BOLETÍN
DE LA ACADEMIA
NACIONAL DE HISTORIA
Volumen XCIX Nº 206-A
Julio-diciembre 2021
Quito-Ecuador
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA
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BOLETÍN de la A.N.H.
Vol XCIX
Nº 206
Julio-diciembre 2021
© Academia Nacional de Historia del Ecuador
ISSN Nº 1390-079X
eISSN Nº 2773-7381
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Dr. Paul Rivet, 1876, Wasigny, Francia-1958, París, Francia
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA
Vol. XCIX - Nº. 206-A
Julio-diciembre 2021
LOS OFICIALES GEODÉSICOS
DEL SERVICE GÉOGRAPHIQUE DE L’ARMÉE
Y LA MEDIDA DEL ARCO EN ECUADOR
(1901-1906)1
Martina Schiavon2
Resumen
Entre 1901 y 1906, una misión militar francesa fue enviada a
Sudamérica (principalmente a Ecuador) para medir un arco de me-
ridiano terrestre. La misión estuvo organizada bajo los auspicios del
Bureau des longitudes y de la Asociación Geodésica Internacional. Esta
misión fue dirigida por el teniente Robert Émile Bourgeois, de la sec-
ción de geodesia del Service géographique de l’armée (Servicio geográ-
fico del ejercito). Con el apoyo del matemático Henri Poincaré, la
misión llevó a cabo su tarea, no sin dificultad, y aseguró importantes
beneficios científicos para la geodesia y sus actores. Sobre la base de
una documentación de archivo principalmente recopilado en Fran-
cia, en este articulo propongo estudiar algunos eventos que ocurrie-
ron en el proceso de sus estudios para mostrar el complejo contexto
de los actores que intervinieron en la misión destacando así los fuer-
tes vínculos existentes, en aquella época, entre la constitución de una
cultura científica de precisión y el mundo militar.
Palabras claves: geodesia, ejercito, ciencia, Francia, XIX-XX siglos
1 Recibido: 09/10/2021 // Aceptado: 10/11/2021
2 Martina Schiavon es profesora de l’Université de Lorraine (Inspé de Lorraine) e investigadora
en historia de las ciencias y de las tecnicas de los Archives Henri Poincaré (PREST/UMR 7117
CNRS). Física y doctora en histoira y civilización de l’Ecole des Hautes Etudes en Sciences So-
ciales (París), ganó el Premio para tesis de historia militar en 2005 (ministère de la Défense
française), y un Sackler Short-Term Fellowship in the History of Astronomy and Navigational
Sciences (National Maritime Museum, Greenwich) en 2009. Desde octobre 2016 es coordina-
dora general del proyecto de l’Agence National de Recherche (ministère de l’Enseignement
supérieur, de la Recherche et de l’Innovation): «Le Bureau des longitudes: de la Révolution
martina.schiavon@univ-lorraine.fr
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Martina Schiavon
Abstract
Between 1901 and 1906, a French military mission was sent
to South America (mainly Ecuador) to measure a terrestrial meridian
arc. The mission was organized under the auspices of the Bureau des
longitudes and the International Geodetic Association. This mission
was led by Lieutenant Robert Émile Bourgeois, from the geodesy
section of the Service géographique de l’armée (Army Geographical
Service). With the support of the mathematician Henri Poincaré, the
mission carried out its task, not without difficulty, and secured im-
portant scientific benefits for geodesy and its actors. Based on
archival documentation mainly compiled in France, in this article I
propose to study some events that occurred in the process of their
studies to show the complex context of the actors who intervened in
the mission, thus highlighting the strong links that exist in that mis-
sion time, between the constitution of a precision scientific culture
and the military world.
Keywords: geodesy, army, science, France, XIX-XX centuries
Introducción
Francia organizo dos grandes medidas de un arco3 de meri-
3 Un arco de meridiano es un segmento de meridiano, un círculo imaginario que pasa por los
dos polos de la Tierra. El arco se mide indirectamente por triangulación, un método utilizado
desde principios del siglo XVII para medir grandes distancias en la Tierra. El punto de partida
es una base cuya longitud se mide con la mayor precisión posible con reglas colocadas de ex-
tremo a extremo. El triángulo definido por la base y dos ángulos (y supuesto en un plano) está
totalmente determinado, se puede entonces calcular la longitud de sus lados y construir otros
triángulos a partir de él, para construir una cadena de triángulos. Desde el final des siglo XVIII,
se tienen también en cuenta la diferencia de altitud relativa entre los puntos (nivelación). La
orientación de los triángulos y la magnitud del arco se obtienen a partir de observaciones as-
tronómicas (en el hemisferio norte normalmente el de la Estrella Polar). Esta es la única vez
que la astronomía interviene en el proceso. Los métodos de trigonometría permiten entonces
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
diano de la Tierra en América del Sur. La primera medición fue re-
alizada en el siglo XVIII, y la segunda al principio del siglo XX. Sin
embargo, al menos hasta hoy, la segunda misión generalmente no
ha encontrado el interés de los historiadores.4 Una razón en mi opi-
nión, es que ella fue realizada en el terreno por militares, actores que,
generalmente son considerados en el aspecto bélico y no es usual su
presencia en la historia de las ciencias y de las técnicas. Para muchos,
el papel que desempeñaron los oficiales militares consistía en ser sim-
ples “ejecutores materiales” u operadores de una tarea practica asig-
nada a ellos por los científicos.5 En mis trabajos anteriores sobre este
calcular la longitud de las proyecciones de los lados de los triángulos sobre el meridiano; la
suma de estos lados da su longitud. Esta medida será comparada con la medida de geodesia
astronómica, que consiste en medir la latitud de las estaciones extremas del arco (observando
la altura de las estrellas sobre el horizonte al pasar por el meridiano, y las diferencias de lon-
gitud). Esta presentación es solo teórica: es mucho mas difícil realizar las medidas en el terreno
que es rara vez llano (entonces hay que hacer aproximaciones...), desconocido, y en donde
hay que transportar, instalar, proteger de la intemperie las señales e instrumentos de precisión
como la regla, el circulo meridiano y también todo lo que sirve para la vida de los misioneros
y los animales de trasporte. Sobre la cuestión geodésica en los siglos XVII-XIX, véase: James
Lequeux: Le Verrier, savant magnifique et détesté, ed. Les Ulis EDP Sciences, Paris: Observatoire
de Paris, 2009, p. 255; sobre la geodesia en Francia en los siglos XIX y XX: Martina Schiavon:
ltinéraires de la précision. Géodésiens, artilleurs, savants et fabricants d'instruments de préci-
sion en France, 1870-1930, PUN-Editions universitaires de Lorraine, Nancy, 2014, capitulo l.
4 La primera medida del arco en Ecuador del siglo XVIII fue dirigida por el académico y astró-
nomo Louis Godin (1704-1760), con otros académicos (o futuros académicos): el matemático
Pierre Bouguer (1698-1758), el geógrafo Charles de la Condamine (1701-1774) y el naturalista
Joseph de Jussieu (1704-1779). Los historiadores han publicado mucho sobre esta medida. Ci-
tamos aquí, por ejemplo, los trabajos de: Taton, René, "L'Expédition géodésique de Laponie
(avril 1736-aoOt 1737)", H. Lacombe, P. Costa bel (dir.), La figure de la Terre du XVIIe siecle a
l'ere spatiale, Paris: Gauthier-Villars, 1988, p. 115-138; Lafuente A., Delgado A. J.: "L'aventure
et la science dans l'Expédition du Pérou (1735-1743)", H. Lacombe y P. Costabel (dir.), Lafigure
de la Terre du XVIIe siecle a l'ere spatiale, Paris: Gauthier-Villars, 1988, p. 139-149; Lafuente
A., Péset J. L., "La question de la figure de la terre. L'agonie d'un débat scientifique au XVII le
siecle", Revue d'histoire des sciences, 1984, n. 37, 3-4, p. 235-254; Lafuente A., Delgado A. J.,
La geometrisación de la Tierra, 1735-1744, Cuadernos Galileo de Historia de la Ciencia, Insti-
tuto "Arnau de Villanova", Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1984; La-
fuente A., Mazuecos A., Los caballeros del punto fijo. Ciencia, política y aventura en la
expedición geodésica hispanofrancesa al virreinato del Perú en el siglo XVIII, España: Serbal
Csic, 1987.
Sobre las medidas de arco de meridiano en Ecuador véase también la reciente biblio-
grafía on-line: https://boletin .cancil leria.gob.ec/li nks-la-segu nda-mision-geodesica-fran-
cesa/
(17/09/2021).
5 Aunque no fuera exclusivo de la medida del siglo XX, el estudio del historiador Lewis Pyenson
de 1993 (Civilizing Mission. Exact Sciences and the French Overseas Expansion, 1830-1940,
Baltimore-Londres: Johns Hopkins University Press), relata la segunda medida de arco en
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Martina Schiavon
tema he considerado a los oficiales militares franceses con el mismo
interés que a los científicos. He encontrado, entonces, en los militares
unos verdaderos colaboradores de los científicos y unos “actores de
la historia de las ciencias”.6 Por supuesto, los militares fueron prota-
gonistas de diversos trabajos7 pero, en la mayoría de estos, han des-
tacado un papel mínimo en el desarrollo de la “ciencia”.
