ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Director  
Dr. Cesar Alarcón Costta  
Subdirector  
Ac. Diego Moscoso Peñaherrera  
Dr. Eduardo Muñoz Borrero, H.C.  
Dr. Claudio Creamer Guillén  
Lcdo. Carlos Miranda Torres  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
Dra. América Ibarra Parra  
Secretario  
Tesorero  
Bibliotecario archivero  
Jefa de Publicaciones  
Relacionador Institucional  
COMITÉ EDITORIAL  
Dr. Manuel Espinosa Apolo  
Dr. Klever Bravo  
Universidad Central del Ecuador  
Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE  
Universidad Laica Eloy Alfaro-Manabí  
Dra. Libertad Regalado Espinoza  
Dr. Rogelio de la Mora Valencia  
Dra. Maria Luisa Laviana Cuetos  
Dr. Jorge Ortiz Sotelo  
Universidad Veracruzana-México  
Consejo Superior Investigaciones Científicas-España  
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima-Perú  
Dr. Blas Garzón  
Universidad Politécnica Salesiana  
EDITORA  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
Universidad Internacional del Ecuador  
COMITÉ CIENTÍFICO  
Dra. Katarzyna Dembicz  
Dr. Silvano Benito Moya  
Dra. Elissa Rashkin  
Universidad de Varsovia-Polonia  
Universidad Nacional de Córdoba/CONICET- Argentina  
Universidad Veracruzana-México  
Dr. Stefan Rinke  
Instituto de estudios latinoamericanos/ Freie Universität Berlin-Alemania  
Universidad de Guadalajara-México  
Dr. Carlos Riojas  
Dra. Cristina Retta Sivolella  
Dr. Claudio Tapia Figueroa  
Dra. Emmanuelle Sinardet  
Dr. Roberto Pineda Camacho  
Dra. Maria Letícia Corrêa  
Dr. Roger Pita Pico  
Instituto Cervantes, Berlín- Alemania  
Universidad Técnica Federico Santa María – Chile  
Université Paris Ouest - Francia  
Universidad de los Andes-Colombia  
Universidade do Estado do Rio de Janeiro-Brasil  
Investigador Academia Colombiana de Historia-Colombia  
Universidad Pablo de Olavide-España  
Dr. Justo Cuño Bonito  
Dr. Héctor Grenni Montiel  
Universidad Don Bosco- San Salvador  
BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol CI  
Nº 209  
Enero–junio 2023  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN Nº 2773-7381  
Portada  
José Joaquín de Olmedo (Fotografía iluminada)  
Diseño e impresión  
PPL Impresores 2529762  
Quito  
landazurifredi@gmail.com  
julio 2023  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DELꢀECUADOR  
SEDE QUITO  
Av. 6 de Diciembre 21-218 y Roca  
2
2556022/ 2 907433 / 2 558277  
ahistoriaecuador@hotmail.com  
publicacionesanh@hotmail.com  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. CI – Nº. 209  
enero–Junio 2023  
EL TEÓLOGO Y MÍSTICO JUAN MONTALVO  
Y LA PERSECUSIÓN DE LA IGLESIA EN EL SIGLO XIX1  
Xavier Chiriboga Maya2  
Resumen  
Juan Montalvo es el mejor escritor y pensador ecuatoriano,  
en su natalicio se conmemora el Día Del Maestro, el 13 de abril. Es  
uno de los mejores ensayistas latinoamericanos, admirado por  
Rubén Dario, Unamuno, Rodó o Borges; pero en Ecuador, su pensa-  
miento es casi desconocido. Pocos reconocen al gran filósofo moral;  
pero al teólogo no se lo ha estudiado. Leyendo sus textos muestran  
que fue profundamente creyente; sin embargo, sufrió una brutal per-  
secución por parte de la Iglesia católica que sembró en el incons-  
ciente colectivo ecuatoriano los arquetipos de Montalvo como ateo  
y anticlerical. El propósito general de este ensayo es demostrar que  
Juan Montalvo era un teólogo erudito y un místico profundo, para  
ello se revisará La Mercurial Eclesiástica o Los Siete Tratados. Este  
ensayo es importante para distintas ciencias como la historia, la lite-  
ratura y la teología.  
Palabras Clave: Juan Montalvo: Pensamiento Teológico, Juan Mon-  
talvo: pensamiento filosófico, La Iglesia y Juan Montalvo.  
Abstract  
Juan Montalvo is the best Ecuadorian writer and thinker, on  
his birth the Day of the Teacher is commemorated, on April 13. He  
1
2
Recibido: 13-04-2023 // Aceptado: 21-07-2023.  
Doctorado en psicología clínica. Universidad Central del Ecuador 1999. Maestría en políticas  
públicas en favor de la niñez y adolescencia. Universidad Politécnica Salesiana. 2011. Miembro  
Correspondiente Academia Nacional de Historia.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
217  
Xavier Chiriboga Maya  
is one of the best Latin American essayists, admired by Rubén Dario,  
Unamuno, Rodó or Borges; but in Ecuador, his thought is almost  
unknown. Few recognize the great moral philosopher; but the  
theologian has not been studied. Reading his texts show that he was  
deeply a believer; however, he suffered a brutal persecution by the  
Catholic Church that planted in the Ecuadorian collective uncons-  
cious the archetypes of Montalvo as an atheist and anti-clerical. The  
general purpose of this essay is to demonstrate that Juan Montalvo  
was an erudite theologian and a profound mystic, for which purpose  
La Mercurial Ecclesiastica or Los Siete Tratados will be reviewed.  
This essay is important for different sciences such as history,  
literature and theology.  
Key Words: Juan Montalvo: Theological Thought. Juan Montalvo:  
Philosophical thought. The Church and Juan Montalvo  
Introducción  
Este ensayo busca contradecir los arquetipos sobre don Juan  
Montalvo como ateo y anticlerical e implantar los contrarios: de un  
sabio teólogo y un profundo místico. Además, al leer a Montalvo es  
obvio que es un escritor creyente, sin embargo, sufrió una tenaz per-  
secución por parte de la iglesia católica del siglo XIX, lo que llama  
poderosamente la atención, y da dramatismo poético al personaje y  
a la obra del genio. Trataremos de averiguar las razones para esta  
persecución.  
Juan Montalvo es el maestro por excelencia, un verdadero en-  
ciclopedista. Por ello, se nombró en 1920 como día del maestro ecuato-  
riano a su natalicio, el 13 de abril (1832). Fue admirado por personajes  
como Unamuno, Borges, Rodó o Vargas Vila, entre tantos otros des-  
tacados literatos. El celebrado poeta Rubén Darío habría escrito de  
Montalvo ¿cómo no has de acercarte hasta la cumbre, si Cervantes te lleva  
de la mano?3  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
218  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
Paradójicamente, el pensamiento de Juan Montalvo para  
Ecuador es prácticamente desconocido porque durante el siglo XIX  
y XX se prohibió su lectura y en la actualidad se desconoce este autor  
porque, en general, no se lee. Popularmente se piensa que es uno  
más de nuestros grandes narradores, sin más. Mientras que Mon-  
talvo es, realmente, uno de los iniciadores del ensayo latinoameri-  
cano y también un clásico del mismo así lo sostiene Claudio Maíz,  
benemérito doctor en letras y profesor de literatura hispanoameri-  
4
cana en la Universidad Nacional de Cuyo.  
Sobre el rol de la iglesia católica del siglo XIX dice Enrique  
Ayala Mora, que la iglesia era conservadora recalcitrante y que ve-  
laba por los intereses de la oligarquía:  
La cuestión de la Iglesia ecuatoriana en el siglo XIX tiene varias face-  
tas. En primer lugar, la Iglesia legitima el control del poder que tiene  
la clase terrateniente, que lo ejerce por ‘derecho divino’ como base de  
su proyecto político.  
(
...) La Iglesia, como institución, se especializó en el manejo del espacio  
de la ideología dominante, y lo conservó hasta bien avanzada la época  
republicana. Y en el Ecuador esta realidad fue todavía más persistente  
que en otros lugares de América.5  
Montalvo en contraste, fue el ideólogo principal del partido  
liberal que condujo al triunfo de la revolución Liberal Alfarista en  
1895, esta revolución fue anticlerical. Este es otro gran motivo para  
el odio clerical: “La Revolución Liberal conocida también como guerra  
civil ecuatoriana, fue un movimiento revolucionario en contra de los go-  
biernos de carácter conservador, e impulsado por varias facciones insurgen-  
tes lideradas por el general Eloy Alfaro.6  
3
Susana Cordero, “Juan Montalvo, En La Mirada de Rubén Darío”, Academia Ecuatoriana de  
la Lengua. Correspondiente de la Real Española, 28-01-2016. Ver en: http://www.academiae-  
cuatorianadelalengua.org/juan-montalvo-en-la-mirada-de-ruben-dario/ (03-03-2023).  
Orlando Aliaga, “Reseña de “El ensayo: entre género y discurso. Debate sobre el origen y fun-  
ciones en Hispanoamérica” de Claudio Maíz”, Literatura y Lingüística, núm.17, Universidad  
Católica Silva Henríquez Santiago, Chile, 2006, p. 361. Ver en: https://www.redalyc.org/ar-  
ticulo.oa?id=35201722 (10-05-2023).  
4
5
6
Enrique Ayala Mora, “La relación Iglesia-Estado en el Ecuador del siglo XIX”, Tomado de:  
Procesos Revista Ecuatoriana de Historia, Nº 6, pp. 91-115. Ver en: http://hdl.handle.net/  
10644/1187 (21-07-2023).  
