BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCIX Nº 206-B  
Julio–diciembre 2021  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
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BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCIX  
Nº 206-B  
Julio–diciembre 2021  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN Nº 2773-7381  
Portada  
Corrida de “toros de pueblo”, en Pintag, Ecuador, 2018.  
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diciembre 2021  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. XCIX – Nº. 206-B  
Julio–diciembre 2021  
GRUPOS ETNICOS EN LA COSTA ECUATORIANA:  
ARQUEOLOGÍA–ETNOHISTORIA  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Javier Véliz Alvarado1  
Introducción  
El continente americano registra presencia humana desde  
hace más de 20 mil años, poblando el cono sur desde hace trece mil.  
Durante este tiempo, numerosas culturas y civilizaciones florecieron  
en diversísimos parajes costeños, montañosos, insulares y demás.  
Fue hasta el siglo XVI que hubo en el Ecuador la llegada de los íberos  
al continente que denominaron eventualmente como “Tierras del  
Mar del Sur.” Las descripciones que dejaron escritas sobre las zonas  
que recorrieron son abundantes y de una diversidad de temas que  
hablan sobre la navegación, la flora y la fauna, la cosmogonía, la len-  
gua, los límites entre los grupos humanos y sus costumbres, en fin,  
aportes valiosísimos que sirven para complementar los datos recu-  
perados e interpretados por la arqueología.  
Estos datos que inicialmente tratan sobre la zona costera  
ecuatoriana, la hemos relacionado con dibujos de la Costa realizados  
en el siglo XVIII, los cuales concuerdan un siglo después perfecta-  
mente con las descripciones geográficas y los límites de los grupos  
humanos descritos, indicando que estos dibujos llamados Derroteros  
-
información de los navegantes sobre las zonas para proveerse de  
alimentos, agua y para pernoctar-, accidentes geográficos y zonas de  
peligro complementan la información de los cronistas y de la arqueo-  
logía del último periodo, llamado periodo de Integración.  
1
Miembro de la Sección de Historia y Arqueología de la Casa de la Cultura. Núcleo del Guayas.  
Miembro del Instituto de Historia Marítima y fluvial de la Armada del Ecuador. Miembro de  
la fraternidad Camilo Destruge, Guayaquil.  
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JavierVéliz Alvarado  
Algo que llama la atención es la denominación de todo el te-  
rritorio costero de los actuales países de Colombia, Ecuador y Perú,  
con el nombre último: Perú. Al leer la información y ubicar las po-  
blaciones en mapas del siglo XVI, este es un puerto y río que fue  
mencionado como provincia, la cual está ubicada en el actual terri-  
torio colombiano que, siguiendo la ruta hacia el sur de los aventure-  
ros europeos, nos damos cuenta que hay una diversidad de nombres  
que toman el nombre de los grupos humanos que iban conociendo  
a los que también se las indicaban como provincias. Estas provincias  
tenían uno o más personajes importantes que normaban dicho terri-  
torio, nombre que los íberos y viajeros de otras nacionalidades, los  
mencionaban como Cacique o Señor.  
Teniendo esta información de los grupos humanos mencio-  
nados, lo cuales tenían un territorio definido a través de los hallazgos  
arqueológicos, podemos relacionarlos con dichas descripciones y  
aplicar la denominación étnica para el último período en vez de usar  
solo la denominación arqueológica o indicar ambas menciones.  
La arqueología  
La ocupación humana en territorio ecuatoriano abarca más  
de seis mil años antes de Cristo, etapa que a todos estos seis milenios  
se los llama período prehispánico o prepizarriano para el caso de  
nuestra región, que a la vez ha sido dividido en períodos con sus cul-  
turas y cronología.  
El interés por este campo de la ocupación humana más anti-  
gua en nuestro país, tuvo el interés de dos ciudadanos ecuatorianos  
que van a sobresalir en el campo de la arqueología en el siglo pasado,  
el uno, Jacinto Jijón y Caamaño, con sus trabajos en la región andina  
y en ciertas áreas de la costa, y el otro, Emilio Estrada, quien definió  
a las culturas y aprovechando nuevas tecnologías dejo establecida  
su periodización y cronología -basados en fechamientos de radiocar-  
bono, realizados por primera vez en el Ecuador a partir de la década  
de los 50 del siglo pasado- para la costa ecuatoriana, esquema que  
se generalizó y fue asumido para todo el país por los investigado-  
res.  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
La evidencia de ocupación humana más antigua corresponde  
a la cultura Las Vegas, del período Precerámico (6600 a. C. - 4200 a.  
C.), sitio ubicado en el cantón de Santa Elena en la provincia del  
mismo nombre, que fue indicado por Emilio Estrada en el año de  
1
961 -antes que Edward Lanning, quien lo hizo en el año 1964- junto  
a otros sitios precerámicos en la zona que corresponde al sector de  
la población de Posorja. Algo semejante al sitio cerámico, ahora lla-  
mado Real Alto, que fue descubierto por Emilio Estrada en el año  
1
961 (Mapa 1).  
