Garcia Moreno:
del patíbulo al Estado teocrático
mingo, Quito, hecho que aconteció en el año 1864 en presencia de su
esposa cuyos ruegos de clemencia y la mediación de varios diplo-
máticos acreditados en el Ecuador fueron insuficientes para alcanzar
el perdón del mandatario.14
En el mismo año 1864, Juan Borja y Lizarzaburu que mante-
nía una manifiesta enemistad política con García Moreno, la misma
que fue agravada cuando Borja lo atacó injuriosamente en el campo
privado de su vida familiar fue encarcelado por orden del presidente
luego de ser acusado de participar con el expresidente José María
Urbina de intentar derrocar a su gobierno. No sirvieron de nada las
súplicas de la madre de Juan Borja abogando por su libertad, éste
murió en la cárcel después de una penosa agonía.
Solo un año más tarde, en 1865, aconteció uno de los hechos
más escandalosos de la historia nacional, no sólo por el suceso san-
griento en sí mismo sino por el impacto social que éste hecho pro-
dujo en el Ecuador, esta situación se dio con la oportunidad de la
insurrección de los generales Urbina y Robles que promovieron una
invasión a las costas ecuatorianas desde la República del Perú. Los
mencionados generales insurrectos intentaron derrocar a García Mo-
reno poco antes de que asumiera el poder su sucesor, el presidente
Jerónimo Carrión quien mantenía la línea oficialista del pensamiento
garciano.1
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4 Juan Murillo M en: Historia del Ecuador de 1876-1888 precedida de un resumen histórico de 1830
a 1875, Tomo I, Imprenta “Santiago” Huérfanos, 46-D, Santiago de Chile, 1890, pp. 95-96. Re-
lata lo siguiente: En la noche del 23 de junio de 1864 debió estallar la revolución en Quito,
dirigida por el general don Tomás Maldonado. Dicha revolución tenía ramificaciones en los
cuarteles; mas delatada algunas horas antes de su realización, Maldonado tuvo que salir fur-
tivamente de la capital. Con todo, pocos días después fueron aprehendidos muchos de sus
correligionarios. El general Maldonado fue aprehendido el 18 de agosto en Balzar y condu-
cido á Guayaquil, de donde el General Flores lo envió para el Interior. En Ambato se hizo
cargo del preso el coronel Ignacio de Veintimilla, á la cabeza de un escuadrón de caballería,
pues se abrigaba el temor de que, al pasar Maldonado por Latacunga, sus amigos y partida-
rios se levantaran para rescatarlo. Veintimilla llegó sin novedad á Quito en la noche del 29
de agosto. El Presidente García Moreno dispuso, violando la Constitución, que el general
Maldonado fuera fusilado al día siguiente. Encontrábase la víctima en el lugar donde debía,
ser ejecutado, cuando su esposa llegó al horrible escenario y se arrojó al cuello de su marido,
abrazándolo desesperada y bañándole el rostro con las más amargas lágrimas. El piquete
tuvo que arrancar por la fuerza la desventurada esposa de los brazos de su marido, quien,
bajo esa dolorosísima impresión, fue fusilado un instante después”. Juan Murillo M. Historia
del Ecuador de 1876-1888 precedida de un resumen histórico de 1830 a 1875, Tomo I, Imprenta
“Santiago” Huérfanos, 46-D, Santiago de Chile, 1890, pp. 95-96.
15 Enrique Ayala Mora, Su proyecto…op. cit., p.42.
BOLETÍN ANH Nº 206-B • 87–105
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