BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen C Nº 208-A  
Julio–diciembre 2022  
Quito–Ecuador  
BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen C  
Nº 208-A  
Julio–diciembre 2022  
Quito–Ecuador  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-A  
Julio–diciembre 2022  
LA OBRA PÍA FUNDADA POR DIEGO DE ESCOBAR  
–SEGUNDA PARTE–  
Gregorio de Larrea1  
Resumen  
Esta segunda parte de la obra pía fundada por Diego de Es-  
cobar contiene: la transcripción del testamento y codicilo del funda-  
dor de la obra pía, de los cuales, además, extraemos los datos más  
importantes como: Información sobre la familia de dicho fundador,  
sobre la familia de su esposa, de los hijos naturales de él, así como  
sobre algunos de sus descendientes. Resumimos algunos litigios por  
la obra pía entre sus descendientes. Más adelante, resumimos algu-  
nas escrituras públicas relativas al fundador de la obra pía, a algunos  
de sus descendientes y a los patrones de la obra pía. Finalmente, in-  
cluimos cinco anexos.  
Palabras clave: Obra pía, testamento de Diego de Escobar, Gutiérrez  
de Medina, Villarroel, litigio, patrón de la obra pía.  
Antecedente  
En el Boletín de la Academia Nacional de Historia del Ecua-  
dor Nº 203, de enero-junio de 2020, publiqué el artículo de mi autoría  
intitulado: “La obra pía fundada por Diego de Escobar en 1600”. Pos-  
teriormente, en 2022, publiqué el libro de mi autoría: Miniartículos  
históricos, que incluye tres artículos con nueva y extensa información  
sobre dicha obra pía, cuyos títulos son: “La primera obra pía fundada  
1
Miembro correspondiente de la Academia Nacional de Historia del Ecuador, Miembro corres-  
pondiente del Instituto Balear de la Historia (en España), licenciado en Ciencias Jurídicas, his-  
toriador y genealogista especialista en época colonial  
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Gregorio de Larrea  
en la Real Audiencia de Quito”; también “una histórica casa de la  
Plaza del Teatro”; “Curiosidades históricas sobre Riobamba, Quito  
y un ilustre riobambeño”.  
En la página 363 del artículo publicado en el Boletín Nº 203  
de la A.N.H, escribí que Diego de Escobar, fundador de la obra pía,  
podía ser el conquistador español Diego de Escobar y García de  
Tobar, nacido por 1509, lo cual debo corregir, pues acabo de localizar  
el testamento del Diego de Escobar, fundador de la obra pía, otor-  
gado en el año 1600, el cual evidencia que el conquistador español  
Diego de Escobar y García de Tobar es un homónimo. En el testa-  
mento declara ser natural y vecino de Quito (no es español), hijo del  
conquistador español Francisco García de Escobar. Entonces, si bien  
debemos corregir la identidad de la primera generación de la genea-  
logía en América, el resto del texto del artículo que publiqué en el  
Boletín de la Academia Nacional de Historia está correcto y las filia-  
ciones expuestas son exactas. Por otra parte, sin duda, la obra pía  
fundada por Diego de Escobar, mediante testamento otorgado en el  
año 1600, es la más antigua fundada en la Real Audiencia de Quito,  
actual Ecuador.  
La familia de Diego de Escobar  
Del testamento y codicilo de Diego de Escobar otorgado en  
2
Quito en 1600 extraemos los siguientes datos:  
-
Diego de Escobar es natural y vecino de Quito (Nosotros calcula-  
mos que nació por 1545).  
-
-
Hijo de Francisco García de Escobar.  
Tiene como hijos naturales a: Ana de Escobar (madre legitima de  
María de Escobar, para quien se fundó la obra pía), Polonia de Es-  
2
ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno de  
autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento y codicilo  
que incluye el pago de la deuda por censo  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
cobar y Francisco de Escobar. Diego de Escobar procreó a Ana de  
Escobar y Francisco de Escobar en mujer “libre y soltera”.  
Su hermana Lucía de Escobar es mujer de Alonso Suárez.  
3
-
-
Diego Escobar casó con Juana Gutiérrez de Medina, nacida por  
1
540, quien murió pronto, con quien procreó a sus hijos: Juan de  
Escobar y Luisa de Escobar.  
-
-
Juana Gutiérrez de Medina es hija de Juan Gutiérrez de Medina,  
suegro de Diego de Escobar.  
Ana de Escobar está casada con “don” Juan de Alencastro, aparen-  
temente portugués, también llamado “don” Juan del Encastro (En  
aquel entonces únicamente las personas de gran prestancia eran  
tratadas como “don”).  
-
Gaspar, Andrés y Alonso de Escobar son mancebos (no se especifica  
su parentesco con el fundador). Seguramente fueron hijos naturales  
de Diego de Escobar, pues en una escritura pública otorgada en  
1
644 por Gaspar de Escobar, que más adelante resumiremos, dice  
que es hijo de Diego de Escobar.  
El Historiador Fernando Jurado Noboa nos dice que Fran-  
cisco García de Escobar (padre de Diego de Escobar) nació en España  
por 1522. Era alfabeto (algo raro entre los conquistadores). Pasó de  
Quito a los Quijos con Gil Ramírez Dávalos, fue uno de los funda-  
dores de Baeza en 1559 donde se quedó de vecino. En 1582 ya estaba  
de vuelta en Quito.4  
Efectivamente, en 1599, Gil Ramírez Dávalos partió de Quito  
con destino a los Quijos, acompañado de tan sólo 39 hombres. Inme-  
diatamente pidió que envíen gente de socorro para continuar la ex-  
pedición, de manera que Rodrigo Núñez de Bonilla partió de Quito  
con 40 hombres más, todos españoles de buena condición social,  
entre los que figuraba Francisco García de Escobar, quien fue uno de  
los 74 vecinos fundadores de Baeza en 1559, ciudad fundada por Gil  
5
Ramírez Dávalos sobre territorio de los Quijos.  
3
4
5
Alonso Suárez era portero del Cabildo de Quito en 1573. Ver: Libro de Cabildo de Quito de  
573  
Fernando Jurado Noboa, La migración internacional a Quito entre 1534 y 1934, tomo II, Quito,  
990, p. 468  
1
1
Wilson Gutiérrez Marín, Baeza la ciudad de los Quijos, Ed. Abya-Yala, Quito, 2002, p.50  
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Gregorio de Larrea  
Por otra parte, leyendo los dos primeros libros de Cabildo  
de Quito, entre 1534 a 1551, se encuentra a Juan Gutiérrez de Medina  
suegro de Diego de Escobar), quien consta en la lista de los vecinos  
(
fundadores de Quito el 6 de diciembre de 1534, a quien se le entregó  
un solar de dos cuerdas de ancho y largo. El 17 de enero de 1536 se  
le concedió una estancia que fue de Juan de Ampudia para  
6
ovejas. Juan Gutiérrez de Medina fue encomendero y uno de los ve-  
cinos principales, pues ejerció los siguientes cargos en el Cabildo de  
Quito: regidor en 1536, 1537, 1539 y 1544, mayordomo de la villa en  
1
536 y 1538, procurador de la ciudad en 1538, 1544 y 1545, diputado  
del Cabildo de Quito en 1544, alcalde ordinario encargado de Quito  
en 1544 (en ausencia del alcalde titular Sancho de la Carrera).  
7
Por otra parte, al leer los libros de Cabildo de Quito entre  
573 a 1670 aparece Alonso Suárez (casado con Lucía de Escobar,  
1
hermana de Diego de Escobar), que en el acta de 7 de octubre de 1573  
8
firma y rubrica como testigo, siendo portero del Cabildo.  
El Historiador Javier Ortiz de la Tabla nos dice que Juan Gu-  
tiérrez de Medina fue uno de los primeros conquistadores y descu-  
bridores, “con armas y caballos a su costa”. Ayudó al Virrey Blasco  
Núñez de Vela con toda su hacienda. Murió en la batalla de Iñaquito  
en 1546. Poseyó una encomienda; sin embargo, al fallecer dejó a sus  
hijos e hijas en la más absoluta pobreza. No dejó hijos legítimos, pro-  
bablemente sus hijos naturales eran mestizos (dice Javier Ortiz de la  
Tabla). Uno de sus hijos naturales fue Diego Gutiérrez de Medina,  
quien casó nada menos que con doña Isabel Atahualpa, nieta del Em-  
perador Atahualpa. Doña Isabel Atahualpa había tenido un matri-  
9
monio anterior con el encomendero Esteban Petrel. Juan Gutiérrez  
de Medina tuvo la mitad de la encomienda de Carangue, Chapi, Chi-  
10  
llogallo, con 550 tributarios y mil pesos de renta anuales. Al fallecer,  
su encomienda se declaró vacante.  
6
7
8
9
1
Libro de Cabildo de Quito de 1536.  
Libros de Cabildo de Quito 1534-1551.  
Libros de Cabildo de Quito, 1534-1551 y 1573-1670.  
Javier Ortiz de la Tabla Ducasse, Los encomenderos de Quito 1534-1660, Sevilla, 1993, 377, p. 86.  
0 Javier Ortiz de la Tabla, op. cit., p. 28  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Es importante anotar que el rey de España reconoció la hidal-  
guía de los emperadores indígenas, de los caciques y de sus familias,  
equiparándola a la hidalguía española. Además, les otorgó el derecho  
a ser tratados como “don” y “doña”, por pertenecer a la élite. Recor-  
demos que, en la América del siglo XVI, casi ningún español ni criollo  
11  
y, mucho menos, indígena, era tratado como “don” ni “doña”.  
El Historiador Fernando Jurado Noboa nos dice que Juan Gu-  
tiérrez de Medina, o Juan de Medina Villavicencio, fue hidalgo, nacido  
en Jerez de la Frontera (España) por 1490. Militó en las tropas de Pedro  
de Alvarado y en agosto de 1534 se unió en Riobamba a las de Sebas-  
tián de Benalcázar. Era rico, ya que trajo armas y caballos propios. Fue  
uno de los vecinos fundadores de Quito en 1534. En 1535 el Cabildo  
de Quito le obsequió 8 fanegadas de tierra. Un mes después le entre-  
garon tierras en Pomasque. En 1536 recibió la estancia que fue del con-  
12  
quistador Juan de Ampudia. Uno de sus hijos mestizos fue:  
Diego Gutiérrez de Medina, nacido en Quito por 1538. Fue  
ensayador o quintador de metales en la Casa de Moneda de Quito.  
Casó por 1582 con doña Isabel Juana Atahualpa y Ango de Salazar,  
nacida en Quito por 1560, viuda del conquistador y encomendero  
Esteban Petrel, nieta del Emperador Atahualpa e hija de Francisco  
Atahualpa y de Beatriz Ango de Salazar nativa de Otavalo. Diego  
Gutiérrez de Medina en 1603 fue escribano de Quito. Fue su hijo:  
Diego Gutiérrez de Medina Villavicencio “el mozo”, nacido en Quito  
por 1564, seguramente hijo de un primer matrimonio de su padre,  
casó con doña Magdalena de Aguilera y Pérez de Benavides, de la  
nobleza quiteña. Al fallecer su esposo, doña Magdalena de Aguilera  
y Pérez de Benavides casó en segundas nupcias con Francisco de  
Londoño Montenegro y Sandoval, descendiente de la familia del  
conquistador Diego de Sandoval, pero este segundo matrimonio se  
13  
anuló.  
1
1
1
1 Reales cédulas de: 12 marzo 1697, 22 marzo 1697, 26 marzo 1697, 11 septiembre 1766, y Real  
Decreto de 11 febrero 1725.  
2 Fernando Jurado Noboa, Riobamba una ciudad de andaluces en América, Imp. MYL, Quito, 2005,  
p. 139-140.  
3 Ibíd., p. 139-140.  
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Gregorio de Larrea  
En Quito, el 23 de abril de 1603, Diego Gutiérrez de Medina  
y su esposa doña Magdalena de Aguilera venden al contador Fran-  
cisco de Cáceres, juez oficial real de Su Majestad, una negra llamada  
Juana, de treinta años de edad, que la compraron al médico portu-  
gués licenciado Domingo de Almeida, igualmente vecino de Quito,  
por escritura pública ante Juan de Briñas, escribano del número de  
esta ciudad. La esclava está sujeta a servidumbre, no está hipotecada  
ni obligada, ni por ladrona y borracha y soberbia. La venden en qui-  
14  
nientos y cincuenta pesos de plata corriente marcada.  
Antes de proseguir, debemos recordar que en los siglos XVI  
y XVII existía cierta libertad en el uso de apellidos, pues se podía  
usar el paterno, materno o el de algún antepasado. Así se explica que  
varios hermanos de los mismos padre y madre podían llevar distin-  
tos apellidos.  
Retomando a Diego de Escobar, fundador de la obra pía en  
600, diremos que quienes heredaron la obra pía no descendían de  
1
los Gutiérrez de Medina, sino de Ana de Escobar, hija natural de  
Diego de Escobar, tenida en mujer “libre y soltera”. Ana de Escobar,  
nacida por 1570, casó con “don” Juan de Alencastro (del Encastro),  
aparentemente portugués, y tuvieron a María de Escobar (o María  
de Alencastro o del Encastro), nacida por 1595, quien casó con Juan  
de Villarroel Porras, nacido por 1590 y fallecido en 1672, a partir de  
quien los descendientes de Diego de Escobar beneficiarios de la obra  
pía se apellidaron principalmente Villarroel. Juan de Villarroel fue  
15  
hijo natural de Pedro de Villarroel e Isabel de Porras. En 1678 tanto  
Juan de Villarroel como su segunda esposa María de Escobar ya es-  
taban difuntos.  
Juan de Villarroel Porras había tenido un matrimonio ante-  
rior con Juana de Vergara, de quien enviudó y con quien tuvo por  
16  
hijo legítimo a Miguel de Vergara, nacido por 1612.  
1
1
1
4 ANH, Protocolos, Notaría primera, Notario Alonso Dorado de Vergara, 1603, vol.26, tomo II,  
f. 768-769  
5 ANH, Protocolos, Notaría Primera, Notario Pedro de Aguayo, Testamento de Juan de Villa-  
rroel, 1672, vol. 233, tomo N/A, f. 271v-273v, p. 5.  
6 Ibidem  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Al casase Juan de Villarroel Porras con su segunda esposa  
María de Escobar, sus suegros le entregaron como dote setecientos  
pesos de plata y una casa de dos pisos en la calle de los Sombrereros,  
la cual tenía impuestos a censo dos mil pesos. En 1672 José de Suasti  
era propietario de la casa.  
Juan de Villarroel Porras y su segunda esposa María de Esco-  
bar tuvieron los siguientes hijos legítimos: Antonio de Villarroel y  
Escobar, “doña” María de Lao (sic), Juana de Escobar y Ana de Es-  
cobar (o Ana de Villarroel). Dicha Ana de Escobar casó con Juan de  
Vargas Solano el cual falleció antes de 1668 y con quien no tuvo su-  
cesión. Ana de Escobar tenía casa en la parroquia de San Roque, he-  
redada de su madre.  
