BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen C  
Nº 208–B  
Julio–diciembre 2022  
Quito–Ecuador  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
CERRO NARRÍO: EL COMERCIO DE LA CONCHA  
SPONDYLUS Y SUS RELACIONES INTERÉTNICAS  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Mario A. Garzón Espinosa1  
Introducción  
Las investigaciones de D. Collier y J. Murra, 1948, reportaron  
como noticia novedosa la presencia de concha Spondylus como un  
material cultural extraño a la región austro andina, particularmente  
en la hoya de Cañar, en el sitio cerro Narrío. La noticia alertó a los  
investigadores a buscar explicaciones sobre su excepcional presencia,  
debido a que su lugar de origen se encontraba a larga distancia, es  
decir en la región litoral ecuatoriana, inmediatamente se pensó que  
la razón de su presencia obedecería a un posible comercio interre-  
gional entre la costa y la sierra, tema complejo que vendría asociarse  
más tarde, no solo con una naciente actividad económica, sino con  
la interpretación de rutas, nexos y relaciones interétnicas.  
A pesar de la complejidad del tema y su relación con la  
historia cultural regional, no se cuenta con un estudio completo y  
definitivo que reconstruya el pasado de este importante sitio de la  
hoya del Cañar; por lo expuesto, justificamos esta propuesta inves-  
tigativa que compila y articula los pocos estudios con que se cuenta  
y, a la vez, propone nuevas interpretaciones fundamentadas en la  
investigación histórica y arqueológica.  
1
Profesor de Segunda Enseñanza de Historia y Geografía, Licenciado en Humanidades  
Modernas, Doctor en Ciencias de la Educación, especialidad Historia, Universidad de Cuenca,  
Especialista en Docencia Universitaria, Universidad Católica de Cuenca, Especialista en  
resolución de Conflictos, Universidad Castilla la Mancha, Toledo-España, Miembro de la  
Sección de Historia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Cañar. Presea Vicente  
Rocafuerte al Mérito Investigativo; Congreso Nacional, 2021. mario_garzón_e @yahoo.es  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
La hoya del Cañar, ubicada dentro de los Andes Australes,  
desde periodos tempranos, (2000 a.C) constituyó un singular  
escenario natural para el antiguo asentamiento humano, cuyo  
componente social condicionado por varios factores como, entornos  
naturales diversos y contrastados, fruto del escalonamiento de sus  
2
pisos ecológicos y el óptimo sistema tecnológico, implementaron un  
3
proceso complejo de ascensión social, que va desde pequeños pobla-  
dos tipo aldeano, con una economía simple basada en la cacería y  
una naciente agricultura de tubérculos y maíz, hasta la conforma-  
ción de sociedades complejas, caracterizadas por una posible espe-  
cialización del trabajo, permanente movilidad social a nivel regional  
y suprarregional y un sistema político basado en una jefatura, muy  
cercana a un Estado.4  
En este contexto geográfico e histórico situamos a Cerro  
Narrío como la tradición cultural temprana que se constituyó, más  
tarde, en el génesis de lo que etnohistóricamente conocemos como  
el Señorío Cañari, cuyas evidencias e insumos culturales datan desde  
los 2000 años a.C.  
Las rutas y caminos implementados a nivel regional (Costa,  
Sierra y Amazonia), posibilitó estratégicamente articular a Cerro  
Narrío a zonas de explotación e intercambio de la concha Spondylus;  
y las rutas a largas distancias, tanto marítimas como terrestres  
permitió, no solo el comercio de conchas y otros objetos de uso  
5
ceremonial con varios pueblos de la costa y los andes peruanos, sino  
también las relaciones interétnicas.6  
Finalmente, para comprender el valor que le otorgaron estos  
pueblos primigenios del Cañar a las conchas marinas, de manera  
especial a la especie Spondylus Princeps, proponemos también un  
análisis interpretativo sobre el significado y uso de la misma, no solo  
como objeto de intercambio, sino como símbolo de ritualidad,  
asociado con el culto al agua, a la mujer y la fertilidad de la tierra.  
2
Mario Garzón, Evolución cultural del Cañar prehistórico, Casa de la Cultura Ecuatoriana  
Benjamín Carrión” Núcleo del Cañar, Azogues, 2005, p.35  
3
4
5
6
Ibíd.  
Ibíd., p.112  
Ibíd., p.74  
Ibíd.  