Las culturas Valdivia, Machalilla y Chorrera, esta última tam-  
bién mencionada como Engoroy en la provincia de Santa Elena, en  
Manabí como Véliz y Tabuchila, y en la provincia de Esmeraldas se  
la denomina como Tachina, son culturas que forman la secuencia cul-  
tural del llamado período Formativo (4400 a. C.–500 a. C.), en su  
etapa tardía.  
Para el período Desarrollo Regional (500 a. C.–500 d. C.), te-  
nemos de norte a sur las siguientes culturas: La Tolita, Jama Coaque  
I, Bahía I y II, Guangala, Daule Tejar y Jambelí, las cuales ocuparon  
en unos casos áreas definidas las que tenían zonas geográficas como  
esteros, áreas costeras, cordillera Costanera, pequeños y grandes va-  
lles fértiles, zonas semi áridas y áreas bajas e inundables.  
Las culturas que forman el último período, llamado de Inte-  
2
gración (500 d.C.–1800), en el litoral ecuatoriano son: Atacames,  
Jama Coaque II, Manteño, Guancavilca, Milagro y Quevedo; culturas  
que van a tener contacto con los íberos que llegan por nuestra costa  
a partir del año de 1526. Los territorios más extendidos fueron los  
Milagro y los Quevedo quienes ocuparon la mayor extensión de te-  
rritorio junto a los Manteño y Guancavilca.  
2
El autor hace uso de 1800 como fecha final del Periodo de Integración, porque considera que  
en documentos de bautizo de la iglesia Santa Catalina de Colonche, en la población de Colon-  
che, se registró a los nacidos en dicha zona como indios “Guancabelica’’ para el año 1762, es  
decir, después de dos cientos treinta años se usaba esta denominación aborigen para indicar  
a este grupo humano. El uso de la palabra Guancavelica o Guancavilca, con G, seguía usándose  
en el siglo XVIII, con algunas vocales y letras de más. Así mismo esta fecha se ubica para la  
cultura Milagro, el dibujo de una balsa Chona dibujada por Alexander von Himboldt publi-  
cada ca. 1782, nos motiva a plantear y a usar la fecha de 1800, para todo el periodo de Integra-  
ción.  
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JavierVéliz Alvarado  
Diferenciamos a las culturas arqueológicas Manteño y Que-  
vedo, de las Guancavilca y Milagro, por ser estas más antiguas. Es a  
estas culturas arqueológicas del último período a las que, en el pre-  
sente trabajo, vamos a ubicar su denominación étnica, relacionando  
las fronteras arqueológicas con las informaciones dejadas por los via-  
jeros, cronistas, clérigos y delegados de la Corona en el siglo XVI.  
Cuadro 1.- Las culturas y cronología de las culturas aborígenes del litoral ecua-  
toriano antes de la llegada de los íberos a nuestras tierras.  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
Mapa 1.- Sitios precerámicos y cerámicos ubicados por Estrada en 1961  
Mapa 2. Provincias en Tierra Firme, Comogre,  
Acla, Coyba y Birú; John Ogilby, 1671  
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JavierVéliz Alvarado  
Datos de cronistas del siglo XVI  
El documento más antiguo que menciona nuestra zona cos-  
tera corresponde a la llamada Relación de Sámano, la cual empieza  
su relato en 1525 y la información sobre lo que vieron en el actual  
Ecuador, correspondiendo al año 1526.  
Miguel de Estete, en el siglo XVI, menciona una de las pro-  
vincias que baña el mar del Sur y que los españoles generalizaron  
como del Perú, siendo esta descripción de poblados hacia el sur, la  
cual indica: “ (...) donde estuvieron y fueron capitanes del dicho Pedrarias  
de Ávila, y le ayudaron a descubrir y conquistar la tierra desde el pueblo de  
Santa María de la Antigua del Darién hasta los pueblos de Ada y el Nombre  
3
de Dios, y de allí fueron en el descubrimiento de la Mar del Sur”. Este cro-  
nista lo indica como un pueblo, pero Raúl Porras Barrenechea, en su  
trabajo “El Nombre Perú”, cita a Pascual de Andagoya donde mani-  
fiesta lo siguiente:  
La primera provincia desde Acla hacia el ueste es Comogre (mapa 2),  
donde comienza la tierra rasa y de sabanas: desde allí adelante era bien  
poblada, aunque los señores eran pequeños: estaban de dos a dos le-  
guas y de legua a legua uno de otro. En esta tierra está una provincia  
que se llama Peruqueta, de una mar a otra y la isla de Las Perlas y golfo  
de San Miguel, y otra provincia que llamamos las Behetrías por no  
haber en ella ningún señor, se llama Cueva; es toda una gente y de una  
lengua, vestidos a la manera de los de Acla. Desde esta provincia de  
Peruqueta, hasta Adechame, que son cerca de cuarenta leguas todavía  
4
al ueste, se llama la provincia de Coyba.  