Ministerio Educación de Ecuador, La Revolución Liberal de Ecuador en Resumen - 5 de junio  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
219  
Xavier Chiriboga Maya  
Montalvo fue amigo y mentor de Alfaro; señala el general  
Fernando Dombroski, citando a Juan de Dios Uribe señala que:  
Juan Montalvo fue con la pluma lo que Alfaro con la espada, en la aper-  
tura de caminos de Libertad. Hizo de sus libros verdaderas armas para  
combatir las tiranías. Con su luminoso pensamiento consolidó el pro-  
ceso histórico que condujo al triunfo de la Revolución Liberal “Parece  
que con la pluma de Montalvo se hiciera Jaramijó; y con la espada de  
Alfaro, se escribieran Las Catilinarias. Tan unidos estuvieron esa inten-  
ción y ese brazo.7  
En cuanto a sus estudios sabemos que:  
Entre 1846 y 1848 empezó a estudiar gramática latina en el colegio San  
Fernando. Posteriormente estudió filosofía en el seminario San Luis,  
donde recibió el grado de maestro, y después ingresó a la Universidad  
de Quito para estudiar Derecho pero sólo concluyo dos años de ella  
por fuerza mayor.8  
Rodolfo Pérez Pimentel añade que:  
(...) se dedicó en su quinta de Ficoa a su formación de autodidacta, to-  
mando notas de sus lecturas en cuadernos que se conservan y a apren-  
der la Gramática Española y tratados de carácter idiomático pues  
pensaba que era necesario fundar las originalidades estilísticas en la  
forma correcta, autorizada por los clásicos y los estudiosos más nota-  
bles de la lengua. También se sometió a la disciplina del aprendizaje  
de varios idiomas: latín, griego, inglés, francés e italiano para apreciar  
a los clásicos en sus propias lenguas.9  
de 1895. Ecuador, 2023. Ver en: educacionecuadorministerio.blogspot.com/2020/06/revolu-  
cion-liberal-de-ecuador-resumen.html (21-07-2023).  
Fernando Dombroski, “Bolívar, Alfaro, Montalvo”, Boletín Academia Nacional de Historia Militar,  
N. 13, Quito, 2021. Ver en: http://biblioteca.armada.mil.ec/omeka/files/original/a85fae22  
df3150167938782a414b0272.pdf (21-07-2023).  
V. Moreno, M. E. Ramírez, C. de la Oliva, Moreno y otros, E. Juan Montalvo. Buscabiogra  
fias.com, s/f .Ver en: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/2508/Juan%  
7
8
9
20Montalvo (08-07-2023).  
Rodolfo Pérez. P. Diccionario Biográfico Ecuatoriano, 2021. Ver en: https://rodolfoperezpi-  
mentel.com/diccionario-biografico (21-07-2023)  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
220  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
En febrero de 1857 su hermano el Dr. Francisco Xavier Montalvo le ob-  
tuvo del Presidente Francisco Robles el nombramiento de Adjunto  
Civil de la Legación ecuatoriana en Roma y viajó a Europa con el se-  
cretario Francisco Xavier Salazar. Ahí conoció a don Pedro Moncayo  
quien le presentó a varios intelectuales como los poetas Prudhomme y  
Lamartine.10  
En 1860, tenía 28 años, renuncia a la secretaria de la embajada  
y vuelve a la patria; cuando gobernaba el temible tirano ilustrado,  
Gabriel García Moreno, icono del conservadorismo hasta el presente.  
El 3 de enero de 1866, publicó El Cosmopolita, en el primer número  
11  
reclama por el despotismo de García Moreno. El Cosmopolita era  
una revista de carácter ensayístico-político-literario cuya última edi-  
ción apareció el 15 de enero de 1869.  
En 1869 Montalvo parte autoexiliado a Colombia, a la ciudad  
de Ipiales. Reside ahí varios años entre 1870 y 1875 ahí escribió sus  
mejores obras entre ellas Los Siete Tratados publicada después en  
Francia. Esta es su obra más importante; este libro fue inmediata-  
mente incluido en “El Índex de los Libros Prohibidos del Vaticano” y pro-  
hibido totalmente en el Ecuador por la iglesia; pero consagrado en  
el resto del mundo y más en la Europa civilizada del siglo XIX como  
12  
obra una genial y benefactora del género humano. El libro fue con-  
denado por Mons. Ignacio Ordoñez, Arzobispo de Quito y a él le de-  
dico como revancha La Mercurial Eclesiástica. Publicada en 1884.  
1
3
Posteriormente, Montalvo escribió La Dictadura Perpetua  
contra el periódico Star and Herald que defendía al presidente García  
Moreno y apoyaban desde Panamá su tercera reelección. El libro ins-  
piró a un grupo de jóvenes liberales a ejecutar a Gabriel García Mo-  
reno, entonces presidente del Ecuador el 6 de agosto de 1875. Otro  
de los grandes motivos para el odio del clero contra Montalvo pues  
10 Ibid.  
1
1 Juan Montalvo, El cosmopolita, Editorial El Siglo, Quito, 1894, 657. Ver en: http://  
repositorio.casadelacultura.gob.ec/handle/34000/1401 (21-07-2023).  
2 Juan Montalvo, Juicio sobre los Siete Tratados, Imprenta Manuel Velasco Polanco, Quito, 1884.  
Ver en: https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/xmlui/handle/10469/8415 (31-03-2023).  
3 Juan Montalvo, La Dictadura Perpetua, Biblioteca Virtual Universal, Argentina, 2003. En:  
https://biblioteca.org.ar/libros/656448.pdf (21-07-2023).  
1
1
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
221  
Xavier Chiriboga Maya  
amaban a García Moreno con pasión. Muerto el tirano, en agosto  
de 1875 Montalvo regresó al Ecuador. Hizo política activa, atacó a  
Manuel Gómez de la Torre, miembro del gabinete del nuevo Presi-  
dente Borrero con el folleto “Del Ministro de Estado” escrito que oca-  
sionó su renuncia, también editó desde el 22 de junio el primer  
número de la revista El Regenerador que duró hasta el 26 de agosto  
14  
del 1878; revista del mismo tipo que El Cosmopolita.  
En 1876 también llega al poder el general Ignacio de Veinte-  
nilla con quien tuvo duros encuentros y a quien dedicó Las Catilina-  
15  
rias, otro de sus grandes libros polémicos. En 1877, por el peligro  
que corría su vida debido a que Veintemilla se había declarado dic-  
tador partió autoexiliado a Ipiales y luego a Europa, por tercera y úl-  
tima vez, en octubre de 1881. En 1883 publica Los Siete Tratados que  
es un éxito, Montalvo llega a la gloria; es reconocido y apreciado por  
muchos sabios y muchos rotativos hicieron varias reseñas sobre el  
autor y sus obras.16  
En 1888 mientras revisaba el último ejemplar de El Especta-  
17  
dor sufre un quebranto en su salud. El 16 de enero comenzó a ago-  
nizar. Finalmente, el 17 de enero de 1889 muere Juan Montalvo el  
mejor escritor ecuatoriano, uno de los mayores cerebros americanos.  
Este ensayo tiene un valor cultural actual. Montalvo todavía  
es considerado ateo y anticlerical; además, fue un formador político  
antes que filosófico y menos aún teológico. Montalvo escribió sobre  
sí mismo, dijo: “(...) Lo que sí me propusiera con ardor sería establecer el  
cristianismo puro y limpio sobre las ruinas de la iniquidad, la hipocresía y  
el fanatismo, y ojalá Dios me diera licencia para este santo apostolado, aun  
cuando el martirio fuera mi única esperanza”. 18  
Nosotros pensamos en el siglo XXI, en el año 2023 que los  
tiempos de guerra civil han terminado, vivimos otros tiempos con  
14 Rodolfo Pérez. Pimentel, op. cit.  
1
5 Juan Montalvo, Catilinarias: primera, Imprenta del El Tiempo, Quito, 1906. Ver en: http://re-  
positorio.casadelacultura.gob.ec/handle/34000/1399 (21-07-2023).  
6 Juan Montalvo, Juicio sobre los Siete Tratados…op. cit.  
1
1
7 Juan Montalvo, El Espectador, Imprenta de la Juventud, Quito, 1900. Ver en: http://reposito  
rio.casadelacultura.gob.ec/handle/34000/18048 (21-07-2023).  
1
8 Juan Montalvo, El Cosmopolita, Editorial El Siglo, Quito, 1894, p. 160. Ver en: file:///C:/  
Users/ANH/Downloads/FR1-L-000466-Montalvo-Cosmopolita-1894.pdf (22-05-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
222  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
otras penurias y es ahora que necesitamos al Montalvo filósofo para  
que nos ilustre y al Montalvo teólogo para que nos asombre y con-  
suele; lo necesitamos más que al Montalvo político que ya sirvió en  
el siglo XIX. Asimismo, el análisis de esta perspectiva espiritual, tiene  
un importante valor histórico per se, para la cultura ecuatoriana y  
americana por tratarse de un personaje polémico tan importante.  
También se ha buscado hacer justicia al maestro, pues se rescata la  
imagen que él tenía de sí mismo: la de un maestro espiritual, Así lo  
demuestran estas palabras: “(..) un alto sacerdote: sacerdote, sí; sacerdote  
de la desgracia; he recibido las órdenes, y ejerzo mi ministerio de compade-  
cer, y aliviar si puedo; de bendecir las virtudes y anatematizar el crimen y  
los vicios”. 1  
9
Este ensayo consta de cuatro temas: El primero: es esta  
misma introducción dónde ubicamos históricamente a Montalvo y se  
presenta el diseño general del ensayo. El Segundo: Juan Montalvo Teó-  
logo y Místico, un breve análisis del pensamiento teológico de Juan  
Montalvo; y, sobre todo, se lo visibiliza a través de citas escogidas  
para que el lector acuda a la fuente con los enlaces bibliográficos. El  
tercero: La persecución de la iglesia, un estudio cronológico del acoso  
de altos clérigos en su contra. El cuarto: Las Conclusiones del ensayo  
y los resultados de la hipótesis y de los objetivos.  
Se ha planteado como hipótesis que: Juan Montalvo no es  
ateo ni anticlerical como se cree; sino más bien es un teólogo erudito  
y un místico profundo.  
Se establecen como objetivos de este escrito: a) Visibilizar el  
pensamiento teológico de Juan Montalvo; y b) Conocer cuáles fueron  
las razones para la persecución de la Iglesia.  
