondylus princeps y la Edad de Bronce en los Andes Centrales: las  
rutas de intercambio”, en Emiliano MelgarTísoc, Reyna Solis Ciriaco y Ernesto González  
Licón (editores), Producción de bienes de prestigio ornamentales y votivosde la América an-  
tigua. SyllabaPress, México D.F., 2010  
18 John V. Murra, Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino, Instituto de Estudios  
Peruanos, 1971  
1
9 J. R. Davidson, “Iconographic Representations… op. cit., 1979  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
341  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
relato de la historia pre-Inca. Cuenta las circunstancias que rodea la lle-  
gada de Naym-lap, el legendario fundador de la dinastía Chimú, al  
valle de Lambayeque, que entró acompañado por su esposa principal,  
concubinas y 40 señores. Entre estos había uno llamado Fonga, cuya  
principal actividad consistía en “derramar polvos de conchas marinas  
en la tierra que su Señor había de pisar.20  
Existe un mito que habla de un dios que comía Spondylus en una  
laguna de los Andes cercana a Lima, que está a unos 4.300 metros sobre el  
nivel del mar y que precisamente recibe el nombre de Mullucocha (laguna  
21  
de Spondylus)”  
En los mitos de las deidades femeninas y masculinas se in-  
vocan haciendo ofrendas de Mullu. Estos mitos muestran el aspecto  
masculino, celestial, manifiesto por el trueno, rayo y lluvia torrencial  
y el femenino, aspecto terrenal representado por puquios, lagos, llu-  
via suave y el mar.  
Las ofrendas de conchas cuando se ofrecían a las deidades  
masculinas se quemaban y para las femeninas se ofrendaban en es-  
tado natural.2  
2
El “Mullu era el alimento favorito de los dioses”, el texto li-  
terario quechua en una tradición recogida por iniciativa de Francisco  
de Ávila, Cura de Huarochiri en 1598 y 1600 dice: “Macahuisa hijo del  
dios Pariacaca rechazó la comida que le ofrecía el Inca ‘Yo no me alimento  
de estas cosas, mullqta apamuy, dijo manda que me traigan mullu y cuando  
le trajeron lo deseado, lo devoró al instante; cap cap rechinaban sus dientes  
23  
mientras masticaba’”.  
En otra leyenda el padre de Macahuisa, el dios Pariacaca re-  
cibe la ofrenda de Mullu. Es descrito como “devorando el Spondylus  
y pedazos de esta concha moliéndolas con los dientes”. Pariacaca  
vence a sus enemigos con lluvias torrenciales, coloreadas con rojo y  
amarillo, colores de las fuentes de agua.  
20 Furst 1973–1974:40; Sharon 1978:162  
2
1 (Oliver Huamán, Director integral del Proyecto Arqueológico Cabeza de Vaca, Tumbez, citado  
por Vilchez, 2013) en El de Taller de Spondylus Cabeza de Vaca, Tumbes,  
2 Lecman-Nitche. Cfr. en: C. Di Capua, “Ofrendas en templos”, Manuscrito, borrador, inédito.  
s/f  
2
2
3 J.M. Arguedas, Traductor, Dioses y Hombres de Huarochirí, Museo Nacional de Historia-Insti-  
tuto Nacional de Estudios Peruanos, Lima, 1966 [1598], p. 135  
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342  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Cobo describe a las conchas asociadas a las deidades feme-  
ninas para atraer el agua, consistía en que se ofrecían a Pachacamac  
o madre del agua relatada en la historia de Ashkay, compilada por  
Toribio Mejía Xesspe, que relata sobre la Ashkay, la bruja caníbal a  
la que con engaños hacen comer a su propia hija, llamada Mullu.  
En el centro ceremonial de Chavín de Huantar, 800 años a.  
24  
C., se encuentra el “Obelisco Tello” que Latraph interpretó como la  
representación del mito de origen de la agricultura; en este obelisco  
se puede apreciar la diada Spondylus-Strombus; la Spondylus en la  
25  
parte superior del monolito y en la mitad la Strombus.  
Sacralidad de la Spondylus o Mullu en los Andes sudamericanos  
El Mullu fue ritualmente utilizado en nuestro continente  
para ofrendar a los distintos elementos de la Madre Tierra, a los dio-  
ses y a todo lo considerado sagrado material o inmaterial. La pre-  
sencia de la Spondylus en sitios sagrados y ceremoniales: nevados,  
montañas, lagunas, vertientes, templos, cuevas y demás, nos indican  
su importancia ritual.  
Usaban sacrificar conchas del mar, ofrecían a las fuentes di-  
ciendo que era sacrificio muy a propósito por ser las fuentes hijas  
26  
del mar que es madre de las aguas . Recogemos lo que en la colonia  
se sabía sobre las ritualidades de ofrenda a los puquios (vertientes)  
sagradas. En el camino de Anansuyo a la fuente Concorchaca, a la  
fuente Ayacho, a la fuente Pachayanacora, a la fuente Oyaraypúquio,  
a la fuente Pilcopuquio, a un manantial que llamaban Chora, a la  
27  
fuente Lampapúquio, ofrendaban las Mullu molidas, enteras, par-  
tidas de todos los colores a estas fuentes. Este tipo de ofrecimiento  
se cumplía dos veces al año: durante la siembra (agosto–septiembre)  
y durante la cosecha (abril–mayo).  
2
4 Lathrap, Our Father de Cayman, our Mother the Gourd: Spinden revisited, or a unitary model for  
the emergence of Agriculture in the new World, Charles a Red, Editor, 1977  
5 J. Marcos, “El origen de la agricultura”. Nueva Historia del Ecuador, 1988  
6 B. Cobo, “Historia del Nuevo Mundo”, Biblioteca de Autores Españoles, T., Madrid, 1956 [1653]  
7 B. Cobo, op. cit., Libro XIII, cap.XIV, pp. 175-178  
2
2
2
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343  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
Los sacrificios de Mullu quemado, según el sacerdote Cris-  
tóbal Molina, se hacían en agosto en el Yapaquiz: “…en este mes es  
28  
porque entonces comenzaban las aguas…”. Sobre el Yapaquiz Cabello  
de Balboa dice que estaban destinadas a propiciar el aire, agua, hielo  
29  
y trueno para que favorezcan las cosechas.  
En mayo se sacrificaba Mullu a un ídolo llamado Chunquiy-  
lla y Llapa, que era la huaca o dios del trueno, rayo y lluvias torren-  
30  
ciales, las conchas de forma de maíz de color rojo y amarillo.  
En los relieves pétreos de la ciudad de Chavín de Huantar  
1500-500 a. C.) contienen escenas en las que aparecen personajes al-  
(
ternados portando Spondylus y Strombus. La asociación naturalista  
del bivalvo vinculado con el órgano sexual femenino y el caracol con  
el masculino, se argumenta que la díada de Spondylus y Strombus  
estaría formando un complejo de opuestos complementarios feme-  
nino/masculino.  
En la misma zona se encontró el dios “sol sonriente” una ver-  
sión tardía de la divinidad representada en el obelisco Tello, este dios  
es representado con dos atributos una Strombus en la mano derecha  
y una Spondylus en la mano izquierda.31  
Citamos las ofrendas en huacas, centros ceremoniales o tem-  
plos, lugares especiales construidos o adaptados para fines rituales  
colectivoso para supervivencia de las sociedades. En las construc-  
ciones los pueblos pusieron Mullu para protección, conservación,  
energización y como ofrenda o “pago” al lugar.  
Desde tempranas épocas milenarias en el Ecuador en Acha-  
3
2
yán, Península de Santa Elena, Stothert encontró una ofrenda de  
dos piezas coloradas de Spondylus en la base de retención de una  
albarrada.Estas son cercados construidos con muros de tierra capa-  
ces de acumular agua de lluvia o la de pequeños cauces de agua, es-  
pecialmente durante el fenómeno de El Niño para asegurar un  
2
2
3
3
8 C. Molina de, Ritos y Fábulas de los Incas, editorial Futuro, Buenos Aires, 1947, p.67  
9 Molina, “Ritos y Fábulas de los Incas”, 1947  
0 C.Molina de, “Ritos…op. cit., 1947  
1 Rowe s/f. Cfr. en Davidson, “Iconographic Representations of Sponydlus Shells Indicators  
of social stratify within Chima Society”, 1979  
3
2 K.E. Stother, “Las albarradas tradicionales y el manejo de aguas en la Península de Santa  
Elena”. Misc. Antropol. Ecu. 8, 1995  
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344  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
depósito de agua dulce en lugares áridos como la península de Santa  
Elena. De ahí la asociación ritual entre Spondylus, albarrada y ferti-  
lidad, entendida como disponibilidad de los recursos hídricos nece-  
33  
sarios para la vida.  
En el sitio de Salango, en la costa ecuatoriana, fueron identi-  
ficados varios artefactos realizados con Mullu, así como valvas com-  
pletas, depositadas como ofrendas en fosas y agujeros de poste junto  
34  
a restos humanos.  
En el montículo ceremonial del sitio de San Isidro se encon-  
35  
tró Spondylus en asociación con cerámica de Valdivia .  
En Chinguilanchi cerca de Loja, Max Uhle en 1922 encontró  
un altar sobre un terreno compuesto artificialmente por tierras blan-  
cas y rojas “en el barro entre las piedras que componen la pared de  
uno de los cortes frontales adentro se pudieron notar pegados algu-  
nos fragmentos de conchas recordándonos el hermoso palacio Mu-  
llucancha…”que formaban dibujos; Uhle además dice haber  
encontrado agrupadas ocho conchas enteras de Spondylus y cuentas  
sueltas de collar del mismo material.36  
Una ofrenda de concha cerrada de Spondylus conteniendo dos  
piezas de collar de jadeíta, se encontró depositada en un muro de  
3
7
contención en el valle de Catamayo.  
3
8
39  
Dorsey, Marcos y Norton coinciden en que la Isla de La  
Plata, en el Pacífico frente a la ensenada de Machalilla, fue un centro  
ceremonial muy importante desde la época de Valdivia hasta el in-  
33 K.E. Stother, “Las albarradas…op. cit., 1995  
J. Marcos, Las albarradas en la costa del Ecuador: rescate del conocimiento ancestral del manejo  
sostenible de la biodiversidad. CEAA-ESPOL. Guayaquil, Ecuador, 2004  
4 R.M. Lunniss, Archaeology at Salango, Ecuador: An Engoroy Ceremonial Site on the South Coast of  
Manabi. Tesis, UniversityCollege London. London, RU, 2001  
3
35 J. Marcos, “Interpretación sobre arqueología de la Isla de la Plata”, Misc. Antropol. Ecu., 1981  
6 M. Uhle, “Correspondencia Personal a Jacinto Jijón”, Antropología Prehispánica del Ecuador,  
3
1
951; 157 -158  
3
7 Guffroy, 1983, pp. 56-63. Cfr. en: Di Capua, op. cit., s/f  
3
8 G.A. Dorsey, “Archaeological Investigations on the Island of La Plata, Ecuador”, Anthropo-  
logical, Series Vol 2, Nº 5.Field Columbian Museum.Chicago, IL, EEUU, 1991  
9 J. Marcos y.G., Norton P., “From the Yungas of ChincaySuyo to Cuzco: The role of La Plata  
Island in Spondylus trade”, en Browman DL, Burger RL, Ravines MA (Eds.) Social and Eco-  
nomic Organization in the Prehispanic, British Archaeological Reports International Series 194.  
Oxford, RU., 1984  
3
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
345  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
cario; en esta isla se han encontrado los contextos culturales: Valdi-  
via, Machalilla, Chorrera y Manteño, se hallaron tarimas y ofrendas  
de Spondylus prínceps y de madre perla como también pisos de  
valva y bivalvas de Mullu por lo que esta isla a más de ser un centro  
40  
ceremonial fue también un lugar de intercambio de productos.  
En el cerro de Cangrejitos en lo que fue un centro ceremo-  
4
1
nial, de la cultura Milagro–Quevedo, también se han encontrado  
piezas de Mullu.  
En los restos de los edificios y monumentos del amplio te-  
rritorio de Caral una sociedad de organizaciones complejas y desa-  
rrolladas (3.000 a.C.)42 se han encontrado Spondylus prínceps  
trabajadas: cuentas y pendientes de collares y valvas, Shady ratifica  
las redes de contactos comerciales y religiosos con Valdivia (Ecuador)  
en video del 2018.  
En Cahuachi, gran centro de peregrinaje de la cultura Nazca,  
en el “Cuarto de los Postes” se han encontrado una docena de piezas  
43  
de Spondylus parcialmente trabajadas, en el sector de Pueblo Viejo  
se hallaron placas rectangulares de Spondylus asociados a contextos  
44  
funerarios del Horizonte Medio. Se ha encontrado también una ex-  
cepcional figurilla tallada de Spondylus de un personaje corriendo  
y en su mano sujeta una cabeza trofeo y porta una cuenta de tur-  
quesa insertada en el ojo.  
En el templo de Pachacamac en la entrada al acceso al ídolo  
del mismo nombre, se encontró una cortina con varillas de madera,  
cordones de algodón y tejido llano, donde estaban prendidas varias  
conchas seleccionadas de Mullu de inestimable valor, más que el oro,  
45  
durante el período Ichimay, 1000-1400 d.C. En este santuario de Pa-  
4
4
4
0 Di Capua, op. cit., s/f  
1 Marcos J.G., Norton P., From the Yungas…op. cit., p.1984  
2 R. Sahdy “Caral y Valdivia, dos culturas hiperconectadas en Tinkuy, Programa Cultural Co-  
munitario de la Zona Arqueológica Caral, Ministerio de Cultura del Perú. 2018.  
https://www.youtube.com/watch?v=pVTlIMAGq4M  
4
4
4
3 H. Silverman, “Cahuachi in the Ancient Nasca World”, University of Iowa Press. Iowa City,  
1
993  
4 M. M. Gorriti Manchego, "Análisis de artefactos en Spondylus procedentes de Pueblo Viejo  
Nasca), contextosms. funerarios", Manuscrito entregado al Lic. Mario Ruales, 1992  
5 L. G. Lumbreras, “Visión Arqueológica del Perú Milenario”, Editorial Milla Batres, Lima,  
990  
(
1
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346  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
chacamac en el Valle de Lurín, también se han encontrado grandes  
46  
cantidades de Mullu en enterramientos, ofrendas y escondites.  
En la costa central del Perú, en el sitio de “Mal Paso” se ha  
encontrado un depósito de trozos de concha en la cima de una pirá-  
47  
mide, como una insignia de élite en los centros ceremoniales.  
También en las minas y centros de fundición al ser los otor-  
gantes de materia prima y elaboración de objetos religiosos y sun-  
tuarios fueron ofrendados, ritualizados por la población que tuvo el  
privilegio de obtener estos materiales; estudios arqueológicos en  
estos lugares entre otros objetos han encontrado ofrendas rituales de  
Spondylus relacionadas con la actividad metalúrgica.  