5
Según lo que indica Porras Barrenechea, las provincias que  
tenemos en Tierra Firme, (Panamá y Colombia) eran Acla, Comogre,  
Peruqueta, Behetría y Coiba, que en el mapa 2, están indicadas al-  
gunas y en relación al nombre que nos ocupa, este está indicado  
3
Miguel de Estete, “El Descubrimiento y la conquista del Perú”. Boletín de la Sociedad Ecuatoriana  
de Estudios Históricos Americanos. Tomo I. N.1 al N. 3. Publicación del Banco Central del Ecua-  
dor, 1986, p.312  
4
5
Cfr. Pascual de Andagoya en: Raúl Porras Barrenechea, “Pequeña Antología de Lima. El nom-  
bre del Perú”. Libro 12. Segunda edición - Editorial Orbis Ventures S. A. C. Lima, 1995, p.308  
Raúl Porras Barrenechea, “Pequeña Antología…op. cit.  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
como Birú, bajo el río de Congos, como un área, sin embargo, en  
otros mapas, aparece como río Perú (mapa 2) y en otros lo señalan  
como Puerto de Perú. Con las descripciones escritas y los mapas que  
presentamos, podemos resumir la ubicación de las primeras provin-  
cias reportadas en los recorridos que hicieron los exploradores espa-  
ñoles por el mar Caribe y las tierras del Mar del Sur a inicios del siglo  
XVI y que posteriormente siguieron hacia el sur y que resumimos  
en el siguiente cuadro 1:  
Mapa 3.- Provincias en Tierra Firme, Comogre, Acla, Coyba y Birú; John Ogilby,  
1671. Arriba: Ampliación de fragmento punteado en rojo, denotando río Birú.  
Pero continuando hacia el sur de la provincia del Perú, tenemos a  
la provincia de los Barbacoas y hacia el interior se mencionan a los  
Timbas y hacia el sur los Pastos, los cuales están fuera de la región  
costera, poblaciones ubicadas en los Andes del sur de Colombia.  
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JavierVéliz Alvarado  
6
Los grupos étnicos en la Costa del Ecuador  
Antes del año 1525, algunos españoles ya tenían noticias  
acerca de las tierras que existían hacia el sur de Panamá. Adam Szás-  
zdi y Dora León nos indican sobre la provincia de Esmeraldas lo si-  
guiente:  
Pero cuando el Piloto Bartolomé Ruiz recaló en la bahía de San Mateo,  
a mediados de 1526, salieron algunos yndios a él, que venían adorna-  
dos de oro, y tres principales, puestas unas diademas ... y violes andar  
adornados de oro ... allí no había diferencia de la manera de los indios  
más de como los de Panamá.7  
Descripciones como éstas y el análisis que hacemos están re-  
lacionadas con aquellas informaciones de primera mano de quienes  
observaron de manera directa diversos acontecimientos. Estos datos  
que trascribimos de lo que informaban cada uno de ellos, es decir,  
mencionaron datos geográficos –ríos, golfos, islas–, describieron al  
hombre y ciertas costumbres y mencionaron muchas poblaciones con  
sus nombres autóctonos que pueden resultar extraños en tiempos  
actuales: el antiguo poblado de Jocay como la actual ciudad de  
Manta, o el pueblo aborigen de Colonchillo, que es la actual ciudad  
La Libertad.  
6
Este nombre, Berú, se lo menciona como Perú, Pirú, Birú o Berú, en algunos documentos de  
la Época.  
7
A Sazaszdi, Dora León Borja, “Atavío, Joyas y Adornos de los pueblos Balseros: Estudio Etno-  
histórico”. Seminario de Historia de América. Universidad de Valladolid. 1980, p. 9  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
En relación a la zona costera ecuatoriana, la información de  
la que disponemos indica que estos grupos a los cuales se los men-  
cionó con sus respectivos nombres fueron diversos, según lo que re-  
latan los documentos dejados desde el siglo XVI, los cuales dan  
límites que, al ser comparada con la evidencia cultural arqueológica,  
coinciden así, los Campace están en la provincia de Esmeraldas; los  
Portete, conocidos como Pedernales en el lenguaje popular, se en-  
cuentran al sur de la provincia citada y en el extremo norte de Ma-  
nabí y su material arqueológico posee ligeras diferencias con el de  
los Neguas.  
Los Neguas o Niguas ocuparon el norte de Manabí. Al ex-  
tremo norte, en la actual Pedernales, cohabitaron con los Portete  
hasta la desembocadura del río Chone; los Pache ocuparon desde la  
zona central hasta Salango al sur de Manabí; y, los Guancavilcas en  
las provincias de Guayas, Santa Elena y hacia el sur en las costas de  
la provincia de El Oro, junto con los Chonos, grupo que ocupó la  
cuenca del río Guayas, río llamado de Guayaquil hasta fines del siglo  
XIX.  
