BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCVII Nº 202  
Julio–diciembre 2019  
Quito–Ecuador  
BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen XCVII  
Nº 202  
Julio–diciembre 2019  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Director  
Dr. Franklin Barriga Lopéz  
Subdirector  
Dr. Cesar Alarcón Costta  
Secretario  
Ac. Diego Moscoso Peñaherrera  
Dr. Eduardo Muñoz Borrero, H.C.  
Mtra. Jenny Londoño López  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
Dr. Claudio Creamer Guillén  
Tesorero  
Bibliotecaria archivera  
Jefa de Publicaciones  
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COMITÉ EDITORIAL  
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Dr. Kléver Bravo Calle  
Universidad Central del Ecuador  
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Dra. Libertad Regalado Espinoza Universidad Laica Eloy Alfaro-Manabí  
Dr. Rogelio de la Mora Valencia Universidad Veracruzana-México  
Dra. Maria Luisa Laviana Cuetos Consejo Superior Investigaciones Científicas-España  
Dr. Jorge Ortiz Sotelo  
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima-Perú  
EDITORA  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
COMITÉ CIENTÍFICO  
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Dr. Silvano Benito Moya  
Dra. Elissa Rashkin  
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Universidad Veracruzana-México  
Dr. Hugo Cancino  
Universidad de Aalborg-Dinamarca  
Dr. Ekkehart Keeding  
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Dr. Claudio Tapia Figueroa  
Dra. Emmanuelle Sinardet  
Dr. Roberto Pineda Camacho  
Dra. Maria Letícia Corrêa  
Universidad de los Andes-Colombia  
Universidade do Estado do Rio de Janeiro-Brasil  
BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol XCVII  
Nº 202  
Julio–diciembre 2019  
©
Academia Nacional de Historia del Ecuador  
IpS-ISSNSNN: 1º319309-007-90X79X  
e-ISSN: 2773-7381  
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Quito  
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enero 2020  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. XCVII – Nº. 202  
Julio–Diciembre 2019  
BIENVENIDA A ROBERTO ASPIAZU ESTRADA  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Quito, entre otras denominaciones que le honran, como Pa-  
trimonio Cultural de la Humanidad, tiene aquella, también de espe-  
cial relieve: Luz de América, que fue inscrita en placa colocada en el  
faro del puerto de Valparaíso, Chile, debido a ese acontecimiento que  
irradió el 10 de Agosto de 1809 y que influyó, decisivamente, para  
que otros países proclamen su Independencia.2  
Fue tanta la repercusión que tuvo aquel hecho glorioso que,  
un año más tarde, precisamente el 2 de agosto, las fuerzas realistas,  
aumentadas con los contingentes llegados de Bogotá y Lima, masa-  
craron a buena parte de la población capitalina, especialmente -y de  
manera cruel- a líderes del movimiento libertario.  
El centenario del primer grito de Independencia en Hispa-  
noamérica, como se conoce al inmortal suceso de 1809, fue celebrado  
por todo lo alto en nuestro medio, a la usanza de lo que en París, en  
1889, se llevó a cabo: la Feria Mundial, con el esplendor digno de los  
tiempos, como se la calificó, en homenaje a la primera centuria de la  
Revolución Francesa. En Ecuador, la Exposición Nacional en conme-  
moración de los movimientos libertarios y la independencia fue el  
centro de atención de varios países y, obviamente, del nuestro, con la  
participación de “todas las fuerzas de actividad de los pueblos de la Repú-  
blica, en la labor civilizadora de su propio progreso y engrandecimiento”,3  
como se expresó en el Decreto del H. Congreso Nacional, de 10 de oc-  
1
2
3
Director de la Academia Nacional de Historia  
Este archivo perteneció al Banco Central del Ecuador, Fondo Carlos M. Larrea.  
Bulletin of the Pan American Union, Volumen 26, Número 1, U.S. Government Printing Office,  
Washington, 1908, pp.146-147  
B O L E T Í N A N H N º 2 0 2 • 4 2 3 – 4 3 2  
4
23  
Franklin Barriga López  
tubre de 1902, que reposa en el Archivo Histórico del Ministerio de  
Cultura, y suscrito por el mandatario de entonces, Gral. Eloy Alfaro.  