Doña” María de Lao (sic) casó con Juan López Cansino, con  
17  
quien no tuvo sucesión. Fue propietaria de una estancia con su res-  
pectiva casa en Pomasque, avaluada en mil ochocientos pesos, de los  
cuales mil cuatrocientos pesos de a ocho reales estaban a censo. Ade-  
más, tenía una casa en Quito, en la colación de la catedral, en la calle  
de la Moneda.1  
8
Antonio de Villarroel tenía una hermana llamada María de Vi-  
llarroel, casada con Francisco Gallardo, con quien fueron padres de:  
Tomasa Gallardo Villarroel, bautizada en San Sebastián el 8 de marzo  
de 1680; Juana Basilia Gallardo Villarroel, bautizada en San Sebastián  
el 20 de junio de 1695; y José Gallardo Villarroel, bautizado en San  
Sebastián el 19 de mayo de 1686, este último casado con Ventura del  
Castillo, con quien tuvieron las siguientes hijas: Estefanía, Pascuala,  
19  
Francisca, María Asencia?, Manuela Gallardo del Castillo.  
Antonio de Villarroel y Escobar, nacido por 1625, testó en  
2
0
Quito en 1678. Casó en San Sebastián el 20 de junio de 1657 con  
17 Estancia era una casa de campo con huerta próxima a la ciudad. La Hacienda, en cambio,  
“Es una forma de organización económica típica del sistema colonial español y se régimen  
feudal. El reparto de tierras para su explotación agropecuaria entre los conquistadores del  
continente americano fue el punto de partida de esta figura”. En: Mundo Chapin. Com, Las  
Haciendas y el Latifundio de la Época Colonial, 24 de noviembre de 2018. Ver en:  
https://mundochapin.com/2018/11/las-haciendas-y-el-latifundio-de-la-epoca-  
colonial/88783/ (16-11-2022)  
8 Colación significaba vecindario, en este caso vecindario de la catedral  
9 ANH, Censos y capellanías, caja 30, exp.1, Quito, 19 de mayo de 1756, 387 fojas  
0 ANH, Protocolos, Notaría Primera, vol. 235, tomo1, 1671-1679, fs. 25-26v.  
1
1
2
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Gregorio de Larrea  
María Luisa Rodríguez de Astudillo, con quien tuvo seis hijos: José  
(
sargento), Tomás, Domingo, María Lorenza, Gertrudis y Mariana  
Rodríguez de Villarroel. Sus descendientes muchas veces usaron el  
apellido compuesto Rodríguez de Villarroel.  
-
Tomás Rodríguez de Villarroel, con Gertrudis de Espinosa, tuvo un  
hijo natural llamado José, bautizado en la parroquia de San Sebas-  
tián (Quito) el 16 de noviembre de 1686.  
-
-
Lorenza Rodríguez de Villarroel casó con Pedro de la Guerra.  
Gertrudis Rodríguez de Villarroel casó con Cristóbal de Medina y  
tuvieron a: A) Francisco Ignacio, bautizado en San Sebastián, el 28  
de agosto de 1687, siendo padrino Francisco Montenegro. B) Ma-  
nuela, bautizada en San Sebastián el 22 de julio de 1696.  
El sargento José Rodríguez de Villarroel, nacido por 1650 (segura-  
mente antes del matrimonio de sus padres), casó con “doña” María  
de Zapata y fueron padres de:  
-
1
) José Joaquín de Villarroel Zapata, bautizado en San Sebastián  
(
Quito) el 5 de mayo de 1675. Su fe de bautizo dice que el niño  
bautizado tiene ocho años y medio de edad, pues fue bautizado  
tardíamente. Por tanto, el bautizado debió haber nacido en 1667.  
) Doña Petrona Juana de Villarroel Zapata, bautizada en San Sebas-  
tián el 8 de junio de 1677, casó con Lorenzo de Torres Olmedo. Se-  
guramente ella casó segundo con Gregorio de Peralta, en San  
Sebastián, el 9 de febrero de 1697. Hijos fueron:  
2
2
2
2
.1) Feliciana de Torres Olmedo y Villarroel, bautizada en San Se-  
bastián el 16 de enero de 1689.  
.2) Micaela de Torres Olmedo y Villarroel, bautizada en San Se-  
bastián el 1º de octubre de 1690.  
.3) Juana María de Torres Olmedo y Villarroel, bautizada en San  
Sebastián el 29 de febrero de 1696, siendo padrino Lorenzo de  
Sepúlveda.  
2
.4) María Rosalba de Torres Olmedo y Villarroel, bautizada en  
San Sebastián el 17 de marzo de 1699.  
3
) Lucas de Villarroel Zapata, bautizado en San Sebastián el 8 de oc-  
tubre de 1679. Fue su padrino: Francisco de Rueda Salazar, patrón  
de la obra pía.21  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
4
5
6
) Manuel Vicente Villarroel Zapata, bautizado en San Sebastián el  
11 de julio de 1681.  
) Sebastián Blas Villarroel Zapata, bautizado en San Sebastián el 11  
de febrero de 1682.  
) Pedro de Villarroel Zapata, nacido por 1680, vecino de San Sebas-  
tián (Quito), casó con Manuela Gómez Leal, en San Sebastián, el 4  
de junio de 1699 y fueron padres de: José de Villarroel “el mozo”  
(
nacido por 1703), María, Tomasa, Micaela, Úrsula, Petronila y  
22  
Francisco de Villarroel y Gómez Leal. Tomasa de Villarroel y  
Gómez Leal fue bautizada en San Sebastián el 10 de marzo de 1715  
siendo su madrina “doña” Teresa de Medina; Tomasa Teresa Vi-  
llarroel fue sepultada en El Sagrario, de Quito, el 29 de noviembre  
de 1780. Micaela de Villarroel y Gómez Leal fue bautizada en San  
Sebastián el 25 de septiembre de 1717; casó con Alejandro Bara-  
hona en San Sebastián el 11 de julio de 1734; Micaela Villarroel  
(
1
viuda) falleció en El Sagrario, de Quito, el 22 de noviembre de  
788. Úrsula de Villarroel y Gómez Leal fue bautizada en San Se-  
23  
bastián el 3 de abril de 1701. Francisco Pedro de Villarroel y  
Gómez Leal fue bautizado en San Sebastián el 2 de febrero de 1704,  
24  
casó con Ligia de Canelos, en San Sebastián el 16 de julio de 1719.  
Petronila de Villarroel y Gómez Leal fue bautizada, de un año y  
tres meses de edad, en San Sebastián el 1º de noviembre de 1710.  
María Soledad de Villarroel y Gómez Leal fue bautizada en San  
Sebastián el 19 de agosto de 1712, siendo padrino Francisco Ga-  
llardo. Petrona Catalina de Villarroel y Gómez Leal fue bautizada  
en San Sebastián el 30 de abril de 1719.  
En Quito, el 10 de octubre de 1756, José de Villarroel “el mozo” y su  
hermana legítima Tomasa de Villarroel viuda de Miguel Merino  
otorgan poder a Felipe Victorio de Miranda, procurador de causas  
21 El patrón de la obra pía era el administrador de la misma.  
2
2 ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno  
de autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento que in-  
cluye el pago de la deuda por censo, folios 111 y 115  
23 Jorge Moreno Egas, Vecinos de la Catedral de Quito fallecidos entre 1704 y 1800, Imp. Offset,  
Quito, 1989, p. 270  
24 Archivo parroquial de San Sebastián, Quito, libros de matrimonios de “blancos”, Quito, 1719  
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Gregorio de Larrea  
25  
de número de la Real Audiencia de Quito, para un litigio que no  
se especifica.26  
) Ignacia María de Villarroel Zapata, casó con Juan Felipe de Barrio-  
nuevo. Hija: Francisca Juliana, bautizada en San Sebastián el 29  
de enero de 1693, siendo padrino el teniente de caballería Blas  
Quevedo.  
7
8
) Dionisio de Villarroel Zapata, casó con María Montenegro. Sus  
hijos fueron: A) María Manuela Villarroel Montenegro, bautizada  
en San Sebastián el 19 de enero de 1686. B) Petrona Villarroel Mon-  
tenegro, bautizada en San Sebastián el 3 de julio de 1695, siendo  
su padrino el ayudante José Bal…deavilla? (el apellido está ilegi-  
ble). Petrona Villarroel fue madre de Gerónima de Peralta, quien  
a su vez tuvo una hija natural llamada María Peralta. María Pe-  
ralta tuvo dos hijas naturales: María y Manuela Herrera. María y  
27  
Manuela Herrera solicitaban la renta de la obra pía en 1787.  
9
) Manuel Isidro de Villarroel Zapata, bautizado en San Sebastián,  
el 9 de mayo de 1690.28  
2
5 El otro gran tipo de procuración, llevada a cabo por los procuradores de causas o de número,  
complementaba la cadena de representación en gran parte de los procesos judiciales y de  
negociación desarrollados por actores indianos. Dichos agentes, cuyo nombre remite a que  
su presencia estaba limitada a un número específico de oficiales en cada institución, funcio-  
naron como mediadores profesionales en los tribunales de justicia. Como lo explica Víctor  
Gayol, los procuradores numerarios operaban como vínculos obligatorios a los que todo li-  
tigante – particular o corporativo, presencial o mediante un representante – tenía que acudir  
para resolver un conflicto en los tribunales reales. En: Cfr. Gayol, en: Caroline Cunill, “Que  
nosotros quedemos en aquella figura como nuestra lealtad y servicios merecen”: cadenas de  
representación en el Imperio hispánico. Ver en: https://journals.openedition.org/nuevo-  
mundo/79325#ftn20 (16-11-2022)  
2
2
2
6 ANH, Protocolos, Notaría Tercera, Notario Matheo de la Mata, 1756, vol.56, f. 173-173v.  
7 ANH, Censos y capellanías, caja 54, exp. 2, 17 de septiembre de 1787, fs. 143-145  
8 Datos sin filiar: No hemos podido filiar a: A) Clara Villarroel, casada con Thomás de la Cruz,  
con quien tuvieron a Andrea, bautizada en San Sebastián el 4 de diciembre de 1690. B) Mar-  
cos de Villarroel casado con Lorenza Ponte, quienes tuvieron a Manuel, bautizado en San  
Sebastián el 13 de junio de 1691. C) Un Dionisio Villarroel casó con María Manuela Alderete  
y tuvieron dos hijos: José Gervacio, bautizado en San Sebastián el 24 de junio de 1738, y  
María Luisa, bautizada en San Sebastián el 20 de agosto de 1743. D) “Doña” Petrona Villa-  
rroel casó con Pedro Rodríguez? y tuvieron a José, bautizado en San Sebastián el 7 de marzo  
de 1692. E) Francisco Xavier de Villarroel casó con “doña” Rosa de Vergara y tuvieron a Ca-  
talina, bautizada en San Sebastián el 26 de febrero de 1696, siendo madrina “doña” María  
de Viedma. F) Una Micaela de Villarroel, hija de padres no conocidos, fue bautizada en San  
Sebastián el 1º de octubre de 1696; fue su padrino Vicente de Cepeda. G) Una “doña” Tomasa  
Villarroel aparece como madrina de bautizo en San Sebastián el 18 de septiembre de 1705.  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
En suma, la línea genealógica de los poseedores de la obra pía  
es la siguiente:  
1
)Francisco García de Escobar, nacido en España por 1522.  
Hijo: 2) Diego de Escobar, natural y vecino de Quito, fundador de la  
obra pía en 1600. Su hija natural, tenida en mujer “libre y soltera”,  
fue: 3) Ana de Escobar, casó por 1590 con “don” Juan de Alencastro  
(
o del Encastro), aparentemente portugués. Hija: 4) María de Escobar,  
casó con Juan de Villarroel Porras (hijo natural de Pedro de Villarroel  
e Isabel de Porras). Hijo: 5) Antonio Villarroel y Escobar, testó en  
29  
Quito en 1678 . Casó en 1657 con María Luisa Rodríguez de Astu-  
dillo. Hijo: 6) Sargento José Rodríguez de Villarroel, casó con “doña”  
María de Zapata. Hijo: 7) Pedro de Villarroel Zapata, casó en 1699  
con Manuela Gómez Leal. Hijo: 8) José de Villarroel “el mozo”, nació  
por 1703, casó en San Sebastián el 27 de julio de 1729 con Josefa de  
Sotelo. Hijo: 9) Esteban Villarroel Sotelo, bautizado en San Sebastián  
el 6 de agosto de 1730, tío de doña Juana Villarroel Cevallos, última  
poseedora de la casa de la obra pía. Ella testó en Quito el 29 de julio  
de 1847 ante Camilo Espinosa.  
La casa en la que Diego de Escobar fundó la obra pía en 1600  
siempre se conoció como “casa de los Villarroeles”, pues, a partir del  
bisnieto de Diego de Escobar, apellidado justamente Villarroel, quie-  
nes heredaron la casa hasta mediados del siglo XIX se apellidaron  
30  
Villarroel.  
El testamento y codicilo de Diego de Escobar y el primer litigio  
por la obra pía  
En el Archivo Nacional de Historia, Serie Censos y capellanías,  
caja 2, expediente 12, reposa el cronológicamente primer litigio entre  
H) Paula Petrona de Villarroel casada con Félix Proaño de los Ríos tuvieron a María Andrea,  
bautizada en San Sebastián el 2 de septiembre de 1714. I) El 11 de julio de 1720 se bautizó en  
San Sebastián a Manuel Asencio, hijo legítimo de Ventura Vélez y Josefa Villarroel.  
9 ANH, Protocolos, Notaría Primera, vol. 235, tomo 1, años 1671-1679, f. 25-26v.  
0 Ver testamento de don José Marcillo de 7 de marzo de 1812, en ANH, Protocolos, Notaría 5º,  
caja 55, vol. 125, 1812  
2
3
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Gregorio de Larrea  
algunos descendientes del fundador de la obra pía, el cual incluye  
transcritos el testamento y el codicilo de Diego de Escobar, quien la  
31  
fundó al testar. Diego de Escobar declara ser natural y vecino de la  
ciudad de Quito. Nosotros calculamos que nació por 1545. De dicho  
expediente extraemos la siguiente información:  
Testamento de Diego de Escobar: Folio 62: En Quito, a 7 de octubre  
de 1600, ante el Licenciado Ferrer de Ayala, oidor y alcalde de corte,  
parecieron Francisco Moreno de Larco, Diego Ramírez y Francisco  
de Paz, vecinos y albaceas de Diego de Escobar, difunto, quien dejó  
hecho testamento. Se informa sobre su muerte y presentan por testi-  
gos a Melchor Pacho Marmolejo de 46 años, Pedro de la Torres de 22  
años, Francisco Carrasco de 50 años, Juan Pardo de 46 años.  
Se publica el testamento de Diego de Escobar, fundador de  
la obra pía, en presencia de los testigos: Mateo de Galárraga, Her-  
nando de Cevallos y Juan Gómez. El testamento fue escrito en Quito,  
el 25 de agosto de 1600, y dice lo siguiente:  
1
-Manda su ánima a Dios.  
