BOLETÍN  
DE LA ACADEMIA  
NACIONAL DE HISTORIA  
Volumen C  
Nº 208–B  
Julio–diciembre 2022  
Quito–Ecuador  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Director  
Dr. Franklin Barriga Lopéz  
Dr. Cesar Alarcón Costta  
Subdirector  
Secretario  
Ac. Diego Moscoso Peñaherrera  
Dr. Eduardo Muñoz Borrero, H.C.  
Mtra. Jenny Londoño López  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
Dr. Claudio Creamer Guillén  
Tesorero  
Bibliotecaria archivera  
Jefa de Publicaciones  
Relacionador Institucional  
COMITÉ EDITORIAL  
Dr. Manuel Espinosa Apolo  
Dr. Kléver Bravo Calle  
Universidad Central del Ecuador  
Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE  
Universidad Laica Eloy Alfaro-Manabí  
Dra. Libertad Regalado Espinoza  
Dr. Rogelio de la Mora Valencia  
Dra. Maria Luisa Laviana Cuetos  
Dr. Jorge Ortiz Sotelo  
Universidad Veracruzana-México  
Consejo Superior Investigaciones Científicas-España  
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima-Perú  
EDITORA  
Dra. Rocío Rosero Jácome, Msc.  
Universidad Internacional del Ecuador  
COMITÉ CIENTÍFICO  
Dra. Katarzyna Dembicz  
Dr. Silvano Benito Moya  
Dra. Elissa Rashkin  
Universidad de Varsovia-Polonia  
Universidad Nacional de Córdoba/CONICET- Argentina  
Universidad Veracruzana-México  
Dr. Stefan Rinke  
Instituto de estudios latinoamericanos/ Freie Universität Berlin-Alemania  
Universidad de Guadalajara-México  
Dr. Carlos Riojas  
Dr. Ekkehart Keeding  
Humboldt-Universitat, Berlín, Alemqnia  
Dra. Cristina Retta Sivolella  
Dr. Claudio Tapia Figueroa  
Dra. Emmanuelle Sinardet  
Dr. Roberto Pineda Camacho  
Dra. Maria Letícia Corrêa  
Instituto Cervantes, Berlín- Alemania  
Universidad Técnica Federico Santa María – Chile  
Université Paris Ouest - Francia  
Universidad de los Andes-Colombia  
Universidade do Estado do Rio de Janeiro-Brasil  
BOLETÍN de la A.N.H.  
Vol C  
Nº 208–B  
Julio–diciembre 2022  
©
ꢀ Academia Nacional de Historia del Ecuador  
ISSN Nº 1390-079X  
eISSN Nº 2773-7381  
Portada  
Procesión de Viernes Santo en Quito  
Fotografía: Fredi Landázuri  
Diseño e impresión  
PPL Impresores 2529762  
Quito  
landazurifredi@gmail.com  
febrero 2023  
Esta edición es auspiciada por el Ministerio de Educación  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA DELꢀECUADOR  
SEDE QUITO  
Av. 6 de Diciembre 21-218 y Roca  
2
2556022/ 2 907433 / 2 558277  
ahistoriaecuador@hotmail.com  
publicacionesanh@hotmail.com  
ÍNDICEꢀ  
EDITORIAL  
9
DIsCuRsOs ACADémICOs  
13  
15  
Bienvenida a Académicos de Loja  
Franklin Barriga López  
Funsol, una experiencia en el tratamiento de las adicciones  
Fernando Patricio Agꢁirre  
20  
Historia de la educación inclusiva en la primera infancia  
michellꢂ Ivanova Aldeán  
40  
La integración económica, social y cultural de Loja y el norte del Perú  
Efraín Borrero Eꢃpinoꢃa  
55  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
62  
Analogía de un Amauta lojano  
Talía Roꢃenda Gꢁerrero  
92  
Bienvenida a John Stephen y David Brown  
Franklin Barriga López  
96  
Bienvenida a Emiliano Gil  
Claꢁdio Creaꢄer  
101  
La educación como elemento fundamental del proyecto católico  
e integrador del presidente Gabriel García Moreno  
Eꢄiliano Gil  
110  
144  
148  
152  
153  
156  
Bienvenida a Hugo Burgos ascendido a Miembro Emérito  
Diego moꢃcoꢃo  
La Historia y el libro  
Hꢁgo Bꢁrgoꢃ  
Bienvenida a Paula Casados Sastre  
Antonieta Palacioꢃ Jara  
El proceso de memoria, verdad y justicia en Argentina  
Paꢁla Caꢃadoꢃ saꢃtre  
Bienvenida a Francisco Ulloa Enríquez  
Franklin Barriga López  
Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
Franciꢃco ulloa Enríqꢁez  
165  
188  
196  
Bienvenida a Rina Artieda Velásteguí  
Franklin Barriga López  
Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
Rina Artieda Veláꢃtegꢁí  
Trascendencia del Dr. Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
Cꢂꢃar Baqꢁerizo Aroꢃeꢄena  
217  
236  
Bienvenida a Santiago Vallejo  
Franklin Barriga López  
5
La enseñanza de la Historia  
como base para la construcción de una identidad nacional:  
nudos críticos en el sistema educativo ecuatoriano  
Santiago Vallejo  
244  
259  
262  
274  
282  
297  
303  
Bienvenida a Antonieta Palacios  
Eduardo Estrada  
URDESA” construyendo hoy el Guayaquil residencial de mañana  
Antonieta Palacios Jara  
Bienvenida a Jorge Ortiz Miranda  
Franklin Barriga López  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
Jorge Ortiz Miranda  
Bienvenida a Otto Federico von Feingenblatt  
Franklin Barriga López  
Bienvenida a José Alvarado Gualpa  
Diego Moscoso  
Vida y Filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
José Alvarado Gualpa  
308  
330  
Bienvenida a Victor Hugo Gutierrez  
Franklin Barriga López  
Bienvenida a Simón Zavala  
Franklin Barriga López 336  
Bienvenida a Ingrid Díaz  
Franklin Barriga López  
343  
352  
362  
372  
413  
431  
440  
Quito de 1909. Fundación de la Academia Nacional de Historia  
Ingrid Díaz  
Bienvenida a Carlos Ruales  
Claudio Creamer  
Francis Hall y sus colecciones botánicas en Ecuador  
Carlos Ruales  
Bienvenida a José Gallardo  
Franklin Barriga López  
Breve testimonio y reflexiones sobre la Guerra del Cenepa  
José Gallardo  
Bienvenida a Manuel Ignacio Carrasco y Mario Garzón  
Franklin Barriga López  
Joaquin Antonio Calderòn y Salazar, precursor  
de la Independencia de Cuenca. Apuntes críticos  
en torno a la Independencia de nuestra región  
Manuel Carrasco  
448  
Cerro Narrío: el comercio de la concha Spondylus  
y sus relaciones interetnicas  
Mario Garzón  
480  
498  
506  
Bienvenida a Cecilia Morales  
Franklin Barriga López  
Juan María Montalvo Fiallos: Itinerario de un luchador  
Cecilia Morales  
6
Bienvenida a Galo Galarza  
Franklin Barriga López  
527  
534  
553  
Apuntes sobre la historia de la Literatura ecuatoriana  
Galo Galarza  
Bienvenida a Claude Lara  
Franklin Barriga López  
La promoción diplomática de Juan Montalvo en el Mundo,  
los ejemplos de París, Quebec y Pekín  
Claꢁde Lara  
566  
DIRECTORIO DE mIEmBROs DE LA  
ACADEmIA NACIONAL DE HIsTORIA  
606  
631  
NORmAs PARA PREsENTACIÓN DE TRABAJOs  
7
La Academia Nacional de Historia presenta el Bole-  
tín N°208. Se compone de dos volúmenes. El N°208-Arecoge  
los aportes de varios investigadores nacionales y extranjeros  
sobre diversos temas de estudio expuestos a través de la sec-  
ción Ensayos y Artículos que compendia temas de arqueolo-  
gía e historia con una interpretación desde el siglo XVI hasta  
el XX sobre Cochasquí. El siglo XIX se visualiza a través de  
la interpretación psicológica de Bolívar. También el siglo XIX  
se muestra y explica en el arte pictórico mediante el trabajo  
del pintor Ernest Charton. Se evidencian los siglos XX-XXI  
a través de los trabajos: Historia de la cesárea; La oferta aca-  
démica universitaria de arqueología y antropología. Los ali-  
mentos ances- trales y el COVID-19. La Sección de Genealogía  
presenta un estudio de la heráldica de Chambo abarca los  
siglos XVI al XIX y a través del texto sobre una obra pía que  
comprende los siglos XVII y XVIII.  
La sección Vida Académica, inicia con las palabras de  
agradecimiento del Dr. Franklin Barriga, director institucio-  
nal por la recepción de la máxima presea que otorga la Aca-  
demia Nacional de Historia, la condecoración: Federico  
González Suárez.  
La sección Vida Académica cuenta con una subsec-  
ción correspondiente al “Conversatorio realizado en Gua-  
yaquil: Bicentenario de la Batalla de Pichincha: 1822-2022”,  
realizado en la “Perla del Pacífico” los días 21 y 22 de sep-  
tiembre de 2022, denominado: La lucha de Guayaquil por el Es-  
tado de Quito, a propósito de la reedición del libro del mismo  
nombre, escrito por Julio Estrada Ycaza, inicialmente publi-  
cado en 1984. Este evento fue ideado, coordinado y ejecu-  
tado por el Capítulo Guayaquil de la Academia Nacional de  
Historia bajo la dirección de la Arq. Antonieta Palacios y el  
Dr. Franklin Barriga López, con el apoyo de los miembros  
del Capítulo y de la Institución en calidad de ponentes. Se  
registran los siguientes trabajos: Guayaquil en la Geopolítica  
Libertaria. El Perú y el esfuerzo guayaquileño por la inde-  
pendencia de Quito; también: Olmedo y el 9 de octubre de  
9
1
820: Un movimiento de la modernidad en el marco de la globaliza-  
ción. El tratado internacional suscrito entre Guayaquil independiente  
y la república de Colombia en 1821.Esta subsección contiene las pa-  
labras de apertura y cierre del acto académico, a cargo de la directora  
del Capítulo Guayaquil, Arq. Antonieta Palacios.  
Este volumen consta de su respectivo índice que permita ubi-  
car los temas, los autores y las páginas correspondientes.  
El volumen N°208-B corresponde a la sección Discursos que  
recoge las piezas oratorias expuestas por el Director de la Academia  
Nacional de Historia o de los Académicos representantes del Direc-  
tor, efectuadas en los actos académicos públicos para la recepción de  
nuevos miembros, con diversas designaciones, de acuerdo a la cla-  
sificación estatutaria. También se consignan los discursos de los re-  
cipiendarios. La Academia ha designado Miembros Correspondien-  
tes Nacionales, por el Capítulo de Loja, a los siguientes profesionales:  
Fernando Patricio Aguirre Aguirre; Michelle Ivanova Aldeán Riofrío;  
Efraín Borrero Espinosa; Ángel Polibio Chalán Chalán; Tulia Ro-  
senda Guerrero Aguirre. En Quito fueron recibidos: Francisco Ulloa  
Enríquez; Rina Artieda Velasteguí; Santiago Vallejo; José Alvarado  
Gualpa; Ingrid Díaz Patiño; Carlos Ruales; Manuel Carrasco, Mario  
Garzón; Cecilia Morales Ruiz. En Guayaquil fue recibido César Ba-  
querizo Arosemena, el discurso de Bienvenida fue pronunciado por  
Ecom. José Arrobo Reyes. En total son 15 nuevos Miembros Corres-  
pondientes. Los discursos de bienvenida fueron ofrecidos por el Dr.  
Franklin Barriga, Académico Diego Moscoso y Dr. Claudio Creamer.  
Miembros Correspondientes Extranjeros fueron designados  
los estadounidenses: John Stephen, David Brown por el Capítulo de  
Carchi-Imbabura. Así mismo: Emiliano Gil, español, en Quito. Son  
3
nuevos Miembros Correspondientes Extranjeros. Los discursos fue-  
ron ofrecidos por el Dr. Franklin Barriga y el Dr. Claudio Creamer.  
Miembros Honorarios fueron cinco designados por su gran  
valía en diversos campos del conocimiento o actuación destacada a  
nivel nacional o internacional. Son los siguientes profesionales: Paula  
Casados Sastre; Víctor Hugo Gutiérrez; Simón Zabala; José Gallardo;  
Galo Galarza. Los discursos de recepción fueron pronunciados por  
el Dr. Franklin Barriga López.  
10  
La Academia ascendió Miembros de Número a 2 profesiona-  
les: Antonieta Palacios Jara y Claude Lara Brozzesi. Los discursos de  
ascenso estuvieron a cargos del Dr. Eduardo Estrada y del Dr. Frank-  
lin Barriga López, respectivamente.  
La Academia reconoció el ascenso a Miembro Emérito a  
Hugo Burgos. El discurso fue emitido por el Académico Diego Mos-  
coso.  
Al inicio de volumen se colocará el respectivo índice que  
permita ubicar los temas, los autores y las páginas correspondientes.  
Al final de este Boletín, correspondiente también al N° 208-B se in-  
serta el Directorio de los contactos telefónicos y de correo electrónico  
de los Miembros de la Academia, y finalmente, se encuentran las  
Normas de publicación que nos permitimos sugerir se revisen para  
la presentación y envío de futuros trabajos.  
Rocío Rosero Jácome  
Editora, Jefe de Publicaciones  
Quito, 29-12-2022  
11  
DISCURSOS  
ACADÉMICOS  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A NUEVOS MIEMBROS  
CORRESPONDIENTES  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
CAPÍTULO LOJA  
Franklin Barriga López1  
El Capítulo Loja de nuestra centenaria entidad es uno de los  
más dinámicos, ya que viene llevando a cabo plausible y permanente  
labor en bien de la historia nacional y disciplinas afines; lo integran  
reconocidas personalidades intelectuales, bajo la dirección del des-  
tacado historiador y promotor cultural Dr. José Carlos Arias y la cer-  
cana colaboración de la connotada escritora e investigadora Dra.  
Susana Álvarez Galarza, como Secretaria; todos, realizan labor edi-  
ficante en bien de la historia nacional y disciplinas afines, alentados  
por hondo sentimiento patriótico.  
En esta ocasión, luego de haber cumplido los rigurosos re-  
querimientos estatutarios, se integran al Capítulo otros cinco perso-  
najes, cuyas hojas de vida fueron aprobadas, en última instancia, por  
la Comisión de Ingresos y Ascensos de nuestra corporación científica  
que labora en la tradicional Casa Alhambra, en la capital de la Re-  
pública.  
Esta solemne ceremonia se efectúa en la ilustre y admirada  
ciudad de Loja, a la que presento, en primer término, mi saludo,  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 15–19  
15  
Franklin Barriga López  
como siempre cordial y respetuoso, junto a los mejores anhelos para  
que prosiga en su ascendente ruta de progreso. Me hubiera gustado  
viajar a esa urbe de tantas cualidades magníficas y acompañarles fí-  
sicamente en esta trascendental ocasión; lastimosamente no me fue  
posible, debido a compromisos propios de mis funciones y adquiri-  
dos con bastante anterioridad, no obstante, estoy con ustedes, damas  
y caballeros, acompañándoles gracias a los adelantos de la tecnolo-  
gía, por lo que me es grato enviar grabado este mensaje de solidari-  
dad y gran estimación.  
Voy a referirme, por orden alfabético y sucintamente, a quie-  
nes ingresan a nuestra institución como Miembros Correspondien-  
tes:  
Fernando Patricio Aguirre Aguirre, doctor en Medicina y Ci-  
rugía, especialista en Anestesiología, con diplomado en Docencia  
Modular en el Campo de la Salud, Planificación Estratégica y Diseño  
de Proyectos, miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana-Núcleo  
de Loja, voluntario de la Cruz Roja provincial, ex docente de la Uni-  
versidad Nacional de Loja y de la Clínica y del Hospital Manuel  
Ygnacio Monteros del IEES, primer presidente del Colegio Provincial  
de Médicos y su presidente en el Tribunal de Honor, representante  
por Loja a la Asamblea Nacional (período 2022 a 2024), editorialista  
en El Diario y La Hora; autor, entre otras obras, de las siguientes pu-  
blicaciones: Loja actual, estudios sobre la provincia, primer premio “Ben-  
jamín Carrión”, Ilustre Municipio de Loja, 1981, coautor; Un hombre  
que se hizo solo, Manuel Agustín Aguirre; Los primeros médicos en Loja;  
El chazo lojano, una aproximación a su identificación, coautor. En el año  
2016, fue designado “Médico Insigne” por el Colegio de Médicos de  
Loja.  
Michellé Ivanova Aldeán Riofrío, licenciada en Ciencias de  
la Educación, especialidad Psicología Infantil y Educación Parvula-  
ria, maestría en Educación Infantil, Universidad Nacional de Loja;  
en la misma Universidad es docente titular de la Carrera de Psicolo-  
gía Infantil y Educación Parvularia Modalidad Presencial, coordina-  
dora de las Carreras Educativas de la Modalidad de Estudios a  
Distancia, entre otras actividades pedagógicas. Ha complementado  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 15–19  
16  
Bienvenida a los nuevos Miembros Correspondientes  
Capítulo Loja  
su formación profesional en talleres, congresos y cursos de capaci-  
tación, como los efectuados en la Argentina Universidad Nacional  
de Rosario o en el IV Congreso Internacional de Neurociencias apli-  
cadas a la Salud y Educación: entender el cerebro, desafío para lograr bie-  
nestar con los auspicios de: Universidad Tecnológica Equinoccial,  
Facultad de Ciencias de la Salud “Eugenio Espejo”, Sociedad Iberoa-  
mericana de Neurociencias, FEEDBACK, Instituto de Neurociencias  
Cognitiva y Afectividad y Aprendizaje Basado en Neurociencias, Ar-  
gentina. Entre sus publicaciones se destacan: Coeficiente emocional;  
Planes terapéuticos para el abordaje de problemáticas infanto-juveniles en  
contextos familiares; Ajedrez en la escuela, un recurso didáctico para el De-  
sarrollo Cognitivo. Entre sus ponencias señalamos las siguientes: Ma-  
nejo del estrés y control emocional; Técnicas de relajación y control  
emocional para el manejo del estrés; Meditación contemplativa, una herra-  
mienta para el diario vivir. Su contextura educativa posibilitará campo  
abierto en el desenvolvimiento de la investigación histórica.  
Dr. Efraín Borrero Espinosa, con estudios en la Facultad de  
Jurisprudencia y Ciencias Sociales, Políticas y Económicas de la Uni-  
versidad Nacional de Loja, columnista del Diario La Crónica, colabo-  
rador de la revista Gaceta Cultural, coautor de la obra Loja plural en la  
memoria, autor de relatos breves sobre cotidianidad y aspectos de  
Loja de antaño y del Manual Práctico de la Función Legislativa (Quito,  
2
009) y Régimen Jurídico del Sistema Notarial Ecuatoriano (Quito,  
mismo año), además de discursos oficiales en la Universidad Técnica  
Luis Vargas Torres de Esmeraldas, Petroecuador y Consep. En repre-  
sentación de este último organismo participó en varios eventos in-  
ternacionales organizados por la Cicad/OEA, Celac y Unasur. Su  
experiencia profesional se ha circunscrito a la Secretaría Técnica de  
Drogas, Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes  
y Psicotrópicas, Congreso Nacional, Petroecuador y Universidad  
Técnica de Esmeraldas.  
Ángel Polivio Chalán Chalán, de la comunidad Ilincho, Sa-  
raguro: al momento, cursa su Ph.D. en Ciencias Pedagógicas en la  
Universidad Andina Simón Bolívar- Sede Matriz Bolivia; Magíster  
en Estudios de la Cultura por la Universidad del Azuay; Profesor de  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 15–19  
17  
Franklin Barriga López  
Segunda Enseñanza, especialización Lengua y Literatura, Pontificia  
Universidad Católica del Ecuador–Sede Cuenca; Licenciado en Cien-  
cias de la Educación, Universidad Estatal de Cuenca. Su formación  
profesional ha sido complementada con cursos y seminarios organi-  
zados por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Edu-  
cación, la Ciencia y la Cultura, Ministerio de Educación y el Instituto  
de Altos Estudios Nacionales. Dilatada experiencia profesional en la  
enseñanza de la lengua y el mundo kichwa, a nivel de maestría, en  
la Universidad Nacional de Loja y en la Universidad de Cuenca; pro-  
fesor de introducción a la lengua y al mundo Kichwa, Postgrado en  
Antropología del Desarrollo, Pontificia Universidad Católica del  
Ecuador; director provincial de Educación Intercultural Bilingüe de  
Loja; experto en currículo del Plan Binacional Desarrollo Fronterizo,  
Fondo Binacional para la Paz y el Desarrollo; director del Programa  
de Formación de Talentos Amawta Hatari Hatun Yachay Wasi, de-  
dicado al fortalecimiento de la lengua Kichwa y a la cosmovisión de  
los pueblos y nacionalidades. Entre las publicaciones de su autoría  
destacan las siguientes: Diccionario infantil quichua, Antropología de los  
Saraguros, Currículo y textos escolares, Construcción de la interculturali-  
dad y la plurinacionalidad, Textos para aprender la lengua Kichwa.  
Talía Rosenda Guerrero Aguirre, con formación profesional  
en la Universidad Central de Guayaquil, reconocida en el 2011 por  
el Comité Ecuatoriano de Cooperación con la Comisión interameri-  
cana de Mujeres (CECIM), Filial de Loja, como Mujer de Letras, por  
su trayectoria como escritora de algunas obras, entre ellas Sentir y  
sentires, Y sigo sintiendo, En los zapatos de Guadalupe y Mac… la oruga  
soñadora (colección de cuentos pedagógicos terapéuticos), Más allá  
del sentimiento (compilación de artículos publicados), columnista por  
varios años del Diario La Hora y revista Gaceta. Mantiene una página  
en redes sociales, con publicaciones de frases motivadoras y cuadros  
de pinturas abstractas de su autoría, realizadas desde hace 40 años.  
Como en el caso de Michellé Aldeán, tiene, en el Capítulo Loja, el es-  
cenario propicio para desarrollarse en el ámbito histórico.  
Por los antecedentes anotados y otros más, la Academia Na-  
cional de Historia aprobó el pedido de su Capítulo Loja para el in-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 15–19  
18  
Bienvenida a los nuevos Miembros Correspondientes  
Capítulo Loja  
greso de los profesionales en mención para su ingreso en calidad de  
Miembros Correspondientes, lo que vendrá a consolidar aún más su  
positivo accionar en bien de los fines y objetivos que guían su acti-  
vidad desde hace 113 años, encaminados a : proyectar la identidad  
nacional mediante la enseñanza de la historia y el fortalecimiento de  
los sistemas educativos referidos a la especialidad; la preservación  
de las diversas identidades existentes en el país, dentro del marco  
del respeto a la diversidad cultural y étnica, para propiciar la solidez  
del tejido social del Estado ecuatoriano; utilizar los ejemplos de la  
historia como referentes de paz y progreso; impulsar planes y pro-  
yectos educativos para consolidar el conocimiento de la historia  
ecuatoriana, latinoamericana, continental y mundial; incentivar la  
capacitación profesional, la investigación, el intercambio entre pro-  
fesores y más expertos en historia tanto del país como del extranjero:  
todo, dentro de la utilidad de la Historia, lo que llamamos la Historia  
del Futuro.  
Me es sumamente satisfactorio dar la más cordial bienvenida  
como Miembros Correspondientes de nuestra Academia, en el Ca-  
pítulo Loja, a Fernando Patricio Aguirre Aguirre, Michellé Aldeán  
Riofrío, Efraín Borrero Espinosa, Ángel Polivio Chalán Chalán y  
Talía Rosenda Guerrero Aguirre.  
¡
Bienvenidos, y que vuestro aporte a la ciencia histórica sea  
positivo y constante para nuestra Patria que tanto requiere, ahora  
más que nunca, de las enseñanzas de la Historia!  
Jueves 28 de julio del 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 15–19  
19  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
FUNSOL, UNA EXPERIENCIA  
EN EL TRATAMIENTO DE LAS ADICCIONES  
DISCURSO DE INCORPORACIÓN  
F. Patricio Aguirre Aguirre1  
Antecedentes  
El presente trabajo trata de dar a conocer las circunstancias  
que se dieron en Loja en torno a la creación de la Fundación Solida-  
ridad Lojana, FUNSOL, de sus participantes y logros durante los  
quince o más años de su existencia, así como de la influencia de esta  
institución en la ciudad y provincia de Loja sobre la comprensión de  
las adicciones, entre ellas el alcoholismo que, como en casi todas las  
partes del mundo constituye un problema social relevante.  
El consumo de substancias psicotrópicas es tan antiguo como  
la humanidad misma, diversas culturas las han utilizado y seguirán  
haciéndolo en dependencia de sus beneficios, los cuales tiene que ver  
con sus características medicinales, así como la producción de placer,  
apoyar al gregarismo, el transformar la visión de la realidad, la trans-  
figuración, la comunicación con los dioses y hasta diversas formas de  
concepción y producción de arte. El problema frente a este consumo,  
sin duda tiene que ver con las consecuencias de su uso que lleva a la  
enfermedad de la adicción y que es menester corregir.  
La llamada lucha contra las drogas, que actualmente ocupa a  
la policía a nivel mundial, y genera violencia, encarcelaciones e in-  
mensos gastos sociales, no tendría sentido, si se aplicaran medidas  
adecuadas que, sin duda tienen que ver con la prevención y edu-  
1
Doctor en Medicina y Cirugía, Universidad Central, Quito,1976. Especialista en Anestesiología,  
Federación Médica 1978. UNL. 1984. Magister en Docencia Universitaria, UNL. 2004. Miembro  
de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Médico, de la Clínica y Hospital del IESS de Loja, 1977 –  
2
2
013. Profesor de la Facultad de la Salud Humana de la Universidad Nacional de Loja.1977-  
020. Presidente de La Junta Provincial de la Cruz Roja de Loja. Presidente del Colegio y del  
Tribunal de Honor del Colegio de Médicos de Loja. Distinciones: Condecoración al Mérito Cien-  
tífico “Pío Jaramillo Alvarado” Municipio de Loja; 2001. Presea al Mérito Cultural. Colegio de  
Médicos de Loja. 2006.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
20  
Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
cación sobre el consumo, que al parecer ha quedado en segundo  
plano, y del tratamiento adecuado y oportuno de quienes, pese a las  
medidas preventivas han generado adicción. Las respuestas en este  
último sentido han surgido de las propias personas con problemas  
de adicción o de activistas sociales que buscan una mejor vida para  
sí o sus semejantes. En este contexto la mejor actividad conocida son  
los grupos de autoayuda que tienen su mejor imagen en lo que se co-  
noce como AAA, Asociación de Alcohólicos Anónimos, cuyo origen se  
remonta a Estados Unidos de América en 1935, iniciada por William  
2
Griffit Wilson y Bob Smith en Akron, Ohio, y cuyo campo progra-  
mático es lo que se conoce como los 12 pasos y que, al momento, es  
una comunidad internacional de ayuda contra la adicción al alcoho-  
lismo. Como una consecuencia también se han formado grupos de  
Narcóticos Anónimos y similares, en relación a las substancias de con-  
sumo, o actividades que llevan a la adicción.  
En nuestra realidad lojana, lo más próximo ha sido la influen-  
cia del CRACentro de Rehabilitación de Alcohólico de Cuenca que se fun-  
dara en 1967, y que en 1982 fuera reconocido como Centro Nacional  
de Alcoholismo y en el 2003 como Hospital Psiquiátrico. Los primeros  
pasos, en Loja, en busca de una solución al alcoholismo y sus conse-  
cuencias surgen con la fundación de Alcohólicos Anónimos, grupo  
Loja, que ocurre el 6 de agosto de 1978 y que cuenta con la significa-  
tiva guía y participación de los médicos Alfonso Riofrío Rentería y  
Antonio Salgado, ambos en esos momentos, profesores de la Facultad  
de Ciencias Médicas en la Escuela de Medicina Humana de la Univer-  
sidad Nacional de Loja, y cuya presencia logra, de alguna manera, la  
aceptación de una parte de la sociedad lojana, entre ellas las de la  
Cruz Roja Provincial que, por entonces, está presidida por el Dr. Luis  
Guillermo Reyes Andrade y quien facilita para que el grupo, cuando  
tenga manifestaciones públicas, pueda acceder a sus locales.  
En algún momento, esta apertura hace posible que el doctor  
Patricio Aguirre, profesor de Psiquiatría de la misma Escuela de Me-  
dicina participe con conferencias, sobre la enfermedad del alcoho-  
lismo y su relación con otras drogas; en especial mariguana y cocaína  
2
La Historia de Bill Wilson y de cómo llegó al mundo el mensaje de A.A. Ver en: http://  
aatalca.org/files/transmitelo (01-12-2022).  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
y, de alguna manera también abre un espacio de aceptación entre los  
estudiantes y futuros profesionales que, poco a poco, irán desterrando  
viejos y errados conceptos sobre el alcoholismo que lo calificaran  
como un vicio y hasta un pecado o castigo de Dios. Eran aquellos  
tiempos en que los aparentemente abstemios, condenaban a los alco-  
hólicos como seres inferiores dominados por la falta de voluntad y  
virtudes, y no, como personas con problemas de tipo médico, origi-  
nados desde la propia sociedad que acepta el consumo como una ma-  
nifestación cultural, sin observar las consecuencias negativas posibles.  
Entre los años 1960 y 1970 en la ciudad y seguramente pro-  
vincia de Loja, sólo se percibía el consumo de alcohol y no de otras  
drogas como la mariguana, que se introduce en la década de los se-  
tenta y, más tarde, la cocaína que serán las que se conoce como drogas  
y que son aceptadas por los jóvenes como sus propias drogas a dife-  
rencia del alcohol, que es la droga de los viejos, o generaciones ante-  
riores; teoría que, en especial sobre la mariguana, es apoyada por la  
cultura e incluso academia norteamericana, de indudable influencia  
en nuestra región. La inclusión de estas nuevas drogas causó preo-  
cupación de padres de familia, quienes buscan una solución y apoyo  
desde cualquier parte.  
Por entonces vale hacer notar que entre los propios alco-  
hólicos que aceptaban su enfermedad, no consideraban que sea simi-  
lar a las otras drogas, cuyo uso ellos mismos condenaban; era  
frecuente oír: “soy alcohólico, no drogadicto”; o a su vez “soy con-  
sumidor de drogas, no borracho”, y se establecían razonamientos,  
por supuesto útiles, sobre las diferencias entre una y otra adicción,  
siendo que cada quien consideraba a la alternativa como peor y que,  
quizás mostraba la existencia de aquel síntoma de la enfermedad  
adictiva que conocemos como “negación”. Por lo general los alcohó-  
licos consideraban a la drogadicción como un mal peor y muy rela-  
cionada con la violencia y la delincuencia, pues sostenían que eran  
capaces de actos que los alcohólicos, al perder fuerza física, eran in-  
capaces de realizar; los consumidores de drogas, sostenían que su mal  
era menor pues conservaban sus capacidades y hasta eran mejores  
en el trabajo, el deporte y otras actividades físicas, artísticas e intelec-  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
tuales. En resumen, en ambos casos se podía encontrar la negación o  
racionalización de la enfermedad.  
La diferenciación social entre alcohólicos y drogadictos era  
evidente; el consumo de alcohol estaba aceptado socialmente, y, de  
alguna manera, sigue siéndolo dada su legalidad para la comer-  
cialización y expendio y, no se advertían, como tampoco se advier-  
ten, sus peligros. Muchos razonan en el sentido de que si es legal no  
debe ser un problema, pero la verdad no es así. La drogadicción es-  
taba y está proscrita por la ley y entonces se la consideraba un mal  
mayor y casi exclusivo de los jóvenes y quizás por ello debía recibir  
mayor preocupación. El hecho de que el consumo de drogas sea, in-  
cluso un delito, también le dan otras connotaciones; así hay jóvenes  
que se aventuran a su mundo como forma de experimentación, pro-  
testa y rebeldía ante la sociedad que viven.  
Fundación solidaridad Lojana  
La historia de esta institución de ayuda social inicia a media-  
dos de 1991 cuando el señor Obispo de Loja, Monseñor Hugolino Ce-  
rasuolo, conocedor del problema del consumo de drogas entre la  
juventud lojana, se propone enfrentarlo y, para ello, busca el apoyo  
de algunos médicos de la localidad que podrían considerarse como  
expertos en el tema; principalmente el doctor Alfonso Riofrío Rentería  
quien, como ya se señaló, años antes había trabajado en la constitu-  
ción de un grupo de ayuda para personas con problemas de alcoho-  
lismo, y que con la venia de Monseñor, invitaría a los doctores Patricio  
Aguirre, y Leonardo Castillo Arévalo, también docentes de la Escuela  
de Medicina, que podría considerarse como el equipo técnico. El doc-  
tor Castillo, además, era y seguirá siendo un participante de varias  
acciones que la Pastoral Social, derivada de la Diócesis, realiza en Loja  
y, por supuesto, a ello se sumaban otras personas no médicas y parte  
de la Pastoral como el Ingeniero Juan Ignacio Valdivieso, y en especial  
su esposa, la Señora Maruja Arias de Valdivieso que desempeña un  
papel de interlocutora entre todos quienes querían hacer algo para  
enfrentar el problema, e invita a otras personas a integrarse.  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
En las primeras conversaciones con Monseñor Hugolino, se  
podía notar su interés por resolver el problema de las drogas y la ju-  
ventud, no así el del alcoholismo que era de adultos y por lo mismo  
responsables de sus actos, quienes, a lo sumo, carecían de poca vo-  
luntad y no requerían ayuda especial. Este criterio, por supuesto, era  
compartido por varias personas que se sumaron a la Fundación Soli-  
daridad y, por ello las acciones se dirigieron de preferencia al campo  
de las drogas.  
Como medidas previas a lo que sería en 1993 la “Fundación  
Solidaridad Lojana” Monseñor Hugolino estableció contactos con or-  
ganismos nacionales e internacionales que, de alguna manera, mane-  
jan el tema y de ello logró conseguir dos becas para que realicen  
estudios durante seis meses los doctores Germán Vélez y Rafael  
Gómez, en el Centro Italiano Solidaridad, en Roma. El proceso de for-  
mación inició en diciembre de 1992 y concluyó en mayo de 1993, y  
desde esos momentos se deja notar el gran interés por el tema, espe-  
cialmente del doctor Vélez. También consiguió del Gobierno de los  
Estados Unidos de América una pasantía de dos semanas, a fines de  
agosto de 1993, para que los dotores Alfonso Riofrío y Patricio Agui-  
rre, visitaran varios lugares y modelos de instituciones gubernamen-  
tales y privadas que trabajan sobre el problema de las diferentes  
adicciones y sus formas de enfrentamiento que, sin duda, enriqueció  
las concepciones que hasta tanto se tenían. El grupo médico estable-  
ció, además, contacto con el doctor Nelson Lanchi León, quien tiene  
formación en el tema y que había realizado observaciones en el Centro  
de Rehabilitación de Cuenca, ciudad en la que se graduara de médico.  
Paralelamente a este trabajo médico, se realizan las gestiones  
pertinentes para elaborar y aprobar los estatutos de la fundación y  
su funcionamiento dentro de la legalidad, tarea que correspondió en  
especial al propio Monseñor Hugolino Cerasuolo y los señores inge-  
niero Manuel García Dávila quien coordinaba la Pastoral Social, una  
dependencia del obispado que presta diversos apoyos y servicios a  
las parroquias eclesiásticas, y la del Dr. Eduardo Vélez que se encar-  
gara de los aspectos financieros.  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
Una vez que se ha implementado la Fundación Solidaridad  
Lojana, FUNSOL y con personal médico calificado, a mediados de  
septiembre de 1993, se asigna un local en el edificio de la Pastoral si-  
tuado en la calle Juan José Peña entre 10 de agosto y Rocafuerte donde  
se inicia el trabajo que se denomina el CIADA, Centro de información  
y Asesoría sobre drogas y Alcohol. El local tiene comunicación indepen-  
diente a la calle y son dos cuartos amplios en los que se adecúan la  
sala de terapia grupal, el consultorio, dos áreas de información y sala  
de espera. La Fundación proporciona el mobiliario indispensable que  
consta de escritorio, mesa de máquina, archivador, pizarra con pape-  
lógrafo incorporado, diez sillas y una colección de libros y videos re-  
lacionados con los propósitos del Centro. El día 13 de septiembre de  
1
993 la Sra. Rosa Toledo de Burneo hace llegar dos docenas de sillas,  
con lo cual se equipa el local a suficiencia y el 21 se abre al público,  
siendo su inauguración oficial el 16 de diciembre, con la bendición  
del señor obispo y la presencia de la licenciada Fanny Añasco de Ca-  
rrión, delegada del CONSEP. Consejo Nacional de Substancias Estupe-  
facientes y Psicotrópicas.  
El trabajo en el CIADA se realiza bajo la responsabilidad de  
los terapeutas doctores Germán Vélez, Nelson Lanchi y Rafael  
Gómez; a ellos se suma el señor Alder Valdivieso como asistente y te-  
rapista vivencial, y el director que es el doctor Patricio Aguirre. El  
doctor Alfonso Riofrío, en su calidad de Director Ejecutivo de la Fun-  
dación, se encarga de la supervisión del Centro; las actividades se ini-  
cian con terapia individual, que se brinda entre las 8h00 y 10h00 horas  
en la mañana y entre 15h00 y 17hoo en la tarde. Para octubre de 1993,  
una vez que se han seleccionado las personas necesitadas de ayuda,  
se consolida el primer grupo, y se da inicio a la terapia grupal bajo la  
responsabilidad de los doctores Vélez y Lanchi; el doctor Gómez se  
encarga de la terapia individual que se ofrece en dos días de la se-  
mana.  
En la estructura terapéutica del CIADA, diseñada previa-  
mente se determinan sus objetivos que son: capacitar a los usuarios  
en el conocimiento de la enfermedad, proveyéndoles de herra-  
mientas, especialmente psicológicas para lograr la abstinencia perma-  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
nente. Con este propósito la estrategia se centra en formar grupos de  
autoayuda tanto en la propia institución, como. de ser posible, fuera  
de ella. Según la adquisición de estas herramientas se considera que  
los usuarios pasan por tres niveles de formación: la Motivación que  
corresponde al tiempo cuando el paciente ha logrado reconocer su  
enfermedad y, por lo mismo, la necesidad de cambiar su forma de  
vida, y, para lo cual se inserta en el programa; esta etapa se considera  
debe durar entre una semana a tres meses dependiendo de las carac-  
terísticas del paciente y la gravedad de la enfermedad. La segunda  
etapa es la de Rehabilitación que se considera la más importante y  
que lleva una duración de, al menos, un año y para la cual es necesa-  
ria la terapia grupal, familiar y de pareja, según el caso, con una in-  
tensidad de una o dos horas durante cinco días a la semana.  
Finalmente, se establece como tercera etapa o nivel a la Reinserción  
que se refiere a que el paciente logra una vida social y laboral normal  
y es capaz de formar su propio grupo de apoyo, e incluso brindarlo  
a otras personas, y entonces considerarse como lo que se conoce téc-  
nicamente como un operador de programa o terapista vivencial; esta  
etapa se estima debe durar nueve meses, con asistencia de al menos  
dos días a la semana; de suerte que todo el tratamiento se debe reali-  
zar en dos años.  
A 1994 se lo puede considerar como el año de imple-  
mentación del Centro e inicio del trabajo objetivo; el equipo tera-  
péutico se modifica pues el doctor Gómez deja de participar y, en su  
lugar, se incluye la estudiante de Psicología Clínica de la Universidad  
Central, Lorena Celi, que realiza parte de su internado. También se  
incluye el señor Gustavo Burneo como ayudante y cuidador del local,  
y quien en marzo substituye, en parte, al señor Alder Valdivieso que  
ha logrado reinsertarse a la sociedad y asumo otros trabajos fuera de  
la institución.  
Para marzo, se cuenta con línea telefónica y mesa de exá-  
menes, así como para julio los directivos del Banco del Azuay donan  
un televisor, en octubre se adquieren once videos sobre Drogadicción  
y Alcoholismo, se cuenta con material de escritorio, trípticos que des-  
cribe el programa terapéutico y preventivo del CIADAy formularios  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
para llevar la historia de los usuarios; mesa de ping-pong y juegos de  
salón, herramientas para trabajos de manualidad y terapia ocupa-  
cional. El doctor Antonio Salgado que apoyaba en las tardes, lo hace  
hasta junio y desde octubre se cuenta con la Srta. Martha Lucía Bur-  
neo que hace de secretaria en la oficina del Palacio Episcopal, y el  
señor Santiago Aguirre Reyes como auxiliar, en el local.  
En el mes de junio de 1994 se logra un espacio gratuito en  
Radio Regional, dirigido por la señora Lucía Espinosa de García que  
permite al Centro hacer prevención y difusión de mensajes. Se trata  
del programa “Conozcamos más sobre las Drogas” que se inaugura el  
19 de este mes con su primera emisión. La responsabilidad y partici-  
pación recae en el director, doctor Aguirre y los terapeutas doctores  
Vélez y Lanchi. El programa se realiza todos los sábados y se refiere  
a la exposición de temas sobre el problema y resolver consultas de  
los radioescuchas. El programa se desarrolló hasta fines de 1995. Las  
temáticas incluyen: las drogas a través de la Historia. Las drogas, su  
consumo y peligrosidad. - Complicaciones médico-psico-sociales del  
consumo de drogas. - Las drogas y la tolerancia social. - La enferme-  
dad de la adicción. - La familia y los adictos. - Pautas para el manejo  
y apoyo al adicto. - Los grupos de autoayuda. - La prevención en el  
uso de drogas. - Aspectos éticos y legales sobre la drogadicción.  
En junio además del trabajo de la ciudad fue posible la rea-  
lización de un taller de una semana de duración para doce personas,  
de ambos sexos, de la comunidad de San Lucas que, conociendo de  
nuestro trabajo, solicitaron el apoyo y que posteriormente sirviera  
para establecer contactos con personas de esa comunidad y también  
de la de Saraguro.  
Dado que dentro de objetivos de la Fundación se considera  
la construcción y mantenimiento de establecimientos especiales en  
donde se brinde atención integral a las personas que sufren de alco-  
holismo o drogadicción y que en ellos se ofrezca tratamiento especia-  
lizado en las fases de desintoxicación, recuperación e inserción social,  
se realizan gestiones con tal propósito ante la Presidencia de la Re-  
pública a través del diputado Fredy Bravo, y otras entidades que, al  
final, no tienen resultados. El financiamiento sigue dependiendo de  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
los propios recursos, esto es, el apoyo de los benefactores y principal-  
mente la Pastoral Social.  
Hasta noviembre del 1994, que puede considerarse como el  
primer año se realizan 1.207 atenciones dedicadas a 183 personas de  
las cuales 62 tienen problemas de adicción, de éstas, 37 alcanzaron el  
nivel de motivación y 18 ingresaron al programa de tratamiento; 14  
se sitúan en el nivel de Rehabilitación y cuatro alcanzan la Reinser-  
ción. Todo ello significa que la efectividad alcanza el 6.4% de recupe-  
ración, y, por lo mismo, el programa sirve, aunque falte intensidad  
en el trabajo. Paralelamente, y de conformidad a otro de los objetivos  
que señala: Fomentar y colaborar en programas de investigación y  
de prevención destinados a identificar grupos de riesgo en el uso de  
sustancias psicoactivas dentro de la población, y trabajar coordina-  
damente con personas naturales o jurídicas, públicas o privadas, na-  
cionales o extranjeras, cuyos objetivos sean afines a FUNSOL se apoya  
al INFA, Instituto Nacional de la Familia, en asesoría sobre programas  
de prevención del uso de alcohol y drogas, así como, se ofrecen char-  
las en colegios secundarios, como La Dolorosa y el Colegio Técnico  
Daniel Álvarez Burneo, que fueran quienes así lo solicitaran. Esto  
muestra el interés por el tema, así como la confianza en el trabajo del  
Centro. También, desde estas fechas acuden al Centro estudiantes de  
medicina que se interesan por los procedimientos y que son acogidos  
por funcionarios y usuarios.  
Un trabajo novedoso es el de la acupuntura auricular, una téc-  
nica traída desde los Estados Unidos de América, que se emplea en  
especial en aquellos pacientes que, por sufrir de problemas duales,  
es decir psiquiátricos, deberían recibir medicación, pero que ellos se  
niegan a hacerlo ante el temor de contraer la adicción a “las pastillas”  
como lo califican. Los resultados son aceptables y por ello se institu-  
cionaliza el procedimiento. El principal ejecutor de estas técnicas es  
el doctor Germán Vélez quien cuenta con un curso realizado en la Re-  
pública de China, algunos años antes, y que se encuadra en otro de  
sus objetivos: Promover, impulsar y participar en programas orien-  
tados al tratamiento y rehabilitación de drogadictos y alcohólicos.  
Al terminar el año y con la experiencia adquirida se plantean  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
como tareas la aprobación del programa de tratamiento, cuyo pro-  
yecto existe, así como definir su reglamentación y funcionamiento;  
establecer el personal mínimo necesario y sus horarios de trabajo; ga-  
rantizar el cumplimiento fiel del Programa en base a contratos elabo-  
rados y definidos en obligaciones y derechos; estructurar el equipo  
encargado del financiamiento del Proyecto y, cubrir gastos de arren-  
damiento a la Pastoral Social para la ampliación del local actual con  
otras oficinas y servicios.  
En 1995 el CIADA, ha adquirido alguna experiencia y se im-  
plementan materiales de docencia, así que en febrero se cuenta con  
una videocasetera donada por Monseñor Cerasuolo que permite la  
reproducción de los videos: “El mundo de las drogas”. También se  
cuenta con agujas para acupuntura suficientes para las demandas de  
todo el año, formularios para elaborar las historias clínicas de los pa-  
cientes y usuarios, registros de trabajo, órdenes médicas y conta-  
bilidad de aportes de usuarios y benefactores. Finalmente se elabora  
un informativo a manera de tríptico para uso de interesados y difu-  
sión del Centro.  
Por razones de remodelación de la casa de la Pastoral, se li-  
mita el local a una sola oficina, la Junta Directiva autoriza el egreso  
de hasta 250.000 sucres mensuales para arriendo de otro local. El per-  
sonal incluye al director, los médicos terapeutas doctores Vélez y Lan-  
chi y el auxiliar administrat6ivo señor Santiago Aguirre. Se atiende  
desde las 15h30 a las 20h30, de lunes a viernes. Las tres primeras  
horas se ocupan en labores de terapia individual y consulta psiquiá-  
trica y en las últimas se realiza docencia, terapia grupal y terapia fa-  
miliar. Además, se instituye la “participación social del grupo que  
ocurre los días viernes cada dos semanas y que, siendo iniciativa de  
los usuarios, cuenta con la participación de familiares e invitados, y  
en los que se desarrollan actividades artísticas, testimonios y se ofrece  
café con algún aperitivo. Por supuesto que uno de los atractivos fun-  
damentales constituye la presencia de Monseñor Hugolino quien de-  
parte con los asistentes, aconseja y da ánimo y esperanza.  
Con el apoyo de PREDESUR se realiza un proyecto de inves-  
tigación para determinar la magnitud del problema en nuestra pro-  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
vincia. así como la posibilidad de construir un centro en el que se  
pueda ofrecer atención integral; el financiamiento de los estudios de  
factibilidad se calcula en cincuenta y seis millones de sucres. Por en-  
tonces el propio Monseñor considera que podría destinarse un área  
cercana al Seminario, al norte de la ciudad, como espacio para la cons-  
trucción del establecimiento del CIADA; el doctor Riofrío consigue,  
que el Consejo Provincial realice algunos trabajos de adecuación. Sin  
embargo, la idea no prospera al parecer por no tener todo el apoyo  
de la Curia Diocesana.  
Conjuntamente con la cátedra de Psiquiatría de la Universi-  
dad Nacional de Loja se realizan estudios en poblaciones estudian-  
tiles en riesgo de alcoholismo que muestran que, entre los 20 y 25  
años, es del 21,62 %, con afectación mayor del sexo masculino que  
cubre el 93,7 %. Datos que servirán, junto a más estudios, para esta-  
blecer la justificación del proyecto FUNSOL.  
En el mes de mayo de 1995 se pone en consideración de la  
Junta Directiva el Proyecto de Reglamento Interno y la proforma pre-  
supuestaria, habiéndose obtenido su aprobación y fijado el monto del  
presupuesto anual en quince millones de sucres. Las remuneraciones  
son de 100.000 sucres para el director, 300.000 para los terapistas y  
250.000 para el auxiliar administrativo. Los usuarios hacen labores  
de cuidado, información y limpieza. Tanto terapistas como auxiliar  
administrativo tienen firmados sus contratos con horarios de dos  
horas diarias los primeros y cuatro el segundo.  
En este período el Centro ha ofrecido 1.694 atenciones y las  
ha realizado especialmente para 125 usuarios con un grupo estable  
de 20 pacientes, de los cuales puede considerarse como rehabilitados  
a 13 y a 7 como motivados. Estos datos y más consideraciones llevan  
a la conclusión de que existe un resultado positivo en el 10,4%, que  
es superior al alcanzado el año anterior y que se ha ganado en calidad  
y permanencia de los usuarios en el programa. También que el pro-  
grama es útil y que da y seguirá dando resultados positivos; que las  
instalaciones actuales son insuficientes y que debe planificarse la ad-  
quisición de locales que permitan mejorar la atención con la sala de  
desintoxicación y la apertura de una clínica que permita el interna-  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
miento de pacientes. Para todo ello se hace indispensable la imple-  
mentación del comité financiero que procure estabilidad y seguridad  
a la labor médica o de salud. Dado que se conoce que en otras partes  
de la ciudad y provincia existen instituciones, grupos o personas re-  
alizando actividades parecidas, se cree necesario procurar la coordi-  
nación con todas ellas y convertir a FUNSOL en el referente y apoyo  
para el tratamiento de estos problemas.  
En mayo de 1996 con motivo de la segunda Asamblea de  
FUNSOL la dirección del CIASAemite su informe en el que se señala  
que desde febrero el Centro funciona en el nuevo local ubicado en la  
Av. Mercadillo y Ramón Pinto que consiste en un departamento con  
espacios suficientes para la terapia grupal, oficina y consultorios, así  
como áreas para talleres y manualidades, cocina y servicios higiéni-  
cos, que en su horario de 16h30 a 20h30 permite dar mejor atención  
y organización del trabajo. Además, es posible ampliar horarios si se  
contara con mayor personal, al que por cierto se ha sumado el señor  
Jorge Luis Romero Benavides, estudiante del séptimo año de medi-  
cina, y quien reemplaza al señor Santiago Aguirre, que al conseguir  
otro trabajo, deja la Institución; de igual manera ocurre con la secre-  
taría que la asume la licenciada en trabajo social, Sra. Sonia de Rojas  
y que labora desde octubre de 1996.  
Con la participación de estudiantes de medicina y la asesoría  
del doctor Nelson Lanchi León se realizaron investigaciones en jóve-  
nes de la provincia comprendidos entre quince y veinte años; los re-  
sultados fueron que el riesgo de alcoholismo llega al 37 % en varones  
y 17 % en mujeres y que el alcoholismo como enfermedad y por lo  
mismo necesitados de tratamiento, llega al 8,2 % de los varones y al  
1,3 % de los adolescentes. Lo que confirma la necesidad de enfrentar  
la situación. El principal problema sigue siendo el financiero que se  
resuelve parcialmente con el aporte de benefactores que ingresan  
350.000 y lo recaudado por servicios llega a 100.000 sucres mensuales;  
el presupuesto es de 15 millones, es decir un millón doscientos cin-  
cuenta mil mensuales y cuya mayoría la cubre la Pastoral Social, por  
ello se hace necesario la conformación del Comité de Finanzas que  
asegure el desempeño de la parte médica.  
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F. Patricio Aguirre Aguirre  
En este período se hacen 1.098 atenciones, se mantiene el  
grupo estable de 12 personas de las cuales 5 se han recuperado. Las  
instalaciones permitirían tener hasta tres grupos y treinta usuarios.  
Se proyecta estructurar la sala de desintoxicación como puerta de en-  
trada de pacientes e inicio de la modalidad hospitalaria. Al mismo  
tiempo y como prevención se dicta charlas en los colegios la Dolorosa  
y el Liceo de Loja, similar a lo trabajado en años anteriores.  
En enero de 1997, por pedido del arrendador, se pasa a fun-  
cionar en otro local, ubicado en las calles Miguel Riofrío y Bernardo  
Valdivieso que, aunque es más central, no brinda toda la comodidad,  
pero permite continuar con el programa. Por este tiempo la junta di-  
rectiva ha logrado el ofrecimiento de la Fundación Álvarez Burneo de  
un terreno de mil metros cuadrados, urbano, concediendo un plazo  
de cinco años para la construcción del local propio del CIADA, lo que  
renueva las proyecciones de los participantes. Las actividades se han  
organizado en terapia grupal, lunes y viernes; terapia familiar los jue-  
ves y docencia los miércoles, terapia espiritual los martes, que es una  
aportación desde la Pastoral y que cuenta con la aceptación de usua-  
rios y familiares.  
El grupo de autoayuda se ha consolidado y permite que, or-  
ganizadamente, se visite la población de Zapotillo en dos días de des-  
canso y prueba de esparcimiento, que muestra a los usuarios la realidad  
de disfrutar de la naturaleza y la vida sin necesidad de apoyarse en  
sustancias psicotrópicas. También se realiza una visita al cantón Sa-  
raguro, concretamente a las Lagunas, en donde se establece contacto  
con la población, se dicta un taller y, se planifica seguir trabajando en  
el tema, así como el ofrecimiento de la comunidad de destinar terre-  
nos para instalaciones de la Fundación.  
Un grupo de usuarios, de mayor permanencia, participa de  
un taller en Quito, organizado por la Federación Ecuatoriana de Comu-  
nidades Terapéuticas que dirige el padre José Antonio López Lamus y  
cuyos aprendizajes permite a dos de los usuarios impartir charlas en  
escuelas primarias de Loja y Zamora, así como, estructurar un pe-  
queño grupo de usuarios que se encarga de actividades educativas.  
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Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
La relación con Comunidades Terapéuticas también da valor  
al trabajo del Centro que alcanza reconocimiento nacional y, por ende,  
internacional; aunque la operatividad sea deficiente en cuanto a re-  
gistro y archivos que debe tener como ente dedicado a la salud. El  
doctor Filadelfo Peña, un educador de la ciudad, apoya a la Funda-  
ción difundiendo las actividades del Centro y haciendo gestiones ante  
el Banco del Estado y el Congreso Nacional en el afán de lograr fi-  
nanciamiento para la construcción, desarrollo y mantenimiento del  
Centro.  
Los ingresos por atenciones llegan a 300.000 sucres mensuales  
que significan el 25% de lo que la Fundación invierte. Tales ingresos  
se entienden como mecanismo de tratamiento y no necesariamente  
de autogestión. Las atenciones en este año llegan a 2.780, se mantiene  
un grupo estable de 18 pacientes, de los cuales 11 están rehabilitados,  
y 7 motivados.  
Estudios universitarios muestran que el riesgo de adicción en  
jóvenes entre 15 y 20 años es del 35 % en varones y 27 % en mujeres.  
La adicción en 8,2 % para varones y 1,3 en mujeres. Las estadísticas  
nacionales de la Dirección Nacional de Epidemiología reconocen al índice  
de drogadicción en 1,87 % y de alcohólicos en 18,52 por cada 100.000  
habitantes, datos menores a los de Loja que presupone mayor pro-  
blemática. En un estudio del doctor Nelson Lanchi, realizados con el  
apoyo de estudiantes de medicina, muestra que los usuarios del  
CIADAson varones de entre veinte y cuarenta años, lojanos, con nivel  
de estudios correspondientes a primaria y secundaria que se encuen-  
tran laborando o estudiando en un 70 %, el resto son empleados, co-  
merciantes, o dedicados a trabajos particulares. El 30 % tuvieron  
problemas legales; el escándalo público caracterizó al 60 %, el inicio  
de consumo fue la necesidad de aceptación en el grupo social, que  
ocurre entre los 15 y 20 años, la ingesta es de más de 10 años. El 50%  
tiene antecedentes de alcoholismo en familiares, el 50 % consume solo  
alcohol y el 75 % asocia a otras drogas. La presión familiar es el mo-  
tivo para acudir por ayuda en el 75 % y el 25 % ha sido por motiva-  
ción propia.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
33  
F. Patricio Aguirre Aguirre  
En junio de 1997 el doctor Alfonso Riofrío se desempeña  
como directos provincial de Salud de Loja y por ello se excusa de la  
Dirección Ejecutiva de la Fundación que la asume el doctor Leonardo  
Castillo. El señor Romero, que debe continuar sus estudios, es reem-  
plazado por el señor Salvador Villa, uno de los usuarios más antiguos  
del Centro. Para agosto se proyecta el informativo semanal: “Vivir o  
Morir” diseñado en una hoja de papel periódico tamaño oficio que  
hacen cuatro páginas y en las que se tratan temas relacionados con la  
prevención y tratamiento de las adicciones como estudios sobre pre-  
valencia de del problema, testimonios de los usuarios del CIADA,  
cartas recibidas, publicidad de patrocinadores, agradecimientos, in-  
vitaciones y felicitaciones desde el CIADA. También la publicación  
Alerta; conozcamos más sobre las drogas” que incluye más páginas con  
un tiraje mensual y que contendría un editorial, temas científicos, vi-  
vencias, mensajes, crónicas, humor y pasatiempos e incluye a invita-  
dos especiales.  
Al finalizar 1997 las atenciones llegaron a 2.983, que significan  
50 usuarios mensuales, se mantiene un grupo en tratamiento bien  
2
consolidado y que ha generado capacidades no sólo para la autoa-  
yuda, sino para proyectarse en la población y enfrentar la realidad.  
Sin dudas, es el año de mayores logros que muestran a la Fundación  
y al CIADA posicionado de su misión y respaldado por la ciudada-  
nía.  
A inicios de 1998 se proyecta objetivos para el año en concor-  
dancia con los establecidos en el Estatuto y que se refieren a la adqui-  
sición y mantenimiento de locales adecuados para el funcionamiento  
de la Fundación. Organización y ejecución de programas especiali-  
zados en el tratamiento de las adicciones en sus fases de desintoxica-  
ción, motivación, recuperación y reinserción; así como programas  
educativos de prevención, investigación, educación y capacitación  
para voluntarios. Coordinación con otras instituciones para apoyarse,  
difusión de las actividades de la Fundación. Lo cual lleva a estructu-  
rar los comités de Recursos físicos, finanzas y presupuesto, presidido  
por el Director Ejecutivo. Comité terapéutico, presidido por el direc-  
tor del CIADA, que es, además el primer vocal de la Junta Directiva;  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
34  
Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
comité de prevención educación e investigaciones, presidido por el  
segundo vocal, y el comité de coordinación, difusión y legislación  
presidido por el tercer vocal de la Junta.  
En abril de 1998, el doctor Leonardo Castillo, Director Ejecu-  
tivo, hace notar las dificultades económicas por las que atraviesa la  
Fundación y la necesidad de limitar en parte su apoyo al CIADA, por  
lo que se hacen propuestas de financiamiento, que se logra con el re-  
clutamiento de más benefactores y la implementación de honorarios,  
por cierto, módicos por los servicios que se presta, en un intento de  
auto financiamiento.  
Para agosto, el CIADA se traslada a un nuevo local en Gran  
Colombia e Ibarra, que ofrece mayor comodidad. El Consejo Provin-  
cial, a través del señor Prefecto Ingeniero Raúl Auquilla y por gestio-  
nes de la consejera licenciada Gladys Guzmán, dona muebles de  
oficina y salón, computadora y equipos audiovisuales. Se mantiene  
el mismo personal, al que se agrega la doctora Patricia Montalván,  
Psicóloga educativa, quien trabaja con las esposas y familiares de los  
usuarios. El señor Luis Imaicela, abogado. se integra para desarrollar  
actividades preventivas en centros educacionales como el Colegio Da-  
niel Álvarez Burneo, trabajadores de PREDESUR y apoyo a varios gru-  
pos de Alcohólicos Anónimos. Además, el grupo prepara un Taller  
informativo sobre drogadicción, dirigido al público en general y per-  
sonas interesadas, y para lo cual se prepara los contenidos que en lo  
fundamental son similares a los utilizados para la difusión radial  
El Club Rotario, a través de su presidente licenciado Darío Vir-  
gilio Palacios realiza gestiones en pro de la construcción de local pro-  
pio y también lo hace la “Liga de la Caridad de Loja”. Lo propio hace  
la Gobernación de Loja que gestiona con la Asociación de Ecuatoria-  
nos Residentes en España su apoyo. Como una medida paralela y pe-  
rentoria en octubre la gobernadora doctora Soledad Aguirre Riofrío  
pide al CONCEP la entrega de una casa, incautada por el Estado y  
ubicada en la calle Quito y Av. Universitaria. Sin embargo, todas estas  
gestiones todas que no llegan a materializarse.  
Las actividades de servicio muestran que se han realizado, du-  
rante el año 1.700 atenciones dedicadas a 116 usuarios, de los cuales  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
35  
F. Patricio Aguirre Aguirre  
53 son pacientes. Hay un grupo de 15 personas rehabilitadas y en ca-  
pacidad de actuar como terapistas vivenciales, así como, otro de 12  
usuarios en formación, que sería la segunda promoción. En este año  
se celebran 11 aniversarios de sobriedad, uno de seis años, otro de cua-  
tro años; cuatro de tres años; dos de dos años y uno de un año. Se ha  
sumado a los benefactores la empresa MALCA de Loja que a través  
de su presidente Steve Brow hace un importante apoyo económico.  
En el mes de octubre de 1998 en el Diario la Hora, por dispo-  
sición de su director el licenciado Eduardo Vivanco se publican men-  
sajes y un reportaje, en octubre, que sirvió para motivar a la  
ciudadanía sobre los propósitos de la Fundación y sus servicios a tra-  
vés del CIADA. El año culmina con casi tres mil atenciones, 2.933  
exactamente, dedicadas a 73 pacientes, el grupo de terapia ha gene-  
rado 9 rehabilitados y 41 motivados. Hay al menos 10 personas que  
han pasado por el Centro que lo visitan y apoyan a los nuevos.  
En 1999 se mantienen las actividades conforme a los linea-  
mientos de las Comunidades Terapéuticas que es lo que exige la técnica  
y la organización estatal y por lo cual se cuenta con el reconocimiento  
y permisos respectivos. Sin embargo, hay dificultades en la organi-  
zación y el cumplimiento de labores que producen desaliento. El año  
termina con dos mil doscientas cuarenta y una atenciones que signi-  
fican un promedio de ciento ochenta y cinco mensuales y que se han  
dedicado a setenta y tres usuarios. Sin duda el Centro cuenta con mo-  
biliario y equipos suficientes, pero sigue manteniendo sus dificulta-  
des para el tratamiento total del problema y la mantención del  
programa, que, en el mejor de los casos, se ha estacionado. Se han  
perdido actividades como la organización de cursos para interesados  
y la publicación de separatas que se quedaron en proyectos. Quizás  
los problemas surgen de la falta de organización de la propia Funda-  
ción que se ha reducido al CIADA.  
Para abril del 2000 siguen existiendo dos problemas básicos:  
el primero que tiene que ver con el desarrollo de los programas tera-  
péuticos, de prevención y difusión que cuentan con planes diseñados  
y probados, pero que su ejecución es parcial, en especial en la temática  
preventiva, y que en lo substancial deriva de la falta de personal El  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
36  
Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
segundo y quizás principal es el económico-financiero que fuera cru-  
cial desde el inicio del proyecto social.  
En este mismo mes, la falta de recursos obligó al abandono  
del local de las calles Gran Colombia e Ibarra y el Centro debió ubi-  
carse en las tres oficinas del mezanine de la Cruz Roja, que fuera lo  
posible, y en donde, gracias a sus directivos cuenta con el préstamo  
del Salón Auditorio institucional para actos de mayor asistencia como  
las celebraciones de años de abstinencia por los usuarios. El trabajo  
de terapia de grupo continua en manos de los doctores Nelson Lanchi  
León y Germán Vélez y la consulta individual la hace el director del  
CIADA, doctor Aguirre. El trabajo preventivo se limitó a una charla  
en el Colegio Bernardo Valdivieso.  
Las atenciones desde este año y hasta el 2002 llegan a un pro-  
medio de 2.500, es decir, que nunca se logró la propuesta de 3.000 que  
parecía la meta adecuada. Para el 2003, el Centro mantiene su perso-  
nal que son el director, los dos médicos terapeutas, la secretaria de la  
Fundación y el asistente administrativo. Se mantiene la consulta in-  
dividual, el trabajo de grupo y las reuniones de aniversarios de abs-  
tinencias, en las que dada la presencia del señor Obispo tienen, sin  
duda, mayor asistencia.  
Hasta el mes de noviembre se mantiene el doctor Germán  
Vélez, quien al adquirir nuevos compromisos académicos deja la ins-  
titución para, esporádicamente visitarla; la mayor parte del trabajo la  
realiza el doctor Lanchi, y muchas actividades son delegadas a los  
propios usuarios bajo la misma modalidad que tienen Alcohólicos o  
Narcóticos Anónimos.  
En el período del 2004 al 2006 las actividades siguen iguales,  
no hay evidencia de reuniones de la Fundación, siendo el CIADA  
quien, con limitaciones se mantiene. En el 2005, una vez concluida la  
construcción del edificio de la Pastoral Social, sobre lo que fuera la casa  
antigua, el CIADAregresa a dos oficinas y cuenta para las actividades  
de terapia grupal, con el salón social de la misma entidad, y en la que  
se acomodan todo el mobiliario que estuviera guardado. Las activi-  
dades, aunque no con tanta asistencia como en años anteriores, es im-  
portante y augura volver a sus mejores tiempos.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
37  
F. Patricio Aguirre Aguirre  
Por el 2005, y dado que asume la alcaldía de Loja el ingeniero  
Jorge Bailón Abad, la experiencia de FUNSOL, sirve de base para que  
el doctor Aguirre y Lanchi le presenten el proyecto de “La Posada So-  
lidaria” que, de alguna manera, reproduce el programa y cuenta con  
la ventaja de tener recursos suficientes. Para el 2006, el doctor Nelson  
Lanchi, que asume la dirección de Higiene Municipal se ve obligado  
a disminuir su participación a dos días a la semana y para el año 2007,  
cuando las exigencias de su trabajo, y en especial de la Posada Soli-  
daria, así lo demanda, se separa. El personal lo hacen el director, doc-  
tor Aguirre, la secretaria señora de Rojas y el asistente administrativo,  
señor Villa.  
Amediados del 2007 la ciudad conoce del proceso de separa-  
ción del obispado de monseñor Hugolino Cerasuolo; ello implica mu-  
chos cambios en varios aspectos de la Diócesis, y especialmente en la  
Fundación, ya que según sus estatutos la presidencia la ejerce el  
obispo de Loja, y más que ello monseñor constituye sin duda, el  
motor que mueve a toda la organización. Del obispado se encargan  
otros sacerdotes de la misma ciudad y al final es oficialmente reem-  
plazado por el obispo monseñor Julio Parrilla Diaz.  
En los últimos días de permanencia de monseñor en Loja, tuve  
la oportunidad de despedirme y lo hice para agradecerle por lo que  
había hecho por los adictos de la ciudad, alcohólicos y drogadictos,  
pues él fue quien, desde su alta posición, explicó a la población que se  
trataba de una enfermedad y no de un vicio y peor de un pecado y,  
por lo cual, quienes lo padecían y sus familiares debían procurar su  
atención médica. Gracias a esa actitud, prosperaron centros de ayuda  
hoy existentes, que difícilmente habrían tenido cabida y que sin duda  
hacen mucho frente a este problema al cual el Estado no le prestara  
adecuada atención. La experiencia de la ciudad de Loja, fue seguida  
por las municipalidades de la provincia y en muchas de ellas se con-  
sideraron la formación de grupos de autoayuda apoyados desde lo  
público. Él dijo que nos agradecía a nosotros por haberle ayudado a  
comprender de esta enfermedad de la adicción y ahora tener la espe-  
ranza de que cuando se vaya de esta vida, podrá encontrarse con ami-  
gos y conocidos a quienes mucho quería y creía no volver a verlos.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
38  
Funsol, una experiencia en el tratamento de las adicciones  
En ausencia de monseñor la Fundación queda bajo la respon-  
sabilidad del director ejecutivo, que sigue siendo el doctor Leonardo  
Castillo y quien, por instrucciones del nuevo obispo, que considera  
que el obispado no debe responsabilizarse por ninguna de las funda-  
ciones de la que es parte, procede a su cancelación en el primer tri-  
mestre del 2009. Sin embargo, en la misma casa Pastoral se sigue  
ofreciendo sus instalaciones para que allí trabaje lo que ahora se llama  
Grupo FUNSOL”, lo propio ocurre en la Cruz Roja, pero las activi-  
dades están a cargo de los propios usuarios que, esporádicamente  
son acompañados por los doctores Aguirre, Lanchi o Vélez.  
Loja, 20 de julio de 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •20–39  
39  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA  
EN LA PRIMERA INFANCIA  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Michellé Aldeán Riofrío1  
A largo de estos años, durante mi paso por las aulas de edu-  
cación infantil, siempre sentí la necesidad de educar para la toleran-  
cia a las diferencias, comprendiendo que en la diversidad hay  
riqueza. Parafraseando a Salvador “La diversidad es un rasgo constitu-  
2
tivo del ser humano que está presente en las aulas, causando una re-  
alidad múltiple y compleja que debe ser abordada desde el marco  
de una “educación inclusiva, preventiva, que permita optimizar las capa-  
3
cidades y compensar las situaciones de desigualdad”.  
Antecedentes  
Luego de la Batalla de Pichincha en 1822, los territorios de  
la Real Audiencia de Quito formaron parte de la Gran Colombia por  
el lapso de ocho años, rota la unidad de la Gran Colombia pasaron  
a conformar la actual República del Ecuador. La etapa granco-  
lombiana nos dejó como herencia el sistema educativo lancasteriano,  
oficializado por el Reglamento de Instrucción Pública expedido el  
0
6 de enero de 1822.4  
1
Licenciada en Ciencias de la Educación, especialidad Psicología Infantil y Educación Parvu-  
laria, maestría en Educación Infantil, Universidad Nacional de Loja; en la misma Universidad  
es docente titular de la Carrera de Psicología Infantil y Educación Parvularia Modalidad Pre-  
sencial, coordinadora de las Carreras Educativas de la Modalidad de Estudios a Distancia,  
entre otras actividades pedagógicas. Ha complementado su formación profesional en talleres,  
congresos y cursos de capacitación, como los efectuados en la Argentina Universidad Nacional  
de Rosario. Su contextura educativa posibilitará campo abierto en el desenvolvimiento de la  
investigación histórica.  
2
3
Francisco Salvador, Enciclopedia Psicopedagógica de Necesidades Educativas Especiales, Ediciones  
Aljibe, Málaga, 2001, p.25  
Patricia Grande Fariñas, Mar González Noriega, “La educación inclusiva en la educación in-  
fantil: propuestas basadas en la evidencia”, Tendencias pedagógicas, N° 26, pp.145-162, 2015,  
p.147  
4
Juan Carlos, Brito Román, Pensamiento educativo internacional y ecuatoriano en las diferentes etapas  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
40  
Historia de la educación inclusiva  
en la primera infancia  
América Latina no permaneció al margen de la expansión mundial del  
método de enseñanza mutua o lancasteriano, que había sido desarro-  
llado en Inglaterra para la educación de las clases populares y que per-  
mitía, mediante el empleo de monitores y auxiliares, educar  
5
simultáneamente a una gran cantidad de niños en una misma aula.  
El método Lancasteriano, arreglado por el inglés Joseph Lan-  
caster, consistía en dividir a los alumnos en grupos de entre diez y  
veinte niños, para recibir las lecciones de sus compañeros más aven-  
tajados “monitores”, los que previamente habían sido instruidos por  
el maestro en lectura, escritura, cálculo y catecismo. Pero no se tra-  
taba de una metodología constructivista en el cual los niños edifican  
su conocimiento de manera autónoma, a través de un proceso induc-  
tivo, crítico y razonado. Todo lo contrario, la escuela lancasteriana  
permanecía anclada al memorismo y a una férrea disciplina. Sin em-  
bargo, permitió ampliar la cobertura del sistema educativo hacia  
capas sociales más amplias, entre ellas, a mujeres y los indígenas.  
Evidencia de este hecho, es la fuente que reposa en el Archivo Histó-  
rico Municipal de Loja, de fecha 30 de mayo de 1829, en la cual consta  
el siguiente texto:  
El alcalde primero de Celica y al Sr. G.P.M de la ciudad de Loxa. Es en  
mi mano el oficio de la U. fha 23 del presente en el que se sirve comu-  
nicar la Suprema disposición de S.E. el Libertador presidente, relativa  
al establecimiento de Escuelas primarias en todas las parroquias. In-  
clusas las de Indígenas, lo que observaré en todos sus artículos como  
se ordenó.6  
En relación con la educación femenina, fue el gobierno con-  
servador de García Moreno quien contrató a la orden religiosa feme-  
nina de los Sagrados Corazones para atender las escuelas de niñas.  
Mientras que para la escuela de niños se recurrió a los Hermanos  
históricas (aborigen, colonial y republicana), Universidad Nacional de Educación del Ecuador,  
Cañar, 2019.  
5
6
Gabriela Ossenbach, “La Educación”, Los proyectos nacionales latinoamericanos: sus instrumentos  
y articulación, 1870-1930, Ediciones UNESCO/Editorial Trotta, Madrid, 2008, p. 431.  
Bustamante (presunto). (ca. 1829). Archivo Histórico Municipal de Loja, 30 de mayo de 1829.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
41  
Michellé Aldeán Riofrío  
Cristianos de la Salle, a quienes encargó la organización del sistema  
de educación primaria del país. A su vez, se creó la Primera Escuela  
Normal para maestros indígenas, lamentablemente, de corta vida y  
escaso impacto. Luego, en tiempos del liberalismo, se tomó una me-  
dida similar, una vez que en agosto de 1895 un decreto especial dis-  
7
ponía la apertura de escuelas especiales para la educación indígena.  
La Educación Inclusiva desde la perspectiva del marco legal y nor-  
mativo  
A partir de la Declaración Universal de los Derechos Hu-  
8
manos, en 1948. La educación es oficialmente un derecho humano.  
Por esta razón, se constituye en la base para una educación inclusiva  
en todos los niveles educativos, cuyo propósito es hacer frente a los  
altos índices de exclusión, discriminación y desigualdad educativa.  
Existen dos aspectos claves para la comprensión de la edu-  
cación inclusiva. En primer lugar, la forma de ser percibida; y, en se-  
gunda instancia, su concepción. La educación inclusiva se percibe  
como un proceso que presume la sensibilización, formación y reco-  
nocimiento de toda la comunidad educativa en varios aspectos in-  
dispensables para garantizar su disponibilidad conceptual y  
actitudes al momento de responder a los retos de la atención a la di-  
versidad y la diferencia. Asimismo, se concibe como aquella educa-  
ción que atiende la diferencia. Por consiguiente, reconoce las  
particularidades de todos los colectivos que transitan en el aula y  
permite que sean consideradas dentro de las oportunidades de  
9
aprendizaje en el contexto, y en la comunidad en general.  
El Ecuador, al igual que otros países de la región, toma en  
7
8
Juan Carlos Brito Román, op. cit.  
Artículo 26. 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al  
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental  
será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los  
estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. En: Naciones  
Unidas, Declaración Universal de Derechos Humanos, 10 de diciembre de 1948. Ver en:  
https://www.ohchr.org/sites/default/files/UDHR/Documents/UDHR_Translations/spn.p  
df (30-11-2022)  
9
Diana Melissa Otálora Gallego, “Educación inclusiva para la primera infancia en Colombia:  
políticas y reformas”, Revista Inclusión y Desarrollo, Corporación Universitaria Minuto de Dios,  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
42  
Historia de la educación inclusiva  
en la primera infancia  
consideración los aportes dados por la Organización de las Naciones  
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Con-  
vención Internacional sobre protección de los derechos de todos los  
10  
trabajadores migratorios y de sus familiares (1990), la Declaración  
11  
de Salamanca (1994), desarrollada a través de la Conferencia Mun-  
dial sobre Necesidades Educativas Especiales; y la Organización de  
Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura  
12  
(
OEI) entre otros acuerdos, organismos, convenciones, declaracio-  
nes y autores.  
Del mismo modo, la política inclusiva en el Ecuador, ha te-  
nido su soporte en la Constitución de la República del 2008, que mani-  
fiesta en su artículo 26 que “La educación es un derecho de las personas  
a lo largo de su vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Las per-  
sonas, las familias y la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de  
13  
participar en el proceso educativo”. Lo que evidencia la voluntad del  
Estado por generar espacios que permitan el acceso, permanencia y  
participación en todos los niveles educativos sin manifestar ningún  
tipo de discriminación. Junto a esto, el artículo 344 aclara que: “el sis-  
tema nacional de educación comprende todas las instituciones, programas,  
políticas, recursos y actores del proceso educativo, así como acciones en los  
14  
niveles de educación inicial, básica y bachillerato”. Siendo el ministerio  
el órgano rector del cumplimiento de dicho proceso.  
Bogotá, 2017. Ver en: https://revistas.uniminuto.edu/index.php/IYD/article/view/1428/  
1
363 (30-11-2022)  
1
0 Naciones Unidas, Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los  
trabajadores migratorios y de sus familiares, 18 de diciembre de 1990. Ver en: https://www.  
ohchr.org/sites/default/files/cmw_SP.pdf (30-11-2022).  
1
1 ONU, Ministerio de Educación y Ciencia España, Declaración de Salamanca y marco de ac-  
ción para las necesidades educativas especiales, Salamanca, 7-10 de junio, 1994. Ver en:  
https://www.unioviedo.es/ONEO/wp-content/uploads/2017/09/Declaraci%C3%B3n-Sa-  
lamanca.pdf (30-11-2022)  
12 Somos la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura  
(
OEI), el mayor organismo de cooperación multilateral entre países iberoamericanos de habla  
española y portuguesa, con más de 3.000 personas trabajando por Iberoamérica, repartidas  
físicamente por 20 países de la región.  
Concebimos la educación, la ciencia y la cultura como herramientas para el desarrollo hu-  
mano y generadoras de oportunidades para construir un futuro mejor para todos. En: OEI,  
Sobre la OEI. Ver en: https://oei.int/quienes-somos/oei (30-11-2022).  
3 Constitución de la República del 2008. Registro Oficial 449 de 20 - oct-2008. Última modifi-  
cación 13-jul-2011.  
1
1
4 Ibíd., p.127  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
43  
Michellé Aldeán Riofrío  
Respecto a la Ley de Educación Intercultural (LOEI, 2011) y su  
reglamento general (RGLOEI, 2012) ambas normativas garantizan el  
derecho a la educación y establecen los principios y fines generales  
que orientan, en el marco del buen vivir, la interculturalidad y la plu-  
rinacionalidad. En el artículo 39.1 de la LOEI (2021) se define a la  
atención a la primera infancia como un  
proceso de acompañamiento al desarrollo integral que considera as-  
pectos cognitivos, afectivo, psicomotriz, social, de identidad, autono-  
mía y pertenencia a la comunidad y territorio; garantiza y respeta sus  
derechos, diversidad cultural y lingüística, el ritmo propio de creci-  
miento y aprendizaje y potenciación de sus capacidades, habilidades  
y destrezas.15  
En relación con lo anterior, el artículo 40, enuncia que “La  
educación de los niños y niñas, entre tres a cinco años, es obligación del Es-  
tado a través de diversas modalidades certificadas por la Autoridad Educa-  
16  
tiva Nacional”.  
Además, el RGLEOI (2012), cita en el artículo 10, las acciones  
para una adaptación según sus particularidades culturales y pecu-  
17  
liaridades propias de las propias instituciones educativas. De igual  
18  
manera, el artículo 228, habla sobre las necesidades educativas es-  
1
5 Ley Orgánica reformatoria de la Ley Orgánica de Educación Intercultural, Quito 19 de abril  
de 2021. Ver en: https://educacion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2021/05/Ley-  
Organica-Reformatoria-a-la-Ley-Organica-de-Educacion-Intercultural-Registro-Oficial.pdf  
(
30-11-2022)  
1
6 Ibídem.  
1
7 Art. 10.- Adaptaciones curriculares. Los currículos nacionales pueden complementarse de  
acuerdo con las especificidades culturales y peculiaridades propias de las diversas institu-  
ciones educativas que son parte del Sistema Nacional de Educación, en función de las par-  
ticularidades del territorio en el que operan. Las instituciones educativas pueden realizar  
propuestas innovadoras y presentar proyectos tendientes al mejoramiento de la calidad de  
la educación, siempre que tengan como base el currículo nacional; su implementación se re-  
aliza con previa aprobación del Consejo  
Académico del Circuito y la autoridad Zonal correspondiente. En: Ministerio de Educación,  
Reglamento General a la ley orgánica de educación intercultural, p.4. Ver en: https://educa  
cion.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2017/02/Reglamento-General-a-la-Ley-Or-  
gAnica-de-Educacion-Intercultural.pdf (30-11-2022)  
8 Son estudiantes con necesidades educativas especiales aquellos que requieren apoyo o adap-  
taciones temporales o permanentes que les permitan o acceder a un servicio de calidad de  
acuerdo a su condición. Estos apoyos y adaptaciones pueden ser de aprendizaje, de accesi-  
bilidad o de comunicación. Son necesidades educativas especiales no asociadas a la disca-  
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
44  
Historia de la educación inclusiva  
en la primera infancia  
peciales, las define, describe los apoyos y adaptaciones temporales  
o permanentes que les permiten acceder a un servicio de calidad de  
acuerdo a la condición del estudiante.  
Del mismo modo, la normativa analizada ha generado la  
creación de servicios, leyes y normas para garantizar la calidad en  
este nivel educativo, entre ellos: El Servicio de Atención Familiar  
para la Primera Infancia (SAFPI, 2019), la Ley Orgánica de Disca-  
pacidades (2012). Los Acuerdos Ministeriales: a) 0042-14 Oficiali-  
zación del Currículo de Educación Inicial (2014); b) 0001-16  
Normativa para la Autorización de creación y funcionamiento de la  
prestación de servicios de desarrollo integral para la Primera Infancia  
(
2016); c) 295-13 Normativa referente a la atención a los estudiantes  
con necesidades educativas especiales en establecimientos de edu-  
cación ordinaria o especializadas; d) 00057-ANormativa para regular  
los Servicios Educativos Extraordinarios (2019). El Manual de Aten-  
ción Integral en Salud en Contextos Educativos (MAIS-CE, 2018), y  
el Instructivo para la Regularización de Oferta de Educación Espe-  
cializada (MEC, 2018).  
Sin embargo, la educación inclusiva en Ecuador sigue siendo  
un reto para el sistema educativo, sobre todo, por el enfoque de aten-  
ción por parte de la comunidad educativa, ya que se piensa que solo  
debe responder a los estudiantes con discapacidad. Esta mirada es  
una barrera para un adecuado proceso inclusivo, puesto que no per-  
mite valorar y dar respuestas a las diferentes condiciones sociales,  
interculturales y/o personales de cada uno de los estudiantes.  
El Informe de seguimiento de la educación para todos en el  
mundo, UNESCO (2015) determina la existencia de 77 millones de  
niños y niñas que no están escolarizados o han abandonado, pre-  
pacidad las siguientes: 1. Dificultades específicas de aprendizaje: dislexia, discalculia, dis-  
grafía, disortografía, disfasia, trastornos por déficit de atención e hiperactividad, trastornos  
del comportamiento, entre otras dificultades. 2. Situaciones de vulnerabilidad: enfermedades  
catastróficas, movilidad humana, menores infractores, víctimas de violencia, adicciones y otras  
situaciones excepcionales previstas en el presente reglamento. 3. Dotación superior: altas ca-  
pacidades intelectuales. Son necesidades educativas especiales asociadas a la discapacidad las  
siguientes: 1. Discapacidad intelectual, física-motriz, auditiva, visual o mental; 2. Multidisca-  
pacidades; y, 3. Trastornos generalizados del desarrollo (Autismo, síndrome de Asperger, sín-  
drome de Rett, entre otros). En: Ministerio de Educación, op. cit., p. 64  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
45  
Michellé Aldeán Riofrío  
maturamente, sus estudios sin dominar las competencias necesarias  
para insertarse en un mundo globalizado. En Ecuador, se estima que  
hay 3.166.148 niños, niñas y adolescentes, entre 5 y 14 años, que están  
fuera del sistema escolar. De la población excluida de la educación,  
el Sistema Integrado de Conocimientos y Estadística Social del Ecua-  
dor, estimó que el 49 % no asistió por falta de recursos económicos y  
trabajo, 11 % por inconvenientes en el sistema educativo, 17 % por  
19  
temas de salud, 8 % no está interesado y el 15 % por otras razones.  
En la misma línea, preocupa que desde el año 2009 al 2016 el  
porcentaje de niños y niñas menores a 5 años que asisten a servicios  
de Desarrollo Infantil haya crecido apenas en cuatro puntos porcen-  
tuales. Estos indicadores llaman la atención cuando se los compara  
con los porcentajes de Desnutrición Crónica Infantil de la Encuesta  
20  
Nacional de Salud y Nutrición del 2018; ya que el 27 % de los niños  
menores de 2 años y uno de cada cuatro menores de 5 años en el  
Ecuador, sufren este tipo de desnutrición; lo que ocasiona limitacio-  
nes irreversibles en el desarrollo cerebral.  
Respecto a las desigualdades en el acceso a la educación de  
los niños y niñas menores de 5 años, por área, sexo, etnia del jefe del  
hogar y situación de pobreza, no se encuentran desigualdades geo-  
gráficas significativas. No obstante, existe una “ausencia de datos acerca  
de los niños, niñas y adolescentes con discapacidad que acceden al sistema  
escolar”. Lo más grave, “no existe información sobre las diferencias geo-  
gráficas y étnicas relacionadas con este tema y sistematizarla es fundamental  
para la formulación de políticas públicas que garanticen el derecho a la edu-  
21  
cación a este segmento poblacional de la niñez y adolescencia”.  
Estas cifras reflejan que, a pesar del compromiso y acciones  
del estado, respecto a las políticas educativas sobre la inclusión en  
este nivel; se hace necesario, analizar y replantear las políticas, con-  
diciones y actitudes hacia los niños, niñas y sus familias en el sistema  
22  
educativo. De acuerdo a Booth, Ainscow y Kingston este proceso  
1
2
2
9 Sistema Integrado de Conocimiento y Estadística Social del Ecuador – SiCES, 2016.  
0 Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, ENSANUT, 2018  
1 Observatorio Social del Ecuador, OSE, Situación de la niñez y adolescencia en Ecuador. Una mirada  
a través de los ODS, 2019, p.125. Ver en: https://odna.org.ec/wp-content/uploads/2019/02/  
Situacio%CC%81n-de-la-nin%CC%83ez-y-adolescencia-en-Ecuador-2019.pdf (30-11-2022)  
2 Tony Booth, Mel Ainscow, Denise Kingston, Index para la Inclusión. Desarrollo del juego, el apren-  
dizaje y la participación en Educación Infantil, INICO, Salamanca, 2006.  
2
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
46  
Historia de la educación inclusiva  
en la primera infancia  
implica reestructurar las culturas, políticas y prácticas educativas,  
para así construir centros educativos sensibles a la diversidad de los  
niños de la localidad.  
En este sentido, el Observatorio Social del Ecuador señala que  
la meta 4.2 plantea: “De aquí al 2030, asegurar que todas las niñas y todos  
los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera in-  
fancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para  
23  
la enseñanza primaria”. Igualmente, destaca que el acceso a la educa-  
ción en este nivel es fundamental para el desarrollo de la inteligencia,  
ya que se sientan las bases para un adecuado desenvolvimiento cog-  
nitivo, social, psicomotor y afectivo de las personas.  
Una vez expuesta la problemática, se hace necesario analizar  
y proponer posibles soluciones, para lo cual se ha revisado las inves-  
tigaciones, propuestas y experiencias de otros países de la región. A  
continuación, expondré cinco aspectos claves para la educación in-  
clusiva en la primera infancia en nuestro país:  
Lo primero y fundamental es sensibilizar a la comunidad educa-  
24  
tiva sobre las barreras más sutiles para la inclusión, las actitudinales. Es  
urgente un cambio en las creencias, valores y cultura de los profe-  
sionales implicados, a favor de una visión más positiva y compren-  
siva del otro.  
Este aspecto cobra especial interés en la etapa infantil, dado  
su carácter preventivo, por esta razón conviene indagar en la actitud  
de los docentes, ya que son los primeros en tener contacto con el niño  
25  
al inicio de la escolarización. Rodríguez, Etopa y Rodríguez, ase-  
guran que las actitudes docentes son la piedra angular del problema,  
puesto que cambiar concepciones y actitudes es un proceso de largo  
plazo y por su naturaleza, es complejo. Modificar una concepción  
involucra cambiar nuestra manera de percibir una realidad o fenó-  
meno, un cambio de paradigma.  
23 Observatorio Social del Ecuador, op. cit., p.123  
2
4 Tamara Polo Sánchez, Marta Aparicio Puerta, “Primeros pasos hacia la inclusión: Actitudes  
hacia la discapacidad de docentes en educación infantil”, Revista de Investigación  
Educativa, N°36, vol.2, pp.365-379, 2018.  
2
5 Elsa Rodríguez, Pilar Etopa, Alejandro Rodríguez, “Las actitudes de los futuros maestros y  
maestras de educación infantil hacia la discapacidad: un futuro de prevención”, El Guini-  
guada, vol.11, 2002.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
47  
Michellé Aldeán Riofrío  
Siguiendo el planteamiento de Etchebehere, hay dos paradig-  
mas para comprender la relación epistémica entre el yo y el otro, los  
cuales se denominarán como el Paradigma del Alter Ego y el Para-  
digma del Alter Tú. En el Paradigma del Alter Ego, “el otro es visto  
como otro yo, es decir, como la proyección de mis propios pensamientos, an-  
helos y deseos en el otro, y en donde los puntos de vista diferentes que el  
otro pueda tener pasan desapercibidos o son ignorados por el yo”. Por otro  
lado, el paradigma del Alter Tú, donde el “otro ya no es como otro yo,  
sino como otro tú”. En este caso, “la alteridad es completa porque se da  
un verdadero giro copernicano. Ya no es el yo la primera persona con la  
cual conjugamos el verbo vivir, la primera persona es él tú, el cual, en su  
irrupción, configura al yo”.26  
Un segundo aspecto a considerar es tener docentes preparados y  
un grupo de personas de apoyos (especialistas) que ofrecerán ayuda a los  
maestros en las diferentes fases del proceso inclusivo. “Clark, (1976)  
Harasymiw y Horme (1976) y Toledo (1984), en sus estudios, destacan que  
además de la formación, también existe otra variable determinante en el éxito  
de la enseñanza de los niños con necesidades educativas especiales (NEE),  
27  
esto es, la presencia de personal especialista en el aula”. Algunos estudios  
28  
realizados por Galović et al. sobre las actitudes de los docentes de  
educación infantil, primaria, secundaria y universidad, encontraron  
que “los docentes de universidad y educación infantil, con experiencias pre-  
vias en ambientes inclusivos, informaban de actitudes más positivas que los  
de primaria y secundaria”.29  
Más aún, la formación previa y específica del docente, así co-  
mo el contacto con personas con discapacidad, se relacionaría con  
actitudes positivas. En este sentido, los maestros del siglo XXI deben  
familiarizarse y sentirse estimulados para aplicar nuevas metodolo-  
gías y estrategias que faciliten la participación activa de los niños en  
la adquisición suya, y de los demás, de una ética humanística y de  
2
6 Pablo Etchebehere, “Alteridad y vínculos según Viktor Frankl; del alter ego al alter  
tú”, Nous, N°14, pp.89-97, 2010, p.95  
2
2
7 Tamara Polo Sánchez, Marta Aparicio Puerta, op. cit., p.368  
8 D.Galović, B.Brojčin, , N. Glumbić, The attitudes of teachers toward inclusive education in  
Vojvodina”, International Journal of Inclusive Education, 2015.  
9 Ibídem.  
2
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
48  
Historia de la educación inclusiva  
en la primera infancia  
servicio público; de destrezas de comunicación, de búsqueda de in-  
formación y de resolución de problemas, y del currículo troncal que,  
30  
tanto la escuela como la comunidad, considera esencial.  
El tercer aspecto clave es la aplicación de estrategias organi-  
zativas y metodológicas para la atención a la diversidad en el aula. Las es-  
cuelas tienen que encontrar la manera de educar con éxito a todos  
31  
los niños, incluidos aquellos con discapacidades graves. Una ver-  
dadera respuesta a la diversidad, parte de una educación personali-  
zada, esto significa romper la creencia de que todos los niños deben  
hacer lo mismo, en el mismo momento, de la misma forma y con los  
32  
mismos materiales didácticos. Es más, debe ser flexible en sus en-  
señanzas, pautar y programar las actividades en funciones de los  
distintos niveles de desarrollo y aprendizaje, para así garantizar que  
todos los niños puedan participar con independencia de su desarro-  
llo madurativo y cognitivo.  
Una cuarta clave es gestionar la diversidad bajo el principio de  
interculturalidad, esto permite combatir el racismo en todas sus face-  
tas. El racismo es un fenómeno social que no es ajeno a nuestra re-  
33  
alidad. Citando a Miquel Ángel Essomba cualquier educador debe  
tener claro en qué consiste el racismo, cuáles son sus fuentes y diná-  
micas, y que estrategias pueden aplicarse para contrarrestar sus efec-  
tos en el contexto educativo.  
La multiculturalidad en las aulas es una oportunidad, un in-  
centivo para eliminar prejuicios y estereotipos, que construimos  
sobre personas a causa de sus características étnicas o culturales.  
Pero, la realidad es que, sin los medios y personal adecuado, puede  
derivar en problemas de racismo que afecten a la convivencia escolar  
y, sobre todo, a los alumnos que lo padecen. Para ello es importante  
la asunción de un marco definido en positivo: educación para la conviven-  
34  
cia, la ciudanía y la igualdad”.  
3
3
3
0 Pilar Arnaiz, Educación inclusiva: una escuela para todos, Aljibe, Málaga, 2003.  
1 Conferencia de Salamanca, UNESCO, 1994, pp. 59-60  
2 Pere Pujolàs Maset, Enseñar juntos a los alumnos diversos es posible. Cuadernos de pedagogía,  
2
002.  
3
3 M. Á. Essomba, 10 ideas clave: la gestión de la diversidad cultural en la escuela, editorial Graó,  
Barcelona, 2008.  
4 M. Á. Essomba, op. cit., p.223  
3
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
49  
Michellé Aldeán Riofrío  
El último aspecto es la elaboración y aplicación de un Índice  
para la inclusión en el nivel Inicial en Ecuador. La idea del uso de ín-  
dices para entornos educativos surgió de los miembros del equipo de  
35  
colaboradores de Tony Booth y Mel Ainscow. Estos investigadores  
diseñaron el primer “Index for Inclusion”, por petición del Gobierno  
del Reino Unido, con el fin de identificar las barreras que impedían  
la participación y el aprendizaje de los diversos grupos que compo-  
nen las comunidades educativas. Con la misma lógica, Colombia ela-  
boró el Índice de Educación Inclusiva Inicial, INCLUDE.  
Este ejercicio permitió caracterizar los entornos educativos  
en la primera infancia, analizar el acercamiento a los principios de  
educación inclusiva y finalmente intervenir para se puedan ejecutar  
correctamente. Por esa razón, recomendamos su construcción, ya  
que permitirá la contextualización de las políticas inclusivas a los es-  
cenarios escolares.  
A modo de conclusión  
La educación es un derecho, no un privilegio, más aún en los  
primeros años por su relevancia y trascendencia en la vida del ser  
humano, por lo tanto, se debe garantizar una educación efectiva y  
de calidad en la primera infancia. Debe estar fundamentada bajo  
principios como: calidad, equidad, la igualdad de oportunidades, el  
acceso sin distinciones ni privilegios y la atención a las necesidades  
36  
educativas como elementos centrales del desarrollo. Para que esto  
sea posible, es necesario la participación de todos los involucrados:  
niños, maestros y por supuesto, familias.  
Al finalizar este discurso, deseo expresar mi gratitud sincera  
a toda mi familia. Somos quienes somos, gracias a las personas que  
amamos.  
3
5 Tony Booth y Mel Ainscow, Index for inclusión, 2000. Traducción castellana Guía para la eva-  
luación y mejora de la educación inclusiva, Consorcio Universitario para la Educación In-  
clusiva Madrid, 2002  
36 Carlos Parra, Educación inclusiva en Colombia: un derecho para todos, Universidad Sergio Arbo-  
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BOLETÍN ANH Nº 208-B • 40–54  
50  
Historia de la educación inclusiva  
en la primera infancia  
Amis padres, Ramiro y Cecilia, por ser mis maestros y acom-  
pañarme amorosamente en el camino. A mis hermanos Jorge y  
Diego, mis mejores amigos. A Ángel, mi esposo por ser compañero,  
confidente e inspiración.  
Especialmente, deseo expresar mi agradecimiento al pleno de  
esta ilustre Academia, por haber tenido a bien elegirme como uno  
de sus miembros. La medalla que hoy recibo con gran honor y sen-  
cillez, ha sido portada por mujeres y hombres sabios y virtuosos,  
comprometidos con la historia y la ciencia. Por esta razón, deseo ex-  
presar mi compromiso con esta noble institución, pero sobre todo  
con la búsqueda constante del conocimiento y la sabiduría.  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LA INTEGRACIÓN ECONÓMICA, SOCIAL Y CULTURAL  
DE LOJA Y EL NORTE DEL PERÚ  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Efraín Mariano Borrero Espinosa1  
A inicios del siglo XIX Loja entra en un período de  
estancamiento luego de su florecimiento por el negocio de la  
cascarilla. “Loja mantenía el carácter de ciudad entre las pocas que en esta  
2
época eran reconocidas como tales”.  
En Loja, considerada por Pío Jaramillo Alvarado “la patria de  
3
la cascarilla o quina”, se acumularon grandes capitales por ese  
negocio, no obstante que los comerciantes locales, incluyendo los  
que vinieron en una gran ola migratoria de Colombia y otras  
latitudes del actual territorio ecuatoriano, retenían una pequeña  
porción de la ganancia generada. El resto iba en beneficio de los  
comerciantes de Piura que eran intermediarios de los limeños; y,  
principalmente, de los ingleses que obtuvieron el mayor provecho  
por los bajos precios que pagaban sin embargo de la altísima  
cotización de la cascarilla en los mercados europeos.  
Los piuranos estaban prevalidos de contar con un puerto en  
la localidad de Paita, ubicado sobre una amplia bahía a orillas del  
Océano Pacífico, que desde su fundación en 1532 fue considerado  
un punto importante.  
Alba Moya Torres señala que “la comercialización de la casca-  
rilla estaba inscrita dentro de amplias redes económicas, en las que partici-  
paban comerciantes de Loja, Cuenca y Piura. El desarrollo industrial de  
Inglaterra y la lucha por ampliar el mercado de consumo para sus manu-  
1
Doctor en Jurisprudencia y Abogado de los Tribunales de la República. Catedrático de la  
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”. Autor de obras sobre Derecho Notarial y Práctica  
Legislativa. Asesor Parlamentario. Investigador, relatista, articulista de Diario Crónica de Loja.  
Pío Jaramillo Alvarado, Historia de Loja y su provincia, H. Consejo Provincial de Loja, Departa-  
mento de Relaciones Públicas, Loja, 1982, p. 198.  
2
3
Ibíd., p. 188.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 55–61  
55  
Efraín Mariano Borrero Espinosa  
facturas, jugó un papel preponderante en el funcionamiento de ese modelo  
4
económico”. La explotación de la cascarilla fue una de las actividades  
más lucrativas.  
En ese marco comercial, los negociantes lojanos entregaban  
cascarilla y los peruanos, de manera general, pagaban con finas mer-  
caderías inglesas, lo que promovió otras actividades de comercio.  
Esa conexión económica devino en relaciones familiares a  
través de vínculos matrimoniales. La citada Alba Moya Torres señala  
que:  
La penetración de los piuranos a las más importantes regiones abaste-  
cedoras de cascarilla de la Audiencia de Quito ocurrió en la época de  
bonanza que vivió cada una de ellas. La primera oleada de comercian-  
tes piuranos se orientó a Loja, en 1753. AI principio llegaron Manuel  
Mesones y Gregorio Espinoza de los Monteros, los mismos que per-  
manecieron en Loja por cinco años. Luego llegaron Francisco Trelles y  
Juan Antonio Rendón.5  
Lo mismo ocurrió, en sentido inverso, con comerciantes lo-  
janos que se afincaron en Piura y tuvieron descendencia.  
Pero ese auge se vino abajo por la tala y aprovechamiento  
indiscriminado de los árboles de quina. “Lo habían descortezado  
dejándole secar y morir y, con ello, habían destruido el mejor ramo de su  
6
subsistencia”. A ello se sumó las prohibiciones y restricciones dicta-  
das en 1784.  
Muchos años atrás también terminó la extracción del oro en  
el oriente y en Zaruma, que era jurisdicción de Loja. De esa  
descomunal riqueza sólo quedó un remoto recuerdo para Loja, que  
era el centro logístico. Aese estancamiento se sumó el aislamiento por  
falta de vías de comunicación. Pio Jaramillo Alvarado, refiriéndose a  
la propia superación de los lojanos, destacó que “su heroica voluntad de  
vivir superó también su situación económica, construyendo sus caminos,  
4
Alba Moya Torres, Auge y crisis de la cascarilla en la Audiencia de Quito, siglo XVIII, FLACSO,  
Ecuador, Quito, 1994, p. 161. Ver en: https://biblio.flacsoandes.edu.ec/catalog/resGet.  
php?resId=44227 (29-11-2022).  
Ibíd., pp. 168-169.  
Ibíd., p. 219.  
5
6
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56  
La integración económica, social y cutural de Loja y el norte del Perú  
intensificando la agricultura y la ganadería, e instituyendo el sistema de fe-  
7
rias cantonales, para dar actividad al comercio y a las industrias”.  
Félix Paladines Paladines agrega un aspecto más:  
La situación de crisis y estancamiento provincial se agudizó a medida  
que el siglo XIX avanzaba, ya que las fuertes exacciones y cuantiosos  
préstamos que se exigió a la provincia y que jamás se devolvieron, para  
subvenir a las campañas bolivarianas por la independencia americana,  
dejaron a la austral provincia sumida en la miseria y sin una base  
material para poder recuperarse económicamente en un corto período  
histórico. Sin embargo, en el último tercio del siglo XIX la región florece  
y se restructura la economía, esta vez insertándose con ventaja en la  
8
macroregión Norperuana- Surecuatoriana.  
En la ciudad de Loja la alternativa fue el desplazamiento al  
campo para recurrir a la agricultura y ganadería, dando lugar a la  
formación de grandes haciendas. La mira estuvo en sectores pró-  
ximos a la frontera con el Perú con la perspectiva de generar centros  
de producción ganaderos para su comercialización en ese país, habida  
cuenta del despoblamiento ganadero que se había producido por el  
acrecentamiento de la extinción de vastas áreas de algarrobo en el  
bajo y alto Piura, y la falta de riego “La producción pecuaria fue  
desplazada por el algodón”.9  
Pero, además, el interés se centraba en el intercambio de  
productos. Desde el Perú la oferta era muy amplia: algodón, que se  
producía como la maleza en los campos, y los productos derivados  
de su abundante manufacturación; aceitunas, aceite de oliva, licores,  
sal y jabón “fabricado en las famosas “tinas” de Piura”, entre los más  
importantes.1  
0
En lo referente al Ecuador, Jorge Núñez Sánchez anota:  
Por su parte, estudios ecuatorianos sobre la región de Loja revelan que  
ella se especializó en el periodo, y hasta casi mediados del siglo XX, en  
7
8
9
Pío Jaramillo Alvarado, op. cit., p. 6.  
Felix Paladines Paladines, Identidad y raíces, Grafic Amazonas Cía. Ltda., 2001, p. 242.  
Jorge Núñez Sánchez, “Los amores de Quito con el Perú”, Pacarina del Sur, N°38. Ver en:  
http://pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/612-los-amores-de-quito-con-el-peru.  
0 Ibídem.  
1
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Efraín Mariano Borrero Espinosa  
la producción y exportación de mulas, precisamente para atender los  
requerimientos de transporte de carga existentes en la región sur del  
Ecuador, que hasta los años cuarenta del siglo pasado aún mantenía  
fuertes vínculos comerciales con el norte peruano, expresados en un  
activo tráfico por los caminos de Huancabamba y de Macará, entre  
otros. Junto con las mulas, otro elemento indispensable al tráfico  
mercantil en la región fue la elaboración de “cecina” y “charqui”,  
carnes secas y saladas de cerdo y vaca, respectivamente, que eran  
usadas como alimento por los arrieros y viajeros, y que también eran  
11  
objeto de exportación desde la región lojana hacia el Perú.  
No obstante, las mulas de Piura eran consideradas como las  
mejores y muy apreciadas por los hacendados lojanos.  
Por lo mismo, la imperiosa necesidad de complementar las  
economías abrió el camino para que ecuatorianos y peruanos de las  
áreas fronterizas logremos constituir, hermanadamente, aquella  
unidad geográfica, económica, social y cultural, cuyas jurisdicciones  
territoriales tenían como común denominador la distancia a los  
centros del poder. Integración que, por cierto, se ha dado desde  
siempre.  
Los lojanos que decidieron desplazarse al campo adquirieron  
haciendas dotadas de tierras fértiles para la producción agrícola y  
especialmente ganadera a gran escala. Los sectores preferidos se lo-  
calizaron en lo que hoy es Amaluza, Gonzanamá, Cariamanga, So-  
zoranga, Macará, y Celica. Con sus familias hicieron de esas  
heredades su hogar. Las mujeres en condiciones de dar a luz eran  
atendidas por parteras o salían en largas jornadas a los anejos más  
cercanos. Algunos niños recibían las enseñanzas de profesores con-  
tratados.  
Desde las propiedades se arreaba la recua de mulas de carga  
y la partida de ganado al Perú, utilizando los senderos que conducían  
a Ayabaca y a La Tina. En el trayecto había sitios conocidos para un  
obligado descanso al cabo de agobiantes jornadas.  
El negocio de ganado en suelo peruano era mucho más  
rentable que el precio que se pagaba en nuestro territorio.  
11 Ibídem.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 55–61  
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La integración económica, social y cutural de Loja y el norte del Perú  
También se dio el caso de peruanos que decidieron adquirir  
predios rústicos en la provincia de Loja, particularmente en Sozo-  
ranga, en donde formaron sus familias y se radicaron para siempre.  
Igualmente ocurrió con algunos lojanos que se afincaron en La Tina,  
Suyo, Sullana, Piura y Abayaca en el Perú, con el mismo propósito o  
para actividades comerciales, como es el caso de los Borrero, Sama-  
12  
niego, Valdivieso, Burneo, Ojeda, Palacio y Eguiguren.  
El aporte que esos lojanos y sus descendientes brindaron al  
desarrollo de lo que hoy constituye el Departamento de Piura ha sido  
reconocido a lo largo del tiempo. Dice el historiador peruano,  
Máximo Silipú Peña, con relación a Suyo: “A don José Félix Ojeda  
Jaramillo, se le atribuye ser el fundador de este pueblo, durante el siglo XIX,  
años antes de que don Ramón Castilla, en 1857, lo declare a Suyo como  
Distrito; ya que él donó estos terrenos donde hoy se asienta la ciudad de  
13  
Suyo”. José Félix Ojeda Jaramillo era un ciudadano macareño dueño  
de la hacienda Santa Rosa en Suyo. Fue su primer alcalde. Igual-  
mente, fue alcalde de Suyo en dos períodos, el lojano Segundo  
Alejandro Borrero Riofrío (1927-1929/ 1932-1933).  
Juan Agustín Borrero Vivanco fue un hacendado sozoran-  
guense que decidió radicarse en Sullana. Entre sus descendientes  
hay profesionales e intelectuales de prestigio en el Perú.  
Un caso destacable es el de Juan Vicente Eguiguren Riofrío,  
nacido en Loja el 22 de julio de 1819, que se radicó en Piura y se cons-  
tituyó en importante hacendado y comerciante. Ejerció la presidencia  
de la Junta Departamental de Piura y fue miembro del primer Direc-  
torio del Banco de Piura.  
En su descendencia existieron ilustres peruanos diplomáticos  
y magistrados. El más connotado fue Luis Antonio Eguiguren Escu-  
dero, que se desempeñó como Alcalde de Lima, Presidente del Con-  
greso Constituyente, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, y  
alcanzó la victoria en las elecciones presidenciales de 1936, que por  
razones políticas fueron desconocidas, asunto que no corresponde  
12 Información verbal familiar.  
13 Máximo Silipú Peña, “Monografía del Distrito de Suyo”. 2012. Ver en: https://es.slideshare.  
net/NeloSoto1/monografiadeldistritodesuyoayabaca (29-11-2022.)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 55–61  
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Efraín Mariano Borrero Espinosa  
analizar. En la actualidad, algunas familias del norte del Perú des-  
cienden de lojanos, y otras de Loja descienden de peruanos. En las  
localidades fronterizas es común la relación matrimonial entre parejas  
de Ecuador y Perú.  
Lo referido a breves rasgos demuestra, en forma evidente,  
que entre los pueblos de la región sur del Ecuador y norte del Perú  
existe una hermandad insoslayable que abona edificantemente al  
fortalecimiento de la integración fronteriza y a la consolidación de  
la macroregión Norperuana- Surecuatoriana, que, como expresa  
Paladines, “nos saca de la situación marginal que desde hace largas décadas  
hemos ocupado, de la situación fronteriza histórica, y nos coloca en el centro  
14  
de un macroespacio con un potencial económico muy robusto”.  
A lo largo del tiempo, el empeño integracionista de los  
lojanos se ha puesto de manifiesto a través del establecimiento de  
ferias de integración fronteriza, como la de septiembre en la ciudad  
15  
de Loja, y agosto en Macará, creada en 1967.  
En la relación cultural son varios los eventos que se organizan  
anualmente en Piura, Sullana y Loja para promover el folklore, las  
tradiciones y la gastronomía,  
A un año y medio de haberse suscrito el acuerdo definitivo  
de paz entre ambas naciones, el 26 de octubre de 1998, en el Palacio  
de Itamaraty, Félix Paladines, ilustre lojano que con su dilatada  
trayectoria intelectual promovió la cultura lojana, nos dejó un  
mensaje cargado de optimismo:  
Los resultados de la integración se comienzan a sentir de manera muy  
objetiva: el flujo de turistas provenientes del norte del Perú es creciente;  
se dinamiza el comercio y, consiguientemente, la producción. Las  
posibilidades de aprovechar ese crecimiento real del mercado abren un  
16  
futuro muy prometedor para esta región el país.  
1
1
1
4 Felix Paladines Paladines, op. cit., p. 250.  
5 Diario “El Universo”. Viernes 19 de mayo de 1967, p. 4.  
6 Felix Paladines Paladines, op. cit., p. 250.  
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60  
La integración económica, social y cutural de Loja y el norte del Perú  
Bibliografía  
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historia regional. IEP Instituto de Estudios Peruanos. Febrero 1986.  
http://www.iep.org.pe  
JARAMILLO ALVARADO, Pío. “Historia de Loja y su provincia”, Cuarta Edición,  
Editorial: Industria Gráfica SENEFELDER. Septiembre 2002.  
MOYA TORRES, Alba. “Auge y crisis de la cascarilla en la audiencia de quito, siglo  
XVIII”. FLACSO sede Ecuador, 1994  
NÚÑEZ SÁNCHEZ, Jorge. “Los amores de Quito con el Perú”. Pacarina del Sur  
N°38. http://pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/612-los-amo-  
res-de-quito-con-el-peru  
PALADINES PALADINES, Felix. “Identidad y Raíces”. Grafic Amazonas Cia.  
Ltda. 2001  
SILIPÚ PEÑA, Máximo. “Monografía del Distrito de Suyo”. 2012. https://es.  
slideshare.net/NeloSoto1/monografiadeldistritodesuyoayabaca  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
HISTORIA DE LA GOBERNABILIDAD  
DEL PUEBLO KICHWA SARAGURO  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Ángel Polivio Chalán Chalán1  
Mi intervención en esta Tribuna, para hablar sobre la Historia  
de la Gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro, resulta ser de tras-  
cendental importancia tanto personal como colectiva; personal por-  
que me permite expresar mis sentimientos y las razones de mi  
existencia individual como portador del legado histórico de mis  
abuelos; de carácter colectivo porque me permite expresar el mensaje  
de un pueblo milenario, como es el pueblo kichwa saraguro que desde  
hace cientos de años ha estado presente en este rincón de la Patria,  
aunque de manera invisibilizada. Para salir de esta invisibilización,  
ahora se ha presentado la oportunidad de participar de manera di-  
recta en el mundo académico, cuando la Academia Nacional de His-  
toria–Capítulo Loja, ha abierto sus puertas, gracias a su presidente  
y a los miembros del directorio que lo conforman. En este contexto  
me dirijo ante ustedes para cumplir con la normativa de ingreso a la  
Academia Nacional de Historia.  
El doctor José Carlos Arias, en representación de la Acade-  
mia Nacional de Historia–Capítulo Loja, a través del Archivo Histó-  
rico de Loja, ha inspirado a soñar en grande. Los grandes sueños han  
enseñado a pensar en grande y el hecho de pensar en grande es gra-  
cias al conocimiento de la historia que enseña que el futuro es el pre-  
sente del pasado. Esto ha inspirado a dejar por escrito, la vida de los  
pueblos. De la misma manera me ha inspirado a escribir las viven-  
cias organizativas de los pueblos, como es el caso del Pueblo Kichwa  
Saraguro; gracias a esa inspiración se ha logrado fijar por escrito las  
1
Docente Universidad Nacional de Loja. Amawta del Centro de Sabiduría y Prácticas Andinas.  
Amawta Hatari. Saraguro - Loja (Ecuador).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
62  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
razones por las que dichas comunidades se mueven hasta el pre-  
sente.  
Hoy, por el solo hecho de permitirme estar en esta Tribuna,  
la Academia Nacional de Historia - Capítulo Loja, está marcando un  
hito en la Historia lojana, gracias a la inspiración de personas como  
José Carlos Arias y quiénes le acompañan en el directorio, con su  
firme decisión de cooperar desde la historia a la gran transformación,  
pasando de un Estado mono nacional que ha vivido durante siglos  
a uno plurinacional que exige la historia. En este escenario me iden-  
tifico como un ecuatoriano, perteneciente al pueblo Kichwa Sara-  
guro, de la nacionalidad kichwa del Estado Plurinacional del  
Ecuador. Estoy dedicado por más de 30 años a la noble tarea de apor-  
tar a la educación de jóvenes pertenecientes a varias generaciones,  
desde 1989 hasta la presente fecha. Durante los últimos siete años  
estoy dedicado a la formación de jóvenes profesionales en Educación  
Básica que salen de la Universidad Nacional de Loja. Desde esta trin-  
chera de la historia, el único afán que me persigue es aportar con un  
granito de arena para fomentar la educación con honestidad y con  
ética, desde las normas y principios de la cosmovisión andina como  
parte de la identidad de mi pueblo milenario que busca educar a las  
personas para pensar en lugar de obedecer ciegamente a los desig-  
nios del sistema.  
Cuando la Academia Nacional de Historia–Capítulo Loja, me  
ha dado la dicha de ser su miembro, públicamente declaro mi com-  
promiso de ser un compañero modesto y humilde que siempre estaré  
buscando aprender lo mucho que pueden ofrecerme los miembros  
mayores, más antiguos y sabios; esta distinción, para mí se constituye  
en el mejor estímulo para seguir incursionando en los caminos de la  
historia de mi pueblo, a fin de superar mis deficiencias a la hora de  
valorar mi pasado como una oportunidad para despegar hacia un fu-  
turo próspero, dejando de lado la condición de subdesarrollado.  
Al momento de recibir la gentil invitación del Dr. José Carlos  
Arias, para ser miembro de la Academia de Historia–Capítulo Loja,  
pensé que esto era un sueño, mas no una realidad; pero llegó el mo-  
mento crucial de asumir esta tan delicada responsabilidad que sig-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
63  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
nifica el hecho de ser miembro de esta tan noble institución acadé-  
mica, que a partir de ahora, para mí representa un sueño hecho re-  
alidad; realidad para mostrar al mundo los hechos que ocurren en  
mi pueblo diverso, de manera objetiva y veraz, quizá con mayor pro-  
fundidad de lo que hasta ahora vengo haciendo al escribir la historia  
de mi Pueblo Kichwa Saraguro con sus costumbres, tradiciones que  
se conectan con la historia del bastón de mando de Manku Kapak y  
Mama Ukllu, escrito en mi obra titulada: El Pachakutik - la vuelta de  
2
los tiempos, publicado en el año 2011.  
En este contexto, me permito describir, brevemente, la His-  
toria de la Gobernabilidad y Política Organizativa del pueblo Kichwa  
Saraguro, considerando que, por naturaleza, los pueblos nativos,  
están ligados al concepto de territorio como escenario de convivencia  
donde actúan con su propia lengua y su propia cultura, definidos  
políticamente como Nacionalidades y pueblos para el caso ecuato-  
riano. A ello se debe la nominación de Pueblo Kichwa Saraguro, por  
ejemplo.  
Bajo la definición planteada, el concepto de Pueblo kichwa  
Saraguro, responde a una situación social, cultural y espacial, in-  
fluenciado directamente por elementos que definen el escenario po-  
lítico y organizacional que comparten una lengua y una cultura  
común y participan de una misma cosmovisión, dentro de una cir-  
cunscripción territorial determinada. El hecho de compartir una len-  
gua y una cultura, a lo largo de la historia ha significado la expresión  
de la pertenencia de sus miembros a un ordenamiento jurídico y or-  
ganizacional concreto en donde se ha desarrollado espacios de go-  
bernabilidad a partir del manejo de normas y principios andinos que  
en kichwa decimos: “shuk yuyaylla” (un solo pensamiento), “shuk  
shunkulla” (un solo sentimiento), “shuk shimilla” (un solo lenguaje) y  
shuk makilla” (una sola acción). La práctica de las las normas y prin-  
cipios detallados ha generado derechos y deberes comunitarios y co-  
lectivos que hasta la fecha resiste a desaparecer.  
2
El Pachakutik - la vuelta de los tiempos, de la autoría de Chalán Ángel, publicado con el auspicio  
de la Fundación Kawsay, Saraguro, 2011, resalta la historia del bastón de manku Kapak y  
Mama Ukllu.  
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Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
El concepto de gobernabilidad para el pueblo kichwa Sara-  
guro, define tareas concretas que involucra el manejo de conflictos y  
problemas que afectan en lo social, en la relación con la naturaleza,  
en la relación con lo espiritual y lo sagrado, a la hora de establecer  
sistemas de control material y espiritual sobre sus territorios. Enton-  
ces, la historia de la gobernabilidad y política organizativa del pue-  
blo kichwa Saraguro, es posible ser visto en varios escenarios de la  
historia que se detalla a continuación:  
El primer escenario corresponde a la etapa precolombina, llena  
de glorias y hazañas que permitió el desarrollo de las más grandes  
culturas de Abya-Yala, hoy reconocidas universalmente como pue-  
blos de tanto gobierno que lograron construir procesos de goberna-  
bilidad de manera impecable, según la versión de Mansio Sierra de  
Leguizamont.3  
El segundo escenario inicia a partir de la invasión europea en  
492, cuyo sello principal es de violencia, que desembocó en el ava-  
1
sallamiento, la reducción, la servidumbre, la expropiación y la extin-  
ción étnica y cultural de una gran parte de las sociedades originarias,  
marcando un sello de salvajismo, confusión, dudas y una pérdida  
casi completa de la noción de organización y gobernabilidad vincu-  
lada a instancias internas y externas de cada pueblo originario.  
El tercer escenario corresponde a la etapa republicana de cada  
uno de los países de América Latina. Este escenario se caracteriza  
fundamentalmente por continuar el mismo escenario de la colonia,  
en muchos casos se profundizó la exclusión de los pueblos origina-  
rios; se profundizó el manejo del poder político, económico y social.  
La particularidad de este escenario es el cambio de patrones, aquí ya  
no son los propios españoles quienes luchan por desaparecer la iden-  
tidad y por ende sus conceptos de gobernabilidad, sino que son los  
hijos de los españoles y mestizos nacidos en estas tierras, quienes  
continúan con esa forma de dominio.  
El cuarto escenario corresponde a la época de la reconstrucción  
de la memoria colectiva de cada pueblo originario. El sello de esta  
3
Angel Chalán, El Pachakutik La vuelta de los tiempos. Página introductoria. Ver en: www.tu-  
wamari.com/chamanismo.htm (23-12-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
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Ángel Polivio Chalán Chalán  
época es como el despertar de una gran pesadilla que es igual a la  
suma del segundo y tercer escenario, con una duración de un lapso  
de 500 años de historia. Este escenario, como cualquier despertar de  
una pesadilla se transforma en la etapa de desarrollo de una cons-  
ciencia que no termina por ordenarse en su plenitud y, en conse-  
cuencia, por más que existen las oportunidades de reconstruir la  
gobernabilidad plena de los pueblos, no se ha logrado, debido a la  
influencia subyacente, de gobernabilidad occidental cuya base es la  
fuerza y la represión. Sin embargo, el concepto de identidades fue  
en el pasado y es en el presente, una forma de resistencia cultural y  
una estrategia de supervivencia. Esto ha permitido revalorar lo pro-  
pio en contraposición de la homogeneización ofrecida por los Esta-  
dos Nación de origen occidental.  
Absolutamente, en todos los escenarios descritos, se puede  
observar un choque permanente de fuerzas de fragmentación a las  
organizaciones nativas conocidas como nacionalidades y pueblos.  
Las actitudes relacionadas con el pensamiento de la colonia y los ini-  
cios de la república, son las que contradicen a las fuerzas de recons-  
trucción, fortalecimiento y afirmación de la gobernabilidad  
originaria de cada pueblo; resultado de esta contradicción ha sido la  
invisibilización y exclusión del pensamiento andino. En este con-  
texto, absolutamente todos los pueblos indígenas han logrado sobre-  
vivir en medio de una relación dialéctica entre procesos de  
invisibilización y el ¨Derecho a la identidad y a la integridad cultu-  
4
ral¨. El choque dialéctico se había profundizado aún más cuando di-  
versas Constituciones Latinoamericanas desde el mismo S. XIX con  
el nacimiento de las Repúblicas declararon un proyecto de nación  
única con una sola cultura, una sola religión dentro de un solo Es-  
tado. De ahí que, para aquella época, los indígenas nunca tuvieron,  
por lo menos, el derecho de ciudadanía. Como resultado de aquello,  
en lugar de concretarse la homogenización, ha surgido la visibi-  
lización y la afirmación de la diversidad latinoamericana expresadas  
4
Gladis Jimeno Santoyo, Conversaciones sobre la consulta y el consentimiento previos, libres  
e informados en Colombia. Proyecto promoviendo la inclusión social en la planeación minera  
nacional, Colombia, Junio de 2015, p. 7.  
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Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
con la presencia de varios pueblos indígenas, cada uno con su sis-  
tema de vida gobierno y regulaciones propias “las etnias son cente-  
5
nares, aproximadamente entre 40 y 50 millones de personas en toda  
la región comprendida como América Latina. En este mismo espacio  
6
se ha logrado identificar más de setecientos grupos étnicos, usuarios  
de alrededor de 400 idiomas, un porcentaje significativo de un total  
de 300 millones de personas en el mundo, usuarias de un número  
significativo de 4000 idiomas.  
En este contexto se han desarrollado experiencias del Pueblo  
Kichwa Saraguro, al interior del Ecuador, con una Constitución que  
reconoce la diversidad de los pueblos, primero desde 1998 y luego  
ratificándose en el 2008, reconociendo a la lengua Kichwa como ofi-  
cial, poniéndose en las mismas condiciones que otros países de la re-  
gión, como es el caso de Perú y Bolivia. Este reconocimiento implica  
el reconocimiento de los pueblos indígenas como un nuevo sujeto  
de derechos, permitiendo así la posibilidad de autodefinirse como  
pueblos y nacionalidades, con capacidades para generar procesos de  
gobernabilidad a partir de procesos autogestionarios, reconociendo  
la relación especial que existe entre el territorio y la identidad étnica  
y cultural con lo que gestiona y maneja recursos materiales y sociales,  
pero considerando siempre que el sentido de gobernabilidad abarca  
aspectos del mundo espiritual que no necesariamente son materiales  
ni sociales.  
Experiencias de gobernabilidad y política organizativa del pueblo  
kichwa Saraguro  
La historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro,  
visto en diferentes escenarios de la historia, se remonta hacia los  
tiempos del inkario. La estructura organizativa de los inkas ha in-  
fluenciado significativamente hasta los tiempos actuales. Se sabe que  
El Imperio de los Incas tuvo una buena organización administrativa, el  
5
6
Banco Interamericano de Desarrollo, Género y Diversidad, BID, 2004, p. 1. Ver en:  
https://www.iadb.org/es/gender-and-diversity/el-bid-y-los-pueblos-indigenas (23-12-2022)  
BVS MTCI Américas, La Diversidad Étnica en la Región de las Américas. Ver en:  
https://mtci.bvsalud.org/la-diversidad-etnica-en-la-region-de-las-americas/ (21-12-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
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Ángel Polivio Chalán Chalán  
7
soberano Inca, estaba asesorado por un selecto cuerpo de funcionarios que  
hacían que todo el sistema funcione de manera óptima. De lo que se  
conoce, aquella estructura organizativa estaba integrado por: 1) el  
Sapan Inka, 2) los kapak runakuna, 3) los kurakas o markan taytas,  
4
) los kipukamayuk y 5) los chaskis. La administración era ejecutada  
mediante un sistema de agrupación de familias o ayllus en grupos  
de 10, 100, 1000, 10000 o 40000 según los casos, de acuerdo a la  
misma fuente citada. Además, es necesario recalcar que “los jefes sa-  
lían elegidos dentro de los miembros de la comunidad y su duración en el  
cargo es solamente un año. Los funcionarios son nombrados directamente  
8
por el inca (…)”. Además, cada funcionario debía respetar el princi-  
pio de la dualidad (urin y hanan).9  
Según esta tradición organizativa llegó hasta esta región co-  
nocida como Sarar Guzu, con la llegada de Tupak Yupanki en su pro-  
yecto de consolidar el Tawantinsuyu, basado en su gran poderío  
administrativo.10  
Por tal razón, hubo que crear centros administrativos, ciudades funda-  
das por los incas que permitieran generar sistemas de prestaciones de  
servicios. A partir de estos centros, los incas pudieron confirmar leal-  
tades políticas a través de los rituales de reciprocidad, y controlar di-  
rectamente los recursos económicos. Los incas hicieron grandes  
trabajos, obras y monumentos en la ciudad capital…Aquí el Inca, la  
nombra cabeza de región y hace varias construcciones importantes  
(
Huanucu al producirse la anexión tenía 20 a 30 mil habitantes). Tras  
su exitosa campaña el Inca propuso conquistar a los “mati uma” (cabeza  
7
Florián Yubero, Organización administrativa del imperio inca, 20 de agosto de 2010. Ver en:  
https://lanaveva.wordpress.com/2010/08/20/organizacion-administrativa-del-imperio-  
inca/ (21-12-2022).  
8
9
Ibídem.  
La dualidad, Hanan y Urin (ó hahua y uku), respectivamente; se basa en el principio de que  
todo se transforma, debido a que la naturaleza y el espacio no es algo inmóvil o inmutable,  
sino algo que está en cambio constante en continuo movimiento, algo que se renueva y se de-  
sarrolla incesantemente; en ese sentido, todo se halla en relación, la naturaleza y el espacio es  
un todo articulado y único, en el que los objetos y los fenómenos se hallan orgánicamente vin-  
culados unos a otros, dependen unos de otros y condicionan los unos a los otros. En: Centro  
de documentación de bienes patrimoniales, Hanan-Urin-la dualidad. Ver en: https:// www.te-  
sauroregional.cl/terminos/1703 (21-12-2022).  
10 Federico González Suárez, Estudio histórico de cañaris, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, Quito,  
Ecuador, 1960.  
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68  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
de calabaza) de la rica y muy poblada provincia de Cañaris. El Sapa  
Inca avanzó con su ejército hacía la provincia, conquistando primero a  
sus vecinos, los “palta uma (cabeza de palta), las fortalezas construidas  
en las crestas del Saraguro, ya que los nativos al ver su valle ocupado  
por el ejército imperial prefirieron la rendición. El Inca envío a muchos  
11  
de ellos a poblar el Collao y trajo a colonos para repoblar.  
Una síntesis del pasado colonial y republicano que influye en la  
gobernabilidad de los Saraguros  
En el apogeo de la descrita práctica de gobernabilidad orga-  
nizativa, llega la colonia y más tarde la república a donde la gober-  
nabilidad de los Saraguros se adaptó a las nuevas circunstancias.  
1
2
Según James Belote Dalby , al hablar del sistema organizativo de  
los Saraguros, en el pasado colonial y parte de la república, mani-  
fiesta:  
Los informantes sí recuerdan, sin embargo, algunos detalles de cómo  
operaba el sistema administrativo en los últimos años. Los detalles di-  
fieren en algo de informante a informante, lo que sigue, representa sólo  
una aproximación a lo que en realidad existió. Empero, incluso esta  
aproximación debería ofrecer una visión representativa de cómo el sis-  
tema funcionaba en sus últimos años.13  
La citada referencia continúa, detallando los cargos adminis-  
trativos que se destacaban entre los Saraguros, posiblemente, du-  
rante la colonia y parte de la república:  
Había cinco cargos: gobernador, alcalde, regidor, fiscal y tambero (a  
veces llamado chasquero, término usado para los mensajeros de los  
incas). De cada cargo había más de un puesto y sus funciones duraban  
un año. Sus nombramientos se anunciaban en la misa de Navidad. Mu-  
chos de quienes pensaban que serían nombrados procuraban no asistir  
a la misa, pero –como decía un informante- “eran traídos como ladro-  
nes para ser presentados de modo que se posesionaran para el nuevo  
11 Ibíd.  
12 James Belote Dalby, Los Saraguros del Sur del Ecuador, Editorial Abya Yala, Quito, 1998, pp.149-  
1
54.  
1
3 Ibíd., p. 149.  
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69  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
año que venía”. Durante las ceremonias de posesión, algunos de los  
nuevos funcionarios llevaban báculos largos y decorados con flores con  
los que danzaban. Este báculo no era igual a la vara que llevaban du-  
rante todo el año para el habían sido nombrados; esta vara era un vá-  
culo pequeño de palma con cintas de plata.1  
4
Es necesario precisar que la estructura organizativa del in-  
kario se mantiene: 1) gobernador, 2) alcalde, 3) regidor, 4) fiscal y 5)  
tambero o chasquero=chaski. Sin embargo, esta estructura organiza-  
tiva respondía únicamente a los intereses de la iglesia, es decir, estas  
autoridades administraban a los ayllus para ponerles al servicio del  
clero de aquel entonces, sin importar en absoluto la situación social  
15  
y política de los mismos.  
Esta forma de organización teocrática, vinculada sincrética-  
mente a la iglesia católica, ha durado aproximadamente hasta la dé-  
cada de 1940, cuando se inicia los primeros pasos para construir la  
organización comunitaria bajo la denominación de Cabildos que hoy  
conocemos con la estructura de 1) Presidente, 2) Vicepresidente, 3)  
Secretario, 4) Tesorero y 5) Síndico. Aesta estructura básica se ha aña-  
dido la figura de las autoridades tradicionales conocidas como ma-  
yorales que estarían reemplazando a los kurakas o markan taytas  
del inkario.  
Una síntesis histórica de gobernabilidad desde la década de 1940  
Esta parte será estructurada solo a base de testimonios de  
participantes en el proceso de estructuración de la gobernabilidad  
Saraguro a partir de 1940. El método para obtener información fue  
la entrevista  
Luego de tener una larga experiencia organizativa vinculada  
a la iglesia y previo al reconocimiento jurídico de la Comunidad de  
Lagunas en 1937 por parte del MAG, la historia del proceso organi-  
zativo de los saraguros, ya de manera independiente de la iglesia,  
comienza a moverse por:  
1
1
4 James Belote Dalby, Los… op. cit., p. 149.  
5 Ibídem.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
70  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
(
…) la necesidad de unirnos para defendernos de los atropellos, los  
maltratos que cometían la gente mestiza del centro de Saraguro, por  
eso se habían visto obligados en organizarse para hacer esta defensa;  
para mí era muy valioso que en esos tiempos hubo los primeros bachi-  
lleres de las comunidades de aquí de Saraguro. Los objetivos entonces  
eran reunirse, unir, hacer fuerza para defender de los atropellos de la  
gente del pueblo.16  
A partir de la década de 1940, todo empezó a moverse “Con  
el fin de defenderse de ciertos manipuleos podemos decir de la parte del sector  
blanco- mestizo, es que se comienza a tener esos ideales de organización co-  
17  
munal” , pensado siempre la participación de todas las comunidades  
de Indígenas Saraguros.  
Para dar los primeros pasos en el proceso organizativo, una  
de las grandes dificultades fue la convocatoria, porque la idea de or-  
ganizarse fuera de la iglesia era una: “idea nueva quizá no había mucha  
asistencia, mucha participación, pero finalmente pues el poder de los diri-  
gentes, el poder de convocatoria de los dirigentes de aquella época hizo que  
nos organicemos primero como cabildo central de los Saraguros encabezado  
por la comunidad de Lagunas”18  
Observando, más tarde, la forma como ha funcionado la ex-  
periencia del Cabildo Central, se ve que sigue conservando la esencia  
de la estructura organizativa constituída por cinco espacios o fun-  
ciones: 1) presidente, 2) vicepresidente, 3) secretario, 4) tesorero y 5)  
síndico. Considerando el nivel de instrucción escolar para aquellos  
tiempos, otra de las dificultades para iniciar con un proceso de or-  
ganización fue la falta de instrucción escolar, ninguno o muy pocos  
de los que participaron de este proceso organizativo tuvo alguna  
clase de instrucción escolar, ya que: “la comunicación no era escrita, ni  
transmitida a través de emisoras; en ese tiempo, no había nada, todo era  
oral: las indicaciones, los avisos, las convocatorias todo era oral, pero siem-  
19  
pre era más cumplida, más ordenada y sobre todo más puntual que hoy”.  
1
1
1
6 Entrevista a Tayta Luis F. Vacacela.  
7 Entrevista a Pedro Condolo Presidente de la FIIS.  
8 Entrevista a Luis Aurelio Chalán Guamán, director provincial de Educación Intercultural  
Bilingüe.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
71  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
Sin embargo, desde otra mirada diferente, desde una mirada  
más histórica, se considera que:  
(
…) el pueblo saraguro siempre estuvo organizado de acuerdo a los es-  
quemas culturales de organización; el pueblo saraguro nunca estuvo  
desorganizado, siempre estuvo organizado alrededor de las comuni-  
dades, liderado por los mayorales. Los motivos de la organización fue-  
ron: la explotación, la falta de apoyo a las comunidades, el maltrato  
hacia los indígenas en aquellos tiempos. Estoy hablando de los años  
6
0,70 para delante. Los objetivos... poder tener acceso a los espacios de  
gestión, fundamentalmente con el gobierno local, con los gobiernos  
provinciales y el gobierno nacional.20  
Según han manifestado los entrevistados, se concluye que,  
aproximadamente en 1945, por primera vez después de cinco siglos  
de colonización española, se organiza la unión de mayorales de los  
diferentes ayllus o sectores de la comunidad de Chukidel integrada  
por lo que hoy serían las comunidades de Ilincho - Totoras, Lagunas,  
Gunudel-Gulakpampa y La Matara (según memoria colectiva). La  
única finalidad de esta organización fue defenderse de los habitantes  
de Llaco, de la parroquia Tenta, quienes querían adueñarse de las  
tierras comunales de Washapampa que hoy pertenece a tres comu-  
nidades organizadas en Consejo de Ayllus. Esta organización, en el  
fondo, sigue conservando la esencia organizativa inka.  
Ya fuera del ámbito de la iglesia, la historia organizativa de  
los Saraguros, se manifiesta de manera más consolidada en la presi-  
dencia de Clemente Yeroví, en el año de 1959. Para aquel entonces,  
la Misión Andina, a través del ministerio de Agricultura y Ganade-  
21  
ría, llevó adelante el programa “Hatari Campesino” que era un pro-  
grama para legalizar comunidades con la figura de cabildos según  
la ley de comunas aprobado en ese año.  
19 Entrevista a José Quizhpe.  
20 Entrevista a Luis Aurelio Chalán Guarnan, director provincial de Educación Intercultural Bi-  
lingüe de Loja.  
21 Nombre de un programa de desarrollo impulsado por la Misión Andina del Ecuador entre  
1950 y 1980, cuyo significado es: Levántate Campesino.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
72  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
La gobernabilidad de los Saraguros con el nacimiento del Cabildo  
Central  
Por los años 1965, “comenzaron a organizarse como cabildos cen-  
2
2
trales” para tener más fuerza organizativa, este cabildo central que  
agrupaba varias comunidades indígenas tomó la forma de una or-  
ganización de segundo grado. Según Pedro Sigcho, a esta organiza-  
ción conocida como Cabildo Central de los Saraguros, se unieron  
también otras comunidades según el relato de su abuelo quien había  
contado que:  
(
…) cuando él era joven luchaban por defenderse de la discriminación  
de los laichos, dice que les quitaban los quesillos, los huevos en las ca-  
lles salían a vender, dice que cuando llegaban a las comunidades unos  
individuos de apellido Silva llevaban las mejores mazorcas de maíz,  
choclos cuyes, quitaban tupos a las mujeres, así mismo mi abuelo con-  
taba que habían unos guardias civiles que llegaba en las fiestas para  
romper las tinajas de chicha, ahí empiezan a organizar las comunida-  
des, de Oñacapac mi abuelo Antonio Sigcho, Pedro Guaman, Manuel  
Guaillas de Tambopamba Pedro Mayta, Antonio Condolo, Ancelmo  
Chalan de Ilincho, de Lagunas Luis Vacacela, Pedro Sarango de Tu-  
carta, Tayta Santos de Yucucapac.23  
De la misma manera, Lauro Vicente Sarango aporta con otra  
versión de la historia organizativa de los Saraguros sostiene que ¨el  
Cabildo Central se gesta a partir de 1966, con el nacimiento del grupo  
artístico y cultural Inti Ñan, porque este grupo a través del arte, fa-  
2
4
cilitó el acercamiento entre varias comunidades. De lo que se co-  
noce, esta versión tiene lógica porque los integrantes del grupo  
pertenecían a diferentes comunidades y ellos se convirtieron en  
agentes de comunicación e intercambio de experiencias sobre las rea-  
lidades en las que vivían en cada comunidad que resultan coinci-  
dentes con el relato del abuelo de Pedro Sigcho, según lo citado en  
el párrafo anterior.  
2
2
2
2 Entrevista a Luis F. Vacacela.  
3 Entrevista a Pedro Sigcho, presidente FIIS.  
4 Entrevista a Lauro Vicente Sarango.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
73  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
En esta dinámica de buscar la organización por todos los me-  
dios posibles, también sobresale la creación del Colegio Celina Vivar  
Espinosa, en el año 1967, en Saraguro, “a donde asistieron los primeros  
indígenas saraguros quienes más tarde, en 1970, salieron a profesionalizarse  
en el Instituto Guaytacama, desde donde regresaron en 1973 y se convir-  
25  
tieron en los promotores del proceso organizativo de los Saraguros”.  
La iniciativa de estructurar formalmente al Cabildo Central  
como una organización de segundo grado, entre los indígenas Sara-  
guros, acorde a las circunstancias de la época, inicia en junio de 1972,  
con la participación de los estudiantes de Guaytacama, encabezado  
por Lauro Vicente Sarango, en el congreso fundacional del Ecuaru-  
nari realizado en:  
(
…) la comuna Tepeyac, provincia de Chimborazo y contó con la asis-  
tencia de más de 200 representantes de organizaciones indígenas y cam-  
pesinas venidos de las provincias de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi,  
Bolívar, Chimborazo y Cañar. En este evento se pusieron de manifiesto  
dos tendencias contrapuestas respecto a cual debía ser la base social del  
Ecuarunari: una que se proponía organizar conjuntamente sectores cam-  
pesinos indios o no indios; y otra que planteaba que Ecuarunari fuera  
una organización conformada únicamente por indios, opción esta úl-  
tima que salió triunfadora. Por ello, el Ecuarunari se planteó en su con-  
greso fundacional como una organización indígena. La Iglesia Católica  
tuvo una influencia relevante en la fundación del Ecuarunari, debido al  
impulso de las ideas de la Teología de la Liberación y las tendencias al  
compromiso con los más pobres surgidas del Concilio Vaticano II y de  
26  
la Conferencia Episcopal de Medellín.  
Con la experiencia organizativa adquirida en el Congreso  
Fundacional del Ecuarunari, en 1973, con el regreso de los estudian-  
tes de Guaytacama a Saraguro y contando con el apoyo de los grupos  
de danza y música Inti Ñan, se inicia todo un proceso organizativo  
con “la discusión sobre injusticias cometidas por el Estado, en contra de  
27  
las comunidades”, como resultado de una serie de discusiones y aná-  
25 Ibíd.  
2
6 Revista Llakta, Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuaru-  
nari). Ver en: http://www.llacta.org/organiz/ecuarunari/ (21-12-2022).  
7 Entrevista a Lauro Vicente Sarango.  
2
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
74  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
lisis, nace la necesidad de la creación de una instancia organizativa  
que represente a las Comunidades que tenían problemas:  
Especialmente con la finalidad de iniciar un proceso de lucha organi-  
zada ante las injusticias cometidas principalmente por el MAG, en con-  
tra de las comunidades de: Gera, Quisquinchir, Oñakapak y Tuchin,  
con quienes, en aquel tiempo, el MAG había impulsado un proyecto  
de cultivo de papas a gran escala. Para el seguimiento del Proyecto, los  
técnicos pedían que las comunidades paguen los costos de moviliza-  
ción, a más de cobrar sus viáticos de Ley y luego de la cosecha llevaban  
toda la cosecha, sin dejar nada para las comunidades. Para frenar este  
atropello, en septiembre de 1974, motivados por los jóvenes que parti-  
ciparon en el Congreso fundacional de Ecuarunari, se promueve una  
autoconvocatoria por parte de los líderes de las comunidades afecta-  
das, proceso al que se solidariza la comunidad de Lagunas que final-  
mente se convierte en anfitriona.28  
Según la versión de tayta Lauro Sarango, el resultado de esta  
experiencia organizativa fue la decisión de estructurar el Cabildo  
Central, con una directiva organizada de la siguiente manera:  
Presidente:  
Tayta Luis Francisco Vacacela de la  
comunidad de Lagunas  
Vicepresidente:  
Tayta Pedro Medina de la comunidad de  
Quisquinchir  
Secretario:  
Tesorero:  
Mayoral 1:  
Mayoral 2:  
Mayoral 3:  
Tayta Lauro Vicente Sarango  
Tayta Daniel Chalán  
Tayta Antonio Sigcho de Oñakapak  
Tayta Antonio Ulloa de Tuncarta  
Tayta Manuel de Jesus Zhingre de Gera  
En efecto, el Cabildo Central recientemente organizado, en  
1
975, protagonizó el Primer levantamiento de las comunidades de  
29  
los indígenas Saraguros, en defensa de Misión Andina del Ecuador y  
28 Ibídem.  
2
9 Misión Andina del Ecuador fue una institución que surgió dentro el Programa Indigenista  
Andino de la Organización Internacional del Trabajo a finales de 1950. Su principal objetivo  
era transformar las precarias condiciones de vida y trabajo de las poblaciones indígenas de  
las llamadas “comunidades libres”. Este gran proyecto, que se implementó inicialmente en  
Bolivia y Perú, se ubicó a su vez dentro del proyecto nacional de integración de la población  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
75  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
condenando las actuaciones injustas del MAG. Todo se movió bajo  
30  
la dirigencia de Tayta Luis Francisco Vacacela, quien tenía el poder  
de Convocatoria por ser el síndico de la iglesia Matriz de Saraguro.  
Según los datos que antecede, la totalidad de las comu-  
nidades que integraban el cabildo central, eran las comunidades  
afectadas por el Proyecto del MAG al que encabezó la Comunidad  
de Lagunas que se puso al frente de manera solidaria. De manera  
particular es necesario puntualizar que esto sucedió porque para  
aquel entonces, tayta Luis F. Vacacela era de Lagunas y era Síndico  
con un gran poder de convocatoria, por ello empezó a representar a  
todas las comunidades que integraban el Cabildo Central.  
Cuando había transcurrido una experiencia organizativa de  
ésta manera y vieron que el nivel de representatividad empezó a re-  
basar los límites normales con las expectativas iniciales, según Cha-  
3
1
lán, empieza una nueva etapa histórica del proceso organizativo  
de los Saraguros. Esta nueva etapa está marcada por los acercamien-  
tos entre el Cabildo Central de la parroquia Saraguro y la Asociación  
Interparroquial de Comunidades Indígenas de Tenta, quienes de ma-  
nera conjunta acordaron generar un nuevo escenario organizativo.  
Desarrollo de la gobernabilidad con el advenimiento de la OCIS  
Según el relato histórico contado por tayta Lauro Vicente Sa-  
rango, se conoce que:  
Previo al aparecimiento de la OCIS, en 1976, el MAG implementa a  
nivel nacional, los Club 4F, vinculados a las comunidades indígenas.  
Por lo anotado, para este año, el MAG convoca a una gran convención  
nacional, a donde asisten los clubes 4F de todas las comunidades, pue-  
indígena a la sociedad nacional; razón por la cual estuvo adscrita al Ministerio de Previsión  
Social y Trabajo. En: Carolina Páez, “Entrevista a Remigio Cáceres con Edgar Báez, Peguche”,  
Antropología Cuadernos de Investigación, núm. 14, julio-diciembre 2014, pp. 111-116. Ver en:  
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7579126 (21-12-2022)  
0 Primer líder de los kichwas Saraguros que inició el proceso organizativo que terminó con la  
conformación de la FIIS y que perdura hasta la actualidad.  
3
3
1 Ángel Chalán y otros, en Historia organizativa de los Saraguros, documento sin publicar, de-  
rivado de la tesis de grado de Bachiller en la Unidad Educativa Intercultural Bilingüe Inka  
Samana de Saraguro - Loja, 2006, p. 6.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
76  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
blos y nacionalidades del Ecuador, en el caso Saraguro asiste una de-  
legación del Cabildo Central, encabezado por Lauro Vicente Sarango.  
En el contexto de la Convención, nace la idea de generar un proceso  
organizativo que aglutine a todas las comunidades, pueblos y nacio-  
nalidades presentes en el evento.32  
Continuando con la historia que matiza el surgimiento de la  
OCIS, entre los Saraguros, prosigue:  
Con la finalidad de concretar la idea, entre los allí presentes, acuerdan  
reunirse el siguiente año (1977), en Sucúa – Morona Santiago a fin de  
resolver la posibilidad de crear una organización nacional que repre-  
sente a todos los indígenas del Ecuador. Cumplido el plazo, todos se  
trasladan a la Cita, pero ocurre que por estar atravesando una época  
de Dictadura Militar, no permitían reunirse, por lo que solamente una  
selecta delegación se trasladó a la selva, concretamente a la comunidad  
de SIMPIS.33  
De esta manera, según la versión de Tayta Lauro Sarango:  
nace la CONACNIE (Consejo Nacional de Coordinación de Nacio-  
nalidades Indígenas del Ecuador), integrado por representantes de  
todas las Nacinalidades y Pueblos, para el caso Saraguro, por el Ca-  
34  
bildo Central se delegó a la Mama Rosa Clementina Vacacela.  
Esta historia nos da a entender que, con la creación del CO-  
NACNIE, crecía el protagonismo del Cabildo Central entre los Sara-  
guros, forzando para que en septiembre de 1977, con la asesoría de  
la Federación Shuar de Sucua, se realizara una convocatoria a todas  
las comunidades de indígenas pertenecientes al Cabildo Central y a  
otras comunidades del cantón Saraguro que no pertenecían al Ca-  
bildo Central, para trabajar una propuesta de estatuto con lo que se  
dejaría de ser Cabildo Central para dar paso a la constitución de la  
Organización de Comunidades Indígenas Saraguros “OCIS”. Con la  
mencionada convocatoria, se concretó la primera Asamblea de la  
3
3
3
2 Entrevista a: Lauro Vicente Sarango.  
3 Ibid.  
4 Ibíd.  
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77  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
OCIS que se cumplió en la comunidad de Ñamarín a donde se resolvió  
pasar de Cabildo Central a Organización de Comunidades de Indí-  
genas Saraguros, encabezado por Lauro Vicente Sarango como pre-  
sidente y representantes de todas las comunidades como miembros  
de la Directiva.  
El estatuto trabajado en la comunidad de Ñamarín, nunca  
fue aprobado por el Estado ecuatoriano, posiblemente debido a que  
en aquel tiempo no era bien visto que los indígenas se organizaran,  
ya que, “el Estado no permitía que se organizara la gente, porque tenía  
miedo el Estado, o sea la gente organizada del pueblo o sea de que de todo el  
35  
país van hacer temblar a los mestizos”; para no permitir la legalización  
justificaron que debían tener mínimamente 60 comunidades legal-  
mente constituídas, cuando en la práctica no pasaban de una decena  
de comunidades legalizadas. Además, que tenían que estar dirigidos  
por algún representante del MAG (Ministerio de Agricultura y Ga-  
nadería) y decían que no era necesario crear una Organización de  
comunidades, ya que las comunidades mismas eran jurídicas y que  
podían autogestionarse por sí solas, sin necesidad de crear otra ins-  
tancia como intermediario.  
En medio de las dificultades señaladas, aún sin ningún reco-  
nocimiento legal, en calidad de organización de hecho, en marzo de  
1
978, la OCIS, encabezó el segundo levantamiento de las comu-  
nidades de Indígenas Saraguros, en reclamo al desconocimiento total  
a los derechos comunitarios de participación plena en la celebración  
de las festividades de emancipación política de Saraguro, por parte  
del Municipio de Saraguro.  
La gobernabilidad de los Saraguros con el nacimiento de la Aso-  
ciación de Comunidades Indígenas de Saraguro–A.C.I.S  
A pesar de todas las dificultades, el proceso organizativo de  
las comunidades de indígenas Saraguros nunca se ha detenido, en  
mayo de 1978, los directivos de la OCIS, convocan a una Segunda  
Asamblea General a celebrarse en la comunidad de Tambopamba, a  
35 Informante: Luis Francisco Vacacela.  
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78  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
realizarse en septiembre de ese mismo año. En esta comunidad, ins-  
talada la Asamblea se nombra un coordinador general de la Asam-  
blea, función que recae en el Sr. Miguel Maita. Bajo la coordinación  
del Sr. Miguel Maita, la Organización de Comunidades Indígenas Sa-  
raguros–OCIS, resuelve cambiar de denominación de la organización.  
Con esta resolución, la OCIS, deja de ser tal, para adoptar la forma  
de Asociación de Comunidades Indígenas Saraguros–ACIS; esta de-  
cisión se adopta con la única finalidad de crear un escenario organi-  
zativo del que puedan formar parte todas las comunidades de las  
zonas de Saraguro, Tenta y San Lucas pertenecientes a la provincia  
de Loja.  
El motivo principal para el cambio de OCIS a ACIS, fue apro-  
vechar la situación de no aprobación de los estatutos de la primera  
por parte del MAG. “Este proceso se cumplió con la reforma de algunos  
artículos de los mismos estatutos de la OCIS; para este evento, algunos de  
los exdirigentes afirman que se contó con la presencia de un delegado del  
36  
MAG”.  
Según versiones históricas sostenidas al momento, se afirma  
que, para superar problemas legales de carácter comunitario, “esta  
Asamblea bajo la coordinación del Sr. Miguel Maita, resuelve pedir a las  
comunidades que cuenten con personería jurídica, que representen a todos  
los indígenas Saraguros, en los asuntos legales y judiciales, hasta cuando  
37  
la ACIS, obtenga su personería jurídica”.  
Según la resolución adoptada en la Asamblea, en este pe-  
ríodo, bajo la dirigencia de la ACIS, 8 comunidades jurídicamente  
reconocidas, en representación de 67 comunidades de indígena Sa-  
raguros, son encargadas para legalizar la adquisición de un terreno,  
en el centro urbano de la ciudad de Saraguro. Una vez adquirido,  
dicho terreno inmediatamente se transformaría en un espacio comu-  
nitario de todos los indígenas Saraguros, a donde debía funcionar  
un museo histórico y etnográfico de los Saraguros así como la sede  
central como emblema de unidad de todas las comunidades.  
36 Ibídem.  
37 Informante: Luis Francisco Vacacela.  
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79  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
Con la finalidad de alcanzar los sueños de unidad de los Sa-  
raguros, durante el período comprendido entre los años 1979 y 1980  
se continúa con el trabajo de fortalecimiento de las organizaciones  
comunitarias que habitan tanto en la provincia de Loja como de Za-  
mora Chinchipe, ocurriendo que para finales de 1980, la representa-  
tividad de la ACIS quedaba muy pequeña, obligando a sus directivos  
a promover una instancia organizativa mucho más grande capaz de  
unir a los Saraguros de las dos provincias.  
La gobernabilidad de los Saraguros alrededor de la Federación In-  
terprovincial de Indígenas Saraguros–F.I.I.S  
Durante los años 1979 y 1980, la ACIS entraba en apogeo a  
nivel de la provincia de Loja, de manera paralela, los Indígenas Sa-  
raguros asentados en el Cantón Yacuambi de la provincia de Zamora  
Chinchipe, también se organizan y conforman la Asociación de In-  
dígenas Saraguros Asentados en Yacuambi–AISAY; esta organiza-  
ción, de igual manera que en Saraguro, se organizó para afrontar  
problemas territoriales con los hermanos Shuar, que son los nativos  
de las tierras orientales de nuestro país, particularmente, asentados  
en las provincias de Morona Santiago y Zamora. El problema surge  
cuando los Shuar quisieron apoderarse de las tierras que años antes  
ellos mismos hicieron trueque con perros y con herramientas como  
el hacha y el machete que utilizaban para las faenas de caza de ani-  
males para el consumo de sus familias.  
En el contexto de los citados acontecimientos suscitados en  
las dos provincias a donde viven indígenas Saraguros, organizados  
en comunidades, días antes de diciembre del año de 1980 se reúnen  
entre los dirigentes de la ACIS, por la sierra, y de la AISAY, por el  
Oriente, para convocar a una Asamblea Interprovincial, que efecti-  
vamente se realiza durante los días 29 de diciembre de 1980 al 2 de  
enero de 1981. La planificada Asamblea se cumple en las instalacio-  
nes del camal municipal de la ciudad de Yacuambi; en aquel enton-  
ces era el único local disponible, no había otro local donde reunirse.  
Según documentos encontrados, los participantes de esta Asamblea  
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80  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
son representantes de 40 comunidades de indígenas saraguros per-  
tenecientes a las zonas geográficas de Saraguro, Tenta, San Lucas y  
Yacuambi. También han asistido como invitados honoríficos y ase-  
sores, el padre Escolapio, Antonio Alonso, párroco de Saraguro y  
Naún Montano como presidente del Municipio del Cantón Ya-  
3
8
cuambi. Dicha asamblea fue dirigida por el Sr. Miguel Maita, re-  
presentante de las organizaciones de indígenas saraguros que viven  
en el oriente.  
Según versión de uno de los fundadores de la FIIS, (Abel  
Minga), en esta I Asamblea de carácter interprovincial de las comu-  
nidades indígenas de los Saraguros, para la discusión estatutaria se  
tomaron como modelos a seguir los estatutos de la Federación Shuar,  
que funcionaba con sede en la ciudad de Sucúa. Los Estatutos de la  
OCIS que nunca fueron aprobados y los Estatutos de la ACIS que es-  
taban en proceso de gestión para la aprobación y las resoluciones to-  
madas en cada una de las instancias anteriores, sirvieron como base  
de discusión para la creación de una organización de comunidades  
indígenas de carácter interprovincial.  
Es en este contexto, por resolución unánime de represen-  
tantes de más de 40 comunidades de indígenas Saraguros que asis-  
tieron a la I Asamblea de carácter interprovincial, se resuelve dar por  
terminado el proceso organizativo de la ACIS, para dar paso al na-  
cimiento de la Federación Interprovincial de Indígenas Saraguros, cuyas  
siglas serán FIIS. En la misma acta constitutiva, se encarga a la na-  
ciente FIIS regir los destinos de los Saraguros y dar continuidad a  
todas las gestiones que la ACIS habría emprendido hasta la fecha.  
El nombre de Federación Interprovincial de Indígenas Sara-  
guros–FIIS, se lo adoptó porque las comunidades integrantes de esta  
nueva organización pertenecían a las dos provincias a donde habi-  
taban y siguen habitando indígenas saraguros. Esta naciente orga-  
nización había adoptado el reto de consolidar el proceso organiza-  
tivo de las comunidades de saraguros, involucrándose activamente  
con otras organizaciones del País y de América Latina.  
38 Minga Abel/Wild, Los Saraguros.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
81  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
Desde su nacimiento (1881), en el cantón Yacuambi, enca-  
bezado por los taytas: Abel Minga, Luis Alberto Macas, Lauro Vi-  
cente Sarango, Miguel Maita y otros, durante mucho tiempo la FIIS  
ha permanecido con el carácter de organización de hecho, sin perso-  
nería jurídica, mientras tanto, las comunidades jurídicas seguían  
apadrinando en todos los asuntos legales de la FIIS; recién a finales  
de la década de los 90 se concretó la tan ansiada personería jurídica  
otorgada por el Ministerio de Bienestar Social, mediante documento  
legal fechado el 14 de junio de 1999. Según versiones de algunos ex-  
dirigentes de la FIIS, durante todo el tiempo comprendido entre el  
nacimiento de hecho (1981) y el reconocimiento legal por el Ministe-  
rio de Bienestar Social (1999), la organización siempre ha estado apa-  
drinada por comunidades que han contado con personería jurídica.  
La comunidad que más ha patrocinado durante la década de los 80,  
ha sido la comunidad de Lagunas, durante la década de los 90 han  
sido las comunidades orientales de la parroquia Saraguro.  
Es oportuno resaltar, como una obra emblemática de la FIIS,  
la construcción de la casa sede, inaugurada en 1996, por las mismas  
comunidades que legalizaron la compra del terreno en 1980 cuando  
aún se operaba como ACIS, antes de transformarse en FIIS. A pesar  
de mantenerse por mucho tiempo como una organización de hecho,  
la organización ha podido cumplir algunas acciones como:  
1981-82 Acreedor del Premio NOMA, por haber desarrollado el  
mejor Programa de Alfabetización.  
1982-83 Gestión del proyecto de Salud y Medicina ancestral con el  
apoyo de una financiera española  
1982-84 Iniciación de la Educación Bilingüe Infantil, a través de la  
AEIBIS que contaba con personería jurídica.  
1984-86 Gestión del Seguro Social Campesino. Consecución de par-  
tidas presupuestarias para educadores bilingües.  
1986-88 Gestión para la instalación de talleres artesanales e insta-  
lación de una planta procesadora de lácteos.  
1988-90 Inicio de la Construcción de la Casa Sede e inicio de la ges-  
tión de Plan Internacional para el desarrollo de las Comunidades.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
82  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
Consecución de partidas para auxiliares de enfermería.  
1990-92 Participación en el programa de Educación parvularia en  
varias comunidades.  
1992-94 Apoyo a las comunidades, en gestiones para la construc-  
ción de carreteras y escuelas en varias comunidades.  
1994-96 Terminación de la Casa Sede de los Saraguros y apoyo a la  
ejecución del Proyecto Saraguro Yacuambi, en lo que respecta a las  
comunidades de indígenas saraguros.  
1996-98 búsqueda de un vínculo a una organización nacional. En  
primera instancia se intentó establecer vínculo organizativo con la  
ECUARUNARI y la CONAIE, al no ser aceptado por estas orga-  
nizaciones se buscó el vínculo con la FENOCIN, a donde la FIIS sí  
fue aceptado.  
1998-2006. Se alcanzó la personería jurídica de la FIIS y se continuó  
con el apoyo al desarrollo del Proyecto Saraguro Yacuambi. Como  
parte de ese vínculo se concreta el nacimiento de la Caja de ahorro  
y crédito “Semillas del Progreso”.  
2006-2012. Lucha interna por recuperar la Caja de ahorro y crédito  
“Semillas del Progreso”, que ya se había transformado Cooperativa  
de ahorro y Crédito “Semillas del Progreso”. La lucha se centraba  
en la exigencia de espacios de participación y decisión de las comu-  
nidades. Además, en este período se activó la dinámica de partici-  
pación política para elección popular de autoridades a nivel del  
cantón Saraguro. De igual manera, se activó la voluntad política  
de la FIIS, por la recuperación de espacios culturales, artísticos y  
sociales vinculados al Kulla Raymi.39  
2012-2019. Lucha por implementar la Justicia comunitaria, de  
acuerdo a los Derechos Colectivos, estipulados en la Constitución  
2008. De la misma manera en este período se continúa en la lucha  
política por captar la alcaldía de Saraguro, esta vez logrando el  
triunfo con Abel Sarango a la cabeza.  
2019–2021. Lucha contra el alcalde del municipio de Saraguro,  
quien, por falta de voluntad política para trabajar con las comu-  
nidades indígenas, suspendió el trabajo de ampliación de la casa  
39 Nombre de la celebración andina a la Semilla que coincide con el equinoccio de septiembre.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
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Ángel Polivio Chalán Chalán  
sede de la FIIS, iniciado por el anterior alcalde Abel Sarango. En  
los últimos meses de este período se llegó al colmo de generar en-  
frentamientos entre comunidades, desde el municipio; esto ha te-  
nido que soportar la FIIS.  
El advenimiento de la crisis de gobernabilidad entre los Saraguros  
En toda organización, no todo es color de rosa, también se  
producen crisis y divisiones. Concretamente, al hablar de divisiones  
en los procesos organizativos es necesario resaltar, que se dan mu-  
chas circunstancias donde unos se cierran y otros se salen del espa-  
cio. Este fenómeno se ha dado en el proceso organizativo de la FIIS  
a donde un grupo de jóvenes plantearon ideas políticas distintas que  
no fueron aceptadas por otros sectores y esto provocó resentimientos  
y distanciamientos.  
En este contexto, la división en la FIIS surge exactamente des-  
pués de seis años de haberse constituido en la Federación Interpro-  
vincial de indígenas saraguros:  
(…) pues para mí, hubo un interés de representabilidad de liderazgo y  
este es un motivo por el cual empezaron celos de dirigencia y eso llegó  
a dividir. La idea era formar otra organización con el objetivo de que  
la FIIS, por ejemplo, desapareciera, se muriera, porque consideraron  
que los dirigentes que estaban en ese entonces en la FIIS fueron diri-  
gentes que estaban haciendo daño, que estaban aprovechando de la or-  
ganización.40  
De la misma manera como lo manifestado anteriormente,  
otro exdirigente de este proceso organizativo y dice:  
(…) creo que son por intereses por que ya hubo plata porque en tiempo  
de nosotros no hubo plata, nosotros hicimos algunos trámites, pero no  
tuvimos nada todavía y nosotros éramos analfabetos pero ya ayudaban  
algunos muchachos, como secretario teníamos a un muchacho estu-  
diante del colegio que se llamaba Manuel Andrade que ahora está en  
41  
España.  
40 Entrevista a Vicente González.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
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Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
Por aquel tiempo 1986 hubo personas interesadas en repre-  
sentar a los Saraguros a nivel nacional; los intentos por representar  
demostraban que querían hacerlo solos, sin el conocimiento ni apoyo  
de los dirigentes de base y peor de las comunidades en su conjunto;  
ellos empezaron a hacer presencia a nivel nacional:  
(
…) representando una sola persona a nombre de todos los Saraguros,  
tomando esas atribuciones que no les competía, pero el interes personal  
y la arrogancia de ellos para saltar ciertos procesos y normas de respeto  
a la comunidad, por lo tanto, ellos se hicieron de la vista gorda, dieron  
pasos agigantados y representaron a nosotros con o sin voluntad nues-  
tra, ellos representaron a los Saraguros, hicieron proyectos a nombre  
de los Saraguros, bueno no sé, unos proyectos llegarían a Saraguro y  
otros a lo mejor quedaron en el camino, pero de esa manera el grupo  
42  
se fue dividiéndo, mas buscando satisfacción de intereses personales.  
Por otro lado, también se cree que para que se de o se con-  
crete la división “había una influencia de alguien que estaba en Quito,  
43  
porque los muchachos dividieron por eso, no era por otra cosa”.  
Finalmente, la decisión de formar una nueva organización  
fue tomada en el año 1986 en un congreso de la FIIS a donde por el:  
(…) descontento de parte de los jóvenes, en ese entonces había una or-  
ganización de jóvenes conocido con el nombre de UJIS, Unión de Jóve-  
nes Indígenas Saraguros, como ya tenían iniciativa de organización,  
ellos comenzaron reclamar y pedían que el Dr. José Quizhpe renuncie a  
su cargo de presidente. Si bien unos sentían el descontento por la ges-  
tión del Dr. Quizhpe, en cambio había otras gentes que defendían a cual-  
quier costo al Dr. José Quizhpe, entonces ahí aparece la división. Desde  
ese momento la UJIS se paro muy duro, hizo mucna propaganda a tra-  
vés de papeles volantes, por intermedio de esos papeles declararon mu-  
chas cosas aunque algunas cosas de los que declaraban no eran ciertas;  
claro humanamente podemos errar no era tan exacto, tan preciso la ad-  
ministración del Dr. José Quizhpe, entonces el descontento de los jóve-  
44  
nes que hizo que se reclame y cayó en una división.  
41 Informante: Luis Francisco Vacacela.  
42 Entrevista a Dr. José Quizhpe.  
43 Informante: Luis Francisco Vacacela.  
44 Entrevista a Vicente González.  
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Ángel Polivio Chalán Chalán  
Ante la crisis de gobernabilidad, como estrategia para evitar  
conflictos internos comunitarios, algunas comunidades como Ilin-  
cho, Lagunas, Gunudel y Quisquinchir optaron por declararse comu-  
nidades independientes, es decir, no someterse a la gobernabilidad  
de ninguna organización de segundo y tercer grado, autorizando a  
todos los comuneros quienes lo desean puedan pertenecer a una u  
otra organización, según su conveniencia y de manera individual,  
sin representación comunitaria. Todas las bases organizadas por zo-  
nas conformaban la organización conocida como la Coordinación In-  
terprovincial de Organizaciones de Indígenas Saraguros, CIOIS; hoy  
conocida públicamente como KORPUKIS. En cambio, todas las co-  
munidades ancestrales organizados en Cabildos que no se han vin-  
culado a la Korpukis ni se han declarado independientes, se queda-  
ron y continúan como comunidades de base de la FIIS.  