En los 21 artículos de este documento, se dispuso que en  
cada provincia se constituya un comité local, de conmemoración y  
subordinado al comité central, que colabore en la financiación de los  
gastos de la feria, para lo cual, el Congreso de 1902, asignó diez mil  
sucres, como primer aporte de los doscientos mil sucres que se al-  
canzarían con más erogaciones del Gobierno, de las municipalida-  
des, donativos particulares y las entradas y productos de la  
exposición nacional. La convocatoria para este formidable evento se  
hizo, especialmente, a directores de instrucción pública, pedagogos  
profesionales, normalistas y de enseñanza primaria, a los maestros  
y maestras de las escuelas públicas, a los agricultores en cada una  
de las especialidades del ramo, “porque siendo la agricultura fuente po-  
sitiva, fecunda e inagotable de la riqueza, prosperidad e independencia del  
hombre y de los pueblos y origen primero del comercio y de la industria, y  
esencialmente agrícola la nación ecuatoriana, es un deber de los poderes pú-  
blicos y del pueblo mismo, proteger, fomentar y darla el mayor desarrollo  
4
posible”.  
También, como objetos de exhibición y concurso se conside-  
raron a las obras literarias y preceptivas, de información, descripti-  
vas, técnicas o de estadística, que se refieran al adelanto intelectual  
y al progreso e ilustración del trabajo, singularmente en las áreas  
agrícolas, ganaderas, industriales, de caza y pesquería, petrografía  
y minería, fuentes de fuerza motriz para la locomoción y el trabajo,  
conservación de vías fluviales, rutas nuevas interprovinciales, inclui-  
dos los ferrocarriles. Para esta exposición nacional de conmemora-  
ción libertaria se hizo amplio llamamiento a la participación de  
naciones amigas. Recordemos, por otro lado, que el ferrocarril llegó  
a Chimbacalle, por primera vez, un año antes, en 1908, el 25 de julio,  
unía la Costa con la Sierra, desde Durán (Guayaquil) a Quito, con lo  
que, el avance del desarrollo y la integración nacional se intensifica-  
ron, gracias a Eloy Alfaro que recibió homenaje acorde a su gran re-  
alización. Con ocasión de este evento, el Arzobispo González Suárez  
ordenó que:  
4
Ibíd., p.148  
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Bienvenida a Roberto Aspiazu Estrada  
se echen al vuelo las campanas de la Catedral y de todas las iglesias,  
a fin de contribuir de esa manera en el justo regocijo de la capital, que  
no podrá menos que saludar alborozada la ascensión de la locomotora  
a la cima encumbrada de los Andes ecuatorianos. El primer repique se  
dará el instante en que el estampido del cañón anunciare la llegada del  
tren, en el lugar de su destino, después todo el día, de hora en hora,  
hacia las 10 de la noche, serán repetidas puntualmente en la catedral y  
demás iglesias.5  
Quien hubiera creído que esta apoteosis, cuatro años más  
tarde, iba a cambiar de manera increíble, incalificable, desbordante  
de felonía y truculencia, cuando el 28 de enero de 1912 se encendió  
en Quito, la Hoguera bárbara, que apropiadamente llamó Alfredo Pa-  
reja Diezcanseco a la masacre de Alfaro y sus lugartenientes, un epi-  
sodio que sigue estremeciendo la conciencia civilizada, por aquella  
acción que constituye una de las páginas más nefastas de la historia  
ecuatoriana.  
Volvamos a la exposición nacional, la de 1909, cuyo eje cen-  
tral fue el edificio donde hoy labora el Ministerio de Defensa Nacio-  
nal y que, desde 1912, se lo destinó a labores castrenses, en La  
Recoleta, a cuya plaza se la reconoció como de la libertad, por ha-  
llarse allí una estatua con esa representación y, según la investiga-  
6
dora María Antonieta Vásquez Hahn , la pila que antes estuvo en la  
Plaza Grande, que surtía de agua a los capitalinos por medio de los  
aguateros y que fue sacada para que ocupe su lugar el monumento  
de los próceres del 10 de Agosto, emblemática obra, en granito y  
bronce, de los arquitectos italianos Lorenzo y Francisco Durini, que  
se inauguró el 10 de Agosto de 1906, cuyas piezas fueron traídas de  
Europa, luego de un largo viaje en barco, como era lo usual en la  
época, dando la vuelta por el estrecho de Magallanes, al sur del con-  
tinente. Desde esa fecha, se conoce a la que fue la Plaza Grande,  
como Plaza de la Independencia.  
