Rocío Rosero Jácome
lombia ya liberada y Perú aun monárquico. Bolívar desde Quito es-
cribe a Santander el 21 de junio de 1822 sobre el destino de Guaya-
quil: “(…) Me propongo a la cabeza del ejército aliado, entrar en Guayaquil
(…) su territorio está enclavado en nuestra frontera Sur, está protegido por
el Perú que tiene a sus órdenes todos los militares de Sur América, y que es
3
rico, y, por consiguiente, capaz de mantener muchas tropas.” Bolívar evitó
la separación autonómica de Guayaquil expresada en 1820, antes de
la victoria de Pichincha y se opuso al desmembramiento de este te-
rritorio que fuera de la Audiencia de Santa Fe.
Bolívar con 3.000 soldados se presentó en Guayaquil el 16 de
4
julio de 1822. En ese marco, se realizó la entrevista con San Martín.
Los generales americanos celebraron tres reuniones entre los
5
días 26 y 27 de julio de 1822. José Joaquín Olmedo no participó en
el encuentro, empero, en su calidad de presidente de la Junta Guber-
nativa convocó al Colegio Electoral para elegir representantes puesto
que, frente a los hechos -presencia armada de Bolívar en Guayaquil-
cesaba en sus funciones de presidente de Guayaquil. Además, la paz
y la seguridad de los pueblos demandaban la aceptación del ingreso
del ejército de Bolívar y su mando en el gobierno de Guayaquil. Esta
reunión -para elegir representantes- se celebró el 28 de julio de 1822;
6
al día siguiente Olmedo salió de Guayaquil rumbo a Lima y se au-
toexilió al Perú.7
3
4
Rocío Rosero-Jácome, Olmedo político, patriota o desertor…? Eskeletra, Quito, 1994, p. 75 Cfr.Vi-
cente Lecuna, Simón Bolívar. Obras Completas, T. II, Doc. 576, p. 52.
Olmedo el 2 abril de 1822 se dirigió a San Martín en estos términos: “Desde el momento en que
libre y espontánea voluntad de la provincia fio a nuestras manos el depósito sagrado de sus derechos
(…) el Gobierno reclama solemnemente la protección que el Perú nos ha ofrecido, tiempo hace reclama
la alta mediación de V.E. (…) de este país tan digno de ser libre”, Rocío Rosero Jácome, cit.., p. 74.
San Martín señala, años después, hacia 1827, en correspondencia a William Miller, general in-
glés, y a Ramón Castilla –que fuera presidente de Perú en 1846– que, en la reunión con Bolívar,
pidió auxilios para terminar la guerra con el Perú puesto que con el triunfo de Pichincha el
ejército de Colombia se había incrementado con prisioneros y contaba con 9.600 bayonetas,
Bolívar le ofreció solo 1.070 plazas. Percibió que debía retirarse y dejar que Bolívar se hiciera
cargo de la independencia. Revisar en: Samuel Medrano, José de San Martín. El Libertador, Ins-
tituto Sanmartiniano, Buenos Aires, 1967. Cfr. Guillermo Arosemena Arosemena, José Joaquín
de Olmedo, Grandes biografías del Bicentenario, Paradiso Editores, Quito, 20202, pp. 144-145.
Ibid., p. 149 y subsiguientes.
5
6
7
Olmedo, en Lima, tenía amistades por sus estudios en el convictorio de San Carlos la Univer-
sidad de San Marcos, donde también fue docente. En: Rocío Rosero Jácome, op., cit., pp. 14-18.
BOLETÍN ANH Nº 209 • 153–187
158