BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen C  
Nº 208–B  
Julio–diciembre 2022  
Quito–Ecuador  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LA ILUSTRACIÓN  
LLEGA A LA REAL AUDIENCIA DE QUITO  
–DISCURSO DE ASCENSO A MIEMBRO DE NÚMERO–  
Jorge Ortiz Miranda1  
A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII se produce a  
nivel mundial el hecho histórico más importante y que fue conocido  
con el nombre de Ilustración.  
La Ilustración de aquella época consistía en la oposición y  
lucha de un grupo de personas llamados Ilustrados en contra de la  
Monarquía Absoluta que predominaba en esos días, en donde los  
monarcas de varios países europeos tenían poder de vida y muerte  
sobre sus súbditos; el principio de estos monarcas era “todo para el  
pueblo, pero sin el pueblo”, periodo conocido como: “despotismo  
ilustrado”.  
En esta etapa se desarrolló lo político, el arte, la cultura, la  
ciencia y la investigación.  
Durante los siglos señalados anteriormente y que correspon-  
den a la Edad Moderna, el Enciclopedismo o Iluminismo dio a toda  
la etapa el calificativo de “Siglo de las luces”, y dio paso a una co-  
rriente cultural que tenía como principio básico el término “La luz  
de la razón”.  
Los Enciclopedistas lo que pretenden es acabar, con la supers-  
tición y la ignorancia; por eso, a todos los integrantes de este pro-  
yecto se les denominó “los iluminados por la razón”.  
1
Es licenciado en Ciencias de la Educación en Pontificia Universidad Católica del Ecuador,  
Maestría en Gerencia de la Educación Superior en la Universidad Regional Autónoma de los  
Andes, Doctorado en Historia por la Universidad Central del Ecuador. Actualmente es profe-  
sor de posgrados en la Universidad Regional Autónoma de los Andes. Algunas de sus publi-  
caciones que se destacan: Historia del Arte y Cultura en el Ecuador, Recursos históricos y  
hoteleros en el Ecuador e Historia Republicana. Sumando sus obras y sus miles de horas clase,  
el Muy Ilustre Municipio de Ambato le ha otorgado el premio Juan Montalvo, Pluma de Oro.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
282  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
Los principios fundamentales de la Ilustración fueron los si-  
guientes:  
1
.- La razón es la base del conocimiento.  
2
3
4
5
6
.- Rechazar lo sobrenatural y tradicional.  
.- Criticar a las diferentes religiones y sus prácticas absurdas.  
.- Confiar en la capacidad del ser humano.  
.- Poner en práctica los conocimientos científicos.  
.- Considerar a la educación como el mejor medio para difundir la  
razón.  
.- Luchar fundamentalmente contra el absolutismo de reyes y monar-  
7
cas del mundo, que se consideraban dueños de la vida y muerte de sus  
súbditos.  
8
.- Propiciar el surgimiento del periodismo que apareció en Londres  
en 1702; al respecto dicen los enciclopedistas: la prensa es una de las  
mejores fuentes históricas, ya que gracias a ellas se conocen los acon-  
tecimientos que tuvieron lugar en una época y el impacto que causa-  
ron.  
9
.- Robustecer la presencia de la imprenta para publicar mayor número  
de libros y a bajo costo.  
0.- Impulsar el conocimiento en las Universidades, ya que estas cons-  
1
tituyen la base del conocimiento universal.  
Tres personas fueron los más grandes representantes de la  
Ilustración:  
Jean Jacques Rousseau.- Ginebrino de nacimiento, dos fueron  
sus principales obras El contrato social y Emilio o De la Educación. En  
El Contrato social dos pensamientos son fundamentales: “el hombre  
nace libre, pero no es libre”; “el hombre nace libre, y sin embargo está con-  
denado”  
El Emilio es un libro filosófico dedicado a la educación, da a  
conocer métodos educativos que trascienden el mundo de aquellos  
días. Por supuesto que los principios educativos del Emilio llegaron  
a la Real Audiencia de Quito y allí tuvieron gran trascendencia en  
personajes de la talla de Simón Bolívar, Eugenio Espejo, Juan Mon-  
talvo y Juan León Mera.  