Todos estos grupos étnicos, fueron mencionados durante el  
siglo XVI y parte del XVII por los primeros exploradores. Los histo-  
riógrafos Adam Szászdi y Dora León Borja (1978), presentaron un  
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JavierVéliz Alvarado  
trabajo sobre los pueblos balseros, donde mencionan los grupos hu-  
manos que los integraban y presentaron cróquis en el que interpretan  
y ubican-para el caso de la costa del Ecuador y norte del Perú-,  
donde estaban ubicados estos grupos humanos, de acuerdo a los do-  
cumentos de dicho siglo; sin embargo, hemos partido nosotros desde  
el punto de vista arqueológico para replantear la ubicación geográ-  
fica de estos grupos étnicos, teniendo como base la evidencia de cul-  
tura material, para luego traslapar la información dejada en el siglo  
XVI empleada por estos eminentes investigadores con la nuestra, de-  
finiendo así un cuadro geográfico acorde a las investigaciones e in-  
formación actual sobre las áreas ocupadas por nuestros antiguos  
pobladores.  
Actualmente, las manifestaciones o evidencias de cultura ma-  
8
terial Guancavilca las encontramos hacia el norte de la cuenca del  
Guayas siguiendo la ribera oeste del río Daule hasta la zona de la  
población de Balzar y los Chonos, en la cuenca del Guayas, que com-  
prende a las provincias de Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos,  
la zona oeste de la provincia de Bolívar, la provincia del Guayas y la  
parte costera de El Oro con pocas evidencias en la cordillera Costa-  
nera en el tramo de Colonche, material que pudo ser por intercambio  
comercial entre ambos grupos.  
En el cuadro 2 indicamos los nombres de las culturas arqueo-  
lógicas, el nombre étnico y su ubicación geográfica en la costa del  
Ecuador y norte del Perú. Los informes son considerables y han dado  
una visión más completa de la vida de esa época por lo que es una  
equivocación llamarla cultura “Manteño-Guancavilca”, considerán-  
dolas como una sola unidad cuando las descripciones dejadas por  
cronistas y el material arqueológico encontrado marcan diferencias,  
semejante a lo que ocurre con la cultura “Milagro-Quevedo.”  
La información arqueológica para las culturas Atacames y  
Jama Coaque II es básica y está relacionada solo a la faja costera. Mu-  
8
Generalmente al estudiar la cerámica de los Paches o Manteño con la Guancavilca, los arqueó-  
logos asumen que toda la cerámica de color negro en Manteño y ésta a la vez es confundidad  
con la cerámica Coaque y no es así, ya que en la cuenca media del río Guayas, tenemos una  
cerámica Guancavilca del mismo color y no es de filiación cultural Manteño, como lo mani-  
fiestan algunos investigadores. La diferencia entre los objetos cerámicos están dados por el  
acabado de superficie de los materiales cerámicos.  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
chas veces confundimos el material de la cultura La Tolita con el de  
la cultura Atacames, uniéndolas como un todo y en un solo periodo.  
Poco se ha hecho para incrementar los datos, cuando sabemos que  
su área de ocupación llega hasta las estribaciones de la cordillera Oc-  
cidental de los Andes, puesto que hemos observado en la zona de  
Santo Domingo de los Colorados material cultural de las culturas  
Bahía y Jama Coaque II. Esto marca una diferencia con las investi-  
gaciones donde la mayor cantidad de datos que tenemos trata sobre  
las culturas Manteño y Guancavilca.  
El hombre  
Algunos datos describen sobre el hombre de cada provincia  
de la zona costera, Cieza de León describe:  
Los Carangues y sus comarcanos es otro linaje de gente [distintos a los  
de Puerto Viejo] y no son labrados. Y eran de menos saber que sus ve-  
9
cinos, porque eran behetrías (...) en nasciendo la criatura, le abajaban  
la cabeza, y después la ponían entre dos tablas, liada de tal manera que,  
cuando era de cuatro o cinco años le quedaba ancha o larga y sin colo-  
drillo.1  
0
Pedro Pizarro [1571] en relación a los Señores o Caciques nos  
indica:  
Los Principales e indios de caudal traen unos cintos tejidos de ch-  
aquira de oro y plata, de ancho de cuatro dedos y más, ceñidos a raíz  
de las carnes, junto a las caderas que les ciñe todo el cuerpo. Traen la  
vestidura encima, que los tapa. Las mujeres traen lo mismo algunas; y  
las mujeres junto ansi mismo en las muñecas y en las piernas arriba del  
tobillo.11  
Cieza dice, en relación a los Guancavilcas: “Son de medianos  
cuerpos, morenos, andan vestidos con ropas de algodón ellos y sus mujeres,  
9
1
1
Desordenados.  