El nacimiento de la CIOIS, gobernabilidad paralela entre los Sa-  
raguros  
A partir de la división descrita anteriormente, aparece una  
nueva organización llamada Coordinadora Interprovincial de Orga-  
nizaciones de Indígenas Saraguros–CIOIS, cuyo objetivo no ha sido  
el “de cambiar una política, porque los objetivos, la ideología y el pensa-  
45  
miento que tiene el mismo indígena o un mismo pueblo son los mismos”,  
pero muchas de las veces no se la interpreta de esa manera, sino que  
se interpreta como al aparecimiento de intereses personales.  
Los procesos que tuvo que pasar esta organización inició con  
la Unión de Jóvenes Indígenas Saraguros–UJIS, formando parte de la  
FIIS, luego esta pasó a ser parte de la CIOIS y, según nos manifestó  
en la entrevista, en una ocasión él reclamó “por la malversación de fon-  
46  
dos de los dirigentes de la Federación”, fue cuando con Luís Macas a la  
cabeza se vio esta situación que se daba entre los saraguros, porque  
47  
los proyectos que se realizaban “no era para todos”. Según Purifica-  
45 Entrevista a Carlos Sarango, presidente de la Korpukis.  
46 Entrevista a Purificación Zhinge, presidenta SAKIAT.  
47 Ibid.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
86  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
ción Zhingre, no hay coincidencia de ideologías, “pero siempre estamos  
48  
viendo haber si es que vamos por la unión de los Saraguros”, lo que sig-  
nificaría una buena noticia para los saraguros.  
La CIOIS aparece organizándose con sus bases en la mayoría  
de las comunidades pertenecientes a la zona de Tenta, cuya organi-  
zación zonal es la Asociación Interparroquial de Comunidades de Indíge-  
nas de Tenta, AICIT que aglutina a todas las comunidades de esa zona  
geográfica, por lo que todas las comunidades que hasta 1986 perte-  
necían a la FIIS hoy pertenecen a la AICIT y en consecuencia pasaron  
a ser bases de la CIOIS, hoy CORPUKIS, aunque comunidades como  
Sauce y Cañicapac, hasta la década de los 90, seguían coordinando  
con la FIIS, sin mayores dificultades.  
De la misma manera aparece con sus bases la COCIS, hoy co-  
nocida como UCORSAITA en el ámbito de las comunidades perte-  
necientes a la zona de San Lucas.  
Finalmente también aparece con bases organizadas en la  
zona, de la parroquia Saraguro, encabezado por la UJIS, la que más  
tarde se transformaría en SAKIAT, con la particularidad de que, al  
momento de la división, (1986) a esta organización zonal no se vin-  
culó ninguna comunidad, todas se quedaron con la FIIS, aunque más  
tarde, debido a que miembros de una misma comunidad, de manera  
individual empezaron a identificarse indistintamente con una u otra  
organización, según afinidades, se han creado serios conflictos inter-  
nos en cada comunidad.  
Líderes que han incidido en la gobernabilidad del pueblo kichwa  
Saraguro  
Tayta Luis Francisco Vacacela  
Tayta. Lauro Vicente Sarango Andrade  
Tayta. Samuel Ortega Quizhpe  
Tayta Abel de Jesús Minga Tene  
Tayta. José María Quizhpe Quizhpe  
Tayta. Miguel Angel Paqui González  
48 Ibid.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
87  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
Tayta. Manuel Santos Guamán Guamán  
Tayta. Angel Baudilio Quizhpe Guamán  
Tayta. Angel Virgilio Medina Lozano  
Tayta. José Abel Tene Tene  
Tayta. Segundo Francisco Saca Quizhpe  
Tayta Angel Polivio Chalán Chalán  
Tayta. Manuel Sarango  
Tayta. Efraín Sarango  
Mama. Rosa Delia Quizhpe  
Tayta. Pedro Condolo  
Tayta. Pedro Sigcho  
Tayta. Manuel Gonzalez  
Tayta. Luis Minga  
Tayta Luis Alberto Macas  
Tayta Luis Fernando Sarango  
Tayta Miguel Contento  
Tayta Romualdo Contento  
Proyección del espíritu de gobernabilidad del Pueblo Kichwa Sa-  
raguro  
La historia de la gobernabilidad organizativa de los Saragu-  
ros, a partir del 2021 en adelante, continuará dinámico; la aparente  
división, no es tal, los argumentos son superficiales; en el fondo, so-  
lamente se ha construido la dualidad entre el Urin y el Hanan que  
se proyecta a materializar un Hatun Ayllu del pueblo kichwa Sara-  
guro sostenido por el principio de la dualidad, con un espacio de re-  
presentatividad para todos; para concretar aquello, alguien deberá  
convocar a una Asamblea Constituyente del Pueblo Kichwa Sara-  
guro que deberá ser integrado por cuatro representantes de cada co-  
munidad, según el principio Tawa de la Cosmovisión Andina; los  
cuatro representantes deberán ser dos hombres y dos mujeres, for-  
mando paridades: un adulto y un joven respectivamente. Estos  
Asambleístas serán los responsables de redactar un estatuto que vin-  
cule a todas las comunidades decididas a implementar los Derechos  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
88  
Historia de la gobernabilidad del pueblo kichwa Saraguro  
Colectivos. Mientras no ocurra aquello, porque las autoridades lo-  
cales y nacionales, ni los propios dirigentes comunitarios no entien-  
dan y no respeten el Art. 1 de la Constitución, el sentido de gober-  
nabilidad entre los Saraguros seguirá su curso, al estilo como se ha  
manejado hasta hoy, sin contar con avances significativos, en lo po-  
lítico, técnico, administrativo y filosófico.  
Hasta aquí la historia de la Gobernabilidad del Pueblo Kichwa  
Saraguro que en estos tiempos incita mucho a escribir, porque desde  
Saraguro se ha proyectado y se está proyectando grandes reivindi–  
caciones culturales, como por ejemplo, la oficialización de las cuatro  
grandes celebraciones andinas conocidas como: Kulla Raymi, Kapak  
Raymi, Pawkar Raymi e Inti Raymi,49 cuya inspiración nació en el  
Amawta Hatari, en el año 2000 y que actualmente se está discutiendo  
en la Asamblea Nacional para su oficialización a nivel nacional.  
Para terminar quiero dedicar este discurso, a mi abuelo: Luis  
Miguel Chalán quien me enseñó a reconocer las primeras letras, así  
como a todos mis profesores de educación primaria y secundaria que  
me enseñaron a escribir; a mis docentes de la Universidad Pontificia  
del Ecuador–Sede Cuenca, de la Facultad de Filosofía Letras y cien-  
cias de la Educación: Jorge Dávila Vázquez y Oswaldo Encalada; de  
la Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca: Alejandro  
Mendoza Orellana, que me inspiraron a escribir.  
Gracias, al Centro de Sabiduría y Prácticas Andinas Amawta Ha-  
tari, encabezado por el yachak Luis Salvador Guayllas con todo el  
equipo de investigación de los Saberes Ancestrales y a Sisa Kushi Cha-  
lán Zhingre, autora de la historia de la organización de los Saraguros, por  
darme la oportunidad de inspirarme el gusto para escribir.  
49 Kulla Raymi: Nombre de la celebración andina a la Semilla que coincide con el equinoccio  
de septiembre.  
Kapak Raymi: es una ceremonia de iniciación para los niños y los adolescentes. Los niños  
en su paso a la adolescencia y los adolescentes a su paso a la adultez. Ver en: http://www.  
otavalo.gob.ec/gestoresculturales/kapak-raymi (04-01-2023).  
Pawkar Raymi: es el tiempo para empezar a probar los primeros frutos de la tierra, los granos  
tiernos. En algunas comunidades andinas se la conoce con el nombre de Sisay Pacha “Época  
de Florecimiento”. Ver en: https://www.epn.edu.ec/pawkar-raymi/ (04-01-2023).  
Inti Raymi: El Inti Raymi, en quechua ‘fiesta del Sol’, se produce cuando el sol se ubica más  
cerca de la tierra, donde se realiza el homenaje y agradecimiento a la Madre Tierra por las  
cosechas recibidas. Ver en: https://unl.edu.ec/noticia/inti-raymi-fiesta-del-sol-y-la-cosecha  
(04-01-2023)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
89  
Ángel Polivio Chalán Chalán  
Finalmente, reiterar mi agradecimiento, a todos los miem-  
bros de la Academia Nacional de Historia por haberme abiertos sus  
puertas y particularmente al doctor José Carlos Arias, quien ha te-  
nido la gentileza de insistir en la invitación para ser parte de la Aca-  
demia Nacional de Historia–Capítulo Loja.  
Gracias, a todos los presentes, que se han dignado escu-  
charme  
Loja, julio de 2022  
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Entrevistas:  
Carlos Sarango, Presidente de la Korpukis  
José Quizhpe  
Luis Francisco Vacacela  
Lauro Vicente Sarango  
Luis Aurelio Chalán Guamán. Director Provincial de Educación Intercultural  
Bilingüe de Loja  
Pedro Condolo, Presidente de la FIIS  
Pedro Sigcho, Presidente FIIS  
Purificación Zhinge, Presidenta SAKIAT  
Vicente González  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 62–91  
91  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
ANALOGÍA DE UN AMAUTA LOJANO  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Talía Guerrero Aguirre1  
Permítanme empezar esta breve intervención correspon  
diendo con mi agradecimiento, primeramente, a todos quienes han  
depositado su confianza en mi persona, expresada esencialmente con  
su anuencia, en el caso de los miembros de la Academia Nacional y  
de Loja, así como para todos ustedes al enaltecer con su presencia  
este solemne acto, dispuesto para nuestra incorporación como nue-  
vos miembros de la Academia Nacional de Historia, Capitulo Loja,  
que en su género cuenta con gran relevancia en nuestra sociedad.  
Tan significativa designación, además de dispensarme la gran res-  
ponsabilidad de enaltecer el trabajo ya realizado, conlleva para mí  
el propósito de continuar con el rescate de nuestra historia, para  
dejar una valiosa huella en las nuevas generaciones. Hoy he sido  
honrada con el encargo, por parte de la Academia Nacional de His-  
toria, Capitulo de Loja; para referirme en una significativa sem-  
blanza, al ilustre Lojano Sr. don Hugo Constante Martínez Moreno,  
a quien la Academia, lo reconoce como un AMAUTA de nuestra his-  
toria. Cabe aclarar para una mejor comprensión, que ser Amauta  
simboliza a la persona por lo general mayor y experimentada, que  
se encarga de comprobar los hechos de la historia de los pueblos,  
para enunciarlos públicamente; una labor de gran honor y respon-  
sabilidad, que lo acredita en su comunidad.  
1
Ecuatoriana, nació y vive en Loja; con educación superior, ahora jubilada como empleada pú-  
blica; incursiona en el arte de las letras y la pintura. Aporte a la comunidad: Diario La Hora  
(Editorialista); Hora32 (Editorialista); Revista Cultural Gaceta con artículos, poesía y exposición  
de pintura; Diario El Volante, del Sindicato de Choferes de Loja (opinión). Participación en  
redes sociales: Exposición de un amplio portafolio de pintura abstracta de su autoría. Colección  
de frases motivadoras. Reconocimientos: Reconocimiento en el Festival Internacional de las  
Artes Vivas; en el Mural en la Plaza de la Cultura de Loja. Reconocida como Mujer de Letras  
en el 2011 (CECIM). Reconocimiento del Centro de Desarrollo Integral ANDARES, por su  
aporte  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 92–95  
92  
Analogía de un Amauta lojano  
Según mi criterio las virtudes en el trabajo son cualidades,  
que regulan los actos humanos a través de un conjunto de principios  
y valores, conduciendo al hombre por el camino del desarrollo per-  
sonal, virtudes como: la disciplina, que guía a los individuos por el  
camino de la honradez; la puntualidad que es la mejor forma de res-  
petar a los demás y ser confiable en todo su accionar. Siendo estas  
algunas de entre muchas más características, que identifican al Sr  
Hugo Constante Martínez Moreno, además de ser un hombre de ca-  
rácter reservado, para el que las cosas complejas, se ven simples a  
simple vista; un personaje enigmático, amable, espontaneo, curioso,  
formal, amigo como pocos y sobre todo un ser humano representado,  
por ser firme en su afán de saber y conocer más. Un Lojano de noble  
corazón, destacado por su elevado grado de identidad, frente a los  
compromisos especialmente para con Loja, los lojanos, los sectores  
más vulnerables y aún más, para con los que han tenido el privilegio  
de disfrutar de su enriquecedora conversación de hombre culto, re-  
vestido de natural respeto hacia el prójimo, motivado por su apego  
hacia la cuna que arrulló su deseo de enaltecerla desde sus emocio-  
nes; en general un virtuoso de aquellos que les encanta explorar con  
sus manos y ojos, tocando y examinando el mundo que le rodea, con  
racionalismo y gran curiosidad, para crear y no destruir.  
En su vida pública fue reconocido por su valía, durante el  
Gobierno del Conejo Supremo, conformado por los generales: Po-  
veda, Durán Arcentales y Leoro Franco, honrándolo en 1976, con el  
nombramiento de consejero provincial, cargo que lo desempeñó con  
honestidad y mucha responsabilidad hasta 1981. Siendo elegido en  
el intervalo (1978) por el Consejo Provincial de Loja, como presidente  
ocasional y encargándose, por varias ocasiones, del despacho de la  
Prefectura; de la misma forma, en 1979, es calificado por su integri-  
dad y escogido por el Gobierno de los Países Bajos, como adminis-  
trador de algunos proyectos de infraestructura, que se ejecutaron en  
los sectores más sensibles de nuestra provincia como: la construcción  
de la Escuela “Baeza”, en el barrio Gañil de la parroquia San Lucas;  
la Escuela “Reina Juliana”, del barrio La Granja de la parroquia Ma-  
lacatos; la ampliación en la Escuela “Simón Rodríguez” de la parro-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 92–95  
93  
Talía Guerrero Aguirre  
quia Sabiango del Cantón Macará y también se le encomienda la su-  
pervisión del sistema de tratamiento de agua en el cantón de Sozo-  
ranga y de algunos barrios de la parroquia Malacatos, entre otros.  
No podría dejar de reconocer una de sus mejores particu-  
laridades, que muchos como yo, hemos podido admirar en la per-  
sonalidad del Sr. Hugo Martínez Moreno, que radica en su gran  
calidad humana y empatía demostrada hacia los sectores más vul-  
nerables de nuestra ciudad y provincia; es por ello que cuando de-  
cide aceptar en 1996, la presidencia de la “Fundación Ecológica  
Arrayan”, durante su periodo administrativo se dedica a impulsar  
con verdadera vocación, la creación de la Clínica de Epilepsia, para  
ofrecer el tratamiento de esta grave, complicada y onerosa enfer-  
medad, particularmente, para los pacientes de escasos recursos eco-  
nómicos de nuestra ciudad y provincia. Esta es una parte de su  
meritorio andar siempre direccionándolo, “con la virtud como la dis-  
posición de actuar de acuerdo con sus ideales, para buscar el bien  
común y así, encontrar el bien personal”; probidades que las ha ve-  
nido practicado con perseverancia en su diario vivir de buenos sen-  
timientos y que se transmitieron a los suyos, haciéndolos personas  
correctas, bondadosas, orgullosos de sus raíces y condiciones y que  
como Lojanos, tenemos el compromiso de resguardar como uno de  
nuestros más valiosos referentes de cultura, afín de poner a disposi-  
ción de quienes quieren conocernos más y mejor. Así he podido sin-  
tetizar la biografía del Sr. Hugo Martínez Moreno, desde mi  
perspectiva; adhiriéndome de esta manera y con vasto orgullo, al  
merecido reconocimiento como un verdadero Amauta de la historia  
de nuestra ciudad y provincia, que hoy le hace la Academia Nacional  
de Historia, Núcleo de Loja, por su meritoria trayectoria y valién-  
dome de tan propicia oportunidad, deseo exteriorizar públicamente  
el agradecimiento de nuestra colectividad implícito el mío propio,  
por su valioso aporte para la sociedad lojana  
Luego de haber terminado de preparar, unos días atrás, estas  
palabras recibí con mucha consternación, la noticia del fallecimiento  
de nuestro insigne protagonista, dejándo con ello truncas algunas  
expectativas, por lo que con la debida consideración a tan dilecto pú-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 92–95  
94  
Analogía de un Amauta lojano  
blico, decidí dejar la redacción de mi intervención tal cual fue pro-  
snunciada, con su tiempo en presente, para motivarlos a ustedes a  
mantener siempre vivo su recuerdo en nuestra memoria, con la  
misma tenacidad con la que él, supo cuidar y proteger la memoria  
de nuestra historia. Para finalizar, dejo constancia expresa a su dis-  
tinguida familia aquí presente, de nuestro sentimiento de hondo  
pesar por su deceso, con la insondable aspiración de que haya sido,  
recibido entre los brazos del Creador, con los honores y la ternura  
que merecía, para descansar en paz y seguir siendo nuestro  
AMAUTA desde la eternidad.  
Muchas gracias a todos ustedes, por su atención  
.
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A JOHN STEPHEN ATTHENS  
Y DAVID BROWN  
A LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
COMO MIEMBROS CORRESPONDIENTES EXTRANJEROS  
Franklin Barriga López1  
En esta histórica hacienda, vamos a hablar de historia; para  
ello, hemos venido desde Quito los que conformamos esta selecta  
delegación de Miembros de nuestra entidad, como también aquí  
están presentes colegas del Capítulo Imbabura–Carchi, dirigido por  
los apreciados colegas José Echeverría y Bayardo Ulloa, director y  
subdirector, respectivamente.  
Bastante hay que decir al respecto de este encuentro, par-  
tiendo de la satisfacción de hallarnos en este lugar emblemático no  
solo para Imbabura, cuyos territorios atesoran filones históricos de  
milenios, provincia ilustre y de presencia destacada en nuestra Aca-  
demia, ayer y hoy. Federico González Suárez, el fundador de nuestra  
corporación científica que, hace pocos días conmemoró los 113 años  
de fructífera existencia, fue Obispo de Ibarra, desde el 8 de diciembre  
de 1895 hasta el 5 de junio de 1906, en que ingresó apoteósicamente  
a Quito, como Arzobispo. En este lapso de 11 años, desplegó en Im-  
babura un trabajo excepcional (me refiero únicamente al campo his-  
tórico y no al religioso, al de la fe, que no nos compete, ya que el  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 96–100  
96  
Bienvenida a John Stephen Atthens y David Brown  
marco en que se desenvuelve nuestra institución –acorde a los artí-  
culos 18 y 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos–  
es el pluralismo, la absoluta libertad de profesar cualquier religión e  
igualmente respeto total a la libertad de expresión, de información,  
de prensa que es la madre de todas las libertades). El área religiosa  
y su doctrina, en este caso, es campo propicio para la Academia de  
Historia Eclesiástica.  
Con estos antecedentes, ubico a González Suárez -que cum-  
plió en Ibarra y en otras ciudades un trabajo excepcional- como his-  
toriador, orador, polemista, patriota, estudioso de primer orden,  
cuyo legado para las generaciones es realmente extraordinario. Sus  
investigaciones de campo revelan al pionero de la arqueología en  
nuestro país, en tiempos en que esta ciencia era inexistente, cuando  
no, menospreciada por completo. Este testimonio del propio Gon-  
zález Suárez lo dice todo:  
Mi primera publicación relativa a la arqueología ecuatoriana, fue reci-  
bida por nuestros compatriotas no solo con indiferencia, no solo con  
desdén, sino con disgusto; nadie me dirigió ni una sola palabra siquiera  
de aliento, y no faltaron algunos individuos graves, que calificaron mi  
estudio histórico sobre los Cañaris, de obra inútil, escrita por un clérigo  
ocioso, que en cosas de indios perdía el tiempo, que debía dedicar al  
ejercicio del sagrado ministerio.2  
No obstante, los serios obstáculos narrados, continuó Gon-  
zález Suárez, sin desmayo, en sus afanes de conocer la vida de los  
pueblos a través de sus testimonios materiales y dejó a la posteridad  
el fruto de su visión y realizaciones -como ya dije- iniciales en esta  
materia y en nuestro medio. Basta referirse a los títulos de su obra  
escrita para avalar lo manifestado: Atlas arqueológico (integra el Tomo  
primero, a manera de apéndice, de su voluminosa y raizal obra en  
siete tomos Historia General de la República del Ecuador, que ha tenido  
varias ediciones y que fue producto de sus agotadoras investigacio-  
2
Estas frases las recordó Carlos Manuel Larrea en su estudio preliminar del libro Federico Gon-  
zález Suárez, Biblioteca Ecuatoriana Mínima, Quito, 1960; se refirió a la carta dirigida al obispo  
Pólit, Boletín Eclesiástico, Año XXV, N. 10, p. 340-46.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 96–100  
97  
Franklin Barriga López  
nes de campo y de gran cantidad de documentos consultados en los  
archivos y las bibliotecas de España, sobre todo en Sevilla, Alcalá de  
Henares y Simancas. Sus obras destacadas son:  
•Estudio histórico sobre los Cañaris (ya citado), con láminas hechas por  
Joaquín Pinto y su esposa, Imprenta del Clero, Quito, 1878  
Los aborígenes de Imbabura y Carchi: investigación arqueológica sobre los  
antiguos pobladores de las provincias de Carchi y de Imbabura en la Re-  
pública del Ecuador, Tipografía y Encuadernación Salesiana, Quito,  
1910  
Rectificaciones sobre los Quillasingas y los Pastos, 1908  
Prehistoria ecuatoriana. Ligeras reflexiones sobre las razas indígenas que  
poblaban antiguamente el territorio actual de la República del Ecuador,  
Impreso por Ricardo Jaramillo, Quito, 1904  
Advertencias para buscar, coleccionar y clasificar objetos arqueológicos  
pertenecientes a los indígenas, antiguos pobladores del territorio ecuato-  
riano, Imprenta del Clero, Quito, 1914  
•Notas arqueológicas, Imprenta del Clero, Quito, 1916.  
Ahora, el reconocido arqueólogo imbabureño Dr. José Eche-  
verría Almeida, Director del capítulo de Imbabura–Carchi, propició  
el ingreso a nuestra Academia de los doctores John Stephen Athens  
y David Brown. Luego de que sus nombres y hojas de vida fueron  
analizados y aprobados por la rigurosa Comisión de Ingresos y As-  
censos, el pronunciamiento fue favorable, dados los méritos de cada  
uno de estos profesores norteamericanos cuyos datos, en síntesis,  
voy a recordar de inmediato:  
John Stephen Athens, Ph.D. y magíster en Antropología por  
la Universidad de Nuevo México, arqueólogo senior en el Instituto  
Internacional de Investigación Arqueológica, Inc. (IARII) e Interna-  
tional Archaeology, LLC (IA). Fue gerente de contratos del Bishop  
Museum de Honolulu durante dos años, administró su propia firma  
de consultoría durante cuatro años y se desempeñó como gerente  
general de IAEII desde 1986 y gerente de IA desde 2014. Con más de  
cuarenta años de experiencia arqueológica, el Dr. Athens realizó in-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 96–100  
98  
Bienvenida a John Stephen Atthens y David Brown  
vestigaciones en la región del Pacífico durante treinta y siete años.  
Por cinco lustros, no ha descuidado gestionar y supervisar  
con rigurosidad en lo que compete a calidad– proyectos arqueoló-  
gicos, especialmente en Hawai, Guam y Micronesia, Samoa y otras  
islas del Pacífico. Desde los años 70 del siglo anterior, en nuestro país,  
en la Sierra y la Amazonía, su trabajo ha proseguido con los linea-  
mientos de gran profesionalismo. Su trabajo se centra en lo referente  
a cacicazgos y desarrollo de la agricultura. Es así que, como bien se  
anota en las informaciones que valora nuestra Academia, este des-  
tacado científico norteamericano ha puesto en alto el nombre de  
Ecuador, tanto en sus nutridas publicaciones, como en los congresos  
internacionales a los que ha concurrido, en libros y más de un cen-  
tenar de artículos en algunos de los cuales se nombra al Ecuador.  
David Brown obtuvo en la Universidad de Texas su licencia-  
tura, maestría y Ph.D. en Antropología. Dilatada es su trayectoria de  
catedrático e investigador en nuestro país, ha sido profesor e inves-  
tigador principal en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universi-  
dad San Francisco de Quito; consultor de la Fundación Alexander  
von Humboldt. Entre los proyectos que ha participado figuran: el  
efectuado en San Agustín de Callo, en la provincia de Cotopaxi, con  
el apoyo de National Geografic, y los llevados a cabo en Imbabura y  
en Pichincha, en sitios como: Pambamarca, Guachalá y Cangahua.  
El Dr. Brown es autor de varios libros y más de un centenar de artí-  
culos en temas de su especialidad.  
Ya que nos encontramos en tierras imbabureñas, se vuelve  
pertinente resaltar sus investigaciones en Cochasquí y Zuleta, con  
instrumentos de tecnología de punta, algunos no conocidos en nues-  
tro medio.  
Como se puede apreciar de los datos expuestos, se trata de  
dos historiadores de sólido prestigio internacional que, desde hace  
muchos años, han dejado y siguen dejando trabajos de trascendencia,  
partiendo de largos y sostenidos estudios de campo, sin importar ries-  
gos y lejanías. Ecuador agradece sus importantes aportes científicos.  
En justiprecio y gratitud por todo lo cumplido en bien de  
nuestro país, la Academia Nacional de Historia del Ecuador, en apli-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 96–100  
99  
Franklin Barriga López  
cación del Art. 10, Capítulo III, de su Estatuto, que determina su com-  
posición por Miembros de Número, Correspondientes, Eméritos,  
Honoríficos, de Honor Vitalicios y Benefactores, tiene a bien nombrar  
Miembros Correspondientes Extranjeros a los dos ilustres y menciona-  
dos científicos estadounidenses.  
Por lo expuesto y en mi calidad de director de la Academia  
Nacional de Historia del Ecuador, me es sumamente grato dar la más  
cordial bienvenida, como Miembros Correspondientes Extranjeros  
de nuestra centenaria entidad, a los doctores John Stephen Atthens  
y David Brown, como testimonio de lo cual les impondremos nues-  
tros símbolos institucionales: Diploma, Medalla y Escarapela en la  
que consta el Escudo institucional, que testimonian la jerarquía al-  
canzada en nuestra Academia, por sus excelentes méritos y con el  
pleno convencimiento de que su permanencia entre nosotros, que es  
vitalicia, contribuirá al avance de las investigaciones históricas.  
Hacienda Zuleta, provincia de Imbabura,  
viernes 29 de julio de 2022  
Bibliografía  
LARREA, Carlos Manuel, “Estudio preliminar”, Federico González Suárez, Biblio-  
teca Ecuatoriana Mínima, Quito, 1960  
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100  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A EMILIANO GIL BLANCO  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE EXTRANJERO  
EN LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Claudio Creamer Guillén1  
El 24 de julio de 1909, en Quito, en el Palacio Arzobispal, con  
la dirección de Monseñor Federico González Suárez, la máxima au-  
toridad de la Iglesia Católica, prominente historiador, asistieron jó-  
venes que serían, más adelante, destacados intelectuales y constitu-  
yeron la “Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos”.  
Nombraron director vitalicio al ilustre Monseñor, como subdirector  
al Dr. Luis Felipe Borja (hijo) y secretario a Carlos Manuel Larrea.  
Como guía de esta entidad científica, González Suárez escri-  
bió, a los miembros de la entidad en junio de 1911 lo siguiente: “Tra-  
bajad con tesón, con empeño, con constancia; no os desalentéis por las  
dificultades, no os acobardéis ante los obstáculos…; como la verdad es el  
alma de la historia, buscad la verdad, investigad la verdad, y cuando la en-  
2
contrarais, narradla con valor”. Este fue el ánimo con el que se dirigió  
a la nueva corporación científica. Cuando se constituyó la “Acade-  
mia Nacional de Historia (ANH)” por Decreto Legislativo firmado  
por José Luis Tamayo, presidente de la República, publicado en el  
Registro Oficial N°23, del 28 de septiembre de 1920, es el mismo es-  
píritu y que predomina hasta ahora.  
1
Licenciado en Ciencias Políticas, Syracuse University, U.S.A.; Master en Administración de  
Empresas, IESA, Venezuela; Maestría en Historia, Universidad Andina Simón Bolívar - Quito;  
Doctor en Filosofía, PUCE, Ecuador; PhD (candidato) en Economía, UNAM, México. Secretario  
Nacional de Desarrollo Administrativo, 1991-1992 (Cargo con rango de Ministro de Estado),  
Profesor Fundador y Emérito de pregrado y posgrado de la Universidad San Francisco de  
Quito en Ciencias Sociales, Humanidades y Administración. Profesor de posgrado en temas  
administrativos, especialmente Negociación, en Universidad Andina Simón Bolívar-Quito,  
FLACSO, ESPE, Universidad Central del Ecuador y Universidad Nacional de Loja. Miembro  
de Número y Relacionador Institucional de la Academia Nacional de Historia del Ecuador.  
Miembro fundador de la Asociación Ecuatoriana de Historia Económica. Consultor de orga-  
nismos internacionales e instructor internacional de Negociación.  
2
Jacinto Jijón y Caamaño, Jacinto Jijón y Caamaño: su vida y su Museo de Arqueología y Arte  
Ecuatorianos, editorial Santo Domingo, 1971, p. 17.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 101–109  
101  
Claudio Creamer Guillén  
La carta de presentación de la Academia es su Boletín, donde  
permanece el eje de su antigua trayectoria; en el Boletín se han pu-  
blicado ya 206 ejemplares. En el presente se lo publica regularmente,  
de forma semestral, pero en el pasado hubo interrupciones y no se  
publicaba por motivos económicos; ha vuelto a editarse el Boletín  
gracias a los esfuerzos de los directores de la Academia y al área de  
publicaciones y habría que agregar que también está indexado en  
Latindex y atraviesa un proceso de sistema de arbitraje internacional  
para la publicación de sus artículos. El Boletín cuenta con un repo-  
sitorio digital que permite su visualización externa.  
A través de su historia, la ANH ha tenido como directores a  
sobresalientes personalidades, los cuales han sido: Federico Gonzá-  
lez Suárez, Jacinto Jijón y Caamaño, Celiano Monge, Carlos Manuel  
Larrea, Luis Felipe Borja, Julio Tobar Donoso, Isaac J. Barrera, Jorge  
Salvador Lara, José María Vargas, Plutarco Naranjo, Manuel de Guz-  
mán Polanco, Juan Cordero Íñiguez, Jorge Núñez Sánchez y Franklin  
Barriga López.  
Durante la dirección de Jorge Núñez Sánchez, de 2013 a 2019,  
se planteó como objetivos para actualizar la Academia a los tiempos  
presentes, nacionalizar la labor institucional, quiere decir que debía  
extenderse la ANH a todas las provincias del país, y otro objetivo  
importante fue democratizar la membresía institucional, pero sin  
3
perder de vista su creciente profesionalización.  
Se realizó un esfuerzo por incorporar a los primeros intelec-  
tuales indígenas y afrodescendientes con una formación académica  
adecuada; se llevaron a cabo una serie de congresos y simposios sobre  
historias de regiones del país que necesitaban una profundización y  
también sobre temas nuevos. Los estatutos fueron reformados en  
2016, incorporando el tema de la diversidad. Uno de los objetivos fue  
promover la preservación de las diversas identidades existentes en  
el país, dentro un marco de respeto a la diversidad cultural y para  
propiciar el fortalecimiento del Estado plurinacional ecuatoriano.  
Además, aparte de los capítulos de Guayaquil y Cuenca, se  
constituyeron nuevos capítulos provinciales: en Manabí, El Oro y  
3
Claudio Creamer, Diccionario de la Historia Nacional, Academia Nacional de Historia, Quito,  
022, pp. 27-31  
2
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 101–109  
102  
Bienvenida a Emiliano Gil Blanco  
Bolívar, Loja y también se crearon Centros Provinciales Adscritos en  
Cotopaxi, Esmeraldas y Los Ríos. Hubo una actividad intensa en el  
periodo de Núñez Sánchez publicaciones, convenios, diferentes sim-  
posios y eventos académicos.  
Durante el período de la actual dirección de Franklin Barriga  
López, que va de 2019 a 2023, se ha afianzado la imagen de la Acade-  
mia a través de la presencia en la prensa, radio y televisión, y, a través  
de Facebook, que llegó a tener el año 2022 un registro de 16,527 per-  
sonas del país y del exterior que siguen la actividad de la ANH en el  
que se logró publicar 300 informativos electrónicos que además cir-  
cula en el link noticias del Repositorio institucional. El director par-  
ticipó en dos programas televisivos de naturaleza histórica del canal  
RTU TV “Raíces” y “Desde la Academia”, en los cuales participaron  
varios miembros de la institución, entre otras personalidades.  
Se han incrementado las relaciones interinstitucionales con di-  
ferentes instituciones culturales, públicas, así como universidades  
del Ecuador, Colombia y de Francia; se ampliaron los Capítulos Pro-  
vinciales a Imbabura-Carchi, Amazónia, Loja y Bolívar.  
Según el artículo 10 de los estatutos, Académicos Correspon-  
dientes son aquellos investigadores nacionales o extranjeros que hu-  
bieren realizado contribuciones valiosas al conocimiento de la His-  
toria. A la selecta lista de Miembros Correspondientes Extranjeros se  
suma hoy con esta distinción el Doctor Emiliano Gil Blanco con un  
sólido currículum vitae que presentamos a continuación.  
Su formación académica presenta los siguientes títulos:  
Licenciado en Geografía e Historia (Sección de Historia) por la Uni-  
versidad de Alcalá, 1984. Grado de Licenciatura con la calificación  
de sobresaliente por “unanimidad”, investigación titulada El comercio  
de Veracruz a través de las cuentas de almojarifazgo, 1600-1622.  
Máster en Dirección de Personal por ICAI-ICADE Universidad  
Pontificia de Comillas (Madrid), 1992-1994.  
Doctor en Historia por la Universidad de Alcalá, (1991), la tesis titu-  
lada Auge y crisis del tráfico comercial veracruzano visto a través de la  
cuenta de almojarifazgo: 1573-1650, obteniendo la calificación de apto  
cum laude.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 101–109  
103  
Claudio Creamer Guillén  
En su carrera docente fue profesor universitario en varios países:  
Profesor visitante en la Universidad de Veracruz (México). 1987.  
Profesor visitante en la Universidad José Mª Vargas de Caracas (Ve-  
nezuela). 1992.  
Profesor visitante en la Universidad Centro occidental Lisandro  
Alvarado de Barquisimeto (Estado de Lara, Venezuela). 1992.  
Profesor colaborador del Departamento de Historia II, Área de His-  
toria de América, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Al-  
calá-España. Cursos académicos 1984- 1985, 1985-1986 y 1991-1992.  
Director del Departamento de Investigación y Profesor Titular  
Agregado, Facultad de Artes y Humanidades, Universidad de los  
Hemisferios, Quito (Ecuador), agosto-2014/diciembre-2015.  
Profesor Titular Agregado. Coordinador del Área de Ser y Cosmos.  
Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades. Universidad de San  
Francisco de Quito (Ecuador), agosto-2015/Actual.  
Lo conocí como colega en la Universidad de San Francisco  
de Quito y pude observar el alto aprecio y valoración que sus alum-  
nos le expresaban.  
Su experiencia laboral registra 32 años como ejecutivo de re-  
cursos humanos, 1978-2010:  
Director de Recursos Humanos. Construcciones Bonifacio Solís,  
S.L. Marbella (Málaga) (2006-2010).  
Director de Recursos Humanos. Grupo Andalucía. Madrid (2003/  
2006) y jefe de Recursos Humanos (Zona Centro). DANONE, S.A.  
Madrid (1978/2003).  
En participación cultural y escuela taller, fue: responsable de or-  
ganización y gestión. Centro de Divulgación Cultural del Estrecho  
Al Tarab”, Sevilla (2010-2012); colaborador docente. Escuela Taller  
Cañada Real 2001, Ayuntamiento de Camarma de Esteruelas, Ma-  
drid (2002). Monitor. Escuela Taller Mancomunidad 2016. Ayunta-  
miento de Paracuellos del Jarama, Madrid (1998) y profesor  
Escuela Taller de la Universidad de Alcalá (Madrid) (1987).  
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104  
Bienvenida a Emiliano Gil Blanco  
Ha publicado seis libros como autor o coautor:  
1. Un tiempo de cambios. El Siglo XVIII. La Ilustración y su impacto polí-  
tico, económico, social y cultural. Kindle Direct Publishing. Quito,  
2
020. 300 pp.  
2
. Metodología de la investigación jurídica. Corporación de Estudios y  
Publicaciones. Quito, 2015. 133 pp. Coautor.  
3
. El Colegio Menor de las Santas Justa y Rufina de la Universidad de Al-  
calá en los siglos XVII y XVIII: Estudio institucional. Monografías  
Humanidades, 57. Servicio de Publicaciones. Universidad de Al-  
calá. Alcalá de Henares, 2015. 361 pp. Coautor.  
4
. Auge y crisis del tráfico comercial veracruzano visto a través de la cuenta  
de almojarifazgo, 1573-1650. (Microficha) Universidad de Alcalá. Al-  
calá de Henares, 1993.  
5
6
. Crónica América. Editorial Plaza & Janés. Barcelona, 1990. Coautor.  
. Diccionario de universitarios en la administración americana: arzobispos  
y obispos de Nueva España, 1577-1700. La presencia de los centros de  
enseñanza superior del Valle del Henares, Sigüenza y Alcalá. Premio  
Provincia de Guadalajara “América Hispana” 1988. Excma. Dipu-  
tación de Guadalajara. Guadalajara, 1989. 202 pp.  
También publico ocho capítulos de libros, cabe destacar dos de ellos:  
“The Financing of Spanish Colonial Commerce in America: The Almo-  
jarifazgo and the Port of Veracruz” [Online First], In Economic-Finan-  
cial Development and Cultural Transformation editado por Ryan  
Merlin Yonk. Edited by IntechOpen Limited. London, United  
Kingdom, 2020.  
“Los planes de estudio de las universidades coloniales quiteñas en el siglo  
XVIII, hacia la reforma de la Ilustración”. Capítulo IV.2. En Calderón  
Ortega, José Antonio; Casado Arboniés, Manuel; y Díez Torres,  
Alejandro: Historia Universitaria de España y América. Memorias  
del Seminario Internacional de Historia de las Universidades. Al-  
calá-Guadalajara, 26 y 27 de noviembre de 2015. Servicio de Publi-  
caciones. Universidad de Alcalá. Alcalá de Henares. Págs. 483-497.  
Y los otros seis sobre abolición de la esclavitud en el siglo XIX en  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 101–109  
105  
Claudio Creamer Guillén  
la política española, fiscalidad colonial en la Nueva Granada del  
siglo XVII y educación de los siglos XVII y XVIII.  
Publicó un prólogo: Salazar Wright, Virginia. Palmas para mi  
general. Edimat Libros. Madrid, 2018, pp. 7-15.  
Tiene 23 artículos publicados, once sobre temas económicos  
y de autoridades de la corona y eclesiásticas en el período colonial  
de México, tres acerca de temas educativos en España, dos sobre  
temas económicos de la colonia en Perú y dos sobre Venezuela. Sobre  
Ecuador publicó los siguientes cinco artículos:  
1
2
3
4
5
. “La Universidad de Santo Tomás de Aquino (1686-1786), un acerca-  
miento a su historia y a sus estudiantes”, Revista de la Academia  
Ecuatoriana de Historia Eclesiástica, 31 (2022).  
. “La guerra civil española en los cónsules ecuatorianos. Migraciones li-  
mitadas por miedo al contagio revolucionario”. Cuadernos Republica-  
nos, 104 (2020).  
. “La migración europea al Ecuador (1935-1955). La visión diplomática  
de la llegada de colectivos problemáticos: los judíos”. Chasqui, Revista  
Latinoamericana de Comunicación. Núm. 138 (2018).  
. “Tras los pasos del Cine en Ecuador: la producción nacional y políticas  
de apoyo”. Co-Autor. ComHumanitas, Vol. 6, Núm. 1 (2015). Latin-  
dex.  
.“Investigación y gestión del conocimiento en la universidad ecuatoriana  
del siglo XXI”. ComHumanitas, Vol. 5, Núm. 1 (2014).  
Actualmente realiza cuatro investigaciones en curso y tres son  
sobre Ecuador:  
La formación universitaria en Quito, siglos XVIII y XIX. Historia de los  
centros educativos, sus planes pedagógicos, alumnos y profesores. Uni-  
versidad San Francisco de Quito, Universidad de Alcalá y Univer-  
sidad de Educación a Distancia.  
Historia Universitaria de Alcalá y su proyección ultramarina. Proyecto  
de investigación de la Universidad de Alcalá. Proyecto subvencio-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 101–109  
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Bienvenida a Emiliano Gil Blanco  
nado por la Universidad de Alcalá y el Ministerio de Educación y  
Cultura del Gobierno de España  
La emigración de europeos a Ecuador desde la década de 1930 hasta el  
Wiedergutmachung (1938-1955): influencia social, económica y cultural  
de una emigración forzada. Universidad San Francisco de Quito y  
Universidad Pablo Olavide de Sevilla.  
Catalogación del Archivo Histórico de Cristóbal Gangotena y Jijón. Uni-  
versidad San Francisco de Quito y Universidad Pablo Olavide de  
Sevilla.  
En el presente están en proceso de revisión, tres publicaciones  
y dos son sobre Ecuador:  
1
. “Historiografía de la universidad en Ecuador, de la Colonia a la Inde-  
pendencia (1786-1856). Apuntes para una historia”. Cuadernos Chi-  
lenos de Historia de la Educación. Pontificia Universidad Católica  
de Chile.  
2
. “History of the University in Ecuador, from the Colony to Independence  
(1786-1856). Notes for an aproximation of a Historiography”. History  
of Education Review. Emerald Publishing.  
3
. El pensamiento económico liberal español de la “Escuela de Salamanca”  
y las crisis dinásticas de financiación de los siglos XVI y XVII. Actas  
del I Encuentro Internacional de Historia Económica. Pontificia  
Universidad Católica del Ecuador  
Dirigió dos tesis doctorales en la Universidad Austral de Bue-  
nos Aires (Rep. Argentina) y en la Universidad de Salamanca (Es-  
paña) en el 2018.  
Obtuvo las siguientes becas y premios:  
Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad de Alcalá,  
concedido en Junta de Gobierno, 16 de diciembre de 1992.  
Becario de Investigación. Departamento de Historia II. Facultad  
de Filosofía y Letras. Universidad de Alcalá. 1986-1990.  
Ayuda a la Investigación de la Comisión del Quinto centenario del  
descubrimiento de América, B.O.E. Nº 264 de 3 de junio de 1989.  
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107  
Claudio Creamer Guillén  
Beca Quinto Centenario del Descubrimiento de América del Banco  
de España, 1989.  
Premio América Hispana 1988, Diputación Provincial de Guada-  
lajara al trabajo titulado Diccionario de Universitarios en la Admi-  
nistración americana.  
Beca de investigación del Excmo. Ayto. de Alcalá de Henares, Co-  
misión de Educación y Universidad, Diccionario de estudiantes de  
la antigua Universidad Complutense en América, cargos eclesiás-  
ticos, 1986-1987.  
Además, participa en las siguientes asociaciones y entidades:  
Academia Nacional de Historia de Ecuador (2021-act.). Miembro  
correspondiente extranjero.  
Asociación Ecuatoriana de Historia Económica (AEHEc) (2019-  
act.). Fundador y secretario actual.  
Asociación Latinoamericana de Historia (ALAHIS).  
Asociación Mexicana de Historia Económica.  
Ha colaborado en los siguientes comités científicos y de re-  
vistas:  
Comité internacional de Revisores de la Revista Alteridad. Revista  
de Educación. Universidad Politécnica Salesiana (Quito, Ecuador).  
019.  
2
Simposio Internacional “Escucha mi voz y transmite mi sentir”  
Sobre mujeres negras en América Latina y el Caribe. Ibarra, Salinas  
y la Concepción, Ecuador, del 22 al 25 de julio de 2015.  
Revisor de revistas de Historia e Historia de la Educación, como  
HSE-Historia Social y de la Educación (España), Revista Iberoame-  
ricana de Educación (O.E.I. España), Alteridad (Ecuador), Revista  
CS (Colombia), Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cul-  
tura (Colombia).  
Dentro de una de las especialidades del Doctor Gil, la histo-  
ria de la educación del Ecuador, nos va a presentar su discurso de  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 101–109  
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Bienvenida a Emiliano Gil Blanco  
incorporación a la Academia Nacional de Historia titulado: La Edu-  
cación como elemento fundamental del proyecto católico e integrador del  
Presidente Gabriel García Moreno.  
Período clave en la historia de la educación y la economía  
del país 1859-1875. Dada la inserción del Ecuador como exportador  
de cacao en la economía internacional que facilitó financiar el pro-  
yecto educativo de Gabriel García Moreno, quien fue presidente del  
Ecuador en dos periodos, 1861–1865 y 1869–1875, y lideró la política  
del país entre 1859 y 1875, que ejecutó un proyecto nacional cimen-  
tado en la religión y en la unificación del país.  
Su influencia ideológica trascendió a nivel internacional y en  
el tiempo. Una de las prioridades para realizar su proyecto fue la  
educación por medio de reformas de la enseñanza en todos los ni-  
veles, apoyándose en la Iglesia católica e incorporando profesores  
de órdenes religiosas extranjeras, especialmente europeas.  
Su segundo mandato fue clave en esta perspectiva. Se basó en  
la Constitución de 1869, en el Decreto-Ley de Educación de 1871 y  
en el método pedagógico unificador de Francisco Javier Salazar, para  
implementar su ideario educativo, el cual incluyó reformas innova-  
doras a través de la alfabetización y escolarización obligatoria y gra-  
tuita, la inclusión de los indígenas y la educación diferenciada de  
niños y niñas en la primaria y secundaria.  
El artículo incluye una bibliografía de autores indispensables  
en el tema, con las requeridas fuentes secundarias de datos y está  
muy bien estructurado dentro del contexto histórico de la época.  
Logra demostrar la importancia y aporte del proyecto educativo de-  
sarrollado por García Moreno.  
En nombre de la Academia Nacional de Historia de Ecuador  
le damos la más cordial bienvenida como Miembro Correspondiente  
extranjero al doctor Emiliano Gil Blanco.  
Su compromiso demostrado en su carrera como investigador  
de la historia de España, Latinoamérica y Ecuador nos conduce a de-  
searle que profundice con el mayor éxito su valioso aporte al desa-  
rrollo de esta disciplina dentro del Ecuador intercultural que reque-  
rimos construir como país.  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LA EDUCACIÓN COMO ELEMENTO FUNDAMENTAL  
DEL PROYECTO CATÓLICO E INTEGRADOR  
DEL PRESIDENTE GABRIEL GARCÍA MORENO  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Emiliano Gil Blanco1  
Resumen  
Gabriel García Moreno fue presidente del Ecuador en dos  
periodos, 1861-1865 y 1869- 1875, aunque controló la política del país  
entre 1859 y 1875. Como cientificista va a poner en marcha un pro-  
yecto nacional basado en la religión y en la unificación del país. Su  
influencia ideológica fue importante más allá de las fronteras y del  
tiempo. Uno de las herramientas para poner en marcha su proyecto  
fue la educación y para ello va a reformar la enseñanza en todos los  
niveles, basándose en la Iglesia católica y trayendo profesores de ór-  
denes religiosas extranjeras. Su segundo mandato es fundamental  
en este sentido. Basado en la Constitución de 1869, en el Decreto-Ley  
de Educación de 1871 y en el método pedagógico unificador de Fran-  
cisco Javier Salazar, puso en marcha su ideario educativo. El fin del  
mismo no estuvo solo en la alfabetización y escolarización obligato-  
ria y gratuita, también en la inclusión de los indígenas y en la edu-  
cación diferenciada de niños y niñas en la primaria y secundaria.  
Este proyecto pudo realizarse con la expansión de los ingresos pro-  
venientes del comercio del cacao.  
Palabras clave: Ecuador, Educación, Catolicismo, Educación indí-  
gena y de mujeres, Método pedagógico.  
1
Universidad San Francisco de Quito (U.S.F.Q.). Asociación Ecuatoriana de Historia Económica  
A.E.H.Ec.)  
(
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110  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
Abstract  
Gabriel García Moreno was president of Ecuador in two pe-  
riods, 1861-1865 and 1869-1875, although he controlled the country’s  
politics between 1859 and 1875. As a scientist, he is going to launch  
a national project based on religion and the unification of the  
country. His ideological influence was important beyond borders  
and time. One of his initial tools for his project was education, intro-  
ducing teaching reform at all levels based on the Catholic Church  
and bringing in teachers from foreign religious orders. His second  
presidential period was fundamental in this regard. Based on the  
Constitution of 1869, the Decree-Law of Education of 1871 and the  
unifying pedagogical method of Francisco Javier Salazar, he put into  
motion his educational ideology. lts purpose was not only literacy  
and compulsory and free education, but also the inclusion of indi-  
genous people and the differentiated education of boys and girls at  
both primary and secondary levels. This project could be carried out  
with the expansion of income from the cocea trade.  
Keywords: Ecuador, Education, Catholicism, lndigenous and wo-  
men’s education, Pedagogical method.  
Introducción  
Escuelas y más escuelas sobre todo lo demás” es lo que es-  
2
cribió Gabriel García Moreno a Juan José Flores. Con esta frase se  
puede ver muy claramente la importancia que le dio a la Educación  
para desarrollar su proyecto político católico. Entramos en la historia  
de un personaje controversial, Gabriel García Moreno (1821–1875).  
Su influencia fue grande dentro y fuera de Ecuador, en vida y des-  
2
Carta a Juan José Flores, 8 y 12 de marzo de 1862. En: Wilfrido Loor, Cartas de Gabriel García  
Moreno (1868-1875), La Católica, Quito, 1955. 3 vols., Tomo III, pp.45-47.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
111  
Emiliano Gil Blanco  
pués de muerto. Es, sin lugar a dudas, el personaje ecuatoriano de  
quien más se ha escrito, incluso internacionalmente. Su ideología po-  
sitivista/cientificista tuvo una influencia importante en América y  
Europa. Como dicen Espinosa y Canal: “García Moreno es el más claro  
ejemplo en la región de una legitimidad católica, que resonó con fuerza en  
la Europa de las últimas décadas del siglo XIX, en el contexto de las guerras  
culturales entre católicos y laicos”.3  
Basándose en el catolicismo evitó la división geográfica, eco-  
nómica, política y administrativa del Ecuador, va a modernizarlo y,  
más concretamente, reformar su sistema educativo, eje básico del  
proyecto garciano. Las medidas que tomó tendrán un resultado sig-  
nificativo, mejoró el comercio interior y exterior, racionalizó la fisca-  
lidad, centralizó la administración estatal y electoral, construyó  
infraestructuras de comunicación, etc. Todo ello no se entendería sin  
el desarrollo agro-exportador cacaotero ecuatoriano, orientado al  
mercado externo y que puso al país dentro de los mercados interna-  
cionales a partir de la década de 1870.4  
Sobre su vida y actuación política se ha escrito y hablado  
mucho. No nos vamos a adentrar en estos aspectos ya que el fin de  
este trabajo no es ese, sino el de describir cómo fue su proyecto edu-  
cativo. Sí me gustaría poder acercarme, de forma relacional, a las  
principales obras que la han tratado.  
Dos pueden considerarse las biografías más acertadas y am-  
5
plias sobre Gabriel García Moreno, estas son las de Robalino, Ro-  
6
7
dríguez Castelo y Henderson. A pesar de la antigüedad de la  
primera, mantiene su vigencia por la cantidad de datos que ofrece,  
algunos de los cuales aportamos en la presente investigación. Hen-  
3
Carlos Espinosa Fernández de Córdova y Jordi Canal, “La memoria transnacional de Gabriel  
García Moreno: la imagen póstuma del caudillo católico en Ecuador, Francia y Roma (1875-  
1921)”, Historia Crítica, núm. 75, Universidad de los Andes, Facultad de Ciencias Sociales, Co-  
lombia, 2020, p.5.  
4
5
Enrique Ayala Mora, “Gabriel García Moreno y la gestación del estado nacional en el Ecuador”,  
Crítica & Utopía, N°5, Dictaduras y dictadores en América Latina, Buenos Aires, 1981.  
Luis Robalino Dávila, Orígenes del Ecuador de Hoy. García Moreno, Talleres Gráficos Nacionales,  
Quito, 1948  
6
7
Hernán Rodríguez Castelo, García Moreno, Paradiso Editores, Quito, 2014.  
Peter V. N. Henderson, Gabriel García Moreno y la formación de un estado conservador en los Andes,  
CODEU, Quito, 2010.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
112  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
derson, por su lado, es la más moderna de las biografías integrales  
con un alto nivel de información y por la modernidad de las fuentes.  
Rodríguez Castelo hace una pormenorizada y documentada biogra-  
fía del presidente, con importante anexo documental. Otros autores  
8
que también han biografiado a García Moreno han sido Ayala y  
9
Ponce, también de forma acertadísima.  
Para conocer la ideología del proyecto de modernidad cató-  
10  
lica garciano son imprescindibles los trabajos de Maiguashca, de  
1
1
12  
13  
14  
Espinosa y Canal, Hurtado, Hidalgo Nistri, Williams, Bu-  
15  
16  
riano o Salazar Alvarado. En el trabajo de Maiguashca podemos  
ver como fue el constructo del proyecto, y en el de Espinosa y Canal  
las influencias que tuvo en América y en Europa durante y después  
de su etapa presidencial.  
8
Enrique Ayala Mora, “García Moreno y su régimen entre la vieja y la nueva historia. Una po-  
lémica anacrónica”, Procesos: revista ecuatoriana de Historia, N°41, Universidad Andina Simón  
Bolívar, Corporación Editora Nacional, Taller de Estudios Históricos, Quito, 2015, pp.203-226.  
Ver también del mismo autor: Manual de Historia del Ecuador, Época Republicana, Universidad  
Andina Simón Bolívar Sede Ecuador, Corporación Editora Nacional, Quito, 2015. Enrique  
Ayala Mora, “Gabriel García Moreno y la gestación del estado nacional en el Ecuador”, Crítica  
&
Utopía, N°5, Dictaduras y dictadores en América Latina, Buenos Aires, 1981.  
Enrique Ayala Mora, Lucha política y origen de los partidos en Ecuador, Ediciones de la Universi-  
dad Católica, Quito, 1978. Ver también: Juan Maiguashca, “El proceso de integración nacional  
en el Ecuador: el rol del poder central, 1830-1895” en Juan Maiguashca , editor, Historia y región  
en el Ecuador: 1830-1930, Flacso, Quito, pp.355-431.  
Pilar Ponce Leiva, Gabriel García Moreno, Historia 16, Ediciones Quorum, Madrid, 1987.  
0 Juan Maiguashca, “El proyecto garciano de modernidad católica republicana en el Ecuador,  
9
1
1
830-1875”, Marta Irurozqui, editora, La mirada esquiva. Reflexiones históricas sobre la interacción  
del Estado y la ciudadanía en los Andes (Bolivia, Ecuador y Perú). Siglo XIX, Consejo Superior de  
Investigaciones Científicas, CSIC, Madrid, 2005, pp.233-259.  
1
1
1 Carlos Espinosa Fernández de Córdova y Jordi Canal, “La memoria transnacional …op. cit.  
2 Osvaldo Hurtado, El poder político en el Ecuador, Ediciones de la Universidad Católica, Quito,  
1
977.  
1
1
1
3 Fernando Hidalgo, Nistri, La República del Sagrado Corazón, Religión, escatología y ethos conser-  
vador en el Ecuador, Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador, Corporación Editora  
Nacional, Quito, 2013.  
4 Derek Williams, “La creación del pueblo católico ecuatoriano (1861-1875)”, Cristóbal Aljovín  
de Lozada, Nils Jacobsen, editores, Cultura política en los Andes (1750-1950), Universidad de  
San Marcos, Cooperación regional francesa, IFEA, Lima, 2007.  
5 Ana Buriano Castro (Comp.), El “espíritu nacional” del Ecuador católico: artículos selectos  
de El Nacional, 1872-1875, Instituto Mora, México, 2011.  
Ana Buriano Castro, Navegando en la borrasca, Construir la nación de la fe en el mundo de la im-  
piedad, Ecuador, 1860-1875, Instituto Mora, Historia Internacional, México, 2008.  
6 Francisco Salazar Alvarado, Gabriel García Moreno, descorriendo el telón de la verdad, Fundación  
Jesús de la Misericordia, Quito, 2009.  
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
113  
Emiliano Gil Blanco  
Para el tema que nos ocupa, el proyecto de educación prima-  
ria y secundaria garciano, existen un gran número de investigacio-  
nes, muchas de las cuales no hacen sino repetir lo que aportan las  
1
7
que básicamente hemos utilizado. Estas últimas son las de Tobar,  
18  
19  
Bermúdez y Rosero. Las dos primeras, aunque son de mediados  
del siglo XX, aportan mucha información sobre el sistema educativo  
ecuatoriano. Hemos dejado al margen la parte de la educación su-  
perior para un estudio posterior. Germania Moncayo hace un breve  
repaso por la Historia de las universidades ecuatorianas y aporta  
gran cantidad de documentación legal, sobre todo sobre su funda-  
ción y organización. Más en concreto, Francisco Miranda escribió  
un estudio histórico muy completo sobre la Escuela Politécnica  
creada por García Moreno.  
20  
21  
La amplitud del tema y la limitación de tiempo y espacio ha  
hecho que seamos concretos a la hora de desarrollarlo, casi esque-  
matizado. En primer lugar, vamos a realizar una breve introducción  
histórica de la educación en los periodos de la Gran Colombia y del  
Ecuador independiente antes de la llegada al poder de García Mo-  
reno, de esta manera podemos hacernos una idea de qué fue lo que  
heredó. Hemos distinguido dos claras etapas establecidas por los dos  
periodos presidenciales, diferentes en el progreso de la educación  
ecuatoriana, distinguiendo la educación primaria de la secundaria.  
Continuaremos hablando de la educación femenina e indígena, tan  
problemáticas y enfocadas a la mentalidad de la época. A continua-  
ción, trataremos de la obra de Francisco Javier Salazar, Método pro-  
ductivo de enseñanza primaria aplicado a las Escuelas de la República del  
1
1
7 Julio Tobar Donoso, García Moreno y la instrucción pública, editorial ecuatoriana, Quito, 1940.  
8 Isabel Cristina Bermúdez Escobar, La educación de las niñas en los países andinos: El siglo XIX,  
UASB. Corporación Editora Nacional, Quito, 2015.  
1
9 Rocío Rosero Jácome, “Escuelas públicas católicas primarias: 1860-1875”, Boletín de la Acade-  
mia Nacional de Historia, vol.199, Academia Nacional de Historia, Quito, enero-junio, 2018,  
pp. 43-95.  
20 Germania Moncayo, La Universidad de Quito. Su trayectoria de tres siglos, 1551-1930, Talleres  
Tipográficos de la Universidad Central, Quito, 1944.  
21 Francisco Miranda Ribadeneira, La primera Escuela Politécnica del Ecuador: Estudio Histórico e  
interpretación, Ediciones FESO, Quito, 1972.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
114  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
22  
Ecuador, base pedagógica del proyecto católico garciano, y termi-  
naremos con la breve historia de la Escuela Politécnica.  
La educación anterior a García Moreno  
Una vez alcanzada la Independencia en 1824, Quito se unió  
a la Gran Colombia. La educación los primeros años de este periodo  
fue muy similar a la de la Colonia. Los decretos de 2 de agosto, 20  
de junio y 27 de diciembre de 1821, cambiaron el modelo colonial y  
establecieron los conceptos básicos de la instrucción pública: impor-  
tancia de la educación de todos los ciudadanos, responsabilidad del  
Estado y de los padres en la educación de sus hijos, obligatoriedad  
de los padres de enviar sus hijos a la escuela, método de enseñanza  
uniforme en toda la República, preocupación especial por la educa-  
ción femenina e indígena, creación de escuelas de primeras letras en  
lugares con más de cien vecinos, financiación con fondos propios de  
las municipalidades o con aportes mensuales de los padres o tutores  
de los niños, exceptuando a los pobres, cuyos hijos debían educarse  
gratuitamente, exención de impuestos a la importación de materia-  
23  
les, etc.  
24  
Según Rodríguez, refiriéndose a la actuación de los presi-  
dentes Juan José Flores  
y Vicente Rocafuerte, dice que para ambos era imprescindi-  
ble mejorar la educación, las infraestructuras y la desigualdad social  
para llevar a Ecuador hacia la prosperidad. Esto no pudo ser por la  
pobreza y agitación política en que se sumió el país durante los pri-  
meros años de independencia.25  
22 Francisco Javier Salazar, Método productivo de enseñanza primaria aplicado a las Escuelas de la Re-  
pública del Ecuador, Imprenta Nacional, Quito, 1869.  
23 Jorge Núñez Sánchez, “Inicios de la educación pública en el Ecuador”, Revista Procesos, No.  
1
3, Universidad Andina Simón Bolívar, Corporación Editora Nacional, Taller de Estudios  
Históricos, Quito, 1999, pp.9-10.  
24 Linda Alexander Rodríguez, Las finanzas públicas en el Ecuador 1830 -1940, Banco Central del  
Ecuador, Guayaquil, 1992.  
25 Linda Alexander Rodríguez, The search for Public Policy: Regional Politics and Government Fi-  
nances in Ecuador, 1830-1940, University of California Press, Berkeley, 1985, pp.194-341.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
115  
Emiliano Gil Blanco  
Como la enseñanza primaria estuvo a cargo de las munici-  
palidades, su mala hacienda hizo que fuera la Iglesia la principal  
mantenedora de las escuelas primarias, de la vigilancia de la instruc-  
ción y de la moral cristiana. A pesar de los intentos de crear una en-  
señanza primaria pública, esta fue en mayor parte privada y urbana,  
sostenida por los padres de familia y por algunos filántropos, con  
maestros no competentes y escasos; fueron escuelas mixtas, a pesar  
de la oposición de la Iglesia. La falta de escuelas para niñas fue la-  
tente durante este periodo.2  
6
La falta de maestros hizo que se introdujera el método peda-  
gógico de Joseph Lancaster de enseñanza mutua hasta las reformas  
educativas de García Moreno. Este método fue considerado en su  
época como eficiente, económico, innovador y práctico. Permitía  
atender a un creciente número de alumnos al ser los más aventajados  
y de cursos superiores quienes los impartieron supervisados por el  
maestro.2  
7
La necesidad de formar a los maestros hizo que pronto co-  
menzase la creación de Escuelas Normales en las principales ciuda-  
des, además de la contratación de profesores lancasterianos. Uno de  
ellos fue fray Sebastián Mora Bermeo, contratado por Simón Bolívar  
y que será el director de la primera Escuela Normal de Bogotá. En  
1824 lo veremos en Quito y bajo su dirección fueron establecidas es-  
cuelas públicas de educación mutua en dicha ciudad, así como en  
28  
Cuenca, Riobamba, Ibarra y Guayaquil.  
En cuanto a las universidades, en el Congreso de Cundina-  
marca (1826) se crearon en cada distrito de la Gran Colombia las uni-  
versidades centrales. De esta forma, la antigua Real y Pública  
Universidad de Santo Tomás de Aquino pasó a denominarse Uni-  
versidad Central con sede en Quito. Fue durante muchos años la  
única universidad que hubo en el Ecuador.  
2
2
6 Julio Tobar Donoso, García Moreno y la instrucción pública, vol. 1, 2.  
7 Juan Carlos Brito Román, “Pensamiento educativo internacional y ecuatoriano en las dife-  
rentes etapas históricas (aborigen, colonial y republicana)”, El pensamiento educativo ecuato-  
riano en la formación inicial del docente de la Universidad Nacional de Educación – UNAE, UNAE  
EP, Azogues, 2019, pp. 34-36.  
28 Jorge Núñez Sánchez, Inicios…op. cit., p. 19.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
116  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
Una vez disuelta la Gran Colombia y durante la primera pre-  
sidencia de gobierno del general Juan José Flores (1830-1835) se pro-  
dujo un estancamiento de la cultura y la educación. Es una época de  
inestabilidad, en la que se busca la consolidación política y econó-  
mica; es por ello, por lo que los recursos del estado se van a dedicar  
al ejército. La educación y el desarrollo del país permanecerán en se-  
gundo plano, más bien como una continuación del sistema colonial,  
como ya hemos comentado.29  
Con la llegada de Vicente Rocafuerte a la presidencia de la  
República (1835-1839) se produjo un importante cambio de tendencia  
en las políticas educativas ecuatorianas. Durante su periodo de go-  
bierno, creó el primer colegio de niñas, el de Santa María del Socorro,  
30  
con rentas eclesiásticas. Y con el Decreto Reglamentario de Instruc-  
ción Pública (9-8-1838) se establecieron escuelas de primaria y secun-  
daria en todas las capitales de provincia. Se fundaron las escuelas de  
31  
Obstetricia, Militar, Náutica y el Instituto Agrario. En un discurso  
dirigido a la Convención Nacional de Ambato (1835), Rocafuerte dijo:  
La instrucción pública entra en los deberes esenciales del Gobierno;  
porque en el momento que un pueblo conoce sus derechos, no hay otro  
modo de gobernarlo, sino el de cultivar su inteligencia, y de instruirlo  
en el cumplimiento de sus deberes. La instrucción de las masas afianza  
la libertad y destruye la esclavitud.32  
Rocafuerte también estableció un modelo educativo para la  
instrucción de la población indígena. En 1836 creó la Dirección General  
33  
de Estudios. Durante su mandato como gobernador de Guayaquil  
2
9 Emiliano Gil Blanco, La educación en tiempos de García Moreno. En Miguel Ayuso Torres y Ál-  
varo Mejía Salazar, Gabriel García Moreno, el estadista y el hombre.Reflexiones en el bicentenario  
de su muerte. Vol. 2 Tiempo, pensamiento, huella e imagen de Gabriel García Moreno. Madrid, Uni-  
versidad Andina Simón Bolívar y Editorial Dickinson (en prensa).  
30 Ana María Goetschel, Educación de las mujeres, maestras y esferas públicas. Quito en la primera  
mitad del siglo XX, FLACSO Ecuador, Abya-Yala, Quito, 2007, pp. 46-47  
31 Julio Tobar Donoso, García Moreno y la instrucción pública, vol. 1, 3-6.  
32 Mensaje del Jefe Supremo del Ecuador a la Convención Nacional reunida en Ambato en junio  
de 1835. En: Carlos Paladines, El pensamiento pedagógico ilustrado, Editorial Abya-Yala, Quito,  
1
996, p. 276.  
3 Luis Robalino Dávila, Orígenes del Ecuador de hoy, Vol. 2, Talleres Gráficos Nacionales, Quito,  
964, p. 46  
3
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
117  
Emiliano Gil Blanco  
fundó en el año de 1842 el colegio que lleva su nombre. En su plan de  
estudios constaban las siguientes materias: castellano, inglés, francés,  
34  
matemáticas, lógica, literatura, historia sagrada antigua y moderna,  
entre otras. En ese tiempo, en el Ecuador existían 170 escuelas, con  
4
.323 alumnos de los cuales 546 eran alumnas. Las escuelas particula-  
35  
res eran 126 y las fiscales 44, de las cuales cinco eran de niñas.  
Juan José Flores sucedió a Rocafuerte (1839-1845) en su se-  
gundo mandato presidencial. A pesar de los problemas fiscales ha-  
bidos en su gobierno, en 1841 ya había 170 escuelas creadas con 31  
colegios de niñas y 4.869 alumnos. Simón Rodríguez, maestro que  
fue de Simón Bolívar, introdujo en Ecuador los métodos y doctrinas  
pedagógicas de Pestalozzi y Froebel, siendo profesor del Colegio San  
Vicente de Latacunga.36  
Con Vicente Ramón Roca (1845-1849) como presidente, se  
37  
inició un periodo infecundo para la educación por falta de dinero.  
A pesar de ello, intentó relanzarla con el aumento de colegios, como  
la reapertura del Colegio San Vicente de Guayaquil (1848). Se crearon  
escuelas religiosas en Quito con las órdenes religiosas de los merce-  
darios, agustinos y dominicos. En 1849, el número de escuelas eran  
ya 272 con 10.679 alumnos.  
Con su sucesor en la presidencia, el general José María Ur-  
vina (1852-1856), la decadencia de la educación fue muy marcada.  
Los alumnos se redujeron a la mitad en comparación con los datos  
de1849. La promulgación del Decreto de Libertad de Estudios (28-  
10-1853) significó la ruina, además de la de la universidad, de la edu-  
cación primaria y secundaria al dejar de estimular la competencia  
entre colegios y la iniciativa particular. En 1857 había en el Ecuador  
38  
57 colegios con 10.248 estudiantes, de los que 41 fueron de niñas.  
2
3
3
3
3
4 Compañía “Guía del Ecuador”, Guía comercial agrícola e industrial de la República, Talleres de  
artes gráficas de E. Rodenas, Guayaquil, 1909, p.657  
5 José María Vargas, Historia de la cultura ecuatoriana, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito,  
1
965, p.365  
6 Julio Tobar Donoso, García Moreno y la instrucción pública, vol. 1, Editorial ecuatoriana, Quito,  
940, pp. 7-8.  
1
7 Julio Tobar Donoso, “La instrucción pública de 1830 a 1930: apuntes para su historia”, en J.  
Gonzalo Orellano, Resumen histórico del Ecuador, 1830-1930. Ed. Fray Jodoco Ricke. Quito,  
1
947, vol. 1, pp. 289-318.  
3
8 Ibíd., p.9  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
118  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
Sobre el Decreto citado anteriormente, García Moreno, siendo rector  
de la Universidad Central, llegó a decir: “… bajo el aspecto de alentar  
y difundir las luces nada más ha hecho que aniquilar al sólido saber susti-  
39  
tuyéndole en apariencias y títulos, sus honores y graso”.  
Sobre el proyecto educativo garciano  
Para entender a García Moreno tenemos que saber cómo fue  
4
0
su personalidad y su trato con los demás, sobre todo su cientifi-  
cismo al poner al catolicismo como nexo de los ecuatorianos, cuando  
dice Se refiere a su manera (la de García Moreno) de eliminar lo subjetivo  
del análisis de una situación para captar mejor sus dimensiones objetivas.  
Este proceder privilegia una metodología que se basa en la observación, el  
41  
control empírico de sus inferencias y en la lógica”.  
Tras la crisis de 1859, García Moreno vio la necesidad de un  
gobierno fuerte para levantar al país y establecer una moral pública.  
Él comprendió que estaba en un cambio importante, en el asenta-  
miento de la República tras la Colonia, en el paso de una forma de  
gobierno a otra, de súbditos a ciudadanos. Este cambio caótico y de-  
sorientador, en definitiva, hizo pensar a García Moreno en la necesi-  
dad de moralizar la sociedad con sus normas y leyes. En esta forma  
de pensar y actuar se aprecia la influencia que tuvo en él el pensador  
Jaime Salmes, fundamentalmente, en el catolicismo como base del  
pensamiento moderno. Esta tesis quedó recogida en su obra más im-  
portante, El protestantismo comparado con el catolicismo en sus relaciones  
con la civilización europea (1842-1844).42  
Por otro lado, Robalino lo describe muy bien en su descon-  
fianza hacia otras personas, inclusive hacia sus colaboradores: “Poco  
le importaron siempre las dotes de sus altos colaboradores ... pues estaba  
acostumbrado a hacerlo todo por sí mismo, convencido de que nadie lo haría  
mejor; y por su temperamento autoritario, no consintió autonomía a sus  
43  
ministros, ni que éstos le observasen y menos le contradijesen”.  
3
4
4
4
4
9 Germania Moncayo, op. cit., p.146.  
0 Juan Maiguashca, El proyecto garciano…op. cit., pp. 237-238  
1 Ibíd., p.238  
2 Juan Maiguashca, “El proceso de integración… op. cit., p.388  
3 Luis Robalino Dávila, op. cit., p. 242  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
119  
Emiliano Gil Blanco  
El desarrollo del proyecto garciano de educación tuvo dos  
etapas coincidentes con sus dos mandatos presidenciales, ambas  
bien diferentes en su evolución y en la libertad que tuvo García Mo-  
reno para aplicarlo. Modernizó los planes de estudio y estableció  
más elevadas exigencias para rendir exámenes a todos los niveles,  
intentó erradicar el analfabetismo con la obligatoriedad de la ense-  
4
4
ñanza primaria. 31 Utilizó la educación como un instrumento de  
unificación nacional y como soporte ideológico del régimen gar-  
ciano.  
La primera etapa de gobierno, en educación, estuvo muy li-  
mitada por la falta de recursos económicos y por la Convención de  
1
861. García Moreno presentó su proyecto de ley de educación, pero  
la Convención en su lugar creó la Academia Científica y Literaria  
45  
para gestionar la instrucción pública. Esta funcionó sin mucho in-  
terés y desapareció a los dos años. Es por esta razón por la que García  
Moreno tan solo pudo desarrollar una incipiente reforma educativa  
en educación primaria y secundaria, con escasa oferta de escuelas y  
colegios. Por ejemplo, en Esmeraldas hubo tan sólo tres escuelas y  
un colegio en toda la provincia. Lo mismo ocurrió en Latacunga y  
Pujilí. Peor situación atravesó la educación rural, la Sierra tuvo un  
solo colegio en la mayoría de las provincias, eso sí, mejor dotado que  
4
6
en la Costa donde solo existieron en las poblaciones más grandes.  
47  
La Ley de Municipalidades dio competencias a los munici-  
pios para crear y organizar escuelas públicas con fondos propios o  
de benefactores. Esta norma limitó el poder del gobierno en educa-  
ción y García Moreno la derogará en 1869.4  
8
44 Enrique Ayala Mora, García Moreno y su régimen…op. cit., p. 61.  
4
5 Esta estuvo compuesta por el propio García Moreno, Juan José Flores, Mariano Cueva, Carlos  
Aguirre, Francisco Javier Salazar, Miguel Egas, Rafael Carvajal, Daniel Salvador, Pablo He-  
rrera, Sebastián Wisse, Manuel Angulo, William Jamenson, Manuel Bustamante y Joaquín  
Tobar. Su vida fue bastante efímera. En: Germania Moncayo, op. cit., pp.148-149. También  
ver: Emilio Uzcátegui, Desarrollo de la Educación en el Ecuador, Editorial Casa de la Cultura  
Ecuatoriana, Quito, 1976, pp. 13-14.  
46 Peter V.N. Henderson, op. cit., pp. 100-101.  
47 Art. 114. Las atribuciones que por esta lei tienen las Municipalidades respecto de la educación  
pública, serán ejercidas por ellas en toda su plenitud…. En: Senado y Cámara de Diputados,  
Lei de Rejimen Municipal”, Colección de Leyes y Decretos dados por el Congreso Constitucional,  
Imprenta Nacional, Quito, 1864, p. 203.  
48 Constitución de la República de Ecuador el 11 de agosto 1869. Art. 83 https://www.cervan-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
120  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
La Convención de 1861 tomó importantes decisiones entre  
otras: abolir el Decreto de Libertad de Estudios de Urvina, retomar  
el Decreto Reglamentario de Rocafuerte, aprobar la aprobación de  
algunos colegios, dar libertad de estudios a los colegios particulares  
y religiosos, y autorizar a García Moreno para que contrate en Eu-  
ropa profesores de aquellas órdenes religiosas que se dedicaban a la  
educación primaria. Para ello, fueron enviados a Europa como emi-  
sarios del gobierno garciano Antonio Flores e Ignacio Ordoñez. De  
estas gestiones, fueron contratados como profesores los Hermanos  
Cristianos y las Hermanas del Sagrado Corazón (57 monjas llegaron  
49  
al Ecuador en primera instancia). A los Hermanos Cristianos se les  
concedió muchas libertades, serían pagados por el gobierno y segui-  
rían la pedagogía de la orden, recogida en el libro Conducta de las  
Escuelas Cristianas.50  
El Estatuto educativo de 1863, en contra de la opinión de  
García Moreno, descentralizó la educación al encargar a los munici-  
pios crear y dotar con las infraestructuras necesarias y de profesores  
las escuelas bajo la supervisión del Consejo Educativo Provincial,  
que tuvo la autonomía de elegir a los maestros, abrir escuelas, su ins-  
5
1
pección y organización. Cada parroquia debía tener una escuela  
para niños y otra para niñas y un colegio de educación secundaria  
en cada provincia puesto bajo las órdenes de los jesuitas para los de  
niños y de las Hermanas del Sagrado Corazón para los de niñas. La  
educación secundaria se mantuvo paralizada en esta primera etapa  
porque los jesuitas tardaron en llegar por no haber firmado el con-  
52  
trato hasta finales de 1863. Solo se crearon en este periodo colegios  
jesuitas masculinos en Quito, Riobamba y Guayaquil.  
El Concordato firmado durante el periodo de influencia po-  
53  
lítica de García Moreno (20/04/1866) 35 puso a la Iglesia Católica  
tesvirtual.com/portales/constituciones_hispanoamericanas/obra/constitucion-de-la-repu-  
blica-de-ecuador-el-11-de-agosto-1869/ (Consultado el 25 de octubre de 2022).  
9 Julio Tobar Donoso, García Moreno y la instrucción pública, editorial ecuatoriana, Quito, 1940  
0 Boletín Academia Nacional de Historia, La Prensa Católica, Quito, 1973, p.166. Ver también: José  
Le Gouhir Raud, Historia de la República del Ecuador, Volumen 5, AYMESA, Quito, 1992, p.160  
1 Julio Tobar Donoso, op. cit., p.  
4
5
5
5
5
2 Peter V.N. Henderson, op. cit., p.104  
3 El citado Concordato no fue firmado físicamente por García Moreno, sino lo hizo su pleni-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
121  
Emiliano Gil Blanco  
como la institución que debía dar forma y consolidación político-  
ideológica al proyecto de estado garciano (católico, conservador y  
modernizante) y de una iglesia nacional. Incluyó una reforma del  
clero y la solicitud de profesores religiosos europeos preparados,  
fundamentalmente, originarios de Francia, Alemania y España. En  
él se expresó la desconfianza del presidente con respecto a la prepa-  
54  
ración académica y moral del clero ecuatoriano. En lo que respecta  
a la educación, la Iglesia quedó encargada de la misma en todos los  
grados. El artículo 3º del mismo concordato decía:  
La instrucción de la juventud de las Universidades, colegios, faculta-  
des, escuelas públicas y privadas, será en todo conforme a la doctrina  
de la religión católica. Los Obispos tendrán para ello el exclusivo de-  
recho de designar los textos para la enseñanza, tanto de las ciencias  
55  
eclesiásticas, como de la instrucción moral y religiosa.  
Para García Moreno esta primera etapa fue un fracaso en sus  
expectativas de administración de educación por la resistencia que  
encontró entre los liberales, en la Convención de 1861, por algunos  
miembros de la Iglesia reticentes al Concordato, y por la escasez de  
recursos. Así, llegó a decir:  
La reforma del clero como base de la reforma moral del país escolló  
por el concierto inmenso de odio al Concordato que todos formaron  
en la República. La reforma a la instrucción pública, sin la cual el país  
será siempre lo que es, es decir nada, escolló porque tuvieron miedo  
que yo hiciese estudiar a las generaciones nuevas. La reforma econó-  
mica, fundada en abrir buenas vías de comunicación, escolló porque  
el consejo de Estado, es decir los mismos que me rodean, se opuso al  
empréstito sin el cual el camino no podrá concluirse en tres años. En  
fin, para todo progreso he encontrado una resistencia y un encono  
como si yo fuera a labrar mi fortuna.5  
6
potenciario Ignacio Ordóñez el 10 de mayo de 1862, cuando era presidente. El mismo fue  
objetado por eso no fue ratificado hasta 1866, con Jerónimo Carrión como presidente.  
4 Richard Pattee, Gabriel García Moreno y el Ecuador de su tiempo, Editorial Jus. S.A, México, 1962,  
5
p. 167  
5
5
5 Extraído de Emilio Uzcátegui, op. cit., p. 14.  
6 Wilfrido Loor, op. cit., p. 216.  
Juan Maiguashca, El proyecto garciano…op. cit., pp. 243-244.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
122  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
A pesar de este su balance negativo, podemos decir que el  
impulso dado a la educación por García Moreno en este primer pe-  
riodo fue importante, aunque no tanto como algunos historiadores  
han querido demostrar. El informe del ministro Manuel Bustamante  
en 1867 habla de la mejora de la instrucción secundaria con los cam-  
bios introducidos en el Colegio Bolívar de Ambato, en el Colegio Na-  
cional de Quito, en el Seminario de Guayaquil, en el San Felipe de  
57  
Riobamba, en el San Bernardo de Loja, o en el Colegio Nacional y  
Seminario San Luis de Cuenca (1869). Además, se habían establecido  
escuelas en numerosas parroquias y aumentado el sueldo de los pro-  
fesores, a pesar de la escasez de escuelas y maestros en las parroquias  
58  
rurales. Un informe anterior de 1863 enumera el progreso pedagó-  
gico de las órdenes religiosas introducidas en el país para la educa-  
ción primaria y secundaria, además, la creación del Colegio Bolívar  
de Ambato (1861) o la derogación del Decreto de Libertad de Estu-  
59  
dios.  
En el segundo periodo presidencial, García Moreno puso en  
marcha su proyecto educativo más pretencioso y con mayor libertad.  
Para ello recabó toda la información sobre la situación de la educa-  
ción primaria en Ecuador. Fueron los inspectores de educación quie-  
nes aportaron al presidente una importante información sobre las  
60  
necesidades educativas de las provincias. El objetivo fue la moder-  
nización de la educación con el fin de modernizar el país y moralizar  
a todos sus ciudadanos.  
La herramienta que utilizó para gestionar su reforma educa-  
61  
tiva fue el Decreto-ley de educación de 1871. Entre las muchas nor-  
mas que contenía, estuvo la obligación de escolarizar a todos los  
niños de seis a doce años. En escuelas de 20 o más alumnos, la edu-  
cación debía ser obligatoria y gratuita, se suprimieron los Consejos  
5
7 Se trata del Colegio Nacional y Seminario de San Luis, así llamado a partir de 1869 y que  
surge del Colegio San Gregorio, fundado en 1858. En 1910 pasó a llamarse Benigno Malo  
por acuerdo del Congreso Nacional.  
5
5
6
6
8 José María Vargas, Historia de… op. cit., p.370  
9 Ibíd., p.371.  
0 Peter V.N. Henderson, op. cit., p.198  
1 Gabriel García Moreno, Escritos y discursos de Gabriel García Moreno, Volumen 1, Imprenta del  
Clero, Quito, 1887, pp.281-286  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
123  
Emiliano Gil Blanco  
Provinciales de Educación, los inspectores de educación debían re-  
portar directamente al presidente. Se quitó a los municipios su com-  
petencia en Educación y tan solo debían aportar las instalaciones  
educativas y el material escolar. Los escasos recursos económicos de  
62  
estos impedirán que así fuera. Al principio, se utilizaron los edifi-  
cios municipales como aulas. El país no tuvo, en un principio, la ca-  
pacidad económica para construir tantas escuelas. Loja en 1874 tuvo  
tres escuelas primarias en toda la provincia, dos de ellas en la capital.  
Las escuelas eran, en su mayoría, unidocentes un solo profesor para  
varios grados, por el número de estudiantes matriculados, salvo en  
las grandes ciudades.63  
Un informe del ministro de Educación Francisco Javier León,  
de 1871, daba el dato del número de escuelas y alumnos en la pro-  
vincia de Pichincha, estas eran: 47 escuelas para niños y 2 para la ins-  
trucción de niñas. Las primeras estuvieron regidas por los Hermanos  
Cristianos con 600 alumnos y las segundas por las Hermanas del Sa-  
64  
grado Corazones. No nos olvidemos que continuaban funcionando  
los colegios y escuelas de otras órdenes religiosas más antiguas, ade-  
más de algunas municipales.65  
Por otro lado, la falta de financiación de las escuelas también  
afectó al salario de los profesores y este será siempre un problema  
66  
importante, que hizo que los docentes estuvieron poco motivados,  
además de mal formados. Su salario al comienzo de la era garciana  
fue de seis pesos al mes, luego subió a quince, salvo en la Costa que  
fueron más altos porque el coste de la vida era superior al de la Sie-  
rra.6  
7
Se dio una gran importancia al aprendizaje y al currículo.  
Los alumnos aprendían lectura, aritmética, gramática castellana, geo-  
grafía, religión, cívica y moral. Las alumnas, además de estas mate-  
rias, tenían economía doméstica y las “labores típicas” de su sexo.  
62 Ibíd., p.199  
6
3 Emilio Uzcátegui, “Desarrollo de la educación en el Ecuador”, Cartilla de educación ecuatoriana,  
Nº 3. Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana. Quito, 1976, pp. 13-26.  
4 José María Vargas, op. cit., p.371  
6
6
6
6
5 José María Vargas, Historia de… op. cit., p.371  
6 Peter V.N. Henderson, op. cit., p.200  
7 Ibídem.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
124  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
García Moreno para modernizar y actualizar la educación adoptó el  
sistema métrico decimal, como ocurrió en Francia con Napoleón Bo-  
naparte.  
Las escuelas rurales soportaron más penurias que las de las  
ciudades. Una posible solución a este problema fue la obligación que  
impuso García Moreno de crear una escuela en cada hacienda. Esta  
iniciativa se topó con la oposición de los hacendados. El mismo Gar-  
cía Moreno va a dar ejemplo a los ecuatorianos creando una escuela  
en su hacienda. No solo tuvieron problemas económicos, también  
existió un importante ausentismo, apenas el 25% de los niños asistía  
68  
a las clases, y menos aún las niñas. En las escuelas rurales, la asis-  
tencia no fue regular, porque los padres no querían que sus hijos fue-  
ran a la escuela debido a que retraían ingresos al núcleo familiar.  
Como consecuencia de su proyecto de instrucción, la educa-  
ción primaria creció de forma importante. Los datos de alumnos son  
bastante indicativos. En 1867 los niños escolarizados ascendían a  
69  
1
3.495. frente a los 31.795 de 1875. También puede verse en la in-  
versión económica realizada en 1861 fueron 15.000 pesos de presu-  
puesto los que se dedicaron a la formación de los niños y en 1872,  
coincidiendo con el crecimiento de la economía agroexportadora  
70  
ecuatoriana y, por una más eficiente recaudación de impuestos, el  
Ministerio de Hacienda presentó en junio de 1872 la siguiente dis-  
tribución de egresos, donde puede apreciarse la importancia que se  
dio a la educación:  
68 Peter V.N. Henderson, op. cit., p.201  
6
9 Rocio Rosero Jácome, “Escuelas públicas católicas primarias: 1860-1875”, Boletín de la Academia  
Nacional de Historia, VolL.XCVI- Nº199, Enero-junio 2018, p. 63.  
0 Linda Alexander Rodríguez, Las finanzas públicas…op. cit., p.104.  
7
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
125  
Emiliano Gil Blanco  
DISTRIBUCIÓN DE EGRESOS PRESENTADO  
POR EL MINISTERIO DE HACIENDA  
junio, 1872  
Rubro  
Importe  
pesos)  
%
(
Ejército y Marina  
Obras públicas  
Deuda inscrita  
381.383,69  
430.025,43  
126.272,65  
163.305,91  
92.797,33  
28  
32  
9
Deuda flotante  
Deuda Mackintosh  
Instrucción Pública  
12  
7
151.189,58  
11  
Total  
1.344.974,59  
100  
71  
Memoria del Ministerio de Hacienda de 1872  
El informe ministerial de 1873 presentó la situación de la  
educación primaria y secundaria durante el segundo mandato de  
García Moreno. Además de la unificación de los métodos pedagógi-  
cos, de la formación y de la mejora de las condiciones económicas  
de los maestros y profesores, también del incremento de escuelas.  
Uno de los logros que cita es la creación y puesta en marcha del Re-  
glamento de Escuelas redactado por los Hermanos Cristianos. El mi-  
nistro Francisco Javier León llega a decir sobre ese momento de la  
educación:  
El sistema de educación obligatoria y gratuita establecido en el Ecua-  
dor, ha hecho dar un paso de gigante a la instrucción pública, difun-  
diendo las luces en todas las clases de la sociedad. Todos los niños sin  
distinción de edad, sexo y raza a que pertenezcan, encuentran hoy bue-  
nos planteles donde aprender, no sólo a leer y escribir, sino también  
72  
otros ramos importantes para las artes y oficios.  
7
7
1 Luis Robalino Dávila, op. cit., p.357  
2 José María Vargas, op. cit., p.374  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
126  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
En el Mensaje a la Asamblea que hizo García Moreno en  
875, expuso el progreso y la situación de la educación ecuatoriana,  
religiosa y católica ante todo”, en los seis años anteriores. En resu-  
1
men, en la educación primaria se crearon 93 escuelas nuevas y el in-  
cremento de estudiantes fue del 237 %, se pasó de los 13.495 de 1867  
a los 32.000 de 1875. Entre las carencias, resaltó la deficiente evolu-  
ción de la educación de niñas, apenas el 25% por la falta de docentes  
y escuelas, y poco interés de los padres a enviar a sus hijas a edu-  
carse, además, la dispersión de la población rural. Termina su des-  
cripción diciendo “Continuemos sin embargo redoblando nuestros  
esfuerzos, convencidos de que, sin la educación cristina de las generaciones  
73  
nacientes, la sociedad perecerá ahogada por la barbarie”.  
Sobre la educación secundaria, los progresos no fueron tan  
importantes como en la primaria, dice García Moreno, por la falta  
de profesores. Defendió la “libertad de enseñanza” como forma de  
paliar su carencia y permitir que los estudiantes que hayan estudiado  
en cualquier centro los años establecidos para alcanzar el grado de  
bachiller lo obtengan si han pagado los derechos de matrícula y apro-  
bado el examen de estado. En cuanto a la educación superior, destacó  
los avances en Medicina y la necesidad de mejores instalaciones para  
ella.  
La expansión de la educación en Ecuador continuó creciendo  
tras la muerte de García Moreno por el aumento de los ingresos del  
gobierno provenientes del comercio del cacao. A pesar de que el  
gasto militar y el pago de deuda fueron los rubros más elevados del  
74  
presupuesto nacional durante el siglo XIX, el de educación fue in-  
crementándose paulatinamente, como puede verse en la siguiente  
tabla:  
7
3 Mensaje del presidente de la república al Congreso constitucional de 1875, Imprenta Nacional, Quito,  
875, pp.7-8.  
1
74 Linda Alexander Rodríguez, Las finanzas públicas…op. cit., p. 103, p.107  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
127  
Emiliano Gil Blanco  
INCREMENTO DE LA INVERSIÓN EN EDUCACIÓN  
PERIODO 1841–1894  
AÑO  
IMPORTE  
N° ESCUELAS  
ALUMNOS  
1841  
1847  
1854  
1855  
1857  
1863  
1865  
1867  
1871  
1873  
1875  
1879  
1884  
1885  
1887  
1888  
1889  
1890  
1891  
1892  
1893  
1894  
166  
4.769  
3.052  
212  
254  
5.862  
7.639  
15.234  
35.307  
50.952  
10.348  
343  
13.495  
151.189  
433  
526  
22.448  
31.795  
191.624  
244.638  
800  
51.000  
284.397  
317.570  
336.174  
853  
1106  
1209  
56.126  
68.274  
76.152  
491.492  
379.005  
Datos extraídos de los informes del Ministerio de Hacienda,  
75  
del de Ministerio de Instrucción y el del Interior.  
En lo que respecta a la educación secundaria, esta fue un pri-  
vilegio de los alumnos de clases medias y altas en Ecuador antes de  
la era garciana. Se encontraba a la zaga en este tipo de educación con  
respecto a los países de la zona. Esto va a cambiar radicalmente.  
75 Ibíd., p.108  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
128  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
Para ello, García Moreno trajo a los jesuitas como formadores  
para los colegios masculinos por su alta calidad de enseñanza, alto  
contenido científico y moral cristiana y a las Hermanas del Sagrado  
Corazón para los femeninos. El contrato para la venida de los pri-  
meros fue firmado en 1863, como ya hemos expuesto anteriormente.  
La creación de nuevos colegios para este nivel arrancó con  
los mismos problemas que tuvieron las escuelas de educación pri-  
maria. Los municipios fueron designados para construir los colegios.  
Encontrándonos, además de con una escasa financiación, con la ne-  
cesidad de viviendas para profesores y alumnos que se desplazaban,  
ya que se establecieron los colegios de secundaria en las capitales de  
76  
provincia, y la dificultad para pagar a los profesores y comprar ma-  
teriales. La secundaria fue, en todo momento, un importante consu-  
midor de dinero para las arcas del Estado.  
El problema de acceso de los alumnos a la secundaria se  
debió a los altos costos que generó, ya que tenían pagar matrícula,  
vivienda, manutención, materiales... Para solucionarlo, el gobierno  
aplicó un plan de becas, a cambio, los estudiantes al terminar sus es-  
tudios quedaron a disposición del gobierno durante dos años, bien  
para trabajar en colegios, en la administración o en el ejército.  
El currículo de secundaría incluyó las materias de gramática,  
matemáticas, geografía, historia, literatura, religión, idiomas (fran-  
cés, inglés, latín) y cursos opcionales de física y química, con el agra-  
7
7
vante de la falta de laboratorios y profesores. Los jesuitas fueron  
una solución para esta carencia ya que llegaron con sus propios la-  
boratorios. A diferencia de los de la educación primaria, los profe-  
sores estuvieron especializados en la materia a impartir.  
Hubo una cierta secularización de la educación al separar  
García Moreno los seminarios de los colegios, sistema heredado de  
la Colonia, aunque siguieron siendo colegios religiosos en su mayor  
parte. Ello fue un duro golpe para la tradición en algunas ciudades  
y hubo oposición por parte de la Iglesia y de personas contrarias a  
esta “secularización”. El gran número de alumnos que se matricula-  
78  
ron desde el primer momento obligó a tomar esta decisión. Pronto  
7
7
6 Peter V.N. Henderson, op. cit., pp. 206-207  
7 Ibíd., p.208  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
129  
Emiliano Gil Blanco  
casi todas las capitales de provincias tuvieron colegios de educación  
secundaria para varones y en algunos hubo también para mujeres.  
Al finalizar esta etapa formativa, pasaban a la universidad o hacían  
cursos más avanzados.  
García Moreno no solo creó escuelas y colegios. En su afán  
de dar una formación técnica y artística, fundó el Conservatorio Na-  
cional de Música (1870) o la Escuela de Bellas Artes (1872). Para ello,  
contrató también a profesores de alto nivel en sus especialidades,  
entre los que cabe destacar Vincenzo Antinori, Antonio Cassarotto,  
Francisco Rossa (director) o Pietro Traversari, para el Conservatorio;  
o el ecuatoriano Luis Cadena, repatriado de Italia, para la Escuela  
de Bellas Artes.  
Sobre la educación femenina  
La falta de escuelas y colegios para niñas e indígenas fue algo  
normal durante la Colonia y así fue tras la independencia. El go-  
bierno de la Gran Colombia legisló a favor de la educación de estos  
dos colectivos, así lo vemos en los decretos de 28 de julio de 1821, en  
los que propone la creación de escuelas para niñas en conventos, y  
79  
en el de 11 de marzo de 1822, para indígenas.  
Este abandono de la educación femenina, sobre todo, fue  
común hasta en la Colonia. Tan solo conocemos durante este periodo  
la existencia de dos “colegios” femeninos en Quito, el de las Recogi-  
80  
das de Santa María (1595) y el Beaterio (1726).  
7
7
8 Emiliano Gil Blanco, op. cit., p.  
9 CONVENTOS. Ley de 28 de Julio de 1821. Art. 1°. Se establecerán escuelas o casas de educa-  
ción para las niñas y para las jóvenes en todos los conventos de religiosas. Art. 4°…a dar  
una completa educación a las niñas y a las jóvenes. En: Pedro P. del Castillo, Teatro de la Le-  
gislación Colombiana y Venezolana, Imprenta del Teatro de legislación, 1852, pp.381-382  
“Respecto de la educación de los indígenas, el Decreto Ejecutivo del 11 de marzo de 1822  
destacaba la importancia que tenía para el país el sacar a los indígenas de Colombia del es-  
tado de abatimiento e ignorancia en que se hallan y disponía que en cada colegio seminario  
se admitieran ‘indios puros’ en calidad de becarios, debiendo haber cuatro de ellos en los  
de Bogotá, Caracas y Quito, y dos en cada uno de los demás seminarios. Los becarios debían  
ser escogidos entre quienes supiesen leer y escribir correctamente el idioma castellano y tu-  
viesen mayor disposición y capacidad, y cada uno debía recibir del gobierno la cantidad de  
120 pesos anuales para su vestido y útiles”. En: Jorge Núñez Sánchez, “Inicios de la educa-  
ción…op. cit., p. 10  
8
0 Tannia Edith Rodríguez Rodríguez, “El beaterio de Quito: ¿búsqueda de prestigio o santi-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
130  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
A finales de este periodo colonial, hubo un intento serio de  
educar a las niñas, cuando el Papa Pío VI emitió una bula (6-X-1796)  
autorizando su acceso a una “educación”. Así lo reguló Carlos IV, al  
permitir educar niñas “honestas y de antecedentes limpios” en con-  
ventos entre los 7 y los 25 años, en régimen de clausura y hasta que  
se casaran o profesaran; o en la casa, por la madre o por un maestro  
contratado. Hubo resistencia a estas medidas por parte de sectores  
eclesiásticos alegando como impedimento no tener espacio para tal  
fin en sus conventos.81  
Las niñas de clases sociales altas se formaron dentro del  
mundo familiar y doméstico, siempre y cuando hubiera un ambiente  
intelectual alto dentro del mismo. Su importancia fue grande, ya que  
son ellas las que forman en costumbres, ejercen una eficaz y pode-  
rosa influencia en el destino y porvenir de las sociedades, se preo-  
cupan por la educación religiosa y moral de los hijos, y por ello  
debían recibir una formación como madres de familia cristianas.  
No nos equivoquemos, era la forma de pensar de esa época.  
Lo podemos ver cuando Rousseau dice en su obra El Emilio o de la  
Educación:  
De manera que la educación de las mujeres debe estar en relación con  
la de los hombres. Agradar/es, serles útiles, hacerse amar y honrar de  
ellos, educarlos cuando niños, cuidarlos cuando mayores, aconsejarlos,  
consolarlos y hacerles grata y suave la vida son las obligaciones de las  
niñas en todos los tiempos, y esto es lo que desde su niñez se las debe  
82  
enseñar.  
Esa fue la finalidad de la educación femenina en la ilustrada  
y liberal instrucción. Y para ello, se establecerán escuelas en las que  
se enseñe a las niñas a leer y a escribir, y a las adultas las labores y  
dad?”. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO- Sede Ecuador). Ver en:  
https://www.academia.edu/8494038/El_beaterio_de_Quito_b%C3%BAsqueda_de_presti-  
gio_o_santidad (27-10-2022).  
1 Rex Sosa Freire, “Alma mater insurgente”. Historia de la Universidad Central del Ecuador y su par-  
ticipación en la independencia de Quito (siglos XVI-XIX), Ediciones Universidad Salamanca, Sa-  
lamanca, 2021, p. 23.  
8
82 Jean Jacques Rousseau, El Emilio o de la Educación, Libro quinto, Alianza Editoria, Marid, 2011,  
p. 254.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
131  
Emiliano Gil Blanco  
83  
habilidades propias de su sexo, elementos de dibujo aplicado a las  
84  
mismas labores y nociones de higiene doméstica.  
Si la Enseñanza del siglo XIX estuvo muy influenciada y do-  
minada por la Iglesia en todos los niveles, puede entenderse que se  
siga contemplando a la mujer en un papel secundario. La Iglesia ca-  
tólica tuvo un concepto funcional de la mujer, ya que obedecía a su  
papel cohesionador al interior de la familia y su prototipo fue el de  
perfecta casada en el hogar, piadosa, buena madre y buena esposa.  
Esto hace pensar que su formación no fuera académica, sino piadosa  
con el fin de moldear en principios y valores cristianos al elemento  
85  
cohesionador de la familia y el hogar. No buscó alterar su función  
social, buscaba alfabetizarla y adiestrarla en los quehaceres domés-  
ticos. Su educación, en caso de recibirla, debía ir orientada a esta su  
misión asignada en la vida.  
Así lo vemos hasta que en 1835 el presidente Vicente Roca-  
fuerte creó el primer colegio de niñas, el ya citado de Santa María  
del Socorro, con rentas eclesiásticas y dirigido por Isaac W. Wheelw-  
right y por Rosa Carrión, utilizando el sistema pedagógico lancaste-  
riano. Tobar Donoso aporta el dato de las niñas escolarizadas en  
86  
Ecuador en los años 1855-1856, que fue de 1889.  
No es de extrañar que Gabriel García Moreno tomara esta fi-  
losofía de educación para su proyecto educativo femenino. La ins-  
trucción y educación de los ciudadanos fue el eje del proyecto  
garciano, proyecto que venía gestando desde finales de 1840, y que  
8
3 “Labores propias de su sexo” es una expresión muy habitual en los textos educativos de la  
época. Para conocer su alcance acudimos a un texto legal de 1825 que lo define al tratar de  
las Escuelas de Primeras Letras de niñas: “En las Escuelas de primera clase, además de la  
enseñanza cristiana para los libros que van señalados, la de leer por lo menos, en los cate-  
cismos, y escribir medianamente, se enseñarán las labores propias del sexo; a saber: hacer  
calceta, cortar y coser las ropas comunes de uso, bordar y hacer encajes u otras que suelen  
enseñarse a las niñas. En las de segunda, se suprimirán los encajes, y el bordado en las tercera  
y cuarta.” (artº 198 Real Decreto de 16 de febrero de 1825, aprobando y mandando poner en  
ejecución el Plan adjunto y Reglamento de Escuelas de Primeras Letras). En: Universidad  
de Sevilla, Mujer y educación en el siglo XIX. Ver en: https://personal.us.es/alporu/histo-  
ria/mujer_educacion.htm#notas (21-10-2022)  
84 Universidad de Sevilla, Mujer y educación en el siglo XIX. Ver en: https://personal.us.es/al  
poru/historia/mujer_educacion.htm#notas (21-10-2022)  
5 Isabel Cristina Bermúdez Escobar, op. cit., p.196.  
8
86 Julio Tobar Donoso, op. cit., p. 31.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
132  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
estuvo centrado en la fe, el progreso y moral y la modernización, que  
87  
fue el pensamiento católico tradicional surgido del papa Pío IX.  
La educación femenina tuvo un progreso muy lento con res-  
pecto a la masculina. Nada más comenzar a crearse escuelas y cole-  
gios femeninos, las élites y las clases medias enviaron a ellos a sus  
hijas. El currículo o pensum se componía de lectura, escritura, arit-  
mética, caligrafía, gramática castellana, conducta y labores del hogar  
(
en este punto, adquiere una gran importancia la doctrina cristiana).  
Las estudiantes tenían que pagar matrícula, aunque hubo becas del  
gobierno para que las niñas pobres acudieran a la escuela.  
88  
Con este fin, contrató ordenes religiosas femeninas europeas  
dedicadas a la educación de este sexo, como las Hermanas del Sa-  
89  
grado Corazón, las Hermanas del Buen Pastor, las Hermanas de la  
Providencia o las Hermanas de la Caridad. Además, estableció es-  
90  
cuelas normales para la formación de las profesoras e instituciones  
de beneficencia, como, por ejemplo, escuelas anexas para niñas de  
91  
clases bajas, casas de huérfanas y hospicios de reclusión. Deduci-  
mos que la creación de centros de educación y de beneficencia hizo  
que la instrucción femenina tuviera un doble sentido, el de protec-  
ción y el de rehabilitación.92  
Téngase en cuenta que el modelo garciano educativo prohi-  
bió las escuelas mixtas por ser dañinas para la educación de ambos  
93  
sexos, tanto en la escuela privada como en la pública. Las aulas te-  
87 Marie-Janielle Demelas y Yves Saint-Geours, Jerusalén y Babilonia: religión y política en el Ecua-  
dor, 1780- 1880, Corporación Editora Nacional, Quito, 1988, p.145.  
8 Peter V.N. Henderson, op. cit., p.103  
8
8
9 Llegaron a Ecuador en 1861 desde Francia y Chile con los mismos privilegios que los Her-  
manos Cristianos. Se instalaron en el Colegio de San Fernando, cedido por el gobierno. Se  
comprometieron también en la educación gratuita de las niñas pobres. En: José María Vargas,  
op. cit., p. 369.  
9
0 Escuelas normales que fueron sustituidas posteriormente por secciones pedagógicas en los  
colegios de Cuenca y Quito de las Hermanas del Sagrado Corazón y por las Hermanas de la  
Providencia. Para ello el gobierno estableció un plan de concesión de becas a partir de 1869  
(reglamentadas en 1874), cambió el programa de enseñanza y el tiempo de duración. En: Isa-  
bel Cristina Bermúdez Escobar, op. cit., p. 198  
1 Isabel Cristina Bermúdez Escobar, op. cit., p.197  
9
9
2 Eduardo Kingman Garcés y Ana María Goetschel, “El presidente Gabriel García Moreno, el  
Concordato y la administración de poblaciones en el Ecuador de la segunda mitad del siglo  
XIX”, Historia Crítica, N°52, 2014, p.141.  
93 En el caso de existir, sólo se permitieron escuelas mixtas con niños de hasta ocho años.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
133  
Emiliano Gil Blanco  
nían que estar separadas y la de niñas debía contar con una profesora  
honesta” supervisada por el instructor de la escuela. Además, las  
escuelas femeninas no podían estar dirigidas por un hombre.  
Se establecieron colegios de las Hermanas del Sagrado Co-  
razón en Riobamba, Quito, Cuenca y Guayaquil; de las Hermanas  
de la Providencia, en Quito, Latacunga y Loja. Casas-escuela de  
huérfanas, en Quito, Cuenca y Riobamba; de las Hijas de María, en  
Loja; o de las Hermanas del Buen Pastor y de la Caridad. En estos  
colegios se estableció una formación técnica de profesiones manua-  
les, del comercio, etc., aquellas que se consideraban como apropiadas  
para una mujer.  
Se crearon instituciones benéficas educativas para niñas po-  
bres o indigentes, como la Escuela de San Carlos en Quito, Casa de  
Huérfanas en Riobamba y Cuenca, o el colegio de las Hijas de María  
94  
en Loja.  
En 1875, se cuentan 264 alumnas y 13 maestras en los cole-  
95  
gios de las Hermanas de los Sagrados Corazones. Las materias que  
impartían fueron religión, lectura, escritura, aritmética, teneduría de  
libros, gramática, literatura, estilo epistolar, geografía física, historia  
sagrada, profana, del Ecuador, y natural, francés, inglés, piano, cos-  
tura, bordado, dibujo lineal, lavar, planchar, zurcir y remendar.9  
Al final del último mandato de García Moreno (1875), el nú-  
6
mero de niñas escolarizadas era de 8.513 en locales separados ya que  
habían desaparecido las escuelas mixtas, y en 164 escuelas, frente a  
97  
las 41 de 1857. Con esta formación femenina, García Moreno bus-  
caba una formación en profesiones técnicas manuales o de comercio  
muy “propias” del sexo femenino.  
Sobre la educación de los indígenas  
La educación de los indígenas, al igual que la femenina, re-  
sultó ser un problema para García Moreno. En primer lugar, porque  
9
9
9
9
4 Isabel Cristina Bermúdez Escobar, op. cit., p.199  
5 Rocío Rosero Jácome, op. cit., p.81  
6 Ana María Goetschel, Educación de las…op. cit., p.52  
7 José María Vargas, op. cit., p.238  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
134  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
para ellos el acudir a la escuela significó una mayor miseria al tener  
que desplazarse de sus lugares de origen, los indígenas tenían que  
pagar mayores impuestos, hubo una mayor exigencia como trabaja-  
dores y se arriesgaban a tener que ir al servicio militar obligatorio.  
En segundo lugar, porque la política educativa de los indígenas tuvo  
como objetivo su asimilación y un intento de supresión de su  
98  
idioma. Su educación supuso la imposición del idioma español y  
la imposición de un currículo alejado de su cultura.  
Su resistencia no fue comprendida por García Moreno, dado  
su pensamiento cientificista y darwinista. El intento de acercamiento  
del presidente a través de la educación y de las leyes no fue más que  
un sentimiento de contrición por los abusos sufridos en tiempos an-  
teriores por parte de recaudadores, autoridades y hacendados. No  
pudo entender que los indígenas pudieran oponerse en defensa de  
su cultura y tradición.99  
En una primera etapa, los alumnos indígenas fueron llevados  
a estudiar a Quito. Tras el fracaso de esta medida, comenzó la cons-  
trucción de escuelas en sus comunidades indígenas, como en Ota-  
valo, Saquisilí o Loja, con su oposición, y la capacitación de  
profesores indígenas.1 Ya que muchos de ellos trabajaban en el  
campo y eran fuente de ingresos para sus familias y su comunidad,  
se liberó a los padres del trabajo subsidiario social para que sus hijos  
pudieran acudir a la escuela.  
00  
Método pedagógico de Francisco Salazar  
García Moreno conocía otras pedagogías educativas alterna-  
tivas, como el falansterio de Fourrier, las sociedades cooperativas de  
101  
Owen, la Icaria de Cabet o el nuevo cristianismo de Saint Simons.  
Según él, los niños estaban expuestos a doctrinas tóxicas, como el  
ateísmo, el deísmo, el panteísmo o el socialismo, y había que com-  
98 Peter V.N. Henderson, op. cit., pp.201-202  
99 Juan Maiguashca, El proyecto garciano…op. cit., p.206  
100 Enrique Ayala Mora, García Moreno…op. cit., p. 61.  
Emilio Uzcátegui, op. cit., pp.21-22.  
101 Rocío Rosero Jácome, op. cit., p.57  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
135  
Emiliano Gil Blanco  
batir estas influencias con un método pedagógico adaptado a su pro-  
yecto moral y católico.  
A pesar de que las órdenes religiosas traídas para mejorar la  
educación van a traer sus métodos pedagógicos, como los de Juan  
Bautista de La Salle de los salesianos o la Ratio Studiorum de los je-  
suitas; se va a buscar uno propio y lo va a encontrar en Francisco Sa-  
lazar y en su Método productivo de enseñanza primaria aplicado a las  
Escuelas de la República del Ecuador (1869). En el mismo, se recoge el  
método docente y las asignaturas de estudio para conseguir el obje-  
tivo que tuvo establecido el proyecto garciano.  
La idea de enseñanza primaria de García Moreno se basó en  
la aplicación práctica y rápida a los oficios y en un enfoque católico  
102  
de obediencia, laboriosidad, espíritu cívico e identidad nacional.  
En definitiva, el catolicismo como aglutinante de mentalidades, cul-  
turas, necesidades distintas, economías diversas y geografías dife-  
rentes.  
Este texto fue aprobado para estandarizar la enseñanza en  
las escuelas públicas ecuatorianas. Tomó algunas nociones del mé-  
todo de enseñanza mutua lancasteriano adaptadas al país y aplicable  
para escuelas de más de cien alumnos.1 El maestro impartía todas  
las materias. Había ocho grados y los alumnos más destacados im-  
partían estas materias fuera de su horario de clase sin ninguna re-  
muneración.  
03  
Los lineamientos del método de Francisco Salazar eran:  
1
. Educación e instrucción. Educación es la ayuda o auxilio de “los man-  
damientos divinos y del evangelio”, e Instrucción es el medio de la educa-  
ción para adquirir conocimientos y habilidades.  
2
. Utilidad de la educación cristiana y de una buena instrucción para lle-  
gar a ser buen cristiano, excelente ciudadano y base de las naciones.  
. Necesidad de la escuela bajo la dirección de la Iglesia y del Estado.  
. La educación y la instrucción deben crear las facultades espirituales,  
de la voluntad y de desarrollo físico.  
3
4
. Deben seguirlo los maestros.1  
04  
5
1
1
1
02 Ibíd., pp.57-58  
03 Ibíd., p.60  
04 Rocío Rosero Jácome, “Ecuador: La escuela pública confesional garciana, 1860-1875”, en:  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
136  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
Los contenidos del Método se basaban en cómo se debe en-  
señar, la disciplina escolar, la educación física, los deberes del pre-  
ceptor y las cualidades del maestro. En esta organización, como en  
las escuelas de enseñanza mutua, los monitores distribuían el tiempo  
semanal, los premios y castigos y los registros de los alumnos.  
El método incluía las asignaturas de religión, historia sa-  
grada y eclesiástica, lectura, caligrafía, gramática, aritmética, historia  
del Ecuador, geografía física y política, pedagogía, higiene, economía  
doméstica, costura, bordados y tejidos. Todo ello con una duración  
de seis años, cinco para adquirir los conocimientos y el sexto para  
repaso general.1  
05  
A modo de conclusión  
El proyecto político garciano fue fundamental para la conso-  
lidación del Estado ecuatoriano del siglo XIX. Evitó la división geo-  
gráfica, económica, política y administrativa del Ecuador, va a  
modernizarlo o unificarlo y, más concretamente, a reformar su sis-  
tema educativo, eje básico del proyecto junto con el catolicismo. Me-  
joró el comercio interior y exterior, racionalizó la fiscalidad,  
centralizó la administración estatal y electoral, construyó infraestruc-  
turas de comunicación, etc. Todo ello no se entendería sin el desa-  
rrollo agroexportador cacaotero ecuatoriano que comenzó a  
mediados de siglo.  
Heredó un país dividido y arruinado tras largas guerras ci-  
viles que hicieron que no se invirtiera en educación. Tras el impulso  
que va a hacer Rocafuerte con la ley de educación de 1836, no hubo  
otro presidente que diera la importancia que debiera tener la educa-  
ción para el Ecuador. Por el contrario, el Decreto de Libertad de Es-  
tudios (1853) del general José María Urvina supuso su decadencia.  
Stefan Rinke, editor, Entre espacios: la historia latinoamericana en el contexto global. Actas del  
XVII Congreso Internacional de la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos  
(AHILA) Freie Universität Berlín, 9-13 de septiembre de 2014, Freie Universität, Colegio Inter-  
nacional de Graduados “Entre Espacios”, Berlín, 2016, p.2458. Ver en: https://www.  
uv.mx/tipmal/files/2016/09/4.-Simposio.pdf (24-10-2022)  
05 Ibíd., p. 2464  
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
137  
Emiliano Gil Blanco  
En este punto, apareció Gabriel García Moreno con su pro-  
yecto de educación en dos fases bien diferentes y enmarcadas dentro  
de su proyecto de unificación nacional. La primera de ellas marcada  
por la influencia de la Convención de 1861 y que abarcaría su primer  
mandato presidencial. La segunda, centrada en el segundo, estuvo  
caracterizada por una mayor independencia.  
Durante su primer mandato, no pudo desarrollar una impor-  
tante reforma educativa. Los cambios que realizó en educación se-  
cundaria y primaria fueron incipientes, con escasa creación de  
escuelas y colegios. El principal problema que tuvo fue la falta de re-  
cursos, de ahí que fuera una educación más urbana que rural. García  
Moreno contratará profesores religiosos europeos de los Hermanos  
Cristianos y de las Hermanas de los Sagrados Corazones para la edu-  
cación primaria de niños. La educación secundaria estuvo en manos  
de los jesuitas para los niños y niñas respectivamente. El Concordato  
firmado con la Santa Sede tuvo un papel fundamental ya que uno  
de los puntos firmados supuso la entrega de la educación en todos  
sus grados a la Iglesia.  
En el segundo periodo, puso en marcha su proyecto educa-  
tivo sin ningún tipo de oposición. El Decreto-Ley de 1871 es la he-  
rramienta que va a utilizar para ponerlo en práctica. Destacamos la  
escolarización obligatoria de todos los niños entre seis y doce años,  
la obligatoriedad y gratuidad de la educación, supresión de los Con-  
sejos Escolares, pérdida de competencia de los municipios y el esta-  
blecimiento de un mismo currículo para todo el país. Continuó la  
penalización económica a aquellos padres que no llevarán a sus hijos  
a la escuela, y más en la secundaria. Hubo una cierta laicización de  
la educación secundaria al separar los colegios de los seminarios con  
una fuerte oposición de la Iglesia y de personas opuestas a ella.  
Podemos ver el progreso de la educación durante la presi-  
dencia de García Moreno por el número de alumnos escolarizados,  
que pasaron de 13.495 en 1867 a 31.795 en 1875; y en la inversión eco-  
nómica realizada, que pasó de 15.000 pesos en 1861 a 151.189 en 1872.  
Este último dato fue posible gracias al crecimiento de la economía  
agroexportadora cacaotera ecuatoriana y por el incremento de los  
ingresos fiscales.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
138  
Le aducación como elemento fundamental  
del proyecto católico integrador del presidente García Moreno  
En lo que respecta a la educación de las niñas, tuvo como fin  
formarlas en el papel funcional que dio la Iglesia a las mujeres en  
esa época. El proyecto garciano en este aspecto fue de muy lento pro-  
greso en relación con la educación masculina. Para ello contrató di-  
versas órdenes religiosas femeninas y europeas, la más importante  
es la ya citada de las Hermanas del Sagrado Corazón que se encar-  
gará tanto de la educación primaria como de la secundaria. Las es-  
cuelas y colegios no serán mixtos por el concepto de la influencia  
perniciosa de la mujer en el hombre. Será una educación separada  
por sexos y en las escuelas y colegios femeninos habrá una profesora  
honesta” supervisada por un instructor masculino. Aun así, hubo  
un progreso importante. El número de niñas escolarizadas en 1875  
fue de 8.513 alumnas en 164 escuelas, frente a las 41 que hubo en  
1
857.1  
06  
La educación indígena fue un problema para García Moreno  
y encontró en ella una gran oposición. El objetivo de esta no fue otro  
que la asimilación y un intento de supresión de su idioma al imponer  
un currículo alejado de su cultura y en español. Su resistencia no fue  
comprendida por el presidente. En un primer momento, los alumnos  
indígenas fueron llevados a Quito para educarse con el consiguiente  
desplazamiento. Tras fracasar, se procedió a construir escuelas en al-  
gunas comunidades indígenas, como Otavalo, Loja o Saquisilí. Ade-  
más, se intentó formar a profesores indígenas que luego fueran  
destinados a estas comunidades. Para facilitar que los niños fueran  
a la escuela, se liberó a los padres del trabajo subsidiario social al que  
estaban obligados.  
Para poder conseguir el objetivo de una educación católica,  
también fue necesario tener un método pedagógico que unifique y  
organice todos los componentes de la enseñanza ecuatoriana. Para  
ello eligió el “Método productivo de enseñanza primaria aplicada a  
las escuelas de la República del Ecuador” (1869) de Francisco Salazar,  
enfocado a la educación técnica con enfoque católico de obediencia,  
laboriosidad, espíritu crítico e identidad nacional. Este va a estanda-  
1
06 Rocío Rosero Jácome, “Ecuador: La escuela pública confesional garciana, 1860-1875”, op.  
cit., p. 2464.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
139  
Emiliano Gil Blanco  
rizar la enseñanza para todas las escuelas. Tuvo un enfoque lancas-  
teriano por la falta de maestros. En él se establecen los lineamientos  
del proyecto garciano de cómo y qué se debe enseñar, la disciplina y  
los deberes y cualidades del maestro.  
En definitiva, la reforma educativa de García Moreno co-  
menzó la universalización de la educación en Ecuador. Hubo más es-  
cuelas y colegios, con más alumnos. Introdujo nuevos conocimientos  
técnicos con el fin de modernizar el país. Tan solo puso las bases de  
una nueva escuela que se desarrollará con los sucesivos presidentes.  
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9
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BOLETÍN ANH Nº 208-B • 110–143  
143  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A HUGO BURGOS  
COMO MIEMBRO EMÉRITO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Diego Moscoso Peñaherrera1  
En esta tarde es placentero dedicar estas palabras a nuestro  
colega Dr. Hugo Burgos Guevara, con motivo de su Ascenso a Aca-  
démico Emérito de nuestra institución.  
La Junta General de la Academia Nacional de Historia, reu-  
nida el 22 de julio del presente año, con motivo de conmemorar los  
1
13 años de vida institucional, resolvió por unanimidad, otorgar el  
nombramiento de Académico Emérito al Dr. Hugo Burgos, haciendo  
uso, no solamente de sus atribuciones estatutarias, sino con un sen-  
tido de justo reconocimiento a los Académicos de Número que han  
dedicado su vida a la investigación histórica.  
La ocasión es propicia para dar a conocer el texto de una en-  
trevista que mantuve con el Dr. Burgos, quien dada su experiencia  
académica y científica tiene una nutrida hoja de vida que nos tomaría  
mucho tiempo dar lectura.  
En cuanto a sus estudios realizados, el Dr. Burgos expresó lo  
siguiente, a través de la entrevista realizada, que la transcribimos y  
dijo: “El punto de partida –si pudiera decir– constituye una beca que obtuvo  
el suscrito por la UNESCO, para estudiar en el Centro Regional de Educa-  
ción Fundamental para América Latina, CREFAL, ubicado en México,  
Pátzcuaro, Michoacán”.  
Hugo nos cuenta: “Una mañana, tan antigua como abril de 1957,  
volaba a lo que sería soslayar los umbrales lejanos de la sociología y antro-  
pología de entonces, además de las disciplinas afines. Un año y medio que  
duraba el curso sería suficiente para que abriera los ojos y supiera que había  
otros destinos y otras metas que podría cumplir”.  
1
Miembro de Número de la Academia Nacional de Historia.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 144–147  
144  
Bienvenida a Hugo Burgos  
Y dice:  
Volví a Quito, “quemé las naves”, y en 1960 me estaba matriculando  
en la no menos nombrada Escuela Nacional de Antropología e Historia  
de México, correspondiente al INA, ente de gran prestigio internacio-  
nal. Escogí la especialidad de etnólogo, me gradué y enseguida estaba  
estudiando para obtener el título de Maestro en Antropología, una sin-  
gular maestría en la UNAM, lo que me permitió conseguir otra beca  
en el Proyecto 104 de la OEA donde saqué el título de Especialista en  
Ciencias Aplicadas. Ahora sí, ya le veía lejos al Ecuador. Nada de esto  
era fácil a no ser por la beca antedicha. Mis simples cualidades me hi-  
cieron avanzar para entrar a trabajar a nivel internacional, en el Insti-  
tuto Indigenista Interamericano con sede en ciudad de México. Era su  
director el Dr. Miguel León Portilla, notable historiador, pero luego  
pasó a dirigir el Departamento de Ciencias Históricas de la UNAM, vi-  
niendo en su lugar un notable médico-antropólogo, alumno de Hers-  
kovich.  
Siguiendo su relato dijo:  
Hice un viaje de exploración y asesoramiento a Colombia, con etnias  
de Antioquia y Nariño. Entre las grandes metas del nuevo director, Dr.  
Aguirre Beltrán, estaba participar de todos estos conocimientos y lle-  
varlos a la región andina, donde no había casi nada al respecto. Hici-  
mos, en 1966, un viaje de asesoramiento en la Misión Andina, y luego  
fui encargado de una investigación antropológica en Riobamba, des-  
pués de haber escrito un libro sobre el indigenismo mexicano en el sur  
del país. Al cabo de casi 2 años estuvo el informe y las fotos del primer  
gran libro titulado Relaciones Intétnicas en Riobamba, que inmereci-  
damente llegó a ser considerado en gran parte del mundo, a más de  
haber proporcionado nuevas ideas para la antropología ecuatoriana.  
Se han hecho muchas ediciones de esta obrita, por ella fui invitado a  
Bonn, Alemania, por el Dr. Udo Oberem para dictar una conferencia,  
y, desde entonces fue conocido mi nombre gracias a Riobamba y su sis-  
tema de mercados, la discriminación subyacente y la vida interior de  
los anejos como Licto. Aquí tuve el feliz acompañamiento de mi esposa  
Inés.  
Estamos en 1969, el libro de Riobamba me hizo conocer al antropólogo  
Joseph Casagarande de la Universidad de Illinois. Este caballero era  
Director del Institute for Internacional Studies, de la fundación Ford,  
y profesor de esa universidad. Pues el instituto y la Universidad de Illi-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 144–147  
145  
Diego Moscoso Peñaherrera  
nois me invitaron a que hiciera el doctorado en Antropología y, en 1970  
estaba ya matriculado en el Department of Anhtropology de dicha Uni-  
versidad, localizada a 200 millas de Chicago, con el grado Faculty Re-  
search Associate (investigador Asociado), a condición de que trabaje a  
medio tiempo, y el otro lapso estudie el doctorado. Carga fuerte para  
cualquiera. Pero al fin, salí con A en todas las materias y finalicé los  
“prelims” también con Calificación “A”.  
Y continuó:  
Hacia 1975 presenté la disertación doctoral que fue aprobada por esa  
misma época, con la denominación: El Guamán, el Puma y el Amaru. For-  
mación Estructural del Gobierno Indígena en Ecuador. En Ecuador se im-  
primió el libro con el mismo nombre y fue galardonado con el Premio  
José Mejía Lequerica”, del Municipio de Quito, año 1995. Dos años  
antes había sido acreedor del Primer Premio de Literatura por la prin-  
cipal organización de la CCE, con el cuento Cartas a Manuela.  
Expresando luego:  
En Ecuador trabajé en el Instituto de Estadística y de Censos, por diez  
años. Haciendo breve resumen, desde aquel 1957-1976, había obtenido  
los siguientes títulos: Especialista en Educación Fundamental, Etnó-  
logo, Maestro en Antropología, Especialista en Ciencias Sociales Apli-  
cadas, y Ph.D in Anthropology, dos décadas logrados con el mayor  
esfuerzo. Debo todo a México y los EE. UU., que me recibieron inme-  
recidamente, con singular predilección.  
Entre los libros que el Dr. Hugo Burgos ha escrito, a más de  
los citados anteriormente, están:  
Medicina campesina en Tzintzuntzan, Michoacán, México,  
Abya-Yala, Quito, 1992  
Primeras doctrinas en la Real Audiencia de Quito, Abya-Yala,  
Quito, 1995  
La crónica prohibida de Cristóbal de Acuña, FONSAL, Quito, 2005  
Los cuatro cerros sagrados de Quito inca, Trama ediciones, Quito,  
2018  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 144–147  
146  
Bienvenida a Hugo Burgos  
“Bases científicas para comprender el modelo de la “cuatri-  
partición de Quito inca”, Revista de Arquitectura, UIDE, 2015  
Santuarios de Tomebamba, modelo de geografía sagrada en tiempo  
de los incas, GAD Municipal del Cantón Cuenca, Cuenca,  
2014  
En cooperación con la Universidad Nacional de Chimborazo  
se encuentra en prensa el libro “Estructura prehispánica de Rio-  
bamba”.  
Los Archivos históricos que ha investigado el Dr. Burgos du-  
rante estancia en University of Illinois son: Lily Library. Universidad  
de Indiana, EE.UU., Archivo Jesuítico de Roma, Italia, Archivo His-  
tórico de Madrid, Biblioteca Nacional de Madrid, Archivo General  
de Indias, Sevilla, España, Archivo de la Curia Metropolitana de  
Quito, Ecuador.  
Las expediciones científicas que ha efectuado son las siguien-  
tes: Reconocimiento arqueológico de las islas del Sol y de la Luna  
(
2007) lago Titicaca, Bolivia, “Tras las huellas de Carlos Montúfar  
acompañando a Humboldt”: Quito, Río Marañón, Pongo de Re-  
quema y ciudad de Jaén, Perú, conferencia magistral. Recibió la Con-  
decoración y entrega al autor del sello de la ciudad por la Munici-  
palidad de Jaén (2009). Además, mantuvo por cinco años la página  
del diario El Comercio de la capital, “Quito y su Historia” con más  
de 200 artículos al respecto.  
Constituye un privilegio para mí, haber sido uno de los  
Miembros de Directorio que votamos por unanimidad por este justo  
ascenso a Miembro Emérito. Felicito a mi amigo Hugo por tan des-  
tacada y fructífera carrera con valiosos aportes para la historiografía  
ecuatoriana.  
Muchas gracias  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 144–147  
147  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LA HISTORIA Y EL LIBRO  
–DISCURSO ASCENSO MIEMBRO EMÉRITO–  
Hugo Burgos1  
Es un honor inconmensurable poder dirigirme a esta distin-  
guida concurrencia y, en especial, a la Directiva de la Academia Na-  
cional de Historia del Ecuador por haber escogido a este modesto  
antropólogo y declararle Miembro Emérito de la institución. No se  
puede desconocer que éste es el orden de la vida, pero la citada dis-  
tinción es ya un singular reconocimiento digno de la mayor gratitud,  
porque no abriga dichas cualidades o se refiere a un exceso de gene-  
rosidad, al mirar un esfuerzo intelectual hecho en toda una existen-  
cia. En esta labor no he estado solo, pues, resalta la bondad y apoyo  
de mi esposa Inesita, aun en las épocas más difíciles de las investi-  
gaciones, en fin, su aliento me ha convertido en un ser mejor. Lo  
propio puedo decir de mis dos hijos Álvaro y Hugo Burgos Yánez  
quienes me han colmado de colaboraciones, tratando de ser parte de  
cada estudio intelectual. Con un equipo así nadie se pierde por los  
desfiladeros de la ciencia y la historia.  
Un reconocimiento especial quiero dejar al Dr. Gustavo Vega  
Delgado, Ph D., con quien, entre otras obras, acabamos de publicar  
(2022) un libro virtual sobre un artículo inédito de Humboldt (1802)  
que fuera descubierto por mí, y ha sido acogido por la Universidad  
Internacional del Ecuador, de la cual es Rector, como un aporte más  
en mi producción académica. Llenó la curiosidad, del Dr. Vega la  
obrita del alemán que se llama Observaciones sobre los volcanes de la  
meseta de Quito: el Pichincha, traducida del francés a nuestro idioma  
1
Ph. D. in Anthropology. University of Illinois, Urbana-Champain, USA. Academia Nacional  
de Historia del Ecuador. Investigaciones: etnicidad, identidad, etnonacionalismo, medicina  
tradicional. Etnohistoria, etnología y arqueología histórica, Andes septentrionales.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 148–151  
148  
La Historia y el Libro  
La Historia y el libro  
La historia no nace en nuestra era; habría tenido que desa-  
rrollarse a la par de las transformaciones que desembocaron en el in-  
vento de los libros, y esto se dio en la más remota antigüedad, a fines  
de la época alejandrina en Grecia. Baste aludir a la gran Biblioteca de  
Alejandría que sería el logro más consumado de la antigüedad. Cua-  
tro siglos antes no se leía los relatos y las historias y leyendas, solo  
se escuchaba a grandes memoristas, es decir, una vocación oral que  
acompañaba en los grandes banquetes de los reyes, desde Alejandro  
2
el Grande. Había relatos de guerras, principalmente.  
Situado en el delta del río Nilo estaba el Faro, no lejos la bi-  
blioteca, que acumulaba tablillas y cueros de ovejas para registrar el  
relato. Pues, hubieron de pasar los mayores experimentos para que  
Alejandría tuviera una gran biblioteca. El papiro fue el hallazgo más  
útil, después haber ensayado otros registros materiales. “La musa  
aprendió a escribir en este junco”, como nos relata Irene Vallejo en  
3
su maravillosa obra El infinito en un junco. Surge con más amplitud  
la Historia de Heródoto, y La Ilíada y La Odisea, miles de otras obras  
ocupaban la Biblioteca, “un lugar esencial en aquella pequeña ciudad de  
4
5
sabios” a lo que se añade, además, el Museo. Cada barco que llegaba  
a Alejandría era requisado, no de mercadería sino de obras escritas,  
de esa forma se les sacaba una copia y ésta era devuelta al dueño,  
quedándose con el original. La sed de relatos era insaciable, hasta  
que en pocos siglos más se advierte restaurada la Gran Biblioteca  
después del incendio de Alejandría.6  
La vida de aquellos investigadores discurría en el aislamiento del es-  
pacio fortificado. Un rollo no se parece a un libro, en su manejo. Todo  
cambiará, con la invención del libro en el siglo I a. C. La historia tendrá  
entonces donde explayarse y seguir en busca de nuevas relaciones de  
2
National Geographic, Alejandro Magno. Ver en: https://historia.nationalgeographic.com.es/  
personajes/alejandro-magno (25-11-2022)  
3
4
5
6
Irene Vallejo, El infinito en un junco, ediciones Siruela, Madrid, 2019  
Ibídem.  
Irene Vallejo, op. cit.  
Ibídem.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 148–151  
149  
Hugo Burgos  
los acontecimientos. Debemos comprender que la historia de la historia  
fue también una odisea, especialmente con la revolución del alfabeto.  
Y la invención del libro, hasta que llegaría la época actual que leemos  
más que nunca.7  
Entonces, los autores debían ser recordados, los historiadores  
salían del anonimato, “querían vencer la muerte con la fuerza de sus re-  
latos”, como voces que salen de la niebla, sin embargo “no hay regis-  
tros arqueológicos de los libros más antiguos de Europa”. De todos modos,  
8
lo que vendrá será un paso lento de la alfabetización.  
Salto a la modernidad  
La historia viene entonces a cooperar con otras ciencias, por  
ejemplo con la Etnohistoria, como vemos aquí. La etnohistoria es la  
rama de la historia y la antropología que estudia a las comunidades  
originarias de una determinada región del mundo y su convivencia  
con otros grupos humanos, con la complejidad política y de identi-  
dad que ello representen. Es una disciplina situada en la concurren-  
cia de la historia y la antropología, la etnología, la etnografía, aunque  
cada una de ellas posea sus propios métodos y conceptos básicos.  
Tenemos otro singular aporte con la “antropología estruc-  
tural”, nacida en Francia con Claude Lévy Strauss, la cual, per se, no  
sigue la historia de los acontecimientos sino la historia de las estruc-  
turas, tomando como estructura los rasgos universales de la cultura  
de una sociedad antigua, sea parentesco, visión del mundo, religión,  
etc., (en la zona andina vislumbra las “huacas”, cerros y otros acci-  
dentes) que han sido considerados como sagrados por las antiguas  
civilizaciones, tratando de traducir esas estructuras en un modelo,  
en parte hipotético, según el contenido que confirme a la verdad o  
lo niegue. En este modelo he trabajado ya sea en Tomebamba inca o  
sobre Quito inca, con el auxilio de documentos históricos de lejanos  
lares.  
7
8
Ibídem.  
Ibídem.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 148–151  
150  
La Historia y el Libro  
Y así han ido pasando los años, flotando los documentos en  
el ventarrón de la academia o el laboratorio, como si fueran inquietas  
hojas de árboles caídas en el otoño de la vida. Nos queda, pues, el  
futuro, del cual tenemos por cierto, que solo ese mañana es incierto.  
Muchas gracias  
Bibliografía  
VALLEJO, Irene, El infinito en un junco, ediciones Siruela, Madrid, 2019  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 148–151  
151  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A PAULA CASADO  
COMO MIEMBRO HONORARIO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Antonieta Palacios Jara1  
Para el Capítulo Guayaquil es un deber cumplir con el reco-  
nocimiento de todas aquellas personas que brindan su contingente  
para trabajar en conjunto para rescatar la historia de nuestra ciudad  
por nuestra ardua labor que es la búsqueda del conocimiento.  
En los primeros meses del año acogimos la invitación de la  
Sra. Paula Casado, cónsul general de la República Argentina, para  
brindar nuestro aval académico al Conversatorio Libertadores de Amé-  
rica que se celebraría en julio de este año 2022 motivo del Bicentena-  
rio de la entrevista de los generales Bolívar y San Martín, los dos  
líderes de la libertad de América del Sur. Si Bolívar es conocido como  
el Libertador, José de San Martín es nombrado el Protector.  
Evento que se llevó a cabo con gran respuesta de los inves-  
tigadores nacionales e internacionales representando cinco países la-  
tinoamericanos que participaron en el mismo.  
La Academia Nacional de Historia en el Artículo 14 de su es-  
tatuto nos faculta designar Miembros Honorarios a todo aquel que  
contribuya a la recuperación histórica de nuestra nación por lo tanto  
acogiéndonos al mismo, el directorio del Capítulo procedió a nomi-  
nación de la cónsul como miembro Honorario de nuestro capítulo.  
Doy lectura del diploma que da su acreditación y hago en-  
trega del mismo.  
Invito al Lcdo. Arellano a colocar la medalla de la Academia  
Nacional de Historia.  
1
Directora del capítulo Guayaquil de la Academia Nacional de Historia. Arquitecta graduada  
en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil en 1979. Profesora de la Facultad de Ar-  
quitectura Universidad de Guayaquil, 1980–2014. Premio La Filantrópica, Facultad de Arqui-  
tectura Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, 1977. maantonietapalacios@gmail. com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 152  
152  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
EL PROCESO DE MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA  
EN ARGENTINA  
DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Paula Casado Sastre1  
Estimada Arquitecta Antonieta Palacios, Directora de la Aca-  
demia Nacional de Historia Capítulo Guayaquil, distinguidos miem-  
bros de la Academia, amigos todos.  
Me gustaría expresar mi gran satisfacción por el nombra-  
miento como Miembro Honoraria de esta distinguida institución. Es-  
peraba con mucha ansia mi incorporación, no solo por sentirme  
honrada por la propuesta de los compañeros de la Academia para  
que los acompañe, sino por tener el privilegio de enriquecerme y ele-  
varme con su conocimiento.  
Considero que la misión de la Academia Nacional de Histo-  
ria es fundamental por estar relacionada con el saber y con la me-  
moria, y esto cala profundamente en mí. En este punto, me gustaría  
detenerme y hacer un paréntesis para explicar brevemente el com-  
promiso de la República Argentina con la memoria, la verdad y la  
justicia.  
El proceso de Memoria, verdad y justicia que se abrió en Ar-  
gentina a partir de la recuperación de la democracia en 1983, implicó  
la generación de Políticas Públicas de Memoria orientadas a hacer  
efectivo el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la no repe-  
2
tición de las violaciones a los derechos humanos.  
1
Cónsul General de la República Argentina en la ciudad de Guayaquil, República del Ecuador.  
Pertenece al Directorio del Honorable Cuerpo Consular de la ciudad de Guayaquil desde 2021.  
Se formó en la Universidad de Buenos Aires (UBA), es Licenciada en Ciencia Política, también  
cursó materias complementarias en la Facultad de Abogacía y Sociología. Participó de la ca-  
pacitación de Jóvenes Diplomáticos de Asia y América Latina en Beijín, China (2015). mpau-  
lacasado@gmail.com  
2
Verónica Torras, Luz Palmás, Marcela Perelman, “Memoria, verdad y justicia como política  
de Estado. Análisis de políticas públicas implementadas durante los gobiernos kirchneristas  
(2003-2015) respecto de los delitos de lesa humanidad ocurridos en la última dictadura argen-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 153–155  
153  
Paula Casado Sastre  
Este gran movimiento atravesó fundamentalmente mis años  
de formación universitaria en el marco de los gobiernos peronistas,  
que tuvieron una política activa con la historia, pero no solo por la  
historia en tanto letras atrapadas en libros para ser estudiadas, sino  
como la historia presente, historia viva, historia en dialéctica entre  
sucesos y estudiosos, la historia incorporada a la realidad presente.  
Fundamentalmente, en función de una consigna de Estado  
que dicta: “prohibido olvidar”.  
No olvidar la Causa Malvinas, no olvidar los atentados terro-  
ristas sufridos en la Argentina en la Embajada de Israel (92) y la  
AMIA (94), no olvidar las atrocidades de la Dictadura miliar, los de-  
saparecidos y el sufrimiento social ante el terrorismo de Estado. Así  
como tampoco olvidar la grandeza de nuestros héroes y de la Argen-  
tina. En ese sentido, lo que se propuso y se trabaja cada día es la me-  
moria activa.  
Memoria Activa, es la capacidad para mantener en la mente  
de forma activa una información. Es decir, no solamente conocer los  
sucesos, sino traerlos al presente con el objetivo de construir, colecti-  
vamente, una de reflexión y análisis crítico de la historia reciente. Por  
ejemplo, en Argentina desde el ámbito educativo, desde las organi-  
zaciones culturales y sociales a través de la memoria activa se refle-  
xiona sobre las graves consecuencias económicas, sociales y políticas  
de la última dictadura militar y se comprometan activamente en la  
defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por  
la Constitución Nacional, y del régimen político democrático.  
En forma general las políticas públicas están dirigidas a man-  
tener la memoria de carácter educativo, cultural o de otra naturaleza;  
como ser la preservación y respecto a los sitios de memoria histórica  
y los archivos. Este compromiso de la Argentina, es también mi com-  
promiso, con el que me siento identificada.  
Mis colegas de la Academia, por su profesión y gran conoci-  
miento, tienen mucho que brindar al ámbito de la cultura y del saber,  
seguramente, desde ese punto de vista mi contribución podrá ser  
tina”, Análisis, N°11, 2016. Ver en: https://library.fes.de/pdf-files/bueros/argentinien/  
12772.pdf (01-12-2022)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 153–155  
154  
El proceso de Memoria, verdad y justicia en Argentina  
humilde, razón por la que agradezco enormemente la incorporación  
ya que tengo mucho que aprender de ustedes. Sin embargo, consi-  
dero que mi aporte, es precisamente en el marco de esa obsesión por  
trasmitir la historia. Ese concepto de que la historia debe salir de la  
cabeza de estos eruditos que aquí me acompañan, para ser compar-  
tida. Para ser la historia de la gente, de las nuevas generaciones. En  
ese sentido, mi propuesta es ser una herramienta, una impulsora,  
para que la historia sea memoria viva, para que reflexionemos y  
compartamos este conocimiento.  
En ese sentido como miembro honoraria de la Academia, es  
mi deseo poder contribuir con la labor de cada uno de ustedes, y  
continuar con el excelente trabajo que viene desempeñando y hoy  
se encuentra a la vista.  
Muchas Gracias  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 153–155  
155  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A FRANCISCO ULLOA ENRÍQUEZ  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Es muy grato para quienes integramos la selecta delegación  
de la Academia Nacional de Historia encontrarnos –así sea por pocas  
horas– en esta ciudad llena de virtualidades y motivos ciertos de  
trascendencia histórica, Latacunga, especialmente para quien tiene  
el privilegio de llevar la palabra en estos instantes y que siempre ha  
resaltado y resalta el honor de ser latacungueño de nacimiento y de  
corazón.  
Cerca de cincuenta años que, por motivos de trabajo y estu-  
dio, salí de la amada y evocada urbe para radicarme en la capital de  
la República y en el exterior, no han mermado en lo más mínimo el  
sentido de pertenencia y afecto para el lugar natal, el de mis raíces  
familiares, querencias inolvidables, los mejores recuerdos de infancia  
y primera juventud.  
Con estos antecedentes de profunda esencia y sabor de te-  
rruño, me es sumamente placentero, en nombre de la institución que  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de pos-  
tgrado en el país y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de His-  
toria, pertenece, además, a varias academias de América y Europa. Escritor,  
historiador, catedrático y periodista de página editorial. Doctor Honoris Causa  
(Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su actividad inte-  
lectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desen-  
vuelto en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes.  
Autor de 120 obras publicadas y de más de tres mil artículos editados en la  
prensa nacional y del extranjero. Primer Premio en el Concurso Intercontinen-  
tal, convocado para escritores de habla inglesa, francesa, portuguesa y espa-  
ñola, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
156  
Bienvenida a Francisco Ulloa Enríquez  
represento y en el mío personal, presentar respetuoso y cálido saludo  
a Latacunga y la provincia de Cotopaxi, haciendo los mejores votos  
por la armonía y prosperidad de tan privilegiado sector de la Patria,  
donde el volcán patronímico es el símbolo de su belleza y altivez.  
La Academia Nacional de Historia fue fundada, en Quito, el  
2
4 de julio de 1909, por el eminente Federico González Suárez y se-  
lectos jóvenes, amantes del estudio, que, con el paso de los años, se  
convirtieron en notables personalidades: Luis Felipe Borja, Alfredo  
Flores y Caamaño, Cristóbal Gangotena Jijón, Jacinto Jijón y Caa-  
maño, Carlos Manuel Larrea, Aníbal Viteri Lafronte; habían sido con-  
vocados también estos otros Miembros que no firmaron el acta  
inaugural por encontrarse ausentes de la capital, lo hicieron pocos  
días después, por ello se los considera también como fundadores a  
Juan León Mera Iturralde y José Gabriel Navarro.  
Inicialmente, comenzó sus labores la Academia con el nom-  
bre de Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos, hasta  
que el H. Congreso Nacional, valorando la importancia y significa-  
ción para nuestro país y subrayando que hacía justicia a la fecunda  
y patriótica labor que cumple la entidad, le convirtió en Academia  
Nacional de Historia, mediante Decreto Legislativo, suscrito por los  
presidentes de las Cámaras del Senado y de Diputados, José J. An-  
drade y Luis Vernaza, respectivamente y publicado en el Registro  
Oficial N. 23, de 28 de septiembre de 1920, con el ejecútese del pre-  
sidente de la República, José Luis Tamayo.  
A lo largo de ciento trece años ya cumplidos, nuestra Acade-  
mia ha llevado cabo una labor de amplio reconocimiento nacional e  
internacional, por su intensa y calificada actividad que se puede  
apreciar solamente con el enunciado de que ha editado, en este ya  
largo lapso, a nivel institucional y personal de sus integrantes, más  
de diez mil publicaciones y, obviamente, por la calidad y respetabi-  
lidad de sus Miembros, sobre todo de quienes fueron sus directores:  
Federico González Suárez, Jacinto Jijón y Caamaño, Luis Felipe Borja  
Pérez (abuelo del expresidente Rodrigo Borja Cevallos), Celiano  
Monge Navarrete, Carlos Manuel Larrea, Julio Tobar Donoso, Isaac  
J. Barrera, Jorge Salvador Lara, Plutarco Naranjo Vargas, Manuel de  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
157  
Franklin Barriga López  
Guzmán Polanco, Juan Cordero Iñiguez y Jorge Núñez Sánchez. Me  
hallo desempeñando estas muy honrosas como delicadas funciones  
desde el 8 de enero de 2019, habiendo sido reelegido en el 2021; se-  
guiré, por disposición estatutaria, hasta el 8 de enero del 2023.  
Nuestra Academia, con amplias y funcionales dependencias  
e instalaciones, acordes al imponderable trabajo que cumple, labora  
en Quito en el patrimonial palacete de La Alhambra -que data de  
1
928- ubicado en la esquina de la Avenida 6 de Diciembre y Roca.  
Basta indicar que, al servicio de los investigadores, conserva una bi-  
blioteca de más de 25 mil libros especializados en Historia. Dadas  
sus especiales características, esta edificación es visitada por delega-  
ciones estudiantiles, turistas y, sobre todo, investigadores -nacionales  
e internacionales- de la ciencia histórica y disciplinas afines.  
La Academia tiene capítulos en Guayaquil, Manabí, Cuenca,  
Imbabura- Carchi, Tungurahua, Bolívar, Loja, El Oro y la Amazonía.  
En los cantones Latacunga, Quevedo y Rumiñahui, funcionan cen-  
tros de estudios históricos locales, con el carácter de adscritos, al que  
pertenecen personas que si bien no son académicos reúnen los re-  
quisitos básicos exigidos para estos centros, partiendo de formación  
universitaria, afinidad por la Historia y cualidades éticas y morales.  
Si sus títulos y merecimientos lo recomiendan, junto a su integridad  
humana, pueden ascender, a Miembros Correspondientes luego de  
riguroso análisis efectuado por la Comisión de Ingresos y Ascensos  
y aprobación posterior del plenario de la Junta integrada por los  
Miembros de Número, a Miembros Correspondientes de la Acade-  
mia Nacional de Historia, cual es el caso del Arq. Francisco Ulloa En-  
ríquez, Ph.D., que nos han congregado en esta ocasión memorable.  
El recipiendario es: Arquitecto por la Universidad Central del Ecua-  
dor; máster en Ciencias de la Educación, especialidad Planeamiento  
y Administración, Universidad de La Habana, Cuba; doctor en Cien-  
cias de la Educación (Ph.D.), mismo establecimiento de educación  
superior y de postgrado. Título de Magíster en Gestión Educativa,  
Consejo Iberoamericano en Honor a la Calidad Educativa, Lima-  
Perú; Doctor Honoris Causa por la Organización de las Américas  
para la Excelencia Educativa (Odaee), Sao Paulo, Brasil.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
158  
Bienvenida a Francisco Ulloa Enríquez  
El arquitecto Ulloa cuenta con una vasta experiencia acadé-  
mica y administrativa: Rector de la Universidad Técnica de Cotopaxi  
(
UTC) desde el año 2000 hasta el 2009; presidente de la Asociación  
de Universidades y Escuelas Politécnicas del Ecuador por dos perío-  
dos; docente-investigador titular principal de la UTC; docente invi-  
tado de postgrado de la Universidad Estatal de Quevedo y de la  
Universidad Vargas Torres de Esmeraldas; director del Proyecto de  
Investigación de la UTC sobre el Patrimonio Histórico de Latacunga.  
Además el Arquitecto Ulloa Enríquez se ha desempeñado  
como: Miembro de comisiones permanentes del Consejo Nacional  
de Universidades y Escuelas Politécnicas (Conuep) y del Consejo  
Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (Conesup):  
coordinador del Sistema de Evaluación y Acreditación Universitaria  
del Ecuador; miembro de la Comisión de Cultura del Conuep; pre-  
sidente de la Comisión de Planeamiento del Conesup (dos períodos),  
también por dos períodos miembro de la Comisión Económica y di-  
rector de Sesiones de la Comisión Académica de Pregrado del Co-  
nesup.  
Su compromiso con las causas de la sociedad, le han hecho  
merecedor a representaciones de elección popular, como concejal del  
cantón Mira (1988-1991), asambleísta de la provincia de Cotopaxi  
(2009-2013). En la Asamblea Nacional, se desempeñó como miembro  
de la Comisión Especial de Cultura.  
Entre otros cargos universitarios se ha desempeñado como:  
arquitecto del Departamento de Construcciones y Fiscalización de  
la Universidad Técnica del Norte (UTN), 1990; director de Planea-  
miento Integral Universitario de la UTN, de 1990 a 1996; supervisor  
general de la Extensión Universitaria de Cotopaxi de la UTN, de 1992  
a 1994; director de Planeamiento, Investigación y Posgrados de la  
UTC, de 1996 a 2000; profesor de la cátedra de Planificación y Diseño  
Ambiental en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Ambientales  
de la UTN, 1995; consultor internacional de la Red de Universidades  
de América Latina, desde 1997 a 1999; profesor de posgrado de la  
UTC, en 1997.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
159  
Franklin Barriga López  
Director de tesis de grado y posgrado en la Facultad de Cien-  
cias Humanísticas y Educación de la UTC, coordinador del Proyecto  
de Investigación Generativa de Gestión del Centro Histórico de Co-  
topaxi impulsado por la UTC; coordinador del Proyecto de Investi-  
gación Formativa “Cotopaxi Digital”, de la carrera de Comunicación  
de la UTC; consultor para la formulación de Proyectos de Educación  
Media Superior y Superior en varias instituciones ecuatorianas.  
Delegado de la Casa de la Cultura-Núcleo de Cotopaxi a la  
Comisión de Patrimonio del Municipio de Latacunga, en los años  
2
019 a 2020. Miembro de la Sociedad Bolivariana del Ecuador-Nú-  
cleo Cotopaxi. Actualmente, miembro y director ejecutivo del Centro  
de Estudios Históricos de la Provincia de Cotopaxi que, como indi-  
qué, se halla adscrito a la Academia Nacional de Historia.  
Ha sido instructor y conferencista en talleres internacionales  
en Argentina, Brasil, México, Venezuela, Colombia, Cuba, Chile,  
Perú, Dinamarca, España y Ecuador. Ha recibido reconocimientos  
diversos, como Miembro de Fundación Natura, mención de Honor  
de la Extensión Universitaria de Cotopaxi, por ser el autor del estu-  
dio técnico de creación de la Extensión Universitaria en Latacunga;  
placa de reconocimiento de la UTC, por servicios a la educación su-  
perior en la provincia; placa de reconocimiento otorgada por la Aso-  
ciación de Universidades de Ecuador y Colombia por los relevantes  
servicios prestados a la integración y desarrollo a la educación su-  
perior en los dos países; presea Al Mérito Ciudadano “Pablo Muñoz  
Vega”, I. Municipio de Mira; Escudo de la Universidad de Granma  
Al Mérito Educativo, Cuba; título de Honorable Educador Iberoa-  
mericano otorgado por el Consejo Iberoamericano en Honor a la Ca-  
lidad Educativa, Lima-Perú; presea a la Dignidad Ecuatoriana,2010,  
otorgada por el Conesup; Acuerdo de Reconocimiento del Núcleo  
de Cotopaxi de la Casa de la Cultura Ecuatoriana por la defensa de  
la autonomía de esta institución en la Ley de Cultura que se tramitó  
en la Asamblea Nacional.  
Ulloa Enríquez ha publicado 28 libros, diversos artículos  
científicos y culturales relacionados con arquitectura, historia, geo-  
grafía, patrimonio, interculturalidad, pedagogía, planeamiento, ex-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
160  
Bienvenida a Francisco Ulloa Enríquez  
tensión universitaria y planificación. Es colaborador y/o columnista  
en los periódicos El Norte, Integración, Molinos de Monserrat, Agencia  
de Noticias Cotopaxi, La Hora Cotopaxi, La Gaceta, Cotopaxi Noticias,  
director y editor de Cotopaxi Nuestro.  
El nuevo recipiendario tiene numerosos merecimientos que  
le acreditaron su ingreso a nuestra Academia. Nativo de Mira, en la  
provincia del Carchi, donde nació el 22 de septiembre de 1961, reside  
por casi tres décadas en la ciudad de Latacunga, habiéndose identi-  
ficado por sus recomendables ejecutorias como un latacungueño de  
corazón, de esencia patriótica, responsabilidad cívica y sólidos co-  
nocimientos culturales, entre ellos los históricos.  
El discurso de incorporación de Francisco a nuestra entidad  
tiene por título “Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador”, en el que efectúa una visión  
de quienes vinculados a nuestra provincia dirigieron al país como  
primeros mandatarios: allí se reseña la personalidad y la obra de José  
María Urbina, célebre especialmente por haber decretado la manu-  
misión de los esclavos y la controvertida segunda expulsión de los  
jesuitas, en 1852; Gil Alberto Enríquez Gallo, en cuya administración  
se expidió el Código del Trabajo y cumplió una administración bien  
recordada por cuanto supo rodearse de intelectuales y políticos ca-  
paces; Marcos Gándara Enríquez, versado militar que fue Miembro  
Correspondiente de nuestra Academia, además de primer director-  
fundador de la Academia de Historia Militar, creador, asimismo, y  
primer director del Centro de Estudios Históricos del Ejército Na-  
cional, fundador de la Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones His-  
tóricas y Geográficas, autor de obras esclarecedoras de la verdad  
histórica, como aquella voluminosa y titulada La semana trágica de  
2
Guayaquil, noviembre de 1922: aproximación a la verdad, en donde de  
manera documentada, lejos de la ficción literaria, la falacia preme-  
ditada o el interés político expone la realidad de los hechos del 15  
de Noviembre de 1922, que acaecieron en Guayaquil en el mes indi-  
2
Marcos Gándara Enríquez, La semana trágica de Guayaquil, noviembre de 1922:  
aproximación a la verdad, Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones Históricas y  
Geográficas, 1991  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
161  
Franklin Barriga López  
cado; Guillermo Rodríguez Lara, también nativo de Cotopaxi, gene-  
ral igualmente ilustrado y orador destacado, a cuyo gobierno se le  
reconoce como uno de los mejores por su honestidad y realizaciones  
positivas, como por la creación del Instituto de Altos Estudios Na-  
cionales y la Escuela Politécnica del Ejército.  
En el recuento de personajes ilustres que efectúa Francisco  
Ulloa menciona también, aunque no en los mejores términos, a Rei-  
naldo Varea Donoso, quien ocupó la vicepresidencia de la República  
y a Pablo Herrera, secretario particular de García Moreno que le ca-  
lificó de “biblioteca ambulante”: trascendió a la posteridad, mayor-  
mente, por su bagaje de conocimientos y las obras que escribió,  
fuentes obligadas de consulta para quien se interesa por la Historia  
y las letras ecuatorianas, como Apuntamientos de algunos sucesos que  
3
pueden servir para la Historia de Quito, Ensayo sobre la historia de la  
4
literatura ecuatoriana” y Antología de prosistas ecuatorianos, en dos  
tomos. A este recuento se debe incorporar asimismo a Camilo Galle-  
gos Toledo, jurista latacungueño, presidente de la Corte Suprema de  
Justicia, que, por voluntad de las Fuerzas Armadas, el 7 de noviem-  
bre de 1961, ejerció la presidencia interina de la nación, aunque sea  
por pocas horas.  
Hace bien Francisco en puntualizar, en las conclusiones de  
su discurso, que:  
Es relevante incorporar en la narración histórica, aquellos pasajes vi-  
venciales que humanizan y acercan a los personajes y los hechos del  
pasado al ecuatoriano de a pie, aquel que no se identifica con “líderes”  
que no parecerían ser de carne y hueso, porque en más de una ocasión  
se ha cometido el error de magnificar las virtudes y disimular o callar  
los errores.5  
3
Pablo Herrera, Apuntamientos de algunos sucesos que pueden servir para la Historia  
de Quito, sacados de las Astas del Concejo Municipal y del Cedulario de la Corte Sua-  
prema, 1851  
4
5
Pablo Herrera, Antología de prosistas ecuatorianos, Imprenta del Gobierno, Quito,  
1895  
Francisco Ulloa, “Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi en el  
ejercicio del poder en el Ecuador”. Discurso de incorporación a la A.N.H. 30  
de septiembre de 2022.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
162  
Bienvenida a Francisco Ulloa Enríquez  
De allí, la incorporación en su discurso del acápite “Recove-  
cos de la historia”, que fluctúa de lo anecdótico a la crítica desmiti-  
ficadora.  
Nos encontramos en el Palacio Municipal de Latacunga,  
cuyo inicio de construcción data de la primera década del siglo an-  
terior e inaugurado en 1918, prosiguiendo, por varios años, sus tra-  
bajos complementarios, edificado con piedra pómez, la espuma del  
volcán tutelar: ha sido el escenario de acontecimientos de diversa  
naturaleza, protagonizados por el pueblo y sus representantes.  
Desde su balcón hicieron uso de la palabra, en campañas electorales  
o en conmemoraciones cívicas, personajes de la talla de José María  
Velasco Ibarra, formidable orador y humanista, quien fue Presidente  
de la República por cinco ocasiones y que tuvo máximo respeto para  
otro personaje histórico, Rafael Cajiao Enríquez, liberal latacun-  
gueño, cinco veces Alcalde de Latacunga por voluntad popular y  
presidente, además, del Consejo Provincial de Cotopaxi, lo que hoy  
se denomina Prefecto, caracterizado por su honradez acrisolada y  
trabajo incansable. Tuve la satisfacción de escribir su biografía que  
se publicó en 1976: es hoy ejemplo para los políticos especialmente  
para quienes llegan a la Alcaldía de la capital de Cotopaxi. Las espe-  
ciales consideraciones de Velasco Ibarra se debían a que decía que  
es la única persona, refiriéndose a Cajiao Enríquez, que le ha ganado  
en elecciones, él a nivel nacional y Rafael Cajiao Enríquez en ámbito  
provincial.  
Dado el carácter de nuestra Academia, básicamente plura-  
lista, aquí no hay cabida para el dogmatismo o el sectarismo, el pro-  
selitismo político o el activismo anárquico, ya que no es un club  
electorero sino el recinto de la razón, de la búsqueda de la verdad  
sobre todas las cosas, como lo preconizó González Suárez, en 1911,  
al exhortar, lo que nunca olvidamos, a los Miembros de la institución  
que apenas tenía a la época cerca de dos años de existencia: “Venced  
las dificultades, arrollad los obstáculos. Como la verdad es el alma de la his-  
toria, buscad la verdad, investigad la verdad; y, cuando la encontrareis, na-  
6
rradla con valor”.  
6
Cfr. Federico González Suárez en: Franklin Barriga López, Historia de la Aca-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
163  
Franklin Barriga López  
Es hora de escuchar al flamante Miembro Correspondiente  
de nuestra centenaria entidad, Arq. Francisco Ulloa Enríquez, Ph.D.,  
a quien brindo, en mi calidad de Director de la Academia Nacional  
de Historia del Ecuador, la más cordial de las bienvenidas, seguro  
de que su permanencia entre nosotros será valiosa, positiva, edifi-  
cante, que es el espíritu que prevalece en nuestra corporación cien-  
tífica.  
Damas y caballeros  
Salón Máximo del Palacio Municipal de Latacunga,  
viernes 30 de septiembre de 2022  
Bibliografía  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-  
2009), Academia Nacional de Historia, Editorial El Conejo, Quito, 2009  
GÁNDARA ENRÍQUEZ, Marcos, La semana trágica de Guayaquil, noviembre de  
922: aproximación a la verdad, Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones  
1
Históricas y Geográficas, 1991  
HERRERA, Pablo, Apuntamientos de algunos sucesos que pueden servir para la His-  
toria de Quito, sacados de las Astas del Concejo Municipal y del Cedulario de la  
Corte Suprema, 1851.  
––––––, Antología de prosistas ecuatorianos, Imprenta del Gobierno, Quito, 1895  
demia Nacional de Historia (1909-2009), Academia Nacional de Historia, Editorial  
El Conejo, Quito, 2009, p. 53.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •156–164  
164  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
INCIDENCIA HISTÓRICA  
DE ACTORES POLÍTICOS DE COTOPAXI  
EN EL EJERCICIO DEL PODER EN EL ECUADOR  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Francisco Ulloa Enríquez1  
Al iniciar mi intervención, expreso mi profundo agradeci-  
miento a los distinguidos miembros de la Academia Nacional de  
Historia, de manera especial al Dr. Franklin Barriga López, merití-  
simo Director de la misma, por honrarme con el nombramiento  
como Miembro Correspondiente de esta prestigiosa institución con  
relevante trayectoria desde su fundación en 1909.  
Esta disertación de incorporación aborda un tema sensible,  
no excento de apasionadas polémicas, y que abre un amplio abanico  
de posibilidades de estudio histórico sobre liderazgo y poder político  
de Cotopaxi. El objetivo es realizar una apretada revisión de la inci-  
dencia histórica nacional de quienes siendo oriundos de tierras pan-  
zaleas, han ejercido el poder en el Ecuador.  
El 13 de mayo de 1830 se constituye la República. Los coto-  
paxenses que en diferentes momentos históricos dirigieron el país  
son cuatro militares en el mando supremo: José María Urbina, Al-  
berto Enríquez Gallo, Marcos Gándara Enríquez y Guillermo Rodrí-  
guez Lara; y la Vicepresidencia la ejercieron el hijo de un sacerdote  
católico y un militar: Pablo Herrera y Reinaldo Varea Donoso.  
1
Arquitecto por la Universidad Central del Ecuador; máster en Ciencias de la Educación, espe-  
cialidad Planeamiento y Administración, Universidad de La Habana, Cuba; doctor en Ciencias  
de la Educación (Ph.D.), mismo establecimiento de educación superior y de postgrado. Título  
de Magíster en Gestión Educativa, Consejo Iberoamericano en Honor a la Calidad Educativa,  
Lima-Perú; Doctor Honoris Causa por la Organización de las Américas para la Excelencia  
Educativa (ODAEE), Sao Paulo, Brasil. Vasta experiencia académica y administrativa. Miem-  
bro de comisiones permanentes del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas  
(CONUEP) y del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (CONESUP).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
165  
Francisco Ulloa Enríquez  
José María Urbina  
José María Mariano Segundo Fernández de Urbina y Sáenz de  
Viteri nació en Píllaro (hacienda Quillán) el 19 de marzo de 1808.  
Fueron sus padres Gabriel Fernández de Urbina y Olarte, ciudadano  
español, en la villa de Ávalos, en la Rioja Castellana, último Conta-  
dor Real de la Colonia y de Rosa Viteri Iturralde, nativa de Mocha,  
cerca de Ambato. Se casó con Teresa Jado, con quien tuvo cuatro  
hijos. Falleció en Guayaquil el 4 de septiembre de 1891. Fue el dueño  
de la hacienda Locoa cerca de Latacunga, hoy, un prestigioso barrio  
residencial de la ciudad.2  
Incluyo a este mandatario, que la mayor parte de su vida tuvo  
como referente histórico- geográfico a Píllaro, en el territorio de La-  
tacunga y Cotopaxi; incluso siendo Jefe Supremo, el general José  
María Urbina, creó oficialmente el 25 de julio de 1851, el cantón Pí-  
llaro en la provincia de Cotopaxi.3  
José María Urbina fue un militar de la Marina y político ecua-  
toriano; el 17 de julio de 1851, las unidades militares de Guayaquil  
le proclamaron Jefe Supremo de la República; el 24 del mismo mes  
lo hacía el pueblo guayaquileño y posteriormente el distrito de  
Quito, motivando la consolidación de su poder en el resto del terri-  
torio nacional, el golpe de Estado contra Diego Noboa estaba consu-  
mado. Al año siguiente, fue nombrado presidente constitucional,  
cargo en el que permaneció hasta el 16 de octubre de1856. Además  
desempeñó otras funciones políticas, entre estas destacamos el de  
gobernador del Guayas y diputado por la misma provincia, alcan-  
4
zando la Presidencia de la Cámara Legislativa.  
Una de las decisiones más trascendentales de su mandato es-  
tuvo encaminada a la abolición de la esclavitud, proceso que se inició  
con el Decreto de Manumisión de los Esclavos existentes en el Ecua-  
2
3
4
Rodolfo Pérez Pimentel, Urbina Viteri José María. Ver en: https://rodolfoperezpimentel.com/  
urbina-viteri-jose-maria/ (25-11-2022)  
La Hora, Píllaro o la Cuenca del Relámpago, 30 de julio de 2006. Ver en: https://www.lahora.  
com.ec/noticias/p-llaro-o-la-cuenca-del-rel-mpago/ (25-11-2022)  
Efrén Avilés Pino, Enciclopedia del Ecuador. Ver en: https://www.enciclopediadelecuador.  
com/personajes-historicos/gral-jose-maria-urbina/  
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166  
Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
5
dor, expedido el 25 de julio de 1851. Esto, a su vez, sirvió a Urbina  
para organizar a los temibles escuadrones de “los Tauras”, unidades  
conformadas con soldados negros, cuya crueldad sirvió para perse-  
guir enemigos políticos.  
Al abordar aspectos relacionados con Urbina; el historiador  
Rodolfo Pérez Pimentel, escribe en su portal web, que:  
los años de su mandato fueron de Paz, excepto la invasión del 52. En  
lo político hubo una absoluta libertad de prensa, florecieron las socie-  
dades democráticas, las academias para la educación de los militares  
y las escuelas en los cuarteles para enseñar a leer y a escribir a los sol-  
dados. Sostuvo la Escuela Náutica, fundó los lazaretos de Quito y  
Cuenca, el Cuartel de Artillería, el Hospital Militar, construyó el male-  
cón de Guayaquil, inició el camino de Cuenca a Naranjal, reparó y re-  
habilitó el Palacio de Gobierno, los edificios de la Policía y Cárcel,  
ordenó reponer el Obelisco y la Lápida de los Académicos en Tarqui.  