Como metodología usaremos la investigación bibliográfica  
sobre la obra montalvina en busca de piezas teológicas que demues-  
tren la hipótesis y cumplan los objetivos. Además, usaremos el mé-  
todo lógico inductivo y deductivo. Para según las fuentes inferir  
conclusiones o sobre el conocimiento deducir conclusiones.  
1
9 Juan Montalvo, Páginas Desconocidas, t.1, Cultural, La Habana, 1936, pp.64-65. Ver en:  
http://repositorio.casadelacultura.gob.ec/handle/34000/1407 (22-05-2023)  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
223  
Xavier Chiriboga Maya  
Montalvo teólogo y místico  
Se ha visto que Montalvo es un autor universal pero contra-  
dictoriamente su pensamiento para Ecuador es prácticamente des-  
conocido. Sólo algunos de sus estudiosos y seguidores reconocen al  
gran erudito y al filósofo moral. En esta condición reconocido por:  
Eloy Alfaro, José Peralta, Gonzalo Zaldumbide, Alfredo Pérez Gue-  
rrero, Eliseo Flor, Galo Rene Pérez, Antonio Sacoto, Dario Guevara,  
Clodoveo González, entre tantos otros patriotas ecuatorianos. Pero  
a Montalvo como hombre de Dios, como teólogo no se lo ha estu-  
diado. Salvo pocas referencias de pocos escritores, entre ellos de  
Gonzalo Zaldumbide, uno de sus principales prologuistas y compi-  
ladores, quien señala:  
La palabra divina, el dogma inescrutable, el alto destino del hombre  
y su mísera terrenidad infundían a Montalvo un respeto lleno de sibi-  
lina admiración (…) Masón, hereje le decían, a él, cristiano a toda  
prueba, espíritu religioso que acataba sacerdotalmente la penumbra de  
20  
los santuarios .  
Sí Montalvo hubiera tenido como su compatriota el quiteño Espejo, un  
hermano cura o fraile, a quien darle sermones hechos para que los  
luzca desde el púlpito en festividades, habríamos dejado, acabadas pie-  
zas de oratoria sagrada: pues a nada parecía entregarse con el alma en-  
tera como a la sublimidad de los pensamientos que dilatan una  
21  
autoridad majestuosa en una atmósfera recogida al soplo del misterio.  
Otra referencia importante del pensamiento religioso de  
22  
Montalvo es la de Clodoveo González y su obra: San Juan Montalvo :  
soldado y campeón de la libertad Apóstol de los maestros laicos, en la que  
hace una defensa de los cargos impíos imputados a Montalvo pero  
no penetra mayormente en su conocimiento teológico.  
2
2
2
0 Gonzalo Zaldumbide, Juan Montalvo. Estudio y selecciones, Gonzalo Zaldumbide J. M. Cajica,  
México, 1960, p. 33.  
1 Gonzalo Zaldumbide, “Prologo a El Cosmopolita”, El Cosmopolita, Tomo primero, Casa edito-  
rial Garnier hermanos, París, 1923, p. 21.  
2 Clodoveo González, San Juan Montalvo: soldado y campeón de la libertad maestro de los maestros  
laicos, Edit. Atahualpa, 1960. Ver en: https://biblioteca.casadelacultura.gob.ec/cgi-bin/koha  
/opac-detail.pl?biblionumber=17278 (21-07-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
224  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
Es sustancial señalar que Montalvo no era anticlerical en ab-  
soluto, sólo perseguía a los sacerdotes impuros. Además, escribió  
piezas magistrales de lo que debe ser un sacerdote bueno, dice Mon-  
2
3
talvo en La Mercurial Eclesiástica: El que ha leído El padre  
24  
25  
26  
Yerovi , El Sermón del padre Juan , El cura de Santa Engracia , ¿me  
27  
tendrá por enemigo sistemático del sacerdote?”. Recomendamos firme-  
mente al lector que se refiera a las piezas señaladas, son ensayos cor-  
tos, para probar de mejor forma la hipótesis propuesta en este  
ensayo. De esta manera, la imagen perturbada de Montalvo como  
hereje y demonio que fue creada por la Iglesia resentida queda vin-  
dicada. La iglesia le vituperaba lo hacía con un espíritu de cuerpo,  
jugando sucio con la débil psicología popular, desde el pulpito fo-  
mentando el fanatismo. Esta persecución se dio con tanto odio que  
rebasó a la muerte de Montalvo; pues, llegaron al extremo de pre-  
tender prohibir la entrada del cuerpo momificado del maestro a Gua-  
yaquil procedente de Francia:  
Esto ocurrió el 10 de Julio de 1889, se había preparado una capilla ar-  
diente en el cuerpo de bomberos de Guayaquil. Pero el Obispo encar-  
gado de Guayaquil Ochoa Alcocer, por orden de Mons. Ordoñez,  
pretendió evitar dicha ceremonia y negarle la cristiana sepultura. El  
pueblo se alzó e hizo justicia, los reclamos llegaron al general Reinaldo  
28  
Flores, y este hizo que el Obispo deponga su actitud.  
Las enseñanzas teológicas en los textos montalvinos son su-  
blimes tanto en profundidad como en belleza. Son la cúspide de su  
pensamiento y de sus esfuerzos literarios.  
23 Juan Montalvo, Mercurial Eclesiástica: libro de las verdades, Edición de la Casa de Montalvo,  
Ambato, 1907. Ver en: http://repositorio.casadelacultura.gob.ec/handle/34000/1406  
(
21-07-2023).  
2
2
2
4 Juan Montalvo, El cosmopolita…op. cit.  
5 Juan Montalvo, “El Sermón del Padre Juan”, en El Regenerador, N.- 10, 1878.  
6 Juan Montalvo. El Cura de Santa Engracia, Biblioteca Antológica. Ver en: https://www.bi-  
blioteca-antologica.org/es/wp-content/uploads/2020/12/MONTALVO-El-se%C3%B1or-  
cura-.pdf ( 21-07-2023).  
27 Juan Montalvo, Mercurial Eclesiástica: libro de las verdades, Edición de la Casa de Montalvo,  
Ambato, 1907.  
2
8 César Burgos Flor, “Gracias a los guayaquileños se repatrió el cadáver de Montalvo”, Cartas  
al Editor, El Telégrafo, s/f. en: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/74/1/gracias-a-los-  
guayaquilenos-se-repatrio-el-cadaver-de-montalvo (13-04-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
225  
Xavier Chiriboga Maya  
Don Miguel de Unamuno se encantó de su indignación ma-  
nifiesta en los insultos letales del Cervantes americano, de su parte  
más humana, dice Unamuno:  
Cogí las Catilinarias de Montalvo, (...) y empecé a devorarlas. Iba sal-  
tando líneas; iba desechando literatura erudita; iba esquivando artificio  
retórico. Iba buscando los insultos tajantes y sangrantes. Los insultos  
¡
sí! Los insultos; los que llevan el alma ardorosa y generosa de Mon-  
talvo. Fue la indignación lo que hizo de lo que no habría sido más que  
un literato con la manía del cervantismo literario, un apóstol, un pro-  
feta encendido en quijotismo poético; es la indignación lo que salva la  
retórica de Montalvo.29  
Nosotros, en cambio, nos encantamos de sus enseñanzas teo-  
lógicas, de sus enseñanzas más elevadas, de su parte espiritual. Mon-  
talvo expresa así esta dicotomía en su alma: “Por lo que tengo en mi  
alma de humilde, de triste en ella. Perdono y olvido. Por lo que tengo de ás-  
pero y bravío, por lo encina, lo hago de mi alma, brego con las tempestades  
y silbo horriblemente en mi pelada roca. La duplicidad del alma es algo que  
no pueden resolver los filósofos”. 30  
Acontinuación, presentamos algunas características del pen-  
samiento teológico de Montalvo a través de citas escogidas para  
cumplir así con este objetivo y demostrar la hipótesis.  
Pensamiento teológico de Montalvo  
Se ha decidido empezar por el pensamiento de Montalvo referente  
a la religión católica a la cual pertenece el Ecuador y que fue su per-  
seguidora.  
Sobre Dios, la iglesia católica y Jesucristo: Iniciaremos por  
lo primero de todo con el concepto que Montalvo tiene de Dios para,  
2
9 Cfr. Miguel de Unamuno en: Juan Grijalva, Civilización y barbarie en Las Catilinarias de Juan  
Montalvo, Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador, 1997, p.13. Ver en: https://re-  
positorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/2693/1/T0042-ML-Grijalva-Civilizaci%C3%B3n.pdf  
(
22-05-2023)  
3
0 Juan Montalvo, Páginas Desconocidas…op. cit., p. 121.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
226  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
de manera tajante, terminar con el arquetipo de ateo. Según la Real  
Academia de la Lengua española (RAE): dios viene del latín deus.  
Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hace-  
dor del universo. Deidad a que dan o han dado culto las diversas re-  
31  
ligiones politeístas. Montalvo se refiere a Dios así:  
(
...) ¿Acaso conocemos a Dios por la inteligencia? No, eso sería igua-  
larnos a Él, superior es a nuestra comprensión, y si a ella hubiéramos  
de quedarnos, el Dios que comprendiésemos sería poco diferente de  
nosotros: Todos los filósofos antiguos trataron de averiguar su esencia;  
todos los filósofos antiguos fueron locos....En medio de este caos de  
ideas y de estos soberbios sistemas, llega Platón, y en alta voz les dice  
a todos: ¡Impíos! El padre de los mundos es superior a vosotros: ¿Cómo  
queréis conocerlo con vuestra menguada inteligencia, vosotros que ni  
sabéis su nombre? A todo buen parecer, ésta es la idea más sensata. De-  
jemos ignorado el gran incógnito, y contentémonos con vivir y morir  
persuadidos de que Él nos sacó de la nada, y que mira por nosotros.  