0 A Sazaszdi, Dora León Borja, “Atavío, Joyas…op. cit., p.11  
1 Pedro Pizarro, “Relación del descubrimiento y conquista de los Reinos del Perú. “Pontificia  
Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial. Academia Nacional de Historia. Lima. 1986,  
pp.18-19  
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JavierVéliz Alvarado  
y traen grandes vueltas de chaquira en  
algunas partes del cuerpo, y pónense  
otras piezas de oro para mostrarse gala-  
nos”.1  
2
A la derecha podemos ver  
una estatua antropomorfa que repre-  
senta a una mujer engalanada con  
su tocado y con las mentadas cha-  
quiras en las muñecas y cintura, así  
como tatuajes en los hombros y bra-  
zos. También se observan aretes, na-  
riguera y un adorno bajo el labio  
inferior. Pertenece a la cultura Jama  
Coaque II.  
El contador Agustín de Zárate [1555] indica: “La gente que ha-  
bita debajo de la línea y en las faldas della tienen los gestos ajudiados [nariz  
aguileña], hablan de papo, andaban tresquilados y sin vestidos, más que  
13  
unos refajos con que cubrían sus verguenzas...”.  
En relación a los de la zona norte de Manabí transcribe sobre  
estos grupos lo que recoge de su padre lo que vió en 1560:  
andaban desnudos, además de traer labrados los labios por defuera y  
de dentro. Traían las caras envijadas a cuarteles de diversos colores, un  
cuarto de amarillo, otro de azul, otro de colorado y otro de negro, va-  
riando cada uno los colores como más gusto le daban. Jamás peinaron  
sus cabezas. Traían los cabellos largos y crespos, llenos de paja y polvo  
y de cuanto sobre ellos caían.14  
Es de anotar que Garcilaso de la Vega, considerándose des-  
cendiente de los Incas, tenía una marcada predilección por ellos,  
viendo todo lo ajeno al Tahuantinsuyo dentro de la América prehis-  
pánica como carente de cultura.  
1
1
1
2 Pedro Cieza de León, La crónica del Perú, Edición de Manuel Ballesteros. Crónicas de América  
4. Historia 16. Madrid. 1985, p.240  
3 Zárate, “Historia del descubrimiento y conquista del Perú” Pontificia Universidad Católica  
del Perú. Fondo Editorial. 1995, p.33  
4 Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales, Quinta Edición. Editorial Porrúa, México, 2006, p.33  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
En relación a la zona central y sur de Manabí, Cieza [1550]  
indica lo siguiente: Ya esta la cita de Zarate “grandeza y muy rica, la  
cual tuvieron y poseyeron sus antecesores por muy venerada y estimada.”15  
El mismo cronista indica:  
En esta costa y tierra hay dos maneras de gente. Porque desde el cabo  
de Pasaos y Río de Santiago hasta el pueblo de Zalango, son los hom-  
bres labrados en el rostro. Y comienza la labor desde el nacimiento de  
la oreja y superior del y deciende hasta la barba, del ancho que cada  
uno quiere. Porque unos se labran la mayor parte del rostro y otros  
menos, casi y de la manera que se labran los moros. Las mujeres de  
estos indios por el consiguiente andan labradas y vestidas ellas y sus  
16  
maridos de mantas y camisetas de algodón y algunas de lana.  
Información que nos está indicando la manera de vestirse y  
ornamentar su cuerpo tanto de varones como de mujeres.  
En relación a la cuenca del Guayas, Szászdi y León Borja nos  
indica lo siguiente:  
Tenemos el testimonio de Martín de Carranza en cuanto  
a los antepasados de los chonos de 1568-1569 que dice  
«
... el segundo día de Pascua de Navidad ... dimos en  
una provincia poblada de buena gente, vestida, y que  
todos andan adornados de joyas de oro en las narices y  
en las orejas y labios de abajo».  
17  
En términos de la ciudad de Guayaquil:  
Los indios, con sus mujeres, andan vestidos con sus ca-  
misetas y algunos maures para cubrir sus verguenzas  
.
.. el vestido que las mujeres usan es ponerse una manta  
de la cintura abajo y otra que les cubre hasta los hom-  
bros y traen los cabellos largos.  
18  
15 Pedro Cieza de León, La crónica…op. cit.,  
16 Pedro Cieza de León, La crónica…op. cit., p.217  
17 A Sazaszdi, Dora León Borja, “Atavío, Joyas…op. cit., p.6  
18 Pedro Cieza de León, La crónica…op. cit., p.244  
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31  
JavierVéliz Alvarado  
En relación a las actividades agrícolas se indica que:  
Para labrar los campos son muy trabajadores y llevan grandes cargas;  
los campos labran hermosamente y con mucho concierto, y tienen en  
el regarlos grande orden; críanse en ellos muchos géneros de frutas y  
raíces gustosas.19  
Estatuilla antropomorfa. Cultura Atacames  
La provincia Campace  
Toda la zona norte de la provincia de Esmeraldas en el límite  
con nuestro vecino país, Colombia, tenemos una zona de estuarios  
muy importante donde perdura la actividad económica más antigua:  
la recolección de crustáceos y moluscos. Pero también tenemos hacia  
el interior zonas bajas –teníamos antiguos campos de caballones que  
se perdieron en los últimos 30 años por el desarrollo actual de las  
poblaciones– que son propicias para el desarrollo de la agricultura.  