Charles Louis de Secondat.- Barón de Montesquieu.- Propulsor de  
la separación de poderes en los gobiernos. Su principal obra fue Del  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
283  
Jorge Ortiz Miranda  
espíritu de las leyes, donde hablaba de la necesidad de separación de  
poderes en los diferentes gobiernos del mundo y sostuvo que estos  
deberían ser los siguientes:  
Poder legislativo, que dicte las leyes pensando siempre en el  
bienestar del pueblo; Poder ejecutivo, con un gobernante que lo con-  
duzca, que bien podría ser el propio monarca, pero sin olvidarse que  
la voz que pueblo es la voz de Dios; y Poder judicial para hacer cum-  
plir las leyes.  
Francoise Marie Arovet.- Mejor conocido como Voltaire, impulso  
una gran virtud, decía: “la tolerancia es la defensa del libre pensamiento”;  
y viendo como se desenvolvía el mundo, pronuncio esta frase: “de no  
haber existido Dios, habríamos tenido que crearlo urgentemente”.  
Gracias a la Ilustración y sus cultores, el 14 de julio de 1789 el  
mundo tuvo la más grande de sus revoluciones, la Revolución Fran-  
cesa que propugnó tres grandes principios para la humanidad: Li-  
bertad, Igualdad y Fraternidad que ojalá algún día lleguen a  
cumplirse.  
La Ilustración y sus principios llegaron a América y dieron su  
aporte para que surjan varias figuras en lo social, cultural y político,  
entre ellos Simón Bolívar, Eugenio Espejo, Juan Montalvo y Juan  
León Mera, a quienes voy a referirme como los grandes ilustrados  
de América, Ecuador y Ambato.  
Simón Bolívar  
Gran parte de la educación de Simón Bolívar, se debe al libro  
Emilio de Juan Jacobo Rousseau, uno de los grandes representantes  
de la Ilustración del siglo XVIII, un libro que constituye el floreci-  
miento de las ideas educativas. El Emilio de Rousseau llegó al conti-  
nente americano y con él la Ilustración se presentaba en el nuevo  
mundo y los jóvenes de espíritus abiertos y libres de aquellos días  
devoraron con avidez su contenido; uno de ellos fue Simón Rodrí-  
guez, quien al ser designado maestro del joven Simón Bolívar se le  
presentaba una magnífica oportunidad para poner en práctica varios  
postulados de la ilustración en su joven alumno. Muchas de las ideas  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
284  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
de este libro admirable quedaron flotando en la mente de Bolívar y,  
más tarde, cuando la espada victoriosa cedía su lugar a la pluma,  
Bolívar expuso sus conceptos sobre educación y dijo, “usted querido  
maestro formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo her-  
moso”.2  
Influenciado Bolívar por el pensamiento de los ilustrados del  
siglo XVIII; decía, “la grandeza de los pueblos se mide por sus obras”;3  
obra reviste en opinión de Bolívar, el más amplio de su significado;  
por obras entendemos también las ideas; al fin y al cabo, la idea no  
es más que un producto, una operación de la mente. Las obras de  
los pueblos son sus realizaciones en los territorios de la idea y en los  
dominios de la mano; de la mente y de la mano han nacido la civili-  
zación y la cultura; de la mente y de la mano en íntima y estrecha re-  
alización florece la cultura.  
La mano sola sin la idea ejemplar que le proporciona el enten-  
dimiento, jamás podría ser matriz de la civilización; la mente sola  
sin el auxilio de la mano, nunca podría generar una cultura, el hom-  
bre es la suma del cerebro y de la mano; por eso ha forjado una civi-  
lización y creado una cultura.  
Como gran seguidor de los ilustrados y enciclopedistas en  
América, Bolívar decía que “un pueblo ignorante es instrumento ciego  
4
de su propia destrucción”; los pueblos ignorantes llevan en su entraña  
un germen maligno que terminara por aniquilarlos; con masas anal-  
fabetas los pueblos marchan hacia presidios y hospitales, la ignoran-  
cia conduce irremediablemente al crimen y a la degeneración moral  
y física; seré exacto dice Bolívar, a la sombra de la ignorancia trabaja  
el crimen.  