La medición de un arco de meridiano terrestre permite con-
siderar una configuración histórica ideal para estudiar no solo la es-
trecha cooperación de los militares franceses con los académicos,
sino también con otras comunidades, como: los fabricants d’instru-
ments de précision (fabricantes de instrumentos de medición). El caso
de Francia es aún más interesante porque, en el siglo XIX, científicos,
militares y fabricantes de instrumentos de medición tienen la misma
formación en la Ecole polytechnique (Escuela politécnica), lo que los
hace un grupo bastante homogéneo.8 Por otro lado, los geodésicos,
en su mayoría, eran oficiales del Service géographique de l’armée y ocu-
paban, como los científicos, los puestos en el Bureau des longitudes y
en la sección de geografía y navegación de l’Académie des sciences.9
Ecuador. Su punto de vista es general y pretende mostrar cómo las ciencias básicas, en parti-
cular la física y la astronomía, sirvieron a las ambiciones imperialistas de Francia. Así, sus ac-
tores son principalmente físicos y astrónomos, mientras que los geodésicos de Quito fueron
militares.
6 Martina Schiavon: "Des savants officiers entre science, armée, Etat et industrie de précision:
les géodésiens du Service géographique de l'armée, 1887-1920", in 14-18 Le sabre et l'éprou-
vette. L'invention d'une science de guerre 1914/1939, 2003, p. 61-74; Martina Schiavon: "La
geodesia y la investigación científica en la Francia del siglo XIX: La medida del arco de meri-
diano franco-argelino (1870-1895)", Revista Colombiana de Sociología, 23, 2004, p. 11-30; Martina
Schiavon: «Les officiers du Service géographique de l'armée et la mesure de l'arc de méridien
de Quito (1901-1906)», Histoire & Mesure, XXl-2, 2006; Martina Schiavon: "Geodesy and Map
Making in France and Algeria: Between Army Officers and. Observatory Scientists", in D.
Aubin, C. Bigg and H. O. Sibum (eds.) The Heavens on Earth. Observatoiries and Astronomy in
Nineteenth Century Science and Culture, Duke University Press, 2010, p. 199-224. Una versión
mas detallada de la medida del arco del siglo XIX es disponible en el capitulo 1 de mi libro:
Martina Schiavon, ltinéraires…Cit., capitulo 1, 2014.
7 Citaré por ejemplo el estudio de P. Forman y J. M. Sanchez-Ron: National military establis-
hments and the advancement of science and technology: studies in 20th Century, Boston/Dor-
drecht, Kluwer Academic Publishers, 1996. La mayoria de los trabajos que tiene en cuenta a
los militares son basados en los establecimientos militares nacionales, la industria o en la im-
plantacion de la normalizacion de piezas industriales, en un actor o comunidad de una disci-
plina especifica (como la óptica o la electricidad), que son considerados como un factor
importante del avance de la ciencia y la tecnologia.
8 El mismo Henri Poincaré era politécnico.
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
La medida de un arco de meridiano en Ecuador al principio
del siglo XX constituye, entonces, una configuración especialmente
interesante en historia, que permite destacar, además de diversos ac-
tores y sus pensamientos, las cuestiones de diplomacia que siempre
están detrás del discurso científico como de las instituciones cientí-
ficas nacionales e internacionales, y también la idiosincrasia de la
propia población ecuatoriana con respecto a la europea. Incluso se
pueden destacar los elementos comunes en los discursos de los dis-
tintos actores, evitando así, relatar esta historia desde la única voz
de los científicos.
Al principio del siglo XX, medir un arco de meridiano en
América del Sur representa otra ventaja: la misión se desarrolla en
una tierra que no es una colonia francesa. Así, precisamente por esa
razón, podemos destacar lo que queda “implícito en la ciencia” y
que no se destaca necesariamente de las solas publicaciones científi-
cas o de los informes oficiales, esto es: entender cómo se establecían
nuevas redes de influencia, nuevos proyectos de expansión cultural
y económica, como la “amistad”, entre Francia y la nueva república
del Ecuador.
Como el lector habrá entendido, este artículo no bastara para
presentar todas las motivaciones que se entrelazan en la medición
de un arco de meridiano a principios del siglo XX. Sin embargo, he
tratado de cruzar las fuentes variando las escalas de análisis, lo que
significa, a veces entrar en la microhistoria y, otras veces, alargar a
una escala mas general o internacional para ver cómo los problemas
son planteados a las distintas comunidades, siempre tratando de
prestar atención no solamente a la voz de un actor o de una sola ins-
titución científica o militar, o también de la sola dificultad técnica,
sino tratando de entender el conjunto.10
Un problema que se presenta en este trabajo viene de la
forma de algunas fuentes: las publicaciones de los oficiales geodési-
9 Así, por ejemplo, Léon Bassot es miembro correspondiente del Bureau des longitudes desde
1875 y de la Académie des sciences desde 1893; Robert Emile Bourgeois es correspondiente
del Bureau des longitudes desde 1901 y miembro de la Académie des sciences desde 1917;
Georges Perrier entra al Bureau des longitudes en 1922 y a la Académie des sciences en 1926.
10 Martina Schiavon, «Les officiers géodésiens ...», Cit. 2006; Martina Schiavon, ltinéraires ...,
Cit., 2014.
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Martina Schiavon
cos Robert Emile Bourgeois o Georges Perrier, y del mismo Henri
Poincaré quienes, de diversas maneras, participaron para la medida
del arco de meridiano, son trabajos oficiales escritos con un objetivo
para un determinado público. Por lo tanto, aun si estas publicaciones
son muy útiles ya que detallan, por ejemplo, la cronología de los he-
chos u otras cuestiones científicas, no hay que olvidar que son fuen-
tes reelaboradas, incluso depuradas, para corresponder a un objetivo
y a un publico determinado. Por lo tanto, dichas publicaciones cons-
tituyen una fuente que siempre debería ser comprobada o incluso
cuestionada. Notamos, además, que las publicaciones de los milita-
res son generalmente más fieles a la presentación y a la reconstruc-
ción científica de los hechos: fueron ellos, ¡y no los científicos, los que
pasaron años en los Andes haciendo observaciones de precisión!
Además, estas mismas publicaciones dan una idea de la imagen que
estos viajeros trajeron a Europa desde América del Sur: en otras pa-
labras, es a partir de estos relatos de las civilizaciones suramericanas
que se construyó, en Europa, la idea de lo que debía ser América del
Sur y su población a principios del siglo XX.
Es entonces necesario confrontar las publicaciones con los
archivos. En mis investigaciones se me permitió consultar fuentes
esencialmente francesas,11 así que, en este articulo, sólo podré pre-
sentar la visión francesa, pero me hizo falta la perspectiva de las
fuentes ecuatorianas.
El presente artículo pretende destacar, de unas fuentes esen-
cialmente europeas, ciertos hechos relacionados con la medida del
arco de la Tierra en Ecuador a principios del siglo XX, ofreciendo tam-
bién una visión general de los estudios realizados y proponiendo nue-
vas vías de desarrollo. Inicialmente, presentaré los antecedentes de la
misión en dos instituciones científicas, nacional (Bureau des longitudes)
e internacional (Asociación geodésica). Luego, trataré los preparativos
de la misión en Francia y en Ecuador, y finalmente, trataré de la mi-
11 En mis publicaciones anteriores, no pude acceder a los archivos conservados en Quito, sea
del observatorio o nacionales (que se están inventariando ahora). Este articulo se limitará
así al punto de vista de los Archives nationales en Paris, Académie des sciences, Bureau des
longitudes, Observatorio de París, y sobre todo los archivos militares del Service historique
de la Défense (Vincennes) y Institut national de l'information géographique et forestière
(París).
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
sión en el terreno. Destacaré, en particular, dos eventos durante la es-
tancia de los funcionarios en Ecuador: el asunto de Chujuj, como ejem-
plo del contacto entre los oficiales franceses y la población ecuato-
riana, y la cuestión del non ingreso a Colombia de la misión geodésica
francesa, lo que destaca que las repercusiones de una medida de arco
de meridiano van mucho más allá del ámbito de la sola ciencia.
Antecedentes de la misión: Bureau des longitudes y la Asociación
geodésica internacional
En 1898 (3-12 octubre), los miembros de la Asociación inter-
nacional de geodesia12 deciden la necesidad de retomar la medición
de un arco de meridiano de la Tierra (incluido el valor de su aplana-
miento13), utilizando instrumentos mas sofisticados. Para la medida
en las cercanías del ecuador, el delegado de los Estados Unidos pro-
pone la candidatura de su país, “sin compartirla con otro”. Frente a
él, los delegados franceses, en particular el general Léon Bassot
(1841-1917) y el teniente Robert Emile Bourgeois (1857-1945) del Ser-
vice géographique de l’armée, y el matemático y astrónomo Hervé Faye
(1814-1902), los tres del Bureau des longitudes, afirman que Francia
tenía una “prioridad moral” en América del Sur: ¿no fue ella la que,
casi ciento cincuenta años antes, había iniciado una medición del
arco en Ecuador? No es la primera vez que se plantea la cuestión14 y
12 La Asociación internacional de geodesia comprende, desde 1887, la mayoría de los Estados
europeos, entre los cuales Francia, y también el Japón y los Estados-Unidos. Desempeña un
papel destacado no sólo en el desarrollo de la geodesia, sino también en cuestiones de interés
mayor, como la adopción de un sistema internacional de medidas (la Asociación esta detrás
de la creación del Bureau international des poids et mesures), y también de importantes re-
laciones diplomáticas. Véase: Jean-Jacques Levallois, Mesurer la Terre. 300 ans de géodésie-
française, de la toise du Châtelet au satellite, Presses de l'Ecole Nationale des Ponts et
Chaussées, 1988. Por la implicación de la Asociación internacional en la medida del arco en
América del Sur véase: Martina Schiavon, ltinéraires de la précision ..., Cit., p. 66 y 125, y
Martina Schiavon, "lnternational geodesy in the post-war period, as seen by the French Bu-
reau des longitudes (1917-1922)", in Laurent Mazliak & Rossana Tazzioli (eds.), Mathematical
Communities in the Reconstruction after the Great War (1918-1928). Trends in the History
of Science, Springer Nature Switzerland, 2020, ch. 6 (p. 151-189).