Hacia el sur tenemos la culminación de la cordillera Costanera en las  
19 Pedro Cieza de León, La crónica…op. cit., p.254  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
montañas de Mache y Chindul, que generan ambientes de montaña.  
La zona fluvial de esta provincia está marcada por los ríos que vie-  
nen de la región Andina, cuyas aguas van al océano Pacífico. Actual-  
mente en esta provincia tenemos grupos humanos como los  
Cayapas, Awa y afro ecuatorianos.  
Arqueológicamente, para esta zona el referente cultural es la  
famosa isla de La Tolita, y a partir de ello, para el periodo llamado  
Desarrollo Regional, se toma ese nombre para referirse a todo ese  
material cultural de la provincia. La diferencia entre la cultura La To-  
lita y Atacames se ve reflejada en las representaciones de las estatui-  
llas antropomorfas y de la decoración empleada en los objetos  
cerámicos en cuando a la calidad de los artefactos, generalmente el  
material que presenta mayor desgaste superficial corresponde a la  
cultura del desarrollo regional llamado La Tolita. Para el material de  
la cultura Atacames, muchos objetos presentan un mayor acabado  
de superficie debido a la poca erosión que presenta, en cambio, las  
estatuillas mantienen diseños decorativos como el vestido y adornos  
faciales y corporales semejantes a los de todas las culturas del Pe-  
riodo de Integración.  
El mencionar a la cultura La Tolita (periodo Desarrollo Re-  
gional 500 a. C.–500 d. C.) no implica que debamos aceptar que todo  
el material cultural que sale de este sector o área, sea de la cultura  
con el nombre mencionado de la isla, dado que eso es una generali-  
dad al observar material erosionado y de color gris claro asociado a  
esa cultura; a veces el material bien podría ser, de la cultura arqueo-  
lógica Atacames, coetánea de los Chonos para el periodo de Integra-  
ción, y siendo su material cultural poco conocido.  
Schávelzon, recoge los trabajos de Max Uhle e indica que “El  
sitio de habitación más grande de la Isla se encuentra en la parte sur, sobre  
el río y prácticamente rodeado por dos brazos de agua. El plano nos muestra  
unos 30 montículos bajos, de dimensiones considerables, ubicados en forma  
20  
poco ordenada”.  
Todas estas culturas que mencionaremos más adelante, fue-  
ron las que describieron por primera vez los viajeros europeos, en  
2
0 Daniel Schávelzon, “Arqueología y Arquitectura del Ecuador Prehispánico”. Universidad  
Nacional autónoma de México. 1981, p.49  
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JavierVéliz Alvarado  
sus llamadas Crónicas, las cuales fueron dadas a conocer en sus re-  
corridos de norte a sur.  
Dibujo 1.- Montículos en la isla de La Tolita  
Los montículos que presenta Shavelzon (Dibujo 1), nos  
obliga a plantear si estos montículos que formaban poblados, tam-  
bién mencionados por los primeros exploradores, fueron construi-  
dos por los habitantes de la cultura La Tolita o si fueron hechos por  
los pobladores de la cultura Atacames o si fue una secuencia ocupa-  
cional. Considero que para la última cultura debió haberse dado un  
mayor auge en estas construcciones de montículos, en periodos de  
tiempo muy extensos, esto lo planteamos en base a lo descrito por el  
autor mencionado, quien indica que “Casi toda la isla está cubierta, in-  
cluso por debajo de los montículos, por una gigantesca capa de tiestos de  
cerámica en una profundidad pareja de casi 1 metro, demostrando que el  
21  
tiempo de habitación debió ser largo y con una muy densa población”.  
Miguel Cabello de Balboa relata muchos aspectos de la actual  
provincia de Esmeraldas, descripciones todas del siglo XVI, de ella  
escribió: “Fue en esta provincia, la primera tierra que se descubrió debajo  
21 Ibíd., p.40  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
22  
de nombre de Pirú, en el año de mil y quinientos veinte e cinco”, escrito  
muy claro que indica que, hacia el sur de la provincia del Perú, es-  
taba la provincia de los Campaces, que corresponde a la actual pro-  
vincia de Esmeraldas, así mismo indicamos que el viaje de ellos por  
nuestras costas fué en el año 1526.  
El mismo autor detalla y describe el clima de esta provincia  
e indica que:  
hay dos extremos, uno sumamente húmedo y acuoso, en tanto grado,  
que apenas deja de llover y otro tan extremadamente seco, que jamás  
llueve, pues, de estos dos extremos, tiene la Provincia de las Esmeral-  
23  
das, uno moderado, medio, en manera o que no está tan atormentado  
de humedades e pluvias, como de punta de manglares para abajo, ni  
24  
tan seca y tostada, como de Tumbes arriba,  
lo que evidencia de manera categórica la zona norte del  
Ecuador y sur de Colombia.  