¿Por qué los pueblos actuales no seguirán el pensamiento que  
Bolívar tiene sobre la educación? al decir que la educación es el fun-  
damento de toda grandeza individual, social política y nacional. La  
2
3
4
Cfr. Simón Bolívar en: Alfonso Rumazo González, Simón Rodríguez, maestro de América, Fun-  
dación Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2005, p.103  
Cfr. Simón Bolívar en: José María Rodríguez Rojas, Las ideas pedagógicas de Simón Bolívar, Edi-  
torial Universo, 1977, p.29  
Cfr. Simón Bolívar en: Rómulo Betancourt, Venezuela, política y petróleo, Universidad Católica  
Andrés Bello, Caracas, 2001, p.458  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
285  
Jorge Ortiz Miranda  
instrucción, dice Bolívar, es la felicidad de la vida y el ignorante está  
próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, y se precipita  
luego, infaliblemente, en el lodo de las tinieblas y la servidumbre; la  
educación no consiste en formar profesionales, ni guerreros o esta-  
distas; la educación consiste en formar el espíritu y el corazón de la  
juventud.  
Terminamos manifestando cuanto influyó el pensamiento de  
la Ilustración en Simón Bolívar; cuando dijo en el campo de la polí-  
tica; que quien quiere ser político, a de profesar una ciencia o un arte  
que le asegure un alimento honesto, según Bolívar no se le pone al  
político otras exclusiones que las del crimen, la ociosidad y la igno-  
rancia absoluta; saber y honradez y no dinero es lo que requiere el  
5
ejercicio del poder público.  
Eugenio Espejo  
Hombre de cultura, médico y duende, posiblemente el per-  
sonaje histórico más importante de nuestra prolífica historia, a pesar  
de las adversidades que debió soportar en su vida, simplemente, por  
ser de apellido Chushig y, en tan cerrada sociedad de ese tiempo,  
debió cambiar al apellido a Espejo; y quedará grabado para siempre  
en el corazón de los ecuatorianos el nombre de Francisco Javier Eu-  
genio de la Santa Cruz y Espejo.  
Como escritor hizo temblar a los curas mercedarios, a los  
presidentes de la Real Audiencia de Quito de ese tiempo y a los se-  
ñoritos que defendían sus intereses durante la colonia. Como mé-  
dico, su tratado sobre la viruela obnubiló a los mediocres médicos  
de ese tiempo, y les dejó paralizados con las palabras que pronunció  
diciendo: “se están matando por la boca” por la falta de higiene en los  
6
alimentos que consumen, y en su libro “Tratado sobre la Viruela co-  
mentó sobre las causas, consecuencias y soluciones de tan terrible  
mal.  
5
6
Simón Bolívar, Carlos Valderrama, Rubén Sierra, Pensamiento político de Simón Bolívar, Vol.5,  
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2010, p.101  
Eugenio Espejo, “Reflexiones acerca de la viruela”, Escritos del doctor Francisco Javier Eugenio  
Santa Cruz y Espejo, Tomo II, Imprenta Municipal, Quito, 1912  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
286  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
No fue un periodista de profesión, pero siguiendo las nor-  
mas de la Ilustración creó el primer periódico en la historia de nues-  
tro país: “Primicias de la cultura de Quito”, el 05 de enero de 1792.  
Pero lo que más engrandece a Espejo fue su calificativo de:  
Precursor de la independencia americana, al haber manifestado que  
la independencia de los pueblos de América debería darse simultá-  
neamente, en el mismo día y a la misma hora, desde el Golfo de Mé-  
xico hasta la Patagonia, sin la presencia de Estados Unidos ni  
Canadá.  
Para que se haga realidad estas ideas Espejo como duende,  
aprovechando las sombras de la noche y como buen grafitero que  
era escribió en las paredes de Quito la frase: “al amparo de esta cruz  
7
busquemos la libertad”.  
Espejo ya no estará presente físicamente en los movimientos  
independentistas, pero sus ideales quedaron grabados en el corazón  
de sus alumnos, y serán ellos: Manuel Rodríguez de Quiroga, Anto-  
nio Ante, Juan Salina, Juan Pío Montúfar, entre otros, los que harán  
posible el primer grito de independencia en Quito, el 10 de agosto  
de 1809.  
Los Ilustrados franceses, motivaron la realización de la Re-  
volución Francesa. Los ideales de espejo motivaron el primer grito  
de la independencia en Quito. Las últimas palabras de Espejo, nos  
dejaron una herencia que estamos esperando “un día resucitará la Pa-  
tria”.8  
Juan Montalvo  
Juan Montalvo hombre de superlativa mentalidad, fue un  
pensador profundo y un escritor brillante; hombre poseedor de eru-  
dito conocimiento, correcta sintaxis y extraordinaria expresión. Tan  
honesto e íntegro fue Montalvo, que su conciencia le repugnó el ser-  
vilismo, no compartía ni con la pluma que sirve de cuchara, ni con  
7
8
Cfr. Eugenio Espejo en: Melisa Bastidas Proaño, “Al amparo de la cruz…”, Recordando, 12 de  
junio de 2020. Ver en: https://www.recordandoando.com/al-amparo-de-la-cruz/ (25-01-2023)  
Mural de la sala de sesiones de la Asamblea Nacional  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
287  
Jorge Ortiz Miranda  
la persona cuya espalda sirve de pedestal rentable contra los tiranos  
de turno.  