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Mario A. Garzón  
Contexto histórico de la tradición Cerro Narrío  
El emplazamiento de Cerro Narrío, se encuentra localizado  
al noreste de la hoya del Cañar, y su principal área ocupacional se  
ubica en una colina ligeramente escarpada, a 3.200 metros de altura  
(
s. n. m.), y a una distancia de 700 metros de la ciudad de Cañar; le  
circunda el río Zhamsham, campos de cultivos y algunas viviendas  
campesinas, actualmente es jurisdicción de la comunidad indígena  
campesina de Quilloac. Cerro Narrío es caracterizado por su  
7
singular ubicación, lo que le permitió estratégicamente aprovechar  
pisos ecológicos, bajos (yungas) y altos (páramos), asegurando el  
acceso a una mayor diversidad de productos alimenticios. Además,  
se identifica por su rica y fina producción alfarera, bellamente  
decorada y de una morfología diversa, y un complejo comercio de  
conchas marinas con los pueblos del litoral, la amazonia y el norte  
del Perú.8  
9
10  
Los tempranos estudios de J. Jijón (1921), M. Uhle (1922),  
11  
12  
D. Collier y J. Murra (1942) y los de R. Braun (1945), también  
reportan una ocupación humana muy antigua en Cañar, asociada  
con el periodo Formativo Tardío, especializada en la producción  
agrícola, tallado y la redistribución de la concha Spondylus, y en  
una especializada producción alfarera, cuyos estilos están filiados  
con las tradiciones coetáneas de: Tuncahuán, Challuabamba, el  
Carmen, Huangarcucho, Catamayo, el valle del rio Upano, y  
finalmente con el norte del Perú, a través de la cultura Chimú y  
13  
Cotosh.  
7
Mario Garzón, Cerro Narrio: centro de ritualidad ancestral, talla y redistribución de concha spondylus,  
1
0
6 de marzo de 2022. Ver en: https://es-la.facebook.com/cucharadepalocc/posts /19541234  
8081744/ (16-12-2022).  
8
9
Ibídem.  
Jacinto Jijón y Caamaño, Puruhá: Contribución al conocimiento de los aborígenes de la provincia del  
Chimborazo. 2 vols., Quito, 1921.  
1
1
0 Max Uhle, Las Huacas de Cañar. JSAP, Vol. 14, (1922)  
1 Donald Collier y John Murra, Reconocimiento y Excavaciones en el Sur Andino del Ecuador,  
PUDCE, (enero 1982)  
12 Robert Braun, El periodo Formativo visto desde el Sur Andino; Universidad de Illinois, Urbana,  
Illinois. (junio de 1971)  
13 Mario Garzón, Cerro Narrio: centro de ritualidad…op. cit.  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Martín Ramos señala en cambio que:  
Cerro Narrío, surgió como ocupación temprana hacia 2850 a.C.) (-  
fechado debatible-), en la sierra del Ecuador, y aunque siguió las  
mismas pautas que el resto de grupos contemporáneos (la búsqueda  
de la estabilidad, basada en la agricultura y en la progresiva utilización  
de técnicas en curso de aparición) poseyó una característica única del  
mayor interés: se constituyó en el primer intermediario en el comercio  
que estableció Valdivia (es decir en el comercio de la concha). Esta  
particularidad le proporcionó una personalidad específica, que  
mantuvo y potenció en épocas posteriores. Así, durante la práctica de  
la totalidad del Formativo (2200-1300 a.C.) estableció una relación de  
permanente intercambio con la costa.14  
Cerro Narrío a partir del Formativo Tardío, se constituiría  
entonces en el principal centro, de intercambio y distribución de la  
concha Spondylus, y taller especializado del trabajo magistral de  
conchas marinas. Reinoso G. sugiere también que hoy, “merece  
especial atención en Narrío la presencia de abundantes conchas marinas  
como la variedad de Spondylus, caracoles, madreperla, utilizadas como  
materia prima en la confección de sortilegios, exvotos funerarios, monedas,  
cabezas de propulsores”.15  
La concha spondylus asociada a la ritualidad  
Las conchas marinas, en especial la especie Spondylus, cons-  
tituyó un preciado recurso destinado a ofrendas y ritos propicia-  
torios, vinculados a la lluvia y como un indicador antiguo del clima.  
El Spondylus sp., es un género de molusco de la clase de los  
lamelibranquios, orden de los tetrabranquios, ostráceos, familia de  
los espondílidos.  
