Vida académica
La campaña definitiva salió de Guayaquil y fue por Machala,
Loja (allí, en Saraguro, se unieron los efectivos al mando del boli-
viano Andrés de Santa Cruz, enviados por San Martín). Luego, desde
Cuenca prosiguió la marcha, el 12 de abril, mientras los realistas re-
trocedían, hasta que el 21 de ese mismo mes en Tapi, se dio la batalla
que posibilitó la libertad de Riobamba, habiendo sido los granaderos
a caballo, conformado por argentinos y chilenos, al mando del co-
mandante Juan Lavalle, los principales protagonistas para el triunfo.
Ante la contundencia de las tropas independentistas que, en
su avance hacia la capital, recibían contribuciones espontáneas en
hombres y más recursos, al pasar por los pueblos andinos, los espa-
ñoles se fortificaron en Quito y alrededores. A Latacunga, el 2 de
mayo, llegó Sucre con tres mil soldados: en esta urbe, a más de recibir
hospitalidad, planificó la estrategia a seguir y es así que, once días
más tarde, con guías que conocían perfectamente los terrenos ale-
daños al volcán Cotopaxi, al que bordearon por la parte oriental sus
faldas nevadas, evitando enfrentarse a los cañones y caballería que
estaban esperándoles en los pasos Jalupana y la Viudita y a tropas
realistas que acampaban en Machachi, llegó al Valle de los Chillos el
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6 de mayo y descansó en la histórica hacienda Chillo Compañía,
del coronel Vicente Aguirre, casado con Rosa Montúfar, de admirable
progenie libertaria.
El 20 de mayo, pasó a Puengasí, el 21 descendió a Turu-
bamba, al sur de Quito, donde los españoles no aceptaron combatir;
el 22 pernoctó en Chillogallo, en una hacienda cuya casa fue, poste-
riormente, convertida en museo (Centro Cívico Mariscal Sucre) y
planificó la estrategia final para la batalla que iba a darse en el Pi-
chincha: las tropas, en la noche del 23, subieron a las faldas de la
montaña y tomaron posiciones; estaban integradas por efectivos qui-
teños, guayaquileños y de las demás circunscripciones de nuestro
país, además de colombianos, venezolanos, peruanos, bolivianos, ar-
gentinos, chilenos, ingleses y españoles disidentes.
Fue el 24 de mayo de 1822, a más de tres mil metros de altura,
que las fuerzas independentistas comandadas por el Gral. Antonio
José de Sucre, vencieron a las realistas, dirigidas por el mariscal Mel-
BOLETÍN ANH Nº 207
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