El Presidente de la Convención Pedro Moncayo expresó en el acto de  
la posesión: “Se os ha elegido porque habéis conjurado la tempestad que ame-  
nazaba la República bajo la bandera pirática del traidor americano –Flores–  
porque habéis reunido en torno vuestro al pueblo en masa para hacer ver al  
enemigo de la República y a los aristócratas extranjeros que lo protegen, que  
está vivo siempre en los hijos del Ecuador el amor a su independencia y liber-  
tad”.  
Subió al poder ungido por el elemento liberal y con él gobernó y aun-  
que no tuvo un programa definido llevó adelante un Plan de Gobierno  
muy coherente y de alto sentido patriótico, que sin embargo terminó  
por acarrear la oposición de los poderosos y la intransigencia del clero.  
Su principal objetivo fue cambiar el sistema colonial segregacionista  
de dos repúblicas, una para los blancos dominadores y otra para los  
indígenas, en una sola nación abierta al cambio que estaba produ-  
ciendo la modernidad en el mundo, por ende democrática y más justa,  
6
en la cual todos gozaran de la ciudadanía.  
5
6
Beatriz Margarita Conte de Fornes, Gabriel García Moreno: la historia y la historiografía, 1° edición,  
Zeta Editores, Mendoza, 2013, p.73. Ver en: https://bdigital.uncuyo.edu.ar/objetos_digita-  
les/10813/contesdefornes-librosobregabrielgarciamoreno.pdf (25-11-2022)  
Rodolfo Pérez Pimentel, Urbina Viteri José María. Ver en: https://rodolfoperezpimentel.com  
/urbina-viteri-jose-maria/ (24-11-2022)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
167  
Francisco Ulloa Enríquez  
Macías, en su obra El Ejército Ecuatoriano y su presencia prota-  
gónica en la vida republicana del siglo XIX, dice:  
En definitiva, el criterio respecto al gobierno presidido por un militar  
ecuatoriano, luego del dominio del militarismo extranjero no es coin-  
cidente: unos alaban al general Urbina; otros lo injurian; pues es ese el  
precio del hombre público. Efectivamente, tuvo partidarios y simpati-  
zantes que lo exaltaron y detractores que lo vilipendiaron; algunos re-  
conocían la gestión desarrollada al frente de su Gobierno; otros,  
censuraban todo aquello que hizo y todo cuanto supuestamente dejó  
de hacer. Quizás tal contradicción tuvo vigencia en el precario ambiente  
democrático de aquel entonces, porque el hombre público, ilustre y fa-  
moso por lo general es polémico; solo el ser humano amorfo, gregario  
e inerte goza de tranquilidad y del anonimato que represa a la dinamia  
y creatividad de los pueblos.7  
Un acto ejecutivo del Gral. José María Urbina, de trascenden-  
cia para la provincia de Cotopaxi, fue la suscripción del Decreto emi-  
tido el 9 de octubre de 1851, mediante el cual dispuso que la  
provincia se llamara de León en homenaje a la memoria del filán-  
tropo latacungueño Vicente León. Disposición que se mantuvo vi-  
gente durante 87 años.  
Gil Alberto Enríquez Gallo  
Nació en Tanicuchí, Latacunga, el 24 de julio de 1895. Fueron  
sus padres don Luis Cornelio Enríquez Gallo y doña Carmen Amelia  
Gallo Almeida. Se casó en primeras nupcias con Piedad Portilla Cas-  
tro con quien tuvo dos hijos; en segundas nupcias, estuvo casado con  
Mariana Calderón Álava, procreó seis hijos; falleció en Quito, el 13  
de julio de 1962.  
Enríquez Gallo ocupó varios cargos políticos de trascendencia,  
así: ministro de Defensa, senador por Cotopaxi en 1956, fue candidato  
a la Presidencia de la República por el partido Socialista en 1948 y fue  
ungido por el mando militar como jefe supremo del Ecuador.  
7
Edison Macías, El ejército ecuatoriano y su presencia protagónica en la vida republicana del siglo XIX,  
tomo 3, Quito, 2007, p.112  
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Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
Al referirse al gobierno de Alberto Enríquez Gallo, el acadé-  
mico Leonardo Barriga López, en su libro Historias de tacunga y su  
provincia, escribe:  
Ocupó la primera magistratura de la Nación, como consecuencia del  
golpe militar de 1937, asumiendo el poder por resolución de las Fuer-  
zas armadas, ante el desgobierno de Páez, organizando la administra-  
ción pública con francos matices izquierdistas. En su gobierno dictó  
varias leyes de índole social, entre ellas la Ley de organización y Régi-  
men de las Comunas, un estatuto jurídico en favor de las comunidades  
campesinas; fundó el Museo y Archivo nacionales, dictó la ley de ca-  
rabineros y creó la Escuela Militar de Carabineros; la Ley de Asistencia  
social, la Ley de matrimonio Civil que cambió el estatus socio econó-  
mico de los hijos y el Código de Menores; dictó el Código de Trabajo y  
también la Ley de educación Superior que reconoció la autonomía téc-  
nica y administrativa de las universidades; a la educación general y a  
la Ley de Escalafón del Magisterio.8  
El mismo Leonardo Barriga López, en su libro Crónicas y Fic-  
ciones, al referirse a la relación entre intelectuales y autoridad, escribe:  
Alberto Enríquez Gallo, gobernante de facto, supo rodearse de intelectuales  
y nació el Código del Trabajo, sin que su ejemplo haya perdurado como  
norma en la vida política del país. Parece ser que hay un divorcio entre el  
9
poder político y los intelectuales.  
Se puede afirmar que Enríquez Gallo en nueve meses de go-  
bierno, impulsó y aprobó leyes trascendentales para el país; para  
concretar esto declaró vigente la Constitución de 1906, abolió la re-  
presora Ley de Defensa Social, permitió las reuniones políticas y res-  
petó la libertad de prensa; diseñó un parlamento con equilibrio entre  
las diferentes tendencias políticas de la época que dio como resultado  
final la restauración del régimen democrático.  
El cuerpo normativo expedido por Enríquez que aún per-  
dura y se considera el de mayor trascendencia es el Código de Tra-  
bajo, promulgado el 5 de agosto de 1938. La regulación de las  
relaciones obrero–patronales, en las que se reconoce algunos dere-  
8
9
Leonardo Barriga, Historias de Tacunga y su provincia, ediciones Amatua, Quito, 2021, p.486  
Leonardo Barriga, Crónicas y ficciones, ediciones Amauta, Quito, 2008, p. 219  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
169  
Francisco Ulloa Enríquez  
chos, incluso el de huelga, ha contribuído al desarrollo del país aun-  
que ciertos empresarios consideran que el Código es una limitante  
para el incremento de la inversión extranjera.  
Un acto ejecutivo del Gral. Alberto Enríquez Gallo, de rele-  
vancia para la provincia de Cotopaxi, fue la suscripción del Decreto  
No. 167 del 31 de mayo de 1938, mediante el cual cambió su nombre  
nuevamente y se la volvió a llamar provincia de Cotopaxi  
Marcos Gándara Enríquez  
Nació en la ciudad de Latacunga el 6 de noviembre de 1919.  
Fueron sus padres el ingeniero Luis Gándara Egas y doña Celia En-  
ríquez Gallo, fue sobrino del general Alberto Enríquez Gallo. Se casó  
con Magdalena Espinosa Román, tuvieron cinco hijos; falleció en  
Quito el 17 de enero del 2011.  
Junto al contralmirante Ramón Castro Jijón y los generales  
Luis Cabrera Sevilla y Guillermo Freile Posso, integraron la Junta  
Militar de Gobierno de corte conservador.  
El académico Cesar Alarcón Costta, en su Diccionario Biográ-  
fico Ecuatoriano, escribe: “La dictadura desató una dura represión contra  
los sectores políticos de izquierda, clausuró la Universidad, implantó la Ley  
de Reforma Agraria. Autor de: Topografía militar; Manual de derecho y  
10  
leyes de guerra; Hidráulica General (1945); Motores Hidráulicos (1948).  
En 1960 incursionó en la política legislativa como primer Se-  
nador Funcional Suplente de las Fuerzas Armadas, luego se conver-  
tirá en titular en 1962. El 11 de julio de 1963 se produjo el golpe  
militar que puso fin al Gobierno constitucional del Dr. Carlos Julio  
Arosemena Monroy; fue entonces llamado para integrar una Junta  
Militar que gobernó al país hasta el 30 de marzo de 1966, cuando las  
presiones y el descontento popular obligaron a los dictadores a en-  
tregar el gobierno a un civil.  
En sus tiempos de gobernante proveyó recursos económicos  
a la Escuela Politécnica Nacional, esto posibilitó el traslado de su ve-  
10 Cesar Alarcón Costta, Diccionario Biográfico Ecuatoriano, Imprenta Mariscal, Quito, 2010,  
p. 474  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
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Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
tusto edificio en las inmediaciones del parque La Alameda a su ac-  
tual campus. Luego de la terminación del gobierno militar, Marcos  
Gándara retorna a sus labores académicas en la Escuela Politécnica  
Nacional a la que tanto sirvió; en su paso por esta, llegó a ser vice-  
rrector, subdecano de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y propulsor  
de la Facultad de Ingeniería Civil.  
A fines de 1988, fundó con otros distinguidos intelectuales  
la Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones Históricas y Geográfi-  
cas (SEIHGE), siendo elegido como vicepresidente. Dedicado a la  
historia con pasión y entrega total, consiguió, con fecha 11 de julio  
de 1991, la creación del Centro de Estudios Históricos del Ejérci-  
to, siendo su primer Director.  
Ingresó como Miembro Correspondiente de la Academia Na-  
cional de Historia el 9 de enero del 2003, con el discurso: Pedro Mon-  
cayo: Análisis de su personalidad Política e Histórica. El 13 de mayo del  
2
009, se creó la Academia Nacional de Historia Militar, por voto uná-  
nime de los miembros fundadores, fue nombrado Director.  
Lector incansable, dejó como legado una voluminosa pro-  
ducción intelectual, así como la donación a la Biblioteca Aurelio Es-  
pinoza Pólit de un fondo bibliográfico que consta de 9 692 ejemplares  
catalogados, estantes, escritorio, sillas, arcones y otras piezas.  
Guillermo Antonio Rodríguez Lara  
Nació en el cantón Pujlí, entonces perteneciente a la provin-  
cia de León, hoy Cotopaxi, el 4 de noviembre de 1923. Fueron sus  
padres don Manuel Aurelio Rodríguez Villavicencio y doña Clara  
María Lara Rubio, oriundos de Pujilí. Se casó con Aída Judith León  
Lara, su paisana. Tuvo cinco hijos: dos varones y tres mujeres.  
La siempre ascendente carrera militar de Rodríguez Lara, le  
llevó a desempeñar varias funciones de importacia en el Ejército  
ecuatoriano, ocupaba el cargo de comandante general del Ejército,  
cuando se concretó el golpe de Estado que terminó con el quinto y  
último gobierno de José María Velasco Ibarra, hecho que ocurrió el  
15 de febrero de 1972. Se esgrimieron oficialmente tres razones para  
justificar dicha acción:  
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Francisco Ulloa Enríquez  
1
2
3
.- El deterioro democrático, por negar el derecho de una candidatura  
a los comicios presidenciales.  
.- El gobierno de Velasco había perdido definitivamente el norte y se  
encontraba en tremenda confusión, producto de sus propios errores.  
.- Porque la corrupción había hecho causa común con algunos privi-  
legiados de la administración pública.  
En el Ecuador, efectivamente, se vivían años de serios con-  
flictos socio–económicos generados por los desaciertos de la admi-  
nistración Velasquista. Al respecto, Macías señala:  
En la clase obrera pronto cundió el descontento, y el consabido recurso  
de paros y huelgas nuevamente se puso a la orden del día. En las pro-  
vincias había las quejas de desatención del gobierno... Otros problemas  
muy graves se produjeron en el país.  
Una explosión de gran poder destruyó la imprenta de la Universidad  
Central; la muerte de Milton Reyes constituyó otra circunstancia ex-  
plosiva en las calles de Quito, con violentas protestas de estudiantes  
secundarios y universitarios que enfrentaron a la fuerza pública. Las  
principales universidades de Guayaquil, Cuenca, Loja y otras se soli-  
darizaron con la Universidad Central de Quito, a través de manifesta-  
ciones o comunicados contra el gobierno de Velasco Ibarra, este, en  
11  
cambio, respondió amenazando a sus opositores.  
Por su parte, entre los militares también había un creciente  
descontento, especialmente por el sueño de un colectivo castrense,  
que deseaba pasar de los estudios y análisis de la realidad nacional  
a la posibilidad práctica de impulsar cambios en la atrasada e inci-  
piente República. Al tomar institucionalmente el gobierno del país,  
estos militares, que ya no solo tenían conocimientos relacionados con  
su carrera sino que poseían una buena formación académica en di-  
ferentes ramas, consideraron que era el momento de impulsar las  
ideas del Nacionalismo Revolucionario Militar, hecho que sin lugar  
a dudas constituyó un punto de quiebre de la historia ecuatoriana  
en el siglo XX. Más aún si tomamos en cuenta que con este, inicia la  
11 Edison Macías, General Guillermo Rodríguez Lara, Colección líderes militares, Centro de Estu-  
dios Históricos del Ejército, Vol 34, s/a, p. 87.  
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Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
dependencia económica del país por los ingresos que genera la ex-  
plotación petrolera. Quintero y Silva, sostienen que:  
Indudablemente el nuevo papel del Estado en la economía estuvo con-  
dicionado por el auge derivado del considerable ingreso de divisas pro-  
venientes de la industria minera más importante: la petrolera y de sus  
exportaciones. Situación que se visualiza al marcar las diferencias es-  
tatales esenciales con la década anterior en cuanto a los cambios ocu-  
12  
rridos.  
Para consolidarse en el poder, restringieron los derechos ciu-  
dadanos, instauraron el toque de queda y dispusieron la vigencia de  
la Constitución Política de la República del Ecuador de 1945, así  
como todas las leyes conexas. Este período de facto duró casi cuatro  
años, desde el 15 de febrero de 1972 hasta el 11 de enero de 1976.  
Pasemos ahora a señalar las principales acciones que, con  
aciertos y errores, impulsó el Gobierno de Rodríguez Lara; y que, de  
una u otra manera, aún inciden en la vida de los ecuatorianos:  
Se creó la Junta Nacional de Planificación. Se trazó los “Li-  
neamientos Generales, la Filosofía y Plan de Acción del Go-  
bierno Revolucionario y Nacionalista del Ecuador” y el “Plan  
Integral de Transformación y Desarrollo”.  
Pagó íntegramente el saldo de la deuda inglesa, la cual se ad-  
quirió durante la guerra de la independencia del Ecuador.  
En el manejo de los hidrocarburos, con la nacionalización del  
petróleo se impulsó: la reforma de la Ley de Hidrocarburos;  
la creación de la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana  
(
CEPE), el 23 de junio de 1972, como entidad pública, ads-  
crita al Ministerio de Recursos Naturales y Turismo; la crea-  
ción de la Flota Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC), empresa de  
economía mixta; se impulsó la construcción de la refinería en  
Esmeraldas y del oleoducto transecuatoriano; se incorporó  
el Ecuador a la Organización de países exportadores de pe-  
12 Rafael Quintero, Erika Silva, Ecuador una nación en Ciernes, 4ta edición, Editorial Universitaria,  
Quito, 2001, p. 223.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
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Francisco Ulloa Enríquez  
tróleo(OPEP); en 1974 implementó el subsidio a los combus-  
tibles, aprovechando el excedente provocado por la venta del  
crudo, para reducir los costos del transporte; entre otras me-  
didas.  
El 12 de febrero de 1975, en el Ministerio de Recursos Natu-  
rales, firmó los contratos para hacer realidad el proyecto hi-  
droeléctrico Pisayambo. En esta misma línea, posteriormente  
se consiguió la aprobación del financiamiento que posibilitó  
hacer realidad el proyecto hidroeléctrico Paute.  
En la tenencia de la tierra rural se promulgó la Ley de la Re-  
forma Agraria, expedida mediante Decreto No. 1172 de 9 de  
octubre de 1973. Para la comercialización se priorizó la cons-  
trucción de una cadena de silos de almacenamiento, encar-  
gando al IERAC la facultad de proporcionar asistencia  
técnica y social, créditos, provisión de suministros, asesora-  
miento en organización y comercialización; además de ex-  
tender los servicios de ENPROVIT (Empresa Nacional de  
Productos Vitales).  
En educación, creó el Instituto de Altos Estudios Nacionales  
(
IAEN), la Escuela Politécnica del Ejército, promulgó una Ley  
de Educación Superior.  
En Cotopaxi, la obra más trascendente fue el asfaltado de la  
carretera Latacunga- Pujilí.  
Las opiniones autorizadas de varias personalidades han tra-  
zado el perfil del líder y su gobierno; así: Jorge Salvador Lara, histo-  
riador dijo que Rodríguez Lara: “Supo explotar en su favor ciertos rasgos  
de pintoresca bohemía y el hecho de ser uno de los pocos militares diestros  
13  
en la improvisación oratoria no sin cierto dejo curial”. El expresidente  
Oswaldo Hurtado, quien gobernó Ecuador entre 1981 y 1984, al eva-  
luar el Gobierno de Rodríguez Lara y de las Fuerzas Armadas escri-  
bió lo siguiente:  
1
3 David Serna y otros, Estudio biográfico Guillermo Rodríguez Lara, ESPEL, 2016, p.5. Ver en:  
https://es.slideshare.net/jordysamueltororojas/gral-guillermo-rodrguez-lara-64320582  
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Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
Probablemente el error que cometió el Gobierno militar fue presentarse  
como nacionalista y revolucionario. Su discurso reformista llevó a sec-  
tores políticos y de la opinión pública a medir los resultados de su ad-  
ministración no en función del desarrollo y del progreso alcanzado por  
el país, sino de las transformaciones económicas y sociales ofrecidas  
por los militares, reiteradas por el general Rodríguez en su diaria retó-  
rica y que no se produjeron, en parte por la inexistencia de una política  
social o porque no se llevaron adelante ciertas propuestas contenidas  
en el Plan de Gobierno. Cierto es que los sectores medios y populares  
mejoraron sus condiciones económicas, pero también es muy real que  
se produjo una notable concentración de la riqueza en los grupos eco-  
nómicos altos.14  
Jaime Galarza, en el libro A 40 años del Cóndor, confirma aque-  
llo que en reiteradas ocasiones declaró el general Rodríguez Lara, en  
las que aseguró que su Gobierno no formó parte de la tristemente fa-  
mosa “Operación Cóndor” y que más bien les resultaba incómodo a  
los intereses de imperialistas de EEUU de Norteamérica:  
En lo internacional, la política fue de sostenida independencia, si bien  
el creciente endeudamiento afirmaba la dominación imperialista. Wa-  
shington apenas disimulaba su desconfianza a este gobierno. Cabal-  
mente, hace pocos días, el 10 de septiembre, el diario El Telégrafo  
publicó en portada una amplia crónica bajo el título WikiLeaks: (Bom-  
bita) Rodríguez Lara nunca fue del agrado de Estados Unidos. Allí se  
citan varias comunicaciones del embajador estadounidense Richard  
Bloomfield, en una de las cuales escribe:  
“La imposición de impuestos a importaciones ha motivado una salva de críticas  
sin precedentes contra las políticas económicas del régimen de Rodríguez Lara.  
Grupos de negocios privados están exigiendo que los controles se reduzcan y  
que las políticas económicas clave sean revisadas, especialmente lo que concierne  
a empresas petroleras extranjeras”.  
La fecha en que fue enviada esa comunicación por el embajador, 1 de  
septiembre de 1975, es histórica. Ese día se produjo la tragicomedia de-  
nominada El golpe de la Funeraria: a primeras horas de la madrugada,  
atrincherado en una empresa de pompas fúnebres, el general Raúl  
González Alvear dirigió el asalto al Palacio de Carondelet (Palacio de  
Gobierno), donde se encontraba el presidente Rodríguez Lara con su  
15  
familia.  
14 Felipe Aguilar Aguilar, Ecuador contemporáneo, UNAM, México, 1991, p. 11.  
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175  
Francisco Ulloa Enríquez  
En otra parte del libro antes mencionado, Galarza sostiene  
que:  
En nuestro caso nacional, documentos desclasificados hace poco nos  
revelan que Ecuador se incorporó formalmente a la Operación Cóndor  
en enero de 1978, cuando el país sufría la dictadura de los llamados  
Triunviros”, a saber: almirante Alfredo Poveda Burbano, que la pre-  
sidió en representación de la Marina; general Guillermo Durán Arcen-  
tales, en nombre del Ejército y brigadier Luis Leoro Franco, por parte  
de la Aviación. Para los jerarcas ocultos de la Operación, el momento  
era propicio. Este triunvirato había surgido en enero de 1976 como re-  
sultado de un golpe de Estado que significó un reacomodo de fuerzas  
militares, el cual desplazó al general Guillermo Rodríguez Lara, presi-  
16  
dente del llamado Gobierno Nacionalista Revolucionario.  
Pablo Herrera  
La versión más difundida sobre su origen señala que nació  
en Pujilí, Imperio español, el 25 de enero de 1820. Fueron sus padres  
el presbítero franciscano Manuel Herrera Salcedo y N. González; fa-  
lleció en Quito, Ecuador, el 19 de febrero de 1896.  
César Jácome en su Monografía del cantón Pujilí, al trazar una  
semblanza del doctor Pablo Herrera, escribe:  
Alrededor de la biografía del Dr. Pablo Herrera, en relación con la  
fecha, el lugar de nacimiento y su filiación, hasta la actualidad, existen  
dudas. Quienes han aportado con datos biográficos de este personaje  
no han llegado a dilucidar satisfactoriamente estos temas.  
Según Rodolfo Pérez Pimentel, Pablo Herrera nace en Pujilí el 25 de  
enero de 1820, hijo de Manuel Herrera Salcedo, sacerdote (franciscano)  
que estuvo en este Cantón durante 13 años, y N. González. En la Lista  
cronológica de los ministros de Relaciones Exteriores de la república  
del Ecuador, consta el nombre de Pablo Herrera como quiteño, nacido  
el 25 de enero de 1820. María de Lourdes Villegas Arroyo, en la Revista  
Nº 1, publicación de la Escuela Dr. Pablo Herrera, editada en 1982,  
transcribe la partida de nacimiento encontrada por el ilustre escritor  
1
5 Jaime Galarza, “Ecuador: en la era del Cóndor” en: varios autores, A 40 años del Cóndor, Ins-  
tituto de políticas públicas en derechos humanos del MERCOSUR, 2015, p. 126.  
6 Ibíd., p. 120.  
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
176  
Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
César F. Naranjo R., de la que se desprende que Pablo Herrera nace en  
la ciudad de Quito el 27 de junio de 1823, hijo legítimo de José Herrera  
y de Cipriana Arteaga. El mismo escritor Naranjo R., al referirse en un  
artículo a Pablo Herrera le da el apellido materno de Cruz; este se-  
gundo apellido, dice, lo tomó de Margarita Andrade Salcedo y Cruz,  
quien sería la abuelita por parte paterna.  
Paúl García Lanas, le da el nombre de Pablo Herrera Egas, sustentán-  
dose en lo que dice el genealogista Fernando Jurado Noboa, quien cree  
que el apellido Egas lo adoptó de su bisabuela paterna Margarita Egas  
Venegas.  
Hasta que indaguemos documentadamente si es Herrera González,  
Herrera Cruz o Herrera Egas, debemos aceptar solamente que Pablo  
Herrera tiene vínculos estrechos con Pujilí, pues, a la edad de 15 años,  
luego de recibir educación en el Convictorio de San Fernando de la ciu-  
dad de Quito, vino a Pujilí a ejercer la docencia durante cinco años, en  
la misma escuela de varones de la que hoy es su Patrono. Después de  
ese lapso regresó a Quito a seguir estudios de Jurisprudencia en la Uni-  
17  
versidad Central, en donde obtuvo el título de Abogado.  
En la página web de Rodolfo Pérez Pimentel, en la sección  
destinada a un Diccionario Biográfico, señala que el doctor Herrera:  
Adoptó como segundo apellido el de Egas, que le venía por su padre,  
que era nieto de Margarita Egas–Venegas de Córdova. Realmente en  
el Quito de mitad del siglo XIX los Egas tenían cierta posición y so-  
naban bien, no así los González que eran prácticamente desconoci-  
dos.  
Se casó el 13 de septiembre con Ana Donoso Quevedo y tuvieron  
once hijos, de los cuales cinco fueron mujeres y tres hombres y tres  
fallecieron en la infancia. De las mujeres dos entraron en convento y  
terminaron de monjas, los tres varones se hicieron sacerdotes pero  
ninguno sobresalió.18  
De profesión abogado, perteneció al Partido Conservador.  
Entre los cargos políticos que ejerció podemos destacar que fue:  
Presidente del Pentavirato que estuvo integrado además por  
Luis Cordero, Pedro Lizarzaburu, Rafael Pérez Pareja y Agustín Gue-  
1
1
7 César Jácome, Monografía del cantón Pujilí, Abya-Yala, Quito, 2009, p. 129.  
8 Rodolfo Pérez Pimentel, Herrera Egas Pablo. Ver en: https://rodolfoperezpimentel.com/he-  
rrera-egas-pablo-2/ (24-11-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
177  
Francisco Ulloa Enríquez  
rrero. Llamado también de la “Restauración”, fue el gobierno que se  
formó en Quito luego que el 10 de enero de 1883 las fuerzas restau-  
radoras vencieran en dicha ciudad a las del Gral. Ignacio de Veinte-  
milla.  
Vicepresidente de la República del 1 de julio de 1890 al 30 de  
junio de 1894, en las presidencias de Antonio Flores Jijón (1888–1892)  
y Luis Cordero Crespo (1892–1895).  
Además, fue diputado, senador, ministro y concejal de  
Quito.  
El doctor Franklin Barriga, en su libro Historia de la Academia  
Ecuatoriana de la Lengua, dice de Herrera:  
Abogado, legislador, director de la biblioteca y del Museo de Quito,  
ministro de Estado, miembro del Pentavirato (1883), diplomático, in-  
ternacionalista.  
Ha quedado la fama de su consagración al estudio y a la investigación  
en archivos. Secretario particular de García Moreno, fue llamado “bi-  
blioteca ambulante”, por el referido mandatario.  
Incursionó en la biografía, con trabajos sobre García Moreno, Obispo  
Villarroel, Olmedo y Miguel de Santiago.  
Asimismo, en las áreas históricas dejó producciones como: Apuntes  
para la Historia de Quito, Apunte cronológico sobre las obras y trabajos  
del Cabildo y Municipalidad de Quito desde 1534 hasta 1714, Reseña  
histórica de la Universidad de Quito, Elenco de los rectores de la Uni-  
versidad de Quito, Apuntamientos de algunos sucesos que pueden ser-  
vir para la Historia de Quito sacados de las actas del Concejo Municipal  
y del Cedulario de la Corte Suprema.  
En su calidad de académico de la lengua, son de singular importancia  
sus libros que siguen siendo fuentes de consulta: Ensayo sobre la historia  
19  
de la Literatura Ecuatoriana y Antología de Prosistas Ecuatorianos.  
Por su parte el académico Cesar Alarcón Costta, en su Diccio-  
nario Biográfico Ecuatoriano, escribe:  
Como Plenipotenciario, el 2 de mayo de 1890 firmó el tratado Herrera  
–García en virtud del cual, por primera vez en la historia, Perú aparece  
en la margen izquierda del Amazonas. Conforme lo recoge Rodolfo  
19 Franklin Barriga, Historia de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, Quito, 2012, pp. 309-310.  
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178  
Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
Pérez Pimentel: A los pocos meses Herrera se convenció de su error y  
dijo a los congresistas “No firmen, por favor, digan que soy un traidor  
20  
pero no firmen”.  
Entre sus numerosas obras se cuentan: Ensayo sobre la historia de la lite-  
ratura ecuatoriana (1860); Apuntes para la Historia de Quito (1870-1874);  
Apuntes cronológicos de las obras y trabajos del Cabildo de Quito desde 1534  
a 1714 (1880-82); Reseña Histórica de la Universidad de Quito (1883); Espejo  
y sus escritos (1885); Apuntes biográficos del gran magistrado Dr. Gabriel  
García Moreno (1892); El Ilmo. Fray Gaspar de Villarroel (1893); Antología  
de prosistas ecuatorianos (2 tomos, 1884); Apuntamientos de algunos sucesos  
21  
que pueden servir para la historia de Quito (1942).  
Reinaldo Varea Donoso  
Teniente coronel Reinaldo Varea Donoso nació en la ciudad de  
Latacunga el 22 de julio de 1916, sus padres fueron el doctor Marco  
Tulio Varea Quevedo y la señora Josefa Donoso Toledo. Contrajo ma-  
trimonio con Fanny Suárez Arcos, con quien procreó cuatro hijos.  
murió en la ciudad de Clearwater, Florida, el 26 de abril de 2008. Sus  
restos reposan en la Catedral de Latacunga.  
Cargos políticos de trascendencia fueron: ministro de Defensa  
en 1953, consejero de Pichincha en 1957, senador por Cotopaxi en  
1
960, alcanzando a presidir la Cámara del Senado y vicepresidente  
de la República.  
El académico Cesar Alarcón Costta, en su Diccionario Biográfico  
Ecuatoriano, escribe:  
En su calidad de presidente de la Cámara del Senado, asumió la Vice-  
presidencia de la República, junto al Dr. Carlos Julio Arosemena Mon-  
roy que ascendió a la Presidencia al terminar la crisis política del 7 de  
noviembre de 1961, con la destitución del presidente Velasco Ibarra.  
Ejerció el cargo hasta julio de 1963. Durante su gestión se produjo el  
escándalo de la “Chatarra” relacionado con la adquisición de equipos  
militares obsoletos.22  
2
2
2
0 Cesar Alarcón Costta, op. cit., p. 552.  
1 Ibídem.  
2 Ibíd., p. 130.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
179  
Francisco Ulloa Enríquez  
Fue un político de carácter populista ya que no tuvo proble-  
mas en apoyar al Velasquismo, posteriormente cambiar de bando para  
unirse a las ideas que lideraba Carlos Julio Arosemena Monroy; cono-  
ciéndose con el tiempo que era agente asalariado de la CIAnorteame-  
ricana, asi lo señala Jaime Galarza, en el libro A 40 años del Cóndor:  
Philip Agee. En su Diario registra una larga lista de agentes y colabo-  
radores de la CIA pertenecientes a las filas militares y policiales; lista  
referida a la época. Uno de los casos más sobresalientes se refiere al co-  
ronel (entonces en servicio pasivo) Reinaldo Varea Donoso quien, con  
la iniciativa y el apoyo de la Agencia, llegó a ocupar la presidencia del  
Congreso Nacional y, automáticamente, la vicepresidencia de la Repú-  
blica, tres años antes de la Junta Militar. Un agente de lujo, con sueldo  
mensual de 700 dólares, cuando un coronel del ejército no ganaba si-  
23  
quiera 100.  
La Junta Militar viene a integrarse con el contralmirante Ramón Castro  
Jijón, representante de la Marina, que la preside; el general Marcos  
Gándara Enríquez, del Ejército; Luis Cabrera Sevilla, también de esta  
arma, y Guillermo Freile Poso, de la Aviación. Gándara, el más influ-  
yente y reaccionario de los dictadores, declararía después:  
Si bien antes de llegar al poder no conocía la existencia de ese organismo (la  
CIA), en cambio no me asusta, ni me acusa, ni tengo inconveniente en reco-  
nocer que cuando fui miembro de la Junta Militar de Gobierno, recibí en varias  
ocasiones, en mi calidad de jefe del Estado, las visitas del director de la Agencia  
de la CIA, en Quito, a fin de escuchar de él muy útiles y bien documentados  
informes sobre las actividades del comunismo internacional en el continente  
24  
americano” (El Telégrafo, 25 de abril de 1975).  
Recovecos de la historia  
Esta investigación histórica sobre el ejercicio del poder y li-  
derazgo político estaría incompleta si no incluimos alguna anécdota  
de los mandatarios estudiados. Debemos recordar que el pueblo  
ecuatoriano tiene entre sus referentes identitarios la fabulosa capa-  
cidad creativa de contar historias jocosas y los políticos suelen ser  
23 Jaime Galarza, op. cit., p. 123.  
24 Jaime Galarza, op. cit., pp. 123-124.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
180  
Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
un referente permanente para el desahogo popular, es así que año  
tras año, los temas preferidos para nuestra curiosa forma de celebrar  
la finalización de los mismos, son recreaciones de acontecimientos  
con monigotes de políticos; en periódicos la sección de caricaturas  
ocupa lugar importante en la página de análisis y son apreciadas por  
los lectores las revistas especializadas en humor político; incluso li-  
bros como el de Javier Gomezjurado Zevallos, Historias y Anécdotas  
25  
Presidenciales; o el de Francisco “el Pájaro” Febres Cordero, Los hijos  
27  
del suelo; o el del expresidente Rodrigo Borja, Recovecos de la historia  
26  
ofrecen esas miradas humanas, carismáticas o críticas de los perso-  
najes y sus acciones. Del general Enríquez Gallo, Javier Gomezjurado  
Zevallos en su libro “Historias y Anécdotas Presidenciales”, narra lo  
que él titula “Traicionado por su ahijado”:  
Federico Páez había sido padrino de bautizo del guagua Alberto Enrí-  
quez Gallo, quien con el tiempo entró al Ejército y llegó a general de  
Brigada.  
Cuando en 1935 el Ejército Nacional le entregó el poder a Páez, para  
evitar el triunfo de los conservadores en las elecciones que había con-  
vocado Antonio Pons. Páez llamó a su ahijado de bautizo, el General  
Enríquez, para que ocupara el Ministerio de Guerra y Marina, donde  
lo mantuvo por varios meses, con beneplácito del país, pues Enríquez  
Gallo era un individuo popular y de izquierda.  
Un buen día, Páez comenzó a perseguir a los izquierdistas, motivado  
por los reaccionarios de su gabinete; entonces Enríquez Gallo compren-  
dió que había llegado la hora de poner punto final a la Dictadura Civil,  
que no se apoyaba en nadie, y dio un Golpe de Estado que derrocó a  
su padrino Páez.  
En efecto el 23 de octubre de 1937 a las 2 y 35 de la madrugada, llegaron  
a la Casa Presidencial, que estaba ubicada en la Mejía y Guayaquil,  
atrás de San Agustín, los Comandantes de la I y II Zona.  
¿
A qué se debe el honor de esta visita?, –les preguntó Páez–.  
Los militares fueron los que le confiaron el cargo que usted tiene, señor  
Presidente, ahora le piden que renuncie, –exclamó uno de ellos–.  
Y con toda tranquilidad Páez concluyó:  
25 Javier Gomezjurado, Historias y Anécdotas Presidenciales, editorial UTPL, Loja, 2009.  
26 Francisco Febres Cordero, Los hijos del suelo, Editorial Planeta del Ecuador, 2005.  
27 Rodrigo Borja, Recovecos de la historia, Editorial Planeta del Ecuador, 2003.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
181  
Francisco Ulloa Enríquez  
Me extraña que mi ahijado Alberto Enríquez me haya traicionado. En  
fin, qué vamos a hacer:  
Dictó enseguida la renuncia a la secretaria y la entregó sin decir una  
palabra más.  
Al día siguiente, Páez a sus amigos íntimos les djo:  
En realidad no me extraña la cosa, pues ¡Alberto de chico me orinó y  
de grande me cagó!28  
Aotra anécdota histórica Gomezjurado la denomina: “La iro-  
nía del mashca”:  
En cierta ocasión, un grupo de militares había celebrado una fiesta de  
gran pompa, que terminada la parte oficial, un buen número de ellos  
continuaron en un centro de diversión.  
Trago va y trago viene, se rompe la armonía y se forma la de Dios es  
cristo entre oficiales del Escuadrón Yaguachi, el mimado del dictador;  
y los del regimiento de Artillería Sucre, que parece ya tenía distancia-  
miento; y se pegan de lo lindo, sin que se hayan hecho presentes las  
armas de fuego.  
Al día siguiente un jefe le dice al Dictador:  
¿
Qué le parece, mi general, el escándalo de anoche?. Usted que goza  
de ascendiente en ambos regimientos debe intervenir para que se res-  
tablezca la armonía.  
Y el Mashca –que así lo apodaban al general–, con todo desparpajo y  
riéndose contesta:  
Déjeles, Coronel, que se peguen; lo grave sería que se pongan de  
29  
acuerdo.  
En una que hace alusión al sobrenombre de Enríquez, Go-  
mezjurado, la titula “El Sordo Piedra y el Mashca”, el relato es el si-  
guiente:  
Designado por el Ejército, jefe supremo, en 1937, recibió en su despacho  
a su cordial amigo, el simpático Benjamín “Sordo” Piedra, célebre por  
su agudeza e ingenio.  
Vengo, –le dice Piedra a Enríquez–, a congratularme por tu promoción.  
No la aspiraba, mi querido Benjamín, pero tuve que aceptar la desig-  
nación del Ejército –le respondió Enríquez–.  
2
2
8 Javier Gomezjurado, Historias y Anécdotas Presidenciales, Editorial UTPL, 2009, pp. 255-256.  
9 Javier Gomezjurado, op. cit., p. 259.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
182  
Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
Es que mi parabién es, apreciado Alberto, por habérsete ascendido de  
Mashca a Pinol.30  
Probablemente del que más anécdotas se pueden contar es  
de Guillermo Rodríguez Lara, las mismas que según “el Pájaro” Fe-  
bres Cordero, dice que le gustaban mucho al general, tanto que las  
coleccionaba, y por ello decían que en su despacho tenía El libro gordo  
de Petete; debe ser cierta dicha afirmación ya que un sobrino del ge-  
neral Bombita, el periodista Byron Rodríguez escribió un anecdotario  
de la familia Rodríguez.  
En amena tertulia entre colegas del Centro de Estudios His-  
tóricos, Edmundo Rivera Robayo “doctor Suquito”, porque “Suco”  
era su padre; compartió una anécdota personal con el general “Bom-  
bita”, él había escrito en agosto de 1978, en el diario La Gaceta, un ar-  
tículo en el que comentó el fin de la dictadura militar y el retorno a  
la democracia, haciendo referencia no únicamente al Triunvirato sino  
también a los años del mando supremo por parte de Rodríguez Lara.  
A los pocos días de aquello, contó que, haciendo columna en un  
banco, se percató que dos puestos atrás de él estaba el general “Bom-  
bita”, entonces por consideración se acercó a ofrecerle el puesto, el  
mismo que cordialmente rechazó sin dejar de aprovechar aquello  
para preguntarle si era él quien había escrito el antes mencionado  
artículo en La Gaceta, cuando confirmó que sí, poniéndose muy serio,  
le increpó que en el mismo existía un grave error histórico y estaba  
en la obligación de corregirlo. Edmundo preguntó, entre preocupado  
y asustado, cuál era ese error que motivaba el reclamo; y el “expre-  
sidente”, como le gusta le llamen, le dijo que había escrito que al  
abandonar Carondelet se dirigió a Pujilí, su tierra, donde con su  
gente bailó un saltashpa, señalando que es imperdonable que no  
sepa que lo que bailó era un cachullapi.  
La costumbre ecuatoriana de poner sobrenombres, “apodos”  
les decimos, está muy arraigada; en torno a ellos se cuentan historias,  
cachos” les denominamos. Es así que, del “Ratón” Herrera como le  
decían sus amigos de adolescencia o “Biblioteca Anbulante”, identi-  
30 Ibíd., p. 260.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
183  
Francisco Ulloa Enríquez  
ficativo que usaba García Moreno para su asesor favorito; se narran  
muchas historias, al igual que del “Tanquista” Varea, del “Mashca”  
Enríquez o del “Bombita”. En algún momento puede resultar inte-  
resante realizar un estudio referencial de carácter histórico y socio–  
cultural de apodos o sobrenombres, apelativos, seudónimos o alias;  
con los que el pueblo recuerda a los políticos ecuatorianos.  
Al concluir esta breve revisión histórica de estos gobiernos  
liderados o coliderados por cotopaxenses, podemos contar con ele-  
mentos centrales de su gestión y uno que otro recoveco tragicómico  
de la vida política de la República, los mismos que por su trascen-  
dencia permanecen vigentes en el debate político nacional. Este con-  
texto posibilita ensayar algunas respuestas generales ante la gran  
interrogante de la incidencia histórica que tuvieron los gobiernos  
presididos por cotopaxenses sobre las líneas de discusión y de trans-  
formación del sistema político ecuatoriano. Es así que conseguimos  
afirmar que:  
Es necesario tener presente que los estudios sobre el lide-  
razgo y su incidencia histórica en las estructuras institucio-  
nales son fundamentales para comprender los potenciales  
derroteros en el funcionamiento del país.  
Es imprescindible profundizar en el análisis del impacto de  
los líderes políticos sobre la estructura orgánica del Ecuador,  
ello posibilita construir una memoria colectiva que se sus-  
tenta en la recuperación de la trascendencia histórica de las  
acciones u omisiones de los gobiernos de turno.  
Es relevante incorporar en la narración histórica, aquellos  
pasajes vivenciales que humanizan y acercan a los personajes  
y los hechos del pasado al ecuatoriano de a pie, aquel que no  
se identifica con “líderes” que no parecerían ser de carne y  
hueso, porque en más de una ocasión se ha cometido el error  
de magnificar las virtudes y disimular o callar los errores.  
Los liderazgos de los militares cotopaxenses que asumieron  
el poder político del país, se sustentaron en golpes de Estado  
caracterizados por asignar el mando a un actor que encarna  
los ideales institucionales, a los que se suman el carisma y  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
184  
Incidencia histórica de actores políticos de Cotopaxi  
en el ejercicio del poder en el Ecuador  
los méritos personales. Esta conjugación de factores, evitó  
caudillismos sangrientos y favoreció el impulso de políticas  
públicas de fuerte contenido social.  
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BOLETÍN ANH Nº 208-B • 165–187  
187  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A RINA ARTIEDA VELÁSTEGUI  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Ingresar a la Academia Nacional de Historia, en calidad de  
Miembros, no es nada fácil, en razón de los requerimientos existentes  
y que son analizados, en primer término, por la rigurosa Comisión  
de Ingresos y Ascensos y, luego, por la Junta General, integrada por  
los Miembros de Número, que son quienes dan el veredicto final, en  
cuanto a la aprobación o no de los aspirantes.  
Los principales requerimientos son formación universitaria,  
mínimo licenciatura, haber publicado obras de calidad en materia  
histórica o disciplinas afines y tener una vida pública y privada  
acorde a la dignidad en mención, sobre todo en los aspectos éticos y  
morales, en vista de que este es un recinto de damas y caballeros  
cuyo objetivo principal es el afianzamiento de la Historia en función  
pedagógica, para profundizar el sentido de pertenencia, identidad  
y orgullo nacionales y desarrollo colectivo.  
Nuestra entidad, que el 24 de julio próximo pasado cumplió  
13 años de fructífera existencia, luego de haber sido fundada por el  
1
eminente Federico González Suárez, tiene una trayectoria de presti-  
gio reconocida internacionalmente. Al momento, preside el Con-  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 188–195  
188  
Bienvenida a Rina ArtiedaVelástegui  
greso Americano de la Libertad, al que integran las Academias Na-  
cionales del continente.  
Quienes formamos parte de esta emblemática institución nos  
guiamos por las enseñanzas que dejó el pionero, en el mensaje diri-  
gido en 1911, a sus pupilos, a los en ese entonces jóvenes que llegaron  
a ser personalidades destacadas y que dos años antes dieron vida  
jurídica, en Quito, a la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Ame-  
ricanos, nombre con el que comenzó su existencia esta corporación  
científica que, en 1920, alcanzó la alta categoría de Academia, en vir-  
tud del Decreto Legislativo que mereció el ejecútese del presidente  
de la República, José Luis Tamayo y que se publicó en el Registro  
Oficial N. 23, de 28 de septiembre del año mencionado.  
En el referido mensaje de González Suárez que –insisto-  
jamás olvidamos, constan estas exhortaciones de eterna validez y  
permanencia:  
Trabajad con tesón, con empeño, con constancia; no os desalentéis por  
las dificultades, no os acobardéis ante los obstáculos. Venced las difi-  
cultades, arrollad los obstáculos. Como la verdad es el alma de la his-  
toria, buscad la verdad, investigad la verdad y, cuando la encontrareis,  
narradla con valor.2  
Con esta dinámica proseguimos el camino institucional, im-  
buidos de los más nobles anhelos, todos remando en la misma di-  
rección, como acontecía en las naves que, venciendo las tormentas,  
se dirigían a puerto seguro.  
Esta tarde nos hemos congregado, en la patrimonial Casa  
Alambra, sede de nuestra Academia, para estar presentes en el acto  
de incorporación a nuestra Academia de Rina Elizabeth Artieda Ve-  
lástegui, en calidad de Miembro Correspondiente, debido, única y  
exclusivamente a los méritos suyos, que seguidamente daré a cono-  
cer en forma resumida:  
Magíster en Comunicación (aplicada a la historia y la cul-  
tura), por la Universidad Andina Simón Bolívar, 2015; Licenciada en  
2
Franklin Barriga López, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-2009), Academia Na-  
cional de Historia, Editorial El Conejo, Quito, 1909, p.53.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 188–195  
189  
Franklin Barriga López  
Comunicación General e Institucional, por la Universidad Central  
del Ecuador, 2001; Gerente de Operadora Turística, por el Instituto  
Tecnológico Superior de Turismo y Patrimonio Yavirac, 2017; Diplo-  
mada en Edición Editorial, por el Instituto Internacional de Perio-  
dismo José Martí, Cuba, 2009; Curso Superior de Comunicación y  
Relaciones Internacionales, FLACSO-CIESPAL, Quito, 2004-2005.  
Ha participado en diversos y múltiples cursos formativos,  
entre otros: Conservación preventiva y manejo de colecciones de bie-  
nes culturales patrimoniales, en el Instituto Nacional de Patrimonio  
Cultural, 2016; Formación disciplinar en fotografía de ciudades pa-  
trimoniales, 2016; Responsabilidad social corporativa, en la Univer-  
sidad San Francisco de Quito, 2013; Comunicación organizacional y  
protocolo, en la Unión Nacional de Periodistas, 2006; Periodismo de  
investigación y TICS, 2010; Periodismo y patrimonio, mismo año;  
Comunicación estratégica y política y comunicación y responsabili-  
dad social corporativa, 2008; Diagnóstico y diseño de planes de co-  
municación, 2006; Pedagogía universitaria en la enseñanza de la  
comunicación, 2005; Internet estratégico para periodistas, 2003; Pe-  
riodismo científico, 1999; Comunicación para el desarrollo, 2001; La  
comunicación en los umbrales del tercer milenio, 2000.  
Indagadora de la historia y tradiciones sobre todo de Quito,  
es la facilitadora o guía para quienes requieren datos precisos del  
acontecer pretérito de esta hermosa urbe, de raíces milenarias, que  
guarda veneros inacabables en este ámbito, por ello fue más allá de  
lo publicado en libros, periódicos y revistas, para incursionar en  
áreas de contacto directo e interacción coloquial con quienes espe-  
cialmente visitan el inigualable Centro Histórico, por el que la  
Unesco, en 1978, decla a nuestra capital el primer Patrimonio Cul-  
tural de la Humanidad.  
En lo relativo a esta importante gestión cultural de carácter  
local con proyecciones universales, Rina declaró:  
La aventura de descubrir a Quito como una ciudad oculta entre libros,  
testimonios y archivos me planteó la necesidad de compartir a viva  
voz aquella otra historia, la que se teje en la memoria y el imaginario  
de la gente, la marginada del libreto del discurso histórico oficial. Así,  
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Bienvenida a Rina ArtiedaVelástegui  
en 2016, fundé la Cofradía de los Duendes, emprendimiento cultural  
de recuperación de la memoria histórica como parte nodal del patri-  
monio cultural intangible del Ecuador. Como parte de esta gestión  
constan la recuperación permanente de memoria y el levantamiento  
continuo de relatorías sustentadas en la investigación histórica y en la  
memoria social.3  
Los templos, conventos y claustros conservan testimonios en  
donde se funden hechos de fe religiosa y perdurable arte popular,  
del subsuelo al cielo, de las criptas donde reposan los restos de per-  
sonajes hasta los altares de pan de oro, pinturas y esculturas de pre-  
ciosismo manifiesto, que invitan a la oración o a la alabanza, en  
atmósfera donde no falta el de profundis que se eleva como el in-  
cienso para las almas que esperan salvación luego de confesar sus  
pecados. Los relatos históricos, las hazañas que incentivan civismo,  
el calendario rebosante de festejos dentro de un intenso costum-  
brismo, procesiones multitudinarias, la presencia del chulla quiteño  
tan pintoresca con sus inofensivas plantilladas y vocación farrera,  
con esa sal que condimenta la existencia, en fin, tantos y tantos mo-  
tivos que estructuran el tejido cultural capitalino y le proporcionan  
personalidad única son rescatados y exaltados en debida forma,  
tanto en al jovialidad de los habitantes, su vena tradicional o los  
aportes formidables de la cultura popular.  
Cuánto atesora Quito en estos temas entrañables y cautivan-  
tes, que laten en objetividad cotidiana desde lejano ayer y que desa-  
fía a los siglos, para admirar a quienes conocen o visitan las  
invalorables obras maestras en arquitectura, pintura, escultura, ar-  
tesanía, leyendas, tradiciones que son albergadas con prodigalidad  
en ambiente de topografía única, al pie de la montaña tutelar de  
grandes dimensiones no solamente físicas sino históricas, míticas,  
ancestrales y patrióticas.  
Rina nuevamente expresa la savia de su emprendimiento  
orientado a un sector muy frágil de nuestra sociedad, el de la niñez,  
que especialmente en el tiempo contemporáneo debe merecer aten-  
ción prioritaria, para que no le contamine las corruptelas y más lacras  
que han proliferado de manera agobiante:  
3
Rina Artieda, Hoja de vida presentada a la Academia Nacional de Historia.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 188–195  
191  
Franklin Barriga López  
En medio de este trajín determiné la necesidad de hacer propicia mi  
profesión para ejercer una comunicación orientada a los niños y niñas  
del país; si existe periodismo especializado: deportes, economía, polí-  
tica, sociedad… por qué no comunicación infantil; entonces incursioné  
en un terreno hasta antes muy delicado para mí: escribir para niños.  
La publicación El duende del aguacate, ganadora del primer lugar en  
el concurso de literatura infantil Alicia Yánez Cossío me dio el empujón  
inicial y definitivo para escribir en letra “menuda” para mis lectores  
ecuatorianos.  
Es así que en esta recomendable ruta, consolidada en la re-  
cuperación de la memoria oral, ha entregado producciones exitosas,  
entre otras: Relatos de Kikirikito, Mitos, Leyendas y Tradiciones para nues-  
tros niños, Instituto Metropolitano de Patrimonio, 2018; El Duende y  
la Lechuza, segunda edición, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana,  
2017; Antología de cuentos de Navidad (El relato de Asino), Grupo Edi-  
torial Norma, 2012; Los relatos del Duende, Campaña de Lectura Eu-  
genio Espejo, 2011; Jacchigua, la fiesta del maíz, recuperación de memoria  
oral, 2011; El Duende del aguacate, Libresa, 2007; Empresa de Ferrocarri-  
les Ecuatorianos: Investigación y contenidos de las revistas infantiles del  
ferrocarril, 2009; Cantuña como discurso hegemónico, Universidad An-  
dina Simón Bolívar, Serie Magíster (en proceso editorial).  
En calidad de gestora editorial de cultura, no han faltado  
contenidos históricos en sus trabajos como investigadora, redactora,  
editora, productora o correctora, entre otras realizaciones: Sidartha  
Films, investigación histórica para la serie televisiva Marcas de la  
Historia, 2018; libretos históricos y juveniles de la Radionovela De-  
mocracia por Siempre, Instituto de la Democracia, 2014; Ecuador in-  
mediato radio: productora y conductora de las series Ecuador,  
pasado y presente,2014; Ecuador, maravilloso y mágico, 2010; Ecua-  
dor, rumbo al Bicentenario, 2008-2009; Ecuador en su historia viva,  
2007-2008; Diario Hoy, suplementos especiales y revista infantil Co-  
meta, 2005-2012; Radio Tarqui: productora y conductora; Organiza-  
ción Editorial Mexicana: Serie Maravilloso Ecuador, co-producción  
con la Embajada del Ecuador en México publicada en las 52 edicio-  
nes locales del medio,2003-2004; Pacífico, editora, revista de la aero-  
línea Saeta, coordinadora de edición y redactora, 1996-1997;  
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Bienvenida a Rina ArtiedaVelástegui  
articulista de la Revista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, también  
de la revista Domingo de Diario Hoy, de las publicaciones similares  
Ecuador y Destino Turístico.  
Es convencida de sus ideales y trabajadora constante para  
cumplir la misión que se trazó, definida por ella misma en estas fra-  
ses:  
A partir del pensamiento, la letra y la palabra como sustentos de me-  
moria, busco aportar a la construcción de los espacios necesarios para  
re-ver, re-valorar, re-pensar y poner en valor aquel bagaje histórico, so-  
cial y cultural que nos sustenta como Nación. En este cometido aporta  
la búsqueda permanente de información en los ámbitos de la Cultura  
y la Comunicación como ejes vertebradores, principio y fin, de toda ac-  
tividad humana.4  
Loables objetivos que guardan sinergia con la razón de ser  
de nuestra Academia y, a lo que hice relación hace pocos instantes,  
demuestran que Rina va a encontrar en nuestro medio el ambiente  
propicio y motivador para proseguir, con mayor ahínco, en sus re-  
alizaciones intelectuales con mirada patriótica, constructiva, de va-  
loración y realce a lo propio del país, ya que Quito es el eje de la  
nacionalidad ecuatoriana. Previamente, justipreciando sus capaci-  
dades y conocimientos, invitamos a Rina para que participe, con el  
tema Arte, artesanías y museos de Quito, en el Diccionario de la His-  
toria Nacional, que nuestra Academia puso en circulación con motivo  
del Bicentenario de la Batalla de Pichincha, y lo hizo muy bien, junto  
a 45 Miembros de nuestra entidad, lo que permitió apreciarle aún  
más a esta persistente estudiosa de la quiteñidad, que viene a su-  
marse al selecto grupo de historiadoras, damas consagradas a la in-  
vestigación, que forman parte de nuestra entidad. Honor y  
responsabilidad que Rina, estamos seguros, sabrá cumplir, con ta-  
lento, colaboración y cualidades éticas y morales, sin ningún sesgo  
político o ideológico, que hacen la atmósfera en que se desenvuelve  
nuestra Academia.  
4
Ibíd.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 188–195  
193  
Franklin Barriga López  
Su discurso de incorporación, titulado “Las procesiones qui-  
teñas y sus códigos ocultos”, es una muestra más de preocupaciones  
y desvelos en torno a nuestra capital y su idiosincrasia, ya que este  
tema está vinculado estrechamente con el sentir, latido y costum-  
brismo que prevalece en su centro histórico, desde los primeros años  
de la conquista hispánica que sembró en nuestras latitudes la cultura  
y religión de Iberia. Los cronistas, desde el siglo XVI, refieren entre  
las principales realizaciones masivas de los quiteños, a las corridas  
de toros, carreras de caballos, desfiles de enmascarados y, principal-  
mente, a las procesiones que entrañaban rogativas. Las corridas de  
toros, que se efectuaban últimamente en la Plaza de Iñaquito y que  
era el principal atractivo internacional de las fiestas del 6 de diciem-  
bre, ya no hay, como tampoco las carreras de caballos, desde que de-  
sapareció el hipódromo de la Carolina, a la altura de la séptima  
década del siglo anterior; la presencia de disfrazados ha disminuido  
considerablemente (he oído a varios amigos entrados en años evocar,  
a más de los lances de tauromaquia, los renombrados bailes de dis-  
frazados que tenían lugar en la Plaza Belmonte, especialmente en las  
temporadas de Inocentes). Las procesiones siguen con su caudal de  
fe y participantes, siendo la de Jesús del Gran Poder, en Semana  
Santa, la más representativa, a la usanza sevillana, aunque aquí hay  
rezagos todavía de prácticas no recomendables –mínimas por cierto-  
entre devotos, que arrastran cadenas y caminan descalzos por las ca-  
lles quemantes, se flagelan, llevan pesadas cruces y coronas de  
espinas (recuerdan las época del coloniaje, en donde desfilaban los  
llamados chacatashcas, personajes indios semidesnudos que, cum-  
pliendo la penitencia impuesta por sus confesores, se hacían atar con  
cuerdas, en los brazos extendidos, una gruesa viga, además hojas de  
sigse –cortantes como hojas de afeitar, sujetas a modo de delantal, que  
herían varias partes del cuerpo, produciendo emanaciones de mucha  
sangre. El viajero italiano Cayetano Osculati, refiriéndose a las ma-  
nifestaciones sociales, a los “tipos populares, aspectos religiosos y  
fiestas tradicionales de Quito en el siglo XVI”, relató:  
Los viernes por la noche, uno se acerca a las puertas cerradas de la Igle-  
sia de la Compañía de Jesús y de otros templos, se escucha un rumor  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 188–195  
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Bienvenida a Rina ArtiedaVelástegui  
sordo de gemidos prolongados, de oraciones y de golpes, son herman-  
dades de hombres o de mujeres que se flagelan en grupo con cadenillas  
de hierro o disciplinas (…) Si se va a esas iglesias a la mañana siguiente,  
se observan en el pavimento las manchas de la sangre de esos infelices  
5
que voluntariamente se martirizan con tanta crueldad.  
La recipiendaria nos hablará de los códigos ocultos de estas  
prácticas procesionales. Ya es el momento de cederle la palabra para  
ello, pero antes me es sumamente satisfactorio brindar a la magíster  
Rina Elizabeth Artieda Velástegui, comunicadora social, escritora,  
gestora cultural e investigadora histórica la más cordial de las bien-  
venidas, en calidad de Miembro Correspondiente de la Academia  
Nacional de Historia del Ecuador, convencidos que se permanencia  
entre nosotros será positiva y, por lo tanto, grata y constructiva.  
Casa Alhambra, Quito,  
13 de octubre de 2022  
Bibliografía  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-  
009), Academia Nacional de Historia, Editorial El Conejo, Quito, 1909.  
2
––––––, Franklin, Pluma de Libertad, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 2006.  
5
Consta esta referencia de Osculati en Barriga López, Franklin, Pluma de Libertad, Casa de la  
Cultura Ecuatoriana, Quito, 2006, p. 98. Este mismo autor, desarrolla el tema de las procesiones  
también en su libro Episodios folklóricos y otras crónicas, como bien cita Rina Artieda en su bi-  
bliografía.  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LAS PROCESIONES QUITEÑAS Y SUS CÓDIGOS OCULTOS  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Rina Artieda Velastegui1  
“El cuerpo aparece en el espejo de lo social  
como objeto concreto de investidura colectiva,  
como soporte de las escenificaciones y de las semiotizaciones,  
como motivo de distanciamiento o de distinción  
2
a través de las prácticas y los discursos que provoca.  
Contexto  
Discusión que lleva muchos años y que ha generado corrientes  
divergentes de pensamiento histórico, para el caso que nos ocupa:  
el análisis de las procesiones quiteñas como un evento de la norma-  
lidad citadina, se toma postura por la escuela de Heródoto y su im-  
periosa necesidad de permear ante la palabra de la gente, sus  
testimonios, memorias, vivencias, imaginarios y apropiaciones. Y lo  
hacemos porque la postulación contraria, aquella defendida por el  
aprendiz que superó al maestro, hay que reconocerlo, pero no en  
conciencia social, no - se recicla en la impronta de las estrategias que  
afianzan el poder; aquel fue Tusídides, para beneplácito de la hege-  
monía.  
Ante esta realidad y de cara al objeto de estudio, le apostamos  
al análisis de la historia desde la base del conocimiento social que la  
1
Magíster en Comunicación (aplicada a la historia y la cultura), por la Universidad Andina  
Simón Bolívar, 2015; Licenciada en Comunicación General e Institucional, por la Universidad  
Central del Ecuador, 2001; Gerente de Operadora Turística, por el Instituto Tecnológico Supe-  
rior de Turismo y Patrimonio Yavirac, 2017; Diplomada en Edición Editorial, por el Instituto  
Internacional de Periodismo José Martí, Cuba, 2009; Curso Superior de Comunicación y Rela-  
ciones Internacionales, FLACSO-CIESPAL, Quito, 2004-2005.  
2
David Le Breton, La sociología del cuerpo, ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 2002, p. 81.  
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196  
Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
condiciona. Pero… cómo podría determinar a esa historia local un  
evento que, hoy por hoy, para muchos ha llegado a ser visto incluso  
como un atractivo turístico, soslayando de él toda la fuerza de la  
carga social y simbólica que le reviste.  
Nos enfrentamos a las tradiciones que ofrecen una mirada  
epidérmica sobre las procesiones religiosas, una institución que ha-  
biendo nacido allá, en la Roma imperial, en el año 300 de nuestra  
era, aún permanece vigente: en otra realidad, en distinta época, con  
disímiles actores y que, no obstante, lo arcaico, transgresor y arbitra-  
rio de sus manifestaciones, como es el caso de la procesión de Jesús  
del Gran Poder, cada año se renueva y fortalece como un mecanismo  
efectivo que afianza al poder.  
Cultura: “Se trata de un término que tiene muchos significados e im-  
plicaciones. En historiología, este concepto se usa para identificar las  
diferentes manifestaciones humanas que han surgido a lo largo del  
tiempo. Dentro de estos parámetros, la cultura le permite a la historio-  
logía conocer las características políticas, religiosas y sociales de las co-  
munidades del pasado”.3  
Fuentes históricas: “Las fuentes históricas son todos aquellos docu-  
mentos que le permiten a las disciplinas históricas establecer sus teo-  
rías. Se tratan de todos los testimonios, textos y objetos que puedan  
analizarse con el objetivo de conocer los procesos históricos. Debido a  
esto, la historiología requiere de las fuentes históricas para desarro-  
llarse como rama del conocimiento.”4  
La Historiología: “La filosofía se refiere al conjunto de reflexiones que  
permiten conocer e interpretar las causas y los efectos de los aconteci-  
mientos. Por ello, la historiología emplea una serie de razonamientos  
5
filosóficos para desempeñarse como disciplina.  
Pasado: Este término se usa en la historiología para referirse a todos  
aquellos sucesos que ocurrieron en un período anterior al tiempo pre-  
3
Gabriela González, ¿Qué es la teoría de la historia o historiología?, Lifeder, 19 de febrero de  
020. Ver en: https://www.lifeder.com/teoria-historia-historiologia/ (09-12-2022).  
2
4
5
Gabriela González, op. cit.  
Ibíd.  
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197  
Rina ArtiedaVelástegui  
sente. Dicho concepto no solo se utiliza en las ciencias históricas; tam-  
bién se emplea por otras disciplinas tales como el psicoanálisis, la geo-  
logía y la cosmología.6  
Método científico: Se trata de una metodología que permite obtener  
nuevos conocimientos mediante la observación sistemática, la experi-  
mentación y la formulación de hipótesis. Esta metodología es empleada  
frecuentemente por la historiología.7  
Tiempo: El tiempo es un concepto de magnitudes físicas que permite  
medir o separar la duración de los acontecimientos. Debido a esto, se  
afirma que el tiempo es una herramienta que ordena los sucesos a par-  
tir de secuencias; para ello, establece un pasado, un presente y un fu-  
turo. Las nociones temporales son imprescindibles cuando se desea  
estudiar la historia humana.8  
Categorías de análisis:  
Historia: Ante la certeza de que no existe una historia defi-  
nitiva y de que “no se puede encontrar toda la verdad en los archivos”,  
9
pensadores como Rudolf von Thadden y Zvi Yvetz sostienen que la  
historia puede configurarse con versiones distintas sobre un mismo  
hecho “sin que por ello esa historia pierda su fondo de veracidad” En esa  
percepción que es capacidad innata del ser humano están particu-  
larmente la tradición y la cultura, así como la memoria individual y  
colectiva. Thadden se refiere a la memoria histórica como:  
algo que no puede ser solo el resultado de una investigación científica,  
sino que es también, por sobre todo, el fruto de un debate continuo al  
interior de una sociedad que busca su lugar en la comunidad universal.  
La memoria histórica es modelada por la experiencia vivida de las dis-  
tintas generaciones, así como por la idea que estas se forman de la mar-  
cha de la historia.10  
6
7
8
9
1
Ibíd.  
Ibíd.  
Ibíd.  
Ponentes del Foro Internacional Memoria e Historia, realizado por la UNESCO en 1998.  
0 Rudolf von Thadden, “Una historia, dos memorias”, ¿Por qué recordar?, Academia Universal  
de las culturas, Foro internacional Memoria e Historia, Ediciones Granica S.A., 2002, p. 38.  
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Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
Memoria: Al referirse a la memoria Paúl Ricoeur establece  
la existencia de una “paradoja primigenia” su referencia al pasado por  
medio de huellas que aunque no materiales, siempre están presentes  
a través del recuerdo que “implica la presencia de algo que está au-  
sente. Esa ausencia, es catalogada por Ricoeur, por un lado, “como la  
ausencia de lo irreal, lo imaginario, lo fantástico, la utopía –aquella vasta  
región de lo irreal- y, por otra, la ausencia algo muy especial, de lo anterior,  
11  
de lo que existió antes”. Al respecto, dice el autor, que la fiabilidad de  
la memoria depende de la “imbricación” de estas dos clases de au-  
sencias: la de lo irreal y la de lo anterior. Vincula a lo anterior con el  
imaginario toda vez que los recuerdos se presentan en forma de imá-  
genes. Rescata la “dimensión verista de la memoria” relacionando a  
12  
lo que ya no es con la verdad.  
Antecedentes  
Se revisarán: Origen de las procesiones, su impacto en los  
entornos, la Conquista en América  
El cómo y el por qué de las procesiones  
Las procesiones, en su calidad de actos litúrgicos han tenido  
importancia capital para los habitantes de una ciudad tradicional-  
mente católica como lo ha sido Quito. Regentada por la institucio-  
nalidad de la iglesia, la procesión se realiza gracias a un considerable  
número de participaciones individuales que llegan a integrar un con-  
glomerado de personas. Cada uno de sus actores cumple con una re-  
presentación, o papel determinado y dispone de una ubicación en el  
escenario, de acuerdo con un orden específico: cofradías, Verónicas,  
centuriones, cucuruchos, bandas, fieles y devotos.  
La organización de la procesión no es un acto improvisado, ni  
mecánico, por el contrario, es la resulta de otorgarle su debida aten-  
ción e importancia a lo que Foucault llama los “detalles”, a las “pe-  
11 Ricoeur Paúl, “Definición de la memoria desde un punto de vista filosófico”, ¿Por qué recor-  
dar?, Op. cit., p. 25.  
2 Ibíd., pp. 24-28.  
1
BOLETÍN ANH Nº 208-B •196–216  
199  
Rina ArtiedaVelástegui  
13  
queñas cosas” que se alimentan con minucias reglamentadas: du-  
rante las liturgias, en el convento, en el confesionario, en la sublimi-  
nal asimilación de la culpa a través de los golpes en el pecho, en el  
horror al pecado, en la ingesta de la hostia, en fin… en cada pieza  
del aquel engranaje que integra al gran sistema de control físico, es-  
piritual y psicológico que la iglesia, día a día y desde su creación, ha  
ejercido sobre los “fieles”. ¿Las recompensas?: desde aquellas nimias  
como el sentimiento de alivio que la confesión provoca en el confeso,  
hasta aquellas magnas e inigualables como la ansiada gloria eterna,  
14  
“cálculo místico de lo ínfimo y de lo infinito.”  
A partir de estos planteamientos teóricos, bien podría deter-  
minarse a la procesión, como un espacio disciplinario signado por  
la aplicación de sutiles “coerciones permanentes”, así como por el  
cumplimiento de normativas que permiten “vigilar, apreciar y san-  
15  
cionar a las conductas individuales.” El objetivo: lograr que se ade-  
cuen a la multitudinaria manifestación social de un conglomerado  
que cimenta el poder de la iglesia a través de la religiosidad enten-  
dida como sinónimo de la fe en la divinidad y el temor al tan pro-  
metido castigo.  
La tradición llega a Quito  
Una de nuestras costumbres con mayor arraigo social y asi-  
dero en el tiempo es la Procesión del Viernes Santo. Heredado de  
tiempos coloniales, este es el acto litúrgico más simbólico e influ-  
yente de la religiosidad católica quiteña. Entre las relaciones escritas  
más remotas sobre este ritual se sabe:  
En las diferentes solemnidades, especialmente en las de Viernes Santo  
y de la Ascensión del Redentor, se observan indios semidesnudos que,  
cumpliendo la penitencia impuesta por sus confesores, se hacen atar  
con cuerdas a una gruesa viga los brazos extendidos, y con ese peso si-  
13 Michel Foucault, Vigilar y castigar (nacimiento de la prisión), Silo XXI editores, México, 1975,  
p.144  
4 Ibíd.  
1
15 Como confesarse para obtener la absolución o, comulgar, para “recibir el cuerpo de Cristo”.  
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200  
Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
guen la procesión; además de estos, hay otros que llevan haces de las  
hojas cortantes de sigse, sujetos a modo de delantal, que al caminar  
16  
hieren varias partes del cuerpo, haciendo correr ríos de sangre.  
En varias ciudades de América, en la época colonial, la pro-  
cesión del Viernes Santo fue, al pie de la letra, como se describe en-  
seguida:  
A la cabeza caminaban mil almas santas, algunas de las cuales tenían  
bonetes tan altos que llegaban hasta las ventanas del primer piso de las  
casas (…) Sobre sus andas, que venían inmediatamente después, estaba  
un ángel a cuyos pies un horroroso esqueleto representaba a la muerte  
derrotada por el Salvador. Una fila de sacerdotes seguía, revestidos por  
sus ornamentos, llevando diversos emblemas de la Pasión. (…) Seguía  
un cortejo de músicos vestidos con traje violeta y enmascarados, con  
sus instrumentos cubiertos por crespones en señal de duelo (…) Des-  
pués, venía nuestro Salvador levando su cruz y acompañado, como  
antes, por don Simón el Cireneo; después, el alcalde de la ciudad (…)  
Una multitud de negros caminaban detrás, vestidos con traje azul rey  
(
…) dos largas filas de frailes, cada uno llevando un crucifijo en la mano,  
aparecían y precedían a los estudiantes de dos colegios (…) Detrás, un  
sarcófago conteniendo el cuerpo de Jesucristo, rodeado de una multitud  
de individuos vestidos con trajes de todos los colores, armados de palos,  
sables, espadas, lanzas y con farol en mano. En representación de los  
judíos que fueron al Huerto de los Olivos para prender a Nuestro Señor.  
(
…) A los judíos les seguían los oficiales de guarnición, cirio en mano;  
después las tropas dispuestas por pelotones (…). Finalmente, la proce-  
sión terminaba con los religiosos de la Merced, los canónigos, el obispo,  
la Santa Virgen, envuelta con un vestido de terciopelo bordado en oro  
y plata, cuya cola portaba un ángel; una multitud de mujeres provistas  
de cirios, y un pelotón de gendarmería.17  
Si bien muchos de los personajes de antaño desaparecieron:  
almas santas, farricocos, ángeles vengadores y más, en el caso de la  
procesión de Viernes Santo de Quito existen determinados partici-  
pantes cuya impresionante presencia no solo se mantiene a través  
16 Paulo de Carvalho Neto, Antología del folklor ecuatoriano, 2° edición, Casa de la Cultura Ecua-  
toriana, Quito, 1994, p. 20.  
17 MM.A. D'Orbigny y J.B Eyriés, Viaje pintoresco a las dos Américas, Asia y África. Resumen general  
de todos los viajes y descubrimientos, Tomo I, Barcelona, 1842, p. 86.  
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201  
Rina ArtiedaVelástegui  
del tiempo, sino que se refuerza con su devenir: los penitentes y ver-  
gonzantes. Léase sobre ellos la siguiente relación:  
Los penitentes con sus túnicas moradas y el puntiagudo capirote que  
vulgarmente se ha dado en llamar cucurucho van por lo menos descal-  
zas, cuando no escondiendo cilicios y tormentos del cuerpo en volun-  
tario castigo a sus culpas. Otros, sin temor humano, descubren pública-  
mente su penitencia (…) que con una corona de espinos en la cabeza y  
hojas de sig-sig sujetas firmemente al cuerpo, carga también pesada cruz  
en la espalda desnuda o se flagela en espeluznante imitación de lo que  
hicieron los sayones con el crucificado, llegando a tal realismo que se  
18  
hizo del nombre “procesiones de sangre” la identificación de la fecha.  
Escenas como las transcritas merecieron fuertes críticas, es-  
pecialmente por parte de quienes no formaron parte de la cotidiani-  
dad quiteña, entre ellos, del tratadista italiano Cayetano Osculati  
quien, en 1850, las calificó como un “bárbaro residuo de la superstición  
19  
española que todavía persiste en esta ciudad”. Resultaría inconcebible  
que, habiendo rebasado un siglo y medio de este pronunciamiento  
dichas prácticas persistan hasta la actualidad: nada más cercano a la  
realidad.  
Las referencias señaladas, dan cuenta de lo sucedido a me-  
diados del siglo XIX y fue casi un siglo después, a inicios de los años  
60 del siglo XX, cuando la procesión tomó un giro dramático que re-  
cicló su ritualidad, simbolismo y significación. Es en este punto  
cuando se torna necesario cuestionar: ¿Por qué, en los albores del  
siglo XXI, en plena era tecnológica, persisten estas manifestaciones  
propias del Oscurantismo? ¿Qué mecanismos sociales o psicológicos  
conducen a la gente a martirizar sus cuerpos? ¿Cuál es el fin que per-  
siguen?  
Las procesiones quiteñas, unidades de análisis  
Como herencia colonial que ha persistido el paso del tiempo,  
las procesiones son una de las manifestaciones más importantes de  
1
1
8 Alfredo Fuentes Roldán, Quito tradiciones, obra completa. Ediciones Abya Yala, 2013. Pág.  
41.  
9 Cfr. Cayetano Osculati en: Paulo de Carvalho, op. cit., p. 21.  
3
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Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
la religiosidad, tanto de las clases populares, cuanto de las élites. No  
obstante estar motivadas por un eje común: la fe en la divinidad,  
entre ellas existen distinciones que marcan claramente la línea divi-  
soria entre lo que a la luz de Bourdieu se categorizaría como los gus-  
tos puros y los gustos bárbaros. Para profundizar en el análisis, se  
realizará un análisis comparativo sobre dos eventos religiosos que  
giran en torno a bienes de suma importancia para el colectivo qui-  
teño: la procesión de la Dolorosa del Colegio cuyo objeto central de  
veneración es el cuadro que enmarca una imagen mariana y, la pro-  
cesión de Jesús del Gran Poder, cuyo bien principal de culto es la  
imagen escultórica de Jesús, el nazareno.  
Procesión de la Dolorosa del Colegio  
Antecedentes:  
Se inició y se realiza como rememoración del prodigio suce-  
dido el 20 de abril de 1906, cuando, según el testimonio de varios  
alumnos del Colegio San Gabriel, la imagen enmarcada de la Virgen  
Dolorosa que pendía de una de las paredes del comedor de los estu-  
20  
diantes parpadeó varias veces. Este hecho, conforme los registros  
jesuitas, sucedió en el comedor del internado del Colegio San Gabriel,  
institución educativa jesuita que cuenta con notorio prestigio en la ciu-  
dad de Quito. Como contexto social y político, en ese entonces el Ecua-  
dor vivía la Revolución Liberal y la consabida implementación del  
laicismo. En consecuencia, el prodigio fortaleció una corriente de reli-  
giosidad que, de un modo u otro, contribuyó a apuntalar al, en ese en-  
tonces, debilitado poder eclesial.  
Análisis:  
21  
Regentados por los jesuitas, tradicionalmente los “gabrie-  
2
2
linos”, antes más que ahora, han pertenecido a lo que, según tér-  
2
0 De serenas facciones caucásicas: piel blanca de alabastro y ojos azules, diametralmente dife-  
rente a las reconocidas tallas de devoción masiva manufacturadas por Diego de Robles –la  
Virgen del Quinche y la virgen del Cisne-.  
2
2
1 Considerados por muchos como la intelectual e influyente de la iglesia en el mundo.  
2 Categoría que agrupa principalmente a alumnos y ex alumnos del Colegio San Gabriel y que  
incluye a otros actores que forman la “familia gabrielina” maestros y padres de familia.  
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minos de Bourdieu, podría calificarse como la “burguesía” quiteña.  
23  
Poseedores de títulos de nobleza cultural”, forman parte del grupo  
social signado por la tradición, el círculo social, la posición econó-  
mica, la preparación intelectual, referentes de un estatus de ennoble-  
24  
cimiento característico de las “clases jerarquizadas”. Estas condicio-  
nes alimentan la creencia de una “imposición simbólica” ejercida  
sobre los “plebeyos”; es decir, la “masa”, devaluada, caótica y de-  
25  
sorganizada a la que hace referencia Martín Barbero y, cuya devo-  
ción religiosa encuentra su objetivo en el culto al Cristo franciscano.  
Otros elementos de distinción se encuentran: en el orden, los  
actores, la disciplina, la ubicuidad espacial y más elementos presen-  
tes en una y otra. La procesión de la Dolorosa se inicia con una misa  
realizada en la capilla homónima, ubicada en la zona norte de la ciu-  
dad. En ella participan actores sociales cuyo leitmotiv no corresponde  
a la culpa (como se evidenciará en el otro ejemplo), sino a la gratitud,  
la representación, el reconocimiento de clase en su calidad de “bienes  
civilizados”. Ellos son alumnos, familiares y profesores de la “familia  
gabrielina” y de la plana mayor eclesial, al punto de que el Arzo-  
bispo de la ciudad preside la procesión. A este encuentro, que dentro  
de lo estético está normado y obedece a un orden riguroso de for-  
mación marcial; le acompasan coros entrenados y voces directrices.  
Los espectadores son solo curiosos, agentes externos que se integran  
a este cuerpo religioso de forma furtiva.  
Procesión de Jesús del Gran Poder  
Realidades sociales en Quito  
Fue en 1961, cuando, durante su visita a Quito, tres toreros  
2
2
2
3 Pierre Bourdieu, La Distinción, Grupo Santillana de Ediciones, Santa Fe, Colombia, 1998, p. 21.  
4 Ibíd., p. 20.  
5 Al respecto, Martín Barbero señala a la masa como formada en el “descenso, en la regresión  
hacia un estadio primitivo”, encasillada en una categorización instintiva, crédula, que agita  
y siembra el desorden a su paso. Sugestionable, principalmente, en sus “creencias y confi-  
guración “religiosa” influenciada por: “el mito que las cohesiona y el líder que oficia los  
mitos”: en este caso, el perdón de los pecados a través de la re edición de la muerte y resu-  
rrección de Cristo y, la iglesia, respectivamente. En: Martín Barbero Jesús, De los medios a las  
mediaciones, Editorial Gustavo Gilli, Barcelona, p. 34.  
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Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
españoles encontraron, de casualidad, la imagen desportillada del  
Cristo Nazareno (que unos atribuyen al español Montañés y otros al  
padre Carlos), en un desván del convento de San Francisco. La talla,  
vestida con hábito franciscano y con la cruz a cuestas, era un símil  
del patrono de la Fiesta Taurina de Sevilla. Entonces, a insistencias  
de los “diestros” y al entusiasmo de dicha orden religiosa, se inició  
el culto a la imagen. Meses después de haberla promocionado dentro  
y fuera del país, se inauguró la Feria Taurina de Jesús del Gran Poder  
que fue económicamente significativa para los sectores vinculados  
con su realización.  
El posicionamiento de esta imagen de Cristo determinó le  
presencia en la procesión de tan solo tres imágenes religiosas, desde  
entonces, destinatarias de los ruegos, rezos, peticiones y, a no du-  
darlo, también de los reclamos de los creyentes quiteños: la Virgen  
de los Dolores, el Señor del Gran Poder y Juan, el hermano de Jesús.  
Quien se detenga a contemplar la procesión quiteña, se encontrará  
con una edición actualizada de lo señalado: fieles penitentes con la  
soga al cuello, cadenas en los tobillos, coronas de espinas ciñéndoles  
la cabeza; personajes “semidesnudos que cumplen penitencias –ahora,  
incluso autoimpuestas-, que se hacen atar con cuerdas, los brazos exten-  
26  
didos, a una gruesa viga y con ese peso siguen la procesión (…)”; en re-  
sumen: cuerpos lacerados, sangre expuesta y rostros ocultos.  
Análisis de la procesión de Jesús del Gran Poder  
La conveniencia de una nueva escenificación  
Previo lo expuesto en el capítulo sobre las realidades sociales  
en Quito, nos encontramos con uno de los casos sui géneris en la his-  
toria de las apropiaciones y resemantizaciones culturales pues, co-  
nocidos el avance del pensamiento y el desarrollo de la ciencia, así  
como la conciencia social sobre la defensa de los Derechos Humanos,  
causa resistencia evidenciar la vigencia de casos de automortificación  
que atentan en contra de la integridad humana, más aún, de la pro-  
pia integridad. Esta realidad conduce al análisis cuando ya en 1777  
26 Paulo de Carvalho, op. cit., p. 22.  
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el rey Carlos III había prohibido las automortificaciones por consi-  
derarlas como actos sangrientos carentes de normas que propiciaban  
27  
al caos , mientras que en la actualidad, la misma iglesia desaconseja  
las prácticas de autoflagelación; tal es el caso de la hermandad fran-  
ciscana en Quito que, prácticamente, ha perdido la batalla frente a  
un conglomerado que, no obstante las recomendaciones en contrario,  
persiste en estas prácticas.  
De vuelta al análisis de la procesión histórica heredada de la  
Colonia y, sobre las modificaciones adoptadas en 1961, a partir de la  
amplia acogida al culto a la imagen de Jesús del Gran Poder, retoman  
vigencia las interrogantes arriba expuestas: ¿Por qué, en los albores  
del siglo XXI, … Para encontrar las respuestas es necesario dirigir  
las miradas hacia sus protagonistas.  
Los actores, todos culpables  
Los protagonistas –el cuerpo, sangre y carne de la procesión–,  
son gente, en su mayoría perteneciente a los sectores populares, “la  
clase media baja y baja”, no solo de Quito, sino de diversos y alejados  
lugares. Así como “los engranajes de una maquinaria” cada uno de  
estos “cuerpos”, en forma disciplinada, cumple con la normativa de  
ocupar un espacio determinado y de ejercer una función específica.  
De acuerdo con lo Planteado por Michel de Certeau, “toda esta maqui-  
naria transforma a los cuerpos individuales (cucuruchos, penitentes, Ve-  
28  
rónicas, centuriones…) en un cuerpo social”. la procesión en la que se  
afianza el poder de la iglesia como estructura.  
Los cuerpos de la procesión son, como De Certeau lo seña-  
29  
laría: “lienzos en blanco” sobre los cuales pueden escribirse los cas-  
tigos que imponen la norma y el orden. Esto, claro está, no es cosa  
nueva para la iglesia, “sociedad salvaje y depravada” en tiempos de  
2
7 Al respecto, Gerardo Di Fazio en su nota “Flagelación, penitencia, crucifixión y el uso del ci-  
licio hasta sangrar: cuando la religión se vuelve extrema” (Infobae, 13-03-2021) expone sobre  
la vigencia de estas prácticas en distintas latitudes. Ver en: https://www.infobae.com/so-  
ciedad/ 2021/03/13/flagelacion-penitencia-crucifixion-y-el-uso-del-cilicio-hasta-sangrar-  
cuando-la-religion-se-vuelve-extrema/  
2
2
8 Michel de Certeau, La invención de lo cotidiano, Universidad Iberoamericana, A.C. México,  
1996, p. 155.  
9 Ibídem, p. 153.  
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Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
la inquisición. Con la finalidad de que ese capítulo negro de la his-  
toria no se repita, el mundo siempre debe recordar la imposición del  
perverso orden inquisitorial, implantado a través del horror y la tor-  
tura, porque así, con fuego y hierro, el Santo Oficio escribió en el per-  
gamino de los cuerpos, para disciplinarlos y normarlos. Las marcas  
de la inquisición, para aquellos quienes lograron sobrevivir, queda-  
ron grabadas como el estigma del “mal arrancado del cuerpo”, con-  
finando para siempre a sus dueños en la muerte en vida de la  
proscripción y el repudio.  
Manual para purgar las culpas  
No obstante, el paso de los siglos, esos “rezagos de barbarie”,  
aunque atenuados, permanecen en la actualidad. Ahora, no son los  
verdugos los que aplican el tormento, sino los mismos cuerpos los  
que se autoflagelan para sacar de sí hasta el más mínimo resquicio  
de lo que la iglesia condena, para deshacerse de aquello que no les  
corresponde o que está en demasía: la tentación, la lujuria, la gula,  
la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia. Por eso, “es ne-  
30  
cesario extirparlos del cuerpo mediante la sangría, la purga”. En este sen-  
tido el castigo y la flagelación por mano propia buscan generar “ríos  
de sangre” para que en su flujo, los pecados y la culpa abandonen el  
cuerpo.  
La penitencia, por su parte, es considerada entre otras defi-  
31  
niciones como: “todo acto de mortificación interior o exterior y también  
como el “Sacramento por el cual, mediante la absolución del sacerdote, son  
32  
perdonados los pecados”. En el escenario de la procesión los penitentes  
concretan sus motivaciones a través “del pago de favores divinos”,  
del “cumplimiento de promesas” o, por el “mandato de voces invisi-  
bles”. Lo hacen, a través del caminar descalzo, del azotarse continuo,  
del cargar su cruz, del arrastre de cadenas y de aplicarse demás mor-  
tificaciones que ayuden a expiar las culpas y extirpar el pecado, de  
imponer la disciplina y ejercer la norma sobre los cuerpos.  
30 Michel de Certeau, op. cit., p. 156.  
31 Penitencia, Enciclopedia Universal. Ver en: https://enciclopedia_universal.es-academic.com/  
1
32455/penitencia (13-12-2022).  
3
2 Ibídem.  
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Cómo disciplinar con eficacia  
Al respecto, De Certeau señala que para que la Ley se escriba  
sobre los cuerpos es necesaria la mediación de herramientas que tra-  
bajen en ellos a través de la fuerza (cuchillos, garrotes, cilicios, cru-  
ces). Estos objetos están hechos para ceñir, enderezar, cortar, abrir,  
33  
encerrar (…) a los cuerpos. Sujeto a los efectos de estos elementos,  
el cuerpo se convierte en “un ejemplo de la regla” en la innegable  
evidencia visual que vuelve legible a la norma a través de la acción  
de hierros, aceros, maderas compactas, curvos, rectos, contundentes,  
punzantes.  
Como es natural, el efecto causado por estas herramientas,  
al que se suma el profundo sentimiento de “gran culpa” que acom-  
paña a los cuerpos, se evidencia a través de gestualidades comunes,  
compartidas que –de acuerdo con lo planteado por Le Bretón– pro-  
pician entre ellos una identidad cultural. Esta pertenencia social, efí-  
mera y oculta, se muestra a través de códigos de comprensión  
común: expresiones, vestimenta, sonidos, percepciones, obediencias,  
todas, categorías que responden a una sola norma, la impuesta por  
la iglesia a través de la procesión.  
Sobre los usos corporales manifiestos en los actores de la pro-  
cesión, se trata de entenderlos según Le Bretón señala “Las represen-  
taciones de la persona y las del cuerpo, corolario de aquellas, están siempre  
insertas en las visiones del mundo de las diferentes comunidades humanas.”  
Ergo, vistas las escenas humanas de la procesión quiteña, tanto en  
lo fisiológico, lo anatómico y lo cultural, bien podría señalarse que  
determinados grupos humanos partícipes de esta manifestación re-  
ligiosa persisten, quizá de forma inconsciente, en comportamientos  
sociales de culpabilidad y miedo.  
Los rostros del dolor: Sirva este planteamiento teórico para  
3
4
justificar la llamada “gramática de los gestos” donde el “sentido  
del gesto se construye en el desarrollo de la interacción” entre los  
cuerpos participantes de la procesión: los rostros dolientes de todos  
los cuerpos, las miradas suplicantes, la vista al cielo, los labios mu-  
33 Michel de Certeau, op. cit., p. 154.  
34 Cfr. Birdwhistell en: David Le Breton, La sociología …op. cit., p. 49.  
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sitando, las lágrimas, el dolor evidenciado, las manos cruzadas y más  
enunciaciones del lenguaje no verbal que dan forma al leitmotiv de  
esta manifestación ritual: afianzar el dolor por la “muerte de Dios”  
y acrecentar el sentimiento de culpa que a nombre de este motivo,  
ha sido impuesto por la iglesia.  
No obstante, la ausencia de voces de mando, el conglome-  
rado procesional responde a reglamentos y normativas interioriza-  
dos que se reactivan durante la efímera presencia de este rito  
citadino. El escenario está marcado por normas temporales que se  
activan al ritmo de golpes de tambor y de diferentes cánticos rituales  
que marcan la pauta de los comportamientos y actuar de los cuerpos.  
El golpe seco del tambor es la advertencia; el breve segundo poste-  
rior, ordena la preparación y, el seguido primer acorde de la banda  
de pueblo, dispone el avance de los cuerpos a “paso corto” al mismo  
tiempo que sus cánticos son la evidencia oral de su disciplina. El  
golpe inicial provoca la reacción inmediata de los cuerpos que al ma-  
35  
nifestar su expectativa dicen: “Señor, heme aquí”.  
De regreso a uno de los cuestionamientos iniciales, la res-  
puesta gira en torno a un solo motivo, el miedo: a lo desconocido, al  
mal, a las consecuencias del “pecado”, al sentimiento de culpa, a la  
libertad de ser y pensar, a la purga eterna, al más allá, a la divinidad  
y al castigo, miedo a sentir y a vivir. Todas estas son manifestaciones  
del dramático sentimiento que, desde su aparición, la iglesia se ha  
encargado de alimentar de mil y un maneras; de ese miedo, que es, a  
la vez, instrumento de dominio espiritual, físico y psicológico, así  
como el puntal del que se sostiene.  
Ese temor conduce a la búsqueda de la salvación del alma en  
pos de la cual se mueve el concurso colectivo y permanente de los in-  
3
6
dividuos. De la mano van el castigo y la recompensa que, final-  
mente, no beneficia al cuerpo, sino al espíritu con el premio de la vida  
eterna, el perdón de los pecados y la liberación de las culpas.  
3
3
5 Michel Foucault, op. cit., p. 158.  
6 Ibíd., p. 168.  
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Ser parte del escenario y sentir el miedo  
Al contrario de lo que la ligereza de los tiempos actuales po-  
dría imponer, la procesión quiteña crece y, cada año, son más los cuer-  
pos que participan en ella: sean los caminantes que avanzan por la  
calzada, o los observantes apostados en las veredas. ¿Será acaso que  
nuevos miedos como la “violencia, la criminalidad y la inseguridad  
37  
en las calles a los que hace referencia Barbero en Pre-Textos, justi-  
fican este aumento?  
Alo largo del trayecto, ruta tradicionalmente normada por la  
que avanzan las imágenes, la “gente del pueblo” se disputa por ocu-  
par un lugar que le permita tener una visión preferencial. Todos es-  
peran, mirando con impaciencia en dirección de donde deberán  
aparecer las puntas moradas de los cucuruchos que preceden a las  
imágenes.  
Alo largo del espacio, se aprecia a quienes musitan oraciones  
con un rosario en la mano; otros, sentados en la vereda, comen con  
gusto alguna comida callejera; los de más allá, hablan por celular…  
Entre ellos, una joven pareja de vendedores ambulantes discute mien-  
tras él la amenaza con “bajarla a patadas de los buses” si la vuelve a  
encontrar vendiendo en ellos. Por ahí, alguien pide permiso para  
bajar de la vereda mientras la aludida le clava una feroz mirada de  
no asentimiento.  
El espacio vacío de la calle, la media vía, que los espectadores  
han dejado libre para el paso de la procesión, es aprovechado por los  
coches de ventas ambulantes que ofrecen colas, choclos con queso,  
globos, plásticos para protegerse de la inminente lluvia, etc. Toda  
oportunidad para vender es buena y el medio de la calle, rodeado de  
la muchedumbre, es el escenario propicio para ganarse la vida, mien-  
tras los minutos lo permitan y hasta que la escolta policial motorizada  
abra paso a la procesión obligando a los espectadores a subirse a las  
veredas y a los comerciantes a buscar la primera intersección para  
parquear sus coches y sus canastos.  
37 Martín Barbero, Pre-Textos (Conversaciones sobre las comunicaciones y sus contextos), Editorial  
Universidad del Valle, Santiago de Cali-Colombia, mayo de 1996.  
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Por fin los acordes inconfundibles y acompasados de las ban-  
das de pueblo anuncian la proximidad de la procesión. Al inicio, las  
motocicletas policiales; luego, una camioneta con altavoz desde la  
que las radios Francisco Estéreo y Jesús del Gran Poder, transmiten  
el evento en vivo. Atrás, un hombre presa de la poliomielitis avanza  
sobre sus extremidades: manos y rodillas protegidas con trozos de  
llantas; y junto a él, dos niños –seguramente sus parientes–, quienes  
le llevan a la boca: el uno, trozos de pan y, el otro, tragos de agua.  
Sin esperar, hace su avance la figura de un impresionante y  
corpulento cucurucho ataviado de negro; le siguen, los penitentes:  
unos con coronas hechas de plantas espinosas o alambre de púas,  
otros, arrastrando gruesas cadenas atadas a los tobillos, los de más  
allá con los hombros dolientes sobre los que fustigan pesadas cruces  
de madera, las espaldas de varios sintiendo a cada movimiento el  
clavarse incesante de las espinas de los cactus que, para esta ocasión  
han sido acondicionados en forma de cruces.  
Todo huele a misticismo, a penitencia. El aire se envuelve de  
una extraña sensación con sabor a temor y arrepentimiento. Es un  
miedo colectivo que hoy, más que nunca, se evidencia a través de  
esta gente, en este sector, de esta ciudad. Un temor compartido que  
se manifiesta desde aquel temor individual expresado entre aquella  
pareja de comerciantes que estaban discutiendo, hasta aquel miedo  
colectivo al castigo divino por las faltas y los “pecados” cometidos”.  
Es la búsqueda desesperada del perdón a través de la promesa de  
reivindicación que, en gran parte de estos casos, dura solo lo que el  
Viernes Santo”.  
En la procesión del Viernes Santo participa el “pueblo”, de-  
cenas de miles de personas, en su gran mayoría de estratos humildes  
que, a lo largo del recorrido, se agolpan indisciplinados e irreveren-  
tes en las veredas, calzadas, postes; en todo lugar que ofrezca la po-  
sibilidad de tener una visión privilegiada de aquel espectáculo  
religioso. Sus integrantes (de la procesión en sí) pertenecen a las lla-  
38  
madas “cofradías”, humildes agrupaciones, generalmente de arte-  
3
8 Calificadas por el investigador etnohistórico guatemalteco Flavio Rojas Lima, como un Re-  
ducto cultural indígena, esa institución se asimiló de las costumbres españolas que se impor-  
taron a partir de la conquista para que sean asumidas por los indígenas.  
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sanos y oficios. También están los cucuruchos, bandas de pueblo, ve-  
rónicas, centuriones, penitentes, todos marcados por los signos y ca-  
racterísticas de la “infamia”: ilegitimidad, pobreza, sufrimiento, dolor,  
auto castigo aplicado por las “culpas” y “pecados”. Tanto ellos, como  
los espectadores, son los posesionarios de “bienes bárbaros” asumi-  
dos por las masas a través del discurso eclesial y, en consecuencia,  
heredados de la Colonia como propiedad exclusiva de los estratos so-  
cialmente bajos. En ella, participan únicamente los religiosos mendi-  
cantes encargados de la logística. Adiferencia de la procesión jesuita,  
en la franciscana no se ha visto a ningún alto prelado de la iglesia.  
En cuanto a lo estético, aplicado a los objetos de veneración,  
y de arte, a la vez, son la imagen mariana impresa, la señalada lito-  
grafía, enmarcada en un elaborado soporte barroco de oro que,  
según se conoce, fue trabajado por expertos joyeros con las ofrendas  
entregadas por los fieles. Custodiado por la fuerza pública, el cuadro  
39  
impone una distancia que solo le posibilita ser admirado de lejos.  
Por el otro lado, está una talla de madera accesible a las masas, ade-  
más de por su humildad y sufrimiento, por su cercanía espacial y  
por permitirles ser destinataria, además de sus ruegos, de flores y li-  
mosnas que le son arrojados, a veces con desesperación en las ansias  
de que, efectivamente, la topen y caigan a sus pies.  
Nótese que estas dos formas de percibir el objeto revelan la  
desigual distribución de la aptitud” para contactarse con el objeto  
40  
de veneración, la primera, correspondiente al “gusto puro y, la se-  
41  
gunda al “gusto bárbaro”. La función de ambos, es la misma, exa-  
cerbar la sensibilidad religiosa que apuntala a la iglesia, sin embargo  
la oposición y la demarcación de límites entre uno y otro podría  
darse en la percepción simbólica de oposición que provocan, respec-  
tivamente, la serenidad y el sufrimiento de los rostros y, el oro y la  
madera en los que se contextualizan.  
3
9 En el capítulo “Distanciamiento estético”, Bourdieu plantea la categoría de “distancia”  
cuando de la medida de cercanía en relación con la percepción se trata. Al respecto, a las  
masas les resulta más fácil acercarse a la Virgen del Quinche que a la virgen Dolorosa por  
los criterios expuestos.  
40 Pierre Bourdieu, op. cit., p. 26.  
41 Ibídem., p. 28.  
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La distinción se marca, también en elementos que podrían  
aparecer como triviales pero que, a la luz del análisis teórico, también  
generan brechas sociales. La ambientación sonora, por ejemplo, es  
uno de esos ellos: la procesión de la virgen Dolorosa cuenta con mú-  
sica sagrada instrumental que se transmite a través de altavoces y es  
coreada por los concurrentes. La del Viernes Santo, no puede pres-  
cindir de los himnos religiosos entonados por diversas bandas de  
pueblo que, distribuidas a lo largo de la procesión, marcan las pautas  
que permiten que los fieles avancen o se detengan en el camino, que  
canten o se silencien.  
Otro ejemplo de importancia con respecto a la distinción  
aplicada a los cuerpos son su exposición y ocultamiento. Mientras  
los devotos de la Dolorosa buscan una exposición simbólica que evi-  
dencie su pertenencia a las clases sociales “elevadas”, los fieles al  
Cristo mendicante buscan ocultarse tras un cucurucho que encubre  
sus vergüenzas, sus faltas y pecados, aquellas condicionantes mora-  
les bárbaras, ilegítimas, las marcas de la infamia por las que deben  
auto castigarse, auto flagelarse para evitar el peligro volverse conta-  
minantes. Por su parte, el sector social partícipe de la procesión de  
la Dolorosa responde a otro modo de vida, pensar, ser y actuar, a una  
realidad distante a la manera “tan bárbara y oscurantista” que se pa-  
42  
tenta en la procesión franciscana.  
Conclusión  
43  
Si bien es cierto que desde los años 80 la institución eclesial  
ha ido modificado sus posturas en concordancia con las dinámicas  
del tiempo actual, con el ejemplo de la Procesión de Semana Santa  
en Quito, se evidencia que cuatro décadas son, a todas luces, insufi-  
cientes para erradicar milenios de dogmas cuyas enunciaciones per-  
sisten y se fortalecen, al margen de la postulación contraria que la  
misma iglesia formula al respecto.  
4
2 De acuerdo con la calificación otorgada a la auto flagelación por el tratadista italiano Cayetano  
Osculati, a mediados del siglo XVII, durante el recorrido que hiciera por la Audiencia de  
Quito.  
43 A partir del papado de Juan Pablo II (Karol Wojtila, polaco).  
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Rina ArtiedaVelástegui  
Parte de esos discursos institucionales patentados para ga-  
rantizar, en inicio la evangelización y, luego, la propagación de la fe  
marcaron notorias distinciones sociales, propagadas, especialmente,  
desde la doctrina, liturgias, prácticas, creencias y usos sociales afian-  
zando así, de mil maneras, la brecha simbólica y real existente entre  
los de arriba” y “los de abajo”.  
Amén del arraigo espiritual del que se alimentan ambas ma-  
nifestaciones, tras ellas existen intereses políticos y económicos que  
las sostienen y que se sostienen de ellas a través del afianzamiento  
del dogma religioso.  
Conforme lo analizado a la luz de la teoría social, la historia  
marcada en Quito por las procesiones religiosas objeto de estudio se  
contextualiza en dos escenarios socialmente distanciados, situación  
que se evidencia en el análisis realizado a una y otra, (Cuadro com-  
parativo).  
Si bien es cierto que el conocimiento científico de la historia,  
entendido como Epistemología, rige el estudio de esos hechos an-  
clándolos a asideros verificables, los ejemplos analizados a través de  
esta investigación develan la existencia de otros factores que, sin  
haber sido registrados en los anales históricos: permanecen latentes  
y son determinantes del carácter de estas manifestaciones sociales,  
es decir, son reales. Es imprescindible, por tanto, que estas otras mi-  
radas sean integradas a un macro proceso de análisis desde la His-  
toria, como disciplina de investigación, esto con la finalidad de evitar  
sesgos o incomprensiones que, al oscurecer la realidad, responden a  
los intereses de los vencedores cuya hegemonía se afianza a través  
de los discursos. Tusídides lo supo y, no obstante las enseñanzas de  
Heródoto, supo conducir a la historia por esos no tan humanitarios  
caminos.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •196–216  
214  
Las procesiones quiteñas y sus códigos ocultos  
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BOLETÍN ANH Nº 208-B •196–216  
215  
Rina ArtiedaVelástegui  
Anexo  
Códigos ocultos en las procesiones quiteñas  
Cuadro comparativo  
DIFERENCIADOR  
PROCESIÓN JESÚS  
DEL GRAN PODER (INFAMIA)  
PROCESIÓN DE LA DOLOROSA  
DEL COLEGIO (DISTINCIÓN)  
Jesuitas  
ORDEN RELIGIOSA  
PROTAGONISTAS  
Franciscanos  
Jesús, el Nazareno  
Virgen Dolorosa  
Cristo descalzo con la cruz  
a cuestas, abatido, derrotado,  
triste, cansado, lacerado,  
doliente…No fija la mirada  
Virgen de los Dolores  
(no de los Dolores)  
Características arias: tez  
blanca, rasgos finos,  
ojos azules…Mirada dulce,  
rostro sereno, impecable…  
Sufrida, llorosa, abatida, impotente, Mira de frente  
distante…  
DEVOTOS/actitud  
Pueblo, mayoritariamente clase  
media baja y baja. Fervoroso y  
angustiado, apremiado, culpable,  
Mayoritariamente clase  
media alta y alta. Fervorosos  
y agradecidos. Juventud,  
endeudado, temeroso…Toda edad: promesa y esperanza.  
niños, jóvenes, adultos, ancianos…  
Cucuruchos, verónicas, cofrades,  
Escoltas, estudiantes de  
colegios jesuitas,  
bandas de pueblo, Policía Nacional, consagrados a la imagen.  
mendigos…  
Profesores, familiares…  
CUERPOS  
Cubiertos penitentes encerrados  
en la prisión de lo inadmisible,  
la vergüenza, lo censurado  
Cubiertos,identificados,  
animados, distinguidos…  
(cucuruchos)Cuerpos lacerados,  
sangrantes, descalzos, castigados…  
CÁNONES  
RUTA  
Normados  
Normados  
Extremado esfuerzo físico  
Esfuerzo físico mínimo  
BOLETÍN ANH Nº 208-B •196–216  
216  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
TRASCENDENCIA DEL  
DR. ALFREDO BAQUERIZO MORENO  
Y DEL DR. CARLOS JULIO AROSEMENA MONROY  
EN LA HISTORIA ECUATORIANA  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
César Baquerizo Arosemena1  
¿
Para qué sirve conocer la historia?  
Quizá debemos comenzar con esta inquietud natural de la  
mayoría de las personas.  
Un país con ciudadanos que desconocen su historia, que no  
entienden sus problemas, no los podrán solucionar.  
Conociendo la historia podemos actuar, mínimo, con los  
altos estándares de los mejores ciudadanos que nos precedieron. De  
hecho, el doctor Alfredo Baquerizo Moreno, explicaba cómo se debe  
honrar correctamente a los antepasados y a los próceres:  
No con palabras, no con aplausos solamente, honremos la memoria de  
nuestros gloriosos antepasados. Nos dieron una lección, practicaron  
una enseñanza. Nosotros como herederos, como sucesores en el mag-  
nífico tesoro espiritual de la Libertad y su hermana la Justicia, no olvi-  
demos la lección...2  
En esta ponencia voy a conversarles sobre dos personajes  
muy importantes e influyentes, a quienes no debemos olvidar, que  
1
César Baquerizo Arosemena, autor de este libro, es Ingeniero Civil. Fue Vicedirector del Ar-  
chivo Histórico del Guayas. Catedrático universitario. Ha escrito las siguientes obras: Lo que  
el residente de obra debe saber, 2012; El Bien Común: Pensamientos, consejos y filosofía de vida, 2007,  
2011; Carlos Julio Arosemena Tola: Un hombre Ordinario pero con principios cimentados en roca, 2009;  
Gerencia de proyectos para constructores e inmobiliarias, 2007; Código de diseño y construcción: apli-  
cado a las personas con capacidades especiales para el Ecuador, 2007; Alfredo Baquerizo Moreno: Busca  
la felicidad y la grandeza en tu propia perfección, 2019; Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias  
que nunca escribí, 2021.  
César Baquerizo Arosemena, Alfredo Baquerizo Moreno: Busca la felicidad y la grandeza en tu propia  
perfección, Offset Abad, Guayaquil, 2019, p. 89.  
2
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
217  
César Baquerizo Arosemena  
vivieron en el siglo pasado. El primero, Alfredo Baquerizo Moreno  
quien participó intensamente en la vida política del país en la pri-  
mera mitad del siglo XX; y el segundo, el doctor Carlos Julio Arose-  
mena Monroy, quien hizo lo propio en la segunda mitad del mismo  
siglo.  
Cierto es que siempre ha habido episodios complejos, tanto  
para el conjunto de la sociedad como para cada ser humano, pero,  
en el siglo XX, los cambios fueron muy acelerados, tanto que el ser  
humano no lo supo quizá manejar a la altura que correspondía.  
No es coincidencia que en ese siglo haya habido dos guerras  
mundiales, más una tercera que fue conocida como la Guerra Fría  
con enfrentamientos armados en zonas y países específicos; no de-  
bemos olvidar la guerra internacional que se dio en Corea para tratar  
de mantener divididos el Norte y el Sur, o la guerra en Alemania  
cuando el lado comunista quería pasar al lado libre, e incluso la gue-  
rra en Vietnam por motivos similares, y tantas otras.  
El siglo XX tuvo cargas ideológicas muy grandes, que em-  
pezó con la xenofobia y el autoritarismo contra quienes querían ser  
libres; y luego pasó a ser entre el comunismo totalitario y el capita-  
lismo que buscaba libertad. Incluso al final del siglo, entre el mismo  
capitalismo hubo que buscar un equilibrio para poder encontrar la  
ansiada libertad y justicia social.  
Desde el punto de vista económico, el mundo padeció terri-  
blemente los grandes efectos causados por grandes depresiones eco-  
nómicas, especialmente la de 1929 que arrancó en los Estados Unidos  
de América, pero nos afectó a todos los países con gran intensidad.  
Estos eventos afectaron la frágil economía ecuatoriana, en es-  
pecial, porque no se podía exportar ya que no había compañía de se-  
guros que quiera asegurar los barcos porque en época de guerra los  
hundían y en época de crisis no había quién compre los productos.  
No es raro entonces que el siglo haya terminado con un fe-  
riado bancario; una tragedia no producida por un solo hombre ni  
por un solo gobierno, sino por una acumulación de hechos. Menos  
aún es raro esperar que haya tenido que desaparecer el sucre como  
moneda, y sea reemplazada por el dólar de los Estados Unidos de  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
218  
Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
América, lo cual fue una buena decisión luego de ver cómo se ma-  
nejaba la moneda propia. Quizá la mejor decisión que se pudo tomar  
para cerrar el siglo.  
Ahora, lo ofrecido anteriormente: procedo a enfocarme en  
dos personajes que prácticamente dedicaron su vida a las causas no-  
bles a través de la política.  
Alfredo Baquerizo Moreno  
Alfredo Baquerizo Moreno nació en Guayaquil en 1859; pero  
en su niñez se fue a vivir a Quito por el trabajo de su padre. Desde  
pequeño mostró su inclinación hacia la intelectualidad como herra-  
mienta para ayudar a los demás. Además, no hubo ni un día en su  
vida, que él tenga recuerdo, en que haya leído menos de dos horas.  
Huérfano de padre a sus 11 años; y de madre, a sus 25. Se gradúo de  
doctor en jurisprudencia. Más adelante fue juez de lo civil, Luego  
síndico procurador de la Municipalidad de Guayaquil.  
A sus 35 años fue ministro juez de la Corte Superior y recién  
ese año hubo energía eléctrica en Guayaquil. Por varios años fue pro-  
fesor de Literatura en el colegio San Vicente del Guayas, actualmente  
llamado Vicente Rocafuerte. A sus 40 años, fue designado presidente  
de la Corte Superior de Justicia.  
En 1902, siendo catedrático de la Universidad de Guayaquil  
y ejerciendo su profesión de forma privada, fue llamado por el pre-  
sidente Leonidas Plaza a Quito para que sea su ministro de Relacio-  
nes Exteriores y luego ministro plenipotenciario en Cuba y en  
Colombia y Ministro representante en los Estados Unidos de Amé-  
rica. Para lo cual estuvo en Washington D. C.  
Fue nombrado también miembro de la Academia Nacional  
de Historia de Venezuela; antes de que exista la Academia Nacional  
de Historia de Ecuador que nos une hoy en este histórico recinto. Ese  
mismo año 1902, el presidente Leonidas Plaza nombró a don Alfredo  
Baquerizo Moreno, vicepresidente de la República. Entre sus funcio-  
nes estuvieron el ser presidente de la Junta de Crédito Público y tam-  
bién presidente del Consejo de Estado. Varias veces estuvo encar-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
219  
César Baquerizo Arosemena  
gado del poder, ya que cada vez que el presidente salía de Quito, el  
vicepresidente tenía que reemplazarlo. Y en esa época el general  
Plaza tenía que ir constantemente a calmar revueltas.  
Lizardo García fue elegido sucesor del presidente Plaza y Al-  
fredo Baquerizo Moreno fue elegido nuevamente vicepresidente de  
la República del Ecuador, esta vez para el período de 1905 a 1909.  
En Guayaquil se requería de un ferrocarril para turismo y  
mejorar la salud y el Congreso creó la ley para obtener recursos para  
dicha obra. Luego hubo la necesidad de constituir la Junta del Fe-  
rrocarril a la Costa y Alfredo Baquerizo Moreno fue uno de sus  
3
miembros.  
En 1911 Alfredo Baquerizo Moreno se lanzó a la presidencia  
de la República. No ganó las elecciones. Pero el siguiente año resultó  
elegido presidente del Senado y automáticamente presidente del  
Congreso. En esa época comenzaron los trabajos del ferrocarril de  
Guayaquil a la Costa y se inauguró en Guayaquil la oficina central  
de telégrafos.4  
Pero en 1914 empezó la Primera Guerra Mundial en Europa,  
e internamente en el Ecuador había una guerra civil que generó una  
gran cantidad de víctimas directas y un gran endeudamiento del Es-  
tado con los bancos privados para financiar la campaña del gobierno  
de Plaza.5  
En 1915 varios sectores propusieron a don Alfredo Baquerizo  
Moreno para ocupar la Presidencia de la República. Se conocía de su  
fama de hombre honesto y de paz, y esto era lo que necesitaba y cla-  
maba el Ecuador; decía Alfredo Baquerizo:  
Si hemos de edificar, hay que iluminar las almas y que encender los co-  
razones. Rasguemos el velo espeso de sombras y prejuicios y soberbias  
que se llama ignorancia; que con rasgarlo sólo, la conciencia en plena  
luz gritará de suyo que no hay espada como la de la verdad, ni escudo  
como el de la justicia. Volvámonos hacia los pobres, los ignorantes, los  
desheredados, hagamos de manera que todos, todos, podamos ir …  
3
César Baquerizo Arosemena, Alfredo Baquerizo Moreno: Busca la felicidad y la grandeza en tu propia  
perfección, Offset Abad, Guayaquil, 2019, p. 49.  
Ibíd., p. 57.  
Ibíd., p. 60.  
4
5
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
220  
Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
juntos, unidos, al gran banquete de la civilización, al beneficio común  
6
de la ciencia, del trabajo, del progreso y del orden…  
El resultado de la elección presidencial del 16 de agosto de  
916 fue que Baquerizo Moreno ganó abrumadoramente con el  
3.6 %. Nunca un candidato a la Presidencia del Ecuador ha alcan-  
1
9
zado un porcentaje más alto. Ejerció la Presidencia de la República  
de 1916 a 1920, mientras el Ecuador estaba entrando en una de las  
crisis económicas más graves de su historia, derivada de la Primera  
Guerra Mundial. En 1917 se convirtió en el primer presidente en vi-  
sitar el Archipiélago de Galápagos. Ahí fundó Puerto Chico en la isla  
San Cristóbal, hoy es la capital de la provincia llamada Puerto Ba-  
querizo Moreno. Con esto ejerció la soberanía ecuatoriana sobre el  
Archipiélago, muy codiciado por varios países.  
El 10 de agosto de 1917 hizo lo que ningún presidente antes  
de él había hecho: fue al Congreso Nacional a dar el Mensaje a la Na-  
ción en persona, iniciando esta costumbre. Su gobierno puso especial  
atención en proteger a las diversas sociedades fundadas con el objeto  
de impulsar a la construcción de caminos al Oriente.  
Respecto a justicia social, una de las cosas que hizo fue de-  
cretar la jornada máxima de ocho horas diarias de trabajo; y para be-  
neficio de los indígenas en 1918, sancionó la ley de abolición del  
7
concertaje mediante la supresión de la prisión por deudas. Alfredo  
Baquerizo pronunció estas palabras: “No sólo Dios es grande. Un pueblo  
puede tener piedras, garrotes, pistolas o cañones; aun así, si no tiene libros  
8
y deseo de aprender está completamente desarmado”.  
En diciembre de 1917 rompió relaciones diplomáticas y co-  
merciales con Alemania por la guerra. A la par, consiguió la visita de  
la Comisión Sanitaria, enviada por la Fundación Rockefeller, con el  
objeto de estudiar y erradicar la fiebre amarilla. Dicha Comisión es-  
tuvo compuesta, entre otros, por Hideyo Noguchi y logró vencer la  
9
enfermedad. En uno de sus mensajes a la nación pronunció:  
6
7
8
9
César Baquerizo Arosemena, op. cit., p. 73.  
Ibíd., p. 150.  
Ibíd., p. 152.  
Ibíd., p. 158, p. 175.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
221  
César Baquerizo Arosemena  
Desde los comienzos de mi Administración he puesto particular em-  
peño en el ramo de Instrucción Pública, convencido como estoy de que  
de él depende, en su mayor parte, el mejoramiento mental, moral y ma-  
terial del País. QUE el libro no resulte un estorbo, un perjuicio; que de  
nuestras aulas salgan jóvenes educados de modo que tengan la con-  
fianza de su fuerza y de su triunfo en cada uno de los pasos que den  
hacia adelante por caminos que sigan o descubran. La democracia no  
10  
llenará sus fines mientras no formemos y no eduquemos …  
En otra ocasión decía:  
No busquemos providenciales, porque no los hallaremos. Será difícil  
encontrarlos y que puedan manejar hechos, cosas y hombres que están  
fuera del alcance de su mano y su poder. El trabajo, la producción, la  
exportación, he ahí la providencia, la verdadera y única providencia  
en estos momentos en que el trabajo enriquece y en que la exportación  
de artículos alimenticios vale más que el oro que buscamos con incul-  
paciones y pareceres, que no hacen otra cosa que manifestar por lo ge-  
neral nuestra idiosincrasia de críticos, tan distante y apartada de  
aquella otra que, principalmente, es acción y es voluntad de hacer y de  
crear. No busquemos salvaciones egoístas; no pongamos el yo antes  
que las necesidades generales; no esquivemos servicios y responsabi-  
lidades.11  
Entre otras muchas obras que se ejecutaron en esta administración  
están: el Hospital de Cayambe, el Hospital en Zaruma, el Hospital Mi-  
litar en Quito, el Hospital en Milagro, la Carretera Milagro-Naranjito,  
el Cuartel de Caballería y Cárcel para Babahoyo, Agua Potable en Loja,  
telégrafo inalámbrico entre Quito y Guayaquil, teléfonos en Riobamba,  
nueva Planta Telefónica en Quito, teléfono inalámbrico en Santa Elena,  
luz eléctrica para Vinces, luz Eléctrica en Aloag, Tambillo, Uyumbicho  
y Jipijapa, el Monumento a los Próceres de 1820 en Guayaquil, el Pala-  
cio Municipal en Latacunga, construyó la Estación del Ferrocarril en  
Chimbacalle en Quito, así también como muchos puentes, entre estos  
el puente sobre río Cutuchi en la capital de la provincia de Cotopaxi.  
12  
Saneó también el puerto de Guayaquil.  
1
1
1
0 Ibíd., pp. 159 y 161.  
1 Ibíd., p. 173.  
2 César Baquerizo Arosemena, op. cit., p. 176.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
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Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
La paz de la República no ha sido perturbada. He puesto en ello par-  
ticular empeño, desentendiéndome de rumores más o menos alarman-  
tes, de insultos, de burlas y de injurias que dejo pasar y que, si me  
duelen en lo hondo, no es porque me hieran, me dañen o lastimen; no,  
sino porque revelan tristemente plumas, y a las veces conciencias, sin  
pudor y sin verdad”.13  
(
…) NUNCApor cierto alcanzó la prensa en sus varias manifestaciones  
más desarrollo que hoy, ni acaso se registre, en tiempos anteriores, un  
mayor movimiento literario en todas las secciones de la República  
14  
...). La prensa es ya un gigante, comparada con esos comienzos de  
(
su infancia. Que su crecimiento y desarrollo subsistan siempre para  
bien de la República y apoyo y desenvolvimiento de las instituciones  
democráticas.15  
(
…) Necesitamos enseñanza no para cerebros de intelectuales única-  
mente, sino para corazones nobles y patriotas y conciencias rectas y  
desinteresadas. Nadie nos salvará, nada nos empujará hacia horizontes  
de progreso y bienestar, sino la educación y la enseñanza, (…), que  
quite hambres y sombras en los pobres, en los ignorantes (...) Forme-  
16  
mos el carácter de nuestros hombres en la gran masa popular (…)  
Decretó el 13 de abril como el día del Maestro.  
Enseñar al que no sabe es tan bello como aquel mandamiento del De-  
cálogo que dice: Dad de comer al hambriento. Mirada desde este ele-  
vado concepto la labor de los maestros en general, no cabe vacilación  
para proclamarlos como los seres selectos de la humanidad. Porque  
evidentemente, ellos son los que al margen del aplauso, silenciosa-  
mente, día tras día, enseñan sin cesar a la niñez…” y continuó: “Si hay  
alguna persona a cuyo paso debemos descubrirnos rendidamente, es  
un maestro de escuela; y si es maestra, pues esperar que pase, sombrero  
en mano.17  
13 Ibíd., p. 181.  
14 Ibíd., p. 192.  
15 Ibíd., p. 193.  
16 Ibíd., p. 198.  
17 Ibíd., p. 211.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
223  
César Baquerizo Arosemena  
En su gobierno se empezaron, hicieron y/o continuaron las  
siguientes líneas de ferrocarriles:  
Quito a Esmeraldas  
Guayaquil a la Costa de Salinas  
Guayaquil a Quito  
Ambato al Curaray  
Huigra a Cuenca  
Sibambe a Cuenca  
Babahoyo a Guaranda  
Babahoyo a Balzapamba  
San Juan Chico a Riobamba  
Bahía a Chone y de este lugar a Quito  
Manta a Santa Ana18  
El 10 de agosto de 1920 se presentó para dar su último men-  
saje a la nación:  
(
…) No hay manera normal ni segura de abaratar el pan, sino sem-  
brando trigo; ni modo de reducir los precios de alquiler sino edifi-  
cando; ni de aumentar la producción en medida adecuada a la  
exportación sin cultivar antes, en todo o en su mayor parte, esa bien  
considerable extensión de tierras, que están incultas por falta de brazos  
y por la necesidad, en muchas regiones, de una mayor división de la  
propiedad territorial (…).19  
Once años más adelante, en 1931, el doctor Alfredo Baque-  
rizo Moreno ocupaba nuevamente la presidencia del Congreso Na-  
cional, esta vez nominado por la prensa para participar en las  
elecciones donde salió triunfante. Pero, tras la renuncia del presi-  
dente Isidro Ayora, y dos meses después la renuncia del Ministro del  
Interior Luis Larrea Alba, quien sustituyó a Ayora en la presidencia,  
el 15 de octubre de 1931 fue posesionado nuevamente Alfredo Ba-  
20  
querizo Moreno como presidente de la República, esta vez Interino.  
1
1
2
8 César Baquerizo Arosemena, op. cit., pp. 218-220.  
9 Ibíd., p. 231.  
0 Ibíd., p. 269.  
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Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
Esto mientras el mundo pasaba por una de las crisis económicas más  
grandes de la historia de la humanidad: La Gran Depresión que ini-  
ció en 1929. Le tocó convocar a elecciones para el siguiente período.  
Éstas fueron las primeras elecciones en que pudieron sufragar las  
21  
mujeres.  
Al presidente no le quedó más que retirar al país del sistema  
2
2
cambiario mundial conocido como “Patrón Oro” el 3 de julio de  
931, al igual que lo hicieron muchos otros países por las presiones  
1
de las crisis económicas. Se enteró, por medio de una carta de la pre-  
sidencia de Colombia, que había sido escogido para recibir la Gran  
Cruz Extraordinaria de la Orden de Boyacá por su gestión de unir a  
las dos naciones cuando fue presidente.23  
Fue reconocido como un gran novelista y poeta ecuatoriano.  
Luego de una fructífera vida de ayuda continua para con el  
país y sus semejantes, falleció el 20 de marzo de 1951 a sus 91 años  
de edad.  
Carlos Julio Arosemena Monroy  
Hijo del expresidente Carlos Julio Arosemena Tola, Carlos  
Julio Arosemena Monroy nació en Guayaquil, el 24 de agosto de  
1
919; justo durante la presidencia de don Alfredo Baquerizo Moreno.  
Tenía una personalidad singular. Pronunció frases como:  
Todo el mundo sabe que a mis palabras no las inspira modestia alguna.”,  
24  
y “Yo no doy buenos ejemplos, pero sí buenos consejos”. Decía él:  
2
1 Convocatoria elecciones ver en: Jorge Icaza, Huasipungo, Libresa, Quito, 2007, p. 38. (Art. 168);  
voto femenino (primera vez en la historia). En: Juan Paz y Miño, La Revolución Juliana en  
Ecuador (1925-1931). Políticas económicas, Ministerio Coordinador de Política Económica,  
Quito, 2013, p. 92.  
2
2 El Patrón Oro tuvo su origen en el uso de las monedas de oro como dinero genuino, esto es,  
como medio de cambio, unidad de cuenta y depósito de valor. A pesar de que el oro fue  
usado para estos propósitos desde tiempos muy antiguos, el Patrón Oro, en tanto institución  
legal, tuvo su inicio “oficial” en 1819 (…) (el Ecuador lo hizo en 1898). En: Marco Naranjo,  
“El Patrón Oro en el Ecuador, 1898-1932”, Cuestiones económicas, Vol. 30, Núm.1, Banco Cen-  
tral del Ecuador, Quito, 2020, p.3. Ver en: https://estudioseconomicos.bce.fin.ec/index.  
php/RevistaCE/article/view/84/185 (07-11-2022).  
3 María Gabriela Venegas, La novela del Ecuador desde el espacio anfibio de la ciudad por-  
2
tuaria y su relación con el liberalismo ecuatoriano: tres casos representativos entre 1855 y  
1944, 2017, p. 130. Ver en: https://escholarship.org/uc/item/7wj8s7ms (07-11-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
225  
César Baquerizo Arosemena  
soy un hombre permanentemente insatisfecho. Ese es otro de mis de-  
fectos o fortalezas. ¡Permanentemente insatisfecho! Siempre buscando  
algo más. Por eso es que nunca tengo un minuto para descansar. Yo he  
vivido la vida intensamente. Siempre he sido como aquel personaje de  
Dostoievski que le gustaba ir más allá del límite. Es que uno tiene que  
25  
rebasar su límite para conocer su límite.  
Después de graduarse como doctor en Jurisprudencia, y tra-  
bajar como abogado un tiempo, en 1945 fue Segundo Secretario de  
la Embajada del Ecuador en Río de Janeiro, y luego fue ascendido a  
Primer Secretario. Fue enviado después a la Embajada de los Estados  
Unidos en 1946.26  
En 1952 fue Diputado por la provincia del Guayas. Y el día  
de su posesión fue nombrado como presidente del Congreso Nacio-  
nal. Pero meses después, el presidente José María Velasco Ibarra, en  
su tercera administración lo nombró su Ministro de Defensa. Sin em-  
27  
bargo, por un mal entendido con el presidente, renunció.  
En 1953 fue candidato a la alcaldía de Guayaquil, elección  
que no ganó, pero una de sus frases quedó para la posteridad: “Ser  
guayaquileño no es ostentar una papeleta de una partida de nacimiento. Ser  
guayaquileño es tener una actitud ante la vida y una resolución ante la  
28  
muerte”. En 1958 fue elegido nuevamente Diputado por la provincia  
del Guayas.  
Posteriormente, en 1960 y 1961 fue vicepresidente de la Re-  
pública con el presidente Velasco Ibarra. El 18 de junio de 1961, como  
vicepresidente de la República, fue por invitación del Parlamento de  
la Unión Soviética a visitar su país, Checoslovaquia y Polonia. El  
2
2
2
2
4 César Baquerizo Arosemena, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí,  
Offset Abad, Guayaquil, 2021, p. 17.  
5 César Baquerizo Arosemena, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí,  
Offset Abad, Guayaquil, 2021, p. 18.  
6 Quién es quién en Venezuela, Panama, Ecuador, Colombia, Vol.1, Oliverio Perry, Bogotá, 1952, p.  
1068.  
7 Efrén Avilés Pino, Arosemena Monroy Dr. Carlos Julio, Enciclopedia del Ecuador. Ver en:  
https://www.enciclopediadelecuador.com/personajes-historicos/dr-carlos-julio-arose-  
mena-monroy/ (08-11-2022).  
28 Cfr. Carlos Arosemena en: Redacción El Universo, Memorias de Carlos Julio, El Universo, 04  
de septiembre de 2019. Ver en: https://www.eluniverso.com/opinion/2019/09/04/nota/  
7500525/memorias-carlos-julio/ (08-11-2022).  
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226  
Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
mundo se encontraba en plena Guerra Fría y las dos potencias mun-  
diales enfrentadas se peleaban por juntar a otros países a sus  
29  
bandos.  
Luego de que el pueblo derrocara a Velasco, y éste metiera  
en la cárcel al vicepresidente y a varios diputados, en medio de una  
revuelta popular y un país incendiado, fue nombrado presidente de  
la Republica don Carlos Julio Arosemena Monroy. Literalmente salió  
de la cárcel directo al Palacio Presidencial, donde lo posesionaron el  
7
de noviembre de 1961.  
Era la época del comunismo vs el capitalismo y por eso ex-  
presó:  
El actual gobierno del Ecuador no es de derecha ni de izquierda; es  
simplemente un gobierno constitucional que trata de resolver innume-  
rables problemas a los que se enfrenta el pueblo ecuatoriano. Como  
todos los países que están en desarrollo, Ecuador tiene numerosísimas  
e imperiosas necesidades que hay que ir resolviendo con un sentido  
de prioridad muy difícil de establecer.30  
Recibió el Gran Collar de la Orden Nacional de San Lorenzo,  
que es la más alta Condecoración de Ecuador, tanto en el campo civil  
como militar.3  
1
La OEA se reunió en Punta del Este, Uruguay en enero de  
962. El Canciller ecuatoriano tenía la orden de abstenerse de sacar  
1
a Cuba puesto que para Carlos Julio Arosemena era ilegal su expul-  
sión, esto, a pesar de la presión internacional. Esto hacía dar la im-  
presión de que el presidente estaba del lado de los comunistas.  
Pero en julio visitó Venezuela, Estados Unidos de América y  
Panamá. Él tenía 42 años y el presidente Kennedy, 45. Entre las cosas  
que hizo en dicha visita fue tratar de impulsar la ayuda de los Esta-  
dos Unidos de América a Ecuador, especialmente con el plan de  
3
2
Alianza para el Progreso, para ayudar a los países en vías de desa-  
29 Ibídem.  
30 César Baquerizo Arosemena, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí,  
Offset Abad, Guayaquil, 2021, p. 116.  
31 Ibíd., p. 119.  
32 Kennedy propuso en 1961 un programa de ayuda económica y social para la región. Deno-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
227  
César Baquerizo Arosemena  
rrollo, propuesto por el presidente Kennedy. El presidente Carlos  
Julio Arosemena dio un discurso muy importante en la OEA, consi-  
guió un préstamo de los Estados Unidos de América en buenas con-  
diciones y firmó convenios bilaterales con Venezuela y Panamá.  
Asimismo, suscribió con el representante de la Agencia para el De-  
sarrollo Internacional un préstamo de $ 5.000.000, destinados al fo-  
mento de la industria ecuatoriana.33  
A su regreso, el Concejo de Guayaquil lo declaró Hijo Ilustre  
de la Ciudad y también le otorgaron la Medalla Nueve de Octubre.  
En un discurso que pareciera dado el día de hoy indicó:  
De todos vosotros es conocida la situación financiera que soporta el  
Ecuador. Las fuerzas productivas del país dan una impresión estática  
si se comparan con el dinamismo que prevalece en las naciones circun-  
dantes…. El mercado interno es menos que estrecho, ínfimo. Una ate-  
morizadora porción de ecuatorianos vegeta en condiciones atrasadas,  
propias de la economía tribal... La capacidad del ahorro nacional y por  
tanto de la formación de capitales domésticos es mínimo. …. Nuestra  
tierra se distingue por la vehemencia de sus habitantes en celebrar efe-  
mérides y buscar días feriados, en sustraer horas, minutos y segundos  
a la faena diaria. No soy un fatalista, confronto hechos… Matando a la  
34  
propiedad privada, sin utilidad para nadie, nada se habrá alcanzado.  
Creó el Banco Ecuatoriano de la Vivienda (BEV), para lo cual  
consiguió un préstamo de 10.600.000 dólares del Banco Interameri-  
cano de Desarrollo (BID) para desarrollar vivienda barata. Creó el  
Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL), la Flota Naviera  
Ecuatoriana, la Comisión Nacional de Reforma Agraria en 1961, y  
en 1962, el Centro de Desarrollo Industrial del Ecuador (CENDES),  
y la Empresa de Transportes Aéreos y Militares Ecuatorianos  
(TAME).  
minado Alianza para el Progreso, este se propuso mejorar las condiciones sanitarias, ampliar  
el acceso a la educación y la vivienda, controlar la inflación e incrementar la productividad  
agrícola mediante la reforma agraria. En: Alianza para el Progreso, Biblioteca Nacional de  
Chile. Ver en: https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-94594.html (08-11-2022)  
3 Carlos Julio Arosemena Monroy, Mensaje al H. Congreso Nacional de 1962, Talleres Gráficos  
Nacionales, Quito, 1962, p. 30.  
3
3
4 César Baquerizo Arosemena, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí,  
Offset Abad, Guayaquil, 2021, p. 250.  
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Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
Inauguró el aeropuerto de la ciudad de Guayaquil, reempla-  
zando al inadecuado de Panagra para impulsar el turismo interna-  
cional. Pero en su discurso aclaró que: “fue también obra de los  
gobiernos que presidieron: los doctores Ponce y Velasco Ibarra; nosotros lo  
35  
hemos podido terminar”. Consiguió que el Comité de Vialidad destine  
fondos para construir el puente sobre el río Guayas.  
Avanzó las obras del Puerto Marítimo de Guayaquil.  
Su gobierno realizó el Plan Integral de la Educación, a fin de  
contar con un organismo técnico que asesore al Ministerio del Ramo.  
Construyó 11.000 aulas y formó 11.000 maestros. Puso en funciona-  
miento 900 centros de alfabetización para 27,000 adultos. Respecto de  
las Escuelas Politécnicas de Quito y Guayaquil cabe decir que inicia-  
ron una nueva etapa; la primera, gracias al apoyo del Fondo Especial  
de las Naciones Unidas; y la segunda, por las reformas introducidas  
36  
en su administración, ya que se contrató profesores franceses.  
Creó la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, la  
Universidad Laica en Guayaquil y también a la Universidad Libre  
en Quito que la Junta Militar posteriormente cerró. Expresó: “Un pue-  
37  
blo que no tiene educación no puede salir adelante”.  
En lo personal, siempre decía: “Yo quiero aprender, mi sed de  
aprender es eterna, y el hombre aprende desde que nace hasta cuando  
muere”.3  
8
Reformó la Ley de Inquilinato que ya estaba caduca. Fundó  
el club deportivo el Nacional para que los militares participen contra  
los civiles en el fútbol y demás deportes. Se construyó en su gobierno  
el Coliseo Cerrado de Guayaquil y fue inaugurado en 1963.  
Realizó el segundo censo nacional de población de la historia  
del país. Decía: “Teníamos que saber cuántos éramos para tener informa-  
39  
ción y poder tomar decisiones acertadas”. El primer censo fue realizado  
en la presidencia de Galo Plaza Lasso en 1950.  
3
3
3
5 Ibíd., p. 227.  
6 Ibíd., p. 260.  
7 César Baquerizo Arosemena, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí,  
Offset Abad, Guayaquil, 2021, p. 306.  
8 Ibíd., p. 329.  
9 Ibíd., p. 292.  
3
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229  
César Baquerizo Arosemena  
Luchó acérrimamente por que se cumpla la tesis de las 200  
millas marinas. Enunció:  
Fundamental en mi gobierno para el país fue el respeto a todos los ciu-  
dadanos, la tolerancia con todos los credos, mi deseo de que ante el altar  
de la Patria todos fueran iguales; mi respeto a los derechos humanos y  
mi indiscutible deseo de servir a las clases menos favorecidas económi-  
40  
camente, comenzando por la creación de un décimo tercer sueldo.  
Fue el creador de los décimos tercer, décimo cuarto y décimo  
quinto sueldos. Ya que en época de la moneda Sucre, la inflación era  
galopante y los sueldos eran casi estáticos y los décimos eran una  
manera de compensar. Su padre, muchos años antes de ser presi-  
dente, ya pagaba décimo tercero y cuarto sueldos, varias décadas  
antes de que sea obligación, cuando gerenciaba un banco ya que él  
decía que el ecuatoriano no tenía la cultura de ahorro y esa era una  
manera de ayudar a sus empleados. En julio de 1963 derrocaron a  
su gobierno. Pero esto no lo sacó de la arena política, ni lo desanimó  
siquiera. De 1966 a 1967 fue miembro de la Asamblea Constituyente,  
una vez que salieron los dictadores. Posteriormente fue Diputado  
del Congreso Nacional de 1968 a 1972, luego en el período de 1979 a  
41  
1984 y también de 1992 a 1994.  
Como diputado peleó prácticamente sin apoyo por las 40  
horas laborables a la semana, y con los años lo terminó consiguiendo  
a través de una ley. Respondía a las críticas a su proyecto de ley:  
Yo no estoy patrocinando que los ecuatorianos trabajen menos. Creo  
que en el Ecuador todos tenemos que trabajar más. Pero no acepto que  
al hombre se lo convierta en carburante biológico. Existen industrias y  
actividades de orden económico en general que no solamente no pue-  
den paralizarse los días sábados y domingos, sino que tienen que ejer-  
cerse los trescientos sesenta y cinco días y durante las veinte y cuatro  
horas; para eso están los turnos y los pagos de las horas extraordinarias.  
42  
No debemos confundir la fiebre con la sábana.  
4
4
4
0 Carlos Julio Arosemena Monroy, Carlos Calderón Chico, “No me importa el juicio de la historia”:  
(conversaciones con Carlos Julio Arosemena), Planeta, 2003, p. 31.  
1 César Baquerizo Arosemena, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí,  
Offset Abad, Guayaquil, 2021, p. varias.  
2 Ibíd., p. 365.  
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Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
En octubre de 1979, la Municipalidad de Guayaquil, le  
otorgó la condecoración Estrella de Octubre por sus relevantes ser-  
vicios permanentes y por la defensa constante de Guayaquil. En al-  
guna ocasión refiriéndose a comentarios negativos respecto a los  
guayaquileños pronunció:  
Ciertos tontos afirman despectivamente que Guayaquil es un pueblo  
de comerciantes. Para el comercio se requiere imaginación, inteligencia  
y audacia. Lo mejor, lo perfecto es la meta. Y esos tontos desconocen  
que en la historia del heroísmo, nadie ha superado a los fenicios y a los  
hebreos… Pero, además los guayaquileños, somos agricultores no  
puede concebirse a nuestra Patria sin el cacao. Pero también los gua-  
yaquileños somos industriales. Que lo digan los astilleros y sus naves.  
Pero asimismo los guayaquileños somos inventores. Recordemos al Hi-  
43  
popótamo de José Rodríguez Labandera…  
De 1994 a 1997 se desempeñó como ministro juez de la Corte  
Suprema de Justicia. Con esto, tanto don Carlos Julio Arosemena  
Monroy como don Alfredo Baquerizo Moreno estuvieron en los tres  
poderes del Estado. Y esto por seguir la máxima: “Si crees que falta  
44  
un hombre. Sé tú ese hombre”. Fue un idealista. El dinero no lo mo-  
tivó. Fue un hombre de gran conciencia social; la mayoría de sus  
clientes, como abogado, eran personas sin recursos económicos, por  
lo que no les cobraba. Ellos le pagaban simbólicamente con pavos y  
lo que podían.  
Leía a gran velocidad, más de 400 palabras por minuto. Su  
lectura no se limitó a temas jurídicos, sino que conocía la historia  
universal, literatura inglesa y estadounidense, además de muchos  
otros temas. Cuando le solicitaron a Carlos Julio Arosemena Monroy,  
que dé un consejo a la juventud ecuatoriana, dijo: “Mi consejo para la  
juventud es sencillo: estudien y no roben”.45  
43 César Baquerizo Arosemena, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí,  
Offset Abad, Guayaquil, 2021, p. 412.  
4 Ibíd., p. 495.  
4
4
5 Redacción El Universo, La última entrevista con Carlos Julio Arosemena Monroy, 07 de marzo  
de 2004. Ver en: https://www.eluniverso.com/2004/03/07/0001/8/1106B1B2447541E388  
ADC F8116D7C3E2.html (08-11-2022).  
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231  
César Baquerizo Arosemena  
Ya concluyendo mi intervención, y a pesar de tener claro que,  
lamentablemente, siguen vigentes las palabras de uno de los perso-  
najes de la novela Tierra Adentro del expresidente Baquerizo Moreno  
que dijo: “No medran mucho que digamos las personas de letras en nuestra  
República incipiente. El terreno no está abonado aún para ese cultivo. El  
producto se desperdicia por escasez de consumidores. Es como un Mar  
Muerto de libros”. 46  
Decía, que a pesar de saber que esas palabras siguen vigen-  
tes, no puedo dejar de mencionar el hecho de que la Academia Na-  
cional de Historia del Ecuador, una institución muy prestigiosa y de  
gran importancia en nuestro querido país me invite a ser uno de sus  
Miembros, tiene un doble significado para mí: por un lado, es un  
gran honor participar en la Academia Nacional de Historia en la  
noble y trascendental misión de investigar la historia de la República  
del Ecuador y, a través de esto, permitir educar a todo un país, así  
sea de persona en persona; y por otro lado, también tiene otro signi-  
ficado, es un reconocimiento a un usualmente ingrato esfuerzo de  
mi parte de investigar varios años para cada libro publicado con el  
afán de que quizá alguna persona, en algún momento lo lea y le en-  
cuentre utilidad para su vida y la de la patria.  
Por supuesto que acepto esta nominación. La acepto con  
mucha humildad. Es un orgullo ser miembro de la Academia Nacio-  
nal de Historia porque creo que también están vigentes otras pala-  
bras de Baquerizo Moreno:  
El Libro es una iluminación. Abridlo. Abrid cuantos podáis… Donde  
no hay libro, hay sombra; sombra espesa, palpable; y donde la sombra  
triunfa, en la calle o el hogar, el mal triunfa también pues triunfarán  
con ella la ignorancia y la violencia... Y en tanto el libro prevalezca entre  
nosotros, las emboscadas del mal no prevalecerán, no podrá prevalecer  
47  
sobre la cultura, la belleza, el saber y la virtud del alma ecuatoriana.  
4
6 Alfredo Baquerizo Moreno, Tierra adentro: la novela de un viaje, Editorial Ecuatoriana, Quito,  
937.  
7 César Baquerizo Arosemena, Alfredo… op. cit., p. 254.  
1
4
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232  
Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
La historia ecuatoriana, la historia de la humanidad incluso,  
nos está gritando la necesidad de un nuevo Renacimiento. No de la  
razón y el conocimiento, que son muy importantes, sino un cambio  
radical en cuanto al avance de aplicación de conceptos más valiosos  
que el oro, perdidos en el tiempo: la ética, la educación generosa, la  
cívica y la moral en general.  
Ante la realidad nacional actual, ¿podemos decirle a un men-  
digo que nunca tuvo educación ni buena alimentación y que no tiene  
manos:“!Ponte a trabajar, en vez de mendigar!”, cuando hemos sido in-  
capaces de crearle las oportunidades para que consiga empleo o  
pueda emprender algún negocio?  
Sabemos que la mayoría de los ecuatorianos viven en una  
pobreza esclavizante que no les permite acceder a servicios elemen-  
tales. ¿Cómo pueden ellos, habiéndose criado en esas condiciones,  
salir adelante por sí mismos? Dejemos de exigir derechos y servicios  
a un estado que claramente no sabe cómo darlos. Mas bien empece-  
mos a analizar cómo podemos servir a nuestro país desde donde nos  
encontremos. No se necesita un título ni cargo para servir, ni siquiera  
se necesita llegar a mucha gente con nuestro servicio, con que ayu-  
demos a una persona, con que seamos ejemplo para los demás,  
vamos a poder cambiar la realidad atormentadora de la mayoría de  
los ecuatorianos.  
Debemos entender que guayaquileño es quien ama la histo-  
ria heroica de Guayaquil; y está dispuesto a continuar defendiendo  
su libertad y la de sus semejantes con la misma valentía entereza y  
perseverancia que nuestros antepasados. Y para esto, es menester  
conocer la historia.  
Y ya para concluir, el mensaje que les quiero dejar, y que los  
exhorto a que lo interioricen, es el siguiente: aumentemos el esfuerzo,  
no perdamos la esperanza, el Ecuador tiene que salir adelante, pero  
esto depende de nosotros, y recordemos que lo que hagamos o deje-  
mos de hacer será parte de la historia; y de alguna manera afectará  
a las futuras generaciones. No descansemos hasta conseguir un país  
con un horizonte claro: donde la cívica y la ética sean temas de im-  
portancia y donde reine, para todos nuestros compatriotas: la justi-  
cia, la paz y la libertad. Muchas gracias.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
233  
César Baquerizo Arosemena  
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y la grandeza en tu propia perfección, Offset Abad, Guayaquil, 2019.  
–––––, Carlos Julio Arosemena Monroy: Las memorias que nunca escribí, Offset  
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ICAZA, Jorge, Huasipungo, Libresa, Quito, 2007  
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PAZ Y MIÑO, Juan, La Revolución Juliana en Ecuador (1925-1931). Políticas econó-  
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Redacción El Universo, La última entrevista con Carlos Julio Arosemena Monroy,  
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07/0001/8/1106B1B2447541E388ADCF8116D7C3E2.html (08-11-2022)  
S/A, Quién es quién en Venezuela, Panamá, Ecuador, Colombia, Vol.1, Oliverio Perry,  
Bogotá, 1952  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
234  
Trascendencia del Dr.Alfredo Baquerizo Moreno  
y del Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy en la historia ecuatoriana  
VENEGAS, María Gabriela, La novela del Ecuador desde el espacio anfibio de  
la ciudad portuaria y su relación con el liberalismo ecuatoriano: tres casos  
representativos entre 1855 y 1944, 2017. Ver en: https://escholarship.org/  
uc/item/7wj8s7ms (07-11-2022)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 217–235  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A SANTIAGO VALLEJO VÁSQUEZ  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Al cabo de 113 años de fructífera labor, cumplidos el 24 de  
julio próximo pasado, la Academia Nacional de Historia ha llevado  
a cabo una labor tesonera y de amplio reconocimiento en bien de la  
Patria, en lo que respecta al afianzamiento de sus valores más super-  
lativos.  
Efectivamente, fue el 24 de julio de 1909, gracias a la magní-  
fica visión de Federico González Suárez y por su convocatoria previa  
a jóvenes estudiosos al Palacio Arzobispal de Quito, en cuya reunión  
se constituyó la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos,  
de acuerdo a lo contemplado en el Acta Constitutiva de esta entidad  
se creaba para el cultivo de los estudios históricos americanos y, en  
especial, de los estudios ecuatorianos. Como director vitalicio, en esa  
oportunidad se designó al insigne historiador y prelado, González  
Suárez que estuvo acompañado, en calidad de socios fundadores de  
la flamante institución, jóvenes amantes de las letras, que llegaron  
a ser, con el paso del tiempo y su constante actividad intelectual,  
personalidades destacadas en los ámbitos no solo de la cultura sino  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 236–243  
236  
Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
en sus diversos campos profesionales; ellos fueron, con las dignida-  
des para las que fueron electos y ocuparon los siguientes: Dr. Luis  
Felipe Borja (hijo), subdirector; Don Carlos Manuel Larrea, secreta-  
rio; don Cristóbal Gangotena, bibliotecario-archivero y don José Ga-  
briel Navarro, tesorero. Miembros fundadores fueron también don  
Alfredo Flores y Caamaño, don Jacinto Jijón y Caamaño, don Aníbal  
Viteri Lafronte y don Juan León Mera Iturralde.  
Desde los inicios de la entidad, se veló porque quienes in-  
gresen a la misma reúnan requisitos indispensables como lo deter-  
minaron las recomendaciones efectuadas por Alfredo Flores y  
Caamaño, en comunicación de 15 de julio del año mencionado:  
Conviene no formen parte de la Sociedad personas incapaces de pres-  
tarnos ayuda, ya por sus impedimentos para el estudio y los trabajos  
que demandan contracción y perseverancia, en una palabra, por no  
tener ningún conocimiento en la materia, ni verdadero propósito de  
adquirirlos, siendo el honor de pertenecer a un centro elegido y fomen-  
tado por un hombre eminente y sabio, el único fin. Como el objeto de  
la Sociedad no es, ni puede ser, sino el verdadero estudio, débese pro-  
ceder con tino a este respecto y sin contemplaciones, pues tomar en  
cuenta otras consideraciones sería desnaturalizar los principios que  
2
rigen siempre a las instituciones serias de este género.  
La Comisión de Ingresos, que es muy rigurosa en cuanto a  
sus informes de admisión, procura en todo momento cumplir con  
los exigentes requisitos que, una vez cumplidos, analizados, y cali-  
ficados positivamente, son elevados a conocimiento y aprobación  
de la Junta General, integrada por los Académicos de Número y, si  
la votación es favorable, el aspirante es admitido y considerado  
Miembro, una vez que, en Sesión Pública Solemne, exponga su dis-  
curso, como lo escucharemos a continuación.  
Volvamos al siglo anterior y la consiguiente secuencia de se-  
siones de la primitiva Sociedad de Estudios a través del mensaje es-  
crito, fechado junio 11 de 1911, dirigido a los jóvenes fundadores de  
la Sociedad de Estudios Históricos, en el cual su fundador González  
2
Franklin Barriga López, Historia de la Academia Nacional de Historia (1809-1909), Academia Na-  
cional de Historia- Editorial El Conejo, Quito, 1909, p. 49.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 236–243  
237  
Franklin Barriga López  
Suárez, luego de reconocer que su palabra ha caído en tierra fecunda,  
exhortó lo que jamás se olvida y tiene que no olvidarse nunca en  
nuestra institución:  
Trabajad con tesón, con empeño, con constancia: no os desalentéis por  
las dificultades, no os acobardéis ante los obstáculos… venced las di-  
ficultades, arrollad los obstáculos. Como la verdad es el alma de la his-  
toria, buscad la verdad, investigad la verdad y, cuando la encontraréis,  
narradla con valor.3  
La Sociedad de Estudios Históricos Americanos obtuvo el  
alto carácter de Academia Nacional de Historia, haciendo justicia a la  
fecunda y patriótica labor realizada en algo más de once años, según  
la comunicación enviada oficialmente, a la que se adjunta un ejem-  
plar del Registro Oficial N. 23, de 28 de septiembre de 1920, en el que  
se halla publicado el Decreto Legislativo que legaliza tal categoría,  
con el ejecútese del Presidente de la República, José Luis Tamayo.  
Este gigantesco paso dado por la Sociedad Ecuatoriana de  
Estudios Históricos Americanos de convertirse en Academia Nacio-  
nal de Historia, fue recibido con alborozo dentro y fuera del país,  
por ello, la jurídica y recientemente, en ese entonces, creada Acade-  
mia recibió múltiples y honrosas felicitaciones, como las provenien-  
tes de la Sociedad de Americanistas de París o del Museo Británico de  
Londres. Nuestra entidad tiene al momento vínculos con Academias  
similares y universidades de varios países del mundo, con quienes  
ha suscrito convenios de colaboración recíproca.  
Un nuevo colega académico ingresa hoy como Miembro Co-  
rrespondiente, por la puerta grande –como solamente así se puede  
entrar en esta centenaria y prestigiosa institución-, se trata de San-  
tiago Vallejo Vásquez, abogado por la Universidad Central del Ecua-  
dor, con reconocimiento al mejor graduado en el año 2014 en la  
Facultad de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y Sociales de la Uni-  
versidad Central del Ecuador; Magíster en Derecho, con mención en  
Derecho Tributario por la Universidad Andina Simón Bolívar, sede  
3
Ibíd., p.53.  
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238  
Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
Ecuador (2018); Doctorando en Derecho por la Universidad Nacional  
del Mar del Plata y Universidad de Buenos Aires, República Argen-  
tina. Además, en el Instituto Tecnológico Luis Ulpiano de la Torre,  
en el año lectivo 2007-2008, se le declaró el Mejor Egresado de Ba-  
chillerato y obtuvo la presea “María Inés Cevallos”, habiendo sido  
antes Primer Escolta del portaestandarte de la ciudad de Cotacachi.  
De su formación educativa se debe resaltar su participación en el  
Programa de Liderazgo Juvenil (2008), efectuado en la Universidad  
del Estado de Washington, Estados Unidos de Norteamérica.  
El Dr. Santiago Vallejo Vásquez actualmente es secretario ge-  
neral del Consejo Nacional Electoral, en funciones, además docente  
universitario de pregrado y postgrado en la Universidad Central del  
Ecuador, en la Universidad Técnica del Norte y Universidad de Ota-  
valo. Ejerció, también, el profesorado universitario en la Escuela de  
Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador-  
Sede Ibarra y en la Universidad de las Américas (UDLA). Ha labo-  
rado, asimismo, en la Corte Nacional de Justicia, Sala Especializada  
de lo Contencioso Tributario; en el Tribunal de Justicia de la Comu-  
nidad Andina, Magistratura del Ecuador; se desempeñó como: di-  
rector de la Delegación Provincial Electoral de Imbabura; director  
Nacional de Organizaciones Políticas; director Nacional de Asesoría  
Jurídica y Normativa del Consejo Nacional Electoral.  
Forma parte de la Academia Bolivariana de América–Capí-  
tulo Ecuador, habiendo recibido la Condecoración “Libertad y Pro-  
greso” en Grado Internacional de Primera Clase, otorgada por el  
Consejo de Fundadores de la Confraternidad Bolivariana de América  
con sede en Santa Fe de Bogotá; además Miembro de la Casa de la  
Cultura Ecuatoriana–Núcleo de Imbabura, Centro Cultural “Antonio  
Ante”, Instituto Ecuatoriano de Derecho Tributario y Colegio de  
Abogados de Pichincha. Es autor del libro El Principio de Reserva de  
Ley en la Definición de la Base Imponible de los Tributos Aduaneros: Aná-  
lisis Jurídico, editado en Corporación de Estudios y Publicaciones,  
Quito, 2022 y de estas otras obras inéditas: “Trascendencia histórica  
del 10 de Agosto de 1809”, “El Control Constitucional de los Actos  
Jurisdiccionales en Materia Electoral” y “Apuntes de la Cátedra Teo-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 236–243  
239  
Franklin Barriga López  
ría General del Estado”, además de artículos publicados en medios  
de comunicación.  
Es notoria su inclinación a los estudios históricos, especial-  
mente en lo que respecta al período de nuestra Independencia. En  
esta área escribió y publicó, con el aval académico de la Universidad  
Central del Ecuador, el libro Visión general del pensamiento político de  
4
Simón Bolívar.  
En esta obra se estudia al Libertador en una de sus fases más  
descollantes, la del visionario que quiso una República, la Gran Co-  
lombia, unida por ideales de cohesión y grandeza. Lamentablemente  
y a la postre, la realidad se impuso con sus tentáculos de ambiciones,  
deslealtades, pasiones nada recomendables que asfixiaron los ideales  
del soñador que murió olvidado, desalentado y en pobreza, en la  
quinta llamada San Pedro Alejandrino ubicada en Santa Marta al  
Norte de Colombia, cuando pudo gozar de los privilegios, no solo  
económicos, procedentes de la cuna dorada en la que nació y de la  
posición alcanzada por ser el triunfador ante el imperio español, el  
fundador de lo que vinieron a ser las repúblicas de Venezuela, Pa-  
namá, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Todo lo dedicó a la causa  
de la libertad, fortuna, salud y vida, como el incomparable adalid,  
que lo fue y que, ocupa en la Historia el lugar preeminente y ejem-  
plar, sostenido, férreamente, por la posteridad.  
El ideario de Bolívar es esencialmente político, con gigantescos  
perfiles de estadista, lo que se testimonia en sus discursos y procla-  
mas rebosantes de altura y patriotismo, pensamiento que le llevó a  
fortalecer su espada triunfadora de General en Jefe del Ejército Li-  
bertador. Su medular concepción del poder quedó plasmada en estas  
frases, que constan en el Discurso al Congreso de Angostura (15 de  
febrero de 1819): “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo  
tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obe-  
5
decerle y él a mandarlo, de donde se origina la usurpación y la tiranía”.  
4
5
Santiago Vásquez Vallejo, Visión general del pensamiento político de Simón Bolívar, Universidad  
Central del Ecuador, Quito, 2021  
Franklin Barriga López, Páginas de la Independencia, Colección Biblioteca de la Independencia,  
Tomo I, Academia Nacional de Historia, Edit. Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 2000,  
p. 200.  
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240  
Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
Tan solo estas frases pulverizan las intenciones de los totalitarios que  
pretenden secuestrar, con repudiable arbitrariedad y cinismo, la fi-  
gura de Simón Bolívar, presentándole como emblema de ellos,  
cuando fue todo lo contrario. Este personaje, en reiteradas ocasiones,  
subrayó: “Como amo la libertad, tengo sentimientos nobles y liberales”.  
Todos los cuerpos de la historia enseñan que las gangrenas políticas no se  
curan con paliativos” (Carta a J. M. Castillo, Presidente de la Conven-  
ción de Colombia, 11 de abril de 1828”. “La mejor política es la honra-  
dez”, subrayó en la Carta al Gral. Santander, fechada el 17 de agosto  
6
7
de 1820, lo que es complementado con estas reflexiones expuestas  
ante la Convención de Ocaña (29 de febrero de 1828): “La corrupción  
de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad de  
los delitos. Mirad, que sin fuerza no hay virtud, y sin virtud perece la Re-  
pública”.8  
Sabias palabras, las anteriores, parecen dirigidas a los regí-  
menes ecuatorianos, de los que no es necesario dar nombres de quie-  
nes los encabezaron por ser de conocimiento y sufrimiento  
generalizados, donde la corrupción y la impunidad campearon, para  
ocasionar el descalabro y el desencanto con riesgo incluso a la diso-  
lución nacional.  
Cuánto puedo seguir manifestando en torno a este tema,  
pero es momento de ceder la palabra al joven y ya destacado profe-  
sional quien se identificó con José Ingenieros y, consecuente con ello,  
en su anotado libro escribió: “He aprendido la urgencia de amar la belleza,  
la verdad, la bondad. Pautas que han arrojado luces en mi conducta personal  
y, modestamente, desde mi cátedra y mi profesión; supremos valores aquellos  
que traen consigo el compromiso irrestricto de cultivar la justicia y venerar  
9
la libertad”. Muy buena presentación, para su libro precisamente estas  
cualidades se cultivan en nuestra corporación científica, con el fun-  
damento de la verdad.  
6
7
8
9
Ibíd., p. 224.  
Ibíd., p. 219.  
Ibíd., p. 224.  
Santiago Vallejo Vásquez, Visión general del pensamiento político de Simón Bolívar, Academia Bo-  
livariana de América-Capítulo Ecuador, Proletextos Ediciones, Quito, noviembre 2021, p. 16.  
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241  
Franklin Barriga López  
Brindo sincera y fraternal bienvenida a nuestra centenaria y  
prestigiosa corporación científica a Santiago Vallejo Vásquez, abo-  
gado, magíster. candidato a Ph.D. e investigador de las ciencias so-  
ciales, quien, en su discurso estatutario de incorporación, abordará  
La enseñanza de la historia como base para la construcción de una  
identidad nacional: nudos críticos en el sistema educativo ecuato-  
riano”, tema sustantivo, tanto por la trascendencia para las socieda-  
des humanas del país que constituye la historia, ya que como bien  
se ha dicho “pueblo que desconoce la historia está condenado a repetirla”,  
cuanto también, porque la identidad nacional es lo que proporciona  
identificación y orgullo de pertenencia a los países, los nutrientes  
para que los individuos y las colectividades se consoliden en su con-  
ciencia colectiva estructurada primeramente por la historia, la tradi-  
ción, la evocación de los ancestros en la proyección de los hijos y los  
nietos, en la convivencia diaria, en la comarca donde se ha nacido o  
vive, en los ideales comunes, en la cultura que resume las manifes-  
taciones materiales y espirituales de los seres humanos en constante  
evolución.  
Cuando más profundas y robustas son las raíces, la presencia  
y perdurabilidad de los pueblos están garantizadas, así el terreno de  
la patria cívica sea árido o agreste. Convengamos en que la erosión  
del alma, del alma nacional, es más peligrosa que la erosión de la tie-  
rra, por esto hay que cultivarla con el mayor de los esmeros, perma-  
nentemente, a fin de que sus frutos sean óptimos.  
Este cultivo no debe apartarse del amor a lo propio, del men-  
cionado e infaltable sentido y orgullo de pertenencia, para lo cual  
debe prevalecer la motivación que resalta los aspectos positivos antes  
que los prejuicios, complejos, frustraciones que carcomen la autoes-  
tima y a los que se tiene que combatir sin tregua, para que resplan-  
dezca la esperanza y no el criterio peyorativo y oscurantista que,  
como gigantesco aluvión arrasa el aliento de optimismo que cons-  
truye la grandeza de la Patria.  
Es momento de escuchar al Académico de la Historia San-  
tiago Vallejo Vásquez, a quien le reitero la más cordial bienvenida,  
convencido que su presencia entre nosotros contribuirá al mejor  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 236–243  
242  
Bienvenida a SantiagoVallejoVásquez  
cumplimiento de los nobles fines y objetivos institucionales, que se  
vuelven realidad única y exclusivamente cuando todos sus integran-  
tes reman en la misma dirección.  
Damas y caballeros  
Casa Alhambra, Quito,  
jueves 20 de octubre de 2022  
Bibliografía  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, Historia de la Academia Nacional de Historia (1809-  
1909), Academia Nacional de Historia- Editorial El Conejo, Quito, 2009.  
–––––, Páginas de la Independencia, Colección Biblioteca de la Independencia,  
Tomo I, Academia Nacional de Historia, Edit. Casa de la Cultura Ecuato-  
riana, Quito, 2000.  
VÁSQUEZ VALLEJO, Santiago, Visión general del pensamiento político de Simón  
Bolívar, Universidad Central del Ecuador, Quito, 2021.  
–––––, Visión general del pensamiento político de Simón Bolívar, Academia Boliva-  
riana de América-Capítulo Ecuador, Proletextos Ediciones, Quito, noviem-  
bre 2021.  
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243  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA COMO BASE PARA  
LA CONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD NACIONAL:  
NUDOS CRÍTICOS  
EN EL SISTEMA EDUCATIVO ECUATORIANO  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Santiago Vallejo Vásquez1  
Resignarse es una cobardía,  
es el sentimiento que justifica el abandono de aquello  
por lo cual vale la pena luchar, es, de alguna manera, una indignidad.  
Si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema e historia  
que ha legitimado una muerte silenciosa.  
2
Ernesto Sábato  
Quiero expresar, en primer lugar, mis sinceras palabras de  
gratitud a la Academia Nacional de Historia del Ecuador, en especial  
a su cuerpo directivo, Dr. Franklin Barriga López, director; Dr. César  
Alarcón Costta, subdirector; y Ac. Diego Moscoso Peñaherrera, se-  
cretario; así como a los dignos miembros de la Junta General, de nú-  
mero y correspondientes.  
Francisco Quevedo, ese inmenso poeta español, lo dijo:  
Quien recibe y no agradece, pocas veces lo merece”. Por eso, y por mis  
3
propias convicciones, he de agradecer profundamente la gentileza de  
tan preclaros caballeros y damas de la cultura e historia nacional, para  
considerar mi nombre, joven y temprano, a fin de integrar con sano  
orgullo y satisfacción tan emérita entidad, en este acto que me enal-  
1
Abogado por la Universidad Central del Ecuador, Magíster en Derecho, con mención en De-  
recho Tributario por la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador, 2018; Doctorando  
en Derecho por la Universidad Nacional del Mar del Plata y Universidad de Buenos Aires,  
República Argentina. Actualmente es Secretario General del Consejo Nacional Electoral, en  
funciones, además, docente universitario de pregrado y postgrado en la Universidad Central  
del Ecuador, en la Universidad Técnica del Norte y Universidad de Otavalo.  
Ernesto Sábato, La Resistencia, Editorial Planeta Argentina, Buenos Aires, 2000, p. 82.  
Francisco de Quevedo, Obras festivas de D.F. de Quevedo y Villegas: con una noticia de su vida,  
Garnier Hermanos, París, 1886, p. 433.  
2
3
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
244  
La enseñanza de la Historia como base  
para la construcción de una identidad nacional  
tece junto con mi familia, mi provincia y querido lar nativo, conjun-  
tamente con mis colegas académicos, hermanos, amigos y amigas.  
Mi compromiso no puede ser otro, hoy más que nunca, que  
trabajar denodadamente por sacar adelante los códigos dictados por  
la ética y la moral, por hacer prevalecer los altos fines de la Historia,  
ya en la cátedra, en mis escritos, o en mi discurso llano y sencillo,  
para hacer prevalecer la rectitud y probidad en el proceso investiga-  
tivo, para que la verdad siempre nos ilumine. Convencido como el  
que más de que la verdad es la poesía de la Historia; sirviendo como  
un soldado más en esta noble causa de recuperar, incentivar y difun-  
dir la historia nacional como tributo a la memoria y obra de nuestros  
antecesores, ciudadanos honestos, librepensadores y comprometidos  
con las causas justas.  
“La leyenda de los grandes seres humanos de la historia no es el epi-  
tafio que puedes leer en sus tumbas, sino el relato que te puedan narrar aque-  
llas personas que los conocieron en vida”, Voltaire.  
Distinguido público que nos acompaña en esta tarde, permí-  
tanme presentar ante ustedes esta disertación en la que hablaremos  
sobre: “La enseñanza de la historia como base para la construcción  
de una identidad nacional: nudos críticos en el sistema educativo  
ecuatoriano”; considerando precisamente que, la construcción de la  
identidad nacional, empieza en la historia.  
Es por ello que, sobre la imperiosa necesidad de que los pue-  
blos conozcan su historia se ha pronunciado más de un nombre que  
ha pasado a la historia de la humanidad, tal es el caso de Marco Tulio  
Cicerón (106-43 a.C), que dijo exactamente: “Quien olvida su historia  
4
está condenado a repetirla”. Y aunque han dicho diferentes versiones  
de esta frase admonitoria un número elevado de personas en todas  
partes, ya en tiempos más cercanos, el español George de Santayana  
(1863 y 1952), conocido con un nombre que suena anglosajón porque  
hizo toda su carrera intelectual en inglés, ya que habitaba en Estados  
5
Unidos, dijo: “Quien olvida su pasado está condenado a repetirlo”. Así,  
4
5
Cfr. Marco Tulio Cicerón en: Ignacio López-Goñi, Oihan Iturbide, Funcionan las vacunas, Next  
Door Publishers, Pamplona, 2019.  
Cfr. George de Santayana en: José Rodríguez Iturbe, El fascismo italiano: Mussoline y su tiempo,  
Universidad de la Sabana, Bogotá, 2019, p. 441.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
245  
SantiagoVallejoVásquez  
de los dos mil años que separan a un personaje de otro, sigue siendo  
imprescindible conocer nuestra historia para saber quiénes somos.  
Y ya que he empezado esta disertación mencionando a Marco  
Tulio Cicerón, voy a detenerme un momento en la historia del inefa-  
ble Imperio Romano. Ellos, los romanos estaban convencidos de que  
su destino era vencer y perdurar. Era tan alto el concepto que tenía  
Roma de si misma, que Tito Livio lo expresaba así:  
Ahora bien, si a alguna nación se le debe permitir reclamar un origen  
sagrado y apuntar a una paternidad divina, esa nación es Roma. Porque  
tal es su fama en la guerra que cuando se elige para representar a Marte  
como su propio padre y su fundador, las naciones del mundo aceptan  
tal declaración con la misma ecuanimidad con que aceptan su dominio.  
Pero cualesquiera opiniones o críticas a estas y otras tradiciones, las con-  
sidero como de poca importancia.6  
Para componer la historia de Roma, Cicerón acudió a fuentes  
tan diversas como historiadores, nobles, generales, políticos y escri-  
tores como Catón el Viejo. Los romanos edificaron un mito fundacio-  
nal eficiente y productivo, que hizo de ser romano un orgullo.  
Los nórdicos son otro ejemplo estupendo de creación de un  
mito fundacional potente y positivo que ayuda a los individuos a  
identificarse con el terruño y con sus antepasados, a cimentar una  
idiosincrasia de la que presumir, a tener orgullo de lo que se es. No  
me extenderé sobre el particular, en atención al limitado tiempo del  
que dispongo.  