Se trata de un bivalvo que habita exclusivamente en las aguas marinas  
cálidas, entre 20 y 60 metros de profundidad, generalmente formando  
1
1
4 Martín Ramos, En busca del Spondylus–Rutas y Simbolismo, 2001, p.10. Ver en: https://es.  
scribd.com/doc/13971717/En-Busca-del-Spondylus-Rutas-y-Simbolismo (16-12-2022)  
5 Gustavo Reinoso, Los Cañaris en el Incario y la Conquista Española del Tahuantinsuyo, GAD  
Municipal del Cantón de Cuenca, Cuenca, 2017, p. 38.  
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Mario A. Garzón  
colonias. La fuente de extracción más importante se halla en las costas  
de Ecuador, principalmente en el Golfo de Guayaquil (zona que, como  
se sabe, ejerció una gran atracción para las culturas precolombinas que  
florecieron en la América centro andina.16  
En la lengua quichua, “el vocablo que parece designar  
específicamente la concha Spondylus es “mullu”, o “mollo”: coral o  
1
7
perlas” ; le llaman también “chaquiras”, término que tiene origen  
en la lengua nativa de Panamá, y se cree que fue introducido por los  
españoles utilizándolo para referirse también a las cuentas hechas  
de concha Spondylus; fueron muy codiciadas y las consideraron  
joyas que adornaban a los señores étnicos. El uso del mullo y los  
ornamentos de conchas, estuvo muy difundido entre varios pueblos  
prehispánicos de los Andes y de la costa del Pacífico, y generalmente  
se refiere a las cuentas de collar que no necesariamente pueden ser  
de concha, sino de otros materiales como: hueso, piedras, jade y roca  
18  
volcánica, etc.  
Por esta tradición que tiene origen prehispánico en la hoya  
del Cañar, sorprende aún ver, sobre todo a las mujeres de algunas  
comunidades indígenas de Cañar, Juncal, Socarte y Suscal, llevar en  
su cuello estos collares llamados en quichua “huallcas” como  
prendas de identidad y de ornamento, lo que revela que aún existe  
en estos pueblos el nexo cultural con el ancestro cañari.  
Varios estudios identifican a la concha Spondylus como un  
símbolo religioso, es por ello que se convirtió en ofrenda para  
impetrar a dioses y deidades favores benéficos como: lluvias para  
los campos de cultivo, buenas cosechas, fertilidad a las mujeres y  
hasta buenos alumbramientos; este planteamiento se articula ple-  
namente con la interpretación que ahora hacemos por ejemplo, con  
las figurillas de concha Spondylus, llamadas (Ucuyayas), que fueron  
encontradas en los niveles bajos del cerro Narrío, y según nuestro  
16 Martín Ramos, op. cit., p. 5.  
1
7 Felipe Cárdenas y Tamara Bray, Intercambio y comercio entre Costa, Andes y Selva. Arqueología  
y Ethno-historia de Surámerica, Universidad de Los Andes, Departamento de Antropología,  
Bogotá, 1998.  
18 Museo Nacional de Historia Natural, Nota Área de Zoología: El “Mullu”, 27/12/2018. Ver  
en: https://www.mnhn.gob.cl/noticias/el-mullu (16-12-2022)  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
análisis, se trataría de figurillas femeninas, quizá una especie de  
venus cañaris”; no es extraño pensar que ritos asociados con la  
lluvia y el culto a la mujer, hayan sido difundidos desde la costa  
central del Ecuador hacia cerro Narrío, siendo ésta la posible  
explicación de la presencia de este extraño material de origen marino  
en la hoya del Cañar.  