13 El aplanamiento (aplatissement) exprime la compresión de la Tierra, supuesta una esfera, en
una elipse, y se define como a/(a-b), adonde a y b son respectivamente el valor del semieje
mayor y menor de la elipse. Hay una relación entre la longitud de un grado de meridiano
(a) y la longitud del arco (d), que permite de obtener el valor del semieje como (d/a).
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lo que hay que entender es que el argumento no es puramente cien-
tífico. Al final del siglo XIX (y hasta la Primera Guerra mundial) la
medición de un arco de la Tierra constituye la base de la cartografía
de precisión de un terreno de gran área. En estos mapas debe tam-
bién figurar el nivel de precisión, lo que sirve para la geodesia física15
o la ciencia, como para los militares (para ajustar el disparo que es
progresivamente mas distante) y, también, para establecer una red
de comunicación para el comercio.
Los trabajos de geodesia, realizados en el terreno, permiten
además la normalización del tiempo, una cuestión cada vez más
esencial para el desarrollo económico de los países que estan recién
unificados y que quieren entonces organizar sus infraestructuras.16
Pero la medición es un proceso lento que requiere mucha inversión
por parte de un gobierno, como lo recuerda el matemático Poincaré
cuando explica a los políticos franceses que los gastos de la geodesia,
aun costosos, son necesarios: “sin geodesia, no hay buenos mapas, sin
buenos mapas, no hay grandes obras públicas”.17 Ahora, volviendo a la
14 Desde abril de 1888, en las actas del Bureau des longitudes, leemos que el miembro geógrafo
Antoine d'Abbadia, señalaba que, desde la medida del arco del siglo XVIII, la geodesia y los
instrumentos habían progresado, y sería útil volver a medir un arco de 1º en América en la
vecindad del ecuador. Según el informe de Faye, presidente del Bureau en 1889, d'Abbadia
había propuesto ir a medir este arco del ecuador en el Congo o en Brasil. En los archivos na-
cionales franceses, hay efectivamente un estudio de Bassot que explica por qué no se debería
ir al Congo, y esto a pesar de que la triangulación de este país representaría una gran ventaja
para Francia, ansiosa de tener un mapa de ese país que es progresivamente colonizado en
esa época. Además, la elección del Congo habría permitido disponer de los créditos del Mi-
nisterio francés de Colonias. En cuanto al proyecto de ir a Brasil, la cuestión del "honor con-
traído por Francia" en Ecuador ante la Asociación internacional de geodesia arrebataba, en
1898, las dudas sobre el destino de la operación. Por mas detalles: Martina Schiavon, ltiné-
raires de la précision ..., 2014, p. 149-158. Sobre la historia del Bureau des longitudes véase:
Martina Schiavon & Laurent Rollet (dir.), Pour une histoire du Bureau des longitudes (1795-
1932), PUN-Edulor, 2017; Martina Schiavon & Laurent Rollet (dir.), Le Bureau des longitudes
au prisme de ses proces-verbaux (1795-1932), PUN-Edulor, 2021. Sobre el papel jugado para
los miembros del Bureau des longitudes en las cuestiones de la Asociación internacional de
geodesia véase: Martina Schiavon, «Hervé Faye, la géodésie et le Bureau des longitudes»,
Bulletin de la Sabix, Guy Boistel, Stéphane Le Gars y Colette Le Lay (dir.), Hervé Faye (1814-
.org/sabix/1335 consultado el 24/09/2021).
15 La geodesia física tiene en cuenta, para determinar la forma de la Tierra, del campo de gra-
vedad. Mas detalles en: Martina Schiavon, ltinéraires de la précision ... Cit., p. 56-160.
16 Por mas detalles véase: Martina Schiavon, ltinéraires de la précision ... Cit., capitulo l.
17 Henri Poincaré, "La mesure de la Terre et la géodésie franaise", Bulletin de la Société astro-
nomique de France, 1900, p. 513-521. Las publicaciones de Poincaré relacionadas con la geo-
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y la medida del arco en Ecuador
cuestión propuesta en la Asociación geodésica, hay que saber que
desde 1882 los EE. UU. proponían medir un meridiano que, abar-
cando ambos continentes, sirva de origen para unificar el tiempo18.
Pero fue en vano: hasta mediados del siglo XIX, las materias primas
circulaban principalmente en mulas, caballos o bueyes por los Andes
y, por lo tanto, el tiempo tenía poca importancia. Pero la situación
cambia hacia finales del siglo XIX. En 1875, Colombia, por ejemplo,
había empezado una explotación intensiva del café. En cuanto al
Ecuador, la burguesía cacaotera se desarrolló en Guayaquil, y los go-
biernos de estos países se interesaron entonces en controlar el terri-
torio con un mapa preciso y desarrollar sus infraestructuras y
comercios.
Desde 1893, se mantuvieron unas conversaciones entre el Bu-
reau des longitudes en París, y Antonio Flores y Jijón de Vivanco (1833-
1915), ex presidente de Ecuador que se había instalado en Francia al
final de su mandato (junio 1892). Mientras que era ministro de ne-
gocios con Francia, bajo el mandado del presidente Gabriel García
Moreno (1859-1875), Flores había tenido ordenes de agilizar el pro-
ceso de protectorado francés para Ecuador, donde proponía un plan
que comprendía la cesión de las islas Galápagos a Francia.19 Esta
cuestión fue tratada por los miembros del Bureau des longitudes que,
el 10 de octubre de 1889, proponían realizar también un estudio cien-
tífico (de la gravedad) en las Galápagos. Tres años después, el hidró-
grafo Anatole Bouquet de la Grye (1827-1909), del Bureau des
longitudes, se ponía en contacto con Antonio Flores quien prometía
hacer todo lo posible para conseguir una colaboración eficaz entre
Francia y Ecuador. Dicho proyecto parece entrar en una fase decisiva
desia son numerosas. Véase: Scott A. Walter (éditeur), Philippe Nabonnand, Ralf Kromer et
Martina Schiavon (éditeurs associés), La correspondance entre Henri Poincaré, les astrono-
rrespondance/page/astronomes).
18 Otra cuestión estratégica relacionada a la medida del arco en América des Sur es, por los Es-
tados-Unidos, de desarrollar su influencia: el mismo año de la conferencia de Stuttgart, los
Estados-Unidos compran a Francia la concesión de construcción de un canal en Panamá,
que pertenecía en esa época a Colombia. No se trataba solo de un interés comercial, sino
también estratégico y militar ¡durante el conflicto hispanoamericano, las tropas norteameri-
canas tuvieron que esperar 67 días para que su flota circunnavegara el continente sur desde
San Francisco hasta Cuba!
19 L. Pyenson, Civilizing mission..., Cit.
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Martina Schiavon
en abril 1893, cuando el ministerio de Asuntos Exteriores de Francia
coincide con el Bureau des longitudes en que debían tener en cuenta,
en la reconstitución del “arco de Perú”, la “finalización del observatorio
de Quito, y en cierto modo su toma de posesión por parte de Francia” y
“una completa exploración y estudio de las Islas Galápagos”.20
Los miembros del Bureau des longitudes estaban de acuerdo
en enviar una misión de “reconocimiento” del terreno, para recolec-
tar, de esta forma, toda la información necesaria, especialmente res-
pecto a los medios de transporte y, para establecer la estimación de
los gastos, y, ver dentro de qué límites se podría contar con el empleo
de agentes ecuatorianos secundarios, oficiales y soldados. El mes si-
guiente, Antonio Flores, advirtió al Bureau des longitudes de no confiar
en la colaboración de los oficiales del gobierno ecuatoriano porque
la instrucción de estos era escasa. Flores Jijón les procuró también
unas informaciones de logística, como la de pasar por Guayaquil, de
seguir el rio con barco a vapor, y después ir a caballo hasta Quito en
6 días. Antonio Flores precisaba, además, el tiempo para el transporte
de los instrumentos (20 días) y el precio (1 franco por kilo), y otras
informaciones de logística como las del costo económico de la vida
en la región. Flores ofrecía otras informaciones sobre el gobierno
ecuatoriano, por ejemplo, la imposibilidad de este en proporcionar
extensiones para el transporte. Sin embargo, advirtió sobre la impor-
tancia de conseguir el apoyo del gobierno, ya que éste tenia contratos
con empresas, y podría proporcionar a la misión muchos beneficios.
Como lo veremos mas adelante en el asunto de Chujuj, los consejos
de Flores serán de gran utilidad para asegurar el éxito de la misión.