Las descripciones de todos los poblados y nombre geográfi-  
cos, son mencionados siguiendo la ruta de norte a sur. El dibujo 3,  
presenta el inicio de la provincia de los Campaces, la actual provincia  
de Esmeraldas –esquina inferior derecha–, los cuales ocuparon toda  
la zona de esta provincia, y donde tenemos otros accidentes geográ-  
ficos importantes que fueron bautizados por los españoles en esta  
provincia, como la bahía de San Mateo, Atacames, el Puerto y la  
Punta Galera, que arqueológicamente es denominada toda esta zona  
–llamada provincia Portete– hasta llegar a la altura del río Portete,  
donde tenemos evidencias de la cultura del mismo nombre, para el  
periodo de Integración y que como indicamos anteriormente es coe-  
tánea de la cultura Quevedo o Chono, que ocupó la cuenca del Gua-  
yas, ambas culturas tuvieron contacto con los primeros exploradores  
españoles.  
2
2
2 Miguel Cabello de Balboa, Obras, Vol. I. Editorial Ecuatoriana. Quito. 1945, p.5  
3 El nombre de la zona de la provincia de Esmeraldas se encuentra en el dibujo 2, en la esquina  
inferior derecha. Aquí habitaron los Campaces que arqueológicamente corresponden a la  
cultura Atacames del periodo de Integración (500 D. C. – 1762).  
24 Miguel Cabello de Balboa, Obras…op. cit., p.6  
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JavierVéliz Alvarado  
En cuanto a sus límites este fraile indica que:  
se contiene desde el cabo Pasao, menos de un grado de latitud a el Polo  
Antártico y setenta y seis de longitud, al poniente de las Canarias, hasta  
la bahía del Puerto de la Buenaventura, cinco grados y algo más al  
norte, según se muestra por los títulos que desta Gobernación tienen  
25  
Andrés Contero, vecino de la ciudad de Santiago de Guayaquil.  
De allí que, teniendo este límite arqueológicamente inmenso,  
a este complejo cultural se lo llama Tolita–Tumaco para el llamado  
periodo del Desarrollo Regional, y no para el último periodo, que,  
como hemos indicado, corresponde a la cultura Atacames.  
Adam Szászdi, al analizar fuentes escritas sobre la costa  
norte del Ecuador indica que: “Tanto la Relación Sámano como la Ge-  
neral Historia dejan de diferenciar entre la costa de Esmeraldas y el sector  
2
6
comprendido entre Cabo de San Lorenzo y la Punta de Santa Elena”.  
Sobre el sitio Punta Galera, que es donde se registró el encuentro con  
la nave balsa, podemos tomar a este autor quien cita a Xerex e indica  
que en ese viaje: “Llegó hasta el pueblo de Cancebí, que es en aquella costa.  
Y antes deste pueblo habían visto otras poblaciones muy ricas de oro y plata,  
27  
y a la gente de más razón que toda la que antes habían visto de indios”,  
pero sobre este pueblo de Cancebí el mismo autor indica citando a  
Oviedo, que: “volviendo, entró en el paraje de aquel pueblo grande, que  
decía que tenía una legua de población, e le puso nombre de Cabo de la Ga-  
lera”.2  
8
Continúa su apreciación e indica: “Antes había hablado del pue-  
2
9
blo grande, de 500 bohíos. Pero el último pasaje se trata claramente de  
30  
Cancebí”, descripción toda relacionada con la zona costera de la pro-  
vincia de Esmeraldas y es el poblado de Cancebí, ubicado al sur de  
esta provincia el que más llamó la atención, aclarando que este pue-  
blo es solo eso: un pueblo aborígen, y no una provincia como erró-  
25 Ibíd  
2
6 Adam Szaszdi, “En Torno a la Balsa de Salango (ECUADOR) que capturó Bartolomé Ruiz”.  
Cuadernos Prehispánicos. Escuela de Estudios Hispano – Americanos. Sevilla. 1978, p.72  
7 Cfr. Xerex. En: Adam Szaszdi, “En Torno a la Balsa…op. cit., p.72  
8 Cfr. Oviedo. En: Adam Szaszdi, “En Torno a la Balsa…op. cit., p.72  
9 Cabaña de América, hecha de madera y ramas, cañas o pajas.  
0 Adam Szaszdi, “En Torno a la Balsa…op. cit., p.72  
2
2
2
3
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
Dibujo 3. Derrotero del siglo XVII, de la costa de la provinvia de Esmeraldas  
neamente se indica en ciertos trabajos, incorporando a este poblado  
como parte del área de influencia de un supuesto “señorío de Can-  
cebí” en la zona sur de Manabí, o, quererlo definir como un sitio  
Manteño. Dado que en la zona de Cancebí se encuentra material ar-  
queológico Atacames y otro conocido como Pedernales, mal puede  
ser considerado como un pueblo pache o manteño.  