2-Pide que sea sepultado en la iglesia Catedral donde los albaceas eli-  
gieren y acompañe su cuerpo el cura y sacristán de ella, y se pague de  
sus bienes la limosna, cera, y se diga misa cantada con diácono y sub-  
diácono, y otras seis misas rezadas, ofrendadas con pan y vino.  
3
-Que se digan en los monasterios de Santo Domingo, San Francisco,  
San Agustín y de las Mercedes, tres misas rezadas con responsos.  
-Que se digan en los monasterios, cincuenta misas por el ánima de  
4
Juan Gutiérrez de Medina, su suegro, y Juana Gutiérrez, su mujer; por  
la de sus padres y abuelos y de Juan de Escobar, su hijo, y se pague la  
limosna acostumbrada.  
5
6
-Se destine a las mandas, dos reales de sus bienes.  
-Declara que fue casado con Juana Gutiérrez de Medina, sin dote o  
cosa alguna; procrearon una hija llamada Luisa, quien vivió ocho años  
después de la muerte de su madre, y sacó por sus bienes unas yeguas  
y un pedazo de tierra donde tiene sus casas y tiendas donde vive, gas-  
tando cantidad de pesos, y compró a Pedro de Barahona un pedazo de  
3
1 ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno  
de autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento que in-  
cluye el pago de la deuda por censo  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
tierra de 50 pies de largo y otros tantos de ancho.  
-Que se digan seis misas rezadas por las almas del purgatorio y sus  
7
difuntos, dicha por el Padre Luis Gutiérrez de León, clérigo, y se pague  
la limosna.  
8
-Que cumplido el año de la muerte, se digan diez misas rezadas en la  
Catedral y las repartan sus albaceas entre los sacerdotes más necesita-  
dos y con su responso en la sepultura se pague la limosna.  
9
-Declara por sus bienes las casas que lindan con casas de Francisco  
Moreno de Larco, hacia el frente la calle que baja a la plaza y con cua-  
dras y huerta de las casas de Cabildo y Catalina Martínez y sus hijos,  
las dichas sus casas tienen ocho tiendas que salen a dos calles y callejón  
y zaguán, y otro callejón que va hacia la plazuela de Santo Domingo.  
1
0-Declara que Ana de Escobar, hija natural, dio en dote y casamiento  
unas casas que lindan con las suyas, tienen dos tiendas, un callejón y  
zaguán, y otro debajo de 7 u 8 pies de ancho.  
1
1-Declara por sus bienes unas casas que lindan con el Capitán Juan  
de Muñoz, y por debajo con la quebrada llamada de Barahona.  
Declara que tiene seis fanejadas de tierras en el cerro de Guanacaure,  
-
que compro a Gerónimo Hernández de Velasco al que le pago 6 pesos  
de censo cada año, que lindan por el camino de Añaquito, con estancia  
y tierra de los hijos de Juan Suárez, y por arriba del cerro con tierras  
de los hijos herederos de Juan Marques de Senactua? (Sanabria?), cuyo  
título y recaudos los hizo a Álvaro Rodríguez, suegro del dicho Geró-  
nimo Hernández.  
1
1
2-Declara por sus bienes, 25 pesos que le debe Lorenzo Calvache.  
3-Que tiene 19 pesos, 5 tomines y 5 granos de censo que le debe San-  
tiago de Villalobos, cada año sobre unas casas.  
4-Tiene por sus bienes unos muebles y alhajas, y unas yeguas en Chi-  
llo.  
1
15-Declara tener impuesto en las casas a censo, 1000 pesos a favor del  
Hospital Real de la Caridad, a la que se paga cada año, 361 pesos, 3 to-  
mines y 5 granos y los corridos.  
16-Que de lo que fueren arrendandas las casas y tiendas, den por una  
sola vez a Gaspar de Escobar, mancebo pobre y casado, 200 pesos y no  
exceden de 250 pesos.  
1
7-Que se dé por una sola vez a Andrés de Escobar, mancebo, de la  
renta por un año, 250 pesos, y si se arrendaren en menos, no excedan  
de los 200 pesos.  
1
8-Que la ropa como sayos, calzones, capotes, sombreros y calzado, se  
les den a los dos mancebos por igual.  
9.1-Cumplidos los mandatos, dar a los mancebos los 200 pesos por  
una vez cada año.  
1
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Gregorio de Larrea  
1
9.2-Que de lo que se fuere rentando las casas y tiendas se saquen para  
una niña llamada María de Escobar, hija de Ana de Escobar, su nieta,  
7
00 pesos de a nueve reales, y en plata se compren los reales hasta dicha  
suma, para su ayuda y casamiento, y los albaceas o patrones los pon-  
gan en personas abonadas que los guarde sin interés alguno al tanto  
por ciento, y este obligado a dar ese monto y que no entre en poder de  
su padre aunque de fianzas para ello, se le contradiga y defienda.  
2
0. Que deja a María de Escobar, su nieta, para el sustento suyo y de  
su madre, la renta de unos altos que tiene en unas casas con chimenea  
y un callejón que sale a la calle por donde se puede acceder por una  
puerta que cae a los corrales para su dote y casamiento; y si muriere  
ante de tomar estado, lo goce su madre Ana de Escobar, y si esta mu-  
riere se vuelvan dichos altos a sus bienes y hacienda para aumento de  
lo que dejare ordenado; y habiéndose casado María de Escobar, sus  
hijos gocen de esta manda y no puedan vender ni enajenar, o los vuel-  
van al tronco de los bienes, y lo mismo faltando herederos, los dichos  
altos y aposentos que lindan por abajo con la que dio en dote a Ana de  
Escobar y por arriba con las casas y dicho callejón, lo goce su nieta  
como suyo para su sustento y la de su madre.  
21. Que las seis fanegadas de tierra que adquirió en el cerro de Guana-  
caure sean para María de Escobar, para que siembren en ellas para sus-  
tento y casándose quede solo para ella por bienes suyos las cuatro  
fanegadas y las dos queden para Ana de Escobar; y si la dicha niña mu-  
riere sin tomar estado, las dichas seis fanegadas de tierras queden para  
su madre y las gocen, mando que se quite y redima de sus bienes el  
dicho censo de seis pesos de renta y entretanto se redimiere, se pague  
la renta de sus bienes.  
22. Que los albaceas o patrón o patrones, después de su muerte, paguen  
sus deudas y lo que costare el funeral de lo que hallare en hacienda; y  
de lo que valiere la almoneda de los muebles y alhajas y lo que fueren  
rentando las casas y tiendas, se las arrienden en lo que más se pudiere.  
23. Que de lo que sobrare de los bienes, pagadas las dichas deudas y  
funeral, se cumpla lo mandado de los 200 pesos en favor de Gaspar y  
Andrés de Escobar, y sino sobrare se cobren de la renta de las casas y  
tiendas. Es su voluntad que si en adelante se arrendaren y de las rentas  
de los dos censos, sus albaceas, patrón o patrones vayan redimiendo  
cada año, los 1000 pesos de principal que debe al Hospital y se redima  
el censo que debe a Gerónimo Hernández de Velasco, los seis pesos  
cada año, y si pareciere haber tomado algún dinero a censo, manda se  
redima cuando se pueda.  
2
4. Pide que sus casas y los dos censos que le deben se vinculen y no  
se vendan ni dividan, y de los dos censos que Santiago de Villalobos y  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Lorenzo Calvache deben, se redima el censo al Hospital Real y paga  
de las deudas que tuviere; y así cumplido, se vuelva el dinero para de-  
positarlo en censo sobre las mejores posesiones.  
2
5. Y así pagadas las deudas y mandas y la deuda al Hospital Real, se  
dé de lo que valieren los muebles y alhajas, y la renta de las casas y  
tiendas en cada un año, si hubiere quien las alquile; y de los dos censos  
lo que hubiere valido y rentado en un año.  
Folio 77: Que comenzando el año nuevo en adelante, se tomen al fin  
de cada año los 300 pesos, se separen 100 de ello de la renta de las casas  
y tiendas y los den de limosna a una doncella pobre y huérfana, mes-  
tiza natural de Quito, para su ayuda y casamiento, y el patrón cuide  
que así se cumpla y que la tal huérfana sea doncella de virtud, buena  
vida y fama, se las prefieren de su linaje; y aunque no sean huérfanas  
y sus padres vivos y pobres, se les den dichos pesos para su casamiento  
o entrada a religión y dicha limosna quede en vinculo de las casas y  
tiendas y callejón y censo.  
2
6. Y de lo que más valiere de los 300 pesos de la renta de las casas,  
tiendas y censos, tome el patrón para si, 30 pesos de lo que se arrenda-  
ren, y que Francisco de Paz pueda nombrar el patrón que le suceda en  
persona de satisfacción y montañés, y Diego de Ramírez y los demás  
patrones que le sucedan gocen de los 30 pesos por su trabajo a partir  
de mi fallecimiento, y encarga cuide de escoger la persona de virtud y  
bondad y no preferir a deudos o parientes, y si muriere el patrón sin  
nombrar sucesor, dispongo que si es montañés, cofrades de la cofradía  
de la Concepción, se junten y elijan persona para el patronazgo y quien  
doy todo el poder así al dicho Diego Ramírez y a sus sucesores.  
27. Que el vínculo de las casas que dejo para la limosna de 300 pesos y  
demás contenido quede, si algún prelado, juez eclesiástico, seglar o co-  
fradía o comunidad pretendieren reducir el vínculo y limosna, el pa-  
trón lo defienda, o funde una capellanía con dichos pesos destinados  
a la doncella mestiza pobre, quedando las mandas como está dispuesto  
lo tocante a las misas que cada año sean de decir en el Monasterio de  
la Concepción, y la limosna a los viejos y lisiados de Iguanca?; y que el  
patrón la funde en la iglesia o monasterio que le pareciere, donde se  
sirva, y el capellán sea sacerdote montañés natural de la ciudad, de  
buena vida, fama y costumbres prefiriendo a los sacerdotes de mi li-  
naje, para que haga todo cuanto sea necesario y convenga, y las misas  
se digan por mi ánima; y para bien y aumento de la capellanía doy todo  
poder al patrón y sucesores lo que deben llevar y gozar.  
28. Declaro que lo que mande a la Cofradía de la Concepción, de la li-  
mosna de los montañeses, un peso de plata corriente de renta de cada  
año a censo, mando a los albaceas o patrón rediman y paguen los 14  
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Gregorio de Larrea  
pesos de principal, pagando asimismo lo que debiere de corridos; y lo  
demás de ellos los tengo pagados al Padre Martín de Gaviria, capellán;  
y se vuelvan a echar a censo para que esta manda este en pie.  
2
9. Que los 700 pesos de a nueve reales mandados a dar por una vez a  
María de Escobar, mi nieta, y si muriere sin gozarlos sin haber tomado  
estado o dejado herederos legítimos como está dispuesto en las cláu-  
sulas relativos a estos pesos, y la parte o pareciere estar cobrado hasta  
el día que falleciere mi nieta, se den entre su madre Ana de Escobar y  
Francisco de Escobar, hermano de ella, y sino hubiere cobrado nada de  
los 700 pesos, no los pueda pedir ni demandar de mis bienes, sino solo  
cuando estén cobrados o parte de ellos hasta el día de su fallecimiento  
de la niña, mi nieta.  
3
0. Declaro que Francisco de Escobar y Ana de Escobar son mis hijos  
naturales procreados en mujer libre y soltera, a los que encargo que no  
pidan ni demanden cosa alguna de mis bienes por vía de quinto y no  
de otra manera, y menos la dicha Ana de Escobar a quien le di más de  
1
000 pesos de dote en casas.  
31. Que al dicho Francisco de Escobar se le den las casas y tierras que  
lindan con el capitán Juan de Munoa, y si pretendiere pedir algo más  
de mis bienes, no se le den dichas casas y vuelvan como mis bienes  
para el pago de deudas y aumento del vínculo de los 300 pesos para la  
huérfana y limosna de misas, y a los indios del Guanca por el reparo  
de mis casas.  
3
2. Que a Lucia de Escobar, mi hermana y mujer de Alonso Suárez, le  
dejo 50 pesos corrientes, o alguna cosa que quiera de mis bienes por  
dicho valor.  
33. Declaro que en el pleito con mi padre Francisco García de Escobar  
por una tutela de mi mujer, di por fiador a Gaspar de Londoño, unas  
yeguas y en su poder no entraron dichas yeguas, y no se le pida cosa  
alguna.  
34. Y cumplido lo estipulado en el testamento, el remanente de mis bie-  
nes nombro por mis herederos a mi ánima, para que lo que sobre y que-  
dare se haga para bien.  
3
5. Revoco y anulo y de ningún valor otros testamentos, codicilos o po-  
deres para testar que se hayan hecho y otorgado no tengan valor al-  
guno y solo valga el presente testamento.  
3
6. Mando que a Juana, india de mi servicio, se le dé un vestido de  
anaco, y una frazada de mi cama, quien fue criada por Ana de Escobar,  
mi hija.  
37. Mando que a Andrés, indio del Guanca, se le dé una potranca que  
tiene en Chillo.  
38. Mando que a Francisco, indio del Guanca, se le dé una camiseta y  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
manta llana, quien ha cuidado mi casa y me ha servido.  
9. Mando a Alonso de Escobar, mancebo pobre, a servicio de Pedro  
3
de Orellana Soto, se le den 200 pesos antes que a Andrés de Escobar; y  
asimismo se den a Alonso de Escobar la mitad de las yeguas que se ha-  
llaren en Chillo y la otra mitad a Ana de Escobar, mi hija, por estar a  
mi servicio y compañía.  
4
0. Que si los dichos Gaspar, Andrés y Alonso de Escobar, mancebos,  
a quien he mandado se den 200 pesos a cada uno, si cualquier muriere  
antes que yo, no se les dé cosa alguna y sin dejar heredero legítimo, los  
dichos 200 pesos o parte de ellos que se les hubiere dado, se vuelvan a  
mis bienes para aumento de ellos.  
El testamento fue escrito de letra y mano de Josepe de Madrigal y Fran-  
cisco de Paz, otorgado en Quito, a 25 de agosto de 1600. F) Diego de  
Escobar.  
Codicilo de Diego de Escobar: Folio 86: En Quito, el 2 de septiembre  
de 1600, Diego de Escobar ordenó en su codicilo lo siguiente:  
-
Que Ana de Escobar, presente en la casa del Capitán Antonio Morán,  
Alguacil Mayor de la ciudad, y Polonia de Escobar en casa y servicio  
de Gonzalo de Arredondo y Ana de Salas su mujer, son sus hijos natu-  
rales, tomen estado de casadas y vivan con honestidad y recogimiento,  
se les de 600 pesos de plata corriente marcada de la renta de las casas  
y tiendas; y entretanto si no se casaren, el patrón ni los albaceas les den  
cosa alguna y casándose, gocen de dichos pesos conforme el testa-  
mento sin perjuicio de lo ordenado en favor de Gaspar, Andrés y  
Alonso de Escobar, y encargo al patrón y albaceas cuiden de recoger a  
dicha Ana y Polonia vivan como está mandado y puedan tomar estado.  
