BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen C  
Nº 208–B  
Julio–diciembre 2022  
Quito–Ecuador  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
FUNSOL, UNA EXPERIENCIA  
EN EL TRATAMIENTO DE LAS ADICCIONES  
DISCURSO DE INCORPORACIÓN  
F. Patricio Aguirre Aguirre1  
Antecedentes  
El presente trabajo trata de dar a conocer las circunstancias  
que se dieron en Loja en torno a la creación de la Fundación Solida-  
ridad Lojana, FUNSOL, de sus participantes y logros durante los  
quince o más años de su existencia, así como de la influencia de esta  
institución en la ciudad y provincia de Loja sobre la comprensión de  
las adicciones, entre ellas el alcoholismo que, como en casi todas las  
partes del mundo constituye un problema social relevante.  
El consumo de substancias psicotrópicas es tan antiguo como  
la humanidad misma, diversas culturas las han utilizado y seguirán  
haciéndolo en dependencia de sus beneficios, los cuales tiene que ver  
con sus características medicinales, así como la producción de placer,  
apoyar al gregarismo, el transformar la visión de la realidad, la trans-  
figuración, la comunicación con los dioses y hasta diversas formas de  
concepción y producción de arte. El problema frente a este consumo,  
sin duda tiene que ver con las consecuencias de su uso que lleva a la  
enfermedad de la adicción y que es menester corregir.  
La llamada lucha contra las drogas, que actualmente ocupa a  
la policía a nivel mundial, y genera violencia, encarcelaciones e in-  
mensos gastos sociales, no tendría sentido, si se aplicaran medidas  
adecuadas que, sin duda tienen que ver con la prevención y edu-  
1
Doctor en Medicina y Cirugía, Universidad Central, Quito,1976. Especialista en Anestesiología,  
Federación Médica 1978. UNL. 1984. Magister en Docencia Universitaria, UNL. 2004. Miembro  
de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Médico, de la Clínica y Hospital del IESS de Loja, 1977 –  
2
2
013. Profesor de la Facultad de la Salud Humana de la Universidad Nacional de Loja.1977-  
020. Presidente de La Junta Provincial de la Cruz Roja de Loja. Presidente del Colegio y del  
Tribunal de Honor del Colegio de Médicos de Loja. Distinciones: Condecoración al Mérito Cien-  
tífico “Pío Jaramillo Alvarado” Municipio de Loja; 2001. Presea al Mérito Cultural. Colegio de  
Médicos de Loja. 2006.  
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cación sobre el consumo, que al parecer ha quedado en segundo  
plano, y del tratamiento adecuado y oportuno de quienes, pese a las  
medidas preventivas han generado adicción. Las respuestas en este  
último sentido han surgido de las propias personas con problemas  
de adicción o de activistas sociales que buscan una mejor vida para  
sí o sus semejantes. En este contexto la mejor actividad conocida son  
los grupos de autoayuda que tienen su mejor imagen en lo que se co-  
noce como AAA, Asociación de Alcohólicos Anónimos, cuyo origen se  
remonta a Estados Unidos de América en 1935, iniciada por William  
2
Griffit Wilson y Bob Smith en Akron, Ohio, y cuyo campo progra-  
mático es lo que se conoce como los 12 pasos y que, al momento, es  
una comunidad internacional de ayuda contra la adicción al alcoho-  
lismo. Como una consecuencia también se han formado grupos de  
Narcóticos Anónimos y similares, en relación a las substancias de con-  
sumo, o actividades que llevan a la adicción.  
En nuestra realidad lojana, lo más próximo ha sido la influen-  
cia del CRACentro de Rehabilitación de Alcohólico de Cuenca que se fun-  
dara en 1967, y que en 1982 fuera reconocido como Centro Nacional  
de Alcoholismo y en el 2003 como Hospital Psiquiátrico. Los primeros  
pasos, en Loja, en busca de una solución al alcoholismo y sus conse-  
cuencias surgen con la fundación de Alcohólicos Anónimos, grupo  
Loja, que ocurre el 6 de agosto de 1978 y que cuenta con la significa-  
tiva guía y participación de los médicos Alfonso Riofrío Rentería y  
Antonio Salgado, ambos en esos momentos, profesores de la Facultad  
de Ciencias Médicas en la Escuela de Medicina Humana de la Univer-  
sidad Nacional de Loja, y cuya presencia logra, de alguna manera, la  
aceptación de una parte de la sociedad lojana, entre ellas las de la  
Cruz Roja Provincial que, por entonces, está presidida por el Dr. Luis  
Guillermo Reyes Andrade y quien facilita para que el grupo, cuando  
tenga manifestaciones públicas, pueda acceder a sus locales.  
En algún momento, esta apertura hace posible que el doctor  
Patricio Aguirre, profesor de Psiquiatría de la misma Escuela de Me-  
dicina participe con conferencias, sobre la enfermedad del alcoho-  
lismo y su relación con otras drogas; en especial mariguana y cocaína  
2
La Historia de Bill Wilson y de cómo llegó al mundo el mensaje de A.A. Ver en: http://  
aatalca.org/files/transmitelo (01-12-2022).  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
y, de alguna manera también abre un espacio de aceptación entre los  
estudiantes y futuros profesionales que, poco a poco, irán desterrando  
viejos y errados conceptos sobre el alcoholismo que lo calificaran  
como un vicio y hasta un pecado o castigo de Dios. Eran aquellos  
tiempos en que los aparentemente abstemios, condenaban a los alco-  
hólicos como seres inferiores dominados por la falta de voluntad y  
virtudes, y no, como personas con problemas de tipo médico, origi-  
nados desde la propia sociedad que acepta el consumo como una ma-  
nifestación cultural, sin observar las consecuencias negativas posibles.  