Jorge Marcos plantea también que la concha, “ha sido asociado  
arqueológicamente con ritos propiciatorios de la lluvia. Se ha podido  
distinguir que este rito se, inició en los albores de la cultura Valdivia, en la  
costa del Ecuador (3.600 a. C). Luego, asociado al evento de El Niño, se  
1
9
difundió hacia los Andes Centrales 2000 a. C”. Por ello los pueblos  
originarios de la costa ecuatoriana, de la zona centro y sur del  
Ecuador y gran parte de la costa peruana otorgaron tempranamente  
a la concha Spondylus Pinceps atributos sagrados, circunstancias que  
les llevó a generar más tarde una fuerte demanda de este bivalvo, y  
por ende a intensificar su comercio. Además, se plantea que:  
Con seguridad, desde tiempos muy antiguos, fue utilizada como  
alimento por nuestros antepasados de la Costa, tal como aún se lo hace  
hoy; pero la concha, por sus singulares características se convirtió en  
material excelso para la elaboración de ornamentos de prestigio y  
distinción de las élites, y por su connotación sagrada, en ofrenda, que  
le consintió ser objeto de intercambio y llegar a costas, montañas y  
valles; ser adorada en templos por chamanes; descansar junto a los  
guerreros en sus tumbas; adornar a los señores principales en los actos  
ceremoniales; decorar y vestir a los miembros de sus estirpes en el paso  
al más allá. En este proceso, que tomó años en la época precolombina,  
el Spondylus fue considerado “alimento predilecto de los dioses” e  
instrumento de sus miembros para el contacto con aquéllos y, por tanto,  
elemento de poder.20  
Evidencias del uso de este sagrado material y de estas  
prácticas ceremoniales, vinculadas también a despedir a sus muertos  
se encuentran en varios sitios arqueológicos y connotados ente-  
1
9 Jorge Marcos, “Mullu y Pututo para el Gran Caimán: un modelo para el intercambio entre  
Mesoamérica y Andinoamérica”, Gaceta Arqueológica Andina, N°26, INDEA, Lima, 2002, p.15  
0 Universidad Andina Simón Bolívar, Sobre Spondylus, 30 de marzo de 2008. Ver en:  
https://www.uasb.edu.ec/docentesint/sobre-spondylus-ID36039/ (16-12-2022)  
2
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rramientos del área andina; no solo en el cerro Narrío en el Ecuador,  
sino en el volcán Llullaillaco al norte de Argentina, en la provincia  
de Salta, en donde junto a tres momias de niños sacrificados por los  
incas, se encontró un pectoral con piezas de concha Spondylus, así  
como también en algunos sitios importantes del Perú, como la tumba  
del Señor de Sipán, cuyo descubrimiento se efectuó en el centro  
poblado de Sipán, en Chiclayo (Lambayeque), y en cuyo ajuar se-  
encontraron objetos y piezas de concha Spondylus de origen  
ecuatoriano.2  
1
La concha marina otorgó también a los grupos socialmente  
jerarquizados, prestigio y poder, razón por la cual se fomentó tem-  
pranamente una gran demanda en la costa y en la sierra ecuatoriana,  
en la región amazónica, en el norte de Perú, promoviendo un intenso  
comercio a nivel regional y supra regional; otros autores platean  
también que, “la concha, sirvió de vehículo de intercambio que funcionó  
más y más en forma de moneda primitiva”.22  
La concha Spondylus a más del uso ceremonial y pieza de  
comercio, constituyó un importante indicador del clima; expertos  
afirman que cuando se daban avistamientos de las conchas en las  
costas del Pacífico (Esmeradas, Manabí, Santa Elena y Guayas), era  
una señal de que se estaba generando un fenómeno natural en el  
mar, es decir sus aguas se estaban calentando. Günther D. Roth, a  
este evento define como:  
Una irrupción ocasional de aguas superficiales cálidas, ubicadas en el  
océano Pacífico junto a la costa de los territorios de Perú y Ecuador,  
debido a inestabilidades en la presión atmosférica localizada entre las  
secciones Oriental y Occidental del océano Pacífico cercanas a la línea  
del Ecuador. El fenómeno del Niño es el supuesto causante de más de  
23  
una anomalía climática en el mundo.  
2
1 Estela Quinatoa, La concha spondylus o “mullu”, su importancia para los pueblos ancestrales  
de américa y su situación actual”, Boletín de la Academia Nacional de Historia, Vol. XCIX,  
Nº. 205, Enero–junio 2021, p.358. Ver en: https://academiahistoria.org.ec/index.php/  
boletinesANHE/article/view/201/397 (16-12-2022)  
22 Jorge Marcos, Arqueología de la costa ecuatoriana: nuevos enfoques, Corporación Editora Nacional,  
Quito, 1986 p.198  
23 Roth Günther, Meteorología. Formaciones nubosas y otros fenómenos meteorológicos. Situaciones  
meteorológicas generales. Pronósticos del tiempo, Ediciones Omega, Barcelona, 2003, p.62.  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Esto explica que la presencia del Spondylus en la costa  
anunciaba la llegada de fuertes lluvias y las consecuentes  
inundaciones con impactos fuertes en la agricultura, de igual forma,  
la ausencia de este indicador, pronosticaba también largos periodos  
de sequía. Con estos antecedentes la concha como indicador del  
tiempo, llegó a tener una notable incidencia en la vida de los pueblos  
de la costa ecuatoriana.  