-Que Ana de Escobar, su hija, mujer de Juan de Alencastro, se le dé un  
luto de bayeta de la tierra y un manto de (d)anascote de la tierra y a su  
hija María de Escobar, niña, un luto acorde a su edad.  
-Que todo esto está descrito se guarde por vía de codicilo de última vo-  
luntad, y como testigos: Marcos de la Plaza, Lorenzo de Villacorta-  
menta y Domingo de Seguez, vecinos. Ante Pedro de Robles, Escribano  
de Su Majestad y Provincia.  
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Gregorio de Larrea  
El litigio por la obra pía en el año 1666: En este año, algunos des-  
cendientes de Diego de Escobar, fundador de la obra pía, litigan por  
la misma, como veremos a continuación:32  
Folio 5: Antonio de Villarroel, vecino de la ciudad da poder a Juan de  
Vera de Torres, Procurador de Causas de la Real Audiencia, para que  
se le entreguen los 300 pesos de renta que dejó su antepasado Diego  
de Escobar.  
En otra parte del litigio, Inés de Escobar, pobre de solemni-  
dad y recogida, bisnieta de Diego de Escobar, difunto, presenta in-  
formación de ser bisnieta para que de la obra pía se le entreguen los  
3
00 pesos de a ocho reales, para tomar estado matrimonial, como lo  
mandó su bisabuelo. Dice que debe ser preferida por ser pariente  
cercano.  
Folio 23: Juan de Vera de Torres, a nombre de Antonio de Villarroel,  
hijo legítimo de Juan de Villarroel y de María de Escobar, nieta del di-  
funto Diego de Escobar, dice que lo pedido por Inés de Escobar como  
bisnieta no está con la verdad, pues declara Diego de Escobar tener  
como hija a Ana de Escobar, madre de la dicha María de Escobar, de-  
clarado en su testamento sobre los descendientes del tronco principal,  
por lo que dicha Inés de Escobar no desciende del fundador, o aquellos  
pretendientes que se presenten, por lo que contradice el pedido y que  
el patrón de la obra pía acuda con la renta a cada hija y no a otra per-  
sona alguna.  
Folio 25: Francisco de Rueda Salazar a nombre del sargento Pedro de  
Rueda, patrón y administrador de las rentas y obra pía de Diego de Es-  
cobar, responde al pedido de Antonio de Villarroel, se le acuda con la  
renta para casar y remediar a seis hijos, bisnietos del fundador.  
Folio 32: En Quito, a 4 de julio de 1667, el escribano notificó el decreto  
a Juan de Salcedo, marido de María de Escobar.  
Folio 39: Probanza de Antonio de Villarroel: Se presenta por testigos a  
Hernando Rodríguez, vecino y maestro platero de oro. Bernabé Pabón,  
vecino y mercader español. Pedro de Arroyo, vecino y labrador. Licen-  
ciado Diego Méndez Requenco, presbítero, de 66 años de edad. Ana  
3
2 ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno  
de autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento que in-  
cluye el pago de la deuda por censo  
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294  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Diarto, española, viuda de Juan Díaz Martínez, 80 años. Juan de Mo-  
rales, intérprete de la Real Audiencia, 80 años.  
Folio 89: José Rodríguez de Villarroel, hijo legítimo de Antonio de Vi-  
llarroel, difunto, y nieto de María de Escobar, en el pleito que sigue  
dicho Antonio de Villarroel, mi padre, solicitando les diesen a sus hijas  
las porciones de las rentas que dejó Diego de Escobar de la obra pía,  
quien fue bisabuelo de mi padre, y como patrón Pedro de Rueda que  
lo fue; y pide tener derecho a ser el administrador conforme lo dis-  
puesto por Diego de Escobar, mi rebisabuelo, por línea directa y pro-  
banzas de parentesco con el fundador y los autos en que dispone que  
fuesen preferidos los de su linaje para las dotes y renta de cada año, y  
aunque es así, nombró a Diego Ramírez y Francisco de Paz, porque no  
tuvo más hija que a Ana de Escobar, ni otros varones por lo que se pre-  
firió a las mujeres para tomar estado, y que en mi concurren dos requi-  
sitos pedidos por el fundador.  
Por otra parte, Diego de Escobar dispuso que, si hubiera varón  
al tiempo de nombrar patronos, lo hubieran hecho a los de su linaje  
por patrón.  
Además, dispuso que se debe preferir al consanguíneo.  
Dispuso que, aunque se dejó que se nombrasen por patronos,  
sean del linaje por la utilidad que se sigue a la renta que dejó el fun-  
dador; y en caso de nombrar a otro que no sea pariente, su voluntad  
33  
fue que si hubiere parientes sean nombrados como yo.  
Por todo lo expuesto, pide se le declare apto para administrar  
como patrón y no a otra persona que no sea del linaje del fundador  
o los que nombrare Pedro de Rueda. Firman: Licenciado Esteban Dá-  
vila. Juan de Vera de Torres. José Rodríguez de Villarroel.  
Pedro Rodríguez de Villarroel y su esposa Manuela Gómez  
Leal son padres de: José de Villarroel “el mozo”, María, Tomasa, Mi-  
caela y Francisco de Villarroel.  
Folio 110: Manuela Gómez Leal y Ambrosia de la Guerra, en la causa  
que siguen, piden se anule el arrendamiento de una casa adjudicada a  
Diego de Escobar, en favor de José de Fonseca, y dar la información de  
testigo a Sebastián de Rivera Trujillo. El difunto Pedro Rodríguez de  
Villarroel fue casado con Manuela Gómez Leal y fueron padres de: José  
33 Se refiere al sargento José Rodríguez de Villarroel.  
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295  
Gregorio de Larrea  
de Villarroel “el mozo”, María, Tomasa, Micaela y Francisco de Villa-  
rroel, y presentan por testigos a Ignacia de Villarroel (hermana de  
Pedro de Villarroel), tía legitima de dichos hijos; a Juan de Insuaste, ve-  
cino y Juan Hidalgo. Manuela Gómez Leal y Ambrosia de la Guerra  
reclaman también por propias dos tiendas que dejó Diego de Escobar,  
fuera de las ocho de ellas, en una de las casas para que puedan arren-  
darlas como a parientes del fundador en la calle de los Tratantes.  
Folio 130: Desde 1730, Manuela Gómez Leal, viuda de Pedro de Villa-  
rroel; las hermanas de Pedro: Ignacia y Petrona de Villarroel; y Ambro-  
sia de la Guerra piden para sí dichas tiendas, como descendientes de  
Ana de Escobar, hija natural de Diego de Escobar. En 1741 continuaban  
litigando.34  
En el mismo expediente de 1666, Inés de Escobar pretende  
probar su parentesco con el fundador y ser partícipe de la obra pía.  
Afirma ser bisnieta del fundador Diego de Escobar, declara ser pobre  
de solemnidad y recogida de Diego de Escobar, a lo que Antonio de  
Villarroel le contradice afirmando que ella no es pariente de Diego  
35  
de Escobar para lo cual presenta testigos en el litigio.  
En dicho litigio de 1666, aparece un Juan Manuel de Escobar,  
36  
quien firma como testigo.  
Hasta aquí el expediente que contiene el testamento y codi-  
cilo de Diego de Escobar, así como el litigio que inició en el año 1666,  
uno de los múltiples que siguieron sus descendientes por la obra pía.  
El litigio por la obra Pía en el año 1675  
Posteriormente, en 1675, existe otro litigio en el que una  
María de Escobar, bisnieta de Diego de Escobar, está casada con  
Francisco Gutiérrez de Avendaño. María de Escobar es hija legítima  
3
3
3
4 ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno  
de autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento que in-  
cluye el pago de la deuda por censo  
5 ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno  
de autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento que in-  
cluye el pago de la deuda por censo  
6 ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno  
de autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento que in-  
cluye el pago de la deuda por censo  
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296  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
de Alonso de Escobar y solicita 300 pesos de la obra pía, de los cuales  
confiesa haber recibido 90 pesos de a 8 reales que le entregó el sar-  
gento Pedro de Rueda, patrón de la obra pía. Sin embargo, la parte  
contraria alega que Alonso de Escobar era un mozo que Diego de  
Escobar (fundador de la obra pía) crió en su casa y que Alonso de  
37  
Escobar pretendía introducirse como hijo de Diego de Escobar.  
Algunas escrituras públicas relativas al fundador de la obra pía y  
a sus familiares  
Poder otorgado por Diego de Escobar:  
En Quito, el 28 de … de 1595 (debido a la antigüedad del papel, el mes  
está ilegible), Diego Méndez de los Ríos , vecino de Quito, otorga poder  
a Diego de Escobar, espadero, para que en su nombre pueda pedir, de-  
mandar, recibir y cobrar a Pedro de Vargas, ochenta pesos y cinco to-  
mines de plata corriente que le debe, y a Lorenzo de Vargas, su  
hermano, por la cédula firmada ante Juan Rodríguez Verdugo, escri-  
bano real, en virtud del poder dado por el mercader Agustín Núñez  
de Salazar, que entrega para su cobranza, y pueda dar sus cartas de  
pago y finiquito en virtud del mandamiento otorgado y sacado de  
Alonso de Troya, alcalde ordinario que fue de Quito, para lo cual cede,  
traspasa acciones reales y personales y confiesa que el dicho Diego de  
Escobar le ha dado y pagado otros tantos pesos a Pedro de Vargas. Son  
testigos: Gutiérrez de Alcocer, Juan (Pérez) de Estrada y Diego Gutié-  
rrez de Logroño, residentes en esta ciudad. Firman: Diego Méndez de  
38 39  
los Ríos, Diego de Escobar, ante (..?..) Lucio de Mendanez.  
Escritura pública sobre Gaspar de Escobar, hijo natural de Diego de  
Escobar:  
En Quito, 18 de marzo de 1644, existe una escritura de censo  
otorgada por Gaspar de Escobar y su legítima esposa Francisca de  
3
3
3
7 ANH, Censos y capellanías, caja 3, exp. 8, Quito, 28 de junio de 1675, Causa seguida por  
María de Escobar bisnieta de Diego de Escobar  
8 ANH, Poder en causa propia entregado por Diego Méndez de los Ríos a favor de Diego de  
Escobar, 1595, Protocolos, Notaría Primera, Notario Diego de Mendaño, vol. 6, f: 286v-287  
9 Nota de Gregorio de Larrea: Este documento menciona que Diego de Escobar, el fundador  
de la obra pía, fue “espadero”.  
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297  
Gregorio de Larrea  
Amores, vecinos de Quito, los cuales otorgan, de mancomún e in so-  
lidum, en venta real a la memoria y obras pías de Diego de Escobar  
(
ya difunto), padre de Gaspar y suegro de Francisca, y a Juan de  
Rueda, vecino de la ciudad, patrón y administrador de la obra pía,  
veinte pesos de oro de réditos y censo cada año, que han de correr  
desde hoy día de la escritura.  
Mientras no se redimiere el principal a veinte mil el millar, los dichos  
veinte pesos de los réditos son por precio y cuantía cuatrocientos pesos  
de oro cada uno que nos da a censo el dicho Juan de Rueda, de quien  
se recibió de las casas de su morada en el barrio de nuestra señora de  
(
..?..) ante el escribano, quien da fe de la cantidad de pesos, en reales,  
entregados a entera satisfacción y contento, el cual dicho censo princi-  
pal y réditos nuevamente lo imponga en las personas y bienes y una  
estancia y tierras en el valle de Amaguaña de pan sembrar con tierras  
de don Pedro de Orozco y que las dejó Juan de Peralta y don Melchor  
de Villegas Santano?, libres de censo, venta, donación de donde proce-  
den los doscientos de ellos que los debía de censo principal Francisco  
de Orellana y que los redimió, y los otros doscientos de réditos la fun-  
den con ciertas condiciones.  
Piden que los herederos y sucesores que posean dicha estancia y tierras  
estén bien labradas, cultivadas y vayan en aumento y se puedan cobrar  
los veinte pesos de réditos del censo cada año de seis en seis meses de  
por mitad.  
Que no se venda, donen, cedan ni traspasen la dicha estancia y tierras  
a ninguna persona, ni imponer sobre ellas otro censo ni gravamen, se  
obliguen a dar noticia de ello al patrón a fin de que si hubiere quien  
diere por ellos, los tome antes que otra persona y, si no, dé y conceda  
licencia para dicha venta y traspaso y de otra manera sea de ningún  
valor.  
Que si en dos años seguidos no se pagaren los réditos corridos del  
censo, las tierras caigan en comiso, el patrón entre en ellas y tome la  
posesión y, si se pagare el rédito del censo, el patrón cumpla lo que eli-  
giere.  
Que cada cuando pagaren los cuatrocientos pesos de principal del  
censo, el patrón debe emitir carta de pago y cancelación y con más  
todos los réditos corridos que se debieren para quedar libres la dicha  
estancia y tierras.  
Que en cualquier tiempo los veinte pesos de a ocho reales de réditos y  
censo cada año tengan el verdadero precio y justo valor que lo tienen  
los cuatrocientos pesos y, si no, pueden de la tal demasía hacer gracia  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
298  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
y donación conforme el Ordenamiento Real de Alcalá de Henares y  
pedir revisión del contrato sin apoderarse de las propiedad como la  
tienen sobre dichas tierras, y en cuanto a la cantidad del censo principal  
y réditos se reservan el dominio sobre ellas y se le da poder al patrón  
tome posesión de ellas obligándose al saneamiento de dichas tierras y  
los réditos se cobrarán a su tiempo, de lo contrario se pagarán los di-  
chos cuatrocientos pesos de a ocho reales del censo principal al patrón  
que fuere, más los réditos corridos que se deban, más las costas y daños  
e intereses, se obliga dicho Gaspar de Escobar y su mujer y bienes in-  
muebles y todo su poder cumplido a las justicias renunciando al do-  
micilio y vecindad para la paga de lo referido, y la dicha Francisca de  
Amores renuncia a los beneficios del emperador Justiniano con jura-  
mento libre y voluntario.- Hecho en Quito, el 18 de marzo de 1644. Y  
firmó un testigo, por no saber firmar, Baltazar de Alarcón, Juan Álvarez  
y Juan de Rueda “el mozo”.- Firman: Gaspar de Escobar; como testigo,  
Baltazar de Alarcón; ante Diego Bautista S(..?..)no, escribano de su ma-  
jestad.4  
0
Testamento de Juan de Villarroel Porras, tronco de los Villarroel que  
gozaron de la obra pía41  
En Quito, 9 de noviembre de 1672, en el testamento y última voluntad  
de Juan de Villarroel, hijo natural de Pedro de Villarroel y de Isabel de  
Porras, ya difuntos, ordena lo siguiente:  
-Encomiendo mi alma a Dios. Sea sepultado en la iglesia del Convento  
de Nuestra Señora de Redención de Cautivos en la Capilla de San Ja-  
vier donde señalaren los albaceas y se le dirá por los religiosos de dicho  
convento, una misa cantada con diacono y subdiácono con pan y vino  
y cera, y se pagara la limosna acostumbrada por mi hijo Antonio de Vi-  
llarroel.  