Entre los años 1960 y 1970 en la ciudad y seguramente pro-  
vincia de Loja, sólo se percibía el consumo de alcohol y no de otras  
drogas como la mariguana, que se introduce en la década de los se-  
tenta y, más tarde, la cocaína que serán las que se conoce como drogas  
y que son aceptadas por los jóvenes como sus propias drogas a dife-  
rencia del alcohol, que es la droga de los viejos, o generaciones ante-  
riores; teoría que, en especial sobre la mariguana, es apoyada por la  
cultura e incluso academia norteamericana, de indudable influencia  
en nuestra región. La inclusión de estas nuevas drogas causó preo-  
cupación de padres de familia, quienes buscan una solución y apoyo  
desde cualquier parte.  
Por entonces vale hacer notar que entre los propios alco-  
hólicos que aceptaban su enfermedad, no consideraban que sea simi-  
lar a las otras drogas, cuyo uso ellos mismos condenaban; era  
frecuente oír: “soy alcohólico, no drogadicto”; o a su vez “soy con-  
sumidor de drogas, no borracho”, y se establecían razonamientos,  
por supuesto útiles, sobre las diferencias entre una y otra adicción,  
siendo que cada quien consideraba a la alternativa como peor y que,  
quizás mostraba la existencia de aquel síntoma de la enfermedad  
adictiva que conocemos como “negación”. Por lo general los alcohó-  
licos consideraban a la drogadicción como un mal peor y muy rela-  
cionada con la violencia y la delincuencia, pues sostenían que eran  
capaces de actos que los alcohólicos, al perder fuerza física, eran in-  
capaces de realizar; los consumidores de drogas, sostenían que su mal  
era menor pues conservaban sus capacidades y hasta eran mejores  
en el trabajo, el deporte y otras actividades físicas, artísticas e intelec-  
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tuales. En resumen, en ambos casos se podía encontrar la negación o  
racionalización de la enfermedad.  
La diferenciación social entre alcohólicos y drogadictos era  
evidente; el consumo de alcohol estaba aceptado socialmente, y, de  
alguna manera, sigue siéndolo dada su legalidad para la comer-  
cialización y expendio y, no se advertían, como tampoco se advier-  
ten, sus peligros. Muchos razonan en el sentido de que si es legal no  
debe ser un problema, pero la verdad no es así. La drogadicción es-  
taba y está proscrita por la ley y entonces se la consideraba un mal  
mayor y casi exclusivo de los jóvenes y quizás por ello debía recibir  
mayor preocupación. El hecho de que el consumo de drogas sea, in-  
cluso un delito, también le dan otras connotaciones; así hay jóvenes  
que se aventuran a su mundo como forma de experimentación, pro-  
testa y rebeldía ante la sociedad que viven.  
Fundación solidaridad Lojana  
La historia de esta institución de ayuda social inicia a media-  
dos de 1991 cuando el señor Obispo de Loja, Monseñor Hugolino Ce-  
rasuolo, conocedor del problema del consumo de drogas entre la  
juventud lojana, se propone enfrentarlo y, para ello, busca el apoyo  
de algunos médicos de la localidad que podrían considerarse como  
expertos en el tema; principalmente el doctor Alfonso Riofrío Rentería  
quien, como ya se señaló, años antes había trabajado en la constitu-  
ción de un grupo de ayuda para personas con problemas de alcoho-  
lismo, y que con la venia de Monseñor, invitaría a los doctores Patricio  
Aguirre, y Leonardo Castillo Arévalo, también docentes de la Escuela  
de Medicina, que podría considerarse como el equipo técnico. El doc-  
tor Castillo, además, era y seguirá siendo un participante de varias  
acciones que la Pastoral Social, derivada de la Diócesis, realiza en Loja  
y, por supuesto, a ello se sumaban otras personas no médicas y parte  
de la Pastoral como el Ingeniero Juan Ignacio Valdivieso, y en especial  
su esposa, la Señora Maruja Arias de Valdivieso que desempeña un  
papel de interlocutora entre todos quienes querían hacer algo para  
enfrentar el problema, e invita a otras personas a integrarse.  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
En las primeras conversaciones con Monseñor Hugolino, se  
podía notar su interés por resolver el problema de las drogas y la ju-  
ventud, no así el del alcoholismo que era de adultos y por lo mismo  
responsables de sus actos, quienes, a lo sumo, carecían de poca vo-  
luntad y no requerían ayuda especial. Este criterio, por supuesto, era  
compartido por varias personas que se sumaron a la Fundación Soli-  
daridad y, por ello las acciones se dirigieron de preferencia al campo  
de las drogas.  
Como medidas previas a lo que sería en 1993 la “Fundación  
Solidaridad Lojana” Monseñor Hugolino estableció contactos con or-  
ganismos nacionales e internacionales que, de alguna manera, mane-  
jan el tema y de ello logró conseguir dos becas para que realicen  
estudios durante seis meses los doctores Germán Vélez y Rafael  
Gómez, en el Centro Italiano Solidaridad, en Roma. El proceso de for-  
mación inició en diciembre de 1992 y concluyó en mayo de 1993, y  
desde esos momentos se deja notar el gran interés por el tema, espe-  
cialmente del doctor Vélez. También consiguió del Gobierno de los  
Estados Unidos de América una pasantía de dos semanas, a fines de  
agosto de 1993, para que los dotores Alfonso Riofrío y Patricio Agui-  
rre, visitaran varios lugares y modelos de instituciones gubernamen-  
tales y privadas que trabajan sobre el problema de las diferentes  
adicciones y sus formas de enfrentamiento que, sin duda, enriqueció  
las concepciones que hasta tanto se tenían. El grupo médico estable-  
ció, además, contacto con el doctor Nelson Lanchi León, quien tiene  
formación en el tema y que había realizado observaciones en el Centro  
de Rehabilitación de Cuenca, ciudad en la que se graduara de médico.  
