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BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol C  
Nº 207  
Enero–junio 2022  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN Nº 2773-7381  
Portada  
El Chimborazo, óleo sobre tela  
Rafael Salas, siglo XIX  
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julio 2022  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DELꢀECUADOR  
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2
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Vida académica  
INTERVENCIÓN DEL DR. FRANKLIN BARRIGA LÓPEZ,  
DIRECTOR DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA,  
EN EL ACTO SOLEMNE DE RECIBIMIENTO  
AL CAPÍTULO LOJA DE LA ENTIDAD  
Franklin Barriga López1  
Una de las mejores realizaciones de la Academia fue aprobar  
la integración y el funcionamiento del Capítulo de nuestra entidad  
en Loja, ciudad y provincia de reconocidas cualidades intelectuales  
y fecunda en personajes que han hecho bastante bien a nuestra Pa-  
tria, como Benjamín Carrión, Pío Jaramillo Alvarado, Isidro Ayora,  
Matilde Hidalgo de Prócel, Ángel Felicísimo Rojas, Salvador Busta-  
mante Celi, Eduardo y Nicolás Kingman Riofrío, entre otros incon-  
tables valores humanos, hombres y mujeres, que dejaron huella de  
buen ejemplo para orientar la ruta de las generaciones.  
Recordemos que esta honrosa raigambre, en el campo inte-  
lectual, que data de largo tiempo, hizo que se funde, en 1859, la Uni-  
versidad de Loja, que vino a convertirse en la segunda más antigua  
de nuestro país, luego de la Universidad Central del Ecuador.  
El Dr. José Carlos Arias Álvarez, Miembro de Número de  
nuestra entidad, efectúa positivo trabajo al frente del Archivo Mu-  
nicipal de Loja, que se ha convertido en un referente bajo las coor-  
denadas de centralizar la memoria social en un solo espacio  
contentivo de los acervos documentales de varias y representativas  
instituciones, en el marco de las tecnologías avanzadas, a fin de fa-  
cilitar las fuentes imprescindibles o primarias para la investigación  
histórica y afianzar la identidad comarcana, el sentido y orgullo de  
pertenencia: solamente con estas bases, hablaremos de raíces, con las  
que se mira el presente y el futuro con solidez y esperanza, debido  
al ejemplo que siguen entregando quienes nos precedieron y que  
ahora descansan en la eternidad.  
1
Director de la Academia Nacional de Historia  
BOLETÍN ANH Nº 207  
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Vida académica  
Subrayo que José Carlos Arias Álvarez es el director de este  
magnífico centro de cultura, en el que cumple sus responsabilidades  
de manera asombrosa y con amplia proyección, además, como cali-  
ficado profesional en la materia e historiador brillante que, si bien  
es cierto proviene de España, se ha identificado plenamente con  
nuestro país, especialmente con su entrañable Loja, en la que formó  
su hogar con una dama de estas latitudes, su distinguida esposa que  
le dio un hijo nacido en estas latitudes. A sus querencias las lleva  
muy adentro, por ello, se ha hecho merecedor de la nacionalidad  
ecuatoriana y en esta condición labora incansablemente, en pro del  
adelanto provincial y nacional, con ejecutorias dignas de relievarse,  
como tengo la satisfacción de hacerlo en estos momentos.  
Con su lúcida visión, José Carlos me planteó la necesidad de  
que en Loja funcione un Capítulo de nuestra Academia, como sucede  
en otros lugares del país. Accedí de inmediato a su solicitud, cono-  
cedor de la prestancia y nombradía intelectual de los habitantes de  
ese hermoso sector de la Patria, donde se habla correctamente el cas-  
tellano y se cultivan, en surcos fecundos, simientes de cultura y bon-  
homía. Al poco tiempo, el Capítulo en referencia fue una venturosa  
realidad que respondió a las exigencias de nuestra institución emi-  
nentemente científica y pluralista. Como no podía ser de otra ma-  
nera, quedó conformado por profesionales de primera categoría, de  
largo caminar por las rutas culturales e históricas, además de ser po-  
seedores indiscutibles principios y valores éticos y morales. Basta  
mencionar los nombres de los integrantes del Directorio del Capítulo  
para refrendar lo aseverado: director, José Carlos Arias; subdirector,  
Félix Paladines Paladines; secretaria, Susana Álvarez Galarza; voca-  
les: Rubén Ortega Jaramillo, Numa Pompilio Maldonado y Franklin  
Marcelo Sánchez; investigación, Galo Ramón Valarezo; finanzas,  
María Elena Cevallos y, biblioteca, Gabriel Gómez Gómez.  
