BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen C  
Nº 208–B  
Julio–diciembre 2022  
Quito–Ecuador  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A SANTIAGO VALLEJO VÁSQUEZ  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Al cabo de 113 años de fructífera labor, cumplidos el 24 de  
julio próximo pasado, la Academia Nacional de Historia ha llevado  
a cabo una labor tesonera y de amplio reconocimiento en bien de la  
Patria, en lo que respecta al afianzamiento de sus valores más super-  
lativos.  
Efectivamente, fue el 24 de julio de 1909, gracias a la magní-  
fica visión de Federico González Suárez y por su convocatoria previa  
a jóvenes estudiosos al Palacio Arzobispal de Quito, en cuya reunión  
se constituyó la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos,  
de acuerdo a lo contemplado en el Acta Constitutiva de esta entidad  
se creaba para el cultivo de los estudios históricos americanos y, en  
especial, de los estudios ecuatorianos. Como director vitalicio, en esa  
oportunidad se designó al insigne historiador y prelado, González  
Suárez que estuvo acompañado, en calidad de socios fundadores de  
la flamante institución, jóvenes amantes de las letras, que llegaron  
a ser, con el paso del tiempo y su constante actividad intelectual,  
personalidades destacadas en los ámbitos no solo de la cultura sino  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”  
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Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
en sus diversos campos profesionales; ellos fueron, con las dignida-  
des para las que fueron electos y ocuparon los siguientes: Dr. Luis  
Felipe Borja (hijo), subdirector; Don Carlos Manuel Larrea, secreta-  
rio; don Cristóbal Gangotena, bibliotecario-archivero y don José Ga-  
briel Navarro, tesorero. Miembros fundadores fueron también don  
Alfredo Flores y Caamaño, don Jacinto Jijón y Caamaño, don Aníbal  
Viteri Lafronte y don Juan León Mera Iturralde.  
Desde los inicios de la entidad, se veló porque quienes in-  
gresen a la misma reúnan requisitos indispensables como lo deter-  
minaron las recomendaciones efectuadas por Alfredo Flores y  
Caamaño, en comunicación de 15 de julio del año mencionado:  
Conviene no formen parte de la Sociedad personas incapaces de pres-  
tarnos ayuda, ya por sus impedimentos para el estudio y los trabajos  
que demandan contracción y perseverancia, en una palabra, por no  
tener ningún conocimiento en la materia, ni verdadero propósito de  
adquirirlos, siendo el honor de pertenecer a un centro elegido y fomen-  
tado por un hombre eminente y sabio, el único fin. Como el objeto de  
la Sociedad no es, ni puede ser, sino el verdadero estudio, débese pro-  
ceder con tino a este respecto y sin contemplaciones, pues tomar en  
cuenta otras consideraciones sería desnaturalizar los principios que  
2
rigen siempre a las instituciones serias de este género.  
La Comisión de Ingresos, que es muy rigurosa en cuanto a  
sus informes de admisión, procura en todo momento cumplir con  
los exigentes requisitos que, una vez cumplidos, analizados, y cali-  
ficados positivamente, son elevados a conocimiento y aprobación  
de la Junta General, integrada por los Académicos de Número y, si  
la votación es favorable, el aspirante es admitido y considerado  
Miembro, una vez que, en Sesión Pública Solemne, exponga su dis-  
curso, como lo escucharemos a continuación.  
Volvamos al siglo anterior y la consiguiente secuencia de se-  
siones de la primitiva Sociedad de Estudios a través del mensaje es-  
crito, fechado junio 11 de 1911, dirigido a los jóvenes fundadores de  
la Sociedad de Estudios Históricos, en el cual su fundador González  
2
Franklin Barriga López, Historia de la Academia Nacional de Historia (1809-1909), Academia Na-  
cional de Historia- Editorial El Conejo, Quito, 1909, p. 49.  