Paralelamente a este trabajo médico, se realizan las gestiones  
pertinentes para elaborar y aprobar los estatutos de la fundación y  
su funcionamiento dentro de la legalidad, tarea que correspondió en  
especial al propio Monseñor Hugolino Cerasuolo y los señores inge-  
niero Manuel García Dávila quien coordinaba la Pastoral Social, una  
dependencia del obispado que presta diversos apoyos y servicios a  
las parroquias eclesiásticas, y la del Dr. Eduardo Vélez que se encar-  
gara de los aspectos financieros.  
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Una vez que se ha implementado la Fundación Solidaridad  
Lojana, FUNSOL y con personal médico calificado, a mediados de  
septiembre de 1993, se asigna un local en el edificio de la Pastoral si-  
tuado en la calle Juan José Peña entre 10 de agosto y Rocafuerte donde  
se inicia el trabajo que se denomina el CIADA, Centro de información  
y Asesoría sobre drogas y Alcohol. El local tiene comunicación indepen-  
diente a la calle y son dos cuartos amplios en los que se adecúan la  
sala de terapia grupal, el consultorio, dos áreas de información y sala  
de espera. La Fundación proporciona el mobiliario indispensable que  
consta de escritorio, mesa de máquina, archivador, pizarra con pape-  
lógrafo incorporado, diez sillas y una colección de libros y videos re-  
lacionados con los propósitos del Centro. El día 13 de septiembre de  
1
993 la Sra. Rosa Toledo de Burneo hace llegar dos docenas de sillas,  
con lo cual se equipa el local a suficiencia y el 21 se abre al público,  
siendo su inauguración oficial el 16 de diciembre, con la bendición  
del señor obispo y la presencia de la licenciada Fanny Añasco de Ca-  
rrión, delegada del CONSEP. Consejo Nacional de Substancias Estupe-  
facientes y Psicotrópicas.  
El trabajo en el CIADA se realiza bajo la responsabilidad de  
los terapeutas doctores Germán Vélez, Nelson Lanchi y Rafael  
Gómez; a ellos se suma el señor Alder Valdivieso como asistente y te-  
rapista vivencial, y el director que es el doctor Patricio Aguirre. El  
doctor Alfonso Riofrío, en su calidad de Director Ejecutivo de la Fun-  
dación, se encarga de la supervisión del Centro; las actividades se ini-  
cian con terapia individual, que se brinda entre las 8h00 y 10h00 horas  
en la mañana y entre 15h00 y 17hoo en la tarde. Para octubre de 1993,  
una vez que se han seleccionado las personas necesitadas de ayuda,  
se consolida el primer grupo, y se da inicio a la terapia grupal bajo la  
responsabilidad de los doctores Vélez y Lanchi; el doctor Gómez se  
encarga de la terapia individual que se ofrece en dos días de la se-  
mana.  
En la estructura terapéutica del CIADA, diseñada previa-  
mente se determinan sus objetivos que son: capacitar a los usuarios  
en el conocimiento de la enfermedad, proveyéndoles de herra-  
mientas, especialmente psicológicas para lograr la abstinencia perma-  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
nente. Con este propósito la estrategia se centra en formar grupos de  
autoayuda tanto en la propia institución, como. de ser posible, fuera  
de ella. Según la adquisición de estas herramientas se considera que  
los usuarios pasan por tres niveles de formación: la Motivación que  
corresponde al tiempo cuando el paciente ha logrado reconocer su  
enfermedad y, por lo mismo, la necesidad de cambiar su forma de  
vida, y, para lo cual se inserta en el programa; esta etapa se considera  
debe durar entre una semana a tres meses dependiendo de las carac-  
terísticas del paciente y la gravedad de la enfermedad. La segunda  
etapa es la de Rehabilitación que se considera la más importante y  
que lleva una duración de, al menos, un año y para la cual es necesa-  
ria la terapia grupal, familiar y de pareja, según el caso, con una in-  
tensidad de una o dos horas durante cinco días a la semana.  
Finalmente, se establece como tercera etapa o nivel a la Reinserción  
que se refiere a que el paciente logra una vida social y laboral normal  
y es capaz de formar su propio grupo de apoyo, e incluso brindarlo  
a otras personas, y entonces considerarse como lo que se conoce téc-  
nicamente como un operador de programa o terapista vivencial; esta  
etapa se estima debe durar nueve meses, con asistencia de al menos  
dos días a la semana; de suerte que todo el tratamiento se debe reali-  
zar en dos años.  
A 1994 se lo puede considerar como el año de imple-  
mentación del Centro e inicio del trabajo objetivo; el equipo tera-  
péutico se modifica pues el doctor Gómez deja de participar y, en su  
lugar, se incluye la estudiante de Psicología Clínica de la Universidad  
Central, Lorena Celi, que realiza parte de su internado. También se  
incluye el señor Gustavo Burneo como ayudante y cuidador del local,  
y quien en marzo substituye, en parte, al señor Alder Valdivieso que  
ha logrado reinsertarse a la sociedad y asumo otros trabajos fuera de  
la institución.  
Para marzo, se cuenta con línea telefónica y mesa de exá-  
menes, así como para julio los directivos del Banco del Azuay donan  
un televisor, en octubre se adquieren once videos sobre Drogadicción  
y Alcoholismo, se cuenta con material de escritorio, trípticos que des-  
cribe el programa terapéutico y preventivo del CIADAy formularios  
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para llevar la historia de los usuarios; mesa de ping-pong y juegos de  
salón, herramientas para trabajos de manualidad y terapia ocupa-  
cional. El doctor Antonio Salgado que apoyaba en las tardes, lo hace  
hasta junio y desde octubre se cuenta con la Srta. Martha Lucía Bur-  
neo que hace de secretaria en la oficina del Palacio Episcopal, y el  
señor Santiago Aguirre Reyes como auxiliar, en el local.  