Montalvo un hombre como pocos de ese tiempo; sus amigos  
verdaderos eran los filósofos, escritores de talento, ideólogos y lu-  
chadores tenaces que se mantienen firmes ante las tormentas desa-  
tadas por las pasiones políticas; ¿por qué le llaman “Cosmopolita”?;  
por ser un ser un ciudadano del mundo que busca la verdad y el pro-  
greso, sin que para él existan fronteras.  
El pensamiento filosófico de Montalvo es tan contundente  
que sacude y motiva la conciencia de los pueblos y les orienta en su  
lucha por la libertad y la dignidad. Su palabra no se agota, no se de-  
bilita, no se desvirtúa ni envejece, porque fue escrita para iluminar  
al pueblo e inspirar la conciencia nacional con la sublime espiritua-  
lidad de lo eterno.  
Su Filosofía de vida, y su ilustración le hizo luchar con la  
energía de un gladiador por la libertad de imprenta y al respecto  
9
decía: “Si la prensa es cátedra, el periodista tiene que ser Maestro; si la  
10  
prensa es tribuna, el periodista tiene que ser Orador;  
Por lo tanto, “el Maestro y el Orador no pueden hablar, sino para  
11  
defender la verdad, para exponer los principios, para prestigiar el bien”.  
Los discípulos del periodista, son los ciudadanos de toda una  
nación; las multitudes que escuchan al periodista, son las que inte-  
gran un pueblo entero.  
Corrómpase, desoriéntese la opinión de todo un país, y será  
traicionado el más sagrado de todos los deberes, el de ser energía  
creadora de un pueblo y su pensamiento.  
La Filosofía periodística de Montalvo decía:  
No soy precisamente un Periodista, pero me obligo a mí mismo a es-  
cribir; es que, con tantos problemas de mi Patria, quiero elevar mi ágil  
pluma para combatir a los tiranos y villanos que oprimen a mi gente.  
Escribo no como persona de partido, sino como amigo de la verdad;  
9
Cfr. Juan Montalvo en: Alfredo Albuja Galindo, El periodismo en la dialéctica política ecuato-  
riana, Tall. Gráf. “Minerva”, Quito, 1979, p.349  
0 Ibídem.  
1 Ibídem.  
1
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
288  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
soy el primero en despreciar a los ruines, más estoy presto a respetar a  
los buenos, sin que me importe la bandera política a la que pertenez-  
12  
can.  
Montalvo promovió la libertad de imprenta diciendo: “si no  
nos dejan hablar libremente, lo único que conseguirán los gobiernos de turno  
13  
será reinar sobre un grupo de idiotas”; rematando con unas palabras  
impactantes: “imprenta, imprenta; arrebatadnos los bienes de for-  
tuna, arrastradnos a las guerras injustas, arrojadnos a las mazmorras;  
pero exijo dejarnos hablar”.14  
La enorme ilustración de Montalvo, su brillante pensamiento  
universal y elegante estilo, fueron motivos más que suficientes para  
decir: “cuando un dictador invoca a la libertad, no es para respetarla, sino  
para disfrazar sus prepotencias y errores, y hacer tabla rasa de los derechos  
1
5
ciudadanos”; ese fue el caso del descalificado y corrupto gobierno  
del General Ignacio de Veintemilla o simplemente “el mudo” que es  
como le calificaba el ilustre ambateño al mencionado General; y  
como él, cuantos corruptos más han gobernado este país; y allí, re-  
cordamos cuanta falta nos hace Montalvo para combatir a los tira-  
nuelos de turno, y resuenan en nuestros oídos estas dos frases  
impactantes del ilustre Cosmopolita:  
De tanto ver como los pícaros como el mudo del Ventemilla triunfan  
16  
en esta vida, me está dando ganas de ser pícaro”.  
Señor dadme corazón para perdonar a mis enemigos, pero concé-  
17  
deme la gracia de verlos ahorcados algún día”.  