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Suárez, luego de reconocer que su palabra ha caído en tierra fecunda,  
exhortó lo que jamás se olvida y tiene que no olvidarse nunca en  
nuestra institución:  
Trabajad con tesón, con empeño, con constancia: no os desalentéis por  
las dificultades, no os acobardéis ante los obstáculos… venced las di-  
ficultades, arrollad los obstáculos. Como la verdad es el alma de la his-  
toria, buscad la verdad, investigad la verdad y, cuando la encontraréis,  
narradla con valor.3  
La Sociedad de Estudios Históricos Americanos obtuvo el  
alto carácter de Academia Nacional de Historia, haciendo justicia a la  
fecunda y patriótica labor realizada en algo más de once años, según  
la comunicación enviada oficialmente, a la que se adjunta un ejem-  
plar del Registro Oficial N. 23, de 28 de septiembre de 1920, en el que  
se halla publicado el Decreto Legislativo que legaliza tal categoría,  
con el ejecútese del Presidente de la República, José Luis Tamayo.  
Este gigantesco paso dado por la Sociedad Ecuatoriana de  
Estudios Históricos Americanos de convertirse en Academia Nacio-  
nal de Historia, fue recibido con alborozo dentro y fuera del país,  
por ello, la jurídica y recientemente, en ese entonces, creada Acade-  
mia recibió múltiples y honrosas felicitaciones, como las provenien-  
tes de la Sociedad de Americanistas de París o del Museo Británico de  
Londres. Nuestra entidad tiene al momento vínculos con Academias  
similares y universidades de varios países del mundo, con quienes  
ha suscrito convenios de colaboración recíproca.  
Un nuevo colega académico ingresa hoy como Miembro Co-  
rrespondiente, por la puerta grande –como solamente así se puede  
entrar en esta centenaria y prestigiosa institución-, se trata de San-  
tiago Vallejo Vásquez, abogado por la Universidad Central del Ecua-  
dor, con reconocimiento al mejor graduado en el año 2014 en la  
Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y Sociales de la Uni-  
versidad Central del Ecuador; Magíster en Derecho, con mención en  
Derecho Tributario por la Universidad Andina Simón Bolívar, sede  
3
Ibíd., p.53.  
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Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
Ecuador (2018); Doctorando en Derecho por la Universidad Nacional  
del Mar del Plata y Universidad de Buenos Aires, República Argen-  
tina. Además, en el Instituto Tecnológico Luis Ulpiano de la Torre,  
en el año lectivo 2007-2008, se le declaró el Mejor Egresado de Ba-  
chillerato y obtuvo la presea “María Inés Cevallos”, habiendo sido  
antes Primer Escolta del portaestandarte de la ciudad de Cotacachi.  
De su formación educativa se debe resaltar su participación en el  
Programa de Liderazgo Juvenil (2008), efectuado en la Universidad  
del Estado de Washington, Estados Unidos de Norteamérica.  
El Dr. Santiago Vallejo Vásquez actualmente es secretario ge-  
neral del Consejo Nacional Electoral, en funciones, además docente  
universitario de pregrado y postgrado en la Universidad Central del  
Ecuador, en la Universidad Técnica del Norte y Universidad de Ota-  
valo. Ejerció, también, el profesorado universitario en la Escuela de  
Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador-  
Sede Ibarra y en la Universidad de las Américas (UDLA). Ha labo-  
rado, asimismo, en la Corte Nacional de Justicia, Sala Especializada  
de lo Contencioso Tributario; en el Tribunal de Justicia de la Comu-  
nidad Andina, Magistratura del Ecuador; se desempeñó como: di-  
rector de la Delegación Provincial Electoral de Imbabura; director  
Nacional de Organizaciones Políticas; director Nacional de Asesoría  
Jurídica y Normativa del Consejo Nacional Electoral.  
Forma parte de la Academia Bolivariana de América–Capí-  
tulo Ecuador, habiendo recibido la Condecoración “Libertad y Pro-  
greso” en Grado Internacional de Primera Clase, otorgada por el  
Consejo de Fundadores de la Confraternidad Bolivariana de América  
con sede en Santa Fe de Bogotá; además Miembro de la Casa de la  
Cultura Ecuatoriana–Núcleo de Imbabura, Centro Cultural “Antonio  
Ante”, Instituto Ecuatoriano de Derecho Tributario y Colegio de  
Abogados de Pichincha. Es autor del libro El Principio de Reserva de  
Ley en la Definición de la Base Imponible de los Tributos Aduaneros: Aná-  
lisis Jurídico, editado en Corporación de Estudios y Publicaciones,  
Quito, 2022 y de estas otras obras inéditas: “Trascendencia histórica  
del 10 de Agosto de 1809”, “El Control Constitucional de los Actos  
Jurisdiccionales en Materia Electoral” y “Apuntes de la Cátedra Teo-  
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Franklin Barriga López  
ría General del Estado”, además de artículos publicados en medios  
de comunicación.  