-
Acompañara mi cuerpo, el cura y sacristán de la Santa Iglesia Catedral  
de esta ciudad de donde soy parroquiano y pague la limosna mi hijo.  
Mando a las mandas forzosas a cada una dos reales, apartadas de mis  
bienes.  
Mando a la casa santa de Jerusalén y quien recoge la limosna, un peso  
de a ocho reales apartado de mis bienes.  
-
-
-
Declaro que no debo a persona alguna, ni me deben.  
-Declaro que fui casado según la santa madre iglesia con Juana de Ver-  
4
0 ANH, Escritura de censo de Gaspar de Escobar y su mujer a la memoria de Diego de Escobar,  
Protocolos, Notaría Primera, Notario Diego Baptista de Mayorga, 1644, vol. 176, f: 80-83v  
1 Las notas entre paréntesis son nuestras  
4
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
299  
Gregorio de Larrea  
gara, difunta, en cuyo matrimonio procreamos por hijo legitimo a Mi-  
guel de Vergara, que tendrá sesenta años (O sea que nació por 1612).  
Declaro que cuando casé con dicha Juana de Vergara me dieron en  
-
dote, veinte vacas, las cuales se comió mi suegro Francisco de Vergara  
y no tuvo sitio, ni acción de indio, ni cosa.  
-
Declaro que de segundo matrimonio fui casado con María del Encas-  
tro (o Alencastro, también llamada María de Escobar), ya difunta, y  
procreamos por hijos legítimos a Antonio de Villarroel Escobar, María  
de Lao, Juana de Escobar y Ana de Escobar, hijas legitimas.  
-
Declaro que en dicho matrimonio con María del Encastro, me dieron  
por dote “don” Juan del Encastro (Alencastro) y Ana de Escobar, mis  
suegros, setecientos pesos en plata y unas casas de altos y bajos en la  
calle de los Sombrereros, que hoy tiene y posee José de Suasti, las cuales  
tenían dos mil pesos de censo principal y algunos corridos que debía;  
y una fianza que hice y se vendieron dichas casas.  
-
Declaro que no tengo bienes, ni los he tenido desde hace años, y pido  
que mi hijo me haga el entierro.  
Declaro que mi hija Ana de Escobar murió abintestato y dejó unas  
-
casas en el barrio de San Roque en la colación de la Santa Iglesia Cate-  
dral de esta ciudad, que lindan por un lado con las huertas de los he-  
rederos de Ribadeneira y por abajo don Juan de Saldaña, libres de  
censo, empeño e hipoteca; y algunos trastes que constan por inventario  
y sobre las dichas casas hay pleito pendiente con el capellán del Con-  
vento de Santa Teresa por decir que Juan de Vargas, marido de la su-  
sodicha, que las había dejado/ en la capellanía de dicho convento, lo  
cual contradijo la dicha Ana de Escobar, cuando vivía, que se ha se-  
guido por ser su dote adquirido con su trabajo y deducido en los autos  
en estado de sentencia, y como heredero legítimo de los bienes de mi  
hija, mando que si el pleito sale a mi favor, se haga pago de lo gastado  
en mi entierro y funeral, y lo que quedare lo herede mi hijo legitimo  
Antonio de Villarroel por ser bienes procedidos de su madre y her-  
mana.  
-Dejo y nombro por mis albaceas al dicho Antonio Villarroel, mi hijo, y  
a Fernando de la Rocha con todo mi poder cumplido para que puedan  
acceder a mis bienes y los puedan vender en almoneda pública y pro-  
rrogo el albaceazgo por el tiempo necesario.  
-
Pagado este mi testamento, nombro por mi heredero universal a An-  
tonio de Villarroel de todos mis bienes para que los goce por tener siete  
hijos e hijas, mis nietos.  
-
Revoco y doy por nulo y digo que María de Lao (sic) murió abintestato  
y dejó una casa y estancia que se vendieron en almoneda publica y de  
su procedido se ha dividido que han tenido con los herederos de Juana  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
300  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
de Villarroel, mis nietos legítimos, mando que los que me adjudicaren  
los contadores, lo cobre el dicho Antonio de Villarroel.  
-
Revoco y anulo otro cualesquier testamento que se haya dado y hecho  
por escrito o palabra, salvo este que es hecho en la ciudad de Quito  
ante el presente escribano de Su Majestad y Receptor, en nueve días  
del mes de noviembre de mil seiscientos y setenta y dos años, siendo  
testigos José de Alarcón y de la Torre, Juan Núñez de Montesdeoca,  
Pedro Pérez de Cárdenas, don Gerónimo de Ubillús y Pedro Canelas;  
y el presenta escribano da fe del otorgante este testamento y lo firmo  
con los dichos testigos. F) Pedro Pérez de Cárdenas. F) don Gerónimo  
de Ubillús. F) Pedro Canelas. F) José de Alarcón. F) Juan Núñez de  
42 43  
Montesdeoca. Ante el escribano de Su Majestad Pedro de Aguayo.  
Escritura pública de convenio, traspaso y donación, Antonio de Vi-  
llarroel Escobar y Ana de Escobar, su hermana, en favor de José de  
44  
Villarroel, hijo de Antonio de Villarroel Escobar  
En Quito, 8 de febrero de 1668, ante el escribano de Su Majestad y tes-  
tigos infra escritos, parecieron por una parte Antonio de Villarroel (Vi-  
llarroel Escobar) y Ana de Escobar, su hermana, viuda de Juan de  
Vargas Solano; y por la otra parte, José de Villaroel (Rodríguez de Vi-  
llarroel), hijo legitimo del dicho Antonio de Villarroel (casado con Luisa  
Rodríguez de Astudillo) y sobrino de la dicha Ana de Escobar (Ana de  
Escobar es hermana de Antonio de Villarroel Escobar), dijeron que por  
muerte de doña María de Lao, hermana de los dichos Antonio de Vi-  
llarroel y Ana de Escobar, quien habiendo muerto abintestato son he-  
rederos por no haber dejado hijos, ni herederos ascendientes, ni  
descendientes y dejó por bienes una estancia en el valle de San Antonio  
de Pomasqui, donde caben solo cinco fanegas de sembradura de maíz  
con casas y trojes cubiertos de paja y demás aperos y trastes que cons-  
tan por inventario que consta en el oficio de Cabildo ante Andrés  
42 ANH, Protocolos, Notaría Primera, Notario Pedro de Aguayo, Testamento de Juan de Villa-  
rroel, 1672, vol. 233, tomo N/A, f. 271v-273v, (p.5)  
4
3 Nota de Gregorio de Larrea: Considerando que hasta mediados del siglo XVII existía cierta  
libertad en el uso de apellidos, pudiendo usarse el del padre o de la madre, la segunda esposa  
del testador Juan de Villarroel Porras, llamada María del Encastro (o Alencastro), es la misma  
María de Escobar, hija legítima de Ana de Escobar y “don” Juan del Encastro (Alencastro).  
Ana de Escobar fue hija natural de Diego de Escobar, fundador de la obra pía. Recordemos  
que en el siglo XVI poquísimas personas, únicamente las de gran prestancia, eran tratadas  
como “don”. En: ANH, Protocolos, Notaría Primera, Notario Pedro de Aguayo, Testamento  
de Juan de Villarroel, 1672, vol. 233, tomo N/A, f. 271v-273v, (p.5)  
44 Las notas entre paréntesis son nuestras  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
301  
Gregorio de Larrea  
Muñoz de la Concha, Escribano Real, que linda por arriba con tierras  
y estancia de doña Margarita Arias, mujer legitima del Licenciado don  
Manuel Ramírez de Arellano, Relator de esta Real Audiencia; y por  
abajo con tierras de doña Ana de Hucles(?), y por el frente con el pueblo  
de San Antonio, quebrada en medio y camino real que va al sitio de  
Catequilla, la cual dicha estancia tiene de censo principal un mil y cua-  
trocientos pesos de a ocho/, cuyos réditos se pagan a los propios de  
esta ciudad, cuatrocientos pesos de a ocho reales y el dicho censo que  
hacen un mil y ochocientos pesos de manera que Antonio de Villarroel  
y Ana de Escobar tienen de dicha herencia los dichos cuatrocientos  
pesos se la aplicaron a dicha doña María de Lao, difunta, en parte de  
los bienes gananciales que caben de los bienes de Juan López Cansino  
(esposo de “doña” María de Lao) que están en el oficio del Secretario  
don Alonso Sánchez Maldonado y por la escritura de transacción y  
concierto entre los herederos del dicho Juan López Cansino, dicha doña  
María de Lao ante Juan de Arce, Escribano Publico; y asimismo, que-  
daron por la dicha doña María de Lao, unas casas cubiertas de teja con  
un cuarto doblado de alto y bajo, y los demás bajos en la traza de esta  
ciudad y colación de la Catedral en la calle de la Moneda, que lindan  
por un lado con casas de un indio llamado Pablo, oficial zapatero, y  
por el otro lado con huertas y tierras de Pedro Corvache, difunto, y por  
enfrente de el Real en medio con la quebrada llamada de Ullaguanga-  
Guaico y casas de fulano Gueso(?), indio sastre(?); y considerando que  
el dicho José de Villarroel, hijo y sobrino de los dichos Antonio de Vi-  
llarroel y Ana de Escobar y sobrino de la dicha doña María de Lao, sir-  
vió a la susodicha desde su niñez hasta ahora porque se crio bajo su  
tutela y está casado y para que tenga que sembrar y trabajar/ y sus-  
tento por no tener bienes y ser pobre, otorgan los dichos Antonio de  
Villarroel y Ana de Escobar, viuda, su hermana le traspasen al dicho  
José de Villarroel, su hijo y sobrino, el derecho de lo que a cada uno  
toca de los dichos cuatrocientos pesos, valor de la dicha estancia y el  
derecho que tienen como tales herederos abintestato de la dicha doña  
María de Lao y le hacen gracia y donación entre vivos en el dicho José  
de Villarroel y le dan poder para que tome posesión.  
El escribano dice: Y el dicho José de Villarroel aceptó esta escritura y  
todos juntos de mancomún renuncian las leyes de la mancomunidad  
como se contienen, se obligaron a que si pareciere alguna persona a  
poner pleito o contradicción a dicha estancia, lo acabaran en todos gra-  
dos e instancias y el dicho José de Villarroel se obligó a otorgar escritura  
de reconocimiento en favor de los propios del dicho censo principal  
para pagar los réditos; y para su cumplimiento de esta escritura se obli-  
garon con sus bienes muebles y raíces habidos y por haber y dieron  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
302  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
poder cumplido a las justicias de esta ciudad y jueces competentes de  
esta Real Audiencia, fuero y jurisdicción para que todo lo dicho, les  
compelan y apremien por contrato ejecutivo y así lo dijeron y otorgaron  
los dichos otorgantes y lo firmaron y por testigos Juan de Vera de To-  
rres, Procurador del Número; Martin Méndez de los Ríos y Eugenio de  
Sotomayor. A ruego de la otorgante y por testigo firma Juan de Vera  
de Torres. F) Antonio de Villarroel. F) José de Villarroel. Ante José de  
Gutiérrez, escribano de Su Majestad.45  
Escritura pública de arrendamiento de José de Villarroel y otros en  
favor del alférez Tomás de Suasti46  
En Quito, 14 de agosto de 1691, ante el escribano de provincia, José de  
Villarroel, Tomas de Villarroel; Cristóbal de Medina, marido de Ger-  
trudis de Villarroel; Dionisio de Villarroel y Pedro de la Guerra, marido  
de Lorenza de Villarroel, vecinos de esta ciudad, bisnietos de María de  
Escobar, difunta, otorgan y dan en arrendamiento al alférez Tomás de  
Suasti, vecino mercader de esta ciudad, una sala y recámara en la calle  
de los Tratantes inmediata a la casa del dicho alférez con su callejón  
que lo han sucedido los otorgantes por el vínculo que dejó fundado  
Diego de Escobar para el goce de dicho fruto hasta su fin, o que no hay  
por herederos por tres años que corren desde hoy de la fecha de la es-  
critura en adelante y precio de cuarenta y cinco pesos de a ocho reales  
cada uno que hacen en los tres años, ciento y treinta y cinco patacones,  
que los reciben los otorgantes a veinte y siete pesos cada uno, contados  
sobre un bufete en moneda corriente en presencia del dicho escribano  
y testigos con condición de que si alguno de los otorgantes falleciere  
antes de cumplirse el arrendamiento y se debiere alguna cantidad, han  
de recibir los otorgantes sobrevivientes en si dicha deuda y devengarla  
con el arrendamiento en los tres años; y si falleciere Luisa de Astudillo,  
su madre, le ha de dar al alférez Tomas de Suasti, para su funeral y en-  
tierro, cuarenta y cinco pesos de a ocho reales por un año más del  
arriendo, y si llegare el caso se ha de entender ser de cuatro años y se  
obligan a no quitar su derecho la dicha sala y recámara con su callejón  
por más precio, ni otra causa que sea, sino más bien siga con el arren-  
damiento de los tres años y el ultimo expresado desuso si llegare el  
caso, pagando el arrendamiento de cuarenta y cinco pesos por año; y  
4
5 ANH, Protocolos, Notaría Primera, Notario José Gutierres, Donación entregada por Antonio  
de Villarroel y su hermana Ana de Escobar a favor de José de Villarroel, hijo de Antonio de  
Villarroel Escobar, 1668, vol.255, tomo N/A, f.20-21v, (p.3)  
46 Las notas entre paréntesis son nuestras  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
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Gregorio de Larrea  
el dicho alférez estando presente la aceptó y se obliga a no dejar la  
dicha sala, recámara y callejón y si llegare el caso de fallecer Luisa de  
Astudillo (esposa de Antonio de Villarroel y Escobar) suplirá los cua-  
renta y cinco pesos por un año más y se obligan ambas partes con sus  
personas y bienes y demás jueces y justicias, renuncian domicilio y fir-  
man por testigos Manuel de Ledesma, don Manuel de Cevallos y Fran-  
cisco de Vargas. F) Dionisio Rodríguez de Villarroel. F) Cristóbal de  
Medina. F) José Rodríguez de Villarroel. F: Pedro de la Guerra. F)  
47  
Tomás Rodríguez de Villarroel. F) Tomás de Suasti.  