La posterior difusión de la concha hacia los Andes australes,  
por la intensificación del comercio regional entre sierra y costa,  
conllevó a los pueblos originarios de la sierra y particularmente de  
Cerro Narrío a otorgarle, no solo el valor suntuario por ser pieza  
ornamental, sino el religioso; de ahí que el bivalvo en la hoya del  
Cañar tempranamente se convirtió en símbolo ritual asociado a la  
agricultura para propiciar lluvias y fomentar la producción agrícola,  
(
fuente de vida) lo que revelaría, que desde el periodo Formativo  
Tardío en Cerro Narrío, se originaría una posible fijación de nuevos  
ritos provenientes del litoral, fruto de las relaciones interétnicas por  
los nexos comerciales y culturales.  
Reinoso G. sostiene que:  
La cultura milenaria de Narrío probablemente tiene sus raíces más  
profundas en las culturas provenientes de la faja costera de la Península  
de Santa Elena; de estas tres, según los vestigios donde florecieron  
secuencialmente las culturas agro alfareras de Valdivia, Machalilla y  
Chorrera; es la Chorrera la que impulsó notablemente a la cultura  
precañari de Narrío.24  
Finalmente, Marcos confirma sobre la existencia de nexos  
culturales y comerciales entre la costa y la sierra sur, no solo a través  
de la cerámica Chorrera, localizada en cerro Narrío y Calluabamba,  
sino también a través de la presencia de objetos de concha marina, e  
indica que: “Hacia el segundo milenio anterior a nuestra era, restos de  
Mullo” y “Pututo” comienzan a aparecer en varios sitios del interior del  
25  
Ecuador, de la sierra y de la costa del Perú”.  
24 Gustavo Reinoso, op. cit., p. 38.  
25 Jorge Marcos, “El mullu y el pututo: la articulación de la ideología y el tráfico a larga distancia  
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Mario A. Garzón  
Rutas de comercio  
El comercio de la concha marina, especialmente de la especie  
Spondylus, comprometió, no solo una fuerte movilidad social de los  
pueblos primigenios de la Hoya del Cañar, sino también el diseño y  
trazado de caminos y rutas funcionales de conexión entre las dos  
regiones, los sitios de aprovisionamiento del material marino, y los  
poblados que ejercían un posible comercio y control de las rutas.  
Con estas referencias, tanto los caminos de la sierra como la  
costa, habrían sido los grandes ejes de comunicación, entre los Andes  
y la región costanera; sin embargo, Ramos señala que:  
las evidencias arqueológicas determinan que desde el período  
Formativo Tardío (2000 a. C), hasta la consolidación del Imperio Inca  
(
siglo XV), estas rutas sufrieron relativas variaciones en su trazado y  
en la implementación de centros de intercambio; estos habrían sido  
Cerro Narrío, Chongoyape y Cupisnique durante el Formativo, la zona  
de Vicús (Mochica) durante el Período Intermedio Temprano, la zona  
de la margen izquierda del río Piura durante el Horizonte Medio, y  
Tumbes durante el Período Intermedio Tardío (Chimú) y el Horizonte  
Tardío (Inca).26  
Además, se debe resaltar que la razón del éxito de esta vía  
entre la costa y la sierra hay que buscarla en la especial situación  
geográfica de Cerro Narrío, que lo convierte en asentamiento clave  
para las comunicaciones.  
Finalmente, Cerro Narrío al encontrarse en el vértice, entre  
la vertiente oriental en donde se localiza la principal fuente hídrica  
-
(río Paute) que discurre hacia la cuenca amazónica, y la vertiente  
occidental, en donde se encuentra el (río Cañar) fuente hídrica que  
fluye hacia el Pacífico, se convertirían entonces en fácil ruta natural  
hacia la costa y la amazonia.  
En el área Cañari, de acuerdo a las investigaciones realizadas  
se reportaron dos caminos que conectan Cerro Narrío con la costa  
en la formación del Estado Huancavilca”, en A. lvarez et al., editores, Primer Encuentro de In-  
vestigadores en la costa ecuatoriana en Europa, Barcelona, Editorial Abya Yala, Quito, 1995, p. 107.  