(
…) Tácito afirma que, en tratándose de la divinidad, más religioso es  
ignorarla que averiguar su esencia: doctrina que ha cristianizado San  
Agustín, cuando dice que nos hemos de someter humildemente a no  
conocerla, bastándonos esperar en su Providencia...No alcanzamos a  
conocer a Dios, pero estamos convencidos de que existe, elevamos a él  
nuestro corazón, esperamos en su bondad, y la misericordia con que  
le revestimos es el recobro de nuestros quebrantos, el consuelo de nues-  
32  
tras amarguras.  
...) Todo viene al fin o parar en Dios, amigos míos: ora andemos per-  
(
didos por los laberintos de la antigüedad, envueltos en sus tinieblas;  
ora salgamos a éstos que nos parecen claros tiempos, el resultado de  
nuestros juicios y nuestras afecciones es siempre Dios: Sócrates le vio,  
Platón le vio, Anaxágoras le había visto antes; San Pablo, San Jerónimo,  
San Agustín le vieron después; nosotros le vemos ahora; nuestros hijos  
le irán viendo conforme vayan viniendo. Demos de mano la disputa,  
porque en presencia de Dios como dice el Apóstol, la humana sabiduría  
no es sino locura; y lo que en Dios parece incuerdo, es más cuerdo que  
toda la sabiduría de los hombres, y lo que en Dios parece flaco, es más  
fuerte que toda la fuerza de los hombres (…) Dios es uno: la unidad es  
el infinito del cual nacen todas las cosas; y remontando hacia el origen  
31 RAE, dios, sa. Ver en: https://dle.rae.es/dios (15-06-2023)  
3
2 Juan Montalvo, El Cosmopolita, N°4, Oficina tipográfica de F. Bermeo, por J. Mora, Quito,  
1867, pp. 34-35  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
227  
Xavier Chiriboga Maya  
de ellas, siempre vamos a parar al uno, germen fecundo que llena el  
33  
universo con su multiplicación infatigable.  
Este es un claro ejemplo del estilo de Montalvo: enseñar de-  
leitando, su método es que antes de llegar al concepto metafísico  
principal, primero sube gradualmente por el conocimiento histórico,  
luego pasa a lo filosófico para llegar al fin al campo teológico.  
La Iglesia Católica: Según la RAE La Iglesia Católica es: “La  
Congregación de los fieles cristianos regida por el Papa como vicario de  
34  
Cristo en la tierra”. Juan Montalvo escribe sobre la iglesia católica lo  
siguiente:  
La Roma cristiana no es Roma, esa es Jerusalén; y esta Jerusalén es  
bella, extensa, poderosa; su autoridad se reconoce en la mayor parte  
de la tierra, es otra vez la señora del mundo (…). No concluiré esta  
parte de mi contestación a vuestra carta, sin declararos sinceramente  
mi modo de pensar acerca del cristianismo y de la Iglesia, ya que los  
cortos alcances o la malicia de ciertos hombres mal intencionados me  
denigran con epítetos que estoy lejos de merecer. ¿Cómo había de a  
tener menguada idea de esta casi universal sociedad cristiana, cuando  
veo los prodigiosos efectos que ha producido, no ya en las costumbres  
solamente, pero también en las inclinaciones del género humano? …  
Una sociedad que tiene por fundador a un niño nacido en un pesebre,  
por sectarios a doce humildes pescadores, y que a la vuelta de cortos  
años se dilata por todos los ámbitos de la tierra, por fuerza ha de tener  
35  
en sí mucho de extraordinario y divino...  
Jesucristo: Jesucristo según la RAE: “En la doctrina cristiana,  
36  
es el Hijo de Dios, hecho hombre. ; Montalvo, dice:  
Imitar a Jesús, ¿quién lo podría? Ese modelo es para visto y admirado,  
no para reproducido: el mérito de los buenos será tanto mayor, cuanto  
más se aproximen a él en sus acciones...Por el amor, Jesús diviniza a  
los buenos; por la caridad, da vista a los ciegos, oído a los sordos, mo-  
33 Cfr. Juan Montalvo en: Xavier Chiriboga Maya, El Evangelio…óp. cit., p.46  
34 Iglesia católica, RAE. Ver en: https://dle.rae.es/iglesia (16-06-2023)  
35 Cfr. Juan Montalvo en: Xavier Chiriboga Maya, El Evangelio…óp. cit., p.29  
36 Cristo, RAE. Ver en: https://dle.rae.es/cristo (16-06-2023)  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
228  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
vimiento a los tullidos. Por la mansedumbre vuelve santos a los peca-  
dores, humedece con lágrimas celestiales a los ojos enjutos del vicio, y  
cura ese horrible mal de la prostitución sin más que una sonrisa: son-  
risa de lástima, de benevolencia, de promesa. Sonrisa milagrosa, son-  
risa eterna, que formándose de un rayo de luz en el seno de la gloria,  
atraviesa invisible el universo, y viene a estamparse en los labios del  
que sonríe y con ella hace virtudes... ¿Quién alcanzaría, pues, a imitar  
al que por el amor, la mansedumbre, la terneza, la caridad hace cosas  
tantas y tan grandes? Los que sienten en el pecho más fuerza de virtud,  
no le imitan; procuran imitarle; y esto es ya lo sumo de santidad en la  
humana criatura.37  
Erudición y Tolerancia: Montalvo es un teólogo especial  
alma ortodoxa y pensamiento heterodoxo como lo llamó Emilia Pardo-  
38  
Bazán. Es decir, era un teólogo cristiano erudito pero abierto y to-  
lerante con otras religiones y culturas a las que incluso citaba  
apropiadamente en su tarea de instruir mostrándose versado en va-  
rias religiones. Veamos algunos ejemplos de su tolerancia y erudición  
religiosa:  
Sobre el fanatismo: (...) Dicen que ellos gozan del monopolio de la ver-  
dad (curas católicos). Los indios asiáticos dicen también que ellos po-  
seen la verdad exclusivamente. Los mahometanos, ellos son dueños de  
la verdad; los judíos, no la ceden a ninguna otra secta. Y entre tanto la,  
verdad, gran ser invisible, no se revela ni se manifiesta sino al filósofo,  
al pensador, al sabio, al que a fuerza de virtud y pureza de alma se  
pone en contado con la, divinidad, dilata la vista por las oscuridades  
39  
eternas de la creación, y adivina tal cual secreto del universo.  
Sobre el Islam: (...) Mahoma ha reunido a María, hermana de Moisés,  
María, madre de Dios, Cadijah su esposa, Játima su hija, y las ha lla-  
mado las cuatro mujeres perfectas. Vosotros, cristianos de por ahí, to-  
maríais por los cabellos a Játima y Cadijah, y sin averiguar su  
3
3
3
7 Juan Montalvo, “Lección al pueblo nº 10”, El Regenerador, Imprenta de La Juventud, Quito,  
1
899, pp.71-73 Ver en: https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/handle/10469/10424  
(05-11-2022)  
8 Andrea Ayala Flores, “Emilia Pardo Bazán y Juan Montalvo a través de la correspondencia”,  
La Tribuna. Cadernos de estudos da Casa Museo Emilia Pardo Bazán, núm. 003, s/f, p.101. Ver  
en: https://revistalatribuna.gal/index.php/Tribuna/article/view/42/42 (24-05-2023).  
9 Juan Montalvo, Mercurial Eclesiástica: libro de las verdades, Edición de la Casa de Montalvo,  
Ambato-Ecuador, 1907, p. 47.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
229  
Xavier Chiriboga Maya  
naturaleza, sin meteros a consultar al Juez Supremo si eran buenas o  
malas, las aventaríais al infierno, tan solamente porque eran esposa e  
hija de Mahoma. Este ha hecho lo contrario; ha tomado a la hermana  
de Moisés y a la madre de Jesús y las ha puesto como las dos primeras  
mujeres cabales. Hacéis pues al verdadero profeta menos magnánimo,  
40  
menos benigno, menos perdonador que al falso profeta.  
Sobre Filosofía Grecorromana: Juan Montalvo era un erudito  
en filosofía grecorromana. Hay infinidad de estudios de Montalvo  
41  
como filósofo; luchaba con sus libros e ideas contra el oscurantismo  
de su época, por hacer entender al pueblo que Dios no es patrimonio  
de ninguna religión, y que también ha estado presente en el corazón  
de los grandes filósofos de la antigüedad. Este hecho es importante,  
porque de él se tomaban los sacerdotes y conservadores recalcitran-  
tes para llamarlo hereje e impío en sus homilías; además porque de-  
bido a su amor y erudición nació, en sus seguidores, la idea de  
construir su mausoleo en estilo grecorromano como tributo póstumo  
a quien amó el humanismo y la libertad:  
El monumento funerario o mausoleo de Juan Montalvo es una obra  
imponente por su fachada y sus columnas de piedra. En lo alto de las  
paredes interiores, a modo de cenefas, se escribieron los títulos de las  
obras relevantes de Montalvo. El conjunto está junto a la Casa de Mon-  
talvo, en la calle del mismo nombre. El arquitecto Jorge E. Mideros tra-  
bajó en esta obra, entre 1930 y 1932, por decisión del Concejo Municipal  
de la ciudad.42  
40 Juan Montalvo, “El Cura de Santa Engracia” (Episodio) en 7 tratados” en Juan Montalvo. Es-  
tudios y selecciones de Gonzalo Zaldumbide, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2003, p.  
3
71. Ver en: https://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcd79n3 (24-05-2023)  
4
1 Diego Jadán-Heredia, “Juan Montalvo, Filósofo, Liberal, Romántico y Admirado por Don  
Miguel de Unamuno”, Apuntes de filosofía política e historia de las ideas, 13 de abril de 2021.  
Ver en: https://apuntesdefilosofiapoliticaehistoria.wordpress.com/2021/04/13/juan-mon-  
talvo-filosofo-liberal-romantico-y-admirado-por-don-miguel-de-unamuno/  
(
05-04-2023).  