Cómo no congratularse si esta prolongación de nuestra Aca-  
demia, desde el primer día de su fundación, demostró la capacidad  
y el accionar que caracteriza a sus Miembros. Suficiente es indicar  
que estas damas y caballeros tenían muy en claro su horizonte, de  
allí que no hay que extrañarse que hayan elaborado de inmediato su  
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Vida académica  
Plan de Trabajo 2020-2022, con la Misión de “contribuir a crear valores  
y principios éticos, morales e históricos, mediante el pensamiento, la com-  
prensión y la difusión de los procesos que componen nuestra memoria so-  
2
cial” y con la visión de “constituirse en una institución consolidada a  
nivel provincial y nacional, con experiencia en la ejecución de programas  
de rescate de la memoria histórica que permitan orientarnos hacia el desa-  
rrollo sostenible”.3  
Dentro del vasto Plan de Trabajo, escrito y en marcha, de este  
Capítulo, se publicó un volumen de 438 páginas, para conmemorar  
los 200 años de la gesta del 18 de noviembre de 1820, en la que se  
proclamó la Independencia de Loja e impreso en la Editorial del co-  
rrespondiente Núcleo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana: obra de  
rescate y afianzamiento de la imagen de Loja en el pretérito con aná-  
lisis de lo que aquí en la Academia llamamos la Historia del Futuro,  
es decir la construcción del presente y el devenir a base de los para-  
digmas, analizados con rigor y sapiencia, sentido de terruño y pro-  
yección edificante.  
El contenido revela amor al lugar natal y orientaciones hacia  
su constante engrandecimiento, escrito por personajes que, con su-  
ficientes méritos, conforman esta prolongación de nuestra Academia  
en la tierra de Benjamín Carrión. Al final del prólogo, elaborado por  
José Carlos Arias, consta el siguiente pensamiento de quien fue uni-  
versalmente considerado como Alma Grande, me refiero a Mahatma  
Gandhi y el cual revela la vertebración y objetivos que alientan la  
marcha de los Miembros del Capítulo: “Cuando hay tormenta los pája-  
4
ros se esconden, pero las águilas vuelan más alto”. Lo cual lo dice todo.  
Sin excepción, los artículos tienen el debido nivel académico  
son los siguientes: “La independencia de Loja: el duro costo de la  
transición, 1808-1830” escrito por Galo Ramón Valarezo; luego “Ca-  
racterísticas demográficas de la ciudad de Loja, en los años de su In-  
dependencia” elaborado por Numa Maldonado Astudillo; “Los  
archivos municipales y su importancia” de la autoría de Gabriel  
2
Nuestro legado camino a la libertad, Academia Nacional de Historia Capítulo Loja, Casa de la  
Cultura Ecuatoriana-Núcleo de Loja, marzo 2021, p. 433.  
Ibíd.  
Ibíd., p. 12.  
3
4
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Vida académica  
Gonzalo Gómez Gómez; “El viaje de Simón Bolívar a Loja (recons-  
trucción imaginaria)” redactado por Stalin Alvear Alvear;  
En la segunda parte, del texto constan los siguientes autores:  
José Carlos Arias con “¿Había otra salida?; La vida cotidiana en la  
época de la Independencia en el Ecuador” escrito por Galo Ramón;  
Recuperar la memoria histórica” escrita de Félix Paladines; “Bicen-  
tenario de la Independencia de Loja”, redactado por Rubén Ortega;  
Hay una tercera parte, dedicada a las mujeres y en la que es-  
criben damas de alcurnia intelectual: María Elena Cevallos. “Una  
historia que usted no conoce”; Martha Susana Álvarez Galarza es-  
cribe “Sombra de los laberintos del olvido y el tiempo. Rosario Ca-  
rrión Burneo poeta-mujer”; Katiushca Aguirre Pacheco escribe  
Independencia de Loja. Cien años antes, cien años después”;  
En la cuarta parte, “Pupitre académico, una aproximación a  
la historia desde el buen vivir”, Franklin Marcelo Sánchez Pástor, en  
coautoría de Alba Susana Valarezo Cueva y Nayely Michelle Merino  
Lozano.  
