Bienvenida a Hugo Burgos
Y dice:
Volví a Quito, “quemé las naves”, y en 1960 me estaba matriculando
en la no menos nombrada Escuela Nacional de Antropología e Historia
de México, correspondiente al INA, ente de gran prestigio internacio-
nal. Escogí la especialidad de etnólogo, me gradué y enseguida estaba
estudiando para obtener el título de Maestro en Antropología, una sin-
gular maestría en la UNAM, lo que me permitió conseguir otra beca
en el Proyecto 104 de la OEA donde saqué el título de Especialista en
Ciencias Aplicadas. Ahora sí, ya le veía lejos al Ecuador. Nada de esto
era fácil a no ser por la beca antedicha. Mis simples cualidades me hi-
cieron avanzar para entrar a trabajar a nivel internacional, en el Insti-
tuto Indigenista Interamericano con sede en ciudad de México. Era su
director el Dr. Miguel León Portilla, notable historiador, pero luego
pasó a dirigir el Departamento de Ciencias Históricas de la UNAM, vi-
niendo en su lugar un notable médico-antropólogo, alumno de Hers-
kovich.
Siguiendo su relato dijo:
Hice un viaje de exploración y asesoramiento a Colombia, con etnias
de Antioquia y Nariño. Entre las grandes metas del nuevo director, Dr.
Aguirre Beltrán, estaba participar de todos estos conocimientos y lle-
varlos a la región andina, donde no había casi nada al respecto. Hici-
mos, en 1966, un viaje de asesoramiento en la Misión Andina, y luego
fui encargado de una investigación antropológica en Riobamba, des-
pués de haber escrito un libro sobre el indigenismo mexicano en el sur
del país. Al cabo de casi 2 años estuvo el informe y las fotos del primer
gran libro titulado Relaciones Intétnicas en Riobamba, que inmereci-
damente llegó a ser considerado en gran parte del mundo, a más de
haber proporcionado nuevas ideas para la antropología ecuatoriana.
Se han hecho muchas ediciones de esta obrita, por ella fui invitado a
Bonn, Alemania, por el Dr. Udo Oberem para dictar una conferencia,
y, desde entonces fue conocido mi nombre gracias a Riobamba y su sis-
tema de mercados, la discriminación subyacente y la vida interior de
los anejos como Licto. Aquí tuve el feliz acompañamiento de mi esposa
Inés.
Estamos en 1969, el libro de Riobamba me hizo conocer al antropólogo
Joseph Casagarande de la Universidad de Illinois. Este caballero era
Director del Institute for Internacional Studies, de la fundación Ford,
y profesor de esa universidad. Pues el instituto y la Universidad de Illi-
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 144–147
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