En el mes de junio de 1994 se logra un espacio gratuito en  
Radio Regional, dirigido por la señora Lucía Espinosa de García que  
permite al Centro hacer prevención y difusión de mensajes. Se trata  
del programa “Conozcamos más sobre las Drogas” que se inaugura el  
19 de este mes con su primera emisión. La responsabilidad y partici-  
pación recae en el director, doctor Aguirre y los terapeutas doctores  
Vélez y Lanchi. El programa se realiza todos los sábados y se refiere  
a la exposición de temas sobre el problema y resolver consultas de  
los radioescuchas. El programa se desarrolló hasta fines de 1995. Las  
temáticas incluyen: las drogas a través de la Historia. Las drogas, su  
consumo y peligrosidad. - Complicaciones médico-psico-sociales del  
consumo de drogas. - Las drogas y la tolerancia social. - La enferme-  
dad de la adicción. - La familia y los adictos. - Pautas para el manejo  
y apoyo al adicto. - Los grupos de autoayuda. - La prevención en el  
uso de drogas. - Aspectos éticos y legales sobre la drogadicción.  
En junio además del trabajo de la ciudad fue posible la rea-  
lización de un taller de una semana de duración para doce personas,  
de ambos sexos, de la comunidad de San Lucas que, conociendo de  
nuestro trabajo, solicitaron el apoyo y que posteriormente sirviera  
para establecer contactos con personas de esa comunidad y también  
de la de Saraguro.  
Dado que dentro de objetivos de la Fundación se considera  
la construcción y mantenimiento de establecimientos especiales en  
donde se brinde atención integral a las personas que sufren de alco-  
holismo o drogadicción y que en ellos se ofrezca tratamiento especia-  
lizado en las fases de desintoxicación, recuperación e inserción social,  
se realizan gestiones con tal propósito ante la Presidencia de la Re-  
pública a través del diputado Fredy Bravo, y otras entidades que, al  
final, no tienen resultados. El financiamiento sigue dependiendo de  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
los propios recursos, esto es, el apoyo de los benefactores y principal-  
mente la Pastoral Social.  
Hasta noviembre del 1994, que puede considerarse como el  
primer año se realizan 1.207 atenciones dedicadas a 183 personas de  
las cuales 62 tienen problemas de adicción, de éstas, 37 alcanzaron el  
nivel de motivación y 18 ingresaron al programa de tratamiento; 14  
se sitúan en el nivel de Rehabilitación y cuatro alcanzan la Reinser-  
ción. Todo ello significa que la efectividad alcanza el 6.4% de recupe-  
ración, y, por lo mismo, el programa sirve, aunque falte intensidad  
en el trabajo. Paralelamente, y de conformidad a otro de los objetivos  
que señala: Fomentar y colaborar en programas de investigación y  
de prevención destinados a identificar grupos de riesgo en el uso de  
sustancias psicoactivas dentro de la población, y trabajar coordina-  
damente con personas naturales o jurídicas, públicas o privadas, na-  
cionales o extranjeras, cuyos objetivos sean afines a FUNSOL se apoya  
al INFA, Instituto Nacional de la Familia, en asesoría sobre programas  
de prevención del uso de alcohol y drogas, así como, se ofrecen char-  
las en colegios secundarios, como La Dolorosa y el Colegio Técnico  
Daniel Álvarez Burneo, que fueran quienes así lo solicitaran. Esto  
muestra el interés por el tema, así como la confianza en el trabajo del  
Centro. También, desde estas fechas acuden al Centro estudiantes de  
medicina que se interesan por los procedimientos y que son acogidos  
por funcionarios y usuarios.  
Un trabajo novedoso es el de la acupuntura auricular, una téc-  
nica traída desde los Estados Unidos de América, que se emplea en  
especial en aquellos pacientes que, por sufrir de problemas duales,  
es decir psiquiátricos, deberían recibir medicación, pero que ellos se  
niegan a hacerlo ante el temor de contraer la adicción a “las pastillas”  
como lo califican. Los resultados son aceptables y por ello se institu-  
cionaliza el procedimiento. El principal ejecutor de estas técnicas es  
el doctor Germán Vélez quien cuenta con un curso realizado en la Re-  
pública de China, algunos años antes, y que se encuadra en otro de  
sus objetivos: Promover, impulsar y participar en programas orien-  
tados al tratamiento y rehabilitación de drogadictos y alcohólicos.  
Al terminar el año y con la experiencia adquirida se plantean  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
como tareas la aprobación del programa de tratamiento, cuyo pro-  
yecto existe, así como definir su reglamentación y funcionamiento;  
establecer el personal mínimo necesario y sus horarios de trabajo; ga-  
rantizar el cumplimiento fiel del Programa en base a contratos elabo-  
rados y definidos en obligaciones y derechos; estructurar el equipo  
encargado del financiamiento del Proyecto y, cubrir gastos de arren-  
damiento a la Pastoral Social para la ampliación del local actual con  
otras oficinas y servicios.  
En 1995 el CIADA, ha adquirido alguna experiencia y se im-  
plementan materiales de docencia, así que en febrero se cuenta con  
una videocasetera donada por Monseñor Cerasuolo que permite la  
reproducción de los videos: “El mundo de las drogas”. También se  
cuenta con agujas para acupuntura suficientes para las demandas de  
todo el año, formularios para elaborar las historias clínicas de los pa-  
cientes y usuarios, registros de trabajo, órdenes médicas y conta-  
bilidad de aportes de usuarios y benefactores. Finalmente se elabora  
un informativo a manera de tríptico para uso de interesados y difu-  
sión del Centro.  