La enseñanza de la historia, especialmente los orígenes, eran  
muy importantes para los romanos y los nórdicos, ya que encontra-  
ban que en su origen se hallaban las razones de su éxito como civili-  
zación. Hablemos ahora de nosotros y de nuestra historia. ¿Conoce-  
mos los ecuatorianos nuestra historia? ¿Somos conscientes de nuestro  
origen? ¿Hay algo de lo que nos sintamos orgullosos, que nos iden-  
tifique como miembros de una comunidad, una sociedad?  
6
Tito Livio, Prefacio de Ab urbe condita. Ver en: https://www.edistribucion.es/anayaeduca  
cion/8450030/recursos/UD_03/p56_lecturas_new_2.pdf (23-11-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
246  
La enseñanza de la Historia como base  
para la construcción de una identidad nacional  
Me parece oportuno recordar aquella frase tan existencial  
como vital que oí tantas veces en los documentales que estudian los  
7
orígenes de la humanidad: “de dónde somos y de dónde venimos”. La  
ciencia ha dado acertadas y fundadas respuestas al respecto. La filo-  
sofía también lo ha intentado, Heidegger dice en su obra El ser y el  
tiempo que la pregunta sobre el ser tuvo en vilo las meditaciones de  
Platón y Aristóteles. Anterior a estos dos filósofos, ya Sócrates nos  
había recomendado su frase “Conócete a ti mismo”. En tiempos más  
cercanos, aunque no actuales, Marx decía que el ambiente forma, “el  
individuo es lo que su entorno próximo le permite”.  
Ya en la propuesta pedagógica del ruso Vygotsky, le embar-  
gaba una profunda preocupación por la génesis de la cultura, consi-  
deraba al ser humano constructor de la misma, se oponía a la  
psicología clásica al considerar que no respondía adecuadamente a  
los procesos de individualización y los mecanismos que lo generan,  
por ello elabora su teoría de la “génesis y naturaleza social de los pro-  
cesos psicológicos superiores”. “Vygotsky, de acuerdo con Bonin (1996),  
se empeñó en crear una nueva teoría que abarcara una concepción del desa-  
rrollo cultural del ser humano por medio del uso de instrumentos, especial-  
8
mente el lenguaje, considerado como instrumento del pensamiento”.  
Esta pedagogía es profundamente crítica. Aquí, sin embargo,  
se ha conocido una versión más radicalizada, cuyo texto guía se titula  
Pedagogía del oprimido, de Paulo Freire. Porque, si bien es cierto, que  
en sus trabajos Freire considera a la cultura como telón de fondo que  
opera en los procesos de negociación cultural, ya que desde la cultura  
se socializa y se reconoce lo diferente, se parte del respeto a los saberes de los  
educandos y se promueve su participación a través de una negociación cul-  
tural en la cual se dialoga y construyen nuevos saberes, contextualizados, sig-  
nificativos, diversos y con sentido para cada uno de los actores del proceso”.9  
La idea es hacer una educación liberadora que construya sus subjeti-  
7
8
Sergio Ripoll López, ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿adónde vamos? Origen y evolución del  
hombre, UNED, España, 2002  
Cfr. Molón en: Marcos Antonio Lucci, “La propuesta de Vygotsky: la psicología sociohistórica”,  
Profesorado. Revista de currículum y formación del profesorado, Vol. 10, N°2, 2006, p. 4. Ver en:  
https://www.ugr.es/~recfpro/rev102COL2.pdf (23-11-2022).  
9
Cfr. Aída Bezerra en: Antonio Narváez, Milton Calderón, Vicente Palop, La Educación Popular  
ante los nuevos contextos Latinoamericanos y el sistema educativo ecuatoriano, Fe y Alegría Ecuador,  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
247  
SantiagoVallejoVásquez  
vidades en una acción educativa específica, que se hace desde diver-  
sas metodologías, pero partiendo de lo que se sabe y de lo que se es.  
La construcción del sujeto, de su identidad, responde a un  
conjunto de factores, y entre ellos la enseñanza de su historia que  
cumple un papel fundamental. El conocimiento de la historia de un  
pueblo, de una nación, permite a los individuos construir su identi-  
dad, como ya señalaran Peña Forero y Cristancho Altuzarra “La en-  
señanza de la historia ha tenido gran relevancia en la configuración de la  
identidad nacional”.10  
Ahora bien, ¿cómo podemos trazar los caminos para la cons-  
trucción de una identidad nacional positiva? La identidad nacional  
se imbrica fuerte e inextricablemente con la memoria, con la historia,  
por tanto, con su enseñanza. Anadie le cabe duda de que hay una re-  
lación entre el pasado, la memoria y la identidad. Como sostiene Pie-  
rre Bertrand: “Los historiadores no pueden sino vestir el misterio, ocultar  
11  
lo que ha sucedido aquí, disimular el acontecimiento, deformarlo”. Y es el  
sistema educativo el que hace esa relación, transformando el pasado  
en un discurso que debe ser repetido en un lenguaje apropiado para  
la comprensión de los estudiantes. Este discurso será repetido mien-  
tras el niño, niña, adolescente y joven permanecen en el sistema edu-  
cativo.  
Permítaseme una anécdota, hace unos meses iba condu-  
ciendo de camino hacia algún lugar donde desempeño algunas de  
mis obligaciones laborales, y la radio estaba puesta en mi auto en mi  
emisora favorita, no diré cuál, ya que no me han pagado. (Perdón).  
En fin, sonaban dos voces masculinas animando a los oyentes a lla-  
mar a la emisora para responder una pregunta que no recuerdo, lo  
Quito, 2015, p.78. Ver en: https://www.feyalegria.org.ec/images/biblioteca/Fe%20y%20Ale-  
gria%20La%20Educacion%20Popular.pdf (23-11-2022).  
0 Cfr. Carretero y Kriger en: Nelsy Peña, José Cristancho, “La enseñanza de la historia y la  
construcción de subjetividad política de niños y niñas de educación básica primaria”, Perfiles  
educativos, vol. XXXIX, núm. 157, 2017. Ver en: https://www.redalyc.org/journal/132/  
1
1
13253143008/html/ (23-11-2022)  
1 Cfr. Pierre Bertrand en: Dení Trejo, Miguel Urrego, Por una historia de todos y para todos: epis-  
temología de la historia, didáctica y formación docente, Universidad Michoacana de San Nicolás  
de Hidalgo, Morelia, 2013, p.68. Ver en: https://www.academia.edu/en/23254868/Por_  
una_historia_de_todos_y_para_todos (24-11-2022).  
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248  
La enseñanza de la Historia como base  
para la construcción de una identidad nacional  
que sí recuerdo, porque me impactó negativamente, fue una res-  
puesta, la transcribo aquí: “Hola, soy Fulanito. Llamo de la provincia de  
Quito”. Era un adolescente de 16 años. Uno de los locutores o anima-  
dores le corrigió con ese encanto propio de los comunicadores. Y nin-  
gún comentario pedagógico y crítico respecto al tema. Continuaron  
con su encuesta o concurso.  
Mi reflexión es que si un joven de esa edad comete semejante  
despiste todo falla en el sistema educativo y, por extensión, en la so-  
ciedad. ¿En qué momentos de su edad escolar, hasta llegar aquí se  
habló a este adolescente de su terruño? Se supone que desde la edu-  
cación básica ya se adiestra al estudiante en su entorno, su escuela,  
su barrio, su localidad. Entre esos datos deberían estar la provincia  
en la que está la localidad. A los diez años ya sabemos los nombres  
de las provincias y sus capitales, o deberíamos saberlos. Al salir de la  
escuela ya sabemos cuántas provincias tiene el país y, particular-  
mente, que tiene una capital político-administrativa y otra económica  
cada una de las provincias.  
Se está dando un hecho paradójico en nuestras propias nari-  
ces, nunca ha habido más títulos y más titulados en nuestro país, pero  
tampoco nunca ha habido menos instrucción y educación en nuestra  
gente. El maestro ha dejado de tener autoridad, y aquí se da otra pa-  
radoja, y es que antes tenía demasiada. Y se pasó de ese extremo al  
otro. ¿Nadie nos ha dicho que los extremos son tóxicos?  
Según el Estado, y aquí actúa la pedagogía de Vygotsky en  
la versión Freire, se debe hacer la enseñanza-aprendizaje desde el  
contexto social propio y próximo de los estudiantes, no obstante, ello  
no ocurre siempre.  
Las quejas de los profesores sobre falta de material y de  
tiempo son comunes. No hay profesor o profesora que no tenga que-  
jas respecto a falta de material didáctico y de horas asignadas para  
su materia. Con esa instrucción de hacer las clases con el contexto so-  
cial donde se imparte, el Estado ha delegado en cada institución edu-  
cativa la elaboración del material didáctico. Ahora, el punto es que,  
si cada institución tiene que elaborar su material, el asunto depende  
de la dirección de la unidad educativa, la calidad del profesorado y  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
249  
SantiagoVallejoVásquez  
su nivel de compromiso con los estudiantes y su trabajo. He ahí, la  
importancia de la calidad del docente de primaria y secundaria que  
enseña Historia.  
¿Entienden nuestros profesores de primaria y secundaria que  
su labor es esencial para el futuro del país? ¿Hace el Ministerio de  
Educación y las facultades de pedagogía una criba para elegir a las  
mejores personas? Ahora, el profesor que enseña una materia, ¿la co-  
noce? Por lo menos, no siempre. Recuerdo cómo mi profesor de gra-  
mática en la secundaria cometía errores lingüísticos que daban  
vergüenza ajena. Pero era el profesor. Muchas veces, demasiadas, el  
profesor o la profesora de Historia leen de un libro, un folleto, un car-  
tel. Leen del material que ha hecho alguien más. Como si los estudian-  
tes no supieran leer. Eso de que los profesores, primaria, secundaria  
o superior, lean directamente de un libro debería estar sancionado.  
El único conocimiento que se tiene es el que está en la cabeza, porque,  
si de leer se trata, acudimos a un buscador en internet y podemos leer  
años. Nunca he podido respetar a esos lectores de clase, tuve dema-  
siados durante mis primeros años lectivos.  
¿Cómo van a enseñar lo que no saben? Uno de los nudos más  
críticos es, pues, la poca formación del profesorado. En la materia que  
enseñan y en pedagogía. Otro es la carga horaria, que es baja. La his-  
toria está infravalorada en nuestras instituciones educativas, así como  
por el Ministerio de Educación. A la historia del Ecuador se la trata  
como a la parienta pobre, especialmente ahora, cuando las tecnolo-  
gías han irrumpido con fuerza en el ámbito educativo y hay institu-  
ciones que creen que poner ordenadores en las aulas concede ventajas  
a los estudiantes. ¿Ventajas en qué sentido? El acceso a las redes so-  
ciales es alienante, lo dicen multitud de estudios.  
Como se estila en estos eventos académicos, mi intervención  
tiene por objeto presentar algunos nudos críticos y propuestas, para  
permitirme demostrar la siguiente tesis: la enseñanza de la historia  
es una de las mejores estrategias para el desarrollo de la identidad  
nacional de los ciudadanos y ciudadanas, sobre todo de las nuevas  
generaciones. Es posible que esta proposición no sea nada nueva,  
pero las dificultades, las complejidades, los nudos críticos que es po-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
250  
La enseñanza de la Historia como base  
para la construcción de una identidad nacional  
sible encontrar en este propósito, nos permitirán reconocer la impor-  
tancia, y la actualidad de la presente ponencia. Acudo a la generosa  
atención de mis interlocutores para la valoración de las diferentes ar-  
gumentaciones alrededor de la pregunta central planteada.  
A mi juicio, la primera razón para el incumplimiento del prin-  
cipal objetivo de enseñanza es de la asignatura misma, es el tipo de  
historia que ha sido relatada a nuestros niños, niñas, adolescentes y  
jóvenes. Las experiencias escolares de todos los aquí presentes darán  
testimonio de que casi siempre el aprendizaje se ha reducido a me-  
morizar una significativa cantidad de hechos, nombres, fechas… que  
apenas si impresionan a los estudiantes.  
Para ahorrar explicaciones de este dilema, es preciso remitirnos  
a la impactante sentencia de Eduardo Galeano: “La historia ha sido con-  
12  
tada por los vencedores”. Asimple vista, esta expresión no parece tener  
ninguna connotación profunda. Los siguientes razonamientos de-  
mostrarán la trascendencia de la misma. La historia que nos han con-  
tado está saturada de relatos, cuentos, mistificaciones y hasta fábulas  
contadas por la clase dominante. En estos relatos sesgados aparecen  
los miembros de las oligarquías, con todas sus variaciones, como los  
gestores, líderes, héroes de los acontecimientos históricos de la patria.  
En estas narraciones apenas si son nombradas las bases populares,  
los estratos excluidos de la sociedad, los hombres y mujeres indíge-  
nas, afros y mestizos.  
Pregunto en qué libros, textos o manuales históricos se relatan  
la participación concreta de los colectivos populares, los obreros, los  
artesanos, los agricultores en los múltiples acontecimientos de la his-  
toria nacional. Lo común ha sido enterarse de que un hombre ilustre,  
un militar heroico, un grupo de connotados de la sociedad, algunos  
intelectuales, han sido los protagonistas de sucesos importantes de  
nuestra historia. En estas “proezas” parece ser que los pueblos apenas  
sí han tenido presencia.  
Todo hace pensar que en esta marginación social se puede en-  
contrar la escasa emoción y empatía de los escolares hacia la historia  
12 Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, México, Siglo XXI Editores, 1971,  
p. 339.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
251  
SantiagoVallejoVásquez  
patria. Si los niños, niñas y adolescentes perciben que antepasados  
mestizos, indígenas y afros no han sido actores de la historia nacional,  
se verán precisados a memorizar las hazañas o penurias de los mo-  
mentos de poder político y económico que han dominado nuestra  
República.  
La otra derivación de la historia de los “vencedores” es presen-  
tar a los ojos de toda la sociedad, a lo largo de muchos años, que el  
país ha logrado su supuesta libertad, soberanía y hasta desarrollo  
gracias a la inteligencia, valentía, amor a la patria que han demos-  
trado las élites y la jerarquía militar. Lo que no dicen los especialistas,  
textos e intelectuales es que la mayoría de las acciones históricas, las  
batallas ganadas, constituyen ficciones patrioteras que apenas se ape-  
gan a la verdad de los hechos históricos. En consecuencia, nuestra  
historia está plagada de insignes patriotas pertenecientes a una clase  
social que ha defendido y se ha desvivido por la patria.  
Estamos, pues, ante un primer nudo crítico de la enseñanza de  
Historia: nos han contado durante cientos de años la historia de las  
élites que, supuestamente, han construido este país, aquí casi ningún  
papel ha jugado el pueblo. Si un elevado número de ciudadanos ha  
recibido la enseñanza de la historia en los diferentes niveles educati-  
vos, ¿por qué esta disciplina no ha conseguido en los mismos una só-  
lida identidad cultural y, de modo complementario, un elevado  
espíritu cívico? No resulta complejo inferir que, si la enseñanza de la  
historia no ha podido, o no ha querido, exponer el papel determi-  
nante del pueblo en los grandes hechos, por lo tanto, no se espere que  
niños, niñas y adolescentes con elevada identidad y conciencia de pa-  
tria vivan en esta geografía.  
El segundo nudo crítico es el rol de la educación y el profeso-  
rado. Si a los maestros y a las maestras se les ha asignado la función  
de docentes de esta área curricular, es fácil suponer que enseñarán la  
historia que les han contado. Y ya sabemos, según el análisis anterior,  
cuál es el relato dominante que repetirán en las aulas. Ciertamente,  
no se puede pedir que los especialistas de la educación puedan con-  
vertirse en estudiosos o especialistas de esta disciplina, para que en-  
señen la historia objetiva.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
252  
La enseñanza de la Historia como base  
para la construcción de una identidad nacional  
El tercer nudo crítico es todavía mucho más complejo de solu-  
cionar. La pregunta es: ante la hegemonía cultural de occidente, ¿qué  
oportunidad tienen nuestros países para formar niños, niñas y ado-  
lescentes con identidad nacional? Estaría demás exponer la enorme  
cantidad de artificios que utiliza el imperio cultural para que los me-  
nores de todo el mundo acepten y hasta admiren los acontecimientos  
históricos de las potencias, sus antivalores, la supuesta superioridad  
étnica, los avances deslumbrantes de su producción industrial y tec-  
nológica, el frenesí consumista. ¿Se pueden desconocer los millones  
de imágenes y mensajes de las películas, libros, revistas, series de te-  
levisión, entretenimientos digitales, telenovelas, producciones digi-  
tales, todas ellas saturadas de las culturas exóticas extranjeras? Poca  
oportunidad tienen las formas de ser y actuar de nuestros educado-  
res, filósofos, promotores culturales, artistas y ciudadanos, siempre  
anhelantes de la “blanquitud”, como advierte nuestro compatriota  
1
3
Bolívar Echeverría. Estamos viviendo, pues, un solo referente de  
identidad y cultura, frente al cual poco o nada pueden hacer nuestros  
países. ¿Cómo pueden la escuela, los maestros, los historiadores con-  
trarrestar la omnipresencia de los prototipos neocolonizadores que  
se arrogan la misión de ser la única civilización que puede llevar a  
los seres humanos a la felicidad y el progreso?  
En este punto, parece adecuado señalar que en la región y en  
el Ecuador existe una cierta producción nacional que no se usa. Es  
decir, hay que hacer una cierta búsqueda para encontrar textos, au-  
dios, videos, y textos de opinión que hablen de nosotros, que se re-  
fieran a nuestras problemáticas, que se hagan desde nuestras claves  
culturales.  
Es indudable que el Estado tiene un deber en este sentido,  
puesto que ha incumplido sistemáticamente con el acercamiento a  
las culturas en sus múltiples manifestaciones. La creación de conte-  
nidos históricos que hablen de nosotros es una necesidad. Y en unas  
sociedades donde el Estado cuenta poco para la ciudadanía, una po-  
1
3 César García García, “Modernidad y blanquitud”, Revista Mexicana de Orientación Educativa,  
vol. 9, n.° 22, México, 2012. Ver en: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_art-  
text&pid=S1665-75272012000100012 (24-11-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
253  
SantiagoVallejoVásquez  
sibilidad es el apoyo de la empresa privada como aportantes a las so-  
ciedades en las que desarrollan sus lucrativas actividades. Parte de  
esa responsabilidad social que se les ha empezado a atribuir, la tienen,  
sin duda, escribir libros, artículos, guiones, hacer películas, series,  
etc., desde nuestras idiosincrasias. Estas actividades necesitan apoyo  
de todos. La producción y circulación de esos productos es una de  
las vías para contrarrestar la excesiva influencia cultural extranjera  
hegemónica.  
Al finalizar, me permito expresar algunas conclusiones y  
hacer una reflexión sobre aquel tema con el que inicié esta disertación:  
la construcción de un mito fundacional que llegue al individuo y le haga  
sentirse identificado y orgulloso de su pertenencia a esta tierra y a esta idio-  
sincrasia. En tal virtud, se hace necesario revisar los libros que usan  
nuestros niños, niñas y adolescentes para aprender sobre el mundo  
y sobre sí mismos, es el Ministerio de Educación en todos los tiempos  
que se ha interesado poco por el contenido de lo que se enseña a los  
menores. Las inexactitudes y las falacias son un componente elevado  
en esas páginas. Así, ¿qué podemos esperar? Y los maestros, ¿pode-  
mos respetar a profesionales que no cuestionan su propio saber? O  
¿
lo que debería ser su saber?  
Los nudos críticos de la enseñanza de la historia en primaria y  
secundaria en el país son los mismos que para el resto de asignaturas,  
1
4
pero agravados. Que un menor no aprenda a hacer divisiones es  
grave, pero que no sepa diferenciar una provincia de una capital es  
escandaloso.  
Es imprescindible enseñar una historia objetiva, donde se vi-  
sualice el papel fundamental que esta tiene en la construcción de la  
identidad nacional. Lo que, se entiende se guarda, es difícil y ardua-  
mente complejo, recordar solo de memoria porque no se ha apren-  
dido. El estudio de la asignatura y de su enseñanza precisan de  
investigaciones profundas que cuestionan lo que está escrito y se  
sigue escribiendo desde la óptica de los triunfadores y la alienación  
de los poderosos, aunque sean mestizos, afros o indígenas.  
14 Floralba Aguilar-Gordón, “Fundamento, evolución, nodos críticos y desafíos de la educación  
ecuatoriana actual”, Actualidades Investigativas en educación, vol. 19, n.º 1, 2019, pp. 1-31.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
254  
La enseñanza de la Historia como base  
para la construcción de una identidad nacional  
Se necesita, con urgencia, capacitar a los maestros en la ense-  
ñanza de la historia, no absoluta. Una estrategia sería proponer pe-  
queñas investigaciones de cómo los miembros de las comunidades,  
barrios, ciudades o provincias construyen la historia, la identidad y  
el desarrollo local.  
Se podría pensar en una enseñanza crítica de la asignatura  
Historia. Para el efecto, el o la docente propone a los estudiantes el  
análisis de los acontecimientos que ocurren en la sociedad y en las  
que incurren los ciudadanos. Esto es Historia retrospectiva y relata  
circunstancial personal como sujeto. Junto a este accionar, es impres-  
cindible el estudio de las causas históricas de los problemáticos he-  
chos que impiden el crecimiento humano de las personas y el  
desarrollo del país. La estrategia es implementar variadas experien-  
cias de aprendizaje en la que los estudiantes tengan un papel activo  
y cuestionador. Esta didáctica sugiere el consumo de fuentes diversas,  
no solo los libros del Ministerio de Educación tales como: artículos  
de investigación científica, videos de charlas especializadas que hay  
tantas en la red en este momento, videos sobre discusiones entre ex-  
pertos, libros de divulgación científica que cuestionan algunos su-  
puestos históricos que habíamos creído inamovibles durante décadas  
y hasta siglos. En fin, hacer uso de esa multitud de recursos de los  
que la tecnología y los tiempos ponen a disposición de toda persona  
que quiera y necesite.  
El mayor problema que tiene la enseñanza de Historia no es  
tanto el contenido curricular como la didáctica, la pedagogía y, con  
mayor énfasis, unos profesores con título de cartón, pero sin mística.  
La enseñanza, que a nadie le quepa duda, aún en estos tiempos, es  
miserablemente pagada, enseñar es un apostolado.  
La Historia hace referencia al pasado, pero también es la ciencia  
que estudia y que interpreta el presente; además, este conocimiento  
cumple diversas funciones en la sociedad, como es la de contribuir  
en la conformación de una identidad nacional, que cohesione a la co-  
munidad y cultive el patriotismo. Por ello, la Historia está ligada a la  
creación y consolidación de los Estados y del sentido de pertenencia.  
Pero, sobre todo, la Historia cumple una función esencial: reconstruir  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
255  
SantiagoVallejoVásquez  
el pasado para comprender nuestro presente y construir un nuevo  
futuro.  
Es el historiador quien da sentido a la experiencia colectiva,  
a esa necesidad del ser humano de conocer su Historia, su papel es  
fundamental para entender el pasado. Por lo tanto, es necesario re-  
cuperar y entender la relación del historiador y su producción histó-  
rica con la sociedad, a fin de incidir en la conformación del pen-  
samiento histórico del Estado.  
Preguntarse por el país que queremos supone, inevitable-  
mente, preguntarse acerca de su pasado y del conocimiento que te-  
nemos de ese pasado. Todo futuro requiere un pasado sobre el que  
proyectarse. De ahí que para efectuar el cambio verdadero al que as-  
piramos sobre la exposición histórica es necesario repensar el pasado  
en su conjunto, la relación entre vida colectiva y conocimiento histó-  
rico, y el papel de la disciplina de Historia en la sociedad. En defini-  
tiva, es necesario imaginar una Historia diferente. Recordar y rehacer  
el relato histórico de nuestro país nos permitirá vislumbrar un pasado  
distinto y así concebir un futuro justo e igualitario.  
Como bien lo decía Benjamín Franklin: “Si no quieres perderte  
en el olvido tan pronto como cuando estés muerto y corrompido, escribe cosas  
15  
dignas de leerse, o haz cosas dignas de escribirse”.  
Bibliografía  
AGUILAR-GORDÓN, Floralba, “Fundamento, evolución, nodos críticos y de-  
safíos de la educación ecuatoriana actual”, Actualidades Investigativas en  
educación, vol. 19, n.º 1, 2019.  
15 Cfr. Benjamín Franklin en: José Martín, Librorum liber, o, Elogio del libro, La Gran Enciclopedia  
Vasca, 1985, p. 128.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
256  
La enseñanza de la Historia como base  
para la construcción de una identidad nacional  
GALEANO, Eduardo, Las venas abiertas de América Latina, México, Siglo XXI Edi-  
tores, 1971.  
GARCÍA GARCÍA, César, “Modernidad y blanquitud”, Revista Mexicana de  
Orientación Educativa, vol. 9, n.° 22, México, 2012. Ver en: http://pepsic.  
bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-75272012000100012  
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LIVIO, Tito, Prefacio de Ab urbe condita. Ver en: https://www.edistribucion.  
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rica”, Profesorado. Revista de currículum y formación del profesorado, Vol. 10,  
N°2, 2006. Ver en: https://www.ugr.es/~recfpro/rev102COL2.pdf  
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NARVÁEZ, Antonio; CALDERÓN, Milton; PALOP, Vicente; La Educación Popu-  
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ción de subjetividad política de niños y niñas de educación básica prima-  
ria”, Perfiles educativos, vol. XXXIX, núm. 157, 2017. Ver en: https://www.  
redalyc.org/journal/132/13253143008/html/ (23-11-2022).  
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ticia de su vida, Garnier Hermanos, París, 1886.  
RIPOLL LÓPEZ, Sergio, ¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿adónde vamos?  
Origen y evolución del hombre, UNED, España, 2002.  
RODRÍGUEZ ITURBE, José, El fascismo italiano: Mussoline y su tiempo, Universi-  
dad de la Sabana, Bogotá, 2019.  
SÁBATO, Ernesto, La Resistencia, Editorial Planeta Argentina, Buenos Aires,  
2000.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
257  
SantiagoVallejoVásquez  
TREJO, Dení; URREGO, Miguel, Por una historia de todos y para todos: epistemología  
de la historia, didáctica y formación docente, Universidad Michoacana de San  
Nicolás de Hidalgo, Morelia, 2013, p.68. Ver en: https://www.academia.  
edu/en/23254868/Por_una_historia_de_todos_y_para_todos  
(24-11-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 244–258  
258  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A MARÍA ANTONIETA PALACIOS JARA  
COMOMIEMBRO DE NÚMERO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Eduardo Estrada Guzmán1  
Tanto como es un honor, lo es también un placer el pre-  
sentar a ustedes como nueva miembro de Número de la Acade-  
mia Nacional de Historia del Ecuador, a la arquitecta María  
Antonieta Palacios Jara, a quien me unen desde hace muchos  
años, nexos de sincera amistad y hasta de parentela adscrita, por  
la especial relación que tuvo con mi tío Julio Estrada Icaza como  
investigadora de historia y, posteriormente como coeditora, con  
mi prima Cecilia Estrada Solá, de la Guía Histórica de Guayaquil.  
Las dos se propusieron y cumplen exitosamente, con la extraor-  
dinaria y enorme tarea de completar y ampliar el trabajo monu-  
mental de don Julio Estrada Icaza, obra de esencial valor para  
Guayaquil y su antigua gran provincia.  
Antonieta se inició en las labores históricas como investi-  
gadora, pero como es natural entre historiadores natos, evolu-  
cionó eventualmente a la producción de obras históricas por  
derecho propio. Su pasión, por su profesión, ha sido la historia  
de la arquitectura en Guayaquil y su entorno, y a ella le debemos  
en buena parte la conservación de esa memoria arquitectónica.  
Luego ha incursionado también como investigadora y  
2
editora de varias obras, entre ellas Antonio Bellolio, en julio de  
3
2
011; Hospital Luis Vernaza. 448 años de servicio a la comunidad, en  
diciembre del 2012; “Legado de Italia en la arquitectura de Gua-  
yaquil, 1920-1940”, en septiembre del 2013, que fue su discurso  
1
Miembro Emérito de la Academia Ecuatoriana de Historia Marítima y Fluvial. Miembro de la  
Confraternidad de Historiadores Camilo Destruge. Autodidacta en investigación y escritura  
de historia. Miembro emérito de la Academia Nacional de Historia.  
2
Antonieta Palacios Jara, Antonio Bellolio, Programa Editorial Municipal, Guayaquil, 2010  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 259–261  
259  
Eduardo Estrada Guzmán  
de ingreso como miembro correspondiente de la Academia Na-  
cional de Historia; Ing. Gastón Thoret, (1859 - 1944) Ingeniero, cons-  
4
tructor y visionario, obra técnico biográfica en Julio de 2014;  
5
Guayaquil Tenis Club. Cumplimos 105 años en el 2017; Banco del Pa-  
6
cífico. La Historia de una gran marca, también ese mismo año; e,  
7
Historia de la vela en el Ecuador. Del río al estero. Del estero al mar,  
en el 2019.  
Sus estudios de 2º nivel los realizó en el Colegio Ameri-  
cano de Guayaquil, de muy gratos recuerdos para María Anto-  
nieta.  
Su tesis para graduarse de arquitecta por la Universidad  
Católica de Guayaquil: “Análisis tipológico de la arquitectura de  
Guayaquil, 1900–1930”, es el más claro indicio de que apuntaba  
a los estudios históricos. En esta época fue recipiendaria del pre-  
mio La Filantrópica. Posteriormente recibió el premio Accesit,  
otorgado por el Instituto Hiliar al Mejor Libro del año 1981.  
Luego fue docente, en cátedras relacionadas con su pro-  
fesión, y ya en ejercicio de ella, fue parte del equipo de la Direc-  
ción de Proyectos de Rescate Arquitectónico del Museo del Banco  
Central en Guayaquil.  
Como académica, ha prestado invalorables servicios a la  
Academia Nacional de Historia del Ecuador desde su ingreso  
como miembro Correspondiente en el 2013. A poco de ingresar,  
fue designada secretaria encargada; luego fue miembro activa  
en apoyo de los varios directores del Capítulo Guayaquil de la  
Academia, y desde el fallecimiento de nuestro apreciado ex di-  
rector del Capítulo, Mariano Sánchez Bravo, fue designada como  
directora encargada y luego como directora titular.  
3
4
Antonieta Palacios Jara Hospital Luis Vernaza. 448 años de servicio a la comunidad, Guayaquil  
poligráfica, Guayaquil, 2014.  
Antonieta Palacios, Ing. Gastón Thoret, (1859 - 1944) Ingeniero, constructor y visionario, obra  
técnico biográfica, Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil, Guayaquil, 2014.  
Antonieta Palacios, Guayaquil Tenis Club. Cumplimos 105 años, 2017.  
Antonieta Palacios, Banco del Pacífico. La Historia de una gran marca, 2019.  
Antonieta Palacios, Carlos Lecaro, Historia de la vela en el Ecuador. Del río a l estero. Del estero al  
mar, Offset Abad, Guayaquil, 2019.  
5
6
7
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 259–261  
260  
Bienvenida a María Antonieta Palacios Jara  
Ha sido reconocida como pionera de la arquitectura  
ecuatoriana en el campo de la investigación histórica.  
Hoy es ascendida a Miembro de Número, en reconoci-  
miento a sus méritos académicos. Esta Institución se siente hon-  
rada de tenerla entre sus miembros de la más alta valía.  
Felicitaciones, Académica de Número Antonieta Palacios  
Jara  
Bibliografía  
PALACIOS JARA, Antonieta, Antonio Bellolio, Programa Editorial Municipal,  
Guayaquil, 2010.  
–––––, Hospital Luis Vernaza. 448 años de servicio a la comunidad, Guayaquil  
poligráfica, Guayaquil, 2014.  
–––––, Ing. Gastón Thoret, (1859 - 1944) Ingeniero, constructor y visionario, obra  
técnico biográfica, Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil, Guayaquil,  
2014.  
–––––, Guayaquil Tenis Club. Cumplimos 105 años, 2017.  
–––––, La Historia de una gran marca, 2019.  
–––––, Carlos Lecaro, Historia de la vela en el Ecuador. Del río a l estero. Del estero  
al mar, Offset Abad, Guayaquil, 2019.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 259–261  
261  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
“URDESA” CONSTRUYENDO HOY  
EL GUAYAQUIL RESIDENCIAL DE MAÑANA  
–DISCURSO DE ASCENSO A MIEMBRO DE NÚMERO–  
Antonieta Palacios Jara1  
Hoy alcanzo una nueva meta, un nuevo escalón en el trajín  
de la vida. Hoy me encuentro frente a ustedes para exponer mi dis-  
curso de ascenso a Miembro de Número de la Academia Nacional  
de Historia. Un gran honor.  
Institución centenaria fundada por monseñor Federico Gon-  
zález Suárez, el 24 de julio de 1909, y por la cual han pasado distin-  
guidos compatriotas que contribuyeron al rescate de nuestra historia.  
Soy arquitecta de profesión, sin embargo y retomando a lo  
dicho por el Arq. Melvin Hoyos recién la semana pasada, no por ser  
técnicos estamos distantes o ajenos a las ciencias sociales y en espe-  
cial de la Historia. Pero no puedo desvincularme de mi profesión  
por lo que mi práctica en el hacer Historia, ha sido la Historia de la  
arquitectura y, especialmente, la de nuestra ciudad, Guayaquil, una  
constante búsqueda de información para escribir acerca de sus dife-  
rentes periodos históricos.  
La Arquitectura es, como todo acontecimiento humano, objeto de  
la Historia. Pero es, además y, en primer lugar, sujeto de esa misma Histo-  
2
ria. La Arquitectura hace historia”. La Arquitectura se constituye así  
en un documento tangible, expuesto y duradero para la Historia; un  
documento diverso de lo escrito, pero por el cual es posible inducir  
acontecimientos y, sobre todo, hábitos de los pueblos que, de otra  
1
Arquitecta graduada en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil en 1979. Profesora  
de la Facultad de Arquitectura Universidad de Guayaquil, 1980–2014. Premio La Filantrópica,  
Facultad de Arquitectura Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, 1977. maantonie-  
tapalacios@gmail.com  
2
Joaquín Arnau, 72 voces para un Diccionario de la Arquitectura Teórica. Celeste Ediciones, España.  
2000, p. 106.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
262  
“URDESA” construyendo hoy el Guayaquil residencial de mañana  
suerte, habrían sucumbido al olvido. La Arquitectura es un lenguaje,  
el lenguaje del espacio y, a través de su lectura podemos precisar  
cómo fueron sus habitantes, sus costumbres, sus gustos, sus prefe-  
rencias, sus luchas.  
Nosotros como seres humanos somos los protagonistas de  
ese gran escenario y que, con el transcurso del tiempo, nos converti-  
mos en objeto de esa misma Historia. Por lo tanto, la lectura arqui-  
tectónica de nuestra ciudad nos permite dar testimonio de su  
pasado, ser protagonistas de su presente y vislumbrar su futuro. Du-  
rante los primeros cincuenta años del siglo pasado, la ciudad de Gua-  
yaquil creció sobre las cenizas de dos grandes incendios el del 5-6 de  
3
4
octubre de 1896 y el del 16 de julio de 1902. Rápidamente se reedi-  
ficó, y, por lo tanto, su arquitectura es joven, para 1920 la ciudad es-  
taba totalmente reconstruida con su arquitectura de madera una vez  
más, sobre su antiguo trazado urbano.  
Para el centenario de nuestra independencia se propuso el  
primer barrio planificado al sur de la ciudad, el “Centenario”, sin  
embargo, su consolidación tuvo que esperar algunos años.  
La dotación de la vivienda es un problema que se plantea en  
nuestra ciudad, el constante crecimiento poblacional, la migración  
del campo ante las expectativas que brindaba la ciudad generó de-  
manda habitacional y les corresponde a las instituciones del Estado  
dar su solución, entre ellas, la antigua Caja de Seguro hoy IESS. Los  
barrios Grace, Orellana, y del Seguro son el resultado de esa política,  
pero no brindaban una solución integral, tan solo iba dirigido a los  
afiliados a la Caja.  
El eje de la avenida 9 de Octubre hacia el oeste también se  
vio afectado como eje de crecimiento, la presencia de viviendas hacia  
su lado sur dio origen a la formación del Barrio del Salado. Avan-  
zando más hacia el oeste tenemos en formación los primeros barrios  
suburbanos contemporáneos como el Barrio Garay.  
Enmarcando nuestro escenario nos ubicaremos en el Guaya-  
quil de los años 50, década que coincide con la modernización de la  
3
4
Julio Estrada Ycaza, Guía Histórica de Guayaquil. Tomo IV Incendios. Poligráfica, Guayaquil,  
007.  
Ibid.  
2
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
263  
Antonieta Palacios Jara  
ciudad, se consolida el uso del hormigón armado, que luego de una  
extensa lucha se vislumbra en los guayaquileños su aceptación, quie-  
nes no querían abandonar su tradicional arquitectura de madera…,  
pero, poco a poco, las antiguas mansiones de madera fueron susti-  
tuidas por edificios de cemento en altura.  
5
La compañía constructora Edificaciones Ecuatorianas reseñaba  
por la prensa “Dos años de embellecimiento urbano. Un edificio cada 8  
6
3
días”. “Con 1.650 sacos de cemento se funden 207 m de hormigón en un  
7
solo día”. El premio ornato otorgado por la Municipalidad de Gua-  
yaquil también estimuló la consolidación del uso del hormigón ar-  
mado. El crecimiento de la ciudad, la rápida transformación de  
Guayaquil en una urbe de mayores proporciones, de vibrante acti-  
vidad y ritmo acelerado, obligó a pensar seriamente a cada persona  
y a cada familia en la solución del problema básico de la vivienda,  
de la casa propia para vivir.  
Conocido es el desarrollo espontáneo de toda ciudad en el  
momento inicial de su crecimiento. Su expansión se dirige en todo  
sentido. No se ciñe ni obedece a ningún plan. Se forma una urdimbre  
de barrios y zonas, en la que alterna, en desesperante confusión, el  
distrito comercial, con el industrial y el residencial. Se produce, al  
mismo tiempo, la escasez de solares, acompañada del alza del precio  
de la tierra. Surge entonces la imposibilidad de encontrar el lugar  
para edificar su casa propia, y el costo exorbitante que alcanza el te-  
rreno se convierte en un obstáculo difícil de vencer.  
Es así como la empresa privada guayaquileña con empresa-  
rios de visión planteó en 1955, “construir hoy el Guayaquil de ma-  
ñana”. Dando lugar a la Urbanizadora del Salado, más conocida por  
su sigla “URDESA”.8  
Julio Vinueza Moscoso, Ernesto Estrada Ycaza y Jacobo Ra-  
tinoff, proponen un nuevo modelo de urbanización, pionera en nues-  
5
Empresa constructora dirigida por el Ing. Julio Vinueza Moscoso fue fundada en 1952. En:  
Leonor Estrada Ycaza, Julio Vinueza Moscoso, Construyendo una vida, Poligráfica, Guayaquil,  
2
015.  
6
7
8
El Universo, 1.I.1954.  
El Universo, 2.XI.1956.  
Folleto promocional.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
264  
“URDESA” construyendo hoy el Guayaquil residencial de mañana  
tra ciudad, una ciudad dormitorio en la periferia del sector urbano  
de la ciudad; con la finalidad de proporcionar a sus habitantes el  
mejor sitio de Guayaquil para que tenga una casa propia para vivir  
con su familia. Bajo el slogan “Su hogar feliz en el mejor lugar de Gua-  
9
yaquil”. La familia tendrá, a un paso de la casa, todo lo que requiera  
para la vida diaria. Los niños dispondrán de parques y avenidas para  
jugar al aire libre sin exponerse al peligro del tránsito que amenaza  
constantemente la ciudad. El tamaño de los solares le permitirá cons-  
truir con amplitud, de acuerdo a las necesidades de cada familia y  
rodearse de patios y jardines que se complementan con las áreas ver-  
des públicas, y un gran parque.  
El 25 de mayo de 1955, la Municipalidad de Guayaquil  
aprobó la ordenanza, por la cual se autorizó la parcelación con fines  
de urbanización del terreno de propiedad de Urbanizadora del Sa-  
lado situado al noreste de la ciudad, antigua propiedad de la Junta  
de Beneficencia de Guayaquil. El terreno a urbanizarse tiene una ex-  
tensión de 1´530.000 metros cuadrados. A la orilla de los dos brazos  
del estero Salado, corre una franja circundante de manglares de unos  
2
0 metros de ancho aproximadamente. Luego sigue una planicie o  
10  
sabana, alta y firme en su mayor parte, de terreno sartenejoso que  
llega hasta los cerros de la Cordillera del Camello, que encuadra la  
Urbanización por el norte.  
Con una visión exacta del desarrollo urbano de la ciudad y  
11  
de sus múltiples necesidades, la Urbanizadora del Salado, S. A.,  
aportó sus conocimientos profesionales, el dominio de la técnica, la  
capacidad de planificación y construcción. Edificaciones Ecuatoria-  
nas fue la empresa contratada para realizar esta urbanización com-  
pleta y cabal, que sirve a la ciudad, a sus familias y habitantes.  
Su competencia y capacidad ha sido demostrada en las dis-  
tintas obras realizadas en el centro de la ciudad, desde 1952 año de  
su conformación. Se encontraba dirigida por el Ing. Julio Vinueza  
Moscoso y su departamento arquitectónico por el arquitecto chileno  
9
1
1
Ibid.  
0 Folleto promocional.  
1 Ordenanza de Construcción y Ornato publicada en El Universo, 20.XI.1956.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
265  
Antonieta Palacios Jara  
12  
Alamiro González Valdevenito, quien es un referente histórico de  
nuestra arquitectura moderna. Las casas de Urdesa debían ser de  
materiales incombustibles, los materiales combustibles como la ma-  
dera y similares, podían usarse tan solo como elementos comple-  
mentarios y secundarios, sin que formen parte integrante de los  
elementos estructurales.  
Los guayaquileños no solo cambiaron sus antiguas casas de  
madera, fueron también estimulados por una serie de objetos, como  
los electrodomésticos, que revolucionaron su estilo de vida. El ama  
de casa se beneficiaría de ello y la vida familiar será más “placen-  
tera”. Tenemos frente a nosotros el “Estilo de vida americano”. Estilo  
que se ve representado en la propuesta urbanística para la ciudadela.  
Esta debía ser abierta y, según la ordenanza de 1956, se prohibía le-  
vantar cerca alguna en los frentes a las calles públicas y en la línea  
de propiedad.  
Sus edificaciones deberán ser de uno o dos pisos. Solo se per-  
mitirán edificios residenciales de más de tres pisos en las zonas mar-  
cadas para este tipo de construcciones en el plano aprobado de la  
urbanización. En la ordenanza reza también “Queda terminantemente  
prohibida la instalación de desagües de cualquier tipo directamente a las  
aguas del Salado. La violación de esta disposición será sancionada con la  
13  
máxima multa y la demolición inmediata de las obras”.  
La ubicación de la zona residencial de la Urbanizadora del  
Salado ofrece todas las ventajas del sitio mismo, por sus condiciones  
climáticas, panorámicas y ambientales, así como por su posición en  
relación con la ciudad de Guayaquil, de sus principales centros de  
actividad y de vida. La distancia entre la plaza de San Francisco y  
Urdesa es la misma a la existente entre la plaza San Francisco con el  
barrio del Centenario.  
1
2 Leonor Estrada Ycaza, Julio Vinueza Moscoso, Construyendo una vida, Poligráfica, Guayaquil,  
015.  
2
Más información sobre el arquitecto chileno Alamiro González Valdevenito en: Redacción  
El Universo, “Las obras arquitectónicas de Alamiro González Valdebenito se destacan en va-  
rios rincones de Guayaquil”, 19 de septiembre de 2020. Ver en: https://www.eluniverso.  
com/guayaquil/2020/09/18/nota/7981834/alamiro-gonzalez-valdebenito-arquitecto-gua  
yaquil-obras-urdesa/ (28-11-2022)  
13 Ordenanza de Construcción y Ornato publicada en El Universo, 20.XI.1956.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
266  
“URDESA” construyendo hoy el Guayaquil residencial de mañana  
Como datos de expectativa en Urdesa las avenidas principa-  
les la central y la transversal tendrían una longitud de 2 kilómetros,  
3
40 metros y 1 kilómetro, 400 metros, respectivamente, y 30 metros  
de ancho. Aceras de 6 metros. Parterres centrales de 2 metros Césped  
y árboles en aceras y parterres. La avenida de circunvalación una  
longitud total de 6 kilómetros, 620 metros y de ancho 18 metros, con  
fajas de césped y árboles en las aceras.14  
En el proyecto original se trazaron 136 manzanas con un total  
de 1.348 solares repartidos en tres zonas. Terrenos de 800 metros o  
más, de 500 a 800 metros y menores de 500. Marcando 3 zonas defi-  
nidas en el trazado de la ciudadela con una proyección de 120 per-  
sonas por manzana dependiendo del sector, con una aproximación  
de 15.320 personas en toda la ciudadela.  
Así nació Urdesa para el beneplácito de todos. Su plan de  
ventas también fue innovador, fue concebido con miras a dar las ma-  
yores facilidades a los compradores, utilizando para el efecto las for-  
mas de crédito que puedan emplearse en esta clase de operaciones.  
Crédito a 10 años plazo.  
Su contacto con la ciudad. Llegando al final de la calle Julián  
Coronel puede decirse que nos hallamos en las fronteras de la urbe;  
pero si avanzamos un poco más, y torcemos a la izquierda, llegando  
a la gran rotonda de la Avenida de las Américas, se nos abre ante no-  
sotros un vasto territorio junto al Estero Salado, flanqueado por los  
altos cerros centinelas de Guayaquil. Dejando a la derecha el monu-  
mental Estadio Modelo, rodamos por una larga y recta carretera, per-  
fectamente iluminada para llegar a Urdesa. Desembocamos en una  
plaza grande y ancha, perfectamente armonizada con el trasfondo  
de las siluetas geométricas de sus casas, y la gracia alegre de un her-  
moso parque infantil, solaz para niños y grandes. Los nombres de  
las innumerables avenidas y calles de esta importante zona residen-  
cial son poéticos: Dátiles, Todos los Santos, Bálsamos, Acacias, Las  
Monjas, Costanera, Los Mirtos... Todas las vías de tráfico y paseo  
están perfectamente asfaltadas y alumbradas.  
14 Ordenanza de Construcción y Ornato publicada en El Universo, 20.XI.1956.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
267  
Antonieta Palacios Jara  
Qué significó Urdesa  
Desarrollo horizontal de la ciudad hacia el Noroeste. Como ya ha  
sido relatado la ciudad creció de manera horizontal al noroeste de la  
urbe, sin embargo, la visión no se detuvo en Urdesa, rápidamente  
esta se convirtió en el paso hacia nuevas urbanizaciones; contempo-  
ránea a ella, Miraflores y, pocos años después vendrían: El Paraíso y  
Los Ceibos, trayendo consigo los problemas de congestionamiento  
y el rápido desgaste de la pavimentación de la avenida Víctor Emilio  
Estrada.  
Casa Propia y su financiamiento. La mayor parte de los guaya-  
quileños en la década de los años 50 eran inquilinos, la tenencia de  
la propiedad estaba concentrada en un grupo pequeño de sus habi-  
tantes. Urdesa brindaba la posibilidad de ser propietario mediante  
su capacidad de endeudamiento a diez años plazo, algo impensable  
para nuestros mayores, porque las compras eran de contado.  
Campaña publicitaria novedosa y sostenida, por algunos años,  
en la prensa y la radio fue la publicidad siendo posiblemente la pri-  
mera campaña publicitaria masiva que se realizó en el Ecuador. El  
observar la cantidad de anuncios casi a diario y la manera creativa,  
simple, sencilla y atrayente, en que se anunciaban las facilidades de  
pago, el avance de las obras, los nuevos propietarios y los sorteos  
muy generosos que se realizaban para incentivar aún más las com-  
pras de solares era extraordinario. La lista de los nuevos comprado-  
res estimulaba la presión de la señora de la casa sobre su esposo, al  
ver los nombres de amigos y gente conocida que día a día iban apa-  
reciendo en el periódico, y que también quería ser parte de ese nuevo  
estilo de vida en un lugar tranquilo alejado del desorden del centro  
de la ciudad.  
Ya concluyendo. Urdesa cumplió y sigue cumpliendo ya no  
como “ese paraíso” que con mezcla de nostalgia recordamos a quie-  
nes nos fue vendido: su estero, su fauna y flora, su tranquilidad; hoy  
es un sector económicamente activo, desordenado, bullicioso lo que  
nos lleva a reflexionar qué pasó con ese “paraíso”, ¿cuánta culpa tu-  
vimos sus habitantes al desproteger y descuidar el “paraíso” que nos  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
268  
“URDESA” construyendo hoy el Guayaquil residencial de mañana  
fue entregado, ya tardíamente reclamamos la limpieza del estero Sa-  
lado, pero ¿quién lo ensució? ¿quién rompió la ordenanza?... Ya no  
quedan árboles, fueron talados para dar paso a nuevas edificacio-  
nes… tan solo sobrevive uno en la avenida de las Monjas. Los nom-  
bres “poéticos de antaño” de sus calles fueron borrados…  
Urdesa se constituyó en un modelo de vida, todos los que  
hemos vivido en ella, crecimos con ella, damos fe de ello. Sin em-  
bargo, la dinámica de la ciudad rebaza un plano, por más eficiente  
que este sea. ¿Qué futuro le depara? ¿será posible rescatar su estero,  
lo poco que queda de él?, ¿sus cerros? algunos cerros desaparecieron  
y otros cercanos fueron poblados irregularmente. Preguntas que  
serán contestadas con el devenir de los años y el compromiso de sus  
habitantes.  
Para concluir debo dar gracias a todos aquellos que hicieron  
posible que alcance un escalón más en mi quehacer en la historia y  
espero no sea el último. En primer lugar, a la Academia Nacional de  
Historia en su director el Dr. Franklin Barriga López. Al Sr. Eduardo  
Estrada por su presentación, al Ab. José Villón y Eco. José Arrobo,  
miembros del Directorio del Capítulo. Así como también la presencia  
de los demás miembros del Capítulo aquí presentes.  
A aquellos que por el paso del tiempo ya no nos acompañan,  
mis padres, mis maestros de Historia, y una mención muy especial  
a don Julio Estrada Ycaza. A mis amigos y compañeros del Colegio  
Americano y del Centro Educativo Miraflores. De quienes recibo sus  
mensajes de apoyo y cariño diariamente, aquí presentes. A todos los  
aquí presentes. Miembros de la Academia Marítima y Fluvial del  
Ecuador. Historiadores. Amigos todos. Y mi familia a los Palacios,  
soy la cabeza de ellos… o como ellos dicen la más vieja; a los Ochoa,  
mis hijos siempre apoyando las aventuras de su madre; a mis nietos  
15  
Lucas, Sarita y la pequeña Aitana; y una mención muy especial a  
Alfredo Ochoa Litardo, mi compañero de aulas, mi compañero de  
vida, mi esposo que con su silencio aprueba cada uno de mis em-  
prendimientos y me ha brindado la fortaleza para continuar.  
15 Este discurso esta dedicado a mi pequeña Aitana Ochoa Cabrera, luchadora y valiente, como  
muestra del profundo amor de su abuela.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
269  
Antonieta Palacios Jara  
Gracias vida me has dado tanto  
Guayaquil, 27 de octubre del 2022  
Bibliografía  
ARNAU, Joaquín, 72 voces para un Diccionario de la Arquitectura Teórica, Celeste  
Ediciones, España. 2000.  
ESTRADA YCAZA, Julio, Guía Histórica de Guayaquil. Tomo IV Incendios. Poli-  
gráfica, Guayaquil, 2007.  
ESTRADA YCAZA, Leonor, Julio Vinueza Moscoso, Construyendo una vida, Poli-  
gráfica, Guayaquil, 2015.  
Redacción El Universo, “Las obras arquitectónicas de Alamiro González Valde-  
benito se destacan en varios rincones de Guayaquil”, 19 de septiembre de  
2
020. Ver en: https://www.eluniverso.com/guayaquil/2020/09/18/  
nota/7981834/alamiro-gonzalez-valdebenito-arquitecto-guayaquil-obras-  
urdesa/ (28-11-2022).  
Documentos de periódicos  
El Universo, 1.I.1954.  
El Universo, 2.XI.1956.  
El Universo, 20.XI.1956.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
270  
“URDESA” construyendo hoy el Guayaquil residencial de mañana  
Anexos  
Carátula folleto promocional de URDESA  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
271  
Antonieta Palacios Jara  
Vista aérea de la ciudad de Guayaquil, de este a oeste.  
Observamos hacia el noroeste la implantación de “URDESA”  
Vista aérea de la ciudad de Guayaquil.  
Observamos trazado de manzanas y solares de la nueva urbanización  
Al fondo la ciudad, el río Guayas  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 262–273  
272  
“URDESA” construyendo hoy el Guayaquil residencial de mañana  
Primer anuncio de “URDESA”, publicado en los diarios de la ciudad.  
La Nación. 3.IV.1955  
Anuncios publicitarios  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A JORGE ORTIZ MIRANDA  
COMO MIEMBRO DE NÚMERO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Siempre es placentero llegar a esta ciudad querida que, entre  
múltiples características, se destaca por su intelectualidad y sinergia  
de progreso. Basta indicar este emblemático señalamiento: como el  
Ave Fénix, de la mitología griega, que renació de sus cenizas, Am-  
bato se levantó de sus escombros materiales, ocasionados por el  
macro sismo que la devastó el 5 de agosto de 1949, en una de las  
principales urbes de la Patria para convertirse, por ese espíritu que  
jamás claudica y ni se derrota frente al abatimiento.  
En primer término, saludo, con el aprecio y respeto que  
tengo desde in illo tempore -en ese tiempo-, como decían los anti-  
guos para referirse a mucho tiempo, a Ambato, a este emporio de  
cultura y emprendimientos: y en este contexto, destaco el agrado de  
encontrarnos, quienes conformamos esta selecta delegación de la  
Academia Nacional de Historia del Ecuador, en este establecimiento  
de educación superior que confiere títulos de tercero y cuarto nivel  
y que cumple, precisamente, en el año en curso, cinco lustros de fruc-  
tífera existencia, la UNIANDES, la Universidad Regional Autónoma  
de los Andes, ubicada entre las principales universidades de Ecuador  
y que es, por la calidad de su enseñanza, entidad fraterna a la nuestra  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 274–281  
274  
Bienvenida a Jorge Ortiz Miranda  
y de la cual provienen tres destacados catedráticos que honran a  
nuestra corporación científica: la Dra. Corona Gómez de Álvarez,  
Ph.D., quien acaba de recibir el sentido y merecido homenaje que le  
tributamos por intermedio del formidable orador Dr. César Alarcón  
Costta, connotado subdirector de nuestra Academia; la Dra. Lila  
Chávez Fonseca, sobresaliente catedrática e historiadora y el Dr.  
Jorge Ortiz Miranda, a quien, seguidamente, voy a tener la satisfac-  
ción de brindarle la mejor de las bienvenidas en su justo ascenso de  
Miembro Correspondiente a Miembro de Número de nuestra Aca-  
demia.  
Exteriorizo mi profundo agradecimiento para el Ing. Gus-  
tavo Álvarez Gómez, Ph.D., actual rector y muy digno sucesor de  
sus ilustres padres, por las bondadosas palabras que escuchamos  
hace pocos minutos y la entrega que tuvo a bien hacerme de tan ex-  
presivo pergamino, como también el nombramiento de Profesor Ho-  
norario, que me enaltece sobremanera. Se dice, acertadamente, que  
la gratitud es la memoria del corazón y eso es lo que habrá, perma-  
nentemente, de mi parte para la UNIANDES. Mil gracias por tantas  
muestras de aprecio y reconocimiento que he recibido y sigo reci-  
biendo de la entrañable Ambato y, en el caso particular, de esta pres-  
tigiosa y dilecta universidad; procuraré, en todo momento, ser  
recíproco a tanta bonhomía.  
Desde hace aproximadamente medio siglo –cómo pasa el  
tiempo para poder hablar de tan amplio lapso- conozco al Dr. Jorge  
Ortiz Miranda. En esa época ya era él un reconocido maestro uni-  
versitario y quien tiene la satisfacción de llevar la palabra en estos  
instantes, el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana-Núcleo  
de Cotopaxi. Gracias a los afanes comunes que por entonces nos  
guiaban, mediante la cultura, logramos que se intensifiquen los  
nexos de aprecio y buena vecindad entre Ambato y Latacunga: en  
estas dos capitales provinciales organizamos presentaciones artísti-  
cas, como las del bien recordado grupo de danza de Carlos Quinde,  
recitales poéticos, conferencias, coloquios, exposiciones de pintura  
y otros actos de similar jerarquía que hermanaron aún más a nuestras  
circunscripciones geográficas, unidas por la historia, la buena vecin-  
dad y aun por los lazos familiares en no pocos casos.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 274–281  
275  
lFranklin Barriga López  
Por sus reconocidas cualidades intelectuales y de caballero,  
Jorge Ortiz se ganó el aprecio en nuestro medio y desde allí surgió  
una amistad sincera, de mutua estimación y respeto. He creído del  
caso dar a saber estos antecedentes a fin de avalar, con el conoci-  
miento pleno de lo que estoy afirmando, lo que hoy relievo en mo-  
mentos de gran significación como son los presentes, ya que no es  
nada fácil ser nombrado Miembro de Número de nuestra Academia,  
tanto por la selección que se efectúa entre los Miembros Correspon-  
dientes -todos y cada uno con enormes méritos-, que esperan este  
honor cuando se produce una vacante por el fallecimiento de un co-  
lega de Número, ya que en el espacio de quienes se encuentran en  
este encumbrado sitial y, por disposición estatutaria, no se puede  
pasar de cuarenta integrantes. Demás está decir que Jorge, como  
Miembro Correspondiente, se incorporó a nuestra entidad el 29 de  
septiembre de 2017; se hizo merecedor al consagratorio ascenso de  
Miembro de Número, única y exclusivamente, por sus indiscutibles  
méritos; Jorge Ortiz Miranda es:  
Licenciado en Historia y Geografía por la Pontificia Univer-  
sidad Católica del Ecuador (1967), Doctor en Historia por la Univer-  
sidad Central del Ecuador (1997), Diplomado en Desarrollo de la  
Inteligencia por la Universidad Regional Autónoma de los Andes  
(
2003), misma Universidad Especialista en Educación Superior (2004)  
y Maestría (2005).  
Entre sus cargos y representaciones de nivel medio:  
Colegio Nocturno Católico “García Moreno”, Quito, profe-  
sor de 1965 a 1973, habiendo dictado las asignaturas de Historia del  
Ecuador, de América y Universal, Geografía Física del Ecuador y de  
América, luego de haber sido Inspector General por 4 años y Vice-  
rrector Titular y Rector encargado por igual tiempo;  
Colegio “San Gabriel”, Quito, de 1967 a 1973, igualmente  
profesor de las materias que acabé de mencionar, además Vocal del  
H. Consejo Directivo, Presidente de la Asociación de Profesores y re-  
presentante del Colegio al Congreso de Historia y Geografía que se  
efectuó en Guayaquil:  
Colegio “Nuestra Madre de la Merced”, Quito, de 1971 a  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 274–281  
276  
Bienvenida a Jorge Ortiz Miranda  
1
977 Profesor de Cívica, Geografía Económica Mundial y del Ecua-  
dor, Vocal de la Asociación de Profesores;  
Colegio “Alemán”, Quito, de octubre de 1976 a julio de 1977  
Profesor de las cátedras de Cívica y Sociología;  
Colegio Técnico “Hispanoamérica”, Ambato, desde octubre  
de 1980 hasta octubre de 1982, profesor de Geografía Económica, Le-  
gislación Laboral, Economía Política y Estudios Sociales;  
Colegio Nacional Nocturno “Salamanca”, Quito, profesor  
desde 1983 hasta 1998 y Vicerrector;  
Colegio Militar “Eloy Alfaro”, Quito, profesor desde octubre  
de 1982 hasta mayo de 2007, en las cátedras de Historia Universal y  
del Ecuador.  
Nivel universitario:  
Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito, desde oc-  
tubre de 1966 hasta septiembre de 1977, en que se retiró voluntaria-  
mente por cambio de domicilio a la ciudad de Ambato, cátedras, entre  
otras: Realidad Nacional, Geografía, Cultura Ecuatoriana, Historia  
del Arte, Pedagogía, Psicología Evolutiva, Problemas Socio-Econó-  
micos del Ecuador, director del curso de nivelación durante 11 años,  
director encargado del Departamento de Relaciones Públicas, director  
del H. Consejo Directivo de la Facultad de Economía de 1973 a 1977;  
Instituto Tecnológico Equinoccial, Quito, profesor-fundador  
de la Escuela de Hotelería y Turismo en la cátedra de Historia Apli-  
cada al Turismo, de octubre de 1972 a julio de 1974;  
Universidad Técnica de Ambato, Ambato, profesor principal  
mediante concurso de merecimientos y oposición en las Facultades  
de Administración y Ciencias de la Educación desde 1973 hasta 1984,  
dictó las cátedras de Prehistoria Ecuatoriana, Historia y Geografía  
Económica del Ecuador, Realidad Nacional y Problemas Socioeco-  
nómicos del Ecuador y América Latina; director del Departamento  
de Historia en 1974; vicepresidente de la Asociación de Profesores  
en 1975; presidente de la Asociación de profesores en 1976; vicerrec-  
tor nominado en Asamblea Universitaria para el período compren-  
dido de 1977 a 1981; representante de esta institución en dos  
Congresos de la Unión de Universidades de América Latina  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 274–281  
277  
Franklin Barriga López  
(
UDUAL) realizados en México D.F., en septiembre de 1978 y no-  
viembre de 1979.  
La participación de Jorge Ortiz como docente en la Univer-  
sidad Central del Ecuador, Quito, puede resumirse en estos datos:  
profesor desde enero de 1981 hasta mayo de 2010, en las asignaturas  
de Geografía Económica del Mundo y del Ecuador, Problemas So-  
cioeconómicos del Ecuador, Historia del Ecuador e Historia Univer-  
sal; director de la Escuela de Ciencias Sociales y Turismo Histórico  
Cultural desde 1998 hasta 2002;  
Escuela Politécnica del Ejército, Quito: Secretario Académico  
del Instituto de Administración Industrial, Jefe de la Sección de Eva-  
luación y Estadística, Jefe de la Sección de Bienestar Politécnico y Re-  
laciones Públicas, profesor en la Facultad de Ingeniería Comercial,  
cátedra Realidad Nacional;  
Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, Quito, profesor de De-  
recho Territorial, asesor cultural, 1986 a 1994;  
Escuela Superior de Policía Alberto Enríquez Gallo, Quito,  
profesor de Cultura Nacional y Derecho Territorial, desde 1994 hasta  
1999;  
Universidad Autónoma Regional de los Andes, profesor de  
ciclo Doctoral y Maestrías desde enero de 1998 hasta la época actual,  
dictando cátedras en ocho centros; conferencista en varios foros na-  
cionales e internacionales.  
Autor de importantes libros: Historia del Arte y la Cultura en  
el Ecuador, Recursos turísticos y hoteleros en el Ecuador, La Historia jamás  
contada en el Ecuador, Ambato un baúl de recuerdos, Artes de lenguaje:  
expresión oral y narrativas, Enciclopedia Digital: la Historia hablada del  
Ecuador. Editorialista de Radio Centro, con temas preferentemente  
de Historia. Sus conocimientos sobre Ambato, su pasado y persona-  
jes, son realmente cuantiosos y los trasmite, de manera permanente,  
con tendencia positiva y edificante.  
Está circulando, en estos días y con el sello editorial UNIAN-  
DES, su última producción titulada “Reivindicación del Reino de Quito  
y sus personajes”, obra hecha en conjunto con los doctores: Lila Galicia  
Chávez Fonseca, como se indicó estimada Miembro Correspondiente  
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Bienvenida a Jorge Ortiz Miranda  
de nuestra Academia; Hernán Vicente Ortiz Miranda, prematura-  
mente fallecido y asimismo historiador destacado; Hernán Paúl  
Ortiz Coloma, docente universitario que está caminando con paso  
firme en la ruta histórica. Esta obra contribuye a concienciar la tras-  
cendencia del Reino de Quito para nuestra nacionalidad, con el qui-  
teño Atahualpa vencedor del imperio de los Incas; también, en este  
libro, consecuentes sus autores con lo que prevalece en nuestra ins-  
titución, se reconoce que el criterio de llamar prehistoria a los tiem-  
pos anteriores a la llegada europea a nuestros territorios es desa-  
certado, ya que ese lapso que sobrepasa los diez mil años está lleno  
de historia, como lo testimonian las evidencias arqueológicas que re-  
posan en no pocos museos, entre otras abundantes pruebas de na-  
turaleza cultural, admirables e irrefutables.  
Entre las distinciones recibidas por Jorge Ortiz, se destacan:  
Condecoración Universidad Regional Autónoma de los Andes por  
5
0 años de cátedra, que se cumplieron en el año 2014; Premio Juan  
Montalvo, otorgado por el I. Municipio Ambateño el 12 de noviem-  
bre de 2015; Condecoración Vicente Rocafuerte Al Mérito Educativo,  
conferida por el H. Congreso Nacional el 29 de septiembre de 2017;  
Condecoración Casa de Montalvo, 13 de abril de 2019; Reconoci-  
miento del Ejército Ecuatoriano por el Día del Civismo, por su cola-  
boración Leal y Desinteresada (27 de febrero 2020).  
Como se puede apreciar de los datos expuestos, toda la vida  
profesional de Jorge Ortiz Miranda se ha desenvuelto en la docencia,  
el sentido y motivación de Patria, la enseñanza y aplicación de la  
Historia –con su función pedagógica– en bien de la paz y el adelanto  
nacional. En esta concordancia, ha elaborado su discurso reglamen-  
tario de ascenso–que en minutos le escucharemos- sobre el tema “La  
ilustración llega a la Real Audiencia de Quito”, en donde relieva,  
acertadamente, la gran influencia que tuvo esta tendencia ideológica  
especialmente en Eugenio Espejo, el Precursor y Simón Bolívar, el  
Libertador, quien se inspiró en los principios de la Revolución Fran-  
cesa, en sus esclarecidos ideólogos y libre pensadores, estirpe que  
luchó y sigue batallando contra las sombras de la ignorancia y el fa-  
natismo para que la diosa razón esclarezca la ruta de la humanidad,  
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Franklin Barriga López  
que tuvo y tiene, precisamente, en la Ilustración el mejor y gigantesco  
surtidor de claridades, como aquella Declaración de los Derechos del  
Hombre y del Ciudadano, en donde se reconoció los derechos naturales  
e imprescriptibles y que son definidos en el Art. 4 de ese documento  
incomparable: la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia  
a la opresión. Esta Declaración, emitida el 26 de agosto de 1789, cons-  
tituyó el cimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,  
efectuada por la Organización de las Naciones Unidas, también en  
París, el 10 de diciembre de 1948.  
Jorge Ortiz evoca y relaciona con la Ilustración, desde luego  
ya conformada nuestra República, a estos notables ambateños: Juan  
Montalvo, que vivió en Francia y se nutrió de sus fuentes espiritua-  
les para consolidar esa pluma de resonancia universal, estructurada  
en la fragua de la valentía y el talento; Juan León Mera Martínez  
que, por su dedicación al estudio, legó a la cultura obras trascenden-  
tales que, en el campo de las letras, especialmente, recomiendan su  
recuerdo con visos de perpetuidad.  
La Ilustración, producto del Siglo de las Luces, el XVIII, se  
proyectó en toda Europa y sus colonias, entre ellas en las de nuestro  
continente: su mayor legado fue el aparecimiento de pensadores que  
condujeron a los habitantes de Occidente, inspirados en el espíritu  
del Renacimiento, hacia las rutas de la libertad y la democracia, como  
fueron la Revolución Francesa y, antes, la Guerra de Independencia  
de los Estados Unidos.  
La modernización de la cultura, el paulatino ascenso de la  
mujer en el seno de la sociedad, la búsqueda del conocimiento como  
motor de progreso y la disipación de las tinieblas que prevalecieron  
en la Edad Media. Jamás se puede olvidar los aportes que a la civili-  
zación hicieron los iluministas y los autores de la Enciclopedia, entre  
ellos Francois-Marie Arouet (1694-1778), más conocido como Voltaire,  
cuyas cenizas reposan actualmente en París, en el Panteón de los  
Hombres Ilustres, filósofo, historiador, Miembro de la Academia  
Francesa, a quien se le atribuye estas palabras de vigencia eterna: “No  
2
comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.  
2
Cfr. Voltaire en: Beolergui Guillermo, No digamos mañana que ayer... , Editorial Dunken, Bue-  
nos Aires, 2014, p. 84.  
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Bienvenida a Jorge Ortiz Miranda  
Al Dr. y Magíster Jorge Ortiz Miranda, de cualidades reco-  
nocidas y brillantes, que datan –según ya manifesté- de más de  
media centuria, la Academia Nacional de Historia le recibe en su al-  
tísimo rango de Miembro de Número. Me es sumamente grato brin-  
darle la más cordial bienvenida, completamente seguro que en este  
rango de excelencia proseguirá con mayor ahínco su valioso trabajo  
intelectual, su tesonera labor de maestro y de ciudadano siempre  
atento para contribuir a la ilustración, desarrollo educativo y ense-  
ñanzas históricas, de su Patria Chica, Ambato, y de su Patria Grande,  
el Ecuador.  
Damas y caballeros.  
UNIANDES, Ambato, 9 de noviembre de 2022  
Bibliografía  
BEOLERGUI, Guillermo, No digamos mañana que ayer..., Editorial Dunken, Bue-  
nos Aires, 2014  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LA ILUSTRACIÓN  
LLEGA A LA REAL AUDIENCIA DE QUITO  
–DISCURSO DE ASCENSO A MIEMBRO DE NÚMERO–  
Jorge Ortiz Miranda1  
A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII se produce a  
nivel mundial el hecho histórico más importante y que fue conocido  
con el nombre de Ilustración.  
La Ilustración de aquella época consistía en la oposición y  
lucha de un grupo de personas llamados Ilustrados en contra de la  
Monarquía Absoluta que predominaba en esos días, en donde los  
monarcas de varios países europeos tenían poder de vida y muerte  
sobre sus súbditos; el principio de estos monarcas era “todo para el  
pueblo, pero sin el pueblo”, periodo conocido como: “despotismo  
ilustrado”.  
En esta etapa se desarrolló lo político, el arte, la cultura, la  
ciencia y la investigación.  
Durante los siglos señalados anteriormente y que correspon-  
den a la Edad Moderna, el Enciclopedismo o Iluminismo dio a toda  
la etapa el calificativo de “Siglo de las luces”, y dio paso a una co-  
rriente cultural que tenía como principio básico el término “La luz  
de la razón”.  
Los Enciclopedistas lo que pretenden es acabar, con la supers-  
tición y la ignorancia; por eso, a todos los integrantes de este pro-  
yecto se les denominó “los iluminados por la razón”.  
1
Es licenciado en Ciencias de la Educación en Pontificia Universidad Católica del Ecuador,  
Maestría en Gerencia de la Educación Superior en la Universidad Regional Autónoma de los  
Andes, Doctorado en Historia por la Universidad Central del Ecuador. Actualmente es profe-  
sor de posgrados en la Universidad Regional Autónoma de los Andes. Algunas de sus publi-  
caciones que se destacan: Historia del Arte y Cultura en el Ecuador, Recursos históricos y  
hoteleros en el Ecuador e Historia Republicana. Sumando sus obras y sus miles de horas clase,  
el Muy Ilustre Municipio de Ambato le ha otorgado el premio Juan Montalvo, Pluma de Oro.  
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La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
Los principios fundamentales de la Ilustración fueron los si-  
guientes:  
1
.- La razón es la base del conocimiento.  
2
3
4
5
6
.- Rechazar lo sobrenatural y tradicional.  
.- Criticar a las diferentes religiones y sus prácticas absurdas.  
.- Confiar en la capacidad del ser humano.  
.- Poner en práctica los conocimientos científicos.  
.- Considerar a la educación como el mejor medio para difundir la  
razón.  
.- Luchar fundamentalmente contra el absolutismo de reyes y monar-  
7
cas del mundo, que se consideraban dueños de la vida y muerte de sus  
súbditos.  
8
.- Propiciar el surgimiento del periodismo que apareció en Londres  
en 1702; al respecto dicen los enciclopedistas: la prensa es una de las  
mejores fuentes históricas, ya que gracias a ellas se conocen los acon-  
tecimientos que tuvieron lugar en una época y el impacto que causa-  
ron.  
9
.- Robustecer la presencia de la imprenta para publicar mayor número  
de libros y a bajo costo.  
0.- Impulsar el conocimiento en las Universidades, ya que estas cons-  
1
tituyen la base del conocimiento universal.  
Tres personas fueron los más grandes representantes de la  
Ilustración:  
Jean Jacques Rousseau.- Ginebrino de nacimiento, dos fueron  
sus principales obras El contrato social y Emilio o De la Educación. En  
El Contrato social dos pensamientos son fundamentales: “el hombre  
nace libre, pero no es libre”; “el hombre nace libre, y sin embargo está con-  
denado”  
El Emilio es un libro filosófico dedicado a la educación, da a  
conocer métodos educativos que trascienden el mundo de aquellos  
días. Por supuesto que los principios educativos del Emilio llegaron  
a la Real Audiencia de Quito y allí tuvieron gran trascendencia en  
personajes de la talla de Simón Bolívar, Eugenio Espejo, Juan Mon-  
talvo y Juan León Mera.  
Charles Louis de Secondat.- Barón de Montesquieu.- Propulsor de  
la separación de poderes en los gobiernos. Su principal obra fue Del  
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Jorge Ortiz Miranda  
espíritu de las leyes, donde hablaba de la necesidad de separación de  
poderes en los diferentes gobiernos del mundo y sostuvo que estos  
deberían ser los siguientes:  
Poder legislativo, que dicte las leyes pensando siempre en el  
bienestar del pueblo; Poder ejecutivo, con un gobernante que lo con-  
duzca, que bien podría ser el propio monarca, pero sin olvidarse que  
la voz que pueblo es la voz de Dios; y Poder judicial para hacer cum-  
plir las leyes.  
Francoise Marie Arovet.- Mejor conocido como Voltaire, impulso  
una gran virtud, decía: “la tolerancia es la defensa del libre pensamiento”;  
y viendo como se desenvolvía el mundo, pronuncio esta frase: “de no  
haber existido Dios, habríamos tenido que crearlo urgentemente”.  
Gracias a la Ilustración y sus cultores, el 14 de julio de 1789 el  
mundo tuvo la más grande de sus revoluciones, la Revolución Fran-  
cesa que propugnó tres grandes principios para la humanidad: Li-  
bertad, Igualdad y Fraternidad que ojalá algún día lleguen a  
cumplirse.  
La Ilustración y sus principios llegaron a América y dieron su  
aporte para que surjan varias figuras en lo social, cultural y político,  
entre ellos Simón Bolívar, Eugenio Espejo, Juan Montalvo y Juan  
León Mera, a quienes voy a referirme como los grandes ilustrados  
de América, Ecuador y Ambato.  
Simón Bolívar  
Gran parte de la educación de Simón Bolívar, se debe al libro  
Emilio de Juan Jacobo Rousseau, uno de los grandes representantes  
de la Ilustración del siglo XVIII, un libro que constituye el floreci-  
miento de las ideas educativas. El Emilio de Rousseau llegó al conti-  
nente americano y con él la Ilustración se presentaba en el nuevo  
mundo y los jóvenes de espíritus abiertos y libres de aquellos días  
devoraron con avidez su contenido; uno de ellos fue Simón Rodrí-  
guez, quien al ser designado maestro del joven Simón Bolívar se le  
presentaba una magnífica oportunidad para poner en práctica varios  
postulados de la ilustración en su joven alumno. Muchas de las ideas  
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La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
de este libro admirable quedaron flotando en la mente de Bolívar y,  
más tarde, cuando la espada victoriosa cedía su lugar a la pluma,  
Bolívar expuso sus conceptos sobre educación y dijo, “usted querido  
maestro formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo her-  
moso”.2  
Influenciado Bolívar por el pensamiento de los ilustrados del  
siglo XVIII; decía, “la grandeza de los pueblos se mide por sus obras”;3  
obra reviste en opinión de Bolívar, el más amplio de su significado;  
por obras entendemos también las ideas; al fin y al cabo, la idea no  
es más que un producto, una operación de la mente. Las obras de  
los pueblos son sus realizaciones en los territorios de la idea y en los  
dominios de la mano; de la mente y de la mano han nacido la civili-  
zación y la cultura; de la mente y de la mano en íntima y estrecha re-  
alización florece la cultura.  
La mano sola sin la idea ejemplar que le proporciona el enten-  
dimiento, jamás podría ser matriz de la civilización; la mente sola  
sin el auxilio de la mano, nunca podría generar una cultura, el hom-  
bre es la suma del cerebro y de la mano; por eso ha forjado una civi-  
lización y creado una cultura.  
Como gran seguidor de los ilustrados y enciclopedistas en  
América, Bolívar decía que “un pueblo ignorante es instrumento ciego  
4
de su propia destrucción”; los pueblos ignorantes llevan en su entraña  
un germen maligno que terminara por aniquilarlos; con masas anal-  
fabetas los pueblos marchan hacia presidios y hospitales, la ignoran-  
cia conduce irremediablemente al crimen y a la degeneración moral  
y física; seré exacto dice Bolívar, a la sombra de la ignorancia trabaja  
el crimen.  
¿Por qué los pueblos actuales no seguirán el pensamiento que  
Bolívar tiene sobre la educación? al decir que la educación es el fun-  
damento de toda grandeza individual, social política y nacional. La  
2
3
4
Cfr. Simón Bolívar en: Alfonso Rumazo González, Simón Rodríguez, maestro de América, Fun-  
dación Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2005, p.103  
Cfr. Simón Bolívar en: José María Rodríguez Rojas, Las ideas pedagógicas de Simón Bolívar, Edi-  
torial Universo, 1977, p.29  
Cfr. Simón Bolívar en: Rómulo Betancourt, Venezuela, política y petróleo, Universidad Católica  
Andrés Bello, Caracas, 2001, p.458  
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Jorge Ortiz Miranda  
instrucción, dice Bolívar, es la felicidad de la vida y el ignorante está  
próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, y se precipita  
luego, infaliblemente, en el lodo de las tinieblas y la servidumbre; la  
educación no consiste en formar profesionales, ni guerreros o esta-  
distas; la educación consiste en formar el espíritu y el corazón de la  
juventud.  
Terminamos manifestando cuanto influyó el pensamiento de  
la Ilustración en Simón Bolívar; cuando dijo en el campo de la polí-  
tica; que quien quiere ser político, a de profesar una ciencia o un arte  
que le asegure un alimento honesto, según Bolívar no se le pone al  
político otras exclusiones que las del crimen, la ociosidad y la igno-  
rancia absoluta; saber y honradez y no dinero es lo que requiere el  
5
ejercicio del poder público.  
Eugenio Espejo  
Hombre de cultura, médico y duende, posiblemente el per-  
sonaje histórico más importante de nuestra prolífica historia, a pesar  
de las adversidades que debió soportar en su vida, simplemente, por  
ser de apellido Chushig y, en tan cerrada sociedad de ese tiempo,  
debió cambiar al apellido a Espejo; y quedará grabado para siempre  
en el corazón de los ecuatorianos el nombre de Francisco Javier Eu-  
genio de la Santa Cruz y Espejo.  
Como escritor hizo temblar a los curas mercedarios, a los  
presidentes de la Real Audiencia de Quito de ese tiempo y a los se-  
ñoritos que defendían sus intereses durante la colonia. Como mé-  
dico, su tratado sobre la viruela obnubiló a los mediocres médicos  
de ese tiempo, y les dejó paralizados con las palabras que pronunció  
diciendo: “se están matando por la boca” por la falta de higiene en los  
6
alimentos que consumen, y en su libro “Tratado sobre la Viruela co-  
mentó sobre las causas, consecuencias y soluciones de tan terrible  
mal.  
5
6
Simón Bolívar, Carlos Valderrama, Rubén Sierra, Pensamiento político de Simón Bolívar, Vol.5,  
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2010, p.101  
Eugenio Espejo, “Reflexiones acerca de la viruela”, Escritos del doctor Francisco Javier Eugenio  
Santa Cruz y Espejo, Tomo II, Imprenta Municipal, Quito, 1912  
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La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
No fue un periodista de profesión, pero siguiendo las nor-  
mas de la Ilustración creó el primer periódico en la historia de nues-  
tro país: “Primicias de la cultura de Quito”, el 05 de enero de 1792.  
Pero lo que más engrandece a Espejo fue su calificativo de:  
Precursor de la independencia americana, al haber manifestado que  
la independencia de los pueblos de América debería darse simultá-  
neamente, en el mismo día y a la misma hora, desde el Golfo de Mé-  
xico hasta la Patagonia, sin la presencia de Estados Unidos ni  
Canadá.  
Para que se haga realidad estas ideas Espejo como duende,  
aprovechando las sombras de la noche y como buen grafitero que  
era escribió en las paredes de Quito la frase: “al amparo de esta cruz  
7
busquemos la libertad”.  
Espejo ya no estará presente físicamente en los movimientos  
independentistas, pero sus ideales quedaron grabados en el corazón  
de sus alumnos, y serán ellos: Manuel Rodríguez de Quiroga, Anto-  
nio Ante, Juan Salina, Juan Pío Montúfar, entre otros, los que harán  
posible el primer grito de independencia en Quito, el 10 de agosto  
de 1809.  
Los Ilustrados franceses, motivaron la realización de la Re-  
volución Francesa. Los ideales de espejo motivaron el primer grito  
de la independencia en Quito. Las últimas palabras de Espejo, nos  
dejaron una herencia que estamos esperando “un día resucitará la Pa-  
tria”.8  
Juan Montalvo  
Juan Montalvo hombre de superlativa mentalidad, fue un  
pensador profundo y un escritor brillante; hombre poseedor de eru-  
dito conocimiento, correcta sintaxis y extraordinaria expresión. Tan  
honesto e íntegro fue Montalvo, que su conciencia le repugnó el ser-  
vilismo, no compartía ni con la pluma que sirve de cuchara, ni con  
7
8
Cfr. Eugenio Espejo en: Melisa Bastidas Proaño, “Al amparo de la cruz…”, Recordando, 12 de  
junio de 2020. Ver en: https://www.recordandoando.com/al-amparo-de-la-cruz/ (25-01-2023)  
Mural de la sala de sesiones de la Asamblea Nacional  
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Jorge Ortiz Miranda  
la persona cuya espalda sirve de pedestal rentable contra los tiranos  
de turno.  
Montalvo un hombre como pocos de ese tiempo; sus amigos  
verdaderos eran los filósofos, escritores de talento, ideólogos y lu-  
chadores tenaces que se mantienen firmes ante las tormentas desa-  
tadas por las pasiones políticas; ¿por qué le llaman “Cosmopolita”?;  
por ser un ser un ciudadano del mundo que busca la verdad y el pro-  
greso, sin que para él existan fronteras.  
El pensamiento filosófico de Montalvo es tan contundente  
que sacude y motiva la conciencia de los pueblos y les orienta en su  
lucha por la libertad y la dignidad. Su palabra no se agota, no se de-  
bilita, no se desvirtúa ni envejece, porque fue escrita para iluminar  
al pueblo e inspirar la conciencia nacional con la sublime espiritua-  
lidad de lo eterno.  
Su Filosofía de vida, y su ilustración le hizo luchar con la  
energía de un gladiador por la libertad de imprenta y al respecto  
9
decía: “Si la prensa es cátedra, el periodista tiene que ser Maestro; si la  
10  
prensa es tribuna, el periodista tiene que ser Orador;  
Por lo tanto, “el Maestro y el Orador no pueden hablar, sino para  
11  
defender la verdad, para exponer los principios, para prestigiar el bien”.  
Los discípulos del periodista, son los ciudadanos de toda una  
nación; las multitudes que escuchan al periodista, son las que inte-  
gran un pueblo entero.  
Corrómpase, desoriéntese la opinión de todo un país, y será  
traicionado el más sagrado de todos los deberes, el de ser energía  
creadora de un pueblo y su pensamiento.  
La Filosofía periodística de Montalvo decía:  
No soy precisamente un Periodista, pero me obligo a mí mismo a es-  
cribir; es que, con tantos problemas de mi Patria, quiero elevar mi ágil  
pluma para combatir a los tiranos y villanos que oprimen a mi gente.  
Escribo no como persona de partido, sino como amigo de la verdad;  
9
Cfr. Juan Montalvo en: Alfredo Albuja Galindo, El periodismo en la dialéctica política ecuato-  
riana, Tall. Gráf. “Minerva”, Quito, 1979, p.349  
0 Ibídem.  
1 Ibídem.  
1
1
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La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
soy el primero en despreciar a los ruines, más estoy presto a respetar a  
los buenos, sin que me importe la bandera política a la que pertenez-  
12  
can.  
Montalvo promovió la libertad de imprenta diciendo: “si no  
nos dejan hablar libremente, lo único que conseguirán los gobiernos de turno  
13  
será reinar sobre un grupo de idiotas”; rematando con unas palabras  
impactantes: “imprenta, imprenta; arrebatadnos los bienes de for-  
tuna, arrastradnos a las guerras injustas, arrojadnos a las mazmorras;  
pero exijo dejarnos hablar”.14  
La enorme ilustración de Montalvo, su brillante pensamiento  
universal y elegante estilo, fueron motivos más que suficientes para  
decir: “cuando un dictador invoca a la libertad, no es para respetarla, sino  
para disfrazar sus prepotencias y errores, y hacer tabla rasa de los derechos  
1
5
ciudadanos”; ese fue el caso del descalificado y corrupto gobierno  
del General Ignacio de Veintemilla o simplemente “el mudo” que es  
como le calificaba el ilustre ambateño al mencionado General; y  
como él, cuantos corruptos más han gobernado este país; y allí, re-  
cordamos cuanta falta nos hace Montalvo para combatir a los tira-  
nuelos de turno, y resuenan en nuestros oídos estas dos frases  
impactantes del ilustre Cosmopolita:  
De tanto ver como los pícaros como el mudo del Ventemilla triunfan  
16  
en esta vida, me está dando ganas de ser pícaro”.  
Señor dadme corazón para perdonar a mis enemigos, pero concé-  
17  
deme la gracia de verlos ahorcados algún día”.  
Montalvo y su Ilustración se dejó sentir en Ambato, el Ecuador  
y América, en todas las obras que escribió gracias a su inteligencia y  
prolifera pluma, veamos algunas de ellas:  
Los siete tratados, una herencia inagotable de suprema belleza  
1
1
2 Juan Montalvo, El cosmopolita, Volumen 2, Editorial Primicias, Ambato, 1945, p.206  
3 Cfr. Juan Montalvo en: Casa de Montalvo, Memorias del coloquio binacional Montalvino de Co-  
lombia, Ipiales, 2021  
1
1
4 Juan Montalvo, El Cosmopolita, libro 4°, Oficina tipográfica de F. Bermeo, Quito, 1867  
5 César Alarcón Costta, Juan Montalvo y la Filosofía del Espíritu Libre, Editorial Raíces, Quito,  
2012  
1
6 Juan Montalvo, Las Catilinarias, Garnier Hnos., Guayaquil, 1929  
7 Cfr. Juan Montalvo en: Roberto Agramonte, La filosofía de Montalvo, Vol.3, Banco Central del  
Ecuador, Quito,1992, p.944  
1
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289  
Jorge Ortiz Miranda  
y fue publicada en 1882; en ella Montalvo exalta a las virtudes y a la  
democracia, ensalza los tratados de la belleza, la nobleza; habla de  
los genios, los héroes; Banquete de los filósofos, El Buscapié y Réplica a  
un Sofista pseudo católico; este último tratado derramó la ira del arzo-  
bispo Ignacio Ordoñez, por parecerle blasfemo contra los cánones  
del catolicismo; por lo que decide prohibir su lectura. Montalvo un  
iluminado por la razón a tiempo completo, se indigna al haber sido  
acusado por una clerecía ignorante y fanática, y allá va su respuesta  
cargada de filosofía, libertad y progresismo. “Si me buscan, me van a  
18  
encontrar, ya saben que, con los perversos yo soy implacable”.  
¿
Que frases o palabras dichas en este libro son atentatorias para califi-  
carme de ciego enemigo de la clerecía?  
…) lo único que pido es un clero ilustrado, recto virtuoso y útil, mas  
(
no ignorante, torcido ni lleno de vicios y podredumbre; y estos malos  
procedimientos son los que ha propiciado este mal cura del Ignacio Or-  
doñez.  
Ignacio Ordoñez, eres un borrachín con mente embriagada de vino y  
apetitosas viandas que los pobres fieles nunca podrán comer.  
Si tú Ordoñez, me envías al infierno, quiero decirte que para ti hay otro  
infierno más especial, donde no quedará ni el polvo de las cuencas de  
tus sanguinarios ojos.  
¡
Oh Dios mío! que más infierno que vivir rodeado de todos estos ala-  
19  
cranes con sotana; por eso Sr. del cielo, llévame, pero llévame contigo.  
Palabras más que suficientes para demostrar que respeta y  
se lleva muy bien con Dios, no así, con los malos representantes de  
Dios en la Tierra.  
En su magistral obra Las Catilinarias, Montalvo fulmina su  
ira contra el general Ignacio de Ventemilla, en ese tiempo (1876-1883)  
jefe supremo, presidente constitucional y dictador de nuestro país;  
en esta obra Montalvo dice: “la pluma es la más certera de las armas  
cuando se lo esgrime contra la tiranía y al abuso del poder; la patria jamás  
puede ser libre, si en vez de luchar por sus derechos, llora por sus desgracias”.  
1
8 El pensamiento de Juan Montalvo. Un compendio de sus frases célebres. Ver en: http:  
/www.elmayorportaldegerencia.com/Documentos/Frases%20Celebres/%5BPD%5D%20  
/
Documentos%20-%20Frases%20Celebres%20de%20Juan%20Montalvo.pdf. (25-01-2023)  
9 Juan Montalvo, Mercurial Eclesiástica, Imprenta La Gutenberg, Quito, 1907  
1
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290  
La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
Montalvo influenciado por los ilustrados del siglo XVIII ma-  
nifiesta que los años pasan y no son argumento de vida; lo son los  
principios, los valores y la virtud practicada, las que califican al ser  
humano.  
Juan León Mera Martínez  
Refiriéndome a Juan León Mera Martínez he de manifestar  
que: “fuisteis magnánimo como todo hombre de bien; prudente  
como el más modesto de los ciudadanos; pero ni tu magnanimidad,  
ni tu modestia te engrandecieron tanto como tu vocación de escritor  
y artífice del pincel”.  
Si hay un nombre en la historia de la Literatura ecuatoriana,  
que debe ser recordado con cariño y admiración, es el de Juan León  
Mera Martínez, autor de sí mismo, acumuló libros que forman la  
contribución más valiosa y más grande que se ha dado a la Literatura  
ecuatoriana; además de haber servido como propulsor de la cultura,  
por sus trabajos críticos y por sus afanes pedagógicos.  
Mera es poeta indigenista; novelador de costumbres; cantor de la selva  
en novela poemática; critico estimulador de vocaciones literarias; co-  
leccionador de leyendas; folklorista valioso. Los núcleos de estudios  
especializados, cultivan con especial cuidado el conocimiento de las  
obras de Mera que, por sus características americanas, tendrían que ser  
analizadas a medida que la conciencia continental tome mayores di-  
mensiones.20  
En el campo de la producción literaria sus obras más cono-  
cidas fueron:  
La Virgen del Sol, año 1861, leyenda indígena, que es una no-  
vela en verso en donde el argumento principal es hablar sobre las  
últimas etapas de la resistencia indígena contra los españoles ¡Qué  
grato es recordar en esta obra el valor de nuestro gran líder indígena  
Rumiñahui! un pillareño de corazón, perteneciente a la familia de  
los Atti II de Pillahuazo y que fuera hijo del emperador inca Huayna  
Cápac y la ñusta pillareña Choangazil.  
20 Isaac J. Barrera, Periódico “El Regional”, Ed. No 6, de Diciembre de 1994  
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Jorge Ortiz Miranda  
Otra gran obra es Melodías indígenas escrita en 1887, donde  
abordaba nuevamente temas vinculados con un pasado aborigen  
que Mera a todo trance, trataba de rescatar; esto nos demuestra que  
tenía un profundo conocimiento histórico para referirse a Atahualpa  
y su grandeza y a su estado mayor que lo componían: Quisquis, Ca-  
licuchima, Rumiñahui y su gran valentía y patriotismo, para hacer  
frente al invasor español. Mera es el primer autor en manifestar que  
el gran imperio del Tahuantinsuyo es quiteño y no Inca como lo se-  
ñalan la mayoría de tratadistas; efectivamente, he de manifestar al  
respecto, que comparto la idea de este ilustre coterráneo: el gran Im-  
perio del Tahuantinsuyo que se extendía desde el río Angasmayo en  
Colombia, hasta el río Maule en Chile y Mendoza en Argentina tuvo  
como único emperador a Atahualpa, quien luego de haber triunfado  
sobre su hermano Huáscar en las batallas de Jauja y Quipaipán, co-  
locó sobre su frente triunfadora la “mascaypacha” , símbolo de poder  
de incas y quiteños.  
Otro gran libro biográfico es el de Pedro Fermín Cevallos  
gran historiador y abogado ambateño, en este libro nos dice que Ce-  
vallos fue un hombre cuyas doctrinas se identificaron con el libera-  
lismo; lo cual no impidió mantener estos dos ambateños una  
profunda amistad; y como nobleza no quita nobleza, Pedro Fermín  
Cevallos escribió la biografía de Juan León Mera.  
Quizá el mejor valor literario de Mera fue la novela; y su obra  
cumbre, Cumandá que ha sido considerada como una de las tres me-  
jores novelas románticas de América del Sur, junto a María de Jorge  
Isaac y Amalia de Mármol. Cumandá es la primera novela publicada  
en el Ecuador, Mera nunca salió de su país, siempre tuvo sus ojos  
puestos en su tierra, sin embargo, sintió la relación de indianidad y  
de americanidad, y con su Cumandá nos dio una obra de caracterís-  
ticas realmente autóctonas, aun cuando tuvo que usar el idioma per-  
fecto de Castilla; por esto con razón se dice que “Cuman” es la  
novela más española y más americana que jamás se haya escrito; es  
que no podía ser de otra manera, siendo además un cultor del pincel,  
no podía dejar de pensar en el “sincretismo”, palabra que significa,  
mezcla de dos culturas.  
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La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
Con toda razón Franklin Barriga López, dice de Juan León  
Mera Martínez lo siguiente:  
Pintor del paisaje ecuatoriano, de hábil pluma descriptiva. Talentoso  
escritor que legara a su país herencia cultural de primera línea. Sin salir  
de los límites de la patria, su nombre se proyectó hacia otros continen-  
tes. Autodidacta, artista e investigador político, desempeño varios car-  
gos públicos, fue miembro de varias sociedades literarias y culturales  
21  
del país y del extranjero.  
El tránsito de Mera por los patrios campos de las letras se explica y jus-  
tifica mejor con el antecedente de los primeros años de su vida; todo  
en ellos, es verdad, el subyugante escenario de Atocha, acogedor y lim-  
pio a través del amplio cielo y el serpenteante río Ambato, con un per-  
manente fondo de tranquilidad y bonanza, cabe decir de belleza; pero  
hay también la parte de soledad y estrechez económica que había de  
caracterizar muchos actos del futuro, y dar un sabor especial a su pro-  
ducción toda. Los primeros recuerdos de su vida revolotean en torno  
al árbol y entre la paz del campo; se mueven alrededor de la casa rús-  
tica, tal pareciera como un balcón sobre el río; pero también se detienen  
en el momento de apremio, permanentemente repetido, por desgracia,  
y, sobre todo, en ese vacío, en esa soledad, en esa falta de alguien al  
lado que, acompañando la voz masculina del bosque y la urgencia va-  
ronil del viento, por la vía de la potestad, el compañerismo y el ejem-  
22  
plo, fuera señalando el camino de su alma.  
En noviembre de 2015, en la ciudad de Ontario Canadá se  
realizó la apertura del Museo de Bellas Artes y al hablar y represen-  
tar el paisajismo se recordaron en ese país nombres como: Juan León  
Mera Martínez y Luis A. Martínez Holguín, llamándoles “el círculo  
ambateño” de quienes dicen que desde ideales e ideologías distintas  
reclamaban su conocimiento geográfico y agrícola, su buen uso y su  
protección frente a la voracidad de los vecinos, recordaron en esa  
reunión que estos personajes hacían constantes recomendaciones  
para que las selvas amazónicas sean debidamente pobladas por  
ecuatorianos y evitar incursiones extranjeras. Después de esta reco-  
21 Franklin Barriga López, Leonardo Barriga López, Diccionario de la Literatura Ecuatoriana, Casa  
de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1973.  
22 Rodrigo Pachano Lalama, Juan León Mera, Ilustre Municipio de Ambato, Ambato, 1979  
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Jorge Ortiz Miranda  
mendación hecha por Juan León Mera Martínez y Luis A. Martínez  
hay que manifestar que los escenarios para la construcción de la pa-  
tria se han promovido no solo desde el arte y la ciencia, sino también  
desde la literatura, y si no basta leer a las novelas Cumandá y A la  
Costa.  
Analizando la ilustración de Juan León Mera Martínez he  
dejado para el último el análisis de la letra y contenido del Himno  
Nacional de la República del Ecuador, letra cuyo contenido es auto-  
ría de Juan León Mera Martínez en el que se refiere a las gestas he-  
roicas de los ecuatorianos en particular y de los americanos en  
general.  
En 1888, Juan León Mera Martínez responde a la insistencia  
de cambiar la letra del Himno Nacional, diciendo; “No cambiare la  
letra del Himno, porque no es letra de cambio”.2  
3
Analizando la letra del Himno Nacional del Ecuador es un  
compendio de nuestra historia, amor a la patria y ¡conocimiento de  
su historia debió tener Juan León Mera! para expresar todo su senti-  
miento, acaso todo lo que tenía dentro de él, y decirle al mundo en-  
tero el sentir de los ecuatorianos y acaso de todos los americanos.  
En la segunda estrofa, se alude a los próceres del Diez de  
Agosto, quienes son identificados como “los primeros, los hijos del suelo  
que soberbio el Pichincha decora”. Se hace también una alusión al 2 de  
agosto de 1810, cuando los españoles masacraron al pueblo suble-  
vado de Quito: “y vertieron su sangre por ti. Dios miró y aceptó el holo-  
causto y esa sangre fue germen fecundo”. La alusión se extiende luego a  
los ecuatorianos de otras ciudades, como Guayaquil y Cuenca, que  
se sumaron posteriormente al proceso de la Independencia: “de otros  
héroes que, atónito el mundo vio en tu torno a millares surgir”.  
Juan León Mera Martínez también incursionó en la política,  
en el gobierno del General Francisco Robles; es decir, coincidió en  
un principio con el liberalismo, pero su liberalismo era excesiva-  
mente democrático defendía la ciudadanía y sus derechos aún para  
2
3 Cfr. Juan León Mera en: Amílcar Tapia Tamayo, “Las dos fuentes del Himno Nacional”, El  
Comercio, 28 de noviembre de 2021. Ver en: https://www.elcomercio.com/tendencias/cul-  
tura/las-dos-fuentes-himno-nacional.html (11-01-2023)  
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La Ilustración llega a la Real Audiencia de Quito  
los que no sabían leer ni escribir; creía en el establecimiento de Asam-  
bleas provinciales para favorecer la autonomía seccional; creía en la  
limitación de las facultades del poder, en la elección de los goberna-  
dores y magistrados de la Corte que debían ser elegidos por el pue-  
blo y termina diciendo libertad absoluta de imprenta, abolición de  
la pena de muerte.  
Siempre debemos tener presente que el nacer es comenzar a  
morir, y el final, para Juan León Mera Martínez se acercaba; la pro-  
videncia es sabia y no quiso que viese Mera el desenlace amargo de  
la tragedia que venía preparándose desde hacía largos años. Juan  
León Mera Martínez que había luchado y padecido por la armonía  
de su partido, no debía contemplar los efectos de la desunión.  
Sus últimas palabras fueron: “no tengo miedo a la muerte, pero  
24  
sí una preocupación: me dejarán seguir leyendo en el más allá”; cierto es  
que la gratitud es el alma del sentimiento; pero a veces también la  
ingratitud es la provincia más poblada del alma; efectivamente, en-  
redado el Ecuador en los odios políticos, casi no advirtió que había  
muerto uno de sus más grandes defensores e ilustres hijos.  
Como ecuatoriano, ambateño y admirador de un humanista a  
tiempo completo, quiero manifestar que: el valor, la decisión y el  
amor por la Patria se va organizando y madurando, solo cuando la  
historia la asumimos con pasión y análisis, de manera que, llegado  
el momento decidor, nuestros pasos saben, con total certeza, los lí-  
mites del sendero; los grandes, no se improvisan, sino que se gestan  
en diaria convicción; esto pasó con Juan León Mera Martínez.  
Bibliografía  
AGRAMONTE, Roberto, La filosofía de Montalvo, Vol.3, Banco Central del Ecua-  
dor, Quito,1992.  
24 Palabras que constan en su casa de Atocha, en sus objetos personales.  
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Jorge Ortiz Miranda  
ALARCÓN COSTTA, César, Juan Montalvo y la Filosofía del Espíritu Libre, Edito-  
rial Raíces, Quito, 2012.  
ALBUJAGALINDO, Alfredo, El periodismo en la dialéctica política ecuatoriana,  
Tall. Gráf. Minerva, Quito, 1979.  
BARRERA, Isaac J., periódico El Regional, Ed. No 6, de diciembre de 1994.  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin; BARRIGA LÓPEZ, Leonardo, Diccionario de la Li-  
teratura Ecuatoriana, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1973  
CASA DE MONTALVO, Memorias del coloquio binacional Montalvino de Colombia,  
Ipiales, 2021  
El pensamiento de Juan Montalvo. Un compendio de sus frases célebres. Ver en:  
http://www.elmayorportaldegerencia.com/Documentos/Frases%20Cele  
bres/%5BPD%5D%20Documentos%20-%20Frases%20Celebres%20de%  
20Juan%20Montalvo.pdf. (25-01-2023).  
MONTALVO, Juan, El Cosmopolita, libro 4°, Oficina tipográfica de F. Bermeo,  
Quito, 1867.  
–––––, Las Catilinarias, Garnier Hnos., Guayaquil, 1929.  
–––––, El cosmopolita, Volumen 2, Editorial Primicias, Ambato, 1945.  
–––––, Mercurial Eclesiástica, Imprenta La Gutenberg, Quito, 1907.  
PACHANO LALAMA, Rodrigo, Juan León Mera, Ilustre Municipio de Ambato,  
Ambato, 1979.  
TAPIA TAMAYO, Amílcar, “Las dos fuentes del Himno Nacional”, El Comercio,  
28 de noviembre de 2021. Ver en: https://www.elcomercio.com/tenden-  
cias/cultura/las-dos-fuentes-himno-nacional.html (11-01-2023).  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A OTTO FEDERICO VON FEIGENBLATT  
COMO MIEMBRO HONORARIO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Las excelencias de la educación nadie pone en duda. Su tras-  
cendencia ha sido reconocida desde la antigüedad.  
En Oriente se afirma hasta hoy que no es grande el hombre  
que vence a los demás sino el que triunfa sobre sí mismo, en franca  
alusión a la validez del espíritu frente a la materia. En Occidente, el  
criterio platónico anhelaba proporcionar al cuerpo y a la mente toda  
la perfección posible, partiendo del nosce te ipsum nosces universum  
et deos, el conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses, como  
el comienzo de la sabiduría, que estaba escrito en lugar sobresaliente,  
a la entrada, del templo de Delfos, en la Grecia de hace milenios.  
Roma encuentra en el declive de su sistema educativo la  
principal razón de su decadencia, al no haber inspirado en los últi-  
mos tiempos el ideal de servicio social sino el parasitismo y la moli-  
cie, por esas tendencias del poder que relajó sus costumbres y  
aniquiló, con ello, las prácticas pedagógicas, de inspiración superior,  
de producir individuos que se sacrifiquen por la patria, sobrios,  
aptos para sobreponerse a los reveses y llegar a la victoria.  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 297–302  
297  
Franklin Barriga López  
Desde esas lejanas épocas, se ha visto en la educación la llave  
maestra para perfeccionarse y, por tanto, adelantar. Los países que  
han alcanzado un mayor grado de desarrollo han encontrado en ella  
la base de su preeminencia, partiendo de la disciplina y la responsa-  
bilidad, con el fin de conseguir logros, en los campos científicos y  
tecnológicos, que los impulsó a la vanguardia del progreso.  
El proceso educativo, como lo conceptuó Frederick Mayer,  
conlleva iluminar el espíritu para beneficio de la humanidad. Este  
proceso halla serios obstáculos en varias regiones del planeta acosa-  
das por la pobreza y la ignorancia. Los seres humanos son iguales,  
lo que les hace diferentes es la educación, afirma un razonamiento  
cabal y sentencioso. No puede conseguirse el bienestar si falta el in-  
grediente educativo que eleva a los pueblos y engrandece a los indi-  
viduos.  
Todos los integrantes del conglomerado humano llamados  
estamos al acatamiento y proyección de los valores éticos y morales,  
caso contrario viene el relajamiento de las costumbres, las distorsio-  
nes de la conducta, las prácticas de conflicto que son vecinas del de-  
lito, la inseguridad y los problemas. Se debe inculcar tesis que  
valoren la concordia y resalten la validez de aspectos sustanciales,  
como la honorabilidad, honradez, respeto a los demás, urbanidad,  
decencia, cordialidad, trabajo, cumplimiento del deber, culto a la ver-  
dad y desprecio a la patraña, búsqueda continua del perfecciona-  
miento de la personalidad, aprecio a la vida, a todo lo sencillo y  
bueno, superlativo y edificante.  
Se vuelve necesario recalcar que la atmósfera de violencia  
lleva a mayor violencia y a situaciones de retraso, odio, zozobra,  
muerte y destrucción. Solo bajo el imperio de la paz se puede alcan-  
zar el adelanto. Innumerables pueblos demuestran con el ejemplo lo  
que acontece en el interior y exterior de sus fronteras, cuando se es-  
coge la ruta de la intransigencia y el fratricidio, en vez de aquella ló-  
gica y siempre recomendable de la racionalidad y la educación.  
La educación para la vida es una labor de todos los integran-  
tes de la sociedad que, para su propia supervivencia y salud, deben  
sustentarse en principios, valores y prácticas orientadas hacia el bie-  
nestar y el adelanto.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 297–302  
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Bienvenida a Otto Federico von Feigenblatt  
Estas reflexiones creí pertinente efectuarlas en los presentes  
momentos en que nos hemos congregado gracias a la feliz iniciativa  
del Dr. Otto Federico von Feigenblatt, gran abanderado de la paz, el  
desarrollo y la educación, reconocido científico social y diplomático,  
en el marco de la cátedra interuniversitaria que, merecidamente,  
lleva su nombre.  
La Academia Nacional de Historia del Ecuador, fundada por  
el eminente Federico González Suárez, el 24 de julio de 1909, en  
Quito, como Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos America-  
nos, que alcanzó en 1920 la alta categoría de Academia, en virtud de  
Ley de la República, es la corporación científica donde prevalece el  
pluralismo ideológico de sus miembros y el culto a la verdad, como  
sustento de la Historia, una de las ciencias sociales de mayor impor-  
tancia para la humanidad, por su función pedagógica para las gene-  
raciones de hoy y del mañana. Ya lo dijo, siglos antes de Cristo, el  
tribuno y pensador romano, Marco Tulio Cicerón, que la Historia es  
2
la maestra de la vida, luz de la memoria y de la verdad”. Por su parte,  
Ruiz de Santayana, catedrático de Harvard, aseveró “aquellos que no  
3
pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”.  
Nuestra institución, a la que han pertenecido y pertenecen  
ilustres hombres y mujeres del país y del exterior, que han sobresa-  
lido y sobresalen por su intelectualidad y honesto compromiso de  
vida pública y privada, se encuentra complacida por este inicio de  
nexos con la Academia Internacional de Ciencias Sociales, cuya sede  
la tiene en Georgia, Estados Unidos de Norteamérica.  
Estos vínculos, estamos seguros, serán perdurables y de am-  
plio beneficio colectivo, ya que se enmarca en la Paz, el Desarrollo y  
la Educación, como son los postulados de la Cátedra Interuniversi-  
taria “Dr. Otto Federico von Feigenblatt”, a quien consideramos desde  
estos instantes como entidad fraterna a la nuestra y a la que integran,  
como instituciones afines, la Universidad CUGS de México, al igual  
2
3
Cfr. Marco Tulio Cicerón en: Pedro Simón, Demetrio Ramos Pérez, R. J. Lovera De-Sola, Noticias  
historiales de Venezuela, Volumen 1, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1992, p. XXXII.  
Cfr. Ruiz de Santayana en: Montserrat Jiménez Sureda, Prisioneros de guerra y campos de con-  
centración en España durante la guerra contra la Convención (1793-1795), Servei de Publicacions  
de la Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona, 2022, p. 13.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 297–302  
299  
Franklin Barriga López  
que la Academia de Historia y Geografía del país azteca, el Instituto  
Superior de Ciencias Educativas do Douro (Portugal), la Institución  
Universitaria Colegios de Colombia (UNICOC), Journal of Alterna-  
tive Perspectives in the Social Sciencies (Estados Unidos de Amé-  
rica), Academia Internacional de Ciencias Sociales (USA), Univer-  
sidad Católica de Murcia, Fundación Transformación en Tiempos  
Violentos (Costa Rica), Instituto Superior de Lisboa e Vale do Tejo  
(Portugal), Liceo Panamericano Internacional (Samborondón, Ecua-  
dor).  
La Cátedra Interuniversitaria en referencia, de acuerdo a las  
informaciones que llegaron a nuestra Academia, fue establecida el 5  
de agosto del 2022, en México, por la Universidad CUGS y un grupo  
de universidades y academias internacionales para promover la di-  
fusión del conocimiento sobre el nexo entre la Paz, el Desarrollo y la  
Educación. Con un secretariado en la sede principal de la Universi-  
dad CUGS (México D.F.) y presidida por el magnífico rector de la  
Universidad, esta Cátedra, por sus contribuciones a la investigación  
interdisciplinaria, adoptó el nombre –como ya dijimos- del notable  
científico social y diplomático Dr. Otto Federico von Feigenblatt.  
Las dos principales actividades de la Cátedra son la organi-  
zación de congresos académicos en diferentes países y la ceremonia  
anual para la entrega del Premio “Dr. Otto Federico von Feigenblatt”  
en valoración a la Excelencia en las Ciencias Sociales.  
El embajador que da nombre a esta prestigiosa Cátedra es un  
personaje ciertamente conspicuo, autor de varios libros de éxito,  
como “Honor, Loyalty and Merit. The Culture of the Contemporany  
Spanish Nobility”, Octaedro Editorial, Barcelona, España, noviembre  
2022: efectuó estudios en universidades de la talla de Harvard, tiene  
la máxima formación sistemática ya que es Doctor Ph.D. y ha ejer-  
cido la docencia en renombrados centros de educación superior,  
tanto de su país nativo como del extranjero, a donde asiste frecuen-  
temente como profesor invitado, en diversos y lejanas latitudes,  
como Japón o Tailandia. En vista de su prestancia intelectual se le ha  
conferido distinciones de primera categoría, como numerosos Doc-  
torados Honoris Causa, Académico de Honor de la Real Academia  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 297–302  
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Bienvenida a Otto Federico von Feigenblatt  
de Doctores de España, de la Academia de Historia y Geografía de  
México, Orden de Isabel la Católica (España) por sus contribuciones  
a las ciencias sociales, Embajador Honorario de la República de Ko-  
sobo, Cónsul Honorario de la República de Namibia, entre otros re-  
conocimientos.  
Debido a las labores que cumple este connotado maestro es-  
tadounidense, rodeado de indiscutibles méritos, al que impulsan no-  
bles motivaciones, y al existir plena convergencia con los objetivos  
y realizaciones de nuestra entidad, la Academia Nacional de Historia  
del Ecuador le confiere la designación de Miembro Honorario Ex-  
tranjero y, a la vez, le otorga –lo que tendré la satisfacción de impo-  
nerle de inmediato- su Medalla Consagratoria que testimonia lo  
indicado, junto al Diploma respectivo, seguros de que esta edificante  
alianza académica, servirá para intensificar el trabajo que haremos  
en conjunto ambas instituciones, la que él acertadamente preside y  
la nuestra, en la consecución de los objetivos loables que orientan  
nuestra razón de ser y existir jurídicamente.  
Bienvenido a la Academia Nacional de Historia del Ecuador  
en la categoría mencionada.  
Este es el primer paso, que damos en conjunto, en un camino  
de amplios y afirmativos horizontes en bien de la humanidad, ilu-  
minados por la fraternidad de las naciones y la pedagogía de la His-  
toria.  
Asamblea Nacional del Ecuador,  
Quito, 10 de noviembre de 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 297–302  
301  
Franklin Barriga López  
Bibliografía  
JIMÉNEZ SUREDA, Montserrat, Prisioneros de guerra y campos de concentración  
en España durante la guerra contra la Convención (1793-1795), Servei de Pu-  
blicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona, 2022  
SIMÓN, Pedro; RAMOS PÉREZ, Demetrio; LOVERA DE-SOLA, R. J., Noticias  
historiales de Venezuela, Volumen 1, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1992  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 297–302  
302  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A JOSÉ EUGENIO ALVARADO GUALPA  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Diego Moscoso Peñaherrera1  
Si Juan Jacobo Rousseau, el gran enciclopedista, fue el  
promotor, entre otros, para que se produjera la Revolución Francesa  
en 1789, donde nacían los Primeros Derechos Humanos, dijo que  
lanzaba sus libros al público con la certeza de haber hablado en pro del bien  
2
de la humanidad, sin cuidarse de lo demás y “si sus libros no se vendían,  
su oficio le bastaba, y esto era precisamente lo que los hacía vender’”,3  
nuestro recién incorporado a la Academia Nacional de Historia:  
investigador y escritor José Alvarado, no haciendo ruido ni sonido  
estentóreo alguno, sino en soledad, durante ocho años rayaba sus  
letras sobre nuestro gran Juan Montalvo Fiallos, dando a luz pública  
la obra intitulada: Juan Montalvo habla a la Patria para salvarla, libro  
que en su bautizo fuera incorporado por la Casa de Montalvo, como  
parte de la bibliografía básica a ser utilizada en la Cátedra Mon-  
talvina, en los colegios del país.  
Bien lo dijo el gran Montalvista, Dr. Plutarco Naranjo, en el  
prólogo de la misma:  
(
…) ésta que constituye un largo e interesante diálogo entre José  
Alvarado, quien formula las preguntas y Juan Montalvo que las  
contesta. El autor, asiduo lector del insigne polemista e ideólogo  
político, ha ido, a lo largo de años, recopilando lo sustancial de las  
hermosas prédicas del Cosmopolita, para convertirlas en respuestas de  
incontables inteligentes preguntas. Através de ellas, Montalvo, aparece  
tan vivo, tan capaz de la interlocución. La obra de José Alvarado tiene  
1
2
3
Miembro de Número de la Academia Nacional de Historia.  
Jean–Jacques Rousseau, Las Confesiones, Clásicos Jackson, volumen XIV, 1966, p. 368.  
Ibídem.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 303–307  
303  
Diego Moscoso Peñaherrera  
el mérito no sólo de “hacer hablar” a Montalvo sobre sus ideas, sobre  
los motivos de sus terribles dardos contra los malos gobiernos, contra  
tantos enemigos de la libertad y la democracia, tiene también el mérito,  
para los lectores de este siglo, de presentar una obra de carácter histórico  
sobre los personajes, amigos o detractores y sobre los acontecimientos  
poco o nada conocidos. En este aspecto la obra no es un simple  
catecismo montalvino sino un excelente complemento de la historia  
ecuatoriana y universal que contribuye al mayor esclarecimiento de  
trascendentes hechos del pasado.4  
Alvarado recurre, además, a valiosas opiniones de muchos  
autores o testigos presenciales.  
Es tonificante para quienes no sólo admiramos el maravi-  
lloso estilo literario de Don Juan, cuanto sus ideas sobre libertad,  
democracia, justicia, progreso y grandeza de la Patria, encontrar que  
hay jóvenes lectores del maestro y que Montalvo, como “evangelis-  
ta” o maestro de la lengua y gran ideólogo, sigue iluminando “el  
oscuro sendero de la patria”.  
Nuestro benemérito exdirector de la Academia, Dr. Plutarco  
Naranjo, manifestó en su prólogo que José Alvarado aporta mucha  
información “poco o nada conocidos” nuevos datos, razón más que  
suficiente para que en tres ediciones se hayan editado estas cercanas  
cuatrocientas páginas en centenares de libros. Esta obra anduvo y  
andará en manos de sus afanados lectores.  
José Alvarado, jamás podía dejar de lado al amigo, al filán-  
tropo de Montalvo: Eloy Alfaro; y, es así que raya nuevamente sus  
letras y escribe El monipodio de los avechuchos y los claroscuros de Eloy  
Alfaro y su muerte, cuyo prologuista Pedro Reino Garcés subraya que:  
El abogado José Alvarado Gualpa nos va dejando estupefactos, casi  
aturdidos a los lectores rutinarios de la historia patria...Se trata pues,  
de un autor que nos está enseñando a pensar y repensar rompiendo  
moldes. No es un libro para un “consumidor final” (…) Aquí, el lector  
deberá ser quien elabore el producto final con sus conclusiones y dice  
espero que este libro tenga el recorrido que merece por las verdades  
4
José Alvarado Gualpa, “Prólogo”, Juan Montalvo: ¡habla a la patria para salvarla!, Crissan Color  
Industria gráfica, 2010.  
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Bienvenida a José Eugenio Alvarado Gualpa  
que contiene, sin tapujos ni lisonjas. Los hacedores de la patria no  
podrán descansar en paz con las evidencias que este investigador nos  
pone sobre la mesa.5  
Con todo esto sería más que suficiente para decir que nuestro  
nuevo miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Histo-  
ria, es un meticuloso investigador con documentación que a él le  
gusta: es decir documentos antiguos. Esto, lo ratifica otro de los  
prologuistas de sus dieciséis obras escritas; el Dr. Simón Espinosa  
Cordero dice de José Alvarado: “Si hubiese nacido en el siglo IV de  
nuestra era, habría sido benedictino y habría cuidado que la cultura latina  
6
y griega no pereciera en manos de los bárbaros”.  
Monseñor Luis Alberto Luna Tobar, como prologuista de esta  
obra del autor dice:  
Estas estrategias sociales humanísimas de José Alvarado nos permiten  
calificarle con las mejores notas en cuanto se refiere a temas socioló-  
gicos y especialmente a los que tienen mayor incidencia con la historia  
conocida por nuestra generación. Alrededor de lo social, la péñola del  
escritor joven se mueve tan segura como sincera y entra en muchos  
órdenes del Derecho, de lo político, de los social, de lo moral.... si su  
espectro de pensador es amplio, sus condiciones maduras de expre-  
sión, le dan características especiales de hondura humana y de acerca-  
miento universal a toda realidad social.7  
Alvarado nos da un mensaje audaz con su ensayo: “Vida y  
Filosofía de Rousseau, Schopenhauer, Friedrich Nietzsche y Juan  
Montalvo”. ¡Sí! acercarse a los filósofos alemanes y al francés y buscar  
comparaciones y hurgar sus vidas no es una temática que haya sido  
escrita con mucha frecuencia, pues se requiere de vastísimo  
conocimiento y mucha reflexión, siendo muy meticuloso en su  
expresividad y eso lo ha logrado José Eugenio Alvarado Gualpa.  
5
6
7
Pedro Reino Garcés, “Prólogo” al libro de José Alvarado Gualpa, El Monipodio de los Avechuchos  
y los Claroscuros de Eloy Alfaro y su Muerte, impresión Pío XII, 2012, pp. 5-8.  
Simón Espinosa Cordero, “Prólogo” al libro de José Alvarado Gualpa, Carta a mi hijo desde mi  
Ataúd o Filosofía de la Vida y la Muerte, Editora Artes Gráficas, año 2017, p. XVI.  
Luis Alberto Luna Tobar, “Prólogo” al libro de José Alvarado Gualpa, Artículos de un Pasado  
que miran al Presente, Editorial Fondo de Cultura Ecuatoriana, 1992.  
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305  
Diego Moscoso Peñaherrera  
De José Alvarado nos faltaría tiempo para hablar de su “Juan  
Benigno Vela, el ciego de los entuertos”; de su obra A los cuatrocientos y  
doscientos años, cuatro héroes de Macas encontrados, lo propio de otra  
de sus obras Desentrañando la historia de Huambaló o de los Personajes  
que hicieron Historia en Cañar, etc., etc.  
Parodiando a San Agustín, en su obra también llamada  
Confesiones, como la de Rousseau, José Alvarado está tan consciente  
que el pueblo ecuatoriano “no es tan ignorante que ignorase su  
8
ignorancia”, por lo que siempre ha estado atento con la historia de  
nuestro país; y por ello la Academia Nacional de Historia, ha abierto  
sus puertas a fin de que nuestro recipiendario siga, de hoy en ade-  
lante, con mayor vehemencia investigando y escribiendo sus nuevas  
obras que al asiduo y carísimo lector, lo mantendrá en expectativas  
de sus nuevos títulos. Adelante, apreciado José, sé bienvenido a esta  
tu casa de historiadores. Esperando tu amplia vinculación con la  
Academia y los valiosos aportes que darás a ella.  
Muchas gracias  
Bibliografía  
ALVARADO GUALPA, José, “Prólogo”, Juan Montalvo: ¡habla a la patria para  
salvarla!, Crissan Color Industria gráfica, 2010.  
–––––, El Monipodio de los Avechuchos y los Claroscuros de Eloy Alfaro y su Muerte,  
impresión Pío XII, 2012.  
–––––, Carta a mi hijo desde mi Ataúd o Filosofía de la Vida y la Muerte, Editora  
Artes Gráficas, año 2017.  
8
San Agustín, Confesiones, Fundación Jesús de la Misericordia, 1957, p. 112.  
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Bienvenida a José Eugenio Alvarado Gualpa  
–––––, Artículos de un Pasado que miran al Presente, Editorial Fondo de  
Cultura Ecuatoriana, 1992.  
ROUSSEAU, Jean – Jacques, Las Confesiones, Clásicos Jackson, volumen XIV, 1966  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
VIDA Y FILOSOFÍA DE ROUSSEAU, SCHOPENHAUER,  
FREDERICK NIETZSCHE Y JUAN MONTALVO  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
José Alvarado Gualpa1  
Realizar un ensayo sobre dos grandes pensadores alemanes,  
un francés y un ecuatoriano, casi similares y diferentes a la vez en  
su filosofía, más aún en sus vidas, es un reto al que hay que enfren-  
tarlo, Pues el mismo Nietzsche decía: “La fuerza agresiva puede calcu-  
larse tanto en el adversario más poderoso como en el problema más difícil,  
2
puesto que un filósofo lucha hasta con los problemas”; y enrostrarlo en  
su análisis, aunque sea no de una manera profunda, sino muy so-  
meramente, aprovechando este grandioso momento que para mí,  
crea fruición múltiple y, esta felicidad adentrada en mi corazón, es  
proveniente de los dos seres que, desde su eternidad, habrían estado a  
lado de su hijo que, desde la niñez y juventud siempre fue travieso  
con la investigación histórica, más todavía, cuando la senectud, pero  
menos la decrepitud, (la más débil y vulnerable), atraviésame los  
minutos y los días que aspiro no me sean muy aciagos y sufridos,  
aparte de los ya vividos sin su presencia. Cierto es, la dicha va a ser  
muy corta en el tiempo del resto de mi vida y, por ello presurosamente  
presento este análisis que, aspiro sirva de soporte para futuras ma-  
yores acentuaciones investigativas, hoy que me complazco en incor-  
porarme a la Academia Nacional de Historia como su miembro  
Correspondiente.  
Schopenhauer un numen con las letras, es un escritor mucho  
más claro que su seguidor Frederick Nietzsche, quien con sus afo-  
rismos y sentencias, lleva muchas veces a interpretaciones bastante  
vagas y confusas, no diciéndose lo que él quería manifestar, en tanto  
1
2
Abogado. Miembro Correspondiente Academia Nacional de Historia.  
Federico Nietzsche, Ecce Homo, Editores Mexicanos Unidos, 4ª. Edición Febrero de 1986, p. 31.  
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308  
Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
3
que el autor de El Mundo como Voluntad y Representación, conceptúa  
a la voluntad como sustancia de nuestra vida subjetiva, esto es , como  
la cosa en sí” de Emanuel Kant o la esencia del ser o el sustrato o  
esencia del fenómeno; y a la representación, como la imagen o la con-  
ciencia.  
Para Friedrich Nietzsche la voluntad está no sólo en la vo-  
luntad, como tal, como dice su, hasta ese entonces, queridísimo Scho-  
penhauer, sino en la “Voluntad de Poder”, que constituye, digámoslo  
así, a manera de evolución social y filosófica, donde el aristócrata, el  
grande de pensamiento , el diferente a los demás, el que realmente  
surge: ése es el que no ficticiamente llega al éxito, pero tampoco para  
constituirse en dominante o esclavizador de los débiles; sino que  
éstos, los débiles, teniendo sus energías latentes y fuertes no las si-  
guen manteniendo ocultas e invisibles, no aspirando entonces a ser  
considerados como “El Superhombre”, como los motejaba F. Nietzsche  
a todos estos seres poderosos, no significando con ello su existencia  
fuera del terráqueo planeta. ¡No!, sino todo lo contrario, Nietzsche  
aspiraba a que estos alicaídos, estos anímicos minusválidos se des-  
pabilen y comiencen en su superación. Lamentablemente este criterio  
fue utilizado por el fascismo en forma tergiversada y creyendo que  
sólo los “superiores” debían existir, dio esta supra dictadura a en-  
frentarse a tiros para hacer prevalecer su dominio. Ahí es cuando se  
da luces a sí mismo, con su diabólica actuación, Adolfo Hitler y, en las  
botas de sus militares quedó marcada la huella de la Segunda Guerra  
Mundial.  
Ya hemos dicho que, en el filósofo de barbas abultadas:  
Nietzsche, hay una evolución de la vida social, con sus conceptuali-  
zaciones, en tanto que en su predecesor Schopenhauer reina un pe-  
simismo: el pesimismo schopenhauriano.  
El escritor político nuestro, el proveniente de las faldas del  
Tungurahua, encendido con el magma y los dinamitazos de la praxis,  
toma para sí las dos filosofías antes mencionadas. Este Juan Mon-  
talvo desde sus obras exhala un halo de superioridad: un dejo entre las  
3
Arthur Schopenhauer, El Mundo como Voluntad y Representación libros I y II, La España Moderna,  
Madrid, 1818.  
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José Alvarado Gualpa  
únicas, siendo que a una de ellas la bautiza como “El Cosmopolita”,  
dándose en su interior un mimo ensimismado de universalidad y  
grandeza, y, a otra, imitando al poderoso inimitable Quijote en sus  
Capítulos que se le olvidaron a Cervantes. Pienso que esto era más que  
suficiente para no decir lo que sí dijo F. Nietzsche: “Conozco mi suerte.  
Alguna vez irá unido mi nombre al recuerdo de algo gigantesco…yo no soy  
4
hombre, soy dinamita”. Montalvo sabía también que iba a perenni-  
zarse en la historia ecuatoriana y latinoamericana, a tal punto que el  
Premio Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias dijo: “la Patria se  
habría quedado huérfana de padre y protector en manos de los que trabajan  
en la sombra los puñales para herir el pecho de la Democracia, como dijo  
5
aquel gran tribuno que se llamó Juan Montalvo”.  
Montalvo ensoberbecido por su pensamiento, no mira si en  
medio del camino estorba algún “amigo” suyo para desollarlo ense-  
guida con su mortífera pluma, si era menester. Así fueron quitados  
el pellejo los Gómez de la Torre, Julio Zaldumbide, Julio Castro y el  
propio paisano suyo, el ambateño y poeta Juan León Mera, para citar  
pocos; y, si algún energúmeno osaba contra su papiro escrito, los de-  
nostaba fulminantemente como recordaremos lo hizo con el arzo-  
bispo José Ignacio Ordóñez, dando nacimiento a su Mercurial  
Eclesiástica, como lo veremos posteriormente.  
Por el occidente del mundo, recibían su zurriada: “pobre”  
Richard Wagner, “pobre” Schopenhauer que cayeron en el plumero  
indócil de F. Nietzsche, a quienes los ataca inmisericordemente por  
haberse equivocado, según él, en sus filosofías. En efecto, para Scho-  
penhauer no hay razón de vivir, pues, todo es sufrimiento y tristeza,  
aprisionado en dolor intenso y siniestro. Nietzsche lo contrarresta y  
dice “¡No!”. Hay que vivir, puesto que el fin de la vida no puede ser  
no vivir. Vivir, aunque no eudemonistamente (con placer, con felici-  
dad), pero vivir, porque la historia de la vida lo dicta así. Montalvo,  
aguzando el oído, como que escuchando esto y embebiéndose en la  
historia antigua romana y griega y todo lo que es sumo de las lectu-  
4
5
“Estudios. F. Nietzsche”, Revista de la Sociedad Española de Estudios sobre Friedrich Nietzsche, Edi-  
torial Trotta, Número 10, 2010, p. 15.  
Miguel Ángel Asturias, El Señor Presidente, Vigésima Tercera Edición, s/f, p. 96.  
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Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
ras clásicas, las devora como breviario habitual, deleitándose con Sé-  
neca o Platón o con el mismo Sócrates y tantos más. De Sócrates  
(
apunta Montalvo) que a su discípulo Critón, poco antes de tomar  
la cicuta, le recuerda que le debe un gallo a Asclepio, por lo que  
ruega lo dé entregando el bípedo de dos patas, como dijera Diógenes  
(el cínico), refiriéndose a esta ave. Lo propio hace Montalvo, con su  
amigo Rafael Portilla a fin de que éste cancele unas monedas a Igna-  
cio de Veintimilla, para que éste no lo conceptúe ni como un tram-  
poso ni como exagerado pobretón. A Nietzsche le interesaba la vida,  
la historia y la moral, al igual que Montalvo, de ahí su Geometría  
Moral o sus Siete Tratados.  
Si el autor de El Anticristo, estaba en veces no muy de  
acuerdo con el principio divino de “paz en la tierra”, sino posible-  
mente la “paz se la otorgue al que gana la guerra”, Montalvo daba  
guerra no a todo cristiano o sacerdote, sino al perverso, al impío, al  
que empobrecía más todavía al pobre, al que echaba tierra al cam-  
pesino, al que latrocinaba al erario nacional, al ente infeliz, en térmi-  
nos generales. Él se envanecía haber leído varias veces la Biblia y  
haberla aplicado y, si necesario era ponerse su piel al hombro lo haría  
como lo hacía San Bartolomé, metafóricamente. Para Montalvo no  
era necesario arrodillarse en ninguna circunstancia, que no sea por  
descanso y relax, porque si bien para Schopenhauer, el hombre es el  
superado, en Nietzsche el hombre es el que supera, en Montalvo el  
hombre es el que supera superándose.  
Si bíblico es que Dios “creó al hombre a su semejanza”, esto  
significa en Nietzsche odio al cristianismo porque Dios es Superior,  
pero desconocido y porque no debe reinar igualdad en los hombres.  
De ahí que éste, autor de su famoso Así habló Zaratustra, grita a los  
cuatro vientos y a los cielos y al firmamento que “¡Dios ha Muerto…  
Dios ha muerto!”, en tanto que Montalvo en su proximidad de ultra-  
tumba, habla de él, de Dios y dice al mundo todo: religioso o ateo,  
cristiano o protestante, ortodoxo o heterodoxo que “ni los hombres ni  
Dios me han faltado en estos momentos”.6  
6
Agustin L. Yerovi, Juan Montalvo, Ensayo Biográfico, Imprenta Sudamericana, Paris, 36, rue du  
Colisée,1901, p. 59.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 308–329  
311  
José Alvarado Gualpa  
Teleológicamente, es decir, las doctrinas de las causas finales,  
para Schopenhauer están sometidas al aburrimiento, a la desidia, al  
quemimportismo y a la monotonía de los días, de los meses y de los  
años. En una palabra, para Schopenhauer la vida es sinónimo de de-  
sesperación, al igual que lo mantuviera el precursor del existencia-  
lismo: el danés Kierkegaard, quien es el que precisamente introduce  
el concepto de la angustia, con un elevado grado de odio a las masas  
populares (misántropo), albergando en el interior del humano, desa-  
liento y miedo, es decir que, la filosofía de Sorën Kierkegaard (1813-  
1
855), aparte de no ser odiosa para con la religión, sino todo lo  
contrario, recordaba a Calderón de la Barca que manifestó que “el  
peor error del hombre es haber nacido”, por la angustia y desespe-  
ración que esto significa.  
Para Kierkegaard el hombre siempre vive angustiado y debe re-  
flexionar en sus decisiones a tomar y, por ello es que se siente ago-  
biado con la filosofía de Hegel, siendo según éste que ya hay un  
destino predeterminado, por lo que el individuo está subordinado a la  
familia, la familia a su vez subordinada a la sociedad, y ésta al Es-  
tado; entonces el existencialismo no es que se refiere a la permanen-  
cia del hombre en el espacio y tiempo, sino en su originalidad, a  
diferencia de los otros seres vivientes, donde él por sí mismo, busca  
su libertad, mediante el “libre albedrío” (concepto de Hegel), no siendo  
entonces conformista, no siente ser un ser que vive por vivir: busca  
ser no objetivo, real, porque para él lo subjetivo es lo real, mas, se da  
cuenta que esta búsqueda es angustiosa y que constantemente hay  
dificultades, porque el individuo estará siempre ante alternativas  
opuestas, creándose consigo ese dualismo entre “esto sí o esto no”, bus-  
cando siempre esa verdad subjetiva, tendiendo a esa verdad eterna que  
la hallará en Dios, por lo que para él, para Kierkegaard, la existencia  
está en la subjetividad absoluta que es Dios, buscando por un mé-  
todo irracional, es decir, sin que haya principios donde actúe la  
razón, sino la fe y, por ello, cree que menester es, como una última  
subjetiva verdad, llegar a Dios, sólo así logrará el hombre dominar  
su angustia, tomando el camino más idóneo que es el de la divinidad,  
siendo entonces que esa angustia se extingue, quedando toda reso-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 308–329  
312  
Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
lución futura, en manos de Dios. Por ello es que el padre del existen-  
cialismo: Kierkegaard, cree que no hay que vivir filosóficamente del  
pasado, entendiéndose que en el presente es donde se encuentran  
los individuos. Kierkegaard tuvo criterios anti humanistas o anti ra-  
cionalistas al creer que el conocimiento científico no sirve, frente a la fe.  
Kierkegaard psíquicamente era maníaco-depresivo.  
Este filósofo danés crea tres estadios en el hombre, siendo el  
primero el estadio estético, que es referente al hombre soltero, donde  
aparte de los placeres que puede encontrar en el camino, cree que le  
llega el aburrimiento, sintiéndose mal, pasando entonces al siguiente  
estadio que es el ético, entendiéndose en que el soltero se transmuta  
en hombre casado, prevenido en las virtudes de la honradez y el tra-  
bajo, manteniendo una buena conciencia, no obstante que esta moral  
mantenida, pueda resquebrajarse, pasando entonces al último esta-  
dio que es el religioso y que constituye la salvación del hombre, me-  
diante la fe, comprendiéndose que esta fe es ciega y absurda para la  
razón y raciocinio, por lo tanto, hay que abandonar la ciencia, lle-  
gando a su clímax en la fe absoluta en Dios, sólo aquí se hace realidad  
esa proyección innata hacia lo absoluto, luego de haber permeado  
ante la angustia y desesperación, como hombre aislado y solitario,  
conjeturándose entonces esta subjetividad como antihumana y anti-  
social. Entonces, para Kierkegaard, la mayor subjetividad del hom-  
bre radica en su dimensión espiritual. Para el pensador danés, en la  
subjetividad de la persona está el mayor conocimiento, porque ésta,  
(
la persona), siendo un sujeto real no está supeditado a concepciones  
abstractas.  
Kierkegaard no plantea como sí lo hace Frederick Nietzsche:  
la desaparición del cristianismo y la creación de nuevos valores. Frederick  
Nietzsche, produce un ataque en contra de la iglesia oficial y opta  
por la enseñanza y práctica del cristianismo que debe ser sincera, ho-  
nesta, desnudándolos a los falsos creyentes y quitándolos las más-  
caras de religiosos. F. Nietzsche a su Zaratustra lo hace bajar de la  
montaña para que hable con los animales y el ser humano, en sus  
enseñanzas, deliberada y subrepticiamente recuerda que Cristo hizo  
todo lo contrario, subiendo a la montaña para orar y rezar por el  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 308–329  
313  
José Alvarado Gualpa  
hombre, creado a semejanza de la divinidad: ¡el Creador creando a  
su creado! Nietzsche es bastante duro. Dice:  
¿
Por qué torturarme a mí, tú cruel, desconocido Dios...? ¡Tú, torturador!  
¡
Tú, -Dios- verdugo! ¿Habré de arrastrarme, como un perro, delante  
de ti, y, ebrio de entusiasmo, fuera de mí, menear la cola sumiso…Yo  
no soy un perro; sólo soy tu presa… ¿Qué quieres tú, desconocido  
Dios?.7  
Juan Montalvo no es que haya sido hereje, él mismo lo dice,  
las varias veces que leyó al libro mayor del misticismo: la Biblia.  
Montalvo siente desasosiego al mirar que, con el pretexto de la fe,  
las comunidades religiosas hacían de las suyas con los bienes y per-  
sonas de sus acólitos y seguidores, más aún, cuando se tropieza en  
su vida de escritor el arzobispo José Ignacio Ordóñez, quien desdeña  
a sus Siete Tratados, ubicando sus escritos en el índex, prohibiendo  
en absoluto su lectura, arguyendo que es “una nidada de víboras en un  
8
cestillo de flores”. Helo ahí, de pie y bien erguido Montalvo, a pesar  
de que tenía sus problemas reumáticos, he ahí al panfletario de carne  
y hueso y embadurnado de buena dosis de espiritualidad, refután-  
dolo al padre de la iglesia ecuatoriana, de aquellas épocas, Ordóñez,  
en su Mercurial Eclesiástica, abriendo trocha para que el caminante  
religioso vaya centrando su actuar en la ética, en la moral, en las vir-  
tudes que también buscaba la filosofía Nietzscheana. Por ello, inde-  
pendiente, sin apoyo de la divinidad, para parangonar al escritor  
Llácer, dice del filósofo alemán que por tener sus raras cualidades  
era “cual animal que no se deja apresar”. Y, Montalvo, tampoco era de  
aquellos a los que se los podía atrapar fácilmente. Él no podía a su  
pluma confinarla y encarcelarla, a sabiendas que ella fuera agraviada  
y sumamente menoscabada.  
Los dos (Nietzsche y Montalvo) fueron filólogos, el primero  
como maestro universitario y académico; y, don Juan a su manera  
7
8
Editorial la Oveja Negra, Maestros de la Literatura Universal, Tomo XI, Editorial Oveja Negra,  
Bogotá, 1984, p. 342-343.  
Juan Montalvo, Mercurial eclesiástica, Editorial Cotopaxi, Latacunga-Ecuador,año 1967, p.109  
Juan Montalvo, Mercurial eclesiástica: libro de las verdades, Biblioteca de Europa y América, París,  
1884, p. 174.  
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314  
Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
arcaica, escribiendo y rayando las letras propicias que más convenía  
para sus libros. Los dos eruditos y compositores de sus propias filo-  
sofías; mientras el alemán decía que es un filósofo “para todos y para  
nadie”, nuestro Juan quería quedar plasmado para la posteridad, en  
forma universal, o, por lo menos a nivel americano, como en efecto  
lo logró, intitulando a una de sus mayores obras como El Cosmopolita  
que, en la erudición de las letras significa con ello que el universo  
todo era su patria, en tanto que Friedrich Nietzsche , bautiza a una  
de sus obras como Ecce Homo, reflejando en ello, lo que Cristo mas-  
cullaba ante su madre María: “he aquí el hombre”, cuando estaba  
sustentado en la cruz, o, según los escritos bíblicos, Ecce Homo es el  
significado de “Aquí tenéis al hombre”, cuando Pilatos presentó a  
Cristo ante la masa hostil y vociferante. F. Nietzsche en su Ecce Homo  
y en todas sus obras nos da un sentido de biografía, como él mismo  
lo dice: “dar testimonio” de sí, pero con la grande diferencia desde  
San Agustín hasta Rousseau, en cuyas autobiografías dan un con-  
texto de confesiones cristianas, enumerando sus errores, sus faltas que  
llevan internamente como “cargo de conciencia”. F. Nietzsche no  
concibe su autobiografía como tal y no tiene por qué dar cuentas ante  
la sociedad o ante Dios, porque, según él, es la humanidad la que  
tiene que dar cuenta de su error y, en lo referente a Dios, parafra-  
9
seando al gran escritor Stendhal: “su única disculpa es que no existe”.  
Montalvo en su Mercurial Eclesiástica dice: “(…) jamás he pro-  
vocado a los clérigos, no he hecho sino defenderme y ponerlos en su lugar:  
10  
agresivos, llenos de odio, feroces y ya, refiriéndose al Arzobispo con-  
tradictor lo reflexiona:  
(
…) cincuenta años después un escritor de mi raza ha de decir: “El  
Padre Ordóñez hizo asesinar al Cosmopolita, al autor de los Siete Tra-  
tados, por hereje”.11  
Déjenme, rece o no rece, me santigüe o no me santigüe, yo sé en dónde  
y cómo le pido a Dios mis cosas. Cuantas veces he entrado a la iglesia,  
la vieja vecina me ha dicho con ira: “persígnese”, no me da la gana;  
9 Federico Nietzsche, Ecce Homo, Editores Mexicanos Unidos, 4ª. Edición Febrero de 1986, p. 47.  
10 Juan Montalvo, Mercurial eclesiástica, Editorial Cotopaxi, Latacunga-Ecuador, 1967, p. 15.  
11 Ibíd., p. 11.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 308–329  
315  
José Alvarado Gualpa  
persígnese ella, persígnese el cura, persígnese el obispo, persígnese el  
diablo de modo que todo el mundo vea eso: yo me persigno en mis so-  
ledades, y me tiro de rodillas ante el Todopoderoso en presencia de una  
montaña cubierta de nieve eterna, o en alta mar, alzando los ojos a un  
12  
cielo cargado de estrellas en mundo oscuro y silencioso, y, “la inqui-  
sición, ¡oh Dios!, aterrando al cielo mismo con sus calderas hirvientes”,  
¿habrá tenido Jesús en su vida que el mundo había de ser ahogado en  
13  
sangre por cuenta suya?”  
Ahora bien, veamos lo que nos dice al respecto aquel hombre  
de la ilustración, el que colaborara con los Enciclopedistas, el que fun-  
damentara los principios educacionales en pro de la niñez con acti-  
tudes propiamente naturales, el que creyera que “el hombre es bueno  
y la sociedad lo corrompe” y aclarando un poco más, el que nos pun-  
tualiza que “el hombre en su estado primitivo, el hombre al nacer, es bueno  
14  
por naturaleza y que se corrompe en contacto con la sociedad o lo que  
da lo mismo decir que “el principio fundamental del pensamiento de este  
filósofo es la bondad original del hombre y la corrupción de la naturaleza hu-  
mana por la civilización y concretamente por la propiedad, origen de la desi-  
gualdad entre los hombres; en consecuencia, preconiza, recomienda, el retorno  
15  
a la vida natural Este es Juan Jacobo Rousseau, el ginebrino nacido en  
712, al que para relacionar lo anteriormente dicho por Montalvo,  
1
en su Mercurial Eclesiástica, subraya que “Todo es bueno tal como sale  
de las manos de Dios, todo degenera bajo las manos de los hombres”. Este  
Rousseau, de origen suizo y luego hecho a la Francia, quien, a los  
veinticinco años de edad, contado en su libro Confesiones nos dice:  
(…) mientras me paseaba, hacía mi oración, que no consistía en balbu-  
cear algunas vanas palabras sino en una sincera elevación de espíritu  
hacia el autor de esa admirable naturaleza, cuyas bellezas se desplega-  
ban ante mis ojos. Nunca me ha gustado hacer mis oraciones en una  
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1
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1
2 Ibíd., p. 16.  
Ibíd., pp. 22-23.  
3 Ibíd., p. 17.  
Ibíd., pp.23-24  
4 Jean-Jacques Rousseau, Emilio o La Educación, Editorial Bruguera, S.A, Impreso en España,  
1975, p. 15  
5 VV. AA, Diccionario Enciclopédico Vox, Tomo 4, Biblograf, Departamento Editorial, p. 3109  
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Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
habitación; me parece que las paredes y todas esas pequeñas obras del  
hombre se interponen entre Dios y yo. Me gusta contemplarle en sus  
obras, mientras mi corazón se eleva hasta él. Mis oraciones eran puras  
1
6
y por lo tanto dignas de ser escuchadas.  
En las siguientes letras, parecen tan similares Juan Jacobo y  
Juan Montalvo, con la única diferencia que el nuestro sí tuvo buena  
memoria que el otro dice no poseerla. Veamos:  
En el paseo, en la montaña, en medio de los bosques, por la noche en  
la cama y durante mis insomnios, es cuando escribo mentalmente; júz-  
guese con qué lentitud, sobre todo careciendo absolutamente de me-  
moria verbal, pues en toda mi vida no he podido retener seis versos.  
Cláusulas hay que he formado y reformado durante cinco o seis noches  
17  
en mi mente antes de estamparlas en el papel.  
Tan similares se los ve a los Juanes, aún juntos en la soledad.  
Dice Rousseau “Este cariño por los objetos imaginarios y la facilidad de  
embeberme en ellos acabaron de disgustarme de cuanto me rodeaba y deter-  
minaron este amor a la soledad, que desde entonces jamás me ha abando-  
1
8
nado”. Si Montalvo dijo “mi pluma no es cuchara”, dando a  
comprender que la pluma no es negociable, lo propio nos manifiesta  
Rousseau en los siguientes términos: “Pero conocí que el escribir para  
ganar dinero pronto hubiera ahogado mi ingenio y muerto mi talento...una  
19  
pluma venal (sobornada) no puede dar nada grande y vigoroso”.  
Juan Jacobo no sólo que es un defensor de la naturaleza en  
la que todo debe circunscribirse a lo natural, como cuando el niño  
debe aprender sin que haya un ayo, doctrinero o maestro que esté  
punzándolo a su lado, sino su actuar sea por sí mismo, danzando,  
apretándose y desdibujándose, como lo hicieran sus primeros pa-  
dres, ¡pero, pero!, ahora sí, quitado lo antinatural, haciendo que  
triunfe lo primigenio, es decir lo que debe ser por sí mismo. Entonces  
16 Jean Jacques Rousseau, Las Confesiones, Estudio Preliminar por Jorge Zalamea, Clásicos Jack-  
son, Libro XIV, Segunda Edición, 1966, p. 217.  
7 Ibíd., p. 101.  
8 Ibíd., p. 33.  
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9 Jean Jacques Rousseau, Las Confesiones…op. cit., p. 368.  
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José Alvarado Gualpa  
Juan Jacobo fue un encendido reclamante cuya causa primera de la  
existencia del mundo es Dios y luego sí el hombre debe someterse a  
las propias leyes de este mundo, con esto configurándose el Deísmo  
que mantenía Rousseau, al igual que Voltaire, su amigo en un prin-  
cipio y luego enemigo acérrimo. Rousseau entonces mantenía una  
religión naturalista, un Deísmo, comprobable en la siguiente expresión,  
dicha por él con abundante exclamación: “(…) descubro a Dios en todas  
20  
sus obras, lo siento en mí y lo veo a mi alrededor (…)”. Juan Jacobo hace  
sus rezos, sus preces, sus oraciones, teniendo siempre en mente a la  
que nunca pudo tenerla: su madre, pues ésta fallecía, cuando él nacía  
durante el parto: “Costé la vida a mi madre, y mi nacimiento fue el pri-  
2
1
mero de mis infortunios. Nací débil y enfermo”. Escuchémoslo: “no  
pedía, para mí y para aquella de quien en mis aspiraciones jamás me sepa-  
raba (…)”.2  
2
Como el autor del Contrato Social provenía de una familia  
bastante religiosa de carácter protestante, mantúvose en la línea de  
la religiosidad: “en vez de abandonarme a la desesperación me eché tran-  
23  
quilamente en brazos de mi pereza y de la Providencia”.  
Demostrando como estoy el grado de religiosidad de este  
connotado escritor –Rousseau–, hijo de un modesto relojero, cerre-  
mos este apéndice con sus palabras: “y poco a poco también adquirí, a  
24  
Dios gracias, no las costumbres, pero sí las máximas que estaban en boga”.  
Si esto nos lo dice el inspirador de la Revolución Francesa, el  
amante de la naturaleza, el profundo visor del sentimentalismo, fu-  
turo precursor del romanticismo, Rousseau, nuestro Rousseau ecua-  
toriano, Juan Montalvo, sienta la siguiente hipótesis y, como él  
mismo lo manifiesta, “si nadie ha sentado esta proposición hasta ahora,  
yo la siento”:  
(…) la revolución francesa fue obra de los clérigos. Los clérigos mucho  
persiguen, mucho provocan en los países desgraciados donde su poder  
2
0 Jean-Jacques Rousseau, Emilio o la Educación, Editorial Bruguera, S.A, Impreso en España,  
1
975, p. 17.  
2
2
2
2
1 Jean Jacques Rousseau, Confesiones … op. cit., p. 3.  
2 Ibíd., p. 217.  
3 Ibíd., p. 262.  
4 Jean Jacques Rousseau, Confesiones … op. cit., p. 314.  
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Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
no tiene límites…es pueblo a quien ellos levantan cuando quieren y  
mandan a sembrar ruinas; ese pueblo engañado y ciego, abre los ojos  
de repente, se hecha sobre los que le obligan a malas obras, y clérigo  
que cogen, allí le matan. Después de haberle sufrido y obedecido largo  
tiempo, el pueblo español se levantó un día y degolló a ochocientos  
frailes: las mujeres, las más devotas, se los comían a pedazos. El pueblo  
25  
español se cansó de ser vil esclavo de Satanás.  
¡
Hola!, Montalvo está diciendo en el escrito contra el arzo-  
bispo Ordóñez que este a la cabeza y su cofradía son la equivalencia  
de Satanás por su monstruosidad y, helo aquí que se mofa de lo que  
la iglesia católica manifestaba la significación del infierno:  
INFIERNO…infierno. Que más infierno que vivir rodeado de alacranes  
que le pican a uno a cualquier lado que se vuelva, y le dan hinchazones  
y calentura…el infierno está aquí en el mundo: aquí, aquí lo padecemos  
y lo devoramos; y cuando se acabe esta miserable vida, entonces deja-  
remos de llorar y gemir, y nos sepultaremos en el profundo olvido de  
la nada eterna, o principiaremos a ver y saber lo que es felicidad, ba-  
ñados en luz de gloria, saboreando las sensaciones desconocidas para  
nosotros, que nos están esperando en el abierto, fulgurante espacio  
26  
donde caerá gloriosamente el espíritu de los hombres buenos.  
Como Montalvo era un incansable lector, para luego dar  
molde a sus letras, ya lo vemos leyendo a todos los autores que tam-  
bién hemos tenido la dicha de hacerlo. He aquí lo que puntualiza,  
que lo transcribimos al pie de la letra, en su tan mencionada Mercu-  
rial:  
Bien es que Voltaire había sido Jesuita, o por lo menos alumno, y muy  
aprovechado, de la Compañía, y Víctor Hugo fue familiar de un clé-  
rigo. En cuanto a Juan Jacobo Rousseau, se contentó con salir de re-  
pente vestido de sacerdote armenio: en un tris estuvo que no anduviese  
echando bendiciones. A lo menos su mujer, Teresa Lavasseur vivía per-  
suadida de que su marido era el Papa. Así lo cuenta él en sus Confesio-  
27  
nes.  
2
2
2
5 Juan Montalvo, Mercurial eclesiástica, Editorial Cotopaxi, Latacunga-Ecuador, 1967, p. 12.  
6 Ibíd., p. 99.  
7 Ibíd., p. 87.  
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José Alvarado Gualpa  
Si no estoy equivocado en mi interpretación, don Juan para  
concluir esta parte de su escrito, refiriéndose a Rousseau, lo trata tan  
descalificativamente: “Tan bestia era como todo esto esa bribona”, expre-  
sividad bastante descomedida, para con los esposos Rousseau.  
¿Por qué es tan cruel Montalvo con Rousseau? Posiblemente  
porque ¿este abandonó a sus hijos? Los entregó a la familia de su es-  
posa Teresa, que acorde a su criterio, esta acogida era más cruel que  
la que podían tener ellos en la inclusa o casa de acogidos niños aban-  
donados. Este es el dolor más grande que tuvo Juan Jacobo y, sea su  
conciencia quien nos lo diga: “Los hijos que podían llenarlo vinieron, y  
fue peor todavía. Me horripilé tener que entregarlos a esa familia mal edu-  
cada para que fuesen aún peor educados que ella. Los peligros de la educa-  
ción de la Inclusa eran mucho menores”.28  
En la presentación de la obra Emile (Emilio) de Jean–Jacques  
Rousseau, de la Editorial Bruguera, sus autores manifiestan:  
(
…) digámoslo de una vez que Rousseau predicaba lo que él jamás  
puso en práctica, un modelo viviente de las enseñanzas que se des-  
prenden de Emili, obró en todo momento en sentido opuesto. Así, por  
ejemplo, racionalmente creyó que la madre de sus hijos –Teresa- debía  
ser una mujer de pueblo; pero él sólo se sentía física y espiritualmente  
atraído por damas de noble condición y sólo esas fueron sus verdade-  
ros amores. Los hijos que hubo de la mujer de pueblo con la cual creyó  
que debía unirse tuvo que llevarlos todos al hospicio, porque ninguno  
de los dos eran responsables para mantenerlos y educarlos y sólo se  
unió en matrimonio con la tal mujer del pueblo, ya más que maduro.  
Pero Rousseau, lo hemos dicho al principio, era un enfermo mental; era  
un ser de vida anormal desde la cuna (su madre murió de parto y su  
padre era un bohemio…, etc.).29  
En verdad que Rousseau mismo lo dice sobre Teresa que  
desde el primer momento que la vi hasta hoy día jamás he sentido por ella  
la menor llama de amor; que no la deseé poseer más que a la Sra. de Warens,  
y que la necesidad de los sentidos, satisfecha con ella, ha sido para mí úni-  
30  
camente la de sexo (…) y él mismo nos amplía: “(…) al cabo de vein-  
2
2
3
8 Jean Jacques Rousseau, Las Confesiones … op. cit., p. 380.  
9 Jean-Jacques Rousseau, Emilio…op. cit., p.14  
0 Jean Jacques Rousseau, Las Confesiones…op. cit., p. 379.  
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Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
ticinco años pasados en su compañía, a despecho de la suerte y de los hom-  
31  
bres, he acabado por casarme con ella”. Rousseau nos hace saber su mi-  
santropía: “cuando dejé de ver a los hombres, dejé de despreciarlos; y cuando  
dejé de ver a los malvados, dejé de aborrecerlos…y sin que lo notasen, casi  
sin hacerme cargo de ello, me volví miedoso, complaciente, tímido; en una  
32  
palabra: el mismo Juan Jacobo que había sido antes”.  
El Diccionario Enciclopédico Vox, número 4 nos dice de él: “Or-  
gulloso, independiente y misántropo…aunque llevó todos sus hijos a la in-  
33  
clusa” u hospicio o albergue de niños abandonados. ¿Será por esto  
que hemos transcrito sobre Juan Jacobo que Montalvo desprecia a la  
pareja de los Rousseau? Pero él –Montalvo– no estuvo exento de ese  
sentimiento de dolor para con sus hijos y, sobre todo con su Cipariso,  
cuya madre Aifosa le comenta que, por ser un angelito, el cielo lo  
está reclamando, según el médico que lo trataba de las convulsiones  
o ataques. Esto significa que Juan Montalvo debido a sus destierros  
por sus escritos, por lo general pasaba lejos de su esposa María Guz-  
mán, no obstante, no estaba libre de amoríos múltiples, como cuando  
en su Geometría Moral, usa como remitente de una carta a una tal Ca-  
talina Zaldúa de Paredes, como madre de Delfina, que le suplica a  
“Juan de Flor”, de rodillas que este case con ella, con su Delfina, pero  
él al final de su obra, en forma autobiográfica dice: “Amó sucesiva-  
mente, amó a un tiempo a muchas mujeres: la muerte de la bella Aifosa y  
su hijo Cipariso le tienen envuelto en noche lóbrega. Si Dios amanece y bri-  
lla el sol, ¿quién sabe si no tendrá amores nuevos? Todo es posible”.3  
Cabe mencionar que ni Rousseau ni Montalvo fueron misó-  
ginos, amaron con fervor y pasión. En cuanto a los hijos, Rousseau  
no cumple con lo dicho en su “Contrato Social”:  
4
Aunque cada cual pudiera enajenarse a sí mismo, no puede enajenar a  
sus hijos; nacen hombres y libres, su libertad les pertenece a ellos, sólo  
ellos pueden disponer de la misma. Antes que lleguen a la edad de la  
razón, el padre puede, en nombre de ellos, estipular condiciones para  
3
3
3
3
1 Ibíd., p. 378.  
2 Ibíd., p. 382.  
3 VV. AA, Diccionario…op. cit., p. 3109.  
4 Juan Montalvo, Geometría Moral, con Prólogo de Juan Valera, Rivadeneyra, Madrid, 25 de  
agosto de 1902, p. 173.  
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su conservación, para su bienestar; pero no darlos irrevocablemente y  
sin condiciones; pues semejante donación es contraria a los fines de la  
35  
naturaleza y rebasa los derechos de la paternidad.  
Esta teoría hermosa de paternidad planteada por Rousseau,  
él no la cumplió y abarcó grande dolor, como él mismo lo manifiesta  
en sus “Confesiones”:  
Quien no cumple sus deberes de padre, no tiene derecho a serlo. Ni la  
pobreza, ni el trabajo, ni el respeto humano lo dispensan (eximir de  
una obligación) de alimentar y educar a sus hijos. Lectores podéis  
creerme: predico que quien tiene entrañas y descuida tan santos debe-  
res, derramará sobre su culpa, durante mucho tiempo, amargas lágrimas  
y no encontrará nunca consuelo.36  
Esto, expresado por él mismo, constituye el arrepentimiento  
37  
de Rousseau, el haber abandonado a sus hijos.  
Si dos antecesores a Rousseau fueron importantes, menester  
es ubicarlos, con sus tratados políticos: para Hobbes el hombre es  
malo por naturaleza, le gusta estar en grescas y trifulcas, significando  
con esto que el estado natural del hombre se refiere a la guerra de  
“todos contra todos” (homo homini lupus), por lo que el hombre aca-  
baría por destruirse a sí mismo y a su especie, si no fuera por la ac-  
titud inteligente de otros hombres que buscan mantenerse social-  
mente, como estaba de acuerdo Aristóteles. Por lo tanto, para Hobbes  
el hombre es insociable por naturaleza y, allí forzosamente debe  
crearse el Estado de Leviatán, donde debe prevalecer el principio au-  
toritario para que reine la paz entre los hombres. Entretanto John Locke  
es partícipe del “estado natural”, por cuanto el hombre es un ente  
racional o razonable, donde no debe imperar guerra de todos contra  
todos ni tampoco el mal uso de su libertad, mediante un pacto civil  
dirigido por la ley, dentro de esa sociedad civil, es decir los entes es-  
tatales, deben brindar protección en defensa de los vulnerables y des-  
poseídos.  
35 Jean-Jacques Rousseau, El Contrato Social, Ediciones Orbis, Barcelona, 1984, p. 161.  
36 Jean Jacques Rousseau, Las Confesiones … op. cit., p. 544.  
37 Jean-Jacques Rousseau, Emilio…op. cit.  
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Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
Montalvo acogió obviamente la filosofía de Locke y de Rous-  
seau en lo referente a la paz, alejando los autoritarismos y desbordes  
de la ley. De allí, su Cosmopolita para frenar el autoritarismo de García  
Moreno, sus Catilinarias, en línea directa de anatemas en contra de  
Ignacio de Veintimilla, o la Mercurial Eclesiástica, ya analizada ante-  
riormente.  
Pero, retomemos a Nietzsche para hablar concomitante-  
mente de Schopenhauer. Recordando que este fue apreciado en un  
principio por aquél, para luego lanzarse desbocadamente en su con-  
tra. Los dos hablaron sobre la voluntad, pero ¿qué es la voluntad?  
Para Schopenhauer es “la cosa en sí”, es la razón, pero la razón no  
es el fundamento de la realidad, es la sustancia de nuestra vida sub-  
jetiva. La voluntad constituye el fundamento cardinal y primario del  
mundo y se contrapone a las leyes objetivas de la naturaleza. Scho-  
penhauer, hijo de un hombre suicida, no acepta que la voluntad hu-  
mana esté condicionada al medio circundante. Según él en la vida  
hay carencia de valores y, en ese pesimismo, que, ya hemos dicho,  
se circunscribe el aburrimiento que representa la insensatez de la  
vida, esto es: todo “vivir más” en absoluto, no es nada bueno, porque  
según él “en la naturaleza hallamos por todas partes conflictos, combates  
y alternativas de victoria”. Si para Friedrich Nietzsche, lo importante  
no es la esencia del ser, sino la esencia del alma humana con su moral  
y ética, para Schopenhauer la filosofía está en buscar “la cosa en sí”  
y que, si se refiere a objetos cognoscibles, serán finitos y limitados,  
en tanto si la causalidad es interior en el hombre, busca la cosa en sí  
por medio de la motivación y para que haya esta motivación tiene  
que haber una voluntad que refleje ese interés por llegar a una reso-  
lución. Según Giovanni Papini “la voluntad no satisfecha de sí misma,  
38  
y negándose, concluye con el mal y con sí misma”. Kant llamó “Fenó-  
meno” a lo cognoscible, en tanto que para los filósofos Schelling y  
Hegel lo real es absolutamente objetivo, mientras que para el misó-  
gino Schopenhauer, la realidad es una ilusión y por esto es que dijo  
de las mujeres que son de “ideas cortas”. Para Kant “el mundo es fe-  
nómeno y por eso es plenamente objetivo y real y penetrable hasta su fondo,  
38 Giovanni Papini, El Crepúsculo de los Filósofos, Traducción y prólogo de José Sánchez Rojas,  
Biblioteca de Autores Célebres, 1918, p. 120.  
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precisamente porque todo más allá del fenómeno no sería más que una fan-  
39  
tasía sin contenido”. Todo lo contrario, piensa Schopenhauer Arthur  
porque el mundo es irreal y “la verdadera realidad hay que buscarla más  
40  
allá de él”.  
Schopenhauer al decir que “No hay victoria sin combate; al mismo  
tiempo que la Idea más elevada, o la objetivación superior de la voluntad,  
41  
no puede manifestarse sino echando a tierra las Ideas inferiores”. En este  
acápite bien caben dos reflexiones, empezando manifestando que la  
idea constituye la objetivación de la voluntad (el “Yo quiero”) o lo que  
equivale a decir es la esencia del ser o la sustancia o la cosa en sí.  
Para Kant la voluntad es la cosa en sí y el hombre que “no conoce de  
la voluntad más que sus efectos y sus manifestaciones ... la voluntad es un  
42  
conjunto de manifestaciones” nos dice Giovanni Papini.  
La segunda reflexión, cuando nos dice Schopenhauer que hay  
que echar a tierra las ideas inferiores, ¿no fue el nacimiento para que  
Nietzsche, todo lo tome con criterio de superioridad y Hitler basado  
en esto, y tergiversando su contenido haya armado la segunda guerra  
mundial? Séanos contestada por el propio creador del voluntarismo  
43  
y del pesimismo: el “viejo de espíritu antes de ser joven de cuerpo”.  
Este muchacho que primero vive en el campo, en medio de la mayor  
soledad, y que después viaja y ve el mundo, según Papini en Francia,  
Alemania, Suiza, Hamburgo, “un muchacho así formado, con este li-  
naje (calidad) de vida, tiene que tener, a los veinte años, las ideas y las  
inclinaciones de un viejo. Montalvo también hace alarde de sus viajes.  
Pero recorrí casi todas las naciones cultas de Europa estudiando su  
política, observando sus costumbres, abominando sus vicios, admi-  
rando sus buenas cualidades; y como los hombres ilustres suelen ser  
en todas partes el resumen de los progresos de su patria, procuré verlos  
y conversar con ellos entrándome por sus puertas a título de extranjero  
44  
y de acatador del ingenio y las virtudes.  
3
4
4
9 George Simmel, Schopenhauer y Nietzsche, Biblioteca Moderna y Ciencias Sociales, p. 38.  
0 Ibídem, p. 38.  
1 Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación, (Libros I y II), ediciones Orbis, S.A.,  
año 1985, p. 140.  
2 Giovanni Papini, El… op. cit., p. 123.  
3 Ibíd., p. 111.  
4
4
4
4 Juan Valdano, Juan Montalvo, Colección Biblioteca Estudiantil, Volúmen I, Editorial Indoa-  
mérica, Quito, 1981, p. 33.  
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Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
La infancia solitaria -de Schopenhauer- en el campo, lejos de la  
ciudad...esta madre preocupada de sus novelas y de sus charlas con Goethe y  
que vive separada del hijo...esta soledad amarga de la muchachez contrariada  
y melancólica...todas estas cosas tienen que engendrar la filosofía de ‘El  
45  
Mundo como voluntad y representación’”, en tanto que Montalvo, en  
el Nuevo Mundo renegaba con el Manco de Lepanto, o más bien  
dicho con sus editores, al preguntarse sobre el Quijote “¿Cómo sucede  
que no ande todavía en quichua? Dios remediará: los hijos de Atahualpa no  
han perdido la esperanza de ver a ese grande hombre vestir la cushma de lana  
de paco (alpaca), en vez del jubón de camusa con que salió de la Argamasi-  
46  
lla”; y, en ellos enarbola su propia filosofía, sin seguimiento de al-  
guno de los principales que estaba en boga en sus tiempos. He aquí:  
Dichosos los pobres si tienen qué comer, porque comen con hambre...la ri-  
47  
queza padece incomodidades contra las cuales nada pueden onzas de oro”.  