En un artículo de la revista Antrópolis de La Paz Bolivia, ti-  
48  
tulado:“Una figurina de concha procedente de Qiwaya”, habla de  
hallazgo de una figurilla antropomorfa de concha en los trabajos re-  
alizados por el Proyecto Arqueológico “Chullpa Pacha 98” en el sitio  
Qiwaya (sudeste del lago Titicaca) en el altiplano boliviano.  
En Mesoamérica la Spondylus prínceps, está presente en nu-  
merosas ofrendas específicamente en las que acompañaron las so-  
lemnes ceremonias de consagración que tuvieron lugar en espacios  
tan significativos como el Templo de Quetzalcóatl y la Pirámide de  
la Luna. Aparece formas de piezas enteras, de valvas rebajadas y pu-  
lidas, a veces grabadas, de pendientes y cuentas, en particular como  
pendientes rectangulares adheridos a las capas cortas con las cuales  
se habían revestido las víctimas del sacrificio.  
Representaciones plásticas de la Spondylus  
Las representaciones plásticas del Mullo son tan antiguas  
como las sociedades, pues los artistas ancestrales crearon y diseña-  
roncon un sentido religioso y exquisito la forma de la concha  
Spondylus en objetos de cerámica, madera, piedra, muros, etc.  
4
6 D. Blower, “The quest for Mullu: Concepts, Trade, and the Archaeological distribution of  
Spondylus in the Andes”. Thesis Trent University, Peterborough, Ontario, Canadá, 1985  
http://www.nlc-bnc.ca/obj/s4/f2/dsk2/ftp04/mq21671.pdf  
47 Thomas C. Patterson. Cfr. en: Di Capua, op. cit., s/f  
48 J. Sagárnaga, “Una figurina de concha procedente de Qiwaya”. En revista Antis, Bolivia,  
2001  
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347  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
En el Ecuador, las investigaciones arqueológicas realizadas  
en Mayo Chinchipe ubicaron una botella de asa de estribo en cuyo  
cuerpo representa una concha Spondylus con sus dos capas unidas  
y en sus costados se aprecian rostros humanos con diferentes expre-  
siones, rostros modelados y excisos en sus ojos y boca.  
Del patrimonio ancestral del vecino país, Perú, se conocen  
muchas representaciones del Mullu elaboradas en cerámica; Walter  
Alva y otros investigadores han constatado botellas con representa-  
ciones escultóricas en formas de Spondylus.  
En la cultura Cupisnique (1300-600 a.C.) la Spondylus apa-  
rece con mayor presencia en esculturas de cerámica con representa-  
ciones de Spondylus y Strombus  
En el centro ceremonial Chavín de Huantar y en la costa  
norte de Perú. El molusco aparece como un elemento iconográfico  
preeminente, la Spondylus antropomórfica representada en el Obe-  
49  
lisco Tello, y una escultura del patio del “Templo Nuevo”.  
En la Huaca Las Balsas, el equipo arqueológico formado por  
Thor Heyerdahl, Alfredo Narváez y Bernarda Delgado encontraron  
un friso decorativo con una detallada escena de recolección de  
Spondylus.5  
0
Importancia simbólica de los adornos corporales de Mullu  
Los seres humanos desde los orígenes portaron varios ele-  
mentos en su cuerpo para que les brinden protección y seguridad.  
Los adornos corporales están inmersos en la historia del hombre al  
reflejar una porción de la psicología humana y la promesa de com-  
pañía a la eternidad. En las distintas sociedades estos no sólo se usan  
como un ornamento para el cuerpo sino como la expresión ideoló-  
gica de cultura (riqueza, protección, estatus social, simbolismo artís-  
tico, entre otros).  
4
5
9 “Una figurina de concha procedente de Qiwaya”. En Revista Antis. En prensa, Bolivia, 2001  
0 A. Narváez, “El arte mural de Huaca Las Balsas a través del tiempo”. En Narváez A, Delgado  
B (Eds.) Huaca Las Balsas de Túcume. Arte Mural Lambayeque, Museo de Sitio de Túcume,  
Túcume, Perú, 2011  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
348  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Los collares y pendientes cuelgan o bordean el cuello y se ex-  
panden en el pecho de hombres y mujeres. Desde la lejana antigüe-  
dad son símbolos religiosos y de identificación cultural con funcio-  
nes de ornamentación, condecoración, protección o amuleto; además  
de aquellos símbolos que representan la vida más allá de la muerte.  
Los adornos-amuletos son “puertas abiertas” que atraen y canalizan  
las energías, intenciones y propósitos de la persona.  
Para la descripción del Mullo en los adornos corporales fu-  
nerarios hemos revisado directamente los bienes construidos en este  
material, ubicados en la Reserva Arqueológica del Ministerio de Cul-  
tura y Patrimonio del Ecuador, además en diferentes museos y varias  
colecciones privadas, encontrando múltiples adornos corporales que  
describimos a continuación:  
Período Formativo (4000–500 a.C.): Máscaras funerarias  
de Mullu de colores naranja, rojo y morado; poseen ojos circulares  
calados, pertenecientes a la cultura Valdivia; utilizadas para que los  
difuntos cubran su rostro en el viaje al más allá, además de valvas  
tanto de Spondylus prínceps como calcífer y collares de cuentas muy  
grandes. De la cultura Chorrera máscaras funerarias y muchos ador-  
nos finamente trabajados: orejeras, discos, pendientes, collares, etc.  
Desarrollo Regional (500 a.C.–500 d.C.): En Bahía, Jama  
Coaque y La Tolita aparecenobjetos más grandes y cientos de collares  
de cuentas de varias formas y tamaños, espátulas, pendientes de for-  
mas zoomorfas (iguanas).  
Del sitio Alacao (pre-Puruhá) junto con objetos de oro apa-  
recen grandes cantidades de cuentas discoidales y tubulares en co-  
llares de Spondylus prínceps, calcífer y concha blanca.  
Período de lntegración (500–1534 d.C.): De Manteño, Mila-  
gro–Quevedo en la Costa y Cañari en la Sierra, se encontraron piezas  
de oro y cobre con incrustaciones de cuentas de Spondylus. De Ca-  
pulí, Piartal y Tusa norte de la Sierra, cuentas tubulares grandes,  
cuentas discoidales grandes, medianas y diminutas; figurinas de an-  
males de Spondylus calcífer y prínceps. De la cultura Puruhá, colla-  
res de cuentas discoidales y cilíndricas de Spondylus prínceps y  
calcífer, algunos alternadas con cuentas de oro y turquesa.  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
349  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
Cabe anotar que las cuentas discoidales de Spondylus prín-  
ceps fueron utilizadas en muchas piezas de cerámica, hueso, oro,  
cobre y piedra pertenecientes a varias culturas.  
Ajuares funerarios de Mullo acompañando a difuntos importantes  
La muerte es parte del ciclo de vida: nacimiento–desarro-  
llo–muerte, generadora de nueva vida o eternidad; por la presencia  
y disposición delas tumbas milenarias es posible establecer una vi-  
sión desde los pueblos originarios, en la que la muerte es un proceso  
de transición tanto para el difunto como para la asimilación del fe-  
nómeno por parte de la sociedad, visualizado a través del ajuar,  
ofrenda y de las acciones de los vivos en el ritual de despedida del  
miembro que pasa a la eternidad.  
En la concepción andina de vida y muerte, nacemos de nues-  
tra madre primordial la Pachamancay cuando terminamos el ciclo  
vital nos vuelve a recoger en su seno por lo que los difuntos son de-  
positados bajo tierra.51 En las prácticas religiosas funerarias de los  
pueblos antiguos de nuestro continente hay una gran variedad de  
enterramientos así como una infinidad de ofrendas funerarias, ga-  
rantizando así su viaje al reencuentro con la eternidad. Por su sim-  
bología sagrada el Mullu sirvió como ofrenda y ajuar funerario de  
la élite.  
Constanza Di Capua en su monografía inédita sugiere la hi-  
pótesis de que “el símbolo del Spondylus prínceps dado el polo sensorial  
del color rojo que lo caracteriza fuera elegido por su relación con la sangre  
y su significado de vida, en el caso de las ofrendas funerarias, quizá para  
detener la destrucción de la vida misma”.52  
Las máscaras funerarias tienen un significado profundo, al  
proteger y/o remplazar al rostro del difunto, parte esencial del  
cuerpo para presentarse a los dioses, las máscaras de Spondylus tipo  
antifaz invertido en Valdivia o máscaras completas de toda la valva  
51 E. Quinatoa, “Las musas o lo femenino desde el mundo indígena”, en revista ; Musas Reloaded  
edición 026, 2009, pág. 40, 2007  
52 C. Di Capua, op. cit., s/f  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
350  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
en Chorrera y Bahía, cortadas por la mitad de la valva, talladas y ca-  
53  
ladas en circunferencia para los orificios de los ojos.  
En la Cueva de los Tayos (Oriente ecuatoriano, entre los ríos  
Santiago y Pastaza), con datación de 1.500 a 1.000 años a C., Pedro  
Porras encontró cuarenta piececitas de Spondylus que formaban  
parte de un collar, acompañaban a un esqueleto sedente en una ga-  
54  
lería lateral de la cueva junto a otras ofrendas.  
En Huayurco, Perú al occidente del Marañón en un centro  
de manufactura y comercio, se ha encontrado un entierro temprano  
con ofrendas de un collar de seis pendientes de Spondylus en forma  
de pez estilizado.  
En “Conchales”, (Tumbes), se encontró el entierro de un an-  
ciano cuyo ajuar contenía brazaletes de cuentas de Spondylus y dos-  
pozos de 20 centímetros de diámetro y aproximadamente 30 centí-  
metros de profundidad conteniendo concha molida, uno hacia el  
lado de la cabeza y el otro hacia el lado de los pies.  
Los moluscos que fueron encontrados por Shimada en una  
tumba de élite:  
(
…) grandes agrupaciones de conchas (…) ocupaban gran parte del  
cuadrante nordeste de la cámara funeraria,“contamos 179 Spondylus  
y 141 Conus”, lo que representa el más grande depósito de conchas im-  
portadas jamás antes documentado en el Perú”, se puede inferir el ni-  
velde importancia del individuo solo por la gran cantidad de estas  
muestras encontradas junto a él.55  
En Huaca Rajada, Sipán, un sitio de la cultura Moche en el  
norte de Perú (100-300 d. C.), conchas completas de Mullu fueron  
depositadas en las tumbas de importantes personajes, como el ‘Señor  
de Sipán’, el ‘Sacerdote’ y el ‘Viejo Señor de Sipán’. En el ajuar fune-  
rario de estas sepulturas acompañaba una valva gigantesca de  
Spondylus prínceps.56  
53 E. Quinatoa, “Máscaras, origen y vigencia en el Ecuador”, Catálogo de exposiciones: Quito,  
Banco Central del Ecuador. 2004.  
4 Pedro Porras. Cfr. en: C. Di Capua, op. cit., s/f  
5
55 I. Shimada, “Cultura Sican, Dios, Riqueza y Poder en La Costa Norte del Perú”, La Cultura  
Sicán. Catálogo Inaugural del Museo Nacional, Sicán,1995  
5
6 W. Alva, C.B. Donnan, “Royal Tombs of Sipán”.University of California at Los Angeles,  
CLA.Los Ángeles, CA, EEUU, 1993.  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
En la Huaca Chornancap, se encontró un personaje mascu-  
lino denominado el “personaje de los Spondylus” con diez bivalvos  
de conchas Spondylus prínceps ubicadas a cada lado del cráneo, así  
como un bivalvo en cada mano. Este enterramiento se encontraba  
bajo la tumba de una mujer con atributos de autoridad política y re-  
ligiosa.5  
7
En el sitio 9-D de la Huaca del Dragón, Schadel encontró el  
entierro de un niño con ofrendas de 10 Spondylus, 10 Strombus y un  
58  
collar de Spondylus.  
En Cupisnique, cultura datada entre el 800 y el 300 a.C. Sus  
jefes se hacían sepultar con collares de cuentas hechas de Spondylus  
y Strombus.  
El Mullu aparece en hallazgos de artefactos trabajados en-  
contrados en una tumba en Cerro Blanco (Cajamarca, 800-200 a. C.),  
placas cuadrangulares y cuentas; una de ellas decorada con un rostro  
de rasgos chavinoides.  
En tumbas de la elite de la Cultura Mochica 100 d. C.–700 d.  
C. se encontraron conchas de Spondylus pulidas y orejeras de plata  
con representaciones de buzos descendiendo a las profundidades en  
busca del rojo molusco.  
Más Mullu encontrado en territorio ecuatoriano  
El territorio ecuatoriano fue el escenario del desarrollo de  
múltiples sociedades con la mayor antigüedad en los Andes sura-  
mericanos y al ser también el lugar donde sus aguas oceánicas reci-  
ben el impacto de El Niño, sus cálidas aguas contenían el preciado  
Mullu.  
María Masucci realizó un estudio de restos de Spondylus,  
pertenecientes a la cultura Guangala temprano (100 a. C.–800 d. C.),  
desarrollada en la zona de El Azúcar, provincia de Guayas, asociadas  
a fogones domésticos. En Guangala Tardío también se encontraron  
57 C. Wester La Torre, “El personaje de los Spondylus de Chornancap”, cultura Lambayeque:  
del mar a la sepultura,Quingnam 2, 2016  
58 Schaedel, 1966. Cfr. en: C. Di Capua, op. cit., s/f  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
352  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
pendientes, cucharas y narigueras de Spondylus e instrumentos de  
Strombus. En Jambelí (provincia de El Oro) con datación de 100 d.C.  
se encontraron ganchos y pendientes de Mullu.  
En Salango, provincia de Manabí, en el museo de la comu-  
nidad (Fundación Presley Norton), se exponían varias piezas traba-  
jadas en Mullu.  
En una fase de la ocupación Bahía del sitio de Río Chico,  
59  
María Masucci realizó el estudio de restos de Spondylus y otras es-  
pecies malacológicas que estuvieron asociados a fogones, domésti-  
cos, pertenecientes a la cultura Guangala (100 a.C.–800 d.C.).  
60  
Benjamín Carter estudió la producción de cuentas de Spon-  
dylus en seis sitios manteños, de las provincias de Manabí y Guayas,  
correspondientes a las culturas Guangala Tardío, Manteño Temprano  
(
700–1300 d.C.)y Manteño Tardío (1200/50–1532 d.C.) de contextos  
domésticos.  
Analizó 7.650 cuentas malacológicas, 996 microtaladros y  
otros 636 materiales asociados. Carter vincula directamente la pro-  
ducción de Spondylus en los talleres manteños con un cambio en la  
demanda por parte de elites en la Sierra ecuatoriana y la costa pe-  
ruana; una baja inmediata en la cantidad de las cuentas más peque-  
ñas, remplazadas por cuentas grandes e irregulares.  
Los mismos autores dicen que las fuentes etnohistóricas se-  
ñalan que dentro del territorio manteño, la elaboración de ornamen-  
tos de concha tuvo lugar en cuatro asentamientos precolombinos,  
denominados Salangome, Tuzco, Salango y Seracapez, localizándo-  
los en las aproximaciones de los poblados actuales de Agua Blanca,  
Machalilla, Salango y López Viejo respectivamente. La demanda pe-  
ruana por el Mullu habría sido impulsada desde los centros políticos  
al norte de los Andes Centrales.  