Además, Antonio Flores explicó que la temporada ideal para la mi-
sión sería noviembre aprovechando así el verano que tiene lugar en
diciembre en América del sur. Las actas del Bureau des longitudes
añade: “el Sr. Antonio Flores no ve la utilidad de la operación de recono-
cimiento mencionada. En cuanto al observatorio, le gustaría confiárnoslo”.21
20 "Bureau des Longitudes - Séance du 26 avril 1893", 1893-04-26, Les proces-verbaux du Bureau
4574.
21 "Bureau des Longitudes - Séance du 24 mai 1893", 1893-05-24, Les proces-verbaux du Bureau
4578.
202
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
Los franceses no seguirán todas las informaciones propor-
cionadas por Flores: por ejemplo, los miembros militares del Bureau
des longitudes insisten sobre la necesidad de una misión de reconoci-
miento corta y económica que se proponen hacer. Sin embargo, la
situación política en Ecuador no parece lo suficientemente estable
hasta 1898, y es entonces que los EE.UU. solicitan nuevamente a la
Asociación geodésica internacional en confiarles la medida en Ecua-
dor.
Bajo la presión del “honor de Francia” que está comprome-
tida desde la conferencia de Stuttgart con los lideres internacionales,
los miembros del Bureau des longitudes logran convencer al gobierno
francés que envíe a Quito dos capitanes del Service géographique para
una misión de reconocimiento. Esta misión es financiada por el Mi-
nisterio de la Instrucción Pública francesa (25.000 F) y en parte
(15.000 F) por el presidente de Ecuador, el general José Eloy Alfaro
Delgado (1842-1912), que había llegado al poder con el desarrollo de
la economía cacaotera (1895) y era también un gran francófilo. Vol-
viendo a los delegados franceses a Stuttgart, está claro entonces que
la “prioridad moral” de Francia es sólo un pretexto, pero que
tiene cierto peso dentro de la conferencia internacional de geode-
sia. Aunque los textos oficiales no lo digan expresamente y se limiten
a explicaciones científicas, las actas del Bureau des longitudes nos per-
miten comprender que la medición de un arco de meridiano a prin-
cipios del siglo XX constituye la base de una “conquista cartográ-
fica” de un territorio y, por lo tanto, de nuevas esferas de influencia
política, comercial y cultural.
Los preparativos en Francia y en Ecuador
La operación de la medida de un arco de la tierra comporta
muchos gastos y por ende, su logística debía ser planeada en los más
pequeños detalles. La misión de reconocimiento solicitada por los
oficiales militares al Bureau des longitudes evalúa las vías de comuni-
cación, de transporte, la mano de obra, las facilidades de recursos
hídricos y alimentarios, las condiciones climáticas, la ubicación de
las principales estaciones de observación y de campo para la medi-
BOLETÍN ANH Nº 206-A • 193-224
203
Martina Schiavon
ción de las bases geodésicas, el estudio de la instalación de los ins-
trumentos de precisión y de los observatorios astronómicos. Estas
operaciones son realizadas en 1899 por los capitanes del Service géo-
graphique, Eugene Urbain Maurain (1863-1930) y Jean Lacombe
(1862-1911). En solo 4 meses de permanencia en América del Sur, los
capitanes planifican toda la logística de las operaciones, desde la or-
ganización de las mediciones científicas, pasando por la instalación
técnica de las bases, hasta la remuneración de los oficiales (dimen-
sión económica) al fin de obtener resultados óptimos y optimiza-
dos.22
Mientras tanto, en París, el ministro de Instrucción Pública so-
licita la devolución de la regla bimetálica, que fue calibrada en el Bu-
reau lnternational des Poids et Mesures de Breteuil (París). La regla
representaba no sólo un instrumento geodésico, sino también “un
instrumento diplomático, cuya presencia era la razón de ser de la misión”23:
era la materialización del sistema métrico francés que debía ir a ci-
vilizar a Sudamérica. La regla bimetálica Brunner (de platino y latón)
tiene trípodes, refugios y ajustes complejos.
En esa época se experimenta otro instrumento para medir una
base geodésica: el dispositivo Jadërin, compuesto por cables hechos
de una nueva aleación invar (un acero con 30% de níquel) que, teó-
ricamente, tiene una expansión menor que el latón (Imagen 1).24 Los
22 Los capitanes salieron de Bordeaux el 16 mayo 1899, y llegaron a Guayaquil el 28 de junio
1899. En cuatro meses recurrieron 3500 km (6º de amplitud de arco), desde Cerro de Pasto
(Colombia) hasta el norte de Perú. La triangulación se apoyaba sobre tres bases (Cumbal en
el norte, Riobamba en el centro y Quiroz en el sur), y definía 52 estaciones, 28 de las cuales
eran las mismas del meridiano de los académicos. Por voluntad de Poincaré y de la Asocia-
ción geodésica, eran previstas varias mediciones de la intensidad y dirección de la gravedad
en las proximidades del Chimborazo (6310 m), el Cotopaxi (5943 m) y el Antisana (5934m).
Véase: Henri Poincaré, "Rapport sur le projet de l'arc de méridien de Quito", Comptes rendus
de l'Académie des sciences, 131-2, 1900, p. 215-236; Martina Schiavon, ltinéraires de la pré-
cision..., Cit., p.155.
23 Manuscrito sin fecha, probablemente de 1900 (Archives nacionales de Paris, F 17/13062).
24 Jean Rene Mirande Benoit, Charles Edouard Guillaume, ‘‘Note sur les regles geodesiques et
les nouvelles mesures faites au Bureau international des poids et mesures’’, Comptes rendus
de la 14ème Conférence générale de l’Association géodésique internationale à Copenhague,
1903, Berlin, Reimer et Leyde, Brill, t. II, annexe B. V, p. 84-89. Sobre el invar y el Bureau in-
ternational des poids et mesures, vease: Celine Fellag Ariouet, “Charles-Edouard Guillaume,
l’etalon et l’invar - Une illustration des relations entre le Bureau des longitudes et le Bureau
international des poids et mesures”, in Martina Schiavon y Laurent Rollet (dir.), Le Bureau
des longitudes au prisme de ses proces-verbaux (1795-1932), PUN-Edulor, 2021, p. 167-200.
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
oficiales deberán entonces estudiar sus propiedades en los Andes
cuando son sometidos a unas variaciones de temperatura extremas,
y establecer si los cables Jadërin son mejores que la regla. A final de
la medida en Ecuador, los oficiales establecerán que la medición de
la temperatura es casi inútil con el cable de invar: este es mas fácil y
rápido de utilizar y requiere menos personal. Además, los oficiales
probaran que un error de 1ºC induce un error 30 veces menor en la
longitud del cable Jadërin en invar respecto a el sistema bimetálico
de latón-acero de la regla.25
Imagen 1: En las imágenes se puede ver la operación de calibración
de los cables de Jadërin en invar realizada al principio y al final
de la medida del arco al Bureau International des poids et mesures en Paris.
© Roger Viollet (Bureau international des poids et mesures)
Todavía en París, el general Bassot, director del Service géograp-
hique, quiere que la misión se confíe exclusivamente a oficiales de su
servicio. Dentro del Bureau des longitudes, el ingeniero hidrográfico
Bouquet de la Grye está en contra de el, y quiere que unos ingenieros
civiles puedan también encargarse de la mission.26 Confiar a los ofi-
25 Georges Perrier, «La figure de la Terre. Les grandes opérations géodésiques», Revue de géo-
graphie annuelle, vol. 2, 1908, p. 338-444.
26 En 1893, mientras relataba el discurso de Flores sobre la falta de formacion del personal ecua-
toriano, Bouquet de la Grye habia dicho al Bureau que existia, en Francia, un cuerpo de in-
genieros civiles des Ponts et Chaussees (en referencia a la Escuela de Puentes y Caminos), que
podria haberse encargado de ciertas tareas de la mision (“Bureau des Longitudes - Seance
du 24 mai 1893”, 1893-05-24, Les proces-verbaux du Bureau des longitudes, consulte le 24
BOLETÍN ANH Nº 206-A • 193-224
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Martina Schiavon
ciales del Service géographique la responsabilidad exclusiva de la me-
dida del arco, concluyó Bourquet de la Grye, significaría dejar a la
Académie des sciences la única función de mecenazgo y limitarse a in-
formarle de los resultados obtenidos, lo que “no se ajusta a los prece-
dentes ni a su dignidad”.27
Estas discusiones sólo retrasaban el inicio de la misión: en la
última Conferencia General de la Asociación geodésica de París
(1900), el delegado estadunidense había logrado hacer aprobar por
la asamblea que, si los franceses no completaban la misión en Ecua-
dor, correspondería a los Estados Unidos hacerlo.
