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BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol CI  
Nº 209  
Enero–junio 2023  
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ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN Nº 2773-7381  
Portada  
José Joaquín de Olmedo (Fotografía iluminada)  
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julio 2023  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. CI – Nº. 209  
enero–Junio 2023  
JOSÉ JOAQUÍN OLMEDO SU PARTICIPACIÓN  
EN LOS CONGRESOS CONSTITUYENTES: 1822-18301  
Rocío Rosero Jácome2  
Resumen  
Este ensayo procurará mostrar a José Joaquín Olmedo desde  
sus funciones de presidente de la Junta Gubernativa de la provincia  
de Guayaquil durante el proceso de la formación de los Estados  
americanos, en los años de la independencia de España, hasta su  
participación en la formación del Ecuador como república. Olmedo  
negoció con Bolívar y San Martín la autonomía de Guayaquil evento  
que le costó el exilio al Perú. En el Perú participó en el Congreso  
Constituyente como representante de Puno. Este congreso delegó a  
Olmedo para solicitar a Bolívar el apoyo a su independencia. Esta  
delegación provocó su reconciliación con el Libertador quien le  
nombró ministro plenipotenciario del Perú en Londres para obtener  
un crédito, el reconocimiento del Estado peruano y la vinculación del  
Perú con otros países europeos mediante acuerdos comerciales. A  
través de sus cartas -informes de esta misión- muestra la desgastada  
situación europea y su delegación fallida. De regreso, define su na-  
cionalidad colombiana tras el desacuerdo entre Colombia y Perú que  
atacó Guayaquil, de allí, su legítimo reconocimiento de colombiano  
para la participación como constituyente en el Congreso de Ocaña –al  
que no pudo llegar–, más tarde, Olmedo actuó como jurista en la  
1
2
Recibido 06-03-2023.//Aceptado: 02-06-2023  
Miembro de Número de la Academia Nacional de Historia, Magister en Docencia para Insti-  
tuciones de Educación Superior, Doctora en Historia, Licenciada en Ciencias de la Educación,  
Historia y Geografía, Miembro de la Red de Historiadores Latinoamericanistas, AHILA, de la  
Asociación de Estudios Interamericanos IAS, Miembro Correspondiente de la Sección de An-  
tropología de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y de la Academia Nariñense de Historia. Do-  
cente de la Universidad Internacional del Ecuador, Escuela de la Relaciones Internacionales.  
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153  
Rocío Rosero Jácome  
Constituyente de Riobamba que formó Ecuador y marcó la sepa-  
ración del Distrito del Sur de Colombia y la formación del país como  
Estado independiente.  
Palabras clave: Bolívar, San Martín, Olmedo, Congresos constitu-  
yentes Perú, Ecuador  
Abstract  
This essay will try to show José Joaquín Olmedo, president  
of the Government Junta of the province of Guayaquil, in the process  
of the formation of the American States in the years of independence  
from Spain. Olmedo negotiated with Bolívar and San Martín for the  
autonomy of Guayaquil, which cost him exile in Peru. In Peru, he  
participated in the Constituent Congress as a representative of Puno.  
This congress delegated Olmedo to request Bolívar’s support for his  
independence. This circumstance caused his reconciliation with the  
Liberator, who appointed him Plenipotentiary Minister of Peru in  
London to obtain a loan, in addition to the recognition of the Peru-  
vian State and the link of Peru with other European countries  
through trade agreements. Through his letters - reports of this mis-  
sion - he shows the worn-out European situation and his failed del-  
egation. On his return, he defines his Colombian nationality after  
Peru’s attack on Guayaquil, hence his legitimate participation as a  
constituent in the Ocaña congress -which he could not reach-  
Olmedo is seen as a jurist in the Riobamba constituent; this meeting  
marks the separation of the Southern District of Colombia and the  
formation of Ecuador as an independent State.  
Keywords: Bolívar, San Martín, Olmedo, Constituent Congresses  
Perú, Ecuador.  
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José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
Introducción  
Este ensayo es novedoso e interesante porque presenta a José  
Joaquín Olmedo como un jurista de importancia transcontinental,  
como ciudadano de Sur América, como negociador internacional  
entre Perú e Inglaterra y delegado peruano plenipotenciario a Francia  
y, como líder civil para la estructura de la Primera Constitución de  
este país tras la separación del Departamento del Sur de Colombia y  
convertirse en el territorio llamado Ecuador. Este trabajo difiere de  
otros sobre el personaje porque, en la mayoría de los casos, Olmedo  
es visto desde el ángulo literario dado que es el único poeta pindárico  
o cantor épico en América del Sur en el periodo de la Independencia.  
José Joaquín Olmedo ha sido estudiado con énfasis por Au-  
relio Espinosa Pólit, en 1960 presenta el Epistolario de José Joaquín Ol-  
medo. Recoge cartas familiares, literarias, históricas y políticas; este  
es un texto fundamental para conocer las diversas facetas de Ol-  
medo. La información registrada en la correspondencia abarca el pe-  
riodo de 1797 a 1846. En 1980 Aurelio Espinosa presenta el libro  
Olmedo en la Historia y en las Letras, enfatiza el estro vibrante del poeta  
de la guerra en las campañas libertarias de Bolívar en Junín, destaca  
su valor y la relación de América con sus ancestros prehispánicos, la  
belleza e imponencia del paisaje y el furor de la guerra y el edor de  
la sangre. Esta oda se llama Canto a Bolívar. También Espinosa Pólit  
analiza otro grandioso canto a la guerra, esta vez, por las luchas in-  
ternas en el Ecuador del periodo republicano a través de la oda El  
Águila de Miñarica, ensalza los triunfos militares de Juan José Flores.  
El mismo autor escribió Poesías Completas. Años más tarde, Rocío Ro-  
sero Jácome, en 1994 escribió el libro Olmedo, político, patriota o deser-  
tor..?, Este libro es una biografía sustentada en cartas inéditas que  
engloban el periodo 1800-1847 que muestran el entorno político, so-  
cial, económico, militar, nacional, internacional, lo ideológico y cul-  
tural de la época; además ensaya un visión íntima y compleja del  
personaje en sus aciertos y contradicciones con análisis equilibrados  
sobre los textos inéditos. Hay biografías y textos pequeños que com-  
pletan la literatura que rodea al personaje.  
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Rocío Rosero Jácome  
Este ensayo aporta al conocimiento de la historia de América  
del Sur a partir de la hipótesis: “Olmedo: actor político y jurista en  
las convenciones constitucionales del Perú y del Ecuador; negociador  
transcontinental del periodo bolivariano ante Inglaterra”. Este en-  
sayo mencionará la importancia de los aportes jurídicos, mostrará a  
partir de los documentos y cartas personales del personaje, la escena  
política transcontinental e internacional de la formación de los Esta-  
dos inmersos en la dialéctica de monarquía y república de la escena  
global del conflicto. Revisará las relaciones Bolívar-San Martín; las  
de Olmedo-Bolívar; las influencias internacionales del proceso cons-  
titucional en América que, con la presencia de Olmedo, para el caso  
del Ecuador, concluye en 1830 con la Constitución del Riobamba y  
formación del Ecuador que caracteriza, por lo que Olmedo deviene  
en el fundador civil de la república.  
Este trabajo procura enfocar las circunstancias político socia-  
les globales de América considerado territorio de libertad o indepen-  
dencia de España, a la par se verá la dependencia económica que  
vinculó a América con Inglaterra a través de las deudas y su relación  
con Europa; se vislumbrará la política internacional de ésta hacia las  
independencias y sus perspectivas de formación de Estados. Es im-  
portante señalar que los enfoques de historia en Ecuador y América  
Latina se han realizado durante todo el siglo XX, desde el ámbito  
local y nacional sin abarcar situaciones parecidas o interrelacionadas  
desde geografías vecinas, esto es, en los países de la región boliva-  
riana en permanentes conflictos limítrofes por concepciones repu-  
blicanas, nacionalistas y posiciones ideológicas contrapuestas, por  
ello, este trabajo procurará insertarse en el marco de la historia global  
y seguirá el camino de la cronología, pues se estudia el accionar po-  
lítico de una persona que se auto-considera ciudadano de América  
en el transcurso histórico de los procesos políticos que, secuencial-  
mente, influyen de forma paralela en vida colectiva de los Estados  
republicanos en formación; dicho de otra manera, se da una evolu-  
ción política personal en una evolución política intracontinental, Eu-  
ropa a través de Inglaterra afecta profundamente a América en sus  
relaciones de dependencia económica y sus estrategias de libertad  
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José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
se van coartando, América pasa a la dependencia financiera de Eu-  
ropa. Esta situación se visibiliza en la correspondencia oficial de Ol-  
medo a Bolívar y de Olmedo al ministro peruano Unanue, de allí  
que José Joaquín Olmedo fue un personaje clave en las negociaciones  
internacionales  
Los reveses internacionales con los conflictos producidos por  
la caída de la bolsa de valores de Londres y otras del sistema finan-  
ciero europeo da la medida de la situación de expansión de la crisis  
europea y de pobreza poblacional generalizada que afecta directa-  
mente a América que se hallaba inserta en el sistema capitalista mun-  
dial; de este modo, se clarifica que las crisis no vienen de América  
del Sur sino que impactan en él y provienen de los grandes centros  
económicos mundiales.  
Olmedo es un actor civil es un jurista y un político, de allí  
que el enfoque para el estructuración de los nuevos Estados nacio-  
nales sea diversa del enfoque militar.  
América del Sur un solo territorio de libertad  
Tras la batalla de Pichincha el 24 de mayo de 1822 en Quito,  
la toma de Guayaquil se hizo inminente. La ocupación de esta ciu-  
dad constituyó la preocupación de Bolívar. Esta ciudad, por su em-  
plazamiento estratégico, era deseada tanto por el Colombia cuanto  
por el Perú debido al puerto y a la condición geográfica en la Amé-  
rica del Sur. Bolívar se adelantó a San Martín y la ocupó, pese a que  
Olmedo, para entonces era el presidente de Guayaquil -declarada  
independiente el 9 de octubre de 1820-, realizó negociaciones previas  
con los libertadores y esperaba el encuentro de estos líderes en el te-  
rritorio para tomar una definición sobre esta posesión territorial. Por  
otro lado, a nivel interno, Guayaquil era un territorio en discordia  
por las posiciones políticas -liberales y conservadoras, esto es repu-  
blicanos y monárquicos respectivamente-. Guayaquil era el único  
puerto para el comercio exterior de todas las poblaciones serranas  
siendo las más importantes: Quito, Riobamba, Cuenca y Loja. Ade-  
más, Guayaquil era un territorio intermedio entre dos potencias: Co-  
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Rocío Rosero Jácome  
lombia ya liberada y Perú aun monárquico. Bolívar desde Quito es-  
cribe a Santander el 21 de junio de 1822 sobre el destino de Guaya-  
quil: “(…) Me propongo a la cabeza del ejército aliado, entrar en Guayaquil  
(…) su territorio está enclavado en nuestra frontera Sur, está protegido por  
el Perú que tiene a sus órdenes todos los militares de Sur América, y que es  
3
rico, y, por consiguiente, capaz de mantener muchas tropas.” Bolívar evitó  
la separación autonómica de Guayaquil expresada en 1820, antes de  
la victoria de Pichincha y se opuso al desmembramiento de este te-  
rritorio que fuera de la Audiencia de Santa Fe.  