5
Galo García Idrovo, El ferrocarril más difícil del mundo, Presidencia de la República, Comisión  
Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas, Instituto de Investigación Histórica y  
Cultural Popular Nuevo Alausí (INIHI), Crear Gráfica Editores, Quito, 2007, pp. 199-200.  
María Antonieta Vásquez Hahn, El Palacio de la Exposición (1909-1989), Presidencia de la Re-  
pública, Comisión Permanente de Conmemoraciones Cívicas-Casa de la Cultura Ecuatoriana,  
Quito, 1989.  
6
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Franklin Barriga López  
Es fácil darse cuenta del ambiente que debió reinar en 1909  
con la Exposición Nacional relatada y que ocupó las máximas preo-  
cupaciones gubernamentales y ciudadanas.  
He realizado esta remembranza de 1909, como introducción  
a otro hecho, precedente y, asimismo trascendental, acontecido en  
ese mismo y representativo año y que concierne a la identidad na-  
cional, al orgullo y sentido de pertenencia, a las raíces, estructura y  
proyecciones de la Patria: me refiero a la memoria histórica, especí-  
ficamente, a la creación de la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históri-  
cos Americanos que tuvo lugar el 24 de julio.  
Efectivamente, en esa fecha, en la capital de la República, en  
el Palacio Episcopal, bajo la dirección y sabia iniciativa de Federico  
González Suárez se reunieron, con el ilustre prelado, varios jóvenes  
que llegaron a ser, con el paso del tiempo, reconocidos historiadores.  
Ellos fueron: Luis Felipe Borja (hijo), Alfredo Flores y Caamaño, Cris-  
tóbal Gangotena y Jijón, Jacinto Jijón y Caamaño, Carlos Manuel La-  
rrea y Aníbal Viteri Lafronte. Habían sido convocados también estos  
otros miembros que no firmaron por encontrarse ausentes de la ca-  
pital, ellos fueron: Juan León Mera Iturralde y José Gabriel Navarro;  
lo hicieron pocos días después, por lo que, se les considera también  
como miembros fundadores. Suscribieron el Acta Constitutiva, en la  
que se lee:  
1
. Organizar una sociedad para el cultivo de los estudios históricos  
americanos, y en especial de los ecuatorianos;  
. Designar a la sociedad con la denominación de “Sociedad Ecuato-  
riana de Estudios Históricos;  
. Adoptar los estatutos que fueron discutidos y aprobados en las jun-  
2
3
tas preparatorias y que se formularon de conformidad con el plan tra-  
zado por el Ilmo. Y Rvmo. Sr. Dr. González Suárez;  
4
. Confirmar el nombramiento de Director Vitalicio de la Sociedad que  
la Primera Junta Preparatoria confirió al mismo ilustre Prelado; y,  
. Designar para Subdirector al Dr. Luis Felipe Borja (hijo); para Secre-  
5
tario al Sr. Carlos Manuel Larrea; para Bibliotecario-Archivero al Sr.  
Cristóbal Gangotena y para Tesorero al Sr. J. Gabriel Navarro.  
7
7
Franklin Barriga López, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-2009), Academia Na-  
cional de Historia, Editorial El Conejo, Quito,2009, p. 44.  
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Bienvenida a Roberto Aspiazu Estrada  
Comenzó con los mejores auspicios esta corporación cultural  
que, poco a poco, fue ganando prestigio merecido. En junio de 1911,  
González Suárez envió a sus discípulos un mensaje cuyo contenido  
no pierde actualidad y orienta a quienes integramos, en el presente,  
a esta institución ya centenaria, puesto que el 24 de julio próximo  
pasado cumplió 110 años de fecunda existencia y que adquirió el alto  
sitial de Academia por resolución del H. Congreso Nacional me-  
diante Decreto Legislativo sancionado el 27 de septiembre de 1920,  
que lleva el ejecútese del presidente de la República, José Luis Ta-  
8
mayo, publicado, un día después, en el registro Oficial N. 23.  