6 Martín Ramos, op. cit., p. 9.  
2
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
central (provincias de Guayas y Manabí), el primero que partiría  
desde Cañar, y siguiendo la vega del río homónimo, en dirección  
noroccidente continuaría hasta el litoral, el otro en cambio, trans-  
montaría la subcordillera occidental, conectando los asentamientos  
de Ingapirca, Shungumarca, Cimientos y Llactacashca, para luego  
dirigirse por la ceja de montaña hasta llegar a la cuenca alta del río  
Guayas, y de acuerdo al material cultural reportado en estos sitios,  
correspondería a una ocupación tardía, es decir durante el periodo  
de Integración 500 años d. C., y posteriormente con la ocupación  
incásica, fue refuncionalizado y articulado a la ruta vertebral del  
Qapac Ñan; Marcos J. en relación a lo planteado afirma la existencia  
de “la ruta del Golfo de Guayaquil a través de la Baja Cuenca del Guayas  
a las provincias de Cañar, Azuay y Loja”. Y el otro camino, es el que  
relacionaba al sur de la provincia de El Oro, al extremo Norte del Perú con  
27  
las provincias de Loja, Azuay y Cañar”. Idrovo J. se refiere a un camino  
de larga distancia; este parte:  
desde el valle de Cuenca-Azogues y abre un nuevo frente demarcatorio  
de nuestra área, cuando el río Tomebamba – Paute desciende por el  
oriente a la amazonia, encerrando otra zona de contactos ubicados  
entre Macas (Upano)-Zamora-Bagua, y de nuevo la sierra peruana,  
muy cerca del río Piura.28  
En conclusión, los caminos citados, a más de constituirse en  
rutas de extracción y comercio de la concha Spondylus entre las  
regiones, costa, sierra y amazonia, fueron elementos importantes en  
las relaciones interétnicas entre los cañaris y los pueblos de la costa,  
la Amazonia y el norte del Perú, y más tarde se convirtió en canal de  
articulación geopolítica sobre todo en la época del incario.  
La industria cultural de la concha spondylus  
Cerro Narrio, constituyó también un asentamiento humano  
27 Jorge Marcos, “Mullu y Pututo para el Gran Caimán… op. cit., p.97-142.  
28 Jaime Idrovo, Entre el Norte del Perú y el Sur del Ecuador, Mercurio, 3 de noviembre de 2000,  
p. 7.  
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Mario A. Garzón  
especializado en la talla magistral de la concha; la gran cantidad de  
ornamentos, figurillas antropomorfas, zoomorfas, cuentas de collar  
y chaquiras encontradas en este sitio, explican que en cerro Narrío  
se implementaron talleres especializados en el trabajo de las conchas  
y otros materiales. D. Collier y J. Murra en 1942, reportaron en cerro  
Narrío la presencia de varios ornamentos, figurillas y otros  
misceláneos, hechos de “conchas marinas, probablemente Spondylus,  
pendientes y cuentas de collar, además mencionan que se encontró una  
Marguinella curto, perforada, una cuenta Spondylus y varios pendientes  
de almejas de agua fresca”.29 Reinoso por otro lado menciona que, “son  
excepcionales los hallazgos en Narrío, las caracolas gigantes de las especies  
Strombus galeatus, Strombus peruvianus que habrían usado como  
trompetas de comunicación, conocidas comúnmente como quipas o churos  
en Ecuador y pututus en el Perú.30  
Según la distribución de los materiales culturales, sumado a  
los relatos de los (huaqueros), se deduce que los talleres se ubicaron  
en una pequeña plataforma, hacia el noroccidente del sitio; al  
respecto Reinoso, afirma que las conchas, “en Narrio fueron cortadas  
en placas a bisel, pulidas y abrillantadas; generalmente de formas rec-  
tangulares, algunas conservan los bordes redondeados naturales. El corte a  
bisel se infiere que fue ejecutado con la técnica de fricción continua, con  
hilos cubiertos de arena húmeda”.31  
Para el tallado de las conchas se infiere que los artesanos de  
Narrío, contaban con herramientas de metal y piedra como:  
pulidores de valvas, percutores, cuchillos de cuarzo, obsidiana) para  
los cortes de las valvas, y micro taladros para hacer perforaciones en  
las piezas, etc.  