5
9 M. A. Masucci, “Marine Shell Production and the Role of Domestic Craft Activities in the  
Economy of the Guangala Phase,Southwest Ecuador”, Latin American [Washington D.C.],  
6
(1), 1995  
0 B. Carter, “Technology, Society and Change: Shell Artifact Production Among the Manteño  
a.d. 800-1532) of Coastal Ecuador”.Tesis doctoral. Saint Louis, Missouri: Washington Uni-  
6
(
versity. 2008  
B. Carter, “Society and Change: Shell Artifact Production among the Manteño (A.D. 800-  
1532) of Coastal Ecuador”. Tesis.Washington University, St. Louis,M.O, EEUU. 2008  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
353  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
Las fuentes etnohistóricas mencionan la presencia de socie-  
dades políticamente estratificadas e involucradas en la elaboración  
de productos de concha durante la llegada de los españoles. La zona  
de estudio fueron los asentamientos precolombinos conocidos como  
productores de objetos de Spondylus: Machalilla (quizá Tuzco),  
Agua Blanca (probablemente Salangome) y sus respectivas inmedia-  
ciones. Los manteños tenían capas rojas de Mullu en diversas etapas  
de elaboración. Los personajes importantes de los manteños y huan-  
cavilcas usaban como ofrendas funerarias simbólicas para llevarse a  
la otra vida.6  
1
En el sur de Manabí, los sitios de Río Chico, López Viejo y  
Salango evidencian la producción de objetos de concha Spondylus;  
6
2
y en los sitios de Mar Bravo y Loma de los Cangrejitos, más al sur.  
6
3
Dentro del área aquí prospectada, Mester ha rescatado zonas de  
64  
elaboración de concha en el sitio de Los Frailes.  
Carter y Lara concluyen que la evidencia de elaboración de  
objetos de concha está en la comunidad más poblada (Machalilla),  
en donde las estimaciones demográficas sugieren que al menos la  
mitad de la población de esta comunidad participó en la explotación  
del Mullu.  
Esta industria se expandió con fuerza durante el período de  
Integración, al florecer los mercados peruanos de Spondylus y otras  
conchas exóticas.65  
En la Sierra norte del Ecuador (Carchi e Imbabura) en dife-  
rentes tumbas se han encontrado grandes cantidades de cuentas de  
diferentes formas y tamaños de Spondylus prínceps, calcífer y de  
concha blanca. Investigaciones arqueológicas de los Proto-Pasto rea-  
lizadas por investigadores colombianos también dan cuenta de la  
existencia del Mullu y de su comercio prehispánico hasta la colonia.  
61 Holm, 1982.Cfr. en: C. Di Capua, en texto inédito s/f  
62 B. Carter, Technology, Society and…op. cit., 2008  
63 I. Shimada, Batan Grande and the Mochica Culture, 1994  
64 B. Carter, Technology, Society and…op. cit., 2008  
65 B. Carter, Technology, Society and…op. cit., 2008  
I. Shimada, Batan Grande and the Mochica Culture, 1994  
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354  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Sitios, cementerios y talleres del trabajo de la Spondylus en el  
Ecuador  
–Cerro Narrío  
Narrío es una cultura del período Formativo con una crono-  
logía de 1900 a 600 años a.C.; evidencia el taller más antiguo del tra-  
bajo del Mullu. Su pertenencia cultural acoge hasta nuestros días a  
los pobladores herederos de ese patrimonio milenario.  
Según Aurelia Bravomalo66 Narrío ubicado en la provincia  
del Cañar, en el cerro del mismo nombre, pertenece al período For-  
mativo Temprano, continuando al Desarrollo Regional, descubierto  
por Max Uhle en 1922 (Chaullabamba) y estudiado arqueológica-  
mente por Collier y Murra en 1941 y por Bennett en 1945. La datación  
realizada por el Museo británico es de 2.500 años a. C. con posibili-  
dad de ejercer hegemonía en el comercio interzonal de la época.  
De Narrío, en la Reserva Arqueológica del Ministerio de Cul-  
tura y Patrimonio, se resguardan objetos finamente trabajados: figu-  
rinas estilizadas de niños recién nacidos adornados, denominados  
“ucuyayas” (ancestros protectores), estatuillas en miniatura de ani-  
malitos estilizados, collares de cuentas grandes en forma de cubos y  
pequeñas cuentas cilíndricas y discoidales, ganchos de propulsor,  
punzones, abundantes piezas rectangulares de color rojo intenso ma-  
terial para tallar otras formas; entre otros. De esta zona, la produc-  
ción en Mullu es artística y masiva.  
En Narrío se produjo una pieza espectacular, única y famosa;  
un pectoral trabajado en una valva de Spondylus gigante en cuya  
parte interna se puede apreciar con líneas incisas horadaciones e in-  
crustaciones; en alto y bajo relieve la presencia de dos seres míticos:  
aves, animales y humanos, con ojos e incrustaciones de madre perla  
y cobre, un tocado alto definido, cabezas de aves a los lados y orifi-  
cios para pender.  
66 A. Bravomalo, Ecuador Ancestral, Diez mil años de recorrido del hombre en esta mínima parcela  
del universo llamada Ecuador, 2da edición, Softpro, S. A. Quito. 2006  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
Mullu en el cementerio de La Florida (Quito)  
En las tumbas de La Florida (Quito, Pichincha) perteneciente  
al Desarrollo Regional 500 años a. C. a 260 d. C. Investigado por León  
Doyon y María del Carmen Molestina, se encontraron grandes can-  
tidades de cuentas de Spondylus en tumbas acompañando a los di-  
funtos.  
En el cementerio prehispánico de La Florida se han locali-  
zado enterramientos hasta ahora con la mayor cantidad de cuentas  
circulares de Spondylus prínceps y calcífer pertenecientes a adornos  
corporales y parte de la vestimenta de los difuntos importantes en  
los territorios andinos.  
El sitio La Florida se encuentra al noroccidente de la ciudad  
de Quito, en las laderas del Pichincha, en el barrio del mismo nom-  
bre; abarca un área de aproximadamente cuarenta hectáreas. El lugar  
estuvo permanentemente habitado y se sabe que las ocupaciones del  
sitio comienzan desde el período Formativo hasta Integración.  
En este sitio se realizaron dos excavaciones arqueológicas: la  
primera en 1983 realizada por León Doyon del Centro de Investiga-  
ción francés ORSTOM y la segunda dirigida por María del Carmen  
Molestina auspiciado por el FONSAL del 2004 al 2006.  
En la primera investigación León Doyon excavó seis sepultu-  
ras de pozo profundo con cámara central y entierros múltiples; en su  
trabajo encontró restos de la nobleza de La Florida con un riquísimo  
y abundante ajuar funerario de Spondylus. Las tumbas pertenecen al  
67  
periodo de Desarrollo Regional con fechas de 240 d. C. y 360 d. C.  
De esta excavación sacaron gran cantidad de cuentas de  
Mullu prínceps y calcífer en colores rojo, anaranjado, morado y lila,  
también cuentas discoidales de concha blanca; estos materiales fue-  
ron entregados al Museo del Banco Central del Ecuador que patro-  
cinó la investigación y hoy reposan en la Reserva Arqueológica del  
Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador. Hemos tenido la  
oportunidad de trabajar directamente con el material de Spondylus  
67 L. G. Doyon, Quito antes de Benalcázar, Serie Monográfica, año I Centro Cultural Artes, Primera  
edición, Quito.  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
excavadas por Doyon; también conocimos el material recuperado  
por Molestina. Además se ha recogido datos de las posteriores exca-  
vaciones de María del Carmen Molestina, en los ajuares funerarios  
de los difuntos encontró cuentas de concha Spondylus prínceps y  
calcífer conformando ponchos”, vestimenta masculina originaria de  
68  
los pueblos ancestrales.  
Prendas de vestir con Spondylus de dos personajes de Huataviro  
Huataviro, sitio localizado en la parroquia de San Antonio  
de Ibarra, provincia de Imbabura; excavación arqueológica en dos  
fases de investigación y escrito por Estanislao Pazmiño en la Revista  
del Patrimonio Cultural del Ecuador (2014) auspiciada por el Instituto  
Nacional de Patrimonio Cultural, sitio con presencia de tolas (mon-  
tículos artificiales) ceremoniales, festivas, habitacionales y mortuo-  
rias. En este lugar se hallaron los enterramientos de dos personajes  
importantes cuyos ajuares funerarios fueron: una máscara y adornos  
corporales “acompañados de un rico vestuario compuesto por más  
de 20.000 cuentas de Spondylus, además de varios colgantes hechos  
69  
en concha madre perla, Spondylus y serpentina verde”.  
En el mismo lugar, otro enterramiento con un importante  
ajuar funerario. Sobre el pecho desde la cintura hasta el cuello se han  
desenterrado más de 13.000 cuentas de Spondylus formando una  
vestimenta. En ciertas partes bajo las cuentas de Spondylus se han  
recuperado pequeños restos textiles sugiriendo que las cuentas se  
encontraban cosidas sobre un atuendo textil; posee una datación que  
lo ubica en el 800 d.C.  
Textiles adornados con Mullu, en vestimentas de personajes im-  
portantes  
El sacerdote Bernabé Cobo (1580-1657) describe: “Ya fuera  
68 María Molestina, Excavación de tres sepulturas. Informe del instituto N. de Patrimonio Cul-  
tural, Quito, 2006, p. 55  
69 S. Pazmiño, “Huataviro y los Señoríos de la Sierra Norte”, en Revista del Patrimonio Cultural,  
N° 5/ semestre del 2014, Eiecuatorial, Quito, 2014, p. 63  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
357  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
de oro o de plata, empleaban la chaquira, para bordar las más pre-  
ciosa telas, y parecía cosa de espanto ver su hechura, porque estaba  
toda la pieza cuajada de estas cuentecitas sin que pareciese hilo, a  
70  
manera de ropa de red muy apretada.”  
Como ya se dijo. en La Florida (Quito/Ecuador), se halló ves-  
timentas confeccionadas con Spondylus; un personaje importante y  
una acompañante llevan sobre el fardo funerario de algodón pon-  
chos de miles de cuentas violetas, púrpuras y naranjas de concha  
Spondylus, con placas metálicas entretejidas con decoración geomé-  
trica. Las mortajas de los dos son tejidas con cuentas moradas de  
Spondylus. Alrededor del cuello del hombre se encontró un collar  
de canutillos de Mullu del que pende un disco de oro. Al pie de uno  
de los niños está un caracol marino. El peso del Mullu de estas tum-  
bas que informa Molestina es de 15 kilos.  
El ajuar comprendía las cuentas de concha Spondylus prín-  
ceps que se encontraron en forma de vestimenta en un esqueleto de  
una mujer joven, mientras que la concha Spondylus calcífer en el es-  
queleto de un hombre maduro.Las personas de la cámara central po-  
seían un ajuar hecho a base de concha Spondylus.  
En las tumbas reales del gran Señor de Sipán de la cultura  
Moche, se descubrieron finos ornamentos elaborados con incrusta-  
ciones de Spondylus; resaltando los pectorales trabajados con cuen-  
tas de Mullu, como símbolos o señales de poder y autoridad real. En  
el ajuar funerario del Señor de Sipán hay una pechera a manera de  
armadura que cubría la parte frontal del cuerpo hecha íntegramente  
de cuentas deSpondylus y en la tumba de élite de Huaca Loro Shi-  
mada describe cuentas de varios collares.  
En Mesoamérica la preciada concha roja también fue utili-  
zada en la confección de atuendos con alto valor simbólico como es  
el caso de la famosa coraza ceremonial encontrada en el Palacio Que-  
mado de Tula.  
70 B. Cobo, [1653] Historia del Nuevo Mundo, Biblioteca de Autores Españoles, T., Madrid,  
1956.  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
La sacralidad de las montañas, santuarios de altura y la Spondylus  
Para nosotros las montañas son sagradas figuran entre las  
imágenes que expresan el vínculo entre el mundo de arriba y el  
mundo terrenal constituyéndose en un símbolo del universo, un es-  
pacio privilegiado donde los hombres se pueden reunir periódica-  
mente para restablecer la armonía con el mundo como partícipes de  
los misterios de la vida y de la fecundidad cósmica.Los pueblos an-  
dinos han participado de esta cosmovisión y los dioses de las mon-  
tañas forman parte hasta nuestros días de la religiosidad tradicional;  
para los andinos las montañas son la residencia de los espíritus de  
los seres que mueren y de las deidades relacionadas con la fertilidad  
agrícola y ganadera.  
Estos “santuarios de altura” son áreas cercadas de piedra,  
dispuestas como rectángulos, círculos, o amontonamientos de pie-  
71  
dras. Se han podido detectar en la parte sur del Tawantinsuyu, en  
los territorios que constituyen el Collasuyu, 117 sitios en las altas  
cumbres de los Andes, entre los 4.000 y 6.700 metros sobre el nivel  
del mar.7  
2
En los nevados el ritual denominado “Capaccocha” era una  
práctica inca en la que se sacrificaban niños, realizada en momentos  
importantes como la muerte del Inca o periodos de carestía. En estos  
casos la Spondylus aparece transformada en figuras humanas o de  
llamas, como en la momia infantil de Cerro Aconcagua en Argentina  
(
Schobinger et al., 2001) o en Tarapacá y El Plomo, Chile, respectiva-  
73  
mente.  
Las estatuillas antropomorfas y zoomorfas realizadas en  
metal y conchas Spondylus están presentes en casi todos los santua-  
rios de altura reafirmando, los escritos antiguos, la conexión simbó-  
lica de las montañas y la Cochamama, “Madre de todas las aguas”.  
7
7
7
1 G. Mostny, Boletín del Museo Nacional de Historia Natura, Tomo XXX, Santiago de Chile, 1969  
2 Schobinger, J. “Santuarios de altura…”, 1985  
3 J. Reinhard, A high altitude… op. cit., 2002  
F. Vargas Faulbaum, “Ofrenda Ritual de Estatuillas de Spondylus en la ceremonia Inca de la  
Qhapaq-Qocha”. InkaLlaqta, 1, 2011  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
En Choquepuquio, fue encontrada una capaccocha; el entie-  
rro dentro de un edificio de seis urnas con restos esqueletales de  
adultos junto a seis individuos juveniles acompañados de estatuillas  
femeninas de Spondylus.  
Silvia Quevedo K. y Eliana Durán del Museo Nacional de  
Historia Natural en Santiago de Chile al referirse a las ofrendas a los  
dioses en las altas montañas: santuarios de altura en la cultura Inca:  
Estos sacrificios no eran frecuentes y los elegidos debían ser niños, ideal-  
mente sin imperfecciones físicas”.  
El santuario del cerro El Toro, provincia de San Juan en la  
frontera entre Argentina y Chile, a una altura de 6.380 metros, dentro  
74  
de un círculo ceremonial fue encontrado un cuerpo congelado que  
pertenecía a un joven de 20 y 22 años, como ofrenda se hallaron tres  
estatuillas antropomorfas masculinas una de ellas de Spondylus;  
además tres figuritas representando camélidos machos, una de oro  
y dos de Spondylus.  
