DISCURSO DE INCORPORACIÓN: PORTOVELO, CONTROVERSIAS Y CONFUSIONES: UN FERROCARRIL EN LA RUTA DE LA DISCORDIA

Resumen

En 1896, cuando la compañía norteamericana SADCO comenzó a levantar la colosal estructura industrial y urbana de Portovelo, comenzó una larga historia de controversias discusiones conflictos, paros, reivindicaciones, arreglos, celebraciones; un conjunto variopinto de emociones y hechos que formaron un laberinto de ideologías y tesis políticas. Una muestra no es suficiente, pero ilustra y orienta la comprensión de las dimensiones que alcanzó el fenómeno laboral, social y cultural de Portovelo en más de medio siglo. Ésta tuvo de escenario principal en los salones del  congreso de 1929, y su libreto lo formaron los debates relacionados a la participación de SADCO en la construcción del ferrocarril Machala, Portovelo y Loja, como forma de pagar sus impuestos ya que SADCO era una institución de peso en la política nacional  porque  representa al  capital norteamericano en el Ecuador, una de las contadas inversiones de entonces, cuando el país era consciente de su pobreza y necesitaba fomentar la producción.  Estos debates tuvieron fin después de largas y recurrentes discusiones bizantinas al decidir que SADCO siguiera en sus operaciones, reconociendo y  pagando  los porcentajes de ley. Estos porcentajes estaban relacionados a la cantidad del metal que extraían. Estos valores y cantidades de metales extraídos eran vigilados por el Estado por medio del Inspector de Minas, un agente encargado del  registro, en cuadernos que periódicamente enviaba al Ministerio del ramo para los cálculos respectivos. Y ahora el Estado recibiría un monto adicional por financiamiento del ferrocarril Piedras, Portovelo y Loja.