Ya hemos analizado la “voluntad de poder” de Nietzsche,  
consistente en que ese poder no es sólo sobre los demás sino sobre  
uno mismo, produciendo entonces como efecto de esta causalidad  
la creatividad y superación personal, creándose entonces “El Super-  
hombre”: un hombre nuevo. Nietzsche mismo lo dice: “redimir crea-  
doramente todo cuanto fue. A redimir lo pasado en el hombre, y a trans-  
formar creadoramente todo fue, hasta que la voluntad diga: ¡así quise yo,  
así lo querré”.4  
8
El “Dios ha Muerto” significa que el hombre sin la presencia  
Divina, debe afrontar solitariamente las indefensiones frente a la  
vida, él, por sí mismo debe imponer su ruta vivencial, sin el soporte  
Providencial, para llegar a ser grande. Nietzsche dice: “El diablo me  
dijo una vez: También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres...y  
hace poco lo oí decir: “Dios ha muerto”. Su compasión por los hombres ha  
49  
matado a Dios”. En tanto que Montalvo habla de los pequeños:  
45 Giovanni Papini, El… op. cit., p. 113.  
4
6 Juan Montalvo, Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, Ensayo de Imitación de un libro inimitable,  
Obra Póstuma de, Editorial Cajica, 19 sur 2501, Puebla, Pue., Mex., p. 55.  
7 Ibíd., p. 159.  
4
4
4
8 Editorial la Oveja Negra, Maestros de la …op. cit., p. 304.  
9 Ibíd., p. 331.  
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José Alvarado Gualpa  
(
…) el pobre tiene a la mano el sustento, con las suyas lo ha sembrado  
enfrente de su choza, y una mata le sobra para un día: El faisán, la per-  
diz son necesidades para el opulento, hijo de la gula; al pobre como al  
filósofo, no le atormentan deseos de cosas exquisitas...el uno come le-  
gumbres, el otro mariscos suculentos...el uno se contenta con el agua,  
licor de la naturaleza; el otro apura añejos vinos; y en resumidas cuen-  
tas, el que no tiene sino lo necesario viene a ser de mejor condición que  
el que nada en lo superfluo.50  
En cuanto a la temática del “eterno retorno”, a más de decir  
Nietzsche que hay un vacío de existencia mientras no haya una su-  
peración, es decir que reina un nihilismo por la desvalorización de  
los valores, piensa en el eterno retorno.  
Huelga subrayar que la “voluntad de poder” va concomi-  
tantemente con el eterno retorno, o sea que la voluntad de p oder es  
la síntesis del Eterno retorno. A una persona no le agradaría en la  
eternidad seguir siendo una sufrida y desgraciada sino todo lo con-  
trario: feliz y dichosa. El eterno retorno, como dice una autora, An-  
51  
drea Díaz Genis, en Estudios Nietzsche, se refiere a una nueva forma  
de sentir, de pensar, y, sobre todo, una nueva forma de ser (el super-  
hombre). Para Nietzsche la “inversión de valores” significa activo en  
vez de reactivo y, la “transmutación de valores” significa afirmación  
en lugar de negación. Si hay voluntad es porque hay un “querer” y  
el querer libera, querer es crear nuevos valores. Entonces el Eterno  
retorno transmuta, cambia, lo negativo en afirmación, en positivo.  
Que la vida siga sin apasionamiento alguno, no desea Nietzsche, por  
ello es que, a pesar de sus enfermedades, él siempre prosiguió en  
una ruta por la inmortalidad, cuando como filósofo decía a sus con-  
géneres: “mis libros no son para ser leídos sino de aquí en doscientos años”.  
Esa voluntad de poder siempre la mantuvo a pesar de su miopía, de  
sus jaquecas desde los nueve años de edad, de su sífilis y de su locura  
fatal. Un autor, Toni Llácer, nos dice que “con trece años, Nietzsche, es-  
cribe una autobiografía en la que, con sorprendente lucidez, da cuenta de  
52  
su tendencia natural a la soledad”. Juan Montalvo hizo lo propio, su  
5
5
5
0 Juan Montalvo, Capítulos que…op. cit., p. 160.  
1 Andrea Díaz Genis, Estudios Nietzsche, editorial trotta, número 10, 2010, p. 81.  
2 Friedrich Nietzsche, El superhombre y la voluntad de poder, Toni Llácer, edición Batiscafo, S.L.  
2015, p. 17.  
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Vida y filosofía de Rousseau, Schopenhauer,  
Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
mejor amiga era la soledad, sea en su gabinete de estudio o cami-  
nando en los campos, reflexionando y analizando sus obras. Mon-  
talvo tenía cierto grado de misantropía para con sus enemigos  
políticos o religiosos.  
Dice Toni Llácer de Friedrich Nietzsche que “De hecho, sin la  
autoexigencia y la capacidad para imponerse y obedecer una serie de pautas,  
es imposible entender la supervivencia psíquica de Nietzsche en los largos  
5
3
años de aislamiento, nomadismo y enfermedad que le esperan”. Aisla-  
miento lo tuvo Montalvo por sus autodestierros a Ipiales y Francia,  
sobre todo; nomadismo también, porque en Europa quería conocer  
y saber sus vivencias, aunque con el auxilio económico de sus bene-  
factores: Rafael Portilla, Eloy Alfaro, entre otros. Las enfermedades  
también lo acongojaron a nuestro Cosmopolita, sobre todo las reu-  
máticas, en igual forma que lo tuviera el autor de Así habló Zaratustra,  
por ello, no lejos de nuestras mentes debe estar la lapidaria estigma-  
tización de García Moreno (buena pluma, atroz y mordaz), cuando  
estuvo en Francia Montalvo y le dice: “te fuiste en dos y regresaste en  
cuatro”, refiriéndose al bastón que hubo de utilizar el autor de Geo-  
metría Moral y El Regenerador. Nietzsche y Montalvo son similares en  
lo siguiente que nos dice Llácer: “Parece que poco probable que su familia  
descendiera de un linaje de nobles polacos (los Niezky, por mucho que al fi-  
lósofo le gustara afirmar tal cosa en un doble afán aristocrático y antiale-  
mán”.5 Recordemos que Montalvo se ufanaba de llevar sangre  
española, aunque mezclada con la mestiza.  
4
Nietzsche dice:  
Yo, Zaratustra, el abogado de la vida, el abogado del sufrimiento, el  
abogado del eterno retorno (...) Volveré eternamente a esta misma vida,  
idéntica en lo más grande y en lo más pequeño, para enseñar de nuevo  
el eterno retorno de las cosas, para decir de nuevo la palabra del gran  
mediodía de la tierra y de los hombres, para volver a anunciar a los  
55  
hombres la venida del superhombre.  
53 Ibid, p. 18.  
54 Ibíd., p. 15.  
55 Editorial Oveja Negra, Maestros de la…op. cit., p. 322.  
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José Alvarado Gualpa  
Finalmente, carísimos asistentes, Montalvo comió hambre y  
bebió sed, vosotros ecuatorianos, jóvenes o viejos si oís las palabras  
del Cosmopolita, no permitáis que siga enrevesándose nuestra pa-  
tria, enderezadla como él siempre planteaba. Demos de comer al  
hambriento, demos de beber al sediento, aun así, fuere en migas o  
en gotas respectivas. La única que apaciguará nuestras calamidades  
será el saciamiento de la sed de las letras y el hambre de los libros.  
Atragantémonos, engullámonos con los sabios pensamientos y sólo  
así cuando estemos obesos en la cultura, habremos de acabar con la  
desnutrición de la ignorancia y las distractoras bagatelas que nada  
habrán de conduciros si no es a la inanición y enfermedad del pen-  
samiento.  
Levantémoslo a Montalvo de su sarcófago, escuchemos en  
reiteradas ocasiones su voz que hoy por hoy está apagada y ponga-  
mos en práctica todos sus mensajes, sus doctrinas, sus pensamientos,  
su filosofía; y, si para nada servimos, preferible muramos nosotros y  
resucitémoslo a él.  
Señores. Si de los números se edifican grandes obras, de la  
Historia se edifica la Patria.  
Muchas gracias  
San Francisco de Quito,  
noviembre 18 de 2022  
Bibliografía  
ASTURIAS, Miguel Ángel, El Señor Presidente, Vigésima Tercera Edición.  
Editorial la Oveja Negra, Maestros de la Literatura Universal, Tomo XI, Editorial  
Oveja Negra, Bogotá, 1984.  
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Frederick Nietzsche y Juan Montalvo  
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dor, 1967.  
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inimitable, Obra Póstuma de, Editorial Cajica, 19 sur 2501, Puebla, Pue.,  
Mex.  
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brero 1986.  
–––––, Revista de la Sociedad Española de Estudios sobre Friedrich Nietzsche, Nú-  
mero 10, Editorial Trotta, 2010.  
–––––, El superhombre y la voluntad de poder, Toni Llácer, edición Batiscafo, S.L.  
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Sánchez Rojas, Biblioteca de Autores Célebre, 1918.  
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preso en España, 1975.  
–––––, Las Confesiones, Estudio Preliminar por JORGE ZALAMEA, Clásicos  
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Estudios, La España Moderna, Madrid, 1818.  
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Editorial Indoamérica, Quito, 1981.  
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Paris, 36, rue du Colisée, 1901.  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A VÍCTOR HUGO GUTIÉRREZ YAÑEZ  
COMO MIEMBRO HONORARIO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
La Academia Nacional de Historia del Ecuador es una cor-  
poración científica que nació, con el nombre de Sociedad Ecuatoriana  
de Estudios Históricos Americanos, el 24 de julio de 1909, en Quito,  
por la visión que tuvo el arzobispo Federico González Suárez, uno  
de los historiadores más eminentes de nuestro país, con la participa-  
ción de jóvenes inquietos por la historia y disciplinas afines que, con  
el paso del tiempo, y a base de su constancia y estudio, llegaron a  
ser personalidades no solo de nuestra cultura.  
Esta entidad, haciendo merecida justicia a su fecunda y pa-  
triótica labor, como expresa la valoración oficial, al ser reconocida  
por Ley de la República alcanzó el alto rango de Academia el 28 de  
septiembre de 1920, en virtud del Decreto Legislativo publicado en  
esa fecha, en el Registro Oficial y que tuvo el ejecútese de José Luis  
Tamayo, en ese entonces el Presidente del Ecuador.  
De acuerdo a lo contemplado en los pertinentes Ley y Esta-  
tuto, la Academia que tiene por objeto principal la promoción de las  
ciencias históricas, el desarrollo de los estudios históricos americanos  
y, en particular, de los estudios de la historia ecuatoriana, en los dis-  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
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Bienvenida aVíctor Hugo Gutiérrez  
tintos ámbitos y especialidades, así como la promoción y fortaleci-  
miento de la enseñanza de la historia. Los valores referenciales para  
la actividad institucional son el compromiso con la ética y la verdad,  
ubicando a la sociedad como actor principal de la historia y destina-  
tario fundamental de la historiografía, para lo cual se trazó objetivos  
que orientan su existencia, entre otros: propiciar una cultura de paz  
que contribuya a una amistosa relación con los demás pueblos y paí-  
ses; estimular el desarrollo de una conciencia ciudadana de respon-  
sabilidad social y política, capaz de que utilice los ejemplos de la  
historia para el adelanto colectivo.  
Han pertenecido y pertenecen a nuestra entidad personali-  
dades de jerarquía, tanto del interior como del exterior, que han de-  
jado huella superlativa no solamente en el área histórica. Para  
justipreciar su legado, basta indicar que en 113 años de actividad la  
institución ha hecho diez mil publicaciones, aproximadamente,  
obras de carácter individual de sus Miembros o de carácter colectivo.  
Desde el año 2007, labora en la patrimonial Casa Alhambra, conce-  
dida en comodato, por cincuenta años, a la Academia por la I. Mu-  
nicipalidad de Quito, cuando fue Alcalde el Gral. Paco Moncayo  
Gallegos y Director de la Academia el Embajador Manuel de Guz-  
mán Polanco: se la adecuó debidamente para que en sus instalacio-  
nes se cumpla a cabalidad los trabajos que se llevan a cabo con  
admirable periodicidad, lo que le ha hecho ganarse gran prestigio  
no únicamente en el ámbito nacional sino internacional, cuenta con  
los siguientes ambientes: Salón Máximo para un número superior a  
cien personas, Biblioteca que alberga a 25 mil libros especializados  
en Historia, Salón del Libro donde se exhiben permanentemente las  
numerosas publicaciones de la entidad y sus integrantes, salas de  
investigadores, oficinas muy funcionales, amplios y bien cuidados  
jardines, lo cual viene a constituirse en un oasis no solamente para  
el espíritu. Al momento, el Director de la Academia preside el Con-  
greso Americano de la Libertad que abarca a las Academias Nacionales  
de Historia de nuestro continente y otras instituciones de similar  
prestancia que laboran en el mismo ámbito.  
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Franklin Barriga López  
Para el desenvolvimiento de su intensa actividad, nuestra  
Academia tiene su sede en Quito –como se indicó en la Casa Alham-  
bra– y Capítulos en Guayaquil, Cuenca, Manabí, El Oro, Imbabura-  
Carchi, Tungurahua, Bolívar, Loja y Región Amazónica, además  
existen centros de estudios históricos adscritos a la institución, en el  
cantón Rumiñahui y en las ciudades de Quevedo y Latacunga.  
En los Estatutos se determina la tipología de los Miembros que  
pertenecen a la Academia: Académicos de Número, Correspondien-  
tes, Eméritos, Honorarios, De Honor Vitalicios (los ex Directores) y  
Benefactores. En lo que concierne a los Académicos Honorarios,  
debo informar que se trata de personalidades que no necesariamente  
son historiadores sino que se identifican y colaboran con los fines y  
objetivos de la Academia, además de ser representativos en los es-  
pacios de su formación y trabajo: se les proporciona esta distinción  
luego de analizar que sus hojas de vida guarden concordancia con  
los exigentes requisitos rigurosamente revisados, en lo académico,  
ético y moral, como los que cumple el destacado profesional mexi-  
cano Dr. Víctor Hugo Gutiérrez Yañez, de quien expongo, seguida-  
mente, su magnífica trayectoria:  
Nació el 10 de enero de 1970, en la Ciudad de México, me-  
trópoli de bastante refulgencia no solo en América Latina y el Caribe.  
Licenciado en Derecho por el Centro de Estudios en Alta Dirección  
(CAD) y Licenciado en Finanzas con Especialidad en Administración  
Financiera por la Universidad Tecnológica de México (UNITEC),  
Maestría en Derecho Procesal Civil y Juicio Oral Familiar así como  
el Doctorado en Ciencias Jurídicas por la Universidad Analítica  
Constructivista de México (UNAC), ha realizado estudios en dife-  
rentes áreas de las Ciencias Sociales, tales como Maestría en Admi-  
nistración Pública por el Centro de Estudios Avanzados en  
Administración, Maestría en Administración de Negocios por el  
Centro de Estudios en Alta Dirección, Maestría en Ciencias de la  
Educación por la Universidad del Valle de México; Estudios de Doc-  
torado en Administración Pública en el Instituto de Estudios Supe-  
riores en Administración Pública (IESAP), ha cursado en diversas  
Instituciones Universitarias Diplomados como Mercadotecnia por la  
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Bienvenida aVíctor Hugo Gutiérrez  
Universidad Iberoamericana, Diplomado en Gestión Social y Políti-  
cas Públicas por la Universidad de Chicago. Diplomado de la Estruc-  
tura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal por la  
Universidad Autónoma Metropolitana (UNAM). Diplomado en De-  
recho Parlamentario por el Instituto Autónomo de México, Diplo-  
mado en Seguridad, Democracia y Derechos Humanos por la  
Universidad Iberoamericana, así como el Diplomado de Formación  
en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos impartido por  
la Corte Interamericana, la Comisión Interamericana y la Universi-  
dad Autónoma de México (UNAM).  
El Doctor Víctor Hugo Gutiérrez Yañez ha venido partici-  
pando en seminarios de Reingeniería de Negocios por el Instituto  
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Hidalgo,  
Reingeniería de Negocios por la Universidad Autónoma de México.  
(UNAM). Seminario Internacional de Globalización por la Univer-  
sidad Autónoma de México (UNAM), Seminario de la Reforma La-  
boral en la Cámara de Diputados, ha cursado en Francia-España-  
Grecia cursos en Seguridad Pública en la Instalación y Operatividad  
del C4 para el Sistema Nacional de Seguridad Pública, así como ta-  
lleres en las funciones del Poder Legislativo por el Centro de Inves-  
tigación y Análisis Económicos de la Cámara de Diputados. Ha  
participado exitosamente en el Seminario de Desaparición Forzada  
durante la Guerrilla Colombiana, Universidad del Rosario, Bogotá  
Colombia, y en la Universidad Simón Bolívar del Ecuador, así como  
en el Congreso Internacional de Seguridad y Familia, y el Seminario  
de la Pacificación Mundial (Las Vegas, Nevada, EE.UU.).  
Cuenta con Experiencia en organizaciones de la Sociedad  
Civil, colaboró como Vicepresidente de Relaciones Gubernamentales  
Asociación Mexicana de Telemática, Presidente de la Confederación  
para el Desarrollo Humano de la Ciudad de México y Apoderado  
Legal de Moctezuma Agrupación de Pueblos Indígenas y Personas  
Vulnerables, A.C.  
Ha participado como Diputado Local Uninominal a la Asam-  
blea Legislativa del Distrito Federal, en la Segunda Legislatura en el  
periodo 2000 – 2003 como Diputado Independiente, fue el diputado  
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Franklin Barriga López  
que realizó y solicitó el antidoping para alumnos de educación básica en  
conjunto con el programa de mochila segura en la Ciudad de México para  
el Combate al Consumo de Drogas.  
En las Actividades Partidistas Políticas colaboró como Capa-  
citador Nacional del Partido Acción Nacional, Fundador del Partido  
Político Convergencia, Coordinador Nacional de Enlace con el Poder  
Legislativo del Partido Convergencia, Consejero Nacional de Movi-  
miento Ciudadano y Director de Capacitación Política de Movi-  
miento Ciudadano en la Ciudad de México.  
Actualmente es el Comisionado presidente para América Latina  
y el Caribe de la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos para el  
Desarrollo de las Américas (CIDHPDA), organismo que protege, di-  
funde y promueve la dignidad humana en materia de Derechos Hu-  
manos en México y América Latina, con base en los protocolos de la  
Organización de las Naciones Unidas, de la Organización de los Es-  
tados Americanos y de las recomendaciones y resoluciones de la Co-  
misión Interamericana, como de la Corte Interamericana de Derechos  
Humanos. Preside el Consejo Consultivo del Instituto Iberoamericano  
de Derechos Humanos y Ciencias Jurídicas.  
Ha sido galardonado con el Premio Internacional “Paul Hut-  
chinson” en materia de Derechos Humanos (2017), y con el Docto-  
rado Honoris Causa, entregado en el Senado de la República, por la  
Fundación Liderazgo hoy (2016), Doctorado Honoris Causa entre-  
gado en el Congreso Local del Estado de Puebla (2018), por la Uni-  
versidad SIATI.  
Ha publicado diversos ensayos en materia de Administra-  
ción pública, Administración de pequeñas empresas, Derecho fami-  
liar, teoría del estado y sistema interamericano de Derechos  
Humanos, (12 pasos para el fortalecimiento de la Micro y Pequeña  
Empresa, Las Organizaciones de la Sociedad Civil de Defensa de De-  
rechos Humanos en la Ciudad de México, retos en la incidencia en  
el Sistema Internacional en el Periodo 2009-2019).  
Mucho más se puede indicar en referencia a este personaje  
al cual, en mi calidad de Director, me es sumamente grato brindarle  
la más cordial bienvenida a la Academia Nacional de Historia del  
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Bienvenida aVíctor Hugo Gutiérrez  
Ecuador en calidad de Miembro Honorario, lo que se testimonia en  
el Diploma que de inmediato pondré en sus manos y en la Medalla  
Consagratoria que, complacidos, le conferimos quienes integramos  
nuestra emblemática y centenaria institución, seguros de que esta  
nominación contribuirá al mejor acercamiento –de por medio la pe-  
dagogía de la Historia– en materia de Derechos Humanos, libertad,  
democracia, educación, cultura, relaciones internacionales, fraterni-  
dad, entre dos pueblos hermanos, de connotaciones pretéritas seme-  
jantes e ideales convergentes que han estructurado las Repúblicas  
de México y de Ecuador.  
Solicito a ustedes, damas y caballeros, ponerse de pie para  
proceder a la ceremonia pertinente.  
Ciudad de México, Hotel Emporio,  
jueves 24 de noviembre de 2022  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A SIMÓN ZAVALA GUZMÁN  
COMO MIEMBRO HONORARIO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Nos hemos congregado, en esta tarde y noche, en el recinto  
patrimonial de los ecuatorianos, la Casa Alhambra, sede de nuestra  
centenaria entidad, para la realización de un evento de especiales ca-  
racterísticas como es la incorporación de un personaje que, sin ser  
propiamente un historiador, al ser valorado por sus grandes méritos  
intelectuales recibirá la alta distinción de Miembro Honorario u Ho-  
norífico, debido únicamente a su admirable trayectoria –que supera  
el medio siglo- en el ámbito de la cultura, de acuerdo a lo que con-  
templa el Capítulo II, Art.10, del Estatuto que norma nuestra marcha  
institucional.  
La Academia Nacional de Historia es la corporación científica  
fundada por el eminente Federico González Suárez, el 24 de julio de  
1
909, con el nombre de Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos  
Americanos, con la participación de jóvenes amantes de la historia y  
ciencias afines que, con el paso del tiempo y continuidad en sus in-  
vestigaciones y más trabajos en esta área, llegaron a ser prominentes  
compatriotas; ellos fueron, de acuerdo al acta que registró el aconte-  
cimiento: a más del pionero, que a la época era el Arzobispo de Quito  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 336–342  
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Bienvenida a Simón Zavala Guzmán  
y en cuyo palacio se llevó a cabo el acontecimiento: Luis Felipe Borja  
(
hijo), Jacinto Jijón y Caamaño, Alfredo Flores y Caamaño, Carlos  
Manuel Larrea, Cristóbal Gangotena Jijón y Aníbal Viteri Lafronte.  
Por encontrarse ausentes de la capital, no asistieron Juan  
León Mera Iturralde y José Gabriel Navarro que, el 7 de agosto del  
mismo año, firmaron el acta en referencia, declarando que se adhi-  
rieron a todos los acuerdos tomados en la correspondiente Junta. La  
Sociedad se convirtió en Academia Nacional de Historia, en virtud  
del Decreto Legislativo publicado en el Registro Oficial N. 23, de 28  
de septiembre de 1920, con el ejecútese del Presidente de la Repú-  
blica, José Luis Tamayo. Se subrayó que, para expedir esta Ley, se  
hizo merecida justicia a la fecunda y patriótica labor de la Sociedad,  
por lo cual se le confirió la encumbrada categoría de Academia. A  
más de los Miembros anotados, para 1920 conformaban también la  
Academia, con el rango de Académicos de Número: Isaac J. Barrera  
y Julio Tobar Donoso y como Académicos Honorarios: el arzobispo  
Manuel María Pólit Lasso (de Ecuador), el Príncipe Rolando Bona-  
parte (de París), el Marqués de Créqui-Montfort (de Neguilly –sur-  
Seine, Francia), George G. Heye y Archer M. Huntington (de Nueva  
York) y Paul Rivet (director del Museo del Hombre de París).  
El 1 de diciembre de 1917 falleció Federico González Suárez,  
uno de los prohombres ecuatorianos más notables de todos los tiem-  
pos, cuya mayor siembra y desvelos fue la Academia que sigue, sin  
descanso, con indiscutible pluralismo e integridad, el camino tra-  
zado por el insigne fundador que, en junio de 1911, recomendó lo si-  
guiente a los Miembros de tan preclara institución:  
Cuando di comienzo a mi labor histórica estaba solo, aislado; ahora,  
cuando para mí ya se aproxima el ocaso de mi vida, no estoy solo, no  
me encuentro aislado… Mi palabra ha caído en tierra fecunda, mi tra-  
bajo no ha sido estéril. Trabajad con tesón, con empeño, con constancia:  
no os desalentéis por las dificultades, no os acobardéis ante los obstá-  
culos. Como la verdad es el alma de la Historia, buscad la verdad, in-  
2
vestigad la verdad y, cuando al encontraréis, narradla con valor.  
2
Franklin Barriga López, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-2009), ANH-Editorial  
El Conejo, Quito, 2009, pp. 51-53.  
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337  
Franklin Barriga López  
Eso es, precisamente, lo que se hace en este lugar, sin dogma-  
tismos ni sectarismos, con el sentido pleno de lo que es la ciencia para  
extraer el ejemplo bienhechor del pasado o señalar los errores o fala-  
cias que llenan páginas de páginas, especialmente de no pocos que  
tuvieron en sus manos los destinos nacionales. Consideramos a la  
Historia en función de futuro, con el fin de que sus lecciones sean asi-  
miladas y aplicadas para la superación y el adelanto de las presentes  
y venideras generaciones, tan necesitadas de sólidos paradigmas.  
El sentido y la responsabilidad de trabajo de nuestra entidad,  
para cumplir los fines y objetivos que son su razón de ser, puede  
apreciarse en el dinamismo que caracteriza a la actual administra-  
ción, donde todos reman hacia el mismo lado, en ambiente de con-  
cordia y trabajo diario, lo que se testimonia en los más de 430  
informativos electrónicos difundidos hasta el momento y en los cua-  
les se puede leer las reseñas de lo cumplido, sin perder en ningún  
instante la perspectiva y prospectiva internacional: al momento el  
Director de nuestra Academia preside el Congreso Americano de la Li-  
bertad, constituido por las Academias Nacionales de Historia de  
nuestro continente; lideró, asimismo, el Simposio en homenaje a los  
1
20 años de la llegada de la Segunda Misión Geodésica Francesa al  
Ecuador, que se hizo con la colaboración del Ministerio de Relacio-  
nes Exteriores de nuestro país, la Embajada Francesa en Quito y el  
instituto Francés de Estudios Andinos que tiene su sede en Lima,  
Perú, evento que atrajo a más de 30 mil seguidores vía zoom y en el  
que intervinieron principalmente expertos ecuatorianos y franceses.  
Lo indicado solamente a manera de muestreo.  
Entre las realizaciones efectuadas en materia editorial, a más  
de ocho números de los boletines semestrales y con un promedio de  
5
00 páginas cada uno, resalto los siguientes proyectos ya concluidos:  
Diccionario de la Historia nacional”, en 708 páginas y en el que parti-  
ciparon 46 colegas académicos y/o personalidades de similar jerar-  
quía; “Biblioteca de la Independencia”, en 10 tomos e “Historia y  
Antología de la Literatura Ecuatoriana”, en 17 volúmenes de aproxima-  
damente 500 páginas cada uno y en el que escribieron más de sesenta  
académicos y/o literatos de reconocida solvencia intelectual y ética.  
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Bienvenida a Simón Zavala Guzmán  
Para el tomo VIII-B de la Colección últimamente mencionada  
se solicitó al Dr. Simón Zavala Guzmán que escriba respecto a la Li-  
teratura Contemporánea. De inmediato, aceptó este pedido y el re-  
sultado fue un volumen de 528 páginas, en el que se puede leer los  
datos biobibliográficos y una selección antológica de cada uno de los  
2
58 autores que allí constan.  
Conocedores de la valía de este destacado intelectual y de su  
dilatada trayectoria en el campo de las letras y su activa participación  
en el desenvolvimiento de la cultura no solo ecuatoriana, nuestra  
Academia procedió de la manera indicada y no se equivocó, por  
cierto, ya que el fruto está a la vista y es una contribución actual y  
de severa selección de gran cantidad de autores quienes cultivan la  
literatura en sus diversos géneros, efectuada con amplio criterio y  
sin ningún esguince político, ideológico o de segregación por ami-  
guismo o animadversiones que no faltan en esta área. La Academia  
agradece y felicita al Dr. Zavala Guzmán por este excelente aporte a  
la historia literaria de nuestra Patria.  
Poeta, ensayista y jurista, Licenciado en Ciencias Públicas y  
Sociales, Abogado y Doctor en Jurisprudencia, títulos obtenidos en  
la Universidad Central del Ecuador, además con estudios de post-  
grado en Derecho Internacional en la Escuela de Ciencias Interna-  
cionales y Diplomacia del mismo centro de educación superior,  
también en Administración de Empresas en el Instituto Centroame-  
ricano de Administración de Empresas (INCAE) y en Gestión Cul-  
tural con énfasis en administración cultural, gestión, promoción y  
difusión cultural; becado por el Ministerio de Cultura de España, en  
la Universidad Complutense de Madrid. Varios cursos de especiali-  
zación en diversas ramas del Derecho. Fue catedrático de la Univer-  
sidad Central del Ecuador, ha sido asesor jurídico de un sinnúmero  
de organizaciones culturales y laborales. Entre otras funciones ha de-  
sempeñado las siguientes: Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de  
Escritores en tres oportunidades y Presidente de Honor Vitalicio, Se-  
cretario General del Consejo de Cultura del Ecuador, Fundador y  
Presidente de la Asociación de Egresados de Derecho Internacional  
y Diplomacia Universidad Central del Ecuador, Ministro Alterno de  
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Franklin Barriga López  
la Corte Superior de Justicia de Quito, Ministro Juez del Tribunal  
Constitucional de Ecuador (hoy Corte Constitucional) y Asesor del  
Ministro del Trabajo, Dr. Francisco J. Salgado, del Ministro de Bie-  
nestar Social Dr. Patricio del Pozo y del primer Ministro de Cultura  
del Ecuador Lcdo. Antonio Preciado Bedoya, asesor jurídico de la  
Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos, de la Asociación  
de Cineastas del Ecuador, ex miembro del Parlamento Latinoameri-  
cano de Escritores, miembro de la Sección de Literatura de la Casa  
de la Cultura Ecuatoriana y de otras entidades.  
Fue candidato a diputado a la Asamblea Nacional Constitu-  
yente en 1997 y candidato a concejal de Quito, en el año 2000, por el  
Movimiento Independiente por una República Auténtica (MIRA),  
que dirigía la Dra. Rosalía Arteaga Serrano. Actualmente es miembro  
del Directorio de la Fundación para la Integración y Desarrollo Edu-  
cativo (FIDAL), que preside la Dra. Arteaga Serrano, exvicepresi-  
denta y expresidenta del Ecuador.  
Como se le reconoció en el Festival Internacional de Litera-  
tura y Artes del Alto Magdalena, Colombia, al que asistió como in-  
vitado especial, en octubre del año en curso, es uno de los mejores  
poetas del Ecuador, con vasta y reconocida obra dentro y fuera del  
país; su producción literaria está constituida por 24 libros de poesía  
y es coautor de dos libros con autores ecuatorianos y de seis con poe-  
tas de América Latina. Ha sido premiado nacional e internacional-  
mente. Consta en numerosos libros antológicos, publicados dentro  
y fuera del país. Su obra poética ha sido traducida al inglés y muchos  
de sus poemas al francés, alemán, italiano, portugués, hebreo, ru-  
mano, griego, ruso y árabe. Recientemente, en el Congreso Mundial  
de Poetas, que tuvo lugar en la ciudad de Manta, provincia de Ma-  
nabí, se le confirió un Doctorado Honoris Causa en Literatura, que  
fue entregado por el Dr. Ernesto Kahan, Premio Nobel de la Paz.  
3
Previamente, La Voce Regina, que labora en Bolonia, Italia,  
seleccionó a Simón Zavala para el Archivo de Poesía Mundial, que  
3
Archivo dedicado a la poesía que se puede consultar en línea y en la biblioteca. En: biblioteca  
salaborsa, 2 de septiembre de 2021. Ver en: https://www.bibliotecasalaborsa.it/documents/  
la_voce_regina (14-12-2022).  
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Bienvenida a Simón Zavala Guzmán  
tiene el propósito de acopiar, conservar y difundir la voz de los 400  
poetas más representativos del planeta, lo que constituye uno de los  
más importantes archivos fonéticos a nivel internacional y que se en-  
cuentra disponible en las principales bibliotecas universitarias mu-  
nicipales de aquella urbe y de otras ciudades europeas.  
Ha sido invitado a participar en Encuentros Internacionales  
de Poetas en Ecuador, Colombia, México, Nicaragua, Cuba, Costa  
Rica, Uruguay, Malasia, Puerto Rico, España, Rumanía, Marruecos,  
Israel, Mongolia, India, Perú, Argentina, Bolivia, Chile y Brasil. Par-  
ticipó en la Feria del Libro de Guadalajara, México; Feria del Libro  
en La Habana, Cuba, en dos oportunidades; en Bogotá, Colombia y  
en Tarija, Bolivia.  
Entre otros galardones, en el 2020 fue el poeta homenajeado  
en el Encuentro Internacional de Poetas “Paralelo Cero” que dirige  
el bardo Xavier Oquendo Troncoso. Ese mismo año, en diciembre,  
recibió la Condecoración “Juan Rodríguez Calvopiña” de la Funda-  
ción Martha Álvarez de jóvenes voluntarios que realizan acciones  
sociales en favor de niños, jóvenes y personas adultas en condiciones  
catastróficas y de vulnerabilidad, en “reconocimiento a su liderazgo  
en la creación, fomento y difusión de la cultura ecuatoriana a nivel  
nacional e internacional y por su incansable lucha por la eliminación  
de la corrupción en el sector cultural del Ecuador”. La Ilustre Muni-  
cipalidad de Quito, en enero de 2016, le entregó la Condecoración  
“Marietta de Ventemilla” por su contribución a la cultura y defensa  
de los derechos Humanos de la Capital de la República.  
Estos y otros datos que pueden exponerse reflejan el perfil  
de un ecuatoriano ilustre que ha hecho y sigue efectuando contribu-  
ciones dignas de relievarse y aplaudir, por ello la Academia Nacional  
de Historia del Ecuador, que me honro en presidir, le confiere el  
nombramiento de Miembro Honorario de nuestra corporación cien-  
tífica, testimoniado en los símbolos institucionales que entregaremos  
al recipiendario, luego de escuchar su discurso estatutario de incor-  
poración.  
Una vez que finalice mi intervención, el Dr. Zavala Guzmán  
disertará sobre el tema “La literatura como herramienta de apoyo a  
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Franklin Barriga López  
la historiografía”, tópico sustancial para comprender la sinergia exis-  
tente entre ambas disciplinas de la mente, que son complementarias,  
ya que “la obra literaria, como producto cultural, está insertada dentro de  
un momento de la historia”.4  
Me es sumamente grato brindar la más cordial de las bien-  
venidas al Dr. Simón Zavala Guzmán, completamente seguro de que  
su presencia en esta Academia será positiva y realmente acertada la  
designación a que se hizo merecedor –reitero- únicamente por sus  
indiscutibles méritos.  
Damas y caballeros  
Casa Alhambra, Quito,  
miércoles 30 de noviembre de 2022  
Bibliografía  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-  
2009), ANH-Editorial El Conejo, Quito, 2009  
4
Ahmed Fernández, Indira, Licenciada en Letras Hispánicas, definicionabc.com  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A INGRID DIAZ PATIÑO  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Laura Romo nació en Baños, de la provincia de Tungurahua  
y, muy joven, empezó a laborar en Ambato, en la Casa de Montalvo,  
emblemática institución en donde, de manera ejemplar, se guarda y  
proyecta la obra del insigne escritor que honra al género humano,  
de acuerdo a la feliz definición de Cesare (en italiano), César como  
2
aquí se le conoce, Cantú, el autor de Compendio de Historia Universal,  
nada menos que en 35 volúmenes.  
Cuando falleció esta ilustrada dama, Jorge Salvador Lara,  
que por muchos años dirigió nuestra Academia, en su columna de  
Diario El Comercio, de Quito, publicó un artículo en su memoria, en  
el que informó: “En la ambateña Casa de Montalvo la conoció Ben-  
jamín Carrión, quien propuso su nombre, a raíz de la instauración  
de la Casa de la Cultura por el presidente Velasco Ibarra, para que  
dirigiera la biblioteca que debía formarse. Desde su nombramiento  
en 1945, hasta su infausta separación, motivada por el quebranta-  
miento de su salud, habían transcurrido 64 años, que se dicen pronto,  
pero significan diario y sacrificado cumplimiento de obligaciones,  
no solo la puntual asistencia sino la amable dirección de numeroso  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
2
César Cantú, Compendio de Historia Universal, Librería Garnier Hermanos, París, 1883.  
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Franklin Barriga López  
personal de la biblioteca, que la amaba y colaboraba gustoso con ella,  
y la exigencia permanente de una disciplina razonable, aunque ri-  
gurosa”.3  
Este fue otro de los aciertos del maestro Carrión, invitarla a  
que le acompañara en el difícil trabajo de comenzar actividades en  
1
945, en la recientemente fundada institución imitada, posterior-  
mente, en varios países de América: Laurita, como la llamábamos  
sus amigos, llegada a Quito se convirtió en un personaje dentro de  
esta entidad por su capacidad, eficiencia y dedicación a tiempo com-  
pleto para impulsar la cultura, de manera decidida e incansable. A  
poco tiempo de llegada a la capital y en la Casa de la Cultura, se co-  
nocieron con Jorge Crespo Toral, abogado, escritor y político, con  
quien contrajo matrimonio: desde entonces se asoció el nombre  
Laura de Crespo, que trascendió de esta manera, especialmente en  
la nominación que tuvo posteriormente la sección de Autores Ecua-  
torianos de la Biblioteca Nacional.  
Justifico la referencia precedente, ya que se relaciona en bas-  
tante proporción con la huella que va dejando la Srta. Ingrid Díaz Pa-  
tiño en la Academia Nacional de Historia, como funcionaria de cabal  
cumplimiento de su deber, siempre lista a colaborar incluso fuera de  
horas de oficina, identificada plenamente con los mejores intereses  
institucionales, con esa cortesía y capacidad que le caracterizan y que  
le han hecho merecedora de respeto y máximas consideraciones,  
lejos, muy lejos, por cierto, de las prácticas de la burocracia dilatadora  
de trámites y envuelta de esa pesadez y vagancia que tanto daño  
hacen a la administración pública.  
Ingrid constituye una muestra del potencial que entraña la ju-  
ventud que se guía por sólidos principios y valores. Como en el caso  
de Laurita de Crespo, a quien he recordado con admiración y respeto  
y que, siendo empleada de la Casa de la Cultura, fue designada  
Miembro de esa entidad, Ingrid mereció la designación de Miembro  
Correspondiente de nuestra Academia por parte, primero como es lo  
usual, de la rigurosa Comisión de Ingresos y Asensos y, luego, por la  
Junta Plenaria integrada por los Miembros de Número, única y ex-  
3
Quito, 21 de febrero de 2011.  
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Bienvenida a Ingrid Diaz Patiño  
clusivamente en reconocimiento a sus méritos demostrados por cerca  
de catorce años al servicio de nuestra corporación científica.  
Cuando los principales directivos de la Academia, específi-  
camente Director, Subdirector y Secretario, postulamos a Ingrid ante  
la Comisión de Ingresos y Ascensos, argumentamos que ella tiene  
experiencia de más de doce años en nuestra Academia, habiendo de-  
mostrado extraordinarias dotes de identidad con nuestra institución,  
con trabajo leal y comprometido en beneficio institucional, a la vez  
que reconocimos sus amplios conocimientos en materia histórica,  
además de resaltar sus labores por dos años como profesional de bi-  
bliotecología y diez en la Secretaría de la Dirección de la Academia  
Nacional de Historia, por lo cual ha participado con voz informativa  
en las sesiones de la Junta General.  
Ha tenido a su cargo, por tanto, delicadas funciones de tras-  
cendencia: como las que cumple en la actualidad: Secretaria-Coor-  
dinadora de la Academia, a la que fue ascendida también por sus  
méritos; en el Diccionario de la Historia Nacional, que publicó nuestra  
institución en más de setecientas páginas y con la participación de  
46 académicos, asimismo, se desempeñó como Secretaria-Coordina-  
dora, de igual manera en las emblemáticas colecciones editadas con  
motivo del Bicentenario de la Batalla de Pichincha: Historia y antología  
de la literatura ecuatoriana, en 17 tomos y Biblioteca de la Independencia,  
en 10 volúmenes, ambas con la participación de decenas de colegas  
académicos y personalidades de igual jerarquía intelectual. Qué di-  
gamos en lo que respecta a su colaboración con las agotadoras ges-  
tiones de infraestructura para llevar a feliz término eventos de  
indudable nivel internacional, como el Simposio en homenaje a los  
120 años de la llegada de la Segunda Misión Geodésica Francesa al  
Ecuador, que realizó nuestra Academia con la colaboración del Mi-  
nisterio de Relaciones Exteriores de nuestro país, la Embajada de  
Francia en Quito y el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA),  
que tiene su sede en Lima, Perú, y que atrajo a más de treinta mil se-  
guidores vía zoom. Qué podemos decir sino elogios a su trabajo de  
Secretaria-Coordinadora del Congreso Americano de la Libertad que  
congrega a las Academias Nacionales de Historia de nuestro conti-  
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Franklin Barriga López  
nente y que tuvo lugar en Quito con ocasión de la efeméride del 24  
de Mayo de 1822. Nos hallamos organizando el Segundo Congreso  
de la Libertad que se efectuará en mayo del año venidero, en la Ciu-  
dad de México, con ocasión del Bicentenario de la Independencia del  
4
país azteca de la monarquía francesa: Ingrid, al igual que en el ante-  
rior evento, brindará sus servicios como secretaria-coordinadora.  
Todo lo indicado y mucho más que puede exponerse avala  
el justo reconocimiento que a Ingrid Diaz Patiño se le hace como Aca-  
démica Correspondiente de nuestra centenaria y prestigiosa corpo-  
ración científica, en la que labora de día en día en bien de la Historia  
y las ciencias afines. A veces se descuida lo que existe en la propia  
casa, para evitar ello viene este reconocimiento muy justo, amparado  
por la equidad.  
Luego de este discurso de bienvenida que placenteramente  
he elaborado y lo estoy exponiendo, y que Ingrid diserte su estatu-  
tario discurso de incorporación, se procederá a imponerle las insig-  
nias institucionales: Diploma que le acredita en la calidad mencio-  
nada, Medalla consagratoria y Escarapela en la que consta el Escudo  
institucional.  
El tema que abordará Ingrid en su disertación es significa-  
tivo, ya que se titula “Quito de 1909, Fundación de la Academia Na-  
cional de Historia”. Efectivamente, en ese año, el 24 de julio, en que  
se conmemoraba un nuevo aniversario del nacimiento del Libertador  
Simón Bolívar, se constituyó la Sociedad Ecuatoriana de Estudios His-  
tóricos Americanos, gracias a la visión del eminente Federico Gonzá-  
lez Suárez, a la época Arzobispo de Quito, y en cuyo Palacio,  
ubicado en la Plaza Grande capitalina, tuvo lugar el acontecimiento,  
en el que participaron: González Suárez, quien la presidió y los, en  
ese entonces, jóvenes preocupados por la Historia y que llegaron,  
con el paso de los años y su dedicación al estudio, a ser personajes  
de primeras línea no solo en esta ciencia; me refiero a Jacinto Jijón y  
4
En el Acta de Independencia firmada el 28 de septiembre de 1821, se establece que México  
sería reconocido como Imperio. Luego de la caída del emperador Iturbide (1823), el acta fue  
renovada y en lugar de decir “Imperio”, se estableció el término “República”. Por eso México  
cuenta con dos actas de independencia. https://www.gob.mx/agroasemex/articulos/209-  
aniversario-del-inicio-de-la-independencia-de-mexico?idiom=es (17-01-2023).  
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Bienvenida a Ingrid Diaz Patiño  
Caamaño, Luis Felipe Borja (hijo), Alfredo Flores y Caamaño, Cris-  
tóbal Gangotena y Jijón, Carlos Manuel Larrea y Aníbal Viteri La-  
fronte. Por encontrarse ausentes de la ciudad, no firmaron el acta  
constitutiva Juan León Mera Iturralde y José Gabriel Navarro; luego  
lo hicieron, con el añadido de que estaban completamente de  
acuerdo con las resoluciones adoptadas.  
González Suárez, que a la época frisaba los 65 años de edad,  
era poseedor de prestigio remarcado no solo en los ámbitos religio-  
sos sino como historiador, literato, orador, polemista, y patriota for-  
midable. Recordemos que cuando la codicia de los invasores sureños  
amenazaba nuevamente la integridad territorial ecuatoriana, lo que  
fue una constante en nuestro transcurrir histórico, González Suárez  
formó parte de la Junta Patriótica Nacional. Son célebres sus frases  
que alientan el civismo: “Si ha llegado la hora de que el Ecuador desapa-  
rezca que desaparezca, pero no enredado entre hilos diplomáticos, sino en  
los campos del honor, al aire libre, con el arma al brazo; no lo arrastran a la  
guerra la codicia, sino el honor”.5  
Este tipo de lecciones dejó el pionero, lo que jamás se olvida  
en esta Academia, al igual que otras positivas exhortaciones a quie-  
nes integran nuestra entidad, lo cual siempre repetimos para no ol-  
vidar jamás:  
Trabajad con tesón, con empeño, con constancia, no os desalentéis por  
las dificultades, no os acobardéis ante los obstáculos… venced las di-  
ficultades, arrollad los obstáculos. Como la verdad es el alma de la His-  
toria, buscad la verdad, investigad la verdad y, cuando la encontraréis,  
narradla con valor.6  
Ya para 1911, cuando apenas habían transcurrido dos años  
de la fundación, expresó lo siguiente, entre otros conceptos, en men-  
saje escrito enviado a los Miembros de Sociedad de Estudios Histó-  
7
ricos que creó: “Mi palabra ha caído en tierra fecunda”. ¿Qué pudiera  
5
6
7
Franklin Barriga López, González Suárez: la Patria y la Academia, Colección Académicos de la  
Historia N. 6, Academia Nacional de Historia, Quito, 2017, p. 71.  
Franklin Barriga López, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-2009), Academia Na-  
cional de Historia-Editorial El Conejo, Quito, 2009, p. 53.  
Ibíd., p. 51.  
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Franklin Barriga López  
decir ahora, el insigne González Suárez, a más de un siglo y una dé-  
cada, al observar lo que es y hace actualmente la Academia Nacional  
de Historia en su realidad latente, evidente, constructiva? Segura-  
mente sonreiría de satisfacción, sin duda alguna, ya que su legado  
hemos sabido, los directivos y miembros de ayer y de hoy, proteger,  
continuar, cultivar con responsabilidad, entereza y sano orgullo.  
1909 fue una fecha icónica, no solo por la fundación de lo que  
llegó ser la Academia, sino porque en ese año se conmemoró el cen-  
tenario de lo que convirtió a Quito en Luz de América, el 10 de  
Agosto de 1809, para cuya celebración, el presidente Eloy Alfaro que  
gobernaba la República, expidió el Decreto Supremo, fechado 31 de  
octubre de 1907, por el cual ordenó la realización de una Gran Ex-  
posición Nacional en Quito para el 10 de Agosto de 1909, a usanza  
de la exposición que tuvo lugar en París, en 1889, precisamente por  
los cien años de la Revolución Francesa.  
Por el motivo enunciado, en El Ejido, de Quito, se construyó  
el gran edificio o pabellón nacional de la Exposición y los edificios  
secundarios, con galerías, establos, pesebres, etc., destinados a las  
exhibiciones múltiples, habiendo sido el eje central de la exposición  
el edificio donde hoy labora el Ministerio de Defensa Nacional y que,  
desde 1912, se lo destinó a labores castrenses, en la Recoleta, a cuya  
plaza se la conoció como de la libertad, por hallarse allí una estatua  
con esa representación y, según la investigadora María Antonieta  
8
Vásquez Hahn , la pila que antes estuvo en la Plaza Grande, que sur-  
tía de agua a los capitalinos por intermedio de aguateros (indígenas  
que cargaban grandes pondos o recipientes de barro) y que fue sa-  
cada para que ocupe ese lugar el monumento a los próceres del 10  
de Agosto, emblemática obra en granito y bronce, de los arquitectos  
italianos Lorenzo y Franciso Durini que se inauguró el 10 de Agosto  
de 1906 y cuyas piezas fueron traídas de Europa, luego de agotador  
viaje en barco, como era lo usual en esos años, dando la vuelta por  
el estrecho de Magallanes, al sur de nuestro continente. Desde esa  
fecha, se conoce a lo que fue la Plaza Grande como Plaza de la Inde-  
8
María Antonieta Vásquez, El Palacio de la Exposición (1909-1989), Presidencia de la República,  
Comisión Permanente de Conmemoraciones Cívicas-Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito,  
1989.  
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Bienvenida a Ingrid Diaz Patiño  
pendencia. Vásquez señala que: “A las dos de la tarde del 10 de Agosto  
de 1909, aunque todavía inconclusas las obras, se inauguró formalmente el  
Palacio de la Exposición” y el 8 de septiembre del mismo año, se abrió al  
9
público sus puertas, de 8 a.m. a 9 p.m.”. Es fácil darse cuenta del am-  
biente que debió reinar en 1909 con la Exposición Nacional relatada  
y que ocupó las máximas preocupaciones gubernamentales y ciuda-  
danas. Allí tuvieron sus espacios de promoción las provincias ecua-  
torianas y las embajadas de Francia, Estados Unidos, Japón, España,  
Italia, Bélgica, Colombia y Perú. Resaltemos que un día antes, tuvo  
lugar la fundación de la Sociedad de Estudios Históricos que fue el  
cimiento para la Academia Nacional de Historia.  
Por esos años, nuestra capital tenía algo más de cincuenta  
mil habitantes y se extendía, paulatinamente, venciendo su irregular  
geografía, rodeada de quebradas, como la de Jerusalén o la Mano-  
salvas. Era una realidad o pronto lo sería, según los casos, bajo el in-  
flujo liberal, la separación de la Iglesia del Estado, el inicio de la  
educación femenina, la llegada de una misión educativa de Alema-  
nia, el establecimiento de la luz eléctrica y de teléfonos, los primeros  
automóviles comenzaban a deslizarse por las estrechas calles. Sus  
elevaciones, referenciales, desde la prehispanidad, comenzaban a po-  
blarse (como El Panecillo), al igual que Itchimbía, El Ejido, San Blas,  
la Alameda, la Avenida Gran Colombia (original Chili); hacia el norte  
se producía la expansión urbanística, con edificaciones modernas  
que empezaban a surgir.  
Hacia la primera década del silo XX se estaban construyendo vías ca-  
rrozables en varias direcciones, al Valle de los Chillos por Conocoto, a  
Chillogallo por Guamaní, a Pifo y Yaruquí por Guápulo, esta última  
servía de base para la conexión con la Amazonía ecuatoriana. Se llegaba  
a Pifo en coche y a la mañana siguiente se tomaba las mulas para ir a  
Papallacta, desde donde se tenía que viajar a pie, acompañándose de  
indios cargueros. Se había comenzado a construir vías hacia Nanegal  
y dos caminos hacia el norte: el de Cayambe, que pasaba por Chaupi-  
10  
cruz, Cotocollao, y Guayllabamba hacia Otavalo e Ibarra.  
9
1
Ibíd., p.39.  
0 Eduardo Kingman Garcés, La ciudad y los otros, Flacso, Quito, 2006, p. 235.  
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Franklin Barriga López  
Los monumentos de la pequeña ciudad del Quito de enton-  
ces, si consideramos las dimensiones de la metrópoli contemporá-  
nea: el monumento de los Héroes del 10 de Agosto, levantado con  
erogaciones de todo el país y contribuciones del Gobierno; la estatua  
pedestre de Antonio José de Sucre, se inauguró el 24 de Mayo de  
1
892; los bustos de Eugenio Espejo y José Mejía, develados en La Ala-  
meda también el 10 de Agosto de 1909. El teatro Sucre fue construido  
en 1880, con capacidad para dos mil personas y con un presupuesto  
de gastos de 25 mil sucres anuales. Diario El Comercio y Banco del  
Pichincha surgieron en 1906.El tranvía se inauguró el 8 de octubre  
de 1914, con dos rutas: Chimbacalle San Diego y la otra que llegaba  
a la Colón. Chimbacalle era la estación del terminal del Ferrocarril  
del Sur, inaugurado el 25 de julio de 1908, que unió la Sierra y la  
Costa desde Durán (Guayaquil), con lo que el avance de progreso y  
la integración nacional se intensificaron gracias al denuedo del ge-  
neral Eloy Alfaro.  
La urbe metropolitana de hoy, declarada, en 1978, Patrimo-  
nio de la Humanidad por la Unesco, debido a su extraordinario Cen-  
tro Histórico, en 1909 ampliaba considerablemente sus límites en  
dirección norte, especialmente, con ciudadelas, calles y caminos pro-  
yectados en zonas todavía campestres, como la Avenida Colón o el  
sector de la América. Llegar a La Alameda era todo un paseo. La  
transitada calle 10 de Agosto de la actualidad era la 18 de Septiembre  
en ciernes y el hipódromo estaba en proyecto.  
Esta era la fisonomía de Quito, cuando nació nuestra icónica  
institución, de vertebral prestigio nacional e internacional, a la cual  
se incorpora en estos momentos, como Miembro Correspondiente,  
la Srta. Ingrid Díaz Patiño, en reconocimiento –reitero- a los relevan-  
tes servicios brindados a nuestra Academia. Le brindo, complacido,  
la más cordial de las bienvenidas en la calidad indicada, augurán-  
dole nuevos hitos de superación en su ya fructífera existencia.  
Casa Alhambra,  
Quito, 1 de diciembre de 2021  
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Bienvenida a Ingrid Diaz Patiño  
Bibliografía  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, González Suárez: la Patria y la Academia, Colección  
Académicos de la Historia N. 6, Academia Nacional de Historia, Quito,  
2017.  
–––––, Historia de la Academia Nacional de Historia (1909-2009), Academia Nacio-  
nal de Historia-Editorial El Conejo, Quito, 2009.  
CANTÚ, César, Compendio de Historia Universal, Librería Garnier Hermanos,  
París, 1883.  
KINGMAN GARCÉS, Eduardo, La ciudad y los otros, Flacso, Quito, 2006.  
VÁSQUEZ, María Antonieta, El Palacio de la Exposición (1909-1989), Presidencia  
de la República, Comisión Permanente de Conmemoraciones Cívicas-Casa  
de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1989.  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
QUITO DE 1909.  
FUNDACIÓN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Ingrid Diaz Patiño1  
Previo a empezar con mi disertación, quiero expresar mi  
agradecimiento a todos los Miembros de Número que forman parte  
de la Junta General de nuestra institución, que me designaron Aca-  
démica Correspondiente el 22 de julio pasado; en especial al Dr.  
Franklin Barriga López, nuestro digno Director, por haber tomado  
la iniciativa al reconocer mi trabajo ininterrumpido por doce años  
en la labor histórica de esta respetable entidad. Este nombramiento  
me honra aún más viniendo del discernimiento de personalidades  
como las que conforman la Directiva de la Academia. Mi agradeci-  
miento imperecedero a Dios, y también a mis hermanas y mí a madre  
que es mi compañera y gran maestra de vida.  
De igual manera, quiero destacar la presencia de mis com-  
pañeros de trabajo que me han relevado tras bastidores el día de hoy.  
Estimada audiencia, he escogido para mi discurso de incor-  
poración un tema con el cual me siento identificada al estar ligada a  
la Academia Nacional de Historia del Ecuador, por más de una dé-  
cada. Me centraré en el Quito del año de 1909 en que el eminente  
historiador, de sesenta y cinco años, Arzobispo Federico González  
Suárez, junto a una élite de jóvenes intelectuales interesados en la  
historia del país, escogiendo el 24 de julio de ese año, fundaron la  
1
Quito, 1990. Académica Correspondiente y Secretaria– Coordinadora de la Academia Nacional  
de Historia, del Congreso Americano de la Libertad que congrega a las Academias Nacionales  
de Historia de nuestro continente, al igual que de las siguientes producciones bibliográficas  
de la misma institución: Historia y antología de la literatura ecuatoriana, en 17 tomos; “Biblioteca  
de la Independencia”, en 10 tomos; y Diccionario de la Historia Nacional editado en conmemo-  
ración al Bicentenario de la Batalla de Pichincha. Ha recibido diplomas honoríficos de la Di-  
rección ANH por su relevante desempeño en sus funciones. Tecnóloga Práctica en Biblioteco-  
logía y Archivología; cursó la carrera de Psicología Industrial.  
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Quito de 1909  
Fundación de la Academia Nacional de Historia  
Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos, con in-  
menso patriotismo, comprometiéndose a desentrañar los recónditos  
pasajes de nuestra historia, mediante la investigación científica orien-  
tada a llenar los incontables vacíos históricos que hasta ese momento  
adolecía la Patria.  
La ciudad de Quito, al ser la capital de nuestro país, ha sido  
el principal escenario de acontecimientos históricos que marcaron la  
vida social, política, religiosa, económica, cultural y militar del Ecua-  
dor. Específicamente en ese año, 1909 la ciudad se preparaba para  
las celebraciones del centenario del 10 de agosto de 1809, aconteci-  
miento de alto patriotismo por lo cual se le atribuyó el nombre de  
Quito, Luz de América. El gobierno nacional, el cabildo y la Iglesia fue-  
ron los grandes iniciadores de la mayoría de eventos a realizarse.  
Para el año 1909, la ciudad de Quito y la vida de los quiteños  
ya dependía de las mercaderías que traía el ferrocarril desde la Costa,  
especialmente desde la provincia del Guayas. El comercio se dina-  
mizó y, el barrio de Chimbacalle donde estaba la estación ferroviaria,  
tuvo grandes cambios con pequeños restaurantes, hospedajes y bo-  
degas, además del tráfico de mulares y carrozas para los pasajeros  
que se movilizaban, por la calle del Mesón (hoy calle Maldonado),  
hacia el centro de la ciudad, causando una reactivación económica  
en todos los niveles. “En este amplio sentido se ha llamado y debe llamarse  
2
justamente ‘redentora’ la obra del Ferrocarril del Sur”.  
El ferrocarril se convirtió en uno de los principales medios  
de comunicación interregional del Ecuador, el 11 de noviembre de  
1909 se publicó el registro oficial del Congreso Nacional en el que se  
disponía que: “(…) el papel periódico tenga flete preferencial, que los ven-  
dedores de periódicos pudiesen viajar gratis y que cada diario accediera al  
uso gratuito del telégrafo de la Empresa de Ferrocarriles hasta por un nú-  
3
mero determinado de palabras . Esta normativa no solo benefició a los  
medios de comunicación, sino también a la publicación e intercam-  
bio, a mayor escala, de libros y publicaciones entre ambas regiones  
2
3
El ferrocarril en Quito. El Comercio 25 de junio de 1908.  
Fabián Corral, Testigo del Siglo: el Ecuador visto a través de diario El Comercio, 1906-2006, El Co-  
mercio, 2006, p.47  
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Ingrid Diaz Patiño  
del país; es decir, que se dio un mayor dinamismo en la difusión li-  
teraria de la época. Con el aparecimiento de esta disposición del Con-  
greso, en este mismo año salió a la luz el primer número del Diario  
vespertino La Prensa. Le tocó, a este diario, librar feroz combate por  
el imperio de las libertades de prensa en el transcurso de la segunda  
presidencia de Alfaro. Las luchas de este dirario se han convertido  
en un capítulo importante e inolvidable en la historia del periodismo  
ecuatoriano.  
Los adelantos en el mejoramiento y renovación urbanística  
de Quito, en el gobierno del presidente Eloy Alfaro fueron notorios  
y entre ellos, el más significativo, se destaca el levantamiento y cons-  
trucción del Palacio de la Exposición Nacional (hoy Ministerio de  
Defensa) que se realizaría con motivo de la celebración del centena-  
rio del 10 de Agosto de 1809. Alfaro, tomó muy en serio esta conme-  
moración y decidió hacer una exposición que estuviera a la altura  
de tal acontecimiento. Esta gran Exposición Nacional se dio bajo el  
concepto de promocionar al país al mundo en el ámbito de la indus-  
tria, bellas artes, literatura, instrucción pública, y dar a conocer la  
flora, fauna, mineralogía, botánica, arqueología y objetos históricos  
de nuestro país. Entre los países que se sumaron a esta iniciativa es-  
tuvieron: Estados Unidos, Francia, Bélgica, Japón, España, Italia, Co-  
lombia, Chile y Perú, quienes participaron con pabellones que  
atrajeron a los habitantes extranjeros de nuestra urbe.  
La Exposición Nacional en Ecuador, tuvo la inspiración de  
la Exposición Universal realizada en París a inicios de 1900 de lo cual  
se publicó un folleto de 30 páginas con fotografías de Quito, Guaya-  
quil, Cuenca, Ambato y Vinces que lo titularon en francés “República  
del Ecuador. Monumentos y paisajes” constituyendo la primera publicación  
4
francesa específicamente fotográfica sobre nuestro país.  
Las obras conmemorativas del centenario del 10 de agosto  
de 1809, se iniciaron tres años antes con la inauguración de la Mo-  
numento a los héroes del primer grito de la Independencia, en la  
Plaza Mayor, en 1909 esta obra terminaría con el cerramiento y le-  
4
Irving Zapater, “Los primeros libros de fotografía en Ecuador”, Revista Nacional de Cultura del  
Ecuador, Quito, 2008.  
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Quito de 1909  
Fundación de la Academia Nacional de Historia  
vantamiento de los seis portones de hierro forjado con sus columnas  
5
de piedra tallada. En este mismo año, empezó la remodelación de  
la vieja casa Municipal de la Plaza Grande, encargado al artista y ar-  
quitecto portugués Raúl María Pereira, profesor de la Escuela de Be-  
6
llas Artes.  
En cuanto a temas limítrofes, en 1909, el Congreso se ocupó,  
principalmente, en inhibir el eventual fallo del rey español a favor  
de la tesis peruana sobre los límites con Ecuador, conforme al Proto-  
colo Pedemonte Mosquera de 1829, para ello, el Congreso ecuato-  
riano envió al diplomático Honorato Vázquez a las discusiones del  
caso. Lamentablemente el problema quedó sin solución hasta la in-  
vasión peruana de 1941.7  
En el mundo de las letras, se destacó el caballero Gonzalo  
Zaldumbide, quien irrumpió con fuerza en el escenario literario de  
nuestro país, realizando dos trabajos en París; el primero un elogio  
desconocido de Henry Barbusse y el segundo, una crítica a la obra  
de Gabriel d´Annunzio, escritor italiano famoso. Estos ensayos me-  
recieron noticias en el Diario principal de Quito. Años más tarde Zal-  
dumbide se convirtió en un diplomático destacado y el autor de la  
obra que ha merecido reseñas de grandes escritores del país y del  
mundo, titulada Égloga trágica.8  
Quito, en 1909, con un gobierno liberal, como el de Eloy Al-  
faro, que traía a cuestas revoluciones militares de gran impacto social  
y político, vio nacer de las manos de un religioso, monseñor Federico  
González Suarez, una entidad histórica como la nuestra, con un sen-  
tido netamente pluralista, apolítica y no religiosa. En una época con  
fundamentalismos religiosos y políticos muy marcados; Quito, fue  
testigo de la creación de una institución patriótica, que se convertiría  
en ente rector de la historia, y generadora de grandes iniciativas na-  
cionales. Un 1909 en el que la construcción de la nación, en todo ám-  
bito, se convirtió en el principal objetivo de las instituciones del  
5
Ximena Carcelén Cornejo, Florencio Compte Guerrero, Inés del Pino Martínez, “Ecuador en  
el Centenario de la Independencia”, Apuntes, vol. 19, núm. 2, pp.236-255. Ver en: https://revis  
tas.javeriana.edu.co/index.php/revApuntesArq/article/view/9031/7337 (15-12-2022)  
Ibíd., p.242  
Dueños de nuestros destinos, El Comercio, 26 de noviembre de 1910.  
Gonzalo Zaldumbide, Égloga trágica, Ediciones Cultura Hispánica, Madrid, 1958  
6
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8
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Ingrid Diaz Patiño  
Estado, pese a las grandes divergencias que existía entre los miem-  
bros del gobierno de Alfaro y el clero.  
La naciente Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Ameri-  
canos, en su sesión de 24 de julio de 1909, nombró a González Suárez  
como su Director Fundador Vitalicio, en reconocimiento a la gran  
iniciativa de crear una institución que se centre en engrandecer al  
país con la investigación histórica por sobre todo dogmatismo y pen-  
samiento político. Esta sociedad en su inicio estuvo integrada por  
personas de alta valía intelectual como lo fueron: Alfredo Flores y  
Caamaño, Jacinto Jijón y Caamaño, Cristóbal Gangotena, Luis Felipe  
Borja (hijo), Carlos Manuel Larrea, Aníbal Viteri Lafronte, José Ga-  
briel Navarro y Juan León Mera Iturralde.  
El historiador César Alarcón Costta refiriéndose al ilustre sa-  
cerdote, lo describe en estos términos:  
Su visión integral de la historia le llevó a abordar los ámbitos: espiri-  
tual, religioso, arqueológico, patriótico y cultural con profundidad y  
mística. En todos esos campos soportó estoica y valerosamente el em-  
bate de las bajas pasiones y la incomprensión que le apostrofaron ad-  
jetivaciones postizas. Sin embargo, forjado desde niño en la rigurosa  
escuela de las carencias y las penurias, poseía un temple acerado para  
no resquebrajarse ante las inclemencias de los tiempos y peor ante los  
antojadizos y parcializados comentarios. Comprendía la paradoja de  
la condición humana y la sobrellevaba con la fortaleza y la templanza  
9
nacidas de sus vigorosos principios, valores y virtudes.  
Nada alejado de la realidad, son las aseveraciones del Dr.  
Alarcón, pues en varias cartas dirigidas a González Suárez y publi-  
cadas en varios escritos del año 1909, le calificaron como: “poseedor  
1
0
11  
de asombrosos dotes intelectuales”, “con virtudes sólidas”, “poseedor de  
12  
13  
entereza de carácter”, “sereno e imperturbable “con sabiduría, pruden-  
9
1
César Alarcón Costta, Capítulos de la Historia Nacional, Fundación Ecuatoriana de Desarrollo,  
Quito, 2015, p. 267.  
0 Boletín Eclesiástico. Número dedicado a honrar la memoria del Ilmo y Rvdmo. Sr. Dr. Dn Fe-  
derico González Suárez Arzobispo de Quito. No. 18, Año XVI, Octubre 1909. Quito, s.n.  
1
917, p. 710.  
1
1
1
1 Ibíd.  
2 Ibíd.  
3 Ibíd., p. 711.  
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Quito de 1909  
Fundación de la Academia Nacional de Historia  
1
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15  
cia y fortaleza”, “de vida privada modestísima, laboriosa y austera”, “el  
1
6
17  
Obispo de la paz , “ciudadano modelo”, y no podía ser de otra manera  
la visión de los ecuatorianos de esta época, pues en varias ocasiones  
prefirió dar a la luz hechos históricos que plegarse a la religión como  
algunos religiosos lo harían. Resulta interesante conocer parte de la  
carta que dirigió al Vicario de Ibarra al dejar esa ciudad, en donde  
expresó: “…y nosotros los eclesiásticos no debemos sacrificar la Patria,  
para salvar la religión; el patriotismo es virtud cristiana y por lo mismo  
18  
muy propia de sacerdotes”.  
Por estás evidentes cualidades, en este mismo año se orga-  
nizó, a nivel nacional, un homenaje a la personalidad y obra del Di-  
rector Fundador de nuestra Academia; por lo que, Luis Felipe Borja  
(
hijo) propuso, entre otras iniciativas, la elaboración de una placa en  
honor al arzobispo de Quito, que se colocaría en la casa en donde  
19  
nació (hoy calle Flores y Sucre). Esta iniciativa, aunque prohibida  
por el mismo González Suárez a su clero –propio de su modestia y  
humildad–, tuvo adhesión y respaldo de algunas instituciones del  
país y de cientos de ciudadanos, intelectuales y prominentes quite-  
ños de la época; entre ellos un joven José María Velasco Ibarra de 16  
años, quien desde esa edad ya mostraba su interés en el mundo de  
la cultura, y años más tarde se convertiría en el único presidente de  
20  
la República Miembro de nuestra Academia.  
La Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos,  
en sus primeras reuniones, principalmente se socializaban ideas pre-  
concebidas del director quien presidía las sesiones, en las que se tra-  
taba de diferentes tópicos históricos. Estas sesiones se llevaban a  
cabo en el Palacio Arzobispal, aunque con pocos miembros al prin-  
1
1
1
1
1
4 Ibíd.  
5 Ibíd.  
6 Ibíd., p. 714.  
7 Ibíd.  
8 Federico González Suarez, Carta Del Ilmo. Y Rmo. Sr. Dr. D. Federico González Suarez, Tip. de  
la Escuela de Artes y Oficios, Quito, 1900, p. 35.  
19 Fernando Jurado Noboa, Los Veintemilla: en la sierra centro norte del Ecuador y en Lima, Amigos  
de la Genealogía, Quito, 2003, p. 105.  
20 Boletín Eclesiástico. Número dedicado a honrar la memoria del Ilmo y Rvdmo. Sr. Dr. Dn Fe-  
derico González Suárez Arzobispo de Quito. No. 18, Año XVI, Octubre 1909. Quito, s.n.  
1917, pp. 788-789.  
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Ingrid Diaz Patiño  
cipio, las reuniones eran solemnes y prevalecían los temas que ate-  
nían al país en temas históricos.21  
A continuación, he resumido los temas tratados en algunas  
las reuniones que se llevaron a cabo después al 24 de julio de 1909  
con presencia de los ilustres personajes ya citados, que, por su im-  
portancia histórica merecen nuestra especial atención. Es importante  
destacar que, gracias a las acciones tomadas por estos caballeros, se  
han podido conservar hasta hoy documentos, archivos, piezas ar-  
queológicas y muchos más conocimientos sobre la historia del país.  
Como resultado de la sesión del 8 de agosto, la Sociedad  
acuerda dejar constancia de la admiración y gratitud a los próceres  
de 1809, aceptando la invitación del Arzobispo para una ceremonia  
religiosa con la cual la Iglesia Ecuatoriana iba a conmemorar el Cen-  
22  
tenario del Primer grito de la Independencia.  
Para finales de este mes, específicamente el 29 de agosto, la  
Sociedad trata el asunto de la elección de miembros Honorarios y  
Correspondientes que por recomendación del Director, se acuerdo  
no emitir estos nombramientos hasta que la Sociedad haya llegado  
a tener más prestigio. Además se expide la solicitud al Poder Ejecu-  
tivo de la aprobación de los Estatutos que ratificarían la naturaleza  
de la institución. En esta misma sesión se plantea la conservación  
de los monumentos y objetos de arte antiguos de la ciudad y se trató  
de la ley prohibitiva de la exportación de objetos arqueológicos que  
los directivos acuerdan gestionar en el Senado, para que dicha ley  
sea aprobada.  
En octubre de 1909 la sesión tiene una connotación impor-  
tante, los miembros establecen un Proyecto de ley para el estableci-  
miento de un gran Archivo Nacional, y como primera decisión sobre  
la base de esa iniciativa, se encarga a los historiadores Cristóbal Gan-  
gotena y Jacinto Jijón, como comisionados, a reunir documentos re-  
23  
lacionados a los sucesos del 2 de agosto de 1810.  
2
2
2
1 Edwing Guerrero Blum, Sociedades ecuatorianas de escritores y artistas, P.H. Ediciones, Quito,  
2001, p.47  
2 Libro de Actas de la Sociedad de Estudios Históricos Americanos que reposan en la Academia  
Nacional de Historia. Quito, 1909.  
3 Libro de Actas de la Sociedad de Estudios Históricos Americanos que reposan en la Academia  
Nacional de Historia. Quito, 1909.  
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Quito de 1909  
Fundación de la Academia Nacional de Historia  
Así mismo, el dinamismo de Gabriel Navarro se hizo noto-  
rio, pues emprendió el minucioso trabajo de catalogar los objetos de  
arte como pinturas y esculturas que reposaban en los templos y con-  
ventos de la ciudad, relacionados especialmente a las obras que fue-  
ron encargadas por la Nación al artista don Antonio Salas.  
Aníbal Viteri Lafronte, fue el comisionado para que haga un  
estudio de la personalidad y obra del ilustre orador y hombre de letras  
de la Colonia como lo fue don José Mejía Lequerica. Además, se soli-  
cita a los miembros reunir cuantos datos se puedan sobre el padre Juan  
Velasco, del cual Federico González Suárez tenía particular interés.  
Uno de los datos históricos interesantes y casi desconocido,  
es el que en la sesión de 31 de octubre de este mismo año de 1909 Ja-  
cinto Jijón y Caamaño, subdirector, da a conocer a la Sociedad el des-  
cubrimiento, en el archivo de la Corte Suprema, un curioso expe-  
diente en el que se señala la probanza de nobleza de Eugenio Espejo,  
que había sido tramitada ante los tribunales de Pamplona. “En dicho  
expediente está la carta ejecutoria obtenida de Felipe III y otros documentos  
24  
con que prueba Espejo su nobleza por la línea materna”.  
Lo dicho anteriormente contrasta con lo que bien expresa el  
historiador Oscar Efrén Reyes al desconocer de este documento:  
Eugenio de Santa Cruz y Espejo, ilustre hombre de ciencia, escritor y  
político de la antigua presidencia de Quito. A Pesar de su extraordina-  
ria pobreza y humilde origen, pudo darse una cultura superior; y, en  
conocimientos científicos, ideas políticas y fuerza intelectual estaba a  
la altura que cualquiera de los más prominentes intelectuales europeos  
de su tiempo.25  
Ala muerte del ilustre director vitalicio, Mons. Federico Gon-  
zález Suárez, en 1917, la Dirección quedó a cargo de Jacinto Jijón y  
Caamaño, quien se dedicaría a seguir la línea histórica del González  
Suárez, y además ,en 1920, en el gobierno de José Luis Tamayo, pro-  
movería que el Congreso Nacional designe a la Sociedad como Aca-  
demia Nacional de Historia del Ecuador.  
24 Ibíd.  
25 Oscar Efrén Reyes, Breve historia del Ecuador, Talleres Gráficos Nacionales, Quito, 1949, p.323  
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Ingrid Diaz Patiño  
Nuestra Academia ha visto el paso de varios gobernantes y  
en muchas de las administraciones ha sido la ideadora de iniciativas  
para la conmemoración de efemérides nacionales. Sería largo redac-  
tar en estas líneas las ejecutorias de nuestra institución en sus 113  
años de vida, dado que somos una de las pocas instituciones, con  
naturaleza como la nuestra, que aún persisten en la actualidad, en  
la que la lectura, la investigación y la escritura han pasado a segundo  
plano; y aun más cuando la supresión de la enseñanza de la historia  
y cívica, ya son parte de una demanda común de historiadores y  
educadores del Ecuador y la región.  
Existen dos obras fundamentales para el conocimiento de  
nuestra entidad y su fundador, que me han servido de fuentes prin-  
cipales para este discurso: “Historia de la Academia Nacional de Histo-  
26  
27  
ria”, en 572 páginas y “González Suárez: La Patria y la Academia”,  
en 440 páginas, ambos libros escritos por el Dr. Franklin Barriga  
López.  
El pasado mes de julio, cuando se me fue notificada la deci-  
sión de la junta general de la academia, de nombrarme miembro co-  
rrespondiente; estuve consciente de que el camino y huellas que me  
preceden son grandes, la han transitado mujeres y hombres que han  
elevado el nombre de la institución al nivel en el que se encuentra  
en este momento en el quehacer histórico nacional. Mi empeño es  
honrar esta designación que ha llegado a mí como una serendipia.  
Honrarla, ahora no solo con la labor que desde la administración he  
venido realizando colaborando estrechamente con los tres últimos  
Directores que han estado frente a nuestra institución, en particular  
con el Dr. Franklin Barriga López quien, en estos cuatro años como  
director, con sus amplios y sólidos conocimientos de historia de  
nuestro país, no solo ha dirigido nuestra Academia sino que con su  
calidad humana ha sabido liderar un equipo de trabajo, al cual me  
honro pertenecer, que ha hecho que el nombre de la Academia Na-  
cional de Historia se encuentre en sitial tan elevado en el escenario  
2
6 Franklin Barriga López, Historia de la Academia Nacional de Historia, Editorial El Conejo, Quito,  
009.  
2
27 Franklin Barriga López, González Suárez: La Patria y la Academia, Academia Nacional de His-  
toria, Quito, 2017  
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Quito de 1909  
Fundación de la Academia Nacional de Historia  
nacional e internacional. Estoy segura que Federico González Suárez  
se sentiría satisfecho.  
Muchas gracias  
Bibliografía  
ALARCÓN COSTTA, César, Capítulos de la Historia Nacional, Fundación Ecua-  
toriana de Desarrollo, Quito, 2015.  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, González Suárez: La Patria y la Academia, Academia  
Nacional de Historia, Quito, 2017.  
CARCELÉN CORNEJO, Ximena; COMPTE GUERRERO, Florencio; PINO  
MARTÍNEZ, Inés del, “Ecuador en el Centenario de la Independencia”,  
Apuntes, vol. 19, núm. 2, pp.236-255. Ver en: https://revistas.javeriana.  
edu.co/index.php/revApuntesArq/article/view/9031/7337 (15-12-2022)  
CORRAL, Fabián, Testigo del Siglo: el Ecuador visto a través de diario El Comercio,  
1906-2006, El Comercio, 2006.  
EFRÉN REYES, Oscar, Breve historia del Ecuador, Talleres Gráficos Nacionales,  
Quito, 1949.  
GUERRERO BLUM, Edwing, Sociedades ecuatorianas de escritores y artistas, P.H.  
Ediciones, Quito, 2001.  
GONZÁLES SUAREZ, Federico, Carta Del Ilmo. Y Rmo. Sr. Dr. D. Federico Gon-  
zález Suarez, Tip. de la Escuela de Artes y Oficios, Quito, 1900.  
JURADO NOBOA, Fernando, Los Veintemilla: en la sierra centro norte del Ecuador  
y en Lima, Amigos de la Genealogía, Quito, 2003.  
ZALDUMBIDE, Gonzalo, Égloga trágica, Ediciones Cultura Hispánica, Madrid,  
1958.  
ZAPATER, Irving, “Los primeros libros de fotografía en Ecuador”, Revista Na-  
cional de Cultura del Ecuador, Quito, 2008.  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A CARLOS RUALES ESTUPIÑÁN  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Claudio Creamer Guillén1  
El 24 de julio de 1909, en Quito, en el Palacio Arzobispal, con  
la dirección de Monseñor Federico González Suárez, la máxima au-  
toridad de la Iglesia Católica, eminente historiador, concurrieron jó-  
venes que serían sobresalientes intelectuales y formaron la “Sociedad  
Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos”. Nombraron direc-  
tor vitalicio al ilustre Monseñor, como subdirector al Dr. Luis Felipe  
Borja (hijo) y secretario a Carlos Manuel Larrea.  
Con su liderazgo en esta entidad científica, González Suárez  
escribió, en junio de 1911: “Trabajad con tesón, con empeño, con cons-  
tancia; no os desalentéis por las dificultades, no os acobardéis ante los obs-  
táculos…; como la verdad es el alma de la historia, buscad la verdad,  
2
investigad la verdad, y cuando la encontrarais, narradla con valor”. Este  
es el espíritu con el que se influyó a la nueva corporación científica  
cuando se constituyó la Academia Nacional de Historia (ANH) por  
Decreto Legislativo firmado por José Luis Tamayo, Presidente de la  
República, publicado en el Registro Oficial N° 23, del 28 de septiem-  
bre de 1920, y que continua vigente hasta el presente.  
1
Licenciado en Ciencias Políticas, Syracuse University, U.S.A.; Master en Administración de  
Empresas, IESA, Venezuela; Maestría en Historia, Universidad Andina Simón Bolívar - Quito;  
Doctor en Filosofía, PUCE, Ecuador; PhD (candidato) en Economía, UNAM, México. Secretario  
Nacional de Desarrollo Administrativo, 1991-1992 (Cargo con rango de Ministro de Estado),  
Profesor Fundador y Emérito de pregrado y posgrado de la Universidad San Francisco de  
Quito en Ciencias Sociales, Humanidades y Administración. Profesor de posgrado en temas  
administrativos, especialmente Negociación, en Universidad Andina Simón Bolívar-Quito,  
FLACSO, ESPE, Universidad Central del Ecuador y Universidad Nacional de Loja. Miembro  
de Número y Relacionador Institucional de la Academia Nacional de Historia del Ecuador.  
Miembro fundador de la Asociación Ecuatoriana de Historia Económica. Consultor de orga-  
nismos internacionales e instructor internacional de Negociación.  
2
Cfr. Federico González Suarez en: José María Vargas, Jacinto Jijón y Caamaño: su vida y su Museo  
de Arqueología y Arte Ecuatorianos, editorial Santo Domingo, 1971, p. 17.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
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Bienvenida a Carlos Ruales Estupiñán  
A través de su historia, la ANH ha tenido como directores a  
destacadas personalidades, los cuales han sido: Federico González  
Suárez, Jacinto Jijón y Caamaño, Celiano Monge, Carlos Manuel La-  
rrea, Luis Felipe Borja, Julio Tobar Donoso, Isaac J. Barrera, Jorge Sal-  
vador Lara, José María Vargas, Plutarco Naranjo, Manuel de Guzmán  
Polanco, Juan Cordero, Jorge Núñez y Franklin Barriga López.  
La carta de presentación de la Academia es su Boletín, donde  
preserva el eje de su antigua trayectoria; se han publicado ya 207  
ejemplares. En el presente se lo publica regularmente, pero en el pa-  
sado hubo interrupciones y no se publicaba por razones financieras;  
se volvió a editar debido al interés de los recientes directores de la  
Academia y a los esfuerzos del área de publicaciones del Boletín y  
habría que añadir que también está indexada en Latindex y pasa un  
proceso de sistema de arbitraje internacional para la publicación de  
sus artículos  
Durante la dirección de Jorge Núñez Sánchez, de 2013 a 2019,  
se formuló como objetivos para actualizar la Academia, nacionalizar  
la labor institucional, significó que debía desplegarse la ANH a todas  
las provincias del país, y otro objetivo prioritario fue democratizar  
la membresía institucional, pero sin afectar su creciente profesiona-  
lización. Se realizaron esfuerzos por incorporar a los primeros inte-  
lectuales indígenas y afrodescendientes con una formación acadé-  
mica adecuada; se efectuaron una serie de congresos y simposios  
sobre historias de las regiones del país que requerían una profundi-  
zación y también sobre temas nuevos. Los estatutos fueron reforma-  
dos en 2016, incorporando el tema de la diversidad. Uno de los  
objetivos es promover la preservación de las diversas identidades  
existentes en el país, dentro de un marco de respeto a la diversidad  
cultural y para propiciar el fortalecimiento del Estado plurinacional  
ecuatoriano.  
Además, aparte de los capítulos de Guayaquil y Cuenca, se  
formaron nuevos Capítulos Provinciales en Manabí, El Oro y Bolívar,  
Tungurahua y también en Centros Provinciales Adscritos en Coto-  
paxi, Esmeraldas y Los Ríos. Se registro una actividad intensa en pu-  
blicaciones, convenios, diferentes simposios y eventos académicos.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
363  
Claudio Creamer Guillén  
Durante el período de dirección de Franklin Barriga López,  
que va de 2019 a 2023, se consolidó la imagen de la Academia por  
medio de la presencia en la prensa, radio y televisión, y a través de  
Facebook por el trabajo de la Unidad de Comunicación que llegó a  
tener el año 2022 un registro de 16,527 personas del país y del exte-  
rior que siguen la actividad de la ANH y se logró publicar 430 infor-  
mativos electrónicos. Se participó en dos programas televisivos de  
naturaleza histórica del canal RTU TV “Raíces” y “Desde la Acade-  
mia”, en los cuales participaron varios miembros de la institución,  
entre otras personalidades.  
La ANH en coordinación con el Ministerio de Relaciones Ex-  
teriores y Movilidad Humana, la Embajada de Francia en el Ecuador  
y el Instituto Francés de Estudios Andinos realizaron el Simposio In-  
ternacional Ciencias y saberes, territorio de encuentro entre Ecuador y  
Francia en junio del 2021. En mayo de este año, se realizó el Congreso  
Americano de la Libertad con los directores de las Academias de His-  
toria de Latinoamérica para conmemorar el Bicentenario de la batalla  
de Pichincha.  
Se han incrementado las relaciones interinstitucionales con  
diferentes instituciones culturales, públicas, universidades del Ecua-  
dor, Colombia y de Francia; se ampliaron los Capítulos Provinciales  
a Imbabura-Carchi, Amazónico, Loja y Bolívar. Todo lo cual ha re-  
sultado en un fortalecimiento institucional de la ANH con una  
mayor proyección dentro del Ecuador e internacional.  
Según el artículo 10 de los estatutos, Académicos Correspon-  
dientes son aquellos investigadores nacionales o extranjeros que hu-  
bieren realizado contribuciones valiosas al conocimiento de la  
historia.  
A la selecta lista de miembros correspondientes se incorpora  
hoy con esta distinción el Magíster Carlos Ruales Estupiñán con un  
sobresaliente currículum vitae internacional que presentamos a con-  
tinuación. En su formación académica obtiene los siguientes títulos: Inge-  
niero Agrónomo. 1984. Facultad de Ingeniería Agronómica. ESPOCH.  
Riobamba, Ecuador. Magister en Gestión Ambiental. 2007. Universidad  
San Francisco de Quito. Ecuador. En este posgrado tuve el gusto de  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
364  
Bienvenida a Carlos Ruales Estupiñán  
tener a Carlos Ruales como un muy buen alumno en mi materia de  
Negociación Ambiental; también fuimos colegas docentes en la  
USFQ, desde el 2001 hasta el 2018, año de mi jubilación. En su vida  
académica y profesional se ha hecho merecedor de varios Galardones:  
Diploma y medalla al mejor egresado 1982. Facultad de Ingeniería  
Agronómica. ESPOCH. Riobamba. Miembro del equipo ganador –  
sección la vegetación– del concurso “Competencia internacional de  
diseño Parque del Lago” 2012. (actual Parque Bicentenario), bajo la  
dirección de Ernesto Bilbao. Premio otorgado por el Municipio del  
Distrito Metropolitano de Quito. Condecoración “Eugenio Espejo”  
en Ciencias Biológicas 2016, otorgada por el Municipio del Distrito  
Metropolitano de Quito. Declinó aceptar esta condecoración por no  
estar de acuerdo con las políticas ambientales y de protección de las  
plantas nativas de Quito. Se ha vinculado con estas organizaciones aca-  
démicas: Miembro fundador de la Asociación Ecuatoriana de Historia  
Económica. Miembro fundador de la Sociedad Entomológica Ecua-  
toriana. Su dilatada experiencia profesional incluye una carrera  
como investigador y de asistencia técnica internacional desde 1984  
al 2001 en una de las dos mayores empresas multinacionales alimen-  
tarias del mundo, Nestlé, y luego, desde el 2001 hasta la fecha en la  
docencia en la Universidad San Francisco de Quito en las carreras  
de Agronomía y Ciencias Biológicas (Botánica, Horticultura, Protec-  
ción de Cultivos, Manejo Integrado de Plagas). Profesor socrático en  
diversas carreras (Biósfera, Cosmos). Colegio de Agricultura, Ali-  
mentos y Nutrición y Colegio de Ciencias e Ingenierías. Universidad  
San Francisco de Quito (USFQ). Quito, Ecuador (enero 2005–hasta  
la fecha). Colegio de Ciencias de la Vida. USFQ. Quito, Ecuador.  
(
septiembre 2001–diciembre 2004).  
Director del Departamento de Agronomía, como último ge-  
rente encargado, le tocó cerrar Latinreco, debido a las políticas de la  
matriz de Nestlé en Suiza. Departamento de Agronomía. Nestec- Re-  
search and Development Center S.A. Quito, Ecuador. (julio 2000-  
marzo 2001). Se desempeño como: Jefe de proyectos Internacionales  
América Latina, México, Colombia, España y Asia. Latinreco podía  
brindar asistencia técnica a nivel mundial. Departamento de Agro-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
365  
Claudio Creamer Guillén  
nomía. Nestec-Latin American Research Company (Latinreco).  
Quito, Ecuador. (enero 1995-marzo 2001). Departamento de Protec-  
ción de Cultivos. Nestec-Spain Research Company (Hispareco). Ba-  
dajoz, ESPAÑA,(enero-diciembre 1994).  
Ingeniero de proyectos: Departamento de Agronomía.  
Nestec-Latin American Research Company (Latinreco). Quito, Ecua-  
dor, (noviembre 1984-diciembre 1993). Latinreco, miembro del grupo  
Nestlé, fue un centro privado de investigación de alimentos, de los  
más importantes de América Latina, con sede en Quito.  
Asistencia técnica en Ecuador: Koppert Biological Systems.  
Rotterdam, Holanda. Asesor técnico en Ecuador (Abril 1998-Marzo  
1999).  
Asistencia técnica internacional: Desarrollo de modelos para  
el Manejo Integrado de Broca del Café. Colombia, Nicaragua y Costa  
Rica. Marzo-Abril, 1997. Cenicafé-Colombia; Catie-Costa Rica y Pro-  
yecto Inta-Mip-Nicaragua. Plagas y enfermedades de café y cacao.  
Asistencia técnica a Nestec R&D Center Singapore Junio-Julio, 1997.  
Singapur, Malasia, Indonesia, Filipinas. Estudio y desarrollo de mo-  
delos para el Manejo Integrado de Broca del Café. México. Febrero-  
Marzo, 1996. Chiapas y Veracruz, México. Producción comercial de  
fréjol. Bolivia y Argentina Junio 1995. Santa Cruz de la Sierra, Boli-  
via; Salta, Argentina.  
Entre sus publicaciones destacan sus tres libros académicos  
de la historia de las expediciones científicas europeas al Ecuador en  
los siglos XVIII y XIX y de sus descubrimientos botánicos: 1) Ruales,  
C. y Cornejo, X., La Expedición Humboldt & Bonpland en la antigua  
Provincia de Guayaquil en Ecuador, Ediciones Abya-Yala, Quito, Ecua-  
dor, 2020. 2) Ruales, C., Flora Alausensis: La expedición de Humboldt  
&
Bonpland en la ruta Tixán - Alausí- Pumallacta en Ecuador, USFQ  
Press, Quito, 2018. 3) Ruales, C., Las colecciones botánicas de Joseph  
de Jussieu (1736-1747), Universidad San Francisco de Quito, Serie Mono-  
gráfica “Plantas de Quito”–La vegetación original de una ciudad siempre  
verde, volumen I, Quito, Ecuador, 2013.  
En estos dos últimos libros tuve el honor de participar como  
conferencista presentador en Alausí y Quito en importantes actos de  
sus lanzamientos y publicar una reseña bibliográfica de su primer  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
366  
Bienvenida a Carlos Ruales Estupiñán  
libro en: “Plantas de Quito. La vegetación original de una ciudad  
siempre verde. Volumen I. Las colecciones botánicas de Joseph de  
Jussieu (1736-1747)”. Boletín de la Academia Nacional de Historia, Vo-  
lumen XCII Nº 191, diciembre 2014, Quito, Ecuador.  
Publicó tres capítulos de libros: Ruales, C., 2010. “Los prime-  
ros estudios científicos sobre la flora del Pichincha”. En: J. Espinosa  
(
ed.) …en las faldas inmensas de un monte… Las laderas occidentales de  
la ciudad de Quito. Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable  
y Saneamiento Ambiental. Municipio del Distrito Metropolitano de  
Quito. Y dos más sobre Plagas y Enfermedades. en Quinua hacia su  
cultivo comercial, C. Wahli (ed). Latinreco S.A.- Nestlé, Quito, Ecuador  
También ha publicado cinco artículos en revistas indexadas  
(Peer-Reviewed), cuatro sobre agricultura y uno acerca de historia bo-  
tánica nacional en Maldonado-Arciniegas, F. Ruales, C., Ramírez, D.,  
and León-Reyes, A. 2018. Ruales, C. & Guevara, J. 2010. “La flora  
patrimonial de Quito descubierta por la expedición de Humboldt y  
Bonpland en el año 1802”. Avances en Ciencias e Ingenierías. 2(3): B54-  
B63.  
También publicó once artículos en revistas divulgativas y  
compendios de eventos académicos sobre agricultura, biología y eco-  
logía, uno de ellos se relaciona con la historia botánica del Ecuador.  
Ruales, C. &. Gallardo, G., Humboldt y Bonpland y su contribución  
al conocimiento de la flora del Ecuador”. Plantas Ecuatorianas Bicen-  
tenarias. Ministerio de Cultura del Ecuador, Quito, 2009.  
Ha participado y publicado once ponencias en congresos y  
seminarios, dos de estas ponencias se relacionaron con temas histó-  
ricos como: Ruales, C., 2022. “Francis Hall y su destierro a Perú”. En  
Simposio Nro. 5: “Economía, población, redes y transportes en los  
Andes del norte, desde la colonia hasta mediados del siglo XX.” Con-  
greso CLADHE VII, marzo 02 de 2022. Ruales, C. 2021. Wilson Po-  
penoe y sus exploraciones agrícolas en Ecuador. VI Simposio de la  
Carrera de Ciencias Sociales de la UNACH. Riobamba, agosto 04 de  
2021 y otras cinco ponencias se refirieron a la cultura agrícola, gas-  
tronómica y ecológica nacional; Ruales, C. 2008. “El entretenimiento  
como estrategia para la conservación de la flora nativa de Quito”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
367  
Claudio Creamer Guillén  
Conferencia en Mesa de Expertos Áreas Naturales y Biodiversidad.  
III Foro Internacional de Gestión Ambiental Urbana y X Comité Sec-  
torial de Medio Ambiente UCCI. 9-10 junio 2008. Quito. Ruales, C.  
2
008. “Estrategias para reconciliar a chagras y quiteños con la natu-  
raleza”. Conferencia magistral. Semana del Ambiente, junio 5-8,  
008. Centro Cultural Itchimbía, Quito. Ruales, C. 2007. Reconcilia-  
2
ción ecológica”. Conferencia magistral. En: Semana Amor Naturae,  
febrero 12-16, 2007. Universidad San Francisco de Quito. Ruales, C.  
&
Chango, M. 1996. Diversidad: “Un proyecto de Manejo Integrado  
de Cultivos con pequeños agricultores”. IX Seminario Nacional de  
Sanidad Vegetal. Quevedo, Ecuador. Ruales, C. 1990. “La ‘yerbita’  
Allium ascalonicum L. (Liliaceae) ingrediente tradicional en la cocina  
manabita”. Primer Simposio Ecuatoriano de Etnobotánica y Botánica Eco-  
nómica Resúmenes, Pontificia Universidad Católica, Quito, Ecuador.  
pp. 23-24.  
Finalmente, ha publicado trece resúmenes en compendios de  
eventos académicos principalmente sobre agricultura y botánica en  
la USFQ, Informe Fundación Sembres y Fondo Ambiental–Dirección  
Metropolitana Ambiental del Distrito Metropolitano de Quito, Re-  
porte Técnico Científico. Convenio ESPE-PROMSA IQ-CV-025”. XI  
Seminario de Sanidad Vegetal. Babahoyo-Ecuador y XXX Jornadas  
Nacionales de Biología. Cuenca-Ecuador, noviembre 17-19, 1999.  
Ha realizado tres muestras relacionadas con nuestra historia  
botánica: Ruales, C. 2009. Muestra. Ilustración, ideas libertarias y or-  
quídeas en la Audiencia de Quito. Primera exhibición: Casa Piedra-  
hita-Parque Itchimbía. 5-8 de febrero 2009. Segunda exhibición:  
Universidad San Francisco de Quito. 11-20 de febrero de 2009. Quito.  
Ruales, C. 2009. MUESTRA. Flora Quitensis. Láminas de especies de  
plantas quiteñas. Universidad San Francisco de Quito. 21-30 de enero  
2
009. Quito. Ruales, C. 2008. Muestra. Flora Nativa de Quito y los  
Valles: muestra de láminas de la obra de Humboldt, Bonpland &  
Kunth y de herbarios extranjeros. Colegio de Agricultura, Alimentos  
y Nutrición y Herbario de la Universidad San Francisco de Quito.  
Centro Cultural Itchimbía. 5-8 de junio 2008. Quito.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
368  
Bienvenida a Carlos Ruales Estupiñán  
Ha asistido y participado en nueve cursos, simposios y pa-  
santías internacionales de agricultura en Colombia, Nicaragua, Mé-  
xico, Indonesia, Venezuela y dos pasantías en Suecia y España.  
Pasantía en NESTEC R&D Center Suecia (Agricultura Integrada).  
Junio 1994. Bjuv, Suecia. Pasantía en NESTEC R&D Center España  
(
Manejo Integrado de Nemátodos en Tomate. Agricultura Integrada),  
enero-diciembre 1994. Badajoz, España.  
También asistió y participó en veintiocho cursos, simposios  
y congresos en Ecuador, en Agricultura, alimentos y educación, es-  
pecialmente en la USFQ e INIAP.  
Ha implementado siete proyectos de vinculación con la co-  
munidad en Puembo, Oyambarillo, Checa, Cangahua, Quito, Cum-  
bayá y su proyecto de referencia histórica fue “Vinculación con la  
comunidad: Ruta Humboldt & Bonpland Tixán–Alausí”. (convenio  
Universidad San Francisco de Quito – GAD Alausí). Y otro de iden-  
tidad botánica fue el de la “Declaratoria de plantas emblemáticas de  
barrios y pueblos del Distrito Metropolitano” (Convenio Universi-  
dad San Francisco de Quito–Jardín Botánico de Quito–Municipio del  
Distrito Metropolitano de Quito).  
El discurso de incorporación del Magister Carlos Ruales se  
titula “Francis Hall y sus colecciones botánicas en Ecuador”. Se trata de  
un personaje multifacético como militar, periodista, político y botá-  
nico. El coronel Francis Hall, militar inglés, participó en la guerra  
contra Napoleón Bonaparte, publicó libros sobre sus viajes a Canadá,  
Estados Unidos y Francia previo a su viaje a Colombia en 1820. En  
1824 publicó un libro sobre la situación geográfica y política de Co-  
lombia. Combatió con los ejércitos de Bolívar contra el imperio es-  
pañol en Ecuador, Colombia y Venezuela. En 1822 incursiona en el  
periodismo desempeñándose como editor de un periódico liberal  
publicado en Caracas y que se tituló el Anglo-colombiano, le causó un  
cuestionamiento del vicepresidente Santander y su clausura.  
Luego se le conoció en Ecuador por su colaboración en el pe-  
riódico El Quiteño libre, con algunos meses de circulación en Quito  
en 1833, su oposición y critica al gobierno de Juan José Flores junto  
con el malestar del pueblo resultaron en revueltas en Quito y el 19  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
369  
Claudio Creamer Guillén  
de octubre de ese año fue asesinado Hall junto con otros promotores  
de este periódico.  
En 1825, Hall escribió su visita a Riobamba y donde comple-  
menta estudios geográfico-climáticos con el objetivo de lograr un con-  
cepto de unidad de la Gran Colombia proveniente de una perspectiva  
científica: estos escritos se publicaron posteriormente en 1838.  
Su interés a modo de aficionado por las excursiones, el mon-  
tañismo y por la botánica, se realizó a fines de la década de 1820 e  
inicios de la década de 1830. Sus excursiones más relevantes fueron  
las efectuadas con el científico francés Jean Baptiste Bousingault en  
1
831. En estas excursiones Hall, según Carlos Ruales, recolecta siste-  
máticamente plantas y las envía a Europa, primero a Alexander von Hum-  
boldt y como colecciones para el Herbario de Berlín y posteriormente y poco  
antes de su muerte, al botánico William Hooker en Londres para el herbario  
Kew. Por las relaciones que estableció con Hooker, Hall le envió un par de  
artículos que fueron publicados después de su muerte en dos revistas botá-  
nicas londinenses.  
Su aporte a la botánica del Ecuador fue importante, a pesar  
de las muchas dificultades de la época para invertir en materiales  
adecuados a fin de herborizar, organizar y ejecutar el trabajo de  
campo y finalmente la logística de transporte de estos materiales bo-  
tánicos enviados de Ecuador a Europa.  
Para llegar a estos descubrimientos, Carlos Ruales utilizó  
fuentes primarias basadas en la correspondencia epistolar privada  
de Hall con sus conocidos relacionados con la botánica, y las cartas  
entre los académicos de su entorno, con referencia a Hall y sus acti-  
vidades. Aparte de una buena revisión bibliográfica, recurrió a fuen-  
tes digitales de los diferentes herbarios de Europa y EE. UU. y logra  
presentarnos de una manera detallada la clasificación de las diferen-  
tes especies de plantas descubiertas, el resultado es un artículo ori-  
ginal. Su información recopilada es tan vasta y pertinente que  
considera publicar un libro sobre el coronel Francis Hall.  
A nombre de la Academia Nacional de Historia de Ecuador  
le expreso nuestra calurosa bienvenida como Miembro Correspon-  
diente al Magíster Carlos Ruales.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
370  
Bienvenida a Carlos Ruales Estupiñán  
Su fecunda carrera a través de la docencia y la investigación  
en el campo de la agricultura, biología y ecología, vinculada a la his-  
toria de la ciencia del Ecuador, nos induce a sugerirle que continúe  
ampliando su original investigación y publicándola como un aporte  
al Ecuador sustentable y biodiverso que requieren nuestras futuras  
generaciones.  
Martes 6 de diciembre de 2022  
Bibliografía  
VARGAS, José María, Jacinto Jijón y Caamaño: su vida y su Museo de Arqueología y  
Arte Ecuatorianos, editorial Santo Domingo, 1971  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 362–371  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
FRANCIS HALL  
Y SUS COLECCIONES BOTÁNICAS EN ECUADOR  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Carlos Ruales Estupiñán1  
Francis Hall es conocido en el Ecuador por su papel prota-  
gónico en la publicación del periódico El Quiteño Libre un órgano de  
difusión que principalmente denunciaba irregularidades y actos de  
2
corrupción del gobierno de Juan José Flores, sin embargo poco se  
conoce sobre su aporte a la botánica del Ecuador, en este campo el  
geobotánico forestal y conservacionista ecuatoriano Misael Acosta  
Solís lo cita en su cronología de los exploradores científicos, herbo-  
rizadores y autores que han contribuido al conocimiento fitogeográ-  
fico, florístico y botánico-económico del Ecuador en una publicación  
del año 1968, allí anota algunos lugares donde Hall hizo observacio-  
nes científicas, e informa sobre el destino de sus colecciones botáni-  
cas y de algunas de sus publicaciones en este campo, también señala  
que otros naturalistas que vivieron en Ecuador como Augusto y Ni-  
colás Martínez, William Jameson y Luis Sodiro, lo mencionan a me-  
nudo en sus escritos.3  
1
Ingeniero Agrónomo, 1984. Facultad de Ingeniería Agronómica (FIA). ESPOCH. Riobamba,  
Ecuador. Magister en Gestión Ambiental. 2007. Universidad San Francisco de Quito. Ecuador.  
En su vida académica y profesional se ha hecho merecedor de varios Galardones: Diploma y  
medalla al mejor egresado 1982. FIA-ESPOCH. Riobamba. Miembro del equipo ganador –sec-  
ción la vegetación– del concurso “Competencia internacional de diseño Parque del Lago” 2012.  
(actual Parque Bicentenario). Premio otorgado por el Municipio del Distrito Metropolitano de  
Quito. Condecoración “Eugenio Espejo” en Ciencias Biológicas 2016, otorgada por el Munici-  
pio del Distrito Metropolitano de Quito. Miembro fundador de la Asociación Ecuatoriana de  
Historia Económica. Miembro fundador de la Sociedad Entomológica Ecuatoriana. Su dilatada  
experiencia profesional incluye una carrera como investigador, profesor universitario y en  
asistencia técnica internacional.  
Diego Pérez O., El Quiteño libre el más espectacular periódico de oposición de la República, Quito,  
Abya-Yala 1999, pp. 10-15.  
2
3
Misael Acosta Solís, Naturalistas y Viajeros Científicos que han contribuido al conocimiento Florístico  
y Fitogeográfico del Ecuador, Quito, Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1968, p. 28.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
372  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
En el presente estudio se revisa parte de la vida de Hall antes  
de su llegada al Ecuador y posteriormente las excursiones y trabajos  
científicos que desarrolló en el país y sus publicaciones en este  
campo. Finalmente se revisan las especies de plantas recolectadas y  
herborizadas por él y que se encuentran depositadas en su mayoría  
en los herbarios Kew en Londres, Inglaterra, Berlín en Alemania y  
Field en Chicago, Estados Unidos. Unas pocas especies de otros her-  
barios y especies citadas en publicaciones con pliegos de herbario  
perdidos también se revisan.  
Sus primeros años y sus estudios  
No se sabe con exactitud ni el lugar ni la fecha de nacimiento  
de Francis Hall, pero probablemente nació entre 1789 y 1791 en el  
pueblo de Addlestone, cerca de Chertsey, ubicado en el condado de  
Surrey al sudeste de Inglaterra y a unos 30 kilómetros al suroeste de  
4
Londres. Hall escribió desde Addlestone la dedicatoria de su libro  
Viajes en Francia en 1818” al reverendo William Stanley Goddard  
5
publicado en Londres en 1819, además era su lugar de residencia  
antes de su viaje a Sudamérica en 1820, viaje que no tuvo retorno; su  
esposa permaneció allí hasta enterarse de la muerte de Hall ocurrida  
6
7
en una insurrección en Quito el 19 de octubre de 1833.  
4
ACAD – A Cambridge Alumni Database https://venn.lib.cam.ac.uk/ (consultado el 19 de oc-  
tubre de 2022). Francis Hall se matriculó en “Trinity College” en la Universidad de Cambridge  
en 1807 junto con dos de sus mejores amigos de “Winchester College”, su colegio secundario;  
en la base de datos de exalumnos de la Universidad de Cambridge se puede encontrar la fecha  
de nacimiento de sus dos amigos, quienes completaron sus estudios: William Empson quien  
nació en 1891 y William Battie Wrightson nacido el 6 de octubre de 1789, sin embargo, no se  
encuentra la fecha de nacimiento de Hall quien abandonó los estudios en 1810.  
5
6
Francis Hall, Travels in France, in 1818, London, Printed for Longman, Hurst, Rees, Orme, &  
Brown, 1819, iii.  
Francis Hall, “Narrative of a journey to Payta on the coast of Peru,” Companion to the Botanical  
Magazine 1, 1835, pp. 78-79. En este artículo, publicado después de la muerte de Hall, el editor  
de la revista, el botánico William Jackson Hooker escribe al final del mismo, una reseña sobre  
el autor y su trágico asesinato, noticia que le fue comunicada en Londres primero por un colega  
de apellido Pentland, luego por una carta de W. Turner, en ese entonces ministro británico en  
Bogotá, Colombia, más tarde por William Jameson, médico y botánico amigo de Hall que  
desde Quito también le escribe una carta, así como por la viuda de Hall, quien le escribe una  
misiva desde Addlestone. Es por la carta de la viuda a Hooker, quien la transcribe parcialmente  
y es publicada, que se conoce el lugar de residencia de la familia y también de su larga sepa-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
373  
Carlos Ruales Estupiñán  
Goddard, a quien dedicó su libro sobre Francia desde Add-  
lestone, se desempeñó como rector del prestigioso “Winchester Co-  
llege” ubicado en Londres, cuando entre 1803 y 1807, Francis Hall  
cursó dicho colegio secundario; en esos cinco años consecutivos Hall  
obtuvo la medalla Príncipe de Gales en poesía, otorgada por el cole-  
gio. En 1807 se matriculó en “Trinity College”, adscrito a la Universi-  
dad de Cambridge en Londres, iniciando allí sus estudios univer-  
sitarios, sin embargo, el 15 de junio de 1810 tiene que abandonar la  
8
universidad debido a que es llamado para enrolarse en el ejército.  
Participación en la guerra contra Francia en Portugal y España  
A fines de enero de 1811 se embarca en Plymouth como  
miembro del decimocuarto regimiento de dragones ligeros del ejér-  
cito inglés con el grado de corneta, viaja inmediatamente a Portugal  
para participar en la guerra contra Bonaparte. En su servicio penin-  
sular participó activamente, su participación más destacada fue en  
la batalla de Fuentes de Oñoro (España) entre el 3 y el 5 de mayo de  
1
811; además participó en numerosas escaramuzas y asignaciones,  
sin embargo, el 25 de septiembre de 1811 en un combate en Carpio  
de Azaba, muy cerca de ciudad Rodrigo en España, Hall fue herido  
en una pierna, hecho que no quiso aceptar y como lo dejó escrito en  
9
sus “Recuerdos en Portugal y España publicados cien años después.  
Después de haber sido herido, se le relevó de sus responsabilidades  
militares hasta que logre su cura, por lo que fue trasladado al hospi-  
ración desde 1820. “El coronel Hall renunció a Inglaterra por Sudamérica en 1820, y catorce años de  
separación, con un rayo de esperanza, ¡han terminado en duelo para siempre!” De acuerdo con Hooker  
en su nota, Pentland y Turner le comunicaron respectivamente que la muerte de Hall ocurrió  
durante una “insurrección en Quito” y “revolución de Quito”; Jameson por su parte, le escribió  
que “…la revolución se inició en Guayaquil, en octubre de 1833.”  
Pérez Pimentel, Rodolfo, Diccionario Biográfico del Ecuador, Guayaquil. https://rodolfoperez-  
pimentel.com/hall-francisco-2/ (Visitado 19 de octubre de 2022). Hall fue asesinado el 19 de  
octubre de 1833.  
7
8
9
Anonymous E. G. H., “Peninsular Recollections 1811-12. A note on Colonel Francis Hall,” Jour-  
nal of the Royal United Services Institution, 56, no. 416, October 1912, 1389.  
Francis Hall, “Recollections in Portugal and Spain during 1811 and 1812.” Journal of the Royal  
United Services Institution, 56 no. 416 (October 1912): 1391-1408. Ver en: https://archive.org/de-  
tails/sim_rusi-journal_1912-10_56_416  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
374  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
tal militar de Celorico da Beira, sobre el valle de Mondego en Portu-  
gal, donde permaneció dos meses en el invierno entre 1811 y 1812.  
Para febrero de 1812 vuelve a ser reintegrado a su regimiento, sin  
embargo, aparentemente, la herida no sana y en abril del mismo año  
abandona nuevamente el regimiento para probar los efectos benefi-  
ciosos de los baños termales de Caldas (Portugal), lamentablemente  
todo fue en vano y no se logró su alta médica, de todos modos Hall  
aprovecha su estancia en Portugal para conocer los pueblos del oeste  
como Mafra y Sintra en su retorno a Lisboa, finalmente en invierno  
de 1812 es dado de baja y con el grado de teniente, regresa a Ingla-  
10  
terra donde permanecerá los siguientes tres años.  
Viajes por Canadá y Estados Unidos  
En octubre de 1815, Francis Hall es designado secretario mi-  
litar del mayor general John Wilson quien ocupó la Comandancia  
civil y militar del Distrito Este (Ceylán) hasta ese año, habiendo sido  
nombrado para un nuevo cargo como administrador en jefe y co-  
mandante de las Fuerzas en Bajo Canadá. Wilson decide llevar a su  
11  
secretario en el viaje a Norteamérica, al otro lado del Atlántico.  
Todo el recorrido y los pormenores del viaje a Canadá y Estados Uni-  
dos fueron publicados por Hall en un libro editado primero en Lon-  
dres y con una reimpresión en Boston. Se trata de un compendio de  
relatos de viaje y tres apéndices, desde cuando zarpa de Liverpool  
el 20 de enero de 1816 hasta su regreso el 30 de marzo de1817. El  
libro fue dedicado a tres de sus amigos de Winchester College: Wi-  
lliam Battie Wrightson, William Empson y Robert Monsey Rolfe.  
Aunque Hall visitó numerosos pueblos y ciudades entre los dos paí-  
ses, se puede resumir así su extenso libro:  
1
0 Ibídem, p. 1389 y Francis Hall, “Recollections in Portugal and Spain during 1811 and 1812,”  
Journal of the Royal United Services Institution, 56 no. 416, October 1912, p.1392; 56 no. 417,  
November 1912, p. 1539; 56 no.418, December 1912, pp. 1735-1736, 1739; 57 no. 428, October  
1
913, pp. 1319, 1324, 1325, 1331, 1334. Hall escribió diez capítulos sobre sus vivencias en Por-  
tugal y España los cuales fueron publicados en el Journal of the Royal United Services Institution  
entre 1912 y 1913.  
11 Anonymous E. G. H., “Peninsular Recollections”, p. 1389.  
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Carlos Ruales Estupiñán  
Llegó a la ciudad de Nueva York en marzo de 1816, viajó a  
Montreal y Quebec, pasando por Albany y Buffalo; en Canadá visitó  
localidades y pueblos al norte y este de Quebec por varios meses, a  
su retorno a Estados Unidos desde Canadá y pasando por Kingston,  
visitó las cataratas del Niagara. Llegó a Filadelfia en noviembre del  
mismo año, luego viajó a Baltimore y Washington en diciembre, tam-  
bién visitó Monticello donde conoció y se entrevistó con Thomas Jef-  
ferson, quien ya había cumplido 73 años. En enero de 1817 viajó a  
Richmond (Virginia) y luego a Charleston (Carolina del Sur) desde  
donde zarpó de regreso a su país el 22 de febrero de 1817, habiendo  
arribado el 30 de marzo, por lo que su viaje tuvo una duración de  
12  
algo más de 14 meses desde su salida.  
Recorridos por Francia  
En el año 1818, Hall realizó un nuevo viaje a Francia en  
donde visitó algunas ciudades. Es un extenso libro de 434 páginas  
que fue publicado en Londres y que dedicó a William Stanley God-  
dard, ex rector de Winchester College, este contiene 14 capítulos; en  
los once primeros relata los viajes y sus visitas a las siguientes ciu-  
dades: Calais donde inicia el viaje, luego avanza a Ruan y después a  
París, ciudad a la que dedica la mayoría de las páginas del libro, vi-  
sita Versalles y luego se dirige a Mortagne-au-Perche y al monasterio  
de La Trappe para avanzar a Le Mans y Tours, Poitiers, Saintes, Bur-  
deos, llegando hasta Tolosa en el sur de Francia para retornar a París.  
En dos de los tres últimos capítulos describe tanto el carácter de la  
gente como al gobierno de Francia y en uno trata exclusivamente  
sobre Napoleón Bonaparte.13  
En una carta escrita por la viuda de Francis Hall al botánico  
William J. Hooker y publicada por este en 1835, le comenta sobre  
sobre las colecciones de plantas hechas por su marido en Francia.  
1
2 Francis Hall, Travels in Canada, and the United States, in 1816 and 1817, London: Longman,  
Hurst, Rees, Orme, and Brown,1818, pp. 1-431. Boston: Re-published from the London Edi-  
tion by Wells and Lily, 1819, pp. 1-332. London: Longman, Hurst, Rees, Orme, and Brown,  
2d ed., 1819. pp. 1-421. Se encuentra dos ediciones de Londres de 1818 y 1819 y una de Bos-  
ton de 1818.  
3 Hall, Travels in France, pp. 1-434.  
1
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
(
…) Presumo que Ud. conoce que él publicó ‘Viajes en Canadá y Esta-  
dos Unidos’ en 1916 y 1917 y ‘Viajes en Francia’ el siguiente año. De  
este último país él trajo muchas plantas de las más resistentes, (aunque  
la mayoría, si no todas, ya se conocían en este país), muchas de las cua-  
les ahora florecen en este vecindario. Aunque él no estudió la ciencia  
de la botánica, parecía estar muy familiarizado con esta cuando visitó  
14  
esas regiones repletas de lo grandioso, hermoso y magnificente.  
Francis Hall en Sudamérica  
En el año 1820 Francis Hall arribó a Colombia como inte-  
grante de la Legión irlandesa liderada por el general John Devereux.  
Muchos de los integrantes de dicha legión eran mercenarios, vetera-  
nos de las guerras napoleónicas e inclusive clientes frecuentes de ta-  
bernas de los puertos ingleses y escoceses, sin ninguna preparación  
15  
militar. Hall, con su experiencia militar en España y Portugal, sus  
viajes a Canadá, Estados Unidos y Francia, sus relaciones con gran-  
des luchadores por la libertad como Thomas Jefferson o el duque de  
Wellington y sobre todo bajo la influencia de Jeremy Bentham, cuyo  
círculo frecuentaba, y quien fue uno de los grandes reformadores so-  
ciales del siglo XIX, reconocido teórico de la economía, filósofo po-  
lítico y del derecho y sobre todo promotor del utilitarismo (la bús-  
16  
queda de la mayor felicidad para la mayor cantidad de personas),  
decide participar como militar en la lucha de liberación de Colombia  
e integrarse al ejército de Simón Bolívar. Bentham, quien conoció y  
trató personalmente con Bolívar en Londres, posteriormente man-  
tuvo correspondencia con él. Extracto de una carta de Jeremy Bent-  
ham a Bolívar, 24 de diciembre de 1820.  
Señor:  
Tengo ante mí una carta fechada en Barranquilla en agosto de 1820, del  
señor Francis Hall (coronel de sus fuerzas, veo que lo llaman en nues-  
14 Hall, “Narrative,” p. 79.  
1
5 Edmundo Murray, “John Devereux (1778-1854), army officer and recruiter for the Irish Le-  
gion in Simón Bolívar’s army,” Irish Migration Studies in Latin America 4, no. 2, (March 2006),  
pp. 93-94.  
1
6 José L. Tasset, “La ética utilitarista de Jeremy Bentham: del ser al deber ser,” Télos. Revista  
Iberoamericana de Estudios Utilitaristas, 24, nos. 1-2, 2021, pp. 1-2.  
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Carlos Ruales Estupiñán  
tros periódicos), del que recibo la grata noticia de la amable recepción  
que tuvo usted a bien ofrecerle, y la lisonjera declaración de que él creía  
que en cierta forma la debía a la carta con la que me tomé la libertad  
de molestarle. (…).17  
En otra carta escrita en el año 1830 por Bentham al almirante  
1
8
ruso Nikolay Mordvinov, afirma haber tenido por cierto tiempo,  
intercambio de correspondencia con Bolívar, también le informa de  
su desengaño al ver convertido al libertador en un tirano y afirma  
haberle enviado una carta recomendándole al teniente Hall a quien  
Bolívar, señala, le ascendió al grado de coronel.  
Extracto de la carta de Bentham al Almirante Mordvinoff.  
Enero, 1830.  
Plaza de la Reina  
Westminster, Londres  
MI QUERIDO ALMIRANTE, Estoy vivo; aunque cumplí ochenta y dos  
años, todavía con buena salud y ánimo, codificando como cualquier  
dragón. (…)  
(…) Pero, en los últimos tiempos, Bolívar, como es natural en el hom-  
bre, y aún, en mayor o menor grado, inevitable, ha sido corrompido  
por el poder: y habiendo merecido por tantos años –muy bien mere-  
cido– su asumido título de Libertador - se ha convertido ahora (¡ay!) en  
el tirano de su país. En un momento, él y yo intercambiamos algo de  
correspondencia; y, como consecuencia de una recomendación mía,  
había ascendido a coronel a un hombre talentoso de apellido Hall, un  
19  
inglés, que había sido teniente al servicio de Inglaterra. (…).  
Tomando en cuenta las cartas anteriores escritas por Bent-  
ham, más la escrita por Hall a Bentham desde Bogotá con fecha 17  
de octubre de 1822 y que se transcribe a continuación y también su-  
17 Pedro Schwartz y Carlos Rodríguez Braun, “Las Relaciones Entre Jeremías Bentham y S. Bo-  
lívar,” Télos. Revista Iberoamericana de Estudios Utilitaristas 1, no.3, 1992, p. 53.  
18 Sergei R. Grinevetsky et. al. The Black Sea Encyclopedia. Berlin Heidelberg: Springer-Verlag,  
1915, pp. 534-535. El almirante conde Nikolay Semyonovich Mordvinov (Bentham escribe  
Mordvinoff) (1754-1845). Fue un político y marino ruso, en 1802 ocupó por primera vez el  
cargo de ministro de marina del imperio ruso.  
9 John Bowring (ed.), The Works of Jeremy Bentham, Volume 11. New York: Rusell & Rusell Inc.  
1
1962, p. 33.  
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
mando una posterior escrita desde Maracaibo el 17 de febrero de  
1
824 que se incluirá más adelante, pero considerando además otra  
carta escrita a su amigo William Empson desde Caracas el julio de  
822, que también se incluye, podremos configurar un cronograma  
de las actividades de Francis Hall en la República de Colombia entre  
820 y 1824.  
1
1
Carta del coronel Francis Hall a Jeremy Bentham.  
Bogotá, 17 de octubre de 1822  
Mi estimado señor:  
Cuando llegué aquí hace unas tres semanas, tuve el gran placer de re-  
cibir una carta y un paquete suyos, a través del Sr. Gual, el secretario  
de Asuntos Exteriores. El interés que tiene Ud. dispensar a mi destino  
anima tanto a mi egolatría como para suministrarle una breve reseña  
de la carrera que he realizado en este país, tras permanecer algunos  
meses en Barranquilla, cerca de la desembocadura del Magdalena,  
donde desembarqué por primera vez con el general Devereux, me in-  
corporé en la expedición contra Santa Marta y, después de la captura  
de esta plaza,20 viajé hacia el interior del país para unirme a Bolívar en  
Variñas (Barinas), antes de la campaña de 1821. Bolívar me recibió muy  
bien y me designó jefe del Departamento Topográfico del Estado Mayor  
21  
del Ejército. Tras la batalla de Carabobo fui a Caracas con la misión de  
reconocer esa parte del país. Durante mi estancia en Caracas concebí el  
plan de montar un periódico en español e inglés; con el doble objetivo  
de crear una inclinación hacia la discusión libre y de difundir informa-  
ciones precisas sobre el estado del país en América, las colonias, el país  
y podía decir, todo el mundo. Tuve la satisfacción de alcanzar en toda  
medida dichos propósitos y el “Anglo-colombiano” estaba dando indi-  
cios de afirmarse honorablemente tanto en el país como en el extranjero,  
cuando recibí la orden de acudir a la sede del gobierno (…).  
En acatamiento a la mencionada orden llegué aquí, hace algunas se-  
manas y actualmente estoy a punto de unirme a las fuerzas destinadas  
a actuar contra Maracaybo (…)22 En Europa podrá parecer extraño que  
los españoles derrotados como estaban y encerrados en la fortaleza de  
2
2
2
0 Hall se refiere a la batalla de Ciénega, que se dio el 10 de noviembre de 1820 cerca del pueblo  
de San Juan Bautista de la Ciénega ubicado a 35 km. de Santa Marta.  
1 La batalla de Carabobo tuvo lugar el 24 de junio de 1821 cerca de la ciudad de Valencia en  
Venezuela.  
2 En Maracaibo se dio una batalla naval el 24 de julio de 1823 entre las escuadras de la Repú-  
blica de Colombia y la del Reino de España.  
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Carlos Ruales Estupiñán  
Puerto Cabello, hayan podido dominar una de las plazas más impor-  
tantes de la costa y comprometer la tranquilidad de todo el país. Para  
explicar esto debe tenerse en cuenta que el ejército de la república, ne-  
cesariamente pequeño, fue debilitado tras la acción de Carabobo por  
la expedición a Quito, y el remanente fue dispersado a lo largo de una  
gran extensión de la costa, y en cualquier punto de esta los españoles,  
controlando el mar, podían atacar con relativa superioridad, y cambiar  
el teatro de sus operaciones con pocos riesgos o pérdidas. Por otra  
parte, el estado de la opinión es tal que cada éxito parcial les procurará,  
con toda certeza, adeptos entre los nativos, que son fácilmente influidos  
tanto por sus propios prejuicios como por las artimañas de los curas,  
que casi siempre son realistas. En tales circunstancias una chispa en-  
cendida en una provincia distante se convierte rápidamente en llama  
antes de que puedan conseguirse los medios para apagarla, de tal  
forma que el resultado final de una empresa muy frecuentemente se  
halla en extrema desproporción con sus inicios. La energía, el espíritu  
público y la fortaleza de carácter individual todavía son lamentable-  
mente escasos en todas las clases: la masa del pueblo es ignorante, tí-  
mida y supersticiosa, y sus jefes raramente constituyen una excepción  
de la regla general. La captura de Maracaybo es directa e incidental-  
mente una gran pérdida para el gobierno. Pérdida de ingresos en lo in-  
mediato. Pérdida por los gastos necesarios para reconquistar la plaza.  
Pérdida de la confianza popular y consiguiente animación de los re-  
alistas, y pérdida de tranquilidad pública. Pérdida del trabajo que se  
retira del comercio y la agricultura. Pérdida de crédito en el exterior.  
Conectada con el último punto está la desgracia de los préstamos frau-  
dulentos del señor Zea, toda cuya ilusión habrá sido abierta a la luz  
pública cuando Ud. Reciba esta carta. Él no tenía poder, salvo que se  
lo inventase, para solicitar préstamos, y el gobierno aquí no tenía no-  
ción del modo en que los estaba comprometiendo. El ministro de asun-  
tos exteriores, Sr. Gual, ha escrito un memorial justificativo que llegará,  
pienso, a Inglaterra.  
No creo que Ud. pueda esperar, mi estimado señor, que el gobierno,  
con las manos tan ocupadas como las tiene en este momento, pueda  
estar bien dispuesto a prestar mucha atención a sus excelentes planes  
de reforma carcelaria. De hecho, tiene mucho que reformar antes de  
que lleguen a las prisiones. Escuelas, iglesias, tribunales de justicia, el  
mismo Senado, todos requieren la /misma/sana medicina que, la-  
mento decir, probablemente sea administrada por algún tiempo de  
forma lenta y parcial. Pueden encontrarse algunos pocos hombres ilus-  
trados, escasos nombres in gurgite vasto (en el ancho mar) pero el Fi-  
lántropo o Filósofo, obtendrá poca satisfacción ante una contemplación  
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
general del carácter nacional. Podemos disculpar sus defectos, pero  
hay que admitir que son numerosos. Solo Dios sabe cómo han adelan-  
tado tanto.  
Hace algún tiempo escribí una carta al Sr. Gual sobre el tema de la emi-  
gración, en la que le formulé algunos interrogantes para aquellos de  
nuestros compatriotas que están dirigiendo sus pensamientos hacia  
este hemisferio. Me han prometido darme las respuestas, pero aún no  
las he recibido, cuando lo haga procuraré exponer la cuestión ante el  
público inglés.  
23  
Siempre agradecido y sinceramente suyo.  
En julio de 1822, meses antes de enviar la misiva a Bentham  
desde Bogotá, Hall escribe una carta a William Empson, su amigo y  
excompañero en Winchester College comunicándole de una prohibi-  
ción que le impone el gobierno de continuar con la publicación en  
Caracas del periódico denominado el Anglo-colombiano del cual era  
su editor, además le informa de su partida a Bogotá. También le alerta  
de una represión velada de un cuerpo policial creado por el gobierno.  
Finalmente le comunica los días de duración de un viaje Caracas–Bo-  
gotá y otro Bogotá–Quito que en ambos casos señala, es de 40 días.  
Carta del coronel Francis Hall a William Empson  
Caracas, 10 de julio de 1822  
Mutabilia sunt omnia (cambiar es de todos), mi querido Empson, y en  
este país Mutabilissima. Parto mañana hacia Santa Fe de Bogotá, en  
cumplimiento de una orden del gobierno, al que no agrada la prensa  
libre. Ésta es, lo sé, la verdadera causa de mi viaje. La ostensible es la  
labor de mi departamento. Tengo, sin embargo, en este asunto, más  
razón de la usual para estar satisfecho con mi propia conducta. El ejem-  
plo de un periódico libre ha generado una vocación para la investiga-  
ción valiente que sólo podrá ser apaciguada con sangre. Una sociedad  
con los caraqueños más respetables e ilustrados ha sido constituida  
para proseguir con el “Anglo-colombiano” Han comprado una nueva  
impresora inglesa y la administración, por su ahínco en derribar a un  
editor, ha hecho surgir cincuenta. Este gobierno está inclinándose rá-  
pidamente hacia el despotismo, quizá más por ignorancia y malas cos-  
2
3 Catherine Fuller (ed.), The correspondence of Jeremy Bentham, Volume 11. January 1822 to June  
824. Clarendon Press; 1st Edition, 2000, pp. 166-168. Letter 2932. También en: Schwartz y  
Rodríguez, “Las Relaciones,” pp. 45-68.  
1
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Carlos Ruales Estupiñán  
tumbres que por designio. Todos son investidos de poderes extraordi-  
narios porque desean obtener la capacidad de gestión necesaria como  
para llevar el timón con poderes constitucionales. El Ejecutivo puede  
ser representado preguntándole permanentemente al Legislativo:  
¿Qué deberíamos hacer en este caso?”, mientras que el Legislativo,  
por pura incapacidad de suministrar una respuesta mejor, contesta:  
¿Hacer? Haced lo que os plazca”. La desgracia es que cuando llegan  
a hacer lo que les place jamás les place lo correcto o razonable. Están  
aterrados ante su propia impotencia, y destrozan la libertad del país  
por su mera falta de entendimiento. Aprecian los nombres rimbom-  
bantes y han instituido un sistema de Alta Policía peor que diez Inqui-  
siciones; sin embargo, no lo hacen público, por temor y por vergüenza.  
De esta forma, el pueblo se halla sujeto a una de las leyes más terribles  
que país alguno haya tenido jamás, pero sin posibilidad de conocer sus  
estipulaciones, pues se teme tanto publicarla como entregar una copia  
de la magistratura que debería hacerla cumplir. La guerra en Coro ha  
sido conducida admirablemente mal, pero sus consecuencias finales  
no pueden ser graves: en realidad no tenemos más enemigo que noso-  
tros mismos. Personalmente, no lamento mucho este viaje, porque me  
brinda la oportunidad de visitar la parte más bonita de las Cordilleras,  
y quizá de llegar a Quito, que se halla hoy en nuestro poder desde la  
derrota de los españoles en Curiaco.24  
No dejaré de escribir, pero, merced a las bendiciones de nuestra Alta  
Policía, es dudoso que le lleguen mis cartas. El viaje durará unos 40  
días. Eso es casi tanto como si uno regresase a Europa. Hasta Quito son  
4
0 días más, con lo cual, en lo que a comunicación con Europa se re-  
25  
fiere, tanto da estar allí o en China.  
Con fecha 5 de febrero de 1824 se encuentra una última carta  
escrita por Hall a Bentham desde Maracaibo, esta carta aparece como  
dedicatoria del libro que publicó en Londres en 1824 (154 páginas),  
2
6
en la reimpresión de Filadelfia en 1825 (148 páginas) y en la se-  
2
4 Batalla de Curiacó, más conocida como batalla de Bomboná, se dio el 7 de abril de 1822 cerca  
de Pasto entre las tropas realistas y las de Bolívar. Nótese que Hall no menciona en esta carta  
la batalla de Pichincha en la cual no participó; es de suponer que aún no llegaba la noticia a  
Caracas.  
2
5 Schwartz y Rodríguez, “Las Relaciones,” pp. 57-58. De acuerdo con los autores, cuya traduc-  
ción se les debe atribuir, esta carta del archivo Bentham (U.C. 11351 XII) es una copia que  
Bentham encargó hacer a su amanuense Colls de la carta original de Hall a Empson.  
6 Francis Hall, Colombia: Its Present State, in Respect of Climate, Soil, Productions, Population, Go-  
vernment, Commerce, Revenue, Manufactures, Arts, Literature, Manners, Education, and Induce-  
2
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
gunda edición de 1827 (179 páginas) que incluye información eco-  
nómica; el título de esta edición publicada en Londres por el coronel  
Francis Hall: “Hidrógrafo al servicio de Colombia”, resume su conte-  
nido:  
Colombia: Su estado actual respecto al clima, suelo, producción, po-  
blación, gobierno, comercio, ingresos, manufacturas, artes, literatura,  
maneras, educación e incentivos para emigrar, con un mapa original e  
itinerarios, parte de investigaciones españolas y parte de observaciones  
actuales. Segunda edición con tarifas y aranceles de importación y ex-  
portación.27  
En el libro se encuentra información sobre las actuales Co-  
lombia y Venezuela, muy poco sobre Ecuador. Extracto de la carta  
de Francis Hall a Jeremy Bentham dedicándole su libro sobre Co-  
lombia:  
Maracaibo 5 de febrero de 1824.  
Mi estimado señor: Me tomo la libertad de dedicar las páginas que si-  
guen a usted, porque estoy convencido que nadie hay con mayor con-  
ciencia de los males de una población excesiva y de unas instituciones  
sociales defectuosas, o que espere con mayor satisfacción ver en el  
Nuevo Mundo aquellas formas mejoradas de vida política que casi po-  
28  
demos perder toda esperanza de contemplar en el Viejo. (…)  
Francis Hall en Colombia (1820–1824)  
Tomando como referencia el intercambio de correspondencia  
publicado, se pueden organizar los hechos y relatos en orden crono-  
lógico, intentando así hacer una reconstrucción de la vida de Hall en  
ments to Emigration: With an Original Map, and Itineraries, Partly from Spanish Surveys, Partly  
from Actual Observations, London: Printed for Baldwin, Cradock, and Joy, 1824; Philadelphia:  
A. Small, E. Parker, E. Littell, and Marot & Walter, 1825.  
7 Francis Hall, Colombia: Its Present State, in Respect of Climate, Soil, Productions, Population, Go-  
vernment, Commerce, Revenue, Manufactures, Arts, Literature, Manners, Education, and Induce-  
ments to Emigration: With an Original Map, and Itineraries, Partly from Spanish Surveys, Partly  
from Actual Observations. Second Edition with the Tariff of the Duties of Exports and Imports, Lon-  
don: Printed for Baldwin, Cradock, and Joy, 1827. La segunda edición se complementa con  
información de tarifas y aranceles.  
2
28 Fuller (ed.), The correspondence, pp. 345-347. Letter 3045.  
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Carlos Ruales Estupiñán  
Colombia entre los años 1820 y 1824, un personaje multifacético ya  
sea como militar, periodista, ideólogo y analista, llegando inclusive  
a escribir sobre aspectos geográficos climáticos y sobre la situación  
general del país.  
Se debe tener en cuenta la situación política de ese período  
de la entonces República de Colombia, que fue creada como estado  
en el Congreso de Angostura de 1819 y ratificada en 1821 en Cúcuta,  
para ese entonces formaban parte de dicha república, las actuales  
Colombia y Venezuela; Quito se integró en 1822. Su capital era Santa  
Fe de Bogotá. Aunque Hall y sus contemporáneos se refieren a “Co-  
lombia”, es mejor denominarla la “Gran Colombia” para evitar con-  
29  
fusiones.  
Entre 1820 y comienzos de 1824, Hall recorrió y reconoció  
parte de la actual Colombia, aunque no más al sur de Bogotá. Cono-  
ció mucho mejor la actual Venezuela al haber residido en Caracas.  
1820. A mediados de 1820: El teniente Francis Hall arriba a  
Barranquilla, forma parte de un grupo comandado por el general ir-  
landés John Devereux, son recibidos por Simón Bolívar. Hall entrega  
una carta de recomendación a Bolívar escrita por Jeremy Bentham y  
de acuerdo con este último, es integrado al ejército patriota y ascen-  
dido al grado de coronel por Bolívar. En agosto de 1820: Escribe a Je-  
remy Bentham desde dicha ciudad.  
Noviembre 10: Participa en la batalla de Ciénega contra el  
ejército realista que es derrotado y desalojado de Santa Marta.  
1821. En los primeros meses de 1821viaja a Barinas donde se  
reúne nuevamente con Simón Bolívar quien le nombra jefe del De-  
partamento Topográfico del Estado Mayor del Ejército. En junio 24  
participa en la batalla de Carabobo que se dio cerca de la ciudad de  
Valencia donde el ejército patriota comandado por Simón Bolívar se  
enfrentó y derrotó al ejército realista. En la segunda mitad de 1821  
se establece en Caracas y probablemente recorre parte de Venezuela.  
1822. En los primeros meses de 1822 Hall se encuentra esta-  
blecido en Caracas, se desempeña como editor del periódico El  
2
9 David Bushnell, The Independence of Spanish South America. In: The Cambridge History of Latin  
America, edited by Leslie Bethell, 3, Cambridge: Cambridge University Press, 1985, pp. 95–156.  
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
Anglo-colombiano. Julio 10, escribe desde Caracas a William Empson,  
su amigo y excompañero en Winchester College, le informa sobre el  
periódico el Anglo-colombiano, su creación, su trabajo como editor, su  
cierre por discrepancias ideológicas y su llamado a Bogotá. Le co-  
menta sobre la liberación de Quito por la derrota a los realistas en  
Curiacó cerca de Pasto (probablemente por la distancia, no se había  
enterado aún de la batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1822.) En  
octubre 17 escribe a Bentham, desde Bogotá, una reseña de sus acti-  
vidades desde su llegada a Barranquilla hasta su estadía, en esos  
días, en la capital de la Gran Colombia y su inminente viaje a Mara-  
caibo, también le informa sobre el periódico caraqueño y su clau-  
sura.  
1823. En los primeros meses de este año, aparentemente, es-  
tuvo estacionado en Bogotá hasta la campaña de Maracaibo en julio.  
Es probable que haya hecho diversos recorridos en esa región para  
obtener datos que publicó en 1824. En julio 24, probablemente par-  
ticipó en la campaña mencionada. A juzgar por la carta a Bentham,  
desde Maracaibo, en febrero siguiente se queda acantonado en dicha  
ciudad, probablemente recorre los alrededores para tener más infor-  
mación para su libro.  
1824. El 5 de febrero escribe desde Maracaibo una carta a Je-  
remy Bentham dedicándole un libro en el que analiza la situación de  
Colombia en ese momento. El libro, fue publicado en Londres ese año.  
La Gran Colombia unida desde la perspectiva geográfica-climática:  
una propuesta visionaria de Francis Hall  
La unidad de la Gran Colombia promovida por Bolívar no  
sobrevivió a su muerte, los nuevos países Venezuela, Colombia (que  
incluía el Istmo de Panamá) y Ecuador se desmembraron e indepen-  
dizaron, sin embargo, más de un patriota compartió ese sentimiento  
de unidad, incluido Francis Hall, quien desarrolla una propuesta vi-  
sionaria e innovadora, respaldada por su título de “Hidrógrafo al ser-  
3
0
vicio de Colombia : La unidad de la Gran Colombia con la ciencia  
30 Francis Hall, Colombia: Its Present State, in Respect of Climate, Soil, Productions, Population, Go-  
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como fundamento y en particular desde la perspectiva geográfica-  
climática.  
Su estudio fue enviado por el profesor William Jameson  
desde Quito al botánico William Jackson Hooker en Londres, quien  
a su vez solicitó su publicación en The London and Edinburgh Philo-  
sophical Magazine and Journal of Science, finalmente salió a la luz en el  
año 1838, bajo el título (aquí traducido al español) “Observaciones me-  
teorológicas hechas durante una estadía en Colombia entre los años 1820 y  
31  
1
830”, en este artículo Hall propone dividir a la Gran Colombia en  
cinco zonas altitudinales, considerando además los rangos de tem-  
peratura e incluye como ejemplos representativos de cada zona, a  
diversas localidades y ciudades de toda la nación.  
Las cinco zonas climáticas propuestas y las localidades re-  
presentativas de la Gran Colombia incluidas por Hall se presentan a  
pie de página. Las unidades reportadas en pies y usadas para medir  
la altitud se han convertido a metros, los grados Fahrenheit de tem-  
peratura se convirtieron a Celsius. De no indicarse lo contrario las  
mediciones fueron tomadas por Hall. Junto a las ciudades o locali-  
dades se incluye entre paréntesis una abreviación del país donde se  
ubican en la actualidad, Venezuela (VEN), Colombia (COL), Panamá  
(
PAN) y Ecuador (ECU).32  
vernment, Commerce, Revenue, Manufactures, Arts, Literature, Manners, Education, and Induce-  
ments to Emigration: With an Original Map, and Itineraries, Partly from Spanish Surveys, Partly  
from Actual Observations. Second Edition with the Tariff of the Duties of Exports and Imports, Lon-  
don: Printed for Baldwin, Cradock, and Joy, 1827. La segunda edición se complementa con  
información de tarifas y aranceles.  
1 Francis Hall, “Meteorological Observations Made during a residence in Colombia between  
the Years 1820 and 1830,” The London and Edinburgh Philosophical Magazine and Journal of  
3
Science 12, no. 73, 1838, pp. 148-157.  
2 1. A nivel o cerca del nivel del mar: Cumaná VEN (Altitud: 0 pies/m., temperatura: 81 °F /  
3
2
7.2 °C, dato tomado de Humboldt), La Guayra VEN (Alt.: 0 pies/m., temp.: 82.6 °F / 28.1  
°C, dato tomado de Humboldt), Maracaibo VEN (Alt. 0 pies/m., temp.: 84.63 °F / 29.2 °C),  
Riohacha COL (Alt.: 0 pies/m., temp.: 82.65 °F / 28.1 °C), Santa Marta COL (Alt.: 0 pies/m.,  
temp.: 82.28 °F / 27.9 °C), Barranquilla COL (Alt.: 0 pies/m., temp.: 82.21 °F / 27.8 °C), Pa-  
namá PAN (Alt.: 0 pies/m., temp.: 81.14 °F / 27.3 °C), Esmeraldas ECU (Alt.: 0 pies/m.,  
temp.: 79.65 °F / 26.4 °C), Guayaquil ECU (Alt.: 0 pies/m., temp.: 77.26 °F / 25.1 °C).  
2. Pequeñas montañas o elevaciones entre 500 y 1500 pies (150 – 460 m.): Valles del Orinoco  
VEN (Alt.: 500 pies/152 m., temp.: 78.2 °F / 25.6 °C), valles del Magdalena COL (Alt.: 650  
pies/200 m., temp.: 83 °F / 28 °C), planicies de Venezuela VEN (Alt.: 522 pies/160 m., temp.:  
8
4.7 °F / 29.2 °C), San Carlos VEN (Alt.: 522 pies/160 m., temp.: 81.15 °F / 27.3 °C), Canigue  
(selvas del Pacífico hacia Esmeraldas) ECU (Alt.: 600 pies/183 m., temp.: 76.78 °F / 24.8 °C).  
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
El excursionista y botánico aficionado  
En los archivos de la biblioteca del herbario Kew, en Londres,  
se encuentran dos volúmenes encuadernados que contienen infor-  
mes e ilustraciones y están etiquetados como “Ecuador, Plants  
&c and Excursions near Quito”. Se trata de manuscritos y reportes de  
viaje de Francis Hall y que formaban parte de la biblioteca de Wi-  
lliam Jackson Hooker, quien se desempeñó como director del herba-  
rio a partir de 1841. Entre los documentos se encuentra una carta  
dirigida por Hall a Hooker comunicándole el envío de plantas y de  
dos artículos para la Revista Botánica. Existen también bocetos de vol-  
33  
canes, sitios arqueológicos, insectos, aves y plantas.  
Las plantas ofrecidas a Hooker por Hall fueron finalmente  
enviadas por William Jameson desde Quito en agosto de 1833 y re-  
cibidas por el botánico en Londres como se confirma en el siguiente  
intercambio epistolar.  
Extractos de una carta de Jameson a Hooker, 18 de febrero  
de 1835  
Ya son más de dieciocho meses desde la última vez que tuve el placer  
de saber de Ud., no he podido escribirle durante ese período porque  
toda comunicación con esta parte del país fue cortada como consecuen-  
cia de la revolución que estalló en Guayaquil en octubre de 1833. Sin  
embargo, creo que ahora estaremos tranquilos por algún tiempo. (…)  
(…) Mi pobre amigo Hall fue víctima del primer estallido de la revolu-  
3
1
7
. Las vertientes de las cordilleras de 2000 a 7000 pies (600 a 2100 m.): Valencia VEN (Alt.:  
527 pies/465 m., temp.: 78.25 °F / 25.7 °C), Caracas VEN (Alt.: 2903 pies/885 m., temp.:  
1.68 °F / 22 °C), Popayán COL (Alt.: 5823 pies/1775 m., temp.: 65.40 °F / 18.5 °C), Loja ECU  
(Alt.: 6782 pies/m., temp.: 66.6 °F / 19.2 °C).  
4. Los altiplanos de 8000 a 10000 pies (2400 a 3000 m.): Bogotá COL (Alt.: 8694 pies/2650 m.,  
temp.: 60.49 °F / 15.8 °C), Quito ECU (Alt.: 9514 pies/2900m., temp.: 60.47 °F / 15.8 °C), Ca-  
yambe ECU (Alt.: 9724 pies/2960 m., temp.: 57.25 °F / 14 °C).  
5. Los páramos, desde 11000 pies (3350 m.) hasta las nieves perpetuas: Hacienda de Antisana  
ECU (Alt.: 14520 pies/4425 m., temp.: 38.58 °F / 3.6 °C), páramos de Cayambe ECU, el Altar  
ECU, Pichincha ECU y páramo de Santa Marta COL (Alt.: Entre 12457 y 15727 pies/entre  
3
797 y 4793 m., temp.: 39.16 °F / 4 °C).  
3
3 Kat Harrington, “Francis Hall in South America,” (23 February 2018). Ver en: https://www.  
kew.org/read-and-watch/francis-hall-in-south-america (visitado 18 de octubre de 2022).  
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ción; y no puede imaginar lo sensible que me puse por su pérdida, al  
ser él la única persona en esta parte del mundo con quién formé un  
verdadero apego. Como un hombre de altos conocimientos científicos,  
habría sido de gran ayuda para usted. En agosto de 1833, le envié una  
colección considerable de plantas, recolectadas exclusivamente por él,  
con el conteo de las múltiples expediciones que él hizo, acompañado  
por el señor Boussingault, en los volcanes del Pichincha, Antisana, Co-  
topaxi y Chimborazo, en cuya última montaña lograron ascender hasta  
la altitud de 19,000 pies, es decir, más de 300 pies por encima del punto  
máximo logrado por Humboldt. Hágame saber si la carta le llegó se-  
34  
gura.  
Extracto de la respuesta de Hooker a la carta de Jameson de  
febrero de 1835 y publicada en la revista Companion to the Botanical  
Magazine, de 1835. “(…) La misiva fue recibida intacta y no puedo dar  
mayor prueba del valor que la doy, presentándola al público científico en  
esta primera oportunidad; (…).35  
Los artículos escritos por Hall y cuyos originales se encuentran  
integrando los dos volúmenes mencionados y archivados en la bi-  
blioteca del herbario Kew en Londres, fueron publicados por Hooker  
en dos diferentes revistas botánicas en los años 1834 y 1835. El primer  
artículo se titula “Excursiones en los alrededores de Quito y hacia la cum-  
36  
bre del Chimborazo en 1831 al cual Hooker lo dividió en tres partes.  
Todas las excursiones las realizó acompañando al científico francés  
Jean Baptiste Boussingault quien arribó a Quito los primeros días de  
junio de 1831, luego de concluir una misión científica de una década  
en el territorio de la vecina Colombia. En la primera parte Hall se  
enfoca en varios recorridos realizados cerca de Quito observando y  
citando especies de plantas, se refiere también a varios aspectos geo-  
gráficos, enumerando y describiendo las dos cadenas montañosas y  
los nevados de la sierra ecuatoriana, también relata la ascensión a la  
cima del Guagua Pichincha y una excursión al este de Quito, a la ha-  
cienda Sicsipamba en busca de obsidiana.37  
3
3
3
4 Hall, “Narrative,” pp. 78-79.  
5 Hall, “Narrative,” p. 79.  
6 Francis Hall, “Excursions in the neighbourhood of Quito, and towards the summit of Chim-  
borazo, in 1831.” The Journal of Botany 1, 1834, p. 327.  
7 Ibíd., pp. 327-354.  
3
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
La continuación de los relatos sobre sus excursiones aparece  
en otra revista botánica editada por el mismo Hooker. En la primera  
parte reseña la excursión al Antisana en agosto de 1831; en la se-  
gunda parte escribe sobre las excursiones al Cotopaxi, al pueblo de  
Baños, al Tungurahua y finalmente al Chimborazo, excursiones que  
iniciaron el 22 de noviembre y terminaron el 23 de diciembre cuando  
Boussingault se despide de Hall en Riobamba e iniciar su retorno a  
38  
Francia vía Guayaquil.  
Es en estos artículos en los que Hall hace menciones de sus  
visitas a Riobamba viejo en 1825 y a San Agustín de Callo en 1826,  
datos importantes para ir configurando una cronología de su estadía  
en Ecuador. Jean Baptiste Boussingault también escribió un artículo  
titulado (aquí traducido del francés al español) “Ascensión al Chim-  
borazo realizada el 16 de diciembre de 1831” y publicado en la revista  
Annales de Chimie et de Physique de París en 1835, donde señala:  
Mi amigo el coronel Hall, que me había acompañado ya al Cotopaxi y  
al Antisana, quiso hacerlo también en esta expedición (al Chimborazo),  
deseoso de aumentar en ella los datos que se ocupaba en recoger res-  
pecto a la topografía de la provincia de Quito, y de continuar sus in-  
39  
vestigaciones sobre la geografía de las plantas.  
Fue así como el 15 de diciembre de 1831 hacen un primer in-  
tento de ascensión vía Mocha y Chillapullo el cual fracasa. Al día si-  
guiente, el 16 de diciembre hacen un segundo intento por la ruta de  
murallas rojas, la cual fue utilizada por Humboldt y Bonpland en  
junio de 1802, por dicha ruta logran alcanzar los 6004 m., bastante  
cerca de la cumbre y casi 100 metros más arriba del punto más alto  
alcanzado por Humboldt. Es en el mismo artículo, cuando escribe  
sobre la finalización de su visita a Ecuador, que Boussingault reco-  
noce el gran apoyo prestado por Hall.  
38 Francis Hall, “Excursions in the neighbourhood of Quito, and towards the summit of Chim-  
borazo, in 1831,” Companion to the Botanical Magazine 1, 1835, pp. 26-29, 52-65.  
39 Jean Baptiste Boussingault, “Ascension ou Chimborazo exécutée le 16 décembre 1831.” An-  
nales de Chimie et de Physique 58. Paris: Chez Crochard Libraire, 1835, pp. 150-180.  
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El 23 de diciembre (1831) salí de Riobamba con dirección a Guayaquil  
en donde debía embarcarme para visitar la costa del Perú. A la vista  
del Chimborazo, me separé del coronel Hall, de cuya confianza y amis-  
tad había disfrutado durante mi residencia en la provincia de Quito.  
Su conocimiento perfecto de los lugares me fue de mucha utilidad, y  
40  
en él encontré un excelente e infatigable compañero de viaje.  
Aprovechando el retorno de Boussingault a París, quien ca-  
sualmente fue alumno y amigo de Alexander von Humboldt en  
dicha ciudad, Hall escribió una carta en inglés desde Quito el 20 de  
noviembre de 1831 dirigida a Humboldt, esta consta de cuatro caras  
y fue enviada a su destinatario, junto con una colección de pliegos  
de herbario, por intermedio de Boussingault como el mismo lo se-  
ñala. La carta consta de una introducción sobre una colección de  
plantas ecuatorianas, seguido de un corto análisis sobre la flora y la  
fauna del Ecuador, esta concluye expresando ciertas opiniones polí-  
ticas y con una crítica a Simón Bolívar pese a que el libertador había  
fallecido casi un año antes.41  
Extractos de la carta de Hall a Humboldt, 20 de noviembre de  
831 donde se hace énfasis en diversos aspectos botánicos  
1
Para Alexander Barón de Humboldt  
París  
Quito el 20 de noviembre de 1831  
Estimado señor:  
Aprovecho la oportunidad del regreso de nuestro amigo el Sr. Bous-  
singault a Francia para ofrecer a su aceptación una pequeña colección  
de plantas, lo que puede ser interesante como recordar escenas en este  
país que una vez visitó con placer. Si el tiempo y las circunstancias lo  
hubieran permitido, me habría esforzado por hacerlo más completo.  
Tal como está, confío en que lo recibirá como muestra de mi deseo de  
poner a su disposición mis servicios en el país, si considera que pueden  
ser útiles incluso en el grado más trivial. Esta oferta tiene tan poco valor  
40 Ibídem., p.180  
4
1 Schmuck, Thomas. “Tod in den Anden. Ein Brief Francis Halls an Humboldt 1831 und seine  
historischen und politischen Hintergrunde.” HiN – Humboldt im Netz. Internationale Zeitschrift  
fur Humboldt-Studien (Potsdam – Berlin), 14 no. 27, 2013, pp. 55-68.  
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
en lo que respecta a mí mismo que estoy feliz de poder repararla agre-  
gando la del Sr. William Jameson, profesor de química y botánica en  
esta ciudad y no poco conocido en Europa por sus descubrimientos bo-  
tánicos. (…)  
Los bosques (de Esmeraldas) son particularmente ricos en gomas y re-  
sinas, como el Bálsamo de Tolu, Anime, Copal, Sangre de drago, Caucho.  
Abundan las palmeras, helechos y musgos como podrá concluir por la  
ubicación; la vainilla es común cerca de la costa y una variedad de her-  
mosas Orchidae adornan la parte inferior, desniveles y recovecos de la  
sierra. (…)  
La aplicación del Guaco como remedio para la mordedura de estas úl-  
timas es un punto que no deja de merecer atención, ya que la experien-  
cia parece declarar a su favor. Los secretos médicos de los indios,  
aunque difíciles de encontrar, no deben despreciarse del todo, cuando  
consideramos que lo que se conoce de las cualidades de las plantas se  
debe más a la experiencia que a la ciencia; habrá observado que los  
nombres dados por los indígenas se refieren con frecuencia a la calidad  
medicinal de la planta. Así mientras los boticarios criollos ignoran la  
existencia de las numerosas Gentianae que cubren los páramos. Los in-  
dios las conocen con el nombre de Calpa-yuyu. La planta que fortalece o  
hace correr.42  
La confirmación del encargo y entrega de la carta de Hall a  
Humboldt y el envío de plantas también fue confirmado por Bous-  
singault. En el extracto de una carta de Boussingault a Humboldt,  
1832.  
(
…) Estando en Quito, conocí a dos ingleses que están establecidos en  
este pueblo, los señores Hall y Jameson, estos caballeros están muy ocu-  
pados en la historia natural, uno de ellos, el Sr. Hall me entregó una  
carta para ti y una pequeña colección de plantas recolectadas en los al-  
tiplanos altos de los Andes; aquí está la carta, en cuanto a las plantas  
que guardo hasta nuevo aviso, ten la amabilidad de decirme si debo  
enviártelas o no a Prusia. (…).43  
Es evidente el interés que tuvo Francis Hall en conocer el  
país, visitar montañas y pueblos; como naturalista aficionado realizó  
42 Una de las colecciones de Hall corresponde a Gentianella rapunculoides, conocida con el nom-  
bre kichwa “kallpachina yuyu”.  
43 Schmuck, Tod in den Anden, p. 56.  
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colecciones y bocetos de montañas, insectos y plantas, pero además  
incursionó en el campo de la botánica como recolector y herboriza-  
dor, inició envíos de pliegos de plantas a Europa, principalmente a  
William Hooker para el herbario Kew en Londres y a Alexander von  
Humboldt para enriquecer las colecciones del herbario de Berlín.  
Francis Hall en Ecuador (1825–1833)  
1
1
1
825. Visita Riobamba viejo.  
826. Visita la hacienda San Agustín de Callo.  
829. Julio. Recolecta datos climáticos del Antisana acompa-  
ñado por el botánico William Jameson.  
831. Primeros días de junio, arribo de Jean Baptiste Bous-  
singault a Quito.  
Julio 16: Excursión al Pichincha acompañado de Boussin-  
gault y Jameson.  
1
2
7 y 28: Visita con Boussingault las rocas de obsidiana de  
Quisca cerca de la hacienda Sicsipamba al este de Quito, propiedad  
de don José Félix Valdivieso. El 29, regreso de Sigsipamba y visita a  
la hacienda de Oyambaro donde encuentran una piedra con inscrip-  
ciones de los Académicos Franceses.  
Agosto 3, 4 y 5: excursión a la hacienda Pinantura y ascen-  
sión al Antisana con Boussingault y José Valdivieso propietario de  
dicha hacienda.  
Noviembre 20: Hall escribe una carta al barón de Humboldt  
desde Quito. 22 y 23: viaje al Cotopaxi con Boussingault y el Dr.  
Dasti; visitan San Agustín de Callo. 24, recorrido por la laguna de  
Limpiopungo con Boussingault. 26 a 29: estadía en Latacunga. 30,  
paso por Ambato.  
Diciembre 1 a 5, visita a Pelileo, pueblo de Baños y cascada  
de Agoyán, Puela y ascenso al Tungurahua. Del 6 al 13, Riobamba  
nuevo (diciembre 9: visita a Riobamba viejo). 14, primer intento de  
escalar el Chimborazo vía Mocha. 15: Ascensión al Chimborazo por  
la ruta de Humboldt. El día 23 Boussingault se despide de Hall en  
Riobamba.  
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
1
832. Julio 28 y 29: Excursión al Guagua Pichincha y des-  
censo al cráter acompañado de William Jameson, Pedro Negrete y  
Adrian Terry.  
Agosto 2: Hall y Jameson acompañan a Adrian Terry a San  
44  
Agustín de Callo, propiedad de José Félix Valdivieso.  
Septiembre 15: Hall es expatriado a Perú.  
1833. Enero 29: Retorno a Quito después de su destierro en  
Perú.  
Agosto: Jameson envía a William Jackson Hooker en Londres  
las colecciones de plantas de Hall.  
Octubre 19: Hall es asesinado en Quito.  
Las colecciones botánicas  
Para conocer, en la actualidad, las colecciones botánicas de  
Francis Hall, a sabiendas de que la mayoría se encuentran en los her-  
4
5
46  
barios Kew y Berlín y unas pocas en los herbarios Missouri y  
Viena, se debe revisar los catálogos virtuales de los especímenes di-  
gitalizados en dichos herbarios, ya no es absolutamente necesario  
visitarlos porque el usuario de sus colecciones virtuales tiene acceso  
a los pliegos de plantas en alta definición y por ello a las etiquetas,  
que generalmente presentan un número de colección, localidad,  
nombre del colector, entre otros datos. Por otra parte, la revisión de  
las especies de plantas en páginas web especializadas también es ne-  
cesaria, sobre todo para conocer su descripción, y la información  
sobre las plantas “tipo” (espécimen utilizado para describir por pri-  
47  
mera vez una especie). En algunos casos se han perdido los pliegos  
44 Adrian TerryViajes por la región ecuatorial de América del Sur 1832. Quito, Ediciones Abya-Yala,  
1
994, pp. 145-146, 158. Terry confirma en su libro la ascensión al Pichincha con Hall, Jameson  
y Negrete; adicionalmente informa haber viajado con Hall y Jameson a San Agustín de Callo  
el 2 de agosto de 1832.  
4
4
4
5 Herbario Kew / catálogo virtual de especímenes digitalizados: https://apps.kew.org/herb-  
cat/navigator.do  
6 Herbario Berlín / catálogo virtual de pliegos digitalizados: http://ww2.bgbm.org/herba-  
rium/default.cfm  
7 https://tropicos.org/home. Administrada por el Missouri Botanical Garden, Estados Uni-  
dos.  
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de plantas, pero se conservan descripciones que citan a Hall como  
el colector.  
Los resultados de las revisiones se citan en los anexos.  
Conclusiones  
Francis Hall es conocido en Ecuador principalmente por su  
participación en el periódico El Quiteño libre, un órgano de difusión  
escrito que tuvo circulación por algunos meses en Quito en el año  
1
833 y que fue muy crítico a la gestión del gobierno del entonces pre-  
sidente Juan José Flores. La oposición del periódico y el malestar po-  
pular terminaron con una revuelta en octubre de dicho año en  
Guayaquil y Quito, en esta última ciudad, el 19 de octubre, resulta-  
ron muertos algunos de sus promotores, entre ellos Hall.  
El coronel Francis Hall, rango al que fue ascendido por  
Simón Bolívar, llegó a Colombia en 1820 para integrarse en las cam-  
pañas contra el imperio español. Como militar había tenido expe-  
riencia en la guerra contra Napoleón Bonaparte cuando peleó en  
varias campañas entre 1811 y 1812, habiendo iniciado su servicio en  
el ejército británico con el grado de corneta y terminando su cam-  
paña como teniente, cuando por una herida fue dado de baja. Antes  
de incorporarse en el ejército estudió la secundaria en el prestigioso  
Winchester College en Londres e ingresó a la universidad de Cam-  
bridge donde estudió cerca de dos años.  
Entre los años 1816 y 1818 se conoce por publicaciones del  
mismo Hall que viajó y recorrió parte de Canadá, Estados Unidos y  
Francia antes de su viaje a Colombia en 1820.  
Como coronel del ejército comandado por Bolívar, participó  
en las batallas de Ciénega cerca de Santa Marta en noviembre de  
1
820, en Carabobo en junio de 1821 y en Maracaibo en julio de 1823.  
El Quiteño libre no fue el único periódico en el que participó;  
años antes, en 1822, ya fue el editor de otro periódico liberal publi-  
cado en Caracas y que se denominó el Anglo-colombiano, dicho pe-  
riódico le costó un llamado de atención del vicepresidente Santander  
y la clausura del mismo.  
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Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
En 1824 publicó un libro en el que analiza detalles de la si-  
tuación geográfica y política de Colombia, el tercero a su haber,  
puesto que ya había escrito uno sobre sus viajes a Canadá y Estados  
Unidos y otro, de sus recorridos por Francia. Es hasta 1824, con la pu-  
blicación de este último libro que se le puede encontrar en Venezuela.  
En 1825, el mismo escribió haber visitado Riobamba viejo en  
el actual Ecuador y donde complementa hasta 1830 estudios geográ-  
fico-climáticos para presentarlos como un concepto de unidad de la  
Gran Colombia desde una perspectiva científica. Los escritos sobre  
este tema se publicaron tardíamente en 1838.  
El interés de Francis Hall por las excursiones, el montañismo  
y la botánica como aficionado, se desarrollan los últimos años de la  
década de 1820 y comienzos de la de 1830. Entre sus excursiones más  
representativas están las realizadas en compañía del científico fran-  
cés Jean Baptiste Boussingault en la segunda mitad de 1831. Es a par-  
tir de esas excursiones que Hall recolecta sistemáticamente plantas  
y las envía a Europa, primero a Alexander von Humboldt por inter-  
medio de Boussingault y como colecciones para el Herbario de Berlín  
y posteriormente y poco antes de su muerte, al botánico William  
Jackson Hooker en Londres por intermedio de William Jameson para  
el herbario Kew. Por las relaciones que estableció con Hooker, Hall  
le envió un par de artículos que fueron publicados después de su  
muerte en dos revistas botánicas londinenses.  
El aporte de Hall a la botánica del Ecuador resulta impor-  
tante; con todas las dificultades que para esa época significaba in-  
vertir en materiales apropiados para herborizar, en el trabajo de  
campo y su organización, en la logística de envíos de Ecuador a Eu-  
ropa, el botánico aficionado Hall logró movilizar y hacer llegar con  
éxito un total de 97 especies de plantas de sus colecciones ecuato-  
rianas, las que finalmente se conservan principalmente en los her-  
barios Kew en Londres y en el herbario de Berlín. Del total, 39  
especies equivalentes al 40 %, corresponden a tipos, es decir con di-  
chos especímenes se nombraron y describieron nuevas especies para  
la ciencia, adicionalmente se ha determinado que el 10 % de las 97  
especies llevan el epíteto específico “hallii” en honor a su descubri-  
dor, el coronel Francis Hall.  
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Carlos Ruales Estupiñán  
Bibliografía  
ACAD – A Cambridge Alumni Database, https://venn.lib.cam.ac.uk/ (consul-  
tado el 19 de octubre de 2022).  
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Francis Hall.” Journal of the Royal United Services Institution. 56, no. 416 (Oc-  
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396  
Francis Hall  
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ners, Education, and Inducements to Emigration: With an Original Map, and  
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cond Edition with the Tariff of the Duties of Exports and Imports. London: Prin-  
ted for Baldwin, Cradock, and Joy, 1827. https://archive.org/details/  
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of Chimborazo, in 1831.” Companion to the Botanical Magazine 1 (1835): 26-  
9
, 52-65. https://www.biodiversitylibrary.org/item/106697#page/25/  
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https://www.biodiversitylibrary.org/item/106697#page/51/mode/1up  
–––––, “Narrative of a journey to Payta on the coast of Peru.” Companion to the  
Botanical Magazine 1 (1835): 65-80.  
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–––––, “Recollections in Portugal and Spain during 1811 and 1812.” Journal of  
the Royal United Services Institution, 56 no. 417 (November 1912): 1535-1546.  
https://archive.org/details/sim_rusi-journal_1912-11_56_417  
–––––, “Recollections in Portugal and Spain during 1811 and 1812.” Journal of  
the Royal United Services Institution, 56 no. 418 (December 1912): 1735-1739.  
https://archive.org/details/sim_rusi-journal_1912-12_56_418  
–––––, “Recollections in Portugal and Spain during 1811 and 1812.” Journal of  
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Colecciones Hall: Pliegos de plantas  
Herbario Kew  
https://apps.kew.org/herbcat/getSearchPageResults.do  
(Ingresar Barcode / Id. no.: K000XXXXXX)  
K000534521, K000534491, K000529497, K000534360, K000484070, K000099396,  
K000099415, K000099220, K000099244, K000099407, K000633373, K000497531,  
K000959689, K000527710, K001103971, K000536696, K000471926, K000471921,  
K000471923, K000471871, K000471869, K000300538, K000329939, K000573681,  
K000573680, K000534852, K000442571, K000438830, K000438919, K000438916,  
K000363146, K000479565, K001088837, K000532763, K000574402, K000329197,  
K000512098, K000276810, K000572761, K000573952, K000913310, K000857227,  
K000584249, K000583850, K000586382, K000857214, K000586595, K001382022,  
K000573878, K000573916, K000820787, K000573557, K001133298, K000432994,  
K000173751, K000533792, K000528615, K000528641, K000528636, K000449211,  
K000585946, K000585956, K000585957, K000585958, K001162988, K001163906,  
K001164009, K001165020, K000572601, K000601361.  
Herbario Berlín:  
http://ww2.bgbm.org/herbarium/default.cfm  
(Ingresar Barcode: BXXXXXXXXX)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
399  
Carlos Ruales Estupiñán  
B101038884, B100244339, B100386882, B200022901, B200015762, B200106891,  
B100242632, B100242863, B100243535.  
Negativos Berlín en Field:  
https://collections-botany.fieldmuseum.org/list  
(
kewword: ingresar especie + search)  
Achyrocline hallii, Gynoxys hallii, Oligactis pichinchensis, Pentacalia chimborazensis,  
Senecio ferrugineum, Monticalia microdon, Verbesina hallii, Berberis hallii, Tournefor-  
tia fuliginosa, Descurainia leptoclada var. glandulosa, Draba depressa, Draba hallii,  
Calceolaria gossypina, Calceolaria dilatata, Calceolaria halliana, Pernettya halliana,  
Bartsia breviflora, Buddleja ledifolia.  
Herbarios Missouri/Viena:  
Tropicos.org. Missouri Botanical Garden  
http://www.tropicos.org/Specimen/2221989. Código: MO-694256  
http://www.tropicos.org/Specimen/100967017. Código: MO-2994369  
http://www.tropicos.org/Specimen/678527  
http://www.tropicos.org/Specimen/678438  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
400  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
Anexos  
Anexo A:  
Colecciones en el herbario Kew  
Una vez revisado el catálogo virtual de especímenes digitaliza-  
dos del herbario Kew en busca de especies que fueron recolectadas por  
Francis Hall en Ecuador, se ha logrado determinar la presencia de plie-  
gos de plantas de 72 especies, dentro de 49 géneros y 31 familias botá-  
nicas y que están depositados en dicho herbario (tabla 1).4  
8
Tabla 1. Especies de las colecciones de Francis Hall en Ecuador  
depositadas en el herbario Kew y distribuidas por familias botánicas  
No.  