En el mensaje referido, constan estos párrafos:  
Cuando di principio a mi labor histórica estaba solo, aislado: ahora,  
cuando para mí se aproxima ya el ocaso de mi vida, no estoy solo, no  
me encuentro aislado…Mi palabra ha caído en tierra fecunda, mi tra-  
bajo no ha sido estéril…Vuestra labor comienza: no he hecho más que  
trazaros el camino (…) Trabajad con tesón, con empeño, con constancia:  
no os desalentéis por las dificultades, no os acobardéis ante los obstá-  
culos…Venced las dificultades, arrollad los obstáculos… Como la ver-  
dad es el alma de la historia, buscad la verdad, investigad la verdad y,  
9
cuando la encontréis, narradla con valor.  
Estos renglones escritos por González Suárez que, a la época,  
tenía 67 años (falleció a los 73) demuestran su visión de futuro, en-  
tereza de carácter, valentía y ética, rigurosidad de trabajo. ¿Qué di-  
jera hoy el pionero al ver a la entidad que fundó hace más de un  
siglo, dinámica, pluralista, consagrada plenamente a los nobles ide-  
ales de la Patria, con nombradía merecidamente alcanzada? Han per-  
tenecido y pertenecen a la Academia cimeras figuras del pensamien-  
to nacional y del extranjero, en calidad de Miembros de Número,  
Correspondientes, Eméritos, Honoríficos y Benefactores, que han es-  
crito, hasta la fecha, más de diez mil publicaciones que constituyen  
indiscutible patrimonio nacional e iberoamericano.  
Con mérito propio, ingresa por la puerta grande a la Acade-  
mia Nacional de Historia, Roberto Aspiazu Estrada, nacido en Gua-  
8
9
Ley y estatuto de la Academia Nacional de Historia, Quito 29 de Julio de 2016, p.6.  
Ibíd., p.53.  
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Franklin Barriga López  
yaquil, en 1954, Ingeniero Geotécnico, mejor egresado de la Escuela  
de Geología, Minas y Petróleos, Escuela Superior Politécnica del Li-  
toral; director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano; presi-  
dente de la Cámara Binacional Ecuador-México; director ejecutivo  
de la Asociación de Empresas de Medicina Integral Prepagada; con-  
sultor externo de la Industria de Telecomunicaciones; editorialista  
de Diario El Universo (Guayaquil); articulista de temas históricos en  
el mismo periódico y en Diario El Comercio (Quito), escritor en revis-  
tas como: Summer, de la Cámara de Industrias de Guayaquil y Crite-  
rios de la Cámara de Comercio de la capital ecuatoriana; es miembro  
de la Veeduría Ciudadana de la Contraloría General del Estado sobre  
la deuda pública, y, miembro del Consejo de Honor de la Universi-  
dad SEK.  
Fue director ejecutivo de la Asociación de Empresas de Tele-  
comunicaciones del Ecuador (ASETEL), miembro del Consejo Na-  
cional de Telecomunicaciones (CONATEL), miembro del Consejo  
Directivo del Grupo Fybeca, coordinador privado del Acuerdo Co-  
mercial Ecuador-Unión Europea, jefe Cuarto Adjunto de la Negocia-  
ción TLC Ecuador-Estados Unidos/Ecuador-Unión Europea; miem-  
bro fundador de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción;  
miembro de la Comisión Ejecutiva del Consejo Nacional de Compe-  
titividad; conductor de programas de opinión CN3 Cable Noticias  
del que fue director, director del programa Cosa Pública, director de  
TC Televisión (Quito) y de Teleamazonas (Guayaquil), editor corres-  
ponsal del periódico internacional Tiempos del Mundo, Grupo Was-  
hington Times; corresponsal de la cadena internacional de noticias  
Eco México, Grupo Televisa; editor general, jefe de información, co-  
rresponsal y reportero de Ecuavisa, articulista de la revista Vistazo;  
director, productor y conductor de múltiples programas televisivos.  
Los países de corresponsalía periodística han sido: Alemania, Argen-  
tina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico, Cuba, Chile,  
China, Egipto, El Salvador, España, Guayana Francesa, Israel, Mé-  
xico, Panamá, Estados Unidos, Perú, Rusia, Uruguay y Venezuela.  