Montalvo y su Ilustración se dejó sentir en Ambato, el Ecuador  
y América, en todas las obras que escribió gracias a su inteligencia y  
prolifera pluma, veamos algunas de ellas:  
Los siete tratados, una herencia inagotable de suprema belleza  
1
1
2 Juan Montalvo, El cosmopolita, Volumen 2, Editorial Primicias, Ambato, 1945, p.206  
3 Cfr. Juan Montalvo en: Casa de Montalvo, Memorias del coloquio binacional Montalvino de Co-  
lombia, Ipiales, 2021  
1
1
4 Juan Montalvo, El Cosmopolita, libro 4°, Oficina tipográfica de F. Bermeo, Quito, 1867  
5 César Alarcón Costta, Juan Montalvo y la Filosofía del Espíritu Libre, Editorial Raíces, Quito,  
2012  
1
6 Juan Montalvo, Las Catilinarias, Garnier Hnos., Guayaquil, 1929  
7 Cfr. Juan Montalvo en: Roberto Agramonte, La filosofía de Montalvo, Vol.3, Banco Central del  
Ecuador, Quito,1992, p.944  
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
289  
Jorge Ortiz Miranda  
y fue publicada en 1882; en ella Montalvo exalta a las virtudes y a la  
democracia, ensalza los tratados de la belleza, la nobleza; habla de  
los genios, los héroes; Banquete de los filósofos, El Buscapié y Réplica a  
un Sofista pseudo católico; este último tratado derramó la ira del arzo-  
bispo Ignacio Ordoñez, por parecerle blasfemo contra los cánones  
del catolicismo; por lo que decide prohibir su lectura. Montalvo un  
iluminado por la razón a tiempo completo, se indigna al haber sido  
acusado por una clerecía ignorante y fanática, y allá va su respuesta  
cargada de filosofía, libertad y progresismo. “Si me buscan, me van a  
18  
encontrar, ya saben que, con los perversos yo soy implacable”.  
¿
Que frases o palabras dichas en este libro son atentatorias para califi-  
carme de ciego enemigo de la clerecía?  
…) lo único que pido es un clero ilustrado, recto virtuoso y útil, mas  
(
no ignorante, torcido ni lleno de vicios y podredumbre; y estos malos  
procedimientos son los que ha propiciado este mal cura del Ignacio Or-  
doñez.  
Ignacio Ordoñez, eres un borrachín con mente embriagada de vino y  
apetitosas viandas que los pobres fieles nunca podrán comer.  
Si tú Ordoñez, me envías al infierno, quiero decirte que para ti hay otro  
infierno más especial, donde no quedará ni el polvo de las cuencas de  
tus sanguinarios ojos.  
¡
Oh Dios mío! que más infierno que vivir rodeado de todos estos ala-  
19  
cranes con sotana; por eso Sr. del cielo, llévame, pero llévame contigo.  
Palabras más que suficientes para demostrar que respeta y  
se lleva muy bien con Dios, no así, con los malos representantes de  
Dios en la Tierra.  
En su magistral obra Las Catilinarias, Montalvo fulmina su  
ira contra el general Ignacio de Ventemilla, en ese tiempo (1876-1883)  
jefe supremo, presidente constitucional y dictador de nuestro país;  
en esta obra Montalvo dice: “la pluma es la más certera de las armas  
cuando se lo esgrime contra la tiranía y al abuso del poder; la patria jamás  
puede ser libre, si en vez de luchar por sus derechos, llora por sus desgracias”.  
1
8 El pensamiento de Juan Montalvo. Un compendio de sus frases célebres. Ver en: http:  
/www.elmayorportaldegerencia.com/Documentos/Frases%20Celebres/%5BPD%5D%20  
/
Documentos%20-%20Frases%20Celebres%20de%20Juan%20Montalvo.pdf. (25-01-2023)  
9 Juan Montalvo, Mercurial Eclesiástica, Imprenta La Gutenberg, Quito, 1907  
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
290  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
Montalvo influenciado por los ilustrados del siglo XVIII ma-  
nifiesta que los años pasan y no son argumento de vida; lo son los  
principios, los valores y la virtud practicada, las que califican al ser  
humano.  
Juan León Mera Martínez  
Refiriéndome a Juan León Mera Martínez he de manifestar  
que: “fuisteis magnánimo como todo hombre de bien; prudente  
como el más modesto de los ciudadanos; pero ni tu magnanimidad,  
ni tu modestia te engrandecieron tanto como tu vocación de escritor  
y artífice del pincel”.  