4
2 Redacción El Comercio, “La Obra Perdura Por El Mausoleo y La Cátedra”, El Comercio, 08 de  
abril de 2012. Ver en: www.elcomercio.com/tendencias/cultura/obra-perdura-mausoleo-y-  
catedra.html (09-03-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
230  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
De tal forma que acudir al mausoleo, que es un museo pú-  
blico junto a la Casa de Montalvo que queda al lado es como ir a un  
templo pagano a visitar a un oráculo. Sobre la virtud antigua y la virtud  
moderna nos dice:  
(
…)Virtud fue la de Sócrates, sabiduría la de Platón. ¡Como¡ Sócrates  
enseñando y practicando el sufrimiento; Sócrates sufriendo y aconse-  
jando la pobreza; Sócrates poniendo por obra y prescribiendo la mo-  
destia; Sócrates hablando en todo caso la verdad; Sócrates humilde;  
Sócrates morigerado; Sócrates continente; Sócrates benigno, bueno, afa-  
ble ¿no fue virtuoso verdaderamente? Todo lo que Jesucristo predicó  
después, Sócrates lo predicó antes; casi todo lo que Sócrates practicó  
antes, Jesucristo lo enseño después. Si Sócrates hubiera vivido en el  
tiempo de Jesucristo, habría sido el primero, el más querido de los dis-  
cípulos, él le hubiera bautizado en el Jordán. Sí Sócrates es uno como  
profeta, en cierto modo precursor del Mesías, que han venerado todos  
los siglos, que nosotros debemos moderar, que venerarán nuestros des-  
cendientes. Filósofo sin par, hombre tan sólo inferior a Jesús, alma su-  
blime, ¡Sócrates! (…)43  
En conclusión, estos pasajes muestran que Montalvo no era  
ateo ni anticlerical sino que más bien era un teólogo cristiano erudito  
como se ha propuesto. Montalvo habla también de los padres de la  
iglesia, de los santos, de los profetas, del infierno, de la Providencia,  
de la cruz, de la otra vida y muchos temas más que dan fe de un co-  
nocimiento amplio del cristianismo.44  
Mística de Juan Montalvo  
Lo más desconcertante de la exploración teológica de la obra  
montalvina es que se llega a descubrir, que no sólo era un teólogo  
erudito, sino que va mucho más allá, era también un profundo mís-  
tico. Según la RAE un Místico es: “El Estado de la persona que se dedica  
mucho a Dios o a las cosas espirituales. Es un estado extraordinario de per-  
fección religiosa, que consiste esencialmente en cierta unión inefable del  
4
4
3 Juan Montalvo, El Cosmopolita… óp. cit. p. 116.  
4 Xavier Chiriboga Maya, El Evangelio…op. cit.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
231  
Xavier Chiriboga Maya  
alma con Dios por el amor, y va acompañado accidentalmente de éxtasis y  
45  
revelaciones”.  
El Amor de Dios: La parte fundamental de la mística es la  
unión inefable del alma del individuo con Dios por el amor”. La Mística  
es un fenómeno erótico similar al amor entre humanos, pero con una  
calidad superior. Como bien lo explica Platón en el Banquete o Sobre  
el Amor donde trata el desarrollo evolutivo erótico desde el amor  
46  
por lo material hasta el amor por Dios. Entre los grandes místicos  
cristianos se hallan monjes y santos, la santidad es el grado máximo  
4
7
de la mística Algunos de ellos nos han dejado joyas literarias, de  
ese inefable Amor de Dios como San Juan de La Cruz o Santa Teresa  
48  
de Ávila Este tipo de experiencia personal, emocional, por su com-  
49  
plejidad, sólo puede describirse sí se la ha vivido; sobre el amor de  
Dios Montalvo dice:  
(...) Hermanos míos, el asunto de que voy a tratar es el más vasto, fe-  
cundo, tierno y respetable de cuantos se pueden ofrecer a la palabra.  
Amor de Dios es afección compuesta de todas las afecciones puras,  
amor de Dios es conjunto de virtudes y bellezas que por sí solo com-  
pone el mundo invisible que en armonioso mutismo está girando en  
la órbita de los espíritus celestiales (...) Poesía es un vehemente amor  
de Dios. Los antiguos simbolizaron las pasiones en esos genios o dei-  
dades que llamaron Musas: el numen o inspirador supremo es el amor,  
amor de dios. Porque amor de dios es amor a la verdad, amor a la vir-  
tud, amor al prójimo, amor a la naturaleza. El reinado del amor no tiene  
fin. Et regni ejus non erit finis. (…) El amor de Dios convierte el fierro  
45 RAE, Misticismo. Ver: https://dle.rae.es/misticismo (25-04-2023).  
46 Platón: El Banquete, Abstract, s/f. Ver en: https://www.getabstract.com/es/resumen/el-ban-  
quete/31733 (25-04-2023).  
4
7 Mauxi García, “La Experiencia Mística y la Santidad”, Academia.edu, s/f. en: https://www.  
academia.edu/7054460/La_Experiencia_M%C3%ADstica_y_la_Santidad (12-04-2023).  
8 Antonio Garrido, La poesía mística. Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz -Gobierno de Es-  
paña, s/f, Ver en: http://descargas.pntic.mec.es/recursos_educativos/It_didac/Leng_ESO  
4
/3/08/04_lirica_renacentista_religiosa/la_poesa_mstica_santa_teresa_de_jess_y_san_juan_  
de_la_cruz.html  
4
9 Steven Bermúdez, “Las emociones y la teoría literaria. Un encuentro enriquecedor para la  
comprensión del texto literario”, En-claves del pensamiento, año IV, núm., 8, julio-diciembre  
2
010, pp. 147-167, 2010. Ver en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3433774.pdf  
(24-05-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
232  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
en oro, el pedernal en diamante, el hielo en fuego. El amor de dios des-  
ciende sobre los escogidos, y de gentiles hace cristianos, de perversos  
santos, de esbirros mártires. El amor de dios purifica las entrañas, cura  
las llagas del pecho y concilia una tal sensación de bienestar, que es  
como una vaga sospecha de la bienaventuranza infinita. El amor de  
dios enciende, consume, anonada. Ved esa mujer puesta de rodillas,  
las manos en el pecho, la frente arriba, los ojos clavados en el cielo. No  
hay vida en ella: sus miembros han perdido el movimiento, sus carnes  
la sensibilidad: ni ve con la vista, ni oye con el oído: esa mujer está en-  
cendida en el amor de Dios, consumida, anonadada por él, es Teresa  
de Jesús en éxtasis, esto es, en arrebatos de amor, amor de dios. Está  
50  
velando y orando para la eternidad. Vigilate et orate.  
La Noche Oscura Del Alma: Igualmente se ha podido hallar  
en los escritos de Montalvo, otro fenómeno místico conocido como:  
La Noche Oscura Del Alma, que se refiere a las crisis espirituales y fí-  
sicas que sufren los místicos. Sánchez señala que: A pesar de que esta  
frase se utiliza en ámbitos espirituales y religiosos de distinta índole,  
se ha hecho especialmente presente en la religión cristiana. La noche  
oscura del alma es una crisis espiritual y de identidad que se resuelve  
51  
cuando el sujeto encuentra a Dios. Santa Teresa de Ávila, así lo re-  
fiere: “Ni yo gozaba de Dios ni traía contento en el mundo. Cuando estaba  
en los contentos del mundo, en acordarme lo que debía a Dios era con pena;  
cuando estaba con Dios, las aficiones del mundo me desasosegaban; ello es  
una guerra tan penosa, qué no sé cómo un mes la pude sufrir, cuanto más  
tantos años”.5  
2
Este fenómeno es producto de la ambivalencia del alma hu-  
mana, por su doble naturaleza, animal y espiritual. Por ello, dice  
Rousseau: “Los héroes no son tales porque sus virtudes son sin mancha  
53  
sino porque tienen virtudes y vicios brillantes”. Esto último explica por-  
50 Juan Montalvo, “Páginas olvidadas”, Revista del Colegio del Rosario, Vol.16, núm.154, pp.232-  
2
34. Ver en: repository.urosario.edu.co/server/api/core/bitstreams/edaa6422-316f-49c2-  
a2ca-dbba05db12b0/content (24-05-2023).  
5
5
1 Gema Sánchez, “La noche oscura del alma”, La mente es maravillosa, 14 de diciembre de  
2
021. En: https://lamenteesmaravillosa.com/la-noche-oscura-del-alma/ (06-12-2022).  
2
CIPE, No Estamos huecas Por Dentro, Cipecar, 07 de enero de 2014. Ver en:  
https://cipecar.org/maestros-de-oracion/santa-teresa-de-jesus/celebraciones-y-vigilias-te-  
resianas/no-estamos-huecas-por-dentro/ (28-03-2023).  
53 Academia Ecuatoriana de la Lengua, Memorias de la Academia Ecuatoriana correspondiente de la  
española, Temas1-2. Imprenta del Clero, 1884.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
233  
Xavier Chiriboga Maya  
que a pesar de su espiritualidad se le atribuían algunos vicios como  
la soberbia y la ira. El mismo maestro nos lo cuenta:  
Afable soy con la inocencia, afable con la honradez, afable con el honor,  
afable con la hermosura, afable con la naturaleza, afable con la desgra-  
cia: díganlo mujeres, niños y pobres, díganlo las mariposas del prado,  
las flores del campo y las aves de los árboles; digan si soy afable y me  
hago a su compañía. Mis visitas casi son todas infantiles; mi soledad  
la interrumpen con más frecuencia niños que hombres. Venid a mí los  
Párvulos. Pero soy un demonio, el mismo demonio, con pícaros, trai-  
dores, ladrones, indignos, hipócritas, avarientos, viles, mentirosos; a  
todos los mato con el odio o el desprecio. No me hagan nunca Presi-  
dente mis compatriotas, porque les vendrá todo junto como al perro  
los palos...54  
Pero tengo un compañero invisible que me sigue a todas partes; cuando  
amo se llama amor; cuando siento un gozo incomprensible se llama  
alegría; cuando lloro se llama lágrimas; cuando me esfuerzo se llama  
consuelo. Este amigo es bello, puro, amable: este amigo me lo manda  
Dios. Cuando aborrezco se llama odio; cuando grito, maldición;  
cuando amenazo, soberbia; cuando desprecio, vanidad; cuando cas-  
tigo, venganza. Este compañero es feo, negro, horrible; me lo envía el  
55  
enemigo; con él me estoy muy poco; le quiero más al otro.  