El santuario del cerro El Plomo se encuentra en el cerro lo-  
calizado en la provincia de Santiago, Argentina, con una altura de  
5
.430 metros sobre el nivel del mar. A este lugar habría llegado un  
niño para ser ofrendado con dos figuritas de camélidos, uno de tum-  
baga y la otra de Spondylus. Al cuello lleva un collar de un tejido tu-  
bular del cual cuelgan dos rectángulos de Spondylus.  
Mignone en su trabajo “Santuarios de altura del Sur An-  
dino”, proyecto financiado por National Geographic, refiere que en  
el volcán Llullaillaco durante el año 1999 se localizaron tres cuerpos  
humanos y más de 140 objetos, miniaturas zoomorfas y antropomor-  
fas de filiación incaica. Miniaturas de Mullu: 9 zoomorfas, 6 estatui-  
75  
llas masculinas y 7 estatuillas femeninas. Las miniaturas de Mullu  
estaban vestidas con uncu (camiseta andina), yacolla (manto) y  
llautu(o vincha) canipu y llevan una chuspa.En la tumba sur se en-  
contró el cuerpo de un niño acompañado de dos estatuillas de  
76  
77  
Spondylus. En un pozo se halló un collar de Spondylus. Bajo la  
74 Schobinger J “La momia del cerro El Toro”, 1966  
75 Ceruti Cfr. en P. Mignone, “Santuarios de altura del Sur Andino en el volcán del Llullaillaco”,  
2
003, p.73.  
6 Ceruti Cfr. en P. Mignone, “Santuarios de altura del Sur Andino en el volcán del Llullaillaco”,  
003, p.73.  
7
2
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
superficie se hallaron una estatuilla antropomorfa masculina y una  
78  
zoomorfa de Spondylus. Por último, el conjunto de ofrendas N-E,  
Lo conformaban una estatuilla femenina, una masculina y dos esta-  
tuillas zoomorfas todas de Spondylus.  
79  
Miguel Cornejo, en un artículo sobre el Santuario Guaranga  
de Sisicaya en el Valle de Lurín (Perú), revela un santuario de altura  
con ubicación y ajuar de estilo clásico inca. Sobre el cerro Nieve-  
nieve, junto al Aviyay y Samiyanca; en este santuario dentro de los  
recintos se encontraron, “más de setenta valvas de Spondylus y más ar-  
80  
tefactos del mismo material, colgantes y chaquiras,…”.  
A la llegada de los españoles a estos territorios los cronistas  
registraron las ofrendas a los nevados. La información de las crónicas  
sobre la Capaccocha indican que Cieza de León otorgó el nombre de  
Capaccocha a una ofrenda con ritos y sacrificios humanos ofrecidos  
al nevado Coropuna.  
Entre Chile y Argentina, en la ladera norte del cerro Merce-  
dario; el alpinista Antonio Beorchias encontró a 6.250 m.s.n.m. tres  
círculos ceremoniales donde, entre otras ofrendas, se encontraba una  
estatuilla de Spondylus cubierta con una lliclla, un chumbi y un  
tupo.8  
1
El Mullu encontrado en otros lugares de América  
Como se dijo al inicio, la presencia del Mullu estaba en todo  
el continente, usada religiosamente por los pobladores de todos los  
tiempos.  
82  
En Panamá, Julia Mayo y Richard Cooke excavaron un ta-  
7
7
7
7 Ceruti Cfr. en P. Mignone, "Santuarios de altura del Sur Andino en el volcán del Llullaillaco”,  
2
003, p.72.  
8 Ceruti Cfr. en P. Mignone, "Santuarios de altura del Sur Andino en el volcán del Llullaillaco”,  
003: 73.  
2
9 M. Cornejo, “Arqueología de Santuarios Inkas en la Guaranga de Sisicaya, valle de Lurín”,  
artículo en Tawantinsuyu, una Revista Internacional de Estudios Inkas, Aninternational,  
Journal of InkaStudies, Vol 1, Editorial Board. Argentina. 1995  
0 Ibíd., p.21  
8
8
8
1 Beorchia, 1975, p.54. Cfr. En: Di Capua, op. cit., s/f  
2 J. Mayo y R. Cooke, “La industria prehispánica de conchas marinas en el Gran Coclé, Pa-  
namá. Análisis tecnológico de los artefactos de concha del basurero taller del sitio Cerro”,  
Archaeofauna, nº 14, 2005  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
ller en el sitio Cerro Juan Díaz, en Gran Coclé, encontrando restos  
de talla, preformas y cuentas de Spondylus.  
En el periodo del 100 a.C. al 800 d.C. las evidencias señalan  
un incremento del uso de las conchas Spondylus, en el asentamiento  
de Malagana, Colombia.83 En estos yacimientos arqueológicos la  
Spondylus aparece en forma de cuentas que servían para confeccio-  
nar objetos más complejos como collares, brazaletes y pectorales.  
84  
En Tal Tal (Chile), datado en el 2.000 años a C. Junicus Bird  
citado por Di Capua, halló fragmentos de Spondylus. En el museo  
de San Pedro de Atacama entre las colecciones organizadas por el  
sacerdote Le Peige, se encuentran figurinas de Spondylus.  
Durante los trabajos realizados por el Proyecto Arqueológico  
“Chullpa Pacha 98” en el sitio Qiwaya (sudeste del lago Titicaca) se  
encontró una figurilla antropomorfa de concha. De esta figurilla Sa-  
gárnaga85 afirma que fue realizada en Mullu, cuyo origen corres-  
ponde a las costas de aguas calientes del Ecuador.  
El Mullu en el incario  
El “imperio”de los Incas llamado Tawantinsuyo se extendía  
desde el norte de Chile y Argentina pasando por Perú y Bolivia hasta  
Ecuador; el imperio nació y se desarrolló en los siglos XIV, XV y XVI;  
uno de los motivos que tuvieron los incas para la conquista de las  
regiones de Manta, Puerto Viejo y la Puná fue tener acceso directo al  
Mullu.  
Cabello de Balboa cuenta que Huayna Capac construyó en  
Tomebamba (Cuenca) la segunda ciudad del Tawantinsuyo con sun-  
tuosos palacios, llamados “Mullu Cancha”, decorados en el interior  
86  
con Spondylus.  
8
3 W. Bray, M. Cardale, L. Herrera, A. Legast, D. Patiño, C. Rodríguez, “Lords of the marshes.  
The Malagana people”, En Cardale M (Ed.) Calima and Malagana.Art and Archaeology in South-  
western Colombia, Fundación Pro-Calima.Bogotá, Colombia. 2005  
4 C. JunicusBird, 1943. Crf. En: Di Capua, op. cit., s/f  
8
8
5 J. Sagárnaga, “Una figurina de concha procedente de Qiwaya”. En RevistaAntis. En prensa,  
Bolivia, 2001  
86 M. Cabello de Balboa, Miscelánea Antártica: una Historia del Perú Antiguo, 1586, Editorial Ecua-  
toriana 1945.  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Felipe Guamán Poma de Ayala en su Nueva Crónica explica  
que al pescador de conchas le llamaban “Mollo Haypac camayoc” y  
al que emitía y proporcionaba al imperio “Mollo Chasqui camayoc”  
(postillón que trae caracol)”. “El dicho Churo Chasqui Camayoc es-  
taba puesto de media legua, porque fuese a la ligera. Dicen que el  
caracol del Novo Reyno, que llaman tumi, llegaba vivo al Inca al  
Cuzco” “…que comía caracoles que le traía de mil leguas vivo, mullu  
de la ciudad de Tomebamba”.87  
Además describe los ritos ceremoniales que se realizaban du-  
rante los meses del año: febrero, mes de vestirse taparrabos preciosos  
se hacían sacrificios con metales Mullu y cuy. Junio, mes de bús-  
queda, fiesta pequeña del Intiraymi se ofrendaba al sol y se enterra-  
ban Mullu. En el Intiraymi se hacían sacrificios con cumbi (tejidos  
finos), Mullu, etc. También se sacrificaban Mullu a las huacas de  
todos los suyos; agosto, mes de trabajar la tierra se ofrendaban a las  
huacas, cuyes, llamas, chicha y Mullu.88  
Tecnología ancestral utilizada en el trabajo del Mullu  
La tecnología utilizada para el trabajo de la concha es muy  
especializada y poco conocida, por lo tanto no lograda a pesar de  
toda la tecnología actual, igual de lo que ocurre con el trabajo del  
platino de hace 2.500 años atrás en La Tolita; consideramos impor-  
tante describir de modo general el trabajo de Lourdes Suárez Díez  
89  
sobre las conchas prehispánicas en México.  
La percusión, luego de una minuciosa selección de la mate-  
ria prima, fue la primera etapa que permitió la fragmentación de  
cuerpos y valvas. En la percusión la concha se fragmenta en forma  
irregular y se separan sus partes obteniéndose el elemento para tra-  
bajar y pequeños fragmentos que fueron reutilizados en objetos más  
pequeños con ayuda de un punzón.  
8
7 F. Guaman Poma de Ayala,Primer Nueva Corónica y Buen Gobierno, Edición crítica de John  
V. Murra y Bolena Adorno, traducciones y Análisis, textos del Quechua por Jorge Urioste,  
Siglo Veintiuno-América Nuestra. 1980  
88 F. Guaman Poma de Ayala, op. cit., 1980  
8
9 L. Suárez Diez, Tipología de los objetos prehispánicos de concha, Colección Científica Ar-  
queología, México. 1977  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
El desgaste, lo hacían frotando la pieza contra una superficie  
rugosa y plana, dando al objeto un movimiento de vaivén alterno o  
frotándole con un desgastador (sierra); para cortar, utilizaron corde-  
les o lascas de piedra, madera dura, tiras de metal, etc.  
El perforado, realizado con taladros, al que le han dado un  
movimiento circular alterno, frotándolo con ambas manos contra la  
concha que permanece fija. Existen variantes de perforado, el más  
común es el corte circular por medio de un instrumento tubular; uti-  
lizaron en todos los casos un abrasivo, arena, polvo de hueso, con-  
chas y agua que servían como lubricantes.  
Las perforaciones de las cuentas son: cónica, bicónica, irre-  
gular, tubular y denticulada y su producción se hacía en serie. Para  
el acabado se utilizaron tres técnicas: el pulido, bruñido y el deco-  
rado. El pulido se lo hizo a las aristas, bordes, superficies rugosas,  
paredes de los objetos, etc. El bruñido se usó para aumentar el brillo  
natural de la concha. Para el decorado de las piezas se calaron, se in-  
crustaron, se pintaron y también se utilizó el grabado y el esgrafiado.  
Las cuentas tienen una perforación bicónica que las atraviesa  
completamente por el cual se puede ensartar; deben presentar sime-  
tría radial, se encuentran agrupadas y dispuestas en cierto orden. Se  
clasifican en: discos, ruedas, cilindros, tubulares, esféricas, de sección  
cuadrada, de secciones triangulares y tubulares.  
El taller de Spondylus de Cabeza de Vaca, Tumbes  
Al norte de la costa peruana se han identificado algunos ta-  
lleres de Spondylus en las zonas de Batán Grande (Lambayeque),  
Tumbes, Rica Playa y el taller denominado Cabeza de Vaca.  
La investigación sobre dicho taller de Spondylus y su histo-  
ria es tomada de Carolina Vílchez Carrasco, quien nos ofrece amplia  
información sobre el trabajo del Mullu y sus implicaciones culturales  
en los pueblos del antiguo Perú y Ecuador; de su trabajo del año  
2011, transcribimos lo que consideramos de importancia trascenden-  
tal en este tema:  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Tumbes (Perú) es el lugar más asequible para llegar al Golfo de Gua-  
yaquil; en este territorio culminaba la vía terrestre del camino costero  
que avanzaba desde Chile por el litoral. A partir de esta región se ini-  
ciaba una vía marítima por la que, utilizando embarcaciones de palo  
de balsa, se llegaba hasta las costas ecuatorianas para obtener la pre-  
ciada carga de Spondylus a cambio de cobre y otros productos exóticos  
provenientes de los Andes Centrales.  
David Jenkins (citado por Vilchez) plantea que:  
(…) a partir de 900 d.C., hasta la desembocadura del río Tumbes llegaba  
la vía marítima seguida por las canoas y balsas que navegaban a lo largo  
del litoral del Pacífico, entre el Golfo de California y de Guayaquil, trans-  
portando hombres y diversos productos con alto valor de intercambio.  
Para estas embarcaciones la navegación se volvía más difícil hacia el  
sur en contra del viento austral y de lacorriente de Humboldt. Los pro-  
ductos norteños se desembarcaban en el puerto prehispánico de Tum-  
bes y se transportaban hacia el sur por la vía terrestre que controlaban  
primero los Sicanes desde los valles de Lambayeque, luego los Chimú  
desde Trujillo y finalmente los Incas desde el Cusco.  
La localización estratégica del sitio Cabeza de Vaca para acceder al  
Mullu es el extremo meridional del Golfo deGuayaquil; esta región  
mantiene regiones ecológicas, hídricas y climáticas comunes a la costa  
ecuatoriana; encontrándose en una zona de convergencia intertropical  
influenciada por la corriente de El Niño.9  
0
En el Golfo de Guayaquil existe una red hídrica conformada  
por 23 ríos, de los cuales actualmente 21 pertenecen al Ecuador y 2  
al Perú; los ríos Zarumilla y Tumbes cuyas desembocaduras al  
Océano Pacífico están formadas por amplias deltas que permiten el  
ingreso del aguamarina al territorio, dando vida al ecosistema man-  
glar.  
La anexión de Tumbes al Tawantinsuyu facilitó a los Incas el  
acceso al Mullu por la posición estratégica de este territorio. Ellos in-  
corporaron un centro de alta producción en el núcleo urbano de Ca-  
beza de Vaca, teniendo a este molusco como principal materia prima;  
90 Villchez en El de Taller de Spondylus Cabeza de Vaca, Tumbes, Cuadernos del QhapaqÑan /  
2013  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
365  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
de esta manera lograron controlar el ingreso del Spondylus hacia el  
interior del Tawantinsuyu, la producción y distribución de bienes  
suntuarios. Esta anexión permitió a los incas la expansión hacia el  
Chinchaysuyu y la dominación geopolítica de esta región; también  
les facilitó el acceso al bien más preciado en el mundo andino, el  
Mullu.  
Excavaciones arqueológicas realizadas en este centro admi-  
nistrativo ceremonial inca y espacio de alta producción de objetos  
en Spondylus; entre julio y agosto del 2011 en el actual Gabinete Ar-  
queológico “Conchales” del Ministerio de Cultura del Perú encontró  
que el espacio destinado a la producción del Mullu estuvo delimi-  
tado por gruesos muros de adobe construidos con la misma técnica  
como la Huaca del Sol; al interior de estos un grupo especializado  
de artesanos desarrolló todo el proceso de elaboración de objetos de  
Spondylus.  
