Franklin Barriga López
lentéis por la dificultades, no os acobardéis por los obstáculos… Como la
verdad es el alma de la Historia, buscad la verdad, investigad la verdad y,
3
cuando la encontréis, narradla con valor”, escribió, en su célebre men-
saje, en 1911, Federico González Suárez, el fundador de nuestra Aca-
demia, a los jóvenes que iniciaban su largo y patriótico camino en el
trabajo histórico y que llegaron a ser, todos ellos, figuras de primera
categoría dentro de la intelectualidad ecuatoriana.
Es por ello que, como condición sine qua non, en estos ámbi-
tos se practica la teoría del deber, más conocida como deontología,
y la axiología, es decir la teoría de los valores: sin estas dos básicas
normativas no es posible hablar de Historia como ciencia, es por ello
que, en la Ley y el Estatuto vigentes, se cataloga a la Academia Nacio-
nal de Historia como entidad autónoma y de carácter científico, con
los objetivos de cultivar, promover y realizar estudios e investiga-
ciones científico–históricas con carácter nacional y universal.
Algo que asimismo se vuelve pertinente resaltar es el carácter
pluralista de nuestra Academia, a la que pertenecen ciudadanos de
diversas ideologías, credos, condición étnica, social o económica, no
existe segregación de ninguna especie, impera solo el mérito, de allí
su amplitud de miras y objetivos, lo que configura la atmósfera in-
dispensable para evitar prejuicios, sectarismos, dogmatismos y otros
ismos que direccionan, distorsionándolos, investigaciones, criterios
y hasta la propia naturaleza de las instituciones.
El 24 de julio venidero, nuestra Academia cumplirá 109 años
de existencia en beneficio de Ecuador, América y el mundo de la
ciencia histórica en general; desde su creación, han pertenecido y
pertenecen a ella personajes de lo más representativo de la intelec-
tualidad no solo nacional , sino internacional con aportes que se con-
tabilizan en más de diez mil libros y folletos. Basta recordar los
nombres de los directores, desde 1909 hasta la actualidad, para darse
cuenta de su nivel y prestancia: Federico González Suárez, Jacinto
Jijón y Caamaño, Celiano Monge Navarrete, Luis Felipe Borja (hijo),
Carlos Manuel Larrea, Julio Tobar Donoso, Isaac J. Barrera, Jorge Sal-
3
Federico González Suarez en Boletín eclesiástico 312. Ver en: https://archive.org/stream/bo
letineclesiast9691cath/boletineclesiast9691cath_djvu.txt (28-11-2018)
BOLETÍN ANH Nº 199 • 359–368
360