Por razones de remodelación de la casa de la Pastoral, se li-  
mita el local a una sola oficina, la Junta Directiva autoriza el egreso  
de hasta 250.000 sucres mensuales para arriendo de otro local. El per-  
sonal incluye al director, los médicos terapeutas doctores Vélez y Lan-  
chi y el auxiliar administrat6ivo señor Santiago Aguirre. Se atiende  
desde las 15h30 a las 20h30, de lunes a viernes. Las tres primeras  
horas se ocupan en labores de terapia individual y consulta psiquiá-  
trica y en las últimas se realiza docencia, terapia grupal y terapia fa-  
miliar. Además, se instituye la “participación social del grupo que  
ocurre los días viernes cada dos semanas y que, siendo iniciativa de  
los usuarios, cuenta con la participación de familiares e invitados, y  
en los que se desarrollan actividades artísticas, testimonios y se ofrece  
café con algún aperitivo. Por supuesto que uno de los atractivos fun-  
damentales constituye la presencia de Monseñor Hugolino quien de-  
parte con los asistentes, aconseja y da ánimo y esperanza.  
Con el apoyo de PREDESUR se realiza un proyecto de inves-  
tigación para determinar la magnitud del problema en nuestra pro-  
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vincia. así como la posibilidad de construir un centro en el que se  
pueda ofrecer atención integral; el financiamiento de los estudios de  
factibilidad se calcula en cincuenta y seis millones de sucres. Por en-  
tonces el propio Monseñor considera que podría destinarse un área  
cercana al Seminario, al norte de la ciudad, como espacio para la cons-  
trucción del establecimiento del CIADA; el doctor Riofrío consigue,  
que el Consejo Provincial realice algunos trabajos de adecuación. Sin  
embargo, la idea no prospera al parecer por no tener todo el apoyo  
de la Curia Diocesana.  
Conjuntamente con la cátedra de Psiquiatría de la Universi-  
dad Nacional de Loja se realizan estudios en poblaciones estudian-  
tiles en riesgo de alcoholismo que muestran que, entre los 20 y 25  
años, es del 21,62 %, con afectación mayor del sexo masculino que  
cubre el 93,7 %. Datos que servirán, junto a más estudios, para esta-  
blecer la justificación del proyecto FUNSOL.  
En el mes de mayo de 1995 se pone en consideración de la  
Junta Directiva el Proyecto de Reglamento Interno y la proforma pre-  
supuestaria, habiéndose obtenido su aprobación y fijado el monto del  
presupuesto anual en quince millones de sucres. Las remuneraciones  
son de 100.000 sucres para el director, 300.000 para los terapistas y  
250.000 para el auxiliar administrativo. Los usuarios hacen labores  
de cuidado, información y limpieza. Tanto terapistas como auxiliar  
administrativo tienen firmados sus contratos con horarios de dos  
horas diarias los primeros y cuatro el segundo.  
En este período el Centro ha ofrecido 1.694 atenciones y las  
ha realizado especialmente para 125 usuarios con un grupo estable  
de 20 pacientes, de los cuales puede considerarse como rehabilitados  
a 13 y a 7 como motivados. Estos datos y más consideraciones llevan  
a la conclusión de que existe un resultado positivo en el 10,4%, que  
es superior al alcanzado el año anterior y que se ha ganado en calidad  
y permanencia de los usuarios en el programa. También que el pro-  
grama es útil y que da y seguirá dando resultados positivos; que las  
instalaciones actuales son insuficientes y que debe planificarse la ad-  
quisición de locales que permitan mejorar la atención con la sala de  
desintoxicación y la apertura de una clínica que permita el interna-  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
miento de pacientes. Para todo ello se hace indispensable la imple-  
mentación del comité financiero que procure estabilidad y seguridad  
a la labor médica o de salud. Dado que se conoce que en otras partes  
de la ciudad y provincia existen instituciones, grupos o personas re-  
alizando actividades parecidas, se cree necesario procurar la coordi-  
nación con todas ellas y convertir a FUNSOL en el referente y apoyo  
para el tratamiento de estos problemas.  
En mayo de 1996 con motivo de la segunda Asamblea de  
FUNSOL la dirección del CIASAemite su informe en el que se señala  
que desde febrero el Centro funciona en el nuevo local ubicado en la  
Av. Mercadillo y Ramón Pinto que consiste en un departamento con  
espacios suficientes para la terapia grupal, oficina y consultorios, así  
como áreas para talleres y manualidades, cocina y servicios higiéni-  
cos, que en su horario de 16h30 a 20h30 permite dar mejor atención  
y organización del trabajo. Además, es posible ampliar horarios si se  
contara con mayor personal, al que por cierto se ha sumado el señor  
Jorge Luis Romero Benavides, estudiante del séptimo año de medi-  
cina, y quien reemplaza al señor Santiago Aguirre, que al conseguir  
otro trabajo, deja la Institución; de igual manera ocurre con la secre-  
taría que la asume la licenciada en trabajo social, Sra. Sonia de Rojas  
y que labora desde octubre de 1996.  
Con la participación de estudiantes de medicina y la asesoría  
del doctor Nelson Lanchi León se realizaron investigaciones en jóve-  
nes de la provincia comprendidos entre quince y veinte años; los re-  
sultados fueron que el riesgo de alcoholismo llega al 37 % en varones  
y 17 % en mujeres y que el alcoholismo como enfermedad y por lo  
mismo necesitados de tratamiento, llega al 8,2 % de los varones y al  
1,3 % de los adolescentes. Lo que confirma la necesidad de enfrentar  
la situación. El principal problema sigue siendo el financiero que se  
resuelve parcialmente con el aporte de benefactores que ingresan  
350.000 y lo recaudado por servicios llega a 100.000 sucres mensuales;  
el presupuesto es de 15 millones, es decir un millón doscientos cin-  
cuenta mil mensuales y cuya mayoría la cubre la Pastoral Social, por  
ello se hace necesario la conformación del Comité de Finanzas que  
asegure el desempeño de la parte médica.  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
En este período se hacen 1.098 atenciones, se mantiene el  
grupo estable de 12 personas de las cuales 5 se han recuperado. Las  
instalaciones permitirían tener hasta tres grupos y treinta usuarios.  