A finales de 1900, el presidente Alfaro estaba al final de su
mandato (agosto 1901) y la situación se ponía urgente, porque el
había puesto a disposición de Francia el observatorio de Quito, al
momento, desprovisto de hombres, pero completamente equipado
por instrumentos de fabricación alemana abandonados y de un valor
de 6000 F.28
Bassot indicaba también que la medida de reconoci-
miento se había realizado rápidamente gracias a los dos oficiales del
Service géographique probando que el territorio ecuatoriano se pres-
taba perfectamente a una operación de “alta ciencia” y que sus ofi-
ciales eran lo mas indicado para estos trabajos. Para convencer de la
competencia de sus oficiales militares, Bassot recurrió al matemático
Henri Poincaré. Ambos eran miembros del Bureau des Longitudes, y
la autoridad científica de Poincaré había traspasado las fronteras de
Francia. No fue difícil obtener en apoyo del matemático: por un lado,
el era un apasionado de la astronomía y geodesia, y propuso mejoras
en las mediciones de triangulación. Por otro lado, para el, lo impor-
necesidad de un cuerpo militar para las tareas de geodesia y mapas vease tambien: Martina
Schiavon, Itinéraires … Cit., p. 108-114. Hay que senalar que Bouquet de la Grye habia tenido,
ya en 1879, un agrio conflicto con François Perrier, padre de Georges, sobre la paternidad
del circulo azimutal reiterativo el instrumento que habia llevado a los honores al geodesico
François y tambien a su cuerpo de la armada (ver Martina Schiavon, Itinéraires… Cit., p.
155.
27 A. Bouquet de la Grye, 11/3/1900, Archives nationales F 17/13062.
28 La Académie des sciences y el Bureau des longitudes encontraron entonces al hombre ade-
cuado, el astrónomo Franois Gonnessiat (1856-1934), profesor en Lyon quien fue nombrado
astrónomo del observatorio de Quito: su sueldo fue pagado gracias a una donación del prín-
cipe Roland Bonaparte y del mecenas Raphael Bischoffsheim (Martina Schiavon, ltinérai-
res...Cit., capitulo 2).
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
tante no era quién haría la medida sino en qué condiciones tendría
más posibilidades de éxito:
El futuro de la geodesia francesa está actualmente en manos del Service
géographique de l’armée, dirigido por el general Bassot. No estamos se-
guros de encontrar algo tan bueno, estamos seguros de no encontrar
algo mejor. Y lo que no tendríamos en otro lugar es la cohesión, el há-
bito de trabajar juntos y aplicar los mismos métodos, la disciplina, en
fin, que nos permitirá trabajar rápidamente y sin ensayo y error.29
Poincaré consiguió convencer a sus colegas: la misión sería
llevada a cabo exclusivamente por militares del Service géographi-
que y estaría “científicamente controlada” por una comisión de la
Académie des sciences de la que formaba parte con Bassot. Esto signi-
ficaba que la comisión sólo actuaría como intermediaria con el go-
bierno, y que los militares tomaran todas las decisiones científicas y
técnicas, y que fueran, entonces, ¡los amos, de un extremo a otro, de
la misión! Para entender esta decisión, hay que considerar que, aun-
que el oficial geodésico tenía vínculos con los académicos, el marco
de sus actividades es el campo, no el laboratorio científico: como he
explicado al principio, la geodesia del siglo XIX constituye, sobre
todo, un “arte del terreno” y por eso tiene una grande importancia
por las ciencias. Es aquí, no en el laboratorio, donde se puede estu-
diar cómo interactúan la instrumentación, el conocimiento científico
y practico, y también establecer los limites de los métodos de calculo.
La geodesia del siglo XIX y principios del XX, comportaba entonces
medidas de precisión: astronómicas, meteorológicas, petrográficas,
magnéticas, botánicas y etnográficas, lo que parece, hoy en día, muy
lejos de la geodesia actual que es esencialmente matemática y
teórica.30
La misión en Ecuador
La misión geodésica fue financiada con un crédito del Par-
29 H. Poincaré, "Rapport sur le projet...”, 1900, Cit.
30 La geodesia cambió después de la Primera Guerra Mundial. Sobre este tema, véase: Martina
Schiavon, "lnternational geodesy in the post-war period, …, Cit. 2020, p. 151-189.
BOLETÍN ANH Nº 206-A • 193-224
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Martina Schiavon
lamento de 500 000 francos31, del Ministerio de la Guerra francés para
el personal, y en parte por el general Eloy Alfaro presidente de Ecua-
dor. La misión geodésica francesa llegó en abril 1901 a Guayaquil.
La dirección de las operaciones sobre el terreno se confía al coman-
dante Robert Emile Bourgeois (1857-1945), miembro correspon-
diente32
del Bureau des longitudes y con una experiencia en las
medidas de geodesia física o diná-
mica (Imagen 2). Bourgeois se
ocupó, con la supervisión del Bu-
reau des longitudes, de hacer cons-
truir y preparar los instrumentos.
Según lo previsto, uno de
los problemas más importantes
fue la preparación del equipo: 20
toneladas para las herramientas,
incluyendo 3 estaciones geodési-
cas y 3 astronómicas equipadas
con un círculo meridiano y la
regla bimetálica fabricada por los
hermanos Brunner33 que pesaba,
ella sola, 3,6 toneladas. Los instru-
mentos se distribuyeron con ante-
lación en paquetes de poco peso y
dimensiones limitadas en previ-
Imagen 2: Robert Emile Bourgeois
sión de ser transportados por pe-
(1857-1945)
queños animales de carga.
estudiante en la Ecole
Bourgeois estaba al mando
Polytechnique de Paris en 1876
de un grupo de treinta y cuatro
© Collections École polytechnique (Palaiseau,
France) - photographie Franck
hombres: entre los oficiales esta-
31 Ese crédito fue repartido en 4 años.
32 Sobre esta membresía al Bureau des longitudes véase: Martina Schiavon, "Sur le statut de
'membre correspondant' du Bureau des longitudes", Focus site web Les proces-verbaux du
Bureau des longitudes
(1795-1932}. Un patrimoine numérisé,
26 de octubre
2020
33 Emile et Léon Brunner se han hecho cargo del taller de su padre Jean. Emile entra al Bureau
des longitudes como miembro «artiste adjoint» en 1878. Sobre esta membresía al Bureau des
longitudes véase: Martina Schiavon, "Le Bureau des longitudes: an institutional study", in
Richard Dunn & Rebekah Higgitt (eds.), Navigational Enterprises in Europe and its Empires,
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
ban el teniente de artillería Georges Perrier (1872-1946) y el oficial
médico Paul Rivet (1876-1958).34 Cada uno era equipado para acam-
par en las tórridas regiones de la costa y en las gélidas cumbres de
las Cordilleras.
En otras publicaciones he explicado con mas detalles el tra-
bajo científico de los oficiales geodésicos35: aquí me limitaré a decir
que hicieron una “réplica en el campo” de las observaciones de pre-
cisión que los astrónomos realizaban con mas comodidades en el ob-
servatorio astronómico. Los oficiales imaginaron entonces todo un
equipamiento y unos instrumentos portátiles y funcionales para
hacer observaciones de precisión adaptadas a cada estación (lugar
físico, altitud, clima, etc.). Por lo tanto, desempeñaron un papel esen-
cial en el proceso científico: medir ángulos, adaptar los instrumentos
a las dificultades de una medida en el campo, estudiar las propieda-
des de nuevos materiales, hacer observaciones geodésicas y astronó-
micas, destacar informaciones sobre el territorio y de las poblaciones,
todo este análisis enciclopédico significa “hacer geodesia” en esa
época. Por ejemplo, en las simples medidas de los ángulos para trazar
la cadena de triangulación, los oficiales desempeñaron un papel esen-
cial para la ciencia: por eso, en 1908, al regreso del Ecuador, el director
técnico de las operaciones, Bourgeois, remplazará a Poincaré en la ca-
tedra de astronomía y geodesia de la Ecole Poytechnique.36 Ya en 1904
el matemático se había propuesto para ese puesto al fin de salvar
dicho curso de su abolición, subrayando que solo la geodesia permitía
comprender las relaciones estrechas entre teoría y practica, lo que
tenia una gran importancia para la formación de los científicos y de
los militares.37 No siendo posible, aquí, de entrar en los detalles de
1730-1850, Palgrave-MacMillan, 2015, p. 65-85. Sobre Brunner véase: Paolo Brenni, "The
Brunners and Paul Gautier", Bulletin of the Scientific lnstrument Society, 49, p. 3-8.
34 La lista completa del personal francés que participó en la totalidad o en parte de los trabajos
(11 oficiales, 29 suboficiales y hombres) se encuentra en: Georges Perrier, "La figure de la
Terre. Les grandes opérations géodésiques", Revue de géographie annuelle, vol. 2, 1908, p.
372.
35 Por mas detalles sobre las medidas véase: Schiavon, «Les officiers géodésiens et...», Cit., 2006,
p. 71-82; Schiavon, ltinéraires ... Cit., 2014, p. 168-202.
36 Recuerdo que fue gracias a los oficiales geodésicos que el método de los mínimos cuadrados
(actual teoría de los errores) entró en la escena científica en Francia (Schiavon, ltinéraires ...
Cit., 2014, p. 33-82).
BOLETÍN ANH Nº 206-A • 193-224
209
Martina Schiavon
las operaciones geodésicas de campo, presentaré a continuación un
acontecimiento de la misión bien documen tado en los archivos fran-
ceses: “el asunto de Chujuj (affaire de Chujuj)”.
El asunto de Chujuj
Los archivos franceses se refieren a una misión que no siem-
pre fue un ejemplo de diálogo pacífico entre los países y de colabo-
ración científica entre los actores.38 Un ejemplo esclarecedor de
contacto entre la misión y la población se encuentra en los archivos
franceses sobre el “asunto de Chujuj”, un hecho no reportado en las
publicaciones oficiales de los científicos.
Situada entre el puerto de Guayaquil y Quito, Chujuj, hoy
llamado Chuyuk, designa un monte (2.789 m) donde las comunida-
des indígenas eran numerosas (Imagen 3).
