Lila Chávez Fonseca
Quitumbe soñador y aventurero abandono su región de ori-
gen y se trasladó a la actual provincia de El Oro, en donde fundó, en
12
homenaje a su padre, la ciudad de Tumbes (hoy pertenece al Perú);
desde este sector, se dirige a la región interandina, llegando a una pe-
queña población a la que en su homenaje la bautizó como Loma de
Quitu; con esta fundación ha nacido una ciudad señorial, llamada a
ser, en el futuro, la capital del Ecuador y primera ciudad Patrimonio
Cultural de la Humanidad; en mi criterio y el de muchos cultores de
la historia, esta es la verdadera fundación de la actual capital de los
ecuatorianos, la que con honor debe ser reconocida por todos quienes
nos consideramos descendientes directos de este audaz guerrero, que
quizás, sin quererlo unía, por primera vez, con su viaje a las dos re-
giones más importantes de nuestro país: la Costa y la Sierra.
Éste Quitumbe debería ser reconocido como el pionero en
tratar de lograr algo que todavía no se ha consguido en toda su mag-
nitud; lograr un Ecuador grande y unido, como grande y soberana
es nuestra Amazonía.
Con Quitumbe aparece el primer nombre femenino de nues-
tra historia, su hermosa esposa Llira, mujer de belleza increíble, según
13
nos cuenta el padre Oliva, a no dudarlo, de aquella estirpe vinieron
luego; Manuela Sáenz, Manuela Cañizares y Manuela Espejo, que han
significado gloria y orgullo para todos los ecuatorianos.
Este relato nos cuenta la historia que esta pareja de Quitumbe
y Llira tuvieron dos hijos Guayanay y Thombe, quienes, cuando lle-
garon a su juventud, heredaron de su padre la virtud de ser aventu-
reros; es así como Thombe fue al Austro del Callejón Interandino y
fundó la ciudad de Tomebamba, mientras que Guayanay fue a la
Costa de nuestro país y allí fundó, en su honor, la Perla del Pacífico,
la ciudad de Guayaquil; y algo más nos cuenta el padre Anello Oliva:
Guayanay fue al sur y según él fundó el pueblo de los Incas, versión
no comprobada completamente, pero que de ser cierta nos permitiría
hablar claramente de un Tahuantinsuyo Quiteño que lo iniciara Gua-
1
2 Anello Oliva, Historia del Reino y Provincias del Perú de sus Incas Reyes. Descubrimientos y con-
quista por los españoles de la Corona de Castilla con otras singularidades concernientes a la Historia,
Imprenta y librería de S. Pedro, Lima, 1895, pp.24-25. Ver en: https://archive.org/details/li-
broprimerodelm00oliv/page/n7 (04-07-2019)
13 Anello Oliva, op. cit., p.24.
BOLETÍN ANH Nº 201 • 322–333
328