Las provincias de Portete y la de neguas o niguas  
Cabello de Balboa, sobre el límite actual entre las provincias  
de Esmeraldas y Manabí, dice que: “Y después que los negros entraron  
en aquella Provincia de Portete y Tacámez, que comenzaron a usar fra-  
3
1
gua”, pues menciona que después de los Campaces tenemos una  
provincia, que en términos arqueológicos pasa desapercibida. El di-  
bujo 4, detalla la zona sur de la provincia de Esmeraldas y norte de  
Manabí, desde este lugar hasta la población de Pedernales, tienen su  
frontera austral los habitantes de la provincia de Portete. En términos  
31 Miguel Cabello de Balboa, Obras…op. cit., p.15  
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de evidencia cerámica, este es llamado  
Pedernales y tiene una ligera diferencia  
del material cultural conocido como Jama  
Coaque II, tanto en concepción artística,  
como en la decoración de los objetos y la  
calidad de la materia prima empleada.  
Ansi como son varias las gentes y  
naciones inclusas en el ambitrio destas pro-  
vincias, ansi son varios y diferentes sus len-  
32  
guajes, tratos, costumbres y ceremonias se  
refiere Cabello de Balboa, a las naciones  
o provincias que va detallando sobre la  
costa ecuatoriana, información que rati-  
fica que, en toda la costa del Continente  
sudamericano, habitaban varias “nacio-  
nes” y “provincias”, que podemos decir  
que pertenecen a un mismo grupo cultu-  
ral arqueológico o a otra parcialidad.  
Según los primeros documentos  
dejados, podemos expresar que toda esta  
información confirma lo reportado a tra-  
vés de la fuente arqueológica. Conti-  
nuando la descripción de los pobladores  
Estatuilla antropomorfa,  
cultura Jama Coaque II  
que habitaban al sur de los Campaces, llamados arqueo- lógicamente  
cultura Atacames, tenemos a otro grupo humano, de otra provincia,  
según lo relata Balboa.  
En el recorrido hacia el sur, después de la provincia de Por-  
tete, tenemos a los Niguas, los cuales en la literatura arqueológica  
de la zona litoral, son denominados Jama Coaque II. Los artesanos  
ceramistas especializados representaron al hombre de manera deta-  
llada tanto en sus vestuarios, en sus ornamentos corporales y en sus  
actividades cotidianas. Los poblados, a lo largo de la zona costera,  
fueron mencionados por algunos cronistas ratificando la veracidad  
de estos datos con los hallazgos arqueológicos. Los Niguas ocuparon  
el territorio comprendido entre la población de Cojimíes, al norte,  
32 Ibíd., p.14  
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Grupos etnicos en la Costa ecuatoriana:  
Arqueología–Etnohistoria  
La provincia de Portete y la de Neguas o Niguas  
hasta la de San Vicente, frente a la ciudad de Bahía de Caráquez, al  
sur de la provincia de Manabí. Hacia el este, su límite llegó a la  
cuenca del Guayas.  
Cabello de Balboa relata sobre este grupo étnico cuando nos  
dejó estos datos:  
desde luego, comencé a preguntar con mucho recato, que gentes había  
en aquellos contornos con quien ellos tuviesen guerra; pude colegir de  
algunas respuestas, no tener ellos guerra con nadie, y que los molesta-  
dos eran los de más abajo, que habitan en la Provincia que llaman Ni-  
guas, …3  
3
El mismo autor destaca de su recorrido por esta zona que:  
Más abajo, cercano a lo llano, hay otra provincia que, aunque es verdad,  
que también son llamados Yumbos, no lo son en efecto, porque su len-  
gua y costumbres y su traje son diferentes: llámanse estos Niguas, de  
quien otras veces se ha hecho mención, están alguna parte de estos Ni-  
guas en su libertad, que no sirven ni dan tributo a nadie, y otros lo dan  
y pagan muy bien, y acuden a servir a sus encomenderos cuando se  
les manda.34  
3
3
3 Ibíd., p.56  
4 Ibíd., p.63  
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Este grupo étnico es el que ocupó la zona norte de la provin-  
cia de Manabí y desde el campo de la Arqueología, hemos visto ma-  
terial de la cultura Jama Coaque II, desde la zona costera hasta la  
actual provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, en el interior de  
la zona litoral.  
La Condamine, en su recorrido desde la zona costera hacia la  
región Andina, realizado en 1736, mencionó un pueblo con este nom-  
bre y dice: “Encontré a media subida, después de cuatro días de marcha, un  
pueblo indio llamado Niguas, donde me detuve. Entré en él por una estrecha  
3
5
quebrada cavada por las aguas hasta una profundidad de 18 pies; …”,  
nombre del poblado que se mantuvo, y que formó parte del grupo  
étnico Nigua o Negua, mencionado por los cronistas.  
Mapa 4.- Blaeu (1630), donde tenemos la tierra de los Pache y Guancavilca  
35 Charles De la Condamine, “Diario del Viaje al Ecuador.: Introducción Histórica a la Medición  
de los tres primeros grados del Meridiano”. Coordinación General del Coloquio “Ecuador  
1986”. Quito. 1986, p. 12.  
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