Bolívar con 3.000 soldados se presentó en Guayaquil el 16 de  
4
julio de 1822. En ese marco, se realizó la entrevista con San Martín.  
Los generales americanos celebraron tres reuniones entre los  
5
días 26 y 27 de julio de 1822. José Joaquín Olmedo no participó en  
el encuentro, empero, en su calidad de presidente de la Junta Guber-  
nativa convocó al Colegio Electoral para elegir representantes puesto  
que, frente a los hechos -presencia armada de Bolívar en Guayaquil-  
cesaba en sus funciones de presidente de Guayaquil. Además, la paz  
y la seguridad de los pueblos demandaban la aceptación del ingreso  
del ejército de Bolívar y su mando en el gobierno de Guayaquil. Esta  
reunión -para elegir representantes- se celebró el 28 de julio de 1822;  
6
al día siguiente Olmedo salió de Guayaquil rumbo a Lima y se au-  
toexilió al Perú.7  
3
4
Rocío Rosero-Jácome, Olmedo político, patriota o desertor…? Eskeletra, Quito, 1994, p. 75 Cfr.Vi-  
cente Lecuna, Simón Bolívar. Obras Completas, T. II, Doc. 576, p. 52.  
Olmedo el 2 abril de 1822 se dirigió a San Martín en estos términos: “Desde el momento en que  
libre y espontánea voluntad de la provincia fio a nuestras manos el depósito sagrado de sus derechos  
(…) el Gobierno reclama solemnemente la protección que el Perú nos ha ofrecido, tiempo hace reclama  
la alta mediación de V.E. (…) de este país tan digno de ser libre”, Rocío Rosero Jácome, cit.., p. 74.  
San Martín señala, años después, hacia 1827, en correspondencia a William Miller, general in-  
glés, y a Ramón Castilla –que fuera presidente de Perú en 1846– que, en la reunión con Bolívar,  
pidió auxilios para terminar la guerra con el Perú puesto que con el triunfo de Pichincha el  
ejército de Colombia se había incrementado con prisioneros y contaba con 9.600 bayonetas,  
Bolívar le ofreció solo 1.070 plazas. Percibió que debía retirarse y dejar que Bolívar se hiciera  
cargo de la independencia. Revisar en: Samuel Medrano, José de San Martín. El Libertador, Ins-  
tituto Sanmartiniano, Buenos Aires, 1967. Cfr. Guillermo Arosemena Arosemena, José Joaquín  
de Olmedo, Grandes biografías del Bicentenario, Paradiso Editores, Quito, 20202, pp. 144-145.  
Ibid., p. 149 y subsiguientes.  
5
6
7
Olmedo, en Lima, tenía amistades por sus estudios en el convictorio de San Carlos la Univer-  
sidad de San Marcos, donde también fue docente. En: Rocío Rosero Jácome, op., cit., pp. 14-18.  
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José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
Es necesario considerar que el patriotismo criollo del siglo  
XIX de acuerdo a Lavalle, era “localista y continental” enfrentaba los  
ataques peninsulares pero, carecía de identificación con espacios más  
significativos económica y políticamente, sobre estos territorios se  
8
constituirían los posteriores Estados. Los ideales liberales y demo-  
cráticos establecieron solidaridad y mancomunidad entre los inte-  
lectuales americanos durante el proceso de independencia. Esa unión  
de americanos buscaba autonomía y beneficios económicos locales  
e internacionales. Los intelectuales de América del Sur procuraron  
hacerlo sobre las bases constitucionales.  
9
San Martín, llamado El Protector, antes de ir a Guayaquil,  
convocó a un Congreso Constituyente en Lima para septiembre de  
10  
1
822. Cabe señalar que San Martín inició un gobierno rodeado con  
élites sociales recelosas debido a la incertidumbre por los cambios  
políticos, pasar de la dominación monárquica conocida a iniciar la  
República. El Perú aun no estaba liberado de la dependencia de Es-  
paña. La parte central y sur del territorio peruano estaba ocupada  
por fuerzas españolas. Aun así, San Martín inició un gobierno inde-  
pendiente. En función del decreto del 4 de octubre de 1821, relacio-  
nado a la ciudadanía y al desempeño de cargos públicos, Olmedo  
fue electo miembro del Congreso Constituyente del Perú como re-  
presentante del Departamento de Puno; así, prestó su experiencia  
personal y política a la causa de la independencia para estructurar  
8
Bernard Lavalle, “Mucho más que cuestiones de detalle. Corografía y prelación del criollismo  
militante al ideario de la independencia” 200 años después. Los Andes en las encrucijadas de las  
independencias. Panamá, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y España. Ariadna Ediciones, Bi-  
blioteca Historia de América, volumen 7, Santiago de Chile, 2022, pp.285-300, p. 294.  
Título con el que San Martín se erigió desde el 3 de agosto de 1821, en: Germán Leguía y Mar-  
tínez, Historia de la Emancipación del Perú, vol. III, Comisión Nacional del Sesquicentenario de  
la Independencia del Perú, 1972 – Perú, p. 425. El Perú inicia el proceso de independencia bajo  
el protectorado de Río de la Plata. Se establecen las primeras dignidades en Lima á 8 de octubre  
de 1821. http://www.garciabelaunde.com/biblioteca/LasConstitucionesdelPeru.pdf  
9
(10-11-2022).  
1
0 Después de organizar el congreso constituyente, José de San Martín se retira definitivamente  
del escenario político y de América, viaja a Europa, se radica en Francia, donde vivió con su  
hija hasta su muerte en 1850. Durante los últimos años de su vida San Martín se dedicó a es-  
cribir sus memorias y a reflexionar sobre su papel en la independencia de América del Su.  
Revisar José Pacífico Otero, Historia del Libertador, Don José de San Martín: Ostracismo y apo-  
teosis, 1822-1850, tomo 4, Editorial Círculo Militar, Buenos Aire, 1978.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
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Rocío Rosero Jácome  
11  
la primera carta fundamental que sería expedida en Lima . Francisco  
12  
Xavier Luna y Pizarro, presidió la Asamblea constituyente ala que  
1
3
concurrieron americanos de diversas latitudes. La comisión para  
escribir la Constitución estuvo integrada por: Xavier Luna y Pizarro,  
Hipólito Unanue, José Joaquín de Olmedo, Manuel Pérez Tudela y  
14  
Justo Figueroa. Esta Comisión estableció el texto Bases de la Consti-  
15  
tución Política de la República Peruana. Estas bases fueron promulga-  
das por la Junta Gubernativa el 17 de diciembre de 1822. El texto  
constó de 24 artículos. Se declaró que todas las provincias del Perú,  
están reunidas en un solo cuerpo, formando la nación peruana, que  
se denominaría República Peruana; la soberanía residía en la Nación  
independiente de la monarquía española y de cualquier otro tipo de  
dominación extranjera; su religión sería la católica, con exclusión de  
cualquier otra; señala libertades individuales y, en la estructura, el  
gobierno se dividía en tres poderes independientes el Legislativo, el  
16  
Ejecutivo y el Judicial. La Constitución constó de 194 artículos y fue  
1
1
1
1 Olmedo era un personaje con mucha reputación por haber participado en las Cortes de Cádiz  
en la elaboración de la Constitución Española promulgada el 19 de marzo de 1812. También,  
Olmedo, era valorado por ser el autor del Estatuto Provisorio o constitución de la propuesta  
república de Guayaquil. En el seno de la constituyente se hallaban antiguos compañeros de  
aula tanto del Convictorio como de la Universidad además de legisladores de Cádiz. Rocío  
Rosero Jácome, Olmedo, (…) cit. pp. 19-45.  
2 El clero también dividió sus filas entre patriotas y monárquicos, Francisco Xavier Luna y Pi-  
zarro, sería años más tarde arzobispo de Lima, fue un religioso ilustrado abogado, filósofo,  
erudito y poseedor de libros considerados prohibidos de pensamiento liberal y republicano.  
En: Manuel Castañeda Jiménez., “Francisco Javier de Luna Pizarro Pacheco”, https://www.  
congreso.gob.pe/Docs/participacion/museo/congreso/files/files/luna_pizarro.pdf  
(9-11-2022.).  
3 En el Congreso Peruano además de José Joaquín Olmedo (Guayaquil) participaron Alejandro  
Crespo y Cassaus (Cuenca) diputado por Trujillo; José de Lamar (Cuenca) diputado de Puno;  
Ignacio Ortiz Zevallos (Quito) diputado por Lima; y, Joaquín Paredes (Quito) diputado por  
Cuzco. También hubo diputados de otras procedencias de América como: Alcázar y Agra-  
monte de Cartagena; Tenorio de Popayán; Alvarado de Buenos aires; Forcada de Tucumán;  
Otero de Salta; Padilla de Chuquisaca; Agüero de Valdivia. Revisar en: Guillermo Arose-  
mena, cit., p. 171.  
14 Guillermo Arosemena, cit., p. 172.  
15 Bases de la Constitución (1822). Bases de la Constitución Política de la Republica Peruana,  
pp.95-98 http://www.garciabelaunde.com/biblioteca/LasConstitucionesdelPeru.pdf  
(
10-11-2022.)  
1
6 Firmaron al final los miembros de la Comisión Legislativa: Ignacio Ortiz de Zevallos. - El  
marqués de Salinas.- José de Olmedo.- Gregorio Luna, diputado secretario.- José Sánchez  
Carrión, diputado secretario.  