FAMILIA  
GÉNEROS  
ESPECIES  
TIPOS  
1
2
3
4
5
6
7
8
9
ACANTHACEAE  
ALSTROEMERIACEAE  
APIACEAE  
ASPLENIACEAE  
ASTERACEAE  
BEGONIACEAE  
BRASSICACEAE  
BROMELIACEAE  
CALCEOLARIACEAE  
CAMPANULACEAE  
ERICACEAE  
4
1
2
1
4
1
1
1
1
1
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
7
1
1
1
1
5
5
2
1
4
1
3
1
4
1
2
2
3
1
1
1
1
1
1
1
13  
1
1
1
1
2
4
1
2
2
10  
11  
12  
13  
14  
15  
16  
17  
18  
19  
20  
21  
22  
23  
24  
25  
FABACEAE  
GENTIANACEAE  
IRIDACEAE  
1
1
LAMIACEAE  
1
LYCOPODIACEAE  
MELASTOMATACEAE  
MORACEAE  
1
1
MYRTACEAE  
NYCTAGINACEAE  
ORCHIDACEAE  
OROBANCHACEAE  
PLANTAGINACEAE  
POLYGALACEAE  
PRIMULACEAE  
11  
48 Herbario Kew / catálogo virtual de especímenes digitalizados: https://apps.kew.org/herb-  
cat/navigator.do  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
401  
Carlos Ruales Estupiñán  
26  
27  
28  
29  
30  
31  
RANUNCULACEAE  
RUBIACEAE  
SANTALACEAE  
SOLANACEAE  
TROPAEOLACEAE  
VIBURNACEAE  
1
2
1
3
1
1
1
2
1
7
2
1
1
1
31  
49  
72  
29  
Del total, 29 especies (40 %) de las colecciones de Hall en Kew  
corresponden a tipos, es decir fueron utilizadas para nombrar y describir  
nuevas especies (tabla 2).  
Tabla 2. Especies tipo de colecciones Hall en el herbario Kew  
No.  
FAMILIA  
TIPOS  
ESPECIE  
1
ACANTHACEAE  
2
Aphelandra maculate  
Dicliptera scabra  
2
ALSTROEMERIACEAE  
4
Bomarea lutea  
Bomarea obovata  
Bomarea pardina  
Bomarea patacocensis  
3
4
ASPLENIACEAE  
BRASSICACEAE  
1
2
Asplenium hallii  
Draba depressa  
Draba hallii  
5
CALCEOLARIACEAE  
2
Calceolaria dilatata  
Calceolaria gossypina  
6
7
8
9
FABACEAE  
1
1
Mimosa quitensis  
GENTIANACEAE  
LAMIACEAE  
MORACEAE  
MYRTACEAE  
ORCHIDACEAE  
Gentianella nummulariifolia  
Salvia quitensis  
1
1
Castilla elastica subsp. gummifera  
Myrcianthes hallii  
10  
1
1
1
11  
Acronia grandiflora  
Crossoglossa caulescens  
Cyrtochilum angustatum  
Epidendrum lloense  
Epidendrum rupestre  
Odontoglossum cirrhosum  
Odontoglossum hallii  
Otoglossum serpens  
Stelis ascendens  
Stelis concinna  
Stelis hallii  
1
2
3
RUBIACEAE  
1
1
Manettia pichinchensis  
Viburnum hallii  
1
VIBURNACEAE  
13  
29  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
402  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
De las 29 especies tipo, seis de ellas llevan el epíteto específico  
hallii”, es decir las especies fueron dedicadas a Francis Hall, su descu-  
bridor (tabla 3).  
Tabla 3. Especies tipo en el herbario Kew con epíteto específico “hallii”  
dedicadas a Francis Hall  
No.  
FAMILIA  
TIPOS  
ESPECIE  
1
2
3
4
ASPLENIACEAE  
BRASSICACEAE  
MYRTACEAE  
1
1
1
2
Asplenium hallii  
Draba hallii  
Myrcianthes hallii  
ORCHIDACEAE  
Odontoglossum hallii  
Stelis hallii  
5
VIBURNACEAE  
1
Viburnum hallii  
5
6
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
403  
Carlos Ruales Estupiñán  
Anexo B:  
Colecciones en el herbario Berlín y negativos de Berlín  
en el herbario Field  
Las colecciones de Francis Hall en Ecuador depositadas actual-  
mente en el herbario Berlín, fueron como ya se mencionó, enviadas al  
científico Alexander von Humboldt en la valija de Jean Baptiste Bous-  
singault. Una vez revisado el catálogo virtual de especímenes digitali-  
zados algunas pudieron ser localizadas.  
Quien revise las colecciones de Berlín debe tener en cuenta que,  
en la segunda guerra mundial, muchas colecciones se perdieron.  
La razón de incorporar al herbario Field de Chicago en esta sec-  
ción se debe a que, antes de la segunda guerra mundial entre 1929 y  
1
939 , se le asignó al botánico J. Francis McBride, científico de dicho her-  
bario, viajar por Europa con la misión de fotografiar (en esa época en  
blanco y negro) las especies tipo (especies con las que se describen y  
nombran por primera vez una nueva especie para la botánica) deposi-  
tadas en los principales herbarios de dicho continente, el objetivo de fo-  
tografiarlas era poner a disposición de los botánicos estadounidenses  
que no se podían financiar viajes a Europa, esa información.  
Uno de los herbarios mejor documentados con fotografías fue  
el herbario Berlín donde McBride tuvo una de sus sedes de trabajo en  
Europa; como resultado, el herbario Field mantiene una sección deno-  
minada “negativos del herbario Berlín”. Es a dicha sección a la que se  
debe recurrir para encontrar las colecciones de Hall perdidas en Berlín.49  
Una vez aclarada la relación entre los dos herbarios y para faci-  
litar el trabajo, en esta sección se presentan como unidad a las especies  
encontradas en los dos herbarios, asumiendo que el destino final de  
todas fue originalmente Berlín.  
Como resultado se ha logrado determinar la presencia de plie-  
gos de plantas de 18 especies distintas y no citadas en el herbario Kew,  
50  
dentro de 18 géneros y 11 familias botánicas (tabla 4).  
4
5
9 https://www.fieldmuseum.org/node/5186  
0 Herbario Berlín / catálogo virtual de pliegos digitalizados: http://ww2.bgbm.org/herba-  
rium/default.cfm  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
404  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
Tabla 4. Especies de las colecciones de Francis Hall en Ecuador  
depositadas en el herbario Berlín y negativos Berlín en el herbario Field,  
distribuidas en familias botánicas,  
no se incluyen especies tipo ya reportadas en el herbario Kew  
No.  
FAMILIA  
GENEROS ESPECIES  
TIPOS  
1
2
3
4
5
6
7
8
9
ASPLENIACEAE  
ASTERACEAE  
1
7
1
1
2
1
1
1
1
1
1
1
7
1
1
2
1
1
1
1
1
1
1
4
1
BERBERIDACEAE  
BORAGINACEAE  
BRASSICACEAE  
CALCEOLARIACEAE  
EPHEDRACEAE  
ERICACEAE  
HYMENOPHYLLACEAE  
SCROPHULARIACEAE  
SYMPLOCACEAE  
1
10  
1
1
11  
18  
18  
7
Del total, siete especies (39 %) de los especímenes encontrados en  
los dos herbarios corresponden a especies tipo, es decir fueron las plan-  
tas utilizadas para nombrar nuevas especies (tabla 5).  
Tabla 5. Especies tipo en el herbario Berlín  
y negativos Berlín en el herbario Field  
No.  
FAMILIA  
TIPOS  
ESPECIE  
1
2
ASPLENIACEAE  
ASTERACEAE  
1
4
Asplenium sessilifolium var. minus  
Achyrocline hallii  
Gynoxys hallii  
Senecio ferrugineus  
Verbesina hallii  
3
4
BERBERIDACEAE  
1
1
Berberis hallii  
HYMENOPHYLLACEAE  
Trichomanes tenuissimum  
4
7
7
De las siete especies tipo, cuatro de ellas llevan el epíteto específico “ha-  
llii” (tabla 6).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
405  
Carlos Ruales Estupiñán  
Tabla 6. Especies tipo en el herbario Berlín y negativos Berlín  
en el herbario Field con epíteto específico “hallii” dedicadas a Francis Hall  
No.  
FAMILIA  
TIPO  
ESPECIE  
1
ASTERACEAE  
3
Achyrocline hallii  
Gynoxys hallii  
Verbesina hallii  
2
BERBERIDACEAE  
1
Berberis hallii  
2
4
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
406  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
Anexo C:  
Herbarios Missouri, Viena y otras colecciones sin pliegos  
Unas pocas especies se encuentran, tanto en el herbario del Jardín  
Botánico de Missouri, como en el herbario de Viena,51 otras especies  
cuyos reportes se han encontrado en publicaciones, pero sin pliegos de  
52  
herbario, también se presentan (tabla 7).  
Tabla 7. Especies de las colecciones de Francis Hall en Ecuador depositadas  
en los herbarios Missouri, Viena y otras colecciones sin pliegos de herbario  
No.  
FAMILIA  
GENEROS  
ESPECIES TIPO  
Herbario Missouri  
1
2
CONVOLVULACEAE  
SYMPLOCACEAE  
1
1
1
1
1
2
2
2
1
Herbario Viena  
ORCHIDACEAE  
1
2
2
1
1
2
2
1
Otras especies sin pliegos de herbario  
1
2
3
ORCHIDACEAE  
PIPERACEAE  
SOLANACEAE  
2
1
1
2
2
1
1
3
4
5
1
De las especies reportadas en la tabla 7, tres corresponden a  
tipos (tabla 8).  
51 https://tropicos.org/home. Tanto los reportes de Missouri como de Viena se consultaron en  
esta página.  
52 Orchidaceae: John Lindley, “Notes upon a small collection of Peruvian Orchideae,” Journal  
of Botany, being a second series of the Botanical Miscellany 1: 13. 1834. Piperaceae: Carl Kunth,  
Bemerkungen über die Familia der Piperaceen,” Linnaea 13, 1839, p. 654; Luis Sodiro,  
Contribuciones al conocimiento de la flora ecuatoriana,” Anales de la Universidad Central  
del Ecuador. 1898, pp. 673-674. Solanaceae: Pierre Francey, “Monographie du genre Cestrum  
L.,” Candollea 7, 1936, 6-7. https://tropicos.org/name/29602376 (para revisión de Cestrum  
quitense).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
407  
Carlos Ruales Estupiñán  
Tabla 8. Especies tipo en los herbarios Missouri, Viena  
y especies sin pliegos de herbario  
No.  
FAMILIA  
TIPO  
ESPECIE  
Herbario Missouri  
1
CONVOLVULACEAE  
1
1
1
Cuscuta stenolepis  
Elleanthus rhodolepis  
Cestrum quitense  
Herbario Viena  
1
ORCHIDACEAE  
Sin pliego de herbario  
1
SOLANACEAE  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
408  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
Anexo D  
Colecciones botánicas de Francis Hall en Ecuador encontradas en  
herbarios y especies sin pliegos citadas en publicaciones  
Sumando las especies citadas anteriormente y sin contar con es-  
pecies que se repiten en varios herbarios, se ha obtenido como resultado  
un total de 97 especies dentro de 39 familias botánicas las cuales fueron  
recolectadas por Francis Hall en Ecuador, del total de especies, 39 (40  
%
) corresponden a tipos, es decir con dichos especímenes se nombraron  
y describieron nuevas especies para la ciencia (Tabla 9).  
Tabla 9. Número total de especies de plantas de las colecciones de Hall  
en Ecuador ordenadas por familias botánicas. Se resaltan las 39 especies tipo  
No.  
FAMILIA  
ESPECIES  
NOMBRE  
1
ACANTHACEAE  
5
Aphelandra formosa  
Aphelandra maculata  
Dicliptera scabra  
Pseuderanthemum leptorhachis  
Stenandrium dulce  
2
ALSTROEMERIACEAE  
5
Bomarea lutea  
Bomarea multiflora  
Bomarea obovata  
Bomarea pardina  
Bomarea patacocensis  
3
4
5
APIACEAE  
2
2
Arracacia moschata  
Niphogeton dissecta  
ASPLENIACEAE  
ASTERACEAE  
Asplenium hallii  
Asplenium sessilifolium var. minus  
10  
Achyrocline hallii  
Gynoxys hallii  
Lasiocephalus lingulatus  
Monticalia microdon  
Oligactis pichinchensis  
Pentacalia chimborazensis  
Pseudogynoxys scabra  
Senecio ferrugineus  
Tagetes zypaquirensis  
Verbesina hallii  
6
7
8
BEGONIACEAE  
BERBERIDACEAE  
BORAGINACEAE  
1
1
1
Begonia maurandiae  
Berberis hallii  
Tournefortia fuliginosa  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
409  
Carlos Ruales Estupiñán  
9
BRASSICACEAE  
5
Descurainia myriophylla  
Draba aretioides  
Draba depressa  
Draba hallii  
Eudema nubigena  
1
0
1
BROMELIACEAE  
1
5
Tillandsia tectorum  
1
CALCEOLARIACEAE  
Calceolaria dilatata  
Calceolaria gossypina  
Calceolaria lavandulifolia  
Calceolaria trilobata  
Calceolaria tripartita  
12  
13  
14  
15  
CAMPANULACEAE  
CONVOLVULACEAE  
EPHEDRACEAE  
1
1
1
3
Siphocampylus affinis  
Cuscuta stenolepis  
Ephedra rupestris  
ERICACEAE  
Cavendishia bracteata  
Pernettya prostrata  
Vaccinium floribundum  
1
6
7
FABACEAE  
2
3
Mimosa quitensis  
Senna multiglandulosa  
1
GENTIANACEAE  
Gentianella nummulariifolia  
Gentianella rapunculoides  
Gentianella hirculus  
18  
19  
20  
21  
22  
23  
24  
25  
26  
HYMENOPHYLLACEAE  
IRIDACEAE  
1
1
Trichomanes tenuissimum  
Ennealophus foliosus  
Salvia quitensis  
LAMIACEAE  
1
LYCOPODIACEAE  
MELASTOMATACEAE  
MORACEAE  
1
Lycopodium magellanicum  
Brachyotum ledifolium  
Castilla elastica subsp. gummifera  
Myrcianthes hallii  
1
1
MYRTACEAE  
1
NYCTAGINACEAE  
ORCHIDACEAE  
1
Pisonia aculeata  
17  
Acronia grandiflora  
Brassavola nodosa  
Crossoglossa caulescens  
Cyrtochilum angustatum  
Elleanthus aurantiacus  
Elleanthus rhodolepis  
Epidendrum lloense  
Epidendrum rupestre  
Maxillaria platypetala  
Odontoglossum cirrhosum  
Odontoglossum hallii  
Otoglossum serpens  
Stelis ascendens  
Stelis concinna  
Stelis hallii  
Stelis hylophila  
Stelis sagittata  
2
7
8
OROBANCHACEAE  
PIPERACEAE  
1
2
Neobartsia orthocarpiflora  
2
Piper crocatum var. gracilescens  
Piper nubigenum  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
410  
Francis Hall  
y sus colecciones botánicas en Ecuador  
29  
30  
31  
32  
33  
PLANTAGINACEAE  
POLYGALACEAE  
PRIMULACEAE  
1
1
1
1
2
Plantago linearis  
Polygala paniculata  
Bonellia sprucei  
RANUNCULACEAE  
RUBIACEAE  
Ranunculus krapfia  
Leptostigma pilosum  
Manettia pichinchensis  
34  
35  
36  
SANTALACEAE  
1
1
7
Dendrophthora clavata  
Buddleja pichinchensis  
SCROPHULARIACEAE  
SOLANACEAE  
Cestrum quitense  
Iochroma calycinum  
Iochroma fuchsioides  
Jaltomata viridiflora  
Solanum barbulatum  
Solanum grandiflorum  
Solanum nutans  
37  
38  
39  
SYMPLOCACEAE  
TROPAEOLACEAE  
VIBURNACEAE  
2
2
1
Symplocos fimbriata  
Symplocos reflexa  
Tropaeolum smithii  
Tropaeolum tuberosum  
Viburnum hallii  
39  
97  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
411  
Carlos Ruales Estupiñán  
Anexo E  
Especies de plantas con el epíteto específico “hallii”  
Algunos botánicos que estudiaron las colecciones de Hall, cuando  
nombraron la especie, utilizaron el epíteto específico “hallii” para honrar  
a su descubridor, en total fueron 10 especies, equivalente a cerca del 10  
%
de todas sus colecciones (tabla 10).  
Tabla 10. Especies de plantas con el epíteto específico “hallii”  
dedicadas a Francis Hall  
No.  
FAMILIA  
TIPOS  
ESPECIE  
1
2
ASPLENIACEAE  
ASTERACEAE  
1
3
Asplenium hallii  
Achyrocline hallii  
Gynoxys hallii  
Verbesina hallii  
3
4
5
6
BERBERIDACEAE  
BRASSICACEAE  
MYRTACEAE  
1
1
1
2
Berberis hallii  
Draba hallii  
Myrcianthes hallii  
ORCHIDACEAE  
Odontoglossum hallii  
Stelis hallii  
7
VIBURNACEAE  
1
Viburnum hallii  
7
10  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 372–412  
412  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A JOSÉ GALLARDO ROMÁN  
COMO MIEMBRO HONORARIO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
La trayectoria en materia de límites del actual Ecuador ha  
sido llena de injusticias, engaños, frustraciones, hechos que marcaron  
sentimientos nada reconfortantes y, por cierto, en contraparte, de jus-  
tificado civismo entre nuestros compatriotas, impresos en el alma,  
desde la niñez, en que se empezaba a conocer lo acontecido y resal-  
taba el vacío, que se miraba en los mapas, por los sistemáticos des-  
pojos de la heredad nacional, hirientes, desesperanzadores,  
indignantes al máximo.  
La agresión peruana de 1941 culminó con la firma, en Brasil,  
del mal llamado Protocolo de Paz, Amistad y Límites, suscrito el 29 de  
enero de 1942, impuesto por la fuerza y la parcialidad de los países  
garantes: allí se consumó uno de los atropellos mayores al Derecho  
Internacional, en circunstancias en que el mundo afrontaba el desa-  
rrollo de la Segunda Guerra Mundial, cuyas urgencias geopolíticas  
sacrificaron a un pequeño país, el nuestro, que ha soportado, estoi-  
camente, avatares que no han mermado su espíritu de valentía y  
honor.  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
413  
Franklin Barriga López  
Esta injusticia colosal, demuestra lo sucedido en el lacerante  
ámbito referido; pasaron a manos del invasor otros miles de kilóme-  
tros cuadrados de nuestros territorios: írrito Tratado, el de Río de Ja-  
neiro, suscrito mientras partes del territorio nacional estuvieron  
ocupadas por numerosas tropas invasoras, especialmente prepara-  
das y equipadas para ello, que rompieron la tregua previamente es-  
tablecida, bombardearon ciudades indefensas y perpetraron  
atrocidades. Era imposible para los pocos contingentes ecuatorianos,  
desprovistos de apropiados recursos bélicos, detener esa avalancha  
mentalizada y preparada por los expansionistas con bastante tiempo  
de anticipación y no pocos recursos.  
Al respecto, el general Paco Moncayo Gallegos, héroe nacio-  
nal, comandante del Teatro de Operaciones Terrestres en el Cenepa  
-
a lo cual más adelante me refiero-, catedrático de Ciencias Interna-  
cionales, director de la Academia de Historia Militar y Miembro des-  
tacado y benefactor de la Academia Nacional de Historia del  
Ecuador, aseveró, acertadamente: “Este Tratado significó una imposi-  
ción luego de una derrota con el territorio ecuatoriano ocupado por fuerzas  
peruanas y bajo la amenaza de los propios garantes de que si no se firmaba,  
Perú tomaba Guayaquil en cinco días”.2  
Benjamín Carrión, uno de los intelectuales icónicos del pen-  
samiento nacional, fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana,  
al enfocar la tragedia del país de 1941-42, escribió:  
Nos ha tocado vivir la etapa más dura –por desorientadora, por repre-  
siva, por vergonzosa y trágica– de todo nuestro vivir llamado republi-  
cano. La Patria ha sido humillada y vencida. A los hombres libres del  
Ecuador les ha tocado presenciar, impotentes, el asesinato del pasado,  
3
la anulación del presente, la mutilación del porvenir nacional.  
La derrota ecuatoriana en el campo militar se debió a factores  
que la Historia ha puntualizado en su debido momento; ello trajo  
2
Agencia EFE, Madera Susana; Gimeno, Fernando, 28 de enero de 2022. El título de este repor-  
taje es El protocolo de Río, 80 años del pacto que sembró la paz entre el Ecuador y el Perú. Este título  
fue desacertado, en vista de los sucesos posteriores que no fueron nada pacíficos, hasta que,  
realmente, se firmó la paz en 1998, luego del triunfo ecuatoriano en el Cenepa.  
3
Benjamín Carrión, Cartas al Ecuador, Quito, Edit. Gutenberg, 1941-1942-43, 150 páginas.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
414  
Bienvenida a José Gallardo Román  
desmotivación, desgarramientos profundos, desasosiego En tales cir-  
cunstancias, se imponía una voz madura y orientadora de la con-  
ciencia nacional, hecha trizas por lo indicado. Esta voz fue la de  
Benjamín Carrión, quien proporcionó frases de aliento y claridad, en  
medio de la penumbra circundante: “Sabiendo que, aun cuando todo,  
4
todo se ha perdido, también tenemos todo, todo por ganar”.  
En 1941, el de la invasión, José Gallardo Román tenía apenas  
seis años. Nació, el 16 de marzo de 1935, en Piñas, pequeña población  
al suroeste del Ecuador, en la provincia de El Oro, la más golpeada  
por las feroces arremetidas peruanas de aquel entonces. Vio en la  
edad en que se graban para siempre las imágenes en el cerebro, cua-  
dros estremecedores de quienes llegaban en calidad de refugiados,  
huyendo de las tropas que asediaban y cometían desafueros; a los  
damnificados apoyaron personas del lugar, sensibles a lo que veían,  
entre ellas su señora madre, doña Carmela Marina Román Feijoo,  
quien integró el Comité de Damas que se creó para brindar auxilios  
a los compatriotas que arribaban, en pos de ayuda y en condiciones  
deplorables. Estos hechos impactaron en la sensibilidad del niño e  
incentivaron su vocación inquebrantable de defender a la Patria  
como militar. Su padre, don Haroldo Gallardo Añazco participó en  
el servicio público como diputado de su provincia, presidente del  
Concejo Municipal de Piñas y Jefe Político de ese mismo cantón, ade-  
más de haber compuesto el Himno de su lugar natal, al que puso  
música el afamado Segundo Cueva Celi y en una de cuyas estrofas  
se lee: “Gloria, honor y trabajo,/ por siempre sean, oh Piñas, tu norma y  
anhelo,/y engalane perenne tu suelo/ la fecunda simiente del bien”: mensaje  
orientador, de hidalguía y bienandanza.  
Por tanto, no es de extrañarse que, con semejante inclinación  
a la milicia, José Gallardo Román haya ingresado al Colegio Militar,  
en Quito y obtenido la primera antigüedad en su promoción y, así,  
sucesivamente, en todos los demás grados de su pundonorosa ca-  
rrera profesional, desde subteniente que se graduó en 1960 hasta lle-  
gar a general de la República, en 1986, después de haber ascendido  
con calificaciones del máximo nivel. Incluso en sus estudios comple-  
4
Ibíd, p. XI.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
415  
Franklin Barriga López  
mentarios en el exterior alcanzó distinciones de primera jerarquía:  
Alumno de Honor, cuando cadete en la Zona del Canal (Panamá), al  
igual que en la Escuela de las Américas; alumno destacado en el Co-  
legio Interamericano de Defensa, en Washington, y en el Fushingkan  
School (Taiwán). Fue Subdirector de la Escuela y Colegio Militar  
Eloy Alfaro”, Coordinador General de la Secretaría General del  
Consejo de Seguridad Nacional y Jefe de Gabinete del Ministerio de  
Defensa. Encontrándose en servicio activo, fue designado Directo-  
rEjecutivo del Centro de Reconversión Económica de Azuay, Cañar  
y Morona Santiago (CREA) en 1974-1975, y Coordinador General del  
Centro de Rehabilitación de Manabí (CRM) en 1977-1978. Como de-  
legado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, integró el  
Directorio de PREDESUR (Institución de Desarrollo Regional del sur  
del país) y ejerció la función de Presidente Encargado del Banco Na-  
cional de Fomento (BNF) en 1979 a 1980. Se desempeñó como Ge-  
rente General del Banco del Estado (BEDE), 1997 a 1998. Participó  
como candidato a la Presidencia de la República en las elecciones de  
1
996. Electo Diputado por la provincia de El Oro en 1998, renunció  
a esta dignidad para asumir la función de Ministro de Defensa, en  
la fase definitiva de las negociaciones territoriales con el Perú que  
culminaron con el Acta de la Paz de Brasilia. Únicamente por sus mé-  
ritos, en el Ejército ha ocupado las máximas jerarquías: Comandante  
de la Brigada de Infantería (Loja), Inspector General, Jefe de Opera-  
ciones, Jefe de Estado Mayor, Comandante General y Ministro de  
Defensa Nacional.  
Cuando fue designado para estas últimas funciones, por el  
presidente Sixto Durán Ballén, tuvo que retirarse del Servicio Activo  
(
era el Comandante General del Ejército). Después, nuevamente fue  
llamado para ocupar tan importante Cartera de Estado por el presi-  
dente Jamil Mahuad. De José Gallardo Román se indica:  
Había crecido en su natal Piñas, con el sueño de estudiar y prepararse  
para reivindicar el territorio ecuatoriano, desmembrado por la invasión  
militar peruana en 1941. Al paso de los años, la vida le colocó en la Cú-  
pula Militar en el año 1995 para defender exitosamente el Alto Cenepa  
y tener una importante participación en el Acuerdo de Paz firmado en  
Brasilia en 1998, acto en el que durante la difusión al mundo por tele-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
416  
Bienvenida a José Gallardo Román  
visión, los ecuatorianos jamás olvidaron el instante en que las cámaras  
lo enfocaron con un pañuelo en sus manos secándose las lágrimas. Y  
5
esa fotografía además dio la vuelta al mundo.  
Lágrimas de varón, de enraizado patriotismo, lágrimas de  
sentimiento que solo el general Gallardo sabe el caudal interior que  
se presentó de esa expresiva manera, en momentos de tanta tras-  
cendencia para los destinos de la Patria que, en justicia, supo, pos-  
teriormente, reconocerle como Héroe Nacional, por sus servicios  
ejemplares.  
Otro personaje que intervino de manera preeminente en el  
ámbito del conflicto del Cenepa, en área complementaria y paralela,  
la diplomática, fue el embajador José Ayala Lasso, varias veces Mi-  
nistro de Relaciones Exteriores, Alto Comisionado de las Naciones  
Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, Embajador del  
Ecuador en Bélgica, Luxemburgo, la Comunidad Europea y Perú,  
Representante Permanente del Ecuador ante las Naciones Unidas en  
Nueva York y ante el Consejo de Seguridad de la ONU, al que pre-  
sidió en dos ocasiones. Su desempeño en el conflicto mencionado,  
hasta la culminación del mismo con la firma del documento corres-  
6
pondiente, se encuentra en el libro suyo Así se ganó la paz, testimonio  
amplio e histórico de sustancial valía.  
Ayala Lasso, con pleno conocimiento de causa, por haber  
sido testigo presencial y protagónico en las negociaciones de paz, re-  
conoció lo siguiente:  
En enero de 1995 se produjeron graves incidentes a causa de persisten-  
tes infiltraciones militares peruanas en la zona no delimitada de la fron-  
tera que degeneraron hasta convertirse en la llamada “Guerra del  
Cenepa”. El deterioro de las relaciones bilaterales fue inmediato. Las  
Fuerzas Armadas ecuatorianas defendieron con profesionalismo y efi-  
cacia sus posiciones y, por primera vez en la historia republicana, sa-  
lieron victoriosas en tan cruenta contienda. Es justo reconocer los  
méritos del general José Gallardo Román y del general Paco Moncayo,  
5
6
Alberto Chávez Cruz, Décimo séptimo capítulo, Historias de Guerra, El llanto del Gral. José Gallardo,  
en El Machaleño que se divulgó en versión electrónica.  
José Ayala Lasso, Así se ganó la paz, Editorial Mariscal, Quito, 2009, 586 pp.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
417  
Franklin Barriga López  
bajo cuyo mando se ejecutaron las operaciones. La importancia geopo-  
lítica de esta victoria fue extraordinaria porque permitió al Ecuador  
7
adoptar una óptica diferente en la materia, más objetiva y realista.  
El mismo diplomático puntualizó los efectos positivos del  
mencionado triunfo en nuestro medio y que los expresó en una carta  
al presidente Sixto Durán Ballén: impacto psicológico extraordinario  
que había tenido su exhortación a las Fuerzas Armadas y al pueblo,  
8
que se sintetizó en la frase que se hizo célebre ”ni un paso atrás ; que  
el Ecuador se encontraba listo para negociar en igualdad de condi-  
ciones con el Perú, sin los complejos históricos de un país histórica-  
mente vencido, mutilado y disminuido. Ayala Lasso advirtió que  
no contábamos con mucho tiempo para llegar a un resultado con-  
creto, ya que toda demora daría tiempo para que los “halcones” pe-  
ruanos se prepararan –como ya lo habían anunciado– para lavar la  
deshonra de su derrota en la Guerra del Cenepa”.  
9
José Ayala Lasso, a comienzos de 1997, al inicio del mandato  
presidencial de Fabián Alarcón, fue designado canciller de la Repú-  
blica: su responsabilidad mayor, de por medio la dignidad nacional  
y una visión realista de la geopolítica, fue negociar la paz con el ve-  
cino país; la negociación prosiguió en la etapa siguiente y final, con  
el advenimiento, al Palacio de Carondelet, de Jamil Mahuad, quien  
junto al mandatario peruano Alberto Fujimori, suscribió los acuerdos  
de paz el 26 de octubre de 1998, y los ministros de Relaciones Exte-  
riores Fernando de Trazegnies (Perú) y José Ayala Lasso (Ecuador).  
Habrá oportunidad de referirme más ampliamente a estos  
acuerdos. Es pertinente recalcar, en este punto, que la paz entre los  
países es lo ideal, para el progreso y la fraternidad de los pueblos.  
Las heridas del pasado poco a poco fueron cicatrizando y hoy, con  
satisfacción, se resalta el espíritu de unidad, desarrollo y colabora-  
ción mutua entre ambos pueblos.  
7
8
José Ayala Lasso, Firma de la paz con el Perú, Diccionario de la Historia Nacional, Academia Na-  
cional de Historia, PPL Impresores, Quito, 2022, p.289.  
Cfr. Sixto Durán Ballén en: Enrique Ayala Mora, “¡Ni un paso atrás!”, Primicias, 20 de noviem-  
bre de 2022. Ver en: https://www.primicias.ec/noticias/firmas/peru-ecuador-conflicto-ce-  
nepa-sixto-duran/ (13-12-2022)  
9
Ibíd.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
418  
Bienvenida a José Gallardo Román  
Complacido anoto que, el 2 de agosto del 2000, junto al cate-  
drático e internacionalista Dr. Franklin Barriga Bedoya, Ms.C., mi  
hijo, con las dos conferencias magistrales que sustentamos se inau-  
guró en la Academia Diplomática del vecino país, en Lima, la cátedra  
Denegri Luna–Pareja Diezcanseco, ante unos quinientos diplomáticos  
del Perú. Estuvo de embajador ecuatoriano en la capital peruana Ho-  
racio Sevilla Borja, quien presidió el memorable acto, junto al Direc-  
tor de la Academia Diplomática del Perú, embajador Estuardo  
Marrou. Antes de este clima de concordia, hubiera sido práctica-  
mente imposible lo relatado.  
José Gallardo Román y Paco Moncayo Gallegos, merecida-  
mente reconocidos como héroes nacionales, expresaron: “Hablamos  
de hazaña, sin exageración, porque el Ecuador venció a unas fuerzas arma-  
das de larga tradición, surgida con las guerras de conquista del imperio del  
Tahuantinsuyo y con su grandeza, las que han inspirado en el pueblo pe-  
10  
ruano una voluntad mesiánica de expansión territorial”. Realmente hay  
razón para llamar gesta a esta hazaña, inspirada en hechos triunfales  
del pretérito, como el triunfo de Atahualpa frente a las tropas cuz-  
queñas o la victoria en el Portete de Tarqui: “Nada es más grave para  
los pueblos, para las naciones, para las instituciones que la pérdida de me-  
moria; pueblos, naciones e instituciones sin memoria, son incapaces de vivir  
11  
un presente positivo y de construir un mejor futuro”. Completamente  
de acuerdo: sin Historia, que es la que conserva la memoria colectiva,  
los pueblos son como hojas al viento, desprendidas del árbol que les  
tonifica, sin las raíces que les sostienen. La función histórica es sobre  
todo pedagógica, en bien de las generaciones de hoy y del mañana,  
para que se nutran de las lecciones que brinda y se motiven de prin-  
cipios sustanciales que deben ser eternos, de amor, servicio y defensa  
de la Patria.  
Manifiestan los expertos que el Alzheimer es una enferme-  
dad mental incurable que va degenerando las células nerviosas del  
cerebro y disminuyendo la masa cerebral, lo que produce la pérdida  
10 Cfr. Gral. Gallardo en: Frases para recordar, José Vargas Molina, Gesta del Cenepa, Diccionario  
de la Historia Nacional, p.300.  
11 Cfr. Gral. Moncayo en: Ibid.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
419  
Franklin Barriga López  
del sentido de orientación, con dificultades para resolver asuntos de  
la vida cotidiana: en la fase final, a quienes la padecen, se les borra  
los recuerdos, al extremo de no reconocer a los familiares más cerca-  
nos. En la última etapa, catalogada como muy grave, las personas  
tienen incapacidad para valerse por sí mismas, hablar y comuni-  
carse.  
Lo que se denomina el Alzheimer Social, la pérdida de la me-  
moria histórica, entraña consecuencias desastrosas para los pueblos  
y países, ya que la historia afianza la identidad y el sentido de per-  
tenencia, proporciona los referentes imprescindibles para la autoes-  
tima, el desarrollo y el civismo, ahora tan venido a menos por las  
tendencias actuales, repletas, casi totalmente, de superficialidad e in-  
consecuencia patriótica. La erosión del alma colectiva es tan peli-  
grosa como la que ocasiona en el cuerpo humano, a nivel individual,  
la enfermedad referida.  
Con estos antecedentes, me es satisfactorio relievar que el  
Gral. Gallardo Román y el Ing. Walter Shcultd, vicepresidente de la  
Sociedad Bolivariana del Ecuador, en la mañana del miércoles 7 de  
septiembre de 2022, tuvieron la gentileza de visitarme en la patrimo-  
nial Casa Alhambra, donde labora la Academia Nacional de Historia.  
En medio de la conversación jovial con estos caballeros y buenos  
amigos, en la que también participó el Ac. Diego Moscoso Peñahe-  
rrera, secretario de nuestra entidad, el Gral. Gallardo me solicitó el  
prólogo para una obra de esencia histórica, que había escrito apro-  
vechando el largo confinamiento ocasionado por la pandemia de co-  
ronavirus (Covid 19) que azotó a nuestro país y el mundo, con los  
efectos suficientemente conocidos.  
Obviamente, acepté de inmediato la distinción que se me  
confirió, ya que se trataba de uno de los ecuatorianos más notables  
y de un capítulo de nuestra Historia, realmente trascendental y hon-  
roso, en el que este digno militar tuvo capital y ejemplar participa-  
ción.  
Estructuran al libro, que lleva por título Guerra del Cenepa,  
afirmaciones respaldadas en fuentes de veracidad comprobada.  
Nada de subjetivismos ni de contenidos alejados de la verdad docu-  
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420  
Bienvenida a José Gallardo Román  
mental, todo está respaldado en testimonios escritos, contrastados y  
aun comentados, como exige la ciencia, ya que la Historia –y esta es  
una obra vertebralmente histórica– tiene credibilidad precisamente  
por su naturaleza científica, en las mil páginas, aproximadamente,  
consideradas a doble espacio, en que se desenvuelven y forman tres  
voluminosos tomos.  
La obra antes indicada entrega datos imprescindibles para  
conocer lo que realmente sucedió en esta epopeya, con antecedentes  
y consecuentes, como aquellos en que el Gral. Gallardo, en ese en-  
tonces subdirector de la Escuela y Colegio Militar “Eloy Alfaro”, fue  
el Comandante de la Zona Especial de Defensa N. 5 “Guayaquil”,  
responsable de la defensa del puerto principal, en el caso que la Bri-  
gada de Infantería Guayas hubiera tenido que realizar la defensa de  
la Región Litoral, como efectivamente sucedió ante los ataques pe-  
ruanos de Mayaycu y Machinaza, acontecidos el 28 de enero de 1981:  
la eclosión del pueblo guayaquileño hizo que se conformara dos ba-  
tallones, con reservistas, que fueron atendidos en su alimentación  
por distinguidas damas, entre las que estaba nuestra apreciada co-  
lega académica Jenny Estrada, además de otros preparativos como  
la instrucción militar a la población civil y la conformación de bri-  
gadas, además de cuantiosos aportes en alimentos, vestuario, medi-  
cinas y más.  
Luego de reconocer el apoyo generoso del pueblo a sus Fuer-  
zas Armadas, con marcado profesionalismo y sinceridad el Gral. Ga-  
llardo hizo estas declaraciones sobre la verdad de lo sucedido en el  
Conflicto de la Cordillera del Cóndor, lo que esclarece varios equí-  
vocos:  
Los resultados fueron traumatizantes, debido a que, al tomarse la de-  
cisión de instalar los destacamentos en la vertiente oriental de la Cor-  
dillera del Cóndor, no se consideró debidamente el real poder nacional  
y militar del país frente al del Perú; tampoco se tuvo en cuenta la muy  
probable reacción de ese país. Ese error determinó que las disposicio-  
nes y acciones gubernamentales fueran confusas, indecisas y tibias, y  
que el apoyo a los combatientes fuera insignificante en relación a sus  
necesidades operativas y logísticas, lo que impidió que las tropas ecua-  
torianas pudieran demostrar a plenitud su capacidad profesional. Tam-  
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Franklin Barriga López  
bién fue frustrante el desenlace del conflicto porque se terminó aban-  
12  
donando la vertiente oriental de la Cordillera del Cóndor.  
Las duras experiencias de este conflicto hicieron que, al in-  
terior de las Fuerzas Armadas, con la participación de las tres fuer-  
zas, se analice lo sucedido en la Cordillera del Cóndor, sin maquillaje  
alguno; con esta base de por medio, se efectuaron los correctivos que  
eran menester y, posteriormente, se obtuvo los resultados que fla-  
mearon en la victoria del Alto Cenepa, una vez que fueron fortaleci-  
das con mayor vigor la Defensa Nacional y las Fuerzas Armadas.  
El Gral. Gallardo ocupó en el Ejército jefaturas y direcciones.  
En marzo de 1986, se encontraba como comandante de la Brigada de  
Infantería “Loja”, luego se desempeñó como jefe del Gabinete Mi-  
nisterial, jefe del Departamento de Personal del Ejército y, luego, jefe  
del Departamento de Operaciones y, por cortos períodos, inspector  
general de la Fuerza y jefe del Estado Mayor. El 4 de enero de 1991  
se le designó comandante general del Ejército y, el 10 de agosto de  
13  
1
992, ministro de Defensa Nacional y director del Frente Militar. El  
Ejército, la Fuerza Naval y la Fuerza Aérea efectuaron numerosas in-  
novaciones que, en varias páginas, son relatadas por el Gral. Ga-  
llardo, tanto en lo concerniente a la defensa nacional como al  
desarrollo socioeconómico de la población, especialmente en los sec-  
tores más empobrecidos, a más de trascendentales publicaciones  
orientadas a elevar el civismo, escritas por miembros connotados de  
nuestra Academia, como la del ilustre general Marcos Gándara En-  
ríquez que, entre otras producciones, elaboró el libro, documentado  
1
4
al máximo, La Semana Trágica de Guayaquil, en donde presenta lo  
que realmente sucedió en el Puerto Principal el 15 de noviembre de  
1
922 y, con ello, desbarató, las ficciones literarias o propaganda ex-  
tremista que, de manera planificada y falaz, circundaron al suceso  
1
1
2 José Gallardo, Relato y testimonio. Reflexiones. La guerra del Cenepa (título en prensa).  
3 Se escribe del texto impreso previo al envío a la editorial, por lo tanto, la paginación ahora se  
indique diferirá de la que se imprima posteriormente; de allá que, se mencionará solamente  
al autor.  
14 Marcos Gándara Enríquez, La semana trágica de Guayaquil, noviembre de 1922: aproximación a la  
verdad, Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones Históricas y Geográficas, 1991.  
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Bienvenida a José Gallardo Román  
en mención. En este rango, se debe mencionar, asimismo, entre otras,  
15  
Misión y esencia de las Fuerzas Armadas, en coordinación con el Gral.  
Marcelo Delgado Alvear y la familia del extraordinario intelectual y  
político Dr. José María Velasco Ibarra: aquí constan los discursos del  
cinco veces presidente del Ecuador, que reconoce y exalta, reiterada-  
mente, el formidable rol de esta institución fundamental para el país:  
Cuando el Gral. José Gallardo Román, siendo ya general de  
División era comandante general del Ejército, instituyó, el 5 de julio  
de 1991, como el Día de la Lealtad del Ejército, para que todos los  
años se lo celebre en todas las Unidades, Institutos y otras depen-  
dencias, con la finalidad de exaltar la lealtad del Soldado Ecuato-  
riano, particularmente del caído en combate, relievándose así la  
trilogía de virtudes que son las columnas principales de la entidad  
armada:  
Disciplina que es la sujeción voluntaria y generosa a las leyes y regla-  
mentos y a las órdenes de los superiores jerárquicos; honor que es el  
compromiso del alma con todo lo noble, limpio y bueno; lealtad que  
es la fidelidad a la propia causa, adhesión sincera a los superiores je-  
rárquicos, compañeros y subalternos. Sin esta virtud, las instituciones  
se desintegran ante el menor obstáculo o por obra de la insidia y la in-  
triga”, de acuerdo al propio pensamiento del Gral. Gallardo, expresado,  
16  
en 1992, en la celebración del Día de la Lealtad.  
El Gral. Gallardo narra, igualmente muy bien documentado,  
otros hechos, particularmente la visita del presidente peruano Al-  
berto Fujimori a Quito y Bahía de Caráquez, debido a la cordial in-  
vitación del mandatario ecuatoriano Sixto Durán–Ballén, que  
anhelaba, sinceramente, la solución pacífica del litigio entre ambos  
países. La hipocresía de Fujimori se comprobó después de estas vi-  
sitas donde hizo falso derroche de amistad, para cambiar radical-  
mente de tono, en la Cumbre Iberoamericana de julio de 1993 en la  
brasileña ciudad de Salvador de Bahía, en donde declaró, sin ningún  
1
5 José María Velasco Ibarra, Misión y esencia de las Fuerzas Armadas: discursos, Ministerio de De-  
fensa Nacional, Dirección de Relaciones Públicas, Protocolo y Prensa, Quito, Ecuador,1993  
6 José Gallardo, Relato y testimonio…op. cit.  
1
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423  
Franklin Barriga López  
rubor, que el acercamiento con nuestro país fue solo aparente y hecho  
solo para distraer “hasta que se presentara la ocasión de poder completar  
el cierre de las fronteras, por la fuerza, si fuere necesario”. Recordemos  
que Fujimori, después de su década de gobierno (1990-2000) fue con-  
denado por la Corte Suprema del Perú a 25 años de prisión, me-  
diante sentencia ejecutoriada: crimen de lesa humanidad, asesinato,  
cohecho, secuestro y desfalco.17  
En la segunda parte, el Gral. Gallardo presenta análisis  
geoestratégicos del Teatro de Guerra Ecuador-Perú y expone datos  
que revelan el desequilibrio de las fuerzas en tierra: las del Perú, dos  
veces y media más grandes, con superioridad en tanques y vehículos  
blindados seis veces más numerosos. El desbalance entre las fuerzas  
de las Armadas, Aeronaval, Submarina y Fuerza Aérea y radares,  
igualmente era desproporcionado. El pueblo peruano y sus fuerzas  
militares no tenían lo que sobra a los ecuatorianos: motivación pa-  
triótica y altivez cívica, nacidas desde la niñez, desde que comienza  
el uso de razón, por las injusticias perpetradas en materia territorial.  
Se impartió preparación más rigurosa, intensa, contundente para la  
hora de la batalla, al militar ecuatoriano que sobresale por su profe-  
sionalismo; la Historia reclamaba reivindicaciones, mientras que en  
el Perú se planificaba una nueva agresión armada, con prepotencia  
y hasta soberbia, menospreciando la real capacidad de respuesta que  
iban a recibir. En palabras del propio Gral. Gallardo:  
Para finales de 1994, los ecuatorianos y sus Fuerzas Armadas habían  
asimilado las amargas lecciones del pasado y estaban dispuestos a im-  
pedir, a cualquier costo, que volvieran a repetirse impunemente los ul-  
trajes y el despojo territorial sufrido por el Ecuador en el pasado.  
Tenían muy presente que los pueblos que olvidan su pasado están con-  
denados a repetirlo.18  
19  
Ante la invasión peruana, dispuesta por Fujimori de que en  
1
7 Fundación para el Debido Proceso Legal, “Presentación”, Digesto de jurisprudencia latinoame-  
ricana sobre crímenes de derecho internacional, Fundación para el Debido Proceso Legal, Was-  
hington, 2009, p. xi  
18 José Gallardo, Relato y testimonio…op. cit.  
19 Alberto Fujimori no era una persona confiable para las negociaciones, por cuanto demostró  
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Bienvenida a José Gallardo Román  
tres días se desaloje a los ecuatorianos del Alto Cenepa lo que le ga-  
rantizaría su reelección presidencial, el Frente Militar recomendó al  
Presidente de la República rechazarla con las armas, para poner  
punto final a las agresiones defendiendo heroicamente a la Patria. El  
Ministerio de Defensa estaba encabezado por un excelente militar y  
un gran patriota, como bien calificó al Gral. Gallardo el Gral. Paco  
Moncayo Gallegos, comandante del Ejército de Operaciones, asi-  
mismo militar de excelencia.  
Con el respaldo de documentos oficiales, como son las actas  
y resoluciones del Consejo de Seguridad (COSENA) y testimonios,  
como los del Gral. Paco Moncayo y del coronel Luis Hernández  
luego en acto de justicia ascendido a General–, que tuvieron estos  
dos militares magnífico protagonismo en el escenario de las opera-  
ciones y fueron autores también de memorias sobre esta guerra.  
20  
Se sigue de día en día las acciones ecuatorianas que fueron  
victoriosas, debido a la muy buena preparación profesional y moral  
de oficiales y tropas. El Gral. Gallardo resume en estas cifras las pér-  
didas en combate: un oficial y treinta y dos hombres de tropa, heri-  
dos alrededor de doscientos; mientras que, el Perú soportó alrededor  
de mil muertos, según la revista limeña “Caretas”; el único avión  
ecuatoriano siniestrado fue un T-34, que sufrió un percance admi-  
nistrativo en Manta, Perú perdió: un avión Canberra, dos aviones  
Sukoi y un A-37B, derribados en combate por la FAE, y otro que al  
darse a la fuga a baja altura y entre las nubes no llegó a la base, en  
total dos aviones supersónicos y cuatro subsónicos, además de siete  
dobleces en su palabra; frecuentemente presentaba a los peruanos hechos que no eran ver-  
daderos, dentro de una campaña de medios que la realidad desmentía. Actualmente, como  
ya se indicó cumple una condena de 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, so-  
bornos a diputados opositores y periodistas, peculado doloso en agravio del Estado, asocia-  
ción ilícita para delinquir, entre otros delitos. Su brazo derecho, Vladimiro Montesinos, asesor  
de máxima confianza y todopoderoso jefe de inteligencia del autócrata que gobernó desde  
1990 al 2000, fue sometido a más de sesenta procesos y condenado, igualmente, a 25 años de  
prisión, entre otros delitos por fraude electoral, desviación de fondos de las fuerzas armadas,  
violación de derechos humanos, corrupción, narcotráfico e incluso venta de armas a las  
FARC.  
0 Paco Gallegos Moncayo, CENEPA: Antecedentes, el conflicto y la paz, Corporación Editora Na-  
cional, Corporación Editora Nacional, Quito, 2011, 478 páginas.  
Luis Hernández Peñaherrera, La Guerra del Cenepa: diario de un Comandante, Corporación Edi-  
tora Nacional, Quito, 1997, 235 páginas.  
2
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425  
Franklin Barriga López  
helicópteros. Hay el recuento también de las actividades heroicas  
desplegadas por el Gobierno Nacional, el Ejército, la Fuerza Naval,  
la Fuerza Aérea y de la Policía Nacional como Fuerza Auxiliar.  
La sensatez y sentido de Patria relucen en estas confesiones  
del Gral. Gallardo que, como se recordará, era a la época el ministro  
de Defensa Nacional, cuyas acciones en síntesis fueron:  
Asesoró con responsabilidad al Presidente de la República y al Consejo  
de Seguridad Nacional, para que sus decisiones fueran acertadas; man-  
tuvo con firmeza las disposiciones tendientes a evitar la guerra gene-  
ralizada, que no convenía al Ecuador, aunque para eso limitó ciertas  
acciones necesarias y convenientes en los niveles tácticos y operativos;  
dispuso que se informara todos los días sobre los resultados de los  
combates de manera sobria y sin exagerar los éxitos e inclusive ordenó  
que se comunicara diariamente el número de muertos y heridos, todo  
esto para evitar que se formara una burbuja de triunfalismo que podía  
estallar ante algún fracaso, causando desconcierto, desmoralización y  
desconfianza en la población; implementó diferentes medidas para  
mantener las mejores relaciones entre las Fuerzas Armadas y las insti-  
tuciones públicas y privadas y con el pueblo en general, logrando la  
colaboración de la población, especialmente de los medios de comuni-  
cación que cumplieron una labor vital, informando correctamente al  
Ecuador y al mundo y manteniendo la moral de la ciudadanía en alto  
(…) Se mantuvo informado al instante sobre los resultados de los com-  
bates; visitó el Puesto de Mando del Ejército de Operaciones para co-  
nocer directamente y de primera mano la situación de la guerra y,  
cuando le fue posible, llegó hasta las trincheras de las tropas en sus si-  
tios de despliegue de combate, como ocurrió en las provincias de El  
Oro y Loja, en donde pudo ver de cerca a las tropas peruanas en sus  
trincheras.21  
Reconoció, el general Gallardo, con nombres, a los pundo-  
norosos militares que se cubrieron de gloria enfrentando a los agre-  
sores y que comandaron las acciones, sin desconocer a los demás  
jefes, oficiales, clases, soldados, aspirantes, conscriptos y los nativos  
que se acuartelaron y lucharon con abnegación, disciplina y firmeza,  
acordes a los factores determinantes para el triunfo. Transcribió las  
21 José Gallardo, Relato y testimonio…op. cit.  
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Bienvenida a José Gallardo Román  
siguientes afirmaciones, por demás decidoras, de Gabriel Marcella,  
analista de la Escuela Superior de Guerra del Ejército de los Estados  
Unidos:  
La limitada victoria del Ecuador en el Cenepa genera un nuevo umbral  
en el antiguo conflicto: Ecuador ha logrado una victoria militar sobre  
Perú por primera vez desde la Batalla de Tarqui de 1829. Los ecuato-  
rianos integraron exitosamente las estrategias militares, operaciones y  
tácticas con una acertada campaña de información tanto en lo nacional  
22  
diplomacia) como en lo militar (operaciones sicológicas).  
(
Se honró debidamente a quienes cayeron en batalla (prove-  
nientes de 18 de las 22 provincias que integraban el país en ese en-  
tonces). Se condecoró y entregó distinciones a los combatientes, según  
los informes al respecto de los comandantes de las fuerzas que en-  
frentaron a los invasores, de acuerdo a la Ley Especial de Gratitud y  
Reconocimiento que expidió el Congreso Nacional. En este punto, re-  
lievo con caracteres especiales, este hecho que relata el Gral. Gallardo:  
Como en la lista de los oficiales y la tropa que merecían ser condecora-  
dos por sus méritos no constaba el Gral. Paco Moncayo, Comandante  
del Ejército de Operaciones, pregunté al Gral. Bayas la razón de esta  
omisión, quien me hizo conocer que el Gral. Moncayo había pedido  
que no se le condecore. Ante esa situación dispuse que, en virtud de  
su exitosa conducción de las tropas en la campaña, se le otorgue la con-  
23  
decoración respectiva en el más alto grado.  
Por múltiples consideraciones, a la Guerra del Cenepa debe  
ubicarse como gesta nacional, digna de ser recordada permanente-  
mente por las generaciones de hoy y de mañana, para elevar la au-  
toestima de los ecuatorianos y volver realidad nobles objetivos que  
se los alcanza sin rendirse en la lucha por la vida, orientada hacia la  
superación y el triunfo.  
2
2 Cfr. Gabriel Marcella en: Fabrizio Peralta, La Guerra del Cenepa: De la victoria táctica a la  
derrota estratégica, Global Strategy, 21 de marzo de 2021. Ver en: https://global-strategy.  
org/la-guerra-del-cenepa-de-la-victoria-tactica-a-la-derrota-estrategica/ (13-12-2022)  
3 José Gallardo, Relato y testimonio…op. cit.  
2
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427  
Franklin Barriga López  
Este libro del Gral. Gallardo Román que llevará por título  
Guerra del Cenepa será fuente de consulta obligada no solo para quie-  
nes siguen la honrosa carrera militar sino para todos los ecuatoria-  
nos, por su contenido histórico, orientaciones cívicas y lecciones que  
deben ser perdurables.  
Suficiente sería la obra en referencia para reconocer al Gral.  
Gallardo como historiador minucioso y documentado. Es preciso in-  
formar, además, que tiene otros libros de su autoría, ya publicados:  
24  
Interpretación geopolítica de la desmembración territorial del Ecuador, El  
25  
Plan Colombia y sus efectos sobre el Ecuador, El patriotismo de los gua-  
26  
yaquileños en el conflicto de 1981, a lo que debe sumarse sus artículos  
publicados en diversos medios, numerosos discursos y conferencias.  
Pertenece a las siguientes instituciones cívico-culturales: Academia  
Nacional de Historia Militar, de la cual fue subdirector y miembro  
fundador; Sociedad Bolivariana del Ecuador, de la que fue presi-  
dente; Academia Bolivariana de América; Miembro de Honor de la  
Fundación “Oscar Efrén Reyes”.  
Por lo expuesto y mucho más que puede argumentarse, la  
Academia Nacional de Historia del Ecuador, fundada por el eminente  
Federico González Suárez, con el nombre inicial de Sociedad Ecuato-  
riana de Estudios Históricos Americanos, el 24 de julio de 1909, al va-  
lorar los méritos de este notable ecuatoriano, –reitero- héroe nacional,  
resolvió nombrarle Miembro Honorario, lo cual se cumple el día de  
hoy, en esta solemne ceremonia. En tan encumbrada calidad, me es  
sumamente grato brindarle la más cordial de las bienvenidas.  
Una vez que escuchemos al Sr. general de Ejército José Ga-  
llardo Román en el discurso estatutario de incorporación procede-  
remos a conferirle las insignias institucionales: el Diploma que le  
acredita en tal alta dignidad, la Medalla consagratoria de Académico  
y la Escarapela en la que consta el Escudo de nuestra entidad.  
24 José Gallardo, Interpretación geopolítica de la desmembración territorial del Ecuador, Ed. A.G.E.,  
Quito, sin año de publicación.  
2
2
5 José Gallardo, El Plan Colombia y sus efectos sobre el Ecuador, Eskeletra Editorial, Quito, 2005  
6 José Gallardo, El patriotismo de los guayaquileños en el conflicto de 1981, Biblioteca Municipal de  
Guayaquil, Programa Editorial de la muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil, Guayaquil,  
2011.  
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428  
Bienvenida a José Gallardo Román  
Bibliografía  
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de este reportaje es El protocolo de Río, 80 años del pacto que sembró la paz  
entre el Ecuador y el Perú.  
AYALA LASSO, José, Así se ganó la paz, Editorial Mariscal, Quito, 2009.  
–––––, Firma de la paz con el Perú, Diccionario de la Historia Nacional, Academia  
Nacional de Historia, PPL Impresores, Quito, 2022  
AYALA MORA, Enrique,“¡Ni un paso atrás!”, Primicias, 20 de noviembre de  
022. Ver en: https://www.primicias.ec/noticias/firmas/peru-ecuador-  
2
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CARRIÓN, Benjamín, Cartas al Ecuador, Quito, Edit. Gutenberg, 1941-1942  
CHÁVEZ CRUZ, Alberto, Décimo séptimo capítulo, Historias de Guerra, El llanto  
del Gral. José Gallardo, en El Machaleño que se divulgó en versión electró-  
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de jurisprudencia latinoamericana sobre crímenes de derecho internacional, Fun-  
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GALLARDO, José, El Plan Colombia y sus efectos sobre el Ecuador, Eskeletra Edi-  
torial, Quito, 2005.  
–––––, El patriotismo de los guayaquileños en el conflicto de 1981, Biblioteca Muni-  
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de Guayaquil, Guayaquil, 2011.  
–––––, Interpretación geopolítica de la desmembración territorial del Ecuador, Ed.  
A.G.E., Quito, sin año de publicación.  
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GÁNDARA ENRÍQUEZ, Marcos, La semana trágica de Guayaquil, noviembre de  
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Históricas y Geográficas, 1991.  
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PERALTA, Fabrizio, La Guerra del Cenepa: De la victoria táctica a la derrota es-  
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strategy.org/la-guerra-del-cenepa-de-la-victoria-tactica-a-la-derrota-estrat  
egica/ (13-12-2022).  
VELASCO IBARRA, José María, Misión y esencia de las Fuerzas Armadas: discursos,  
Ministerio de Defensa Nacional, Dirección de Relaciones Públicas, Proto-  
colo y Prensa, Quito, Ecuador, 1993.  
Casa Alhambra,  
jueves 8 de diciembre de 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 413–430  
430  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BREVE TESTIMONIO Y REFLEXIONES  
SOBRE LA GUERRA DEL CENEPA  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
José Gallardo Román1  
Agradezco al doctor Franklin Barriga López, Ilustre Director  
de la Academia Nacional de Historia, las cordiales palabras con las  
me ha recibido en la institución que dirige con tanto acierto.  
Al integrarme a la Academia Nacional de Historia, me siento  
altamente honrado porque esta noble institución está integrada por  
ecuatorianos de alta valía moral e intelectual, que hacen honor al  
legado de sabiduría y patriotismo de su fundador, monseñor  
Federico González Suárez, quien, era un hombre de paz y concordia,  
sin embargo dijo en 1910, cuando el país estaba amenazado por una  
invasión: “Si ha llegado el momento que el Ecuador desparezca, que  
desaparezca, pero no enredado en los hilos de la diplomacia sino en el campo  
2
del honor y con el arma al brazo”. Esta expresión de dignidad y coraje  
aún vibra en el alma de quienes aman a la Patria.  
En razón de las funciones militares que he cumplido, he  
propuesto como ponencia de mi incorporación a la Academia  
Nacional de Historia, el tema: “Breve testimonio y reflexiones sobre  
la Guerra del Cenepa”. Debo comenzar recordando que en 1829 se  
firmó el Tratado de Guayaquil entre Colombia y Perú, que estableció  
como límite entre esos países, los ríos Tumbes–Macará y Mara-  
ñón–Amazonas. Perú recibió con beneplácito el Tratado porque  
Colombia le entregó todo el territorio localizado al sur de los  
mencionados ríos, que había pertenecido a la Real Audiencia de  
1
2
Excomandante general del Ejército y ministro de Defensa Nacional en la Guerra del Cenepa  
y en la firma del Acta de Paz de Brasilia.  
Cfr. Federico González Suárez en: Raquel Rodas Morales, Zoila Ugarte de Landívar Patriota y  
Republicana “Heroína ejemplar del feminismo”, Comisión de Transición, Quito, 2011, p.67.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 431–439  
431  
José Gallardo Román  
Quito en los tres siglos de la Colonia. Sin embargo, de esa inmensa  
sesión territorial, tan pronto el Ecuador se separó de Colombia, el  
Perú comenzó a ocupar el territorio ecuatoriano localizado al norte  
de dichos ríos, utilizando las poderosas fuerzas y buques que se  
radicaron en el antiguo Virreinato de Lima al finalizar la guerra de  
la Independencia.  
Para obligar al Ecuador a reconocerle en un tratado de  
límites el despojo de la mitad del territorio con el que nuestro país  
nació a la vida republicana, el Perú preparó y perpetró la invasión  
de 1941, empleando 15.000 soldados frente a las provincias de El Oro  
y Loja, armados con tanques blindados y artillería, y apoyados con  
aviación de combate, destructores y submarinos. Contra ese pode-  
roso ejército se enfrentó el Escalón de Seguridad de la frontera que  
no pasó de 1.700 hombres. En la Región Amazónica, el desbalance  
de los poderes militares fue similar.  
Encontrándose el litoral de la provincia de El Oro ocupado,  
el Perú le impuso al Ecuador el Protocolo de Río de Janeiro. Mientras  
se colocaban los hitos limítrofes se verificó la inexistencia de la  
divisoria de aguas de los ríos Zamora y Santiago, que consta en el  
Protocolo de Río de Janeiro como límite, dado que el río Cenepa está  
interpuesto entre dichos ríos, formando dos divisorias de aguas, que  
determinban la inejecutabilidad del Protocolo. Para encontrar  
solución a ese problema, en 1950 Ecuador invitó a Perú a conversar;  
pero ese país rechazó la invitación y le exigió que cumpliera el  
Protocolo como estaba escrito, sin objeción alguna; y acto seguido,  
ocupó el río Cenepa en su curso bajo y medio, apoderándose del  
85 % del valle del río. Seguramente, no llegó al curso superior por  
las dificultades del terreno. Tiempo después, las tropas ecuatorianas  
entraron a patrullar el territorio del curso superior, al que se deno-  
minó Alto Cenepa.  
Esa era la situación el 14 de diciembre de 1994, cuando se me  
informó, en mi condición de Ministro de Defensa Nacional, que el  
Perú exigía la inmediata desocupación del Alto Cenepa. El  
Presidente Fujimori había dicho al Jefe del Comando Conjunto:  
Tienen tres días para sacar a los ecuatorianos”. Evidentemente,  
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432  
Breve testimonio y reflexiones  
sobre la Guerra del Cenepa  
esperaba una victoria militar fácil que apuntalara su reelección en  
abril de 1995. Ante esa información, sentí que si los peruanos  
intentaban ocupar dicho territorio, debíamos rechazarlos con las  
armas. Al mismo tiempo pensé que el Ecuador disponía de con-  
diciones favorables para repeler una invasión en la zona sur oriental  
del país, dado que hasta allí llegaban tres carreteras y se disponía  
del campo de aviación de Macas, para facilitar el apoyo operativo y  
logístico. También pensé que se debía prohibir que se ataque a los  
destacamentos del Perú, para no dar pretexto a que se acuse al  
Ecuador de agresor ni para que se desencadene una invasión  
general, que, si bien creía que podríamos rechazarla, causaría un  
holocausto y graves destrucciones.  
Ante la referida amenaza, ordené la inmediata reunión del  
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, al que manifesté mi  
criterio de rechazar a los peruanos con las armas si intentaban ocupar  
el Alto Cenepa. Luego dispuse que el Jefe del Comando Conjunto y  
los comandantes del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea  
manifestaran su criterio. Igual disposición impartí a los jefes de  
Estado Mayor de las tres Fuerzas, segundos en el mando de las  
mismas. Como todos estuvimos de acuerdo en la recomendación que  
deberíamos darle al presidente de la República, fui al Palacio de  
Gobierno acompañado del Comando Conjunto. El primer manda-  
tario aprobó la recomendación.  
Para entonces las Fuerzas Armadas estaban debidamente  
entrenadas y disponían del armamento indispensable para cumplir  
su misión, aunque el adversario contaba con total superioridad  
material. Los oficiales y la tropa del Ejército, la Marina y la Fuerza  
Aérea, desde el fracaso de 1941, habían tomado plena conciencia de  
que la preparación de la defensa nacional no podía postergarse un  
minuto y venían preparándose sin desmayos, muchas veces  
sobreponiéndose a graves carencias, con el propósito de impedir que  
el pasado de ultrajes se repitiera. El pueblo, en general, los secundó  
en sus afanes y los gobiernos, unos más y otros menos, dieron su  
aporte valioso para preparar la defensa del país. La enseñanza de la  
historia nacional con sentido de Patria, no había sido en vano.  
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José Gallardo Román  
El 23 de enero de 1995 se descubrió que tropas peruanas  
infiltradas, estaban construyendo un helipuerto a la retaguardia de  
las tropas ecuatorianas. Los comandantes de las unidades tácticas y  
operativas dieron, sucesivamente, la orden de que se preparara el  
desalojo de los invasores, orden que fue ratificada por el Frente  
Militar y aprobada por el presidente de la República.  
Al anochecer del 26 de febrero se inició el desalojo de los  
infiltrados y el 27 el Perú atacó con gran apoyo aéreo contra el Alto  
Cenepa y los destacamentos del sector del río Santiago, donde cesó  
su ataque el 2 de febrero para concentrar sus fuerzas en la conquista  
del Alto Cenepa.  
La misma noche del 26 de enero de 1995 el presidente Sixto  
Durán-Ballén convocó a los embajadores de los Países Garantes para  
pedir la intervención de los mismos y evitar la guerra. Dos días  
después respondieron los garantes, proponiendo que las tropas en  
contacto se retiraran ocho kilómetros, lo que para los ecuatorianos  
significaba que debían abandonar el territorio que defendían. Ante  
esa absurda e injusta propuesta, el presidente dijo al pueblo reunido  
en la Plaza de la Independencia: “Esta vez no vamos a retroceder ni  
un paso”. La multitud respondió: “Ni un paso atrás”.  
El 13 de febrero, Fujimori, al verificar que sus tropas no  
podían penetrar en el Alto Cenepa, declaró unilateralmente el cese  
de fuego, aduciendo falsamente que el Perú había conquistado su  
objetivo. Con ese engaño, seguramente pensaba que las tropas  
ecuatorianas se quedarían impávidas en sus posiciones, mientras los  
peruanos, aprovechándose del ocultamiento que les daba la selva,  
avanzarían sin tener que combatir. Pero, los comandantes ecuato-  
rianos del área de batalla y el Comando Conjunto no cayeron en el  
engaño y dieron la orden de localizar a los invasores y rechazarlos.  
El 17 de febrero se firmó la Declaración de Paz de Itimaraty y el  
Perú, después de cuarenta años de negativas, aceptó sentarse a la  
mesa de negociaciones para resolver los desacuerdos existentes. Sin  
embargo, sus tropas continuaron atacando con mayores fuerzas. Era  
evidente que querían encontrarse en posesión del Alto Cenepa para  
cuando llegaran los observadores de los garantes decirles que ellos  
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434  
Breve testimonio y reflexiones  
sobre la Guerra del Cenepa  
venían ocupando ese territorio y que los ecuatorianos éramos los  
invasores. Pero nuevamente fracasaron sus ataques con graves  
pérdidas humanas y materiales. Ante ese fracaso, el Perú cesó su  
ofensiva el 23 de febrero, pero continuó infiltrando patrullas, que  
fueron rodeadas e inmovilizadas por las tropas ecuatorianas, tanto  
que, para culminar el proceso de separación de las Fuerzas, hubo  
que abrir rutas de salida por donde los peruanos replegaron a su  
país. Al concluir dicho proceso, las tropas ecuatorianas dejaron el  
Alto Cenepa en poder de los observadores de los garantes, realizan-  
do sencillas y emotivas ceremonias en Tiwintza y Base Sur, prin-  
cipales reductos de su resistencia heroica, donde arriaron la Bandera,  
cantando el Himno Nacional.  
No obstante que siempre será triste el recuento de las  
pérdidas humanas y materiales que dejan las guerras, el rigor del  
relato histórico lo exige. En la guerra del Cenepa el Ecuador no  
perdió aviones ni helicópteros. Sus muertos fueron 1 oficial y 32  
hombres de tropa y los heridos más de cien, entre los cuales 69  
sufrieron diferentes grados de invalidez. En cuanto al Perú, perdió  
un bombardero Camberra, derribado por las tropas de tierra, dos  
aviones supersónicos Sukoi y un avión subsónico A-37B, que fueron  
abatidos por la Fuerza Aérea sobre el Alto Cenepa; otro escapó entre  
la neblina y se estrelló porque no llegó a su base, y un avión de  
exploración marítima se le perdió en el océano. Además, le fueron  
derribados cinco helicópteros y uno se le siniestró en actividades  
logísticas. Sus muertos y heridos fluctuaron en alrededor de mil  
según los medios de comunicación social de ese país.  
La victoria del Cenepa se logró gracias a la preparación pro-  
fesional y al correcto equipamiento de las Fuerzas Armadas, y, sobre  
todo, a su alta moral, y al hecho de que el Ecuador estuvo unido y  
dirigido con firmeza, a diferencia de lo que ocurrió en 1941, en que  
las tropas tuvieron que luchar en desproporción de uno contra diez  
y desprovistas hasta de alimentos y municiones, lo que las llevó al  
colapso físico y emocional después 20 días de resistencia heroica.  
Para 1995, el Ecuador, había aprendido que los errores, omisiones y  
debilidades, se deben enmendar inmediatamente.  
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435  
José Gallardo Román  
En síntesis, la victoria del Cenepa recuperó y elevó la autoes-  
tima nacional, tan venida a menos como consecuencia de la invasión  
peruana de 1941 y de la imposición del Protocolo de Río de Janeiro;  
ganó el respeto internacional para Ecuador, y determinó que los  
ecuatorianos aceptáramos la negociación de paz como un acto  
soberano y no como una imposición.  
Desmovilizadas las tropas, se iniciaron las negociaciones de  
la paz, bajo la rigurosa exigencia de los garantes, por obvias razones,  
de que se realizaran estrictamente en el marco del Protocolo de Río  
de Janeiro. Esta era la situación el 10 de agosto de 1998 al asumir el  
poder el nuevo Gobierno.  
Para entonces, Perú había adquirido 29 poderosos aviones y  
rearmado sus fuerzas militares; mientras Ecuador, por la penuria  
fiscal, no había podido comprar ningún material bélico importante.  
En esos meses, la crisis fiscal y el empobrecimiento del país  
se agravaban inconteniblemente a causa de la caída del precio del  
petróleo a un valor menor que el costo de su producción, y por la  
destrucción del sistema vial y de las plantaciones de los productos  
de exportación, causada por el fenómeno de “El niño”. Por otro lado,  
la exportación de camarones se había reducido a un tercio como con-  
secuencia de la peste de la “Mancha blanca”, y la banca enfrentaba  
quiebras generalizadas por la irresponsabilidad y codicia de varios  
banqueros.  
Para aprovechase de la calamitosa situación del Ecuador, los  
grupos de diplomáticos y militares peruanos que querían una guerra  
de desquite, presionaban para que se iniciara la invasión lo más  
pronto posible, comenzando con un ataque aéreo contra los puertos,  
aeropuertos, vías de comunicación, áreas industriales, represas,  
plantas de energía eléctrica e instalaciones de explotación y expor-  
tación del petróleo. Esa presión aumentó cuando el presidente del  
Ecuador, Jamil Mahuad, al asumir el mando, invitó al Presidente del  
Perú para procurar una pronta solución al conflicto territorial. Es así  
que, el 12 de agosto de 1998 las fuerzas militares peruanas se  
encontraban en “alerta roja” y la Policía concentrada en los cuarteles  
para apoyarlas. Sólo esperaban la orden presidencial para atacar.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 431–439  
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Breve testimonio y reflexiones  
sobre la Guerra del Cenepa  
Pero las oportunas intervenciones del canciller de Argentina, que se  
encontraba en Lima, y la de los países garantes, evitaron tal locura.  
Sobre la base del criterio de solución del conflicto, formulado  
por los presidentes de los países garantes, que les fue solicitado por  
los presidentes de Ecuador y Perú cuando no pudieron ponerse de  
acuerdo, se firmó el Acta de la Paz en Brasilia el 26 de octubre de 1998.  
En dicha acta, se mantuvo la divisoria de aguas de los ríos Zamora  
y Santiago como límite entre los dos países, lo que determinó la  
entrega del Alto Cenepa al Perú, y se respetó la soberanía del Ecua-  
dor sobre el territorio donde están asentados los destacamentos  
Teniente Ortiz” y “Etza”, que fue defendido heroicamente en 1995,  
territorio que se encontraba sin delimitarse.  
Por otra parte, se restableció el derecho del Ecuador a nave-  
gar por el río Marañón–Amazonas en forma libre, gratuita, continua  
y perpetua y por los ríos que lo confluyen desde su territorio,  
derecho que no había sido ejercido durante medio siglo; se le otorgó  
dos espacios de ciento cincuenta hectáreas de extensión cada uno,  
para establecer dos Centros de Comercio y Navegación: uno a orillas  
del Marañón, en Saramirisa, y otro, a orillas del Amazonas, en  
Pijuayal, aguas abajo de la confluencia del Napo, y se establecieron  
dos ejes viales por los cuales el Ecuador puede acceder al Marañón,  
uno de ellos, la carretera que el Perú debía construir en el plazo de  
cinco años para unir la orilla norte del río Santiago con el Marañón,  
frente a Saramirisa.  
Concluido el litigio territorial con Perú, debemos mirar con  
fe el futuro porque el Ecuador goza de una excepcional posición  
geográfica, muy favorable para su desarrollo, ya que está situado en  
el centro de la costa americana del océano Pacífico y de los países de  
la Comunidad Andina y frente al inmenso mercado asiático. Ade-  
más, se encuentra muy próximo a los pueblos de la Hoya Amazónica  
que alberga ya más de treinta millones de habitantes. Por su posición  
geográfica, los productos del Ecuador pueden llegar en menor  
tiempo y a menor costo a los mercados del sur y del norte del  
continente y recibirse, con iguales ventajas, los insumos requeridos  
para producirlos. Sus cuatro regiones naturales y su amplio espacio  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 431–439  
437  
José Gallardo Román  
marítimo son fuentes de ricos recursos del suelo y subsuelo. Además,  
está beneficiado por abundante agua dulce y hermosos parajes de  
extraordinario valor turístico que, unidos a su magnífico patrimonio  
cultural, le aseguran un futuro promisorio.  
Para beneficiase a plenitud de dichos recursos, el Ecuador  
necesita intensificar las relaciones económicas y humanas con los  
países de la Comunidad Andina y con todo el mundo, sin que lo  
perturbe ningún prejuicio ni alineamiento ideológico, y requiere  
restaurar el imperio de la ley y el orden, con la contribución  
patriótica de los tres poderes del Estado y de todo el pueblo. Esto  
hará posible que se ponga coto al saqueo del erario del Estado, al  
narcotráfico y sus sicarios, a los extorsionadores del trabajo honrado,  
a las protestas sistemáticas, violentas e incendiarias y a las guerrillas  
que se entrenan en Colombia bajo feroces guías. Para el efecto, es  
prioritario fortalecer moral y materialmente a la Policía Nacional y  
a las Fuerzas Armadas: a la Policía para que controle la paz y el orden  
público en las ciudades, campos y vías, desde los pasos fronterizos;  
y a las Fuerzas Armadas para que continúen impidiendo que los  
sembríos de coca y mariguana se desborden desde los países vecinos  
sobre la extensa frontera selvática y montañosa del Ecuador, peligro  
que, de no evitarse, terminará esclavizando los campesinos al  
narcotráfico. Además, las Fuerzas Armadas deberán estar en condi-  
ciones de apoyar oportuna y eficientemente a la Policía Nacional en  
el control de las conmociones internas.  
Los bienes que se alcancen con el crecimiento económico,  
deberán destinarse a la dignificación del pueblo, especialmente de  
aquellos que no pueden valerse por sí mismos. Todos estos propó-  
sitos serán simples ilusiones y quimeras, si antes no se realiza una  
profunda restauración de los valores morales y cívicos de la Nación,  
que conduzca a una urgente depuración institucional, especialmente  
de la administración de la justicia. Esta gesta de salvación nacional  
debe iniciarse con la elección de los ciudadanos más sabios y probos  
para el desempeño de las funciones públicas, los que deben ser  
promovidos y apoyados por organizaciones políticas idealistas y  
fuertes.  
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Breve testimonio y reflexiones  
sobre la Guerra del Cenepa  
Bibliografía  
RODAS MORALES, Raquel, Zoila Ugarte de Landívar Patriota y Republicana “He-  
roína ejemplar del feminismo”, Comisión de Transición, Quito, 2011  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A MANUEL IGNACIO CARRASCO  
Y MARIO GARZÓN  
COMO MIEMBROS CORRESPONDIENTES  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Cuenca tiene un bien ganado prestigio en el campo intelec-  
tual, por ello se la relaciona con Atenas, la ciudad griega que, en la  
antigüedad, se constituyó en faro de Occidente, precisamente, por  
el cultivo y proyección del espíritu.  
La Atenas del Ecuador se la denomina desde hace mucho  
tiempo, merecidamente, al igual que, entre otros títulos de honrosa  
esencia, Patrimonio Cultural de la Humanidad, conferido por la Or-  
ganización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y  
la Cultura, Unesco, en 1999 y, en reconocimiento a su centro histórico  
que resume cualidades de excelencia y que refleja, en muchos aspec-  
tos, el ser y el sentir del cuencano.  
Saludo, con el respeto y aprecio de siempre, a Cuenca del  
Ecuador y, a la vez, expreso mi sincero lamento al no poder estar pre-  
sente en esta importante ceremonia académica, debido a causas aje-  
nas a mi voluntad. No obstante, gracias a los adelantos de la  
tecnología, envío esta intervención que refleja las máximas conside-  
raciones para la ilustre Cuenca, donde tengo queridas amigas y apre-  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
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Bienvenida a Manuel Ignacio Carrasco  
y Mario Garzón  
ciados amigos y me maravillo cuando recorro sus hermosos paisajes,  
sus calles y plazas antañonas, la ribera de sus ríos, de aguas tranqui-  
las y cristalinas, de penetrantes sonoridades que refinan el alma de  
propios y extraños.  
Destacados historiadores han conformado e integran el Ca-  
pítulo Cuenca de la Academia Nacional de Historia. Uno de ellos, el  
connotado Dr. Juan Cordero Iñiguez, llegó al alto sitial de director  
de nuestra centenaria y prestigiosa entidad, luego de haberse desem-  
peñado como rector de la Universidad de Cuenca y ministro de Edu-  
cación.  
Hoy, ingresan, en calidad de Miembros Correspondientes de  
nuestra corporación científica, los doctores Manuel Carrasco y Mario  
Garzón, cuyos perfiles avalan merecimientos suficientes para haber  
sido reconocidos y alcanzado estas no comunes dignidades. He aquí  
una síntesis de sus trayectorias:  
Manuel Ignacio Carrasco Vintimilla nació en Cuenca, el 16  
de diciembre de 1939. Profesor de Segunda Enseñanza de Historia y  
Geografía, Licenciado en Humanidades Modernas, Máster en Do-  
cencia Universitaria e Investigación Educativa, conferidos por la  
Universidad de Cuenca. Miembro de la Sección de Historia de la  
Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Azuay; Miembro Fun-  
dador y Honorario de Cátedra Abierta Historia de Cuenca y su Re-  
gión; a partir de esta ceremonia Miembro Correspondiente de la  
Academia Nacional de Historia del Ecuador, que se incorpora en  
estos momentos, con su discurso titulado “Joaquín Antonio Calde-  
rón y Salazar, precursor de la independencia de Cuenca”.  
Manuel Ignacio Carrasco Vintimilla ha sido: Docente en los  
colegios Miguel Cordero Crespo (1966-1976), Fray Vicente Solano  
(1972-1974), Rosa de Jesús Cordero (1974-1976), y Antonio Ávila Mal-  
donado (1976-2009); trabajado con las asignaturas Estudios Sociales,  
Historia del Ecuador, Castellano e Historia de la Literatura Ecuato-  
riana. Se desempeñó 24 años como rector en el Colegio Antonio  
Ávila M; también fue profesor en la Carrera de Historia y Geografía  
de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cuenca  
(
1972-2011), en ejercicio de las Cátedras de Historia de la Cultura-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 440–447  
441  
Franklin Barriga López  
Prehistoria y Antigüedad-, Historia del Ecuador –Época Republi-  
cana-, Teoría y Métodos de la Historia e Historia de América. Fun-  
dador y Primer Coordinador de la Cátedra Abierta, Historia de  
Cuenca y su Región (2007-2011) y Miembro Honorario hasta la pre-  
sente fecha. Colaborador de las revistas Pucará, Cabeza de Gallo y  
Revista del Archivo Nacional de Historia, Sección del Azuay. Una  
selección de los artículos publicados en esta revista se editó con el  
título de “A la sombra de Clío. Escritos de Historia de toda una vida”, Cá-  
tedra Abierta Historia de Cuenca y su Región, en el 2015.  
Para realizar investigaciones históricas en el Archivo General  
de Indias, en Sevilla (1978-1979), fue Becario de la OEA, con cuya  
documentación escribió interesantes artículos fundamentados en  
fuentes primarias.  
El máster Carrasco Vintimilla participó, en el año 2009, como  
ponente en el Simposio Bicentenario: respuestas locales a la Revolu-  
ción de Quito del 10 de agosto de 1809, con su trabajo “Algunas ob-  
servaciones en torno a la Independencia de Cuenca”. Al año  
siguiente, en el Segundo Encuentro de Historia de la Provincia del  
Azuay, asimismo, fue ponente, con su exposición “El chaso azuayo:  
la identidad eludida”. “Dumapara, un sitio kañari-inca atravesado  
por el Qhapaqñan: una mirada crítica desde la Historia”, constituyó  
su ponencia en el X Congreso de Historia del Ecuador, efectuado en  
Cuenca, en el 2018.  
Autor de estos libros: Docencia-Investigación, realizado como  
coautor, 1995, junto al máster Edgar León Reyes, en la Facultad de  
Filosofía de la Universidad de Cuenca; la primera parte se refiere a  
la historia de la mencionada Facultad; Historia de la Universidad de  
Cuenca. 1867-1997, obra llevada a cabo con el equipo de investigación  
dirigido por María Cristina Cárdenas e integrado por Manuel Ca-  
rrasco, Leonardo Espinosa y Claudio Malo, 2001; ya indicado “A la  
sombra de Clío. Escritos de Historia de toda una vida”, Cátedra  
Abierta Editores, Colección Sara Montón, Cuenca, 2015; Claves de la  
historia de Cuenca, coautor con varios profesores y estudiantes de la  
Carrera de Historia y Geografía, Universidad de Cuenca, 2017; cola-  
borador de la compilación hecha por María Rosa Crespo en dos  
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Bienvenida a Manuel Ignacio Carrasco  
y Mario Garzón  
tomos de Estudios, crónicas y relatos de nuestra tierra, 1999; La hacienda  
azuaya y otros temas de historia regional, 2019.  
Se jubiló el 3 de marzo de 2011; sigue investigando en el área  
de su profesión y vocación: la Historia.  
Mario Alfredo Garzón Espinosa nació en el cantón Cañar, el  
5 de noviembre de 1962. Profesor de Segunda Enseñanza: Univer-  
2
sidad de Cuenca, Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Edu-  
cación. 29-I-1988. Profesor de Segunda Enseñanza: Universidad de  
Cuenca, Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. 29-  
I-1988. Licenciado en Ciencias de la Educación, Especialidad Historia  
y Geografía: Universidad de Cuenca, Facultad de Filosofía, Letras y  
Ciencias de la Educación. 13II-1990. Doctor en Historia, Cuarto  
Nivel: Universidad de Cuenca, Facultad de Filosofía, Letras y Cien-  
cias de la Educación. 29-XII -1999. Posgrado: Especialización en Edu-  
cación Superior de Cuarto Nivel, Universidad Católica de Cuenca.  
1
6 –III- 2006. Título de Posgrado Cuarto Nivel Especialización en Re-  
solución de Conflictos y Estrategias de Negociación, Universidad de  
Castilla–La Mancha, España. Toledo, 27 de enero del 2011. Reg.  
12620.  
Ha participado en varios seminarios: Seminario Taller Diseño  
Curricular por Resultados de Aprendizaje. Católica de Cuenca, Sede  
Azogues. 30 de diciembre de 2011. Elaboración de Sílabos en concor-  
dancia con el Modelo Institucional. Universidad Católica de Cuenca,  
Sede Azogues 25 de febrero del 2011. Curso de Elaboración de Pro-  
yectos Educativos y Razonamiento Lógico Verbal. Universidad Na-  
cional de Chimborazo, 17 de febrero del 2008. Seminario Interna-  
cional de Arqueología: Centros Ceremoniales. FONSAL. Quito, 2000.  
Seminario Taller: Actualización Pedagógica: Universidad Católica  
de Cuenca, abril 1996. Encuentro Internacional de Historia; Univer-  
sidad Andina Simón Bolívar. Quito 1998. Encuentro Internacional de  
Arqueología; Universidad de Varsovia, BCE, Comisión del Castillo  
de Ingapirca. 1997. Seminario Taller: Visión Crítica de Nuestra Rea-  
lidad Educativa. Universidad de Cuenca, julio de 1991. Foro Inter-  
nacional de Arqueología: El Formativo Sudamericano. Institution  
Smithsonian, Banco Central del Ecuador; Cuenca 1989. Seminario  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 440–447  
443  
Franklin Barriga López  
Taller de Cultura Popular y Comunicación: CIESPAL- diciembre de  
1986.  
Ha participado en Conferencias internacionales y ponencias  
nacionales: Encuentro de Arqueólogos del Norte del Perú y del Sur  
del Ecuador. Ponente. Universidad de Cuenca. Cátedra Abierta de  
Historia, Marzo 2010. Encuentro ODAE DE DOCENTES IBEROA-  
MERICANOS. Organización de las Américas para la Excelencia  
Educativa. Buenos Aires, Argentina. Noviembre del 2009. Ponente,  
Encuentro Nacional de Historia del Azuay. Consejo Provincial del  
Azuay- abril 2007. Ponente, Encuentros Nacionales de Arqueología  
y Antropología: Casa de la Cultura Núcleo del Cañar. Azogues,  
enero del 2005. Tecnologías Andinas y Arqueología Cañari: Univer-  
sidad Nuestra Señora de la Paz: La Paz, Bolivia. Mayo del 2003. Evo-  
lución Cultural en el Ecuador y Arqueología de Cañar: Universidad  
Nacional de San Agustín. Arequipa, Perú. Mayo del 2003. Conferen-  
cia, Cañar Historia y su proyección hacia el futuro. Foro Arqueología  
y Cultura, Cañar- abril 2001. Ponente, Encuentros Nacionales de Ar-  
queología y Antropología: Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo  
del Cañar, Azogues, octubre del 2001. Ponente, Seminario de Ar-  
queología del Área Cañari: ADIEHC, Comisión del Castillo de Inga-  
pirca, IDIS. Ingapirca, mayo1997. Ponente, Encuentros Nacionales  
de Arqueología y Antropología. Azogues, diciembre 1997. Profesor,  
Curso de Capacitación de Guías Turísticos, Comisión del Castillo de  
Ingapirca, CETUR, mayo de 1996. Ponente, Primer Encuentro Na-  
cional de Antropología, Azogues, noviembre de 1995. Instructor. Se-  
minario Taller. Formación de Lideres Culturales para el Desarrollo.  
Chordeleg. Junio 1992. Instructor, Seminario Taller Provincial de For-  
mación de Animadores Culturales para el Desarrollo. CIDAP.  
Cuenca. Agosto 1992.  
Ha desempeñado las siguientes funciones: Catedrático de la  
Facultad de Ciencias Educativas de la Universidad Católica de  
Cuenca, Sede Cañar, octubre 1991–octubre 2015. Rector del Instituto  
Tecnológico José Peralta–Cañar, desde 2008 hasta septiembre 2013.  
Subdecano de la Universidad Católica de Cuenca, Sede Cañar, 2009-  
2012. Subdirector Regional del Instituto Nacional de Patrimonio Cul-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 440–447  
444  
Bienvenida a Manuel Ignacio Carrasco  
y Mario Garzón  
tural del Austro, desde octubre del 2005 hasta junio del 2007. Director  
del Departamento de Cultura del Municipio del cantón El Tambo,  
2
001-2002. Asesor Académico de la ex Comisión del Castillo de In-  
gapirca, 1997–2001. Profesor del Colegio Ambrosio Andrade Palacios  
del Cantón Suscal, 1999. Catedrático de la Universidad de Cuenca,  
Extensión Cañar, 1989–1991. Profesor Accidental de la Facultad de  
Filosofía y Letras de la Universidad de Cuenca. Extensión Cañar,  
1989-1991. Asistente del Decanato de Investigaciones de la Univer-  
sidad Católica de Cuenca, 1986–1988. Investigador de Campo del  
Departamento de Investigaciones del CIDAP, 1988. Profesor del Co-  
legio Nacional Manuel J. Calle, 1988. Compilador para la Historia de  
los cantones de Cuenca, 1987. Miembro del Directorio de la Casa de  
la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Cañar. Concejal y Vicealcalde del  
Gobierno Autónomo Intercultural de Cantón Cañar (GADICC).  
Funciones actuales: Miembro de la Organización Internacio-  
nal del Arte Popular IOV- AUSTRIA. Miembro de la Asociación de  
Historiadores Ecuatorianos, ADHIEC. Profesor de la Unidad Edu-  
cativa José Peralta–Cañar. Investigador de Proyectos arqueológicos,  
antropológicos y culturales regionales. Colaborador de los diarios El  
Mercurio de Cuenca y Heraldo de Azogues.  
Publicaciones  
Ingapirca: Pacarina, Huaca y Oráculo Andino. Gráficas Hernández.  
Cuenca, 2020.  
Kañaris. Cañaris del Sur del Ecuador y Mitmac Cañaris del Norte del  
Perú. Graficas Hernández. Ilustre Municipio del Cañar. 2012.  
Los Cañaris Civilizadores de los Andes. Consejo Provincial del Cañar.  
2005.  
Historia de la Sociedad Obrera del Cañar. SPOC. 2004.  
Evolución Cultural del Cañar Prehistórico. Casa de la Cultura Núcleo  
del Cañar. 2004.  
Cañar Capital Arqueológica del Ecuador, Evolución Cultural. Comisión  
de Cultura del Municipio de Cañar. 2002.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 440–447  
445  
Franklin Barriga López  
“Proyecto de Museo de Sitio Shungumarca”, En Cañar en la Historia  
y su Proyección hacia el Futuro. 2002.  
Arqueología del Cañar Septentrional. Comisión de Cultura del Muni-  
cipio de Cañar. 2000.  
“Ingapirca Monumento Arqueológico del Ecuador”. En Revista de  
la IOV. AUSTRIA. 2000.  
“Los Petroglifos en la Zona Baja del Cañar”. En Memorias de los En-  
cuentros Nacionales de Arqueología y Antropología CCENC. 1998.  
“La Medicina de los Cañaris”, en Visión Histórica de la Cirugía en el  
cantón Cañar. Agosto. 1995.  
“La Artesanía como Expresión de la Cultura Material en el Cañar”,  
en Revista UniversidadVerdad N.17. Universidad del Azuay 1995.  
El Juego de la Escaramuza en Suscal, Revista CIDAP. N.34. 1991.  
El Tejido de las Fajas en el Cañar. Revista CIDAP. N. 35. 1991.  
Reconocimientos y condecoraciones  
Presea “Luis Cordero” Al Mérito Investigativo: Prefectura del  
Cañar, 2015.  
Presea “Carlos Aguilar Vázquez” a la labor Investigativa en el  
Campo Cultural. H. Concejo Provincial del Cañar. Noviembre del  
2
007.  
Reconocimiento a la Labor Desempeñada en Beneficio del Patri-  
monio Cultural Regional y Nacional. INPC - Quito 2007.  
Medalla al Mérito Literario. Ilustre Municipio de Cañar, junio del  
2005.  
Reconocimiento al Mérito Científico y a la Cultura, junio 2003. Go-  
bierno Provincial del Cañar.  
Los datos precedentes -reitero- son de síntesis, revelan la for-  
mación y los aportes que estos dos destacados ciudadanos y maes-  
tros de Historia han realizado a lo largo de su fructífera existencia;  
por ello y otras argumentaciones que pueden hacerse, la Academia  
Nacional de Historia les ha reconocido y nombrado Miembros Co-  
rrespondientes. Me es sumamente grato brindarles la más cordial de  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 440–447  
446  
Bienvenida a Manuel Ignacio Carrasco  
y Mario Garzón  
las bienvenidas, seguro de que su permanencia en nuestra Academia  
será propositiva, dentro de los lineamientos que guían a esta corpo-  
ración científica fundada, el 24 de julio de 1909, por Federico Gon-  
zález Suárez.  
Luego de escuchar sus discursos de rigor, se procederá a en-  
tregarles el Diploma y la Medalla consagratorios, al igual que la Es-  
carapela donde consta el Escudo institucional.  
Damas y caballeros  
muchas gracias por vuestra atención.  
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447  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
JOAQUIN ANTONIO CALDERÒN Y SALAZAR,  
PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA DE CUENCA.  
APUNTES CRÍTICOS EN TORNO A LA INDEPENDENCIA  
DE NUESTRA REGIÓN  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Manuel Ignacio Carrasco Vintimilla1  
Breves presupuestos teóricos  
Al encontramos insertos en las conmemoraciones bicente-  
narias consideramos que se justifica con plenitud retomar antiguas  
inquietudes en torno al estudio y análisis de los acontecimientos que  
se dieron en el contexto de determinadas coyunturas locales, nacio-  
nales e internacionales, como es el caso de la ocupación napoleónica  
a la Península Ibérica y sus repercusiones en América Hispana, su-  
cesos coyunturales que cerraron determinadas estructuras históricas  
para abrir paso a nuevas condiciones que, a la postre, llevarían a las  
independencias del Régimen Colonial Español.  
El devenir de las comunidades humanas constituye un com-  
plejo entramado de estructuras socio-económicas y político-cultura-  
les, fundamentalmente, que son examinadas por diversas disciplinas  
sociales desde su particular enfoque epistemológico. La Historia,  
conviene decir en mejores términos la Historiografía, encuentra su  
1
Profesor de Segunda Enseñanza de Historia y Geografía, Licenciado en Humanidades Mo-  
dernas, Máster en Docencia Universitaria e Investigación Educativa, conferidos por la Uni-  
versidad de Cuenca. Miembro de la Sección de Historia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana,  
Núcleo del Azuay; Miembro Fundador y Honorario de Cátedra Abierta Historia de Cuenca y  
su Región. Se desempeñó 24 años como rector en el Colegio Antonio Ávila M; también fue  
profesor en la Carrera de Historia y Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni-  
versidad de Cuenca (1972-2011), en ejercicio de las Cátedras de Historia de la Cultura-Prehis-  
toria y Antigüedad-, Historia del Ecuador –Época Republicana, Teoría y Métodos de la Historia  
e Historia de América. Fundador y Primer Coordinador de Cátedra Abierta, Historia de  
Cuenca y su Región (2007-2011) y Miembro Honorario hasta la presente fecha. Colaborador  
de las revistas Pucará, Cabeza de Gallo y Revista del Archivo Nacional de Historia, Sección  
del Azuay.  
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448  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
punto de partida epistemológico en el tiempo, vale la pena recalcar,  
en el tiempo histórico, en el tiempo de la corta, la media y la larga  
2
duración. Sucesos, coyunturas y estructuras, encadenados unos con  
otros, evidencian al quehacer histórico engarzado en el ámbito de  
otra disciplina social, que encuentra su base epistemológica en el es-  
pacio, la Geografía. De modo que, el azaroso destino humano se em-  
pieza a comprender en la síntesis geohistórica, científicamente  
elaborada por el gran Fernand Braudel.3  
En estos términos conviene tratar el complejo proceso inde-  
pendentista de las colonias hispanoamericanas, gobernadas por algo  
más de 300 años desde la lejana Corte Castellana. Ya algunos histo-  
riógrafos gustaban hablar de causas lejanas, remotas o mediatas y  
de causas inmediatas o cercanas de las independencias en cada uno  
de los países hispanoamericanos, sin acaso inferir que cada una de  
las comunidades humanas, que cada una de las sociedades estudia-  
4
das eran, y son, complejos sistemas geohistóricos de diversa condi-  
ción, en los que se puede encontrar grupos o afinidades ideológicas  
de una u otra tendencia para comprender el mundo y, en consecuen-  
cia, obrar históricamente en diversidad de criterios y actitudes frente  
a las vivencias temporales.  
Algo de lo enunciado quizás podamos evidenciar en un  
breve recuento y análisis del proceso independentista vivido en  
Cuenca a partir del 10 de agosto de 1809, en el que buscaremos en-  
marcar el accionar histórico de Joaquín Antonio Calderón y Salazar  
a fin de procurar una comprensión cabal del grupo social al que se  
debía y, el cual posiblemente, fue partícipe de las ideas que impul-  
saron su accionar político pro independentista. Tratamos de com-  
prender y explicar cómo un proceso de larga duración: la Colonia  
2
3
4
Fernando Betancourt Martínez, “Historiografía y diferencia: el orden procedimental de la in-  
vestigación histórica”, Historia y grafía, núm. 51, Universidad Iberoamericana, 2018. Ver en:  
https://www.scielo.org.mx/pdf/hg/n51/1405-0927-hg-51-293.pdf (19-12-2022)  
Leticia Gamboa Ojeda, “Fernand Braudel y los tiempos de la Historia”. Ver en: https://cdigi  
tal.uv.mx/bitstream/handle/123456789/8744/sotav2-Pag-33-45.pdf;jsessionid=736BBBC1CE  
2924C50126E27A478CEE6A?sequence=1 (19-12-2022)  
Erika Raquel Acosta Roa, “De pueblo de indios a ciudad dormitorio. Una reconstrucción geo-  
histórica”, Estudios del Desarrollo Social, vol.8, n.1, 14-Abr-2020. Ver en: http://scielo.sld.cu/  
pdf/reds/v8n1/2308-0132-reds-8-01-1.pdf (19-12-2022)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
449  
Manuel Ignacio Carrasco  
Hispanoamericana, sufrió un giro sustancial en su devenir a partir  
de la coyuntura surgida en la ocupación napoleónica de España, la  
cual desencadenó una serie de procesos y sucesos que transforma-  
ron, sustancialmente, la estructura colonial que había implantado  
España en estas tierras. En este marco, analizaremos los sucesos y  
procesos que, a su vez, condicionarían el inicio de la nueva estruc-  
tura social latinoamericana: la vida republicana y, examinar en qué  
condiciones se habría desarrollado Cuenca en el lapso de la coyun-  
tura pre independentista 1809–1822, que corre entre la pronunciación  
de Quito el 10 de agosto y la llegada de Sucre a nuestra urbe, por lo  
que es necesario conocer el ambiente social de la ciudad en el men-  
tado tiempo histórico de nuestra referencia.  
Cuenca a inicios del siglo XIX  
Para inicios del siglo el núcleo urbano de la ciudad debía  
mantenerse dentro de la traza urbana definida en el acta fundacional,  
Cuenca estaba rodeada de los barrios suburbanos de San Blas, al este  
de mayoría indígena, San Sebastián al occidente, habitado por mes-  
5
tizos, con preminencia de chazos, y el Ejido poblándose en torno a  
San Roque.  
La urbe debía albergar alrededor de 40.000 habitantes, mien-  
tras que el área de influencia regional, acaso integrada por los tér-  
minos jurisdiccionales que se señalaron al momento de la fundación  
en 1557, contaría con aproximadamente unas 65.000 personas que,  
en conjunto con la población urbana, desde el punto de vista social,  
estaban aglutinadas en lo que Caldas había señalado en su visita de  
1804:  
Cuenca se puede dividir en tres clases, como casi todos los pueblos de  
la América: nobleza, estado medio y plebe. La nobleza, es decir los so-  
lares hidalgos, porque no hay otra, vive ocupada en litigios o en el  
5
El chazo es una identidad étnica situada en los márgenes, en las comunidades campesinas a  
la vera de las ciudades del austro ecuatoriano. En: Oswaldo Encalada Vásquez, El Chazo: Una  
realidad étnica y cultural en el austro ecuatoriano, Universidad del Azuay, Cuenca, 2022. Ver en:  
https://publicaciones.uazuay.edu.ec/index.php/ceuazuay/catalog/book/213 (19-12-2022)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
450  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
pleito dentro de Cuenca, o en el cuidado de sus haciendas y gran parte  
del tiempo en la inacción. El mestizo es el que comercia, y la plebe la  
6
que sufre todo el peso de la labranza y del servicio de la ciudad.  
En lo político administrativo a fines del siglo XVIII la ciudad  
había recibido dos grandes transformaciones, el paso de Corregi-  
miento a Gobernación en 1771 y la erección del Obispado en 1779,  
hechos históricos que, para inicios del nuevo siglo, acaso habrían  
contribuido a una relativa prosperidad de la urbe y su región que  
había logrado algún progreso económico fundamentado en la expor-  
tación de las cascarillas y otros vegetales medicinales en el siglo an-  
7
terior. La consolidación de las haciendas de pan sembrar y la gana-  
dería, el cultivo de la caña de azúcar en los cálidos valles de la región,  
a la par que se mantenía activo el comercio de artesanías y productos  
agrícolas y ganaderos con Guayaquil y el norte del Perú, alentaban  
cierto aire de bienestar al comenzar la centuria decimonónica.  
Podríamos afirmar que desde la centuria anterior se mante-  
nía una economía estable que, a inicios del siglo XIX, comenzaría a  
sufrir los embates de las guerras de la independencia, cuando los es-  
pañoles, al principio, y los libertadores luego, impusieron a la po-  
blación préstamos forzosos, requisas de caballos y ganado vacuno,  
donación de alimentos, enrolamiento en el ejército y demás contri-  
buciones a las respectivas causas, afectando la economía el bienestar  
de la población toda, estado bélico que volvería a repetirse a finales  
de la centuria con la oposición armada presentada por conservadores  
y progresistas liderados por Antonio Vega Muñoz a la incipiente Re-  
volución Liberal conducida por Eloy Alfaro.  
A inicios del siglo XIX “Las letras están en cero en esta capital  
anota Caldas–. No hay ni nociones ligeras ni noticias de las ciencias. Esta  
proposición nos dispensa de entrar en un pormenor. No hay ni un seminario  
conciliar ni un obispado rico y poblado como este. Un poco de mala gramá-  
6
7
Francisco José de Caldas, Cuenca, 1804, en Luis A. León, Compilación de Crónicas, Relatos y Des-  
cripciones de Cuenca y su Provincia. Tercera Parte. Gráficas Molina Hernández, Cita Ltda. Cuenca  
1983, p.51  
Tierras propicias para el cultivo, especialmente de cereales.  
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451  
Manuel Ignacio Carrasco  
8
tica es toda la educación pública que presenta Cuenca a su juventud y  
algo semejante opina de las artesanías.  
Sin embargo, conviene advertir que superada la coyuntura  
independentista –1809-1822– con el inicio del régimen republicano  
la situación de la educación, y con ella todo lo que signifique cultura  
académica, inició un proceso de mejoramiento y superación, nuevas  
escuelas, la labor educativa del Seminario, la vinculación con el ex-  
terior a través de las exportaciones de las cascarillas, en fin, avanzado  
el siglo XIX, el funcionamiento del Seminario y el Colegio Nacional  
desembocaría en la creación de la Corporación Universitaria del  
Azuay, hoy universidad de Cuenca.9  
Juan Cordero Iñiguez, presenta el siguiente panorama de la  
ciudad en 1822:  
Cuenca quedó aniquilada, con extrema pobreza, con el comercio hacia  
el Perú muy disminuido, integrada sin ilusión a la Gran Colombia, pero  
con esperanzas porque se hicieron esfuerzos por el restablecimiento de  
escuelas públicas, se creó la maestranza bajo la dirección de Gaspar  
Sangurima y, sobre todo, porque hubo un gran impulso en varios cam-  
pos, dado por personas seculares y regulares, pero sobre todo por el  
singular Combatiente Solitario, que llevó el nombre de Vicente Solano.  
Nacido en 1791 y muerto en 1865.10  
Así se observaba el panorama social en Cuenca en el ámbito  
de la coyuntura independentista, por lo que se hace necesario cono-  
cer el motivo de nuestro interés en torno a este proceso.  
Antecedentes de mis inquietudes en torno a la independencia de  
Cuenca  
Entre el otoño de 1978 y el verano de 1979, permanecimos  
8
Cfr. Francisco José de Caldas, Cuenca, 1804, en: Luis A. León, Compilación de Crónicas, Relatos  
y Descripciones de Cuenca y su Provincia, Tercera Parte, Gráficas Molina Hernández Cia. Ltda.,  
Cuenca 1983, p. 50.  
9
1
Universidad de Cuenca, Nuestra Historia. Ver en: https://www.ucuenca.edu.ec/nosotros  
(19-12-2022).  
0 Juan Cordero Iñiguez, Historia de Cuenca y su Región. Proceso Independentista. 1809-1822, Grá-  
ficas Hernández, Vlm. VI, Cuenca, 2016, p. 23.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
452  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
en Sevilla a fin de realizar una recopilación documental en el Archivo  
General de Indias (A.G.I), merced a una beca concedida por la Or-  
ganización de Estados Americanos (O.E.A), con el ánimo de escribir  
una tesis doctoral en Historia sobre la situación socio económica de  
la Real Audiencia de Quito en el siglo XVIII y sus repercusiones en  
la naciente Gobernación de Cuenca. Durante esta investigación, re-  
cuperamos documentación numerosa y significativa, en fotocopias  
y microfilms.  
Ya cerca de terminar nuestra estadía encontramos el docu-  
mento titulado Testimonio perteneciente a Joaquín Calderón sobre delitos  
de Estado. A.G.I., Quito 219, nos pareció de interés el documento  
puesto que revelaba sucesos completamente ignorados en el relato y  
el análisis de nuestro proceso independentista. Según el documento,  
había existido un “precursor de la independencia”, es decir un hom-  
bre que se adelantaba a su tiempo en la búsqueda de transformacio-  
nes sociales en su pequeña aldea perdida en la inmensidad de los  
Andes. Lo más inquietante de todo era que “la historiografía oficial”,  
la escrita por los maestros de la época en la que se relató la épica de  
la independencia regional, desconocía por completo su existencia.  
A nuestro retorno, el bagaje historiográfico pronto se perdió  
entre el barullo de las 40 horas de clases semanales, la atención a la  
pequeña familia que crecía veloz, a grandes trancos, y una que otra  
noche de vinos y rosas. La verdad, me apena confesarlo, salvo 3 do-  
cumentos que fueron trabajados y que produjeron sendos artículos,  
las fotocopias se han amarillado bajo la mirada insomne del investi-  
gador en ciernes. Los microfilms durmieron un aletargado sueño, en  
espera de ser transferidos quizás a algún archivo local de documen-  
tos históricos, porque, en aquel entonces, había que ganarse el con-  
gruo sustento y, sobre todo, labrarse la existencia en el magisterio,  
puesto que aquello de investigar en el campo de las Ciencias Sociales  
entonces era, y, quizás hoy continúa siendo, una curiosa y utópica  
actividad propia de los diletantes, cercana al ocio y entretenimiento.  
Sin embargo, nos satisface haber escrito, sobre la base de los  
documentos que reposan en el Archivo General de Indias, los artí-  
culos: “Joaquín Antonio Calderón y Salazar, un cuencano precursor  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
453  
Manuel Ignacio Carrasco  
de la independencia, en dos versiones, que difieren más que en el  
asunto de fondo, en el estilo y enfoque diverso. La primera versión  
(
2003) fue publicada en Pucara, revista de la Facultad de Filosofía,  
Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad de Cuenca, el  
segundo enfoque (2004) se recogió en la edición de A la sombra de  
Clío, libro que recopila algunos artículos escritos a lo largo de nuestra  
carrera como docente de Historia, en colegios de la ciudad y en la  
Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca.  
El artículo sobre La visita del Oidor Pedro de Arìzala a la  
ciudad de Cuenca” fue publicado en la sección ‘Documentos’ de la  
Revista del Centro de Estudios Históricos y Geográficos del Azuay número  
4
6, en 1981; este trabajo también está reproducido en A la sombra de  
Clío. Y, el tercero, “Fundamentos documentales para una teoría po-  
lítica de Espejo”, sobre el que Carlos E. Freile Granizo, en su estudio  
documental Eugenio Espejo. Precursor, al presentar el documento acu-  
satorio en contra del presbítero Juan Pablo Espejo por la delatora  
Francisca Navarrete, en la nota 74, refiriéndose a nuestro trabajo, in-  
dica que se ha publicado por primera vez en el país “este crucial do-  
cumento”, para agregar que “sólo la incomunicación entre las provincias  
y la capital así como la despreocupación por el estudio meticuloso y erudito  
de nuestro pasado, tan característico de nuestro quehacer cultural, explican  
11  
el que esta publicación no haya tenido la resonancia debida”.  
Debió ser a inicios de la década del 2000 que conocí a Jesús  
Paniagua Pérez, acucioso investigador leonés, quien me hizo llegar  
un artículo de su autoría titulado Juan López Tormaleo y Joaquín  
12  
Calderón, entre Astorga y América”. Se trataba de un estudio ela-  
borado al estilo de “vidas paralelas”: Juan López Tormaleo nac en  
el seno de una familia hidalga natural de la villa de Cacabelos, mu-  
nicipio de Astorga, en el reino de León; estudió en la universidad  
de Valladolid y fue nombrado ‘Teniente Asesor’ de Gobierno en  
Cuenca, hacia 1791 e interinamente gobernador hasta 1817, luego  
se desempeñó como oidor de la Real Audiencia de Quito desde 1818.  
1
1
1 Carlos Freile, Eugenio Espejo Precursor, Producciones digitales, Abya-Yala, Quito, 2001, p.186  
2 Jesús Paniagua Pérez, “Juan López Tormaleo y Joaquín Calderón, entre Astorga y América”,  
en Astórica, N° 7, 1988. Ver en: http://ihtc.orex.es/1198.pdf (04-01-2023)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
454  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
Sobre Joaquín Antonio Calderón y Salazar, escribe Jesús Pa-  
niagua que:  
Había nacido en Cuenca, en las lejanas tierras de la Audiencia de Quito,  
donde era asesor de gobierno otro nacido en tierras del obispado de  
Astorga (se refiere a Tormaleo). Había venido al mundo en 1771, y  
había casado con la quiteña doña Teresa Mexia. Aunque tenía negocios  
en Quito, era uno de los muchos hacendados de la Gobernación de  
Cuenca y sus propiedades se encontraban en las inmediaciones del  
lugar de San Sebastián del Sígsig. Su actividad pública se desarrolló  
principalmente a raíz de los sucesos juntistas de Quito, especialmente  
a partir de 1810.13  
Su actividad en pro de los quiteños, continúa Paniagua, con-  
sistía en conseguir ayuda suficiente en los territorios cuencanos para  
levantarlos contra el poder establecido y desgastar así uno de los  
principales bastiones realistas de la Audiencia de Quito; por otro  
lado, eso favorecía la entrada de las tropas quiteñas en su avance  
hacia el Sur. Su cuartel general, dice, era una hacienda del Sígsig,  
desde donde maquinó buena parte de la conjura que pretendía llevar  
a cabo como apoyo a Carlos Montúfar, Comisionado Regio, y que,  
según Calderón, venía a Cuenca a “quitar algunas cabezas”, con es-  
pecial interés por la del Obispo Quintiàn Ponte, la del gobernador y  
la del teniente asesor de gobierno, es decir, don Juan López Torma-  
leo.1  
4
La lectura de este artículo, cuya parte sustancial apunta al  
accionar político de Calderón y Salazar, que hemos transcrito en lí-  
neas anteriores, se motivó a desempolvar los microfilms a fin de que,  
con el apoyo de estudiantes de la Carrera de Historia y Geografía,  
se alcanzaran a borronear algunas líneas en torno a los que resulta-  
ban desconocidos sucesos comarcanos acontecidos entre 1809 y 1813.  
No encontramos con facilidad un lector de microfilms, de modo que  
los documentos permanecían encerrados en su mutismo. Hasta que  
María Leonor Aguilar García vino en nuestra ayuda: “en el “palo-  
1
1
3 Jesús Paniagua Pérez, op. cit., p.46  
4 Ibídem.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
455  
Manuel Ignacio Carrasco  
mar” del Cidap”, se refería a la buhardilla, “hay un aparato de los  
que necesita”, nos dijo, “hable con el Claudio”, acotó.  
Claudio Malo González era entonces director del Centro Inte-  
ramericano de Artesanías Populares (CIDAP). Gentil y gustoso nos  
autorizó la utilización del lector, un aparato, lo digo con gratitud y  
respeto, muy antiguo, que se encontraba en desuso por mucho  
tiempo. El sistema de corrido automático de la película no funcio-  
naba, por lo que había que pasar los documentos a mano, uno a uno,  
en un proceso verdaderamente agotador. El tablero sobre el cual se  
proyecta el microfilm para facilitar la lectura, que alguna vez debió  
ser blanco, se encontraba lleno de ralladuras y manchas por lo que  
la lectura se hacía aún más difícil.  
El grupo de apoyo, estuvo integrado por María Eugenia Arci-  
niegas, Tania Macera, Emilia Morales y Danilo Cordero, estudiantes  
de la Carrera de Historia y Geografía, tuvo que realizar sacrificados  
esfuerzos para cumplir con su cometido. El legajo 219 A.G.I. Quito  
contiene, entre otros documentos, el “Testimonio perteneciente a Joa-  
quín Calderón sobre delitos de Estado”, con alrededor de 120 folios ma-  
nuscritos. El primer documento, quizás el más largo y enjundiosos  
reza: “Testimonio perteneciente a Joaquín Calderón sobre delitos de Es-  
tado”, que es copia del proceso que se le instauró en Santa Ana de  
Cuenca del Perú en mayo de 1811, durante el gobierno de Don Joa-  
quín de Molina, Presidente de la Real Audiencia de Quito.  
Otra copia, fechada en Cádiz el 6 de octubre de 1812, dice ser  
un “Expediente formado contra Joaquín Antonio Calderón, conducido a la  
cárcel de esta ciudad desde la de Cuenca, Reyno de Santa Fe”, además de  
una carta de Don Manuel de Mallo a Don Pedro Cevallos, encargado  
del Despacho de Gracia y Justicia de Indias, en la que se denuncia la  
presencia de Calderón Salazar en Astorga, obispado del Reyno de  
León. Otros documentos son la “Nueva Copia de Consejo de Guerra que  
se le instauró a Joaquín Antonio Calderón y Salazar a partir de marzo de  
1811” y una “Representación de Joaquín Antonio Calderón y Salazar al  
Consejo de Regencia”, en la que da razón de su precaria situación y  
solicita un empleo para poder subsistir.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
456  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
El trabajo titulado “Joaquín Antonio Calderón y Salazar: un  
cuencano precursor de la independencia” se fundamentó en los dos pri-  
meros documentos citados en esta relación, especialmente en el Con-  
sejo de Guerra transcrito por María Eugenia Arciniegas. También se  
efectuó una revisión bibliográfica a cargo de Emilia Morales y Danilo  
Cordero, quienes realizaron un rastreo de alrededor de 20 volúme-  
nes, sobre todo diccionarios biográficos, en búsqueda de referencias  
en torno a este personaje.  
15  
En el Diccionario Biográfico de la República del Ecuador, de Gus-  
tavo R. Arboleda de 1910, consta: “Calderón Joaquín. Prócer de la in-  
dependencia, apresado por los realistas en Cuenca, en 1811”. Mientras  
16  
que, en el Diccionario Biográfico Ecuatoriano, de Braulio Pérez Mar-  
chant de 1928, se anota una brevísima referencia sobre el personaje:  
Calderón Joaquín. Bravo defensor de los intereses de la Patria. Luchó con  
denodado patriotismo por la Independencia hasta que fue apresado por los  
realistas en Cuenca el año 1811. Es prócer de la época”. Estas publicaciones  
nos ponen en alerta, en el sentido de que evidencian que sí se conoció  
la presencia histórica de Calderón y Salazar en nuestro medio. Por  
otro lado, también se abre el interrogante de por qué, los estudiosos  
coterráneos y nacionales no continuaron la indagación a partir de  
estas cortas pistas bibliográficas. Además de las obras que constan en  
la bibliografía del artículo “Joaquín Antonio Calderón y Salazar: un  
cuencano precursor de la independencia”, consultamos otras escritas  
por distinguidos historiadores cuencanos sin haber localizado alguna  
referencia en torno a Calderón Salazar; a fin de comprender mejor el  
ambiente en que se desarrolló el accionar de Calderón y Salazar con-  
viene referirnos al siguiente acápite.  
Las reacciones de Cuenca en torno al 10 de agosto de 1809  
La ocupación napoleónica de España inició dos procesos co-  
yunturales a comienzos del siglo XIX: la guerra de la independencia  
15 Gustavo Arboleda, Diccionario Biográfico de la República del Ecuador, Tipografía de la Escuela  
de Artes y Oficios, Quito, 1910  
16 Braulio Pérez Marchant, Diccionario Biográfico Ecuatoriano, Escuela de Artes y Oficios, Quito,  
1926  
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Manuel Ignacio Carrasco  
española y los primeros intentos por asumir la soberanía popular en  
las colonias hispanoamericanas, que, a la postre, llevarían a la lucha  
armada para conquistar la independencia. Quito dio la clarinada el  
10 de agosto de 1809. Según Alberto Muñoz Vernaza:  
El 16 de agosto a la una de la tarde de un día miércoles, se recibió en  
Cuenca un posta comunicando los sucesos de Quito y pidiendo que el  
cabildo envíe un vocal para la Junta Suprema, según lo acordado en el  
acta constitutiva de la Junta de Quito”. Se reunió el Cabildo, con la pre-  
sencia del Gobernador Aymerich y el Obispo Quintiàn Ponte a fin de  
organizar una Junta Auxiliar con el propósito de contrarrestar “el cán-  
cer de la ponzoña de Quito.17  
No está en el propósito de este estudio pormenorizar las dra-  
conianas medidas que tomó la Junta Auxiliar a nombre del Cabildo  
de Cuenca, medidas que dividieron a la población en dos bandos  
irreconciliables bajo un régimen de terror y mutuas sospechas. Una  
de estas facciones ha sido calificada por la historiografía como “rea-  
lista”, liderada por el Gobernador Aymerich y el Obispo Quintiàn  
Ponte, mientras que el otro bando fue llamado “insurgente”, por su  
apoyo, franco en algunos casos, en otros por una aceptación velada,  
a la Junta Quiteña.  
Vale anotar que las autoridades eclesiástica y civil estable-  
cieron un régimen de terror implacable en la urbe a fin de combatir  
al movimiento quiteño e impedir el respaldo de la población local.  
Al respecto, Juan Cordero Iñiguez en Cuenca y el 10 de agosto de 1809,  
acota lo siguiente:  
El gobernador y el Cabildo cuencano organizaron procesos de juzga-  
miento contra los que habían mostrado alguna simpatía por el movi-  
miento quiteño iniciado el 10 de agosto de 1810. Eran sospechosos  
todos los que habían mantenido alguna correspondencia con las nue-  
vas autoridades de Quito, los que de cualquier manera habían mos-  
trado su simpatía con el movimiento o que, de cualquier forma, aunque  
sea con una expresión, se habían interesado por la revolución. El pri-  
18  
mer paso fue el embargo, la confiscación y el remate de sus bienes.  
17 Alberto Muñoz Vernaza, “Memorias de la Revolución de Quito”, en Orígenes de la Nacionalidad  
Ecuatoriana, Corporación Editora Nacional, Quito, 1984, p.131  
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Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
No quisiéramos pensar que Juan en su obra trató de mini-  
mizar la presencia de patriotas en la ciudad de Cuenca cuando se  
produjo el movimiento del 10 de Agosto de 1809 en Quito, cuando  
en la introducción al citado libro manifiesta que “también es un home-  
naje para los pocos ciudadanos que simpatizaron o se vincularon con los  
anhelos de la Junta Suprema de Quito, y que sufrieron persecuciones y sen-  
tencias de muerte por sus ideales políticos19  
En “Cuenca y el 10 de Agosto de 1809” transcribe una serie de  
documentos generados por el Cabildo de Cuenca a raíz del pronun-  
ciamiento de Quito que, a decir del autor, estuvieron encaminados  
a la obtención de mercedes a favor de la ciudad que debía concederles Fer-  
nando VII o quienes lo reemplazaban legalmente mientras permanecía en  
cautiverio bajo las órdenes de Napoleón Bonaparte”.  
20  
Sin embargo, en la pieza N.º 2 de la serie documental trans-  
crita por el equipo liderado por él de los documentos localizados en  
el Archivo General de Indias en Sevilla hacia 1979, se evidencia la  
intención de los cabildantes al manifestar que:  
El Ilustre Cabildo, en asocio de los cuerpos políticos de Cuenca, celebra  
actas consecutivas para contener la Rebelión de Quito en la novedad  
de haberse creado una nueva Junta Suprema de Gobierno, a pretexto  
de haberse extinguido la Central de España e Indias, en efecto se con-  
sigue la recuperación del legítimo gobierno hasta fines del mes de no-  
viembre de 1809.21  
Cordero manifiesta que algunos historiadores cuencanos co-  
nocieron estos documentos antes de su desaparición del Archivo  
Municipal después de 1920, luego de la conmemoración del primer  
centenario de la independencia de la ciudad. Es posible, pensamos,  
que en base de aquellos documentos se forjó la hipótesis de “Cuenca  
bastión realista”, concepción que permanece en el ideario colectivo  
y la opinión de historiadores locales y nacionales. Sin embargo, Mar-  
18 Juan Cordero Iñiguez, Cuenca y el 10 de agosto de 1809, Universidad Alfredo Pérez Guerrero,  
Cuenca, 2009, p.16  
9 Ibíd., p.14  
0 Ibíd., p.17  
1
2
2
1 Ibíd., p.20  
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Manuel Ignacio Carrasco  
garita Vega ha señalado que el “realismo cuencano” estuvo encar-  
nado en las autoridades españolas, tal como sucedió en otras ciuda-  
des americanas, Melchor Aymerich, gobernador de estos territorios  
y Andrés Quintiàn Ponte, obispo de Cuenca y demás gentes, espa-  
ñoles y criollos asumieron el poder político desplazando al Cabildo  
que se mostró sumiso.22  
Acotamos nosotros que estos personajes pertenecieron a un  
círculo social y económico determinado. Juan Cordero Íñiguez con-  
firma estas aseveraciones cuando escribe:  
Por la presión ideológica del Obispo Andrés Quintiàn Ponte y An-  
drade, coordinada con el poder político de Melchor de Aymerich, go-  
bernador de Cuenca, la ciudad se pronunció abiertamente para liderar  
la oposición a la junta libertaria de Quito, y desde el 16 de agosto, fecha  
de arribo de la primera comunicación oficial de los cambios ocurridos  
en Quito, comenzó la preparación de la resistencia y de un ejército que  
debía ir al norte a sofocar a los alzados.23  
Por lo que consta en el acta del Cabildo levantada el 16 de  
agosto de 1809 a fin de conocer el contenido de la comunicación re-  
mitida desde Quito, luego del pronunciamiento del 10, sospechamos  
que en la ciudad ya se vivía un clima político tenso y acaso algunas  
personas conocían de los sucesos capitalinos y sabían de lo que se  
iba a tratar en el mentado cabildo puesto que se registró “la total falta  
de los Señores Regidores ausentes en el campo”, quienes segura-  
mente representaban a los sectores medios de la población y en su  
reemplazo se convocó “a los sujetos más expertos de esta Ciudad”,  
miembros de la alta burocracia, el alto clero y la hidalguía de la ciu-  
dad.2  
4
Respaldados “por lo mejor de la ciudad” el gobernador y el  
obispo a nombre de la Junta Auxiliar que proclamaba la fidelidad a  
Fernando VII y repudiaba los actos de Quito, establecieron un régi-  
2
2 Margarita Vega de Córdova, Los patriotas de Cuenca en torno al 10 de agosto de 1809 en Memorias  
del Simposio Bicentenario: Respuestas locales a la Revolución de Quito del 10 de agosto de1809, Im-  
prenta Grafisum, Cuenca 2011, p.283  
23 Juan Cordero Iñiguez, Cuenca …op. cit., p.12  
24 Cordero, 2009, pp. 25,26  
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Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
men de terror y espionaje, que comenzó con la prisión y confiscación  
de propiedades de quienes se opusieran a sus designios o que dieran  
leves muestras de simpatía por la causa quiteña.  
Pero, al parecer, no todo era fácil para los realistas puesto  
que en Cuenca, dos años más tarde, esperaban a Carlos Montùfar,  
Comisionado Regio, algunas gentes principales de la ciudad, entre  
las que encontramos a doña Luisa Andrade, don Miguel Malo, don  
Manuel Andrade, don Ignacio Pazmiño, don Fernando Valdivieso,  
alcalde ordinario de primer voto, don Xavier Maldonado, don Ma-  
nuel Rada, don Joaquín Crespo, don Manuel Malo, don Manuel  
Chica, el doctor Baltasar Chica, los doctores Crespo y Salazar “y  
demás sujetos principales”, según consta en los testimonios que  
luego se levantaron contra Joaquín Antonio Calderón Salazar, ca-  
beza visible de la resistencia a los chapetones, como se motejaba a  
los españoles, testimonios que traslucen una división por intereses  
geopolíticos en la elite y los grupos subalternos de la urbe en torno  
al surgimiento de las juntas gubernativas y los sucesos que habrían  
de suscitarse a partir del 10 de agosto quiteño, capaz de establecer  
una dicotomía social entre insurgentes y realistas, como plantea Ana  
Luz Borrero Vega en su estudio “Fidelidad e insurgencia en Cuenca du-  
25  
rante el período de la independencia en Cuenca, 1809-1812”.  
Corrobora estas afirmaciones Joaquín Molina y Zuleta, pre-  
sidente de la efímera Real Audiencia trasladada a Cuenca como con-  
secuencia de la insurgencia quiteña, que en su “recomendación” al  
Consejo de Regencia, enviada el 14 de agosto de 1812, manifiesta:  
Muy dichoso sería yo si pudiera explicarme de la misma manera acerca  
de los demás habitantes de esa jurisdicción pero hay derramada visi-  
blemente entre algunos de sus clases especialmente en la más distin-  
guida y opulenta aquella maldita semilla de libertad, independencia y  
odio contra los europeos, que ha cultivado y propagado la traición qui-  
teña entre varios individuos de Cuenca, Loja, Zaruma y otros pueblos  
menores y por medio de ellos la infección se ha comunicado al más  
dócil de los terrenos. No sería grande el daño si se acude prontamente  
2
5 Ana Luz Borrero Vega, “Fidelidad e insurgencia en Cuenca durante el periodo de la Inde-  
pendencia, 1809-1812” en: Memorias del Simposio Bicentenario: Respuestas locales a la Revolución  
de Quito del 10 de agosto de1809. Imprenta Grafisum, Cuenca, 2011, p. 121.  
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a remediarlo por el medio único y eficaz que consiste sacar de dichos  
parajes a los Valdiviesos, los Radas, los Crespos, los Salazares, los  
26  
Malos, los Chicas y otros semejantes y transponerlos a Ultramar.  
Diego Arteaga en “Las secuelas del 10 de Agosto en Cuenca”,  
acápite del libro La vida cotidiana de Cuenca en 1809, nos da a conocer  
la prisión de por lo menos de doce personas, entre hombres y muje-  
res, acusadas y procesadas por haber manifestado de una u otra ma-  
nera sus simpatías con los insurrectos de Quito (2010: págs. 164 y  
ss.). Los procesos judiciales fueron en su mayoría entre abril y mayo  
de 1811 por lo que pensamos que no son “secuelas del 10 de Agosto”,  
sino que más bien deben estar ligados a la presencia de Montúfar en  
Caspicorral y al proceso que se le siguió a Joaquín Antonio Calderón  
y Salazar a partir de marzo de 1811, del que resultaron reos algunos  
vecinos relacionados con él, como Fray José María Mantilla, el pres-  
bítero José Joaquín Chiriboga, que al parecer vino con Montúfar  
desde Quito, Ricardo Hurtado, tío de Calderón e Ignacio Pazmiño,  
quien fue desterrado a Lima.  
Conviene también señalar que no todo el clero estuvo a favor  
de la monarquía pues hubo otros sacerdotes que acogieron la oposi-  
ción insurgente, como lo ha planteado Cecilia Méndez Mora en “La  
cruz y los demonios de Andrés Quintiàn Ponte y Andrade. Obispo de  
27  
Cuenca, la independencia y la Iglesia, 1808-1815”.  
En lo que respeta a los indígenas Jaime Rodríguez O. mani-  
fiesta que: “Los indios de las provincias se unieron a los grupos urbanos  
en la lucha por su “amado rey”. En marzo de 1811 Montùfar fue obligado  
a retirarse al norte bajo un clima adverso y los ataques continuos de los in-  
28  
dios realistas”. En torno a esta situación, Bolívar Cárdenas Espinoza  
en Bicentenario de Verdeloma .Templo de sacrifico heroico afirma que, por  
2
6 Enrique Muñoz Larrea, Cuenca del Rey. Los últimos presidentes de la Real Audiencia de Quito,  
Academia Nacional de Historia, Quito, 2012, p. 222.  
2
7 Cecilia Méndez Mora, “La cruz y los demonios de Andrés Quintiàn Ponte y Andrade. Obispo  
de Cuenca, la independencia y la Iglesia, 1808-1815”, Memorias del Simposio Bicentenario: Res-  
puestas locales a la Revolución de Quito del 10 de agosto de1809, Imprenta Grafisum, Cuenca,  
2
011, p. 194.  
2
8 Jaime Rodríguez, La independencia de la América española, Fondo de Cultura Económica, Mé-  
xico, 1996, p. 179.  
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Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
disposición de Joaquín de Molina, el gobernador Aymerich conde-  
coro a 60 “beneméritos indios de Juncal en premio de sus servicios  
al Rey y a la Patria”, y señala que en Azogues se conformó una Com-  
pañía de Naturales Voluntarios al mando del Gobernador don Igna-  
2
9
cio Tenemasa, sin embargo, hemos encontrado alguna pista, que  
merece ser investigada con mayor profundidad, de ciertas afinidades  
indígenas por la causa insurgente; finalmente, Cárdenas, fundamen-  
tado en Octavio Cordero Palacios informa que en el combate de Ver-  
deloma estuvo presente el cacique Pinchopata, cacique de la tribu  
3
0
de los Gualaquiza, por lo podemos presumir que hubo acaso un  
mayor número de indígenas que, al margen del concepto de que sólo  
fueron bestias de carga de las fuerzas libertarias, empuñaron las  
armas en estas lides, conviene también señalar que las autoridades  
realistas, a falta de jóvenes de su clase, dispusieron enrolar a indíge-  
nas que cumplieran con ciertos requisitos señalados para la recluta.  
Ahora bien, conocida la conformación de la Junta Gubernativa  
de Quito, debemos precisar que en Cuenca también se constituyó un  
organismo semejante, pero que, en lo ideológico, marcaba ciertas di-  
ferencias con la propuesta capitalina, por lo que consideramos per-  
tinente efectuar algunas consideraciones al respecto.  
Las Juntas de gobierno proindependentistas  
En torno a las “juntas” que surgieron en la América Hispana  
conviene recordar que, tras la abdicación del trono español por parte  
de Fernando VII a favor de Napoleón Bonaparte en la ciudad de Ba-  
yona, se formó en España la denominada “Junta Suprema” con el  
propósito primordial de mantener vivo en el suelo peninsular la so-  
beranía real, esto es, la capacidad política del soberano de gobernar  
a sus súbditos o vasallos, mientras permaneciera en cautiverio el  
muy amado príncipe.  
Estas juntas fueron replicadas en los territorios americanos, en  
Chuquisaca y Quito, las más tempranas. Luego, en 1810, vendrían  
2
3
9 Bolívar Cárdenas Espinoza, Bicentenario de Verdeloma. Templo de Sacrifico heroico, Imprenta  
Ideaz, Quito, 2020, p.287  
0 Ibíd., p.148  
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las de Santa Fe, Buenos Aires y Caracas, las cuales plantearon asumir  
la soberanía popular ante el vacío de autoridad producido por au-  
sencia del soberano legítimo. Como hemos visto en Cuenca, el 16 de  
agosto, también se formó una Junta Auxiliar que repudiaba a la de  
Quito, aunque, como la de Cuenca, juraba fidelidad a Fernando VII.  
Entonces, ¿qué diferenciaba a una y otra junta? Diríamos que el con-  
cepto y el ejercicio de la soberanía.31  
En el caso de la junta cuencana, la soberanía se decía prove-  
niente de la Junta Central de España que había tomado el poder en  
nombre de Fernando VII y, por lo tanto, era legítima. Mientras que  
la de Quito desconocía a la Junta Superior peninsular y se constituía  
soberana en nombre de los vecinos quiteños y se mantenía fiel al de-  
puesto Rey mientras permaneciera en cautiverio e incluso le invitaba  
a que viniese a gobernar en estas tierras.32  
En consecuencia, se reconocía la soberanía de la comunidad,  
como se diría en Francia, el tercer estado, concepto revolucionario  
para entonces. Esta era la razón por la cual las autoridades cuencanas  
repudiaban el principio de soberanía popular proclamado en Quito.  
Quizás ahora nos parece un sutil juego de palabras y conceptos, pero  
en aquellos tiempos se apostaba la legitimidad del poder político  
que, para los “realistas”, provenía del soberano, representante de  
Dios en la tierra y, en cambio, para los insurgentes, lo ejercía la co-  
munidad libre y soberana de vecinos.  
Entre las múltiples acciones contra los simpatizantes de la  
junta quiteña, señala Muñoz Vernaza, se decretaron muchas prisio-  
nes por meras sospechas, “varias acusaciones versaban sobre haber mi-  
rado el semblante de algunos con faz alegre, como que aprobaban los  
3
3
acontecimientos de la capital”. En Cuenca para juzgar a los reos se  
3
3
3
1 University of Kent, War and Nation: identity and the process of state-building in South Amer-  
ica (1800-1840)1810. Se forman Juntas en Caracas, Buenos Aires, Bogotá y Santiago. Ver en:  
https://research.kent.ac.uk/warandnation/es/se-forman-juntas-en-caracas-buenos-aires-  
bogota-y-santiago/ (19-12-2022).  
2 Alberto Muñoz Vernaza en Memorias de la Revolución de Quito trata ampliamente el asunto  
de la conformación de las juntas de gobierno en Quito y Cuenca y sus conceptos en torno al  
principio de soberanía, de su lectura hemos concluido los conceptos expresados en este pá-  
rrafo. En: Alberto Muñoz Vernaza…op. cit., p. 135 ss.  
3 Alberto Muñoz Vernaza, “Memorias…op. cit., p. 191.  
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Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
conformó un Juzgado de Comisión, cuyos jueces no tuvieron piedad  
con los acusados. Fueron especialmente duros con ocho presos, a  
quienes se les remitió a Guayaquil para que sean juzgados por el go-  
bernador Cucalón. De estos, destacamos los casos de Francisco Gar-  
cía Calderón, Contador de las Cajas Reales, que se negó a propor-  
cionar los fondos fiscales a los miembros de la junta antiquiteña, y  
el del alcalde de Primer Voto, don Fernando Guerrero de Salazar y  
Piedra, partidario de los insurgentes, quien murió por la causa mien-  
tras era trasladado de Guayaquil a Quito a fin de que fuese juzgado  
por el presidente de la Real Audiencia.34  
Con el paso de los meses, el movimiento quiteño dio marcha  
atrás y las circunstancias políticas volvieron al cauce anterior al 10  
de agosto de 1809. Al año siguiente, vino el sacrificio de los próceres  
el 2 de agosto y, finalmente, el arribo del Comisionado Regio don  
Carlos Montúfar, hijo del Marqués de Selva Alegre, presidente de la  
primera junta quiteña, episodio con el cual vinculamos lo analizado  
hasta ahora con las disquisiciones que siguen.  
La gesta montufarista  
No pensamos equivocarnos cuando nos referimos a la gesta  
de don Carlos Montúfar, comisionado regio, luego de los sucesos del  
10 de agosto de 1809 y el 2 de agosto de 1810 en Quito y sus intentos  
de tomar para la causa independentista la ciudad de Cuenca. Para  
entonces esta ciudad había sido convertida en reducto de la resisten-  
cia realista, en virtud de los empeños de Aymerich y el obispo Qui-  
tian Ponte, como se ha anotado anteriormente, y era protegida por  
una facción de las milicias limeñas que fueron enviadas por el virrey  
Abascal a la Audiencia, al mando del sanguinario Arredondo, tras  
los sucesos de 1809, a fin de sofocar las intenciones de la plebe y mar-  
queses quiteños. Pero, anota Roberto Andrade:  
34 Ana Luz Borrero Vega, Cuenca en la Independencia: de la fidelidad a la insurgencia, 1809-  
1
814, Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 2016, p.81. Ver en: https://repositorio.uasb.  
edu.ec/bitstream/10644/5501/1/TD085-DH-Borrero-Cuenca.pdf (19-12-2022)  
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Manuel Ignacio Carrasco  
En Cuenca había también patriotas, los que mantenían corresponden-  
cia secreta con el ejército de Quito, y trabajaban cuanto les era posible  
porque sus convecinos se resolvieran a acoger en la paz a los quiteños”,  
e inserta a continuación una proclama dirigida a los cuencanos, porque,  
continúa, el anónimo era entonces la única arma patriótica: dàbanse en  
anónimos noticias favorables, que aterraban a todo el vecindario re-  
alista, concluye.35  
En efecto, corroboraremos las afirmaciones de Andrade  
cuando nos refiramos a lo acontecido a Joaquín Antonio Calderón u  
otros insurgentes con él vinculados como lo veremos un poco más  
adelante.  
Luego de haber derrotado con relativa facilidad a Arredondo  
en Guaranda, Montúfar avanzó hasta Caspicorral, en la provincia de  
Cañar, para amenazar a Cuenca. Mientras esto sucedía, había llegado  
don Joaquín Molina y Zuleta con la disposición del Virrey de Lima  
de restituir en Cuenca la extinguida Real Audiencia, de la que debía  
ser su Presidente, nombrar oidores y organizar un cuerpo de tropas,  
bien armado y equipado con el envío de dos mil fusiles y muchos  
auxilios pecuniarios que le hizo el virrey Abascal.  
La historia de los sucesos que vamos a relatar a continuación,  
en los que participó con protagonismo valiente y decidido don Joa-  
quín Antonio Calderón y Salazar, está fundamentada en los docu-  
mentos que reposan en el legajo 219 del Archivo General de Indias  
en Sevilla, de los que el autor de estas notas obtuvo copias en micro-  
film hacia 1979.  
Testimonio de don Joaquín Antonio Calderón y Salazar: vínculos  
con Carlos Montufar 36  
Había nacido en Cuenca y era hacendado en Chopsi, términos  
de San Sebastián del Sígsig. De los testimonios que corren en el Con-  
3
5 Andrade Roberto, Historia del Ecuador, Primera Parte, Corporación Editora Nacional, Quito  
984, pp. 250-251.  
1
3
6 Testimonio perteneciente a Joaquín Calderón sobre delitos de Estado. A.G.I., Quito 219. Las  
citas de testigos y otras que corren entre comillas corresponden a la documentación que en  
microfilm trajimos del Archivo General de Indias en 1979.  
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Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
sejo de Guerra que se le instauró, se desprende que estaba casado  
con la quiteña doña Teresa Mejía y tenía negocios en Quito.  
Mientras las tropas de Montúfar permanecían en las actuales  
provincias de Chimborazo y Cañar, Calderón fue a visitarle y “daba  
luces y arbitrios para la entrada a Cuenca”, según el testimonio de  
Fray Ramón Piedra y Serrano, quien fuera constante en el proceso  
que se le seguiría en Cuenca y en el cual también testificaron en con-  
tra de Calderón y Salazar vecinos del Sígsig. Fueron estos: don Ma-  
riano Sáenz, su hermana Catalina, el esposo de ésta, don Juan José  
de la Febre, Matías Brito, Andrés Guzmán y el sargento Justo Hato,  
quien lo capturó en Guasuntos, como se verá más adelante.  
En el “Testimonio perteneciente a Joaquín Calderón sobre delitos de  
Estado” pueden encontrarse las declaraciones de los comparecientes  
en el proceso. Todos los testigos vecinos de Sígsig coinciden en sus  
afirmaciones contra Calderón y Salazar quien les habría manifestado:  
Que cuando tuviesen noticias de haber llegado (Montúfar) en el  
puesto de Paredones le comunicasen a fin de pasar entre otros a darle  
un abrazo porque era su amigo íntimo y tenía correspondencia con él.  
Que el dicho Calderón movió conversación refiriendo que don Car-  
los Montúfar estaba ya inmediato a esta ciudad, que él lo sabía porque  
tenía correspondencia con él y que no ignoraba cuanto hacía y venía a  
hacer, que tenía que presenciar para que se le impartiera de esta ciudad  
noticia de su llegada a ella para venir a darle un abrazo.  
Que Montúfar era su amigo y condiscípulo y que le había escrito  
la hora buena por su venida y que contestó agradecido, que por estos  
motivos había de salir a encontrarlo en el camino, aunque fuese en ma-  
drugada.  
Que el año pasado (1809) estuvieron engañados los de Cuenca y  
por tanto se opusieron (a la causa de Quito) pero en el presente habían  
conocido el bien y estaban llanos a recibirlo los principales sujetos de  
esta ciudad.  
Que varios individuos de esta provincia tenían amistad y corres-  
pondencia con Montúfar y que en esa razón serían premiados y en-  
grandecidos.  
Que tenía razón el caballero Montúfar para venir a Cuenca y quitar  
cuatro cabezas y especialmente del Ilustrísimo Señor Obispo, la del  
Señor Gobernador, la de don Antonio García y la del Señor Teniente de  
Asesor de este Gobierno.  
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Manuel Ignacio Carrasco  
Por la confesión que se le tomó a Calderón Salazar en el pro-  
ceso y respondiendo a preguntas que le hizo el juez Peña, resultaron  
implicados en la conjura: fray José María Mantilla, confesor de la Sra.  
Rosalía Jara, a quien servía Calderón en el cuidado de sus haciendas;  
el presbítero José Joaquín Chiriboga, que al parecer vino con Mon-  
túfar desde Quito; Ricardo Hurtado, tío de Calderón, y sus hijos a  
quienes se les siguió causas por delitos de estado, habiéndose con-  
cluido de ellas que, “según el espíritu de las deposiciones de testigos que  
Joaquín Calderón, oriundo de esta ciudad y casado en Quito, ha sido uno  
de los seductores contra la justa causa y a favor de los hechos de Quito”.  
Cabe advertir que hay que profundizar la investigación en  
la búsqueda de las causas seguidas a todas estas personas, juicios  
que acaso se encuentren en el Archivo de la Corte de Justicia de  
Cuenca, que reposa en Gualaceo, y que al parecer no ha sido consul-  
tado aún por los historiadores locales y nacionales.  
Otras acusaciones afirmaban que sus juntas las tenía con los  
seductores y con estos se congregaba en su casa para tratar sobre los  
principios revolucionarios, celebrándolos según los papeles que  
entre ellos sacaban, que por la junta de Calderón se había perdido el  
citado padre Mantilla, que últimamente Calderón había estado en  
compañía del presbítero don José Chiriboga, también seductor y  
quiteño a la parte de Montúfar y sus tropas en ocasión que se halla-  
ban en el asiento de Alausí para invadir a esta ciudad.  
Acaso podía resultar ingenuo que Calderón pretendiera re-  
cibir y respaldar a Montúfar tan sólo con el apoyo de unos pocos  
principales”, por lo que en sus conversaciones con los hermanos  
Sáenz, La Febre, Brito y otros que depusieron en su contra, se dice  
que “tenía prevenidos mil y más hombres de todos los pueblos de  
su jurisdicción para favorecer a Montúfar”. En otra parte afirma Ma-  
riano Sáenz que Calderón había manifestado “que Montúfar traía doce  
a catorce mil hombres con armas contra Cuenca de las ciudades de Caracas,  
Santa Fe, Popayán, Socorro, Pasto y Quito y que era imposible que Cuenca  
pudiera resistir a tanta gente”. ¿Era esta afirmación de Calderón una  
muletilla a fin de acobardar a los cuencanos o ya existía en germen  
la idea de unidad hispanoamericana para derrotar a los chapetones?  
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Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
En estos términos iba la campaña proselitista de Calderón a favor de  
los quiteños en el Sígsig por lo que, fue denunciado ante el Presi-  
dente de la Real Audiencia, don Joaquín Molina y Zuleta, quien el  
1
3 de marzo de 1811 dispuso que el subteniente de artillería Agustín  
Peña, del Regimiento Real de Lima, “proceda a tomar declaraciones  
y practicar las demás diligencias concernientes a tomar proceso con-  
tra Joaquín Calderón, reo de alta traición que se halla preso en esta  
para que visto en consejo de guerra sea juzgado conforme a orde-  
nanzas”. Debía sustanciar el expediente el teniente asesor de la Go-  
bernación don Juan López de Tormaleo, mientras que el reo escogió  
como defensor al teniente Juan Suárez del mismo regimiento.  
Mientras Montúfar operaba al norte de las provincias Azua-  
yas, Joaquín Calderón se encontraba ya en la mira de los españoles.  
Así, en el proceso se deja constancia que el 8 de enero de 1811 el go-  
bernador de Cuenca don Melchor de Aymerich había dictado orden  
de prisión contra Calderón de quien se decía “existía en la jurisdic-  
ción de Paute”. Posteriormente Calderón había comentado con el  
testigo Matías Brito que don Francisco Serrano “le denunció al Señor  
Gobernador y que habiéndole hecho comparecer su señoría le satisfizo con  
las mismas verdades hasta convencerle por lo que no le hizo daño alguno y  
solo le pidió que no le refiriese en la calle”.  
A fin de proporcionar un sustento político y económico a la  
causa de Montúfar decía que “la venida de este” era útil y beneficiosa  
porque “pretendía la tranquilidad de todos y que se mantuviesen libremente  
en sus posesiones absolviéndoles de todos los derechos que pagaban, deján-  
doles libre y franco el comercio de aguardiente y tabaco, sin pagar el real de-  
recho de alcabala”, que don Carlos Montúfar venía a esta ciudad a hacer  
muchos beneficios “y quitar los pechos para que puedan vivir más desa-  
hogadamente”. Paniagua Pérez nos dice que “se prometían cambios en la  
moneda que pasaría a ser de ‘cartón’ en lugar de la tradicional de oro y plata”  
a fin de evitar su fuga ante las escasas exportaciones y las abundantes  
importaciones que realizaba la provincia, además que las Cajas Reales  
pasarían a llamarse Cajas Públicas.  
En efecto Juan José de la Febre en su declaración hacía cons-  
tar que le oyó al tal Calderón expresar que “don Carlos Montúfar venía  
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Manuel Ignacio Carrasco  
a esta ciudad y provincia con el designio de recoger toda la plata y oro acu-  
ñado en bruto para introducir en la Caja Pública, que para el manejo de com-  
pras y ventas correría la moneda de la corona con el mismo valor de la plata  
y oro”. Por su parte Mariano Sáenz ampliaba su declaración en contra  
de Calderón añadiendo que “las Cajas reales habían de ser comunes,  
que todo el dinero que hoy se estaban chupando los chapetones se  
había de recoger en esta caja del común, como también que el que  
quiera comprar una finca o un caliente, que de tal parte a tal parte  
quería y se los adjudicaría y que por esta compra habría monedas  
de cartones”.  
Entendemos que subsistían ciertos conflictos en torno a la te-  
nencia de tierras, las formas o maneras de adjudicar las propiedades  
y acaso en relación con los españoles. Esto lo deducimos por lo que  
se dice a la compra de fincas, a la que se agrega “que las posesiones de  
haciendas, fincas, cuadras, estancias y casas tendrían nueva composición  
bajo la designación de dicho don Carlos Montúfar, sin otra necesidad que  
pedirle y señalar los límites”.  
Al mismo tiempo cuestionaba la legalidad de la autoridad  
del Virrey de Lima y de don Joaquín de Molina y Zuleta, toda vez  
que:  
Montúfar traía sus despachos del Supremo Consejo de Regencia con  
la comunicación de aquietar la provincia de Quito y que el Excelentí-  
simo Señor Don Joaquín de Molina vino desde España en su compañía  
hasta Cartagena sin despacho ninguno de la Regencia, limpio y so-  
plado, sin traer el real despacho de Presidente, que de Cartagena partió  
a Lima en donde el Excelentísimo Virrey de aquella capital le nombró  
presidente sin tener autoridad para ello y que por este motivo no le ve-  
ríamos jamás, ni podía entrar en este ciudad y que el criado se había  
hecho amo, hablando este último por el Excelentísimo Virrey de Lima.  
En el ambiente político de la época, corría una sorda oposi-  
ción contra los “chapetones” considerados “hechuras de Godoy”,  
quien, de acuerdo a la percepción de los criollos, había entregado Es-  
paña a Napoleón Bonaparte. Uno de los testigos depone que Calde-  
rón de ese modo estaba alborotando y seduciendo tanto a los blancos como  
a los indios a los que éste prometía que él sería Protector de ellos”, al tiempo  
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470  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
que agregaba que “era conveniente que los criollos gobernasen los pueblos  
porque los chapetones eran perjudiciales como hechuras de Godoy y por esta  
causa habían perdido la península y que intentaban vender las Américas,  
entregando al francés y que estos son los fundamentos que tenían los de  
Quito para oponerse”.  
De la lectura del extenso proceso seguido contra Calderón,  
se deduce que no existía, o por lo menos no se planteaba abierta-  
mente, un intento de “independencia”, entendida como un rompi-  
miento con España. Al parecer el juego político hacia 1811 se  
desenvolvía en un intento por parte de los criollos de asumir el  
poder, la soberanía, ofreciendo el respaldo al monarca considerado  
legítimo, Fernando VII, representado entonces por el Consejo de Re-  
gencia, del que Montúfar era comisionado, frente al dominio de los  
chapetones” designados por Manuel Godoy, valido de la Corte de  
Carlos IV, a quien se le atribuía haber entregado la península a Na-  
poleón Bonaparte. Sin embargo, los chapetones o realistas asumían  
también la defensa de la legitimidad de Fernando VII, mirando con  
desprecio y abominación la constitución de las juntas americanas.  
Matías Brito manifiesta que Calderón Salazar le había expre-  
sado que  
Montúfar no venía a perjudicar al público si no tan solamente contra  
los chapetones porque estos aspiraban puramente a sacar todo el di-  
nero con perjuicio del público y del rey sin adelantar cosa alguna a  
favor de su Majestad y el común, que era lo mismo que alegaba la ciu-  
dad y con razón por que era evidente y debiendo persuadir al decla-  
rante en su relato le leyó varios papeles hechos en Quito con este  
mismo objeto.  
Existía, en ciertos sectores de la población, una evidente opo-  
sición a los lejanos virreyes de Lima y Santa Fe, en cuanto Matías  
Brito atestigua que también le oyó decir que:  
el expresado don Carlos Montúfar trajo el proyecto de levantar tropas  
en esta ciudad y provincia con el objeto de seguir hasta la capital de  
Lima para conquistarla porque estaba alzada a costa de que los exce-  
lentísimos señores virreyes del Perú y Santa Fe habían tratado o con-  
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471  
Manuel Ignacio Carrasco  
venido entregar estas tierras a la dominación francesa que es lo que  
descubrió la ciudad de Quito, porque recelosos de esta traición salieron  
cuatro hombres enmascarados y bien armados al camino y sorprendie-  
ron al conductor de correos de esta carrera y sacaron de la valija un  
pliego dirigido por el señor virrey de Lima a el de Santa Fe por mano  
del señor Gobernador de esta ciudad en el que trataba de la entrega de  
esta América a los franceses, que Quito había decidido defender la  
América levantando tropas para atacar a Lima con la ayuda de los in-  
gleses y de Buenos Aires.  
Recordemos que el 20 de julio de 1810 se conformó en Santa  
Fe una junta gubernativa similar a la de Quito, por lo que, al referirse  
a las víctimas del 2 de agosto, Calderón había manifestado que  
Santa Fe había tenido mucho sentimiento por las muertes de Quiroga, Mo-  
rales y Salinas por cuyo motivo había ordenado vistiesen luto sus habitantes  
y que erigiesen estatuas de metal para eternizar sus nombres, poniendo al  
lado de ellos dos leones con ademán de furiosos para descifrar que los euro-  
peos los habían destruido”.  
Montúfar era presentado por Calderón presto a reivindicar  
la memoria de las víctimas del 2 de agosto de 1810: “dijo también el  
mismo Calderón que traía Montúfar fresca la llaga por la muerte de Morales,  
Salinas, Quiroga, significando con vivas expresiones que fueron estos unos  
hombres eminentes y que venía Montúfar a expresarles en esta ciudad”.  
Definitivamente Calderón era partidario valiente y decidido  
de la causa de Montúfar. En el testimonio rendido por Andrés Guz-  
mán se dice que:  
por el mes de diciembre pasado, con motivo de estar reclutando en el  
dicho pueblo del Sígsig el sargento Rendón hombres para las tropas de  
esta ciudad oyó el declarante que seducía a cuantos podía, expresando  
que estaban recogiendo hombres porque no querían recibir en Cuenca  
a Montúfar cuando era un buen hombre y venía como comisionado  
real a hacer muchos favores.  
Según parece la entrada de Montúfar a Cuenca obedecía a  
un plan muy bien elaborado, puesto que fray Ramón Piedra y Se-  
rrano en su declaración revela algunos otros aspectos de la conjura.  
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472  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
En efecto depone que:  
residiendo de cura en el pueblo de Guasuntos, donde se hallaba el ejér-  
cito de Quito, próximo a invadir Cuenca, repentinamente asomó dicho  
Joaquín Antonio Calderón asociado del Doctor don Joaquín Chiriboga  
y de Don Javier de la Piedra a quienes acompañaba Don Carlos Mon-  
túfar, quien venía dando sus providencias en el anexo de Achupallas y  
luego pasaron a la provincia de Alausí.  
En otra parte de su declaración refiere que: “el ejército de esta  
plaza en la mayor parte se hallaba con sus capitanes listos a rendir las armas  
luego que se aproxime el ejército de Quito al frente del punto de Cañar y  
que no habría derramamiento de sangre porque a la vista y con la seña de  
un pañuelo rojo se cumpliría lo pactado”. En efecto, aquello de que  
“Montúfar estaba inmediato a esta provincia”, expresado por casi todos  
los testigos que depusieron en el consejo de guerra seguido en contra  
de Calderón Salazar, era una evidencia aceptada por relistas e insur-  
gentes. Es así que Muñoz Vernaza indica que “cuando la expedición  
desgraciada de don Carlos llegó a Cañar, avanzando hasta el nudo de Cas-  
picorral, fue grande el desconcierto que se produjo en la ciudad; y el Ilmo.  
obispo, creyéndose, como lo estaba, muy comprometido con los partidos,  
temió con justicia la represalia de las fuerzas patriotas”.  
Cuenta la tradición que habiendo circulado la noticia de que  
estas se acercaban a Cuenca, y que, de un momento a otro, la ocupa-  
rían, se alarmó de tal manera el Sr. Quintiàn que por la noche aban-  
donó apresuradamente la ciudad, dirigiéndose, a pie vía de Naranjal,  
hasta la hacienda cercana de San José, propiedad de la familia Farfán,  
a donde llegó “sin uno de sus zapatos”. A lo que agrega Cevallos  
García que tal situación se produjo el 18 de febrero (1811) y el 19 Mo-  
lina presentó la renuncia de su cargo, pero algún párroco realista,  
acaso el del valle, provocó una manifestación de campesinos en su  
favor con lo que reasumió el cargo; al parecer se trata del presbítero  
37  
Martínez de Loaysa que luego reclamaría privilegios en la corte.  
37 Gabriel Cevallos García, Historia del Ecuador, Gráficas Hernández, Cuenca, 1987.  
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473  
Manuel Ignacio Carrasco  
Posteriormente vendrá la derrota de Montúfar en Paredones  
frente a las fuerzas comandadas por Aymerich, el retiro del comisio-  
nado a Quito en donde es recibido como victorioso y finalmente se  
produciría la división de los patriotas en montufaristas y sanchistas.  
El lunes 18 de marzo a las once de la noche –tal vez haya un error en  
esta fecha por que el juicio se inicia el 13–, según declara fray Ramón  
Piedra y Serrano, fue allanado el convento de Pomallacta por el sar-  
gento Justo Hato, quien lo registró en búsqueda de Calderón y que,  
al no encontrarlo en el lugar, pasó a Guasuntos, en donde le prendió  
junto con Francisco Piedra, siendo este último puesto en libertad  
poco después.  
En otra parte del proceso consta que:  
(
…) don Agustín Peña, Juez Fiscal en esta causa, hizo comparecer ante  
sí a don Justo Hato, subteniente de caballería (…) Preguntado si conoce  
a Joaquín Calderón y sabe en donde se halla. Dijo que conoce a Joaquín  
Calderón, paisano residente en esta ciudad, que sabe se halla preso,  
pues él mismo lo prendió en el convento de Guasuntos, provincia de  
Alausí.  
Aclarando que fue a perseguirlo por comisión verbal del  
señor presidente. Jesús Paniagua, basado en los documentos que  
hemos trabajado, dice: “Se le hizo consejo de guerra el 20 de mayo de  
1811 y el fiscal, aunque le consideró culpable, se avino a tener clemencia y  
solicitar una pena de 10 años de prisión, además de la confiscación de sus  
bienes aplicados por la Real Cámara”.38  
Conviene decir que Calderón Salazar negó las acusaciones  
en su contra. Acusó al obispo Quintiàn Ponte de ser su enemigo por  
cierto litigio de tierras, venta de una cuadra en el Usno, que le había  
ganado. Dijo que se había unido a Montúfar para solicitarle un pa-  
saporte o salvo conducto a fin de continuar a Quito donde tenía a su  
mujer e hijo, que las cartas, dirigidas a su tío, fueron escritas por  
cuanto Montúfar le amenazó y le obligó a hacerlo bajo presión.  
No había ningún interés en mantener preso en Cuenca a Cal-  
derón –continúa Paniagua–, dado que, probablemente, eso hubiese  
38 Jesús Paniagua Pérez, “Juan…op. cit., p. 47.  
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474  
Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
sido motivo de disturbios entre sus partidarios. Por ello, el 26 de  
junio de 1811 se decide enviarle a Guayaquil para embarcarlo rumbo  
a España y ponerlo a disposición del Consejo de Regencia. En efecto,  
el 28 de Junio de 1811 se dicta la siguiente providencia, que la trans-  
cribimos en extenso a fin de que el lector pueda apreciar el rigor y la  
injusticia con la que fue juzgado y sentenciado nuestro precursor:  
Vista esta causa con la sentencia dada por el Consejo de Guerra el 27  
de mayo de 811 y en consideración a que Joaquín Antonio Calderón  
resulta ser un verdadero revolucionario, seductor y cómplice en el al-  
zamiento de Quito, por la adicción que tiene a todas sus máximas y  
aún a tratado de dar ayuda a aquellos insurgentes para que extiendan  
sus criminosos atentados e insurrección a esta leal ciudad, según re-  
sulta probado, para evitar las fatales consecuencias de la seducción de  
este reo pueda traer partido para la mala causa. Y teniendo en consi-  
deración lo ordenado por la ley, libro cuarto de las Municipalidades,  
sin embargo del real indulto concedido por las Cortes con fecha 15 de  
octubre del año próximo pasado de 1810, para evitar los gravísimos  
males que seguramente se deben esperar de la permanencia de este reo  
en la provincia y aún en otra cualesquiera de estos dominios, remítase  
a la Plaza de Guayaquil con el correspondiente oficio e inserción de  
este auto al Señor Gobernador para que se sirva en primera ocasión di-  
rigirlo a España a disposición del Supremo Consejo de Regencia al que  
se dará cuenta con testimonio íntegro de esta causa y el correspon-  
diente informe por duplicado para que en su vista se sirva aquel Su-  
premo Consejo tomar la providencia que estime más de justicia,  
quedando por lo tanto y hasta sus resultas en secuestro los bienes que  
le están embargados.  
La salida para la ciudad costera tuvo lugar el 14 de agosto.  
Junto a él se envió a otros dos presos: Manuel Rivera y Antonio Bus-  
tamante, afirma Paniagua Pérez. Desde Guayaquil pasó a Panamá y  
después a la Habana, donde permaneció cinco meses hasta que fue  
enviado a la Coruña en el bergantín “General Palafox”. De la ciudad  
gallega fue remitido a Cádiz en el barco “San José”. En aquella ciu-  
dad, de forma sospechosa, pudo acogerse al indulto de las Cortes.  
En efecto, en la carta dirigida desde Astorga por don Manuel Mallo  
a don Pedro Cevallos, se dice que “de allí a poco se le puso en libertad,  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 448–479  
475  
Manuel Ignacio Carrasco  
extrayéndose de la Secretaría del despacho de Gracia y Justicia su proceso  
y dando al fuego por el oficial de ella, diputado de las llamadas Cortes, Don  
José Mexía, también Quiteño”.  
Por lo irregular de su puesta en libertad, se consideró que no  
era conveniente que viviese en Cádiz y se pensó remitirle a Mallorca,  
cosa que no llegó a hacerse. En cambio, se solicitó para él el puesto  
de recaudador de rentas de Chiclana y se le concedió en febrero de  
1813, además ese mismo año la Regencia le concedió un pasaporte  
para volver a su tierra quiteña. Tal pasaporte no se llegó a entregar  
nunca y es cuando aparece en escena en Astorga “pobre y sospechoso”.  
Allí permaneció hasta 1817, sin que se le diera empleo alguno, ni se  
le señalase cantidad con la que subsistir y que él había solicitado  
sobre la tesorería de León, nos dice Jesús Paniagua, a quien seguimos  
en esta parte.  
Agregaremos que Joaquín Antonio Calderón y Salazar fue  
doblemente perseguido por sus ideas y acciones. La primera vez  
aquí en Cuenca, su tierra natal. La segunda, en la lejana Astorga en  
3
9
donde le descubrió don Manuel de Mallo. Finalmente hemos de  
anotar que la documentación en torno a don Joaquín Antonio Cal-  
derón y Salazar y la época en la que le tocó actuar en su tierra natal  
es extensa y no ha sido transcrita en su totalidad. Hemos utilizado  
para este trabajo sustancialmente los documentos referentes al Con-  
sejo de Guerra que se le inició en marzo de 1811.  
3
9 Suponemos que Manuel de Mallo, quien escribe la carta delatora sobre Calderón y Salazar,  
era aquel mozo neogranadino, de quien Rufino Blanco Fombona, en sus Mocedades de Bolívar  
dice que “ascendió de simple Guardia de Corps a favorito de la reina”. “Don Manuel Mallo,  
Guardia de Corps, mayordomo de semana en Palacio, era a la sazón –en desgracia pasajera  
de Godoy, en cuanto a hombre de alcoba– el favorito de la insaciable María Luisa de Parma,  
esposa de Carlos IV”. Para 1816 gobierna España Fernando VII, hijo de Carlos IV y María  
Luisa de Parma, quienes viven en el exilio, por lo que se entenderá fácilmente el extraña-  
miento de Mallo en Astorga, lejos de la Corte a la que había mancillado y a la que pretendía  
volver tras de la delación a Calderón Salazar, pobre víctima de las circunstancias en territorio  
leonés.  
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Joaquín Antonio Calderón Salazar  
Precursor de la Independencia de Cuenca  
Conclusiones  
A partir de agosto de 2009 se abrió un ciclo conmemorativo  
de los bicentenarios relacionados con las independencias que acaso  
concluya hacia el 2024 con el recordatorio de Junín y Ayacucho, con-  
siderados, los dos hechos bélicos, para la consecución definitiva de  
la independencia político-administrativa del coloniaje español en di-  
versas nacionalidades hispanoamericanas de la América del Sur.  
Pensamos que las independencias develaron los subyacentes  
conflictos coloniales, la dicotomía criollos-chapetones, la diversidad  
ideológica al interior de los grupos estamentales entre fidelistas e in-  
surgentes, el proceso independentista trajo en sí la exacción econó-  
mica a los grupos pudientes, la requisa de semovientes, el enrolamien-  
to obligatorio en los ejércitos en conflicto, las diversidades geopolíticas,  
Cuenca, Guayaquil, Pasto y Popayán opuestos a los designios de  
Quito, el celo y la desconfianza en torno a los virreinatos de Lima y  
Santa Fe, se avizoraba ya el posible apoyo de Inglaterra a las colonias  
hispanoamericanas, en fin se trasluce un entramado social complejo  
y diverso en el que se iban gestando cambios sustanciales en las es-  
tructuras históricas de larga duración que condujeron a una lenta  
transición del Antiguo Régimen Colonialista a la naciente vida repu-  
blicana.  
Consideramos que la investigación en torno al proceso inde-  
pendentista regional aún presenta un venero investigativo muy pro-  
metedor de novedades por lo que se hace necesario buscar y rebuscar  
en los archivos locales e internacionales, leer y releer la bibliografía  
existente en torno estos asuntos, realizar nuevas preguntas y buscar  
inéditas pistas, en fin creemos que hay todavía un rico venero inves-  
tigativo en este campo del conocimiento por lo que invocamos a Cá-  
tedra Abierta, Historia de Cuenca y su Región, al Capítulo del Austro  
de la Academia de Historia, en fin, a quienes tengan y sientan la vo-  
cación de historiar nuestra realidad para reanudar esfuerzos y conti-  
nuar en la búsqueda de renovadas análisis e interpretaciones de los  
asuntos aquí propuestos.  
Gracias  
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477  
Manuel Ignacio Carrasco  
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Cuenca, 8 de noviembre 2022  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
CERRO NARRÍO: EL COMERCIO DE LA CONCHA  
SPONDYLUS Y SUS RELACIONES INTERÉTNICAS  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Mario A. Garzón Espinosa1  
Introducción  
Las investigaciones de D. Collier y J. Murra, 1948, reportaron  
como noticia novedosa la presencia de concha Spondylus como un  
material cultural extraño a la región austro andina, particularmente  
en la hoya de Cañar, en el sitio cerro Narrío. La noticia alertó a los  
investigadores a buscar explicaciones sobre su excepcional presencia,  
debido a que su lugar de origen se encontraba a larga distancia, es  
decir en la región litoral ecuatoriana, inmediatamente se pensó que  
la razón de su presencia obedecería a un posible comercio interre-  
gional entre la costa y la sierra, tema complejo que vendría asociarse  
más tarde, no solo con una naciente actividad económica, sino con  
la interpretación de rutas, nexos y relaciones interétnicas.  