En enero 1902, un soldado francés mata a un indígena. En
un primer momento, los arrieros habían cortado los tallos de centeno
lejos del suelo, cuando los indígenas pedían de cortarlo mas cerca
para evitar que se estropee la planta. Parece que los arrieros no pu-
dieron ponerse de acuerdo sobre el valor de la cosecha, y que se fue-
ron con ella sin pagarla. En un segundo tiempo, un soldado francés
vuelve para pagar (con uniforme militar “para ganarse el respeto”),
pero la discusión se agrava y un disparo sale del rifle “por accidente
debido a una caída al suelo”.39 El informe de los archivos relata también
de una reacción de los nativos a causa de una cosecha llevada sin
permiso, lo que constituye una acción grave de violación de propie-
dad en una sociedad agrícola, y que cambia mucho el relato del su-
puesto incidente.
37 En 1904, el ministro de la Guerra quien tiene la tutela de la Ecole Polytechnique, quiere rem-
plazar este curso con otro al Service géographique de l'armée. Poincaré va a salvar los dos
(véase: Schiavon, ltinéraires ..., Cit., 2014, p. 230).
38 Véase la cuestión del traslado del Encargado de Negocios a Quito (Schiavon, ltinéraires ...,
2014, Cit., p. 191-228) u el acortamiento de la medida del arco que impedía la entrada de la
misión francesa en Colombia (Schiavon, ltinéraires ..., 2014, Cit., p. 213-221).
39 Véase el dossier en los Archives nationales de Francia AF 17/13062.
Este asunto esta explicado con mas detalles en el capitulo «L'affaire de Chujuj: un exemple
du contact entre officiers français et population équatorienne» in Schiavon, ltinéraires ..., Cit.
2014, p. 203-212.
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
De los documentos, se desprende que, para resolver rápida-
mente el asunto, Bourgeois habría debido asegurarse el apoyo de la
“élite” de Riobamba y Quito, es decir, de los descendientes de inmi-
grantes europeos. Ellos solos podían garantizar el apoyo del go-
bierno central a la misión francesa sobre las tierras indígenas. Pero
en esa época Bourgeois había vuelto a Francia y fue una delegación
del gobierno central y de un abogado, quien por esa época era tam-
bién el cuñado del nuevo presidente, el general Léonidas Plaza Gu-
tiérrez (1865-1932), que se viajó a Riobamba para convencer a la élite
de que abandonara sus acusaciones. En quince días el asunto quedó
cerrado, gracias también a la intromisión de un tal padre Baumer,
quien desempeñaba el papel de intermediario entre los oficiales fran-
ceses y las autoridades de Riobamba.40
Imagen 3: Arco de meridiano, cone-
xión del observatorio de Quito. Ver
abajo (izquierda) la triangulación para
la determinación de la base de Rio-
bamba (estación de Chujuj)
G. Perrier, “La figure de la Terre”, Revue de géograp-
hie, Planche XII, p. 407 © Source gallica.bnf.fr/Bibliot-
hèque nationale de France
40 Al mismo tiempo que Francia conocía un largo proceso de secularización y laicización ini-
ciado desde la revolución francesa, y que desembocara en la ley de 1905 sobre la separación
de la Iglesia y el Estado, los oficiales franceses en Ecuador utilizaron la influencia de los ecle-
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Martina Schiavon
Al final, como se indicó antes, el asunto fue atribuido a una
supuesta revuelta indígena. Sin embargo, después del incidente de
Chujuj, la destrucción de las señales geodésicas a mano de los indí-
genas fue muy importante. De las 16 destrucciones debidas a hechos
no naturales, una solo ocurrió antes de Chujuj (la del extremo norte
de la base de San Gabriel), y todas las otras fueron destruidas des-
pués Chujuj ¡aun siendo bendecidas por aparecer como construccio-
nes sagradas! Como se desprende de ese evento, los contactos entre
gobierno ecuatoriano, que actuó como intermediario con la élite
ecuatoriana, y los oficiales franceses, fueron decisivos para la propia
existencia en el suelo ecuatoriano de la misión. Los oficiales depen-
dían de la población local para la instalación de bases, estaciones y
señales en sus tierras, y las poblaciones debían entonces proporcio-
nar a los funcionarios franceses un suministro constante de materia-
les de construcción, alimentos para ellos y para los animales que eran
el solo medio de transporte de los instrumentos. A modo de ejemplo,
esto es lo que informó el oficial Perrier de vuelta en Francia sobre las
negociaciones con los indígenas:
uno puede imaginarse los costosos argumentos que tuvimos que utili-
zar para convencer al nativo, naturalmente indiferente por la forma y
el tamaño de la tierra, que nos siguieran durante semanas a 4.000 me-
tros de altura para dormir en una tienda, envuelto en un simple pon-
cho, o de que nos alquilara sus animales para recorrer el páramo,
quedándose a veces en ayuno durante varios días.41
El hecho de establecer “buenos contactos” sea con los indí-
genas o con la élite o con el gobierno (la diplomacia), era también
esencial para conseguir los fondos prometidos por Alfaro. Estos
asuntos representaron un problema constante a lo largo de la per-
manencia de la misión francesa en Ecuador, especialmente después
siásticos sobre la población local, porque sabían que ésta era muy superior a la de los oficiales
del Estado. Por eso, poco después de lo ocurrido en Chujuj, en febrero de 1902 la operación
de medición de la base geodésica de Riobamba, ciudad mas cercana a los sucesos ocurridos,
se completó con la bendición de las piedras en presencia del obispo y de los delegados del
gobierno (Schiavon, ltinéraires ..., 2014, Cit., p. 207-209).
41 Georges Perrier, "La mission géodésique franaise en Equateur", Bulletin mensuel de la Société
de géographie commerciale de Paris, juillet-août 1907.
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
de que Alfaro fue sustituido por Plaza Gutiérrez en septiembre 1901,
quien amenazó congelar los créditos. El nuevo presidente exigía que
todo el personal del observatorio fuera compuesto por funcionarios
ecuatorianos, lo que Gonnessiat, el astrónomo francés enviado por
tomar la dirección del observatorio en Quito, consideraba imposible.
Como lo había advertido Flores Jijón al Bureau des longitudes, Gon-
nessiat aseguró que la facultad de ciencias estaba cerrada desde hace
5 años y la enseñanza científica en los colegios era inexistente. Al co-
mandante Bourgeois, Plaza pidió que asignara ciertos trabajos a mi-
litares ecuatorianos para que los entrenen en las medidas geodésicas,
a lo que el francés se negó, con la consecuencia que, después que
haber vuelto a Francia al final de 1901, no pudo volver mas a Ecua-
dor.42 Como lo veremos después, la falta de créditos causó el acorta-
miento del arco de meridiano.
La cuestión de las mediciones geodésicas en Colombia
De vuelta a París, el comandante Bourgeois se enteró de que
el encargado de negocios con Francia en Quito, Frandin, había con-
tactado José María González Benito, un astrónomo de Bogotá. Según
lo que reporta Bourgeois en un informe confidencial al ministro,
Frandin no lo había informado de estas negociaciones y, haciéndose
pasar por el jefe de la misión geodésica, había pedido ayuda por las
operaciones de medida en territorio colombiano.43
A primera vista, este acontecimiento parece carecer de im-
portancia: al fin y al cabo, era competencia de Frandin buscar las me-
jores condiciones de trabajo para los oficiales, pero el general Bassot,
haciendo una voz unánime con Bourgeois, insistió ante el ministro
des Affaires étrangères, Théopile Delcassé, en que el encargado de ne-
gocios se había extralimitado una vez más en sus funciones. Tanto
más cuanto que el astrónomo contactado por Frandin era bien cono-
cido en París y, en particular, en la Société Astronomique de France,
42 Esta cuestión es mucho más compleja de lo que he descrito aquí, y también implica la pre-
sunta intromisión del encargado de negocios Frandin, que será acusado de sembrar la dis-
cordia entre los oficiales y, por lo tanto, sustituido por su ministro supervisor (véase:
Schiavon, ltinéraires ..., Cit., 2014, p. 191-228.
43 Bourgeois, ‘‘Rapport confidentiel’’, 1/5/1902, Archives nationales, F 17/13062.
BOLETÍN ANH Nº 206-A • 193-224
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Martina Schiavon
entre cuyos miembros se encontraban Poincaré y el mismo general
Bassot.
Veamos qué dicen los archivos franceses sobre este asunto.
