significado mineralógico preciso, en época de Dávila se reconocían
como categorías propias y tenían su lugar en los gabinetes. De las
llamadas tierras, el gabinete de Dávila contaba con más de 210. En
cuanto a las piedras, se incluían en ellas toda clase de rocas: calizas
(entre ellas los mármoles), yesíferas (como los alabastros), arcillosas
(pizarras) y silíceas (areniscas, cuarzos, piedras preciosas y semipre-
ciosas); un recuento de ellas da como mínimo 5.100 piezas, teniendo
en cuenta que en algunos artículos no se ofrece el número preciso y
se habla de «un grupo», «una caja», etc. Mención especial merece la
colección de rocas ornamentales, con más de 700 ejemplares de már-
moles, de una amplia muestra de variedades, y un número superior
a los 160 alabastros. Había también al menos 150 piedras preciosas,
principalmente zafiros, esmeraldas, topacios, rubíes y diamantes. El
último apartado, el de los minerales, reunía unas 3.000 piezas. Este
era particularmente rico en minerales de hierro (>680, si se cuentan
también las piritas y marcasitas, descritas por separado), cobre
(>640), plata (un mínimo de 365 piezas), plomo (>220), estaño (>150)
y oro (>60). Dentro de los minerales se incluían las llamadas «sus-
tancias inflamables» (azufre, betunes y producciones volcánicas),
cuyo número superaba los 210.
En el volumen había 35 notas con referencias a obras de otros
autores, sobre todo de Linneo y Wallerius, pero también de Seba, Tes-
sin, Labat, Knorr y Guettard; de este último se mencionaban tres ar-
tículos de las Memorias de la Academia de Ciencias Francesa. Asimismo
se citaban denominaciones dadas a diferentes minerales o sus varie-
dades por Barrelier, Ellis, Cronstedt, Sage, Barba, el conde de Caylus
y, de nuevo, Wallerius y Seba, o se añadían observaciones de natu-
ralistas como Bomare o Pott. Otras referencias aludían a piezas pro-
cedentes de gabinetes adquiridos por Dávila, como los del abate
Fleury y Sevin. Casi un 20 % de los artículos ofrecían descripciones
más o menos detalladas, que podían incluir, además de la descrip-
ción pormenorizada de la pieza y la localidad de procedencia, sus
medidas, uso práctico, consideraciones en cuanto a su rareza o im-
portancia y alguna información histórica sobre el yacimiento o las
circunstancias de su colecta, como en el caso de la veintena de rocas
volcánicas recogidas por Jean-André De Luc en el Etna.
Pedro Franco Dávila (1711-1786)
y el conocimiento de la Mineralogía
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BOLETÍN ANH Nº 211 • 167– 184