Este taller fue reportado por primera vez por Federico Kauff-  
mann Doig, quien además habló de dos importantes colecciones pri-  
vadas en Tumbes: con representaciones de aves, peces, llamas,  
granos de maíz, fréjoles, una mazorca de maíz, un arpón, una figu-  
rilla femenina, balsillas, aves, peces, llamas y otros, trabajados en  
Mullu.9  
1
El proceso de trabajo de las conchas en Cabeza de Vaca  
Las publicaciones de los años 1993, 1999 y 2010 demuestran  
el volumen de Spondylus prínceps que este centro administrativo  
ceremonial procesaba, la función de puerto de entrada de las conchas  
y caracolas exóticas que llegaban del norte por vía marítima en balsas.  
La Spondylus, traída desde la Costa ecuatoriana y recolectada en el  
mismo litoral de Tumbes era desembarcada en la playa y posterior-  
mente trasladada hacia Cabeza de Vaca; una parte del cargamento se  
quedaba en el taller para su manufactura, el resto continuaba la ruta  
terrestre por el Qhapaq Ñan hacia diversos puntos del Tawantinsuyu.  
91 F. Kauffmann Doig, “Notas arqueológicas sobre la costa extremo norte”, Boletín de Lima, Lima.  
1987, p.57  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Según el director del proyecto integral Cabeza de Vaca, Oliver Hua-  
mán, la Spondylus, que solo se encuentran en las aguas cálidas del  
golfo de Guayaquil, llegaba hasta los lugares más remotos del Ta-  
wantinsuyo. Los incas distribuían las Spondylus y sus piezas talla-  
das a través del Qhapaq Ñan, la gran red de caminos creada para  
comunicar todas las provincias de su imperio cubriendo un trazado  
de 30.000 kilómetros cuyo eje costero comienza en Cabeza de Vaca.  
La referencia escrita de fray Reginaldo de Lizárraga (1545-  
1
615), describe la posición que tenían los especialistas tumbesinos  
para labrar la Spondylus; la documentación colonial de la segunda  
mitad del siglo XVI dice que los artesanos tumbesinos continuaban  
tributando chaquiras a los españoles, como lo hacían anteriormente  
92  
a los chimúes e incas.  
Hocquenghem y Peña proponen sobre la cadena operativa  
del Taller Malacológico de Cabeza de Vaca: selección, preparación  
de la materia prima, pulido, corte, extracción de un trozo, prepara-  
ción de un nódulo, talla de figuras, perforación, elaboración de cuen-  
93  
tas, manufactura de petos y enchapado.  
La cronología del taller del Mullu de Cabeza de Vaca, del  
análisis radiocarbónico del material proveniente de la excavación se  
dio entre los años de 1446 hasta 1648 d. C. El tiempo correspondiente  
a doscientos años de actividad en el trabajo de la talla del material  
malacológico, cuya permanencia se extendió hasta la Colonia.  
Valvas completas, fragmentos de valva, charnelas cortadas,  
bordes cortados, fragmentos de espinas y fragmentos de corteza,  
fragmentos blancos, preformas planas, objetos preculminados, pre-  
forma de cuentas, figuritas, cuentas, placas trapezoidales, formas  
geométricas para aplicaciones y colgantes y finalmente, objetos ter-  
minados.  
El proceso:  
1
. Una vez descargado el lote de valvas en el taller, éstas eran  
seleccionadas y limpiadas.  
2. Se procedía a cortar la charnela, este corte permitía a los ar-  
9
2 A. M. Hocquenghem, y M. Peña Ruiz,“La talla de material malacológico en Tumbes”, Bulletin  
de l’InstitutFrançaisd’EtudesAndines [Lima], 23(2). Lima. 1994  
3 Ibíd, pp.218-222  
9
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
tesanos observar el grosor de la valva y determinar la canti-  
dad de materia prima disponible porcada valva; cuanto  
podía ser utilizado para la confección de objetos de color rojo  
y cuanto para objetos de color blanco. Las características de  
cada valva limitan la variedad y el número de artefactos que  
podrían producirse; algunos ejemplares presentan una capa  
bastante porosa provocada por la fauna marina como espon-  
jas, gusanos y otros moluscos.  
. Se cortaban los bordes de la valva, por tratarse de porciones  
más frágiles que no permiten ser trabajados.  
. Se cortaban las espinas, las cuales tampoco eran utilizadas  
en el trabajo de tallado debido a su fragilidad.  
. Se pulía la parte externa de la valva para nivelar la superficie  
y quitar todo tipo de protuberancias.  
3
4
5
6
. Se obtenían las pre-preformas bloque a partir de trozar la  
valva en varios fragmentos grandes.Las pre–preformas pla-  
nas se obtenían trozando las pre-preformas bloque en frag-  
mentos más pequeños.  
7
. Se cortaban los fragmentos de corteza desde la parte interna  
de la valva permitiendo obtener fragmentos de color blanco  
y rojo.Los fragmentos blancos se obtenían retirando comple-  
tamente la corteza a las preformas planas. Eran recortados y  
pulidos hasta obtener formas rectangulares o cuadradas, a  
las que denominamos preformas planas.  
8
. Los objetos preacabados eran obtenidos a partir de las pre-  
formas planas las que eran recortadas y pulidas hasta apro-  
ximarse a la forma del objeto  
9
. Los objetos finalizados, en este taller, correspondieron a cuen-  
tas, figuritas antropomorfas, fitomorfas y zoomorfas, placas,  
trapezoidales, colgantes y aplicaciones.  
Los españoles y el Mullu, testimonios de cronistas y sacerdotes  
Los españoles reconocieron a la Spondylus como parte esen-  
cial de la actividad religiosa indígena por eso la reverencia a estas  
conchas, también emplearon el término quechua Mullu que corres-  
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368  
Título del artículo  
ponden tanto a las valvas de Spondylus como a sus fragmentos, con-  
94  
chas molidas, figuras humanas, de animales, de maíz.  
Pero también los sacerdotes católicos reconocían el peligro  
potencial del Mullu como posibilidad de retorno a las prácticas na-  
tivas y un rechazo al cristianismo. La fuerza de la evangelización no  
pudo cambiar o desaparecer al Mullu según el relato del Jesuita  
Arriaga que escribió en 1621:  
Mullo es una concha de la mar gruesa, y todos tienen pedacillos de  
estas conchas, y un indio me dio un pedacillo menor que una uña que  
había comprado en cuatro reales. Y los indios de la costa, y aún espa-  
ñoles tenían granjerías de estas conchas con los de la sierra, sin reparar  
para qué efecto los compraban, otras vezes hazen unas cuentecillas de  
este mullu, y las ponen en las Huacas y destas cuentecillas usan como  
95  
después diremos en las confesiones. (sic)  
Con algunos cronistas aparece por primera vez la palabra  
chaquira” para nombrar al Mullu o Spondylus, en su mayoría lla-  
man “Mullu” o conchas coloradas.  
Cuando Pedro Cieza de León enumera los tesoros que se  
guardaban en el Cuzco dice: “...en los depósitos había grandísima canti-  
dad de oro en tejuelos y de plata en pasta y tenían mucha chaquira, que es  
en estremo (sic) menuda, y otras joyas muchas y grandes...”  
Más adelante el mismo Cieza nos describe el saqueo que los  
españoles sometieron a Cajamarca y nuevamente mencionará la exis-  
tencia de chaquira entre los tesoros obtenidos, comenzaron a hacer  
cargas de ello con muchos cántaros de gran peso de plata y oro, ar-  
gentería, chaquira y otras cosas extrañas” del Coricancha: recinto sa-  
96  
grado, de la ciudad del Cuzco, dedicado al dios Sol.  
En la misma crónicase relata sobre los indígenas de la penín-  
sula de Santa Elena ofrecieron a Francisco Pizarro, entre otros obje-  
tos, chaquiras elaboradas con concha.97  
94 P. J.Arriaga, [1621] La Extirpación de la Idolatría en el Perú, Biblioteca de Autores Españoles,  
T. Madrid, 1968  
5 Ibíd., p.47  
6 P. Cieza de León, op. cit., p.100  
7 Ibíd., p.71  
9
9
9
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
369  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
Otro relato de principios del siglo XVII comenta como los in-  
dígenas de la costa y también los españoles comerciaban con conchas  
que vendían en los Andes, donde se seguían ofreciendo en los ritua-  
98  
les religiosos. Durante la época hispana, la población indígena con-  
servaba todavía su religión y continuaba realizando ofrendas con  
Spondylus.  
El mismo Cieza, dice que: “las mujeres destos indios andan  
vestidas ellas y sus maridos con mantas y camisetas de algodón y  
traen en sus personas joyas de oro y unas cuentas muy menudas a  
99  
quien llaman “chaquira colorada”.  
Con la consolidación de las instituciones coloniales españo-  
las en América el proceso de aculturación y la expansión del cristia-  
nismo entre la población indígena, los cultos prehispánicos fueron  
1
00  
progresivamente perdiendo importancia. Este proceso supuso la  
pérdida de interés por las conchas Spondylus y una disminución  
considerable en su extracción y utilización como materia prima para  
la elaboración de objetos rituales y suntuarios. La disminución y/o  
desaparición de los rituales religiosos prehispánicos trajo consigo  
también la pérdida del simbolismo y la importancia de la Spondylus.  
El comercio del Mullu en la América prehispánica  
Desde siempre las sociedades ancestrales se encontraron y  
desarrollaron contactos a todo nivel, incluyendo el comercio de la  
concha sagrada. El intercambio de objetos necesarios para la super-  
vivencia y desarrollo de los pueblos existió desde los inicios de la  
presencia misma del ser humano; en América se comerciaron múlti-  
ples productos, entre ellos objetos religiosos como el Mullu.  
Con la formación de las sociedades estratificadas se fortale-  
ció el intercambio de objetos suntuarios, principalmente la Spondy-  
luscon lejanos pueblos del continente americano. En territorio  
98 P. J. Arriaga, op. cit., p.211  
99 Cieza de León, Cronistas coloniales, Capítulo XLVI, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, Quito,  
Ecuador, 1960, p. 88.  
1
00 A.M.G. Español, “Aculturación y comunicación en Hispanoamérica”. Cuad. CEMYR, 10.  
2002  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
370  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
ecuatoriano esta práctica se aprecia desde el período Formativo  
(
5.500 años atrás), con evidencias y datos de las culturas de la Costa,  
Sierra y Amazonía.  
La gente de la Sierra Sur se dedicó a la importación y expor-  
tación de las conchas Spondylus y Strombus, primero desde la Costa  
hasta Cerro Narrío y luego hacia la Costa y después hacia la sierra  
del Perú.  
Los cronistas se hacen eco del comercio y el uso de estos mo-  
luscos. Tenemos la noticia de:  
(…) Un lejano trueque de mullu mencionada en la visita a Atico y Ca-  
ravelí de 1549 (Galdos Rodríguez, 1977). En dicho expediente el curaca  
de la región, llamado Chincha Pula, declaró que desde Huancavilca-  
en el Ecuador-les traían unas conchas rojas llamada mollo, y con ellas  
se habían especializado en la confección de unas estatuillas entretalla-  
das con concha. La pericia de estos artífices hizo que HuaynaCapac or-  
101  
denara a cincuenta de estos artesanos instalarse en el Cuzco…  
El comercio del Mullo por tierras peruanas  
La presencia de la Spondylus en los Andes centrales desde  
el período Precerámico Tardío permite suponer que las rutas de in-  
tercambio entre la zona norte de la cordillera andina (actual territorio  
del Ecuador) y el centrode la cordillera, (actual territorio del Perú),  
serían muy antiguas.  
Anne Marie Hocqenghem dice que el acceso a la Spondylus  
por parte de las sociedades centroandinas se llevó a cabo por vía te-  
rrestre con diversos puntos de intercambio en la zona de interacción;  
estos hubieran sido Chongoyape (Cupisnique) durante el Formativo,  
la zona de Vicús (Mochica) durante el Período Intermedio Temprano,  
la zona de la margen izquierda del río Piura durante el Horizonte  
Medio, Tumbes durante el Período Intermedio Tardío (Chimú y To-  
mebamba y Tumbes durante el Horizonte Tardío (Inca).  
En el Norte había una antigua ruta, siguiendo el río Tumbes  
se entraba al Ecuador con dirección nordeste, subían por los Andes  
101 Rostworowski, Costa Peruana Prehispánica, 1989.  
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371  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
bajos, pasando por Zaruma, famoso por sus minas de oro, luego con-  
tinuaba hasta Loja.  
La segunda ruta comercial era a través de Huancabamba,  
que llegaba hasta Jaén. Se seguía el curso alto del río Piura y subía a  
los Andes por caminos en forma de escalones hechos de piedra. El  
primer tramo conducía a Huancabamba; desde aquí la ruta conti-  
nuaba hasta la Amazonía, intercambiándose con los Shuaras los pro-  
ductos de la Costa.  
María Rostworowski al referirse al comercio prehispánico  
chinchano explica las rutas de los comerciantes que cubrían dos  
zonas distintas: la una orientada al norte para conseguir conchas  
para el culto y la segunda dirigida a la región andina donde obtenían  
el cobre que asumía un valor monetario y servía de base para el true-  
que de las conchas.  
El Mullu y el comercio de larga distancia por vía marítima  
Se ha propuesto que el contacto marítimo entre Mesoamérica y Suda-  
méricaexplica las estrechas semejanzas en las características culturales  
que son comunes a estasdos regiones de la América Nuclear. Quienes  
plantean que hubo un comercio primitivoentre los Andes Central y la  
Zona Intermedia y Mesoamérica, han basado susargumentos en la dis-  
tribución geográfica de la concha Spondylus de la región Panámico-  
Pacifica y la gran demanda de esta concha en los Andes Centrales. La  
costa pacífica dela Zona Intermedia contiene el mayor hábitat de la  
Spondylus pacifico-oriental, y loscentros principales de su demanda  
hasta la primera época colonial fueron Mesoaméricay los Andes cen-  
trales.1  
02  
Según varios autores el centro de intercambio del a Spondy-  
lus se ubicó en la isla de La Plata, una isla de seis kilómetros cuadra-  
dos de extensión al norte de Guayaquil, donde la arqueología  
encontró pipas para fumar tabaco, similares a las del oeste de Mé-  
xico. Hallazgos que refuerzan la idea de que fue un gran centro de  
intercambio de toda la región. Jorge Marcos ratifica que este es el  
1
02 J. Marcos, Historia de un Centro Ceremonial Valdivia (Segunda Parte), Corporación Editora  
Nacional, ESPOL, Quito, 1986, p.163  
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372  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
principal y más antiguo lugar de distribución del Mullu, que fun-  
cionó como puerto de intercambio desde el segundo milenio antes  
de Cristo. La isla de La Plata era un puerto de intercambio a donde  
la gente de Salangone y áreas aledañas llevaban Spondylus prínceps  
103  
para intercambiarlo con mercaderes venidos desde el sur.  
El intercambio dela Spondylus dado por dos rutas una por  
el continente, por la sierra o por las orillas de los ríos y la otra ruta  
marítima que llevaba los productos al norte hasta Mesoamérica y al  
sur hasta las costas de Chile. Los comerciantes del Mullo fueron na-  
vegantes que utilizaron embarcaciones, canoas, balsas de madera y  
balsas de juncos o totora.  