Se proyecta estructurar la sala de desintoxicación como puerta de en-  
trada de pacientes e inicio de la modalidad hospitalaria. Al mismo  
tiempo y como prevención se dicta charlas en los colegios la Dolorosa  
y el Liceo de Loja, similar a lo trabajado en años anteriores.  
En enero de 1997, por pedido del arrendador, se pasa a fun-  
cionar en otro local, ubicado en las calles Miguel Riofrío y Bernardo  
Valdivieso que, aunque es más central, no brinda toda la comodidad,  
pero permite continuar con el programa. Por este tiempo la junta di-  
rectiva ha logrado el ofrecimiento de la Fundación Álvarez Burneo de  
un terreno de mil metros cuadrados, urbano, concediendo un plazo  
de cinco años para la construcción del local propio del CIADA, lo que  
renueva las proyecciones de los participantes. Las actividades se han  
organizado en terapia grupal, lunes y viernes; terapia familiar los jue-  
ves y docencia los miércoles, terapia espiritual los martes, que es una  
aportación desde la Pastoral y que cuenta con la aceptación de usua-  
rios y familiares.  
El grupo de autoayuda se ha consolidado y permite que, or-  
ganizadamente, se visite la población de Zapotillo en dos días de des-  
canso y prueba de esparcimiento, que muestra a los usuarios la realidad  
de disfrutar de la naturaleza y la vida sin necesidad de apoyarse en  
sustancias psicotrópicas. También se realiza una visita al cantón Sa-  
raguro, concretamente a las Lagunas, en donde se establece contacto  
con la población, se dicta un taller y, se planifica seguir trabajando en  
el tema, así como el ofrecimiento de la comunidad de destinar terre-  
nos para instalaciones de la Fundación.  
Un grupo de usuarios, de mayor permanencia, participa de  
un taller en Quito, organizado por la Federación Ecuatoriana de Comu-  
nidades Terapéuticas que dirige el padre José Antonio López Lamus y  
cuyos aprendizajes permite a dos de los usuarios impartir charlas en  
escuelas primarias de Loja y Zamora, así como, estructurar un pe-  
queño grupo de usuarios que se encarga de actividades educativas.  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
La relación con Comunidades Terapéuticas también da valor  
al trabajo del Centro que alcanza reconocimiento nacional y, por ende,  
internacional; aunque la operatividad sea deficiente en cuanto a re-  
gistro y archivos que debe tener como ente dedicado a la salud. El  
doctor Filadelfo Peña, un educador de la ciudad, apoya a la Funda-  
ción difundiendo las actividades del Centro y haciendo gestiones ante  
el Banco del Estado y el Congreso Nacional en el afán de lograr fi-  
nanciamiento para la construcción, desarrollo y mantenimiento del  
Centro.  
Los ingresos por atenciones llegan a 300.000 sucres mensuales  
que significan el 25% de lo que la Fundación invierte. Tales ingresos  
se entienden como mecanismo de tratamiento y no necesariamente  
de autogestión. Las atenciones en este año llegan a 2.780, se mantiene  
un grupo estable de 18 pacientes, de los cuales 11 están rehabilitados,  
y 7 motivados.  
Estudios universitarios muestran que el riesgo de adicción en  
jóvenes entre 15 y 20 años es del 35 % en varones y 27 % en mujeres.  
La adicción en 8,2 % para varones y 1,3 en mujeres. Las estadísticas  
nacionales de la Dirección Nacional de Epidemiología reconocen al índice  
de drogadicción en 1,87 % y de alcohólicos en 18,52 por cada 100.000  
habitantes, datos menores a los de Loja que presupone mayor pro-  
blemática. En un estudio del doctor Nelson Lanchi, realizados con el  
apoyo de estudiantes de medicina, muestra que los usuarios del  
CIADAson varones de entre veinte y cuarenta años, lojanos, con nivel  
de estudios correspondientes a primaria y secundaria que se encuen-  
tran laborando o estudiando en un 70 %, el resto son empleados, co-  
merciantes, o dedicados a trabajos particulares. El 30 % tuvieron  
problemas legales; el escándalo público caracterizó al 60 %, el inicio  
de consumo fue la necesidad de aceptación en el grupo social, que  
ocurre entre los 15 y 20 años, la ingesta es de más de 10 años. El 50%  
tiene antecedentes de alcoholismo en familiares, el 50 % consume solo  
alcohol y el 75 % asocia a otras drogas. La presión familiar es el mo-  
tivo para acudir por ayuda en el 75 % y el 25 % ha sido por motiva-  
ción propia.  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
En junio de 1997 el doctor Alfonso Riofrío se desempeña  
como directos provincial de Salud de Loja y por ello se excusa de la  
Dirección Ejecutiva de la Fundación que la asume el doctor Leonardo  
Castillo. El señor Romero, que debe continuar sus estudios, es reem-  
plazado por el señor Salvador Villa, uno de los usuarios más antiguos  
del Centro. Para agosto se proyecta el informativo semanal: “Vivir o  
Morir” diseñado en una hoja de papel periódico tamaño oficio que  
hacen cuatro páginas y en las que se tratan temas relacionados con la  
prevención y tratamiento de las adicciones como estudios sobre pre-  
valencia de del problema, testimonios de los usuarios del CIADA,  
cartas recibidas, publicidad de patrocinadores, agradecimientos, in-  
vitaciones y felicitaciones desde el CIADA. También la publicación  
Alerta; conozcamos más sobre las drogas” que incluye más páginas con  
un tiraje mensual y que contendría un editorial, temas científicos, vi-  
vencias, mensajes, crónicas, humor y pasatiempos e incluye a invita-  
dos especiales.  
Al finalizar 1997 las atenciones llegaron a 2.983, que significan  
50 usuarios mensuales, se mantiene un grupo en tratamiento bien  
2
consolidado y que ha generado capacidades no sólo para la autoa-  
yuda, sino para proyectarse en la población y enfrentar la realidad.  