Por tanto, ejecútese, guárdese y cúmplase en todas sus partes por quienes convenga. Dará  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
160  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
dada en la sala de sesiones en Lima el 12 de Noviembre de 1823.- 4º  
17  
de la Independencia, y 2º de la República. La Constitución Repu-  
blicana duró hasta 1825.18  
El virrey del Perú José de la Serna y las tropas realistas reac-  
cionaron e infringieron graves derrotas a las fuerzas peruanas cuya  
19  
fortaleza era la sierra. Un año después de la independencia, el Con-  
greso peruano no halló otro recurso que pedir auxilio a Colombia,  
al Libertador y a su ejército, para dirigir la contienda en su territorio  
contra España y lograr su total independencia. El Congreso del Perú  
nombró como sus delegados para entrevistarse con Bolívar a José  
20  
Joaquín Olmedo y a Francisco Sánchez Carrión ; así, los antagonis-  
tas de 1822 -Olmedo y Bolívar- se reencontraron e intercambiaron  
cuenta de su cumplimiento el ministro de Estado en el departamento de gobierno. Dado en  
el palacio de la Junta Gubernativa en Lima á 17 de diciembre de 1822.- 3° de la Independen-  
cia- 1° de la República. José de la Mar.- Felipe Antonio Alvarado- El Conde de Vista-Florida  
1
7 Constitución de 1823, pp. 99-130 en: http://www.garciabelaunde.com/biblioteca/LasCons-  
titucionesdelPeru.pdf (10-11-2022) El primer presidente constitucional fue el mariscal D. José  
Bernardo Tagle. La Constitución permaneció por pocos meses fue suspendida y el Congreso  
se declaró en receso por la Ley del 10 de febrero de 1824 y los poderes al Libertador Bolívar.  
Un año después, la Ley del 10 de febrero de 1825 otorgó plenos poderes al Libertador  
8 Daniel Valcárcel-Enrique Dicafe: Historia General de los peruanos, T.3, Cap. III. Cabe señalar  
que Olmedo vivió en Lima, estudio en el Convictorio de San Carlos y en la Universidad de  
San Marcos, fue constituyente de las Cortes de Cádiz en 1812 y presidente de la provincia  
libre de Guayaquil.  
9 “(…) el Virreinato peruano fue el bastión de la lealtad hacia España, de tal suerte que la in-  
dependencia, aquí fue arrancada por la fuerza de las armas de los ejércitos provenientes del  
Norte y del sur. Y es que, en el Perú la virtual ausencia de España (…) estuvo compensada  
por una interna y sólida organización defensiva del Virreinato. Pero, además, hay un hecho  
mucho más fundamental: la debilidad de la burguesía peruana.” En: Heraclio Bonilla Mayta,  
1
1
“¿El bicentenario de qué? A propósito del Perú” 200 años después. volumen 7, Santiago de  
Chile, 2022, p. 151  
2
0 José Francisco Sánchez Carrión. Cursó estudios en el seminario de Trujillo (1802) y posterior-  
mente se trasladó a Lima para ingresar en el convictorio de San Carlos (1804), donde llegó,  
siendo aún alumno, a enseñar Filosofía en 1818. Ese mismo año obtuvo el título e ingresó al  
Colegio de Abogados de Lima. A causa de sus ideas liberales sufrió el destierro de Lima,  
trasladándose a Sayán, pueblo cercano a Huacho, donde se encontraba cuando José de San  
Martín proclamó la independencia peruana (julio de 1821). Tuvo un papel decisivo en el es-  
tablecimiento del sistema republicano de gobierno en el Perú posterior a la independencia.  
Fue uno de los inspiradores de la primera constitución política del Perú, de tendencias libe-  
rales (1823). Colaborador en periódicos como el Correo Mercantil, la Abeja Republicana o El  
Tribuno de la República Peruana. En junio de 1823 viajó en misión diplomática con el poeta  
José Joaquín Olmedo a Guayaquil para invitar a Simón Bolívar al Perú para que dirija y con-  
solide el proceso de independencia. https://biografias.review/jose-faustino-sanchez-ca-  
rrion/ (9-11-2022)  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
161  
Rocío Rosero Jácome  
discursos protocolares. En uno de ellos Olmedo se expresó así ante  
Bolívar: “Todos, señor, esperan una voz que los una, una mano que los di-  
21  
rija, un genio que los lleve a la victoria.”. Bolívar asombrado escribió  
a Santander, presidente de Colombia, acerca del viraje de la situación  
peruana, dijo:  
Mando a usted la arenga de Olmedo y mi respuesta. Es la segunda vez  
que un jefe de sedición contra mí ha venido a implorar mi autoridad  
por el bien de la causa pública. Nariño me fue a rogar por el Congreso  
de Venezuela para que aceptase la presidencia, después de haber sido  
disidente. Olmedo ha sido peor. De paso que se ponga una nota en la  
Gaceta, haciéndole honor a su docilidad y patriotismo. Será una lástima  
22  
perder esta ocasión de hacer notar estos hermosos contrastes.  
Fue un duro golpe al orgullo y a la solemne dignidad de Ol-  
medo el encuentro con Bolívar, sobre todo pedir su ayuda para libe-  
rar al Perú, esto significaba ampliar más el dominio de Bolívar ahora  
sobre todo el occidente de la América del Sur, sin embargo, estaba  
de por medio el mayor ideal: la liberación y separación política y  
económica de España. Este acercamiento a Bolívar le valió la recon-  
ciliación definitiva con el Libertador. Cumplida esta misión de pro-  
funda significación política para Sur América, Olmedo se reencontró  
con su familia y se quedó en Guayaquil. Se tomó un tiempo para  
arreglar de sus finanzas, los negocios personales, los contactos polí-  
ticos y la literatura. Mas, su mirada y su atención estaban en el Perú,  
donde se encontraban muchos de sus amigos que se jugaban la vida  
y la fortuna. Escribió a Bolívar: “Todos esperamos con impaciencia los  
primeros efectos de la aparición de Ud. en Lima. (…) la independencia y la  
moderación, la libertad y el orden!...”23  
Olmedo discrepaba con Bolívar en los métodos, a la par, ad-  
miraba su fuerza, su genio e inteligencia militar estratégica y su de-  
senvolvimiento político. De allí que, tras conocer la victoria de  
Bolívar en Junín en agosto de 1824, las musas heroicas lo embriaga-  
2
2
2
1 Clemente Ballén: Poesías de Olmedo; pp.31-35.  
2 Lecuna Vicente: Simón Bolívar: Obras Completas. 21 de Julio de 1823; T.III.  
3 Aurelio Espinosa, José Joaquín Olmedo: Epistolario, Guayaquil, 6 de septiembre de 1823; Doc.  
322, pp. 503-505.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
162  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
ron, su mente viajó al Perú, a Junín, al teatro de la guerra final para  
la liberación del altiplano y soñó con la libertad y los ancestros ori-  
ginarios de América. Así, al iniciar enero de 1825 le escribió: “(…) si  
me llega el momento de inspiración y puedo llenar el magnífico y atrevido  
plan que he concebido, los dos, los dos hemos de estar juntos en la inmorta-  
24  
lidad.” Esta aseveración premonitoria se ha cumplido pues los más  
reputados críticos de España y América han colocado a la oda y a su  
autor, Olmedo, en la cumbre de la poesía épica en el continente his-  
25  
panoamericano. Bolívar al recibir el texto de la oda se expresó así:  
Confieso a Ud. humildemente que la versificación de su poema me pa-  
rece sublime: un genio lo arrebató a usted a los cielos. Usted conserva  
en la mayor parte del canto un calor vivificante y continuo; algunas de  
las inspiraciones son originales; los pensamientos nobles y generosos...  
Permítame usted, querido amigo, le pregunte de dónde sacó Ud. tanto  
estro para mantener su canto tan bien sostenido desde su principio  
hasta su fin.26  
La Victoria de Junín, canto a Bolívar es un poema épico que  
consta de 33 estrofas escritas en octavas reales, esto es, compuestas  
por ocho versos en endecasílabos y rima consonante, Olmedo resalta  
el desarrollo de la guerra de Junín, parte de la historia de los ances-  
tros indígenas con Huayna-Cápac, utilizó un lenguaje grandilo-  
cuente, comparó a Bolívar en virtudes y logros con los héroes  
europeos de la antigüedad clásica como Alejandro Magno o Julio  
César. En el poema, Olmedo destaca la valentía, la sabiduría, la hu-  
mildad y la generosidad de Bolívar, y lo presenta como un líder ex-  
cepcional capaz de unificar a los pueblos de América del Sur contra  
el colonialismo español. La Oda a Bolívar se convirtió en un himno  
de exaltación a la figura del Libertador como símbolo de la indepen-  
27  
dencia y la de unidad de las repúblicas hispo-americanas.  
2
2
4 Ibid., Guayaquil, 31 de enero de 1825; Doc.197, pp.243-246.  
5 José Joaquín Olmedo, La Victoria de Junín, Canto a Bolívar, cfr. Aurelio Espinosa Pólit, Poesías  
completas, 2ª edición, México, 1947. También en: Rocío Rosero Jácome, Olmedo (…) cit. Anexo  
3
, pp. 437- 457  
6 Aurelio Espinosa Pólit: Poesía y Prosa, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, N°2, Cajica, Puebla,  
960.  