A pesar de la complejidad del tema y su relación con la  
historia cultural regional, no se cuenta con un estudio completo y  
definitivo que reconstruya el pasado de este importante sitio de la  
hoya del Cañar; por lo expuesto, justificamos esta propuesta inves-  
tigativa que compila y articula los pocos estudios con que se cuenta  
y, a la vez, propone nuevas interpretaciones fundamentadas en la  
investigación histórica y arqueológica.  
1
Profesor de Segunda Enseñanza de Historia y Geografía, Licenciado en Humanidades  
Modernas, Doctor en Ciencias de la Educación, especialidad Historia, Universidad de Cuenca,  
Especialista en Docencia Universitaria, Universidad Católica de Cuenca, Especialista en  
resolución de Conflictos, Universidad Castilla la Mancha, Toledo-España, Miembro de la  
Sección de Historia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Cañar. Presea Vicente  
Rocafuerte al Mérito Investigativo; Congreso Nacional, 2021. mario_garzón_e @yahoo.es  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 480–497  
480  
Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
La hoya del Cañar, ubicada dentro de los Andes Australes,  
desde periodos tempranos, (2000 a.C) constituyó un singular  
escenario natural para el antiguo asentamiento humano, cuyo  
componente social condicionado por varios factores como, entornos  
naturales diversos y contrastados, fruto del escalonamiento de sus  
2
pisos ecológicos y el óptimo sistema tecnológico, implementaron un  
3
proceso complejo de ascensión social, que va desde pequeños pobla-  
dos tipo aldeano, con una economía simple basada en la cacería y  
una naciente agricultura de tubérculos y maíz, hasta la conforma-  
ción de sociedades complejas, caracterizadas por una posible espe-  
cialización del trabajo, permanente movilidad social a nivel regional  
y suprarregional y un sistema político basado en una jefatura, muy  
cercana a un Estado.4  
En este contexto geográfico e histórico situamos a Cerro  
Narrío como la tradición cultural temprana que se constituyó, más  
tarde, en el génesis de lo que etnohistóricamente conocemos como  
el Señorío Cañari, cuyas evidencias e insumos culturales datan desde  
los 2000 años a.C.  
Las rutas y caminos implementados a nivel regional (Costa,  
Sierra y Amazonia), posibilitó estratégicamente articular a Cerro  
Narrío a zonas de explotación e intercambio de la concha Spondylus;  
y las rutas a largas distancias, tanto marítimas como terrestres  
permitió, no solo el comercio de conchas y otros objetos de uso  
5
ceremonial con varios pueblos de la costa y los andes peruanos, sino  
también las relaciones interétnicas.6  
Finalmente, para comprender el valor que le otorgaron estos  
pueblos primigenios del Cañar a las conchas marinas, de manera  
especial a la especie Spondylus Princeps, proponemos también un  
análisis interpretativo sobre el significado y uso de la misma, no solo  
como objeto de intercambio, sino como símbolo de ritualidad,  
asociado con el culto al agua, a la mujer y la fertilidad de la tierra.  
2
Mario Garzón, Evolución cultural del Cañar prehistórico, Casa de la Cultura Ecuatoriana  
Benjamín Carrión” Núcleo del Cañar, Azogues, 2005, p.35  
3
4
5
6
Ibíd.  
Ibíd., p.112  
Ibíd., p.74  
Ibíd.  
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481  
Mario A. Garzón  
Contexto histórico de la tradición Cerro Narrío  
El emplazamiento de Cerro Narrío, se encuentra localizado  
al noreste de la hoya del Cañar, y su principal área ocupacional se  
ubica en una colina ligeramente escarpada, a 3.200 metros de altura  
(
s. n. m.), y a una distancia de 700 metros de la ciudad de Cañar; le  
circunda el río Zhamsham, campos de cultivos y algunas viviendas  
campesinas, actualmente es jurisdicción de la comunidad indígena  
campesina de Quilloac. Cerro Narrío es caracterizado por su  
7
singular ubicación, lo que le permitió estratégicamente aprovechar  
pisos ecológicos, bajos (yungas) y altos (páramos), asegurando el  
acceso a una mayor diversidad de productos alimenticios. Además,  
se identifica por su rica y fina producción alfarera, bellamente  
decorada y de una morfología diversa, y un complejo comercio de  
conchas marinas con los pueblos del litoral, la amazonia y el norte  
del Perú.8  
9
10  
Los tempranos estudios de J. Jijón (1921), M. Uhle (1922),  
11  
12  
D. Collier y J. Murra (1942) y los de R. Braun (1945), también  
reportan una ocupación humana muy antigua en Cañar, asociada  
con el periodo Formativo Tardío, especializada en la producción  
agrícola, tallado y la redistribución de la concha Spondylus, y en  
una especializada producción alfarera, cuyos estilos están filiados  
con las tradiciones coetáneas de: Tuncahuán, Challuabamba, el  
Carmen, Huangarcucho, Catamayo, el valle del rio Upano, y  
finalmente con el norte del Perú, a través de la cultura Chimú y  
13  
Cotosh.  
7
Mario Garzón, Cerro Narrio: centro de ritualidad ancestral, talla y redistribución de concha spondylus,  
1
0
6 de marzo de 2022. Ver en: https://es-la.facebook.com/cucharadepalocc/posts /19541234  
8081744/ (16-12-2022).  
8
9
Ibídem.  
Jacinto Jijón y Caamaño, Puruhá: Contribución al conocimiento de los aborígenes de la provincia del  
Chimborazo. 2 vols., Quito, 1921.  
1
1
0 Max Uhle, Las Huacas de Cañar. JSAP, Vol. 14, (1922)  
1 Donald Collier y John Murra, Reconocimiento y Excavaciones en el Sur Andino del Ecuador,  
PUDCE, (enero 1982)  
12 Robert Braun, El periodo Formativo visto desde el Sur Andino; Universidad de Illinois, Urbana,  
Illinois. (junio de 1971)  
13 Mario Garzón, Cerro Narrio: centro de ritualidad…op. cit.  
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482  
Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Martín Ramos señala en cambio que:  
Cerro Narrío, surgió como ocupación temprana hacia 2850 a.C.) (-  
fechado debatible-), en la sierra del Ecuador, y aunque siguió las  
mismas pautas que el resto de grupos contemporáneos (la búsqueda  
de la estabilidad, basada en la agricultura y en la progresiva utilización  
de técnicas en curso de aparición) poseyó una característica única del  
mayor interés: se constituyó en el primer intermediario en el comercio  
que estableció Valdivia (es decir en el comercio de la concha). Esta  
particularidad le proporcionó una personalidad específica, que  
mantuvo y potenció en épocas posteriores. Así, durante la práctica de  
la totalidad del Formativo (2200-1300 a.C.) estableció una relación de  
permanente intercambio con la costa.14  
Cerro Narrío a partir del Formativo Tardío, se constituiría  
entonces en el principal centro, de intercambio y distribución de la  
concha Spondylus, y taller especializado del trabajo magistral de  
conchas marinas. Reinoso G. sugiere también que hoy, “merece  
especial atención en Narrío la presencia de abundantes conchas marinas  
como la variedad de Spondylus, caracoles, madreperla, utilizadas como  
materia prima en la confección de sortilegios, exvotos funerarios, monedas,  
cabezas de propulsores”.15  
La concha spondylus asociada a la ritualidad  
Las conchas marinas, en especial la especie Spondylus, cons-  
tituyó un preciado recurso destinado a ofrendas y ritos propicia-  
torios, vinculados a la lluvia y como un indicador antiguo del clima.  
El Spondylus sp., es un género de molusco de la clase de los  
lamelibranquios, orden de los tetrabranquios, ostráceos, familia de  
los espondílidos.  
Se trata de un bivalvo que habita exclusivamente en las aguas marinas  
cálidas, entre 20 y 60 metros de profundidad, generalmente formando  
1
1
4 Martín Ramos, En busca del Spondylus–Rutas y Simbolismo, 2001, p.10. Ver en: https://es.  
scribd.com/doc/13971717/En-Busca-del-Spondylus-Rutas-y-Simbolismo (16-12-2022)  
5 Gustavo Reinoso, Los Cañaris en el Incario y la Conquista Española del Tahuantinsuyo, GAD  
Municipal del Cantón de Cuenca, Cuenca, 2017, p. 38.  
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Mario A. Garzón  
colonias. La fuente de extracción más importante se halla en las costas  
de Ecuador, principalmente en el Golfo de Guayaquil (zona que, como  
se sabe, ejerció una gran atracción para las culturas precolombinas que  
florecieron en la América centro andina.16  
En la lengua quichua, “el vocablo que parece designar  
específicamente la concha Spondylus es “mullu”, o “mollo”: coral o  
1
7
perlas” ; le llaman también “chaquiras”, término que tiene origen  
en la lengua nativa de Panamá, y se cree que fue introducido por los  
españoles utilizándolo para referirse también a las cuentas hechas  
de concha Spondylus; fueron muy codiciadas y las consideraron  
joyas que adornaban a los señores étnicos. El uso del mullo y los  
ornamentos de conchas, estuvo muy difundido entre varios pueblos  
prehispánicos de los Andes y de la costa del Pacífico, y generalmente  
se refiere a las cuentas de collar que no necesariamente pueden ser  
de concha, sino de otros materiales como: hueso, piedras, jade y roca  
18  
volcánica, etc.  
Por esta tradición que tiene origen prehispánico en la hoya  
del Cañar, sorprende aún ver, sobre todo a las mujeres de algunas  
comunidades indígenas de Cañar, Juncal, Socarte y Suscal, llevar en  
su cuello estos collares llamados en quichua “huallcas” como  
prendas de identidad y de ornamento, lo que revela que aún existe  
en estos pueblos el nexo cultural con el ancestro cañari.  
Varios estudios identifican a la concha Spondylus como un  
símbolo religioso, es por ello que se convirtió en ofrenda para  
impetrar a dioses y deidades favores benéficos como: lluvias para  
los campos de cultivo, buenas cosechas, fertilidad a las mujeres y  
hasta buenos alumbramientos; este planteamiento se articula ple-  
namente con la interpretación que ahora hacemos por ejemplo, con  
las figurillas de concha Spondylus, llamadas (Ucuyayas), que fueron  
encontradas en los niveles bajos del cerro Narrío, y según nuestro  
16 Martín Ramos, op. cit., p. 5.  
1
7 Felipe Cárdenas y Tamara Bray, Intercambio y comercio entre Costa, Andes y Selva. Arqueología  
y Ethno-historia de Surámerica, Universidad de Los Andes, Departamento de Antropología,  
Bogotá, 1998.  
18 Museo Nacional de Historia Natural, Nota Área de Zoología: El “Mullu”, 27/12/2018. Ver  
en: https://www.mnhn.gob.cl/noticias/el-mullu (16-12-2022)  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 480–497  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
análisis, se trataría de figurillas femeninas, quizá una especie de  
venus cañaris”; no es extraño pensar que ritos asociados con la  
lluvia y el culto a la mujer, hayan sido difundidos desde la costa  
central del Ecuador hacia cerro Narrío, siendo ésta la posible  
explicación de la presencia de este extraño material de origen marino  
en la hoya del Cañar.  
Jorge Marcos plantea también que la concha, “ha sido asociado  
arqueológicamente con ritos propiciatorios de la lluvia. Se ha podido  
distinguir que este rito se, inició en los albores de la cultura Valdivia, en la  
costa del Ecuador (3.600 a. C). Luego, asociado al evento de El Niño, se  
1
9
difundió hacia los Andes Centrales 2000 a. C”. Por ello los pueblos  
originarios de la costa ecuatoriana, de la zona centro y sur del  
Ecuador y gran parte de la costa peruana otorgaron tempranamente  
a la concha Spondylus Pinceps atributos sagrados, circunstancias que  
les llevó a generar más tarde una fuerte demanda de este bivalvo, y  
por ende a intensificar su comercio. Además, se plantea que:  
Con seguridad, desde tiempos muy antiguos, fue utilizada como  
alimento por nuestros antepasados de la Costa, tal como aún se lo hace  
hoy; pero la concha, por sus singulares características se convirtió en  
material excelso para la elaboración de ornamentos de prestigio y  
distinción de las élites, y por su connotación sagrada, en ofrenda, que  
le consintió ser objeto de intercambio y llegar a costas, montañas y  
valles; ser adorada en templos por chamanes; descansar junto a los  
guerreros en sus tumbas; adornar a los señores principales en los actos  
ceremoniales; decorar y vestir a los miembros de sus estirpes en el paso  
al más allá. En este proceso, que tomó años en la época precolombina,  
el Spondylus fue considerado “alimento predilecto de los dioses” e  
instrumento de sus miembros para el contacto con aquéllos y, por tanto,  
elemento de poder.20  
Evidencias del uso de este sagrado material y de estas  
prácticas ceremoniales, vinculadas también a despedir a sus muertos  
se encuentran en varios sitios arqueológicos y connotados ente-  
1
9 Jorge Marcos, “Mullu y Pututo para el Gran Caimán: un modelo para el intercambio entre  
Mesoamérica y Andinoamérica”, Gaceta Arqueológica Andina, N°26, INDEA, Lima, 2002, p.15  
0 Universidad Andina Simón Bolívar, Sobre Spondylus, 30 de marzo de 2008. Ver en:  
https://www.uasb.edu.ec/docentesint/sobre-spondylus-ID36039/ (16-12-2022)  
2
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Mario A. Garzón  
rramientos del área andina; no solo en el cerro Narrío en el Ecuador,  
sino en el volcán Llullaillaco al norte de Argentina, en la provincia  
de Salta, en donde junto a tres momias de niños sacrificados por los  
incas, se encontró un pectoral con piezas de concha Spondylus, así  
como también en algunos sitios importantes del Perú, como la tumba  
del Señor de Sipán, cuyo descubrimiento se efectuó en el centro  
poblado de Sipán, en Chiclayo (Lambayeque), y en cuyo ajuar se-  
encontraron objetos y piezas de concha Spondylus de origen  
ecuatoriano.2  
1
La concha marina otorgó también a los grupos socialmente  
jerarquizados, prestigio y poder, razón por la cual se fomentó tem-  
pranamente una gran demanda en la costa y en la sierra ecuatoriana,  
en la región amazónica, en el norte de Perú, promoviendo un intenso  
comercio a nivel regional y supra regional; otros autores platean  
también que, “la concha, sirvió de vehículo de intercambio que funcionó  
más y más en forma de moneda primitiva”.22  
La concha Spondylus a más del uso ceremonial y pieza de  
comercio, constituyó un importante indicador del clima; expertos  
afirman que cuando se daban avistamientos de las conchas en las  
costas del Pacífico (Esmeradas, Manabí, Santa Elena y Guayas), era  
una señal de que se estaba generando un fenómeno natural en el  
mar, es decir sus aguas se estaban calentando. Günther D. Roth, a  
este evento define como:  
Una irrupción ocasional de aguas superficiales cálidas, ubicadas en el  
océano Pacífico junto a la costa de los territorios de Perú y Ecuador,  
debido a inestabilidades en la presión atmosférica localizada entre las  
secciones Oriental y Occidental del océano Pacífico cercanas a la línea  
del Ecuador. El fenómeno del Niño es el supuesto causante de más de  
23  
una anomalía climática en el mundo.  
2
1 Estela Quinatoa, La concha spondylus o “mullu”, su importancia para los pueblos ancestrales  
de américa y su situación actual”, Boletín de la Academia Nacional de Historia, Vol. XCIX,  
Nº. 205, Enero–junio 2021, p.358. Ver en: https://academiahistoria.org.ec/index.php/  
boletinesANHE/article/view/201/397 (16-12-2022)  
22 Jorge Marcos, Arqueología de la costa ecuatoriana: nuevos enfoques, Corporación Editora Nacional,  
Quito, 1986 p.198  
23 Roth Günther, Meteorología. Formaciones nubosas y otros fenómenos meteorológicos. Situaciones  
meteorológicas generales. Pronósticos del tiempo, Ediciones Omega, Barcelona, 2003, p.62.  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Esto explica que la presencia del Spondylus en la costa  
anunciaba la llegada de fuertes lluvias y las consecuentes  
inundaciones con impactos fuertes en la agricultura, de igual forma,  
la ausencia de este indicador, pronosticaba también largos periodos  
de sequía. Con estos antecedentes la concha como indicador del  
tiempo, llegó a tener una notable incidencia en la vida de los pueblos  
de la costa ecuatoriana.  
La posterior difusión de la concha hacia los Andes australes,  
por la intensificación del comercio regional entre sierra y costa,  
conllevó a los pueblos originarios de la sierra y particularmente de  
Cerro Narrío a otorgarle, no solo el valor suntuario por ser pieza  
ornamental, sino el religioso; de ahí que el bivalvo en la hoya del  
Cañar tempranamente se convirtió en símbolo ritual asociado a la  
agricultura para propiciar lluvias y fomentar la producción agrícola,  
(
fuente de vida) lo que revelaría, que desde el periodo Formativo  
Tardío en Cerro Narrío, se originaría una posible fijación de nuevos  
ritos provenientes del litoral, fruto de las relaciones interétnicas por  
los nexos comerciales y culturales.  
Reinoso G. sostiene que:  
La cultura milenaria de Narrío probablemente tiene sus raíces más  
profundas en las culturas provenientes de la faja costera de la Península  
de Santa Elena; de estas tres, según los vestigios donde florecieron  
secuencialmente las culturas agro alfareras de Valdivia, Machalilla y  
Chorrera; es la Chorrera la que impulsó notablemente a la cultura  
precañari de Narrío.24  
Finalmente, Marcos confirma sobre la existencia de nexos  
culturales y comerciales entre la costa y la sierra sur, no solo a través  
de la cerámica Chorrera, localizada en cerro Narrío y Calluabamba,  
sino también a través de la presencia de objetos de concha marina, e  
indica que: “Hacia el segundo milenio anterior a nuestra era, restos de  
Mullo” y “Pututo” comienzan a aparecer en varios sitios del interior del  
25  
Ecuador, de la sierra y de la costa del Perú”.  
24 Gustavo Reinoso, op. cit., p. 38.  
25 Jorge Marcos, “El mullu y el pututo: la articulación de la ideología y el tráfico a larga distancia  
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Mario A. Garzón  
Rutas de comercio  
El comercio de la concha marina, especialmente de la especie  
Spondylus, comprometió, no solo una fuerte movilidad social de los  
pueblos primigenios de la Hoya del Cañar, sino también el diseño y  
trazado de caminos y rutas funcionales de conexión entre las dos  
regiones, los sitios de aprovisionamiento del material marino, y los  
poblados que ejercían un posible comercio y control de las rutas.  
Con estas referencias, tanto los caminos de la sierra como la  
costa, habrían sido los grandes ejes de comunicación, entre los Andes  
y la región costanera; sin embargo, Ramos señala que:  
las evidencias arqueológicas determinan que desde el período  
Formativo Tardío (2000 a. C), hasta la consolidación del Imperio Inca  
(
siglo XV), estas rutas sufrieron relativas variaciones en su trazado y  
en la implementación de centros de intercambio; estos habrían sido  
Cerro Narrío, Chongoyape y Cupisnique durante el Formativo, la zona  
de Vicús (Mochica) durante el Período Intermedio Temprano, la zona  
de la margen izquierda del río Piura durante el Horizonte Medio, y  
Tumbes durante el Período Intermedio Tardío (Chimú) y el Horizonte  
Tardío (Inca).26  
Además, se debe resaltar que la razón del éxito de esta vía  
entre la costa y la sierra hay que buscarla en la especial situación  
geográfica de Cerro Narrío, que lo convierte en asentamiento clave  
para las comunicaciones.  
Finalmente, Cerro Narrío al encontrarse en el vértice, entre  
la vertiente oriental en donde se localiza la principal fuente hídrica  
-
(río Paute) que discurre hacia la cuenca amazónica, y la vertiente  
occidental, en donde se encuentra el (río Cañar) fuente hídrica que  
fluye hacia el Pacífico, se convertirían entonces en fácil ruta natural  
hacia la costa y la amazonia.  
En el área Cañari, de acuerdo a las investigaciones realizadas  
se reportaron dos caminos que conectan Cerro Narrío con la costa  
en la formación del Estado Huancavilca”, en A. lvarez et al., editores, Primer Encuentro de In-  
vestigadores en la costa ecuatoriana en Europa, Barcelona, Editorial Abya Yala, Quito, 1995, p. 107.  
6 Martín Ramos, op. cit., p. 9.  
2
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
central (provincias de Guayas y Manabí), el primero que partiría  
desde Cañar, y siguiendo la vega del río homónimo, en dirección  
noroccidente continuaría hasta el litoral, el otro en cambio, trans-  
montaría la subcordillera occidental, conectando los asentamientos  
de Ingapirca, Shungumarca, Cimientos y Llactacashca, para luego  
dirigirse por la ceja de montaña hasta llegar a la cuenca alta del río  
Guayas, y de acuerdo al material cultural reportado en estos sitios,  
correspondería a una ocupación tardía, es decir durante el periodo  
de Integración 500 años d. C., y posteriormente con la ocupación  
incásica, fue refuncionalizado y articulado a la ruta vertebral del  
Qapac Ñan; Marcos J. en relación a lo planteado afirma la existencia  
de “la ruta del Golfo de Guayaquil a través de la Baja Cuenca del Guayas  
a las provincias de Cañar, Azuay y Loja”. Y el otro camino, es el que  
relacionaba al sur de la provincia de El Oro, al extremo Norte del Perú con  
27  
las provincias de Loja, Azuay y Cañar”. Idrovo J. se refiere a un camino  
de larga distancia; este parte:  
desde el valle de Cuenca-Azogues y abre un nuevo frente demarcatorio  
de nuestra área, cuando el río Tomebamba – Paute desciende por el  
oriente a la amazonia, encerrando otra zona de contactos ubicados  
entre Macas (Upano)-Zamora-Bagua, y de nuevo la sierra peruana,  
muy cerca del río Piura.28  
En conclusión, los caminos citados, a más de constituirse en  
rutas de extracción y comercio de la concha Spondylus entre las  
regiones, costa, sierra y amazonia, fueron elementos importantes en  
las relaciones interétnicas entre los cañaris y los pueblos de la costa,  
la Amazonia y el norte del Perú, y más tarde se convirtió en canal de  
articulación geopolítica sobre todo en la época del incario.  
La industria cultural de la concha spondylus  
Cerro Narrio, constituyó también un asentamiento humano  
27 Jorge Marcos, “Mullu y Pututo para el Gran Caimán… op. cit., p.97-142.  
28 Jaime Idrovo, Entre el Norte del Perú y el Sur del Ecuador, Mercurio, 3 de noviembre de 2000,  
p. 7.  
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Mario A. Garzón  
especializado en la talla magistral de la concha; la gran cantidad de  
ornamentos, figurillas antropomorfas, zoomorfas, cuentas de collar  
y chaquiras encontradas en este sitio, explican que en cerro Narrío  
se implementaron talleres especializados en el trabajo de las conchas  
y otros materiales. D. Collier y J. Murra en 1942, reportaron en cerro  
Narrío la presencia de varios ornamentos, figurillas y otros  
misceláneos, hechos de “conchas marinas, probablemente Spondylus,  
pendientes y cuentas de collar, además mencionan que se encontró una  
Marguinella curto, perforada, una cuenta Spondylus y varios pendientes  
de almejas de agua fresca”.29 Reinoso por otro lado menciona que, “son  
excepcionales los hallazgos en Narrío, las caracolas gigantes de las especies  
Strombus galeatus, Strombus peruvianus que habrían usado como  
trompetas de comunicación, conocidas comúnmente como quipas o churos  
en Ecuador y pututus en el Perú.30  
Según la distribución de los materiales culturales, sumado a  
los relatos de los (huaqueros), se deduce que los talleres se ubicaron  
en una pequeña plataforma, hacia el noroccidente del sitio; al  
respecto Reinoso, afirma que las conchas, “en Narrio fueron cortadas  
en placas a bisel, pulidas y abrillantadas; generalmente de formas rec-  
tangulares, algunas conservan los bordes redondeados naturales. El corte a  
bisel se infiere que fue ejecutado con la técnica de fricción continua, con  
hilos cubiertos de arena húmeda”.31  
Para el tallado de las conchas se infiere que los artesanos de  
Narrío, contaban con herramientas de metal y piedra como:  
pulidores de valvas, percutores, cuchillos de cuarzo, obsidiana) para  
los cortes de las valvas, y micro taladros para hacer perforaciones en  
las piezas, etc.  
Los objetos de mayor atención e interés, corresponden a unas  
figurillas humanas, trabajadas y pulidas a la perfección; estas parten  
de un patrón común en cuanto a forma y tamaño; sin embargo,  
algunas varían por el tocado de la cabeza, el sector distal, tamaño y  
2
9 D. Collier y J. Murra, Reconocimiento y excavaciones en el sur andino del Ecuador. [Título original:  
Survey and Excavations in Southern Ecuador. Traducción del inglés: Lucía Astudillo Loor],  
Editorial Centro de Estudios Históricos y Geográficos de Cuenca, Cuenca,1982, pp. 94-95.  
0 Gustavo Reinoso, op. cit., p. 44.  
3
3
1 Ibíd., p. 44-45.  
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490  
Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
sobre todo en el color. Se caracterizan por tener dimensiones que van  
entre 3, y 8 centímetros de largo, por 05 y 2 centímetros de ancho;  
poseen el rostro ligeramente alargado, dos perforaciones profundas  
circulares dan la forma de los ojos, en donde llevan adheridas  
pequeñas placas circulares de madre perla brillante, simulando como  
si estuvieran los ojos abiertos; en el medio se resalta una pequeña  
nariz figurada en alto relieve; la boca es sugerida con una excisión  
horizontal pequeña; el mentón y la frente es bien pronunciada; el  
rasgo principal de estas figurillas, es la forma de la cabeza que  
remata en una especie de disco o aro, (como si fuera un mate huma,  
o corona que acostumbraron llevar los cañaris en la cabeza), otras  
en cambio llevan un tocado en forma de moño simulando un  
peinado; las orejas son simuladas en relieve; en cuanto al sector distal  
se observa que no están muy elaboradas; una línea curva simula las  
piernas; el cuello es corto con hombros ligeramente sugeridos,  
brazos pequeños flexionados hacia el pecho, con manos pequeñas  
y abiertas, no tienen piernas y el cuerpo remata en forma tronco-  
cónica, otras en cambio son planas de forma rectangular; algunas  
figurillas llevan en sus cuerpos adheridas pequeñas cabezas huma-  
nas y de animales (monos), y otras son bicéfalas; unas son de color  
rojo brillante que es característica del Spondylus, y otras son color  
anaranjado y purpura; otras son matizadas con colores blanco y lila,  
32  
también hay blancas con un fino pulido.  
En cuanto a significado; sostenemos que se tratarían de figuri-  
llas femeninas, Reinoso corrobora lo plateado cundo se refiere a que:  
hay estatuillas excepcionales de sexo femenino que muestran el vientre  
abultado con la cabeza de una criatura y deja entrever un pequeño  
brazo, como si se tratara de un alumbramiento”, y otras tienen la  
apariencia de niños que llevan un tocado en el torso, aparente a un  
envuelto o fardo simple con un fajado a la usanza de los indígenas del  
Cañar.3  
3
3
2 César Lodeiros Seijo, Jonathan A. Santana Cabrera, Antonio Jaramillo Arango, Gaspar Soria,  
Jorge Marcos, “Breve historia del Spondylus en el Pacífico suramericano: un símbolo que  
retorna al presente”, Interciencia, vol. 43, núm. 12, pp. 871-877, 2018. Ver en: https://  
www.redalyc.org/journal/339/33958034011/html/ (16-12-2022)  
33 Gustavo Reinoso, op. cit., p. 48.  
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491  
Mario A. Garzón  
En cuanto a la función creemos se trata de objetos asociados  
34  
al culto a la fertilidad; Zadir Milla. en una conversación personal,  
sostenía que estas figurillas -servían de ofrendas a la tierra para  
propiciar buena producción y lluvias, aunque no se descarta que,  
están vinculadas al culto de la fertilidad femenina-; Rodríguez P. por  
otro lado refiere que, “En todas las culturas prehistóricas, la figura  
cosmogónica central, la potencia o fuerza procreadora del universo, fue  
personalizada en una figura de mujer y su poder generador y protector  
35  
simbolizado mediante atributos femeninos”. Las figurillas en forma de  
niños en cambio, podrían tratarse de una representación del hijo que  
hipotéticamente creemos que servía de amuleto como una especie  
de magia simpática.  
Para la época del incario, es evidente la incorporación de la  
concha Spondylus a sus ritos y sistemas de creencias, por lo que el  
tráfico y consumo se amplía en todo el territorio del Tahuantinsuyo,  
institucionalizándose luego un sistema complejo de comercio con  
personal oficial y especializado encargado del aprovisionamiento,  
comercio y transporte; varios reportes de investigaciones arqueo-  
lógicas determinan la presencia de múltiples objetos de concha  
Spondylus que adornaban las prendas de la jerarquía Inca, en otros  
casos para el ajuar funerario y como piezas que ornamentaban los  
templos y santuarios, se dice también que la concha en bruto y  
elaborada debía de encaminarse en mayores cantidades por carga-  
3
6
dores o caravanas de llamas como lo sugiere Bruhns. Quien  
menciona también que, gracias a la información etnohistórica, ha  
reconstruido el trazado del camino inca de la sierra entre el sur de  
37  
Ecuador y el norte de Perú, entre Cañar y Guancabamba.  
3
3
3
3
4 Zadir Milla, conversación mantenida en el año 2018.  
5 Pepe Rodríguez, Dios Nació mujer, Ediciones B. Barcelona, 2000, p. 145.  
6 Karen Bruhns, Ancient South America, Cambridge University Press, 1994, p. 281.  
7 Cfr. Caillavet 1987, pp. 302-304 en: Carolina Vílchez Carrasco, “El Taller de Spondylus de  
Cabeza de Vaca, Tumbes”; Cuadernos del Qhapaq Ñan, ISSN, Perú, 2013.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 480–497  
492  
Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Bibliografía  
BRUHNS, Karen, Ancient South America, Cambridge University Press, 1994.  
CÁRDENAS ARROYO, Felipe y BRAY L. Tamara, Intercambio y Comercio entre  
Costa, Andes y Selva. Arqueología y Ethno-historia de Suramérica, Bogotá, 1998.  
COLLIER, D. y MURRA, J., Reconocimiento y excavaciones en el sur andino del  
Ecuador. (Título original: Survey and Excavations in Southern Ecuador. Traduc-  
ción del inglés: Lucía Astudillo Loor), Editorial Centro de Estudios  
Históricos y Geográficos de Cuenca, Cuenca, 1982 .  
ESPINOZA, Leonardo, La sociedad Azuayo Cañari: Pasado y Presente; editorial  
Conejo, Cuenca, 1989.  
GÜNTER D. Roth, Meteorología. Formaciones nubosas y otros fenómenos  
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Ediciones Omega, Barcelona, 2003.  
GARZÓN ESPINOSA, Mario, Evolución Cultural del Cañar Prehistórico, CCE.  
Azogues, 2005.  
GUAMÁN POMA DE AYALA, Nuevas Crónica y Buen Gobierno, Casa de la  
Cultura del Perú, Lima Perú, 1969.  
IDROVO, Jaime, Entre el Norte del Perú y el Sur del Ecuador. Mercurio nov.3  
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MARCOS, Jorge, “Mullu y Pututo para el Gran Caimán: Un Modelo para el  
Intercambio entre Mesoamérica y Andinoamérica”, Gaceta Arqueológica  
Andina, N°26, INDEA. Lima Perú, 2002.  
–––––, “Intercambio a Larga Distancia en América: El Caso Spondylus”. En:  
Arqueología de la Costa Ecuatoriana, Corporación Editora Nacional, Quito,  
Ecuador, 1986  
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Mario A. Garzón  
RAMOS, Pablo, En Busca del Spondylus- Rutas y Simbolismo, Perú, 2009. Ver  
en: https://es.scribd.com/doc/13971717/En-Busca-del-Spondylus-Rutas-  
y-Simbolismo (16-12-2022)  
REINOSO, E. Gustavo, Los Cañaris en el Incario y la Conquista Española del  
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RODRÍGUEZ, Pepe, Dios Nació Mujer, Ediciones B., Barcelona, 2000.  
Universidad Andina Simón Bolívar, Sobre Spondylus, 30 de marzo de 2008. Ver  
en: https://www.uasb.edu.ec/docentesint/sobre-spondylus-ID36039/  
(16-12-2022)  
VÍLCHEZ CARRASCO, Carolina, “El Taller de Spondylus de Cabeza de Vaca,  
Tumbes”, Cuadernos del Qhapaq Ñan, ISSN, Perú, 2013.  
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494  
Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Anexos  
Imagen: Cerro Narrío.  
(Levantamiento. Ing. Anastasio Pichisaca. 2022)  
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495  
Mario A. Garzón  
Objetos y figurillas de concha Spondylus  
provenientes de cerro Narrio, Cañar  
Fotografías (M. Garzón Espinosa. 2022)  
1
.- Concha Spondylus  
y figurilla humana  
2.- Ornamentos de  
cocha Spondylus  
3
.- Figurillas humanas  
4.- Collar de mullos  
(Cerro Narrío)  
(Ucuyayas)  
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Cerro Narrío: el comercio de la concha spondylus  
y sus relaciones interétnicas  
Sitio arqueológico Cerro Narrío  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A CECILIA MORALES RUIZ  
COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Eran épocas de mayores convulsiones políticas y sociales que  
las contemporáneas, las que tuvieron lugar en el siglo XIX en nuestro  
país, ya que se disputaba el poder mediante el fraude electoral, el  
golpe militar y la polémica inflamada de pasiones irreconciliables.  
No hay que extrañarse que ello haya sucedido, ya que nues-  
tra República se hallaba en sus primeros años de constituida en 1830,  
luego de las guerras por la Independencia y que el sueño del Liber-  
tador Simón Bolívar, encarnado en la Gran Colombia, como ideal  
para la integración de los pueblos a fin de dar forma a una gran na-  
ción, este sueño se acabó por las discordias, las ambiciones de los  
caudillos que antes se presentaban como patriotas encubriendo sus  
reales intenciones. La falta de conciencia respecto a la visión histórica  
que debía prevalecer y que sucumbió por las turbulencias originadas  
a causa de los insaciables apetitos de poder y la carencia de identidad  
tan necesaria para cohesionar anhelos de colaboración recíproca y  
progreso.  
Esta corriente de convulsiones fue una constante por mucho  
tiempo, y cuyos coletazos no han desaparecido a pesar de los años  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
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498  
Bienvenida a Cecilia Morales Ruiz  
transcurridos, agravada por hechos que repercutieron directamente  
en el acontecer futuro del Ecuador, como el asesinato de Antonio José  
de Sucre o la propia muerte de Simón Bolívar, envuelta en desilusio-  
nes e ingratitudes.  
En esta centuria, vivió un personaje caracterizado por su  
mentalidad superior y su pluma afilada por los valores y principios  
profundamente arraigados en el sentido de libertad y democracia.  
Me refiero a Juan Montalvo (1832-1889), gloria no solo de Ambato y  
de nuestro país sino de Iberoamérica, y de las letras hispanas donde  
ocupa lugar de privilegio, lo demuestran sus obras publicadas, al-  
gunas, en el exterior, en París, en la célebre Garnier Hermanos, lo  
que en esos años significaba algo de máxima repercusión, es decir,  
de consagratorio renombre. En el siglo XXI, Montalvo sigue vivo por  
su espíritu inmortal, plasmado en sus libros y escritos que siguen  
editándose y leyendo con merecida admiración, algunos se publica-  
ron póstumamente. En la biblioteca montalvina, que con admirable  
consagración y precios bajos sigue editando y reeditando la Casa de  
Montalvo, en su imprenta, sobresalen:  
Siete Tratados, Las Catilinarias, Mercurial Eclesiástica, Capítulos  
que se le olvidaron a Cervantes, El Cosmopolita, Geometría Moral, El Re-  
generador, La Dictadura Perpetua, El libro de las Pasiones, El Espectador,  
Páginas Desconocidas, Cuadernos de Apuntes, El Antropófago, Los Incu-  
rables, Judas.  
La hoja suelta era el medio en que se enfrentaban general-  
mente los polemistas, algunas veces con pseudónimos. Con Juan  
León Mera, otro notable ambateño, hubo rivalidad. El análisis de la  
confrontación entre ambos personajes, debe efectuarse con bastante  
cuidado, en vista de las particularidades que tal encono produjo. No  
se debe olvidar que el asunto llegó inclusive a la agresión física, a  
saludar a bastonazos”, encuentro -según se dice- en el que Mon-  
talvo llevó la peor parte. Coincidencias o ironías de la historia, Mon-  
talvo y Mera, en 1982, a los 150 años de los correspondientes  
nacimientos recibieron juntos el homenaje de la posteridad.  
2
2
Carlos Ibarra Salazar, Frases célebres de Juan Montalvo, Fundación Ecuatoriana de Desarrollo,  
Quito, 2000, p.163  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 498–505  
499  
Franklin Barriga López  
Aquel sesquicentenario de estos dos connotados escritores  
fue celebrado con remarcada dignidad. Se realizaron diversos actos  
de reconocimiento, con la participación de intelectuales de mérito,  
tanto del país como del extranjero. Ambato, en relación con sus gran-  
des exponentes, es una tierra donde no crece el olvido, esa planta si-  
milar al kikuyo que, cuando no se la extermina, crece abundan-  
temente con rudeza y destrucción. Quedaron de esas celebraciones  
tres volúmenes, precisamente, con el título Montalvo y Mera, edicio-  
nes especiales de la Revista de la Casa de Montalvo, correspondientes  
a los números 74, 75 y 76.  
El 12 de abril de 1932, a los cien años del nacimiento de Juan  
Montalvo, llegaron los restos mortales del gran escritor a su residen-  
cia definitiva, a la ilustre ciudad de Ambato, su cuna y su última se-  
pultura aureolada de gloria, expuesta y abierta a la admiración  
unánime, ahora Casa de Montalvo, mausoleo, biblioteca y otras ins-  
talaciones que honran debidamente al egregio escritor y a una ciudad  
de prosapia cultural que tiene este templo para los librepen- sadores  
y para que allí se queme el incienso que los hombres dignos perma-  
nentemente tienen que ofrendar a la justicia, al bien, a la libertad.  
Hablar de Juan Montalvo es referirse a un pensador y pa-  
triota de colosales proporciones, como lo reconocieron escritores de  
fama internacional, como el francés Víctor Hugo, el español Miguel  
de Unamuno o el nicaragüense Rubén Darío, entre los cuales y en  
esta ocasión voy a citar solamente a tres de los numerosos autores  
que se puede indicar y que calificaron el aporte cuantioso de este  
ambateño a la literatura, llamado acertadamente cosmopolita, sin ol-  
vidar la definición de César Cantú, el italiano autor de los 35 volú-  
menes que conforman su Compendio de Historia Universal, quien dijo  
que Montalvo “es hombre ilustre que honra a su patria y al género  
3
humano”.  
José Enrique Rodó (1871-1917), uruguayo eminente, por sus  
ideas fue el adalid de la reforma universitaria latinoamericana que  
3
Franklin Barriga López, Vida y pensamiento de Montalvo, Homenaje del Instituto Ecuatoriano  
de Crédito Educativo y Becas al VI Congreso de la Federación de Estudiantes Ecuatorianos  
en la URSS, Universidad Nacional de Loja, Loja, 1985, p. 119.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 498–505  
500  
Bienvenida a Cecilia Morales Ruiz  
se inició en 1918, escribió Motivos de Proteo, El mirador de Próspero en  
el que incluye un ensayo dedicado a Montalvo y Ariel, símbolo del  
idealismo y la espiritualidad frente al Calibán que le acecha con su  
desaforado materialismo dijo:  
La literatura de Montalvo tiene asentada su perennidad, no solamente  
en la divina virtud del estilo, sino también en el valor de la nobleza y  
hermosura de la expresión personal que lleva en sí. Pocos escritores  
tan apropiados como él para hacer sentir la condición reparadora y to-  
nificante de las buenas letras. No terminaré sin expresar la satisfacción  
con que veo el culto de veneración que el Ecuador mantiene por la me-  
moria de Montalvo; los pueblos que honran a hombres de esa talla se  
honran a sí mismos.4  
Alfonso Reyes (1889-1959), humanista y escritor mexicano,  
cinco veces nominado al Premio Nobel de Literatura, una de las me-  
jores mentalidades de la lengua española, expresó: “Montalvo es uno  
de los pocos americanos que pueden hombrearse con los escritores de cual-  
5
quier país que hayan merecido la fama universal”.  
Federico García Godoy (1857-1924), historiador, crítico litera-  
rio, maestro y periodista dominicano, aseveró:  
He ahí una de las figuras más grandes y prestigiosas de América. Es  
digna de honda admiración por todo concepto. Atesora la majestad so-  
lemne y edificante de una vida de austera probidad, en que por ningún  
lado se columbran salpicaduras del lodo de cosas mezquinas y bajas.  
Mantuvo dignamente un gesto de vibrante protesta, de irreductible re-  
beldía, frente a instituciones retrógradas y a tiranías ensoberbecidas.  
6
Su pluma viril fue resplandor que ilumina y látigo que azota.  
Establecidas de esta manera las coordenadas de orientación  
para conocer y valorar a tan eximio escritor, tengo a bien resaltar la  
importancia y trascendencia de la Casa de Montalvo, digna deposi-  
taria del acervo que documenta la fama de su patrono, la vigencia y  
proyección de su legado para Ambato, Ecuador y el mundo, que ha  
4
5
6
Ibíd., pp.119-120.  
Ibídem.  
Ibíd., p. 129.  
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501  
Franklin Barriga López  
estado dirigida por intelectuales de prestigio, como en la actualidad  
por el Lcdo. Carlos Miranda Torres, Miembro de Número de nuestra  
Academia, a quien públicamente felicito por su reciente reelección  
de director, por cuatro años más, de esta apreciada Casa que es fra-  
terna de nuestra centenaria entidad.  
La Casa en referencia es un valioso centro de cultura y ci-  
vismo en el cual ha laborado por más de 30 años la Lcda. Cecilia Mo-  
rales Ruiz, ahora, merecidamente, como directora académica, por  
tanto es una versada conocedora de la personalidad, la obra y la sig-  
nificación de Juan Montalvo, en cuya cátedra, acertadamente insti-  
tuida y de vigencia en todo el país y aun fuera de él, ella tiene  
magnífica participación incluso como conferencista, a más de orga-  
nizadora de sus actividades que son permanentes. Bastaría este solo  
señalamiento que abarca más de tres décadas para reconocer en ella  
a una experta en la materia, consiguientemente en la historia de  
Montalvo y su contexto nacional e internacional.  
Se vuelve menester informar que la cátedra montalvina fue  
decidida en el Encuentro de Ministros de Educación y Cultura lle-  
vado a cabo en 1992, en Caracas, e instrumentada a petición del Mi-  
nisterio de Educación, Cultura y Deportes del Ecuador, cuando lo  
presidían en calidad de Ministro el Dr. Eduardo Peña Triviño y Sub-  
secretaria de Cultura, la Dra. Rosalía Arteaga Serrano. En abril de  
2006, mediante Acuerdo Ministerial se instituyó esta cátedra y la dis-  
posición de incluirla en los estudios sociales de los quintos y sextos  
cursos de bachillerato. Entre las iniciativas para el fortalecimiento de  
la integración fronteriza, se creó, en el 2010, el Núcleo de la Casa de  
Montalvo en Ipiales, cercana urbe del hermano país, que brindó hos-  
pitalidad al preclaro escritor en sus destierros y en donde escribió  
varias de sus trascendentales obras. Este dinámico Núcleo está pre-  
sidido por el Dr. Julio César Chamarro Rosero, un apasionado mon-  
talvista colombiano, destacado poeta, escritor e historiador, que  
cumple recomendable labor en aquellas representativas funciones,  
como también en la promoción cultural, con la realización de colo-  
quios y más encuentros intelectuales incluso de convergencia inter-  
nacional.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 498–505  
502  
Bienvenida a Cecilia Morales Ruiz  
Ya que hablamos de Ipiales, Montalvo, en estos renglones de  
reconcentrado lirismo, escribió el sentimiento que le generó esa ge-  
nerosa urbe que le honra como si se tratara de un ciudadano nacido  
allí, en donde tuvo dos hijos, además de los otros dos nacidos en Am-  
bato y uno en la capital de Francia. En buena hora, el cobijo que Ipia-  
les le brindó en los períodos de destierro por la persecución conser-  
vadora. Es la sinergia recíproca entre la atracción de las comarcas  
donde se recibe anfitrionía y la sensibilidad humana, qué mejor si  
ésta es de gratitud:  
En ciertos meses del año, esto es realmente un milagro: el sol se ha hun-  
dido tras el Cumbal, dejando encendida la nieve de esta montaña (...)  
un abanico gigantesco, el vértice en el horizonte, se abre por el firma-  
mento en plumas de diferentes colores que alcanzan el cenit con el ex-  
tremo. “Oiga usted, Semblantes, le dije una vez a mi compañero de  
destierro mirando a la bóveda celeste: Si yo escribiera que he visto  
NUBES VERDES, me creerían?”. “Por decirlo usted, quizás, pero real-  
mente es increíble lo que estamos viendo”. Un pavo real apocalíptico,  
ocultó el cuerpo tras la sierra, había desplegado la cola y la tenía ex-  
playada sobre el cielo; los colores del arco iris, en confuso desorden,  
todos estaban allí sobre un fondo blanquecino, imposible de presen-  
tarse a la imaginación si no pasa por la vista (…) En ninguna parte del  
mundo las nubes toman lineamientos más extravagantes y grandiosos  
7
(...) Debajo de este cielo la tierra no puede ser mezquina”.  
Nuestra Academia tiene nueve capítulos provinciales en Gua-  
yaquil, Cuenca, Manabí, El Oro, Carchi-Imbabura, Bolívar, Loja y  
Amazonía, desde luego que en Ambato y es uno de los más activos,  
dirigido también por el Lcdo. Carlos Miranda, quien, en repetidas  
ocasiones, nos ha informado que la Lcda. Morales se desempeña ad  
honorem como secretaria coordinadora del Capítulo, a más de sus  
funciones de directora académica de la Casa de Montalvo. Ante este  
relevante trabajo, vinculado diaria y directamente con la historia, con-  
siderando, también, su actividad como conferencista sobre la vida y  
obra de Juan Montalvo, guardiana y promotora de su legado inte-  
lectual, sus intachables cualidades éticas y morales, creímos, en acto  
7
Citado por Julio César Chamorro Rosero, en Casa de Montalvo, Ipiales, Facebook.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 498–505  
503  
Franklin Barriga López  
de justicia, el Director, el Subdirector y el Secretario de la Academia  
reconocer el recomendable trabajo de esta profesional, particular-  
mente en lo atinente a nuestra corporación científica. Propusimos su  
nombre, junto a su título y más merecimientos, a la Comisión de In-  
gresos y Ascensos que aprobó nuestro pedido de designarle Miembro  
Correspondiente, como, días después, lo hizo la Junta conformada  
por los Miembros de Número.  
En estos momentos, precisamente, se lleva a cabo, en esta pa-  
trimonial Casa Alhambra, sede de nuestra Academia, la solemne ce-  
remonia en la cual se incorpora, en la calidad mencionada, la Lcda.  
Cecilia Morales Ruiz, a quien, me es sumamente satisfactorio brin-  
darle la más cordial de las bienvenidas, con la segura convicción de  
que su permanencia en nuestra institución, de la que ya oficialmente  
forma parte, seguirá siendo muy útil y leal a los fines y objetivos que  
guían la marcha de esta entidad fundada por el eximio Federico  
González Suárez, allá por 1909 y que, en 1920, por Ley de la Repú-  
blica, se convirtió en Academia.  
Los Estatutos determinan que el nuevo Miembro se incorpo-  
rará a la Academia en acto público, mediante la lectura de un dis-  
curso de tema histórico: ello es lo que está llevándose a cabo en estos  
momentos, la Lcda. Cecilia Morales Ruiz disertará, luego de pocos  
minutos, sobre el tema, del cual es experta, “Juan María Montalvo  
Cevallos: itinerario de un luchador”.  
Luego de escucharle, le entregaremos las insignias: El Diploma  
que le reconoce como Académica Correspondiente, la Medalla con-  
sagratoria y la Escarapela, en la que se encuentra el Escudo institu-  
cional.  
Bienvenida, nuevamente, flamante recipiendaria.  
Damas y caballeros  
Academia Nacional de Historia, Quito,  
lunes 12 de enero de 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 498–505  
504  
Bienvenida a Cecilia Morales Ruiz  
Bibliografía  
BARRIGA LÓPEZ, Franklin, Vida y pensamiento de Montalvo, Homenaje del  
Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas al VI Congreso de la  
Federación de Estudiantes Ecuatorianos en la URSS, Universidad Nacional  
de Loja, Loja, 1985  
IBARRA SALAZAR, Carlos, Frases célebres de Juan Montalvo, Fundación Ecuato-  
riana de Desarrollo, Quito, 2000  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 498–505  
505  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
JUAN MARÍA MONTALVO FIALLOS:  
ITINERARIO DE UN LUCHADOR  
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Cecilia Morales Ruiz1  
Antes de proceder a dar lectura a este discurso sobre el in-  
signe escritor don Juan Montalvo, debo indicar que me siento hon-  
rada de pertenecer a tan importante y emblemática Institución como  
es la Academia Nacional de Historia, Organismo establecido el 24  
de Julio de 1909 por el arzobispo e historiador quiteño monseñor Fe-  
derico González Suárez, hoy venturosamente presidida por el Sr. Dr.  
Franklin Barriga López, en su calidad de Director, e integrada por  
Dr. César Alarcón Costa, el académico Diego Moscoso, la Dra. Amé-  
rica Ibarra, la Dra. Guadalupe Soasti, y los demás miembros de este  
cenáculo intelectual, Lic. Carlos Miranda Torres, director general de  
la Casa de Montalvo, y el valioso equipo de funcionarios y emplea-  
dos de la Academia Nacional de Historia, mi gratitud imperecedera  
a quienes han sugerido y apoyado mi designación para formar parte  
de este grupo selecto de historiadores.  
Ambato ciudad denominada tierra de las Flores y de las Fru-  
tas, la ciudad capital Provincial de Tungurahua, urbe de turismo, his-  
toria, cultura y tradición es cuna de los cinco Juanes. Ciudad cosmo-  
polita, fraterna, universal. Ubicada a 2577 metros de altura sobre el  
nivel del mar. En el corazón de Ambato se encuentra la Casa de Mon-  
talvo, donde permanece intacta, vigente la ideología, el pensamiento  
1
Ambato 4 de julio 1965. Estudios Primarios: Escuela Rodríguez Albornoz, de la Comunidad  
de Doroteas. Estudios Secundarios: Colegio Técnico Hispano América. Bachiller en Comercio  
y Administración Título: Secretariado Bilingüe 1984. Estudios Superiores: Universidad Estatal  
Bolívar. Título: Secretariado Ejecutivo con Mención en Administración Secretarial. Experiencia  
laboral: Secretaria en la Universidad Técnica de Ambato. Luego Secretaria en la Casa de Mon-  
talvo, durante 31 años. Directora Académica de la Casa de Montalvo 2 años. Secretaria Ad-  
honorem de la Academia Nacional de Historia del Ecuador Capítulo Tungurahua. Miembro  
Honorífica de la Casa de Montalvo. Membresía Miembro Correspondiente de la Academia  
Nacional del Ecuador. Secretaria Coordinadora del Barrio Olmedo-Miraflores.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 506–526  
506  
Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
y la obra de don Juan Montalvo. En su mausoleo de clásicas líneas  
griegas permanece el cadáver del polemista y escritor que demuestra  
con su silencio, eterno ya, que su vida terrenal está ausente, sus es-  
critos siguen vigentes.  
A un costado se encuentra el Parque Montalvo, donde está  
situada una escultura en bronce que idealiza y representa a Don Juan  
en su actitud majestuosa de escribir, y a sus pies una figura en már-  
mol simboliza al genio que inspiró a Montalvo. Se trata de Calíope.  
En sus alrededores nos encontramos rodeados por varios Museos  
que recrean a ilustres personajes que han quedado impregnados en  
la memoria de la historia.  
La ciudad de Ambato ha sabido a su tiempo, reconocer la  
valía de cada uno de ellos, recordando a las nuevas generaciones su  
tránsito terrenal. Grandes hombres, soñadores, valientes, altivos  
como todos los ambateños. Mujeres de talento, ternura y belleza sin  
par. Ambato es tierra de emprendedores, ilustres escritores, artesa-  
nos, empresarios, maestros, profesionales, tierra bendecida y po-  
blada de flores perfumadas, frutas en sazón y del pan refinado de la  
esperanza.  
Los ancestros de don Juan Montalvo  
Con orígenes en Andalucía España salieron los hermanos  
Montalvo de la península en busca de mejores horizontes, de fama,  
títulos y oro. Arribaron a la isla del encanto, de la caña, el tabaco y  
ron a Cuba. Uno de ellos se dirigió después a Panamá, en donde  
llegó a alcanzar la designación de conde de Montalvo. Otro, fue a la  
Nueva Granada. El primer Montalvo en llegar a tierras de la Audien-  
cia quiteña, fue Santos Montalvo. Aquí se dedicó al comercio de la  
quina y a la elaboración de textiles. Después de residir un tiempo en  
Cundinamarca, se dirigió a tierras quiteñas. Atravesó el corredor in-  
terandino, y se ubicó en Guano, actual cantón de la Provincia de  
Chimborazo.  
Allí destapó el cofre de su sapiencia en la elaboración de los  
textiles, y alcanzó respeto, dinero y notoriedad. Pronto enamoró y  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 506–526  
507  
Cecilia Morales Ruiz  
desposó a doña Jacinta Oviedo, de cuya unión nacieron doce vásta-  
gos. Sea que la fortuna amasada con dedicación y empeño, al ser re-  
partida entre los doce herederos no fuera gran cosa, sea que es el  
espíritu rebelde y aventurero que fermenta en los Montalvo lo que  
obligara a éstos a buscar horizontes más propicios para desarrollar  
sus habilidades comerciales, el hecho es que ellos se desparraman  
por diferentes provincias del Ecuador.  
Marcos Montalvo, séptimo hijo del matrimonio Montalvo-  
Oviedo, futuro padre de Juan Montalvo, se dedica al comercio de  
paños como sus progenitores, y viaja a menudo a Ambato. Tiene nu-  
trida y buena clientela. Allí conoce a una agraciada joven a la que  
admira y corteja. Con el tiempo, la desposará. Se trata de Josefa Fia-  
llos Villacrés, quien radica en esta ciudad. De la apariencia física  
del matrimonio Montalvo Fiallos sabemos sólo lo que el mismo Juan  
Montalvo nos dirá más tarde: “Mi padre fue inglés por la blancura, es-  
2
pañol por la gallardía de su persona física y moral”.  
Marcos Montalvo con visión más que ambición no sólo di-  
rige el comercio a la costa e inicia trabajos agrícolas, sino que busca  
y logra incorporarse a la burguesía de la ciudad en la que ha esta-  
blecido residencia: Ha adquirido casa en la ciudad y una quinta en  
la población de Baños. Para entonces el matrimonio Montalvo-Fiallos  
ocupa ya sitio prominente en la sociedad ambateña. El esposo Don  
Marcos, participa en la política e integra el Cabildo de la ciudad.  
Obedece a esta participación política y afán de superación el que  
Marcos Montalvo se preocupa sobremanera por la educación de sus  
hijos. El matrimonio engendra 14 vástagos, y Juan ocupa el noveno  
lugar o puesto en la cronología familiar. Juan Montalvo nace el 13 de  
abril de 1832.  
Los hermanos de Juan Montalvo Fiallos  
Marcos Montalvo, consciente del valor de la educación, tan  
pronto como juzgó necesario, envió a sus hijos mayores, Francisco y  
Francisco Javier a que estudiaran en la capital. Ambos cursan con  
2
Antonio Sacoto, El escritor y el estilista, Sistema Nacional de Bibliotecas, Quito, 1.986, p. 27.  
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508  
Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
distinción estudios superiores y universitarios. Francisco ha logrado  
no sólo recibirse con honores de abogado, sino que ha intervenido  
en la vida pública con miras progresistas y liberales, y ha desempe-  
ñado algunos puestos distinguidos, como la cátedra de Humanida-  
des en el Colegio San Fernando.3  
Es importante poner de manifiesto que el papel preponde-  
rante de don Marcos Montalvo y su esposa doña Josefa Fiallos, fue-  
ron la parte medular para que sus hijos alcancen y hayan tenido la  
dicha de superarse, en una época donde era tan difícil poder ilus-  
trarse, donde no existía el progreso de los pueblos, sino que la pe-  
nuria era la falencia de aquel tiempo. En consecuencia, los padres de  
Montalvo, avanzaron en el progreso económico, es decir, en el trabajo  
fecundo de don Marcos Montalvo, que, como exitoso comerciante,  
llevó a sus hijos a ocupar importantes cargos.  
Juan Montalvo Fiallos: El bautizo en un día de abril  
En trece de abril de mil ochocientos treinta y dos años. El  
padre Fr. Domingo Mariano Benítez, de la orden de los Predicadores  
bautizó solemnemente a Juan María hijo legítimo de don Marcos  
Montalvo y de la señora Josefa Fiallos, fue su padrino el Sr. coronel  
Francisco Flor, prócer de la independencia del 12 de noviembre de  
1
820.4  
Nos situamos en la iglesia Matriz de Ambato, en una mañana del siglo  
diecinueve. La mano envejecida del sacristán ha ido alumbrando la ca-  
pilla mayor con las mechas de unas pocas lámparas y las llamas azules  
de los cirios. Pero el ambiente de penumbra melancólica, que habitual-  
mente se extiende por todos los rincones, no ha conseguido ser abatido  
entre los humildes conatos de esa luz precaria. Hacia el fondo destellan  
apenas las bordaduras de los mantos del altar. Y hasta allá se ve que  
llegan las pocas personas que han sido invitadas a la ceremonia. Sus  
pasos procuran no despertar sino un leve rumor en los tablones de  
aquellos fieles que se hincan de rodillas, para santiguarse con espon-  
táneo ánimo piadoso.5  
3
4
Antonio Sacoto, Juan Montalvo el Escritor y el Estilista, Proyecto Editorial: Estuardo Vallejo, edi-  
ción mayo de 1996, p. 27.  
Galo René Pérez, Un escritor entre la gloria y la Borrasca, Nuevo Encuentro, Madrid, 1.992, p. 16.  
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Cecilia Morales Ruiz  
La niñez de Juan Montalvo Fiallos  
Para hablar de este periodo vital de Juan Montalvo, me re-  
mitiré a uno de sus más connotados estudiosos, me refiero a Galo  
René Pérez, quien dijo lo siguiente:  
Nada trascendental ocurre en la niñez de Juan Montalvo que la distin-  
guiera de cualquier otra cosa. Sin embargo, tres hechos deben señalarse  
no sólo porque el mismo Montalvo lo recalca, cuanto porque hacen luz  
sobre el carácter del autor.  
Quizá cuando apenas iluminaba el sentido y la razón en el infante Juan  
de cuatro años, éste es presa del ataque de la terrible viruela, que dejará  
testimonio de su poder destructivo en el rostro del inocente párvulo.  
La visita del expresidente de la República, Vicente Rocafuerte, a la es-  
cuelita de Ambato, Juan Montalvo, amante de lo bello, encuentra en  
Rocafuerte el modelo del maestro, que contrasta plenamente con la fi-  
gura del profesor Romero a quien Montalvo lo recuerda con desdén.  
La visita del terrible general negro, Otamendi, que Montalvo nos refiere  
en forma vivida y de la que sale con contornos bien clara la personali-  
dad de padres: mesura, austeridad y don de gentes (cf. Los temas: el  
indio y el negro en la obra de Montalvo).6  
Sus estudios  
Como estudiante Montalvo demostró a sus padres que el es-  
fuerzo de ellos no fue en vano, sus brillantes calificaciones fueron su  
mejor carta de presentación. Un joven que respondió al sacrificio de  
sus progenitores, pegado siempre a la responsabilidad y al ejemplo  
de sus Hermanos Francisco y Francisco Javier. Ni los Maestros ni su  
familia se imaginarían que llegaría a tener mucha más fama que sus  
hermanos, menos sus compañeros, creo que ni el debió haberse co-  
lumbrado que sus escritos lo llevarían hacia la cima.  
Realizó sus estudios primarios en su ciudad natal en el año de 1846 y  
los secundarios en Quito en el convictorio “San Fernando” y luego en  
el Seminario de San Luis. En 1852 junto a Julio Zaldumbide, Agustín  
5
6
Ibid., pp. 15-16.  
Ibid., pp. 28-29.  
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Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
Yerovi, Modesto Espinosa y Miguel Riofrío integra la Sociedad Litera-  
ria “LA ILUSTRACIÓN”. En 1853, luego de cursar los dos primeros  
años en la Facultad de Jurisprudencia en la Universidad Central y de-  
bido a que el presidente José María Urbina estableció la modalidad de  
estudios libres, se retiró de ese centro retornó a Ambato y se dedicó a  
7
tiempo completo a la lectura y la formación intelectual.  
Su condición de joven triste, compañero de la soledad y pe-  
gado a la sensatez y rectitud lograría que su ánimo despegará al ob-  
servar tanta injusticia hacia su pueblo que tanto amaba, a esa patria  
que para él significaba el querer vencer a la tiranía, pero nunca pensó  
que su vida sería enmarcada en vivir en soledad.  
El tenaz viajero  
Han ocurrido cambios políticos en el país: la presidencia ha  
8
pasado de manos de Vicente Ramón Roca a Diego Noboa y Arteta.  
Este prestante elemento de la Sociedad Guayaquileña, go-  
bernó el país durante su período constitucional de seis meses que  
culminó de manera abrupta, pues el general José María Urbina, dio  
un golpe de Estado en Guayaquil y se proclamójefe civil y militar de  
la Nación.9  
Urbina realizó una interesante gestión de Gobierno cuya  
arista más importante fue la manumisión de los esclavos. Este al ter-  
minar su período de 1852-1856 influye decisivamente en el sufragio,  
con el consiguiente triunfo del general Francisco Robles. Urbina se  
hace nombrar ministro plenipotenciario en Roma, Italia, sin em-  
bargo, no llegó jamás a tomar posesión de su investidura. En la nó-  
mina diplomática consta el nombre de don Juan Montalvo, como  
7
8
César Alarcón, Juan Montalvo y la idea de libertad, Quito-Ecuador, octubre 2006, p. 11.  
Entre el presidente Vicente Ramón Roca y el presidente Diego Noboa, median algunos repre-  
sentantes del poder: Manuel Ascázubi, Vicepresidente de la República a cargo del poder eje-  
cutivo del 16-10-1849 a junio de 1850; Diego Noboa, Jefe Supremo de Guayaquil, 2-03-1850 al  
7
-12-1850; Antonio Elizalde, Jefe supremo de Manabí y Cuenca, 15-06 a 07-12-1850; Diego  
Noboa, Presidente Interino del 8-12-1850-al 25-02-1851; y, finalmente, presidente constitucional  
de 26-02-1851 al 13 de septiembre de 1851. Enrique Ayala Mora, Manual de Historia del Ecuador,  
Época Republicana, UASB y Corporación Editora Nacional, Quito, 2008, p. 131.  
José María Urbina fue Jefe Supremo entre el 24-07-1951 al, 17-07-1852  
9
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Cecilia Morales Ruiz  
adjunto civil a la Embajada, esto debido, sin duda, a las insinuacio-  
nes de su otro hermano que figura ahora en la política: Francisco Ja-  
vier Montalvo Fiallos  
En junio de 1857, a los veinticinco años, Juan Montalvo re-  
coge su valija con unas pocas prendas de vestir, viaja a Paris, capital  
de la cultura y la moda. Lleva el corazón henchido de alegría y la ca-  
beza saturada de nombres de sitios históricos y personajes impor-  
tantes que ha conocido al recorrer las páginas de las obras por él  
leídas.  
En 1857 viajó a Europa como Adjunto Civil de la Legación en Roma.  
El 1 de julio de 1858, fue designado Secretario de la Legación del Ecua-  
dor en París. Dedicó su tiempo a la lectura, hizo amistad con impor-  
tantes personajes del mundo intelectual europeo, entre ellos Lamartine  
y Víctor Hugo. Viajó por Italia y España, pero fue afectado por el reu-  
10  
matismo, dolencia que no le dio tregua por el resto de su vida.  
Fundó su hogar  
En el año de 1865, contrae matrimonio con María Adelaida  
Guzmán, vecina que vivía en las inmediaciones de la plaza principal.  
Nació su primogénita María del Carmen, que con su presencia llenó  
de ternura y alegría a la joven familia. Poco después, nacería el se-  
gundo vástago que fue bautizado con los nombres eufónicos de Car-  
los Alfonso.  
Respecto a los hijos del Cosmopolita, señalaré que su hija al-  
canzó su madurez vital y formó matrimonio con el distinguido ciu-  
dadano José Modesto Chacón, existiendo hasta el día de hoy descen-  
dientes de este linaje, y que son residentes tanto en el Ecuador como  
en los Estados Unidos de Norte América. En lo que tiene que ver con  
Carlos Alfonso, murió siendo niño. Alguna de las enfermedades de  
aquel tiempo, de naturaleza digestiva o respiratoria, terminó con su  
núbil existencia. Esta circunstancia, causó profunda pena al pole-  
mista y escritor.  
10 Antonio Sacotto, Ob. cit., p. 31.  
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Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
Su trayectoria  
En 1860 retornó a la Patria y el 26 de septiembre de ese año,  
desde la Bodeguita de Yaguachi dirigió una histórica carta al jefe su-  
premo Gabriel García Moreno. Los siguientes cinco años se retiró de  
la vida pública y concentró su atención en la lectura. Como se indicó  
antes, contrajo matrimonio y forma familia.  
El 3 de enero de 1866 circuló en Quito el primer número de El  
Cosmopolita, las siguientes entregas fueron apareciendo hasta enero  
de 1869. Inmediatamente después del golpe de estado liderado por  
Gabriel García Moreno que derrocó al gobierno de Xavier Espinosa  
en enero de 1869, se vio forzado a salir del país, se exilió a Colombia.  
Se asiló en la Legación colombiana y viajó a Ipiales, luego, se trasladó  
a Panamá, ciudad en la que hizo amistad con Eloy Alfaro. A conti-  
nuación, emprendió su segundo viaje a Paris, desde donde retornó  
y se radicó en Ipiales entre 1871 y 1876.  
En 1874 publicó en Panamá La Dictadura Perpetua. Cuando co-  
noció del asesinato del Dr. Gabriel García Moreno ocurrido el 6 de  
11  
agosto de 1875, simbólicamente dijo “Mi pluma lo mató”. El folleto  
en mención fue impedido de ingresar al Ecuador, por su contenido  
crítico en contra del presidente. En sus páginas, recomendaba al  
mandatario se retire de las funciones, antes de que el pueblo vaya a  
atentar en su contra. Incluso llegó a graficar el final del gobernante,  
hecho que se consumó en las escalinatas y corredor del Palacio de  
Carondelet, apenas un año más tarde.  
Lo que vino después  
El 2 de mayo de 1876, Juan Montalvo entró a Quito procedente  
de Ipiales. El 22 de junio apareció el primer número de su nueva obra  
El Regenerador, cuyo último número se publicaría el 26 de agosto de  
1
878. El 5 de septiembre de aquel año, fue recibido apoteósicamente  
12  
por el pueblo de Guayaquil. Montalvo mantenía una intensa lucha  
11 Juan Montalvo y la Idea de Libertad. César Alarcón-Fundación Ecuatoriana de Desarrollo-  
Quito 2006, p. 13.  
12 Se refiere al libro y al personaje porque en esa ciudad, Montalvo sostuvo una intensa lucha  
en contra del desgobierno y la falta de autoridad del Presidente de la República.  
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Cecilia Morales Ruiz  
en contra del desgobierno y la falta de autoridad del presidente de  
la República, Antonio Borrero Cortázar. Poco después, el Gral. Igna-  
cio de Veintemilla; se hizo proclamar Jefe Supremo en la ciudad de  
Guayaquil, apoyado por el general José María Urbina. Este solicitó  
a Montalvo su apoyo, y al negarse a sumar opinión favorable, fue  
apresado y desterrado a Panamá.13  
Se encargaría, don Juan, de combatir con extrema rudeza, los  
excesos, los abusos del poder de parte de Veintemilla. Alarcón señala  
que:  
Entre 1880 y 1882 publicó Las Catilinarias, desde cuyas páginas lo com-  
batió de modo severo e implacable. En 1881 estuvo nuevamente en  
París, desde donde viajó a España. En 1883 circuló la obra Los Siete Tra-  
tados. En 1884 se publicó en París La Mercurial Eclesiástica. Entre 1886  
y 1888 publicó El Espectador. Después de su muerte acaecida en 1889,  
se editó en 1895 en Francia Capítulos que se le olvidaron a Cervantes; y, en  
1
902 Geometría Moral.14  
Juan Montalvo, un personaje inigualable con sus aciertos y  
desaciertos. La cúspide fue alcanzada gracias a su tenacidad, recti-  
tud, honestidad, justicia, igualdad, su pasión por la libertad de los  
pueblos, lo llevó a desencadenar duras situaciones como las de tener  
que abandonar a sus seres queridos, la de combatir duramente en  
contra de los malos gobiernos que, lo único que hicieron fue hundir  
al país en una espiral de patria sin progreso. Montalvo quería que  
su pueblo despertara de su letargo y fuera enérgico, luchador en con-  
tra de la corrupción. Soñaba con una Patria libre de injusticia, aptos  
para trabajar, estudiar, superarse de toda atadura que arrasa a los  
pueblos.  
El Dr. Galo René Pérez, al referirse a Montalvo lo hace lle-  
vado por su insaciable curiosidad por la vida y la obra de este ilustre  
escritor. Esto lo lleva a un profundo estudio donde manifiesta que:  
(…) la necesidad de ampliar la perspectiva en el análisis que hasta hoy  
13 Manuel Freire Heredia, Forjadores de la Historia Ecuatoriana: Juan Montalvo, Editorial Pedagó-  
gica Freire, Riobamba, 1985, p. 79.  
14 César Alarcón Costta, op. cit., pp. 13-14.  
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Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
se ha hecho del ilustre escritor ambateño. Montalvo, pese a ser uno de  
los personajes nacionales que más atención ha despertado en estudio-  
sos y en críticos, exigía una nueva biografía escrita con apego y erudi-  
ción y que incorpora nuevos elementos no solo a la luz de los modernos  
medios de la investigación histórica sino precisamente a las más am-  
plias posibilidades de hoy existen para bucear en la rica vida de Mon-  
talvo. Atendiéndose a la pauta trazada por Goethe, el autor siguió cada  
uno de los pasos del escritor en morosa contemplación de lugares y de  
ambientes en los que Montalvo pasó gran parte de su dura y apasio-  
nante existencia.15  
Producción literaria  
Juan Montalvo, prócer de la Literatura Ecuatoriana, crítico  
estudioso del ensayo la novela, el teatro, quien poseía la fuente cris-  
talina que no todos la manifiestan, una inteligencia impresionante,  
una actitud de justicia verdad, libertad, honradez, nobleza de espí-  
ritu y de alma, cualidades que lograron que su nombre llegue a la  
cúspide de los más insignes escritores, por eso lo denominaron el  
Cervantes americano”.  
Su obra contiene una variada producción, siendo las más di-  
fundidas y conocidas: Los Siete Tratados, Capítulos que se le Olvidaron  
a Cervantes, Las Catilinarias, El Cosmopolita, El Regenerador, Mercurial  
Eclesiástica, La Dictadura Perpetua, Geometría Moral, El Espectador, Joya  
Literaria, El Libro de las Pasiones, Páginas Desconocidas, Cuadernos de  
Apuntes. Las obras señaladas son prueba no solamente de su inte-  
lecto sin par en este continente, sino también de un trabajo leal y res-  
ponsable con las circunstancias que le rodearon; literatura no de  
compromiso, sino de comprometimiento con el destino histórico de  
una nación. Mora advierte sobre Montalvo que fue:  
Polémico y apasionado logró con su acerada pluma avergonzar a los tira-  
nos. Igual que Bolívar, otro romántico y soñador, luchó y sufrió hasta en-  
tregar la vida misma por una causa justa, popular y fecunda que no en  
vano logró prender hogueras reivindicadoras a lo largo y ancho de la con-  
ciencia de un pueblo que hoy agradecido lo ha consagrado como uno de  
sus más grandes símbolos.16  
15 René Pérez, op., cit., p. 12.  
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Cecilia Morales Ruiz  
Montalvo tras los rastros de la fe  
Don Juan Montalvo nos repite más de una vez que muchas de  
sus ideas tienen como fuente de inspiración la Santa Biblia. Así en  
sus continuas polémicas sostenidas contra diversos elementos y cla-  
ses de su país, no faltó su lucha contra el clero y en ella esgrime como  
arma contundente la cita bíblica y aún imita el estilo de los libros lea-  
mos lo que sigue: “El corazón puro es la única ofrenda que acepta el Señor  
Dios; pero si mientras estáis mintiendo o hablando mal del prójimo, os viene  
un bostezo y os hacéis cruces en la boca, el demonio se ríe y os apunta en su  
17  
padrón” Del mismo autor, Carlos Ibarra, compila un texto de Frases  
Célebres, se anotan las siguientes:  
La justicia no debe prescribir, pero los odios individuales, los enconos  
de partido, los rencores de persona a persona ¡termínese por Dios!, de  
lo contrario enhilando agravio desquite tras desquite venimos a forjar  
una cadena interminable en la cual nos enredamos y a cuestas con  
nuestra propia obra, somos esclavos de nosotros mismos, de nuestras  
malas pasiones, la esclavitud que más desafortuna y envilece a la fa-  
milia humana.18  
Jesucristo es el modelo de la vida. Jesucristo tuvo origen noble y con-  
sagró la democracia, fue descendiente de reyes poderosos y santificó  
la pobreza, su cuna rodando en el pesebre, sus humildes pañales de la  
modestia con que vivió siempre, dan a entender que la humildad es el  
título más ilustre para con su Padre.19  
Juan Montalvo le llama poeta del dolor a Job, como a Goethe  
y Byron: “David es de la felicidad y la alegría, de la gratitud y el amor  
triunfantes. Después de las lamentaciones del uno, los salmos del otro son  
20  
el monumento más grandioso de la literatura sagrada.” El que ve a Dios  
presencia el espectáculo más grande y placentero; el que vive con Dios tiene  
16 Mario Mora, Guía para la Cátedra Montalvina, Ambato, 2009, p. 6.  
17 Carlos Ibarra Salazar, Juan Montalvo, Frases Célebres, Ediciones Casa de Montalvo, Ambato,  
2
014, p. 14.  
1
1
2
8 Ibid., p. 33.  
9 Ibid., p. 84-85.  
0 Antonio Sacoto, Juan Montalvo el escritor y el estilista, Sistema Nacional de Bibliotecas, Quito,  
1996, p. 86.  
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Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
21  
la vida más feliz y prolongada. “Solo Dios es grande; pequeño es el pueblo  
si pequeño es el hombre; no presumas de grandeza; si presumes de grandeza,  
22  
da en soberbia; y de la soberbia a la tiranía no hay ni un paso.”  
Con estos antecedentes, queda claro que si el obispo José Ig-  
nacio Ordóñez, pretendió mancillar la imagen de Montalvo como in-  
crédulo, asumiendo que era ateo, no fue así. Al contrario, tenemos a  
un escritor sensible y temeroso de Dios, quien creía firmemente en  
la existencia de nuestro Padre Dios. ¡Como no admirar y defender a  
Montalvo!  
Si toda la humanidad desde las personas más sencillas hasta  
el más importante ser humano de este planeta, fuésemos dotados de  
benevolencia, desprovistos de ambiciones y materialismo que no  
hacen más que demostrar que el ego es lo que importa. Mientras  
haya intereses, consignas y ambiciones desmedidas no lograremos  
tener un país ni un mundo en el que logremos solidarizarnos con el  
dolor del prójimo compartiendo, extendiendo nuestra mano, apor-  
tando a la Patria con sensatez, honradez y justicia que tanto necesita,  
sólo así tendremos un cambio en la humanidad. Renunciemos a todo  
tipo de individualismo y demostremos por sobre todas las cosas que  
no hay mejor fortuna que la de velar por el necesitado.  
Montalvo adquirió de Jesucristo, sabiduría e inteligencia, su  
anhelo fue que la política y la religión debían conducirse de manera  
independiente, la lucha contra las clases sociales fue su mayor anhelo  
terminar con la injusticia, la esclavitud y proclamar la libertad de su  
pueblo. Lamentablemente, su permanencia en la tierra sería fugaz,  
pero su pensamiento no fue nunca encubierto.  
Cronología de los periplos de Juan Montalvo  
En 1860 llega a Guayaquil, procedente de Europa, pasa a Bo-  
deguita desde donde escribe su célebre carta a García Moreno, con-  
vertido en jefe supremo y absoluto.  
21 Gonzalo Zaldumbide, Juan Montalvo, J.M. Cajica, Jr. , México, 1960, p. 213  
22 Juan Montalvo, El Cosmopolita, Libro 4, Tipográfica de F. Bermeo, Quito 7 de agosto de 1867,  
p. 12.  
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Cecilia Morales Ruiz  
En 1861 regresa a Ambato y escribe ensayos que forman  
parte el El Cosmopolita. En 1867 recibe elogios de Rufino José Cuervo  
y Miguel Antonio Caro.  
En 1869 por orden de García Moreno, Montalvo es deste-  
rrado a Ipiales. Luego viaja a Panamá y a París.  
En 1870 viaja por Alemania, fija su residencia en Niza. Re-  
gresa a Panamá. Viaja a Lima, Retorna a Ipiales. En esta ciudad ubi-  
cada en el punto más austral de Colombia, destapa el cofre valioso  
de su intelecto y burila su obra literaria  
En 1871 Escribe Capítulos que se le Olvidaron a Cervantes. Un  
año después, en 1872, escribe El Antropófago, Prosa de la Prosa y Los  
Incurables. En 1873 aparece Judas. En 1874 da a luz la Dictadura perpe-  
tua.  
El 6 de agosto de 1875, García Moreno es asesinado y en su  
reemplazo es designado Antonio Borrero.  
En 1876 regresa de Ipiales a Ecuador e inicia la publicación  
de El Regenerador. En el mismo año Ignacio de Veintimilla se declara  
jefe supremo y destierra a Montalvo a Panamá.  
En 1877 es elegido diputado por la provincia de Esmeraldas.  
No asiste a la Convención. En 1878 publica los periódicos La Candela  
y El Espectador. En 1880 Comienza a redactar Las Catilinarias. En 1881  
viaja a París por tercera ocasión, para publicar sus Siete Tratados.  
En el transcurso de 1884 el arzobispo de Quito Ignacio Or-  
dóñez consigue que Siete Tratados se incluya en el índice de libros  
prohibidos. Escribe Mercurial Eclesiástica. En 1886 inicia la publica-  
ción de El Regenerador.23  
Enfermedad y muerte  
El año de 1888 fue para Juan Montalvo y su compañera  
Katherine Contoux de tragedia, sufrimiento, congoja y pesadumbre,  
pues sucumbió en su periplo vital. Montalvo, elegante como era,  
salió una tarde ataviado con sus mejores galas: pantalón de corte clá-  
sico, camisa blanca, corbata de ala ancha y una chaqueta oscura  
23 Mario Mora, op. cit., pp. 1-3.  
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Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
acorde a su buen gusto, se encamina hacia la Imprenta de Garnier, a  
verificar las correcciones de su última obra El Espectador. Mientras  
retornaba a su domicilio en la tarde, se detiene a observar las calles  
parisinas fastuosas pero desoladas, azotadas por el viento y la fuerte  
y pertinaz lluvia. El resultado ocasionó que se empapara por com-  
pleto. Nunca se hubiera imaginado que esta lluvia originará terrible  
indisposición en su salud. Una noche sin descanso dando vueltas en  
su cama, acongojado por la fiebre, daba a notar que el resfrío no era  
algo común, que la paz se le estaba esfumando y que su paso a la  
eternidad estaba por llegar.  
Catherine Contoux, hizo todo lo posible por mejorar la con-  
dición de su amado, pero nada lo recuperó, por lo que tomó la deci-  
sión de acudir a la consulta del médico Dr. León Labbé, cirujano  
experimentado de aquella época. Cuando prolijamente hizo un exa-  
men exhaustivo, manifestó que debía ser sometido a una operación  
quirúrgica para extraer de sus pulmones al menos un litro de líquido  
purulento. Fue diagnosticado con pleuresía, es decir, una enferme-  
dad que consiste en la inflamación de las membranas que recubren  
los pulmones. Tenía que ser sometido a una operación muy dolorosa,  
por cierto, por sobre todas las cosas quería poner fin a su tormento.  
Nada pudo hacer el médico que lo sometió a la cirugía. Hurgando  
en su interior se dio cuenta que su vida poco a poco se iba apagando,  
el sonido del silencio lo estremeció y echó un suspiro, sabía que su  
final estaba llegando.  
Al día siguiente del 17 de enero de 1889, solicitó a su entra-  
ñable compañera Augustine Contoux, con quien procreó un hijo a  
quien lo llamaron Jean, que saliese a comprar unos claveles rojos,  
quizá para ella muy difícil conseguir flores en un invierno que en-  
friaba hasta las entrañas. Montalvo le dijo a Augustine no olvides mi  
24  
último encargo “Los cadáveres sin flores me han entristecido siempre”.  
Murió como pocos personajes, lúcido, esperando sucumbir  
y dar el paso más importante a la eternidad. El pidió que lo vistieran  
de frac, manifestando que la senda a la muerte es un camino solemne  
24 Plutarco Naranjo, y, Carlos E. Rolando, Los escritos de Montalvo, Casa de la Cultura Ecuato-  
riana, Quito, 1966, p. 272.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 506–526  
519  
Cecilia Morales Ruiz  
que hay que recorrerlo de manera inexorable. El alma rebelde de  
Juan Montalvo se deslindó de su maltrecho cuerpo. Este fue embal-  
samado y luego inhumado en la Iglesia de San Francis de Sales. Poco  
después, amigos ecuatorianos embarcaron su féretro a bordo de un  
barco que surcó el océano para acoderar en el Puerto Principal del  
Ecuador.  
El cadáver de Juan Montalvo en Guayaquil  
El cuerpo de don Juan Montalvo llegó a suelo ecuatoriano  
en los primeros días del mes de julio de 1889. A su llegada, los des-  
pojos fueron acogidos con respeto, cariño y admiración por el noble  
pueblo porteño. Encontraron una gran dificultad para su entierro.  
El rencoroso arzobispo quiteño José Ignacio Ordóñez prohibió que  
su cuerpo fuera inhumado en el cementerio católico. Seguramente  
aún resonaban en sus oídos las duras expresiones de Montalvo con-  
tenidas en su Mercurial Eclesiástica. No obstante, el pueblo tomó la  
iniciativa y la decisión de sepultarlo en un digno lugar en el campo  
santo guayaquileño.  
Los despojos del genial escritor encontraron un lugar de re-  
poso en el tercer cuerpo, tercera bóveda número 179 en el cementerio  
guayaquileño. En este sitio permanecería durante 43 años consecu-  
tivos hasta 1932, en que fueron conducidos a bordo del ferrocarril,  
hasta la ciudad jardín que le tributó inolvidable homenaje el 12 de  
abril con ocasión del centenario de su natalicio. Ambato tributó apo-  
teósico reconocimiento a su hijo predilecto. Sus restos son venerados  
por quienes recuerdan su valía, reciben el homenaje diario del pue-  
blo ecuatoriano, en el severo Mausoleo erigido por el Arq. Jorge Mi-  
deros.  
La casa de Montalvo  
En 1927 se conformó el Comité Pro Centenario de Montalvo.  
Se fundó la Casa de Montalvo, designando a su primer director en  
la persona del ilustre escritor Julio Ponciano Mera Oviedo. Se creó  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 506–526  
520  
Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
la Biblioteca de Autores Nacionales, y se dieron los primeros pasos  
para la construcción de su Mausoleo.  
En el año de 1931 se contrató al Arquitecto Jorge Mideros Al-  
meida para que efectúe el diseño primero y la construcción luego del  
Mausoleo. A la vuelta de un año, la obra estuvo terminada. En 1932,  
la Asamblea Nacional del Ecuador, dispuso el traslado de los restos  
de Montalvo hacia Ambato, contrariando al noble pueblo guayaqui-  
leño.  
Sus restos fueron exhumados, llevados al Paraninfo de la  
Universidad de Guayaquil, en donde el rector. Dr. Carlos Alberto  
Arroyo del Río, pronunció una de sus más bellas composiciones li-  
terarias. Más tarde, fueron embarcados en el ferrocarril y conducidos  
por la ruta construida por Archer Harman, en el gobierno del general  
Alfaro.  
Llegaron a la ciudad jardín del Ecuador, exactamente el 13  
de abril de 1932, año de su centenario. A partir de entonces, reciben  
el homenaje diario de Ambato y Ecuador que ve en Montalvo a un  
verdadero apóstol de la libertad.  
Don Juan Montalvo, se encuentra en la galería de los inmor-  
tales juntó su nombre a los de don Miguel de Cervantes Saavedra,  
contemplando de frente a los ilustres Lamartine y Víctor Hugo. En  
la capital francesa, aún permanece enhiesta la casa que fue habitada  
por el ilustre Cosmopolita, en la Rue Cardinet signada con el número  
2
6, en cuya fachada principal, la gratitud ha ubicado una placa de  
mármol que recapitula este hecho.  
Para finalizar, deseo expresar un agradecimiento eterno y  
profundo a mi Señor Jesucristo por contar con su indulgencia, nunca  
me ha abandonado, siempre me ha sostenido, ha sido mi roca, mi  
fortaleza, el escudo de protección que los seres humanos tanto nece-  
sitamos. Pedid y recibiréis, así lo manifiesta el Señor Jesucristo, nadie  
llega al Padre sino es por mí. “Porque grande es su misericordia, su  
lealtad, su benevolencia, sobrepasa todo entendimiento, su amor in-  
condicional hace que lo alabe y agradezca y a cada instante de mi  
vida manifieste cuán grande es Dios. Mi profundo agradecimiento.  
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Cecilia Morales Ruiz  
Deseo expresar mi imperecedera gratitud a mi padre, Ge-  
rardo Morales y a mi madre Nancy Ruiz, quienes han sido parte fun-  
damental de la formación de nuestras vidas, de ellos hemos  
aprendido, sus sanos y sabios consejos, valores como la sencillez,  
honradez, rectitud y solidaridad.  
Gratitud eterna para con mis hermanos maravillosos, Vinicio,  
Alex y Gisell.  
A Víctor Guerrero Salazar, mi esposo compañero con el que he  
recorrido la ruta de la vida, compartiendo penas y alegrías, a mi hijo  
Daniel Alejandro Guerrero, que forma parte de mi existencia.  
A mi suegra Sra. Teresa Salazar, quien ha demostrado en todo  
momento que fue es y será una persona especial que estuvo siempre  
a mi lado con su gran ejemplo y testimonio de vida.  
A Luz y Olga Aguilar, personas incondicionales en su afecto  
con mi familia, especialmente con mi hijo Daniel Alejandro.  
A todos y cada uno de mis familiares presentes y ausentes por  
su fraterna y entrañable felicitación. A mis admirables amigas por  
su presencia. La amistad es la única rosa que no tiene espinas. Reitero  
mi gratitud al Dr. Franklin Barriga López, director de la Academia  
Nacional de Historia, a los señores Miembros de este Organismo y  
a sus funcionarios.  
Con la mayor complacencia acepto con entusiasmo ésta hon-  
rosa designación que me ha sido otorgado por la Academia Nacional  
de Historia. Me comprometo a contribuir en lo que esté a mi alcance  
para apoyar todas las iniciativas relevantes que realicen a nivel del  
país y del exterior.  
Señoras, señores  
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Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
Bibliografía  
ALARCÓN, César, Juan Montalvo y la idea de libertad. Quito-Ecuador, octubre  
006  
2
AYALAMORA, Enrique, Manual de Historia del Ecuador, Época Republicana, UASB  
y Corporación Editora Nacional, Quito, 2008  
FREIRE HEREDIA, Manuel, Forjadores de la Historia Ecuatoriana: Juan Montalvo,  
Editorial Pedagógica Freire, Riobamba, 1985  
IBARRA SALAZAR, Carlos, Juan Montalvo, Frases Célebres, Ediciones Casa de  
Montalvo, Ambato, 2014  
MONTALVO, Juan, El Cosmopolita, Libro 4, Tipográfica de F. Bermeo, Quito 7  
de agosto de 1867  
MORA, Mario, Guía para la Cátedra Montalvina, Ambato 2009  
NARANJO, Plutarco y ROLANDO, Carlos E., Los escritos de Montalvo, Casa de  
la Cultura Ecuatoriana, Quito, 1966  
PÉREZ, Galo René, Un escritor entre la gloria y la Borrasca, Nuevo Encuentro, Ma-  
drid 1.992  
SACOTO, Antonio, El escritor y el estilista, Sistema Nacional de Bibliotecas,  
Quito, 1986  
–––––, Juan Montalvo el Escritor y el Estilista, Proyecto Editorial: Estuardo Vallejo,  
edición mayo de 1996  
ZALDUMBIDE, Gonzalo, Juan Montalvo, J.M. Cajica, Jr., México, 1960  
Bibliografía complementaria  
Folleto “Casa de Montalvo: breve compendio montalvino”, editorial pio XII, Ambato,  
2015  
MONTALVO JUAN, Las catilinarias, ediciones casa de Montalvo, Ambato, 2008  
–––––, El regenerador, ediciones casa de Montalvo, Ambato, 2011.  
Montalvo y Mera, sesquicentenario 1832 – 1982, volumen 3, revista Casa de Mon-  
talvo, numero 76, Ambato, 1982.  
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Cecilia Morales Ruiz  
Anexo  
Juan Montalvo y su legado de valores  
Libertad: Amó la libertad y la defendió al costo de grandes sacrificios, pe-  
nalidades y destierros. La concibió como un poder propio del sujeto para  
definirse, decidirse o auto determinarse. Como hombre libre actúo con nor-  
malidad apegado a sus ideas, principios y con sus convicciones libérrimas.  
A los mandatarios que cambiaron la libertad por el libertinaje; los combatió  
con su pluma y enfrentó con su valentía. Se preocupó con responsabilidad  
de las desigualdades sociales, de la opresión y de la esclavitud a todo nivel.  
Humildad Montalvo, humilde en su proceder, pero soberbio en su amor  
propio. Fue sumiso solamente a su conciencia. La humildad fue el refugio  
de su grandeza. Aportó grandes y notables ideas, consiguió logros, llegó a  
la meta sin esperar recompensas. Humildes en sus hábitos de vida y su-  
blime en sus ideas.  
Honestidad Supo practicar la honestidad, actuó conforme a lo que exige el  
pudor, la decencia o lo que no se opone a las buenas costumbres. Se mostró  
siempre razonable, aunque agresivo con sus contrarios, era moderado en  
sus costumbres, escrupuloso en el cumplimiento de sus deberes y obliga-  
ciones. En el comportamiento a través de su vida, demostró ser un hombre  
honesto siempre transparente, auténtico. No ocultó jamás su disgusto a las  
iniquidades. No robó tampoco estafó peor; por eso fue admirado por los  
conciudadanos honestos como él.  
Modestia Don Juan, tuvo a la modestia siempre a su lado, como una cuali-  
dad que le impedía vanagloriarse de sus grandes triunfos. La modestia, la  
humildad son cualidades distintas, cada una encierra enormes diferencias;  
pero, a la vez, la dignidad no excluye a la modestia. Fue hombre modesto,  
´más nunca servil. No cometió actos de bajeza ni tampoco se envaneció por  
las lisonjas y enaltecedores comentarios que recibía acerca de su obra. Actuó  
siempre de acuerdo a sus principios morales con recta decencia, moderación  
y decoro.  
Fortaleza El célebre ambateño, mantuvo siempre la fortaleza suficiente para  
salir avante en los avatares que se le presentaron. Tuvo la necesaria fuerza  
y el vigor de los hombres forjadores en la adversidad. La fortaleza como  
una de las virtudes cardinales le confirió el valor imperioso para soportar y  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 506–526  
524  
Juan María Montalvo Fiallos  
Itinerario de un luchador  
sobrellevar momentos duros y difíciles que afrontó en los destierros obli-  
gados por mandatarios, tiranos y dictadores de turno.  
Justicia La justicia corresponde a las cuatro virtudes cardinales que se in-  
clina a dar a cada uno lo que le corresponde. Le pertenece o a que tienen  
derecho los individuos de una sociedad. Estuvo junto a los débiles, necesi-  
tados, menesterosos y aquellos que eran vejados por mandatarios tiranos y  
dictadorzuelos de turno. Es que practicó siempre la justicia y estuvo listo a  
combatir los desafueros.  
Lealtad El insigne escritor fue leal a sus principios, a su pueblo, a su Patria.  
La lealtad fue su noble virtud que la supo llevar muy en alto para ser fiel a  
sus ideas, a sus convicciones, sin cometer jamás engaño ni traición. Demos-  
tró estar dotado de sentimientos noble causas relacionadas con la política,  
la religión, la sociedad, las ideas de libertad y justicia. Ala lealtad la entendió  
como sinónimo de fidelidad, amistad, sumisión, constancia y agradeci-  
miento.  
Honradez Probo y honesto en todos sus actos. Su decencia y honradez no  
le permitieron jamás delinquir en su sagrada misión de escritor. Con abso-  
luta claridad sabía que el deber, la prosperidad y el honor deben ser respe-  
tados y fielmente cumplidos de acuerdo con las reglas de la sociedad. Como  
hombre honrado respetó el derecho ajeno, acató sus compromisos e hizo  
prevalecer el derecho de los demás.  
Verdad La verdad la sintió en sus entrañas y la proclamaba estaba formada  
por un conjunto de principio considerados como la bases para la vida espi-  
ritual y la vida universal. Amó la verdad, la buscó en los libros de los gran-  
des escritores y cuando la obtuvo, la conservó, proclamó y defendió sin  
tregua.  
Dignidad Hombre digno, alcanzó la excelencia gracias a su sobresaliente  
nivel de seriedad, decoro y comportamiento ante la sociedad.  
Tenacidad Fue un hombre tenaz, reconocido por esta cualidad sólida, que  
le sirvió para forjarse como líder en el campo de las letras y abanderado de  
las causas democráticas. La tenacidad llevada con paciencia, empeño y for-  
taleza llegaron a templar su carácter, a acortar los caminos para llegar a la  
cumbre y mirar de cerca las estrella cual galardones a su triunfo. Con tena-  
cidad superó los momentos difíciles que se presentaron en la adversidad y  
logró llegar al final de la meta para coronar de laureles sus sienes como pre-  
mio a una labor bien cumplida.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 506–526  
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Cecilia Morales Ruiz  
Educación No era amigo del esparcimiento y las diversiones. Su devoción  
fueron los libros; su pasión, las ideas; su entusiasmo el deber cumplido; su  
reto las grandes metas y desafíos.  
Juan Montalvo tenía una visión para pensar, hablar y escribir, sentía  
que su pueblo requería de una fuerza interior potente, para seguir por el  
camino de la libertad, la igualdad y la justicia. Su afán siempre fue buscar  
el favor de su país y no buscar su beneficio personal. Poseyó las cualidades  
más nobles del espíritu, ellas le sirvieron para reflexionar en sus momentos  
difíciles y no caer en claudicaciones ni en vergüenza por su dignidad, se  
elevó a las alturas de la gloria y esta coronó sus sienes con un título de gran-  
deza y majestad con investidura, grandiosidad y decoro, jamás cayó en nin-  
gún vicio. Se alejó siempre de todo lo mezquino y vulgar.  
Sin lugar a dudas, Juan Montalvo dejó, a su pueblo, lecciones de  
moral, de libertad, honradez y justicia, para enrumbarlo por el sendero de  
la rectitud. Su pluma fue y es arma contundente del ayer, hoy y siempre.  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDAA GALO GALARZA DÁVILA  
COMO MIEMBRO HONORARIO  
DE LAACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
Entre los Miembros, de ayer y de hoy, que conforman la Academia  
Nacional de Historia del Ecuador, se encuentran algunos diplomáticos que  
se han destacado, a más de sus funciones profesionales en los campos de la  
política exterior y las relaciones internacionales, en el cultivo de las letras,  
las investigaciones históricas, la cátedra universitaria y otras manifestacio-  
nes del espíritu, tanto en el país como en el extranjero.  
Desde la constitución de nuestra entidad, el 24 de julio de 1909,  
con el nombre de Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos,  
que luego adquirió la alta categoría de Academia Nacional, en virtud de Ley  
de la República, en 1920, ya se encuentran nombres de personajes que so-  
bresalieron en la diplomacia, como Carlos Manuel Larrea, que llegó a ser  
canciller de la República. Entre quienes tuvieron la distinción de presidir  
nuestra Academia, como directores, se hallan otros ecuatorianos de distin-  
ción que, asimismo, fueron ministros de Relaciones Exteriores, me refiero  
específicamente, a más de Carlos Manuel Larrea, a Julio Tobar Donoso y  
Jorge Salvador Lara, anotando también que Manuel de Guzmán Polanco  
fue subsecretario de esa importante cartera de Estado y, obviamente, varias  
veces ministro encargado.  
A esa pléyade de diplomáticos que pertenecieron y/o pertenecen a  
nuestra centenaria corporación científica, se integra oficialmente Galo Ga-  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país y el exte-  
rior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias academias de  
América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página editorial. Doctor Honoris  
Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su actividad intelectual, especialmente  
como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto en academias diplomáticas y universidades  
de los cinco continentes. Autor de 120 obras publicadas y de más de tres mil artículos editados en la  
prensa nacional y del extranjero. Primer Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escri-  
tores de habla inglesa, francesa, portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983),  
con motivo del Bicentenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 527–533  
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Franklin Barriga López  
larza Dávila que nació en Guaranda, capital de la provincia Bolívar, el 11  
de mayo de 1956. Se trasladó a vivir en Quito, con su familia, en el año  
1
968, cuando su padre, el Dr. Galo Galarza Paz, fue elegido senador de la  
República. Sus estudios primarios los realizó en la escuela fiscal Simón Bo-  
lívar, de Guaranda. Sus secundarios en el colegio San Gabriel, de Quito.  
Obtuvo una licenciatura en Ciencias Jurídicas en la Pontificia Universidad  
Católica del Ecuador y un doctorado en Ciencias Internacionales en la Es-  
cuela de Postgrado en la Universidad Central del Ecuador. Realizó cursos  
complementarios en la Academia de Derecho Internacional de La Haya,  
Holanda, el Centro de Comercio Internacional de la Comunidad Europea  
de Bruselas, Bélgica, y en el Instituto Internacional de Administración Pú-  
blica de París, Francia.  
Como diplomático de carrera (ingresó por concurso público al Ser-  
vicio Exterior, en el año 1976). Trabajó y vivió, entre 1980 y 2020, en Ni-  
caragua, Cuba, Estados Unidos, Canadá, Francia, Australia, México y  
Uruguay. Fue Embajador del Ecuador en estos dos últimos países. Se retiró  
de la vida diplomática en el año 2021, para dedicarse enteramente a la lite-  
ratura y a la investigación histórica. En el Ministerio de Relaciones Exte-  
riores desempeñó varias funciones, entre ellas: director de Relaciones  
Culturales, director de Investigaciones y Publicaciones en la Academia Di-  
plomática, director de Planificación, subsecretario del Servicio Exterior,  
subsecretario para América Latina y el Caribe, viceministro y ministro de  
Relaciones Exteriores, subrogante. Asistió, igualmente, como delegado del  
Ecuador a numerosas reuniones internacionales, como a dos conferencias  
de la UNESCO, en París; a la de los Países No Alineados y del Grupo de  
los 77, entre 1981 a 1984; a raíz del conflicto armado con el Perú integró  
las primeras delegaciones civiles de la Misión de Observadores Militares  
Ecuador-Perú, encaminadas al proceso de pacificación y normalización de  
relaciones diplomáticas; delegado oficial a la Riviera Maya, Cancún, Mé-  
xico, a la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y  
Caribeños (CELAC) y otros cónclaves en Caracas, Beijing, Bélgica, Brasi-  
lia, Panamá, Argentina y Cuba.  
Autor de los libros de relatos En la misma caja (editorial Populibros,  
Editorial Universitaria, Quito, 1980), La Dama es una trampa (Editorial  
Eskeletra, Quito, 1989), El turno de Anacle (Editorial Eskeletra, Quito,  
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Bienvenida a Galo Galarza Dávila  
2002) y Breviarios-diarios/memorias/libros- (Eskeletra, Quito, 2022). Ha  
escrito, por otra parte, varios artículos sobre literatura, historia y relaciones  
internacionales en diversas revistas del Ecuador y América Latina. Entre  
sus principales publicaciones cabe mencionar las siguientes, que aparecie-  
ron en la revista de la Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio  
Exterior (AFESE), de la cual fue un permanente animador y coordinador.  
En esta revista escribió los siguientes artículos:  
Eduardo Kingman: de la soledad a la solidaridad (número 9)  
Antecedentes históricos de la Revolución Sandinista (número 11)  
Panorama de la literatura ecuatoriana, la narrativa y la poesía (nú-  
mero 14)  
Factores de identidad común entre Canadá y América Latina (nú-  
mero 20)  
Breve historia de las relaciones entre Canadá y la América Latina  
(número 21)  
Federalismo o Independencia: el dilema de la provincia canadiense  
de Quebec (número 25)  
Desafíos del Servicio Exterior hacia el siglo XXI (número 27)  
Diez años después: apuntes sobre la literatura ecuatoriana contem-  
poránea (número 32)  
Nueva visión crítica sobre el Servicio Exterior Ecuatoriano (número  
35)  
Llamado en consultas (número 39)  
Entrevista a Galo Galarza por la profesora francesa Caroline Laba-  
tut (número 43)  
Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México, desde su cons-  
titución como repúblicas hasta nuestros días (número 50)  
Rodó/Montalvo, paradigmas intelectuales del siglo XXI (número  
65)  
Snowden (número 67).  
Otros artículos suyos han aparecido en publicaciones nacionales y  
latinoamericanas (particularmente en las revistas Archipiélago de México y  
Kipus de la UniversidadAndina Simón Bolívar). Coautor de los libros Ecua-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 527–533  
529  
Franklin Barriga López  
dor en el mundo 1830-2006 (Imprenta Mariscal, Quito, 2006), autor del es-  
tudio Eloy Alfaro y el Liberalismo, Rodó más allá de toda muerte (Editorial  
de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de  
la República, Montevideo), 2017, autor del trabajo “Rodó/Montalvo, para-  
digmas intelectuales del siglo XIX, Muros colindantes/migrantes latinoa-  
mericanos (Editorial Universidad Nacional Autónoma de México, 2019.  
Consta, además, en varias antologías de narrativa ecuatoriana y la-  
tinoamericana, entre las que cabe destacar: Libro de posta (editorial El Co-  
nejo, Quito, 1983), Índice de la narrativa ecuatoriana (Editorial Nacional,  
Quito, 1992), En busca del cuento perdido (Editorial Eskeletra, Quito,  
1
996), Panorama del relato bolivarense (Editorial Casa de la Cultura Ecua-  
toriana Benjamín Carrión, Quito, 1999), Cuentos migratorios (Editorial Li-  
najes, México, D.F., 2000), Siete latinoamericanos en París (Editorial  
Popular, UNESCO, París, 2001), Frontiéres-Anthologie de nouvelles his-  
panoaméricaines (Edit. Presses Universitaires, Lyon, Francia, 2003), An-  
tología básica e historia del cuento ecuatoriano (Editorial Casa de la  
Cultura Benjamín Carrión, Quito, 2003), Antología esencial de la narrativa  
ecuatoriana (Editorial Eskeletra, Quito, 2004), Puro cuento. Selección de  
1
0 narradores ecuatorianos (Campaña Nacional del Libro y la Lectura,  
Quito, 2004), Te cuento Quito (El Conejo, Quito, 2012). Historia y antología  
de la literatura ecuatoriana (tomos VIII-A y VIII-B) publicados por la Aca-  
demia Nacional de Historia y la Casa de la Cultura Benjamín Carrión  
(
Quito, 2022).  
Recibió la condecoración del Águila Azteca (máximo galardón que  
concede México a un extranjero); es miembro de la Legión del Libro de  
Uruguay y miembro honorario de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión  
(
Núcleo de Bolívar). A ello hay que añadir su designación de Miembro Ho-  
norario de nuestra Academia.  
La investigadora francesa Caroline Labatut, para una tesis de maes-  
tría, entrevistó a Galo Galarza. Del amplio cuestionario, transcribo dos pre-  
guntas y respuestas. Las primeras:  
¿Qué sitio ocupa para Ud. la literatura ecuatoriana?  
Con mayor objetividad, claro. Un sitio importante, el mismo que tiene o de-  
bería tener la literatura chilena o peruana o brasileña. La literatura ecuatoriana  
es una literatura injustamente desconocida y menospreciada por unos cuantos  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 527–533  
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Bienvenida a Galo Galarza Dávila  
críticos apoltronados en universidades de países ricos o por escritores penin-  
sulares de un esnobismo insoportable. Estos que a la hora de armar sus antolo-  
gías solo parten de los cuatro libros que conocen de sus escritores amigos.2  
Exacto, es la realidad lo aseverado por Galo Galarza. Falta difusión  
de nuestra literatura no solo en el exterior sino en nuestro propio país, a más  
de que los estudios que frecuentemente se hacen en nuestro propio medio  
por lo general son limitados, plagados de subjetividades que favorecen a  
agnados y cognados, llenos de mezquindades y marginamientos, de reco-  
nocimiento únicamente para quienes militan en la misma línea política o  
ideológica, o en el amiguismo que distorsiona valías y prescinde de autén-  
ticos valores para presentar como exponentes de la intelectualidad a medio-  
cridades clamorosas, es por ello y para superar estas anomalías nuestra  
Academia, junto al Ministerio de Educación y la Casa de la Cultura Ecua-  
toriana, emprendió un proyecto que hoy es feliz realidad: Historia y anto-  
logía de la literatura ecuatoriana en 17 volúmenes ya editados, de aproxi-  
madamente 500 páginas cada uno y con la participación de más de sesenta  
académicos y/o escritores de similar jerarquía. Allí, de manera objetiva y  
real, puede leerse la riqueza y trascendencia de nuestra literatura, desde la  
prehispanidad hasta los días contemporáneos.  
La segunda pregunta de Caroline Labatut y la respuesta de Galo  
Galarza:  
¿Avances soñados para el porvenir de su país?  
Si es en términos generales a lo que se aspiraría es que nadie en el Ecuador  
y menos un niño o una niña se acuesten por o con hambre o se mueran porque  
no puedan atenderles en los hospitales públicos o tengan que emigrar deses-  
peradamente a donde sea o como sea para ser tratados como parias. Aspiraría  
que los gobernantes del futuro no sean pícaros ni traidores ni cobardes, que  
afronten sus obligaciones y saquen al país adelante (tenemos todas las condi-  
ciones para ello). Soñaría en un país con bibliotecas en todos los poblados,  
donde la palabra analfabeto real o funcional sea una palabra arcaica. Un país  
donde abunden los lectores y los escritores (no importan que sean conocidos  
o famosos o premiados o antologados, que la poesía sea una forma de vida y  
3
de comunión con la naturaleza y la divinidad.  
2
3
Caroline Labatut, “Entrevista a Galo Galarza”, Revista del Servicio Exterior Ecuatoriano, AFESE (Aso-  
ciación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior Ecuatoriano), Vol. 43, junio-diciembre 2004,  
p. 270.  
Ibíd., p. 271.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 527–533  
531  
Franklin Barriga López  
Aquí se refleja el espíritu del embajador Galarza Dávila, sin es-  
guinces ni tapujos o zalamerías, con valentía y frontalidad, desde luego, con  
esa tendencia al bien común que tienen los idealistas, expone su pensa-  
miento. En este punto también estoy completamente de acuerdo en sus ex-  
presiones, ya que el nuestro es un país rico en varios aspectos, privilegiado  
por la naturaleza, adolece, en contraparte, por la pobreza de casi todos los  
políticos y politiqueros, que llegan al poder únicamente con objetivos pro-  
tervos, sostenidos por la demagogia y la corrupción. La faz nacional cam-  
biaría por completo con otro tipo de líderes, salvo excepciones y con  
electores que sepan elegir a quienes les representen. Los prófugos de la jus-  
ticia o quienes llevan grilletes impuestos por la Ley jamás deben llegar a  
los niveles enunciados. Se vuelve necesario y urgente una transformación  
cobijada por la ética, la moral y el genuino patriotismo, impulsados por las  
virtudes, valores y principios que prodiga la Historia.  
Luego de mi intervención, el embajador Galo Galarza, en cumpli-  
miento de disposiciones estatutarias, disertará el tema: “Apuntes sobre la  
literatura ecuatoriana desde la época colonial a principios del siglo XXI”,  
tema que él lo viene desarrollando desde hace mucho tiempo y complemen-  
tando con nuevos análisis, debido a su constante preocupación y estudio.  
Antes de cederle la palabra, me es sumamente grato, en mi calidad  
de Director de la Academia Nacional de Historia, brindarle la más cordial  
bienvenida en calidad de Miembro Honorario u Honorífico de nuestra ins-  
titución, seguro de que su permanencia entre nosotros se caracterizará por  
sus conocidas capacidad intelectual y don de gentes, lo que redundará en  
beneficio de la ciencia histórica y disciplinas afines.  
Bienvenido Embajador Galo Galarza Dávila a nuestra Academia.  
Damas y caballeros.  
Casa Alhambra, Quito,  
sede de la Academia Nacional de Historia,  
jueves 15 de diciembre de 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 527–533  
532  
Bienvenida a Galo Galarza Dávila  
Bibliografía  
LABATUT, Caroline, “Entrevista a Galo Galarza”, Revista del Servicio Exterior Ecua-  
toriano, AFESE (Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior  
Ecuatoriano), Vol. 43, junio-diciembre 2004.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 527–533  
533  
BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
APUNTES SOBRE LA HISTORIA  
DE LA LITERATURA ECUATORIANA  
1
–DISCURSO DE INCORPORACIÓN–  
Galo Galarza2  
Este es uno de los días más importantes de mi vida. Ser ad-  
mitido como Miembro Honorario en una Academia de la que for-  
maron parte hombres y mujeres ilustres de nuestro país, quienes  
consagraron su vida entera al estudio de una de las más apasionantes  
disciplinas del intelecto humano, como es la Historia. En las paredes  
de este salón, que lleva, por cierto, el nombre de un destacado histo-  
riador y diplomático, de quien tuve el privilegio de ser su alumno  
en la Universidad Católica de Quito; en los hermosos retratos pinta-  
dos por el artista Angeloni Tapia y otros artistas, nos miran esos  
hombres y mujeres desde aquella dimensión donde van los sabios y  
los justos y allí se quedan en la memoria de sus pueblos.  
Yo no soy un historiador de profesión, dediqué mi vida pro-  
fesional a la diplomacia y mi vida pasional a la literatura, como al-  
gunos de ustedes conocen, sin embargo, me he aventurado a realizar  
algunas investigaciones de carácter histórico, particularmente rela-  
cionadas con la historia de la literatura ecuatoriana. Siguiendo esta  
1
2
A propósito de la Historia y Antología de la Literatura Ecuatoriana publicada por la Academia  
Nacional de Historia, en colaboración con la Casa de la Cultura Benjamín Carrión.  
Licenciado en Ciencias Jurídicas, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Doctor en Cien-  
cias Internacionales, Universidad Central del Ecuador. Realizó cursos complementarios en la  
Academia de Derecho Internacional de La Haya, Holanda, el Centro de Comercio Internacio-  
nal de la Comunidad Europea de Bruselas, Bélgica, y en el Instituto Internacional de Admi-  
nistración Pública de París, Francia. Diplomático de carrera, se retiró de la vida diplomática  
en el año 2021, para dedicarse enteramente a la literatura y a la investigación histórica. En el  
Ministerio de Relaciones Exteriores desempeñó varias funciones, entre ellas: Director de Re-  
laciones Culturales, Director de Investigaciones y Publicaciones en la Academia Diplomática,  
Director de Planificación, Subsecretario del Servicio Exterior, Subsecretario para América La-  
tina y el Caribe, Viceministro y Ministro de Relaciones Exteriores, subrogante.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
534  
Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
línea, me atrevo a presentar ante ustedes algunas notas sobre esta  
materia, inspirado en esa magna obra que ha emprendido, desde  
hace algunos años, la Academia Nacional de Historia y en la que han  
participado decenas de investigadores, escritores y escritoras de di-  
ferentes regiones y ciudades del Ecuador. Todos quienes han parti-  
cipado en esta tarea, concretada en veinte volúmenes, merecen el  
aplauso y el reconocimiento del país. Antes ya se hicieron estudios  
en esta materia, como los de Isaac Barrera o Aurelio Espinosa Polit o  
Benjamín Carrión o Galo René Pérez o Hernán Rodríguez Castelo,  
por mencionar algunos ejemplos, o aquel loable esfuerzo contenido  
en diez tomos publicados por la Universidad Andina Simón Bolívar  
y la Corporación Editora Nacional, titulado “Historia de las literaturas  
3
ecuatorianas” y aquella selección que dirigió Jorge Enrique Adoum,  
con la editorial Eskeletra, contenida en cinco espléndidos volúmenes,  
titulada Antología Esencial. Ecuador siglo XX, o, claro, la célebre Biblio-  
teca Ecuatoriana Mínima, publicada a principios de la década de los  
sesenta del mismo siglo XX, y de la cual se deberían hacer otras reim-  
presiones para conocimiento de las nuevas generaciones. Todo ese  
cúmulo de investigación y esfuerzo intelectual quedará como un le-  
gado para quienes se interesen en esta apasionante materia.  
4
En mi libro Breviarios/diarios/memorias/libros publicado re-  
cientemente por editorial Eskeletra de Quito, incluyo un trabajo que  
presenté en el Círculo de Bellas Artes de la ciudad de Montevideo,  
cuando desempeñaba las funciones de embajador del Ecuador en la  
República Oriental del Uruguay. Tomando como base ese trabajo, in-  
cluyo algunas reflexiones sobre la historia de la literatura ecuatoriana  
que por muchos años he venido realizando sobre esta materia, como  
ya lo mencioné, y que se publicaron, fundamentalmente, en la revista  
AFESE del Servicio Exterior del Ecuador.  
Con justicia se preguntarán –decía entonces- por qué un em-  
bajador les viene a hablar de literatura cuando normalmente mis co-  
legas tratan temas más relacionados con la política, la economía, el  
3
4
Universidad Andina Simón Bolívar, Historia de las literaturas del Ecuador. Ver en: https://  
www.uasb.edu.ec/vinculacion/historia-de-las-literaturas-del-ecuador/ (20-12-2022).  
Galo Galarza, Breviarios/diarios/memorias/libros, Eskeletra, Quito, 2022.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
535  
Galo Galarza  
comercio, los conflictos armados. Yo les digo que hablar este mo-  
mento de literatura es un privilegio inmenso porque, de alguna ma-  
nera, es hablar de la paz y de la inteligencia, en una hora sombría  
del mundo, cuando la paz y la inteligencia son atropelladas (literal-  
mente) cada día. Es probable que, a esta misma hora, en otros lugares  
del mundo y en nuestro propio país, seres humanos como nosotros,  
con nuestras mismas ilusiones y sueños, estén enterrando a sus  
muertos o curando a sus heridos o buscando a sus expatriados por  
acciones brutales de delincuentes y extremistas, de gobiernos faná-  
ticos y asesinos de diferente laya o guerras fratricidas que siendo de  
apariencia medieval amenazan con convertirse en una amenaza nu-  
clear. La literatura y la paz, entonces, nos salvan de ese horror.  
Y fíjense ustedes, queridas amigas y queridos amigos, cuánta  
actualidad y vigencia tienen esas reflexiones pronunciadas hace al-  
gunos años.  
La utilidad de la literatura, decía entonces, es que permite  
conocer a profundidad el alma de un pueblo. Quien no haya leído a  
Rulfo, Fuentes o Paz no puede conocer al pueblo mexicano, como no  
puede conocer al pueblo ruso quien no haya leído a Dostoievski, Tol-  
soi o Chéjov. Quien no haya leído a Faulkner, Hemingway o Roth,  
5
sobre todo a ese Philip Roth de la Pastoral Americana, no entenderá  
la idiosincrasia de esa gran nación norteamericana (con todas sus  
virtudes y horrores).  
Lo mismo ocurre con el Ecuador: quien no haya leído a Es-  
pejo, Montalvo o Adoum, por mencionar tres nombres, tampoco co-  
nocerá el alma del pueblo ecuatoriano. De ahí la utilidad y la  
necesidad de hablar sobre literatura, en este caso sobre literatura  
ecuatoriana.  
Pero, ¿qué método utilizar para tocar un tema tan vasto en  
apenas unos minutos, un tema que bien puede ser tratado en varios  
cursos, como de hecho ocurre en la actualidad en universidades de  
dentro y fuera del país? Se ha creado una red de “ecuatorianistas”,  
como se sabe, en universidades norteamericanas y europeas que se  
dedican a este fin. Creo, entonces, que la historia puede venir en  
5
Philip Roth, Pastoral Americana, Penguin Random House Grupo Editorial España, 20 oct 2011.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
536  
Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
nuestro auxilio y al menos caracterizar algunos períodos y encontrar  
allí a los más destacados autores.  
Apenas podré dar algunas pinceladas sobre un tema tan am-  
plio. Pero veamos esos períodos de la historia:  
Precolombino. Los primeros vestigios humanos que se en-  
cuentran en el actual territorio de la República del Ecuador se re-  
montan hace aproximadamente 10.000 años. Agrupaciones que se  
asentaron en la costa litoral junto al Océano Pacífico (se piensa que  
llegaron por mar desde regiones asiáticas o por tierra en su peregri-  
nar desde otras regiones del norte, después de cruzar las tierras con-  
geladas del Estrecho de Bering) y desarrollaron formas de cultura  
diversa (sobre todo trabajos en arcilla, orfebrería y organización co-  
munal), así encontramos las culturas Chorrera, Valdivia (la de las  
preciosas Venus que se encuentran en muchos museos del mundo),  
Huancavilca (que fueron extraordinarios navegantes, he visto emo-  
cionado algunas de esas balsas en los más importantes museos del  
mundo), Joama-Coaque, entre otras. Igualmente se han encontrado  
vestigios de culturas en la Sierra, en los montes aledaños a la actual  
ciudad de Quito, particularmente en la zona del Ilaló. Pero de esta  
etapa nada queda para la literatura escrita, quedan relatos orales  
sobre mitos y leyendas que se fueron transmitiendo de generación en  
generación y que obedecen más a los miedos a lo desconocido, a la  
muerte, a la intrascendencia que aquellos hombres y mujeres creaban  
alrededor de un fuego o después de una terrible pesadilla (método  
que uso Cortázar, por cierto, para elaborar sus cuentos muchos años  
más tarde). Así crearon sus propios dioses y sus propias formas de  
adorarlos: al Sol, a la Luna, a los astros, a algunos animales y plantas.  
A partir de la segunda mitad del siglo XV llegan los incas al ac-  
tual territorio de la República del Ecuador y después de feroces en-  
frentamientos con las tribus y pueblos locales logran imponerse en  
base a alianzas matrimoniales y victorias militares. El último de los  
incas: Atahualpa, nace precisamente en el actual territorio del Ecua-  
dor. Sin embargo, la presencia del imperio de los incas (con todas  
sus formas culturales: idioma kichwua, escritura en hilos y nudos,  
los kipus, los sabios lectores de estos instrumentos, los kipukamayos,  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
537  
Galo Galarza  
etc), apenas perdura en el actual Ecuador donde los incas permane-  
cen por apenas seis décadas. Curiosamente la lengua kichwa se ex-  
tendió más en la población indígena en el período colonial, cuando  
el colonizador la utilizó para catequizar. Tampoco se registra litera-  
tura escrita en este período, siguen los cuentos y leyendas, aunque  
se encuentra un drama: Elegía a la muerte de Atahualpa de autor anó-  
nimo que hasta ahora no se puede probar su autenticidad o talvez  
se escribió mucho más tarde, ya con los elementos de la lengua es-  
pañola.  
Es recién a partir de mediados del siglo XVI cuando los espa-  
ñoles llegan al actual territorio ecuatoriano, en sus exploraciones pro-  
cedentes de Panamá, y emprenden una conquista compleja y no  
exenta de los traumas y horrores que deja toda conquista, cuando  
aparecen registros escritos. En 1530 Sebastián de Benalcazar y un  
grupo de 200 hombres funda o refunda o refunde la actual capital  
de los ecuatorianos, Quito, en el mismo lugar donde ya existía este  
asentamiento milenario que tuvo también importancia en el incario.  
Fue, como se sabe, la segunda ciudad sagrada, después del Cusco. E  
igual importancia tuvo antes de la llegada de los incas.  
Y recién dos siglos más tarde comienzan a aparecer textos  
con valor literario. Fundamentalmente porque en Quito se crean uni-  
versidades, colegios, se trae la imprenta, los sacerdotes jesuitas (hasta  
su expulsión en 1767) imparten una educación de calidad. Entre ellos  
mismos surgen importantes escritores: Juan Bautista Aguirre, por  
ejemplo, (que es un poeta costumbrista, con una agudeza queve-  
diana: “Son estos piojos taimados/animales infelices/grandes como mis na-  
rices/gordos como mis pecados/cuando veo que estirados/van muy grandes  
en cuadrilla/me asusto de maravilla/desde que un piojo arisco/solo con  
darme un pellizco/me sumió la rabadilla”.6  
O Juan de Velasco (quien escribe la primera historia del Ecua-  
dor que es en verdad su primera novela, como lo han observado al-  
gunos críticos, porque habla de un fabuloso Reino de Quito, más  
6
Antonio de Bastidas, Juan Bautista Aguirre y Aurelio Espinosa P �o lit (Editor), Los dos primeros  
poetas coloniales ecuatorianos, siglos XVII y XVIII: Antonio de Bastidas [y] Juan Bautista Aguirre, J.  
M. Cajica, México, 1960, p. 522.  
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538  
Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
marcado por la fábula que por la realidad). Una historia en la cual  
desfilan gigantes, animales, pueblos y plantas mitológicas.  
En definitiva, como dijo el poeta chileno Pablo Neruda: los  
conquistadores españoles se llevaron el oro pero nos dejaron el oro,  
el oro de las palabras:  
Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquis-  
tadores torvos -dice Neruda- Estos andaban a zancadas por las tremen-  
das cordilleras, por las Américas encrespadas…todo se lo tragaban con  
religiones, pirámides, tribus, idolatrías…por donde pasaban quedaba  
arrasada la tierra…Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las  
barbas, de los yelmos, de las herraduras, de las piedrecitas, las palabras  
luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…el idioma. Salimos  
perdiendo…Salimos ganando…Se llevaron el oro pero nos dejaron el  
7
oro…Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…Nos dejaron las palabras.  
Y con esas palabras se armaron los más bellos textos para  
cantar al nuevo Dios, al amor o a la libertad, una esquiva libertad  
que comenzaba a brillar en el horizonte del siglo XIX.  
Con esas palabras dejadas por el conquistador, un mestizo  
quiteño llamado Eugenio Espejo, hijo de indígena y mulata (quien  
para poder matricularse en las escuelas de la elite criolla adoptó el  
pomposo nombre de Eugenio de Santa Cruz y Espejo) se convirtió  
en el más poderoso escritor de esa etapa colonial. Espejo es la piedra  
angular de la literatura ecuatoriana. Nace y muere en Quito (1747-  
1795), escribe tratados, reflexiones filosóficas, agudas críticas al ré-  
gimen colonial (que le valen la prisión hasta su muerte), funda el  
primer periódico o revista de literatura: Primicias de la Cultura de  
Quito. Sus ideas sirven para que el 10 de agosto de 1809 un grupo de  
patriotas quiteños depongan al gobierno español y formen el primer  
gobierno autónomo, que por cierto dura apenas un año, porque los  
ejércitos coloniales acantonados en Lima y Bogotá marcharon sobre  
Quito y destruyeron el movimiento a sangre y fuego. Sin embargo,  
esa semilla de libertad (esa luz de América, como dijo el sacerdote y  
7
Cfr. Pablo Neruda en: Isabel López Martínez, Neruda y los escritores de la Edad de Oro, Edito-  
rial CSIC - CSIC Press, Sevilla, 2009, p. 91.  
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539  
Galo Galarza  
escritor chileno Camilo Henríquez) prendió una lucha que se pro-  
longó por más de una década hasta conseguir la independencia.  
Precisamente en esta etapa independentista es que aparece  
otro notable poeta, el guayaquileño José Joaquín de Olmedo, quien par-  
ticipa activamente en ese proceso y se convierte en el cantor de la  
gesta bolivariana. Su largo poema épico, de 900 versos, titulado:  
Canto a Bolívar/la victoria de Junín, fue considerado en su época como  
otra piedra angular de la literatura independentista:  
El trueno horrendo que en fragor revienta/y sordo retumbando se di-  
lata/por la inflamada esfera/al Dios anuncia que en el cielo impera./  
Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta/ a la hispana muchedumbre/  
que, más feroz que nunca amenazaba/a sangre y fuego, eterna servi-  
dumbre/y el canto de victoria/que en ecos mil discurre, ensorde-  
ciendo/ el hondo valle y enriscada cumbre/proclaman a Bolívar en la  
8
tierra/árbitro de la paz y de la guerra.  
Las palabras que se le cayeron al conquistador de los yelmos  
y las babas, sirvieron para cantar al héroe que los expulsó de Amé-  
rica.  
Ya en ese Ecuador del siglo XIX surgen otras voces que dan  
aportes a la literatura, pero entre todas ellas es la de Juan Montalvo la  
que más trasciende y perdura. Juan Montalvo nace en Ambato en  
1
832 y muere en París en 1889. Prosista notable. José Enrique Rodó,  
el gran autor uruguayo, fue un exégeta (un gran admirador) de la  
obra montalvina. En su libro Motivos de Proteo pone a Montalvo a la  
9
altura de Bolívar. Lo ve como el más importante escritor de esa época.  
La literatura de Montalvo –dice Rodó- tiene asentada su perennidad,  
no solamente en la divina virtud del estilo, sino en el valor de la no-  
bleza y hermosura de la expresión personal que lleva en sí. Pocos es-  
critores tan apropiados como él para hacer sentir la condición  
reparadora y tonificante de las buenas letras. Su amenidad, su deleitoso  
halago, están impregnadas de una virtud más honda, que viene del in-  
10  
nato poder de simpatía y del ritmo enérgico y airoso de la vida moral.  
8
9
1
José Joaquín de Olmedo, Victoria de Junín, 2a., edición, Libresa, 1988, p. 69.  
José Enrique Rodó, Motivos de Proteo, J. M. Serrano y C., 1909.  
0 José Enrique Rodo, Ariel; liberalismo y jacobinismo, Editorial Porrúa, España,1968, p. 245.  
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Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
Aparte de escribir notables ensayos (sobre todo aquellos que  
están contenidos en Los siete Tratados, el Cosmopolita y Las Catilinarias,  
se propone escribir una singular novela a la que titula: Los capítulos  
que se le olvidaron a Cervantes, en la cual pretende emular la prosa del  
gran Manco de Lepanto, pero no como una imitación sino como una  
recreación, como un instrumento para contar historias de su época.  
Recién ahora se está valorando como se debe esta obra montalvina.  
De todas formas, hay otros hechos dignos de mencionarse  
en la literatura ecuatoriana en el siglo XIX: la publicación de la pri-  
mera novela feminista, escrita por Miguel Riofrío, titulada La Eman-  
cipada (publicada en fascículos en el año 1863) donde este autor  
lojano habla sobre una mujer rebelde y valiente que lucha por sus  
derechos en una sociedad machista y represiva, y se convierte así en  
una obra pionera; y de la novela Cumandá, escrita por Juan León Mera  
en 1879. Mera es un escritor y pintor ecuatoriano de los más desta-  
cados de ese siglo, autor del Himno Nacional del Ecuador. Su novela  
Cumandá/un drama entre salvajes, muy influenciada por la novela  
Atala del francés Chateaubriand, tiene todo el ingenuo candor del  
romanticismo y de la supremacía del blanco y la religión católica  
sobre las costumbres de los “salvajes”, pero tiene el gran valor de  
describir con belleza los paisajes de la selva ecuatorial, igual de lo  
que él mismo hizo con su pincel. Fue, además, un estudioso de la  
cultura popular de su época.  
Ya en el siglo XX, los escritores ecuatorianos aparecen en di-  
versos momentos con fuerza, particularmente en los años 30 y 60.  
Una pléyade de novelistas, cuentistas y poetas pueblan el panorama  
de la literatura nacional. Antes, en 1904, Luis Alfredo Martínez publica  
una singular novela titulada: A la costa, en la cual narra la migración  
de los trabajadores serranos a Guayaquil (el puerto principal del país  
y el polo más activo de desarrollo económico) huyendo de la miseria  
y la explotación de los terratenientes serranos. Es una obra que des-  
pojada del ideal romántico presenta un agudo tema social y humano.  
En estos mismos días se presenta en el Museo Nacional (MUNA)  
una extraordinaria muestra sobre la vida y obra de este destacado  
escritor y pintor ambateño.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
541  
Galo Galarza  
Y, es a partir de 1930, cuando aparece un pequeño libro de  
cuentos titulado Los que se van de tres jóvenes guayaquileños: Joaquín  
Gallegos Lara, Demetrio Aguilera Malta y Enrique Gil Gilbert, la litera-  
tura ecuatoriana entra en una nueva etapa. Se incorporan a la narra-  
tiva las voces desconocidas y olvidadas de los montubios (campe-  
sinos de la costa), con todos sus mitos, leyendas y dramas humanos.  
A lo largo de la década del 30 al 40 aparecerán varias novelas y libros  
de cuentos de estos mismos autores y de otros escritores también  
guayaquileños: José de la Cuadra y Alfredo Pareja Diezcanseco, que se  
difunden a nivel internacional y se la conoce como la producción del  
Grupo de Guayaquil (“Éramos cinco como un puño”, dirá uno de  
ellos). Son novelas en las cuales se describe matanzas obreras (“Las  
cruces sobre el agua”), luchas políticas (“Las pequeñas estaturas”),  
mitos campesinos (“La Tigra”), anhelos campesinos (“Nuestro pan”).  
Es, en definitiva, una literatura que influenciada por el “realismo so-  
cialista” de la época, incorpora a la literatura a los hombres y mujeres  
de carne y hueso, a los que se pretendía ocultar del mapa de la nueva  
Patria. A este grupo paralelamente o más tarde se sumarán dos au-  
tores dignos de mencionar: Ángel F. Rojas que escribe una excelente  
novela, muy propia de esa época: El éxodo de Yangana (sobre la mi-  
gración de un pueblo lojano hacia el oriente, huyendo de la perse-  
cución gubernamental) y Pedro Jorge Vera con una serie de novelas y  
cuentos, de desigual factura.  
Y si eso hacen los jóvenes guayaquileños, un autor quiteño:  
Jorge Icaza (que luego tendrá muchos seguidores o imitadores en  
otras partes del país) plasma una obra narrativa igualmente pode-  
rosa incorporando al indio de la sierra en sus relatos y novelas. Su  
obra más conocida es Huasipungo, que se publica en 1934 y, en poco  
tiempo, se convierte en la novela ecuatoriana más conocida y tradu-  
cida de todos los tiempos. Hace poco se hizo un mapa literario del  
mundo y se escogió un libro para que represente a cada país. Los au-  
tores de este ejercicio escogieron a Huasipungo por el Ecuador. Hua-  
sipungo es una palabra kichwua que quiere decir nuestra casa y narra  
la brutal explotación a la que estaban sometidos los indios de la Sie-  
rra. El patrón criollo heredó la crueldad de sus ancestros españoles  
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542  
Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
para imprimir una forma de maltrato y explotación brutales. Icaza  
llega, en su novela, a momentos, a la exageración y a la caricatura,  
pero despertó enseguida, debemos reconocerlo, muchas simpatías y  
adeptos porque incorporó otro tema a la literatura nacional que se  
lo tenía proscrito o escondido bajo la alfombra. Icaza es igualmente  
autor de una novela excelente titulada: El chulla Romero y Flores (pu-  
blicada ya en la década del 50), para mí su mejor obra narrativa, en  
la cual pinta la vida y desventuras de un mestizo quiteño (hijo de es-  
pañol e india) que a toda costa trata de resaltar y destacar las virtu-  
des de su padre español y esconder las de su madre india. Es una  
crítica aguda a un comportamiento que primó por muchos años en  
nuestra región latinoamericana, eso de querer a toda cosa magnificar  
lo español y esconder, cuando no destruir, lo indígena. Adalberto  
Ortiz (escritor esmeraldeño), por su parte, unos años más tarde, res-  
cata el mundo de la negritud en su conocida novela “Juyungo”. Por  
cierto, hay que destacar que la primera novela de corte indigenista  
fue la escrita por el autor otavaleño Fernando Chávez, titulada Plata y  
Bronce, publicada en 1927.  
En esos mismos años aparece también un narrador singular,  
talvez el más singular autor de la literatura ecuatoriana, el lojano  
Pablo Palacio, que saliéndose de ese estilo de denuncia social y de res-  
cate de personajes campesinos e indígenas, hace una narrativa ori-  
ginal y diversa, muy cercana a la que en Uruguay hizo Felisberto  
Hernández o años más tarde, en Argentina, Macedonio Fernández,  
cuentos y novelas que parecen armados de manera geométrica. Su  
novela Débora (1927) y sus libros de cuentos Un hombre muerto a pun-  
tapiés (también de 1927) y Vida del ahorcado (1932), serán estudiados  
muchos años más tarde en universidades norteamericanas y euro-  
peas como lo más original de la literatura ecuatoriana. Palacio murió  
demente, preso en las paredes de un manicomio guayaquileño a los  
4
0 años, sin imaginar jamás que su obra cobraría con el paso de los  
años esa dimensión.  
Y si hubo este florecimiento (este boom de la literatura ecua-  
toriana) en los años 30, también hubo un florecimiento magnífico de  
la poesía. Desde los “decapitados” como se conoció a un grupo de jó-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
543  
Galo Galarza  
venes poetas de diferentes regiones del Ecuador, marcados e influen-  
ciados por los poetas malditos franceses: Baudelaire, Rimbaud, Ver-  
laine y por el modernismo de Rubén Darío, que hicieron de su obra y  
de su vida un canto a la decrepitud, a lo obscuro, a la muerte (de allí  
su nombre de decapitados, como los llamó el crítico Raúl Andrade),  
muchos de ellos muertos prematuramente por su propia mano (Me-  
dardo Ángel Silva, Arturo Borja) o por el exceso de droga (Humberto Fie-  
rro). Sus bellos y terribles poemas fueron curiosamente tomados por  
el pueblo llano muchos años más tarde y convertidos en canciones.  
El alma en los labios, el poema más duro de Silva, el cual entrega a su  
amada el momento de pegarse un tiro en su presencia y despedirse,  
es interpretado más tarde con un sentimiento admirable por el can-  
tante popular Julio Jaramillo. Casi es un himno alterno de enamorados  
y nostálgicos. Un poema suicida que se convirtió en canto popular.  
Desde los decapitados, digo, hasta la obra formidable de poe-  
tas como Jorge Carrera Andrade (que fue candidato a recibir el Premio  
Nobel de Literatura el mismo año en que otro poeta y diplomático  
de nacionalidad francesa pero nacido en una isla del Caribe, Saint  
John Perse, lo obtenía, según nos cuenta Darío Lara en su extensa bio-  
grafía), Gonzalo Escudero, Alfredo Gangotena, Hugo Mayo, Augusto  
Arias, entre otros. Y más tarde (ya en la segunda mitad del siglo),  
César Dávila Andrade (para mí el más grande poeta ecuatoriano de  
todos los tiempos, con una obra singular y emparentada con la del  
peruano César Vallejo). En años posteriores, ya en los albores del  
siglo y adentrado el siglo XXI, aparecerán otros poetas y narradores,  
en diferentes regiones del Ecuador, dignos de mencionarse: Jorge En-  
rique Adoum (que también escribe una novela crucial para la litera-  
tura ecuatoriana titulada: Entre Marx y una mujer desnuda, llevada  
también al cine), Humberto Salvador, Alfonso Cuesta, Efraín Jara Hi-  
drovo, Miguel Donoso Pareja (también poderoso narrador guayaqui-  
leño), Francisco Tobar García, Francisco Granizo, Alejandro Carrión,  
Alfonso Barrera Valverde, Filoteo Samaniego, Jaime Galarza Zavala, Julio  
Pazos (premio Casa de las Américas), Bruno Sáenz, Antonio Preciado  
(
con sus notables cantos sobre la negritud), Marco Antonio Rodríguez,  
Fernando Nieto Cadena, Rubén Astudillo, Ileana Espinel, Sonia Manzano,  
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Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
Alexis Naranjo, Iván Oñate, Simón Zavala, Violeta Luna, Wankar Ari-  
ruma Kowii (el más importante poeta que escribe en kichwa), Roy Si-  
güenza, Mario Campana (también destacado ensayista), entre otros y  
otras. El siglo XX, como vemos, dio, definitivamente, importantes fi-  
guras para la literatura ecuatoriana.  
Y así como en los años 30 floreció este grupo magnífico de  
poetas y narradores antes descritos (los del Grupo de Guayaquil y  
compañía), en la década del 60 volverán a surgir otros narradores y  
poetas de importancia que se agrupan en una revista quiteña lla-  
mada Pucuna y ellos mismos se denominan Movimiento Tzánzico (es  
decir que reduce cabezas, a la manera de los mal llamados jíbaros,  
que quiere reducir las cabezas de las vacas sagradas de la literatura  
nacional). Movimiento de jóvenes rebeldes, muy influenciados por  
la Revolución Cubana y los movimientos contestatarios que surgie-  
ron en todo el mundo, desde los hippies en América del Norte hasta  
los efluvios del mayo del 68 en París y los nadaistas en Colombia. A  
este grupo de jóvenes rebeldes se irán sumando después (en años  
posteriores) autores de otras generaciones que formaron una agru-  
pación que se denominó Frente Cultural. Pasadas las horas de euforia  
y puestos a trabajar en obras de mayor aliento dejarán para la litera-  
tura ecuatoriana un importante número de novelas, cuentos y poe-  
marios. Cabe mencionar entre ellos a Abdón Ubidia (poderoso  
narrador, dueño de una considerable obra narrativa, autor de un  
libro muy bello titulado: Ciudad de Invierno, Iván Egüez (autor de La  
Linares y otra saga de novelas, cuentos y poemarios), Raúl Pérez To-  
rres (premio Casa de las Américas, autor de varios libros de cuentos  
de temática urbana), Francisco Proaño Arandi (también destacado di-  
plomático y actual secretario de la Academia Ecuatoriana de la Len-  
gua, con una magnífica producción de novelas y cuentos), Humberto  
Vinueza, Ulises Estrella , Raúl Arias, Guido Díaz, Luis Corral, Pablo Ba-  
rriga, entre otros. En los mismos ámbitos universitarios hay otro  
grupo de poetas, quienes también pretenden con su obra presentar  
una fuerte protesta social: Rafael Larrea, Alfonso Muirragui, son sus  
exponentes más importantes. En torno a la revista Ágora, por su  
parte, destacarán los hermanos Araujo Sánchez (Diego y Francisco),  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
545  
Galo Galarza  
Vladimiro Rivas, Bruno Sáenz, los hermanos Ponce Cevallos (Federico y  
Javier), quienes, con el pasar del tiempo, aportarán libros de preciosa  
factura, tanto en narrativa, como en poesía, como en ensayo.  
En otras ciudades del Ecuador también surgen escritores dig-  
nos de mencionarse: en Guayaquil Jorge Velasco MacKenzie; en  
Cuenca, Eliecer Cárdenas y Jorge Dávila Vázquez; en Loja Carlos Carrión,  
en Guaranda Teresa León, Augusto César Saltos, Luis Falconí, José Félix  
Silva, Gonzalo Karolys (ya fallecidos) o Julio César Vizuete, Ermel Agui-  
rre, Ramón Torres (menciono estos nombres de entre varias mujeres  
y hombres nacidos en la provincia Bolívar o relacionados con esta  
provincia central del Ecuador, como un ejemplo, de muchos otros  
autores que merecen ser mejor conocidos en el resto del país por sus  
aportes a la literatura).  
En la última década del siglo XX (y esta es la etapa que mejor  
conozco por haberla vivido de cerca) surgen también, con fuerza, los  
talleres literarios que, inspirados en la experiencia que desarrolló con  
éxito Miguel Donoso Pareja en México y lo replicó en Ecuador, pu-  
blican sus propias revistas. Tienen nombres extraños, casi zoológicos:  
Matapiojo, Pedradazurda, El escarabajo utópico, Tientos y Diferencias, La  
mosca zumba, Sicoseo, Eskeletra. De allí también saldrán autores inte-  
resantes: Huilo Ruales (uno de los escritores con obra más original y  
fuerte, parecida a la que gestó el chileno Roberto Bolaño e igual en  
su propósito de enseñar el realismo sucio, violento, ya muy diferente  
del realismo mágico que trabajaron en otro momento muchos auto-  
res latinoamericanos. En su obra, las mujeres ya no levitan entre flo-  
res amarillas sino que se revuelcan en los charcos putrefactos de  
sociedades infames, atormentadas por la degradación ecológica o el  
egoísmo de un hipercapitalismo feroz, en lo que él denomina Los  
Kitos Infiernos), Raúl Serrano Sánchez (magnífico cuentista y ensa-  
yista), Raúl Vallejo (quien publicó, entre otras obras, una novela in-  
teresantísima, con la cual obtuvo un importante premio en España,  
sobre Velasco Ibarra, ese presidente ecuatoriano que fue electo cinco  
veces y fue depuesto cuatro, ese presidente que fue amigo de Juana  
de Ibarbourou y que se casó con otra poeta, la argentina Corina del  
Parral, ); Alfredo Noriega (prolífico autor, radicado en Francia, al igual  
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Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
que Huilo Ruales, Telmo Herrera y Ramiro Oviedo), Ramiro Oviedo  
(
excelente poeta, profesor en la universidad de Bolonge sur Mer),  
Ramiro Arias (narrador y director de la editorial Eskeletra), los her-  
manos Zambrano (Otto y Miguel Ángel), María Eugenia Paz y Miño,  
Jenny Carrasco, Rubén Darío Buitrón, Byron Rodríguez, Gustavo Garzón  
(
desaparecido en uno de los gobiernos mal llamados democráticos),  
Edwin Madrid, Allan Coronel, Pablo Salgado, Fernando Artieda, Fernando  
Balseca, Fernando Iturburu, Diego Velasco, Alfredo Pérez, Pablo Yépez,  
entre otros narradores y poetas.  
Así, entramos al siglo XXI, a estas dos décadas del siglo en  
que vivimos, donde vemos con optimismo cómo siguen surgiendo  
autores en todas las regiones del país. Si pudiésemos hacer con sus  
nombres una guía talvez resultara algo similar a la que saldría de los  
abogados o los médicos o los carpinteros o los futbolistas, porque así  
es el número de gente que está comprometida, de una u otra forma,  
con la escritura. ¿Cuántos quedarán de ellos y ellas? ¿Cuánto de su  
obra perdurará? Solo el tiempo lo dirá, la literatura como el arte tie-  
nen sus misterios. De pronto un autor como Pablo Palacio que murió  
loco a los cuarenta años y que jamás pudo ni quiso autopromocionar  
su obra, se convierte, con el paso del tiempo, en un autor de culto; o  
un poeta como César Dávila Andrade que se suicida en Caracas (des-  
pechado de soledad y destierro) con el pasar de los años se convierte  
en otro autor de culto, cuando muchísimos otros poetas y narradores  
contemporáneos suyos que en determinado momento parecían los  
vates oficiales (más celebrados y aplaudidos e invitados y glorifica-  
dos, premiados y condecorados, elevados a los cenáculos del Par-  
naso) quedaron en el completo olvido. Nadie se acuerda ahora de  
sus libros, de sus famas, de sus premios, de sus cabezas coronadas.  
Los misterios de la literatura: Kafka rogando a Max Brod que queme  
sus libros a su muerte y luego, gracias a la desobediencia de su  
amigo, convertido en uno de los autores más grandes de la literatura  
de todos los tiempos. Un Pessoa escondiendo su monumental obra  
en baúles y él mismo escondiéndose en heterónimos, con el paso de  
los años se convierte en el autor más célebre de Portugal y uno de  
los más célebres del mundo.  
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Galo Galarza  
Lo que sí podemos afirmar es que la literatura que hoy se  
hace en Ecuador por parte de autores de muy diversas generaciones,  
desde los que vienen publicando ya desde mediados del siglo XX  
hasta los más jóvenes, es de lo más variada y de muy compleja trama,  
ya no se cae en localismos ni se tiene la intención de levantar a las  
masas con novelas y cuentos (como las que hicieron los autores de  
los años 30 del siglo pasado y algunos de los años 60). Hay novelas  
como las del quiteño Javier Vásconez, otro importante autor (premio  
Eugenio Espejo de este año) que comenzó a publicar su obra en la dé-  
cada de los ochenta del siglo XX, en las cuales sus personajes surgen  
de una clase decadente que se revuelve entre las paredes de una ciu-  
dad lejana y que pueden nacer en Quito (ciudad que ama y odia) o  
Praga y morir en Nueva York; o novelas como las del guayaquileño  
Leonardo Valencia en las cuales sus personajes pueden nacer en Roma  
y morir en Guayaquil, crea este excelente autor ambientes que salen  
de un mundo futurista donde hay libros flotantes en ciudades sumer-  
gidas por el calentamiento global, o mundos que giran en torno a es-  
caleras de Bramante, el título de su más lograda novela; o las que  
escribe Carlos Arcos, para contar amores lésbicos o incestuosos o que  
se mueven en el Perú de Fujimori o en la borrosa etapa de la conquista  
española; o las que construye con morosidad Modesto Ponce para con-  
tar largas agonías ; o las que publica Jaime Marchán para describir una  
sociedad alucinada por los falsos poderes o los volcanes de niebla; o  
la obra de autores mucho más jóvenes como Luis Alberto Bravo, en la  
que rescata la vida de un pintor de trenes voladores en medio de una  
trama policial; o la de Salvador (Jorge) Izquierdo, en su Te Faruru, novela  
armada como una espiral en la que se mete en la vida cultural y lite-  
raria de Uruguay en los años más brillantes del pintor Torres García,  
por citar algunos ejemplos. Porque junto a ellos, hay una serie de na-  
rradores de primera línea, dignos de mencionar y que merecerían ca-  
pítulos separados: Santiago Páez, Ernesto Carrión, Telmo Herrera,  
Marcelo Báez, Oscar Vela, Adolfo Macías, Hans Behr Martínez, Edgar  
Allan García, Diego Cornejo Menacho, Santiago Vizcaíno, Efraín Villacís,  
Miguel Antonio Chávez, Juan Carlos Moya, Carlos Vásconez, Esteban Ma-  
yorga, Augusto Rodríguez, Andrés Cadena, Adriano Valarezo, Alexis Zal-  
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Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
dumbide, Paul Hermann, Juan Pablo Castro, Edwin Alcaraz, César Chávez  
(
muerto prematuramente). Y poetas, como Cristóbal Zapata, Juan José  
Rodinás, los hermanos Gil (Pedro y Ubaldo, también fallecidos prematu-  
ramente y, en cuya memoria, se lleva ahora mismo un encuentro de  
literatura ecuatoriana, dirigido por el buen amigo vasco Aitor Arjol,  
apasionado por la literatura ecuatoriana), Gabriel Cisneros, Freddy Pe-  
ñafiel, Xavier Oquendo, Carlos Oramas, Juan Carlos Astudillo, Andrés Vi-  
llalva, Pablo Meriguet, entre otros.  
La novela histórica también encuentra importantes cultores  
en este siglo (la zaga de los Ortiz: Benjamín, Gonzalo, Juan), Diego  
Araujo Sánchez, Alfonso Reece, Agueda Pallares, Iñigo Salvador, Luis Zu-  
ñiga, Felipe Vega de la Cuadra (con una excelente novela titula: “La li-  
bertad que no llega”). Este interesante género (si así podemos  
llamarlo) tuvo un gran cultor en el siglo XIX: Carlos R. Tobar, con su  
novela “Relación de un veterano de la Independencia”. Y en el siglo  
XX, otros excelentes narradores como Enrique Terán (y su Cojo Na-  
varrete), Leopoldo Benítes Vinueza y Miguel Ángel Albornoz (ambos  
también destacados diplomáticos).  
La literatura testimonial y/o autobiográfica (que no ha te-  
nido un desarrollo constante en nuestro país), tiene también intere-  
santes cultores: Francisco Febres Cordero, Mónica Varea, los excanci-  
lleres José Ayala Lasso y Diego Cordovez, los expresidentes Rodrigo  
Borja, Rosalía Arteaga (quien también es autora de libros de poesía y  
narrativa), Alfredo Palacio y Jamil Mahuad, por mencionar a quienes  
han publicado sus obras en el siglo XXI. Pablo Cuvi, además de ser  
un excelente narrador y cronista, ha sido el editor de algunos de  
estos libros.  
El ensayo literario que desde los trabajos de Agustín Cueva  
Dávila, Bolívar Echeverría, Alejandro Moreano, Fernando Tinajero, hasta  
los de Wilfrido Corral, Alicia Ortega, Daniela Alcívar, Mario Campana,  
Gustavo Salazar, Iván Rodrigo Mendizábal, Cecilia Ansaldo (impulsora  
de la excelente Feria de Libro de Guayaquil), Paul Puma, Diego Falconí  
(obtuvo el premio Casa de las Américas), María Barrera-Agarwal, Fer-  
nando Albán (quien dirige la revista Elipsis, de las pocas revistas lite-  
rarias que se mantienen en el país), han tenido una trascendencia  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
549  
Galo Galarza  
que merece igualmente mencionarse. Lo mismo que el arduo trabajo  
emprendido por los hermanos Barriga López (Franklin y Leonardo), Ro-  
dolfo Pérez Pimentel, Rodrigo Riofrío Jiménez, César Alarcón Costa, cuan-  
do armaron sus monumentales diccionarios biobliográficos.  
La literatura escrita para niños y jóvenes tiene, así mismo, un  
gran desarrollo desde finales del siglo XX hasta nuestros días. Hay  
un tomo entero de la Historia y Antología de la Literatura Ecuato-  
riana que dedica a las escritoras y escritores que han publicado sus  
obras. Sería muy largo enumerar aquí al numeroso grupo de autores  
y autoras que han escrito para niños y jóvenes.  
No menciono a los autores de piezas teatrales ni guiones ci-  
nematográficos porque merecerían un estudio aparte.  
Finalmente decirles que las mujeres que no habían tenido un  
rol protagónico en la literatura ecuatoriana de los siglos XIX y XX  
(
salvo contadas excepciones como las de Dolores Veintimilla -en el  
siglo XIX y a quien los “intelectuales orgánicos” de aquella época la  
llevaron al suicidio-), Alicia Yanez Cossio, Nela Martínez, Lupe Rumazo,  
Iliana Espinel, Gilda Holst, Natasha Salguero, en el XX), y mucho menos  
en los siglos anteriores, donde las mujeres que querían escribir de-  
bían meterse a un convento para plasmar sus textos disfrazadas de  
monjas (Hernán Rodríguez Castelo realizó un estudio clave sobre este  
aspecto), hoy, en el siglo XXI, por el contrario, tienen una presencia  
notable, tanto como narradoras que como poetas. Entre las narrado-  
ras podemos señalar a Mónica Ojeda y Gabriela Alemán que están entre  
las más destacadas de América Latina. La novela Nefando de Mónica  
Ojeda está considerada entre las mejores del nuevo boom latinoame-  
ricano, armado recientemente por los críticos del diario El País de  
España, y su traducción al inglés quedó entre las finalistas para el  
National Book Award 2022. Y entre las poetas, podría mencionar a  
Sonia Manzano, Sara Vanegas, Maritza Cino, María Aveiga, Siomara Es-  
paña, Aleyda Quevedo, Margarita Laso (quien es, además, una excelente  
cantante), María Fernanda Espinosa, también destacada diplomática,  
llegó a ocupar la presidencia de la Asamblea General de Naciones  
Unidas y fue dos veces canciller de la República). Más otras talento-  
sas poetas y narradoras de varias generaciones y regiones como  
María Luz Albuja, Solange Rodríguez (prolífica cuentista, de las mejores  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
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Apuntes sobre la historia  
de la Literatura ecuatoriana  
del país), Sandra Araya, Lucrecia Maldonado, Aminta Buenaño, Sophía  
Yánez, Carla Badillo, Gabriela Ponce, Daniela Alcívar (a quien ya men-  
cioné también como notable ensayista, autora de una extraordinaria  
novela titulada: Lo que fue el futuro, Andrea Crespo, Valeria Guzmán,  
Mariuxi Valladares, Rocío Soria, María Clara Sharupi (quien escribe  
poesía en idioma shuar), Yuliana Ortiz Ruano, Julia Rendón Abrahan-  
son, por mencionar a algunas de ellas.  
Toda antología deviene, a la larga, en antojonía, decía hace  
unos años un crítico español, inventándose esa palabra, casi como  
un silogismo, y tenía razón. La persona que se encargue de armar  
una antología, sea del talante que fuera, deberá un momento escoger  
a su antojo a tal o cual autor o tal o cual trabajo de ese autor que vaya  
a integrar una antología de cuento o poesía o ensayo. Esto produjo,  
hace unos días, una amigable discusión con mi buen amigo, el poeta  
Simón Zavala, quien consideraba que antojonía tenía una connota-  
ción despectiva. No fue así. Espero que, finalmente, lo haya acep-  
tado. Querer incluir en una antología a todos aquellos hombres y  
mujeres que, a lo largo del tiempo, han escrito o publicado poemas,  
cuentos, ensayos, piezas de teatro, historias para niños y jóvenes, no-  
velas, en nuestro país, es una tarea casi imposible, podría resultar  
una especie de guía telefónica, similar a aquellas que se publicaban  
en el pasado. Alguien deberá, algún momento, para ello están los  
más serios estudiosos, escoger un parámetro para la selección, in-  
cluso si fuese de su propia obra.  
Muchas gracias queridas amigas y queridos amigos por  
acompañarme en esta hermosa e inolvidable tarde quiteña. Tengo la  
certeza, por las limitaciones de este trabajo, que omití en mi inter-  
vención a otras autoras y autores ecuatorianos, de diferentes épocas  
y lugares. Espero que sus nombres y sus obras, con toda justicia, apa-  
rezcan en alguno de los veinte tomos que conformarán la Antología  
e Historia de la Literatura Ecuatoriana, impulsada por la Academia  
Nacional de Historia, que inspiró esta ponencia y que, repito, merece  
nuestro sonoro aplauso.  
Buenas tardes  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
551  
Galo Galarza  
Bibliografía  
BASTIDAS, Antonio de; BAUTISTA AGUIRRE, Juan y ESPINOSA P O� LIT, Au-  
relio (Editor), Los dos primeros poetas coloniales ecuatorianos, siglos XVII y  
XVIII: Antonio de Bastidas [y] Juan Bautista Aguirre, J. M. Cajica, México,  
1960.  
GALARZA, Galo, Breviarios/diarios/memorias/libros, Eskeletra, Quito, 2022.  
LÓPEZ MARTÍNEZ, Isabel, Neruda y los escritores de la Edad de Oro, Editorial  
CSIC - CSIC Press, Sevilla, 2009.  
OLMEDO, José Joaquín de, Victoria de Junín, 2a., edición, Libresa, 1988.  
RODÓ, José Enrique, Motivos de Proteo, J. M. Serrano y C., 1909.  
––––––, Ariel; liberalismo y jacobinismo, Editorial Porrúa, España, 1968.  
ROTH, Philip, Pastoral Americana, Penguin Random House Grupo Editorial Es-  
paña, 20 oct. 2011.  
Universidad Andina Simón Bolívar, Historia de las literaturas del Ecuador. Ver  
en: https://www.uasb.edu.ec/vinculacion/historia-de-las-literaturas-del-  
ecuador/ (20-12-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 534–552  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
BIENVENIDA A CLAUDE LARA  
COMO MIEMBRO DE NÚMERO  
DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Franklin Barriga López1  
La persona que supera las medianías está sujeta a múltiples  
ataques y avatares, más aún si de por medio reverberan pasiones po-  
líticas. Esto aparece como una ley que se comprueba a cada mo-  
mento, como denominador por demás generalizado en las regiones  
del subdesarrollo que, ante todo, es mental.  
Mientras existe el personaje se quiere, por todos los medios,  
desmerecer su figura. La corriente aldeana se siente herida cuando  
alguien se eleva de la línea impuesta por la mala costumbre y el es-  
tatismo. Es necesario que el sujeto de distinción muera, para que lo  
que ayer fue agravio se convierta en elogio, lo que fue maledicencia  
se vuelva guirnalda, lo que fue inquina aparezca como muestra del  
honor de los pueblos que no supieron a tiempo reconocer a sus pro-  
hombres que mueren en el olvido. Es increíble, por su cantidad, el  
número de pensadores notables, de gente sin paralelo, que el mo-  
mento en que vivían recibieron como pago el ataque aleve y hasta la  
muerte. De qué sirve al cadáver los reconocimientos tardíos, si hasta  
el instante de la agonía no se retiraba la atmósfera de solapado me-  
nosprecio al talento, por la envidia y revanchismo convertidos en  
práctica diaria, por ello, poco creo en los homenajes post mortem.  
1
Doctor en Ciencias Sociales, Políticas e Internacionales, con estudios de postgrado en el país  
y el exterior. Actual Director de la Academia Nacional de Historia, pertenece, además, a varias  
academias de América y Europa. Escritor, historiador, catedrático y periodista de página edi-  
torial. Doctor Honoris Causa (Literatura) por la Universidad Internacional del Ecuador. Su ac-  
tividad intelectual, especialmente como profesor invitado o conferencista, se ha desenvuelto  
en academias diplomáticas y universidades de los cinco continentes. Autor de 120 obras pu-  
blicadas y de más de tres mil artículos editados en la prensa nacional y del extranjero. Primer  
Premio en el Concurso Intercontinental, convocado para escritores de habla inglesa, francesa,  
portuguesa y española, por la OEA y el Gobierno de Venezuela (1983), con motivo del Bicen-  
tenario del Libertador, con su libro “Bolívar y la educación en América”.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 553–565  
553  
Franklin Barriga López  
En el caso de Juan Montalvo, ni siquiera su muerte detuvo  
el embate de la oposición a su obra, a su ingenio, a su valentía, a su  
trascendencia. Aún subsisten brotes de montalbofobia. Todavía se  
quiere echar por los suelos la gloria del Cosmopolita. Vano intento,  
por cierto, cuyo resultado es lo contrario a lo preconcebido: se anhela  
atacarle y relucen más sus producciones, se anhela vilipendiarle y se  
yergue más esa figura de contornos egregios, se anhela menospre-  
ciarle y esa personalidad intensifica su refulgencia, para mayor de-  
sazón de los topos.  
En las cumbres hace frío, sin duda alguna, pero en el interior  
de las mismas prevalece el calor a temperatura máxima, prendiendo  
las profundidades de la Tierra, efluvio calórico que sale el rato menos  
pensado en forma de ignición a manera de esas fumarolas tan cono-  
cidas por los moradores de los Andes y que anuncian la actividad  
volcánica que, en ocasiones, se desata en la erupción catastrófica.  
Las cimas son orientación, punto de referencia, sitios para  
atalayar los horizontes que se postran ante las elevaciones, que se  
pierden a lo lejos por el aparecimiento de otras montañas. Los vol-  
canes tratan de evadirse de la pequeñez terrena para integrarse a la  
grandiosidad del cielo…  
Se ha dicho miles de cosas en contra de Montalvo, como tam-  
bién elogios: son las proporciones de lo que enseña el adagio antiguo  
en el sentido de que “cuando más alta la cumbre más pronunciado  
el abismo”. Recuérdese que faltó diccionario, con adjetivos de horror  
y de vergüenza, para menoscabar nada menos que al Libertador  
Simón Bolívar.  
En el caso de Montalvo, “batido en lava”, como lo definió  
Raúl Andrade, prosigue con rabia que se comprende, pero que bajo  
ningún concepto se justifica, la andanada que intenta, insulsamente,  
deteriorar la acción del gladiador cuya estirpe viene de Espartaco.  
Andrade, proveniente de una connotada familia liberal, definió  
como cacto melancólico la alegoría de Montalvo, que sobresale cla-  
morosamente de los “próceres de carrizo y las celebridades de alfeñique”  
(
…) “Sus contemporáneos, en verdad, casi nunca se colocaron a su misma  
altura. Así, pues, vegetaría seco y fino como un cacto que alisa sus espinas,  
para defenderse, no para herir”.2  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 553–565  
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Bienvenida a Claude Lara  
Que no fue filosofo se afirma, en repetición de letanía torpe,  
que hay que humanizarlo, que no es un gran escritor sino cuando  
maneja el dicterio, que no estuvo con las corrientes sociales de la  
época, en fin, cuantas otras sandeces más que caen por su propio  
peso, bajo el anatema de la impotencia y la ridiculez.  
Su porte y su palabra fueron los del filósofo hecho y derecho.  
Qué, sino, tratados filosóficos de la más alta alcurnia son sus obras  
que rebosan de moral y erudición, que son guías para las generacio-  
nes. Que hay que humanizarlo, sostienen, sin entender que Mon-  
talvo no puede ser encasillado en las oscuridades de la turbamulta,  
en las pequeñeces de la trivialidad.  
Tan actualizado estuvo para su siglo que Montalvo tiene vi-  
gencia en los días actuales. Sus enseñanzas son las del pensador  
cuyas ideas no mueren, no se someten al cristal de los dogmáticos  
ni de los sectarios; su emblema, la felicidad del género humano que  
debe ser conseguida, única y exclusivamente, en los campos de la  
justicia, de la fraternidad y, sobre todo, de la libertad.  
En 1857, se cumplió su deseo de trasladarse al Viejo Conti-  
nente. Es nombrado Adjunto Civil ante el Gobierno de Italia. Ya co-  
nocía mentalmente aquellos territorios, debido a su amplia  
ilustración, a su preferencia por las civilizaciones de la antigüedad.  
Iría a identificar los sitios en donde transcurrieron célebres personajes  
y se produjo el acontecer de culturas clásicas.  
Al cabo de algunos meses, el Adjunto Civil va de Roma a  
París y allí le informan que ha sido nombrado Secretario de la Lega-  
ción del Ecuador en Francia. “¡Qué hermoso placer! Pues si el país está  
muy pobre, a causa del militarismo y los malos políticos, él trabajará con la  
mitad del sueldo!”.3  
En la capital de Francia, a juzgar por documentos de la  
época, se encuentra por demás feliz, a pesar de su melancolía con-  
génita, de ese impulso a huir del bullicio para refugiarse en los apar-  
tados, a fin, de poder meditar y realizarse, en las letras ajeno al  
2
3
Raúl Andrade, Montalvo, la tormenta y la soledad, revista Vistazo, Guayaquil, abril 23, 1982, pp.  
6 a 30.  
Darío Guevara, Quijote y Maestro, Biografía novelada de Juan Montalvo o el Cervantes de América,  
2
Editorial Ecuador, Quito,1947, pp.310.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 553–565  
555  
Franklin Barriga López  
barullo y al oropel. Cuánto vale lo que queda escrito, con mayor  
razón en París.  
Con fecha 17 de diciembre de 1858 Juan Montalvo, como Se-  
cretario de la Legación de Ecuador en las Cortes de Francia y de Gran  
Bretaña, replicó a un periodista peruano la falsa noticia aparecida en  
Le Siecle”, por medio de una carta que se publicó en el mismo  
medio. Es de admirar su patriotismo, el eficaz cumplimiento de su  
deber como diplomático, a despecho de cuantas personas de antaño  
y de hogaño que han ido a funciones similares, por obra y gracia de  
nuestra contumaz politiquería, a cumplir intrascendentes y hasta de-  
plorables papeles por carecer de sensibilidad, preparación y hasta  
de elementales principios de urbanidad.  
Su desinterés por lo material se evidenció, nuevamente,  
cuando trabaja por la mitad de su sueldo, en la función diplomática.  
El Ministro Plenipotenciario del Ecuador en Francia era Pedro Mon-  
cayo, verídico combatiente por las causas del liberalismo, uno de los  
ecuatorianos más cimeros, historiador notable.  
El reumatismo obligó a Montalvo a renunciar su cargo. Ne-  
cesitaba el calor del trópico ecuatorial para los fríos que se le habían  
concentrado. Decidió volver a su Patria. Con experiencias adquiridas  
en Francia, Italia y Suiza, incrementado su caudal intelectual, con  
valija de escritos y esperanzas, aunque agobiado por la neuralgia,  
que le imposibilitaba caminar debidamente, llegó a Ecuador en 1860.  
En 1861, la Asamblea Constituyente eligió a García Moreno  
para que presida los destinos del país.  
Si hasta hoy –escribió Plutarco Naranjo- es signo de herejía criticar a  
García Moreno, es de imaginarse la consternación que habrá producido  
en la mente fanatizada de 1866, el corrosivo ataque de Montalvo. Com-  
batir a García Moreno significaba arremeter contra la Iglesia y, por  
ende, faltar a Dios. Solo un demonio vestido de humano podía acome-  
ter semejante empresa. Montalvo será repudiado no solo como liberal,  
4
como libre pensador, sino como masón, hereje, ateo.  
4
Plutarco Naranjo, Juan Montalvo, Estudio Bibliográfico, Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito,  
966, p.91.  
1
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Bienvenida a Claude Lara  
Estos señalamientos son procedentes, en vista de que Mon-  
talvo atacó a García Moreno y viceversa, en enemistad irreconcilia-  
ble, por eso tuvo que exiliarse, como lo hizo, asimismo, en el régimen  
5
de Ignacio de Veintemilla, el “de la cuchilla”.  
El 15 de enero de 1869, García Moreno derrocó al Presidente  
Javier Espinosa, teniendo como base un levantamiento militar pro-  
piciado por él. Montalvo logró asilarse en la representación diplo-  
mática de Colombia, a poco salió rumbo a Ipiales que supo brindarle,  
siempre, hospitalidad y justa valoración, hasta ahora: allí existe un  
Núcleo de la Casa de Montalvo que guarda el legado espiritual del  
insigne escritor y lo proyecta con admirable persistencia. Luego va  
a Panamá, posteriormente a París, al exilio.  
Cuando asesinaron a García Moreno, a la entrada del Palacio  
de Gobierno, el 6 de agosto de 1875, se hizo célebre la frase que pro-  
nunció Montalvo: “Mi pluma lo mató”; cuando ello tuvo lugar, Mon-  
talvo estuvo en Ipiales. El grito de venganza resonó trayendo abusos.  