Según el proyecto de la medida de arco, los oficiales france-
ses deberían entrar en el extremo sur de Colombia, en la región de
Nariño, cerca de la ciudad de Cerro de Pasto. Aquí, Maurain y La-
combe habían previsto medir el otro extremo del arco y, más preci-
samente, una base, la que daría la extensión de 6° al arco de
meridiano, tal como deseaba la Comisión de la Académie des sciences
(y, en particular, Henri Poincaré). Pero en noviembre de 1901, Bour-
geois bloqueó los trabajos en San Gabriel, cerca de Tulcán (2850 m),
en territorio ecuatoriano: recordamos que esta base fue medida so-
lamente con el aparato de los cables Jadërin (ver Imagen N. 1) ya que
el transporte de la regla era demasiado costoso, y la misión ya no
disponía de fondos suficientes. Además, las condiciones meteoroló-
gicas de estas regiones septentrionales son especialmente desfavo-
rables para la medición con la regla (viento violento que levanta
polvo que daña el equipo, cable de araña del ocular que se suelta por
la variación de la temperatura durante la noche, necesidad de un
personal numeroso para realizar la medición, costos en transporte
etc.) y las medidas ya había sufrido muchos retrasos. Una vez de
vuelta a París, Bourgeois decidió entonces que los oficiales franceses
no entrarían en territorio colombiano y que la base extrema del norte
ya no se mediría en Cerro de Pasto. El comandante justificó su deci-
sión por el hecho de que Colombia, era desde hacía tiempo, escenario
de gravísimos disturbios, que no ofrecían suficientes garantías de se-
guridad para los oficiales. De hecho, en 1899, una revuelta liberal
llevó a Colombia a una violenta guerra civil, la guerra de los mil días,
que terminó a principios de 1903.44 En ese momento, el territorio co-
lombiano estaba pacificado y los oficiales hubieran entonces podido
44 Sobre la guerra de los mil días: Carlos Jaramillo “La Guerra de los mil días (1899-1902). Sus
jefes, su estructura y sus componentes”, in Deler Jean-Paul y Saint-Geours Yves, Estados y
naciones en los Andes: Hacia una historia comparativa: Bolivia - Colombia - Ecuador - Perú,
Lima: Institut français d’études andines, 1986, vol. II, p. 581-606. Véase también el análisis
de Brenda Escobar, De los conflictos locales a la guerra civil. Tolima (Colombia) a finales del
siglo XX, doctorado de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich,
2011
214
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
entrar en Cerro de Pasto. De hecho, la pirámide del extremo norte
de la base de San Gabriel no se terminó hasta agosto-septiembre de
1903. Sin embargo, en 1903 la misión géodésica tenía problemas de
financiación más graves, así que esta posibilidad ni siquiera fue con-
siderada por Bourgeois.
Volvamos ahora al encargado de negocios de Quito, Frandin:
el mediador colombiano Louis Halberstadt le informó a Georges
Leygues, entonces el ministro de la Instruction publique, que Frandin
le había pedido, hacia septiembre de 1901, que se pusiera en contacto
con González Benito y le pidiera: “si está dispuesto a ir a construir un
pequeño observatorio en Pasto o en Ipiales. El mundo científico concede
gran importancia a este trabajo, y necesitamos el apoyo efectivo del gobierno
colombiano para hacerlo rápido y bien”.45 Notamos que, en su carta,
Frandin se presenta como corresponsable de la misión geodésica,
más que responsable,46 pero el hecho es que no informó a Bourgeois,
sin duda, quería asegurarse el apoyo colombiano a la misión francesa
antes de ponerse en contacto con Bourgeois. De hecho, si González
Benito construyera un observatorio, los oficiales podrían haberse
ahorrado el coste de instalarse en Pasto y Frandin habría podido salir
de las negociaciones, muy incómodas para él, con el presidente Plaza
para los créditos a los geodestas franceses. Hay que decir, además,
que Frandin probablemente pensó que el mérito habría recaído en
él: así, el encargado de negocios habría demostrado finalmente, en
París, que apoyaba activamente la misión geodésica.
La idea de Frandin de ponerse en contacto con González Be-
nito provino, probablemente, del hecho de que este astrónomo había
estudiado en Francia y había mantenido, desde su regreso a Colom-
bia, numerosos contactos con científicos franceses. González Benito
era amigo del astrónomo Camille Flammarion, fundador de la Société
Astronomique de France, a quien solía enviar observaciones sobre la
posición de las estrellas en el cielo sudamericano. Flammarion, por
su parte, animó al astrónomo colombiano a realizar estas observa-
ciones, dado que esta parte del cielo era poco conocida en París y
45 Frandin, carta transcrita por L. Halberstadt, septembre 1901, Archives Nationales, F 17/13062.
46 En su carta escribe « tenemos » (Frandin, carta transcrita por L. Halberstadt, septembre 1901,
Archives Nationales, F 17/13062).
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Martina Schiavon
que la altitud geográfica de Bogotá (2.600 m) se consideraba especial-
mente favorable para realizar allí observaciones astronómicas. Sin
duda animado por el astrónomo francés, González Benito creó un
“observatorio” en Bogotá que dedicó a Flammarion. Además, parece
haber también proyectado otro “observatorio” a 3.300 metros, en
Choachí, cerca de Bogotá, para dedicarlo, por consejo de Flammarion,
al astrónomo Hervé Faye.47 Tan pronto como González Benito fue
contactado por el encargado de negocios en Quito, el astrónomo or-
denó instrumentos a Europa y preparó un grupo de ingenieros que
irían con él a recibir la misión francesa en Cerro de Pasto.48
Mientras Bourgeois se resistía a entrar en territorio colom-
biano, González Benito le escribió directamente, sin pasar por el en-
cargado de negocios en Quito, y así le informó de las conversaciones
que Frandin mantenía con él desde hacía tiempo. En su intercambio
de correspondencia, González Benito tranquilizó al comandante
sobre los disturbios en Colombia y, sobre todo, le informó de que ya
había realizado importantes gastos para la compra de instrumen-
tos49. El ministro de la Instruction publique (Leygues), que transmitió
la información al ministro de los Affaires étrangères (Delcassé), le dijo
que era lamentable la intromisión de Frandin en la realización de las
operaciones geodésicas, sobre todo porque “Frandin pensaba que podía
pedir una ayuda que la misión no necesitaba”.50 En París, el Departa-
47 Hay que señalar que el término "observatorio" no significa una estructura de arquitectura y
personal muy complicada: por lo que muestran los archivos colombianos, se trataba más
bien de una casa (propiedad de González Benito), de unos cuantos ayudantes (en particular
un joven ingeniero en formación) y, sobre todo, de unos cuantos instrumentos (entre ellos
un ecuatorial para medir la posición de las estrellas). Esto explica la facilidad con la que el
"observatorio" pudo ser trasladado de Zipaquirá, un pueblo a unos 50 km de Bogotá, a la
capital en 1881, cuando el astrónomo colombiano fue nombrado director del Observatorio
Astronómico Nacional (sobre ese tema véase: Schiavon, Itinéraires…, Cit., 2014, p. 214-227;
C. Quintero Toro, “La astronomía en Colombia (1867-1949). Reflexiones sobre el problema
centro-periferia en la producción de conocimiento científico”, maestria de la Universidad de
Los Andes, Bogotá, 2001; Diana Obregon, Sociedades Científicas en Colombia. La invención
de una tradición, 1856-1936, Bogotá: Banco de la Republica, 1992; D. Sánchez, Biografia del
Dr. José Maria González Benito, presidente y fundador del Instituto de Colombia, Bogotá:
Imp. Eléctrica, 1906.
48 Véase: Schiavon, Itinéraires …, Cit., 2014, p. 214-227.
49 Sobre la cuestión de los instrumentos, véase: Schiavon, Itinéraires …, Cit., 2014, p. 220.
50 Schiavon, Itinéraires …, Cit., 2014 p. 217 (nota del ministro de l’Instruction publique,
31/01/1902, Archives nationales, F17/13062).
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y la medida del arco en Ecuador
mento de la Guerra se levantó unánimemente contra el encargado
de negocios, acusándolo de ser un elemento desfavorable al éxito de
la misión y, además, de sembrar la discordia entre los oficiales. El ge-
neral Bassot, en una carta dirigida a Delcassé, afirmó que su “depar-
tamento había asumido la tarea de una empresa científica considerable,
nombrando un personal de élite... que no podía ser sustituido. Hay interés
en que se ponga fin inmediatamente a esta situación”.51 En mayo de 1902,
Frandin fue llamado a Francia y Sainte-Marie, un diplomático que
siempre había apoyado a Bourgeois, le sustituyó temporalmente
como encargado en Quito.
La decisión de no ir a Colombia tuvo repercusiones en Europa:
en octubre de 1902, Delcassé fue informado de que el periódico co-
lombiano La Patria había publicado un artículo anunciando una in-
minente misión geodésica alemana en territorio colombiano. Esta
medida consistía en completar el trabajo geodésico que los franceses
habían dejado inconcluso en Sudamérica y, además, extender el arco
más al norte, cubriendo todo el territorio colombiano hasta el Mar
Caribe. El periódico también informó de que, según:
la opinión de Helmert, Stuberdorf, Darwin y otros notables ingenieros
astronómicos miembros de la Asociación Geodésica Internacional, un
arco de meridiano de esta extensión [desde el río Quiroz en Perú hasta
Cartagena de Indias en el Mar Caribe] es de la mayor importancia
desde el punto de vista de la forma del geoide, porque se carece de in-
formación exacta sobre el combo de la sección meridiana de las regio-
nes ecuatoriales.52
Delcassé pidió inmediatamente explicaciones a su embajador
en Berlín, el marqués de Noailles. Pero este último respondió nega-
tivamente: no sólo la Geographische Gesellschaft, en la que el periódico
colombiano decía basarse, no había publicado ninguna noticia de
este tipo, sino que los círculos alemanes interesados, la Geographische
Gesellschaft y el Geographisches Institut des Universität und Ministerium,
al ser preguntados sobre el asunto, habían respondido que ni si-
51 Bassot, 23/04/1902, Archives Nationales, F 17/13062.
52 Extracto de La Patria, anexo a una carta del ministro des Affaires étrangères, 20/10/1902,
Archives Nationales, F 17/13062.
