Vida académica
Tras el reciente paro de 18 días, que dejó muertes, destrozos,
ingentes pérdidas económicas, se vuelve imprescindible propugnar
la cohesión social resquebrajada. Prejuicios, odios, complejos, regio-
nalismo y tantos otros ismos de negatividad salieron a la superficie,
desde dimensiones subterráneas que provienen desde un pasado re-
moto, alimentadas por la frustración de años recientes. Obviamente,
no se debe descuidar la atención prioritaria sobre todo a los sectores
disminuidos de nuestra sociedad que presenta clamorosas, atávicas,
dolorosas falencias, caldo de cultivo para indeseables acciones de ac-
tivistas del caos.
Es hora de la reconciliación, de mirar hacia lo alto, de no apa-
gar el amor a la patria y el orgullo de pertenencia, de valorar a Ecua-
dor que tiene tantos aspectos positivos, con miras hacia el desarrollo
que se consigue únicamente en ambiente de paz y sólida cohesión
que constituye el tejido social.
Hay que refutar, con argumentos sólidos -que los hay en
abundancia-, a quienes califican al nuestro de “paisito”, expresión
peyorativa que, lastimosamente, incluso algunos inconsecuentes
compatriotas lo dicen y hasta reiteradamente. La autoestima, hace
que florezca la esperanza y no el criterio oscurantista, derrotista, con-
taminante que, como gigantesco aluvión, arrasa el aliento de opti-
mismo que constituye la prosperidad de los pueblos.
Para que la sociedad vaya en ascenso son imprescindibles
valores superlativos arraigados en la mentalidad ciudadana, aque-
llos que deben ser inolvidables y forjados, en el marco de la Historia,
por las generaciones que nos precedieron. Estas luminarias, porta-
doras de la civilización, abren y consolidan rutas para llegar a hori-
zontes de bienestar. Las heridas y las lacras no tienen que avivarse,
tampoco ocultarse, sino proporcionarles debida curación.
No debemos apartarnos, de manera constructiva, de la iden-
tidad ecuatoriana, nada derrotista, sin lucha de clases, con paradig-
mas fuertes, conciencia de Nación y Estado, líderes capaces y
honestos, vocación de justicia, trabajo, progreso, democracia, cultura
y libertad. Solamente así construiremos la grandeza del país.
Va mi gratitud imperecedera para esta entrañable Academia
BOLETÍN ANH Nº 208-A
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