Antes de concluir esta reseña, deseo expresar, como lo hago  
complacido, en mi calidad de Director de la Academia Nacional de  
Historia, el sentimiento, institucional y personal, de agradecimiento  
y felicitación por esta esencial contribución intelectual, de carácter  
no solamente histórico y que refleja la intensa actividad que caracte-  
riza al Capítulo Loja de nuestra centenaria y emblemática institución,  
fundada el 24 de julio de 1909 correspondiente al natalicio de Bolívar,  
por el eminente Federico González Suárez, como uno de los actos  
más trascendentales de conmemoración del primer centenario del  
Grito de Independencia de lo que hoy es la República del Ecuador y  
que convirtió a Quito en Luz de América.  
La visita de esta selecta delegación constituida por hermanos  
de espíritu idealista fraterno y patriótico al Palacio de la Alhambra,  
sede de nuestra corporación científica, aquí en Quito, ciertamente  
nos complace, por lo cual les doy la más afectuosa de las bienveni-  
das. Ellos han venido a su casa, a este inmueble patrimonial, a reen-  
contrarse con la querencia que les anima: su estadía es y será muy  
grata entre nosotros, servirá para estrechar los nexos recíprocos de  
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Vida académica  
confraternidad que nos vincula y afianzar comunes ideales que na-  
vegan en busca de luces para la cohesión y prosperidad de nuestra  
Patria. Y han venido, además, con un presente de gran significación  
de la réplica del Acta de Independencia de Loja: La entrega, por parte  
de estudiantes lojanos, este invaluable documento que permanecerá  
en sitio escogido de nuestra Academia y por el cual agradecemos,  
igualmente, en forma muy profunda.  
Se cierra este acto con el reconocimiento que hace el Capí-  
tulo, con el aval de la Academia Nacional de Historia, al maestro lo-  
jano Edgar Palacios, residente en Quito personaje muy conocido a  
nivel nacional e internacional por sus dotes de maestro de la música,  
de larga y fecunda trayectoria:5  
Edgar, lojano de nacimiento, de 82 años de edad, desde niño  
destacó desde cuando entonaba música en las eucaristías de una de  
las iglesias de su ciudad natal, a fin de ayudar económicamente a su  
señora madre que vendía flores para subsistir. Ingresado al colegio  
Bernardo Valdivieso, recibió las enseñanzas de profesores como Se-  
gundo Cueva Celi o Segundo Puertas Moreno, que, por sus cualida-  
des, le hicieron participar en la banda de guerra y en la estudiantina  
de ese establecimiento educativo. Formó parte también de la banda  
de Músicos “Primero de Mayo” de los trabajadores municipales y del  
conjunto Los Delfines, que tuvo recordadas actuaciones entre el pú-  
blico. En 1962 viajó a Bucarest (Rumanía) donde, perfeccionó acadé-  
micamente, su arte, hasta que en 1967 regresó a Ecuador.  
En nuestra capital, en el Teatro Nacional Sucre, organizó un  
concierto en homenaje a Loja, como también otro, más popular, en  
el Coliseo Julio César Hidalgo, con lo cual comenzó, su ascendente  
carrera profesional en la música.  