Sin dudas, es el año de mayores logros que muestran a la Fundación  
y al CIADA posicionado de su misión y respaldado por la ciudada-  
nía.  
A inicios de 1998 se proyecta objetivos para el año en concor-  
dancia con los establecidos en el Estatuto y que se refieren a la adqui-  
sición y mantenimiento de locales adecuados para el funcionamiento  
de la Fundación. Organización y ejecución de programas especiali-  
zados en el tratamiento de las adicciones en sus fases de desintoxica-  
ción, motivación, recuperación y reinserción; así como programas  
educativos de prevención, investigación, educación y capacitación  
para voluntarios. Coordinación con otras instituciones para apoyarse,  
difusión de las actividades de la Fundación. Lo cual lleva a estructu-  
rar los comités de Recursos físicos, finanzas y presupuesto, presidido  
por el Director Ejecutivo. Comité terapéutico, presidido por el direc-  
tor del CIADA, que es, además el primer vocal de la Junta Directiva;  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
comité de prevención educación e investigaciones, presidido por el  
segundo vocal, y el comité de coordinación, difusión y legislación  
presidido por el tercer vocal de la Junta.  
En abril de 1998, el doctor Leonardo Castillo, Director Ejecu-  
tivo, hace notar las dificultades económicas por las que atraviesa la  
Fundación y la necesidad de limitar en parte su apoyo al CIADA, por  
lo que se hacen propuestas de financiamiento, que se logra con el re-  
clutamiento de más benefactores y la implementación de honorarios,  
por cierto, módicos por los servicios que se presta, en un intento de  
auto financiamiento.  
Para agosto, el CIADA se traslada a un nuevo local en Gran  
Colombia e Ibarra, que ofrece mayor comodidad. El Consejo Provin-  
cial, a través del señor Prefecto Ingeniero Raúl Auquilla y por gestio-  
nes de la consejera licenciada Gladys Guzmán, dona muebles de  
oficina y salón, computadora y equipos audiovisuales. Se mantiene  
el mismo personal, al que se agrega la doctora Patricia Montalván,  
Psicóloga educativa, quien trabaja con las esposas y familiares de los  
usuarios. El señor Luis Imaicela, abogado. se integra para desarrollar  
actividades preventivas en centros educacionales como el Colegio Da-  
niel Álvarez Burneo, trabajadores de PREDESUR y apoyo a varios gru-  
pos de Alcohólicos Anónimos. Además, el grupo prepara un Taller  
informativo sobre drogadicción, dirigido al público en general y per-  
sonas interesadas, y para lo cual se prepara los contenidos que en lo  
fundamental son similares a los utilizados para la difusión radial  
El Club Rotario, a través de su presidente licenciado Darío Vir-  
gilio Palacios realiza gestiones en pro de la construcción de local pro-  
pio y también lo hace la “Liga de la Caridad de Loja”. Lo propio hace  
la Gobernación de Loja que gestiona con la Asociación de Ecuatoria-  
nos Residentes en España su apoyo. Como una medida paralela y pe-  
rentoria en octubre la gobernadora doctora Soledad Aguirre Riofrío  
pide al CONCEP la entrega de una casa, incautada por el Estado y  
ubicada en la calle Quito y Av. Universitaria. Sin embargo, todas estas  
gestiones todas que no llegan a materializarse.  
Las actividades de servicio muestran que se han realizado, du-  
rante el año 1.700 atenciones dedicadas a 116 usuarios, de los cuales  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
53 son pacientes. Hay un grupo de 15 personas rehabilitadas y en ca-  
pacidad de actuar como terapistas vivenciales, así como, otro de 12  
usuarios en formación, que sería la segunda promoción. En este año  
se celebran 11 aniversarios de sobriedad, uno de seis años, otro de cua-  
tro años; cuatro de tres años; dos de dos años y uno de un año. Se ha  
sumado a los benefactores la empresa MALCA de Loja que a través  
de su presidente Steve Brow hace un importante apoyo económico.  
En el mes de octubre de 1998 en el Diario la Hora, por dispo-  
sición de su director el licenciado Eduardo Vivanco se publican men-  
sajes y un reportaje, en octubre, que sirvió para motivar a la  
ciudadanía sobre los propósitos de la Fundación y sus servicios a tra-  
vés del CIADA. El año culmina con casi tres mil atenciones, 2.933  
exactamente, dedicadas a 73 pacientes, el grupo de terapia ha gene-  
rado 9 rehabilitados y 41 motivados. Hay al menos 10 personas que  
han pasado por el Centro que lo visitan y apoyan a los nuevos.  
En 1999 se mantienen las actividades conforme a los linea-  
mientos de las Comunidades Terapéuticas que es lo que exige la técnica  
y la organización estatal y por lo cual se cuenta con el reconocimiento  
y permisos respectivos. Sin embargo, hay dificultades en la organi-  
zación y el cumplimiento de labores que producen desaliento. El año  
termina con dos mil doscientas cuarenta y una atenciones que signi-  
fican un promedio de ciento ochenta y cinco mensuales y que se han  
dedicado a setenta y tres usuarios. Sin duda el Centro cuenta con mo-  
biliario y equipos suficientes, pero sigue manteniendo sus dificulta-  
des para el tratamiento total del problema y la mantención del  
programa, que, en el mejor de los casos, se ha estacionado. Se han  
perdido actividades como la organización de cursos para interesados  
y la publicación de separatas que se quedaron en proyectos. Quizás  
los problemas surgen de la falta de organización de la propia Funda-  
ción que se ha reducido al CIADA.  
Para abril del 2000 siguen existiendo dos problemas básicos:  
el primero que tiene que ver con el desarrollo de los programas tera-  
péuticos, de prevención y difusión que cuentan con planes diseñados  
y probados, pero que su ejecución es parcial, en especial en la temática  
preventiva, y que en lo substancial deriva de la falta de personal El  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
segundo y quizás principal es el económico-financiero que fuera cru-  
cial desde el inicio del proyecto social.  