2
2
1
7 Galo René Pérez, Literatura del Ecuador (cuatrocientos años) Abya Yala, Quito, 2001, pp. 64-87  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
163  
Rocío Rosero Jácome  
Olmedo, embajador peruano plenipotenciario en Londres  
La dura realidad económica del Perú para conseguir su in-  
dependencia sensibilizó a Olmedo al pedido de Bolívar de ir a Lon-  
dres en representación de la República Peruana para obtener un  
tercer empréstito de dos millones de libras esterlinas. Hipólito Una-  
nue, ministro de Relaciones Exteriores, el 25 de julio de 1825 entregó  
los poderes de representación estatal para José Joaquín Olmedo y su  
compañero José Gregorio Paredes, quienes, además de gestionar y  
conseguir el empréstito inglés, deberían entablar tratados de alianza,  
amistad y comercio con otros países europeos. Tanto las autoridades  
peruanas cuanto los negociadores enviados desconocían la situación  
de Europa en ese periodo e ignoraban las condiciones de los acuer-  
dos económicos previos realizados con Inglaterra, en época del pri-  
2
8
mer presidente José de la Riva Agüero. Joel Pinto señala que  
llegaron al Perú inspectores ingleses “para controlar y seguir de cerca  
el empréstito de 1,200 000 libras esterlinas, cuya finalidad era asegurar la  
caída del dominio español en América del Sur, y terminar con el monopolio  
29  
comercial imperante con las colonias. Los representantes ingleses fue-  
ron: James Thomson, Gabriel Lafond de Lurcy, Robert Proctor, René  
P. Lesson, Thomás Bennet, Hiram Paulding y, finalmente Ch. Sut-  
3
0
cliffe. A mediados de diciembre de 1825, desde Londres Olmedo  
informa al ministro de Relaciones Exteriores sobre el valor de los  
bonos americanos, en estos términos: “(…) los de Méjico han bajado a  
2
8 Joel Pinto Esquia “José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, primer presidente del estado  
peruano” indica que el 28 de febrero de 1823 el Congreso nombró presidente a Riva Agüero,  
coronel de milicias y aristócrata criollo, conocido como conspirador patriota. Este episodio,  
llamado ‘el motín de Balconcillo’, fue el primer golpe de Estado en el Perú. Organizó con el  
general Santa Cruz ‘la batalla de Zepita’ (el 25 de agosto de 1823) fue fracaso total, además  
Lima quedó desguarnecida y recuperada por el virrey La Serna. El 19 de junio, el Congreso  
designó a Trujillo capital provisoria y creó un poder militar con facultades “para salvar la  
República”. Ese poder fue entregado al general Antonio José de Sucre. El 23 de junio el Con-  
greso cesó en sus funciones a Riva Agüero, en un segundo golpe de Estado; y nombró pre-  
sidente interino a Francisco Valdivieso y Prada. El depuesto gobernante se marchó a Trujillo,  
y se trasladó con un grupo de 20 congresistas. Disponible en: https://repositorioslatinoa-  
mericanos.uchile.cl/handle/2250/3267257 (16-11-2022).  
2
9 Joel Pinto Esquia “José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, primer presidente del estado  
peruano”. Disponible en: http://repositorio.unsa.edu.pe/handle/UNSA/10560 (16-11-2022)  
0 Ibidem.  
3
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
164  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
63; los de Colombia a 62 y los del Perú a 48, desde 93 en que estuvieron con  
la noticia de la victoria de Ayacucho. Los fondos (…) de España (…) en  
31  
1
5”. Las victorias de Junín y Ayacucho dieron valor a los bonos del  
Perú, pero al no definir con prontitud la separación y autonomía del  
Perú respecto de España, los bonos se depreciaban.  
En 1825 la Bolsa de valores de Inglaterra sufre un descalabro  
que se extendió a otras potencias capitalistas. Los bancos no pueden  
3
2
pagar a los prestamistas. La crisis de Londres sacudió también  
Europa, América Latina y Estados Unidos, El Banco de Inglaterra se  
33  
salvó gracias a una fusión de reservas de oro del Banco de Francia.  
Durante el proceso independentista en América, los comerciantes y  
financistas buscaban hacer fortuna en los nuevos países, por ello, los  
bancos hicieron muchos préstamos para inversiones, especialmente  
en minas que no prosperaron.  
Es importante recapitular los sucesos internacionales que ro-  
dearon a Olmedo, representante plenipotenciario del Perú en Lon-  
dres: así, 1825 es el punto de inflexión de los conflictos mundiales,  
guerras dolorosas, crisis político-ideológicas que inician con la Inde-  
pendencia de Estados Unidos, de Francia, de España, -tras la ocupa-  
ción de Napoleón Bonaparte- la independencia de América y la  
consolidación económica de Inglaterra. En 50 años 1775-1825 cae la  
monarquía como sistema político-económico-social, surge el libera-  
lismo y aparece el Estado-Nación y cambia definitivamente la estruc-  
tura política internacional.  
Al tiempo de la visita de Olmedo a Londres, la banca y el co-  
mercio habían sufrido el más terrible sacudimiento económico. Los  
financistas estaban sobrecogidos de pánico por la noticia de más de  
3
3
1 Aurelio Espinosa Pólit, Epistolario, (…) cit., Londres 12 de diciembre de 1825. Doc. 328, p. 515.  
2 La economía inglesa recorría sendas muy precarias, al punto de que en Londres, hacia “1831  
se funda en Londres una Bolsa, la National Equitable Labour Exchange, para poner en con-  
tacto a las sociedades cooperativas y emite unos Bonos del trabajo que expresaban en horas  
el valor de las mercancías.” Estrella Trincado, Historia del Pensamiento Económico, Unidad 5.  
Socialistas utópicos, Karl Marx y los historicistas 11; pp. 11-12. Se ensayan nuevas propuestas  
de obtener capital y riqueza. Ver: Diego Guerrero “Heterodoxia en la época de los clásicos”;  
en: Historia del pensamiento económico heterodoxo, Trotta, Madrid,1997, pp.36-54.  
33 José Luis García Ruiz, “Patrón oro, banca y crisis, 1875-1936, Cuadernos de Estudios Empresa-  
riales, Editorial Complutense, Madrid, 1992, pp. 57-85.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
165  
Rocío Rosero Jácome  
5
00 bancarrotas y por la quiebra de algunas casas financieras, en  
parte por las inversiones especulativas en América. Olmedo escribió:  
lo que nos hace fijar más y más en la decisión que anunciamos a V.S. (…)  
34  
de suspender todo paso sobre el empréstito por ahora.” Al iniciar febrero  
de 1826, Olmedo tramita una cita para presentarle al ministro Can-  
ning la carta credencial y los respetos del Perú. Con fecha 9 de marzo  
de 1826 Olmedo escribe al Ministerio Unanue sobre la respuesta re-  
cibida por él del despacho de Canning, dijo: “Se me ha contestado por  
la Secretaría de Estado que la presentación de una carta tal como la que he  
anunciado de parte de mi Gobierno no puede verificarse hasta que Inglaterra  
no haga formal reconocimiento del Perú”.35  
Así, Olmedo recopila información e inicia el proceso legal  
para el reconocimiento del país a través de la Legación Peruana y  
anuncia que con su firma irán las comunicaciones que realice. In-  
forma, por otro lado, que el Nuncio de Madrid y el embajador francés  
en Madrid han solicitado el reconocimiento de la independencia para  
36  
América. Además, Olmedo escribe que España prepara una expe-  
dición de reconquista a Méjico o Colombia, con fondos obtenidos de  
37  
Barcelona sobre el comercio con Inglaterra. También, indica que él  
y Paredes, en ese mes de marzo de 1826, reciben del Consejo de Go-  
bierno del Perú los diplomas nombrándolos “Enviados Extraordinarios  
y Ministros Plenipotenciarios ante las cortes de Inglaterra, Francia, Roma  
y España y las instrucciones ostensibles, y la copia íntegra de las que, para  
38  
el empréstito trajo el Señor Robertson.” Son honrosas nominaciones y  
grandes encargos a cumplir. Desde América se piensa que estando  
en Londres los demás países están muy cercanos y de fácil acceso,  
cosa absolutamente contraria inclusive desde lo protocolario.  
Las autoridades peruanas, Bolívar y el mismo Olmedo con-  
fiaban en su habilidad personal y política, para convencer a las viejas  
monarquías europeas que, los nacientes Estados, pese a ser repúbli-  
cas, eran respetables, y dignos de ser Estados reconocidos diplomá-  
34 Ibid., Londres 3 de febrero de 1826. Doc. 331, p. 523.  
35 Ibid., Londres, 9 de febrero (9 de marzo) de 1826. Doc. 332, p. 525.  
36 Ibid., Londres, 9 de febrero de 1826. Doc. 333, p. 527.  
37 Ibid., Londres, 11 de abril de 1826. Doc. 335, p. 530.  
38 Londres, 1 de marzo de 1826. Doc. 334, p. 528.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
166  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
ticamente, por lo tanto, ser tratados como iguales. En Olmedo es ne-  
cesario reconocer su fervor cívico por la libertad de América, en su  
estancia de años anteriores en España tuvo práctica cortesana, apren-  
dió idiomas, practicaba una conversación ilustrada y tenía exquisitas  
maneras personales. Apesar de todos estos atributos nada pudo con-  
seguir, sino el respeto y la consideración a su persona. Olmedo, de-  
bido a las dificultades para el cumplimiento de su misión  
político-diplomática, empezó a pasar carencias y necesidades eco-  
nómicas y tuvo que obtener créditos para su subsistencia, bajo su ex-  
clusiva responsabilidad, el Perú no tenía recursos.  
Entre las penurias y desconcierto en Londres  
José Joaquín Olmedo y José Gregorio Paredes, Enviados Ex-  
traordinarios y Ministros Plenipotenciarios durante su estancia en  
Londres se enteran que los representantes ingleses intermediarios  
de los créditos del Perú no pagaban los intereses de la deuda a los  
acreedores y accionistas que habían dado el dinero y ocurrió una pre-  
sión terrible de los prestamistas sobre sus personas, cuando supieron  
que estos americanos estaban en Londres. Olmedo escribió las si-  
guientes expresiones a Bolívar, el 22 de abril de 1826, dando cuenta  
de su estancia en Londres.  
La causa principal de nuestro cuidado y de nuestra desgracia es que  
ha pasado el 15 de abril día en que debieron pagarse los primeros di-  
videndos de estos años y el Sr. Kinder no los ha pagado, a pesar de que  
tenía en su poder fondos destinados a este objeto, y a pesar de las re-  
petidas promesas que nos había hecho de cumplir con este deber (…)  
Los acreedores no nos dejan vivir un instante; nos vienen a visitar en  
tropel; se quejan, se lamentan, nos piden explicaciones de este suceso,  
nos piden esperanzas; (…) la falta de este pago es ominosa en todas  
circunstancias, en las presentes es horrible y mortal, pues muchas fa-  
milias subsisten de esos intereses, y en el día que todo está paralizado,  
pasan de 600 las bancarrotas y que no circula dinero, nadie tiene cómo  
vivir.3  
9
39 Aurelio Espinosa Pólit, Epistolario, (…) cit., Londres, 22 de abril de 1826; Doc.336, p. 533.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
167  
Rocío Rosero Jácome  
La carta de Olmedo retrata la situación de los acreedores y,  
más aún, la situación general de Londres, de las quiebras bancarias  
y de la inestabilidad económica asociada a la penuria social, a la an-  
gustia y desazón de su situación en ciernes. En junio de 1826, a través  
de otra carta, Olmedo reitera que el ministro Canning no lo puede  
recibir porque Inglaterra aun no reconoce al Perú. Informa de los  
contactos establecidos para obtener noticias fehacientes sobre el pa-  
recer del Gabinete londinense sobre los principios y requisitos para  
el reconocimiento de los Estados americanos y señala que sabe que  
el Gobierno no procederá nunca a dar un paso adelante en este punto mien-  
40  
tras la república exista bajo el régimen dictatorial.” Esta situación, aduce  
Olmedo, se debe a injerencia política en los periódicos londinenses  
ejercida por el anterior presidente que fue destituido, dice:  
(
…) la infame conducta de los enemigos de nuestro país entre los cuales  
cuento al primero a Don José de la Riva-Agüero. Éste no hace en Bru-  
selas más que disfrutar los caudales que sacó de allá y escribir folletos  
contra el Gobierno del Perú, en desacreditar todas las medidas que se  
toman, en disipar las esperanzas de orden y prosperidad que manda  
aquel país y sugerir a este gabinete, por medio de personas a propósito,  
41  
cuantas noticias adversas adquiere o finge.  