Si hay un nombre en la historia de la Literatura ecuatoriana,  
que debe ser recordado con cariño y admiración, es el de Juan León  
Mera Martínez, autor de sí mismo, acumuló libros que forman la  
contribución más valiosa y más grande que se ha dado a la Literatura  
ecuatoriana; además de haber servido como propulsor de la cultura,  
por sus trabajos críticos y por sus afanes pedagógicos.  
Mera es poeta indigenista; novelador de costumbres; cantor de la selva  
en novela poemática; critico estimulador de vocaciones literarias; co-  
leccionador de leyendas; folklorista valioso. Los núcleos de estudios  
especializados, cultivan con especial cuidado el conocimiento de las  
obras de Mera que, por sus características americanas, tendrían que ser  
analizadas a medida que la conciencia continental tome mayores di-  
mensiones.20  
En el campo de la producción literaria sus obras más cono-  
cidas fueron:  
La Virgen del Sol, año 1861, leyenda indígena, que es una no-  
vela en verso en donde el argumento principal es hablar sobre las  
últimas etapas de la resistencia indígena contra los españoles ¡Qué  
grato es recordar en esta obra el valor de nuestro gran líder indígena  
Rumiñahui! un pillareño de corazón, perteneciente a la familia de  
los Atti II de Pillahuazo y que fuera hijo del emperador inca Huayna  
Cápac y la ñusta pillareña Choangazil.  
20 Isaac J. Barrera, Periódico “El Regional”, Ed. No 6, de Diciembre de 1994  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
291  
Jorge Ortiz Miranda  
Otra gran obra es Melodías indígenas escrita en 1887, donde  
abordaba nuevamente temas vinculados con un pasado aborigen  
que Mera a todo trance, trataba de rescatar; esto nos demuestra que  
tenía un profundo conocimiento histórico para referirse a Atahualpa  
y su grandeza y a su estado mayor que lo componían: Quisquis, Ca-  
licuchima, Rumiñahui y su gran valentía y patriotismo, para hacer  
frente al invasor español. Mera es el primer autor en manifestar que  
el gran imperio del Tahuantinsuyo es quiteño y no Inca como lo se-  
ñalan la mayoría de tratadistas; efectivamente, he de manifestar al  
respecto, que comparto la idea de este ilustre coterráneo: el gran Im-  
perio del Tahuantinsuyo que se extendía desde el río Angasmayo en  
Colombia, hasta el río Maule en Chile y Mendoza en Argentina tuvo  
como único emperador a Atahualpa, quien luego de haber triunfado  
sobre su hermano Huáscar en las batallas de Jauja y Quipaipán, co-  
locó sobre su frente triunfadora la “mascaypacha” , símbolo de poder  
de incas y quiteños.  
Otro gran libro biográfico es el de Pedro Fermín Cevallos  
gran historiador y abogado ambateño, en este libro nos dice que Ce-  
vallos fue un hombre cuyas doctrinas se identificaron con el libera-  
lismo; lo cual no impidió mantener estos dos ambateños una  
profunda amistad; y como nobleza no quita nobleza, Pedro Fermín  
Cevallos escribió la biografía de Juan León Mera.  
Quizá el mejor valor literario de Mera fue la novela; y su obra  
cumbre, Cumandá que ha sido considerada como una de las tres me-  
jores novelas románticas de América del Sur, junto a María de Jorge  
Isaac y Amalia de Mármol. Cumandá es la primera novela publicada  
en el Ecuador, Mera nunca salió de su país, siempre tuvo sus ojos  
puestos en su tierra, sin embargo, sintió la relación de indianidad y  
de americanidad, y con su Cumandá nos dio una obra de caracterís-  
ticas realmente autóctonas, aun cuando tuvo que usar el idioma per-  
fecto de Castilla; por esto con razón se dice que “Cuman” es la  
novela más española y más americana que jamás se haya escrito; es  
que no podía ser de otra manera, siendo además un cultor del pincel,  
no podía dejar de pensar en el “sincretismo”, palabra que significa,  
mezcla de dos culturas.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
292  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
Con toda razón Franklin Barriga López, dice de Juan León  
Mera Martínez lo siguiente:  
Pintor del paisaje ecuatoriano, de hábil pluma descriptiva. Talentoso  
escritor que legara a su país herencia cultural de primera línea. Sin salir  
de los límites de la patria, su nombre se proyectó hacia otros continen-  
tes. Autodidacta, artista e investigador político, desempeño varios car-  
gos públicos, fue miembro de varias sociedades literarias y culturales  
21  
del país y del extranjero.  