La muerte de Juan Montalvo  
Un elemento importante para colegir que Montalvo era un  
adiestrado místico es que antes de su muerte sufrió una terrible ci-  
rugía y no permitió ser anestesiado y no movió un solo músculo;  
dando muestra de un dominio sobre el dolor digno de un avanzado  
maestro yogui de la India. Según la RAE un Yogui es: “un asceta hindú  
seguidor del sistema filosófico del yoga. Persona que practica los ejercicios  
56  
físicos y mentales del yoga”. Y el Yoga es: “un conjunto de disciplinas  
físico mentales originales de la India, destinadas a conseguir la perfección  
espiritual y la unión con lo absoluto”.57  
54 Juan Montalvo, Paginas Desconocidas, Cultural, La Habana, 1936, p.128. Ver en: http://repo  
sitorio.casadelacultura.gob.ec/handle/34000/140.  
5 Ibíd., p. 155.  
6 Rae, yogui. En: https://dle.rae.es/yogui?m=form (07-05-2023).  
7 Ibíd.  
5
5
5
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
234  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
Montalvo se encontraba exiliado en París desde 1881, había  
salido del Ecuador en 1879 autoimponiéndose el último destierro,  
Sus últimos días dejaremos que los relate el sabio historiador vene-  
zolano, Rufino Blanco-Fombona:  
(...) En la primavera de 1888, a causa de un brusco cambio de tempe-  
ratura sufrió de una grave afección pulmonar que lo mantuvo postrado  
durante más de un mes (…) Ya en la sala de operaciones, en momentos  
en que los médicos se preparaban para anestesiarlo reaccionó valero-  
samente y dirigiéndose a ellos les dijo: ¡No… En ninguna ocasión de  
mi vida he perdido la conciencia de mis actos. No teman ustedes que  
me mueva. Operen como si la cuchilla no produjera dolor.  
El señor Yerovi su amigo, que presenció la operación, expone que esta  
consistió en levantar dos costillas de la región dorsal, después de cor-  
tar en una extensión de un decímetro, las partes blandas de la región;  
dar la mayor dilatación a la herida, mediante pinzas que recogen carnes  
sangrientas, y luego colocar algo como una bomba que tiene el doble  
objeto de aspirar los productos del foco purulento e inyectar líquidos  
antisépticos” …Todo esto duró, agrega Yerovi, cosa de una hora; mien-  
tras tanto el enfermo no había exhalado una queja…  
Desgraciadamente la operación resultó inútil, pues la enfermedad  
había tomado casi totalmente su organismo, por lo que ese mismo día,  
presintiendo que se acercaba su hora final, pidió ser llevado a su casa.  
Al día siguiente le llevaron un sacerdote, y cuando éste le invitó a con-  
fesarse, repuso: “No padre, yo no creo en la confesión”… “Piense usted  
bien -respondió el religioso-, comprenda que va a presentarse delante  
del Creador…” “Padre -contestó Montalvo- estoy en paz con mi razón  
y con mi conciencia: puedo tranquilo comparecer ante Dios…”, y poco  
tiempo después añadió: “En mi enfermedad, ni Dios ni los hombres  
me han fallado…” Ante esta situación, el sacerdote se retiró dejándolo  
solo...  
Poco tiempo después de llegar sus tristes claveles exhalaba el último  
aliento. Era el 17 de enero de 1889. Murió en el cuarto piso de la casa  
número 26, rue Cardinet. Así, miserable y altivo, se extinguió aquel  
claro cerebro; así se rompió una de las más proceras plumas de Amé-  
rica.5  
8
58 Cfr. R. Blanco F.- América Libre, Vol. 3 p. 193). Efrén Avilés, “Juan Motalvo”, Enciclopedia  
del Ecuador. En: https://www.enciclopediadelecuador.com/juan-montalvo-2/ (07-05-2023)  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
235  
Xavier Chiriboga Maya  
En conclusión, El poder de autocontrol de Montalvo sobre el  
dolor nos indica que manejaba alguna técnica de autodominio  
mente-cuerpo; más las referencias en sus ensayos, sobre el poderoso  
Amor de Dios y la tremenda Noche Oscura del Alma; experiencias en  
común a todos los místicos. Demuestran que la hipótesis propuesta  
de que Montalvo era un místico es afirmativa.  
La persecución de la iglesia  
Montalvo tuvo muchos enemigos entre los políticos, la so-  
ciedad conservadora y la oligarquía de la época. Entre ellos, a la Igle-  
sia Católica, que por su poder sobre la psicología humana fue la  
principal. El único laico que se incluye en este estudio teológico, es  
Gabriel García Moreno, porque a finales del siglo XIX el Ecuador  
bajo su puño de hierro era prácticamente una teocracia; además, su  
figura juega un papel fundamental en la posterior persecución al  
maestro.  
García Moreno fue presidente en los períodos: 1861-1865 y  
869-1875, Fernández y Tamaro señalan que: “Durante su mandato  
1
prosperaron las grandes obras públicas y se reformó la enseñanza, pero im-  
puso un régimen autocrático, suprimió la libertad de prensa e instituyó tri-  
59  
bunales eclesiásticos”. Fue su principal enemigo debido a su propia  
valía intelectual, política e incluso, paradójicamente religiosa. De él  
Montalvo había escrito al compararlo con los tiranos ineptos que le  
continuaron: “¡García Moreno! ¡Qué hombre! Este sí: ¡qué Hombre! ¡Na-  
cido para grande hombre, sujeto de grande inteligencia, tirano sabio, jayán  
de valor y arrojo increíbles, invencionero, ardidoso, rico en arbitrios y ex-  
60  
pedientes, imaginación socorrida, voluntad fuerte, ímpetu vencedor”.  
La muerte de García Moreno provocó un cisma en el Ecuador  
y, a partir de él, llegaron al poder gobernantes como Vintimilla, Bo-  
5
9 Tomás Fernández, Elena Tamaro, “Biografía de Gabriel García Moreno”, Biografías y Vidas.  
La enciclopedia biográfica en línea, Barcelona, España, 2004. Ver en: https://www.biogra  
fiasyvidas.com/biografia/g/garcia_moreno.htm (25-04-2023).  
60 Administración Españoles de Cuba. “La mejor defensa de García Moreno la hicieron sus ene-  
migos”, Españoles de Cuba.info, 6 de agosto de 2020. Ver en: https://espanolesdecuba.info  
/la-mejor-defensa-de-garcia-moreno-la-hicieron-sus-enemigos/ (22-05-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
236  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
rrero, y otros políticos más: ya ineptos, ya corruptos, ya desafectos  
de amor por la patria; jamás sus enemigos tan solo fueron sus perse-  
guidores. Pero la iglesia católica acrecentó el acoso una vez muerto  
61  
El Santo del Patíbulo. Lo hizo con caudillos y personajes importantes  
como el obispo alemán Pedro Schumacher, gran enemigo del libera-  
lismo que llegó a Quito en diciembre de 1872, para hacerse cargo del  
seminario. Fue nombrado después Obispo de Portoviejo; sobre este  
curioso personaje Efrén Avilés señala:  
Después del asesinato de García Moreno por su talento y por su carác-  
ter inquebrantable, se lo llamó El Espíritu de García Moreno. Trajo de  
Europa a capuchinos y oblatos y a numerosas monjas; fundó en Porto-  
viejo dos seminarios, uno para jóvenes con vocación religiosa y el otro  
para estudiantes de filosofía; adquirió una moderna máquina impre-  
sora con la que publicó numerosas pastorales, y propagó la fe cristiana  
en todos los pueblos de su jurisdicción. A petición de la Asamblea Na-  
cional Constituyente y del Presidente, Dr. José María Plácido Caamaño,  
el 15 de septiembre de 1884 se lo nombra Obispo de la diócesis de Por-  
toviejo. Inmediatamente se trasladó y la encontró destruida y amagada  
por las montoneras y guerrillas liberales. Un año más tarde el presi-  
dente Caamaño le envió un insólito comunicado al Gobernador de Ma-  
nabí, por medio del cual le ordenaba que se someta en todo a las  
órdenes del obispo Schumacher, con la seguridad de que sólo con el  
carácter y la voluntad de éste sería posible controlar los movimientos  
62  
revolucionarios que azotaban a la provincia.  
Este obispo era un verdadero caudillo de corte militar; trajo  
decenas de curas y monjas de Alemania para la educación y la pas-  
toral, también trajo una imprenta e hizo muchas obras materiales.  
Principalmente, el obispo se convirtió en el brazo político-militar del  
conservadorismo en Manabí, la tierra de Alfaro, por lo que esta pro-  
vincia estaba plagada de montoneras. Efrén Avilés señala que: “In-  
clusive cuando estalló la guerra contra la revolución alfarista de 1895 peleó  
6
1 Benjamín Carrión, García Moreno El Santo del Patíbulo, (1959).  
Fondo Cultural Económico. En: https://biblioteca.casadelacultura.gob.ec/cgi-bin/koha/  
opac-detail.pl?biblionumber=8082  
62 Efrén Avilés, “Schumacher Pedro”, Enciclopedia del Ecuador, s/f. En: https://www.enciclo pe-  
diadelecuador.com/pedro-schumacher/ (10-02-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
237  
Xavier Chiriboga Maya  
al lado del coronel Ricardo Cornejo. Derrotado por Alfaro, el obispo partió  
rumbo a Colombia de donde nunca más volvió (...) Pero se conocen dos libros  
más suyos: “El liberalismo confundido con sus doctrinas falsas y sus obras  
63  
malas” (1897). “Con Dios, por la religión y la patria” (1900)”.  