Además de las intrigas londinenses, Olmedo se inquieta por  
los intereses que conlleva la intención de España de no reconocer a  
los Estados de América. España propone una tregua de 20 años a las  
potencias: Inglaterra y Francia que están de acuerdo y ya han ini-  
ciado negociaciones al respecto. Olmedo se opone porque ello signi-  
ficaría, para América, un desangre humano y económico de 15 años  
de guerra en vano, además, hace evidente el riesgo o imposibilidad  
futura de separación al reconstituirse las fuerzas españolas con  
apoyo de otras potencias especialmente de la Santa Alianza. Olmedo  
señala que Francia ha declarado su neutralidad para no entorpecer  
el pago que le debe España, también ha liderado la conciliación sobre  
el tema comercial con Rusia, Austria y los países de la órbita de Ale-  
4
4
0 Londres 30 de junio de 1826. Doc.340, p. 552.  
1 Ibidem.  
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José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
mania por el estancamiento de los negocios. Todos los países euro-  
peos han enviado a Colombia y México la decisión de continuar las  
relaciones comerciales después de sus independencias. Comenta:  
estoy seguro que los gabinetes inglés y francés se valdrán (…) para fijar el  
plan de política que más les convenga y sea más acomodada al sistema eu-  
ropeo.” Sobre la situación general de España frente a la tregua y po-  
42  
sible intento de negociación americano comenta:  
¿
Será posible que, cuando España ha llegado al último grado de mise-  
ria y abatimiento, cuando está desesperada por la furia de los partidos  
y por la codicia y fanatismo del clero, desacreditada por la imbecilidad  
y crueldad de su Rey; degradada por la inepcia de ministros estúpidos  
y oscuros, destituida de todos los elementos de vida, sin erario, sin cré-  
dito, sin comercio, sin ejército, sin marina; vilipendiada, mofada por  
todos los pueblos, ¿será posible que se escoja este momento para pro-  
43  
ponerle una tregua cuando ella está en situación de pedirnos la paz?  
Es de notar que la política y economía europeas se entrelazan  
a pesar de las diferencias y rivalidades. La situación económica y social  
de pobreza de Inglaterra se conoce en América debido a la presencia  
circunstancial de los Ministros peruanos Olmedo y Paredes quienes  
exponen a través de su correspondencia el contexto londinense y se-  
ñalan también que su condición económica es miserable e insufrible,  
decía Olmedo: ¡haber venido por un tesoro millonario,... y salir endeudado,  
44  
perseguido y molestado por acreedores completamente ajenos…!. Olmedo  
presionado por las obligaciones de la representación diplomática y  
empobrecido, pues la permanencia en Londres había sido a su costa,  
pensaba en la vuelta y escribió a Bolívar, sin fecha, en 1826, esta sú-  
plica, salida de los labios de un auténtico náufrago en el mar de las  
finanzas y desesperado por su circunstancia, dijo: (…) si algo merece  
el cantor de Junín; y en fin, si Ud. cree que no he sido un hombre del todo  
inútil a mi patria y a la causa americana; yo ruego a Ud. con todo el enca-  
recimiento de que soy capaz, me envíe, o mande que me envíen, una licencia  
45  
para volver… Y debió Olmedo quedarse todavía unos meses más en  
4
4
4
4
2 Londres 28 de junio de 1826. Doc.339, p. 550.  
3 Ibid., p. 546.  
4 Rocío Rosero-Jácome, Olmedo (…) cit. p. 93.  
5 Op., cit., s.l./ s.f., Fragmento 1826; Doc.337, p. 534.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
169  
Rocío Rosero Jácome  
Europa, dando cumplimiento a las delegaciones diplomáticas pedi-  
das por Bolívar, y a fines de mayo de 1827, desde París, se dirigió al  
ministro de Relaciones Exteriores del Perú, en estos términos:  
El (…) mendigar nuevos recursos sobre ser indecoroso, será ineficaz, y  
creo que me veré forzado a regresar, para no ser yo mismo, un nuevo  
comprobante de la miseria y descrédito de la República. Con este mo-  
tivo, reitero a V.S. la súplica que he hecho anteriormente al Supremo  
Gobierno, pidiendo mi licencia. (…) La imposibilidad de subsistir (…)  
me obligarán a hacer una honrosa deserción, que bien justificada queda  
con ser necesaria.46  
Olmedo cuidaba el honor, la palabra, el compromiso perso-  
nal y la valoraba en el más alto grado la representación diplomática  
de un país americano libre, el Perú, pero es prioridad humana la sub-  
sistencia y el decoro para la representación diplomática, empero, es-  
taba decidido a desertar.  
Las noticias de América en París  
Olmedo y su compañero se trasladan a París en función del  
nombramiento de Ministros Plenipotenciarios también para Francia,  
47  
Roma y España, además de Inglaterra. El nombramiento fue reci-  
bido en su estancia de Londres de donde salieron por las presiones  
de los acreedores y por la imposibilidad de continuar los trámites de  
reconocimiento del Perú como República y de concesión de un  
nuevo crédito.  
Estando en esta locación Bolívar envió a Olmedo el texto de  
la Constitución Boliviana que establecía un presidente y un Senado  
vitalicio y hereditario. Bolívar, sostenía, de buena fe, que la Consti-  
tución era una transición entre las monarquías y los conceptos repu-  
blicanos. Olmedo, no se entusiasmó con la Constitución y contestó  
a Bolívar con muchas observaciones sobre los inconvenientes de un  
gobernante y ejecutivo permanentes, sobre las instituciones vitalicias  
46 Ibid., Paris, 20 de mayo de 1827, Doc.344, p.558.  
47Aurelio Espinosa Polit, Epistolario, Londres, 1 de marzo de 1826. Doc. 334, p. 528  
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170  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
donde el congreso y el poder ejecutivo corrían riesgo de concentrarse  
en una sola dinastía. Así, pues, Olmedo, con delicada frontalidad se  
atrevió a plantear sus reflexiones y su desacuerdo al mismo Liberta-  
dor, temido y respetado. Las reflexiones de Olmedo tenían la pro-  
fundidad del jurista, del político liberal y del hombre de bien, de  
principios; por su parte Bolívar estaba convencido de la bondad de  
su proyecto cuasi monárquico, Olmedo en cambio, estaba persua-  
dido del beneficio para la sociedad civil de un proyecto constitucio-  
nal, democrático, alternativo, y representativo. Así, los proyectos  
Constitucionales de estos personajes resultaban discrepantes en el  
fondo y en la concepción de la direccionalidad de los Estados. Ol-  
medo le comentó a Bolívar lo siguiente:  
... Pero Ud. ha avanzado ideas que no se hubiera atrevido a enunciar,  
si no tuviera franqueza y sanas intensiones. Hablo, entre otras cosas,  
de la sucesión en el poder. ¿Tenemos muchos hombres probados? Las  
precauciones que ahora parecen justas porque se está formando la na-  
ción ¿no serán con el tiempo ocasiones peligrosas? ¿Y un jefe tendrá  
siempre bastante virtud para no dimitir en sus hijos, parientes y amigos  
la elección del Congreso, y asegurar en su familia o en su secta la he-  
rencia del poder? Esta condición del proyecto ha hecho filosofar y po-  
litiquear mucho por acá, porque en efecto ha habido monarquías muy  
estrictas, muy absolutas en que no era tan rigurosa la sucesión heredi-  
taria. Yo mismo estoy lejos de creer que este carácter no cuadra bien  
con la idea de República.48  
La Constitución Boliviana fue un esfuerzo de estructuración,  
jurídico-político-social sobre la base de conocer, de forma directa,  
por las campañas libertarias a los pueblos de América, de observar  
que el modelo histórico tradicional fue de la monarquía incaica a la  
monarquía hispana, eran pueblos asociados a las costumbres del  
mando de un soberano, circunstancia asociada a la heterogeneidad  
cultural y racial; empero, en la raíz social se compartía la circunstan-  
cia colectiva de precariedad económica, fe religiosa y esperanza de  
remediar todos los males de su paupérrima existencia, en el caso de  
la fuera la Audiencia de Quito, a través de la industria textil, la pro-  
48 Aurelio Espinosa Pólit: Epistolario. París, 14 de enero de 1827; Doc.343, p. 557.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
171  
Rocío Rosero Jácome  
ducción agrícola, el comercio, y la exportación de cacao que se ha-  
llaban paralizados por las guerras internas y por las guerras trans-  
continentales.  
Sobre la Constitución Boliviana hay un antecedente en la en-  
trevista de Guayaquil de julio de 1822 con San Martín consignado  
en el informe complementario de Bolívar a Santander cuando indica  
que: “San Martín no quiere ser rey pero tampoco la democracia y sí  
49  
el que venga un príncipe de Europa a reinar en el Perú Cuatro años  
después, luego de haber ganado Junín y Ayacucho y habiendo tenido  
la experiencia del contacto con diversos pueblos, Bolívar, por su  
parte señala que la Constitución muestra a más de los tres poderes  
clásicos uno más, el poder electoral, y señala:  
El Electoral ha recibido facultades que no le estaban señaladas en otros  
Gobiernos que se estiman entre los más liberales. Estas atribuciones se  
acercan en gran manera a las del sistema federal. Me ha parecido no  
sólo conveniente y útil, sino también fácil, conceder a los represen-  
tantes inmediatos del pueblo los privilegios que más pueden desear  
50  
los ciudadanos de cada departamento, provincia o cantón.  