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Martina Schiavon
quiera pensaban abordar tal empresa. Bourgeois también fue inte-
rrogado por Delcassé sobre la cuestión, como jefe técnico de la mi-
sión y delegado de la Asociación Internacional: en la última reunión
de la Asociación, aseguró, la propuesta de una medida de arco ale-
mán en Colombia nunca fue discutida.
El artículo de La patria se publicó en un contexto más com-
plejo de actores y prácticas que el aquí descrito, y en el que hay que
subrayar, como enunciado en la introducción, una conciencia por
parte del gobierno de la importancia de cartografiar el territorio na-
cional.53 El asunto que llevó al acortamento del arco de meridiano y
la publicación del articulo en La Patria, señala entonces que la cues-
tión de la medida geodésica en Suramerica implicaba repercusiones
mucho más allá del ámbito de la sola ciencia. En particular, este
asunto destaca las cuestiones de diplomacia que siempre están detrás
del discurso científico como del funcionamiento de una institucione
científica nacionale u internacionale.
A finales de 1902, tras la sustitución del encargado de nego-
cios en Quito, los ecos en Francia de una inminente misión alemana
en territorio colombiano y también para apaciguar las discusiones
tras las numerosas destrucciones de las señales geodésicas realizadas
por los nativos en represalia de Chujuj, Plaza liberó 6 200 sucres (15
500 francos) y planeó un nuevo crédito de 8 000 sucres (20 000 fran-
cos) a la misión francesa, lo cual es sorprendente porque las finanzas
del Estado ecuatoriano eran muy deficitarias.54 Es probable que Plaza
Gutiérrez temiera que Francia abandonara la empresa como lo hizo
en Colombia. El presidente era consciente de las ventajas que la red
geodésica aportaría a las obras públicas: y realmente, el silbido de la
locomotora en las laderas del Pichincha, cerca de Quito, en 4787 me-
tros de altura, se escuchó por primera vez el 25 de junio de 1908, ¡so-
lamente dos años después de que los oficiales franceses abandonaran
Ecuador!
La misión encontró mas dificultades que las reportadas en
este articulo, como el problema del estacionamiento en altitud y la
53 Por mas detalles sobre el contexto colombiano véase: Schiavon, Itinéraires…, Cit., 2014, p.
213-227.
54 Reporte de Sainte-Marie, 22/11/1902, AN F 17/13062 presentado en: Schiavon, ltinéraires ...,
Cit., p. 222.
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
instalación de los instrumentos de precisión que se reveló mas difícil
de lo previsto, y obligó a los oficiales a reducir en número las obser-
vaciones previstas inicialmente de geodesia (dinámica) y también
solicitadas por la Asociación geodésica y el mismo Poincaré. Ade-
más, los problemas crónicos de financiación llevaron a acortar la lon-
gitud del arco y a poner en riesgo el éxito de la misión. Finalmente,
en junio de 1905, el Parlamento francés asignó 45 000 francos y, gra-
cias a una intervención del Bureau des longitudes, el príncipe Roland
Napoléon Bonaparte (1858-1924) concedió los 100 000 francos res-
tantes para completar los trabajos. La misión concluyó en junio de
1906, con dos años de retraso en el calendario. Sin embargo, el éxito
de la misión en Ecuador proporcionará al Service géographique de l’ar-
mée una reputación duradera. Poincaré felicitó al comandante Bour-
geois, por su “tacto psicológico”, y a su equipo de oficiales quienes
obtuvieron un ascenso militar.
El comandante Bourgeois recibió el encargo de organizar un
curso de astronomía y geodesia posicional en el Service géographique
y sustituyó a Poincaré en el mismo curso en la Ecole Polytechnique.
Durante la Primera Guerra Mundial, cuando se convirtió en general
director del Service géographique, Bourgeois organizó unos equipos
esenciales para la conducción de la guerra en las trincheras, utili-
zando los métodos de medida geodésica experimentados durante la
misión en Ecuador.55 Bourgeois ingresó en el Bureau des longitudes en
1901 y en la Académie des sciences en 1917.
En cuanto a Georges Perrier, después de una importante ca-
rrera militar en el Service géographique, fue nombrado, en 1919, secre-
tario de la Unión Geodésica y Geofísica Internacional que sustituyó
a la Asociación Geodésica Internacional después de la Primera Guerra
mundial.56 Perrier entrará como miembro correspondiente en el Bu-
reau des longitudes en 1922, y a la Académie des sciences en 1926. Sin em-
bargo, el resultado esperado de la medida del arco en América del
Sur no se logró completamente: la presencia militar y astronómica
francesa y las relaciones comerciales sólo tuvieron un éxito parcial.
55 Martina Schiavon, ltinéraires ..., Cit. Capitulo 5.
56 Sobre la elección de Georges Perrier a la Unión Geodésica y Geofísica Internacional en 1919
véase : Schiavon, "lnternational geodesy in the post-war period...", 2020, Cit.
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Martina Schiavon
En cuanto a la “colonización cultural”,57 se logrará, en 1910,
incorporar a un astrónomo francés como director del observatorio
en Quito. El matemático Gastan Darboux (1842-1917), entonces se-
cretario permanente de la Académie des sciences, mientras que subra-
yaba que “en ningún otro lugar encontraremos ventajas científicas
equivalentes [como el control del cielo del sur]” y “la ventaja de establecer
la influencia francesa en un país extranjero”,58 pondrá sin embargo como
condición que el director tenga un control real y exclusivo sobre el
observatorio y su personal, y que pueda contratar personal científico
no ecuatoriano. He aquí uno de los resultados de esta misión.
Conclusión
En junio de 1906, la misión geodésica en Ecuador finalizó
dos años después de lo previsto sus trabajos geodésicos. En total, los
fondos gastados fueron 685.000 francos (lo que no incluye el sueldo
de los oficiales), de los cuales 83.250 francos fueron aportados por
Ecuador. La mayor parte de los gastos entonces fue a cargo del go-
bierno francés. Se trataba de una gran suma de dinero que no puede
justificarse sólo con argumentos científicos, ni tampoco con el solo
discurso de una colonización cultural de un país. Hacer de la medida
de un arco de meridiano de la Tierra una ideología puramente cien-
tífica u colonialista sería, por un lado, dar espacio sólo a las fuentes
oficiales europeas y, por otro, eliminar muchas otras lógicas que jus-
tifican la participación de tantos actores, sus motivaciones particu-
lares, la cuestión de la diplomacia, la obsesión por realizar medi-
ciones precisas, la adaptación de prácticas y técnicas o el ensayo de
instrumentos sobre el terreno, la experiencia de una vida comunita-
ria en regiones remotas y de una cultura diferente, y unas condicio-
nes de vida difíciles, en fin, todo un conjunto de situaciones, que
describe sobre todo, lo que era la “práctica científica” en aquella
época.
57 Véase, por ejemplo: Petitjean, P., Les sciences coloniales: figures et institutions, ORSTOM,
Paris, 1996; Pyenson, Civilizing Mission…, Cit., 1993; Pyenson, Lewis: “Les phares de la
science française’’, Cahiers de Science & Vie, abril, 50, 1999, p. 38-42.
58 Gaston Darboux, «Comité secrét du 23 juillet 1910», archivos de l'Académie des sciences.
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Los oficiales geodésicos del Service Géographique de l’Armée
y la medida del arco en Ecuador
Consideremos el proyecto editorial que siguió en Francia
luego de la medida del arco en Ecuador: en 1907, la Académie des
sciences de Paris financió 33 volúmenes, 23 de los cuales estarían de-
dicados a la sola geodesia y astronomía, y 10 a la historia natural.
Este programa respondía a la voluntad de describir todo lo relativo
a la misión, desde el dominio de la geografía física del territorio hasta
la mentalidad de las poblaciones. Esta obra fue confiada a los oficia-
les Bourgeois y Perrier, y también a Rivet. Pero después de unos
veinte años la redacción no se completó. Sin duda, hubo la interrup-
ción de la Primera Guerra mundial, pero el ingeniero geodésico Pie-
rre Tardi subraya también que Bourgeois y Perrier quisieron estudiar
“durante demasiado tiempo los detalles de las observaciones científicas re-
alizadas, sin sacar los resultados finales de la medición del arco, es decir, su
longitud, su amplitud y la tabla de las latitudes observadas”.59 Será el
mismo Pierre Tardi quien se encargó de cumplir esa tarea en 1955: la
longitud del arco total entre Tulcán en el norte y Payta en el sur fue
de unos 650 km, ¡un resultado en excelente concordancia con el ob-
tenido por Bouguer en el siglo XVIII!
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La Academia Nacional de Historia es
una institución intelectual y científica,
destinada a la investigación de Historia
en las diversas ramas del conocimiento
humano, por ello está al servicio de los
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ajena a banderías políticas, filiaciones
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entendiéndose por tales a quienes
acrediten estudios de historia y ciencias
humanas y sociales o que, poseyendo
otra formación profesional, laboren en
investigación
histórica
y hayan
realizado aportes al mejor conocimiento
de nuestro pasado.
Forma sugerida de citar este artículo: Schiavon, Martina, " Los
oficiales geodésicos del service géographique de l’armée y la
medida del arco en Ecuador (1901-1906)", Boletín de la Academia
Nacional de Historia, vol. XCIX, Nº.
206-A, junio
- diciembre
2021, Academia Nacional de Historia, Quito, 2021, pp.193-224