El tránsito de Mera por los patrios campos de las letras se explica y jus-  
tifica mejor con el antecedente de los primeros años de su vida; todo  
en ellos, es verdad, el subyugante escenario de Atocha, acogedor y lim-  
pio a través del amplio cielo y el serpenteante río Ambato, con un per-  
manente fondo de tranquilidad y bonanza, cabe decir de belleza; pero  
hay también la parte de soledad y estrechez económica que había de  
caracterizar muchos actos del futuro, y dar un sabor especial a su pro-  
ducción toda. Los primeros recuerdos de su vida revolotean en torno  
al árbol y entre la paz del campo; se mueven alrededor de la casa rús-  
tica, tal pareciera como un balcón sobre el río; pero también se detienen  
en el momento de apremio, permanentemente repetido, por desgracia,  
y, sobre todo, en ese vacío, en esa soledad, en esa falta de alguien al  
lado que, acompañando la voz masculina del bosque y la urgencia va-  
ronil del viento, por la vía de la potestad, el compañerismo y el ejem-  
22  
plo, fuera señalando el camino de su alma.  
En noviembre de 2015, en la ciudad de Ontario Canadá se  
realizó la apertura del Museo de Bellas Artes y al hablar y represen-  
tar el paisajismo se recordaron en ese país nombres como: Juan León  
Mera Martínez y Luis A. Martínez Holguín, llamándoles “el círculo  
ambateño” de quienes dicen que desde ideales e ideologías distintas  
reclamaban su conocimiento geográfico y agrícola, su buen uso y su  
protección frente a la voracidad de los vecinos, recordaron en esa  
reunión que estos personajes hacían constantes recomendaciones  
para que las selvas amazónicas sean debidamente pobladas por  
ecuatorianos y evitar incursiones extranjeras. Después de esta reco-  
21 Franklin Barriga López, Leonardo Barriga López, Diccionario de la Literatura Ecuatoriana, Casa  
de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1973.  
22 Rodrigo Pachano Lalama, Juan León Mera, Ilustre Municipio de Ambato, Ambato, 1979  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
293  
Jorge Ortiz Miranda  
mendación hecha por Juan León Mera Martínez y Luis A. Martínez  
hay que manifestar que los escenarios para la construcción de la pa-  
tria se han promovido no solo desde el arte y la ciencia, sino también  
desde la literatura, y si no basta leer a las novelas Cumandá y A la  
Costa.  
Analizando la ilustración de Juan León Mera Martínez he  
dejado para el último el análisis de la letra y contenido del Himno  
Nacional de la República del Ecuador, letra cuyo contenido es auto-  
ría de Juan León Mera Martínez en el que se refiere a las gestas he-  
roicas de los ecuatorianos en particular y de los americanos en  
general.  
En 1888, Juan León Mera Martínez responde a la insistencia  
de cambiar la letra del Himno Nacional, diciendo; “No cambiare la  
letra del Himno, porque no es letra de cambio”.2  
3
Analizando la letra del Himno Nacional del Ecuador es un  
compendio de nuestra historia, amor a la patria y ¡conocimiento de  
su historia debió tener Juan León Mera! para expresar todo su senti-  
miento, acaso todo lo que tenía dentro de él, y decirle al mundo en-  
tero el sentir de los ecuatorianos y acaso de todos los americanos.  
En la segunda estrofa, se alude a los próceres del Diez de  
Agosto, quienes son identificados como “los primeros, los hijos del suelo  
que soberbio el Pichincha decora”. Se hace también una alusión al 2 de  
agosto de 1810, cuando los españoles masacraron al pueblo suble-  
vado de Quito: “y vertieron su sangre por ti. Dios miró y aceptó el holo-  
causto y esa sangre fue germen fecundo”. La alusión se extiende luego a  
los ecuatorianos de otras ciudades, como Guayaquil y Cuenca, que  
se sumaron posteriormente al proceso de la Independencia: “de otros  
héroes que, atónito el mundo vio en tu torno a millares surgir”.  