Bolívar en su Mensaje al Congreso Boliviano señala que ha  
revisado las ideas de la Constitución de Estados Unidos, así, el  
primer ministro es sucesor del presidente, también, la Constitución  
de Haití y su evolución de imperio, monarquía y república, final-  
mente muestra un ejecutivo vitalicio que asegure estabilidad, y  
critica a quienes quieren convertirse en monarcas y señala: “Consi-  
derad, Legisladores, que estas grandes ventajas se reúnen en el  
5
1
Presidente vitalicio y Vice-Presidente hereditario.” En este punto  
chocan el militarismo y el civilismo, así como las identidades locales  
y las antiguas identidades con referencias virreinales poseedoras de  
tradiciones y valores regionales, Perú y Nueva Granada con sus  
sedes capitalinas Lima y Santa Fe, respectivamente.  
4
5
9 Bolívar a Santander, Guayaquil, 29 de julio de 1822, Cartas 4, III, p. 263.  
0 Simón Bolívar, “Discurso del Libertador al Congreso Constituyente de Bolivia” Lima, 25 de  
mayo de 1826, Pensamiento Constitucional, pp. 235-243, p. 236.  
51 Discurso de Bolívar al congreso de Bolivia Ibid., p. 239.  
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172  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
Al tratar de dilucidar la Constitución Boliviana se podría  
decir de ella que fue una revolucionaria y original interpretación ju-  
rídica ecléctica, algo como una monarquía republicana en contraste a  
la Constitución de Cúcuta que estaba vigente y fue elaborada por di-  
versos congresos y diputados de varias latitudes de América. Tam-  
bién, la Constitución de Bolivia podría interpretarse desde el espíritu  
expansionista de Bolívar como una propuesta jurídica de unificación  
territorial para todos los países del Pacífico. Jorge Villalba nomina a  
este gobierno novedoso, lo llama “monocracia”, pues, establecía un  
centralismo republicano en vez del federalismo provincial y fraccio-  
nario. “Bolívar aspiraba a la formación de un gran Estado, que se extendía  
desde Panamá y el Orinoco al Potosí, un Imperio de los Andes o Confede-  
52  
ración Andina.” Simultáneamente, para 1828, la Constitución Boli-  
viana redactada e impuesta por Simón Bolívar en 1826, también  
estaba vigente en el distrito del Sur de Colombia -actual Ecuador-,  
Perú y Bolivia. La aceptación de la dictadura de Bolívar en el Depar-  
tamento del Sur de Colombia como en el Perú y Bolivia relieva la  
importancia de un ejecutivo estable, en lugar del sistema democrá-  
tico, alterno, electivo y representativo; al parecer la posición de  
apoyo del Perú obedecía a evitar el pago de la deuda de la indepen-  
dencia peruana a su prestamista y garante, Colombia, situación esta  
y la aceptación de la Constitución Boliviana marca la ruptura entre  
Colombia, Perú y Bolivia.  
Olmedo en su estancia de Londres y Francia advierte el de-  
sequilibrio y pobreza de Europa y los impactos sociales y económicos  
de la guerra en ese continente producida por las ambiciones entre  
las facciones ideológicas conservadoras y liberales. Olmedo advierte  
el peso de la inflación y el desgaste económico de los papeles fidu-  
ciarios de América en desplome galopante.  
En el siglo XIX la propuesta constitucional bolivariana fue  
intensamente debatida por los pensadores demócratas de la época y  
generó diferentes puntos de vista, resistencias y aceptaciones y ten-  
dencias a revisar los mejores modelos de organización política para  
los países hispanoamericanos recién independizados. En el siglo XX  
52 Jorge Villalba: Correspondencia del Libertador; p.133.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
173  
Rocío Rosero Jácome  
la Constitución Boliviana fue analizada por varios pensadores, como  
53  
54  
Alberdi y Bilbao.  
Los sucesos en América: Visiones contrapuestas de la Constitución  
Boliviana  
Olmedo estaba en funciones plenipotenciarias y en viaje de retorno  
En el Perú, su ministro Pando, alabó la Constitución como la  
obra inspirada de un genio. El Perú adoptó la Constitución Boli-  
viana, también el Alto Perú, es decir, la actual Bolivia debido a la in-  
tervención de Sucre que reunió al Congreso General Constituyente  
el 6 de noviembre de 1826 y fue promulgada el 19 de noviembre del  
55  
mismo año. Sucre fue nombrado presidente vitalicio de Bolivia. En  
el Sur de Colombia, en el actual Ecuador, se recibió la Constitución  
y se aprobó con entusiasmo en Guayaquil con el apoyo del general  
Illingworth, así, en Cabildo Ampliado el 6 de Julio de 1826 se aprobó  
la Constitución Boliviana. Este mismo ejemplo fue seguido por  
Quito, Portoviejo y Cuenca. El Acta de Guayaquil decía: “Ha resuelto  
consignar, (…) el ejercicio de su soberanía, por un acto primitivo de ella  
misma, en el Padre de la Patria, en Bolívar, que es el centro de sus corazo-  
56  
nes.” El cabildo guayaquileño resolvió: “Que el Señor Libertador Pre-  
sidente de Colombia se perpetúe en el gobierno supremo, bien sea como  
57  
presidente vitalicio o como sea de su mejor agrado.”  
5
3 Juan Bautista Alberdi, “Bases y puntos de partida para la organización de la república de Ar-  
gentina”, Cultura Argentina, Buenos Aires, 1916. Según Alberdi, una verdadera democracia  
requería de una separación de poderes más clara y un mayor respeto por los derechos indi-  
viduales.  
5
4 Juan Francisco Martínez Peria, “Francisco Bilbao y la cuestión colonial”, Para una sociología  
de la emancipación mental, Ediciones Aridna, Santiago, 2020, pp.33-72 El demócrata chileno  
Francisco Bilbao, argumentó que la Constitución Boliviana era un paso importante hacia la  
libertad y la igualdad, y que el hecho de que Bolivia fuera un país nuevo y sin una larga tra-  
dición democrática hacía que la centralización fuera necesaria para mantener la unidad del  
país  
55 Constitución Política de 1826, (19 de noviembre de 1826) https://www.cervantesvirtual.com/  
obra-visor/constitucion-del-estado-del-19-de-noviembre-de-1826/html/6f240562-0c16-4f70-  
8
1af-3a115470d05c_2.html (12-12-2022)  
5
6 Jorge Villalba, Correspondencia del Libertador con el General Juan José Flores, 1825-1830, Publica-  
ciones del Archivo Flores, PUCE, Quito, 1977, pp.141-142.  
7 Ibid., p. 142.  
5
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
174  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
En Quito, el general Flores encabezaba el movimiento en  
favor de Bolívar, Flores apoyaba la dictadura de Bolívar con fecha 7  
de agosto de 1826 le contesta: “Desde luego digo a Ud., franca y amisto-  
58  
samente que no apruebo el deseo de Ud. ¡no, no!” y es que Flores, aban-  
deraba de forma abierta el gobierno monárquico de Bolívar, pero,  
Bolívar pensaba en un punto medio, no entendido por sus íntimos  
amigos, ni por los políticos, ni por sus seguidores. Villalba señala  
que: “Flores estaba desconcertado con la rara política del Libertador que  
59  
frenaba los pasos que el mismo provocaba.” Además, sus partidarios no-  
taron, a partir de 1827, en Bolívar indecisión. Sucre comento: “que  
Bolívar use la dictadura para imponer una constitución similar a la Cons-  
titución Boliviana.60  
El apoyo popular y generalizado a la Constitución posibilitaba  
a los líderes de los ejércitos libertarios legalizar su presencia, su  
poder político en el marco de una nueva estructura política inédita  
en estos territorios, estaban creando la república y en cada territorio  
de América asociando las variables sociales y regionales.  
En Colombia, Santander estaba en desacuerdo con aceptar la  
Constitución Boliviana. De allí que apoyó e influyó con misivas a  
los militares nacionalistas peruanos para insurreccionar a los bata-  
llones de la Tercera División contra Bolívar y contra la implementa-  
ción de la Constitución Boliviana en el Perú, a través de los gene-  
rales Vidaurre y Santa Cruz, quienes lograron consenso y aceptación  
de Bolívar para que se convocara una constituyente en Ocaña. Este  
marco evidenció la fractura de la unidad americana. Las posiciones  
discrepantes afloraron con las posiciones civilistas y militaristas,  
constitucionales y dictatoriales, liberales y conservadoras, republi-  
canas y federalistas. En efecto, el 26 de enero de 1827 estalló una  
revolución en Lima, en la que participaron las tropas colombianas  
allí estacionadas, derogó la Constitución boliviana que apenas regía  
en el país desde el mes de diciembre de 1826; los opositores a la  
Constitución aparecieron en Guayaquil y en Bolivia donde la  
5
8 Julio Tobar Donoso, “Las causas y antecedentes de la separación del Ecuador”, Monografías  
Histórica, Editorial Ecuatoriana, Quito, 1938, p. 26  
9 Jorge Villalba Freire, Correspondencia (…) cit. p. 142  
0 Ibid., p. 143  
5
6
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187  
175  
Rocío Rosero Jácome  
61  
autoridad de Sucre vaciló. Fracasó el proyecto de una presidencia  
6
2
vitalicia. Las élites políticas y militares aspiraban a la alternancia  
del poder en el marco de la propuesta liberal democrática decimo-  
nónica.  
El Distrito del Sur, actual Ecuador, apoyó a Bolívar y ofició a  
Bogotá por la entrega del mando supremo al Libertador para que  
restableciera la confianza, honor y virtud, de suerte que no se empañara el  
63  
brillo de la gloria y lustre de la libertad.” Así, se establecen dos bandos:  
bolivaristas y santanderistas. Bolívar acepta la dictadura y las capi-  
tales de provincia en el Distrito del Sur establecen un plebiscito mul-  
titudinario para entregar el poder supremo al Libertador. El 14 de  
marzo de 1828 Flores escribe a Bolívar: “Sea V.E. Dictador; organice la  
64  
República.” La iglesia jugó un papel importante pues administraba  
la salvación divina, a la par el honor y deshonor, el miedo y la con-  
6
5
dena. Finalmente los pueblos del Sur aceptaron inmediatamente  
este mando extranjero estaban cansados de 18 años de revolución  
por su propia guerra de independencia y a la independencia de los  
demás pueblos tanto del Norte como del Sur de Colombia.  