Los objetos de mayor atención e interés, corresponden a unas  
figurillas humanas, trabajadas y pulidas a la perfección; estas parten  
de un patrón común en cuanto a forma y tamaño; sin embargo,  
algunas varían por el tocado de la cabeza, el sector distal, tamaño y  
2
9 D. Collier y J. Murra, Reconocimiento y excavaciones en el sur andino del Ecuador. [Título original:  
Survey and Excavations in Southern Ecuador. Traducción del inglés: Lucía Astudillo Loor],  
Editorial Centro de Estudios Históricos y Geográficos de Cuenca, Cuenca,1982, pp. 94-95.  
0 Gustavo Reinoso, op. cit., p. 44.  
3
3
1 Ibíd., p. 44-45.  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
sobre todo en el color. Se caracterizan por tener dimensiones que van  
entre 3, y 8 centímetros de largo, por 05 y 2 centímetros de ancho;  
poseen el rostro ligeramente alargado, dos perforaciones profundas  
circulares dan la forma de los ojos, en donde llevan adheridas  
pequeñas placas circulares de madre perla brillante, simulando como  
si estuvieran los ojos abiertos; en el medio se resalta una pequeña  
nariz figurada en alto relieve; la boca es sugerida con una excisión  
horizontal pequeña; el mentón y la frente es bien pronunciada; el  
rasgo principal de estas figurillas, es la forma de la cabeza que  
remata en una especie de disco o aro, (como si fuera un mate huma,  
o corona que acostumbraron llevar los cañaris en la cabeza), otras  
en cambio llevan un tocado en forma de moño simulando un  
peinado; las orejas son simuladas en relieve; en cuanto al sector distal  
se observa que no están muy elaboradas; una línea curva simula las  
piernas; el cuello es corto con hombros ligeramente sugeridos,  
brazos pequeños flexionados hacia el pecho, con manos pequeñas  
y abiertas, no tienen piernas y el cuerpo remata en forma tronco-  
cónica, otras en cambio son planas de forma rectangular; algunas  
figurillas llevan en sus cuerpos adheridas pequeñas cabezas huma-  
nas y de animales (monos), y otras son bicéfalas; unas son de color  
rojo brillante que es característica del Spondylus, y otras son color  
anaranjado y purpura; otras son matizadas con colores blanco y lila,  
32  
también hay blancas con un fino pulido.  
En cuanto a significado; sostenemos que se tratarían de figuri-  
llas femeninas, Reinoso corrobora lo plateado cundo se refiere a que:  
hay estatuillas excepcionales de sexo femenino que muestran el vientre  
abultado con la cabeza de una criatura y deja entrever un pequeño  
brazo, como si se tratara de un alumbramiento”, y otras tienen la  
apariencia de niños que llevan un tocado en el torso, aparente a un  
envuelto o fardo simple con un fajado a la usanza de los indígenas del  
Cañar.3  
3
3
2 César Lodeiros Seijo, Jonathan A. Santana Cabrera, Antonio Jaramillo Arango, Gaspar Soria,  
Jorge Marcos, “Breve historia del Spondylus en el Pacífico suramericano: un símbolo que  
retorna al presente”, Interciencia, vol. 43, núm. 12, pp. 871-877, 2018. Ver en: https://  
www.redalyc.org/journal/339/33958034011/html/ (16-12-2022)  
33 Gustavo Reinoso, op. cit., p. 48.  
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Mario A. Garzón  
En cuanto a la función creemos se trata de objetos asociados  
34  
al culto a la fertilidad; Zadir Milla. en una conversación personal,  
sostenía que estas figurillas -servían de ofrendas a la tierra para  
propiciar buena producción y lluvias, aunque no se descarta que,  
están vinculadas al culto de la fertilidad femenina-; Rodríguez P. por  
otro lado refiere que, “En todas las culturas prehistóricas, la figura  
cosmogónica central, la potencia o fuerza procreadora del universo, fue  
personalizada en una figura de mujer y su poder generador y protector  
35  
simbolizado mediante atributos femeninos”. Las figurillas en forma de  
niños en cambio, podrían tratarse de una representación del hijo que  
hipotéticamente creemos que servía de amuleto como una especie  
de magia simpática.  