Esteban Villarroel, descendiente del fundador de la obra pía  
Uno de los descendientes de Diego de Escobar, fundador de  
la obra pía en 1600, fue Esteban Villarroel, cuya genealogía ya hemos  
puntualizado. En Quito, 20 de mayo de 1755, Juana Muñoz de Ayala,  
soltera y “blanca”, vende una casa a doña Paula González, esposa  
legítima de Esteban Villarroel. La casa baja, cubierta de teja, estaba  
ubicada en la parroquia de San Sebastián, de Quito, en el puente lla-  
mado de Magnangaguayco, y estaba compuesta de cuatro cuartos,  
horno, huertas y ojo de agua. Sus linderos eran: Por un lado, casa de  
Gregorio Rodríguez, maestro sastre, que se cayeron con el sismo. Por  
el otro lado, con las que posee dicha doña Paula González. Por de-  
lante, con las que poseen unas mujeres llamadas las ballardas. Y por  
atrás, con la de la misma compradora. La casa está libre de censos,  
empeño e hipoteca. Se la vende en 110 pesos de a ocho reales. La ven-  
dedora compró la casa en 300 pesos con dinero de su propio peculio,  
mediante escritura otorgada en Quito, el 23 de enero de 1745, ante  
Diego Arias Altamirano, pero debido al terremoto, al venderla en el  
año 1755 costaba apenas 110 pesos.48  
47 ANH, Protocolos, Notaría Cuarta, Notario Juan de la Cruz, Arrendamiento entregado por  
José de Villarroel y otros a favor de Tomás de Suasti, 1691, vol. 40, tomo N/A, f. 204v-205,  
(
p.2)  
8 ANH, Archivo Nacional de Historia, Protocolos, Notaría Primera, Notario José Pazmiño,  
755, vol.374, tomo único, f: 287-289v  
4
1
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304  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Escritura pública sobre la familia Rueda, patrones de la obra pía y  
sobre el testamento del fundador  
En Quito, el 15 de junio de 1669, el sargento Pedro de Rueda, maestro  
de mazonería, nombra patrón de la obra pía fundada por Diego de Es-  
cobar, a su hermano legítimo el bachiller Francisco de Rueda Salazar  
quien es Procurador de Causas de Número de la Real Audiencia de  
Quito, ambos vecinos de esta ciudad, hijos del difunto maestro de ma-  
zonería Juan de Rueda.  
Juan de Rueda fue patrón de la obra pía, quien nombró a su  
hijo Pedro de Rueda patrón de la obra pía. Pedro de Rueda adminis-  
tró las rentas de la obra pía desde 13 de diciembre de 1657.  
El testamento de Diego de Escobar había sido presentado  
ante el licenciado Ferrer de Ayala, oidor y alcalde de corte, en pre-  
sencia de los albaceas nombrados por Diego de Escobar. Los albaceas  
eran: Francisco Moreno de Larco, Diego Ramírez y Francisco de Paz,  
quienes dijeron que, por el fallecimiento de Diego de Escobar, se  
49  
mande abrir, leer y publicar dicho testamento en el año 1600.  
Diego de Escobar murió de muerte natural. En su testamento  
del año 1600 declara ser natural y vecino de Quito. Declara por bie-  
nes unas casas que linderan con casas de Francisco Moreno de Larco  
que baja a la plaza, con cuadras y huertas; con las casas del Cabildo  
y de Catalina Martínez y los hijos menores de ella. La casa tenía ocho  
tiendas a otras dos calles y un callejón y zaguán, y por otro callejón  
que sale a la plazuela de Santo Domingo que se une a unos altos de  
una casa.  
Declara por bienes 25 pesos de censo que le deben Santiago  
de Villalobos y Lorenzo Calvache de tributo de cada año conforme  
a escritura.  
Desea que queden vinculadas las casas y tiendas, y los censos  
cuando fueren redimidos sirvan para la deuda al Hospital Real y  
otras deudas, mandas y legados que debe, y que sobre el censo redi-  
mido sobre sus casas el dinero se vuelva a echar en censos cuantas  
49 ANH, Censos y capellanías, caja 2, exp. 12, Quito, 12 de marzo de 1666, Segundo cuaderno  
de autos de obra pía otorgada por Diego de Escobar, en donde consta el testamento  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
305  
Gregorio de Larrea  
veces sea necesario de lo que valieren las casas y tiendas, se junte  
cada año lo que valiere la renta ante el patrono o patrones que nom-  
brare, 300 pesos corrientes o reales. En reales se arrienden las casas  
y tiendas y den de limosna a una doncella pobre y huérfana y mes-  
tiza en su ayuda y casamiento o en religión, o si sus padres pobres  
están vivos se los entreguen dichos pesos a ellos, y que el patrón  
tome de la renta 30 pesos por sus servicios y cumplimiento con sumo  
cuidado procurando que las casas y tiendas vayan de menos a más  
dejándolas de la mejor manera. De igual forma se destine un monto  
a las misas en el monasterio de la Concepción y la de los indios de  
Guanca (Guanga).50  
Que el dicho Diego Ramírez todos los días de su vida administre sus  
bienes y le nombra patrón de las limosnas y memoria al dicho Fran-  
cisco de Paz y éste pueda nombrar el patrón a una persona de satisfac-  
ción, un montañés, y que dicho Diego Ramírez goce en cada año de los  
treinta pesos desde el día del fallecimiento, y el sucesor sea de virtud  
y bondad y buen concepto, y si fuere persona montañesa o cofrade de  
la cofradía de La Concepción se junten y elijan para que sea patrón y  
puedan gozar los dichos pesos todos los días de su vida.  
Que el vínculo de las casas para la limosna de trescientos pesos sea per-  
petuo y si algún prelado o juez eclesiástico o seglar, cofradías u otra  
comunidad o hermandad pretendiere reducir dicho vínculo y limosna  
manda que el patrón defienda a derecho y si fuere necesario funde una  
capellanía con dichos trescientos pesos que se habían de dar a las don-  
cellas y la limosna que se ha de hacer a los indios viejos y lisiados del  
Guangala (Guanga o Guanca) y la sirva el capellán nombrado siendo  
sacerdote montañés, natural de la ciudad de Quito, de buena fama y  
costumbres que viniere de su linaje haciendo los autos y capitulaciones  
que convengan y las misas que se concertaren con el capellán, y para  
ello da todo su poder cumplido.  
Que si a los dichos Gaspar Diez y Alonso de Escobar se les ha mandado  
se les den doscientos pesos a cada uno y que, si alguno muriere antes,  
no se les dé nada y lo mismo si no dejaren herederos legítimos, dichos  
pesos sean devueltos a los bienes para aumento de ellos.  
Esta escritura va en su mayor parte escrita de mano de Josepe de Ma-  
drigal y alguna parte de Francisco de Paz, hecha en Quito a 25 de  
agosto de 1600. Firma: Diego de Escobar.  
50 Ibidem  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
306  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
El escribano certifica que Diego de Escobar ha presentado el testamento  
estando enfermo dejando nombrados albaceas y herederos y deja sin  
valor alguno otro cualquier testamento o poderes, firmando como tes-  
tigos: Diego Rodríguez de León, Juan Pablo Durán, Melchor Pacho,  
Pedro de la Torre, Pedro Álvarez de Salinas (Silva), Juan Pardo y Fran-  
cisco Rodríguez Carrasco, vecinos de la ciudad. Firma: Pedro de Ro-  
bles, escribano de su majestad y de provincia.  
Se vuelve a llevar el testamento el sargento Pedro de Rueda, se remite  
y en cumplimiento de la voluntad de Diego de escobar, fundador de la  
obra pía, no cese dicha obra y la administración de los bienes señala-  
dos; nombro en su lugar al Bachiller Francisco de Rueda Salazar, her-  
mano legítimo, para que acuda a administrar las casas y rentas para  
esta obra pía, arrendándolas al mejor postor por el tiempo y precio más  
aventajado posible con todo el poder necesario para ello en forma de  
derecho, quien aceptó lo contenido y lo firma junto a los testigos: sar-  
gento Jacinto Melo, Ignacio Dorado de Vergara y Agustín Dorado de  
Vergara. Firman: Pedro de Rueda, Francisco de Rueda Salazar, ante An-  
5
1
tonio de Verzosa, escribano de su majestad. Hasta aquí el resumen  
de la respectiva escritura pública.52  
Respecto a la familia Rueda, patrones de la obra pía, diremos  
que Juan de Rueda “el viejo” fue maestro platero de mazonería en  
Quito en 1614. Fue hijo natural de Antonio de la Rueda. Casó pri-  
mero con Gabriela Salazar, con quien tuvo a: Jerónima, Pedro, Juan  
Francisco y María. Tenía su casa en la colación de la Catedral y una  
53  
estancia de nueve caballerías en el pueblo de Tanicuchí. Su hijo el  
sargento Pedro de Rueda fue igualmente maestro de mazonería. Je-  
rónima de Rueda casó con Hernando Rodríguez, maestro platero en  
oro; sus hijos Juan y Alonso Rueda fueron presbíteros seculares.  
5
1 ANH, Nombramiento de patrón de la obra pía que dejó Diego de Escobar, el sargento Pedro  
de Rueda en el bachiller Francisco de Rueda Salazar, su hermano, Procurador, Protocolos,  
Notaría Cuarta, Notario Diego de Vercossa, 1669, vol. 27, f: 180v-184  
5
2 Nota de Gregorio de Larrea: Esta escritura pública dice que el sargento Pedro de Rueda era  
maestro de mazonería (con la letra “z”). “Mazonería” podía referirse a varias actividades.  
En este caso, era la elaboración de piezas de plata y oro, generalmente muy labradas, espe-  
cialmente para el servicio litúrgico-sacramental de las iglesias; es decir, “mazonería” casi era  
sinónimo de “platería”, elaborada por el “platero”. El platero podía trabajar tanto piezas de  
plata como de oro.  
5
3 Una caballería era un solar de cien pies de ancho y doscientos de largo. Un pie castellano  
equivalía a 27,8635 centímetros  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
307  
Gregorio de Larrea  
Juan de Rueda “el viejo”, cuyo nombre completo era Juan de  
Rueda Alarcón y Cañares, casó segundo con Florentina Enao Ren-  
gifo, tataranieta de Francisca Coya, hermana del Emperador Ata-  
hualpa, y tuvo los siguientes hijos: José, María, Teresa, Juan y Juan  
de la Cruz. Testó en Quito el 9 de junio de 1651, en la Notaría Primera  
54  
(
folio 195). Anotemos que en Quito en 1683 era maestro platero otro  
Juan Rueda, homónimo de Juan de Rueda “el viejo”. Florentina Enao  
Rengifo nació en Quito en 1615, tuvo dos casas en la parroquia de  
55  
56  
Santa Bárbara (Quito), huerta en Cumbayá y huerta en la Cantera.  
A partir de 1667 el cabildo de Quito nombró dos alcaldes de  
plateros, el uno para los del oro y el otro para los de la plata y desa-  
parece el nombramiento de veedor hasta 1693, año en que comienza  
a coincidir el nombramiento de veedor con el de alcalde de los pla-  
teros de oro. El cabildo de Quito nombró alcaldes y veedores de pla-  
teros a: Juan Rueda (años 1646, 1652, 1656-1657, 1666), Pedro Rueda  
(
1658-1665, 1669, 1676-1678). Fueron nombrados veedores: Juan de  
57  
Rueda “el viejo” (1650, 1653-1654), Pedro de Rueda (1669).  
Como información adicional sobre los patrones de la obra pía, ano-  
tamos que en 1730 el patrón de la obra pía era el escribano público  
de Quito don Antonio López de Salcedo. En 1744 el patrón de la obra  
pía era el capitán don Jacinto Antonio García de Lemos, familiar del  
Santo Oficio de la Inquisición.58  
5
4 Alfredo Costales Samaniego: El arte en la Real Audiencia de Quito, artistas y artesanos des-  
conocidos de la “Escuela Quiteña”, pp. 271, 276, en: Arte colonial quiteño, renovado enfoque  
y nuevos actores, FONSAL, Ed. TRAMA, Quito, 2007, 315 p.p.  
5
5 Una huerta es un solar compuesto de dos huebras de tierra. En: Marta Beatriz Silva, Las di-  
mensiones urbanas. Los patrones coloniales y decimonónicos, p.11. Ver en: http://www.  
rniu.buap.mx/infoRNIU/nov18/4/dimensiones-urbanas_patrones-coloniales-decimononi  
cos_ponencia_49-congreso-internacional-americanistas-1997.pdf (16-11-2022)  
2
La huebra es una “Unidad de superficie de 3.200 varas cuadradas o 2.235,84 m ”. En: Luis  
Pastor, Unidades de Medida, p.9. Ver en: https://luispastor.es/compartiendo/pdf/unida  
des-de-medida-by-luis-pastor.pdf (16-11-2022)  
6 Fernando Jurado Noboa: Las Coyas y Pallas del Tahuantinsuyo, Ed. Gallocapitán, Quito,  
5
5
5
1982, p. 416  
7 Jesús Paniagua Pérez: Aportaciones al estudio del gremio de los plateros quiteños durante  
los siglos XVI y XVII  
8 ANH, Censos y capellanías, caja 23, exp.4, 29 de febrero de 1744  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
308  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Doctor Juan Pablo Espejo, capellán de la Real Audiencia de Quito,  
albacea de Joaquín Zerri, hermano del Doctor Eugenio Espejo pre-  
cursor de la Independencia Ecuatoriana  
En 1787 falleció en Quito doña Paula Villarroel, hija natural  
de doña Tomasa Rodríguez de Villarroel, descendiente de Diego de  
Escobar fundador de la obra pía. Doña Paula Villarroel casó con Ma-  
riano Escobar con quien tuvo dos hijos legítimos: Francisca Xaviera  
y Francisco Escobar Villarroel. Los últimos 16 años no hizo vida con-  
yugal con su marido. Doña Paula Villarroel tenía una casa de su mo-  
rada, de dos pisos, en la parroquia de San Marcos, avaluada en 1200  
pesos, que no era la casa de la obra pía; otorgó testamento en Quito,  
59  
el 21 de agosto de 1787 en el que dispone que, si su hijo Francisco  
Escobar Villarroel quisiera contraer matrimonio con alguna mujer  
que desiguale a su nacimiento y calidad: mestiza, india o zamba, el  
albacea testamentario no le entregue su parte de la herencia. Ade-  
más, doña Paula Villarroel tuvo dos hijos ilegítimos con su amante  
el capitán de milicias español don José Joaquín Zerri, del comercio  
de Cartagena de Indias, vecino de Quito, llamados: Joaquín y José  
Zerri Villarroel.  
En Quito, 1796, doña Francisca Xaviera de Escobar Villarroel,  
nacida en 1767, promueve expediente para que don Joaquín Zerri,  
albacea testamentario de doña Paula Villarroel (madre de doña Fran-  
cisca Xaviera), desocupe la casa perteneciente a la testamentaría de  
su madre y rinda cuenta del albaceazgo. Doña Francisca Xaviera dice  
que Zerri ha vivido en dicha casa durante más de siete años. Añade  
que Zerri ha tratado de casarla con el quiteño Mariano Sosa, con  
quien ella dice estar dispuesta a casarse. Doña Paula Villarroel había  
nombrado a Zerri curador de sus dos hijos legítimos: Francisca Xa-  
viera y Francisco Escobar Villarroel.  
