INFORME DE ACTIVIDADES DEL DIRECTOR DE LA A.N.H. Período julio de 2016 a julio de 2017

Abstract

Informe de labores

Este discurso informa acerca de las actividades realizadas por el Director de la Academia Nacional de Historia en el período de julio 2016 a julio de 2017, en él se tratan los siguientes aspectos: Incorporación de nuevos Académicos Correspondientes, Académicos Numerarios, Decesos, Homenajes, Publicaciones, Presentación de libros, Congresos y Simposios Científicos, Convenios suscritos, Creación de Capítulos Provinciales, Mantenimiento del edificio sede, Dificultades y ayudas generosas.

Homenaje a Dra. América Ibarra

Este es un acto especialísimo, que tiene tanto de formalidad académica como de culto a la amistad. De una parte, es un acto en el que nuestra Academia Nacional de Historia reconoce los méritos intelectuales y profesionales de alguien como la doctora América Ibarra Parra y deja constancia pública de ello.  Y tenemos varias razones para hacerlo, entre las que quiero mencionar las siguientes: Una es que nuestra homenajeada es una mujer culta, galana escritora que se mueve como en casa propia en el campo de las ciencias sociales, gracias a su muy buena formación académica y a su especialísima vocación por la cultura. Otra razón es que ella ha escrito, como autora o coautora, varios estudios y artículos historiográficos, entre los cuales destaco una obra sobre el mítico y controvertido ex presidente doctor José María Velasco Ibarra.

La amistad con nuestra institución por su ayuda en la cobertura de sus actividades a través de la gran revista “Emprendedores”, que ella edita en compañía de nuestro ilustre colega el doctor César Alarcón Costta. Mes a mes, edición tras edición, esta importante revista ecuatoriana cubre nuestras actividades fundamentales y las muestra en páginas agradabilísimas de ver y leer, que ilustran la mente y recrean la vista de los lectores.

Pero ello no solo es producto de una voluntad de servicio a la historia y la cultura, sino de un particular y manifiesto afecto suyo por nuestra institución. La hemos visto siempre tomando notas y fotografías de nuestros actos, que luego aparecen en magnífico formato impreso. Todo esto, sin duda alguna, merece ser relievado con sincera gratitud, tanto porque es de justicia reconocer la generosidad ajena, cuanto porque hay que honrar a nuestros amigos que nos honran y benefician.

Inauguración monumento al Coronel Carlos Montúfar

Este discurso se dicta al asistir al desvelamiento del monumento al coronel Carlos Montúfar y Larrea, sin duda el más grande líder político–militar de nuestra primera guerra de independencia, a quien su ciudad y su país le debían hace ya un largo siglo este homenaje, desde el 31 de julio de 1816, cuando nuestro héroe murió fusilado en Buga, población del valle del Cauca, por las fuerzas colonialistas que dirigía el sanguinario jefe español Juan Sámano. Derrotado en Ibarra, a fines de 1812, Montúfar fue apresado luego y desterrado a España, lográndose fugar de un presidio de Panamá y unirse a las fuerzas del libertador Simón Bolívar, a cuyas órdenes combatió por algún tiempo en calidad de miembro de su Estado Mayor. Más la derrota de Cuchilla del Tambo puso fin a esa campaña y a esa vida de esfuerzos y combates.

La vida de Carlos Montúfar fue como una veloz saeta lanzada al viento, que cruzó rauda por sobre mares y continentes. Nacido en 1780, en una noble familia criolla de Quito, fue educado del mejor modo posible y a sus veinte años ya era bachiller por el Colegio Seminario de San Luis y maestro en filosofía por la Real y Pública Universidad de Santo Tomás. Luego se interesó por las Ciencias Naturales y recibió una buena formación de parte del naturalista español Anastasio Guzmán y del joven sabio quiteño José Mejía Lequerica.