A pesar de ser un hombre acción, el obispo Schumacher se  
dio tiempo de mostrar sus dotes intelectuales al escribir un libro pre-  
cisamente para insultar a Montalvo la obra se titula: “¿Teocracia o De-  
6
4
mocracia? ¿Cristo o Lucifer? ¿Quién vencerá?. En este libro constan  
los vituperios contra Montalvo en estos términos:  
Pero vamos a la cuestión de la “gloria nacional”. ¿Lo será de veras un  
Juan Montalvo? ¿Un hombre sin carrera, sin oficio ni beneficio, un mal  
casado, que dejó a su infeliz mujer abandonada, para vivir en la hol-  
gazanería y a expensas ajenas?... ¿Un infatuado pedante, cuya lectura  
es cansada hasta no más, cuando presume escribir Filosofía, o probar  
que él y sólo él es el escritor de monta, el hércules literario de la Amé-  
rica española, como lo hace en sus pesados “tratados” (...)?  
Al respecto, Albornoz satiriza: “Por poco no dice que los escritos  
del diminuto Voltaire de Ambato –así le llama– son de mano también de  
65  
Lucifer”. Pero el perseguidor más conocido es Ignacio Ordoñez, Ar-  
zobispo de Quito del 3 de julio de 1882 hasta su muerte en 1893. Per-  
seguidor de la obra más grande del maestro: Los Siete Tratados;  
asimismo, Ordoñez fue el encargado de que se incluyan las obras de  
Montalvo en el Índex De Los Libros Prohibidos Del Vaticano. La Mercu-  
rial Eclesiástica fue la respuesta de Montalvo donde Ordoñez es el  
personaje principal desenmascarado.  
A pesar de que la pugna con Montalvo venía ya desde hace  
años; quizá el motivo inminente para su condenación fue el Tratado:  
Réplica a un Sofista Pseudo-católico, según relata German Rodas:  
63 Ibíd.  
6
4 Pedro Schumacher, ¿Teocracia o democracia? ¿Cristo o Lucifer? ¿Quién ha de vencer? ¡Quien cómo  
dios!, Imprenta y librería de San Pedro, Lima, 1897. En: https://repositorio.flacsoan  
des.edu.ec/xmlui/handle/10469/9048?show=full%20 (25-02-2023).  
5 Osvaldo Albornoz Peralta, op. cit. Cfr. Pedro Schumacher, ¿Teocracia o democracia? ¿Cristo o  
Lucifer…op. cit., pp. 71-72.  
6
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
238  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
El primer libro de Los Siete Tratados trajo un estudio titulado “Réplica  
a un sofista seudocatólico”, en el cual Montalvo desarrolló una larga  
disquisición sobre las necedades y prejuicios para que le hubieran ca-  
lificado como hereje, anticlerical y anticatólico, no sin dejar de opinar  
de forma cáustica sobre el fanatismo religioso de sus adversarios y del  
contexto social de aquellos años.66  
La condena de Ordoñez a la obra de Montalvo está incluida  
en el inciso tercero de su cuarta pastoral como obispo y reza así:  
(
…) Montalvo se muestra muy a las claras enemigo, no solamente del  
Clero, sino de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana; porque contiene  
proposiciones heréticas, máximas escandalosas y principios contrarios  
a los dogmas revelados; porque en Los Siete Tratados su autor acusa de  
error a la Iglesia Católica y reprueba el culto de las sagradas imágenes;  
porque en esa obra Montalvo habla de la eternidad de las penas del in-  
fierno, de una manera tal, que da a entender muy a las claras que no  
cree en ese dogma, o hace como sí no lo creyese, burlándose de él; por-  
que la lectura de ella no puede menos que causar grave daño a la ho-  
nestidad de las costumbres; porque el escritor dobla la rodilla ante  
nuestro Redentor, pero es para darle sacrílegas bofetadas en su rostro  
divino; porque el desgraciado escritor nos ha regalado en sus “Siete  
67  
Tratados” una nidada de víboras en cestillo cubierto de flores(…)  
Mientras que, como sabemos, Los Siete Tratados fueron elo-  
giados en Europa por gente como César Cantú o Marcelino Menén-  
dez y Pelayo. Además estos textos fueron ampliamente difundidos  
en varios países de habla castellana cuyas existencias se agotaron rá-  
pidamente por los pedidos realizados en España y en algunos países  
de América Latina; sin embargo, en Ecuador se impidió su lectura y  
su difusión. Por eso los diarios de Europa condenaron como bárbara  
aparte de injusta a la condena de Ordoñez y del gobierno ecuato-  
riano. El escritor Albornoz Peralta señala que González Suárez en su  
6
6 German Rodas Chaves, “Son libros que simulan un cesto de flores, pero a su interior esconden  
veneno”, Diario El Comercio, 23 de febrero de 2020. En: https://www.pressreader.com/ecua  
dor/el-comercio-ecuador/20200223/282226602752140 (22-05-2023)  
6
7 Xavier Chiriboga Maya, El Evangelio Según San Juan Montalvo: ética, teología y mística. Edicio-  
nes Abya-Yala, Quito, Ecuador, 2011, pp.26-27. En:https://biblioteca.casadelacultura.  
gob.ec/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=9369  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
239  
Xavier Chiriboga Maya  
calidad de secretario del obispo Ignacio Ordoñez escribió la nota al  
Vaticano solicitando que se coloque la obra de Montalvo en el índice  
de libros prohibidos. Esta información se registra así:  
Cabe señalarse que para esa época Federico González Suárez era se-  
cretario del obispo Ordoñez en Cuenca, por lo tanto, la Pastoral está  
suscrita por el obispo y su secretario. Galo René Pérez anota la cons-  
tancia del pedido del obispo Ordoñez al papa León XIII en estos tér-  
minos:  
Juan Montalvo, Siete Tratados en dos tomos. Besanzón. 1882. Decr. 19  
Dic. 1884. Pág. 274 - Índex Librorumb Prohibitorum.- Sanctissimi Do-  
mini Nostri.- Leonis XIII. Pont. Max.- Tanrini Typ. Pontificia.- Petrus  
Marietti. 1890.- Collezione Pietro Marietti. Nº 233.  
El pedido para la anotación en el Índex, como es de rigor, va acompa-  
ñado del respectivo informe. Informe erudito y bien escrito segura-  
mente, porque su redactor es monseñor González Suárez tal como  
afirma el escritor Le Gouhir en el tercer tomo de su Historia de la Re-  
pública del Ecuador. Y el sacerdote Le Gouhir, en cuestiones eclesiás-  
ticas, está muy bien informado.6  
8
La Pastoral cae en otras jugadas sucias, como insinuar sobre:  
el error de las malas doctrinas que inciden en los escritores” combatiendo  
así al pensamiento liberal, al naciente comunismo y otras doctrinas  
antagonistas del estatus quo. Propusieron la siguiente especulación:  
que los malos libros aparecían no solo por culpa de sus autores, sino de “los  
69  
comerciantes de los impresos y de los trabajadores de las imprentas”. Ce-  
rrando de esta manera las imprentas, los auspicios editoriales y el  
porvenir económico de Montalvo que a pesar de su enorme éxito en  
el exterior murió en la pobreza. Cuando murió todo su dinero no le  
alcanzó sino para comprar trece claveles que adornaron su féretro.  
Los sacerdotes cumplían con la orden de recitar las pastora-  
les o encíclicas durante la misa, actuando con espíritu de cuerpo por  
su voto de obediencia, muy posiblemente, sin siquiera leer a Mon-  
talvo. Esto explica por qué sacerdotes de la talla intelectual de Mons.  
Federico González Suárez, historiador, arqueólogo, y sabio fue parte  
6
6
8 Oswaldo Albornoz Peralta, op. cit.  
9 German Rodas Chaves, op. cit.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
240  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
de la persecución, ya que escribió en la revista “La República del Sa-  
grado Corazón de Jesús”; dirigida por él mismo, en el año de 1890, la  
siguiente información donde se presta para la incautación de libros,  
en un neto acto de intolerancia:  
Ha sido últimamente puesto en el índice de los libros prohibidos, por  
orden de su Santidad, el tercer tomo de “El Espectador” de nuestro  
desdichado compatriota D. Juan Montalvo. Justifica de sobra esta con-  
denación la descarada apología del duelo o desafío que se encuentra  
en la última publicación del célebre escritor ambateño. Con esta noticia  
tomada de fuente oficial, esperamos que los que poseen el mentado  
tomo se apresuren a entregarlo en manos de la respectiva Autoridad  
eclesiástica.70  
Otro enemigo eclesiástico famoso fue Mons. Pedro Rafael  
González y Calisto, arzobispo de Quito, nació en Quito el 24 de oc-  
tubre de 1839, sus padres legítimos, el coronel José Miguel González  
almirante, chileno, ministro de Estado en el Ecuador y María Calisto  
y Arteta de familias guayaquileñas y quiteña adherida al realismo  
71  
español, fue su padrino el presidente Juan José Flores. Como se ve  
el obispo González y Calisto fue miembro de la más alta oligarquía  
conservadora y personifica a la perfección el maridaje que existía  
entre la oligarquía más alta y la iglesia católica. De su relación con  
Montalvo se expone lo siguiente:  
En el año de 1897. No se trata en esta ocasión de una nueva condena,  
sino de un acto de vigilancia y previsión. En Octubre del propio año,  
comunica Monseñor González Calisto a Monseñor González Suárez  
que: ...por datos de personas respetables, tiene conocimiento que el Go-  
bierno proponía declarar texto obligatorio de lectura, para los niños de  
las escuelas, un libro que, con el título de Trozos Escogidos de Mon-  
talvo contenga varios artículos de ese autor y de los peores, tomados  
en su mayor parte de las obras del autor puestas en el Índice. Con el  
objeto de conjurar este mal me dirigí a un alto funcionario del Go-  
bierno; más, como no he recibido respuesta, y, al contrario, hubiese lle-  
70 Ibíd.  
7
1 Rodolfo Pérez, “González Calisto Pedro Rafael, Diccionario Biográfico Ecuatoriano. En  
https://rodolfoperezpimentel.com/gonzalez-calisto-pedro-rafael/ (09-03-2023).  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
241  
Xavier Chiriboga Maya  
gado a saber que continúa la impresión del libro; he creído oportuno  
hacerlo saber a V. S. Ilmo. y Roma, para que, apercibido de este peligro,  
adopte las medidas que estime convenientes, sea por medio de una de-  
claración a los fieles, de la censura ya existente en lo tocante a los artí-  
72  
culos condenados, sea con la prohibición episcopal de todo el libro.  
