Víctor Muñoz Dávila
ron fue grande, y además, se debe reconocer, la SADCo supo sem-
brar valores que adornaban la personalidad del trabajador, como:
responsabilidad, honradez, aseo, puntualidad, disciplina, etc., valo-
res que hoy, prácticamente han desaparecido.
Para contextualizar la situación que se trata, con hechos na-
cionales de la época, me permito recordar que el deporte de la región
llegó a alcanzar un gran nivel competitivo en el país; acordémonos
que el equipo de básquet masculino en 1938, alcanzo el vice campeo-
nato nacional y las mujeres se alzaron, en 1947, con el título de cam-
peonas nacionales en básquet, su entrenador fue Julio Cesar Hidalgo.
En otras disciplinas como el futbol, box, rugby, beisbol, equitación,
polo, etc. también se destacaron.
El 31 de diciembre de 1950, la compañía SADCo de Porto-
velo, cesa en sus funciones, de manera definitiva, sin cumplir los
acuerdos de desarrollo ofrecidos y, que constaban en los acuerdos
entre el Gobierno Nacional y la SADCo, como: mitigar el impacto
ambiental producto de la explotación minera, la construcción de vías
de comunicación, el tendido de la red del ferrocarril que uniría
Puerto Bolívar con Loja, pasando por Portovelo, Indemnizar a los
mineros que había dejado su salud en los socavones, entre otros ofre-
cimientos. Ante el cierre de las minas, el minero quedó sumido en la
desesperación, tristeza, abandono y con enfermedades profesionales
como la silicosis y la tuberculosis. El minero lo único que sabía hacer
era taladrar la roca y procesar el mineral extraído.
En este mismo año, al no haber llegado a un acuerdo entre el
Estado ecuatoriano y la SADCo, el Gobierno central del Sr. Galo
Plaza Lasso, convoca a una reunión en el Palacio Presidencial de Ca-
rondelet, en Quito, en el mes de diciembre de 1950 y se constituye
una compañía nacional para que continúe el laboreo en las minas de
Portovelo. Esta compañía la integraron tres partes interesadas: La
municipalidad de Zaruma, los trabajadores de la industria minera y
un grupo que se denominó Promotores, formando la empresa CA-
MINE. Para 1955 se forma la CIMA (Compañía Industrial Minera
Asociada) con los accionistas de Portovelo, que eran los viejos mi-
neros con 49 % de acciones y el Municipio de Zaruma, con el 51%.
Esta empresa laboró hasta 1977, en que cierra sus puertas.
BOLETÍN ANH Nº 202 • 369–383
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