Entre otras, estas son las menciones honoríficas recibidas:  
Confederación Nacional de Periodistas (Ecuador), Asociación de Pe-  
riodistas (Guayaquil), Ministerio de Defensa Nacional, Comando  
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Bienvenida a Roberto Aspiazu Estrada  
Conjunto de las Fuerzas Armadas, Fuerza Terrestre, Naval y Aérea;  
Comandancia General de la Fuerza Terrestre; Benemérita Sociedad  
Filantrópica del Guayas; Policía Nacional del Ecuador; Central Ecua-  
toriana de Organizaciones Clasistas (CEDOC); Federación Provincial  
de Artesanos Profesionales del Guayas; Cámaras de Industrias de  
Guayaquil; Universidad Laica Vicente Rocafuerte; Fundación Na-  
tura; Condecoración Fray Jodoco Ricke, I. Municipio de Quito.  
Evidente es su vocación por la Historia. A más de artículos  
en varios medios de comunicación, basta indicar que es autor de los  
siguientes libros avalados por sólidas fuentes documentales:  
Crónicas de la Historia, primera edición septiembre 2017, se-  
gunda edición abril 2018, bajo los auspicios de la Dirección de Cul-  
tura de la M.I. Municipalidad de Guayaquil: obra que demuestra su  
pasión por esta ciencia, así como Hechos y personajes, cuyo texto se  
complementa con más de 180 ilustraciones: publicación del Pro-  
grama Editorial de la Muy Ilustre Municipalidad de Santiago de  
Guayaquil, 2019, dedicado a su señora madre, Georgina, según re-  
salta el autor “que le enseñó a amar los libros”, por eso ha ido ateso-  
rando muy nutrida biblioteca personal. En esta última obra aprecia-  
mos una visión sensata, equilibrada, analítica de los acontecimientos,  
desde el surgimiento del concepto de nación, con los precedentes  
que la conformaron, dentro de aquel panorama de esplendores y  
sombras, que entraña capítulos como: Espejo mártir de la libertad,  
Quito Luz de América, la masacre del 2 de Agosto de 1810, Manuela  
Sáenz la amada inmortal o El Asesinato de Sucre en Berruecos, pro-  
siguiendo los diversos tópicos que abarcan 314 páginas, con temas  
como “El Quiteño Libre” y Rocafuerte, La Revolución del 6 de Marzo  
de 1845, Montalvo pluma genial, La Venta de la Bandera, Alfaro y  
Plaza vidas paralelas, Galo Plaza el estadista ejemplar, Auge y caída  
del Cuarto Velasquismo, Carlos Julio Arosemena el tribuno impeni-  
tente, Asaad Bucaram desde el anecdotario, Roldós y la Fuerza del  
Cambio, El asesinato de Abdón Calderón Muñoz, para concluir con  
La guerra de Paquisha de 1981 y El “Taurazo” un viernes negro.  
Hace pocos días, en la Perla del Pacífico, se presentó su libro  
Jaime Nebot: el camino a la prosperidad, escrito junto al apreciado pe-  
riodista Gonzalo Ruiz Álvarez, que pronto será incorporado también  
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Franklin Barriga López  
a nuestra Academia, por ser un historiador no solamente de la tau-  
romaquia, como lo demuestra en su volumen Quito, la feria de Amé-  
rica, en 1012 páginas, editado por la Universidad Internacional del  
Ecuador, diario El Comercio y la Cámara de Comercio de Quito, a más  
de ser el autor de Tributo a Manzanares, Burladero 7, Ecuador, los toros  
en la Mitad del Mundo, Ganado de lidia del Ecuador, Álvaro Pérez Intriago,  
político por voluntad popular, Homo sapiens, textos para caricaturas de  
Pancho Cajas, además de cientos de artículos publicados en diferentes  
medios de Ecuador y el extranjero.  
En esta publicación, me refiero al libro: Jaime Nebot: el camino  
a la prosperidad, en 422 páginas, escrito al alimón, como ya señalé, se  
escribe sobre este notable guayaquileño y exitoso dirigente político.  