Al analizar la persecución de la iglesia a Montalvo se deduce  
que esta no se debió a asuntos doctrinarios teológicos de fondo sino  
a odio personal y político. Pero eso no se le decía al pueblo en las  
iglesias; ahí se enseñaba que Juan Montalvo era un demonio y un  
hereje; un antropófago, precisamente bajo este epíteto escribió Mon-  
talvo un ensayo defendiéndose y atacando el texto escrito por Mon-  
73  
talvo fue: El Padre Lachaise-El Antropófago ; además, se amenazó con  
excomunión a quien lo leyera; de allí que, en las iglesias, se decomi-  
saron sus libros.  
Hay que comprender la dimensión de este hostigamiento,  
cuya finalidad era envenenar la mente de los católicos, mentir al pue-  
blo llano contra Juan Montalvo y contra su obra. Incitando al fana-  
tismo religioso al mismo pueblo por cuyo desarrollo físico y  
espiritual luchó el maestro con su vida.  
Sin embargo, debemos reconocer que mejores tiempos han  
venido y los sacerdotes han vuelto a los seminarios por vocación y  
no por profesión y eso es un cambio cualitativo importante. En  
cuanto al odio contra Montalvo. El fanatismo ha cesado, pero aún  
queda el recuerdo y el arquetipo, en las viejas oligarquías y en las  
viejas clerecías. Mientras el pueblo vaga en la ignorancia.  
Conclusiones  
En este ensayo hemos llegado a las siguientes conclusiones:  
La respuesta a la hipótesis es afirmativa: Juan Montalvo era  
un teólogo erudito y un místico profundo. Al analizar al hombre en  
72 Oswaldo Albornoz, óp. cit. Cfr. Luis Robalino Dávila, Eloy Alfaro y su primera época, Tomo II,  
Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1969, p. 739.  
73 Juan Montalvo, El padre Lachaise-el Antropófago, Pío XII, Ambato, 1997.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
242  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
su conjunto, la erudición de Montalvo en teología, sus libros y as-  
pectos de su vida como su vida frugal o su extraña muerte suman  
para confirmar la hipótesis de su misticismo.  
La hipótesis planteada se evidencia con la bibliografía y frag-  
mentos de los escritos de Juan Montalvo presentados a lo largo del  
ensayo.  
En cuanto al objetivo de conocer el por qué de la persecución  
de la iglesia. Concluimos que Montalvo fue perseguido por discre-  
pancias personales y odio político. No por aspectos teológicos. Mon-  
talvo fue perseguido por el clero por su pensamiento y militancia  
liberal, por reclamar honestidad a las autoridades, por reclamar res-  
peto a la consagración religiosa a los malos sacerdotes. Sus reclamos  
eran fulminantes y públicos. Finalmente, se le atribuía la autoría  
moral del asesinato de García Moreno.  
Através del ensayo quedan demolidos los arquetipos de ateo  
y anticlerical y se ha demostrado que Montalvo es un maestro espi-  
ritual.  
Los textos demuestran que la iglesia católica del siglo XIX  
persiguió con vileza a Montalvo excomulgándolo e incluyendo sus  
obras en el Índex de Libros Prohibidos del Vaticano. Además de ame-  
nazar al pueblo con excomunión sí los leían y a las imprentas sí los  
publicaban, muestran que desde el pulpito se ejerció una fuerza psi-  
cológica en la sociedad ecuatoriana casi analfabeta del siglo XIX.  
Este ensayo revisa algunos aspectos de la literatura, historia  
y teología del Ecuador; aporta con el enfoque místico y teológico de  
Montalvo que permitan realizar estudios posteriores más profundos  
sobre el ámbito filosófico, psicológico y teológico. Vale la pena con-  
siderar que Montalvo salió victorioso de esta dura batalla intelectual  
expuesta con maestría en su obra Mercurial Eclesiástica: libro de las  
verdades.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
243  
Xavier Chiriboga Maya  
Bibliografía  
ALBORNOZ Oswaldo, “Escritos de Montalvo prohibidos y condenados por el  
clero”,10-03-2017. En: http://oswaldoalbornozperalta.blogspot.com/  
2017/04/escritos-de-montalvo-prohibidos-y.html  
ALIAGA Orlando, “Reseña de e3l ensayo: Entre Género Y Discurso. Debate  
sobre el origen y funciones en Hispanoamérica” de Claudio Maíz. Litera-  
tura y Lingüística, P. 361. 2006, p.p 359-361. En: https://www.redalyc.  
org/articulo.oa?id=35201722  
AVILÉS, Efrén. Enciclopedia del Ecuador. En: / https://www.enciclopediade-  
lecuador.com/  
AYALA, Enrique. (2022) Dios no muere, Gabriel García Moreno. Mi Pluma Lo Mató,  
Juan Montalvo, Revista Primicias. En: https://www.primicias.ec/noticias  
/
firmas/dios-gabriel-garcia-moreno-pluma-mato-juan-montalvo-ecua-  
dor/  
AYALA, Andrea (s/f). Emilia pardo Bazán y Juan Montalvo a través de la correspon-  
dencia. Universidad Santiago de Compostela. En: C:/Users/Xavier/Down  
loads/emilia-pardo-bazan-y-juan-montalvo-a-traves-de-la-corresponden  
cia-998928%20(1).pdf  
CORDERO, S. (2016) Juan Montalvo, en la mirada de Rubén Darío, Academia Ecua-  
toriana de la Lengua. En: http://www.academiaecuatorianadelalengua.  
org/juan-montalvo-en-la-mirada-de-ruben-dario/  
CHIRIBOGA, Xavier El Evangelio Según San Juan...Montalvo. Edit. Abya-Yala.  
Quito. 2011. En: https://biblioteca.casadelacultura.gob.ec/cgi-bin/koha/  
opac-detail.pl?biblionumber=9369#  
GONZ Á� LEZ C. (1960). San Juan Montalvo: soldado y campeón de la libertad  
maestro de los maestros laicos, Edit. Atahualpa. https://biblioteca.casa-  
delacultura.gob.ec/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=17278  
MONTALVO Juan, 1867. El Cosmopolita. Quito, Ecuador: Oficina tipográfica  
de F.Bermeo, por J.Mora. En: https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/  
handle/10469/7723  
–––––, “Juan Montalvo Obras Completas. Estudios y selecciones de Gonzalo  
Zaldumbide, España. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2003. En:  
https://www.cervantesvirtual.com/obra/juan-montalvo—0/  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
244  
El teólogo y místico Juan Montalvo  
y la persecusión de la Iglesia en el siglo XIX  
–––––, (1884) Juicio sobre los Siete Tratados. Repositorio FLACSO Ecuador, Quito:  
Imprenta Manuel Velasco Polanco. En:https://repositorio.flacsoandes.  
edu.ec/xmlui/handle/10469/8415  
––––––, (1833). Los Siete Tratados. Círculo de Lectores. Bogotá. VII, 437 p; 20 cm.  
–––––, (2003) La Dictadura Perpetua. Biblioteca Virtual Universal, Argentina.  
En: https://biblioteca.org.ar/libros/656448.pdf  
–––––, (1907). Mercurial Eclesiástica Mercurial Eclesiástica : libro de las ver-  
dades. Edición de la Casa de Montalvo. Ambato. 144 p. ; 22 cm.  
–––––, El Regenerador, Imprenta de Manuel V. Flor, Quito, Ecuador, 1878. pp:  
-8 en: http://repositorio.casadelacultura.gob.ec/handle/34000 /18143  
12-04-2023)  
1
(
OÑATE, S. (-1) El Insultador Indignado, El Comercio. En: https://www.elco-  
mercio.com/opinion/insultador-indignado-juanmontalvo.html.  
PÉREZ, R. (2021) Diccionario Biográfico Ecuatoriano, en: https://rodolfoperez-  
pimentel.com/diccionario-biografico/ /  
RODAS German, “Son libros que simulan un cesto de flores, pero a su interior  
esconden veneno”. (02—2-2020). Diario El Comercio. https://www.elco-  
mercio.com/actualidad/cultura/son-libros-simulan-cesto-flores.htm.  
BOLETÍN ANH Nº 209 • 217–245  
245  
La Academia Nacional de Historia es  
una institución intelectual y científica,  
destinada a la investigación de Historia  
en las diversas ramas del conocimiento  
humano, por ello está al servicio de los  
mejores  
intereses  
nacionales  
e
internacionales en el área de las  
Ciencias Sociales. Esta institución es  
ajena a banderías políticas, filiaciones  
religiosas,  
intereses  
locales  
o
aspiraciones individuales. La Academia  
Nacional de Historia busca responder a  
ese  
carácter  
científico,  
laico  
y
democrático, por ello, busca una  
creciente profesionalización de la  
entidad, eligiendo como sus miembros  
a
historiadores  
profesionales,  
entendiéndose por tales a quienes  
acrediten estudios de historia y ciencias  
humanas y sociales o que, poseyendo  
otra formación profesional, laboren en  
investigación  
histórica  
y
hayan  
realizado aportes al mejor conocimiento  
de nuestro pasado.  
Forma sugerida de citar este artículo: Chiriboga Maya, Xavier,  
“El teólogo-místico Juan Montalvo y la persecución de la Iglesia  
en el siglo XIX”, Boletín de la Academia Nacional de Historia, vol.  
CI, Nº.209, enero – junio 2023, Academia Nacional de Historia,  
Quito, 2023, pp.217-245