Entre 1570 y 1575 se escribió un documento llamado “Aviso”  
que hace referencia al reino de Chincha cuyo centro estuvo en el valle  
homónimo al sur de Lima. En este documento se dice que los Chin-  
chas fueron pescadores y comerciantes mencionándose seis mil per-  
sonas que viajaban de Chincha al Cuzco y al Callao y al altiplano  
peruano-boliviano, o a Quito y Puerto Viejo en Ecuador para obtener  
por trueque esmeraldas y Spondylus. La travesía al norte del Chin-  
chaysuyu se hacía por vía marina mediante balsas, llegando hasta  
Manta, en la costa ecuatoriana. Obtenían el sagrado Mullu dejando  
a cambio cobre que era llevado desde el altiplano y la región de Ata-  
cama–Diaguita al norte de Chile.  
La ruta controlada por los mercaderes chinchas y más ade-  
lante por los incas, habría navegado hasta Puerto Viejo en el Ecuador  
y desde allí, habrían transportado el Mullu hasta las costas meridio-  
nales.  
La navegación entre Ecuador y México utilizando tecnología  
precolombina fue posible y ha sido comprobada por simulaciones  
104  
105  
por computador , cálculos ingenieriles y arqueología experimen-  
1
1
1
03 Rostworowski, en“Mercaderes Del Valle De Chincha En La Época Prehispánica: Un Docu-  
mento y Unos Comentarios”, 1970  
04 R. Callaghan, “Prehistoric trade between Ecuador and West Mexico: A computer simulation  
of coastal voyages”. Antiquity, 77(298): 796-804. Carter BP, 2003  
05 L. Dewan, y D. Hosler, “Ancient Maritime Trade between Ecuador and WesternMexico on  
Balsa Rafts: An Engineering Analysis of Balsa Raft Functionality and Design”. Journal of  
Anthropological Research 64.Comunión e interexistencia. El Spondylus spp. en la Costa Norte  
del Perú durante el Intermedio Tardío (800-1450 d. C.), 2008.  
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373  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
tal. En punta Mita (Nayarit en México), se ha encontrado evidencia  
de uso de tecnología ecuatoriana prehispánica para el buceo rituali-  
zado para la obtención dela Spondylus.  
La navegación por el Pacífico, medio para el comercio de la  
Spondylus  
El intercambio milenario de la Spondylus por vía marítima  
por todo el continente, es sustentado por la navegación ancestral de  
los pueblos costeros del antiguo Ecuador. La “balsa” fue usada para  
la navegación en alta mar, un medio de transporte que evolucionó  
respondiendo a las necesidades humanas; además del uso de la vela  
con textiles realizados en telar de cintura, fue complementada con  
la aplicación del “guare” o guara que a manera de timones múltiples  
les permitía tener un mayor control en su manejo y dirección.  
La balsa fue el resultado de muchos factores de creatividad  
e ingenio, de experimentación de muchos años; aportaciones de va-  
rias generaciones y experiencia acumulada. El ser humano preco-  
lombino adquirió la capacidad para dominar la navegación e inició  
la exploración a lo largo del océano Pacífico en pos del conocimiento  
106  
de la América indígena  
El conocimiento y aprovechamiento de las corrientes mari-  
nas, de los vientos y movimientos estelares, permitieron a los nave-  
gantes de la cultura Valdivia emprender largas travesías oceánicas.  
Usaron troncos largos para la embarcación, con una estructura de  
cubierta, cabina, cocina, palos y velamen; gran capacidad de carga,  
es probable que los hombres con sus mujeres e hijos conformaran la  
tripulación; eran buques de cabotaje útil para el comercio a lo largo  
de la costa pacífica.  
En territorio ecuatoriano se han encontrado representaciones  
de canoas con sus tripulantes, transportando difuntos, balsas con na-  
vegantes y caballitos de totora en cerámica y metales. Todos estos  
elementos de convicción en la historia naval ecuatorianason asocia-  
1
06 Cevallos, 1995. Cfr. en: E. Quinatoa, “Los antiguos navegantes de la costa ecuatoriana”, en  
Catálogo de la exposición: “PACÍFICO AMERICANO 1513-2013, 500 años de exploración,  
Museo de Arte Colonial, Quito, 2015  
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374  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
das a las culturas: Valdivia, Chorrera, Bahía, La Tolita, Jama Coaque,  
Manteño y Atacames. Las balsas de madera Genus Ochroma, como  
la balsa con velas triangulares descrita por Bartolomé Ruiz sólo se  
han documentado en la costa ecuatoriana.  
La representación de una balsa de tubos de plata con un per-  
sonaje principal y cinco navegantes, perteneciente a la cultura Bahía  
(
500 a. C.–500 d. C.), se exhibe en el Museo Nacional de Quito. El pri-  
mer dibujo que se conoce de la balsa oceánica a velas de los Man-  
teño–Huancavilca fue realizado por el italiano Girolamo Benzoni en  
1572.  
El Mullu en los escritos del siglo XVI  
Las sociedades costeras ecuatorianas tuvieron el monopolio  
de la explotación, elaboración y comercio de la Spondylus. En el In-  
cario fueron solicitados los huancavilcas como artesanos para elabo-  
rar el Mullu destinadas a la religión y para la élite.  
Estos señores navegaban y eran dueños de flotas de balsas.  
Las más comunes están hechas de cinco troncos amarrados entre si,  
107  
balsas más grandes contaban con siete o con nueve troncos.  
La navegación y comercio del mullu del año 1525 fue regis-  
trada cuando la embarcación española comandada por Bartolomé  
Ruiz a la altura de la costa ecuatoriana capturó: “un navío aborigen,  
en el que viajaban unos 20 hombres…”.108 Esta descripción tiene además  
la información del cargamento:  
(…) telas de varios colores y con labores que representaban aves, pes-  
cados, plantas, joyas de plata y oro y otros objetos, estas mercancías es-  
taban destinadas para intercambiar por unas conchas depescado e que  
ellos hacen cuentas coloradas como corales y blancas, que traían casi  
el navío cargado de ellas.1  
09  
107 Zevallos, “La gran navegación prehispánica en el Ecuador”, 1981, citado por Quinatoa en:  
“Los antiguos navegantes de la costa ecuatoriana”, en Catálogo de la exposición: “Pacífico  
Americano 1513–2013, 500 años de exploración”, Museo de Arte Colonial, Quito, 2015  
08 J. Sámano, [1527] La relación Sámano-Xerez. El Perú a través de los siglos. Biblioteca Peruana,  
Tomo I. Técnicos Asociados. Lima, Perú, 1968, p.66  
1
1
09 Ibíd., p.66  
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375  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
El cargamento de la balsa de Salango  
Cárdenas, Arroyo y Bray recogen lo que Chantal Caivallet  
investigó sobre la balsa originaria en 1525:  
La balsa tiene a bordo marineros comerciantes oriundos de Salango que  
parecen recorrer los asentamientos pesqueros de la costa ecuatoriana  
para conseguir la concha Spondylus en bruto. Cuando irrumpen los ex-  
ploradores españoles, la balsa ya lleva cargada gran cantidad de concha.  
¿
Qué ofrecen los balseros a los pescadores de los pueblos costeros a  
cambio de la concha en bruto? Unos productos muy específicos: meta-  
lurgia de oro y plata; ropa fina de lana y algodón; piedras preciosas  
elaboradas, entre ellas esmeraldas.1  
10  
Otro documento, igualmente muy temprano (la declaración  
a la Caja Real del botín de Hernando Pizarro y sus soldados), inven-  
taría los tesoros autóctonos robados en Coaque por los conquistado-  
res en 1531;111 se trata de metalurgia de oro y plata. Las joyas  
indígenas combinan en abundancia oro, plata, esmeraldas y concha  
Spondylus, como por ejemplo “un cinto de canuto y cuentecitas me-  
nudas redondas de oro bajo y tenía a un cabo cinquenta y dos casca-  
belicos a vueltas de chaquira colorada, tenia diez y ocho carreras de  
canutos y porque las cuentas eran pequeñas no se pudieron contar”.  
La concha Spondylus en Mesoamérica  
El Mulluen Mesoamérica aparece más o menos 1.000 años  
más tarde que en los Andes. Se han encontrado conchas y artefactos  
de Spondylus en sitios del Formativo Temprano en Oaxaca 135 años  
a. C. En Teotihuacán la Spondylus está junto a la Strombus; está vin-  
culada a los dioses Quetzacoatl y a Tlaloc, la gran cantidad de cuen-  
tas, artefactos y conchas enteras encontradas en los enterramientos  
teotihuacanos atestiguan su atesoramiento.  
1
10 F. Cárdenas, F. Arroyo y T. Bray, Editores, "Conchas marinas y rutas de intercambio prehis-  
pánicas en los Andes septentrionales" en: Intercambio y Comercio entre Costa, Andes y Selva.  
Arqueología y Ethno-historia de Suramérica, del Departamento de Antropología, Universidad  
de los Andes, Bogotá. 1998.  
111 Hampe Martínez, Compendio histórico del Perú, 1989.  
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376  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
Se dice de la asociación sagrada de la concha con el agua, la  
lluvia y la fertilidad, atribuido al sacerdocio de Teotihuacán y los  
símbolos de conchas estilizadas se convirtieron en elementos impor-  
tantes en los frescos de “estilo Teotihuacán”, la Spondylus estaba  
asociada con la lluvia y se la consideraba una insignia del otro mun-  
do por lo que, se la utilizaba en Teotihuacán en la región maya como  
ofrendas funerarias.  
Las conchas de Mullu se utilizaban enteras en algunas cere-  
monias sagradas; por ejemplo entre los mayas la sangre de los sacri-  
ficios humanos era vertida en conchas de Spondylus rojo.  
Para los pueblos antiguos de Mesomérica, la Spondylus era  
sagrada y uno de los elementos económicos más importantes. Dicen  
que para los mayas, lo más valioso del inframundo era el jade, lo  
más apreciado del cielo eran las plumas de quetzal, lo más rico de la  
tierra eran las semillas de cacao y lo más valioso del agua eran las  
conchas marinas de Spondylus.  
Contactos culturales y comerciales entre Ecuador y Mexico a través  
del Mullu  
Con la presencia de objetos funerarios sagrados, principal-  
mente las máscaras de los dioses con mosaicos de Spondylus prín-  
ceps y calcífer, combinados con jade, obsidiana, cristales, etc.,  
demuestran las relaciones culturales y comerciales entre los antiguos  
pueblos de Sudamérica y Norteamérica.  
En punta Mita (Nayarit, México) podría haber existido una  
colonia de buceadores de la costa de Manabí a juzgar por la presencia  
de anclas como las que usaban en las balsas oceánicas y de pesos  
para el buceo idénticos a los encontrados en la isla de La Plata.  
Quienes emprendieron la conexión con otros pueblos del Pa-  
cifico fueron los pueblos de la costa norandina, pues eran ellos los  
que contaban con la tecnología necesaria para la navegación y los  
materiales de origen suramericano registrados en Mesoamérica  
apuntan a la región ecuatoriana.  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
Del trabajo De perros pelones, buzos y Spondylus una historia  
continental, de Patricia Carot y Maríe-AretiHers del Centro de Estu-  
dios Mexicanos y Centroamericanos y de la UNAM (1916) sobre el  
Mullu recogemos la interesante relación entre pueblos mesoameri-  
canos y ecuatoriales:  
La Spondylus se obtenía a grandes profundidades; para su comercio y  
distribución se debió gestar un hipotético gremio continental de mer-  
caderes-viajeros, basados en el conjunto de hallazgos en tierras michoa-  
canas de objetos de procedencia muy lejana, indican las relaciones de  
Mesoamérica con el Mundo Andino.  
Desde tiempos remotos hasta la conquista española,lospueblos al oc-  
cidente de México y los pueblos de la costa ecuatoriana, tuvieron un  
papel destacado en esta interacción entre subcontinentes por medio de  
complejas redes de navegación marítima.En México, durante el 650 y  
1
.000, tenemos en dos lugares de distintos contextos arqueológicos fu-  
nerarios.“Los Individuos” presentan evidencias de haber sido buzos  
pescadores de Spondylus.  
En Tula, los trabajos de Raúl Valadez Azúa, Blanca Paredes Gudiño y  
Bernardo Rodríguez Galicia informan de una temprana ocupación; al-  
rededor de 650 de nuestra era llegó un grupo originario del Occidente.  
Estos migrantes trabajaban la concha marina Spondylus. Trece de ellos,  
hombres y mujeres con exóstosis auditivo, murieron a la edad adulta  
y antes de su llegada a Tula habían sido buceadores de aguas profun-  
das para recoger las preciadas conchas Spondylus. Trajeron consigo sus  
perros y nueve de ellos se enterraron con uno o varios de los 27 perros  
que se hallaron en este contexto funerario. Probablemente desde el pri-  
mer milenio antes de la era actual, el perro pelón acompañaba a mari-  
neros, a comerciantes y a los aventureros del mar que iban en pos de  
la Spondylus entre otros bienes preciados.  
En Mesoamérica el valor ceremonial y simbólico del Mullues induda-  
ble. La díada Spondylus-Strombus se ha reconocido entre los motivos  
que definen el ámbito sagrado de las aguas del inframundo donde se  
expande la gran serpiente emplumada del Templo de Quetzalcóatl en  
Teotihuacan.  
El mullu como moneda  
Miguel Ibáñez Artica,112 define al denominado “dinero del  
112 M. IbañezArtica, “Mullu: oro rojo de los Incas”, Artículo publicado en: Eco Filatélico y Nu-  
mismático, 58, 2002.  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
mar”, las conchas marinas, trabajadas o no, utilizadas como moneda  
por los pueblos ancestrales  
Argumentos numismáticos actuales nos explican que algu-  
nos moluscos marinos han sido utilizados como moneda desde la  
más remota antigüedad, especialmente en el Océano Pacífico, en las  
costas asiáticas y en Australia e islas del Pacífico Sur, así como en la  
costa americana del Norte y Sur. “Las conchas de algunas especies pre-  
sentan unas características muy adecuadas para ser usadas como moneda,  
su reducido tamaño, dureza y durabilidad, imposibilidad de falsificarlas, ra-  
reza o dificultad en su obtención, además de su intrínseca belleza y atractivo  
como ornamento”.  
A este grupo de moluscos pertenece la Spondylus, que pre-  
senta numerosas protuberancias laminares en la superficie de su con-  
cha.1  
13  
El colorido bivalvo fue introducido como moneda de cambio  
en las transacciones comerciales y esta función comercial se extendió  
en el siglo XIV, ya que se han encontrado restos de la concha en el  
norte de la costa pacífica de México y hasta en el sur de las costas  
chilenas. Un aspecto que no pasó desapercibido para los conquista-  
dores españoles, fue cuando descubrieron que para los indígenas el  
nácar rojo intenso de la Spondylus era más importante que el oro  
mismo de las montañas andinas.  