Juan León Mera Martínez también incursionó en la política,  
en el gobierno del General Francisco Robles; es decir, coincidió en  
un principio con el liberalismo, pero su liberalismo era excesiva-  
mente democrático defendía la ciudadanía y sus derechos aún para  
2
3 Cfr. Juan León Mera en: Amílcar Tapia Tamayo, “Las dos fuentes del Himno Nacional”, El  
Comercio, 28 de noviembre de 2021. Ver en: https://www.elcomercio.com/tendencias/cul-  
tura/las-dos-fuentes-himno-nacional.html (11-01-2023)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
294  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
los que no sabían leer ni escribir; creía en el establecimiento de Asam-  
bleas provinciales para favorecer la autonomía seccional; creía en la  
limitación de las facultades del poder, en la elección de los goberna-  
dores y magistrados de la Corte que debían ser elegidos por el pue-  
blo y termina diciendo libertad absoluta de imprenta, abolición de  
la pena de muerte.  
Siempre debemos tener presente que el nacer es comenzar a  
morir, y el final, para Juan León Mera Martínez se acercaba; la pro-  
videncia es sabia y no quiso que viese Mera el desenlace amargo de  
la tragedia que venía preparándose desde hacía largos años. Juan  
León Mera Martínez que había luchado y padecido por la armonía  
de su partido, no debía contemplar los efectos de la desunión.  
Sus últimas palabras fueron: “no tengo miedo a la muerte, pero  
24  
sí una preocupación: me dejarán seguir leyendo en el más allá”; cierto es  
que la gratitud es el alma del sentimiento; pero a veces también la  
ingratitud es la provincia más poblada del alma; efectivamente, en-  
redado el Ecuador en los odios políticos, casi no advirtió que había  
muerto uno de sus más grandes defensores e ilustres hijos.  
Como ecuatoriano, ambateño y admirador de un humanista a  
tiempo completo, quiero manifestar que: el valor, la decisión y el  
amor por la Patria se va organizando y madurando, solo cuando la  
historia la asumimos con pasión y análisis, de manera que, llegado  
el momento decidor, nuestros pasos saben, con total certeza, los lí-  
mites del sendero; los grandes, no se improvisan, sino que se gestan  
en diaria convicción; esto pasó con Juan León Mera Martínez.  
Bibliografía  
AGRAMONTE, Roberto, La filosofía de Montalvo, Vol.3, Banco Central del Ecua-  
dor, Quito,1992.  
24 Palabras que constan en su casa de Atocha, en sus objetos personales.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
295  
Jorge Ortiz Miranda  
ALARCÓN COSTTA, César, Juan Montalvo y la Filosofía del Espíritu Libre, Edito-  
rial Raíces, Quito, 2012.  
ALBUJAGALINDO, Alfredo, El periodismo en la dialéctica política ecuatoriana,  
Tall. Gráf. Minerva, Quito, 1979.  
BARRERA, Isaac J., periódico El Regional, Ed. No 6, de diciembre de 1994.  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin; BARRIGA LÓPEZ, Leonardo, Diccionario de la Li-  
teratura Ecuatoriana, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1973  
CASA DE MONTALVO, Memorias del coloquio binacional Montalvino de Colombia,  
Ipiales, 2021  
El pensamiento de Juan Montalvo. Un compendio de sus frases célebres. Ver en:  
http://www.elmayorportaldegerencia.com/Documentos/Frases%20Cele  
bres/%5BPD%5D%20Documentos%20-%20Frases%20Celebres%20de%  
20Juan%20Montalvo.pdf. (25-01-2023).  
MONTALVO, Juan, El Cosmopolita, libro 4°, Oficina tipográfica de F. Bermeo,  
Quito, 1867.  
–––––, Las Catilinarias, Garnier Hnos., Guayaquil, 1929.  
–––––, El cosmopolita, Volumen 2, Editorial Primicias, Ambato, 1945.  
–––––, Mercurial Eclesiástica, Imprenta La Gutenberg, Quito, 1907.  
PACHANO LALAMA, Rodrigo, Juan León Mera, Ilustre Municipio de Ambato,  
Ambato, 1979.  
TAPIA TAMAYO, Amílcar, “Las dos fuentes del Himno Nacional”, El Comercio,  
28 de noviembre de 2021. Ver en: https://www.elcomercio.com/tenden-  
cias/cultura/las-dos-fuentes-himno-nacional.html (11-01-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 282–296  
296  
La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Ortiz Miranda, Jorge, "La  
ilustración llega a la Real Audiencia de Quito", Boletín de la  
Academia Nacional de Historia, vol. C, Nº. 208-B, julio - diciembre  
2022, Academia Nacional de Historia, Quito, 2023, pp.282-296