Las rupturas: Olmedo colombiano y Bolívar dictador  
Y volvió Olmedo, de Londres, vía París, a su Patria, por la  
ruta del Cabo de Hornos. Llegó a Valparaíso en agosto de 1828, luego  
de 5 meses de viaje, de allí a Lima. Entre tanto, Guayaquil le esperaba  
para que le represente en la Convención de Ocaña, debido a su de-  
mora la Asamblea Electoral envió al suplente Don Martín Santiago  
Ycaza. En Ocaña se instaló la Convención y las juntas para la califi-  
61 José Manuel Restrepo, Historia de la revolución de la República de Colombia en la América Meri-  
dional. T.3 pp.579-593 Besanzón, 1858,  
6
2 Lecuna, Vicente, Documentos referentes a la creación de Bolivia: mandados a publicar por el  
gobierno del general Juan Vicente Gómez, con motivo del centenario de la batalla de Aya-  
cucho. Tomo 2.: Comisión Nacional del Bicentenario del Gran Mariscal Sucre. Caracas, 1995,  
pp.365-402  
6
6
6
3 Jorge Villalba, Correspondencia, cit., p. 147.  
4 Ibidem.  
5 José Manuel Restrepo, Historia de la Revolución de la República de Colombia, 10 volúmenes, Li-  
brería Americana, (Imprenta de David) París: 1827, Volumen III. Disponible en: https://bi-  
bliotecadigital.aecid.es/bibliodig/es/consulta/registro.cmd?id=407 (12-11-2022)  
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José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
cación de diputados, en los primeros días de marzo de 1828; el día 8  
se discutió sobre la validez de la elección de Olmedo. Francisco de  
Paula Santander y Joaquín Mosquera dijeron que si el Señor Olmedo  
se había naturalizado en el Perú fue miembro del Congreso Consti-  
tuyente de aquella nación en 1823 y cuando el Libertador ejercía el  
mando supremo del Perú le nombró Ministro Plenipotenciario de  
aquella República en Londres.  
Los líderes colombianos observaron que el Señor Olmedo  
acudió a la legislatura de Colombia solicitando permiso, no fue otor-  
gado, porque esa legislatura no trató el asunto; finalmente, el propio  
Santander votó a favor de la legalidad de Olmedo como colombiano,  
dijo que: “deseaba ver en la Gran Convención un ciudadano lleno de luces,  
íntegro y decidido amigo de la libertad, como puedo asegurar que lo es la  
66  
persona de que se trata Estos sucesos ocurrieron mientras Olmedo  
iniciaba su viaje de regreso.  
La Constituyente se disolvió el 10 de junio de 1828; Quito se  
adhirió al rechazo de Ocaña a través de dos Actas: una firmada en  
Quito el 10 de julio de 1828 y otra en Guayaquil el 12 de julio del  
67  
mismo año. De esta manera el Distrito del Sur reconoció a Bolívar  
como Jefe Supremo de todos sus territorios.  
Olmedo en Lima: la guerra del Perú contra Colombia,1828-1829  
José Joaquín Olmedo permaneció en Lima por más de siete  
meses. Llegó de su misión en Londres, en septiembre de 1828 luego  
de la ruptura de Ocaña. El mundo conocido y amable de Lima había  
desaparecido, Olmedo escribió a su suegro: “Mi situación no puede ser  
68  
más molesta ni más crítica. La Mar, presidente del Perú, había lan-  
zado una proclama belicosa contra Bolívar, y amenazaba anexionar  
la antigua Audiencia de Quito. Quiso reconstruir el antiguo virrei-  
nato limeño, por el descontento total con Colombia y la postración  
66 Gaceta de Colombia, N°339, 13 de abril de 1828  
6
7 Rocío Rosero-Jácome, Olmedo (…) cit., p. 100. Cfr. Gaceta de Colombia N°368; El Colombiano  
de Guayas, 1828; y Jorge Villalba, Correspondencia del Libertador (…) cit., pp.534-535.  
8 Rocío Rosero-Jácome, Olmedo (…) cit., p. 101. Cfr Aurelio Espinosa Pólit: José Joaquín Olmedo,  
Epistolario. Lima, 17 de septiembre 1828; Doc.129, p.103.  
6
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177  
Rocío Rosero Jácome  
de Bolivia, La Mar alistó tropas para invadir Loja y fijar los límites  
en el río Juanambú. A la par, la marina peruana bloqueó el Golfo de  
Guayaquil. Olmedo, en esa circunstancia, tenía una posición suma-  
mente ambigua. Estaba en Lima para informar del resultado de su  
legación peruana en Londres, y arreglar sus cuentas en ese oficio  
pues era un funcionario peruano.  
Mas, se sintió colombiano cuando el inglés Guisé cañoneó  
impunemente la ciudad de Guayaquil por tres días dejándola arrui-  
nada. Esto, enojó definitivamente a los guayaquileños contra el Perú  
y los confirmó colombianos, incluso a quienes mantenían razonables  
69  
simpatías por Lima y por la persona e ideales de La Mar. En esta  
circunstancia Sucre llegó al Callao en abril de 1829, luego de la de-  
fensa del Distrito del Sur y triunfo de las fuerzas colombianas –la  
mayoría de los soldados eran del Distrito del Sur– en Tarqui, el 27  
de febrero de 1929. Tras la caída del presidente La Mar y su destierro,  
Colombia recuperó a Guayaquil, el 21 de Julio de 1829, previo pago  
70  
de 8.000 pesos a cambio de la entrega de 20 rehenes importantes.  
Poco después de la devolución de Guayaquil llegó Olmedo a su tie-  
rra natal. El gobierno peruano le reconoció y pagó 16.000 pesos de  
los 20.000, que Olmedo, con su firma, consiguió para su manteni-  
miento y de la legación peruana durante el tiempo de permanencia  
71  
en Londres y Paris y, se le prometió pagar lo restante con el tiempo.  
Un Estado soberano: Olmedo fundador de la república  
Olmedo fue un decidido promotor de la separación de Co-  
lombia, o de lo que quedaba de ella para establecer un Estado Inde-  
pendiente. Olmedo considerando la marcha del Congreso en Bogotá  
y la renuncia de Bolívar escribió a Flores: “No hay más remedio que la  
7
2
amputación.” En Bogotá se percibía la separación del Sur. En otra  
6
9 “El Colombiano de Guayas”; 1828. –Julio Estrada Ycaza: El Puerto de Guayaquil; T.II, C.XIX.  
Jorge Villalba: Correspondencia del Libertador. 1 de diciembre de 1828; p.440. “Dicen que Gua-  
yaquil es ya otro pueblo y que ansía por vengarse.”  
7
7
7
0 Lecuna Vicente: Simón Bolívar: Obras Completas. Samborondón, 21 de junio de 1829; T.IV, p.416.  
1 Rocío Rosero-Jácome, Olmedo (…) cit. pp. 102-104  
2 Olmedo de Juan José Flores: Guayaquil, 21 de abril de 1830; (Inédita). PUCE, -Archivo Juan  
José Flores-.  
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José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
carta a Flores dijo: “Estoy persuadido de que, suceda lo que sucediere, diga  
lo que dijere el Gran Mariscal, legisle lo que legislare el Congreso, esto no  
tiene remedio; y que la guerra apresurará la disolución general. (…) Obra  
7
3
será de usted.” El general Juan José Flores era Intendente del Sur  
donde las fuerzas vivas con decisión firmaron las actas de adhesión:  
Quito, Guayaquil y Cuenca estableciendo el nuevo Estado. El Acta  
final se firma en Quito luego de una Asamblea General en los salones  
de la Universidad Central del Ecuador, Los representantes fueron  
1
20 hombres antiguos patriotas, entre ellos Olmedo quienes acorda-  
74  
ron lo siguiente: 1) mantenerse unidos todos los pueblos compren-  
didos en el Distrito del Sur y los demás que quieran incorporarse...2)  
Queda encargado del mando supremo civil y militar el Señor Gene-  
ral Juan José Flores…, 3) Que 15 días después de recibidas las actas  
de los pueblos que deben formar con Quito un solo Estado, convo-  
cará a la constituyente. 4) Ecuador reconocerá siempre los eminentes  
servicios de S.E. el Libertador. Esto tuvo lugar el13 de mayo de  
1
830.7  
5
El General Flores fue reconocido como Jefe Supremo, el 14  
de Junio de 1830. Olmedo, paso a paso, buscó establecer una repú-  
blica independiente, separada de las potencias vecinas: Perú y Co-  
lombia por ello convenció y asesoró a Flores hacia la consolidación  
de un Estado soberano; le dijo: “Usted no es de Usted; Usted es ya del  
Sur7  
6
Recordemos: Olmedo estructuró el Reglamento provisorio o  
Constitución de la República de Guayaquil antes de la batalla de Pi-  
chincha o independencia de España en 1822, por ello, el encuentro  
de los libertadores en Guayaquil y las tendencias federalistas y re-  
publicanas, con eso buscó la autonomía de la región Guayaquil, en  
7
7
7
3 Olmedo de Juan José Flores: Guayaquil, 28 de abril de 1830; (Inédita). PUCE, -Archivo Juan  
José Flores-.  
4 Jorge Salvador Lara “La República del Ecuador y el Gral. Juan José Flores” en: Correspondencia  
del Libertador con General J.J. Flores, 1830-1845; p. 23.  
5 Jacinto Jijón y Caamaño: Solemne Pronunciamiento de Quito y Demás Pueblos del Sur de  
Colombia, por el cual se Constituye el ECUADOR en Estado Soberano. Libre e Indepen-  
diente. Año de 1830; Doc. VII y VIII. Universidad Central Quito, 1922.  
6 Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 14 de junio de 1830; (Inédita), PUCE, Archivo Juan  
José Flores.  
7
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179  
Rocío Rosero Jácome  
1
820, territorio que comprendía las actuales provincias de: Manabí,  
El Oro, Los Ríos y Guayas. Ahora, en 1830, Olmedo trabaja por la  
autonomía de todo el Departamento del Sur -es decir, del territorio  
de toda la antigua Audiencia de Quito- e informa a Flores que cada  
departamento -los departamentos fueron Quito, Guayaquil y  
Cuenca- eligió siete diputados para redactar la Primera Constitución  
de la República. Olmedo tenía concepción federalista de la estructura  
estatal, y comunicó al jefe de Estado la situación de Guayaquil: “Se  
han hecho las elecciones tranquila y pacíficamente: Cordero, Marcos, Roca  
7
7
y yo. Veremos que resulta de todo esto.” Estos tres personajes repre-  
sentaron a la costa y zona más rica económicamente.  