Es notoria su inclinación a los estudios históricos, especial-  
mente en lo que respecta al período de nuestra Independencia. En  
esta área escribió y publicó, con el aval académico de la Universidad  
Central del Ecuador, el libro Visión general del pensamiento político de  
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Simón Bolívar.  
En esta obra se estudia al Libertador en una de sus fases más  
descollantes, la del visionario que quiso una República, la Gran Co-  
lombia, unida por ideales de cohesión y grandeza. Lamentablemente  
y a la postre, la realidad se impuso con sus tentáculos de ambiciones,  
deslealtades, pasiones nada recomendables que asfixiaron los ideales  
del soñador que murió olvidado, desalentado y en pobreza, en la  
quinta llamada San Pedro Alejandrino ubicada en Santa Marta al  
Norte de Colombia, cuando pudo gozar de los privilegios, no solo  
económicos, procedentes de la cuna dorada en la que nació y de la  
posición alcanzada por ser el triunfador ante el imperio español, el  
fundador de lo que vinieron a ser las repúblicas de Venezuela, Pa-  
namá, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Todo lo dedicó a la causa  
de la libertad, fortuna, salud y vida, como el incomparable adalid,  
que lo fue y que, ocupa en la Historia el lugar preeminente y ejem-  
plar, sostenido, férreamente, por la posteridad.  
El ideario de Bolívar es esencialmente político, con gigantescos  
perfiles de estadista, lo que se testimonia en sus discursos y procla-  
mas rebosantes de altura y patriotismo, pensamiento que le llevó a  
fortalecer su espada triunfadora de General en Jefe del Ejército Li-  
bertador. Su medular concepción del poder quedó plasmada en estas  
frases, que constan en el Discurso al Congreso de Angostura (15 de  
febrero de 1819): “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo  
tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obe-  
5
decerle y él a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía”.  
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5
Santiago Vásquez Vallejo, Visión general del pensamiento político de Simón Bolívar, Universidad  
Central del Ecuador, Quito, 2021  
Franklin Barriga López, Páginas de la Independencia, Colección Biblioteca de la Independencia,  
Tomo I, Academia Nacional de Historia, Edit. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 2000,  
p. 200.  
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Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
Tan solo estas frases pulverizan las intenciones de los totalitarios que  
pretenden secuestrar, con repudiable arbitrariedad y cinismo, la fi-  
gura de Simón Bolívar, presentándole como emblema de ellos,  
cuando fue todo lo contrario. Este personaje, en reiteradas ocasiones,  
subrayó: “Como amo la libertad, tengo sentimientos nobles y liberales”.  
Todos los cuerpos de la historia enseñan que las gangrenas políticas no se  
curan con paliativos” (Carta a J. M. Castillo, Presidente de la Conven-  
ción de Colombia, 11 de abril de 1828”. “La mejor política es la honra-  
dez”, subrayó en la Carta al Gral. Santander, fechada el 17 de agosto  
6
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de 1820, lo que es complementado con estas reflexiones expuestas  
ante la Convención de Ocaña (29 de febrero de 1828): “La corrupción  
de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad de  
los delitos. Mirad, que sin fuerza no hay virtud, y sin virtud perece la Re-  
pública”.8  
Sabias palabras, las anteriores, parecen dirigidas a los regí-  
menes ecuatorianos, de los que no es necesario dar nombres de quie-  
nes los encabezaron por ser de conocimiento y sufrimiento  
generalizados, donde la corrupción y la impunidad campearon, para  
ocasionar el descalabro y el desencanto con riesgo incluso a la diso-  
lución nacional.  
Cuánto puedo seguir manifestando en torno a este tema,  
pero es momento de ceder la palabra al joven y ya destacado profe-  
sional quien se identificó con José Ingenieros y, consecuente con ello,  
en su anotado libro escribió: “He aprendido la urgencia de amar la belleza,  
la verdad, la bondad. Pautas que han arrojado luces en mi conducta personal  
y, modestamente, desde mi cátedra y mi profesión; supremos valores aquellos  
que traen consigo el compromiso irrestricto de cultivar la justicia y venerar  
9
la libertad”. Muy buena presentación, para su libro precisamente estas  
cualidades se cultivan en nuestra corporación científica, con el fun-  
damento de la verdad.  