En todo caso, doña Francisca Xaviera de Escobar Villarroel  
6
0
falleció en 1796. Finalmente, se sentenció que don Joaquín Zerri  
abandones la casa, de la que pasó a tomar posesión Mariano Escobar,  
61  
padre de doña Francisca Xaviera. Mariano Escobar falleció en 1800.  
59 ANH, Protocolos, Notaría Cuarta, 1787, caja 56, vol. 113, fs.75v-80v  
60 ANH, Juicios, Notaría Tercera, caja 99, exp. 27, 19 de febrero de 1796  
61 ANH, Juicios, Notaría Primera, caja 166, exp. 1, 25 de septiembre de 1797  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
309  
Gregorio de Larrea  
Poco después don Joaquín Zerri falleció, tal es así que el 27  
de septiembre de 1803 se siguió la causa mortuoria de su testa-  
mento.6 Zerri había nombrado albacea testamentario al doctor don  
Juan Pablo Espejo, capellán de la Real Audiencia de Quito, quien era  
hermano nada menos que de Eugenio Espejo, Precursor de la Inde-  
pendencia Ecuatoriana. Al fallecer Zerri se realizó el inventario de  
sus bienes, que tan sólo consistían en muebles avaluados en apenas  
ciento veinte y cuatro pesos, los cuales se sacaron a remate público.  
Entre los papeles que dejó Zerri existía “una memoria de los gastos  
hechos en el pleito de los Espejos”, de ciento noventa y cinco pesos  
seis reales, fechada en Guayaquil el 26 de octubre de 1769, firmada  
por don José Cortázar. Por supuesto, se trata de la familia de Eugenio  
Espejo. Don José Cortázar fue vizcaíno radicado en Guayaquil, padre  
del obispo de Cuenca doctor José Ignacio Cortázar y Lavayen, obispo  
que fuera tío del Mariscal José Domingo de la Mar y Cortázar, Pre-  
sidente del Perú.  
2
En la testamentaría de Zerri, don Bruno Resua, sargento pri-  
mero de la cuarta compañía de veteranos de la Real Audiencia de  
Quito, declaró que don José Joaquín de Zerri falleció sin tener quien  
costée su funeral y entierro, pues su albacea doctor don Juan Pablo  
de Santa Cruz y Espejo se desentendió de esa obligación, dejando  
botado el cadáver. Ante ello, don Bruno Resua puso el dinero nece-  
sario para el entierro, el cual pide se le restituya.  
Conclusiones  
Diego de Escobar, fundador de la primera obra pía de la Real  
Audiencia de Quito (actual Ecuador) en el año 1600, fue hijo de uno  
de los conquistadores “de buena condición social” que fundaron  
Baeza en el actual Ecuador. Su suegro español Juan Gutiérrez de Me-  
dina fue uno de los fundadores de Quito, encomendero y ejerció  
múltiples cargos en el Cabildo de la villa. En todo caso, Diego de Es-  
cobar no dejó hijos legítimos sobrevivientes, sino algunos hijos na-  
turales, uno de ellos Ana de Escobar, madre de María de Escobar  
62 ANH, Juicios, Notaría Cuarta, caja 96, exp. 4, 27 de septiembre de 1803  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
310  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
para quien fundó la obra pía y para los descendientes de ella. María  
de Escobar casó con Juan de Villarroel Porras, nacido por 1590, a par-  
tir de quien la obra pía la poseyó la familia Villarroel, hasta la extin-  
ción de la obra pía. La mayoría de descendientes que gozaron de la  
renta de la obra pía se apellidaron justamente Villarroel.  
Habiendo sido instituciones de Derecho español, cuando nos  
independizamos de la Madre Patria, dejaron de existir los vínculos  
y mayorazgos. Tal fue así que en 1824 el gobierno de Colombia (la  
Gran Colombia) decretó la supresión de los mayorazgos y vincula-  
63  
ciones perpetuas. De manera que al independizarnos de España la  
casa de la obra pía fue desvinculada, cuyo patronato se declaró por  
sentencia judicial a favor de doña Juana Villarroel Cevallos quien fa-  
64  
lleció en 1847 y sus herederos vendieron la casa en 1848.  
Archivos consultados  
Archivo de la Curia de Riobamba:  
Libros de bautizos de “blancos” de Riobamba, 1778  
Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Núcleo de Chimborazo:  
Juicios Civiles, 1787  
Archivo Histórico Municipal de Quito:  
Libros de Cabildo de Quito, 1534-1541; 1573-1670  
Archivo Nacional de Historia, ANH, Quito:  
Censos y capellanías, 1666, 1675, 1744, 1756, 1787  
Protocolos  
Notaría Primera, 1595, 1597, 1603, 1644, 1668, 1671-1679, 1755  
Notaría Tercera, 1756  
Notaría Cuarta, 1669, 1691  
Notaría Quinta, 1665  
Archivo parroquial de San Sebastián, Quito:  
6
6
3 Gaceta de Colombia: 3 de julio de 1824, 18 de julio de 1824, 29 de agosto de 1824, en: Jorge  
Núñez Sánchez, El Ecuador en el siglo XIX, p. 51.  
4 Larrea, Gregorio de, Miniartículos históricos, Ed. Gráficas Iberia, Quito, 2022, p. 79.  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
311  
Gregorio de Larrea  
Libros de bautizos de “blancos”, 1645-1730  
Libros de matrimonios de “blancos”, 1657, 1697, 1699, 1719, 1729  
Bibliografía  
ALARCÓN COSTTA, César, Diccionario Biográfico Ecuatoriano, Ed. Raíces, Quito,  
2000, 1273 páginas  
COSTALES SAMANIEGO, Alfredo: “El arte en la Real Audiencia de Quito, ar-  
tistas y artesanos desconocidos de la “Escuela Quiteña””, en: Arte colonial  
quiteño, renovado enfoque y nuevos actores, FONSAL, Ed. Trama, Quito, 2007,  
315 páginas  
JURADO NOBOA, Fernando: La migración internacional a Quito entre 1534 y 1934,  
tomo II, s/Ed., Quito, 1990, pp. 331-574.  
–––––, Las Coyas y Pallas del Tahuantinsuyo, Ed. Gallocapitán, Quito, 1982, 682  
páginas.  
––––– Una familia fundadora de Quito: Historia de los Proaño, vol. 1, Imp. Produc-  
ción Gráfica, Quito, 2015, 343 pp.  
–––––, Riobamba una ciudad de andaluces en América, Imp. MYL, Quito, 2005, 405  
páginas  
KEEEDING, Ekkehart: Surge la nación, Ed. Banco Central del Ecuador, Quito,  
005, 732 páginas.  
2
GARAY ARELLANO, Ezio: Análisis de la hidalguía en América y su aproximación  
en el Ecuador, en Revista del Centro Nacional de Investigaciones Genealó-  
gicas y Antropológicas, CENIGA, Nº15, s/Ed., Quito, julio 1997, pp. 301-  
328  
GUTIÉRREZ MARÍN, Wilson: Baeza la ciudad de los Quijos, Ed. Abya-Yala, Quito,  
002, 197 páginas  
2
LARREA, Gregorio César De: Genealogía de don Mariano de Larrea, s/Ed., Quito,  
004, 146 pp.  
2
––––––, Miniartículos históricos, Ed. Gráficas Iberia, Quito, 2022, 227 pp.  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
312  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
–––––, “Vecinos de Riobamba en 1797”, en Revista de la Sociedad Amigos de la  
Genealogía, SAG, vol.50, s/Ed., Quito, 1990, pp. 68-96.  
MORENO EGAS, Jorge: Vecinos de la Catedral de Quito fallecidos entre 1704 y 1800,  
Imp. Offset, Quito, 1989, 388 páginas.  
NÚÑEZ SÁNCHEZ, Jorge: El Ecuador en el siglo XIX, Imp. Consejo Provincial  
de Pichincha, Quito, 2003, 268 páginas.  
ORTIZ DE LA TABLA DUCASSE, Javier: Los encomenderos de Quito 1534-1660,  
s/Ed., Sevilla, 1993, 377 páginas.  
PANIAGUA PÉREZ, Jesús: Aportaciones al estudio del gremio de los plateros  
quiteños durante los siglos XVI y XVII Ver en: https://buleria.unileon.es/  
bitstream/handle/10612/11732/Paniagua%20185.pdf?sequence=1&isA-  
llowed=y (02-11-2022).  
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313  
Gregorio de Larrea  
Anexo 1  
Niños “blancos” apellidados Gómez-Leal, Sotelo, y Zapata bautizados  
65  
en la parroquia San Sebastián, de Quito, en el lapso 1692-1730  
Siglas:  
b: bautizado  
h.l: hijo legítimo  
h.n: hijo natural  
Pedro de Villarroel Zapata, cuarto nieto del fundador de la obra pía,  
casó el 4 de junio de 1699, en la parroquia de San Sebastián, con Manuela  
Gómez-Leal. Su hijo, José de Villarroel y Gómez-Leal casó con Josefa de  
Sotelo, en San Sebastián, el 27 de julio de 1729, y fueron abuelos de doña  
Juana de Villarroel Cevallos, última poseedora de la obra pía, quien fa-  
lleció en Quito en 1847. Por lo tanto, es importante referirse a los apelli-  
dos Zapata, Gómez-Leal, y Sotelo:  
-
-
-
-
Manuela, h.l. de Bernardo de Castañeda y Manuela Gómez Leal, b. 24  
mayo 1693.  
Manuela, hija de padres no conocidos, b. 26 mayo 1693. Fue su madrina:  
“doña” María de Sotelo.  
Manuela, bautizada de diez años y un día, h.l. de Gerónimo de Alfaro  
y “doña” Manuela Sotelo, b. 10 enero 1694.  
Manuel, bautizado de seis años de edad, h.l. de Gerónimo Alfaro y Ma-  
nuela de Sotelo, b. 19 enero 1694. Fue su padrino el Reverendo prior  
fray Francisco de Escobar.  
-
-
N.N., h.n. de María o Gerónima (Gero. Ma.) Sotelo, b. 24 enero 1695.  
Pascuala, h.l. de Fernando de Castañeda y Manuela Gómez Leal, b. 22  
mayo 1695.  
-
-
Santiago Sotelo, hijo de padre no conocido, b. 2 agosto 1696.  
Dionicia Brígida, h.l. de José Pérez y María Zapata, b. 9 octubre 1696.  
Padrino: el predicador fray Pedro de Aponte, religioso de Santo Do-  
mingo.  
6
5 Archivo parroquial de San Sebastián, Quito, libros parroquiales de bautizos de “blancos”,  
692-1730  
1
BOLETÍN ANH Nº 208 • 277–324  
314  
La obra pía fundada por Diego de Escobar  
-
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-
-
-
-
Diego, h.l. de Bernardo Castañeda y Manuela Gómez Leal, b. 11 no-  
viembre 1696.  
Agustín, h.l. de José Sotelo de Medina y Gertrudis Parrales, b. 29 agosto  
1698.  
María Gerónima Dionicia, h.l. de José Pérez y María Zapata, b. 21 oc-  
tubre 1698.  
José Fausto, h.l. de Pedro Infante y Sebastiana Fernández, b. 29 noviem-  
bre 1698. Madrina: Juana de Salcedo.  
Nicolás, de un año de edad, hijo adoptivo de Juana Sotelo, b. 9 septiem-  
bre 1700. Madrina: la dicha Juana Sotelo.  
Catalina, h.l. de Francisco de Olivares y Francisca de Sotelo, b. 11 fe-  
brero 1706. Padrino: el reverendo padre fray Cristóbal Vergara, de la  
orden de predicadores.  
-
-
-
-
-
-
-
Agustín Raymundo, h.l. de Ignacio López de Solís y Felipa Gómez Leal,  
b. 21 agosto 1712.  
Francisco Xavier Mariano, h.n. de Manuel Baleriano Sotelo y Jacinta  
Benítez, b. 11 septiembre 1712.  
Benturina, h.l. de Ignacio Solís y Felipa Gómez Leal, b. 24 de septiembre  
de 1715. Madrina: “doña” Catalina de Villarreal (sic) Guerrero.  
José, h.l. de Manuel Balderiano Sotelo y Eugenia de Cepeda, b. 23  
marzo 1718.  
María Salvadora, h.l. de Manuel Sotelo y Eugenia Cepeda, b. 27 de  
marzo de 1720.  
Ana, h.n. de Tomasa de los Reyes y Damacio Zapata, b. 27 de julio de  
1
720.  
María Fernanda, h.l. de Juan de Zapata Jácome y Petrona Quevedo, b.  
1 de mayo de 1721. Padrinos: el alférez don Hilario Martínez y doña  
3
Ángela Velasco.  
-
-
-
-
-
Nicolás, h. n. de Damacio Zapata y Tomasa de los Reyes, b. 14 de sep-  
tiembre de 1721.  
Eugenio, h.l. de Manuel Sotelo y Eugenia de Cepeda, b. 20 de febrero  
de 1722.  
Antonio, h.l. de Francisco? López de Solís y Felipa Gómez Leal, b. 26  
de julio de 1722.  
María Rosa, h.n. de Damacio Zapata y Tomasa de los Ríos, b. 5 de sep-  
tiembre de 1723.  
Mateo, h.l. de Manuel Sotelo y Eugenia de Cepeda, b. 22 de septiembre  
de 1723.  
BOLETÍN ANH Nº 208-A • 277–324  
315  
Gregorio de Larrea  
-
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-
-
Manuel Gilberto?, h.l. de Juan de Zapata y Petronila Quevedo, b. 16 de  
octubre de 1723. Padrino: doctor don Manuel Sánchez Maldonado.  
Francisca Liberata, hija de Catalina Sotelo Olivares, b. 1º de abril de  
1
724. Padrino: Fray José Núñez de Rojas.  
Ana María, h.l. de Juan Zapata y Petrona Quevedo, b. 26 de julio de  
726.  
1
Nicolás, h.l. de Isidro Fernández y Martina Sotelo, b. 14 de septiembre  
de 1727.  
María Felipa, h.l. de Francisco Ignacio de la Cruz y Francisca Zapata,  
b. 6 de mayo de 1730.  
Francisco, h.n. de Juan de Zapata y Jácome, y Rosalía Aguirre, b. 4 de  
octubre de 1730.  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Anexo 2  
Don Mariano de Larrea y Villarroel (Riobamba, 1765-1843)  
Uno de los descendientes de Diego de Escobar, fundador de la obra pía,  
fue don Mariano de Larrea y Villarroel (Riobamba, 1765-1843), pues su  
madre provenía de Diego de Escobar. El teniente de milicias don Ma-  
riano de Larrea y Villarroel fue Real Administrador de Alcabalas de Rio-  
bamba entre 1813 y 1822, hasta cuando nos independizamos de España.  
