José Alvarado Gualpa
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…) el pobre tiene a la mano el sustento, con las suyas lo ha sembrado
enfrente de su choza, y una mata le sobra para un día: El faisán, la per-
diz son necesidades para el opulento, hijo de la gula; al pobre como al
filósofo, no le atormentan deseos de cosas exquisitas...el uno come le-
gumbres, el otro mariscos suculentos...el uno se contenta con el agua,
licor de la naturaleza; el otro apura añejos vinos; y en resumidas cuen-
tas, el que no tiene sino lo necesario viene a ser de mejor condición que
el que nada en lo superfluo.50
En cuanto a la temática del “eterno retorno”, a más de decir
Nietzsche que hay un vacío de existencia mientras no haya una su-
peración, es decir que reina un nihilismo por la desvalorización de
los valores, piensa en el eterno retorno.
Huelga subrayar que la “voluntad de poder” va concomi-
tantemente con el eterno retorno, o sea que la voluntad de p oder es
la síntesis del Eterno retorno. A una persona no le agradaría en la
eternidad seguir siendo una sufrida y desgraciada sino todo lo con-
trario: feliz y dichosa. El eterno retorno, como dice una autora, An-
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drea Díaz Genis, en Estudios Nietzsche, se refiere a una nueva forma
de sentir, de pensar, y, sobre todo, una nueva forma de ser (el super-
hombre). Para Nietzsche la “inversión de valores” significa activo en
vez de reactivo y, la “transmutación de valores” significa afirmación
en lugar de negación. Si hay voluntad es porque hay un “querer” y
el querer libera, querer es crear nuevos valores. Entonces el Eterno
retorno transmuta, cambia, lo negativo en afirmación, en positivo.
Que la vida siga sin apasionamiento alguno, no desea Nietzsche, por
ello es que, a pesar de sus enfermedades, él siempre prosiguió en
una ruta por la inmortalidad, cuando como filósofo decía a sus con-
géneres: “mis libros no son para ser leídos sino de aquí en doscientos años”.
Esa voluntad de poder siempre la mantuvo a pesar de su miopía, de
sus jaquecas desde los nueve años de edad, de su sífilis y de su locura
fatal. Un autor, Toni Llácer, nos dice que “con trece años, Nietzsche, es-
cribe una autobiografía en la que, con sorprendente lucidez, da cuenta de
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su tendencia natural a la soledad”. Juan Montalvo hizo lo propio, su
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0 Juan Montalvo, Capítulos que…op. cit., p. 160.
1 Andrea Díaz Genis, Estudios Nietzsche, editorial trotta, número 10, 2010, p. 81.
2 Friedrich Nietzsche, El superhombre y la voluntad de poder, Toni Llácer, edición Batiscafo, S.L.
2015, p. 17.
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 308–329
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