Para la época del incario, es evidente la incorporación de la  
concha Spondylus a sus ritos y sistemas de creencias, por lo que el  
tráfico y consumo se amplía en todo el territorio del Tahuantinsuyo,  
institucionalizándose luego un sistema complejo de comercio con  
personal oficial y especializado encargado del aprovisionamiento,  
comercio y transporte; varios reportes de investigaciones arqueo-  
lógicas determinan la presencia de múltiples objetos de concha  
Spondylus que adornaban las prendas de la jerarquía Inca, en otros  
casos para el ajuar funerario y como piezas que ornamentaban los  
templos y santuarios, se dice también que la concha en bruto y  
elaborada debía de encaminarse en mayores cantidades por carga-  
3
6
dores o caravanas de llamas como lo sugiere Bruhns. Quien  
menciona también que, gracias a la información etnohistórica, ha  
reconstruido el trazado del camino inca de la sierra entre el sur de  
37  
Ecuador y el norte de Perú, entre Cañar y Guancabamba.  
3
3
3
3
4 Zadir Milla, conversación mantenida en el año 2018.  
5 Pepe Rodríguez, Dios Nació mujer, Ediciones B. Barcelona, 2000, p. 145.  
6 Karen Bruhns, Ancient South America, Cambridge University Press, 1994, p. 281.  
7 Cfr. Caillavet 1987, pp. 302-304 en: Carolina Vílchez Carrasco, “El Taller de Spondylus de  
Cabeza de Vaca, Tumbes”; Cuadernos del Qhapaq Ñan, ISSN, Perú, 2013.  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
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CÁRDENAS ARROYO, Felipe y BRAY L. Tamara, Intercambio y Comercio entre  
Costa, Andes y Selva. Arqueología y Ethno-historia de Suramérica, Bogotá, 1998.  
COLLIER, D. y MURRA, J., Reconocimiento y excavaciones en el sur andino del  
Ecuador. (Título original: Survey and Excavations in Southern Ecuador. Traduc-  
ción del inglés: Lucía Astudillo Loor), Editorial Centro de Estudios  
Históricos y Geográficos de Cuenca, Cuenca, 1982 .  
ESPINOZA, Leonardo, La sociedad Azuayo Cañari: Pasado y Presente; editorial  
Conejo, Cuenca, 1989.  
GÜNTER D. Roth, Meteorología. Formaciones nubosas y otros fenómenos  
meteorológicos. Situaciones meteorológicas generales. Pronósticos del tiempo.  
Ediciones Omega, Barcelona, 2003.  
GARZÓN ESPINOSA, Mario, Evolución Cultural del Cañar Prehistórico, CCE.  
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GUAMÁN POMA DE AYALA, Nuevas Crónica y Buen Gobierno, Casa de la  
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Arqueología de la Costa Ecuatoriana, Corporación Editora Nacional, Quito,  
Ecuador, 1986  
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Mario A. Garzón  
RAMOS, Pablo, En Busca del Spondylus- Rutas y Simbolismo, Perú, 2009. Ver  
en: https://es.scribd.com/doc/13971717/En-Busca-del-Spondylus-Rutas-  
y-Simbolismo (16-12-2022)  
REINOSO, E. Gustavo, Los Cañaris en el Incario y la Conquista Española del  
Tahuantinsuyo, Cuenca, 2017.  
RODRÍGUEZ, Pepe, Dios Nació Mujer, Ediciones B., Barcelona, 2000.  
Universidad Andina Simón Bolívar, Sobre Spondylus, 30 de marzo de 2008. Ver  
en: https://www.uasb.edu.ec/docentesint/sobre-spondylus-ID36039/  
(16-12-2022)  
VÍLCHEZ CARRASCO, Carolina, “El Taller de Spondylus de Cabeza de Vaca,  
Tumbes”, Cuadernos del Qhapaq Ñan, ISSN, Perú, 2013.  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Anexos  
Imagen: Cerro Narrío.  
(Levantamiento. Ing. Anastasio Pichisaca. 2022)  
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Mario A. Garzón  
Objetos y figurillas de concha Spondylus  
provenientes de cerro Narrio, Cañar  
Fotografías (M. Garzón Espinosa. 2022)  
1
.- Concha Spondylus  
y figurilla humana  
2.- Ornamentos de  
cocha Spondylus  
3
.- Figurillas humanas  
4.- Collar de mullos  
(Cerro Narrío)  
(Ucuyayas)  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Sitio arqueológico Cerro Narrío  
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La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
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internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
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locales  
o
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ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
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historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Garzón Espinosa, Mario,  
"
Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus y sus  
relaciones interétnicas", Boletín de la Academia Nacional de  
Historia, vol. C, Nº. 208-B, julio - diciembre 2022, Academia  
Nacional de Historia, Quito, 2023, pp.480-497