En Riobamba, en 1789, Mariano de Larrea aparece como testigo en un  
juicio entre doña Fabiana Cuadrado y Jacinta Iglesias, por una casa ubi-  
cada en el barrio de Santo Domingo, de la antigua Riobamba (anterior  
al terremoto de 1797). En el mismo juicio aparece como testigo Eusebio  
66  
del Arco. En 1787, Mariano de Larrea era “Oficial de pluma de el oficio  
67  
de Cabildo” de Riobamba. En 1780, Mariano de Larrea casó con doña  
Josefa del Arco y Veloz (o Veloso), la cual vivía en 1819 pero para 1822  
ya había fallecido. Era hija legítima de Manuel del Arco y Veloz y doña  
68  
Teresa Baldeón.  
Luego del terremoto de 1797, en el plano de la Nueva Riobamba, en 1799  
Manuel del Arco recibió el solar número uno, de la manzana 87. El solar  
número dos, de la misma manzana, lo recibió Eusebio del Arco, segura-  
69  
mente su hermano. En Riobamba, el 16 de junio de 1778, Eusebio del  
Arco fue padrino de bautizo de Manuel, hijo legítimo de Marcos Veloso  
(
o Veloz) y Manuela Bachiler.70  
Don Mariano de Larrea y Villarroel fue padre de don Gregorio de Larrea  
Salazar (1824-1871), uno de cuyos hijos fue don Antonio Proaño Larrea  
(
firmaba con sus apellidos en este orden) quien en 1909 fue uno de los  
fundadores de la Cámara de Comercio de Quito, quien fue padre de Isa-  
bel Mariana Proaño Borja, madre del doctor Francisco Ron Proaño, na-  
cido en 1947, Miembro correspondiente de la Academia Nacional de  
Historia del Ecuador.71  
66 Archivo Histórico de la Casa de la Cultura Núcleo de Chimborazo, Juicios Civiles, 9 de junio  
de 1787, 76 fojas  
7 Ibidem, foja 27  
6
68 Gregorio César De Larrea, Genealogía de don Mariano de Larrea, s/Ed., Quito, 2004, 146 páginas,  
p.66  
6
9 (Gregorio) César Larrea Proaño, “Vecinos de la Nueva Riobamba en 1797”, en Revista de la  
Sociedad Amigos de la Genealogía, SAG, vol.50, s/Ed., Quito, 1990, pp: 68-96  
0 Archivo de la Curia de Riobamba, libros de bautizos de “blancos” de Riobamba, 1778  
1 Fernando Jurado Noboa, Una familia fundadora de Quito: Historia de los Proaño, vol.1, Imp. Pro-  
ducción Gráfica, Quito, 2015, 343 p.p., p.257  
7
7
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Gregorio de Larrea  
Anexo 3  
Carta de dote de Alonso Sánchez de Escobar (quizá emparentado con  
Diego de Escobar) en favor de María de los Reyes, 1597  
En Quito, en 1597, Alonso Sánchez de Escobar, hijo legítimo de Benito  
Sánchez y Ana de Escobar, vecinos de Quito, concertó casarse con María  
de los Reyes. Por medio del doctor Juan Barrio de Sepúlveda, oidor de  
la Real Audiencia de Quito, la novia entregó como dote 898 pesos de  
plata corriente marcada en ajuar y vestidos. Por su parte, el novio  
mandó a su novia 1102 pesos como arras por su virginidad. En total  
suman 2000 pesos de plata corriente marcada, para lo que el novio le  
otorga carta de dote y declara haber recibido lo del oidor y demás cosas.  
El novio declara haber recibido como dote lo siguiente:  
Quinientos de plata corriente marcada en tejos de plata….500 pesos.  
Una saya entera de tafetán negro de borlilla guarnecido de terciopelo  
en ciento 150 pesos…150 pesos.  
Treinta varas de ruanda apreciado a sesenta pesos…60 pesos.  
Dos camisas de ruan de mujer con sus pechos labrados a veinte pesos  
cada una…40 pesos.  
Una basquiña de jergueta florentina en 20 pesos…20 pesos.  
Cuatro tocas de seda en ocho pesos…8 pesos.  
Una ropa y una basquiña de tafetán negro de la China en cincuenta  
pesos…50 pesos.  
Un manto del suplicio de seda en cuarenta pesos…40 pesos.  
Una gargantilla de medallas de azabache en cuatro pesos…4 pesos.  
Una camisa de ruan de mujer en doce pesos…12 pesos.  
Dos telas de red de gorgueras en un peso…1 peso.  
Cuatro varas de cintas de resplandor en dos pesos…2 pesos.  
Cuatro varas de cintas de seda amarilla en un peso…1 peso.  
Una escocia labrada de seda azul en cuatro pesos…4 pesos.  
Unos aritos de oro en dos pesos…2 pesos.  
Una gargantilla de azabache con un achogador de cuentas de alquimia  
en dos pesos…2 pesos.  
Una sarta de cuentas de pasta y azabache en cuatro pesos…4 pesos.  
Unas jervillas en un peso…1 pesos.  
Un apretador a medio peso.  
Un cordón de pita a medio peso.  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Que suman los dichos ochocientos noventa y ocho pesos que el novio  
los da por bien recibidos del dicho doctor Juan de Barrio de Sepúlveda  
en presencia del escribano. Por honra de la virginidad, calidad y lim-  
pieza de dicha María de los Reyes, su esposa, y las arras, le entrega mil  
ciento dos pesos de plata, que son la décima parte de todos los bienes  
muebles y raíces y semovientes que tiene el novio, pues la costumbre  
era que, en arras por la virginidad de la novia, el novio entregue el 10%  
72  
del valor total de los bienes que poseía al momento del matrimonio.  
72 ANH, Carta de dote de Alonso Sánchez de Escobar en favor de María de los Reyes, Protoco-  
los, Notaría Primera, Notario Diego Bravo de Laguna, 1597, vol. 10, f: 93v-96  
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Gregorio de Larrea  
Anexo 4  
Testamento de una tal doña Ana de Escobar, quizá emparentada con  
el fundador de la obra pía  
Existe el testamento de doña Ana de Escobar, otorgado en Quito, el 16  
de julio de 1665. Declara ser hija legítima de Germán Naranjo y de Ana  
de Escobar, sus padres difuntos, vecina de la ciudad de Quito, Enferma  
en cama, dice lo siguiente:  
Pide a los albaceas que su cuerpo sea sepultado en la iglesia de San Fran-  
cisco, en la bóbeda de los de la tercera orden, y se le diga una misa can-  
tada de réquiem y las misas. Manda a las mandas forzosas 4 reales cada  
una. Que se dé limosna de los bienes, un patacón a los padres de la casa  
santa de Jerusalén. Pide que se dé limosna a la cofradía del ángel custo-  
dio de la iglesia de la Merced de la redención de cautivos, un patacón  
para redimir niños cautivos en poder de moros.  
Declara ser casada con el alférez Juan García Parreño y tuvo por hijos  
legítimos a: Tomasa Parreño, Juan García Parreño, Catalina Parreño, Ana  
Parreño, Sebastián García, María Parreño, Francisca Parreño, Andrea  
Parreño y Antonio García Parreño.  
Sus padres dieron en dote para el matrimonio una estancia de 10 caba-  
llerías en el valle de Chillo, avaluada en cinco mil patacones con yeguas.  
Su marido le entregó de arras tres mil pesos, que son la décima parte de  
sus bienes.  
Declara que cuando casó a Tomasa Parreño con Alonso Becerra le dio  
en dote un objeto adamascado y sobrecama de algodón, un objeto de  
naranjo labrado avaluado en 150 pesos, y un vestido de terciopelo negro  
en 150 pesos, un par de sarcillos de oro y perlas en 50 pesos, una sortija  
de oro y esmeralda en 12 pesos.  
Que cuando casó a Catalina Parreño con Antonio Reinoso le dio un pa-  
bellón sobrecama y rodapiés de algodón adamascado de blanco y azul  
en 150 pesos y una cuja de madera en 5 pesos.  
Que cuando casó a Ana Parreño con Juan Delgado le dio otro pabellón  
adamascado de algodón azul y blanco y sobrecama y rodapiés y una  
cuja en 150 pesos.  
Manda que a María Parreño se le dé de sus bienes, después del funeral  
y entierro, el remanente que quedare cada un año, lo mejor del tercio y  
quinto de ellos que quedaren, y si no, se le darán de los frutos de la es-  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
tancia que tenga en dote, y que de los bienes gananciales de las arras se  
les dé a cada una de las herederas lo que haya de ganancias y arras.  
Que para el funeral y entierro lo haga su marido de sus bienes sin que  
se entrometa en la estancia de bienes dotales.  
Declara que debe a Magdalena Arias, 30 pesos y manda que se paguen  
de la cosecha.  
Declara no debe cosa alguna a personas o que le deban y si apareciere  
alguna, las hijas le paguen hasta el valor de un patacón.  
Que casó a María Parreño con Juan Chacón de Aguilar a disgusto del  
marido. Éste la ha echado y pide que no sea heredera de sus bienes, de-  
clara la mala voluntad que le tiene a su hija.  
Declara que de lo procedido de la estancia de Chillo, compraron tierras  
cerca del pedregal que linda con el potrero de la ciudad y Fernando de  
Vera y Flores en 2 mil patacones, donde fundaron un hato de vacas en  
Ichubamba, las pueden repartir a las hijas en partes iguales.  
Y para cumplir y pagar el testamento nombra por sus herederos univer-  
sales de sus bienes a sus hijos, excepto la manda que hace en tercio y  
quinto a dicha María Parreño.  
Y deja por albaceas testamentarios y tenedores de bienes: al alférez Juan  
García Parreño y Antonio de la Vega, canónigo de la iglesia Catedral y  
comisario del Santo Oficio, para que puedan entrar en los bienes de su  
propiedad para que en pública almoneda los vendan.  
Testigos del testamento: Marcos de la Vega Astudillo, Juan de Arteaga,  
el maestro Cristóbal de Chávez Sanmartín, Juan de Miranda, y Juan de  
Arteaga Arias, ante el escribano real Diego Millán de Betancur, que lo  
73  
firman. Hasta aquí, el texto del testamento.  
Nota de Gregorio de Larrea: De aquel núcleo familiar seguramente descendió  
el célebre cura doctor José García Parreño (Quito, 1788-1857), hijo de Manuel  
García Parreño y Juana Vega. En 1821 se doctoró en Teología, A los 26 años de  
edad se ordenó de presbítero. Destacado intelectual, en 1834 fue rector de la  
Universidad de Quito. Profesor de Teología del Colegio Mayor; del Seminario  
Conciliar San Luis y examinador sinodal del Obispado. Canónigo racionero de  
74  
la Catedral de Quito. En 1840 canónigo de la Merced.  
73 ANH, Testamento de doña Ana de Escobar, mujer del Alférez Juan García Parreño, Protocolos,  
Notaría Quinta, Notario Diego de Betancourt, 1665, vol. 54, f: 186-189v  
74 César Alarcón Costta, Diccionario Biográfico Ecuatoriano, Ed. Raíces, Quito, 2000  
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Gregorio de Larrea  
Ramón Núñez del Arco, en su conocido informe realizado en 1813, en el que  
clasifica a los principales quiteños (de la Real Audiencia de Quito) como realistas  
o patriotas (insurgentes), dice que José García Parreño es un criollo insurgente,  
quien salió como oficial de las tropas al punto de Talupana; sostuvo el ataque a  
la entrada de la ciudad (Quito). Menciona que es practicante de Derecho y pro-  
tegido de don Manuel Matheu.75  
75 Ekkehart Keeding, Surge la nación, Ed. Banco Central del Ecuador, Quito, 2005, 732 pp, p. 636  
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La obra pía fundada por Diego de Escobar  
Anexo 5  
Una digresión: Algunos curiosos bautizos de niños pertenecientes a  
la familia de los condes de Selva Florida, en la parroquia de San Se-  
bastián, Quito, en el lapso 1692-173076  
Aunque la familia Ponce de León y Castillejo, condes de Selva Florida,  
no tenía parentesco con la familia de la obra pía de la cual tratamos, ha-  
ciendo una digresión, como curiosidad histórica, publicamos las si-  
guientes fes de bautizo de algunos niños pertenecientes a la familia de  
los condes de Selva Florida, las cuales hemos descubierto en la parro-  
quia de San Sebastián, de Quito:  
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El 6 de julio de 1692, b. Francisco, h.l. de don Luis de la Cerda y doña  
María Ponce Castillejo. Lo bautizó el reverendo padre fray Nicolás  
Ponce Castillejo.  
El 11 de abril de 1695, b. Manuela Josefa, hija natural del Ilustre Señor  
conde de Selva Florida, Manuel Ponce y de “doña” Petronila de Suasti.  
Padrino: el maestre de campo general don Diego Ponce de Castillejo.  
El 12 de mayo de 1696, b. Antonia, h.l. de Vicente Perafán de Rivera y  
Magdalena Ortuño Yánez? de Larrea. Padrino: el maestre de campo  
don Diego Ponce de León Castillejo.  
El 7 de junio de 1699, b. Antonio Ignacio Xavier, hijo natural del maes-  
tre de campo don Diego Ponce de León Castillejo y de “doña” Petronila  
de Suasti.  
El 30 de junio de 1720, b. Petronila Antonia, h.l. de Pablo del Carpio y  
doña Margarita Villalba. Padrino: el doctor don Diego Ponce de León  
y Castillejo, conde de Selva Florida.  
El 5 de julio de 1723, b. Laureana, h.l. de don Pedro Andrés Vásquez  
de Villanueva y doña María Ignacia Cáceres. Padrinos: el maestre de  
campo don Diego Ponce de León y Castillejo y doña Ambrosia Villa-  
rroel.  
Nota de Gregorio de Larrea: Respecto a las mencionadas fes de bautizo, diremos  
que don Manuel Ponce de León y Castillejo fue primer conde de Selva Florida  
en 1692. Su hijo el maestre de campo y general don Diego Ponce de León y Cas-  
tillejo fue segundo conde de Selva Florida, quien falleció soltero. Dichas fes de  
7
6 Archivo parroquial de San Sebastián, Quito, libros parroquiales de bautizos de “blancos”,  
692-1730  
1
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Gregorio de Larrea  
bautizo evidencian que ambos tuvieron sendos hijos naturales con la misma  
mujer, doña Petronila de Suasti (también llamada Insuasti).  
Por otra parte, en la fe de bautizo de la niña Laureana, de 5 de julio de 1723,  
aparece como madrina doña Ambrosia Villarroel y Vallejo, quien pertenecía a  
otra familia que firmaba Pérez de Villarroel radicada en Riobamba, familia que  
no tenía parentesco alguno con los Villarroel de la obra pía fundada en Quito  
por Diego de Escobar. Doña Ambrosia de Villarroel y Vallejo casó con don Juan  
Ponce de León y Castillejo, III conde de Selva Florida, hermano de don Diego  
Ponce de León y Castillejo, II conde de Selva Florida.  
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La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Larrea, Gregorio de, " La  
obra pía fundada por Diego de Escobar –segunda parte– ", Boletín  
de la Academia Nacional de Historia, vol. C, Nº.208-A, julio –  
diciembre 2022, Academia Nacional de Historia, Quito, 2023,  
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