La prensa escrita: depositaria, rescatadora
y difusora de la memoria patria
ciología, la política, el folclore, las tradiciones, los deportes en general
cuya multiplicidad de momentos cumbre los ha recogido la prensa
escrita en sus páginas por tiempo cercano a los dos siglos, resaltan
que aquella les resulta una magnífica fuente de información para co-
ronar exitosamente sus obras.
Todas las breves consideraciones expuestas y el justo reco-
nocimiento al papel preponderante de la prensa escrita como deposi-
taria, rescatadora y difusora de la memoria patria motivan mi interven-
ción en esta noche. Repito, no se trata de una apología dedicada a
dicha rama de la comunicación o información, sino de la justiciera
valoración a una actividad humana dura y compleja, pero impor-
tante y decisiva en el diario trajinar de nuestro pueblo y el afianza-
miento de su identidad.
En el Ecuador actual, en el que mucho se discute sobre el
papel y el aporte de los medios de comunicación para atesorar, re-
cuperar y difundir la información que esté en íntima relación con
nuestras raíces y también la práctica de la ética, el civismo y los va-
lores ciudadanos, cabe destacar que lo que tiene relación con la
prensa escrita se ha hecho con bastante regularidad y con logros que
llevan el sello de la inmediatez.
Si hacemos memoria y emprendemos un rápido recorrido
por diarios, revistas, semanarios, quincenarios y periódicos en ge-
neral desde épocas anteriores a los días que vivimos, encontraremos
que sí ha existido cuidado en el tratamiento de esos temas vitales,
sin necesidad de exageradas leyes que exijan y regulen contenidos y
sin que sus mentores entiendan a plenitud casos como lo intercultu-
ral, que a pretexto de darle mayor atención a lo invisibilizado olvi-
dan otros puntos vinculados con la misma expresión.
Ejemplo de que la prensa escrita es depositaria, rescatadora
y difusora de la memoria patria lo dio Espejo en las pocas ediciones
que logró sacar a la luz de sus Primicias y lo mismo ocurrió con Ol-
medo, Roca y otros próceres octubrinos que sacaron adelante El Pa-
triota de Guayaquil; igual sucedió con fray Vicente Solano con su Eco
del Azuay. De los cientos de diarios, periódicos y revistas ecuatoria-
nos muy pocos olvidaron preparar y publicar temas vinculados con
la historia y la memoria patria en general.
BOLETÍN ANH Nº 201 • 244–251
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