De la concha Spondylus como un objeto de valor primigenio  
en las antiguas culturas de la Península, Olaf Holm dice:  
(…) han sido participantes naturales de la navegación comercial pre-  
colombina…con un artículo de comercio muy solicitado o sea los mu-  
llos que se encuentran en cantidades verdaderamente asombrosas en  
esta zona (…) Todos los españoles y cronistas están de acuerdo en que  
los mullos eran muy apreciados por los primitivos pobladores y que  
los mullos se estimaban más que el oro y las piedras preciosas. Con-  
cierta justificación se pueden llamar una especie de monedas preco-  
lombinas…1  
14  
113 Ibíd., pp. 48-49.  
114 Holm, 1953, p.78. Cfr. En: John V. Murra, Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino,  
Instituto de Estudios Peruanos, 1971.  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
Marcos citando a Landa115 y a Rostworowski116 señala que a  
la llegada de los españoles el Mullu fungía como moneda en Mesoa-  
mérica al decir: “es el vehículo mediante el cual se obtienen productos su-  
damericanos: metalurgias, tejidos y pedrerías y de esta manera la concha  
117  
adquirió un valor y uso como dinero primitivo”. De la misma manera  
hace notar acerca de las referencias del siglo XVI que indican que en  
Yucatán y Popayán las cuentas de Spondylus se utilizaban como di-  
nero.  
Se reconoce también que estas monedas-mercancías no eran  
solamente un medio de intercambio sino que cumplían funciones de  
gran valor espiritual y simbólico. La Spondylus fue durante cientos  
de años, un objeto de intercambio perfecto para representar el valor  
de las mercancías, con una gran aceptación social entre las culturas  
precolombinas de los Andes.  
El nombre “chaquira” para las cuentas de la Spondylus o Mullu  
En este tema, recogemos lo que la etnohistoriadora Chantal  
Caivalleten su artículo “Las conchas marinas y rutas de intercambio”  
indica sobre los nombres atribuidos para nombrar a la Spondylus o  
Mullu:  
Un rasgo destacado del color rojo, propio de la Spondylus en edad  
adulta,1 explica la traducción española por “coral”, y del mismo Gon-  
zález Holguín (Coral: Castilla mullu picapica”.Concha rojísima de Cas-  
tilla), explica que el “mullu” quedó circunscrito al uso aborigen por las  
ofrendas a los santuarios clandestinos de 1656 y 1658 en los Andes cen-  
trales peruanos contienen “quentecillas de vidrio azul que llaman  
mollo”, cita a Duviols, 1986, denuncia que hace Juan Tocas…del pueblo  
de Otuco…” y también Spondylus designado por otro vocablo, la “co-  
18  
1
1
1
1
15 Landa, 1941. Cfr. en: Marcos, “Mullo y pututo para el Gran Caimán”: Un modelo para el in-  
tercambio entre Mesoamérica y Andino América, 2002.  
16 Rostworowski, 1970. Cfr: Marcos, “Mullo y pututo para el Gran Caimán”: Un modelo para  
el intercambio entre Mesoamérica y Andino América, 2002.  
17 Dalton, 1975. Cfr. en: Marcos “Mullo y pututo para el Gran Caimán”: Un modelo para el in-  
tercambio entre Mesoamérica y Andino América, 2002.  
18 A.C. Paulsen, “The thorny oyster and the voice of god: Spondylus and Strombus in Andean  
Prehistory”, Am. Antiquity, 1974, p. 597.  
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380  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
ricallanaca que son conchas del mar coloradas”, un relato de Huaro-  
chirí de principios del siglo XVII evocando a un personaje mítico, el  
caracol llamado coricaquia.1  
19  
Caivallet con lo arriba anotado precisa:  
Este texto confirma que el vocablo “chaquira” es de origen alógeno y  
de uso colonial: En base a una descripción del cronista Fernández de  
Oviedo (1946{1526}: 486, Szaszdi (1978: 478 y 1982-83: 106) considera  
que este término procede del idioma cueva, etnia establecida en el  
istmo de Panamá. El término es conocido en 1535 en Méjico (Boy-Bow-  
man 1971: Entrada “chaquira”: “les tomaban las mantas e chaquira que  
es aquellas turquesas”) para designar cuentas de piedra dura pero ya  
está profusamente empleado por los conquistadores del continente su-  
damericano en sus primeras expedicionesde los años 1525–1530. Son  
ellos quienes van a designar las cuentas de Spondylus con la palabra  
“chaquira” pero también –es importante subrayarlo– cualquier tipo de  
cuentas realizadas en una materia dura, tanto de origen americano  
como de importación europea. Por eso es esencial no dejarse llevar por  
el mero hallazgo de la palabra “chaquira” a la conclusión de que esta-  
mos en presencia de Spondylus.1  
20  
Definitivamente, con el texto que citamos, Caivallet nos  
aclara desde cuándo a las cuentas del Mullu se las nombra “cha-  
quira” y en que contextos. Dicho nombre lo pusieron los españoles  
entre el 1525 y 1530.  
El nombre “chaquira”, usado por algunos españoles y luego  
por la población colonial y republicana del actual de Ecuador, Perú  
y después en todo el continente americano, término genérico que  
alude a las cuentas de diferentes materiales y colores. Usado por los  
investigadores académicos de la actualidad que asimilan chaquira =  
cuentas de Spondylus.  
La referencia de Salomon a un supuesto “activo intercambio  
de chaquira” entre la etnia de los Yumbo (del occidente de los Andes  
norecuatorianos) se debe a la confusión entre chaquira autóctona y  
1
1
19 Ch. Caivallet, Etnias del Norte, Etnohistoria e Historia del Ecuador, Casa de Velasquez,  
IFEA, AbyaYala, Quito, 2000.  
20 Ch. Caivallet, op. cit., p. 15.  
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381  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
chaquira colonial introducida por los colonos españoles y valorada  
por los indígenas: “un peyne, un cochillo, o machete, o acha para  
desmontar, aguxas, chaquirillas”se refiere en realidad a cuentas de  
abalorio.1  
21  
En algunos casos, la posible duda está despejada por la ex-  
presión “chaquira de la tierra”, que confirma al objeto autóctono,  
como las joyas del señor étnico de Panzaleo (al sur de Quito), des-  
critas en 1598: “ocho collaretes de chaquira de la tierra”, “un braça-  
lete de chaquira de la tierra labrado” y “un llaoto de chaquira de la  
tierra”. Ocasionalmente ha encontrado la expresión “chaquira de  
guacas” como por ejemplo en un contrato de 1563 entre mercaderes  
españoles en Quito, quienes comercian con aquéllas, procedentes de  
122  
sepulturas prehispánicas para satisfacer la demanda indígena  
Continúa Caivallet: “Referencias a cuentas de concha, las  
descripciones de Cieza de León para la región de Cali hacia 1540:  
Traen atados grandes ramales de cuentas de hueso menudas, blan-  
123  
cas y coloradas, que llaman chaquira”, las de Diego de Ortegón  
sobre las etnias quixo del lado oriental de los Andes, ‘carato que son  
unos hilillos de quentas pequeñas de huesso como abalorio que tie-  
124  
nen veinte y quatro quentezuelas’, o las de Ponce de León para la  
125 (  
etnia otavalo ‘chaquiras de hueso blanca o colorada’ el documento  
original lleva los adjetivos en femenino), las de Diego Palomino para  
la región amazónica de Jaén de Bracamoros en 1549: ‘muchas vueltas  
126  
de cuerda o de chaquira de hueso o conchas’, etc.”  
121 AGI/S Audiencia de Quito, 86. Memorial del Padre Hernando de Villanueva, 1612: fol Ir,  
citado por Salomon, 1986: 92  
22 ANH/Q Notarías Libro 1o: f. 519v  
1
123 Cieza de León 1947{1553}: 380 citado por Caivallet en: “Etnias del Norte, Etnohistoria e His-  
toria del Ecuador”. Casa de Velasquez, IFEA, AbyaYala, Quito, 2000  
124 (Oberem 1958 {1577} fol. 3 r: citado por Caivallet en: “Etnias del Norte, Etnohistoria e His-  
toria del Ecuador”. Casa de Velasquez, IFEA, AbyaYala, Quito, 2000  
1
25 (Jiménez de la Espada 1965 {1582}: 236 citado por Caivallet en: “Etnias del Norte, Etnohis-  
toria e Historia del Ecuador”. Casa de Velasquez, IFEA, AbyaYala, Quito, 2000  
26 Jiménez de la Espada 1965: 185 citado por Caivallet en: “Etnias del Norte, Etnohistoria e  
Historia del Ecuador”. Casa de Velasquez, IFEA, AbyaYala, Quito, 2000  
1
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
382  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
“Enchaquirados”, término contemporáneo relacionado con un sec-  
tor de la población actual de la comuna Engabao, provincia de  
Guayas  
La palabra “enchaquirados”, (a nuestro entender, como si-  
nónimo de cuentas de Mullu o Spondylus) es usada y apropiada por  
un sector de la población costera ecuatoriana contemporánea muy  
particular, estudiada e interpretada por Hugo Benavides (2002,  
2
006); aquí una pequeña reseña:  
Sobre el uso del término enchaquirados, Benavides dice, es  
la representación del pasado sexual de Guayaquil: historizando los encha-  
quirados”, para lo cual recurre a las noticias sobre los manteños-huan-  
cavilca que en los relatos españoles, fueron vistos como infames por  
prácticas tales como la “adoración de piedras sagradas, efigies de  
madera y otras deidades, así como por la reducción de cabezas, cos-  
tumbres de entierro bizarras”, incluyendo al uso de las chaquiras.  
En su trabajo sobre la práctica sexual de hombres jóvenes por  
su actividad homosexual religiosa y su uso ritual de chaquiras y  
adornos de oro cita a Fernández de Oviedo quien describe:  
Estas tierras de Puerto Viejo son planas y con muy pocos cerros, y el  
sol las achicharra bastante y están un tanto enfermizas. La mayoría de  
los indios que habitaron la costa son sodomitas abominables, haciendo  
esto con los niños, y tenían a los niños muy bien enchaquirados y ador-  
nados con bastante joyería de oro…1  
27  
El autor interpreta que el uso de las chaquiras y el oro de los  
jóvenes manteños fueron sostenidos en un status de consideración,  
especialmente porque éstas fueron consideradas artefactos invalo-  
rables, las chaquiras eran altamente estimadas y en algunos casos  
eran también parte inconfundible del atavío masculino:  
Ellos ataban sus brazos y piernas con algunas vueltas de cuentas de  
1
27 Gonzalo Fernández de Oviedo, en Historia general y natural de las Indias, Volumen 3, 1959,  
en “La representación del pasado sexual de Guayaquil: Historizando los enchaquirados”,  
Iconos, n.o 24, enero, 2006  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
383  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
oro, plata y pequeñas turquesas, y cuentas y conchas rojas y blancas,  
128  
sin permitir a ninguna de las mujeres usar estas  
Incluye las noticias de personas homosexuales/transgéneros  
129  
de Engabao que se apropiaron del término “los enchaquirados.”  
Dice que la figura histórica del enchaquirado prehispánico ayudó a  
revitalizar la identidad homosexual de la comunidad, que forma  
parte de una identidad regional transgénera extendida a través de  
varias de las provincias de la costa ecuatoriana, en particular las de  
Guayas y Manabí.  
Los enchaquirados contemporáneos de Engabao utilizan este  
nombre para enfatizar una recuperación histórica olvidada y menos-  
preciada. “De este modo el término de los enchaquirados tomó importancia,  
decorando camisetas y barcos pesqueros” del lugar.  
Situación actual de la concha Spondylus en el Ecuador  
Luego de haber realizado un recorrido histórico, cultural y  
religioso de largo tiempo en sociedades que han desarrollado y re-  
producido su sacralidad con y en el Mullo, es posible resumir que la  
concha Spondylus manejada de una manera particular y propia du-  
rante miles de años por los pueblos originarios de América hasta la  
llegada de los españoles, a partir del siglo XVII fue paulatinamente  
olvidada, principalmente por el nuevo sistema religioso que obligó  
a su desaparición junto con las demás manifestaciones religiosas pri-  
migenias.  
Lo que se ha hecho con el Mullu desde el siglo pasado es to-  
marlo como un insumo material para el lucro comercial, ingresado  
al mundo del consumo exacerbado del exotismo, del valor superfi-  
cial y utilizado indiscriminadamente en el turismo.  
Consecuencia de esta sesgada valoración, sin respetar la sig-  
1
28 Agustín de Zárate, “Historia del descubrimiento y conquista del Perú”, Pontificia Univer-  
sidad Católica del Perú, Fondo Editorial 1995, p.33 citado en: “La representación del pasado  
sexual de Guayaquil: Historizando los enchaquirados”, Iconos, n.o 24, January, 2006  
29 El Comercio, 2014. Ver en: https://especiales.elcomercio.com/2014/planetaIdeas/Marzo  
1
02/identidad.php  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
384  
La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
nificación profunda ancestral, ha dado lugar a una sobreexplotación  
de esta concha para alimento y adorno de las persona que puedan  
pagarlo, llevando a toda la especie casi a su exterminio.  
En épocas actuales, las especies de Spondylus adquieren una  
utilidad gastronómica, siendo uno de los productos del mar más co-  
diciados y cotizados en las costas del Pacifico mexicano, ecuatoriano  
y peruano. Las conchas de Spondylus son usadas para la fabricación  
de joyas, y su simbolismo ha sido reelaborado en las costas del Pací-  
fico, particularmente en las provincias de Santa Elena y Manabí,  
donde la Spondylus es además símbolo de atracción cultural, turís-  
tica y económica, sirviendo como nombre e inspiración a locales co-  
130  
merciales, urbanizaciones, marcas y rutas turísticas.  
Frente a la desaparición del Mullo en Sudamérica se han di-  
fundido varios informes y propuestas, en esta parte sintetizamos las  
acciones realizadas por las instituciones competentes.  
Dentro de los estudios biológicos realizados en el país pode-  
mos mencionar a Fabara 2003, Fabara 2008; Mackensen et al, 2011;  
Mackensen et al, 2012.  
Aquí una parte del informe de la “Distribución y abundancia  
de la concha Spondylus (Spondylus calcífer y S. prínceps) en las pro-  
vincias de Esmeraldas, Manabí, Santa Elena y El Oro, de Aguilar, F.,  
Mendívez, W. y Revelo W. Instituto Nacional de Pesca (faguilar@  
inp.gob.ec)”en Boletín Científico y Técnico; (2013) que dice:  
Con el objetivo de determinar la distribución y abundancia de la con-  
cha Spondylus en la costa ecuatoriana y su situación posterior al cierre  
definitivo de la pesca (Acuerdo Ministerial No. 136 de octubre de 2009),  
se realizaron muestreos submarinos usando equipos de buceo SCUBA,  
2
aplicando la técnica de transectos de barrido circular de 100 m en arre-  
cifes rocosos situados en las provincias de Esmeraldas, Manabí, Santa  
Elena y El Oro, monitoreando un total de 48 arrecifes con un área cu-  
2
bierta de 28.700 m aproximadamente. El área con mayor número de  
130 M. Fabara, op. cit., 2003  
D.E. Bauer, “The reinvention of tradition: An ethnographic study of Spondylus use in coastal  
Ecuador”. , 2007  
A. Mackensen,“Towards Sustainable Artisanal Fisheries for the Common Pool Resource  
Spondylus (Bivalvia, Spondylidae) in Ecuador”, Tesis.UniversitätBremen.Alemania. 2013  
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Estelina Quinatoa Cotacachi  
conchas Spondylus muestreadas es la provincia de Esmeraldas con 292  
2
conchas (0,003 ind.m ) y la provincia de El Oro con el menor número  
2
de conchas encontradas (22 conchas–0,006 ind.m ). Debido a las bajas  
densidades encontradas en los sitios de muestreo es muy poco proba-  
ble una recuperación en forma natural, debiéndose realizar un proyecto  
cuyo objetivo principal sea producir semillas y transportarlas al medio  
natural.  