El Congreso Constituyente de Riobamba, 1830  
El 14 de agosto de 1830 se instaló el primer Congreso Cons-  
tituyente de la República con 16 de los 21 diputados. Sesionaron en  
el convento dominicano. Prestaron juramento de unidad. En su alo-  
cución, Flores recomendó al Congreso:  
1
.- La organización de la hacienda pública: aumentar recaudaciones y  
amortizar la deuda interna.  
2
3
.- Mantener el ejército en un pie respetable, igual que la marina.  
.- Que se conserve con honor la memoria de los libertadores: Bolívar  
y Sucre.  
4
.-Terminó diciendo: “dadnos un gobierno querido de los pueblos y  
78  
una constitución liberal.  
Los asambleístas fueron: juristas, terratenientes, clérigos, co-  
merciantes, militares. Todos ellos se tenían por protectores de las cla-  
ses populares. Fue electo presidente de la Asamblea el Dr. José  
Fernández Salvador; por Vicepresidente al Dr. Nicolás de Arteta,  
7
9
Deán de la catedral de Quito. El diputado Olmedo propuso y se  
7
7
7 Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 16 de julio de 1830; (Inédita), PUCE. Archivo Juan  
José Flores  
8 Jacinto Jijón Caamaño: Solemne Pronunciamiento de la Capital 1830; Doc. X. Para mejor inter-  
pretación de este interesante capitulo es recomendable revisar la revista “Cultura”; Vol. III,  
Nº6, p.37 s.s. y Francisco Ignacio Salazar: Actas del Congreso Constituyente del Ecuador 1830.  
9 Francisco Ignacio Salazar: Actas de Sesiones del Congreso de 1830. Quito, 1893  
7
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José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
aceptó que continuaran provisionalmente las autoridades del Estado  
hasta la aprobación de la Carta. Por lo tanto, el Jefe del Estado prestó  
juramento de ejercer el mando provisorio hasta la elección del pre-  
80  
sidente. La comisión para redactar la Constitución se conformó con  
los Señores: José Fernández Salvador, José Joaquín de Olmedo, Ge-  
neral Manuel Matheu, los Señores: Vicente Ramón Roca, Miguel Ig-  
81  
nacio Valdivieso. Esta Constitución se redactó de forma cautelosa  
para evitar una provocación por la desmembración del Distrito del  
Sur. Olmedo comentó a Flores: “A nosotros nos conviene mantenernos  
82  
pasivos relativamente a los movimientos del resto de la República”. Por  
lo tanto, se empieza por hablar del Ecuador en Colombia, esta expre-  
sión fue una forma sutil de manifestar autonomía, sin embargo, se  
aspiraba a la federación con los otros dos Estados colombianos, lo  
83  
cual se hizo por expresa petición de Olmedo. La Constitución contó  
con 75 artículos incluidos dos transitorios. Se estructura en títulos,  
84  
secciones y artículos. A continuación, se elige como los más repre-  
sentativos los siguientes artículos:  
8
8
8
0 Ibidem.  
1 Ibidem.  
2 Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 14 de noviembre de 1830; (Inédita), PUCE, -Archivo  
Juan José Flores-, El correo de Riobamba a Quito, llevó varias cartas suyas, muchos de los  
cuales se extraviaron perdiendo así, irremediablemente, interesantes pormenores de este  
“Siempre he escrito a usted cartapacios enormes, y siento- su perdida- porque en todas mis  
cartas he procurado dar a usted una prolija relación de nuestra marcha y de los casos raros  
que han ocurrido en ella.” Olmedo de Juan José Flores: Riobamba, 10, septiembre de 1830;  
(
Inédita), PUCE, -Archivo Juan José Flores-. Quito.  
8
3 Op., cit. ídem.  
8
4 La Constitución se compone de los siguientes organizadores: Título I Del Estado del Ecuador,  
Sección I De las relaciones del Estado del Ecuador (artículos 1-5). Sección II Del territorio  
del Estado del Ecuador de su gobierno y religión. (artículos 6-8). Sección III De los ecuato-  
rianos, de sus deberes y derechos políticos. (artículos 9-13). Título II De las elecciones, Sec-  
ción I, De las Asambleas Parroquiales. (artículos 14-17). Sección II De las Asambleas  
electorales. (artículos 18-20) Título III El poder legislativo, Sección I Del congreso, (artículos  
2
1-26). Sección II De la formación de las leyes (artículos 27-31). Título IV, Sección I, Del  
poder ejecutivo, del jefe del Estado (artículos 32-37). Sección II Del Ministerio de Estado (ar-  
tículos 38-41), Sección III Del Consejo de Estado (artículos 42-44) Título V El poder judicial,  
Sección I De las Cortes de Justicia (artículos 45-48) Sección II Disposiciones generales en el  
orden superior (artículos 49-50). Título VI De la fuerza armada (artículos 51-52) Título VII  
De la administración interior (artículos 53-56). Título VIII De los derechos civiles y garantías  
(artículos 57-68) Título IX De la observancia y reforma de la constitución (artículos 69-73)  
Artículos transitorios (74-75)  
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Rocío Rosero Jácome  
Art.1. Los departamentos del Azuay, Guayas y Quito quedarán reunidos entre  
si formando un solo cuerpo independiente con el nombre de Estado del Ecua-  
dor.  
Art.2. El Estado del Ecuador se une y confedera con demás Estados de Co-  
lombia para formar una sola Nación con el nombre de República de Colombia.  
Art. 6. El territorio del Estado comprende los tres departamentos del Ecuador  
en los límites del antiguo Reino de Quito.  
Art.7. El gobierno del Estado del Ecuador es popular, representativo, alterna-  
tivo y responsable.  
Art. 8. La religión católica, apostólica y romana es la religión del Estado.  
Art.9. Son ecuatorianos: a) Por nacimiento, b) Los naturales de los otros Es-  
tados de Colombia avecindados en el Ecuador, c) Los militares que estaba en  
servicio del Ecuador al tempo de declararse en Estado independiente.  
Art.12. Para ser ciudadano se requiere: a) ser casado o mayor de 22 años, b)  
tener propiedad raíz, valor libre de 300 pesos, o ejercer aluna profesión, o in-  
dustria útil sin sujeción a otro como sirviente doméstico o jornalero. c) saber  
leer y escribir.  
Se establecen tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial,  
en cada caso requisitos, atribuciones y tiempo de duración. Se legisla  
sobre las fuerzas armadas y los derechos civiles. Olmedo comenta a  
Flores que en el futuro con otras legislaturas se formarán códigos a  
partir de la Constitución, además que: “Las principales libertades polí-  
85  
ticas están extensamente garantizadas en esta Carta”. El 10 de septiem-  
bre estaba terminada la tercera discusión, el mismo Olmedo redactó  
el texto constitucional, escribió a Flores así: “Hoy debo presentar la  
constitución entera, correcta y reformada según las variaciones que ha su-  
frido el proyecto en la discusión. Ya van tres veces que la he escrito de cabo  
a rabo de mi puño. Todo se dará por bien empleado si este trabajo es fruc-  
86  
tuoso.” Al día siguiente, el 11 de septiembre, Olmedo tuvo la cons-  
titución transcrita: se leyó, se aprobó y se firmó por todos los  
diputados.  
8
5 Julio Tobar Donoso: Desarrollo Constitucional de la República del Ecuador; 2da. Edición, Quito,  
936.  
1
86 Olmedo a Flores: Riobamba, 10 de septiembre de 1830;(Inédita), PUCE, - Archivo Juan José  
Flores- Quito.  
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182  
José Joaquín Olmedo su participación  
en los congresos constituyentes: 1822-1830  
Conclusión  
En Olmedo el concepto libertad-independencia marca sus  
acciones hacia la autonomía, primero de Guayaquil respecto de la  
Audiencia y luego del Distrito del Sur, separado de Colombia con-  
vertido en el actual Estado república del Ecuador. José Joaquín Ol-  
medo es uno de los muchos hombres jurídicamente más preparados  
de su tiempo, alimentado por ideales patrióticos, democráticos y li-  
berales.  
Olmedo, en esa época fue un experimentado abogado de las  
audiencias americanas y de las Cortes de Cádiz, se apoyó siempre  
en el poder de la negociación y en el consenso, de allí que lo perti-  
nente y prioritario para los pueblos de América y el Ecuador fue ela-  
borar el marco de referencia u hoja de ruta que los guíe con una  
norma madre o Constitución que rija el deber ser y la estructura de  
cada Estado. Para el caso de Ecuador, Olmedo fue el ideólogo y fun-  
dador civil de la República, el guía acertado de Flores para la exis-  
tencia del país como Estado separado de Colombia y Perú.  
Olmedo acuerda y negocia con personajes de muy distintas  
geografías del dilatado territorio Sur-americano que confluyeron en  
la utopía de la libertad por medio de las armas y en el proceso jurí-  
dico de la creación de Estados-Nación para Colombia, Ecuador, Perú  
y Bolivia, enlazados y luego en pugna por el civilismo y el milita-  
rismo, en constantes desacuerdos por las ideas federales y las ideas  
republicanas, por las tendencias conservadoras y las liberales. Ideas  
y tendencias se muestran reflejadas en los instrumentos constitucio-  
nales, donde el Estado surge del contrato social que produce seguri-  
dad, protege a la colectividad y al individuo y se encarna en la forma  
de gobierno de cada Estado soberano.  
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Rocío Rosero Jácome  
Documentos: Archivo Juan José Flores – PUCE-, Quito  
Olmedo de Juan José Flores: Guayaquil, 21 de abril de 1830;  
Olmedo de Juan José Flores: Guayaquil, 28 de abril de 1830;  
Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 14 de junio de 1830;  
Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 16 de julio de 1830;  
Olmedo a Flores: Riobamba, 10 de septiembre de 1830;  
Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 14 de junio de 1830;  
Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 16 de julio de 1830;  
Olmedo a Juan José Flores: Guayaquil, 14 de noviembre de 1830;  
Olmedo de Juan José Flores: Riobamba, 10, septiembre de 1830;  
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187  
La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
quienes  
entendiéndose por tales  
a
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Rosero Jácome, Rocío,  
“José Joaquín Olmedo. Su participación en los congresos  
constituyentes: 1822-1830", Boletín de la Academia Nacional de  
Historia, vol. CI, Nº.209, enero – junio 2023, Academia Nacional  
de Historia, Quito, 2023, pp.153-187