Bienvenida a Roberto Aspiazu Estrada
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se echen al vuelo las campanas de la Catedral y de todas las iglesias,
a fin de contribuir de esa manera en el justo regocijo de la capital, que
no podrá menos que saludar alborozada la ascensión de la locomotora
a la cima encumbrada de los Andes ecuatorianos. El primer repique se
dará el instante en que el estampido del cañón anunciare la llegada del
tren, en el lugar de su destino, después todo el día, de hora en hora,
hacia las 10 de la noche, serán repetidas puntualmente en la catedral y
demás iglesias.5
Quien hubiera creído que esta apoteosis, cuatro años más
tarde, iba a cambiar de manera increíble, incalificable, desbordante
de felonía y truculencia, cuando el 28 de enero de 1912 se encendió
en Quito, la Hoguera bárbara, que apropiadamente llamó Alfredo Pa-
reja Diezcanseco a la masacre de Alfaro y sus lugartenientes, un epi-
sodio que sigue estremeciendo la conciencia civilizada, por aquella
acción que constituye una de las páginas más nefastas de la historia
ecuatoriana.
Volvamos a la exposición nacional, la de 1909, cuyo eje cen-
tral fue el edificio donde hoy labora el Ministerio de Defensa Nacio-
nal y que, desde 1912, se lo destinó a labores castrenses, en La
Recoleta, a cuya plaza se la reconoció como de la libertad, por ha-
llarse allí una estatua con esa representación y, según la investiga-
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dora María Antonieta Vásquez Hahn , la pila que antes estuvo en la
Plaza Grande, que surtía de agua a los capitalinos por medio de los
aguateros y que fue sacada para que ocupe su lugar el monumento
de los próceres del 10 de Agosto, emblemática obra, en granito y
bronce, de los arquitectos italianos Lorenzo y Francisco Durini, que
se inauguró el 10 de Agosto de 1906, cuyas piezas fueron traídas de
Europa, luego de un largo viaje en barco, como era lo usual en la
época, dando la vuelta por el estrecho de Magallanes, al sur del con-
tinente. Desde esa fecha, se conoce a la que fue la Plaza Grande,
como Plaza de la Independencia.
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Galo García Idrovo, El ferrocarril más difícil del mundo, Presidencia de la República, Comisión
Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas, Instituto de Investigación Histórica y
Cultural Popular Nuevo Alausí (INIHI), Crear Gráfica Editores, Quito, 2007, pp. 199-200.
María Antonieta Vásquez Hahn, El Palacio de la Exposición (1909-1989), Presidencia de la Re-
pública, Comisión Permanente de Conmemoraciones Cívicas-Casa de la Cultura Ecuatoriana,
Quito, 1989.
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BOLETÍN ANH Nº 202 • 423–432
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