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7
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Ibíd., p. 224.  
Ibíd., p. 219.  
Ibíd., p. 224.  
Santiago Vallejo Vásquez, Visión general del pensamiento político de Simón Bolívar, Academia Bo-  
livariana de América-Capítulo Ecuador, Proletextos Ediciones, Quito, noviembre 2021, p. 16.  
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Franklin Barriga López  
Brindo sincera y fraternal bienvenida a nuestra centenaria y  
prestigiosa corporación científica a Santiago Vallejo Vásquez, abo-  
gado, magíster. candidato a Ph.D. e investigador de las ciencias so-  
ciales, quien, en su discurso estatutario de incorporación, abordará  
La enseñanza de la historia como base para la construcción de una  
identidad nacional: nudos críticos en el sistema educativo ecuato-  
riano”, tema sustantivo, tanto por la trascendencia para las socieda-  
des humanas del país que constituye la historia, ya que como bien  
se ha dicho “pueblo que desconoce la historia está condenado a repetirla”,  
cuanto también, porque la identidad nacional es lo que proporciona  
identificación y orgullo de pertenencia a los países, los nutrientes  
para que los individuos y las colectividades se consoliden en su con-  
ciencia colectiva estructurada primeramente por la historia, la tradi-  
ción, la evocación de los ancestros en la proyección de los hijos y los  
nietos, en la convivencia diaria, en la comarca donde se ha nacido o  
vive, en los ideales comunes, en la cultura que resume las manifes-  
taciones materiales y espirituales de los seres humanos en constante  
evolución.  
Cuando más profundas y robustas son las raíces, la presencia  
y perdurabilidad de los pueblos están garantizadas, así el terreno de  
la patria cívica sea árido o agreste. Convengamos en que la erosión  
del alma, del alma nacional, es más peligrosa que la erosión de la tie-  
rra, por esto hay que cultivarla con el mayor de los esmeros, perma-  
nentemente, a fin de que sus frutos sean óptimos.  
Este cultivo no debe apartarse del amor a lo propio, del men-  
cionado e infaltable sentido y orgullo de pertenencia, para lo cual  
debe prevalecer la motivación que resalta los aspectos positivos antes  
que los prejuicios, complejos, frustraciones que carcomen la autoes-  
tima y a los que se tiene que combatir sin tregua, para que resplan-  
dezca la esperanza y no el criterio peyorativo y oscurantista que,  
como gigantesco aluvión arrasa el aliento de optimismo que cons-  
truye la grandeza de la Patria.  
Es momento de escuchar al Académico de la Historia San-  
tiago Vallejo Vásquez, a quien le reitero la más cordial bienvenida,  
convencido que su presencia entre nosotros contribuirá al mejor  
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Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
cumplimiento de los nobles fines y objetivos institucionales, que se  
vuelven realidad única y exclusivamente cuando todos sus integran-  
tes reman en la misma dirección.  
Damas y caballeros  
Casa Alhambra, Quito,  
jueves 20 de octubre de 2022  
Bibliografía  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, Historia de la Academia Nacional de Historia (1809-  
1909), Academia Nacional de Historia- Editorial El Conejo, Quito, 2009.  
–––––, Páginas de la Independencia, Colección Biblioteca de la Independencia,  
Tomo I, Academia Nacional de Historia, Edit. Casa de la Cultura Ecuato-  
riana, Quito, 2000.  
VÁSQUEZ VALLEJO, Santiago, Visión general del pensamiento político de Simón  
Bolívar, Universidad Central del Ecuador, Quito, 2021.  
–––––, Visión general del pensamiento político de Simón Bolívar, Academia Boliva-  
riana de América-Capítulo Ecuador, Proletextos Ediciones, Quito, noviem-  
bre 2021.  
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La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Barriga López, Franklin,  
"
Bienvenida  
a
Santiago Vallejo Vásquez como Miembro  
Correspondiente de la Academia Nacional de Historia", Boletín de  
la Academia Nacional de Historia, vol. C, Nº. 208-B, julio -  
diciembre 2022, Academia Nacional de Historia, Quito, 2023,  
pp.236-243