En este mismo mes, la falta de recursos obligó al abandono  
del local de las calles Gran Colombia e Ibarra y el Centro debió ubi-  
carse en las tres oficinas del mezanine de la Cruz Roja, que fuera lo  
posible, y en donde, gracias a sus directivos cuenta con el préstamo  
del Salón Auditorio institucional para actos de mayor asistencia como  
las celebraciones de años de abstinencia por los usuarios. El trabajo  
de terapia de grupo continua en manos de los doctores Nelson Lanchi  
León y Germán Vélez y la consulta individual la hace el director del  
CIADA, doctor Aguirre. El trabajo preventivo se limitó a una charla  
en el Colegio Bernardo Valdivieso.  
Las atenciones desde este año y hasta el 2002 llegan a un pro-  
medio de 2.500, es decir, que nunca se logró la propuesta de 3.000 que  
parecía la meta adecuada. Para el 2003, el Centro mantiene su perso-  
nal que son el director, los dos médicos terapeutas, la secretaria de la  
Fundación y el asistente administrativo. Se mantiene la consulta in-  
dividual, el trabajo de grupo y las reuniones de aniversarios de abs-  
tinencias, en las que dada la presencia del señor Obispo tienen, sin  
duda, mayor asistencia.  
Hasta el mes de noviembre se mantiene el doctor Germán  
Vélez, quien al adquirir nuevos compromisos académicos deja la ins-  
titución para, esporádicamente visitarla; la mayor parte del trabajo la  
realiza el doctor Lanchi, y muchas actividades son delegadas a los  
propios usuarios bajo la misma modalidad que tienen Alcohólicos o  
Narcóticos Anónimos.  
En el período del 2004 al 2006 las actividades siguen iguales,  
no hay evidencia de reuniones de la Fundación, siendo el CIADA  
quien, con limitaciones se mantiene. En el 2005, una vez concluida la  
construcción del edificio de la Pastoral Social, sobre lo que fuera la casa  
antigua, el CIADAregresa a dos oficinas y cuenta para las actividades  
de terapia grupal, con el salón social de la misma entidad, y en la que  
se acomodan todo el mobiliario que estuviera guardado. Las activi-  
dades, aunque no con tanta asistencia como en años anteriores, es im-  
portante y augura volver a sus mejores tiempos.  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
Por el 2005, y dado que asume la alcaldía de Loja el ingeniero  
Jorge Bailón Abad, la experiencia de FUNSOL, sirve de base para que  
el doctor Aguirre y Lanchi le presenten el proyecto de “La Posada So-  
lidaria” que, de alguna manera, reproduce el programa y cuenta con  
la ventaja de tener recursos suficientes. Para el 2006, el doctor Nelson  
Lanchi, que asume la dirección de Higiene Municipal se ve obligado  
a disminuir su participación a dos días a la semana y para el año 2007,  
cuando las exigencias de su trabajo, y en especial de la Posada Soli-  
daria, así lo demanda, se separa. El personal lo hacen el director, doc-  
tor Aguirre, la secretaria señora de Rojas y el asistente administrativo,  
señor Villa.  
Amediados del 2007 la ciudad conoce del proceso de separa-  
ción del obispado de monseñor Hugolino Cerasuolo; ello implica mu-  
chos cambios en varios aspectos de la Diócesis, y especialmente en la  
Fundación, ya que según sus estatutos la presidencia la ejerce el  
obispo de Loja, y más que ello monseñor constituye sin duda, el  
motor que mueve a toda la organización. Del obispado se encargan  
otros sacerdotes de la misma ciudad y al final es oficialmente reem-  
plazado por el obispo monseñor Julio Parrilla Diaz.  
En los últimos días de permanencia de monseñor en Loja, tuve  
la oportunidad de despedirme y lo hice para agradecerle por lo que  
había hecho por los adictos de la ciudad, alcohólicos y drogadictos,  
pues él fue quien, desde su alta posición, explicó a la población que se  
trataba de una enfermedad y no de un vicio y peor de un pecado y,  
por lo cual, quienes lo padecían y sus familiares debían procurar su  
atención médica. Gracias a esa actitud, prosperaron centros de ayuda  
hoy existentes, que difícilmente habrían tenido cabida y que sin duda  
hacen mucho frente a este problema al cual el Estado no le prestara  
adecuada atención. La experiencia de la ciudad de Loja, fue seguida  
por las municipalidades de la provincia y en muchas de ellas se con-  
sideraron la formación de grupos de autoayuda apoyados desde lo  
público. Él dijo que nos agradecía a nosotros por haberle ayudado a  
comprender de esta enfermedad de la adicción y ahora tener la espe-  
ranza de que cuando se vaya de esta vida, podrá encontrarse con ami-  
gos y conocidos a quienes mucho quería y creía no volver a verlos.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
En ausencia de monseñor la Fundación queda bajo la respon-  
sabilidad del director ejecutivo, que sigue siendo el doctor Leonardo  
Castillo y quien, por instrucciones del nuevo obispo, que considera  
que el obispado no debe responsabilizarse por ninguna de las funda-  
ciones de la que es parte, procede a su cancelación en el primer tri-  
mestre del 2009. Sin embargo, en la misma casa Pastoral se sigue  
ofreciendo sus instalaciones para que allí trabaje lo que ahora se llama  
Grupo FUNSOL”, lo propio ocurre en la Cruz Roja, pero las activi-  
dades están a cargo de los propios usuarios que, esporádicamente  
son acompañados por los doctores Aguirre, Lanchi o Vélez.  
Loja, 20 de julio de 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
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La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Aguirre Aguirre, Patricio,  
"
FUNSOL, una experiencia en el tratamiento de las adicciones",  
Boletín de la Academia Nacional de Historia, vol. C, Nº. 208-B,  
julio - diciembre 2022, Academia Nacional de Historia, Quito,  
2023, pp.20-39