Allí, se recopila testimonios valiosos, como el de su buen amigo, el  
dirigente socialista, exrector de la Universidad Andina Simón Bolívar  
y miembro de Número de esta Academia, Enrique Ayala Mora, quien  
afirma que:  
Nebot logró crear un sentimiento de adhesión a la ciudad (Guayaquil),  
de identidad, de confianza, que precisamente trajo esos buenos resul-  
tados. Los socialcristianos construyeron un nuevo pacto ciudadano  
para Guayaquil, la huella de su paso por la ciudad no solo es signifi-  
cativa para Guayaquil sino para la historia del país. Nebot es la figura  
10  
política más importante del país en la actualidad.  
El principal puerto ecuatoriano tuvo una trasformación pro-  
gresista desde cuando León Febres Cordero y, luego, Jaime Nebot,  
presidieron el I. Municipio guayaquileño, transformación ejemplar  
y ampliamente reconocida. No cabe ninguna duda de este hecho his-  
tórico que avala una administración eficiente y eficaz, que requiere  
ser emulada en cuanto a sus resultados y a nivel nacional. Jaime  
Nebot enfáticamente y con verdad ha declarado:  
Yo he demostrado que sé administrar, ¿el dinero para qué sirve? Para  
invertirlo en los pobres. Si no tienes dinero no puedes hacer obra social.  
He aprendido de la llamada “derecha” que no es “manchesteriana”,  
10 Roberto Aspiazu, Gonzalo Ruiz Álvarez, Jaime Nebot el camino a la prosperidad, Paradiso edi-  
tores, noviembre de 2019, pp. 40 y 114.  
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Bienvenida a Roberto Aspiazu Estrada  
que no es neoliberal, a administrar con eficiencia y de la izquierda que  
hay que tener conciencia social. Eficacia con solidaridad es la fórmula.1  
1
Roberto Aspiazu que reside en nuestra capital y recibe las  
consideraciones y aprecio condignos a su capacidad y don de gentes,  
se desenvuelve –según, acertadamente, se le ha catalogado- como  
periodista de larga data, prominente dirigente empresarial e histo-  
riador creíble, por los enfoques verídicos que lleva a cabo en sus pro-  
ducciones que integran una trilogía que busca recomponer, de forma  
episódica, la Historia Nacional desde la Conquista hasta el siglo XXI,  
trabajo que continúa con persistencia y devoción patriótica.  
Por todo lo expuesto y mucho más que puede argumentarse,  
al cumplir la resolución de la Junta General de nuestra centenaria y  
prestigiosa institución, integrada por los Miembros de Número, que  
aprobaron el informe favorable de la Comisión de Ingresos y Ascen-  
sos, me es sumamente satisfactorio brindar la más cordial de las  
bienvenidas al Ing. Roberto Aspiazu Estrada en calidad de Miembro  
Correspondiente, quien, seguidamente, leerá su discurso estatutario  
y de ingreso que se titula “40 años de democracia. El retorno al orden  
constitucional (1976-1979)”, como paso previo para imponerle la Me-  
dalla Académica, entregarle el Diploma pertinente y el Escudo o es-  
carapela institucional, como símbolos de pertenencia a nuestra  
entidad que, estamos seguros, será de capacidad, lealtad, honor y  
trabajo, porque eso ha demostrado a lo largo de su vida este histo-  
riador y ciudadano de cualidades excelentes.  
Auditorio Manuel de Guzmán Polanco,  
Academia Nacional de Historia,  
Quito, jueves 19 de diciembre de 2019  
11 Ibíd., p. 12.  
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Franklin Barriga López  
Bibliografía  
ASPIAZU, Roberto; Ruiz Álvarez, Gonzalo, Jaime Nebot el camino a la prosperidad,  
Paradiso editores, noviembre de 2019.  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-  
2009), Academia Nacional de Historia, Editorial El Conejo, Quito, 2009.  
Bulletin of the Pan American Union, Volumen 26, Número 1, U.S. Government  
Printing Office, Washington, 1908.  
GARCÍA IDROVO, Galo, El ferrocarril más difícil del mundo, Presidencia de la Re-  
pública, Comisión Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas,  
Instituto de Investigación Histórica y Cultural Popular Nuevo Alausí  
(INIHI), Crear Gráfica Editores, Quito, 2007.  
VÁSQUEZ HAHN, María Antonieta, El Palacio de la Exposición (1909-1989), Pre-  
sidencia de la República, Comisión Permanente de Conmemoraciones Cí-  
vicas-Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1989.  
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