Andrés Peñaherrera Mateus
El inca rebelde Rumiñahui se alió con otros jefes incas para
linchar a los españoles en una determinada noche. Los españoles se
salvaron gracias a sus aliados cañaris y a sus esposas indígenas, las
viudas principales y ex mamaconas, quienes les avisaron del peligro
inminente en que se encontraban; lograron salvarse al sacar la caba-
llería y la infantería a la plaza logrando provocar la desbandada de
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los indios complotados. Rumiñahui y sus aliados fueron capturados
con la ayuda de los indios y luego cruelmente ejecutados, “lo cual
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anunció Alonso Fernández, Regidor de la Villa, el 25 de julio de 1535”.
Los indígenas comenzaron a demostrar gran afán en apren-
der la nueva religión, costumbres, idioma, artes, artesanías, oficios,
agricultura, ganadería, conocer “la rueda”, etc.; en arquitectura e in-
geniería mostraron interés por las herramientas, los materiales, las
técnicas de construcción; de allí la simiente y génesis del patrimonio
actual. Debió haber sido muy interesante el intercambio de conoci-
mientos y experiencias entre indígenas y españoles; nuevos recursos
y su terminología enriquecerían el conocimiento constructivo, expre-
siones cotidianas, condimentos y sabores, la música, etc., con segu-
ridad marcaron el inicio de nuestra idiosincrasia y lenguaje, bases
de nuestra identidad mestiza y folclórica que hoy nos caracteriza y
enorgullece. Vale resaltar el hecho de que los indígenas aceptaron
sin resistencia tener sus nombres tomados de la Biblia y conservar
apellidos suyos. En el Acta del 24 de marzo de 1536 se utiliza por
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primera vez, en forma oficial, el nombre de San Francisco de Quito.
Los españoles se propusieron eliminar el nombre Quito, pero la
fuerte tradición de su presencia ha hecho que se mantenga a través
de los siglos, aunque su significado sea una incógnita, aun no escla-
recida. Sobre esta denominación existan solo especulaciones como
aquella que considero muy aceptable de significar: huevo, nido, se-
milla, germen de nueva vida.53
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0 Antonio de Herrera, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, Cronistas Coloniales (Segunda Parte),
Editorial José M. Cajica Jr. S.A., 4 de diciembre de 1958, Puebla, Mex., p. 359.
1 Ricardo Descalzi, La Real Audiencia de Quito Claustro en los Andes, volumen primero siglo XVI,
Esplugues de Llobregat (Barcelona), 6 diciembre de 1978, p. 69
2 Jaime Erazo López, Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones Históricas y Geográficas, Memoria
N° 2, Instituto Geográfico Militar, 1993, p. 71.
3 Salvador Lara Jorge, Memorias del Ñaupa Quitu, Producción Editorial Gráfica, Quito, 2002,
pp. 124.
BOLETÍN ANH Nº 207 • 674–696
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