Se quería lavar con violencia el magnicidio. Imposible el retornó de  
Montalvo al Ecuador, de haber venido se le hubiera hecho víctima  
de un arrastre similar al de Eloy Alfaro. Montalvo, desde La Voz del  
Norte, se solidarizó con el candidato Antonio Borrero, que fue pose-  
sionado presidente en el Congreso Nacional. Ante lo que percibió  
buenos augurios, Montalvo creyó llegado el momento de su retorno  
al país; estuvo en Quito el 2 de mayo de 1876, acompañado de un  
selecto grupo de admiradores, que había salido a recibirle en Coto-  
collao; nadie en representación de Borrero, lo cual fue un mal pre-  
sagio, por cuanto este mandatario demostró posteriormente distan-  
ciamiento y hasta animadversión a Montalvo que fue a Guayaquil  
en misión periodística, al llamado del general Eloy Alfaro que había  
llegado de Centroamérica. Se trasladó al Puerto Principal junto a  
Francisco Moscoso, un leal amigo suyo. Recibió apoteósica bienve-  
nida; se dedicó a escribir y…a conspirar. Hizo público su anhelo de  
que un triunvirato reemplace a Borrero y Cortázar. Después, con el  
5
Jorge Jácome Clavijo, Tras las huellas de Montalvo, edición póstuma, tomo II, Instituto Iberoa-  
mericano de Patrimonio Natural y Cultural del Convenio Andrés Bello, IPANC, Quito, 2007,  
pp. 31, 41 y 42.  
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557  
Franklin Barriga López  
apoyo de los expresidentes José María Urbina y Francisco Robles,  
Ventemilla se convirtió en el nuevo gobernante de Ecuador. Mon-  
talvo fue proscrito a Panamá, en donde permaneció por cuatro  
meses, para volver a la ciudad de Ambato.  
Dadas las circunstancias adversas, alentadas desde los púlpi-  
tos a causa de las retaliaciones por sus escritos, Montalvo tuvo la in-  
tención de refugiarse en Ipiales, tan cordial para él. El perseguido  
continuó su rumbo y llegó a Panamá, donde recibió auspicios eco-  
nómicos de Alfaro, lo que le sirvió para avanzar a Europa y arribar,  
en 1881 a París. El 17 de enero de 1889, falleció en el departamento  
ubicado en la calle Cardinet N. 26, donde vivía con su mujer fran-  
cesa, un vástago y una empleada doméstica.  
La cronología de las permanencias de Montalvo en el extran-  
jero, puede sintetizarse de la siguiente manera:  
1857: viaja por primera vez a Europa como Adjunto Civil del  
Ecuador ante el Gobierno de Italia; 1858, va a París, como Secretario  
de la Legación ecuatoriana en Francia; 1860, vuelve a la Patria, por  
renuncia de su cargo diplomático; 1869, una vez declarado dictador  
García Moreno, Montalvo inicio su destierro en Ipiales y, luego, por  
segunda vez, en Europa, desde donde emprende el retorno al finali-  
zar ese año; 1870, va al Perú, después pasa a Ipiales hasta 1876. El 6  
de agosto de 1875 asesinan a García Moreno; 1876: vuelve a Quito.  
Ese mismo año, en noviembre, se le destierra por orden de Veinte-  
milla; 1877, regresa y se traslada a Guayaquil y Ambato; 1879: sale  
clandestinamente de Ambato. El destino le reservaba su último des-  
tierro; en 1881, arriba a París; fallece en la Ciudad Luz el 17 de enero  
de 1889. Su cuerpo momificado, es llevado a Guayaquil, en donde,  
a pesar de la oposición clerical, permanece desde el 10 de julio de  
1889 hasta el 10 de abril de 1832, en el cementerio de la Perla del Pa-  
cífico que, con magnífico proceder, supo honrar al pensador. Esos  
restos venerables son llevados, finalmente, a su ciudad natal a donde  
llegan el 12 del mismo mes y año: se los recibe apoteósicamente, con  
motivo de cumplirse cien años del nacimiento del insigne ecuato-  
riano. La Casa de Montalvo, en la capital de Tungurahua, centro de  
fervoroso dinamismo cultural, cuida con el respeto debido el admi-  
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Bienvenida a Claude Lara  
rable mausoleo a donde acuden, en peregrinación cívica y de ilus-  
tración, no solo los librepensadores.  
Poco tiempo permaneció Juan Montalvo en funciones diplo-  
máticas, no obstante, dado su prestigio, se lo vincula como funcio-  
nario icónico del Servicio Exterior y, obviamente, como uno de los  
nombres infaltables en la proyección de los representantes de nuestra  
cultura, de allí el tema que abordará, dentro de pocos minutos,  
Claude Lara, en su discurso de ascenso de Miembro Correspon-  
diente a Miembro de Número, que lleva por título “La promoción  
diplomática de Juan Montalvo en el mundo. Los ejemplos de París,  
Quebec y Pekín”, tres metrópolis en las que Claude tuvo marcado  
protagonismo en la promoción referida.  
Antes de escuchar al flamante recipiendario, debo indicar  
que, entre los países europeos a donde llegó, Montalvo estuvo tam-  
bién en España. En la Península Ibérica dejó recuerdos en la capital  
española, en 1883: por haber relación con el tema en desarrollo úni-  
camente, participo a ustedes que una de las gratas remembranzas  
que conservo, de las varias veces que estuve en Madrid, es haberme  
hospedado en el Hotel París, localizado en Alcalá 2, frente a la Puerta  
del Sol, que se inauguró en 1864 y que en los años a que me refiero  
mantenía todavía su arquitectura y decorado del siglo XIX, con gran-  
des cuadros y espejos, gobelinos, muebles y cortinajes de esa centuria  
y de estilo francés: en el salón de tertulias mantuvimos algunas reu-  
niones con intelectuales españoles y diplomáticos de nuestra Emba-  
jada en la capital de España, entre los que recuerdo por su brillante  
protagonismo y caballerosidad en esa metrópoli a Renán Flores Ja-  
ramillo, doctor por la Universidad de Salamanca, escritor quiteño,  
diplomático sobresaliente, llegó a ser secretario general de la Orga-  
nización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia  
y la Cultura y director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua,  
esto último cuando retornó a Ecuador después de larga y fructífera  
estancia en Europa. En esos conversatorios, más de una ocasión evo-  
camos a Juan Montalvo que se había hospedado en el hotel prenom-  
6
brado. En 1883 se reunía, entre otros, con intelectuales de la talla  
6
A más de Montalvo, me informó Flores Jaramillo, que se había hospedado allí, años antes que  
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Franklin Barriga López  
de Gaspar Núñez de Arce, Marcelino Menéndez y Pelayo, Emilio  
Castelar, Juan Varela y Emilia Pardo Bazán. Con esta condesa y es-  
critora de prestigio tuvo relación cercana y correspondencia recogida  
por Roberto Agramonte y Jaén Morente, compilada en la revista Cul-  
tura, Ambato, 1927.  
Este preámbulo he creído pertinente exponer, centrado en lo  
internacional y diplomático donde transcurrió considerable parte de  
la existencia de Juan Montalvo, para resaltar que dos especialistas en  
la vida y obra del insigne escritor, sobre todo en París, son Darío Lara  
y Claude, su hijo que sigue las huellas de su ilustre progenitor. “Darío  
Lara se distinguió como educador, historiador y literato, habiendo  
sido por más de cincuenta años el mayor promotor de la cultura ecua-  
toriana en París, no solo a través de publicaciones e investigaciones  
históricas sino como catedrático de literatura hispanoamericana y  
ecuatoriana en las Universidades Católica y de París-X-Nanterre de  
la capital francesa”, como se indica en el Decreto, expedido por el Pre-  
sidente Sixto Durán Ballén, el 3 de septiembre de 1994, al conferirle  
la Condecoración de la Orden Nacional de San Lorenzo.  
Claude Charles Lara Brozzesi es actualmente Embajador de  
Carrera del Servicio Exterior del Ecuador. El ascendido hoy a miembro  
de Número cuenta con los siguientes peldaños en su vida profesio-  
nal:  
1982 Licenciatura en Letras e Historia Hispanoamericanas de la  
Universidad de París-X-Nanterre, Francia.  
1982 Licenciatura en Derecho Público de la Universidad de París-  
X Nanterre, Francia.  
1984 Maestría en Derecho Internacional de la Universidad de París-  
X Nanterre, Francia.  
1988 Doctorado en Derecho Internacional Público de la Universi-  
dad de París-X, Nanterre, Francia (equivalente a un Doctorado de  
Post-grado o PHD, según dictamen del CONUEP del21/09/1998).  
mí, también Galo René Pérez (1923-2008), autor de la biografía Un escritor entre la gloria y las  
borrascas. Vida de Juan Montalvo, Ediciones Siruela, Madrid, 1991, 496 pp. Pérez Cruz llegó a  
ser Director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y Presidente de la Casa de la Cultura  
Ecuatoriana, recibió, en el 2004, el Premio Nacional Eugenio Espejo.  
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Bienvenida a Claude Lara  
1989 Diplomado de la Academia Diplomática Andrés Bello de  
Chile.  
1993 Miembro de la Sociedad Francesa de Derecho Internacional.  
1998 Miembro fundador de la Sociedad Ecuatoriana de Investiga-  
ciones Históricas y Geográficas.  
1998 Diploma como Profesor de la asignatura: Derecho del Mar  
por la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exte-  
riores del Ecuador.  
1998-1999 Presidente de la Alianza Francesa de Quito.  
2003 Certificate in English Proficiency de la Universidad McGill-  
Montreal, Canadá.  
•2003 Miembro honorario de la Fundación de los Niños del Ecua-  
dor-Montreal, Canadá.  
2005 Acuerdo de la Ilustre Municipalidad del Cantón Riobamba y  
la Dirección Municipal de Educación y Cultura de la Alcaldía  
de Riobamba por la donación de 2170 libros a bibliotecas de 50 es-  
cuelas y 23 colegios del Municipio y de la Casa de la Cultura,  
sede de Chambo.  
•2005 Diploma de acreditación como Honorario de la Confraterni-  
dad Bolivariana de América, Capítulo Ecuador.  
Oct.2007 Medalla al Mérito Cívico y Cultural de la Presidencia de  
la República del Ecuador, Comisión Nacional Permanente de Con-  
memoraciones Cívicas.  
Dic.2007 Placa de Reconocimiento como Miembro del Consejo de  
Administración del Centro Internacional de Estudios Superiores  
para América Latina (CIESPAL).  
Nov.2012 Investigador asociado del Centro de Investigación Ver-  
sailles Saint-Quentin, Instituciones Públicas de la Facultad de De-  
recho de la Universidad Versailles Saint-Quentin.  
2014 Diploma en calidad de Ponente Expositor en el Coloquio Juan  
Montalvo con el Tema “Montalvo, ideólogo liberal de América La-  
tina”, Casa de Montalvo, Ambato.  
Desde enero 2016, Miembro Correspondiente de la Academia Na-  
cional de Historia del Ecuador, Quito.  
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Franklin Barriga López  
Experiencia laboral  
Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana  
1985-1986 Funcionario Administrativo en la Dirección General  
-
de Cultura y Dirección General de Protocolo. Desde este año in-  
gresó como diplomático de carrera (tercer secretario) al Servicio  
Exterior Ecuatoriano, donde sigue laborado hasta hoy, como Em-  
bajador, como ya quedó expresado, luego de haber cumplido mi-  
siones y según el rango, fue ascendiendo en el escalafón pertinente,  
en Nicaragua, Francia (en la Embajada ecuatoriana y en la Unesco),  
Canadá, Colombia, China. En Ecuador, entre otras funciones, se ha  
desempeñado como Representante Alterno ante el Consejo Nacio-  
nal de Cultura y el Comité Ejecutivo, Director General de Relacio-  
nes Culturales, Vicepresidente y Presidente de la Comisión  
Nacional Permanente de Conmemoraciones Cívicas de la Presi-  
dencia de la República del Ecuador (2004 al 2007), Director y Sub-  
director de la Dirección de Relaciones Bilaterales de México,  
América Central y el Caribe. Como delegado de Cancillería, laboró  
en calidad de Coordinador General en el Simposio Internacional  
sobre la Segunda Misión Geodésica Francesa en el Ecuador, evento  
organizado por nuestra Academia, junto al Ministerio de Relacio-  
nes Exteriores de nuestro país, la Embajada de Francia en Quito y  
el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA) que tiene su sede  
en Lima, Perú.  
Enseñanza  
-
-
-
1983-1984 Profesor de Español en el Curso Carpentier, París.  
1987 Profesor de Francés en la Alianza Francesa de Quito.  
1995-1996 y 1998-1999 Profesor de Derecho Internacional Público  
en la Universidad San Francisco de Quito.  
1997 y 2005 Profesor de Derecho del Mar en la Academia Diplo-  
mática del Ecuador.  
1997-1999 Profesor de Derecho del Mar en el Instituto Superior  
-
-
de Estudios del Tercer Ciclo en Ciencias Internacionales, Facultad  
de Jurisprudencia, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad  
Central del Ecuador.  
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Bienvenida a Claude Lara  
Idiomas: Francés e Inglés  
Publicaciones de su autoría  
Libros  
El Territorialismo marítimo latinoamericano en el Derecho Internacional  
del Mar, Banco Central del Ecuador, Quito, 1991.  
La Doctrina Latinoamericana y el Sistema Marítimo del Pacífico Sudeste,  
El Duende, Quito, 1993.  
Este otro Montalvo, Abya-Yala, Quito, 1996.  
Correspondencia de Jorge Carrera Andrade con intelectuales de lengua  
francesa, 3 tomos, AFESE-Abya-Yala, Quito, 2004.  
El Ecuador y la Declaración sobre Zona Marítima (1952-2007), Quito,  
2007.  
El Ecuador en el Mundo, 1830-2006, AFESE, Quito, 2006: La Defensa  
del Mar. 3  
Diplomáticos en la literatura ecuatoriana  
AFESE, Los diplomáticos y la literatura: escritos, libros y crítica en  
la revista AFESE. Quito, 2015.  
Estudios sobre Juan Montalvo, Pekín, 2018.  
Estudios sobre la Segunda Misión Geodésica Francesa en el Ecuador,  
2020.  
Discos compacto CD:  
Delimitación Marítima entre Ecuador y Perú (Prólogo, documentos,  
doctrina, mapas, autor), Toner diseño gráfico y multimedia, Quito,  
2006.  
Artículos en revistas  
Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior  
Ecuatoriano (AFESE): Ver revistaelectrónica: www.afese.com/re  
vista.php?idSubTema=7 o http://revistaafese.org/wp3/  
Folleto de la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones  
Exteriores del Ecuador.  
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Franklin Barriga López  
Correo Diplomático, Quito. Ecuador.  
Memoria de la Sociedad Ecuatoriana de Investigaciones Históricas y Geo-  
gráficas, Quito. Ecuador.  
France-Ecuador de la Alianza Francesa de Quito (cofundador).  
Magazine Nuit Blanche, Quebec-Canadá.  
PODIUM, publicación de la Universidad de Especialidades “Espí-  
ritu Santo”, Guayaquil.  
Varios artículos en periódicos, como El Comercio, Hoy, El Meridiano,  
La Hora, Expreso y en el Boletín de la Academia Nacional de Historia  
del Ecuador.  
Puedo atestiguar que Claude siempre se encuentra dispuesto  
a colaborar con nuestra Academia, como lo hizo, en funciones de  
Coordinador, en el Simposio Internacional que, con motivo de los  
1
20 años de la llegada a Ecuador de la Segunda Misión Geodésica  
Francesa, el año anterior, organizó nuestra entidad junto al Ministe-  
rio de Relaciones Exteriores de nuestro país, la Embajada Francesa  
en Quito y el Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA), que tiene  
su sede en Lima, Perú, evento que atrajo a más de 30 mil visitantes  
vía zoom. Otra prueba de lo indicado: ha colaborado para la entrega  
de publicaciones de nuestra institución a bibliotecas, academias di-  
plomáticas y más centros de cultura en Costa Rica, El Salvador, Hon-  
duras, Panamá, República Dominicana, Argentina, Bolivia, Brasil,  
Chile y Paraguay.  
He aquí el perfil de un destacado ecuatoriano que, por sus  
méritos, asciende de Miembro Correspondiente a Miembro de Nú-  
mero, en la tarde y noche de hoy, en esta solemne ceremonia que se  
cumple en la tradicional Casa Alhambra, donde labora nuestra icó-  
nica entidad. Me es sumamente grato brindarle la más cordial de las  
bienvenidas a la Academia Nacional de Historia del Ecuador, cuyos  
símbolos (Diploma, Medalla consagratoria y Escarapela en la que  
consta el Escudo Institucional) serán entregados una vez que escu-  
chemos el discurso estatutario de incorporación que el embajador  
Claude Lara Brozzesi pronunciará de inmediato.  
Damas y caballeros  
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Bienvenida a Claude Lara  
Bibliografía  
ANDRADE, Raúl, Montalvo, la tormenta y la soledad, revista Vistazo, Guayaquil,  
abril 23, 1982.  
GUEVARA, Darío, Quijote y Maestro, Biografía novelada de Juan Montalvo o el Cer-  
vantes de América, Editorial Ecuador, Quito,1947, pp. 310.  
NARANJO, Plutarco, Juan Montalvo, Estudio Bibliográfico, Casa de la Cultura  
Ecuatoriana, Quito, 1966.  
PÉREZ, Galo René, Un escritor entre la gloria y las borrascas. Vida de Juan Montalvo,  
Ediciones Siruela, Madrid, 1991.  
Quito, 19 de diciembre de 2022  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 553–565  
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BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
Vol. C – Nº. 208-B  
Julio–diciembre 2022  
LA PROMOCIÓN DIPLOMÁTICA DE JUAN MONTALVO  
EN EL MUNDO, LOS EJEMPLOS DE PARÍS, QUEBEC Y PEKÍN  
–DISCURSO DE ASCENSO A MIEMBRO DE NÚMERO–  
Claude Lara Brozzesi1  
En París inicié mi educación montalvina y en este discurso  
de incorporación presentaré varios de sus aspectos que determina-  
2
ron mi labor intelectual. Esta iniciación fue una de las bases de mi  
carrera diplomática. París fue una lección de diplomacia ecuatoriana  
dedicada a Juan Montalvo. Al descubrir en Francia a Juan Montalvo  
y su obra, aprendí múltiples facetas de la diplomacia cultural del  
Ecuador.  
Una vez precisada esta formación, presentaré en qué consiste  
la promoción diplomática del Cosmopolita al describir las siguientes  
actividades de nuestro Consulado General en Montreal, durante el  
“Mes del Ecuador en Quebec”, y, en nuestra Embajada en Pekín, al  
rendir un homenaje a la figura del Cervantes de América, en la Re-  
pública Popular China.  
Mi encuentro con Juan Montalvo en París  
Conocí a Juan Montalvo en París. Allí me inicié en su obra y  
descubrí las primeras manifestaciones de la labor diplomática ecua-  
1
2
Licenciado en Letras e Historia Hispanoamericanas, doctor en Derecho Público de la Univer-  
sidad de París Oeste-Nanterre, Francia y diplomado de la Academia Diplomática Andrés Bello,  
Chile. Diplomático de carrera del Servicio Exterior del Ecuador, desde el año 1985. Actual-  
mente, en su calidad de Embajador, es director de la Dirección de México, América Central y  
el Caribe en el Ministerio de Relaciones Exteriores y de Movilidad Humana. Miembro corres-  
pondiente de la Academia Nacional del Ecuador y de la Sociedad Francesa de Derecho Inter-  
nacional. Sus ejes de investigación son: Derecho del mar, relaciones internacionales, cultura  
ecuatoriana y los intercambios culturales franco- ecuatorianos.  
Ver páginas web: Ecuador diplomacia y cultural: http://ecuadordiplomaciacultura.com/  
Academia: https://academianacionaldehistoria.academia.edu/ClaudeLara/Literatura (06-  
XII-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
566  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
3
toriana. En efecto, la “ciudad luz” y mi padre, A. Darío Lara, fueron  
mis primeras y principales fuentes montalvinas. En esta prestigiosa  
capital, en el siglo XIX, el Cervantes de América escribió, publicó,  
vivió, formó familia y falleció. Durante mi adolescencia y el inicio  
de mi juventud oía, veía y comencé a conocer la obra diplomática  
realizada en el siglo XX por nuestros: Consulado, Legación luego  
Embajada y Misión Permanente ante la Unesco. Así gracias a nues-  
tros representantes diplomáticos, no solo Juan Montalvo estaba pre-  
sente en mi cotidianidad parisiense con el busto en el Square de  
América Latina de la plaza Champerret, la placa conmemorativa de  
la calle Cardinet, los coloquios y conferencias, los artículos en revis-  
tas y periódicos, la difusión de su obra particularmente en bibliotecas  
públicas parisienses y francesas, traducciones al galo, sino que tam-  
bién formó parte de mi naciente ecuatorianidad.  
Gracias a mi padre, niño de 5 años, no sólo conocí al hijo de  
Juan Montalvo, Jean Contoux Montalvo, sino que en la biblioteca pa-  
terna constaban las publicaciones del Cosmopolita, en varias edicio-  
nes, así como obras críticas de autores nacionales, hispanoamerica-  
nos, europeos y traducciones. Durante más de 40 años, él dedicó a  
nuestro genio, parte de su obra literaria, histórica, diplomática y do-  
cente en varias universidades parisienses. También soy su discípulo  
al desarrollar y difundir sus investigaciones. Resalto los beneficios  
de esta transmisión paternal, particularmente cuando me dedicó, en  
el año 2000, esta obra que comprende todas las cartas manuscritas  
4
de Jean Contoux y las suyas:  
Mon cher Claude:  
Las páginas que siguen representan para mí un capítulo inolvidable  
de mi vida. Como gracias a Este otro Montalvo, mejor que nadie tú has  
comprendido esta significación, en ningunas manos estarán mejor  
como en las tuyas. Por lo mismo, te dedico este volumen, seguro de  
que sabrás valorarlo, y en este día memorable por tantos motivos.  
Con el afecto de tu padre,  
3
4
Ver el siguiente enlace acerca de la reproducción de 16 estudios, en español y francés, del mon-  
talvista A. Darío Lara, Juan Montalvo. Ver en: http://ecuadordiplomaciacultura.com/adario-  
lara/ (06-XII-2022).  
A. Darío Lara, Correspondencia entre Jean Contoux - Montalvo y A. Darío Lara (1963-1969).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
567  
Claudio Lara Brozzesi  
f) A. Darío L.  
En Montreal, a 21 de Enero del año 2000.  
5
Le había dedicado ya, en 1996, mi libro Este otro Montalvo que  
da a conocer por primera vez en español los siete años de su corres-  
pondencia con Jean Contoux Montalvo, 1963-1969, y varias confe-  
rencias inéditas dictadas en Ambato, así como artículos desconocidos  
de Juan Montalvo o sobre él, durante los siglos XIX y XX.  
Antes de referirme directamente a la difusión diplomática  
montalvina, deseo recordar esta escena parisiense que tanto me im-  
presionó y admiro, y que se volvió el motor de mis investigaciones  
montalvinas:  
El cuadro no puede ser más espléndido. Entre las avenidas de los Cam-  
pos Elíseos y de Gabriel (el nombre de Jacques-Ange GABRIEL, 1698-  
1782) el arquitecto que construyó la Plaza de la Concordia y de los dos  
majestuosos hoteles que la decoran, se extienden los amplios jardines  
en los que tiene lugar, al aire libre, el mercado de los sellos de correo…  
Los últimos días de un verano particularmente asoleado y risueño cu-  
brían con un manto de oro el verdor de las avenidas, de los paseos;  
grupos de turistas subían y bajaban la célebre avenida; los cafés y res-  
taurantes estaban saturados de clientes que disfrutaban de aquellos  
días de espléndidas vacaciones. En aquel sitio excepcional, en una de  
aquellas tardes, tuvo lugar un diálogo al parecer muy prosaico; se re-  
alizó una escena que bien merece recogerla para la historia montalvina.  
-Señor, ¿tiene usted algún timbre de esta serie de Juan Montalvo? Pre-  
guntaba un adolescente que tenía en sus manos una estampilla ecua-  
toriana con la efigie del ilustre escritor ambateño y universal. El  
interrogado, sea porque no le interesaba el cliente, sea que atendía a  
personas más importantes, con un gesto de paternal benevolencia, ape-  
nas articuló:  
-“¡No, mi pequeño, no sé de quién me hablas!”.  
Sin embargo, la interrogación del chiquillo no se perdió en al aire ni  
entre el follaje de los castaños, de los nogales, de los plátanos que ofre-  
cían una sombra benéfica a los cansados turistas, agrupados junto a los  
estanques y surtidores de esos jardines parisienses.  
-
¿Por qué te interesa Juan Montalvo? Dijo al adolescente un caballero  
de noble prestancia, finas maneras, admirado de oír en semejante sitio  
5
Ibidem. Dedicatoria.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
568  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
y de labios de un francesito el nombre del gran clásico de las letras es-  
pañolas e hispanoamericanas. Este distinguido caballero, filatélico de  
ocasión, y horas de ocio, se dedicaba a trabajos más serios: era nada  
menos que el responsable de Asuntos Culturales de la Embajada de  
Venezuela. De familia francesa-venezolana, hombre de inmensa cul-  
tura, historiador, miembro de Academias, cumplía en París una labor  
de alta calidad dentro de los medios intelectuales de la Capital francesa,  
en donde era muy conocido y se le apreciaba como ameno y erudito  
conferenciante. Su nombre: FG. Pardo de Leygonier. Le he mencionado  
en algunos de mis libros; pues, tuve el privilegio de disfrutar de  
su amistad.  
A la inesperada pregunta del amable caballero, el adolescente que es-  
taba decepcionado por la respuesta de su primer interlocutor, con ad-  
mirable encanto contestó:  
Mi papá me ha contado que pertenece a la familia de Juan Montalvo  
y según parece, fue un gran escritor”.  
Intrigado por las palabras del chiquillo, Pardo de Leygonier, que co-  
nocía naturalmente la biografía del escritor ecuatoriano, fallecido en  
París en 1889, y cuyo busto se halla en la Plaza de Champerret, pero  
que ignoraba que el ecuatoriano hubiese dejado familiares en Francia,  
tuvo una contestación que debía estar al comienzo no de una novela,  
pero de historia auténtica. Y tal vez, a despecho de decepcionar a quie-  
nes, más de una vez, me han preguntado ¿Cómo pudo llegar a descu-  
brir al hijo de Juan Montalvo que nadie conocía?, encontrarán aquí la  
sencilla y verídica explicación de esta bella aventura que me fue dada  
vivir en París.  
-
“Si deseas algunas estampillas de Juan Montalvo y más detalles sobre  
su biografía de este pariente tuyo, dijo el intelectual Venezolano, dirí-  
gete a este señor… Y sacando una tarjeta suya escribió:  
Monsieur A. Darío Lara  
Ambassade de l’Équateur  
34, Avenue de Messine  
Paris 8è.  
Tél. LABorde 10-21.6  
6
A. Darío Lara: Juan Montalvo en París, 2 tomos, Subsecretaría de Ambato-I. Municipio de Am-  
bato, impresión Ministerio de Educación y Cultura del Ecuador, Quito-Ecuador, 1981, 1º tomo;  
pp. 7-10. FG. Pardo de Leygonier, personalidad cultural olvidada, pero que ha tenido un papel  
fundamental en la difusión y conocimiento de la cultura hispanoamericana en Francia, en  
Présentation du livre Voyageurs français en Équateur au XIX° siècle”: http://ecuadordiploma  
ciacultura.com/presentation-du-livre-voyageurs-francais-en-equateur-au-xix-siecle/  
06-XII-2022).  
(
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
569  
Claudio Lara Brozzesi  
Con las lecturas de esta admirable escena parisiense nació  
mi fascinación por Juan Montalvo, que se acrecentó constantemente  
al conocer y apreciar mejor las investigaciones de mi padre. Lo ilus-  
traré al leer varios fragmentos de su primera carta a Jean Contoux,  
hijo de Juan Montalvo:  
Señor Don Jean CONTOUX  
Villa ELVINA  
Cannes  
París, a 25 de septiembre de 1963  
Yo soy un funcionario de esta Embajada y Catedrático Universitario  
de Letras. Durante varios años me he consagrado a la paciente inves-  
tigación de cuestiones literarias e históricas relacionadas con mi país,  
el Ecuador.  
En París desde 1947, una de mis mayores preocupaciones ha sido re-  
coger el mayor número posible de datos acerca de la vida y de la obra  
del más célebre de nuestros escritores y gran clásico del idioma: Juan  
Montalvo, Ecuatoriano ilustre que ha dado brillo inmortal a la lengua  
castellana y a nuestro lejano y desconocido país, resonancia continen-  
tal, gracias al valor universal de su obra.  
Por felices circunstancias, tengo la convicción de que Usted me puede  
proporcionar detalles valiosísimos acerca de nuestro eminente compa-  
7
triota, que, creo, fue su ilustre y querido Padre (…).  
A esta carta escrita en español, Jean Contoux-Montalvo con-  
testó en francés y cuya traducción dice:  
Cannes, a 1° de octubre de 1963  
Jean CONTOUX  
Villa Elvina134,  
bv. De la República  
Cannes  
Señor Dr. Darío Lara  
Embajada del Ecuador  
34, avenida de Messine  
París (8°)  
7
Claude Lara, Este otro Montalvo, ediciones Abya Yala, Cayambe-Ecuador, 1996, pp. 19-20.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
570  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
Querido Señor:  
He recibido su carta del 25 de septiembre, y excúseme por haber tar-  
dado un poco en responderle.  
No le ocultaré que su carta me sorprendió. Sin duda alguna, usted co-  
noció mi existencia y dirección a través de su Gobierno, ya que nunca  
tuve contacto con la Embajada en Francia.  
En cambio, hace tres años tuve una correspondencia con el Doctor José  
María Velasco Ibarra, en aquel entonces, Presidente de la República.  
Esta correspondencia no tuvo el resultado que esperaba, sin duda por-  
que el Doctor Velasco Ibarra tuvo que abandonar sus altas funciones.  
Me interesaría saber si su diligencia se relaciona con ella.  
Por ahora, quiero simplemente contestar a su pedido, el cual, créame,  
me conmovió mucho. En efecto, poseo recuerdos de mi padre (fotogra-  
fías, ejemplares de algunas de sus obras, correspondencia) que tienen  
para mí un valor sentimental. Naturalmente, tengo también recuerdos  
personales de mi infancia y de las relaciones que mi madre, fallecida  
en 1950 en sus noventa años, y yo, hasta mi décimo octavo año, más o  
menos, tuvimos con la mayor parte de las personalidades ecuatorianas,  
oficiales o privadas, en misión o residentes en París. Me parece com-  
prender que todo esto le interesaría, pero desearía que me dijera con  
qué finalidad. Supongo que no se trata sólo de una mera curiosidad li-  
teraria (...).8  
Con estos antecedentes, décadas más tarde, entendí que una  
importante parte de mi producción literaria, histórica y diplomática  
estaba trazada. La puedo resumir con esta frase: en mi carrera diplo-  
mática, participaré activamente en la difusión de nuestro Cosmopo-  
9
lita, en los idiomas español y francés.  
8
9
Claude Lara Este otro Montalvo op. cit., pp. 21-22.  
Claude Lara, Estudios sobre Juan Montalvo/Études sur Juan Montalvo, Diagramación e impresión  
LOOKWE, Beijing, 2018, y otras investigaciones en línea:  
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Recorrido sobre mis investigaciones montalvinas (conferencia).  
厄瓜多尔向 胡安 蒙塔尔沃 致敬/ “El Ecuador rinde homenaje a Juan Montalvo.  
2019: 130 años de la muerte de Juan Montalvo en París, el ejemplo de Gonzalo Zaldumbide.  
Homenaje a Juan Montalvo: histórica actuación diplomática.  
Acerca de Jean Contoux, hijo de Juan Montalvo.  
Juan Montalvo en París - un brillante ejemplo para la diplomacia cultural ecuatoriana.  
Homenaje a Juan Montalvo y textos desconocidos.  
Libro “Este Montalvo”: introducción.  
Le Square de l’Amérique Latine fondé par le Comité France-Amérique et le Buste de Juan  
Montalvo.  
-Au sujet de Jean Contoux, fils de Juan Montalvo.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
571  
Claudio Lara Brozzesi  
París, una lección de diplomacia ecuatoriana dedicada a Juan Mon-  
talvo  
Comenzaré con la labor montalvina de Gonzalo Zaldum-  
0
1
bide, posiblemente el modelo, el ejemplo más notorio para los di-  
plomáticos ecuatorianos. Esta afirmación de Ventura García Calde-  
rón: ensayista, cuentista y diplomático peruano refleja este aporte:  
La Casa Garnier, de París, ha encomendado a Gonzalo Zaldumbide la  
edición de las Obras Completas de Montalvo, que verán la luz en 1920.  
Semejante edición, que reuniera obras dispersas y refrendara antiguos  
juicios, era esperada desde hace un cuarto de siglo. Oportuna parece  
hoy, merced al estudio de Rodó y a más frecuentes vínculos intelectua-  
les de América, se extiende del Ecuador al Continente la gloria del úl-  
timo clásico (…)  
Pero merced al genial ecuatoriano no necesitaremos buscar únicamente  
en España los modelos. Tal vez Montalvo es el mejor y el más útil de  
todos, porque nos da el ejemplo de una prosa moderna, en donde  
caben el vocablo y el giro provectos. Todo lo suma en su obra múltiple:  
un realismo picaral que evoca antiguas parrandas; una gracia maliciosa  
aprendida en La Celestina; una ansia súbita de moradas eternas, por  
donde llega a la altura de las sublimes y vertiginosas páginas en que  
Luis de Granada refiere la tragedia católica; un lirismo pensativo que  
redime a nuestra América de tantos gritos imitados; una elegancia casi  
altanera y exclusivamente suya, todo lo hallaremos en los doce volú-  
menes de esta edición definitiva, que irá disponiendo con temblorosa  
11  
pericia la mano experta y cordial de Gonzalo Zaldumbide.  
-
La révélation du fils parisien de Juan Montalvo et sa descendance en France.  
-Hommage à Juan Montalvo, l’historique d’une action diplomatique (Gonzalo Zaldumbide).  
In, https://academianacionaldehistoria.academia.edu/ClaudeLara , sección literatura,  
06-XII-2022).  
0 A. Darío Lara, “Gonzalo Zaldumbide Ministro Plenipotenciario de Ecuador en París (1923-  
929)”, La Vitrina de un País sobre el Mundo, informes de los Diplomáticos franceses del siglo XIX.  
(
1
1
Ediciones Abya-Yala, Quito-Ecuador, 1997, pp. 339-359.  
1
1 Ventura García Calderón, “Montalvo”, Gustavo Salazar (editor), Gonzalo Zaldumbide, Cua-  
dernos a pie de página, n°3, Madrid, 2010, pp.21 y 23. Ver en: https://issuu.com/salazar-  
gustavo/docs/cuadernos_a_pie_de_pagina_3 (06-XII-2022).  
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572  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
A continuación, leeré los títulos de las obras reeditadas en la  
Casa editorial de Garnier Hermanos en la colección, Biblioteca de  
Grandes Autores Americanos:  
-
1921: Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, en 1 tomo, con una pre-  
sentación: “Dos palabras” de Gonzalo Zaldumbide.  
1921: Siete Tratados, con un prólogo de Gonzalo Zaldumbide.  
1923: El Cosmopolita, en dos tomos, con un prólogo de Gonzalo Zal-  
dumbide.  
-
-
-
-
-
-
-
-
1925: Las Catilinarias, con un prólogo de Miguel de Unamuno (2  
tomos).  
1927: El Cosmopolita, en dos tomos, con un prólogo de Gonzalo Zal-  
dumbide.  
1929: El Regenerador, en dos tomos con un prólogo de Francisco Gar-  
cía Calderón.  
1929: Las Catilinarias, en dos tomos. Prólogo de Miguel de Una-  
muno.  
1930: Siete Tratados, en dos tomos. Prólogo de Rufino Blanco Fom-  
bona.  
1930: Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, en dos tomos. Sir-  
12  
ven de prólogo: “Dos Palabras” de Gonzalo Zaldumbide.  
Ahora del mismo diplomático, algunas palabras acerca de la  
colocación de la placa de mármol en su honor en el número 26 de la  
calle Cardinet, en París, el 27 de junio de 1925, en la casa donde fa-  
lleció Juan Montalvo:  
1
2 A. Darío Lara, Juan Montalvo en París, 2 tomos, Subsecretaría de Ambato-I. Municipio de Am-  
bato, impresión Ministerio de Educación y Cultura del Ecuador, Quito-Ecuador, 1981, p. 345.  
Acerca de esta reedición, me parece necesario recordar este comentario de Gonzalo Zaldum-  
bide: “La edición, en libro, de ese mi breve “Montalvo”, la publicó también Garnier, años  
más tarde, para servir de memento a la edición en grande que, de las obras, casi todas ago-  
tadas o inhallables, de Montalvo, emprendí en esa casa francesa de antigua tradición editorial  
hispánica. Si no llegó a ser tan completa como lo intenté, culpa mía no fue. Aun así, faltó  
poco para que lo fuese; y es la más copiosa hasta ahora. Hice en ella de asiduo corrector de  
pruebas: de esta lidia con tipógrafos franceses que silabean, letra por letra, el castellano, y  
las trastruecan, algo supo el mismo Montalvo y lo dijo renegado graciosamente. En esta  
labor, asistíame, pues, la sombra de Montalvo”. En: Gonzalo Zaldumbide, Montalvo, Casa  
editorial Garnier Hermanos, París, 1937, p. 117.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
573  
Claudio Lara Brozzesi  
“Rue Cardinet: ahí está todavía una casa donde, a su turno, murió  
Montalvo (…) En la fachada de esta casa, a los 35 años de su muerte, tuve  
el honor de colocar e inaugurar solemnemente la placa conmemorativa que,  
1
3
a mi ruego Unamuno consagró” y cuyo texto dice: “Juan Montalvo  
nació en Ambato (Ecuador) el 13 de abril de 1832, muerto en París el 17 de  
enero de 1889. Polemista, ensayista, pensador, maestro insigne de la prosa  
española, escogió Francia, su país de elección, para terminar en ella sus días,  
y murió en esta casa”.14  
Para comprender mejor la importancia de esta ceremonia,  
me parece conveniente reproducir este cablegrama de Gonzalo Zal-  
dumbide, dirigido a la Cancillería del Ecuador:  
M. Exterior Quito  
-
Verificóse inauguración placa Montalvo y recepción diplomática social  
mi residencia. Acto inauguración agrupó selecta concurrencia: diplo-  
máticos, intelectuales, periodistas, pronunciaron bellísimos discursos:  
Martinenche, profesor Sorbona, Unamuno, ex rector Universidad Sa-  
lamanca, Contenot, representante municipalidad, Dewaleffe, presi-  
dente prensa latina, exaltando nombre Montalvo y celebrando Ecuador,  
corresponsales cien periódicos extranjeros y cuatro agencias cablegrá-  
ficas transmitirán comunicado especial. Recepción posterior lucida,  
cuatrocientas personas. Asistieron diplomáticos americanos, miembros  
otras colonias, personalidades oficiales Francia, escritores, periodistas,  
intelectuales. Concurrieron ecuatorianos todos. Ratifico correo, comu-  
15  
nicaré detalles. Felicito país éxito alcanzado. Zaldumbide.  
Una de las características de la actividad diplomática es su  
relación con la prensa y recordemos lo que manifestó nuestro diplo-  
mático con gran acierto:  
Por otra parte, la prensa francesa no concede fácilmente la hospitali-  
daden sus columnas. Publicar un artículo en un periódico no repre-  
1
3 Juan Montalvo, Gonzalo Zaldumbide, Juan Montalvo (Estudios y selecciones de Gonzalo Zaldum-  
bide), México, J. M. Cajica, 1960, p.89. Ver en: https://www.cervantesvirtual.com/obra-  
visor/juan-montalvo—0/html/00096d8c-82b2-11df-acc7-002185ce6064_8.html (06-12-2022).  
4 Cfr. Unamuno en: Darío Lara, La vitrina de un país sobre el mundo, Editorial Abya Yala, Quito,  
1
1
1997, p. 354.  
5 Claude Lara, “Homenaje a Juan Montalvo: histórica actuación diplomática”. Ver en: https://  
www.academia.edu/35336932/Homenaje_a_Juan_Montalvo_hist%C3%B3rica_actuaci%C3  
%B3n_diplom%C3%A1tica (06-XII-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
574  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
senta la fácil maniobra diariamente realizada entre nosotros. Y la difi-  
cultad no existe sólo para extranjeros. Pero, a pesar de que la ceremonia  
que nos ocupa no se proponía sino honrar a un gran literato, su reali-  
zación no revistió únicamente importancia literaria.  
Merced al alto puesto conquistado por Montalvo en el mundo de habla  
hispana y a la admiración que por él, han llegado a sentir algunos his-  
panizantes franceses; gracias, quizás, también a ciertas relaciones que  
he adquirido con la prensa, la sociedad y los escritores de esta Repú-  
blica, se ha logrado dar al referido homenaje una importancia que, con  
verdad, puedo decir, que se ha interesado a un inmenso público, no  
sólo haciendo recordar el nombre de nuestro genial polemista, sino  
evocando a nuestro País, dotado de sus leyes libérrimas y de fecundas  
promesas para el mañana.16  
Esta cobertura comunicacional sin precedente, al mencionar  
nuestro diplomático: “corresponsales de cien periódicos que exaltaron a  
Juan Montalvo y celebraron el Ecuador” merece ser resaltada y leeré los  
títulos de los siguientes periódicos:  
EN HONOR DEL ESCRITOR ECUATORIANO DON JUAN MONTALVO, “Le  
Petit Journal” del 30 de junio de 1925; DON JUAN MONTALVO, el “Ex-  
celsior” del 3 de julio de 1925; A LA MEMORIA DE JUAN MONTALVO  
UNA PLACA CONMEMORATIVA FUE INAUGURADA AYER EN LA CASA  
EN QUE MURIÓ EL GRAN ESCRITOR ECUATORIANO, “The Paris Times”  
del 30 de junio de 1925; HOMENAJE A MONTALVO, la “Revue de l’Amé-  
rique Latine”; ECUADOR, “Le Gaulois” del 30 de junio de 1925; EN ME-  
MORIA DE JUAN MONTALVO, “LeFigaro” del 30 de junio de 1925; “The  
New York Herald” del 30 de junio de 1925; LA MEMORIA DE UN GRAN  
ESCRITOR LATINO CELEBRADA EN PARÍS, “L’Oeuvre” del 30 de junio  
de 1925; EN HONOR DE JUAN MONTALVO, ENSAYISTA Y POLEMISTA  
ECUATORIANO, QUE MURIO DESTERRADO EN PARIS, “Le Matin” del  
2
9 de junio de 1925; A LA MEMORIA DE UN GRAN ESCRITOR LATINO,  
Le Peuple” del 30 de junio de 1925; A LA MEMORIA DE UN ESCRITOR  
LATINO, “Le Débat” del 30 de junio de 1925; EN MEMORIA DE UN  
GRAN ESCRITOR LATINO, “Le Petit Parisien” del 30 de junio de 1925;  
UNACEREMONIAFRANCO-LATINA, el “Journal” del 1° de julio de 1925;  
DON JUAN MONTALVO, “Au Jour le Jour” del 29 de junio de 1925; EN  
1
6 Claude Lara, Juan Montalvo en París. Un brillante ejemplo para la diplomacia cultural ecua-  
toriana. Ver en: http://ecuadordiplomaciacultura.com/juan-montalvo-en-paris-un-brillante-  
ejemplo-para-la-diplomacia-cultural-ecuatoriana-1/ (17-12-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
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Claudio Lara Brozzesi  
HONOR DE LAMEMORIADE JUAN MONTALVO, “The Chicago Tribune”  
del 30 de junio de 1925.17  
Otro momento histórico de esta actividad diplomática fue la  
instalación del busto de Juan Montalvo en la plaza de Champerret,  
en París. En el Informe a la Nación del año 1936, el Canciller Napo-  
león Chiriboga informó:  
El 6 de julio del presente año, tuvo lugar en París, en la Maison des Na-  
tions Américaines, la solemne inauguración del busto del eminente es-  
critor Juan Montalvo, ofrecido a la ciudad de París por el Gobierno del  
Ecuador y con suscripción pública auspiciada por el importante diario  
El Universo’ de Guayaquil. Este busto debe ser trasladado después de  
poco tiempo al Square de l’Amérique Latine, sitio en el cual quedará  
colocado definitivamente. Al acto de inauguración del busto, que se ve-  
rificó en presencia de numerosísimo público, concurrieron representan-  
tes del Ministerio de Negocios Extranjeros de Francia, de la Munici-  
palidad de París, del Comité France-Amérique, y de otras institu- ciones  
francesas, así como representantes diplomáticos de varios países ame-  
ricanos, entre los cuales, se contaba, naturalmente, nuestro Ministro en  
Francia, señor Zaldumbide, quien hizo la entrega del busto, a nombre  
18  
del Gobierno ecuatoriano, pronunciando un magnífico discurso (…).  
Recordemos que el Comité denominado France-Amérique  
se encargó de su ubicación en París:  
(…) buscó un sitio para honrar y perpetuar la memoria de distinguidos  
latinoamericanos, naturalmente el más ilustre de ellos, el Libertador  
Simón Bolívar, cuyo monumento ecuestre fue erigido en esta Plaza, en  
17 Claude Lara Brozzesi, “Homenaje a Juan Montalvo y textos desconocidos”. Ver en: https://  
www.academia.edu/36187329/Homenaje_a_Juan_Montalvo_y_textos_desconocidos  
(
06-XII-2022). Por considerar como excepcional y casi desconocida esta labor de prensa,  
hemos publicado estos recortes y todos los artículos en el anexo N°1 de este estudio: “Ho-  
menaje a Juan Montalvo y textos desconocidos”, pp. 22-32. Ver en: https://www.academia.  
edu/36187329/Homenaje_a_Juan_Montalvo_y_textos_desconocidos (06-XII-2022).  
8 Informe que el Ministro de Relaciones Exteriores General A.I. Chiriboga N. presenta a la Nación,  
junio de 1935 -setiembre 1936, Talleres Tipográficos Nacionales, Quito-Ecuador, 1936, pp. 186-  
1
1
87 y. A. Darío Lara, Reseña histórica del Square de l’Amérique Latine, en: http://ecuadordiplo  
maciacultura.com/resena-historica-del-square-de-lamerique-latine/ (06/XII/2022); y,  
Claude Lara, “Instalación del busto de Juan Montalvo en París”, El Heraldo, Ambato, Do-  
mingo 27 de enero de 2019; p. 4.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
576  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
1
936, junto con cuatro altos representantes de la cultura hispanoame-  
ricana: Rubén Darío, José Martí, Juan Montalvo y José Enrique Rodó.  
Pasados los años vinieron a conformar tan brillante grupo otros perso-  
najes ilustres: Andrés Bello, Ricardo Palma, Justo Sierra y Benjamín Vi-  
cuña Mackena.19  
Una de las funciones de la diplomacia es también la restitu-  
ción de bienes culturales. Acerca de este busto reproduzco lo que es-  
cribió el diplomático A. Darío Lara:  
En la primera quincena del mes de marzo de 1981, desapareció el busto de Juan  
Montalvo de la Plaza de Champerret. Con el busto de Montalvo desapareció  
también el del mexicano Justo Sierra. Me fue fácil comprobarlo, ya que diaria-  
mente paso por ese sitio mañana y tarde. Me di cuenta de este robo un viernes  
por la tarde. Comuniqué inmediatamente a la Embajada y el 24 de marzo se  
envió al Quai d’Orsay la Nota N° 4-2-24-/81. Como no se recibió contestación,  
se remitió, el 19 de mayo, la Nota N°4-2-38/81. Se informó a la Cancillería de  
Quito en la Nota N° 4-1-101/81, de 24 marzo de 1981.  
El señor Embajador, Gonzalo Abad Grijalva, tuvo oportunidad de referirse a  
este robo en varias conversaciones con el Alcalde, señor Jacques Chirac.  
En la visita que realicé en compañía del embajador Filoteo Samaniego, al direc-  
tor general de asuntos culturales de la Cancillería Francesa, el 30 de agosto de  
1
981, nos referimos a este robo y a la conveniencia de que Francia se ocupara  
de reponer los bustos robados. El señor Jean-Bernard Raimond prometió inte-  
resarse en el asunto. La verdad es que nunca dio señales de vida.  
Felizmente, el Alcalde de París se preocupó de resolver este problema. Como la  
estatua de Bolívar había sido transportada de la Plaza de Champerret al sitio  
que ocupa hoy junto al puente Alexandre III, en diciembre de 1980, y se iba a  
inaugurar en el sitio que ocupaba en Champerret la estatua de Miranda, para  
esta inauguración la Alcaldía de París juzgó conveniente que los dos bustos ro-  
bados fueran reemplazados.  
Así, recibimos en la Embajada de París la visita del escultor venezolano señor  
Arturo Ruz Aguilera, autor de la estatua de Miranda, quien había recibido el  
encargo de la Alcaldía de París de esculpir los bustos de Montalvo y Sierra. Per-  
sonalmente, le entregué una fotografía del busto histórico que está en mi oficina  
de la Embajada y con esa foto, el artista trabajó el nuevo busto que fué colocado  
en su puesto, así como el de la Sierra, hacia el 17 de enero de 1982. Se informó  
20  
también a Quito en la Nota N° 4-1-28/82, de 21 de enero de 1982.  
19 A. Darío Lara, Juan Montalvo de regreso a París. Ver en: http://ecuadordiplomaciacultura.  
com/regreso-a-paris/ (06-XII-2022).  
20 A. Darío Lara, A propósito de un busto y de un parentesco. Ver en: http://ecuadordiploma-  
ciacultura.com/a-proposito-de-un-busto-y-de-un-parentesco/ (06-XII-2022).  
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Claudio Lara Brozzesi  
Otro evento de particular importancia para la diplomacia  
del país, esta vez al nivel multilateral, fue la publicación de la anto-  
logía de varias obras del Cosmopolita, traducida al francés por la  
Unesco y la editora l’Harmattan, titulado: Juan Montalvo-oeuvres choi-  
sies. Enunciaré las distintas etapas del nacimiento y la terminación  
de este libro, relatadas por el montalvista y testigo A. Darío Lara:  
El jueves 23 de octubre de 1997, en el saloncillo adjunto a la sala X de  
la Unesco, al pie del mural de Oswaldo Guayasamín, se llevó a cabo la  
presentación del libro Juan Montalvo-Œuvres choisies. Antes de referirme  
a este acto que reunió a un selecto grupo de ecuatorianos y a varios  
amigos de diferentes países, creo necesario recordar el génesis de un  
proyecto iniciado en 1982 y que vino a coronar la presentación men-  
cionada.  
Cuando la celebración del sesquicentenario del nacimiento de Juan  
Montalvo (1832-1982), nuestro activo embajador del Ecuador en París,  
delegado permanente ante la Unesco, que por excepcionales circuns-  
tancias asumía también en dicho Organismo las funciones de ‘presi-  
dente del Grupo Latinoamericano’ y de ‘presidente del Grupo de los  
77’,… , pues bien el Embajador Gonzalo Abad Grijalva, para asociarse  
al programa que preparaba Ambato en ocasión de aquel sesquicente-  
nario, resolvió presentar a las autoridades competentes de la Unesco  
el proyecto de la edición de un libro con páginas selectas de Juan Mon-  
talvo… El Embajador Gonzalo Abad Grijalva presenta el proyecto de  
una antología de Juan Montalvo que debía publicarse en edición bilin-  
güe, español-francés. Se resolvió que dicha antología sería preparada  
por los señores Alfredo Pareja, Plutarco Naranjo y el suscrito. La pro-  
puesta ecuatoriana fue aprobada por la Unesco, como lo prueban los  
cinco puntos de la ‘Recomendación’ del Consejo ejecutivo, en su 114a  
Reunión, de 5 a 21 de mayo de 1982. El primer punto de la Recomen-  
dación dice: ‘El Consejo Ejecutivo, Considerando que el 13 de abril de  
1
982 se cumplió el 150 aniversario del nacimiento de Juan Montalvo,  
notable escritor y ensayista nacido en Ambato (Ecuador), …  
. Recomienda al Director General que prevea sobre todo la posibilidad  
5
de publicar en la colección de obras representativas un libro con las  
obras escogidas de Juan Montalvo (114 EX/SR.12) …  
Como haciendo excepción a tal categoría de funcionarios, debo desta-  
car la activa y permanente preocupación de nuestro Delegado Alterno  
ante la Unesco, doctor Mauricio Montalvo (por algo lleva el apellido  
de su ilustre antecesor) quien desde su designación, en 1996, no ha de-  
jado de interesarse en tan noble proyecto. Cada vez que me permití in-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
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Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
terrogarle sobre el asunto, siempre manifestó su preocupación, asegu-  
rándome que no estaba lejano el día en que ese libro estaría en mi bi-  
2
1
blioteca (…) Es lo que ocurrió el 23 de octubre de 1997. Por una  
2
1 El Embajador Mauricio Montalvo, exrepresentante alterno del Ecuador ante la Unesco y ex-  
canciller de la República, al recibir la Condecoración Casa de Montalvo, se refirió a su gestión  
diplomática en esos términos:  
Discurso con ocasión de la “Condecoración Casa De Montalvo de Mauricio Montalvo”  
mbato, 17 marzo 2022.  
(
…) Con los años, los azares diplomáticos me condujeron de vuelta a París, ya no como tu-  
rista sino de manera permanente, para ejercer como Representante Alterno del Ecuador ante  
la UNESCO.  
En esa calidad vuelve a operar una vinculación a Juan Montalvo de manera especial. Poco  
antes de partir a esa misión diplomática en 1996, el colega Claude Lara, parisino como es,  
me dio varios consejos y sugerencias sobre la vida en esa ciudad y la Francia en general.  
Entre sus recomendaciones estuvo reactivar la publicación de un libro de Juan Montalvo en  
francés, que había sido aprobada por el Consejo Ejecutivo de la UNESCO en 1982 pero que  
por desidia había quedado trunca y hasta esa fecha no había sido concretada. Apenas asumí  
el cargo indagué del asunto, ubiqué la resolución respectiva del Consejo Ejecutivo y movilicé  
la estructura de ese organismo internacional para hacer realidad esa postergada aspiración  
de contar con un libro de Juan Montalvo en la lengua del país que lo había acogido genero-  
samente y que él tanto amó. Desde Ambato conté con el apoyo del entonces Director de la  
Casa, don Jorge Jácome Clavijo, que incluso escribió sobre el tema, en la Secretaría de la  
UNESCO apuntalaron la gestión los señores Patrick Vermeren, Director del Departamento  
de Filosofía, y Fernando Aínsa, Director de Publicaciones, y luego la acogida de Juan Cueva  
cuando tiempo después se incorporó como nuevo Embajador del Ecuador en Francia.  
Finalmente, luego de muchos años de espera y frustración, en octubre de 1997 salió a la luz  
Œuvres Choisies, el primer libro publicado en francés de Juan Montalvo, con el sello editorial  
galo L’Harmattan. Apareció en la Colección de Obras Representativas de la UNESCO y me  
cupo el honor de organizar la ceremonia de lanzamiento. El acto tuvo lugar delante del  
enorme mural de Guayasamín, en el vestíbulo del Consejo Ejecutivo, con las intervenciones  
en ese entonces del Director General de la UNESCO, Federico Mayor, de la Rectora de la  
Universidad de La Sorbona, Michele Gendreau Massaloux, y del embajador Juan Cueva. Se  
trataron de muy sentidas y elogiosas intervenciones, que resaltaron la figura de Montalvo,  
su pensamiento, su obra y su vigencia a través de los años, no únicamente en Ecuador sino  
en el mundo. Como anécdota, destaco que entre los asistentes estuvo presente Jorge Enrique  
Adoum, también ambateño y escritor que estaba de paso por la ciudad, pero sobre todo Yas-  
ser Arafat, el líder de la Organización de Liberación Palestina (OLP) que justo asistía a una  
reunión del Grupo Árabe en el salón del Consejo Ejecutivo. El histórico líder de la OLP al  
pasar a su reunión advirtió la naturaleza del acto, se detuvo, saludó a la distancia e indirec-  
tamente rindió homenaje a Juan Montalvo. A don Jorge Jácome Clavijo hice llegar algunos  
ejemplares del libro de marras y hoy con ocasión de este acto, añado uno más para que se lo  
tenga y exhiba en lugar especial de esta importante casona.  
Si bien hasta ese día de 1997 no existió libro de Juan Montalvo en francés, vaya si no publicó  
en ese país, en español. Como queda dicho arriba, fue con la casa editorial de los hermanos  
Garnier, una de las más importantes de la capital francesa en la época. Esa publicación no-  
table e inmensa, que incluyó todas sus obras conocidas al momento, permitió la difusión  
masiva de las obras y el pensamiento de Montalvo. Su concreción fue también gracias al em-  
peño y lucidez del diplomático y académico Gonzalo Zaldumbide, que convocó a grandes  
intelectuales para asegurar una presentación de lujo y al nivel que el amigo de su padre me-  
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Claudio Lara Brozzesi  
invitación del Embajador del Ecuador, Delegado Permanente ante la  
Unesco, doctor Juan Cueva Jaramillo se anunció la presentación del  
libro ‘Juan Montalvo-Oeuvres Choisies’, editado por la Unesco y las  
Ediciones l’Harmattan, dentro de la colección ‘La philosophie en com-  
mun’.  
La traducción al francés ha sido preparada por mi excelente amigo y  
colega de la Universidad de París X, profesor Gabriel Judde, el acto co-  
noció un brillante éxito y debe ser conocido por nuestros compatriotas,  
pues quedará inscrito en letras de oro como un singular homenaje a  
Juan Montalvo, la rectora Gendreau-Massalou analizó los grandes ca-  
pítulos de la vida de Juan Montalvo; se refirió al ensayista, al polemista,  
al defensor constante de la dignidad humana, siempre preocupado por  
la difusión de la educación del pueblo. Sus palabras me confirmaron  
en una afirmación que expresé alguna vez: ‘Por su lucha permanente  
por la libertad, la difusión de la educación, por sus combates por la  
dignidad y derechos del hombre, Juan Montalvo puede ser conside-  
rado con justicia como un precursor, en el siglo 19, de la Organización  
22  
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.  
En cuanto a esta significativa obra, mencionaré varios pasa-  
jes acerca de su presentación:  
Vengamos ahora al libro que publica la Unesco. El volumen en francés  
consta de 305 páginas. Se abre con una Introducción del eminente mon-  
talvista Plutarco Naranjo; siguen con los estudios ’Las obras de Mon-  
talvo y Bibliografía’, por Gabriel Judde, el traductor de los 15 capítulos  
del libro (páginas 35 a 301), en que se presentan, con 15 subtítulos, 63  
artículos escogidos en 6 obras de Juan Montalvo, en este orden:  
El Cosmopolita, 21 artículos.  
Las Catilinarias, 13 artículos.  
Los Siete Tratados, 13 artículos.  
El Espectador, 9 artículos.  
El Regenerador, 5 artículos.  
Páginas inéditas, 2 artículos…  
recía y le correspondía. Miguel de Unamuno, Francisco García Calderón, Rufino Blanco Fom-  
bona y el propio Zaldumbide escribieron los estudios introductorios en las ediciones hechas  
por los hermanos Garnier (…). Discurso enviado por el Embajador Mauricio Montalvo y  
que forma parte del archivo del autor, abril 2022.  
2
2 A. Darío Lara, Juan Montalvo de regreso a París. Ver en: http://ecuadordiplomaciacultura.  
com/regreso-a-paris/ (06-XII-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
580  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
En conclusión, la presentación de este 23 de octubre marcará una fecha  
en los anales ‘montalvinos’. La Embajada, la Delegación del Ecuador  
ante la Unesco merecen cálidas felicitaciones por haber colocado muy  
alto el nombre de nuestro país, gracias a la exaltación de uno de los  
hijos más preclaros, Don Juan Montalvo. En adelante será leído en la  
lengua de Lamartine, de Víctor Hugo, a quienes tanto admiró y leyó  
en sus días parisienses. Bella ocasión de iniciar una campaña de ‘des-  
23  
cubrimiento’ del gran moralista y educador de los ecuatorianos.  
Esta enseñanza diplomática en París, a través de la reedición  
de los libros de Juan Montalvo, la colocación de la placa en su honor,  
la instalación de su busto en el Square de América Latina y su resti-  
tución, así como la antología en francés de 63 de sus artículos en 6  
de sus obras orientaron mi carrera.  
Antes de abordar nuevas facetas de la contribución diplomá-  
tica en la difusión de la obra montalvina es necesario precisar que,  
muy a menudo, esta actividad es conocida en primera persona por  
considerar únicamente la jerarquía de nuestra institución, la Canci-  
llería. Sin embargo, según mi experiencia enriquecida por treinta y  
siete años de carrera, la actividad diplomática es esencialmente un  
trabajo colectivo. Necesita de toda una infraestructura, una coordi-  
nación institucional, aun si nace de una iniciativa personal, impulsor  
indispensable. Por lo tanto, en este discurso, siempre me referiré a  
la vinculación de la Cancillería con el Consulado General del Ecua-  
dor en Montreal, así como de la Embajada del Ecuador en la Repú-  
blica Popular China, ilustrada además con varios documentos  
inéditos, acerca de la promoción de nuestro Cosmopolita en Quebec  
y Pekín.  
Juan Montalvo y el mes del Ecuador en Quebec  
A fin de contextualizar la donación del busto de Juan Mon-  
talvo por parte del Gobierno del Ecuador, a través de su Consulado  
General en Montreal, a la Comisión de la Capital Nacional de Que-  
bec es necesario referirse ante todo a la preparación y organización  
23 Ibidem.  
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581  
Claudio Lara Brozzesi  
del evento cultural, denominado oficialmente: “El Mes del Ecuador  
en Quebec”, auspiciado por las siguientes instituciones quebequen-  
ses: el Instituto Canadiense, el Ministerio de Relaciones Exteriores,  
el Ministerio de la Cultura y de Comunicaciones, su Municipio, la  
revista literaria Nuit Blanche y la compañía Bell Helicopter, que se re-  
alizó del 3 de febrero al 5 de marzo de 2004.  
En efecto, el Consulado General del Ecuador en Montreal co-  
municó las siguientes actividades realizadas en el “Mes del Ecuador  
en Quebec”, (anexo 2):  
-
Su inauguración, el 12 de febrero, en el auditorio Joseph-Lavergne  
del Centro Cultural Gabrielle Roy de la capital de esta Provincia,  
en presencia de las siguientes autoridades: Sr. Jean-Paul l´Allier, al-  
calde de Quebec; Sr. François Bouilhac, vicecanciller; Sr. Pierre Lu-  
cier, viceministro de Educación; Sr. Gilles Jobin, presidente del  
Instituto Canadiense de Quebec y el Sr. Alejandro Suárez, Embaja-  
dor del Ecuador en el Canadá, (anexo 1).  
-
La organización de un ciclo de cuatro conferencias sobre la ciudad  
de Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad y el Ecuador, su  
cultura y naturaleza en varias bibliotecas de los centros culturales  
de la ciudad de Quebec.  
-
-
-
La realización de siete conciertos del pianista ecuatoriano Marcelo  
24  
Ortiz intitulado “Viaje musical en la mitad del mundo”, sobre la  
música nacional, sus instrumentos y sus principales representantes.  
La exhibición de una exposición de 25 fotografías sobre Quito de  
Francis Bourque Sandoval y de afiches sobre Quito en la biblioteca  
del Centro Cultural Gabrielle Roy.  
La exposición sobre Quito de 30 litografías del artista español, José  
María Roura Oxandaberro.  
-
La donación de 360 libros, videos, discos compactos y cederrones  
2
4 Marcelo Ortiz: “Le mal du pays”. Vida y milagros de la música ecuatoriana en Quebec”, me-  
morias de un inmigrante Marcelo Ortiz, p.145. Ver en: https://afese.com/img/revistas/re-  
vista61/AFESE-61.pdf (06-XII-2022).  
Claude Lara, Homenaje a Juan Montalvo: histórica actuación diplomática. Ver en: https://  
www.academia.edu/35336932/Homenaje_a_Juan_Montalvo_hist%C3%B3rica_actuaci%C3  
%
B3n_diplom%C3%A1tica (06-XII-2022). Claude Lara, “Literatura del Ecuador”, Revista  
“Nuit Blanche” de Quebec, p. 275. Ver en: https://www.afese.com/img/revistas/revista41/  
nuitblanche.pdf (06-XII-2022) y la Casa, informativo cultural, n° 28/año 3/abril Casa de la  
Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, 2004, p. 16.  
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Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
al fondo Gabriel García Márquez de la biblioteca Gabrielle Roy que,  
por si sola, cuenta con más de 150.000 publicaciones y forma parte  
de una red de 14 bibliotecas que contienen más de 550.000 obras.  
La publicación de un número especial en francés sobre la literatura  
ecuatoriana por la revista Nuit Blanche n° 94, leída anualmente por  
más de 240.000 lectores y de un suplemento de 32 páginas en fran-  
cés. Éste comprende artículos de eminentes especialistas: el Dr. A.  
Darío Lara, el Dr. Enrique Ojeda y el Dr. Galo Galarza, así como del  
académico belga, Fernand Verhesen. La traducción de varias pági-  
nas de la novela de Alicia Yánez Cossío Y amarle pude, enriquecido  
también con múltiples fotografías de autores nacionales y de una  
quincena de: poemas, fragmentos de ensayos, cuentos y novelas de  
nuestra literatura.25  
-
-
-
La firma del “Convenio de Cooperación en las Áreas de la Educa-  
ción y Formación entre los Gobiernos del Ecuador y Quebec” para  
3
0 becarios ecuatorianos para facilitar sus estudios en distintas uni-  
versidades de esta Provincia, finalmente,  
La donación del busto de Juan Montalvo para el Parque de América  
Latina de la ciudad de Quebec.26  
El Consulado General del Ecuador en Montreal, el 1° de  
agosto del año 2002, al dirigirse al embajador Byron Morejón Al-  
meida, subsecretario de Relaciones Bilaterales del Ministerio de Re-  
laciones Exteriores tomó la iniciativa de solicitar una “Estatua  
ecuatoriana para el Parque de América Latina”:  
25 El lector encontrará en línea esos artículos de este magacín:  
-
-
-
Claude Lara, Literatura del Ecuador en la revista “Nuit Blanche” de Québec.  
Regards sur la littérature équatorienne, (in “Nuit Blanche” - février 2004, pp. 4-5).  
Darío Lara, Des ‘aravicos’ aborigènes à la première génération du XXème siècle, (in “Nuit  
Blanche” - février 2004, pp. 6-11).  
-
-
-
Enrique Ojeda, Les années fastes: de 1920 à 1960, (in Nuit Blanche - février 2004, pp. 12-17).  
Galo Galarza, Le début du XXème siècle, (in “Nuit Blanche” - février 2004, pp. 24-27).  
Jorge Carrera Andrade (1903-1978), (por Fernand Verhesen, in “Nuit Blanche” - février 2004,  
pp. 18-21); y también, Claude Lara, Au sujet de la préface de Fernand Verhesen, quelques  
aspects de la poétique de Jorge Carrera Andrade: http://arqueologia-diplomacia-ecuador.  
blogspot.com/2014/07/au-sujet-de-la-preface-de-fernand.html?m=1. Ver en: https://aca  
demianacionaldehistoria.academia.edu/ClaudeLara/Literatura , literatura, (06-XII-2022).  
6 Le buste de Juan Montalvo, Commission de la Capitale Nationale, Québec. Ver en: https://  
www.capitale.gouv.qc.ca/histoire-et-patrimoine/commemorations/buste-de-juan-mon-  
talvo/ (06-XII-2022).  
2
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Con motivo del Encuentro Extraordinario de Alcaldes de las Ciudades  
del Patrimonio Cultural Mundial de las Américas, la Comisión Nacio-  
nal de Quebec presentó el proyecto de valorización del Parque de Amé-  
rica Latina que adjunto a la presente.  
Conviene precisar que el parque de América Latina ocupa un gran es-  
pacio de aproximadamente 12.000 metros cuadrados con una magní-  
fica estatua ecuestre de Simón Bolívar, donada por la República de  
Venezuela y, en 1999, una estatua de José Martí, donada por la Repú-  
blica de Cuba. Como esta plaza representa: “un verdadero sitio de con-  
vergencia y de encuentros fraternos, esta plaza podrá ser el escenario  
de diversas actividades sociales destinadas a todos los Quebequenses  
y aquellos originarios de los países de América Latina que viven en la  
aglomeración de la Capital nacional. En la periferia de la plaza podrían  
ser colocadas las estatuas de los diferentes héroes nacionales de Amé-  
rica Latina que acompañarán a la estatua de Simón Bolívar”, me parece  
que sería importante coordinar con la Alcaldía de Quito la donación  
de un busto de un escritor nacional destacado como Espejo o Montalvo,  
ya que en la capital de esta Provincia, así como en el resto de la misma  
27  
no contamos con ningún símbolo nacional.  
Acerca de esta iniciativa, el 27 de septiembre de 2002, el Em-  
bajador Juan Leoro Almeida, Director General de Promoción Cultu-  
ral del Ministerio de Relaciones Exteriores, contestó:  
En relación a su nota n° 3-1-59.02, mediante la cual manifiesta lo im-  
portante de la donación de un busto de un escritor nacional destacado  
como Espejo o Montalvo para colocarlo en el Parque de América La-  
tina, en Montreal, me permito informarle que la Dirección General a  
mi cargo podría considerar la donación de un busto del escritor Juan  
Montalvo, en bronce, de modo que la presencia ecuatoriana sea desta-  
cada en ese importante lugar.  
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores no está en capaci-  
dad de asumir los costos de envío y seguro de ese busto. Por lo tanto,  
sírvase auscultar a las autoridades municipales o en su defecto a los  
responsables de ese Parque, sobre la posibilidad de que pueda cubrir  
esos valores.  
Si sus gestiones fueran positivas le remitiré inmediatamente una foto-  
grafía del busto, sus medidas, peso, volumen y costo para fines del se-  
guro correspondiente.28  
2
2
7 Consulado General del Ecuador en Montreal, nota n° 3-1-59.02, del 1° de agosto de 2002.  
Asunto: Estatua ecuatoriana para el Parque de América Latina.  
8 Dirección General de Promoción Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador,  
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Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
Y el 9 de mayo de 2003, el Consulado General del Ecuador  
en Montreal, informaba al embajador José Jijón Freile, subsecretario  
de Relaciones Bilaterales, y al señor Edwin Martínez Bedón, director  
general de Promoción Cultural, encargado, del Ministerio de Rela-  
ciones Exteriores acerca de la culminación de sus gestiones en cuanto  
a la donación y ubicación del busto de Juan Montalvo en el Parque  
de América Latina de la ciudad de Quebec:  
Me es muy grato avisar recibo de su atento correo electrónico de la re-  
ferencia y agradecerle por esta gestión. En efecto, la transportación  
del busto es una etapa fundamental que culminará, en febrero 2004,  
con la gran exposición que estamos organizando y que incluye su des-  
velamiento y, luego, su instalación definitiva en el Parque de América  
Latina de la capital de Quebec.  
Esta iniciativa tomada por este Consulado General, en agosto de 2002:  
nota 3-1-59.02, y gracias a las gestiones realizadas por la Dirección Ge-  
neral de Promoción Cultural dirigida en ese entonces por el Embajador  
Juan Leoro Almeida permitirán que la presencia intelectual ecuato-  
riana, reflejada en Juan Montalvo, el Cervantes americano, en una ciu-  
dad histórica de América del Norte, declarada Patrimonio Cultural de  
la Humanidad y de idioma francés,… ilustre una vez más las palabras  
de Benjamín Carrión: “El Ecuador, consciente de sus fuerzas espiritua-  
les históricas y de sus fuerzas espirituales presentes, sabe, sin modes-  
tias falsas, que puede aspirar a ser, dentro del concierto continental,  
una gran potencia de cultura…  
Avisaré de esta importante noticia a la Cancillería quebequense.2  
9
CE n° 649/2002-DGPC/mcb del 27 de septiembre de 2002. Asunto: Estatua ecuatoriana para  
que el Parque de América Latina. En cuanto al financiamiento de la transportación del busto  
de Juan Montalvo y del seguro fue financiado por la contraparte quebequense, ver: Dirección  
General de Promoción Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador, CE n°  
152/03-DGPC/ar del 7 de marzo de 2003. Asunto: Información sobre busto de Juan Mon-  
talvo y C.E. n° 254/2003-DGPC/mcb del 8 de mayo de 2003. Asunto: Busto de Juan Mon-  
talvo.  
Acerca de este tema financiero, el diplomático ecuatoriano siempre se enfrentará a esta seria  
dificultad y recordaré, las palabras del Embajador Gonzalo Zaldumbide:  
“Rue Cardinet: ahí está todavía una casa en que, a su turno, murió Montalvo año y medio  
después.  
En la fachada de esa casa, a los 35 años de su muerte, tuve el honor de colocar e inaugurar  
solemnemente la placa conmemorativa que, a mi ruego, Unamuno consagró.  
La placa, la inscripción epigráfica, la ceremonia, que tuvo eco en París, - todo ello a iniciativa  
y expensas no oficiales sino exclusivamente mías, - eran lo de menos” En: Gonzalo Zaldum-  
bide, Montalvo… op. cit., p. 117.  
2
9 Consulado General del Ecuador en Montreal, C.E. 212/2003, del 9 de mayo de 2003. Asunto:  
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Claudio Lara Brozzesi  
Para completar esta iniciativa y la negociación acerca de esta  
entrega, es necesario destacar que la Comisión de la Capital Nacional  
de Quebec había acondicionado un espacio excepcional, el Parque  
de América Latina:  
La valorización del parque de América Latina.  
Hacia un lugar de encuentro y fraternidad Quebec-América Latina en  
el corazón de la capital.  
El parque de América Latina, ubicado en la parte baja de la ciudad de  
Quebec, entre el Palacio de Justicia y la desembocadura del río Saint-  
Charles, ocupa un gran espacio de aproximadamente 12000 metros  
cuadrados. Fue inaugurado en 1995 y cuenta con una magnífica estatua  
ecuestre del Libertados Simón Bolívar, donada por la República de Ve-  
nezuela...  
La concepción de ese plan descansa esencialmente en la instalación, en  
el interior del parque de otros monumentos, bustos y estatuas, prove-  
nientes de países de América Latina. Su objetivo principal es reforzar  
la vegetación dentro de los límites del parque y crear una gran plaza  
pública bien despejada en el centro, frente a la estatua de Bolívar, como  
parte de la prolongación natural de los jardines del Palacio de Justicia.  
Los países de América Latina ya han obsequiado dos bustos a Quebec  
para que sean instalados en el parque se trata primeramente de un  
busto del escritor y patriota cubano José Martí, obra del artista Lescaye.  
La segunda estatua, es un busto del escritor y filósofo ecuatoriano Juan  
Montalvo, donada por la República del Ecuador. Esos dos bustos se  
instalarán en el parque en el otoño 2004. En ese lugar se podrá instalar  
otros bustos posteriormente. Además, la Comisión y el Ministerio de  
30  
Relaciones Internacionales de Quebec trabajan en ese sentido.  
Adicionalmente, desde el 13 de marzo de 2003, esta Comi-  
sión indicó que era necesario firmar un convenio acerca de: la recep-  
ción, bodegaje, propiedad del busto de Juan Montalvo y su desve-  
lación oficial, prevista en febrero de 2004 en la biblioteca Gabrielle  
Roy.3  
1
Busto de Juan Montalvo. La mencionada “gran exposición” que estaba preparando el Con-  
sulado General del Ecuador en Montreal es el “Mes del Ecuador”, en la ciudad de Quebec,  
del 3 de febrero al 5 de marzo de 2004.  
0 “Mise en valeur du Parc de l´Amérique-Latine. Proposition d´Aménagement”, Commission  
de la Capitale Nationale, Québec, mayo 2004, folleto con fotos a color del busto de Juan Mon-  
talvo.  
3
31 Se traduce y reproduce este documento inédito de la mencionada Comisión Nacional: CO-  
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Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
Y así procedieron nuestro Consulado General y la Comisión  
Nacional de Quebec. El Acuerdo sobre la donación del busto de Juan  
Montalvo fue firmado el 12 de febrero de 2004 durante la inaugura-  
ción del “Mes del Ecuador”, (anexo 3). Éste determinó la voluntad  
de las Partes, las condiciones de instalación de este busto en un sector  
muy prestigioso de esta capital, Ciudad Patrimonio Cultural de la  
Humanidad:  
TENIENDO EN CUENTA QUE la Comisión administra el parque de  
América Latina, dedicado a desarrollar la amistad que vincula la na-  
ción quebequense y los pueblos latinoamericanos;  
TENIENDO EN CUENTA QUE el concepto de acondicionamiento de  
dicho parque prevé la integración de monumentos que conmemoran  
a los héroes latinoamericanos.  
CONSIDERANDO el interés del Consulado General de la República  
del Ecuador en Montreal de mejorar la difusión de las notables perso-  
nalidades de su país y, particularmente, a los francófonos como Juan  
Montalvo;  
CONSIDERANDO la voluntad del Gobierno de la República del Ecua-  
dor de desarrollar esta política cultural con un aporte concreto, al ofre-  
cer a la Comisión un busto en bronce con la efigie del polígrafo Juan  
Montalvo;32  
MISIÓN LA CAPITAL NACIONAL DE QUEBEC  
Quebec, el 13 de marzo 2003  
Señora Régine Lavoie  
Ministerio de Relaciones Internacionales  
Dirección de América Latina y Antillas  
5
25, boul, René-Lévesque Este  
Quebec (Quebec) G1R 559  
Asunto: Busto de Juan Montalvo  
Señora Directora:  
En nombre del presidente y director general de la Comisión de la capital nacional de Quebec,  
señor Pierre Boucher, doy seguimiento a su correspondencia del 27 de febrero último con-  
cerniente al busto del escritor y filósofo ecuatoriano, Juan Montalvo.  
La Comisión se regocija de este ofrecimiento del Consulado general de la República del Ecua-  
dor en Montreal. El busto de Juan Montalvo estará integrado al parque de América Latina,  
en cuanto se realicen las necesarias obras de acondicionamiento, con toda probabilidad, en  
el curso del año 2003.  
Consecuentemente, según el artículo 16 de su ley constitutiva, la Comisión debe recibir esta  
obra bajo la forma de un donativo y que una convención escrita de fe de aquello. Como pro-  
pietario del busto, la Comisión se compromete en almacenarlo desde el momento de su lle-  
gada a Quebec hasta su desvelo previsto para febrero de 2004, en la biblioteca Gabrielle Roy.  
Aprovecho esta oportunidad para agradecer a las autoridades del Ministerio de Relaciones  
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Claudio Lara Brozzesi  
Y, finalmente, este acuerdo especifica las modalidades de  
esta donación, las responsabilidades respectivas de cada Parte, así  
como la entrega y toma de posesión de este busto por parte de la Co-  
misión Nacional de Quebec. Asimismo, la Casa de Montalvo en Am-  
bato, dirigida por el licenciado Mario Mora Nieto, fue informada y  
el 22 de marzo de 2004 contestó:  
Señor Cónsul:  
Acusamos recibo de sus cartas.  
Permítanos que a nombre de la Institución que representamos y del  
pueblo de Ambato, presentemos ante usted el más sentido agradeci-  
miento por permitir que el nombre de Don Juan Montalvo sea difun-  
dido a través de un busto a ubicarse en el Parque de América Latina  
de Canadá.  
Es honoroso para el Ecuador verse representado en ese país por la fi-  
gura más importante que en el mundo de las letras dio América Latina  
en el siglo XIX, y preciado será para nosotros poseer la copia a color  
de esa donación que ocupará un lugar especial en el Museo Montal-  
vino.3  
3
Internacionales por su participación en el proyecto de acondicionamiento del parque de  
América Latina.  
Reciba, Señora Directora, la expresión de mis salutaciones las más distinguidas.  
El Secretario general  
f) Richard Lacasse  
c.c. Sr. Denis Angers  
Sr. Jean Jobin  
Edificio Hector-Fabré  
5
25, bulevar René-Levesque Es. RC  
Quebec (Quebec) G1R 559  
Teléfono: 418.528.0773  
Fax: 418.528.0833  
comision@capitale.gouv.qc.ca  
En este mismo acuerdo, hay una foto a color del busto de Juan Montalvo con la siguiente  
descripción técnica: altura del busto: 97,5 cm, anchura de la cabeza del busto: 37,5 cm; an-  
chura de la base del busto: 63,5cm; perfil de la cabeza: 42 cm; perfil de la base del busto, 47  
cm.  
2 Tomado del Anexo 3. ACUERDO ENTRE EL ECUADOR Y QUEBEC SOBRE LADONACIÓN  
DEL BUSTO DE JUAN MONTALVO  
3
3
3 Acerca de la donación del busto de Juan Montalvo para el parque de América Latina, la Casa  
de Montalvo recibió copias de este Acuerdo y de las respectivas fotografías mediante comu-  
nicaciones: Consulado General del Ecuador en Montreal, viernes 5, 12, 22 de marzo (CE  
103/04) y 21 de mayo de 2004.  
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588  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
Otra dimensión significativa de la diplomacia y, temo que  
poco conocida de la promoción cultural, es la organización de: colo-  
34  
quios, conferencias y donaciones de las creaciones del Cosmopolita  
en varias bibliotecas extranjeras. En el país, cuyo idioma es el más  
hablado del mundo: el chino mandarín, fue novedoso revelar que,  
35  
uno de los “Cuatro Grandes Clásicos Americanos” de la lengua de  
Cervantes fue ecuatoriano, como lo subrayó admirablemente Miguel  
36  
de Unamuno: “Adiós a Montalvo que vive inmortal en nuestra lengua”.  
En China, el Ecuador recuerda la figura de Juan Montalvo37  
Como lo señaló con tanta certeza Gonzalo Zaldumbide: “Su  
gloria durará lo que dure el idioma que le dio vida y al cual él devolvió vida  
38  
radiante”. Así que para conmemorar los 130 años del fallecimiento  
del Cervantes de América (1889-2019), la Embajada del Ecuador en  
China organizó en el Instituto Cervantes de Pekín, el siguiente ho-  
menaje. Recalcaré en la alocución del Embajador Carlos Larrea Dá-  
vila, varias facetas relacionadas con nuestra diplomacia cultural:  
3
4 Sobre el histórico Coloquio de Besanzón en Francia, transcribo las palabras de la Académica  
Susana Cordero: “Finalmente el epílogo (del Coloquio de Besanzón), que consiste en un re-  
sumen de las discusiones alrededor de cada ponencia, cierra magistralmente este libro ad-  
mirable, tanto por la calidad de los trabajos presentados, como por el programa y el ejemplo  
que significan los investigadores que busquen adentrarse debidamente auxiliados en la obra  
de Don Juan”.  
Juan Montalvo en Francia. Actas del Coloquio de Besançon (Facultad de Letras y Ciencias Hu-  
manas. Departamento de Estudios Hispánicos e Hispanoamericanos: 15-17 de marzo de  
1
975), imprimerie Jacques et Demontrond, Besançon, 1976, 240 páginas.  
También en línea: *Claude Lara Brozzesi: “Juan Montalvo en París - un brillante ejemplo  
para la diplomacia cultural ecuatoriana”, p. 12. Ver en: https://www.academia.edu/3618  
7
441/Juan_Montalvo_en_Par%C3%ADs_un_brillante_ejemplo_para_la_diplomacia_cultu  
ral_ecuatoriana (06-XII-2022). *A. Darío Lara: “Juan Montalvo en París” (conferencia), anexo  
. Ver en: http://ecuadordiplomaciacultura.com/juan-montalvo-en-paris/(06-XII-2022).  
5 Gonzalo Zaldumbide, Miembro Correspondiente de la Academia Argentina de la Lengua.  
Imprenta y casa editora “Coni”, Buenos Aires, 1948, pp. 131-190.  
1
3
36 Claude Lara Brozzesi, Homenaje a Juan Montalvo: histórica actuación diplomática, Revista  
AFESE, n°31, 1998, pp. 86-100. Ver en: https://www.academia.edu/35336932/Homenaje  
_
a_Juan_Montalvo_hist%C3%B3rica_actuaci%C3%B3n_diplom%C3%A1tica (06-XII-2022).  
3
7 Michael Zárate: “Ecuador recuerda en China la figura de Juan Montalvo, China Hoy. Ver en:  
http://spanish.chinatoday.com.cn/2018/zgylm/201911/t20191122_800185938.html  
(
06-XII-2022).  
3
8 Gonzalo Zaldumbide, Montalvo… op. cit., p. 112.  
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589  
Claudio Lara Brozzesi  
En este año, en el Instituto Cervantes de Pekín, recientemente, la Em-  
bajada del Ecuador presentó en chino-mandarín dos ensayos de Ben-  
jamín Carrión, titulados Cartas y Nuevas Cartas al Ecuador.  
Ahora, con ocasión de los 130 años del fallecimiento de Juan Montalvo,  
la Embajada ecuatoriana tiene el gusto de dar a conocer, en pocos ins-  
tantes, una de las facetas más extraordinarias de esta personalidad li-  
teraria, en la disertación “Juan Montalvo y la mundialización del  
español”, dictada por el Ministro Claude Lara, experimentado diplo-  
mático y miembro de la Academia Nacional de Historia del Ecuador,  
traducido por uno de los mejores expertos chinos de nuestro idioma,  
el catedrático Lin Yi an…  
Con su reciente publicación del libro en Pekín: Estudios sobre Juan Mon-  
talvo/Études sur Juan Montalvo y la donación de varias obras del Cosmo-  
polita a la biblioteca Antonio Machado, me es muy grato anunciar a  
nuestro público chino e hispanoamericano que la obra de diplomacia  
cultural de la Embajada del Ecuador en la República Popular China se  
fortalece y enriquece nuestra relación bilateral que, en 2020, conocerá  
39  
un momento culminante, al celebrar los 40 años de su establecimiento.  
Adicionalmente a este homenaje, la Embajada del Ecuador  
publicó la siguiente obra bilingüe en chino y español, titulada: “El  
40  
Ecuador rinde Homenaje a Juan Montalvo”, disponible también en  
línea, en cuyo prefacio el Embajador del Ecuador expresó:  
39 Nota del Embajador Carlos Larrea Dávila, Memorando nro. MREMH-EECUCHINA-2019-  
1055-M, del 22 de noviembre de 2019 dirigida al Embajador Juan Francisco Larrea Miño, Di-  
rector de Asuntos Cultural Patrimoniales y Turísticos de la Cancillería: ASUNTO: EXITOSA  
PRESENTACIÓN DE JUAN MONTALVO EN PEKÍN CON CONFERENCIAY DONACIÓN  
DE SUS OBRAS AL INSTITUTO CERVANTES DE PEKÍN  
Señor Director:  
Al conmemorar los 130 años del fallecimiento del Cervantes de América (1889-2019), me es  
grato informarle que esta Embajada organizó la conferencia académica “Juan Montalvo y la  
mundialización del español”, en el Instituto Cervantes de Pekín dictada por el Ministro  
Claude Lara, responsable de los asuntos culturales de esta Embajada, que fue traducida al  
mandarían por el académico Lin Yi an.  
El Ministro Lara puso de manifiesto la obra del escritor Juan Montalvo como un aporte de-  
cisivo a la mundialización contemporánea del idioma español, a través de sus obras literarias  
y políticas e informó que para esta conmemoración editó, en Pekín, el libro, titulado: Estudios  
sobre Juan Montalvo/Études sur Juan Montalvo, a más de la donación de varias obras montal-  
vinas a la biblioteca Antonio Machado de este Instituto.  
Este proyecto fue ampliamente reconocido por la comunidad diplomática y académica de  
Pekín, por lo que será replicado en otras ciudades importantes de China.  
Atentamente,  
4
0 El Ecuador rinde homenaje a Juan Montalvo, versión en línea, 42 páginas. Ver en: https://  
www.academia.edu/43347247/%E5%8E%84%E7%93%9C%E5%A4%9A%E5%B0%94%E5%  
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Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
Al organizar el evento cultural sobre Juan Montalvo y la mundializa-  
ción del español, el 21 de noviembre pasado, en el Instituto Cervantes  
de Pekín, la Embajada del Ecuador en la República Popular de China  
conmemora los 130 años del fallecimiento de este coloso de las letras  
de América Latina (1832-1889).  
Para que el lector chino descubra esta figura cardenal de la literatura  
ecuatoriana, conocida también como el “Cervantes de América”, la Em-  
bajada publica, en chino mandarían y en español, las tres intervencio-  
nes magistrales que formaron parte de este certamen, impartidas por  
el Embajador Carlos Larrea, el Ministro Claude Lara y el Catedrático y  
traductor Lin Yi an.  
Este aporte a la diplomacia cultural se fortalece con la donación de  
obras del escritor ecuatoriano a la Biblioteca Antonio Machado del Ins-  
tituto Cervantes, con lo cual la Embajada del Ecuador rinde homenaje  
a los 40 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre  
dos pueblos, cuyo destino irrefragable se une por la solemnidad de su  
41  
historia.  
90%91_%E8%83%A1%E5%AE%89_%E8%92%99%E5%A1%94%E5%B0%94%E6%B2%83_%  
E8%87%B4%E6%95%AC_El_Ecuador_rinde_homenaje_a_Juan_Montalvo_ (06-XII-2022).  
1 Transcribimos el siguiente boletín de prensa de la Embajada del Ecuador en China que refleja  
las múltiples facetas de esta actividad diplomática: BOLETÍN DE PRENSA* CON UNA PU-  
BLICACIÓN EN CHINO, ECUADOR RECUERDA LA FIGURA DE JUAN MONTALVO  
Beijing: La Embajada del Ecuador, al conmemorar los 130 años de fallecimiento de Juan Mon-  
talvo, organizó el 21 de noviembre de 2019, un homenaje en el Instituto Cervantes de la ca-  
pital china, con la participación de representantes del mundo académico y cultural de Beijing.  
Las alocuciones de los diplomáticos ecuatorianos Carlos Larrea y Claude Lara, así como del  
renombrado académico y traductor chino, Lin Yi an, que tuvieron lugar en dicho foro, han  
sido reproducidas en una publicación conmemorativa por los cuarenta años de relaciones  
diplomáticas entre Ecuador y China, que fue compartida el día de hoy con hispanistas y me-  
dios de comunicación, intitulada El Ecuador rinde homenaje a Juan Montalvo.  
4
Este nuevo esfuerzo de difusión cultural se suma a la edición y traducción de los ensayos  
Cartas al Ecuador y Nuevas Cartas, del escritor Benjamín Carrión, ambos textos resultados de  
acuerdos de cooperación y autogestión de la Embajada ecuatoriana en la República Popular  
China.  
Ensayista y novelista ecuatoriano, la obra de Juan Montalvo es un material imprescindible  
para comprender no solo la decisiva contribución de la literatura hispanoamericana, sino  
también la llamada “segunda mundialización del español”, que comenzó en el siglo XII.  
*
Memorando Nro. MRMEH-EECUCHINA-2020-0779-M de la Embajada del Ecuador en  
China, 09 de junio de 2004 y Memorando Nro. MRMEH-EECUCHINA-2020-0790-M de la  
Embajada del Ecuador en China, 10 de junio de 2004, ASUNTO: EN EL AÑO DE CONME-  
MORACIÓN DE LOS 40 AÑOS DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS ENTRE EL ECUADOR  
Y CHINA, PUBLICACIÓN BILINGÜE EN ESPAÑOL Y CHINO DE OBRA SOBRE HOME-  
NAJE A JUAN MONTALVO.  
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Claudio Lara Brozzesi  
En esta actividad diplomática, relativa a la difusión de Juan  
Montalvo y de su obra, resaltaré varios fragmentos de la interven-  
ción del señor Lin Yi an, miembro de la Academia China de Ciencias  
42  
Sociales. Es también uno de los traductores de literatura hispanoa-  
mericana más reputados, al traducir, entre otros escritores españoles  
e hispanoamericanos, la obra completa de Jorge Luis Borges:  
Señoras y señores, amigos y compañeros amantes de la literatura his-  
panoamericana:  
Como ustedes sabrán, la literatura de habla hispana, tanto clásica como  
contemporánea, es muy apreciada en China…  
En un mundo en que todos recibimos y entregamos, cosas buenas y  
cosa malas, nuestro principal sentimiento hacia los escritores de habla  
hispana es la gratitud por lo bueno de que nos dieron, nos dan y que  
nos darán…  
Sin embargo, nuestro campo visual es limitado, faltan muchos autores  
importantísimos en la lista arriba mencionada. Me refiero especial-  
mente a uno de ellos, al ilustre escritor ecuatoriano Juan Montalvo.  
Aprovechando la ocasión, quiero formular mi sincero agradecimiento  
al señor ministro Claude Lara, experto en los estudios sobre el maestro.  
Es él quien nos hizo conocerlo más de cerca a los hispanistas chinos.  
Estoy totalmente de acuerdo con el ministro. Merece la pena presentar  
y traducir al Cervantes de América.  
A mi modesto parecer, la traducción de obras literarias de habla his-  
pana al chino y su difusión en China constituye también un fenómeno  
o un reflejo de la mundialización del español.  
Los chinos creemos que el español es uno de los idiomas más hermo-  
sos, más importantes y más eficaces del mundo, como el nuestro. Es  
una maravilla poder dominar las dos lenguas...  
Una de las características de la difusión cultural, no sólo es la  
persistencia del trabajo colectivo, como lo acabamos de manifestar a  
lo largo de este discurso con la transcripción de documentos desco-  
nocidos o inéditos, sino que, gracias a este homenaje al Cervantes de  
América en Pekín, la promoción del Ecuador se convierte en una se-  
milla que otros diplomáticos enriquecerán.4  
3
42 Acerca de este ilustre traductor y estudioso de la literatura hispanoamericana, recomendamos  
esta síntesis: https://espanol.cgtn.com/news/3d3d774d664e544f346b7a6333566d54/p.html  
(
06-XII-2022) y El Ecuador rinde homenaje a Juan Montalvo… op.cit., citación pp.41-42.  
4
3 Vale la pena recalcar que, como encargado del sector cultural de la Embajada del Ecuador en  
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Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
Finalizando mi discurso de incorporación, al citar los ejem-  
plos de: París, Quebec y Pekín, hemos echado un vistazo sobre varios  
aportes referentes a la promoción diplomática de la obra del Cosmo-  
polita.  
Esta labor de promoción en el mundo, poco conocida y dis-  
persa, merece ser recopilada para, luego, difundirse. En efecto, re-  
cordemos lo que Rufino Blanco-Fombona, escritor, diplomático,  
político, historiador y editor venezolano, en la introducción a los  
Siete Tratados, escribió en su Prefacio, en París, en 1912:  
Es verdad que las obras de Montalvo no son fáciles de obtener, salvo  
quizás, relativamente, Siete Tratados, Capítulos que se le olvidaron a Cer-  
vantes y Geometría moral, editadas en Europa, las dos últimas después  
de muerto el autor; es verdad que su nombre es más célebre que sus  
obras; que estas no han llegado ni quizás llegarán nunca, dada la na-  
44  
turaleza de semejantes escritos, al vulgo de lectores.  
Pasado más de un siglo constatamos cómo internacionalmente  
la promoción diplomática de Juan Montalvo, a través de nuestras Le-  
gaciones luego Embajadas, Consulados y Misiones Permanentes, par-  
ticularmente en los continentes europeo y americano, ha alcanzado  
una notable difusión de su producción, a través de: reediciones, tra-  
la República China, 2016-2022, ésta publicó en chino-mandarín: Amor y desamor en la Mitad  
del Mundo (2016), Cartas al Ecuador y Nuevas Cartas al Ecuador (2019) y El Ecuador rinde home-  
naje a Juan Montalvo (2020).  
-
Sobre Amor y desamor en la Mitad del Mundo, recopilación de cuentos de 28 narradores ecua-  
torianos, traductora Zhang Ke, diciembre 2016, versión electrónica:  
http://casadelacultura.gob.ec/archivo.php?ar_id=11&no_id=6975&palabrasclaves=Emba-  
jada%20de%20Ecuador%20en%20China,%20Pek%EDn,%20antolog%EDa%20de%20cuen-  
tos%20ecuatorianos%20contempor%E1neos,%20Amor%20y%20desamor%20en%20la%20mi  
tad%20del%20mundo&title=Ecuador%20presenta%20en%20Pek%C3%ADn%20su%20se-  
gunda%20obra%20literaria%20en%20mandar%C3%ADn  
-
Benjamín Carrión, Cartas al Ecuador y Nuevas Cartas al Ecuador, impreso por la Universidad  
de Changzhou, Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Changzhou,  
mayo 2019, versión electrónica:  
http://spanish.chinatoday.com.cn/2018/zgylm/201906/t20190617_800170958.html  
-
El Ecuador rinde homenaje a Juan Montalvo, Embajada del Ecuador, impreso por LOOKWE,  
Beijing, abril 2020, versión electrónica: http://spanish.chinatoday.com.cn/2018/zgylm/  
01911/t20191122_800185938.html (06-XII-2022).  
2
44 R. Blanco-Fambona, Prefacio, Don Juan Montalvo, Siete Tratados, tomo primero, Casa editorial  
de Garnier Hermanos, París, 1912, pp. V y VI.  
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Claudio Lara Brozzesi  
ducciones, donaciones de sus publicaciones en bibliotecas privadas  
y públicas, homenajes, coloquios, conferencias, placas, bustos y, lo  
que no podía imaginarse el Cervantes de América, una valiosa y va-  
riada creación crítica de los más ilustres escritores nacionales, hispa-  
noamericanos y extranjeros.  
Por último, acerca del aporte constante del “más ilustre de  
los escritores ecuatorianos”, retomaré las razones esenciales de Gon-  
zalo Zaldumbide, en su discurso pronunciado en Ambato, el 13 de  
45  
abril de 1956 en el Mausoleo de Montalvo:  
Al congregarnos en torno a su memoria, lo que hacemos no es por él,  
que ya de nadie necesita. Es por nosotros mismos, que necesitamos, a  
cada vuelta del camino, encender en su antorcha la esperanza que se  
nos apaga, la fe que vacila en su anhelo de porvenir para esta patria,  
46  
hoy más que nunca en desconcierto y confusión.  
Y, luego, en la alocución pronunciada al pie de la estatua de  
Montalvo, el 13 de abril de 1928, él realzó el sentido de esta fascina-  
ción, así como el alcance de nuestra labor patriótica de promoción  
del país a través de sus hijos más ilustres:  
El Montalvo en fin uno y vario de su obra múltiple y única, nos perte-  
nece; pero al mismo tiempo nos sobrepasa, nos incorpora en el con-  
cierto de las grandes fuerzas que rigen la gravitación de los espíritus  
en torno de un ideal de cultura y de belleza cada vez más alto y per-  
fecto. Es una de aquellas glorias que justifican nuestra existencia como  
nación en el acervo de valores que van acumulando y por el cual viven  
emulando todas las naciones.47  
Muchas gracias por su atención  
4
5 Gonzalo Zaldumbide, Cuatro Grandes Clásicos Americanos, imprenta y casa editora “Coni”,  
Buenos Aires, 1948, p. 131.  
6 Gonzalo Zaldumbide, Montalvo… op. cit., p. 112.  
7 Ibíd., p. 110.  
4
4
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
594  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
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abril 2020. Ver en: https://www.academia.edu/43347247/%E5%8E%84%  
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E%89_%E8%92%99%E5%A1%94%E5%B0%94%E6%B2%83_%E8%87%B4  
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E5%AE%89_%E8%92%99%E5%A1%94%E5%B0%94%E6%B2%83_%E8%8  
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fils-parisien-de-juan-montalvo-et-sa-descendance-en-france/  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
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Claudio Lara Brozzesi  
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et le Buste de Juan Montalvo. Ver en: http://ecuadordiplomaciacultura.  
com/le-square-de-lamerique-latine-fonde-par-le-comite-france-amerique-  
et-le-buste-de-juan-montalvo/  
–––––, Hommage à Juan Montalvo, l’historique d’une action diplomatique  
(
Gonzalo Zaldumbide). Ver en: http://ecuadordiplomaciacultura.com  
hommage-a-juan-montalvo-lhistorique-dune-action-diplomatique-1/  
06/XII/2022).  
/
(
–––––, Emisión de televisión, Canal RTU: “Desde la Academia”, Dr. César Alar-  
cón Costta: https://www.youtube.com/channel/UCsr4ysme4itq2INu  
3OZV6AQ (06/XII/2022).  
–––––, “Présentation du livre Voyageurs français en Équateur au XIX° siècle”:  
http://ecuadordiplomaciacultura.com/presentation-du-livre-voyageurs-  
francais-en-equateur-au-xix-siecle/ (06-XII-2022).  
–––––, Literatura del Ecuador en la revista “Nuit Blanche de Quebec. Ver en:  
https://www.afese.com/img/revistas/revista41/nuitblanche.pdf  
(06-XII-2022).  
–––––, Au sujet de la préface de Fernand Verhesen, quelques aspects de la poé-  
tique de Jorge Carrera Andrade. Ver en: http://arqueologia-ecuador.  
blogspot.com/2014/07/au-sujet-de-la-preface-de-fernand.html?m=1  
(06-XII-2022)  
OJEDA Enrique, Les années fastes: de 1920 à 1960, Nuit Blanche, février 2004. Ver  
en: http://ecuadordiplomaciacultura.com/les-annees-fastes-de-1920-a-  
1960-par-enrique-ojeda/  
ORTIZ Marcelo, “Le mal du pays”, Vida y milagros de la música ecuatoriana en  
Quebec, memorias de un inmigrante”, Revista AFESE, n°61, AFESE, Quito,  
2
015. Ver en: https://afese.com/img/revistas/revista61/AFESE-61.pdf  
(06-XII-2022).  
SALAZAR Gustavo (editor), Gonzalo Zaldumbide, cuadernos a pie de página,  
n°3, Madrid, 2010. Ver en: https://issuu.com/salazargustavo/docs/cua-  
dernos_a_pie_de_pagina_3 (06-XII-2022).  
VERHESEN Fernand, Jorge Carrera Andrade (1903-1978), Nuit Blanche, février  
2004. Ver en: https://www.academia.edu/35742056/_Jorge_Carrera_An-  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
598  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
drade_1903_1978_por_Fernand_Verhesen_In_Nuit_Blanche_f%C3%A9vri  
er_2004_pp_18_21_  
ZALDUMBIDE Gonzalo, Cuatro Grandes Clásicos Americanos, imprenta y casa  
editora “Coni”, Buenos Aires, 1948.  
––––––, Montalvo, Casa Editorial Garnier Hermanos, París, 1937.  
ZARATE Michael, Ecuador recuerda en China la figura de Juan Montalvo, China  
Hoy. Ver en http://spanish.chinatoday.com.cn/2018/zgylm/201911/  
t20191122_800185938.html (06-XII-2022).  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
599  
Claudio Lara Brozzesi  
ANEXOS  
Anexo 1  
INAUGURACIÓN DEL MES DEL ECUADOR EN QUEBEC4  
8
CE n° 26/2004  
FECHA: 16 de febrero de 2004  
PARA: Director general de Promoción Cultural  
DE: Alejandro Suárez, embajador del Ecuador en Canadá  
ASUNTO: INAUGURACIÓN DEL MES DEL ECUADOR EN QUEBEC  
El día jueves 12 de febrero en curso se realizó, en los salones de la  
Biblioteca “Gabrielle Roy” de Quebec, el acto de inauguración del “Mes del  
Ecuador” en dicha ciudad canadiense. La ceremonia contó con la presencia  
del Alcalde de Quebec; del Subdirector de Política Bilateral de la Cancillería  
quebequense; de los directivos del Instituto Canadiense de Quebec; de las  
autoridades de la Biblioteca “Gabrielle Roy”, de varios cónsules extranjeros  
en Quebec; de miembros de la pequeña comunidad ecuatoriana en esa ciu-  
dad.  
2. Durante el acto, se suscribió el nuevo convenio de cooperación en materia  
educativa entre el Ecuador y el Gobierno de Quebec, que beneficiará a los  
estudiantes ecuatorianos que actualmente cursan sus estudios superiores  
en universidades e institutos de la Provincia de Quebec. Se develó el busto  
de Juan Montalvo que ha sido donado por el Ecuador a la Municipalidad  
de Quebec y que será colocado en la Plaza Latinoamericana, próxima a con-  
cluirse. Se lanzó oficialmente, por último, la separata de la revista “Nuit  
Blanche” correspondiente al mes de febrero, que está íntegramente dedicada  
a escritores ecuatorianos. Al concluir la ceremonia, el Cónsul del Ecuador  
en Montreal, Ministro Claude Lara, ofreció una recepción a los asistentes.  
3. El “Mes del Ecuador” fue una iniciativa largamente gestada por el Con-  
sulado del Ecuador en Montreal, con el apoyo del Instituto Canadiense de  
Quebec y de la Biblioteca “Gabrielle Roy” así como de la Cancillería del Go-  
bierno de Quebec y de la Municipalidad de dicha ciudad. Comprende va-  
rios eventos entre los cuales hay que mencionar una serie de conferencias  
sobre cultura ecuatoriana, conciertos de música de nuestro país, una expo-  
48 Archivo Histórico Alfredo Pareja Diezcanseco, Ministerio de Relaciones Exteriores y Movili-  
dad Humana del Ecuador.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
600  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
sición de artesanías y otra de fotografía. Es un evento de singular impor-  
tancia para la promoción de la imagen de nuestro país, particularmente en  
la Provincia de Quebec en donde existe un ambiente cultural de gran nivel.  
4
. Me es grato destacar el mérito que corresponde al Ministro Claude Lara,  
Cónsul General del Ecuador en Montreal, por esta importante iniciativa.  
Con el apoyo de las instituciones antes mencionadas, logró concretar un  
evento cultural sin precedentes en Quebec, al menos en lo que toca a países  
latinoamericanos y con la participación activa de la Biblioteca más impor-  
tante de Quebec como es la “Gabrielle Roy” y de un grupo de distinguidos  
intelectuales canadienses. El empeño y la imaginación del Cónsul Lara su-  
peraron las limitaciones económicas y de recursos e hicieron posible la con-  
creción de una iniciativa que ha proyectado muy dignamente la imagen de  
nuestro país en Quebec.  
Muy atentamente.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
601  
Claudio Lara Brozzesi  
Anexo 2  
BOLETÍN DE PRENSA N° 91  
DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DEL ECUADOR  
49  
El Consulado General del Ecuador en Montreal comunica de manera  
sucinta, los principales aspectos realizados en el “Mes del Ecuador”, que se  
inauguró el 12 de febrero en el Centro Cultural Gabrielle Roy de la capital  
de esa Provincia, en presencia de las siguientes autoridades: el sr. Jean-Paul  
l’Allier, Alcalde de Quebec, Sr. François Bouilhac Vicecanciller, Sr. Pierre Lu-  
cier, Viceministro de Educación, Se. Gilles Jobin, Presidente del Instituto Ca-  
nadiense de Quebec y el Sr. Alejandro Suárez, Embajador del Ecuador en el  
Canadá y Presidente de la Delegación Ecuatoriana, el Dr. Claude Lara, Cón-  
sul General del Ecuador en Montreal.  
Para reforzar y difundir mejor los intercambios culturales y turísticos  
entre el Ecuador y la Provincia de Quebec, el Consulado General del Ecua-  
dor en Montreal, con el Instituto Canadiense de Quebec y el Magacín lite-  
rario “Nuit Blanche” organizaron el “Mes del Ecuador en Quebec” en la  
Biblioteca Gabrielle Roy, cuyas actividades principales son:  
-
un ciclo de cuatro conferencias sobre la ciudad de Quito, Patrimonio Cul-  
tural de la Humanidad como Quebec, y el Ecuador (cultura y naturaleza),  
-
-
-
-
7 conciertos del músico Marcelo Ortiz,  
una exposición de fotografías sobre Quito de Francis Bourque,  
una exposición de afiches sobre Quito,  
una exposición de reproducción de 18 dibujos sobre Quito del destacado  
artista español, José María Roura,  
-
-
una exposición de artesanías ecuatorianas,  
una donación de un busto en bronce de Juan Montalvo para la Plaza de  
América Latina,  
-
-
una donación de 350 libros, videos, discos compactos, cdroms,  
publicación de un número especial en francés sobre la literatura ecuato-  
riana.  
Para dar a conocer mejor la importancia del idioma francés en la di-  
fusión de la literatura ecuatoriana, recordemos que sólo para el siglo XX te-  
nemos a 80 escritores ecuatorianos traducidos en esa lengua. Por otra parte,  
se ha publicado un suplemento de 32 páginas con artículos de eminentes  
especialistas: el Dr. A. Darío Lara, el Dr. Enrique Ojeda y el Dr. Galo Galarza,  
traducciones en francés de fragmentos de poemas, ensayos y novelas. Ade-  
49 Archivo Histórico Alfredo Pareja Diezcanseco, Ministerio de Relaciones Exteriores y Movili-  
dad Humana del Ecuador.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
602  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
más, el 4 de abril se editará el número de “Nuit Blanche” con ese suple-  
mento y aparecerá en su página web, leída anualmente por más de 240.000  
lectores, todo este material. Finalmente, 4 premios serán ofrecidos con obras  
en francés de Alfredo Gangotena y Jorge Carrera Andrade para los gana-  
dores (Generalmente participan 10.000 lectores).  
En la ceremonia de inauguración, el Consulado General entregó, a  
las 250 publicaciones ya donadas en 2002 a la Universidad Laval de Quebec,  
3
60 obras suplementarias (libros, videos, cdroms y cds) al fondo Gabriel  
García Márquez de la Biblioteca Gabrielle Roy que por sí sola tiene más de  
50.000 publicaciones y forma parte ya de una red de 14 bibliotecas con más  
de 550.000 libros.  
Por otra parte, el Gobierno del Ecuador donó un busto en bronce del  
1
polígrafo Juan Montalvo a la Comisión de la Capital Nacional para ubicarlo  
en el Parque de América Latina de la ciudad de Quebec de 12.000 metros  
cuadrados y localizado en la parte baja de la ciudad, entre el Palacio de Jus-  
ticia y la desembocadura del río Saint-Charles, (firma del acta de donación).  
Por último, se procedió a la firma del “Convenio de Cooperación en  
las Áreas de la Educación y la Formación entre los Gobiernos del Ecuador  
y Quebec” para 30 becarios que fortalecerá la cooperación y los intercambios  
en materia de formación de recursos humanos que trabajan en las áreas de  
la enseñanza superior y la investigación.  
El Embajador del Ecuador Alejandro Suárez pronunció el discurso  
final sobre el estado de las relaciones con el Canadá y resaltó la gran impor-  
tancia de esta actividad cultural para los intercambios con la Provincia del  
Quebec.  
Ministerio de Relaciones Exteriores, República del Ecuador, Quito, 1  
de marzo de 2004.  
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603  
Claudio Lara Brozzesi  
Anexo 3  
ACUERDO ENTRE EL ECUADOR Y QUEBEC  
SOBRE LA DONACIÓN DEL BUSTO DE JUAN MONTALVO  
50  
ACUERDO ENTRE EL CONSULADO GENERAL DE LA REPÚBLICA DEL  
ECUADOR EN MONTREAL EN REPRESENTACIÓN DEL GOBIERNO DE  
LA REPÚBLICA DEL ECUADOR Y LA COMISIÓN DE LA CAPITAL NA-  
CIONAL DE QUEBEC SOBRE LA DONACIÓN DEL BUSTO DE JUAN  
MONTALVO  
EL CONSULADO GENERAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR EN  
MONTREAL EN REPRESENTACIÓN DEL GOBIERNO DE LA REPU-  
BLICA DEL ECUADOR, Representado por Claude Lara Brozzesi, Cónsul  
General de la República del Ecuador en Montreal, Y LA COMISIÓN DE LA  
CAPITAL NACIONAL DE QUEBEC, Representada por Pierre Boulanger,  
Presidente y Director General, en adelante denominada la Comisión,  
TENIENDO EN CUENTA QUE la Comisión administra el parque de Amé-  
rica Latina, dedicado a desarrollar la amistad que vincula la nación quebe-  
quense y los pueblos latinoamericanos;  
TENIENDO EN CUENTA QUE el concepto de acondicionamiento de dicho  
parque prevé la integración de monumentos que conmemoran a los héroes  
latinoamericanos;  
CONSIDERANDO el interés del Consulado General de la República del  
Ecuador en Montreal de mejorar la difusión de las notables personalidades  
de su país y, particularmente, a los francófonos como Juan Montalvo;  
CONSIDERANDO la voluntad del Gobierno de la República del Ecuador  
de desarrollar esta política cultural con un aporte concreto, al ofrecer a la  
Comisión un busto en bronce con la efigie del polígrafo Juan Montalvo;  
TENIENDO EN CUENTA QUE el párrafo 5 del artículo 16 de la Ley sobre  
la Comisión de la Capital Nacional de Quebec prevé que en el ejercicio de  
su misión, la Comisión puede recibir donaciones, legados, subvenciones u  
otras contribuciones;  
LAS PARTES CONVIENEN LO SIGUIENTE:  
OBJETO DEL ACUERDO  
ARTÍCULO PRIMERO  
El presente acuerdo precisa las modalidades de donación de un busto de  
Juan Montalvo.  
50 Archivo Histórico Alfredo Pareja Diezcanseco, Ministerio de Relaciones Exteriores y Movili-  
dad Humana del Ecuador.  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
604  
Promoción diplomática de Juan Montalvo  
en el mundo  
RESPONSABILIDADES  
ARTÍCULO 2  
1
. El Gobierno de la República del Ecuador en Montreal dona a la Comisión,  
que la recibe, una obra libre de derechos con la efigie de Juan Montalvo, y  
presenta su descripción técnica que se anexa a la presente.  
2
. La Comisión se compromete a:  
a) instalar la obra en el parque de América Latina, en el verano del 2004, en  
la medida de los fondos disponibles;  
b) mantener la obra a perpetuidad con todas las reglas del arte y asegurar  
su difusión.  
ENTREGA Y TOMA DE POSESIÓN  
ARTÍCULO 3  
En la presente fecha, la Comisión toma posesión inmediata del busto entre-  
gado por el Consulado General de la República del Ecuador en representa-  
ción del Gobierno de la República del Ecuador.  
Hecho en la Ciudad de Quebec, el 12 de febrero del 2004, por duplicado, en  
español y en francés, siendo ambos textos igualmente válidos.  
POR EL CONSULADO GENERAL  
DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR  
EN MONTREAL,  
POR LA COMISIÓN DE LA  
CAPITAL NACIONAL  
DE QUEBEC  
EN REPRESENTACIÓN DEL GOBIERNO  
DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR  
f) Claude Lara Brozzesi  
Cónsul General  
f) Pierre Boulanger  
Presidente y Director General  
de la República del Ecuador en Montreal  
BOLETÍN ANH Nº 208-B • 566–605  
605  
DIRECTORIO  
DE MIEMBROS  
DE LA ANH  
ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA  
SEDE QUITO  
Av. 6 de Diciembre 21-218 y Roca  
2
2556022/ 2 907433 / 2 558277  
ahistoriaecuador@hotmail.com  
secretaria@academianacionaldehistoria.org.ec  
NOMBRE  
TIPO DE MEMBRESÍA  
LUGAR  
ACHIG SUBÍA, LUCAS  
Calle Valle de los Chillos 170  
y Valle de Yunguilla  
CORRESPONDIENTE  
CUENCA  
N. Quito  
0728160555/ 0987739468  
lucas.achig@ucuenca.edu.ec  
AGUIRRE AGUIRRE, FERNANDO  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
LOJA  
0997692065  
fpaguirrea@hotmail.es  
ALARCÓN COSTTA,CÉSAR  
QUITO  
9
0
DE Octubre N26-70 y Colón  
22402240 / 022547864/ 0999468005  
N. Bolívar  
fedmatriz@hotmail.com  
ALBORNOZ BUENO,ALICIA  
Apartado postal 10922  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
México 10.Las Lomas, México D.F.  
aliciaalbornoz@hotmail.com  
ALDEÁN RIOFRÍO, MICHELLE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
LOJA  
QUITO  
LOJA  
0995307949  
mivanova_111@hotmail.com  
ALVARADO GUALPA, JOSÉ  
0988710407  
josealvarado195902@gmail.com  
ÁLVAREZ GALARZA, SUSANA  
0983890832  
rosaleso@fiscalia.gob.ec  
ARIAS ÁLVAREZ, JOSE CARLOS  
Calle Pedro Vicente Maldonado y  
la Condamine  
LOJA  
N. España  
072548622 / 0985238045  
josecarlosariasalvarez@hotmail.es  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
609  
Directorio de los miembros de la ANH  
ARTETA VARGAS, GERMÁN  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
0
984768301  
german_arteta1952@gmail.com  
ARTEAGA PARRALES, JOSÉ  
PORTOVIEJO  
Calle 12 de Octubre 115, entre  
García Moreno y Gabriela Mistral  
0991984755  
ARTIEDA VELASTEGUI, RINA  
998832239  
rartieda@hotmail.com  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
QUITO  
0
ARROBO REYES, HUGO  
arrobojose@yahoo.es  
Miembro desde nov.2020  
ASPIAZU ESTRADA, ROBERTO  
raspiazu@cee.org.ec  
QUITO  
0999428484  
ASTUDILLO SAMANIEGO,CLODOVEO  
MACHALA  
Ciudadela del IESS, mz.3, villa 5.  
0
72937646/ 0992090975  
casfcs_machala@hotmail.com  
AVILA PAREDES, RAMIRO  
Francisco Arévalo 47-133 y las Malvas,  
Monteserrín  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
QUITO  
02246261 / 0999813170  
ravilapa@gmail.com  
AYALA MORA, ENRIQUE  
Toledo 2280, Plaza Brasilia  
Universidad Andina.  
QUITO  
N. Ibarra  
0
999809855/023228085/023228085.ext. 1137  
enrique.ayalamora@uasb.edu.ec  
BAQUERIZO AROSEMENA, CÉSAR  
cesarbaquerizo@hotmail.com  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
BARRERA-AGARWAL, MARÍA HELENA  
NUEVA YORꢀ  
N. Pelileo  
001 9176642353 / 001 718200998  
mhbarrerab@gmail.com  
Tungurahua  
BARRIGA LÓPEZ, FRANKLIN  
DE NÚMERO  
QUITO  
N. Latacunga  
10 de Agosto 39-127 y Diguja, piso 11-2  
458421 / 0984028366  
2
f-barri@uio.satnet.net  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
610  
Directorio de los miembros de la ANH  
BARRIGA LÓPEZ, LEONARDO  
Av. América N31-207 y Mariana de Jesús  
DE NÚMERO  
QUITO  
N. Latacunga  
2521547/ 0999831964 / 0986451610 / 2400306  
Ibarriga6@gmail.com  
BAUS PALACIOS, EFRAÍN  
efrainbaus@gmail.com  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
LOJA  
BORRERO ESPINOSA, EFRAÍN  
0
992164858  
eborreroe@hotmail.com  
BORRERO VEGA, ANA LUZ  
Facultad de Filosofía.  
DE NÚMERO  
CUENCA  
U de Cuenca.Av. 12 de Abril.  
0
72856396 / 0999600077  
alborveg@yahoo.com /  
ana.borrero@ucuenca.edu.ec  
BRAVO CALLE, KLÉVER  
De las Alondras N46-86 y de los Cactus.  
Conjunto Los Prados, Monteserrín.  
DE NÚMERO  
QUITO  
N. Chimborazo  
3
343523/0998125941  
kabravo59@hotmail.com / kabravo@espe.edu.ec  
BURGOS GUEVARA, HUGO  
Cumbayá, Urb. Primavera 1,  
calle Bramantes 165  
EMÉRITO  
QUITO  
3550298 / 0998246041  
hburgosguevara@gmail.com / hugobg1999@yahoo.com  
CAICEDO ALDAZ, LEONARDO  
52-733-719 / 098-361-224-5  
Calle 10 de agosto N130 y 18 de mayo  
santaritadebabahoyo@hotmail.com  
CORRESPONDIENTE  
BABAHOYO  
MACHALA  
0
CAMACHO PINEDA, RAFAEL  
Guabo s/n y Buenavista y Napoleón Mera  
CORRESPONDIENTE  
HONORARIA  
0
7–2962764 / 0985544532  
arafacp12a@yahoo.com  
CÁRDENAS REYES, MARÍA CRISTINA  
Jacarandá 157 y Av. Ordoñez Lazo.  
Edificio Puertas del Sol, 7°  
CUENCA  
N. Chile  
0
72829944/0994296152  
cristina.cardenas8@gmail.com  
CARRASCO VINTIMILLA, MANUEL  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
manuel.carrasco@ucuenca.edu.ec  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
611  
Directorio de los miembros de la ANH  
CASADOS SASTRE, PAULA  
mpaulacasado@gmail.com  
HONORÍFICA  
GUAYAQUIL  
N. Argentina  
CASTELLANO GIL, JOSÉ  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0979322313  
jmcaste@yahoo.es  
CASTILLO ILLINGWORTH, SANTIAGO  
Av. Juan de Garay 845.4° H.CP C1153  
Buenos Aires  
DE NÚMERO  
GUAYAQUIL  
0
0541143006196  
josancas53@hotmail.com  
CASTRO VELÁZQUEZ, JUAN  
Club de la unión. Av. Olmedo  
y Malecón Simón Bolívar  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
GUAYAQUIL  
2
403212.Ext.113/ 0999033493 / 042304798  
castroyvelazquez@hotmail.com/  
CEDEÑO AMADOR, SERGIO  
Urb. Palmar del Río, ꢀm.  
4
½ vía Samborondon  
Villa. C111. Casilla 659  
4 2836 333/ 04 2441 000.Ext.2120 / 0994324000  
0
cedenoamador@gmail.com  
CEDEÑO DELGADO, ALFREDO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
SANTA ANA  
RIOBAMBA  
0
5 263 4507/ 0988946020  
alfredo1710@yahoo.com.ar  
CEPEDA ASTUDILLO, FRANKLIN  
Guayaquil 27-30 y Rocafuerte  
0
3 2961 439/ 0998114681  
defrankc2002@yahoo.fr  
CEVALLOS CALAPI, RAÚL  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
IBARRA  
LOJA  
0
996932555  
rccevallos@utn.edu.ec  
CEVALLOS VÁSQUEZ, MARÍA  
0
984301694  
ruthelizabethleon62@gmail.com  
CHACÓN ZHAPAN, JUAN  
Facultad de Filosofía.  
CUENCA  
U, de Cuenca. Av. 12 de Abril  
0
991476384  
Chaconjuan46@gmail.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
612  
Directorio de los miembros de la ANH  
CHALAN CHALAN, ÁNGEL  
993276815  
angelpchalan@gmail.com  
CORRESPONDIENTE  
LOJA  
AMBATO  
QUITO  
0
CHAVEZ FONSECA, LILA  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
0
993328991  
lilachavezfonseca@hotmail.com  
CHIRIBOGA MAYA, XAVIER  
0
982010366-0963163753  
chiribogaxavier@hotmail.com  
CORDERO ÍÑIGUEZ, JUAN  
CUENCA  
Calle Larga 5-24 y Hermano Miguel  
0
72839181 / 2841 540 / 0992372665  
juancorderoiniguez@gmail.com  
CORTÉZ BONILLA, OLIVIA  
Pontificia Universidad Católica del Ecuador  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
N. Esmeraldas  
2
991700 ext. 2193  
cortezolivia@hotmail.com  
COSTA VON BUCHWALD, GUSTAVO  
Ciudadela Río Grande, Calle Norte.  
Villa # 5.Samborondon  
GUAYAQUIL  
QUITO  
0
42837737 / 0994289784  
gusy2013@outlook.com  
CREAMER GUILLÉN, CLAUDIO  
DE NÚMERO  
Av. 12 de Octubre N24-427 y Cordero  
0
998357777  
creamerc663@gmail.com  
CREAMER GUILLÉN, MONSERRAT  
BENEFACTORA  
QUITO  
monserrat.creamer.guillen@gmail.com  
DAMERVAL MARTÍNEZ, JAIME  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
Aguirre 116 y Pichincha, 3er piso, Of. D  
0992302121 / 042531130 / 042530541  
DE LA TORRE FLOR CARLOS  
999686020  
cdelatf@yahoo.com  
HONORÍFICO  
EMÉRITO  
QUITO  
0
DÍAZ CUEVA, MIGUEL  
CUENCA  
Luis Cordero 1754  
072831917 / 072847608  
mdiazcueva@hotmail.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
613  
Directorio de los miembros de la ANH  
DÍAZ PATIÑO, INGRID  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
QUITO  
0998067002  
ingridiaz28@hotmail.com  
DONOSO BUSTAMANTE, SEBASTIAN  
Avda. Amazonas E4-69 y Patria.  
Edificio COFIEC, Piso 4, 5, 10, 11, 16, 17, 18.  
2562 680/ 0995096615  
sdonosob@hotmail.com  
DONOSO GAME, JUAN FRANCISCO  
Jardines del Este N°2 2.Cumbayá,  
Coop. 29 de Octubre  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
2040850 / 2892508 / 0998933880  
jfdg1@hotmail.com  
ECHEVERRÍA ALMEIDA, JOSÉ  
Miguel de Jijón y León 232  
DE NÚMERO  
DE NÚMERO  
OTAVALO  
QUITO  
062920324 / 0991526752  
joecheve50@yahoo.com  
ESCUDERO ALBORNOZ, XIMENA  
Gaspar de Escalona 3968 y Granda Centeno.  
Buzón 544  
Quito Tenis  
0999678058 / 2260456  
gescuderoadt50@hotmail.com  
ESPINOSA APOLO, MANUEL  
Mañosca 150 y Av. 10 de Agosto,  
Edif. Mañosca, Dep.101.  
DE NÚMERO  
QUITO  
N. Loja  
0993372891  
manuelespinosa10@yahoo.es  
ESPINOSA JARRÍN, FERNANDO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
EMÉRITO  
TENA  
MACHALA  
GUAYAQUIL  
0987110169 / 062844356  
eferspijar@yahoo.com  
ESPINOSA REYES, WILSON  
0994113648 / 042764483  
wilsonespinosareyes@gmail.com  
ESTRADA GUZMÁN, EDUARDO  
Malecón 200 Edificio Rocamar 9° piso.  
042303969 / 0999886712  
Eduardo_j_estrada@ yahoo.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
614  
Directorio de los miembros de la ANH  
ESTRADA RUIZ, JENNY  
Chile33 12y Vacas Galindo, 2° piso  
EMÉRITA  
GUAYAQUIL  
QUITO  
042343216 / 0993181362  
jenestrm@guayaquil.gov.ec  
ESTUPIÑAN VITERI, TAMARA  
CORRESPONDIENTE  
Yaruquí  
2777273 / 0992528625  
tamaraestupinan@gmail.com  
FERNÁNDEZ, MARCELO  
canciller@internacional.edu.ec  
CORRESPONDIENTE  
CORREPONDIENTE  
QUITO  
FIERRO BENÍTEZ, RODRIGO  
QUITO  
Av. Pérez Guerrero OE-3-124 Y San Gregorio  
N. Ambato  
2525903 / 2072888 / 0992406097  
rfierro@puntonet.ec  
FRANCO MALDONADO, NÉCKER  
Juan Montalvo 20- 19 y Bolívar  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
MACHALA  
07 2 932 595  
necker.fm@gmail.com  
FREILE GRANIZO, CARLOS  
QUITO  
N. Riobamba  
9
0
na. Transversal y Cosantos s/n. Tumbaco  
998300700  
cfreile@lahora.com.ec  
FREILE GRANIZO, JUAN  
Bermejo N39 – 128 Y los Motilones.  
Sect. Monteserrín  
HONORÍFICO  
QUITO  
N. Riobamba  
2333478 / 2506923  
GALARZA DÁVILA, GALO  
HONORÍFICO  
QUITO  
QUITO  
galogalarzad@gmail.com  
GALARZA IZQUIERDO LUIS  
CORRESPONDIENTE  
0997831760  
l_galarza_i@yahoo.com  
GALLARDO ROMÁN, JOSÉ  
HONORÍFICO  
DE NÚMERO  
QUITO  
GARAICOA ORTIZ, JOSÉ XAVIER  
GUAYAQUIL  
Rumichaca 213 y Manuel Galecio  
0
42314411 / 0981527853  
xaviergaraicoa@yahoo.com  
GARAY ARELLANO, EZIO  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
Luque 1813 entre Los Ríos y Esmeraldas  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
615  
Directorio de los miembros de la ANH  
0
42368041 / 0982657782  
eziogarayarrellano@yahoo.com  
GARCÉS VITERI, LENIN  
CORRESPONDIENTE  
RIOBAMBA  
Asunción y Chimborazo.  
Conjunto Bellavista1, casa 7  
0
3 2954 540 / 0992813105  
lgarcesviteri@hotmail.com  
GARCÍA MONTOYA, JUAN CARLOS  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
IBARRA  
QUITO  
0
997580055  
jcgarciam@utn.edu.ec  
GARZÓN ESPINOSA, MARIO  
0
998819868  
mario_garzon_e@yahoo.es  
GARZÓN VERA, BLAS  
CUENCA  
Dirección Técnica de  
Comunicación y Cultura.  
Sede Cuenca. Calle Vieja 12-30 y Elia Liut  
0969758722/072862213  
bgarzon@ups.edu.ec  
GUERRERO AGUIRRE, TALIA  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
HONORÍFICA  
LOJA  
QUITO  
0
983871996  
talia.guerrreroa@hotmail.com  
GIL BLANCO, EMILIANO  
0980917084  
egilbe@usfq.edu.ec  
GÓMEZ ARMIJOS, CORONA  
rectorado@uniandes.gob.ec  
AMBATO  
LOJA  
0994391226 / 03 2 460 570  
GÓMEZ GÓMEZ, GABRIEL  
984839050  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
0
gabrielgonzalogomezgomez@yahoo.com  
GÓMEZ TERÁN, MARCELO  
IBARRA  
QUITO  
0991688999  
mgomez@utn.edu.ec  
GOMEZJURADO ZEVALLOS, JAVIER  
Cond. Puertas del Sol. Etapa 1.  
Bloque A. Dep.2 B.  
Autop. Rumiñahui, entre puente 1 y puente 2  
199183 / 0999830454  
jgomezjurado64@gmail.com  
3
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
616  
Directorio de los miembros de la ANH  
GUTIÉRREZ MARÍN, WILSON  
DE NÚMERO  
BAEZA  
1
0
3 de Abril y Los Pioneros (Esquina)  
6 2320 155 / 0984438864  
wilsongutierrezmarin@hotmail.com  
GUTIERREZ YAÑEZ, VICTOR  
HONORÍFICO  
QUITO  
HIDALGO ORTIZ, ÁNGEL EMILIO  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
Urbanización Veranda, mz. 1202, villa 24  
0
986951290  
angemhi@hotmail.com  
HOYOS GALARZA, MELVIN  
DE NÚMERO  
GUAYAQUIL  
Diez de Agosto entre Chile y Pedro Carbo.  
Biblioteca Municipal.  
0
4 2594 800 ext.7300 / 0997638927  
melvinhoyos@yahoo.com  
IBARRA DÁVILA, ALEXIA  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
N. Guaranda  
Pontificia Universidad Católica del Ecuador.  
Edificio Centro Cultural, 2do piso.  
Museo Weilbauer  
0
998352160  
alexiaibarra@yahoo.com  
IBARRA PARRA AMÉRICA  
DE NÚMERO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
QUITO  
QUITO  
QUITO  
QUITO  
QUITO  
0
999467989  
ibarraa125@gmail.com  
IDROVO PÉREZ, HUGO  
0
991692272  
hugoidrovoperez@gmail.com  
IZA TERÁN, CARLOS  
0992527531  
ciza63@yahoo.com  
JURADO NOBOA, FERNANDO  
Edificio Torres de Iñaquito. Torre A. Of. 901.  
Altos CCNNU  
KENNEDY TROYA, ALEXANDRA  
San Ignacio 1001 y Tomás Guerrero.  
Ed. El Barranco.  
CORRESPONDIENTE  
072884202/ 2545218 / 0999427013  
alexandra.kennedy@ucuenca.edu.ec  
molexkt@hotmail.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
617  
Directorio de los miembros de la ANH  
KERSFFELD, DANIEL  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0
999821658  
dakersffeld@hotmail.com  
LALAMA CAMPOVERDE , ROSA  
GUAYAQUIL  
Ciudadela la FAE, Mz. 34, villa 19  
0
4 2398319 / 0996854607  
rolacam2006@yahoo.com  
LARA BROZZESI, CLAUDE  
DE NÚMERO  
QUITO  
0
961505659 – 333240  
clara@cancilleria.gob.ec  
laraclaude@hotmail.com  
LARREA PROAÑO, GREGORIO DE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
EMÉRITA  
QUITO  
QUITO  
0
992923994 / 3952300 ext 15512  
greglarrea@hotmail.com  
LASSO DONOSO, RODRIGO  
3611799/0999731940  
rlassod@hotmail.com  
LEÓN BORJA, DORA  
GUAYAQUIL  
Mallorca 41 , Hato del Rey 00917  
San Juan. Puerto Rico  
lajosszas@hotmail.com  
LONDOÑO LÓPEZ, JENNY  
De los Cabildos N41-64 y De las Almonedas.  
Edif. Icon piso 3C, Quito Tenis  
DE NÚMERO  
QUITO  
N. Guayaquil  
2
248044 / 0998028686  
jennylondo52@gmail.com  
LUCERO AVILÉS,ALBERTO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
GUAYAQUIL  
LOJA  
0
993629769  
albertoluceroaviles@hotmail.com  
MALDONADO ASTUDILLO, NUMA  
0
998382164  
nmaldonadoastudillo@yahoo.com  
MARCOS PINO, JORGE  
GUAYAQUIL  
Av. Central 300, Cdla. Santa Cecilia, Mz. Y, 8A  
999353534  
0
drmarcos@me.com  
MARRIOT BARRETO, MAGNO  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
0985336676  
magnomarriott@gmail.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
618  
Directorio de los miembros de la ANH  
MARTÍNEZ ACOSTA, GALO  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
Pérez Guerrero 391 y Versalles. Of.18  
2520710  
MAUGÉ MOSQUERA, RENÉ  
Guipúzcoa N° 653 y Lugo  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
QUITO  
N. Guayaquil  
2228837 / 0982216843  
leybeat@hotmail.com  
MEDINA ORELLANA, VOLTAIRE  
EL ORO  
Bolívar 098 y séptima este. Machala.  
0
72961075 / 0995011462  
voltairemedinaorellana@yahoo.com  
MEJÍA SALAZAR, ÁLVARO  
armejiasalazar@gmail.com  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
QUITO  
099-5790-111  
MENA VILLAMAR, CLAUDIO  
Lizardo García 512 y Almagro/ o  
Academia Ecuatoriana de la Lengua  
2527614  
claudiomenav@cablemodem.com.ec  
MIÑO GRIJALVA, MANUEL  
Canadá, 17. Residencial Las Américas.  
Metepec, Estado de México.  
CORRESPONDIENTE  
MÉXICO  
N. Quito  
0
0 52 722 108 71 94 (celular)  
mminog@hotmail.com / mmino@colmex.mx  
MIÑO GRIJALVA, WILSON  
Manuel Iturrey E11-28 y Coruña  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
PELILEO  
2
564507 / 0996007740  
mingrijalva@hotmail.com  
MIRANDA TORRES, CARLOS LUIS  
DE NÚMERO  
Correo Central  
0
32424938 / 2864638 / 0986256194 / 032824248  
carlosmirandatorres@gmail.com  
MOLINA CEDEÑO, EDUARDO  
Avenidas Eloy Alfaro y Olímpica.  
Universidad San Gregorio  
DE NÚMERO  
PORTOVIEJO  
052639461 / 052933870 / 0985027230  
ramiro-molina@hotmail.es  
MONCAYO GALLEGOS, PACO  
Coruña 2788 y Orellana  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
Edif. Coruña Plaza, 3° piso, of.302  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
619  
Directorio de los miembros de la ANH  
2905715  
pmoncayog@gmail.com  
MONTENEGRO LÓPEZ, RAMIRO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0996194587  
hrmontenegrol@gmail.com  
MORA WITT, GALO  
QUITO  
N. Loja  
51 Avenue Bugeaud  
Paris 75016  
morawittgalo@gmail.com  
MORALES MEJÍA, JUAN CARLOS  
DE NÚMERO  
IBARRA  
Colón 4-09  
062952857 / 0995778910  
pegasusecuador@yahoo.com  
MORALES RUIZ, CECILIA  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
AMBATO  
QUITO  
0967671490  
cmorales@casademontalvo.gob.ec  
MORALES SUÁREZ, JUAN FRANCISCO  
Av. Villalengua OE4- 177 y  
Barón de Carondelet  
0958758269 / 2 278949  
jfgms03@hotmail.com  
MOSCOSO PEÑAHERRERA, DIEGO  
Real Audiencia y Calle los Claveles s/n.  
Alangasí  
DE NÚMERO  
QUITO  
2796120 / 0992923320  
moscoso.diego@gmail.com  
MOYA, RUTH  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0988465940 / 02 4 527 829  
ruthmoyatorres@yahoo.com  
MULLO SANDOVAL, MARIO  
PICHINCHA  
Urb. Primavera, Miguel Ángel E7-95 y  
Florencia, Cumbaya, Prov. Pichincha  
0
984497275  
mariomullo@yahoo.com  
MUÑOZ BORRERO, EDUARDO  
Av. Vencedores de Pichincha.  
Santuario Hermano Miguel  
DE NÚMERO  
QUITO  
N. Cuenca  
2656589 / 2660365  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
620  
Directorio de los miembros de la ANH  
MUÑOZ DÁVILA VÍCTOR  
victormunozdavila4@gmail.com  
CORRESPONDIENE  
PORTOVELO  
MACHALA  
0979936305 / 07 2 949 396  
MURILLO CARRIÓN, RODRIGO  
Calle Babahoyo 203,  
CORRESPONDIENTE  
entre Zaruma y Marcel Laniado  
07 2980981 / 0989395942  
NARANJO LÓPEZ, GALO  
gnaranjo@uta.edu.ec  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
AMBATO  
IBARRA  
NARANJO TORO, MIGUEL  
0
997621414  
menaranjo@utn.edu.ec  
NARVÁEZ RIVADENEIRA, LUIS  
HONORÍFICO  
DE NÚMERO  
QUITO  
0997200510  
losnarvaez@yahoo.es  
NEVÁREZ MENDOZA, BING  
ESMERALDAS  
Mejía 211 , entre Bolívar y Sucre  
0
939630109  
bingnevarez@hotmail.com  
NICOLA GARCÉS, GERARDO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
AMBATO  
QUITO  
0987592768  
NOBOA FLORES, FERNANDO  
994813008  
0
enrique.noboa@bayer.com  
NÚÑEZ ENDARA, PABLO  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
Archivo Histórico del Ministerio de RR. EE.  
Carrión E1-76 y Av. 10 de Agosto  
2
993200 ext. 1178/20985485133  
pnunez64@hotmail.com  
NÚÑEZ FREILE, BYRON  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0
996264565  
nunez_freile@hotmail.com  
ORDOÑEZ ITURRALDE, WILMAN  
GUAYAQUIL  
Av. Bolivia N°5708 entre la 33 y 34  
0
4 2464 216 / 04 2476 631 /0994535289  
wilman_69@hotmail.com  
ORTEGA, RUBÉN  
CORRESPONDIENTE  
LOJA  
0
988389139  
luciavioletaortega@hotmail.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
621  
Directorio de los miembros de la ANH  
ORTIZ CRESPO, ALFONSO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
QUITO  
González Suárez 32-90 y Bejarano  
2
377565 / 2230294 /2509471 / 6000528  
aortizc@andinanet.net  
ORTIZ CRESPO, GONZALO  
Los Comicios OE4-573 y Azcumaga.  
Conjunto Alcalá.  
Ed. Alcázar. Urb. Quito Tennis.  
2
460228 / 0987293686  
gonzalo@ortizcrespo.com  
ORTIZ MIRANDA, JORGE  
DE NÚMERO  
DE NÚMERO  
AMBATO  
QUITO  
0
993328991/032585847  
lilachavezfonseca@hotmail.com  
PAZ Y MIÑO, JUAN JOSÉ  
El Día N. 37-215 Y El Telégrafo  
6
035-651 / 2509471 / 0995026475  
juan@pazymino.com  
PÁEZ BARRERA, OSWALDO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
Leonidas Plaza E16-236  
N. Cuenca  
0984307334  
PÁEZ TERÁN, RODRIGO  
Sangolquí. Casilla 17 – 23 -280  
QUITO  
2
340164 / 0999834529  
ro75pater@gmail.com  
PALACIOS JARA, ANTONIETA  
Costanera 1237 y Víctor Emilio Estrada,  
Urdesa  
DE NÚMERO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
HONORÍFICO  
GUAYAQUIL  
042385571 / 0991858924  
maantonietapalacios@hotmail.com  
PALADINES ESCUDERO, CARLOS  
Av. 6 de Diciembre y Patria.  
Casa de la Cultura  
QUITO  
N. Loja  
2
409416 / 2991700 ext. 1319 / 0996014043  
capaladines@yahoo.es  
PAREDES CASTILLO, DOMINGO  
Av. Coruña y Zaldumbide  
Ed. ꢀing Building Piso 4  
QUITO  
N. Guayaquil  
0
996546742  
domingoparede@gmail.com  
PAZMIÑO, GIOVANNI  
Diócesis de Ambato  
AMBATO  
032422102 / 032826132  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
622  
Directorio de los miembros de la ANH  
PEÑAHERRERA MATEUS, ANDRÉS  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
Manuel Larrea 1003  
2
560791 / 2863603 / 0992740375  
arqandrespema@yahoo.com  
PÉREZ PIMENTEL, RODOLFO  
Conjunto Lago Sol, villa A9 ,  
vía Samborondón.  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
Casilla 09 01 00875  
0
4 2613191 / 0994044917  
rodolfoperezpimentel@hotmail.com  
PLAZA GARCIA, NORMA  
Los Ceibos, Calle 9a 109  
entre avenidas Primera y Principal  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
QUITO  
0
4600 7460 / 098 481 0679  
normaplazadegarcia@gmail.com  
PONCE LEIVA, PILAR  
Víctor de la Serna, 19. Madrid 28016.  
España  
3
4913945784 / 0998027342  
piponce@ghis.ucm.es / pilarponce@hotmail.com  
POSSO, MIGUEL  
994832470  
CORRESPONDIENTE  
IBARRA  
0
migueposso@gmail.com  
PUIG PEÑALOSA, XAVIER  
CORRESPONDIDENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
IBARRA  
N. España  
0999968961  
xavier.puig@ehu.eus  
QUINATOA COTACACHI, ESTELINA  
QUITO  
QUITO  
QUITO  
0987721476  
estelina.quinatoac@gmail.com  
QUINTERO LÓPEZ, RAFAEL  
0996001007  
bernardoql@yahoo.es  
RAMON VALAREZO, GALO  
Eloy Alfaro 18-24 y Bélgica 3°piso  
0999700109  
garaval@yahoo.com  
REDROVÁN SAMANIEGO, OSWALDO  
Calle Beethoven N°56-174 y Cap. Ramos  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
N. Zaruma  
2
401739/ 0989212051  
oredrovan@hotmail.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
623  
Directorio de los miembros de la ANH  
REGALADO ESPINOZA, LIBERTAD  
Ciudadela Universitaria ,  
Av. U2 entre calles 5 y 7  
DE NÚMERO  
MANABÍ  
052621696 / 0994135005  
lire2653@gmail.com  
REINO GARCÉS, PEDRO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
TUNGURAHUA  
0
0
995154688  
32741109  
pedroreinog@yahoo.es  
REINOSO HERMIDA, GUSTAVO  
Calle José Arízaga 1 62  
CUENCA  
N. Cañar  
entre Padre Aguirre y General Torres  
0
72843241 / 0985358574  
gustavrei@hotmail.com  
RIVADULLA PEREZ, ELADIO  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
QUITO  
QUITO  
0998706249  
erivadulla@gmail.com  
ROBALINO BOLLE, ISABEL  
Rocafuerte 1477 y Venezuela  
2
950267 / 2280764 / 0995748571  
isabelrobalino87@hotmail.com  
ROBLES LÓPEZ, MARCO  
Valentín Martínez S/N  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
N. Cañar  
0995592355  
mroblesl@hotmail.com  
ROBLES VILLAVERDE, ROBINSON  
QUITO  
El Roble, TvNews  
0997062126  
robinrobles@yahoo.es  
ROCA DE CASTRO, JOHNNY  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
QUITO  
0
987936980  
johnnyroc@hotmail.com  
RODAS CHAVES, GERMÁN  
Toledo N.2280. U.A. Simón Bolívar  
La Granja 210 y Amazonas  
2
469121 / 0999498321  
german.rodas@uasb.edu.ec/  
grodasch@yahoo.com  
RODRÍGUEZ, JAIME EDMUNDO  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUI  
Dep. de Historia. Univ. de California. Irving  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
624  
Directorio de los miembros de la ANH  
C.A. 92717.California.  
9926973275  
0
jerodrig@uci.edu  
RODRÍGUEZ, VIRGILIO  
Pasaje On66-229 y de los Cerezos.  
Urb. Barcino  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0988922669  
virgiliorodriguez1@hotmail.es  
RODRÍGUEZ CALDERÓN, GONZALO  
CORRESPONDIENTE  
ZARUMA  
Calle 9 de Octubre 059  
07 2972 215 / 0997733147  
chalinrod@hotmail.com  
RODRÍGUEZ SALTOS, ROBERTO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0986520856  
dr.triunfador@gmail.com  
ROMERO ARMIJOS , MARTHA  
ZARUMA  
Calle Pichincha 089 y Luis A. Crespo  
07 2972 215 / 0989772531  
mjromero5@hotmail.com  
RON PROAÑO, FRANCISCO  
fran.el.29@hotmail.com  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
QUITO  
ROSALES VALENZUELA, BENJAMÍN  
GUAYAQUIL  
Urb. Guayaquil Tenis. Edif. Astillero, Piso 9  
0
0
4 2554 22904 3731 777 ext. 1216  
4 6037301/ 0993040961  
brosales777@gmail.com  
ROSERO JÁCOME, ROCÍO  
DE NÚMERO  
QUITO  
Veintimilla E 1050. Edificio El Girón. Of. 74  
2227112 / 0996032187  
rocioroserojacome@yahoo.com  
RUALES ESTUPIÑÁN, CARLOS  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
QUITO  
QUITO  
2
297-1700 ext. 1438  
cruales@usfq.edu.ec  
RUIZ ÁLVAREZ, GONZALO  
0993944110  
gonzaloruizalvarez@hotmail.com  
SAENZ ECHEVERRÍA, MELIO  
Cumbayá  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
625  
Directorio de los miembros de la ANH  
0
998417821/2891423  
msaenz47@gmail.com  
SALAZAR GONZÁLEZ, ERNESTO  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
N. Azuay  
Madreselvas 47 -128 y Sandino  
2415679 / 0993529460  
esalazarg@cablemodem.com.ec /  
Ernesto.salazar67@gmail.com  
SAMANIEGO ÁVILA LAURO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
GUALAQUIZA  
LOJA  
0998232052  
laurosamaniego@hotmail.com  
SÁNCHEZ PASTOR, FRANKLIN  
0
960587515  
franklin.sanchez@unl.edu.ec  
SÁNCHEZ VARAS, ALBERTO  
GUAYAQUIL  
JIPIJAPA  
0
994228348  
albertosanchezv@hotmail.com  
SANCHO DE LA TORRE, NEPTALÍ  
Rocafuerte entre América y Chávez  
0
52651453 / 0988251392  
talisanec@yahoo.es  
SARMIENTO ÁVILA, LAURO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
GUALAQUIZA  
GUALAQUIZA  
0998232052  
laurosamaniego@hotmail.com  
SARMIENTO ARÉVALO, GALO  
Calle Gualaquiza y Cuenca s/n ,  
Barrio la Unión  
0
969122401 / 072780109 ext 112  
galosarmientoa@hotmail.com  
SEVILLA FLORES, ALFONSO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
Fco. Andrade Marín N° 340 y Eloy Alfaro  
2509147 / 2507042 / 0990857184  
SHARUPI JUA, MARIA CLARA  
Ministerio de Relaciones Exteriores  
y Movilidad Humana  
QUITO  
N. Morona  
Santiago  
Dirección de Relaciones Vecinales  
y Soberanías  
0
987986988/ 02 2993200 11887  
tarimiat1@yahoo.es  
SOASTI TOSCANO, GUADALUPE  
Diego de Vázquez N77 y Jaime Roldós.  
Carcelén. Ed. Monet, dep. 406  
DE NÚMERO  
QUITO  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
626  
Directorio de los miembros de la ANH  
0999808671  
gsoasti@gmail.com  
SUÁREZ RAMÍREZ, JORGE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
QUITO  
0985317404  
jorgesuar1@yahoo.com  
TAPIA TAMAYO, AMÍLCAR  
Av. 10 de Agosto 8534 y A. Montalvo  
Sector La Luz, casa 2, dep. 23  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
2401 148 / 0997406820  
amptapia@hotmail.es  
ULLOA ENRÍQUEZ, BAYARDO  
Calle Ángel Martínez s/n y Marañón  
RIOBAMBA  
N. Carchi  
0
992524632  
bayardoulloa@hotmail.com  
bayardoulloa@outlook.com  
ULLOA ENRÍQUEZ, FRANCISCO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
LATACUNGA  
QUITO  
0
998038265  
francisco.ulloa@utc.edu.ec  
URIBE TABORDA, SAÚL  
Universidad Politécnica Salesiana  
Campus el Girón  
Avenida 12 de Octubre N 24-22 y Wilson  
02-3962800 ext. 2180  
sauluribe@gmail.com/  
sauluribe@hotmail.com  
VALDIVIESO VINTIMILLA, SIMÓN  
Urb. Portón del Río, Av. 12 de Octubre  
y Autopista  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
2889410 / 0998878685  
svaldivieso@azuay.gob.ec  
VALLEJO VÁSQUEZ, SANTIAGO  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
0984789607  
svallejoacademico@gmail.com  
VARELA JARA, AMILCAR  
IBARRA  
Ricardo Cornejo 1-47 y Galo Rea  
0999 913 418  
aevarelaj@hotmail.com  
VARGAS MOLINA, JOSÉ  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
Academia de Historia Militar  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
627  
Directorio de los miembros de la ANH  
Calle Venezuela No. 1034 entre Mejía  
y Olmedo  
0996343209 / 2997100  
j-vargas@armada.mil.ec  
VELARDE SEGOVIA, PATRICIO  
Ruiz de Castilla N28-30 y  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
N. en Santo Domingo de los Tsáchilas.  
Selva de Alegre.  
3203651 / 0998313185(Quito)  
patvels@yahoo.com  
VÉLIZ ALVARADO, JAVIER  
CORRESPONDIENTE  
DE NÚMERO  
GUAYAQUIL  
GUAYAQUIL  
2
2900 030 – 0987936980  
velizja@yahoo.com  
VILLÓN TORRES, JOSÉ  
Gómez Rendón N°223 y Chile,esq.  
Edif. Grunavil , piso 5°.dep. N°5  
04 2403 514 / 0993699604  
ppvillon@live.com  
VON FEINGENBLATT, OTTO  
HONORÍFICO  
QUITO  
vonfeingenblatt@hotmail.com  
WONG CRUZ, KETTY  
Vive en Estados Unidos  
ketwong@ku.edu  
CORRESPONDIENTE  
GUAYAQUIL  
(512)351-0566  
YÉPEZ MOROCHO, PASCUAL  
Ministerio de Relaciones Exteriores  
y Movilidad Humana  
CORRESPONDIENTE  
QUITO  
N. Puruhá  
Direccion de Asuntos Culturales,  
Patrimoniales y Turísticos  
0993399104 / 02 2993200 ext. 11495  
pyepez@live.com / pasyepez@yahoo.com  
ZAMBRANO ARGANDOÑA, CARLOS  
Pichincha N°147 y Rocafuerte  
CORRESPONDIENTE  
CORRESPONDIENTE  
CHONE  
052360430 / 0993475426  
carlosazambranoa@hotmail.com  
ZAMBRANO PACHECO, JORGE  
MACHALA  
Junín 1510 entre Gral. Serrano y Arízaga  
072961911/072924560  
jorzambranop@hotmail.com  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
628  
Directorio de los miembros de la ANH  
ZAVALA GUZMÁN, SIMÓN  
998113992  
simonzaval@gmail.com  
HONORÍFICO  
QUITO  
0
mIEmBROs CORREsPONDIENTEs EXTRANJEROs  
ALEXANDER RODRÍGUEZ, LINDA  
ARAYA INCELA, MANUEL  
BROWN, DAVID  
RAMOS GÓMEZ, LUIS  
RETTA SIVOLELLA, CRISTINA  
RINꢀE, STEFAN  
CHAMORRO ROSERO, JULIO  
CUEVAS TORRES, EDUARDO  
DEL ARENAL FENOCHIO, JAIME  
DE LA MORA, ROGELIO  
GALEANAHERRERA, PATRICIA  
GUERRA VILABOY, SERGIO  
LAVIANA CUETOS, MARIA LUISA  
LIVIERES BANꢀS, LORENZO  
LUMBRERAS, LUIS  
MAZÓ, CARLOS ALBERTO  
MONTE DE LÓPEZ MOREIRA, MARÍA G.  
MORALES BENÍTEZ, OTTO  
MUÑOZ CORDERO, LYDIA INÉS  
NIETO VÉLEZ, ARMANDO  
PANIAGUA PÉREZ, JESÚS  
PASTORE, MARIO  
RIVAROLA PAOLI, JUAN BAUTISTA  
RIVAROLA, MILDA  
RODRÍGUEZ LÓPEZ, PABLO  
RUIGÓMEZ, CARMEN  
SALAS, JOSÉ LUIS  
SÁNCHEZ ALBORNOZ, NICOLÁS  
SCAVONE YEGROS, RICARDO  
SCOCOZA, ANTONIO  
SINARDET, EMMANUELLE  
SOTELO ORTIZ, JORGE  
STEPHEN ATTHENS, JOHN  
STOTHERN, ꢀAREN  
SZARÁN, LUIS  
TELESCA, IGNACIO  
VELILLA, JULIA  
VERDUGA, PEDRO  
PAVETTI, RICARDO  
VERÓN MAIDANA, LUIS  
VON WOBESER, GISELLA  
WEBSTER, SUSAN  
PRIETO YEGROS, MARGARITA  
PROVENCIO GARRIGOS, LUCÍA  
QUEVEDO, ROBERTO  
ZANARDINI, JOSÉ  
BOLETÍN ANH Nº 208-B  
629  
NORMAS  
PARA PRESENTACIÓN  
DE TRABAJOS  
NORMAS PARA PUBLICAR EN EL BOLETÍN ANH  
La Academia Nacional de Historia, de conformidad con sus objetivos,  
incentiva la labor investigativa de sus Académicos y estimula su participación  
mediante la publicación de sus trabajos en el Boletín institucional semestral:  
enero-junio y julio-diciembre. El Boletín ANH se publica, por el momento, en  
modalidad impresa, que aparecen en julio, el correspondiente al primer semestre  
y, en enero, el que corresponde al segundo semestre.  
El Boletín de la Academia Nacional de Historia es también una publica-  
ción abierta a la participación de investigadores destacados del país, América,  
Europa y del mundo.  
Este Boletín se compone, fundamentalmente, de artículos misceláneos  
de investigación de Historia, en todos sus periodos, de Ciencias Sociales – Cien-  
cias Humanas, en todos los ámbitos relacionados con ellas, e inclusive de las  
Ciencias Duras y las Ciencias Técnicas, siempre y cuando, todas ellas, se enmar-  
quen en el ámbito del hacer histórico. El Boletín, además de los trabajos de in-  
vestigación y reflexión en artículos y ensayos, puede presentar también reseñas  
sobre libros, discursos y análisis críticos; cuenta con una sección destinada a las  
actividades socio-culturales o vida académica e incluye, ocasionalmente, genea-  
logía. El Boletín está dirigido a estudiantes universitarios, investigadores, pro-  
fesionales y público en general interesado en el conocimiento de la Historia.  
Condiciones de publicación:  
Los artículos deben ser inéditos, resultado de la investigación sustentada  
en diversos tipos de fuentes, de acuerdo a la naturaleza del trabajo, completada  
y/o comparada con los distintos balances historiográficos y/o discusiones teó-  
ricas.  
No se aceptarán capítulos o partes de obras publicadas en cualquier medio  
y artículos que se encuentren en proceso de arbitraje en otras publicaciones.  
Los autores conservan los derechos de autor y, garantizan al Boletín de  
la Academia Nacional de Historia, el derecho de realizar la primera publicación  
del trabajo presentado.  
El Boletín ANH se reserva el derecho de hacer correcciones de estilo,  
siempre y cuando se considere pertinente.  
Envío de trabajos  
Los autores académicos y colaboradores invitados nacionales e interna-  
cionales del Boletín de la Academia Nacional de Historia, deben remitir sus tra-  
bajos escritos en idioma español, vía correo electrónico a las siguientes  
633  
Normas para publicar  
direcciones: a) Secretaria ANH, ahistoria@hotmail.com y b) al correo publica-  
cionesanh@hotmail.com a través de estos envíos, se registrarán las fechas de  
recepción y de aceptación de su artículo.  
Arbitraje para los artículos  
Para que un artículo sea considerado para la publicación debe someterse  
a la fase de arbitraje de doble análisis ciego, que realizan docentes investigadores  
que conforman el Comité de Publicaciones y/o el Comité Científico, en un  
tiempo mínimo de 30 días y máximo de 60 días. El Comité emitirá los siguientes  
dictámenes: a) el artículo es aceptado sin observaciones; b) el artículo es acep-  
tado previo cumplimiento de las observaciones indicadas; c) el artículo no es  
aceptado, en ese caso, se emitirán las debidas justificaciones a su resolución; d)  
en caso de que un artículo que fuera aceptado por uno de los árbitros y recha-  
zado por otro, el Comité de Publicaciones enviará a un nuevo evaluador, quien  
emitirá una resolución final.  
Si un artículo no es aceptado podrá presentarlo nuevamente previo cum-  
plimiento de las observaciones emitidas por el Comité evaluador y someterlo  
al arbitraje para una nueva revisión para otro número del Boletín, luego de la  
revisión del autor y de las inclusiones o revisiones sugeridas al texto.  
Los autores son responsables de los contenidos de los artículos.  
Se mantendrá una comunicación constante a través del correo electrónico  
de publicaciones, con los autores y los revisores.  
La estructura del artículo para la presentación es la siguiente:  
Título; subtítulo (solamente si lo precisa); nombres completos del autor,  
filiación institucional; curriculum abreviado del autor (600 caracteres con espa-  
cios); correo electrónico; resumen; palabras clave; introducción o antecedentes;  
desarrollo del escrito; conclusiones y bibliografía.  
Los artículos deben ser entregados hasta la fecha establecida por el  
equipo editorial. Una vez recibidos, se realizará el correspondiente análisis anti-  
plagio para continuar todas las fases del proceso.  
El equipo de publicaciones remitirá al equipo técnico de diagramación  
el material revisado por el Comité editorial y/o Comité académico y los respec-  
tivos autores; la editorial realizará el Índice de la publicación y la portada del  
Boletín.  
El Boletín consta de las siguientes secciones: a) Artículos y Ensayos, b)  
Discursos académicos, c) Genealogía, d) Vida Académica, e) Directorio de los  
Miembros ANH, y, f) Normas de publicación  
Extensión de los escritos  
1
.- Recensiones: Extensión mínima 1.220 palabras; extensión máxima 2.000 pa-  
labras  
634  
Normas para publicar  
2
3
4
.- Discurso de bienvenida o de homenaje: Extensión mínima 1.220 palabras; ex-  
tensión máxima 2.500 palabras.  
.- Discurso del recipiendario: Extensión mínima 4.000 palabras; extensión má-  
xima 5.000 palabras, que incluyan las notas y la bibliografía  
.- Artículos: Extensión mínima 8.000 palabras; extensión máxima, 10.000 pala-  
bras, que incluyan notas al pie de la página y bibliografía; si es del caso: ane-  
xos, tablas, cuadros estadísticos o imágenes, máximo cuatro, con una  
resolución de, al menos, 300 pixeles por pulgada.  
Presentación: Formato A4, Times Roman 12, interlineado simple  
Títulos y Subtítulos en negrita.  
Nombre del autor, institución y país  
Referencia biográfica del autor: títulos, membresías y/o actividades, mínimo:  
9
0 palabras máximo 120 palabras, correo electrónico.  
Resumen y palabras clave: El resumen debe contener mínimo 120 palabras y  
máximo 250 palabras. Las palabras claves: mínimo 3 y máximo 5  
El título del artículo, el resumen y las palabras clave; se escribirán en español e  
inglés.  
Cuerpo del trabajo  
Párrafos: El párrafo se escribe a espacio sencillo con letra Times New Roman 12.  
La separación entre párrafos es doble espacio.  
Para destacar una palabra o expresión dentro del texto se utilizará letra cursiva.  
Citas textuales: Se colocará entre comillas y con letra cursiva las citas textuales  
dentro del texto o párrafo, con una extensión máxima de 4 líneas. Terminada la  
cita, debe insertar la referencia o nota al pie de la página  
Si la cita es larga y sobrepasa las 4 líneas, se coloca fuera del párrafo con sangría  
izquierda de 1 cm y letra Times New Roman 10, sin comillas. Terminada la cita  
se insertará la referencia o nota al pie de la página.  
Para indicar que se ha cortado parte del texto citado, utilice paréntesis y 3 puntos  
(…)  
Referencias o notas: Se ubican al pie de cada página, en letra Times New Roman 9.  
Si la referencia es textual deberá, siempre, precisar la/s página/s.  
Para volver a citar un libro, revista o artículo en el texto; en el pié de página,  
coloque el nombre del autor, la palabra o frase inicial del título del texto…. cit.,  
y coloque el nuevo número de página. Ej: Bayardo Ulloa, “Los Geodésicos …,  
cit., p. 25  
Signaturas archivísticas: Nombre del archivo o repositorio documental. La pri-  
mera vez se citará la información completa, las veces siguientes, se colocará una  
sigla y los datos de precisión del documento.  
635  
Normas para publicar  
Debe contener la sección, la serie documental, la signatura del documento, lugar  
y fecha, según sea el caso.  
Libros: Nombre y apellido del autor/es, una coma. En cursiva el título del libro,  
la editorial, el lugar de publicación, año de publicación, la/s páginas de dónde  
se obtiene la información.  
Ej.: Ángel Rama, La Ciudad Letrada, Editorial Tajamar, Santiago de Chile, 2004,  
p. 32  
Ej.: Jorge Núñez Sánchez, De la república oligárquica a la república criolla, ed. Aca-  
demia Nacional de Historia y Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, 2015, p.24  
Capítulos en obras colectivas: Nombre y apellido del autor/es; título del capí-  
tulo entre comillas; el nombre/es de editor/es (ed.) o compilador/es (comp.) o  
coordinador (coord.); título completo de la obra colectiva en cursiva; editorial;  
lugar de edición; año de publicación; página (p.) o páginas (pp.). Todo irá se-  
parado por comas.  
Ej.: Bayardo Ulloa, “Los Geodésicos Franceses y Españoles en el Pueblo de Mira,  
Jurisdicción de la Villa de Ibarra (1.742-1.744)”. Gustavo Pérez Ramírez (comp),  
en: Memorias del Primer Simposio binacional Ecuador-Colombia, Quito, Academia  
Nacional de Historia, 2015, pp. 41-54, p. 49  
Artículos de revistas: Se sigue el mismo formato.  
Ej.: Martha Valencia, “Las tierras públicas de Buenos Aires: Políticas y realidades  
en la segunda mitad del siglo XIX” Anuario del Centro de Estudios Históricos Pro-  
fesor Carlos Segreti, Córdova, Año 1, Nº 1, 2001, pp. 113-128, p. 120  
Referencia de más de tres autores: Cuando el trabajo (libro, capítulo, artículo)  
sea de más de tres autores, seguir el siguiente criterio: (et. al) o (y otros), como  
se indica en los ejemplos citados a continuación.  
Ej.: Hugo Cancino, Rogelio de la Mora V. (et al.), Miradas desde la Historia social  
y la Historia intelectual. América Latina en sus culturas: de los procesos independen-  
tistas a la globalización. Córdoba, Argentina, Centro de Estudios Históricos “Prof.  
Carlos S. Segreti” (Unidad asociada a CONICET) / Universidad Católica de  
Córdoba (Ar.)/ Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad  
Veracruzana, 2013.  
Ej.: Alicia Salom, (y otros), Modernidad en otro tono. Escritura de Mujeres Latinoa-  
mericanas: 1920-1950, Editorial Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2004, p. 91  
Imágenes o gráficos: Deben enviarse en formato JPEG/JPG con una resolución  
300 dpi.  
Las tablas: Deben tener un título. La fuente debe colocarse en letra times new  
roman 9 debajo de la tabla. Los decimales se separan con punto, los miles se se-  
paran con un espacio, los años se escriben con cifras continuas.  
Lineamientos para presentación de reseñas  
Los libros reseñados tendrán que ver con Historia, en todos sus periodos. Ade-  
636  
Normas para publicar  
más se aceptarán reseñas de Ciencias Sociales, Ciencias Humanas, en todos los  
ámbitos relacionados con ellas e inclusive de las Ciencias Duras y Ciencias Téc-  
nicas, siempre y cuando, todas ellas, se enmarquen en el ámbito del hacer his-  
tórico. Se aceptarán las reseñas sobre libros que hayan sido publicados, como  
máximo, dos años antes del periodo que abarque el número del Boletín donde  
aquellas aparezcan. Sin embargo, bajo estas mismas condiciones, serán acepta-  
das reseñas de libros reeditados que tengan una indiscutible trascendencia y vi-  
gencia, y de libros traducidos, escritos en otro idioma distinto al español. En el  
título se incluirá la referencia completa del libro: nombre del autor, título, nom-  
bre de la editorial, lugar y año de publicación y número de páginas. Se espera  
que las reseñas aporten elementos analíticos y, o críticos, y no sean solamente  
descriptivas.  
Bibliografía:  
Coloque al final del texto la lista de libros, revistas, artículos o impresos comen-  
zando por el apellido del autor en mayúsculas, luego el nombre, en minúsculas  
después de una coma, en cursiva, el título del libro, la editorial, el lugar de pu-  
blicación, año de publicación. Se sigue el mismo procedimiento para los artículos  
de revistas, periódicos, etc.  
Ej: NUÑEZ SANCHEZ, Jorge: Historias del país de Quito, Ed. Eskeletra, Quito,  
2010  
Webgrafía:  
Coloque el nombre, el título texto, el URL correspondiente y la fecha de la con-  
sulta entre paréntesis  
Ej: BOLÍVAR, Simón, Carta de Jamaica, en:  
https://albaciudad.org/wp-content/uploads/2015/09/08072015-Carta-de-Ja-  
maica-WEB.pdf (15-12-2019)  
Ej: TERÁN NAJAS, Rosemarie, “El estado y la interculturalidad en el Ecuador”,  
ICOMOS, Revista de Ciencias Sociales, N° 27 – 2007, ISSN 1390-8065, pp.72-73, en:  
http://revistas.flacsoandes.edu.ec/iconos/article/view/196 (01-12-2019)  
Quito, 03 de agosto de 2021  
637