Veda actual del mullu.- En nuestros tiempos la Spondylus se lo co-  
mienza a extraer y comercializar en la década de los 80’s, iniciándose  
en Salango provincia de Manabí, llegando a su máxima explotación en  
los 90`s.  
Luego, en forma progresiva, decrece drásticamente su extracción hasta  
casi desaparecer en ciertas zonas de la costa ecuatoriana. En la actuali-  
dad la concha Spondylus está protegida por el Acuerdo Ministerial No.  
1
36 de octubre de 2009, publicado en el Registro Oficial No. 58 del 30  
de octubre del mismo año, en el que textualmente en su Art. 1 indica:  
Declarar una veda permanente del recurso concha Spondylus calcífer y  
Spondylus prínceps sobre cualquier forma de captura, transporte, comerciali-  
zación y consumo, hasta que no existan estudios científicos de población y  
aprovechamiento sustentable que sustenten las medidas de ordenamiento ne-  
131  
cesarias para establecer una pesca responsable.”  
Sobre la base del mencionado Acuerdo y lo indicado en el  
Artículo 3, el Instituto Nacional de Pesca (INP) promueve el estudio  
de la concha Spondylus a partir de marzo 2010, con el fin de deter-  
minar el estado de la población así como su distribución a nivel de  
la Costa ecuatoriana.  
Hábitat y Biología.- La concha S. calcífer se encuentra asentada en  
áreas con piedras grandes, mientras que S. prínceps está adherida a  
piedras más pequeñas sueltas sobre fondos de arena planos y con pe-  
queños guijarros. En el estudio realizado en Ayangue por Mackensen  
et al 2011, se determinó que el Spondylus calcífer es una especie que se  
reproduce durante todo el año en este sitio, con un pico entre octubre  
y diciembre, cuando la temperatura del mar es baja y la concentración  
de clorofila es alta. Aguilar, F., Mendívez, W. y W. reveló: “La concha  
Spondylus tiene una gran importancia ecológica en el fondo marino,  
1
31 Acuerdo Ministerial 136 (Veda permanente del recurso concha Spondylus). Ver en: http://  
acuaculturaypesca.gob.ec/subpesca287-acuerdo-ministerial-136-veda-permanente-del-re-  
curso-concha-spondylus.html (15-06-2021)  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
ya que en estudios realizados de la S. prínceps por Mackensen et al  
2012 en la provincia de Esmeraldas, encontró un gran número de or-  
ganismos (más de 70 especies) que viven adheridos o incrustados a la  
concha, los mismos que le dan un camuflaje contra los depredadores  
naturales.  
Inmersiones entre marzo de 2010 y noviembre de 2012 frente a las pro-  
vincias de Esmeraldas (Súa y Atacames), Manabí (Parque Nacional Ma-  
chalilla, islote los Ahorcados, bajo Canta gallo, bajo Copé), Santa Elena  
(Ayangue-islote el Pelado, bajo Pusunga) y El Oro (isla Santa Clara).  
Comercialización.- A pesar de que existe una veda permanente dela  
Spondylus se continúa extrayendo y comercializando en forma ilegal,  
en el caso de S. calcífer los pescadores artesanales lo venden a los res-  
taurantes de la Península de Santa Elena y de Manabí; en cambio la S.  
prínceps es vendida en toda la costa para trabajos de artesanía y joyería  
a orfebres de Ecuador y Perú. En el caso de S. calcífer en muchas oca-  
siones extraen únicamente su carne y la concha la dejan en el fondo  
marino.  
En la provincia de Esmeraldas se extraen las dos especies, siendo la de  
mayor demanda la S. prínceps para la elaboración de joyería y artesa-  
nías por pedido de comerciantes peruanos; en cambio el S. calcífer para  
consumo en restaurantes de otras provincias, principalmente de Ma-  
nabí. Es importante mencionar que en los alrededores de la isla Santa  
Clara en forma permanente se puede observar a (buzos) peruanos ex-  
trayendo la concha Spondylus.  
Debido a su alta demanda para la confección de artesanías y joyas a  
nivel nacional y de comerciantes del Perú, la S. prínceps es extraída y  
comercializada en todas las provincias de la costa continental ecuato-  
riana. Es importante mencionar que a pesar de que existe una disposi-  
ción ministerial y control de las autoridades, aún se realiza la extracción  
y se comercializa en menores cantidades de manera ilegal especial-  
mente en la isla Santa Clara, por parte de pescadores.  
Recomendaciones de los autores.-  
La veda permanente debe mantenerse de forma indefinida debido a  
la baja densidad de Spondylus encontrados en las áreas de estudio.  
La Dirección General de Pesca debe realizar campañas de concien-  
ciación tanto al pescador artesanal como al público en general de no  
extraer, comercializar y consumir la concha Spondylus ya que está en  
peligro de extinción.  
Realizar una investigación para reproducir la concha Spondylus en  
laboratorio y transportar las semillas a áreas de crianza y promover su  
recuperación en los ambientes naturales de este molusco.  
En la isla Santa Clara, por la presencia constante de pescadores pe-  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
387  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
ruanos extrayendo la concha Spondylus entre otros recursos debe exis-  
132  
tir un mayor patrullaje de los guarda costas.  
La Spondylus en los medios de comunicación  
En marzo del 2009, el diario El Comercio publicó: “La concha Spondy-  
lus está en riesgo de extinción”:  
(…)El recurso Spondylus se acabó, lo poco que queda son bancos de  
conchas juveniles, de la zona desde Cantagallo, por el norte, hasta la  
Isla de la Plata, por el sur”.  
La bióloga Mónica Fabara, quien ha realizado estudios sobre Spondy-  
lus desde 2002, dice que la veda permanente es uno de los pasos para  
permitir que las poblaciones juveniles delmolusco puedan desarro-  
llarse. A su juicio, la prohibición de extraer Spondylus en todo el perfil  
costanero del Ecuador debería durar por lo menos 8 años.  
La mayor explotación contemporánea de Spondylus se registra entre  
1
990 y 2000. Fabara asegura que la carne se vendía por quintales a los  
propietarios de los restaurantes de la zona. Desde entonces se convirtió  
en el manjar de los turistas que llegaban al Parque Nacional Machalilla  
(PNM).  
La experta sugiere que de la mano de la veda debería llegar un control  
riguroso en el que participen autoridades de la Marina, SRP, los buzos  
y los pescadores artesanales. Producto de la pesca exagerada de la  
Spondylus, las tallas de las conchas se redujeron. Hasta 1995 era fácil  
encontrar ejemplares de 18 a 23 centímetros de diámetro, en la actuali-  
dad se hallan escasamente de entre 6 y 8 centímetros.  
Fabara indica que en la zona la extinción de la Spondylus es general,  
mientras que el comercio se ha reducido en más del 80%. Para los buzos  
de Salango lasituación es apremiante. “El último sitio donde había ban-  
cos de este crustáceo está en Cantagallo”.  
El biólogo Eduardo Rebolledo que vive en Esmeraldas indica que en  
el perfil costanero de esa provincia la concha Spondylus fue extermi-  
nada hace cinco años. “El último año realicé 12 inmersiones (buceo de  
profundidad) en algunos bajeríos de la costa esmeraldeña, solo encon-  
tré una Spondylus de talla baja”. Los buzos de Atacames y Súa vendían  
132 Aguilar, F., Mendívez, W. y Revelo W, Distribución y abundancia de la concha Spondylus  
(spondylus calcifer y s. Princeps) en las Provincias de Esmeraldas, Manabí, Santa Elena y  
El Oro, Boletín Científico y Técnico; 2013. Ver en: https://docplayer.es/49193222-Distribu-  
cion-y-abundancia-de-la-concha-spondylus-spondylus-calcifer-y-s-princeps-en-las-provin-  
cias-de-esmeraldas-manabi-santa-elena-y-el-oro.html (15-06-2021)  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
la carne de Spondylus a los comerciantes que llegaban de Puerto  
López. Las valvas eran comercializadas en la frontera con Perú, en ese  
país existe negocios de bisutería con base en concha Spondylus. Rebo-  
lledo es pesimista en torno al futuro de la especie. “Si existe algún  
banco de Spondylus en las costas del país hay que preservarlo riguro-  
samente, caso contrario no le veo esperanzas para salvar al molusco.  
Ante la escasez de concha Spondylus en los mares del sur de Manabí,  
los buzos de Salango optaron por buscar otras alternativas de subsis-  
tencia.1  
33  
Percibimos la incompleta valoración actual por parte de los  
ecuatorianos; instituciones públicas, educativas y otras asentadas  
principalmente en las cinco provincias de la costa, toman a la concha  
Spondylus como mercancía para los habitantes y su promoción su-  
perficial para turistas nacionales y extranjeros que en tan solo dos  
décadas a finales del siglo pasado; entre otros factores han provo-  
cado casi su exterminio.  
¿Será posible devolver el conocimiento del pasado de su pa-  
trimonio marino sagrado a los pobladores de la Costa y este conoci-  
miento a los demás ecuatorianos, despojados de su memoria  
histórica?  
Conclusiones finales  
Durante el presente trabajo hemos presentado el origen, el  
desarrollo, la simbología religiosa y la importancia del Mullu en  
nuestro continente a lo largo del tiempo ancestral  
Su historia nos lleva a resaltar el papel cohesionador que ha  
jugado la Spondylus en la historia americana. Las culturas de la  
Costa y la Sierra estuvieron vinculadas mediante el uso simbólico de  
esta concha, permitiendo a los costeños ampliar sus horizontes co-  
merciales y culturales; a los habitantes de la Sierra les brindó el ac-  
ceso a la riqueza material y simbólica del mar.  
133 “La concha spondylus está en riesgo de extinción”, El Comercio, 20 de octubre de 2009. Ver  
en: https://www.elcomercio.com/actualidad/concha-spondylus-riesgo-extincion. html  
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389  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
Su valoración ha tenido una duración de miles de años den-  
tro del desarrollo de los pueblos como un elemento muy relacionado  
con el agua, ampliándose sus características para la fertilidad de la  
tierra y como símbolo de fertilidad femenina humana.El plantea-  
miento inicial de conocer el origen de las cuentas de adornos corpo-  
rales y su simbología de protección han sido tratados a satisfacción;  
hoy podemos remitirnos al pasado para la ubicación e identificación  
de la simbología e importancia del uso de estos objetos sagrados.  
El presente trabajo es una cronología sintetizada de la im-  
portancia dela Spondylus en diferentes culturas del pasado de Su-  
ramérica. Mediante la reconstrucción histórica del uso del Mullu  
exponemos el papel que ha jugado en nuestra historia, que ha per-  
mitido y potenciado la interacción entre diferentes pueblos.  
En la actualidad, teóricamente, la Spondylus es propuesta  
para ser utilizada como un elemento de conexióny hermanamiento  
de los pueblos del Ecuador y Perú.  
Para nosotros es imprescindible conocer la historia del  
Mullo, respetarla y retomarla con el sentido integral de nuestros an-  
tepasados de su relación sagrada en tiempos remotos.  
Para reconocer, revalorizar, recrear, refuncionalizar la religio-  
sidad de la Spondylus en el Ecuador debemos concebirle como un  
elemento espiritual simbólico identitario que enlaza a las personas  
con nuestro pasado ancestral. Para lo que necesitamos primero que  
la Spondylus exista físicamente en nuestros mares; se hace necesario  
aunar esfuerzos para que el Mullu vuelva a ser parte de nuestra ri-  
queza marina y como “ser vivo” puede ser un enlace para equilibrar  
a los seres humanos con la naturaleza. El reconocimiento del carácter  
simbólico de la Spondylus, significa recuperar el patrimonio inma-  
terial espiritual que hemos perdido.  
Todos los objetos prehispánicos trabajados en Mullu presen-  
tan una alta tecnología y una representación estética, artística y fun-  
cional lograda en ese material, (que hoy con la herramientas actuales  
no logran alcanzar), las formas, los acabados, las figuras, el trata-  
miento de la estructura, (siguiendo las venas de la concha), la sepa-  
ración de los colores, los formatos pequeños y diminutos en las  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
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La concha Spondylus o “Mullu”,  
su importancia para los pueblos ancestrales de América  
representaciones antropomorfas y zoomorfas, elaboradas para las  
funciones sagradas y que han permanecido acompañando a la hu-  
manidad en la vida y en la muerte, nos trasmiten su valor espiritua-  
lidad cuando estamos al frente de estos objetos espectaculares y  
mucho más cuando hemos tenido la suerte de apreciar de cerca estos  
bienes.  
Desde todo punto de vista, deberíamos asumir esta tecnolo-  
gía milenaria como patrimonio tecnológico, cultural e identitario, lo  
mismo debemos hacer con la técnica en orfebrería con el platino (que  
ya lo planteamos antes), como evidencia de las ciencias y tecnologías  
ritualizadas de nuestros antepasados.  
Por nuestro lado hemos recuperado el conocimiento sobre el  
origen y el valor por susimbología y trascendencia del Mullu mate-  
rial que acompañó a los seres humanos de América como adornos  
corporales para mujeres y hombres con profundos significados; su  
color rojo de vida, de fertilidad por su procedencia oceánica y rela-  
cionado con los fenómenos natuales (agua) necesarios para la natu-  
raleza que brinda equilibrio y garantiza la presencia y permanencia  
humana. Nos resta revalorizar, retomar y asumir el poder de protec-  
ción de esta concha marina en los adornos y amuletos rojos que usa-  
mos con un sentido simbólico, de significación espiritual y de  
reafirmación como seres vivientes completos.  
El conocimiento y valoración de la Spondylus ligada a tec-  
nologías como la navegación, la recolección y los intercambios que  
permitían que las manifestaciones culturales se amplíen y se pro-  
fundicen entre los grupos humanos es lo que debemos reflexionar  
y asumir de este patrimonio continental oceánico.  
BOLETÍN ANH Nº 205 • 327–406  
391  
Estelina Quinatoa Cotacachi  
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cuentas en el.html  
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406  
La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Quinatoa Estelina,  
María, "La concha Spondylus o “Mullu”. Su importancia para los  
pueblos ancestrales de América y su situación actual”, Boletín de  
la Academia Nacional de Historia, vol. XCIX, Nº. 205, enero -  
junio 2021, Academia Nacional de Historia, Quito, 2021, pp.327-  
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