Retornado a Loja, constituyó el Conjunto Universitario y re-  
alizó giras por Europa y Asia. Fue Director de la Escuela de Música,  
de la Orquesta Juvenil de Pichincha, patrocinó la creación del Ar-  
chivo Nacional de Música, formó el Conjunto de Cámara de la Casa  
de la Cultura Ecuatoriana y colaboró con las Fuerzas Armadas. Una  
5
Los datos sobre Edgar fueron extractados del reportaje que hizo Diario La Hora, Quito, 8 de  
diciembre de 2021, con el título Edgar Palacios cuenta su historia en “Retratos de una vida”  
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vez creada la Fundación Cultural Edgar Palacios, nació el Sistema  
Nacional de Música para Niños de Condiciones Especiales (Sina-  
mune), visionaria realidad que ayuda a la superación e integración  
social de estos menores que requieren comprensión y pedagogía  
acorde a sus limitaciones, para mejorar su calidad de vida. Para que  
no sean marginados en un ambiente repleto de prejuicios y se les  
brinde oportunidades.  
Edgar Palacios es autor de aproximadamente 150 melodías,  
entre ellas marchas e himnos institucionales. Me es grato resaltar que  
los himnos del Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas,  
más tarde Instituto de Fomento al Talento Humano, donde trabajé  
como director cultural y asesor educativo por más de una década, y  
del Colegio Salamanca, fueron compuestos con la música de Edgar  
y poemas míos, de allí nuestra amistad, sincera y respetuosa, desde  
hace más de 35 años, lo que me permitió conocer y valorar las cuali-  
dades de este famoso ciudadano lojano que, en el 2006, recibió, de  
parte del Gobierno Nacional, su máximo galardón, el Premio Eugenio  
Espejo por su contribución al Patrimonio Cultural del Ecuador. En su  
haber tiene grabados 40 álbumes de música clásica ecuatoriana, así  
como canciones patrióticas, además de haber participado en cerca  
de dos mil conciertos.  
Todas estas experiencias las ha plasmado en un libro, que re-  
coge sus vivencias desde 1953 hasta el 2021, titulado “Retratos de una  
vida”, en el que constan 480 fotografías de su actividad artística dentro  
y fuera de nuestro país. Esta obra, según se ha dado a conocer, forma  
parte de un proyecto en marcha que está desarrollando y orientado a  
la formación del “Museo y Archivo Edgar Palacios”. Asimismo, y para  
el objetivo en mención, este connotado compositor y artista se en-  
cuentra recopilando notas de prensa acerca de su trayectoria, para lo  
cual ha rescatado más de 1.300 recortes de revistas y periódicos.  
Por los motivos antes expuestos el Capítulo Loja de la Aca-  
demia Nacional de Historia, con nuestra solidaridad, desde la sede  
institucional en Quito al rendirle un homenaje a Edgar le entrega, en  
esta ocasión y en este emblemático lugar, un Diploma de Reconoci-  
miento y le declara “Amauta”, hombre sabio en la música.  
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Vida académica  
Luego de tan nutridos aportes realizados por ustedes no me  
resta menos que desear que vuestra estadía entre nosotros les sea de  
lo más agradable, apreciados y distinguidos colegas académicos lo-  
janos y que pronto recibamos más visitas de ustedes: este es el anhelo  
unánime de quienes constituimos la Academia Nacional de Historia  
del Ecuador, en su Matriz de Quito, donde siempre serán recibidos  
de la manera que ustedes se merecen.  
Damas y caballeros  
Casa Alhambra,  
Quito, 17 de febrero de 2022  
Bibliografía  
Nuestro legado camino a la libertad, Academia Nacional de Historia Capítulo Loja,  
Casa de la Cultura Ecuatoriana-Núcleo de Loja, marzo 2021.  
BOLETÍN ANH Nº 207  
723  
La Academia Nacional de Historia es una  
institución intelectual  
y
científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros a  
historiadores  
entendiéndose por tales  
profesionales,  
quienes  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación histórica y hayan realizado  
aportes al mejor conocimiento de  
nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Barriga López, Franklin,  
“Intervención del director de la ANH en el acto de recibimiento al  
Capítulo Loja de la entidad”, Boletín de la Academia Nacional de  
Historia, vol. C, Nº. 207, enero – junio 2022, Academia Nacional de  
Historia, Quito, 2022, pp.717-723