Las dos Misiones Geodésicas francesas
y sus repeticiones históricas
miembro de mayor antigüedad en la Academia. Bouguer tenía 37 y
la Condamine 34. Bouguer tenía experiencia en trabajos de astrono-
mía, física, geodesia e hidrología. La Condamine, por su parte, tenía
formación de matemático, astrónomo y geógrafo; pero, aportó a la
Misión, sobre todo, con su don de gentes, entusiasmo, curiosidad, y
capacidad organizativa. En su caso particular, su participación en la
Misión se da, sobre todo, porque supo valerse de sus relaciones en
la corte para ser incluido, antes que por una selección de la Acade-
mia. Más aún, La Condamine habría aportado cien mil francos de su
propio peculio para contribuir a sufragar los gastos de la Misión, y
asegurar su participación en la misma.5
La Misión zarpó de La Rochelle el 16 de mayo de1735 con di-
rección a la Martinica. Siguieron la ruta hacia Santo Domingo y en
noviembre llegaron a Cartagena. Siguieron a Portobello, remontaron
el río Chagres para pasar a Panamá, desde donde, navegaron al sur
en dirección a Guayaquil donde anclaron el 25 de marzo y final-
mente llegaron a Quito el 29 de mayo de 1736, es decir un año y 13
días más tarde. Parte de su demora se debió al voluminoso equipaje
que traían, y que debían transbordar en cada puerto: 19 baúles, 16
cajones, 21 cajas y 9 barriles se registran en su ingreso a Quito, de
todo lo cual casi la mitad eran libros e instrumentos, y el resto fue
declarado como vestidos, fusiles, pólvora, sillas de montar, tiendas
de campaña, medicinas, licores, útiles de cocina.
La importancia de la Misión podía reflejarse en la destacada
composición de sus tres principales dirigentes, pero la diversa for-
mación del resto de sus integrantes reveló la variedad y alcance de
sus intereses. Joseph de Jussieu, Jean Joseph Verguin, Jean Senier-
gues, Hugot, Couplet, Godin des Odonais, eran expertos en botánica,
ingeniería, medicina, arquitectura, cartografía, maquinaria y dibujo,
entre otras ramas, lo que daba cuenta de que la expedición no se li-
mitaría a realizar mediciones astronómicas. A ellos se sumaron los
dos marinos españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa.
5
Von Hagen, Víctor Wolfgang, “Carlos María de la Condamine y los medidores de la tierra”, tradu-
cido por Teodoro Ortiz, en La Misión Geodésica Francesa, Coloquio Ecuador 86, Casa de la Cultura
Ecuatoriana, Quito, 1987, p. 90
BOLETÍN ANH Nº 206-B • 343–372
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